Está en la página 1de 3

La centrifugación es una técnica de separación que se utiliza para aislar

o concentrar partículas suspendidas en un líquido aprovechando la


diferente velocidad de desplazamiento según su forma, tamaño o peso
al ser sometidas a una fuerza centrífuga.
Una Centrífuga de Laboratorio es una máquina que pone en rotación una
muestra para separar por fuerza centrífuga sus componentes o fases
(generalmente una sólida y una líquida), en función de su densidad.
La centrífuga de laboratorio es un equipo que separa una mezcla líquida en
varios componentes. Esto sucede gracias a que la centrífuga hace girar la
mezcla a alta velocidad, separándola en diferentes capas de materiales
según la densidad de cada elemento.
La centrifugación se puede llevar a cabo a escala preparativa o escala analítica. La
primera se utiliza para aislar partículas para su aprovechamiento posterior y la
segunda permite determinar propiedades físicas como la velocidad de sedimentación o
el peso molecular.
Utilizando una centrífuga en el laboratorio, se puede separar
el plasma de la sangre, así como también las plaquetas, los
organelos intracelulares y el ADN. Este proceso empuja los
elementos más densos de la muestra lejos del centro de
rotación, mientras que los menos densos quedan en el
centro.
Las partículas se pueden separar en función de la velocidad de sedimentación
(centrifugación diferencial), la masa (centrifugación zonal) o la densidad
(centrifugación isopícnica).
Estos equipos son empleados tanto en laboratorios como en clínicas para realizar análisis
de sangre, pues es gracias a la manera en que funcionan que se separa el plasma de los
componentes sanguíneos para hacer posible tal análisis. Existen diferentes tipos de
centrífugas para laboratorio y para su clasificación se pueden aplicar varios criterios,
pero uno de uno de los más utilizados para distinguirlas es su modo funcionamiento,
estrechamente relacionado con el tipo de compuestos que son capaces de separar.

Encontramos así centrífugas de baja velocidad, que se utilizan para hacer la separación
de plasma y sueros, las centrífugas para microhematocritos o microcentrífugas, y las
ultracentrífugas, que se usan para hacer la separación de proteínas.

La centrifugación está basada en la distinta velocidad de


desplazamiento de las partículas en un medio líquido al ser sometidas a
un campo centrífugo y es aplicable a separaciones sólido-líquido y a la
separación de dos líquidos inmiscibles con o sin la presencia de sólidos.
en base a la diferente velocidad a la que sedimentan en un medio acuoso
bajo la acción de un campo centrífugo. Este campo se aplica en unos
aparatos denominados: centrífugas.

La centrifugación en el laboratorio se realiza por medio de un aparato


llamado centrífuga, en el cual se colocan tubos de ensayo que contienen la
mezcla; la centrífuga gira con tal velocidad que separa el sólido y lo
deposita en el fondo del tubo. Luego se efectúa una filtración o una
decantación.
En cualquier laboratorio clínico, las centrífugas son esenciales, debido a
que favorecen los procesos de separación de macromoléculas. La
sedimentación que realizan estas máquinas permite separar el plasma
sanguíneo y el suero en los análisis clínicos.
en la industria alimentaria se utiliza en la fabricación de
aceites de oliva para separar el fruto del aceite; en la industria
del petróleo, para quitar los sólidos del líquido que perfora.
La centrifugación es un método de separación de mezclas
heterogéneas líquidas

También podría gustarte