Está en la página 1de 5

6 de octubre del 2023

los
condicionamientos
ensayo

Estudiante: Lady Daniela Escobar


Fernandez
Materia: Psicologia del
aprendizaje
Docente: Lic. Monica Gandarillas
Introducción
¿Sabías que gracias al condicionamiento clásico, un científico ruso logró
hacer que los perros salivaran al sonido de una campana? Y, por otro
lado, ¿te has preguntado cómo el condicionamiento operante puede
moldear el comportamiento humano de maneras asombrosas? Estas
intrigantes hazañas de la psicología no son simplemente experimentos
curiosos, sino ejemplos poderosos de cómo el condicionamiento clásico y
operante desempeñan un papel crucial en la práctica psicológica
educativa y clínica. Exploraremos cómo estos principios fundamentales
no solo explican fenómenos sorprendentes, sino también cómo pueden
transformar vidas, influir en el aprendizaje y ayudar a superar desafíos
emocionales. El condicionamiento clásico y operante son dos tipos de
aprendizaje asociativo que han demostrado gran utilidad en la práctica
psicológica educativa y clínica. Desde su descubrimiento por Ivan Pávlov
y B.F. Skinner respectivamente, estas teorías del aprendizaje se han
aplicado exitosamente en diversos contextos para modificar conductas
en humanos y animales (Myers, 2019). El objetivo de este ensayo es
analizar la relevancia del condicionamiento clásico y operante en el
ámbito educativo y clínico.

1
DESARROLLO
El condicionamiento clásico desarrollado por Pávlov se basa en asociar un
estímulo neutro con una respuesta refleja espontánea, de modo que el
estímulo adquiera la capacidad de elicitar la respuesta (Domjan, 2018). Un
ejemplo es asociar el sonido de una campana con la presentación de
comida, lo que provoca la salivación del perro. Luego de varios
emparejamientos, el solo sonido de la campana provocará la respuesta de
salivación. Este mecanismo se aplica en educación para asociar estímulos
con determinadas conductas deseadas. Por ejemplo, se puede
condicionar a un estudiante para que al escuchar una palmada, se siente
rápidamente en su lugar.
En terapia, se usa en la desensibilización sistemática para disminuir fobias
y ansiedad asociada a ciertos estímulos (Wolpe, 1958). Se expone
gradualmente al paciente al objeto temido mientras se induce relajación
para crear una respuesta incompatible con la ansiedad.

El condicionamiento operante desarrollado por Skinner se basa en


reforzar una conducta deseada para aumentar su frecuencia (Skinner,
1948). Al entregar un refuerzo positivo luego de una conducta, es más
probable que ésta se repita en el futuro. Por ejemplo, alabar a un
estudiante cuando levanta la mano antes de hablar aumenta la
probabilidad de que siga levantando la mano en el futuro. El castigo
opera en sentido contrario, disminuyendo conductas no deseadas. Ambos
mecanismos son ampliamente utilizados en educación para moldear el
comportamiento infantil (Martin & Pear, 2015).
El condicionamiento operante es la base de modificación de conducta en
terapia, al entregar refuerzos por conductas deseadas del paciente y
eliminar aquellas problemáticas (Miltenberger, 2016). Por ejemplo, en
niños con trastorno de déficit atencional e hiperactividad, se refuerzan
períodos de atención sostenida para aumentarlos.

2
Ambas formas de condicionamiento siguen vigentes en educación
especial, permitiendo enseñar habilidades adaptativas y reducir
conductas disruptivas en niños con necesidades especiales (Lovaas, 1987).
Asimismo, la terapia de conducta basada en condicionamiento operante
es efectiva en trastornos alimentarios, adicciones, fobias, entre otros
(Mash & Barkley, 2014). Pese a sus limitaciones, el valor de estas teorías
reside en ofrecer medios empíricamente validados para modificar
conductas de forma ética en beneficio de los estudiantes y pacientes.

CONCUSIÓN
Ambas formas de condicionamiento siguen vigentes en educación
especial, permitiendo enseñar habilidades adaptativas y reducir
conductas disruptivas en niños con necesidades especiales (Lovaas, 1987).
Asimismo, la terapia de conducta basada en condicionamiento operante
es efectiva en trastornos alimentarios, adicciones, fobias, entre otros
(Mash & Barkley, 2014). Pese a sus limitaciones, el valor de estas teorías
reside en ofrecer medios empíricamente validados para modificar
conductas de forma ética en beneficio de los estudiantes y pacientes.

3
bibliografía
Domjan, M. (2018). Principios de aprendizaje y conducta. Cengage
Learning.
Lovaas, O. I. (1987). Behavioral treatment and normal educational
and intellectual functioning in young autistic children. Journal of
consulting and clinical psychology, 55(1), 3.
Martin, G., & Pear, J. (2015). Behavior modification: What it is and
how to do it. Psychology Press.
Mash, E. J., & Barkley, R. A. (Eds.). (2014). Child psychopathology.
Guilford Publications.
Miltenberger, R. G. (2016). Behavior modification: Principles and
procedures. Cengage Learning.
Myers, D. G. (2019). Explorations in behavioral psychology. Worth
Publishers.
Skinner, B. F. (1948). Walden Two. Hackett Publishing.

Wolpe, J. (1958). Psychotherapy by reciprocal inhibition. Stanford


university press.

También podría gustarte