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El tema de la calidad parte de los propósitos y los requisitos establecidos que debe cumplir

cualquier organización y de la satisfacción de las necesidades de las personas a las cuales


presta un servicio. En materia de salud, implica dar una respuesta efectiva a los problemas o
situaciones de salud que inciden sobre una población y sus individuos, identificados o no por
ellos, mediante la aplicación de normas, procedimientos y protocolos diagnóstico-terapéuticos
necesarios, así como la verificación de los instrumentos y medios médicos que se utilizan.

La evaluación sistemática de la calidad de la atención médica no es algo nuevo. Ya Hammurabi,


en el año 2000 a. c., promulgaba en Babilonia el código que regulaba la atención médica, e
incluía las multas que estos debían de pagar por los malos resultados de sus cuidados.

En las culturas orientales como la China se encuentran documentos que datan del año 1000 a.
c., donde se presenta, exhaustivamente desarrollado, el estado del arte de la Medicina en
aquella época y se regulan las competencias de los profesionales. El tratado de Hipócrates de
Cos, 500 años a. c, recoge las primeras bases éticas y legales de obligado cumplimiento para
los médicos y que aún hoy siguen vigentes. Tras estas experiencias puntuales de evaluación de
la atención sanitaria, los primeros años del siglo XX dan inicio a la evaluación sistemática de la
calidad de la atención sanitaria y abre el período de lo que se ha venido a denominar como el
pasado reciente.

Hacia los años 60-70 la evaluación de la asistencia sanitaria comienza a ser no sólo importante
para los profesionales sino que también comienzan a interesarse en ella los gobiernos y los
financiadores. Durante estos años comienza a producirse un cambio desde el análisis individual
de patrones de cuidados hacia el análisis estadístico de los procesos. A mediados de los años
80 en Estados Unidos comienza a introducirse el modelo «industrial» en los servicios de salud.
Aquí el paciente pasa de ser un beneficiario a ser un cliente. Las actividades de garantía de
calidad son absorbidas por una estrategia de mejora continua de la calidad, donde la calidad
debe ser también una preocupación de los líderes, de los directivos de la organización,
enfocada siempre a la búsqueda de las perspectivas de los clientes o consumidores. Hacer
confluir el interés del médico, de la organización y del paciente puede ser «política y
económicamente irresistible y éticamente gratificante».

En Cuba existen algunos hechos aislados sobre el control de la calidad de la atención médica
antes de 1959, pero realmente no fue hasta 1962 cuando comenzó a desarrollarse un
verdadero sistema nacional de control de calidad en los servicios de atención médica. Entre los
años 1961 y 1962 se dieron a conocer los primeros documentos del Ministerio de Salud sobre
el control de calidad para los hospitales: primero el Reglamento General del Hospitales de
1961 y, específicamente, el Comité de Evaluación de las Actividades Científicas (ceac), en 1962,
que resultó una gran enseñanza para los principiantes en la administración de salud pública y
contribuyó al logro de una mejoría en la calidad de los servicios.

En los inicios de la década de los 70 del pasado siglo, en el sistema de salud cubano, se realizó
un diagnóstico de sus debilidades y fortalezas. Entre las principales dificultades detectadas se
encontraban las referidas a los cambios en el patrón salud-enfermedad, el incremento de la
expectativa de vida y las exigencias crecientes de salud en la población. Ello evidenció la
necesidad de organizar un nuevo modelo de atención médica, surgido en 1984, conocido por
el pueblo por el nombre de "Médico de la Familia", con el objetivo de alcanzar nuevos niveles
de salud y mayor satisfacción de esos servicios a la población. Actualmente y a través del
nuevo Reglamento General de Hospitales y del Programa de Perfeccionamiento de la Calidad,
el Ministerio de Salud Pública cubano llama a lograr la Excelencia en los servicios; tarea que
incluye necesariamente la calidad de la atención sanitaria, cuyo centro es el paciente.

En la actualidad, la implementación de sistemas en instituciones de salud se ha convertido en


una prioridad debido a varios factores clave que han influenciado este proceso, uno de ellos es
digitalización de la Salud ya que la transición hacia el uso de registros médicos electrónicos y
sistemas de información hospitalaria ha sido un cambio fundamental. Estos sistemas permiten
la captura, almacenamiento y gestión eficiente de datos clínicos, optimizando la atención al
paciente y mejorando la comunicación entre profesionales de la salud. También esta presenta
en la gestión eficaz de datos clínicos para la toma de decisiones informadas ha llevado a la
implementación de sistemas de analítica de datos en salud, que permiten analizar grandes
volúmenes de información para mejorar la calidad de la atención y la gestión de los recursos.
Además de la interoperabilidad debido a la necesidad de que los sistemas de salud sean
interoperables y cumplan con estándares comunes para garantizar la comunicación fluida
entre diferentes instituciones y la integración de datos de forma segura y eficiente. Por lo que
se plantea como objetivo analizar la importancia de implementar sistemas de gestión de la
calidad.

ISO (Organización Internacional de Normalización) es una federación mundial de organismos


nacionales de normalización (organismos miembros de ISO). El trabajo de preparación de las
normas internacionales normalmente se realiza a través de los comités técnicos de ISO. Por lo
tanto los estándares de gestión según la norma ISO 9000:2015 son un conjunto de normas,
procedimientos y prácticas comunes desarrolladas para proporcionar una guía sobre sistemas
de gestión de calidad. Incluye aspectos como el enfoque al cliente, liderazgo, participación del
personal, enfoque basado en procesos, mejora continua y toma de decisiones basada en la
evidencia. En cuanto a los estándares de gestión enfocados en los procesos, la norma ISO
9000:2015 se centra en varios puntos clave:

En estas normas se establece que se debe realizar un mapeo de procesos donde se espera que
las organizaciones mapeen y documenten sus procesos clave que implica identificar los
procesos necesarios para el sistema de gestión de la calidad y determinar su secuencia e
interacción. También que realicen una medición y seguimiento de los mismos que requiere
que las organizaciones monitoreen y midan regularmente sus procesos para garantizar su
eficacia, esto incluye el establecimiento de indicadores de desempeño clave (KPIs) y la
realización de auditorías internas para evaluar la conformidad y la efectividad de los procesos.
También se necesita una mejora continua de los procesos enfatizando en la importancia de la
mejora continua, donde organizaciones deben identificar oportunidades de mejora en sus
procesos, implementar acciones correctivas y preventivas cuando sea necesario, y buscar
sistemáticamente la excelencia operativa.

La norma ISO 9000:2015 además ofrece directrices relacionadas con las auditorías. En el
contexto de las auditorías, la norma ISO 9000:2015 se destaca varios puntos importantes:

1. Auditorías internas: Establece la importancia de realizar auditorías internas de manera


periódica como una herramienta fundamental para evaluar la conformidad y eficacia
del sistema de gestión de la calidad. Estas auditorías son realizadas por personal de la
propia organización, independiente de las áreas auditadas, con el propósito de
identificar áreas de mejora y asegurar el cumplimiento de los requisitos establecidos.
2. Auditorías externas: Además de las auditorías internas, la norma menciona la
realización de auditorías externas realizadas por organismos de certificación
acreditados. Estas auditorías externas se llevan a cabo para evaluar si la organización
cumple con los requisitos de la norma ISO 9000:2015 y si su sistema de gestión de la
calidad es eficaz.
3. Alcance y objetivos de las auditorías: La norma establece la importancia de definir
claramente el alcance y los objetivos de las auditorías, asegurando que se enfoquen en
áreas clave del sistema de gestión de la calidad y que proporcionen información
relevante para la mejora continua y el cumplimiento de los requisitos.
4. Competencia de los auditores: La norma resalta la necesidad de que los auditores
internos y externos posean la competencia necesaria para llevar a cabo auditorías
efectivas. Esto incluye conocimiento técnico, habilidades de auditoría, y la capacidad
para evaluar de manera imparcial y objetiva el desempeño organizacional.

Por lo que la satisfacción del cliente es el parámetro más importante para juzgar la calidad del
servicio que presta una institución de salud, ya sea pública o privada. Hoy en día, los pacientes
conocen sus derechos en términos de servicios de atención médica y la calidad de los servicios
de atención médica que se les brindan. Hay varias herramientas o indicadores que se
establecen para proporcionar la calidad de los servicios para los pacientes sin ninguna
infección adquirida. La mejora de la calidad en la atención médica es importante para el
desarrollo del país y del bienestar de sus habitantes. Esta mejora está destinada a mejorar la
seguridad, la eficacia y la eficiencia que se logra mediante la implementación de un sistema de
calidad adecuado. La mejora de la calidad tanto cualitativa como cuantitativa se ha convertido
en un imperativo. Las características del cuidado de la salud se vuelven complejas con el
tiempo y el requerimiento de métodos nuevos y mejorados se está volviendo inevitable. Esto
reduciría los costos y también ofrecería acceso a nueva tecnología. Por lo que se plantea como
objetivo analizar la importancia de implementar sistemas de gestión de la calidad.

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