Está en la página 1de 12

Clínica de Maestros 2014

Líderes de Jóvenes.

Se Necesitan: Guías Idóneos Para Jóvenes


REQUISITOS: Conocer cómo se desarrolla el adolescente, entender cómo aprende, interesarse
personalmente por cada joven, tener habilidades de liderar diversos proyectos según se necesite,
conocer la Biblia, y tener una creciente relación con Dios.
HORARIO: Muchas horas, incluyendo fines de semana e imprevistos.
REMUNERACIÓN: Intangible.
Firme aquí si usted tiene interés en este cargo. __________________________.

Si su iglesia pusiera un aviso como éste en el panel de avisos, ¿le parece que alguien solicitaría el
trabajo de guía de los jóvenes adolescentes de su congregación?
Pero, más importante es cómo este llamamiento para líderes le concierne a usted. ¿Usted solicitaría
este trabajo? Los requisitos son variados, el horario exigente, y la recompensa no siempre se llega a
ver.
¿Qué pensaría mientras leyera el aviso?
_______________________________________________________________________________.

¡¡¡ Deténgase!!!
¿Estaría dispuesto a poner a un lado cualquier reacción negativa que le impide ser un guía idóneo de
jóvenes?
¿Se comprometería a un año de crecimiento trabajando con los jóvenes durante ese lapso?
¿Le gustaría a usted conocer personas interesantes?
¿Por qué no permitir que Dios lo use en una manera nueva y especial?
¿Por qué no aceptar el desafío de ser un guía para los jóvenes?
Si su respuesta es sí al desafío de ser un guía idóneo de jóvenes, siga leyendo ¡Esta clínica es para
usted!
Si la respuesta es sí… pero…, esta clínica también es para usted. Tanto el que apenas comienza a
trabajar con jóvenes, como el que tiene más experiencia pueden pensar sí… pero… ¡Hay tanto que
aprender acerca de cómo trabajar con los jóvenes en la iglesia: tantos libros que leer, tantos métodos
que considerar, tantas posibles experiencias que evaluar, tanto discernimiento espiritual que
aprovechar, y tantas virtudes personales que desarrollar! No se desaliente; respetamos su sinceridad.
Esperamos que esta clínica le ayude a responder al llamado de guiar a la juventud con un “sí” lleno
de esperanza y entusiasmo.

Deténgase — Piense — Escriba


¿Qué dudas tiene que le impiden sentirse seguro acerca de su papel como líder de jóvenes?
1.
2.
3.
¿Qué preguntas tiene acerca del trabajo con los jóvenes que espera sean contestadas en esta clínica?
1.
2.
3.
Recuerde sus experiencias de joven en su iglesia y describa al líder de jóvenes que fue de mayor
influencia.
Edificada Sobre Una Base Sólida
La educación cristiana tiene sus raíces en los educadores hebreos de la antigüedad. Aquellos
hombres de Dios creían que el propósito de la educación religiosa era ayudar a las personas en su
desarrollo para que se parecieran más a Dios. La Torah, la sagrada Escritura, era estudiada porque
contenía la clave para vivir rectamente dentro de la voluntad de Dios. A través del estudio de la
Torah, aprendían cómo vivir diariamente en una relación con Dios.
Los primeros cristianos perpetuaron el concepto de la educación religiosa. Fomentaron la enseñanza
de la fe en Cristo como base para la salvación, y la moralidad y los valores cristianos como
principios para seguir en la vida.
En la actualidad, la educación cristiana en nuestras iglesias evangélicas no se deja al azar. Se
programa, tiene propósito, es sistemática y continua. Fomenta la fe en Cristo, y guía a sus
seguidores a desarrollar su vida cristiana.
La Biblia estimula a establecer un ministerio de educación cristiana. Jesús, a veces llamado el
Maestro, frecuentemente se sentaba con sus seguidores con el propósito de enseñarles grandes
verdades. En Mateo 5, 6 y 7, encontramos sus enseñanzas en el pasaje que llamamos el Sermón del
monte. En Lucas 11, cuando los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñara a orar, lo hizo
dándoles un modelo para sus plegarias. Y en Marcos 4, encontramos otro ejemplo de un estilo de
enseñanza de Jesús: historias o parábolas.
La Biblia también nos estimula a alcanzar a quienes necesitan escuchar el evangelio. En el relato de
la vida de Jesús en el Nuevo Testamento, quizá sus actos más tiernos son los que realizaba cuando
alcanzaba a personas que lo necesitaban. ¿Quién puede cansarse de leer acerca de Jesús y la mujer
samaritana, Mateo, Zaqueo, los hombres comunes que eran sus discípulos, las personas que sufrían
enfermedades físicas, o el criminal arrepentido que compartió el día de la crucifixión con él?
Nosotros, siendo sus discípulos, también somos llamados a alcanzar a aquellos que necesitan un
amigo, a los que sufren, a los despreciados, y a los que no tienen una relación con Dios.
Erica comenzó a asistir a la escuela dominical. Al principio no tenía amigos en la iglesia, pero su
maestra le brindó su amistad. Cuando llegó el verano, ésta le dio anónimamente una beca de
campamento para que pudiera gozar de esa experiencia. En el campamento sintió el impacto de los
sermones, la música, las amistades que allí hizo, y la presencia de Dios. Volvió del campamento
convertida en una nueva persona. Este cambio en la vida de Erica ocurrió porque una maestra que
siguió el ejemplo de Cristo, alcanzó a una muchacha que necesitaba a Dios.
Al creyente del Nuevo Testamento también se le anima a enseñar. La Gran Comisión de Cristo a
sus discípulos registrada en Mat. 28:19, 20, incluye la orden de enseñar. Cuando el escritor de
Efesios nombró los dones específicos que Dios da a los creyentes, incluyó el don de ser maestro.
“Y él mismo constituyó a unos… maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:11, 12).
Como creyentes organizados en un cuerpo llamado iglesia, seguimos el ejemplo de Cristo y sus
primeros seguidores cuando establecemos nuestros programas de educación cristiana.
Cuando usted acepta el desafío de servir en el Departamento de Jóvenes en el área de la educación
cristiana, comienza a participar de lo que puede ser un ministerio estimulante y bendecido. Como
maestro, director de departamento, consejero, líder u obrero, usted necesita reconocer que Cristo es
el maestro perfecto. A pesar de que quizá nunca podrá llegar a la estatura de Cristo en lo que a su
autoridad, amor y altruismo en su ministerio se refiere, usted puede ser importante en la vida del
joven. En su propio estilo, puede guiar al joven a conocer a Dios, aplicar la Biblia a su vida y a
empezar una vida de servicio al prójimo. Uno de los llamados más nobles es el de ser guía de la
juventud.
Definiciones
¿Quién es guía de la juventud?
________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________.
 Guía es el que capacita al joven para crecer en sabiduría, conocimiento y en gracia para con
Dios y los hombres.
 Guía es el que provee los medios que facilitan los procesos de desarrollo espiritual y mental
de los jóvenes. Sabe organizar las experiencias de aprendizaje para que el joven aprenda a
pesar de las distracciones, el desinterés y el descontento.
 Guía es el que da los elementos a la juventud para que pueda responsabilizarse de su
desarrollo, se atreva a ser fiel, a soñar grandes sueños y a ser más como Cristo.
 Guía es el que enriquece la vida de todos los jóvenes en su grupo. Cada joven puede decir
que su vida cambió porque esta persona fue su guía.
 Guía es el que da aliento. El que reconoce que sus palabras de apoyo pueden ayudar al joven
a tomar un paso de fe.

Capacitar
Como capacitador, el guía provee los medios a los jóvenes para que ellos mismos puedan descubrir
verdades. El guía no reparte conocimiento ni lo fuerza a penetrar la mente de sus alumnos; más bien
los guía para que ellos mismos puedan aprender. Su filosofía es: “No le digas al joven nada que él
mismo pueda descubrir.” Reconoce las capacidades de sus alumnos, y los desafía a ampliarse tanto
mental como espiritualmente a fin de comprender y aplicar la Biblia a sus propias vidas. Explora
con sus jóvenes la posibilidad de comprometerse personalmente en la obra del Señor y los ayuda a
prepararse para ese compromiso. Reconociendo las cualidades singulares de cada joven, el guía
estimula a cada uno a descubrir sus propios talentos al participar del programa juvenil de la iglesia.
El guía capacita cuando provee oportunidades para que el joven haga sus propios descubrimientos.
Facilitar
Como facilitador de la enseñanza, el guía crea el ambiente que facilita el aprendizaje; luego toma
pasos para lograrlo. Reconoce que puede crear situaciones conducentes al aprendizaje, pero no
puede forzar a nadie a aprender. El facilitador provee el ambiente que estimula el aprendizaje; usa
métodos que complementan tanto su estilo de enseñar como las habilidades de aprendizaje de sus
jóvenes; hace preguntas que llevan al joven a pensar más allá del nivel de la memoria; y basa todos
sus esfuerzos en las necesidades de cada uno. El director de música que facilita el aprendizaje tiene
un programa musical para todos los jóvenes; pero también provee oportunidades para los jóvenes
que tienen el talento de cantar, tocar, hacer arreglos, componer música y dirigir. El líder de
desarrollo cristiano o del Programa de Preparación que busca facilitar el aprendizaje puede, por
ejemplo, tener un encuentro con los jóvenes en la biblioteca de la iglesia y ayudarles a seleccionar
libros para una sesión de estudios en lugar de seleccionar él mismo los libros y distribuirlos luego
entre los miembros. El guía no puede aprender ni desarrollarse por sus jóvenes. Como facilitador,
percibe que su propósito es sencillamente proveer experiencias de aprendizaje, desarrollo y
maduración.
Equipar
Cuando un guía equipa al joven para que pueda aplicar a la vida diaria lo que aprende, le ha dado un
verdadero tesoro. El significado de amar a otros, de adorar a Dios, o de honrar a los padres se
aprenderá a cierto nivel cuando el adulto y el joven estudian juntos en clase. Sin embargo, la prueba
de que aprendió o no, se ve en el estilo de vida del joven cuando no está en el templo.
¿Sus compañeros de colegio lo consideran diferente? ¿Se niega ella a hacer de la posición y
popularidad sus dioses a pesar de que sus amigas lo hacen? ¿Vuelve él a casa a la hora que le han
dicho sus padres aunque los padres de sus amigos les permiten estar afuera hasta más tarde?
Cuando usted equipa al joven para transferir lo que aprendieron en la iglesia a la vida real, le ha
legado una de las herramientas cristianas más importantes para subsistir en un mundo que no es
cristiano.
Enriquecer
El guía enriquece la vida de los jóvenes con quienes trabaja cuando busca la manera de que tengan
nuevas y valiosas experiencias. El maestro de escuela dominical puede enriquecer la vida de sus
jóvenes enseñándoles cómo usar comentarios bíblicos y otros libros de referencia. También
dirigiéndoles por medio de su ejemplo a establecer una vida de oración activa y haciendo preguntas
que requieren que cada joven exprese sus propias convicciones y su fe. Enriquecer la vida de la
juventud es un área en la cual la tarea de guiar produce satisfacción inmediata al ir viendo los
cambios en la vida de ellos.
Alentar
Una última dimensión en la tare a de guiar que usted querrá adoptar en su estilo de liderazgo es el
de alentar. Cuántas cosas maravillosas pueden suceder cuando alienta al joven a aprender, a buscar
nuevas experiencias y a atreverse.
Cierto maestro y sus jóvenes habían decidido visitar un asilo de ancianos. El guía alentó a los
jóvenes para que compartieran sus talentos, su cariño y su tiempo con ellos. Llegó el día de la visita,
y los ancianos fueron bendecidos por la visita de los jóvenes. El maestro juzgó que el proyecto fue
un éxito. Pero aquello no terminó con esa visita. Laura, una de las jóvenes, se sintió atraída a los
ancianos porque el maestro le había animado a compartir con ellos su talento musical y su cálida
personalidad. Laura volvió a visitar el asilo llevando a su familia para que también se interesaran
por servir a los internados. Lo que fue un proyecto de un día se convirtió en un ministerio especial
porque un maestro animó a una jovencita del primer año de secundaria a dejar que Dios usara sus
talentos.
Los obreros que trabajan con la juventud en la iglesia llevan distintos títulos, pero todos se unen
bajo el nombre de guía. Todos trabajan unidos para guiar a la juventud a aceptar a Cristo como
Salvador, participar en los cultos, desarrollarse como creyente, comprender la Biblia, aplicando sus
enseñanzas a su propia vida y capacitarse para servir a otros.
¿Por Que Eligio Usted Ser Un Guía?
Marque con una “X” la o las opciones que elija.
___ 1.Porque alguien me lo pidió y no pude decir que no.
___ 2.Porque me gustan los jóvenes.
___ 3.Porque soy la única persona en mi iglesia que tiene la valentía de enfrentarse con un grupo de
jóvenes.
___ 4.Porque el mejor maestro de escuela dominical que jamás he tenido fue en el área juvenil, y
quiero ayudar a otros como él o ella me ayudó a mí.
___ 5.Porque no me gusta asistir a mi propia clase.
___ 6.Porque uno de mis talentos es el trabajo juvenil.
___ 7.Porque mi iglesia realmente necesita que yo trabaje en el área juvenil.
___ 8.Porque es lo que quiero hacer.
___ 9.Porque tengo algunas de las respuestas que la juventud necesita.
___ 10.Porque me comunico bien con la juventud.
___ 11.Porque siento el llamado de Dios a esta tarea.
___ 12.Porque una vez que empecé a trabajar con los jóvenes no supe ya cómo renunciar.
___ 13.Porque me gusta acompañar a grupos juveniles en sus actividades.
___ 14.Porque pienso que la juventud es divertida.
___ 15.Porque he estudiado psicología de la adolescencia.
___ 16. Porque he tenido éxito en el trabajo juvenil.
___ 17.Porque a mí esposo (o esposa) le gusta estar con los jóvenes.
___ 18.Porque me siento muy responsable ante el pastor.
___ 19. Porque empecé como reemplazante y el líder de antes no regresó.
___ 20. Porque mi hijo/a es adolescente y quiero saber qué hacen en el área juvenil.
___ 21.Porque el Espíritu Santo me ha guiado a aceptar esta responsabilidad.
___ 22. Porque verdaderamente me preocupo por la juventud.
___ 23.Porque me gustan las tareas difíciles.
___ 24. Porque los jóvenes me quieren.
___ 25. Porque___________________________ (Escriba usted la razón.)
Especificar las razones que lo mueven a guiar a la juventud tiene su valor. Le ayuda a comprender
las frustraciones, satisfacción, ansiedad, desencantos, o emoción de su papel de líder. También
puede ayudarle a entender por qué ha sido un éxito o un fracaso en sus experiencias con la juventud
en el pasado. Además le da la oportunidad de decidir sí sus razones para guiar a los jóvenes son las
correctas y considerar sus motivaciones. Del mismo modo, le da oportunidad de pensar en adoptar
nuevas razones para querer trabajar con la juventud.

¿Por qué el líder juvenil que triunfa opta por guiar en lugar de...
instruir?
entrenar?
aclarar?
informar?
adoctrinar?
inculcar?
convencer?
El líder juvenil que triunfa opta por guiar porque en este papel él mismo puede aprender al lado de
la juventud. Abandona la plataforma y, en su lugar, se sienta entre la juventud. No desprecia las
ideas de nadie; sino que anima a todos los jóvenes a compartir las suyas. Reconoce que puede haber
momentos cuando debe responder: “No estoy seguro; investiguemos los dos el asunto esta semana.”
Sabe que la Biblia hablará al joven cuando éste se sienta en libertad de descubrir por sí mismo el
mensaje de la Biblia. Sabe que realmente ha enseñado, sólo cuando alguien ha aprendido.

Una Persona, Muchos Papeles


Cuando uno decide ser guía de la juventud, no puede imaginarse los muchos papeles que le esperan.
Usted no puede triunfar como director del coro juvenil si su único papel es dirigir el coro una hora
por semana. Es muy probable que también tenga que ser el planificador de actividades de
aprendizaje, agente de viajes, peón de escenario, proveedor de comida y amigo. La líder de niñas
adolescentes probablemente descubra que supervisar las reuniones de costumbre es en realidad sólo
una pequeña parte de un papel más amplio.
Puede ser también chofer, consejera en un campamento, confidente y compañera en el aprendizaje.
El líder efectivo de un grupo de jóvenes en el Programa de Desarrollo Cristiano (Programa de
Preparación) muy posiblemente agregará los papeles de teólogo, consultor, programador de sociales
y de consejero a su papel asignado de dirigir a la juventud en sus estudios semanales.
Los guías que triunfan con la juventud tienen ciertos papeles en común.
1. El guía triunfador establece una relación con cada joven en su grupo.
Enseñar, dirigir, guiar y ministrar es más fácil para la persona que de verdad quiere a los jóvenes a
quienes conoce bien. Varios eventos en la vida de Cristo nos recuerdan que se relacionó
personalmente con la gente con quien vivía y trabajaba. En Juan 4 encontramos a Jesús siendo
amigo de la mujer samaritana, aparte de enseñarle grandes verdades espirituales. En Lucas 19
leemos que Jesús fue amigo de Zaqueo y de cómo usó esta experiencia para enseñar acerca del uso
de los dones. Jesús establecía relaciones con personas que entonces se hacían receptivas a sus
enseñanzas. Después que se relacionan con Cristo, sus vidas cambian. Desde entonces eran
conocidas por sus hechos. (Vea Mat. 7:20 y Juan. 15:16.)
Considere la siguiente posibilidad en la práctica. Una iglesia nombra un director del coro juvenil
con una habilidad musical excepcional. Todos en la iglesia están seguros que el coro juvenil será
también excepcional. El nuevo director empieza a reunirse con los jóvenes, pero las cosas no
marchan. Fustiga a los jóvenes en los ensayos del coro, y los ignora fuera de la hora de la práctica.
Aunque tiene mucho talento musical, lamentablemente está destinado al fracaso. Mientras que el
director de coro o cualquier otro guía juvenil no establezca relaciones, tanto con cada joven
individualmente como con todo el grupo, no triunfará. El joven es más importante que cualquier
canto que un coro pudiera cantar o que cualquier producción musical que el coro trate de preparar.
El guía destinado a triunfar empezará estableciendo relaciones con sus jóvenes antes de tratar de
llevar a cabo actividades de enseñanza-aprendizaje. Si quiere tener éxito, ya sea como consejero de
Embajadores mayores o como líder de un grupo de preparación o de desarrollo cristiano, tendrá que
conocer individua lmente a los jóvenes antes de poder saber lo que necesitan recibir al estar en su
grupo.
2. El guía que quiere triunfar reconoce que debe ser un alumno tanto como un
maestro.
Cuando reconoce su necesidad de estudiar y aprender al prepararse para ser maestro, el joven le
respetará como compañero de aprendizaje. Lo apreciará porque no pretende saberlo todo. Lo
apreciará más aún como maestro porque puede identificarse con él como alumno. La líder de niñas
adolescentes puede sentirse muy segura que sabe casi todo lo que hay que saber acerca de la
salvación. Pero cuando una de sus jóvenes escribe su experiencia de conversión y su crecimiento
como cristiana, la consejera puede recibir una bendición nueva por la honestidad, sinceridad y
percepción de la joven. El maestro que anima a su alumno a estudiar independientemente también
puede aprender de la investigación que realice el joven. Para ser buen maestro, hay que seguir
siendo alumno.
3. El guía que triunfa es el que está dispuesto a escuchar.
Muchas veces sucede que el guía o consejero juvenil es el único creyente con quien el joven puede
hablar. A veces busca una respuesta, pero con frecuencia simplemente quiere que alguien le
escuche. Hay una película que cuenta la historia de un muchacho a quien, después de su muerte, no
lo recordaba ni el hombre a quien había mencionado como su maestro favorito. Aunque el caso
puede ser un tanto exagerado, quizá nos sacuda haciéndonos recordar las veces que no hemos
estado dispuestos a escuchar a un alumno en la escuela dominical porque había que “cubrir toda la
lección”, o las veces cuando elegimos conversar con amigos adultos en un social juvenil en lugar de
estar entre los jóvenes o cuando no hemos sabido reconocer lo que dice un joven con su silencio.
Al pensar en sus mejores experiencias como maestra y guía de jóvenes una hermana siempre
menciona cierto momento que es parte normal de sus actividades en la hora de estar con los
jóvenes. Juntos comparten sus experiencias de la semana pasada y dedican unos minutos para orar
por los pedidos específicos que han mencionado. A veces las necesidades de los jóvenes han sido
tan apremiantes que no alcanzaban a estudiar toda la lección, pero ella reconoce que enseña a
personas, no lecciones. Alguien que sabe escuchar, como esta maestra, fomenta un ambiente donde
el joven puede hablar de lo que realmente le es importante.
Si quiere tener éxito como guía, al programar el tiempo que estará usted con los jóvenes incluya un
momento para escuchar.
4. El guía eficaz es aceptado por la juventud como uno más en el grupo.
A la vez, necesita dar libertad a los integrantes del grupo para que den de sí mismos a fin de que la
experiencia de aprendizaje sea valiosa para todos. En última instancia, el guía es responsable por el
desarrollo y crecimiento del grupo. Para empezar, hay que desarrollar un espíritu de grupo. Se han
de encarar problemas que requieren poca colaboración de parte del grupo antes de tratar de llevar a
cabo un proyecto grande o una actividad que requiere solucionar un problema complicado. Antes de
que el grupo sea promovido a otro departamento o clase, el líder o guía querrá organizar como
mínimo una actividad durante la cual puedan expresar lo que el año les ha significado.
También querrá programar maneras de mantener el espíritu de colaboración y de hablar
abiertamente del grupo del cual han disfrutado durante el año.
El guía eficaz reconoce que su propia vida es una herramienta de enseñanza.
Lo que él valora, lo que él ama, lo que él considera importante, se reflejará en su vida. Uno vive lo
que valora. Sí, ¡este es un pensamiento que asusta!
Cuando está dirigiendo usted una sesión sobre humildad, ¿qué evidencia de humildad ven los
jóvenes en la vida de usted?
_______________________________________________________________________________.
Cuando tiene que enfatizar orden y buena conducta, ¿pueden los jóvenes ver en usted al adulto que
es un ejemplo de autodisciplina?
_______________________________________________________________________________.
Cristo rogó a sus seguidores que fueran buenos ejemplos y que quitaran las faltas de sus propias
vidas antes de hablar de esas faltas en las vidas de otros. La necesidad de aplicar las lecciones de
Jesús a nuestras propias vidas no ha disminuido. Quienes guían a la juventud lo hacen por medio de
sus vidas, tanto como por las sesiones de estudio que preparan. Los papeles que usted asume como
guía variarán de acuerdo con la juventud con la cual trabaja. Para saber cuáles necesita asumir, ha
de desarrollar sensibilidad hacia las necesidades de sus jóvenes. Entonces estará capacitado para
actuar cuando vea una necesidad.
Detengase — Piense — Escriba
¿Cómo se llama el joven a quien conoce mejor?

¿Qué ha hecho para suplir las necesidades de este joven?


1.
2.
3.
¿Cómo se llama el joven que menos conoce?

¿Qué puede hacer esta semana para llegar a conocerle mejor?


1.
2.
3.

Como Guiar Con Propósito


¿Cómo se diferencian los guías auténticos de las personas que meramente ocupan un puesto en la
organización de la iglesia? Quizá la diferencia mayor entre estos dos tipos de personas es el
propósito que los mueve. Mantener el orden, aguantar y completar las tareas asignadas son
probablemente las únicas metas de los que “ocupan un puesto”. Lamentablemente, sus metas no son
un secreto. Por otro lado, los guías pueden ser reconocidos por sus metas.
Sus metas inmediatas incluyen:
1. Crear un ambiente conducente al aprendizaje.
2. Motivar al joven para que aprenda.
3. Enseñar para llenar las necesidades de los alumnos.
Sus metas de largo alcance incluyen:
1. Proclamar el evangelio.
2. Animar a los jóvenes para que se conviertan en testimonio y embajadores del amor de Dios.
El guía que fomenta un ambiente conducente al aprendizaje no se sorprenderá cuando, semana tras
semana, sus alumnos aprendan. Porque este adulto sabe que son pocas las horas de la vida del joven
que él puede estructurar y por ello, no quiere perder nada de tiempo. Prepara actividades de
aprendizaje para los que llegan temprano, establece objetivos para cada sesión y unidad, y evalúa
para determinar si dichos objetivos han sido alcanzados. Cuando hay que hacer anuncios o atender
otros asuntos administrativos durante una sesión, lo hace eficientemente para no distraer la mente
de las actividades de aprendizaje del día. El guía provee un ambiente sano de aprendizaje porque su
grupo espera aprender cuando ellos y él se reúnen.
El guía que tiene éxito reconoce, sin embargo, que tener un ambiente conducente al aprendizaje no
asegura que el aprendizaje ocurra. Por lo tanto, programa maneras de motivar a los jóvenes para que
se interesen por aprender.
El joven promedio no llega a la iglesia con un deseo insaciable de lograr más conocimientos y
comprensión. Por lo tanto, es la responsabilidad del guía estimular el cerebro del joven para que
aprenda.
Pero, ¿cómo motivar a la juventud?
* Cambie la rutina para que los alumnos no se detengan en su afán de aprender.
* Desafíe a los alumnos para que se sientan motivados a pensar más profundamente de lo que
pensaban cuando eran niños.
* Incluya a los jóvenes en la tarea de programar las actividades.
* Elija actividades de aprendizaje que abran la mente.
* Enfoque las necesidades del joven.
* Presente las oportunidades de aprender con un espíritu entusiasta.
* Comience cada sesión con una actividad que fascina a los jóvenes y los conduce a aprender.
* Demuestre por medio de su propia preparación que aprender es importante.
* Desarrolle un estilo de liderazgo tranquilo, pero a la vez expectante.
* Ore pidiendo que sus jóvenes se desarrollen bajo su dirección.
El guía trata con jóvenes. Lucha por enseñar a personas, y no contenidos. Nunca subestima su
responsabilidad de enseñar la Biblia, de capacitar a músicos, de desarrollar la habilidad de testificar,
de aportar al crecimiento cristiano o de estimular la dedicación de la vida del joven a la obra
misionera. Pero, en primer lugar, ama a los jóvenes con quienes trabaja. En segundo lugar, enseña,
dirige y guía.
Alberto es un ejemplo excelente de este tipo de guías. De verdad le gustan los muchachos a quienes
enseña en la actualidad y los que enseñó en el pasado. No limita su interés a las horas en que se
reúne con su grupo. Acompaña a los jóvenes en sus salidas cuando necesitan la compañía de un
adulto o se presta para dirigir la discusión sobre discipulado en el retiro de fin de semana. Durante
el verano va al campamento juvenil como director de deportes. Cuando uno de los muchachos juega
en un partido colegial asiste si le es posible. El aprovecha todas las oportunidades para estar en
contacto con los jóvenes. Porque el establece una relación con cada joven, puede programar
sesiones que llenan sus necesidades específicas. ¿Por qué los jóvenes no quieren ser promovidos de
su clase? Porque piensan que los considera importantes.
Enseñar Es Relacionarse
Enseñar es relacionarse unos con otros. Cuando un adulto y un joven establecen una relación, puede
haber enseñanza y aprendizaje. La diferencia entre la enseñanza que da y la que no da resultados, se
encuentra con frecuencia en las relaciones que existen o no entre el maestro y sus alumnos. Sí el
líder menoscaba al joven, desconfía de él, no lo comprende, lo humilla o lo critica, entonces no
debe sorprenderse de que no aprenda. Aceptar al joven como es, es un acto de amor. Cuando éste
sabe que es amado y aceptado, rara vez se resiste al aprendizaje.
Las metas de largo alcance son la base de todo lo que un guía puede lograr. Estas se relacionan con
organizaciones específicas, por medio de las cuales se proclama el evangelio y se alienta a la
juventud para que se dedique a compartir el amor de Dios. Ya es sabido que la escuela dominical es
el brazo de la iglesia que enseña la Biblia. Pero también es verdad que cada organización dentro de
la iglesia comparte la responsabilidad de proclamar el evangelio, enseñar la Palabra y la doctrina
cristiana. Las organizaciones misioneras pueden ser organizaciones cuyo propósito principal
incluye acción y educación misionera; pero estos propósitos también deben ser compartidos por la
escuela dominical, el programa de preparación o desarrollo cristiano y cualquier otra organización
juvenil, si la iglesia ha de proveer un programa de educación cristiana adecuado para su juventud.
El guía que quiere que cada joven se desarrolle como cristiano ofrecerá una variedad de
oportunidades para que amplíen su conocimiento, mejoren su comprensión y su aplicación personal
de lo que aprende.
Deténgase — Piense — Escriba
¿Cuáles son sus propósitos de largo alcance para guiar a la juventud?
1.
2.
3.
¿Qué propósitos inmediatos tiene para los jóvenes con los cuales usted trabaja?
1.
2.
3.

El Guía Es Una Persona Especial


¿Recuerda alguna persona especial en su iglesia de cuando usted era joven?

¿Por qué se destaca de los otros que ya olvidó?

Aquella mujer era una maestra muy especial. No tenía hijos, pero sentía cariño por los muchachos y
chicas de su clase, y les enseñaba como si fueran sus propios hijos. Rara era la semana cuando no
llamaba a alguno de ellos, incluyendo a los que tenían asistencia perfecta los domingos. “Sus
muchachos” y los padres de todos ellos recuerdan, aunque han pasado los años, las llamadas que
recibían los sábados por la tarde.
No existe aún la prueba psicológica que pueda determinar y garantizar quién será un buen maestro.
Su personalidad es importante si va a enseñar o guiar, pero no puede depender totalmente de ella
como garantía del éxito. Tampoco existe una lista de libros para leer, ni una lista de cursos para
tomar, ni listas de cualidades que puede usted adquirir para garantizar su éxito como guía de la
juventud. Sin embargo, cuando empieza usted a observar a los mejores guías juveniles, notará
ciertas cualidades que muchos tienen en común.
¿Cuáles son algunas de estas características del guía de la juventud?
Capacidad de Comunicarse
Usted puede estudiar la Biblia hasta ser un erudito bíblico, pero si no puede comunicar lo que sabe,
no será un guía satisfactorio. Hablar el lenguaje de los jóvenes es requisito para saber comunicarse.
La verdad es que los jóvenes sospechan de los adultos que tratan de parecer jóvenes en lugar de ser
los adultos que a veces tampoco son. La persona que mejor comunica es la que mejor escucha.
Acepta sus Limitaciones
El guía que acepta sus propias limitaciones sabe que él, por más que quiera, no puede resolver los
problemas familiares del joven, no puede encarar problemas psicológicos serios, ni puede conseguir
amigos para un joven solitario. Pero por otro lado, sí percibe que tiene capacidad de amar, desafiar,
alentar, enseñar y ministrar. Tampoco se desanima ante la realidad de sus limitaciones.
Usa Actividades de Aprendizaje
El guía que utiliza con éxito una variedad de métodos de enseñanza, es el que los usa como un
medio para lograr sus objetivos de enseñanza. Pero variar las actividades por no hacer siempre lo
mismo no tiene valor. La actividad cumple un propósito cuando ayuda a que alguien aprenda. El
guía que recién comienza a trabajar con la juventud puede probar las diversas actividades sugeridas
en los procedimientos de enseñanza de la literatura que usa. Más tarde podrá idear sus propias
actividades y adaptar las actividades sugeridas para que llenen las necesidades de su propio grupo.
Ama
El joven sabe cuándo su guía de veras lo quiere. Este toma varios pasos para que el joven sepa que
se interesa personalmente por él.
Por ejemplo:
* Da una bienvenida sincera a visitantes y miembros nuevos.
* Recuerda los cumpleaños.
* Se pone en contacto con los ausentes.
* Asiste a programas escolares, funciones, juegos y competencias en que participan los jóvenes.
* Planifica programas sociales.
* Colabora en los proyectos juveniles.
* Le explica el plan de salvación.
Centrado en Cristo
Hay maestros de escuela y otros adultos que se interesan por los jóvenes con los cuales usted
trabaja. Pero el hecho de que el guía en la iglesia es un creyente consagrado es lo que lo diferencia
de los demás adultos importantes en su vida. Por medio de su relación con el guía, el joven puede
palpar que ser cristiano es tener una relación vital con el Señor viviente.
Depende de Dios
Ser creativo, inteligente, saber psicología del adolescente y del joven adulto, y dominar las técnicas
de enseñanza será de valor para el guía de la juventud. Con estas cualidades probablemente pueda
ser un buen guía y un buen maestro. Pero además, quiere cambiar vidas y ayudar a los jóvenes
cristianos en su desarrollo espiritual. Reconoce que no puede lograrlo solo y que Dios tendrá que
actuar en esas vidas para que maduren en Cristo. Sí, proveerá oportunidades de aprender, pero
dependerá de Dios para que las use para cambiar sus vidas.
Dedicado a la Tarea
Ser dedicado es indispensable. Cuando usted acepta un puesto de liderazgo, los jóvenes, tanto como
otros adultos, dependen de usted para que cumpla sus responsabilidades. Estar presente en las
reuniones es solo parte de su dedicación. La dedicación requiere preparación, mejorar la manera de
hacer el trabajo, estar involucrado con la juventud y gozar de una relación madura con Cristo.
Muestra Entusiasmo
El entusiasmo es contagioso. Puede que no todos se contagien; pero un guía siempre serio y
deprimido no tendrá participantes entusiastas.
El guía entusiasta se entusiasma al ayudar a los jóvenes que…
* se preparan para alguna competencia o concurso juvenil.
* estudian la Biblia.
* programan actividades sociales después de los cultos.
* van de campamento.
* aprenden un himno nuevo.
Enfatiza las Necesidades Juveniles
El joven tiene muchas necesidades. Ha dejado atrás el mundo sencillo de su niñez y se encuentra en
un mundo donde lo presionan sus padres, donde enfrenta el desafío de sus estudios, cambios en las
relaciones con su familia y un sentimiento de incertidumbre ante su futuro. Se pregunta quién es y a
dónde va. El guía que reconoce las necesidades del joven trata de suplirlas estableciendo con él una
relación personal y realizando acciones que conducen al joven a encontrar soluciones para sus
problemas.
Flexible
Una de las cualidades principales del guía eficaz es la flexibilidad. Demostrará esta característica al
planificar una actividad de tal manera que algo inesperado, como la ausencia inesperada de su
ayudante o de algún material no le causará pánico. Este tipo de líder guardará su compostura aun
cuando la mayoría de los jóvenes de su grupo se retiren de la sesión treinta minutos antes para
ensayar un canto que presentarán en el culto del domingo en la noche. Del mismo modo, dejará a un
lado planes que trazó con esmero en cuanto percibe que no son del gusto de sus jóvenes. En otras
palabras, ha descubierto que flexibilidad es sinónimo de supervivencia cuando trabaja con los
jóvenes.
Auténtico
El joven tiene una sensibilidad aguda que detecta quiénes son auténticos y quiénes no lo son. El
guía que actúa con sinceridad será respetado por la juventud. Incluso cuando con sinceridad admite
que hay cosas que no entiende acerca de Dios y de la Biblia. En el caso de que el líder juvenil
descubra que está haciendo algo para lo cual no está capacitado, beneficiará a su grupo y a sí mismo
si reconoce que estaría mejor en otro trabajo.
Dirige por Medio del Amor
En el mundo fuera de la iglesia, es común ver líderes que dirigen por medio de la intimidación.
Hasta existen cursos para enseñar cómo intimidar a otros. Sin embargo, en la iglesia, el estilo de
liderazgo es distinto, es dirigir por medio del amor. Cuando escoge usted guiar o dirigir a la
juventud, lo hace porque los ama, ama a Cristo y ama a la iglesia. Como líder, guía con un amor que
glorifica a Cristo y no a su propio yo.
Dirigido por el Espíritu Santo
El guía que tiene éxito no lo logra por casualidad. El Espíritu Santo ha dirigido a esa persona a
trabajar en una capacidad de liderazgo y continúa dirigiéndola al cumplir sus tareas. El Espíritu
Santo dirige al guía a amar al joven que no inspira amor, a testificar al que no ha aceptado a Cristo,
y a ministrar al que enfrenta un momento de crisis.
Tiene una Actitud Positiva Hacia la Juventud
Muchos adultos tienen una actitud negativa hacía los jóvenes. No ven más allá de sus modas, su
manera de hablar, su música, su energía y sus actitudes. Los guías que triunfan ven lo mejor del
joven. No esperan una madurez más allá de sus años, ni sabiduría más allá de su capacidad, ni
rectitud más allá de su nivel de desarrollo cristiano. El guía que triunfa valora al joven por la
persona que es.
Tiene Sentido de Humor
Guiar a la juventud es una tarea seria, pero el guía no puede tomarse a sí mismo con demasiada
seriedad. Debe ver la gracia en una presentación que fracasa porque los participantes se tientan de
risa, o en enseñar a dos grupos cuando había programado enseñar sólo al suyo. Al guiar a la
juventud algunas cosas pueden salir mal, pero nada detendrá a la persona que puede reír (o al menos
sonreír) ante situaciones inesperadas.
Practica Humildad
Para muchos, el papel de siervo resulta desagradable. Pero el guía cristiano encuentra su ejemplo en
Cristo, quien actuó como siervo cuando lavó los pies a sus discípulos para enseñarles humildad (vea
Juan. 13: 1-17). El que busca gloria personal en su trabajo con la juventud raramente se sentirá
satisfecho. Pero el que busca servir siempre encontrará a un joven que lo necesita.
Estudia la Biblia, la Literatura de su Organización y Otros Materiales Instructivos.
Los guías que han logrado éxito son los que un día descubrieron que no se puede aprender
demasiado. Estudian la Biblia para su propio desarrollo tanto como para preparar los estudios que
enseñan. Estudian la literatura de su organización en busca de instrucciones específicas para la
enseñanza y para tener información general sobre el trabajo con los jóvenes. Consultan otros libros
como recursos para entender y guiar a los jóvenes.
Se Arriesga
El guía que se arriesga es el que no se siente satisfecho con las cosas como se han hecho siempre.
Está dispuesto a probar nuevos métodos de enseñanza, a empezar un proyecto de ministrar que
demandará mucho de él, a discutir temas que no tienen respuestas fáciles, o a presentar un número
musical contemporáneo en el repertorio que siempre ha sido tradicional. Puede que sus riesgos no
siempre se vean coronados por el éxito; pero el guía que se arriesga tiene vida, y ¡sus jóvenes nunca
podrán acusarle de ser aburrido! La probabilidad de triunfar siempre merece el riesgo que hay que
tomar.
Los guías que tienen éxito evalúan sus puntos fuertes y débiles. Construyen sobre sus puntos fuertes
y tratan de vencer sus debilidades. Use esta lista de características del guía juvenil que se acaban de
explicar para examinar sus condiciones de líder.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
1.
2.
3.
4.
¿Cuáles son sus puntos débiles?
1.
2.
3.
4.

Deténgase — Piense — Escriba


Trace un plan para su desarrollo personal como guía juvenil. ¿Qué puede hacer dentro de los
próximos tres meses para ser un guía más eficaz de los jóvenes bajo su responsabilidad?

También podría gustarte