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Investigación, adaptación

de textos y dibujos
VERSIÓN 121010 por: J. Abelardo Silva
E-mail: abeoim@hotmail.com
INTRODUCCIÓN

Se presenta el siguiente material, como ayuda complementaria de


interés histórico-cultural, al estudio de El Libro de Mormón; libro
canónico de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días. Este documento no pretende imponer nuevos conceptos de doctrina
religiosa; sencillamente es una recopilación histórica de un grupo de
habitantes que anduvieron en este continente, y su posible origen
étnico basado en estudios científicos y socio-culturales. Motivado por
la curiosidad y similitud de relatos que se hallan en el Libro de
Mormón y los relatos que cuentan las diferentes poblaciones indígenas
a lo largo de nuestro continente; es lo que me ha inspirado a
investigar y reunir esas posibles evidencias, y hacer dichas
comparaciones.

Debo expresarles..., que gracias a esta labor emprendida y a mis


estudios compartidos en las clases de Instituto de Religión, he
desarrollado un sentimiento muy especial por nuestros hermanos de
origen indígena, y por la gran obra que inspiró el Señor a aquellos
profetas antiguos que muy bellamente narra El Libro de Mormón. Tengo
ahora un nuevo concepto o mejor dicho..; un testimonio renovado de la
veracidad de este maravilloso libro, que es una base espiritual que
testifica el inicio de la restauración de todas las cosas, como
cumplimiento del acercamiento de la segunda venida gloriosa de nuestro
Señor Jesucristo a esta tierra.

Se ha anexado también la bibliografía consultada, con la finalidad de


reconocer los derechos de autor de algunos textos indígenas, y de
algunos comentarios, que de manera explicativa y de ejemplo, se han
desarrollado y adaptado en el presente material. Deberán también
considerar que el material aquí descrito, especialmente las
respectivas traducciones; tienen su adaptación al castellano que se
hablaba y se escribía para los años 1500 aproximadamente. Los
traductores también trataron de ser lo más exactos posibles en la
interpretación de los manuscritos y códices, en mantener la expresión
popular de los protagonistas.

Su servidor y amigo

J. Abelardo Silva Linares


Caracas-Venezuela
E-mail: abeoim@hotmail.com

1
Contenido

Pág.
Introducción .......................................... 1
Referencias de Interés ................................ 3
Los Primeros Siglos de los Antiguos Pobladores ........ 6
Marco histórico según el Libro de Mormón .............. 6
Lugar de desembarque de Jareditas y Lehi .............. 7
La Historia de los Xpantzay .......................... 9
Título de los Señores de Totonicapán ................. 11
Códice florentino ..................................... 13
Códice Chilam Balam de Chumayel ....................... 16
Testimonio de los Indios de Ajusco, 1531/1710 ......... 18
Titu Cusi Yupanqui: monologo de despedida ............ 21
EL “Memorial de Solola” ............................... 23
Otras lecturas complementarias ........................ 27
- Antecesores de Colón
- Folleto “Cristo en América”
del Elder Mark E. Petersen
Comentarios Sobre Algunas Tradiciones Indígenas ....... 30
El cruce de lenguas e idiomas ......................... 38
Curiosidades entre nuestros indígenas venezolanos ..... 42
para con otros pueblos de América.
El Fuego .............................................. 45
Otros Testimonios ..................................... 45
Algunas profecías sobre este continente: “América”..... 47
Notas complementarias finales ......................... 48
Descubren en Caral (Perú) nombre de rey Jaredita ...... 50
Respuestas que podemos hallar en el libro de Éter .... 52
Abreviaturas Utilizadas .............................. 54
Glosario .............................................. 55

2
REFERENCIAS CURIOSAS
10A Moroni al compendiar el Libro de Éter, obvia la narrativa concerniente Pág. 06
a la creación de este mundo, lo relacionado a Adán y sus hijos.

10B Los traductores del manuscrito “Los Señores de Totonicapán”, omiten la Pág. 12
traducción de las primeras páginas por tratarse, sobre la creación,
“Adám” y el paraíso terrenal.

11A Los Jareditas construyen 8 barcos, en las afueras de su región. Para Pág. 07
venir a América.

11B Según algunos manuscritos indígenas narran que fueron siete barcos los Pág. 10
que llegaron a estas tierras (según la traducción).

12 Sacerdotes españoles destruyen prácticamente toda la literatura del Pág. 08


pueblo maya.

13 La historia de los Xpantzay, habla que sus antepasados provienen de un Pág. 09


sitio donde se confundió la lengua y se construyó un gran edificio.

14 Los Señores de Totonicapán testifican que son descendientes de Abraham Pág. 12


y de la Casa de Israel.

15A Según escritos indígenas, después de pasar por medio de las grandes Pág. 12
aguas, dejaron allí un monumento de piedras.

15B Se puede comparar este relato con el hallado en el Libro de Josué .......
capítulos 3 y 4.

16 El primer encuentro entre españoles conquistadores y los indígenas Pág. 13


mesoamericanos, según el Códice Florentino.

17 Los conquistadores españoles despojan de sus tesoros a los habitante Pág. 15


autóctonos de México.

18 Un sacerdote indígena, predice que en un futuro vendrán unos hombres Pág. 16


distintos y una nueva religión. Pág. 19

19A Historiadores contemporáneos, opinan que muchos documentos indígenas Pág. 16


fueron escritos para generaciones futuras.

19B El Libro de Mormón, fue escrito para generaciones futuras. .......

20A Antiguos códices mayas destacan, que entre ellos hubo traiciones y Pág. 17
“combinaciones secretas” o alianzas, que afectaron su vida social.

20B El Señor advierte en el libro de Éter, sobre las combinaciones Pág. 49


secretas y sus efectos en la sociedad en general.

21 Los sacerdotes indígenas critican el cristianismo-católico que se les Pág. 17


impone. Esto fue motivo de discordia entre el pueblo

22A Documento indígena predice que la desobediencia a la ley fue la causa Pág. 19
de la situación que hoy vivían sus pueblos.

22B En el Libro de Eter apreciamos que el orgullo del hombre natural, su ------
vanidad y ansias de poder; pueden conducir a la destrucción de todo
3
tipo de paz.

23 Un líder indígena aconseja a su pueblo a que acepten el cristianismo Pág. 20


católico, con la finalidad de salvar sus vidas.

24 Según cuentan los indígenas, los españoles se aprovecharon de las Pág. 22


creencias religiosas de estos pueblos y los engañaron

25 Los dirigentes de estos pueblos critican a los supuestos dioses que se Pág. 23
le tratan de imponer:”- son paños pintados”.

26 Manuscrito indígena relata una historia muy parecida a la del pueblo Pág. 24
de Israel cuando cruzan el mar, a su salida de Egipto.

27 Hay relatos de guerra entre los anales de los Cakchiqueles muy Pág. 26
parecidos a los vividos por los protagonistas en el Libro de Mormón.

28 Historiador del siglo XX, alega que antes de Colón, el pueblo Pág. 27
israelita visitó este continente 721 años a.c.

29 La Iglesia de Jesucristo de los SUD, manifiesta públicamente la Pág. 27


similitud de las leyendas indígenas de América y El Libro de Mormón.

30 Algunos nombres que recibió el gran dios blanco, en los diferentes Pág. 28
sitios de nuestro continente Americano.

31A Los Incas tienen como relato ancestral, que en el país hubo varios Pág. 29
días de oscuridad, y después de mucha oración apareció su Señor.

31B Días de tinieblas cubren la tierra de América, según cuenta El Libro -------
de Mormón en 3Nefi 8:19-23.

32 Entre otros relatos indígenas, se cuenta que un grupo se separó del Pág. 30
éxodo de Egipto y que por temor a Moisés, Huyo hacia el mar y llegaron
a este continente.

33 En los manuscritos indígenas, se hace referencia a la existencia de Pág. 30


una madre celestial. Y de relatos muy similares a los de la Biblia.

34A Las tradiciones de varias de las tribus indígenas de distintas partes Pág. 30
del hemisferio occidental hablan del establecimiento de un grupo de
doce hombres santos que ejercían su ministerio religioso.

34B El Libro de Mormón enseña que Jesucristo comisionó a 12 hombres para ------
ejercer el ministerio entre estos pueblos. Véase 3Nefi 12.

35 Conquistadores españoles relatan, la existencia de un acto como el de Pág. 30


la Santa Cena de Cristo, entre los pobladores indígenas

36 Los antiguos aztecas se relataban una tradición de que sus antepasados Pág. 32
siguieron a un líder que abrió el mar con una vara.

37 La isla de Pascua, es el lugar de población humana más aislada del Pág. 34


planeta.

38 Enigmas e historia que encierra la Isla de Pascua. ¿Cuál es el origen Pág. 36


de sus primeros pobladores?

39A Según leyendas de la Isla de Pascua, sus primeros habitantes, hace


muchos años llegaron al parecer del este; de las costas sudamericanas Pág. 36
donde habitaron los incas.
4
39B Según el Libro de Mormón en Alma 63:4-8 Narra, que grupos de nefitas
viajaron hacia el mar que se encuentra al Oeste o sea, hacia el Océano ------
Pacífico

40 Para los años 1862, la esclavitud llevada por invasores a la Isla de Pág. 37
Pascua, acabó con las posibles personas capaces de descifrar los
signos de su escritura y de interpretar su historia.

41 Se descubren rutas marítimas antiguas que utilizaban los primeros Pág. 38


habitantes de América.

42 Nuestros “indios” venezolanos hablan una lengua muy parecida a los Pág. 39
chibchas de Centroamérica y quechua hacia Sudamérica.

43A Hay expresiones de lenguas indígenas de difícil traducción a otro Pág. 39


idioma o de entender por otro que no haya vivido en su cultura, pues
expresan una o mas ideas en frases muy singulares.

43B El Libro de Mormón destaca que Jesús pronunció palabras que no se -------
pueden escribir, ni lengua que las pueda hablar... 3Nef.17:15,17

44 La leyenda indígena venezolana del Dios blanco.

45 Entre tribus indígenas venezolanas existen leyendas de la creación por Pág. 45


mas de dos personas.

46A Curiosamente según leyendas indígenas, los primeros pobladores Pág.46


conocían del fuego pero, carecían del mismo o no todos tenían derecho.

46B Es muy curioso también; que aquellas personas que llegaron a este -------
continente conocidos como el pueblo jaredita, no trajeron fuego con
ellos. Lo conocía pero lo no lo tenían consigo al principio. Eter 2:23

47 Llega a manos de José Smith, testimonios de civilizaciones americanas. Pág. 46

48 Existe una gran promesa hacia este continente americano. Pág. 48

49 El libro de Mormón enseña que: hubo otro grupo que salió de Jerusalén Pág. 48
a este continente a parte de Lehi. Hel.8:21, Mos.25:2,13; Hel.6:10

50 Según El Libro de Eter, las combinaciones secretas, tratarán de Pág. 49


destruir la libertad reinante en este continente.

51 El pueblo nefita encuentra al ultimo sobreviviente del pueblo jaredita Pág. 50


que vino a este continente (Coriantumr).

52 Descubren en ruinas de Caral-Perú nombre de rey Jaredita Pág. 51


“CORIANTUMR”.

5
LOS PRIMEROS SIGLOS DE LOS ANTIGUOS
POBLADORES
Aproximadamente 1600 años después de la caída de
Adán (2344 a.C.), se había producido el gran
diluvio, unos cien años mas tarde, nace un
personaje conocido como Peleg (2243 años a.C.). Y
debe su nombre a que en el momento de su nacimiento
ocurrió el fenómeno físico de separación de los
continentes (Éter 13:2). Pero.., aproximadamente 150
años mas tarde, un grupo de personas abandonaban la
tierra de su herencia, para dirigirse a una tierra
totalmente desconocida para ellos (pero una tierra
escogida sobre muchas otras). Un grupo de personas
que por su obediencia conservó las tradiciones de
sus padres, lenguaje y creencias; no son otros que
la colonia Jaredita. Fueron preservados del resto de
su pueblo que desafiaron al Señor, construyendo la
famosa torre de Babel (Génesis 10:23-25). Esta
última experiencia nos muestra con que facilidad el hombre se olvida
de lo que les enseñó el diluvio, y se apartó nuevamente de Dios. Uno
de los castigos que conocemos se le impuso a esta nación desobediente,
fue la confusión de su lenguaje.

Marco histórico según el Libro de Mormón

Mosíah 8:7 Aproximadamente 121 años AC, un rey conocido como Limhi,
envió unos exploradores para localizar la tierra de Zarahemla,
pero se perdieron y no la encontraron.
Mosíah 8:8 Sin embargo hallaron una tierra que había sido poblada
en gran número. Para su sorpresa.., de dichos habitantes solo
encontraron sus restos o esqueletos.
Mosíah 8:9 Como testimonio de ello, al regresar ante el Rey, le
presentaron 24 planchas de oro escritas o grabadas en un idioma
desconocido y otros objetos, que fueron encontrados.
Mosíah 8:13 Estas cosas le fueron comentadas a Ammón, quien dijo que
existía un hombre con un Don especial, capaz de traducir
dichas planchas por el Poder de Dios, y se le llama Vidente.
Mosíah 28:17 El rey Mosíah, traduce las planchas encontradas. Relatan
la historia desde la creación de este mundo, hasta la
construcción de una gran torre. Esto último originó un castigo,
una confusión de lenguas. También se aprecia la llegada de un
grupo de esas personas a este continente, su desarrollo,
prosperidad y destrucción total. La traducción de esa historia
se conoce como El Libro de Éter
Éter 1:1-5 Moroni, al compendiar esta historia conocida como El Libro de
Éter, obvia la narrativa concerniente a la creación de este
mundo, lo relacionado a Adán y sus hijos. Se limita mas a
narrar la historia desde la confusión de lenguas, la partida de
ese grupo selecto, su llegada a estas tierras desarrollo,
prosperidad y destrucción total.

6
Se estima que este grupo llegó entre los años 2200 al 2100 a.C. La
historia Jaredita en este continente es de aproximadamente unos 1500
años, y todavía existían para el momento en que Lehi llegaba también a
este continente 600 años a.C.

Éter 1:33-37 Jared y el hermano de Jared (Mahonri Moriáncumer), su


familia y amigos hallaron gracia a los ojos del Señor, quién
les permitió conservar el idioma y escritura de sus
padres que no es otro que el de Adán.
Éter 2:16-17, Éter 3:1. Construyen 8 barcos con características especiales,
parecidos a los descritos por Julio Verne (como pequeños
submarinos). Es el medio utilizado por este grupo Jaredita para
llegar a este continente hoy día llamado América.
Éter 2:1-7, Éter 6:13-16. Se embarcaron un promedio de 32 personas,
animales diversos, abejas, peces, plantas y semillas, entre
otros.

América; es una tierra escogida sobre muchas otras. Las mismas


promesas que se le hicieron a Jared, el Señor se las manifestó y
convino con Lehi.

Éter 2:10,12 “Porque he aquí, ésta es una tierra escogida sobre todas las
demás; por tanto, aquél que la posea servirá a Dios o será
exterminado, porque es el eterno decreto de Dios. Y no es sino
hasta cuando llega al colmo la iniquidad entre los hijos de la
tierra que son exterminados”.
“He aquí, esta es una tierra escogida, y cualquier nación que
la posea se verá libre de la esclavitud, y del cautiverio, y
de todas la otras naciones debajo del cielo, si tan sólo sirve
al Dios de la Tierra, que es Jesucristo, el cual ha sido
manifestado por las cosas que hemos escrito”.
1Nefi 1:7 Por tanto, esta tierra está consagrada a quienes él traiga.
Y en caso de que le sirvan según los mandamientos que él ha
dado, será para ellos una tierra de libertad; por lo que nunca
serán reducidos al cautiverio; si tal sucediere, será por
causa de la iniquidad; porque si abunda la iniquidad, maldita
será la tierra por causa de ellos; pero para los justos será
bendita para siempre”.

Lugar de desembarque de Jareditas y Lehi


Hoy día, se entiende que esta colonia Jaredita desembarcó en Centro
América, donde residieron la mayor parte de su existencia.
Generalmente se entiende también; que Lehi desembarcó en América del
Sur y que el desarrollo de su descendencia y pueblos, fue en este
territorio y parte de Centroamérica, la mayor parte del tiempo que
duraron aquí. (Doctrina del Salvación Tomo III pág. 96-70).
Nota complementaria:
“Como el territorio de Morón era el asiento principal de los
jareditas y la región nefita llamada Desolación estaba al norte
de la estrecha lengua de tierra, se supone que la principal
porción de la civilización jaredita vivía al norte de ese
estrecho”. MIR121-122 pág.439.

7
Pero lo interesante de todo esto..., son las evidencias que podemos
hallar en los testimonios escritos, cartas y manifiestos indígenas,
que se han recopilado y estudiado hoy día; los cuales comunican cierta
concordancia con lo relatado en el Libro de Mormón. Y que como
introducción puedo mencionar el siguiente marco histórico:

Como consecuencia de diversos cambios socio-políticos ocurridos en el


período Posclásico, que llevaron a los mayas a
una decadencia cultural en el último momento de
esa época, a la llegada de los españoles ya no se
realizaban inscripciones en piedra y en estuco,
pero todavía se elaboraban códices, y, según los
cronistas españoles del siglo XVI, estos eran muy
numerosos. O sea, que el conocimiento de la
escritura permanecía vivo, a pesar de la
decadencia. Sin embargo, solo se conservan tres
códices mayas: el Dresde, Peresiano (el Paris) y
Trocortesiano (el Madrid), códices que ningún maya hoy día puede ya
leer. ¿Qué ocurrió con los libros y sus autores?.

Los frailes españoles, en su afán dogmático de “desterrar la


idolatría” y sabiendo tal vez que “dichos códices eran para los mayas
algo que el medio de conservar sus conocimientos y sus tradiciones;
eran el símbolo de todo lo sagrado y digno de respeto, la clave para
comprender el espacio y el tiempo y para situarse en ellos, la norma
de vida y el principio de identidad de su ser comunitario”,
destruyeron todos los libros y literatura que pudieron encontrar, y
los sacerdotes indígenas fueron perseguidos, torturados y muertos. En
los escritos del Obispo Fray Diego de Landa, a quien se le atribuyen
las mas lamentables acciones en contra de los mayas, se encuentra el
siguiente comentario:
“Hayámosle gran número de libros de estas sus letras, y porque no
tenían cosa en que no hubiese supersticiones y falsedades del
demonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y
les dio mucha pena...” (Relación de las Cosas de Yucatán
pág.105).

Así se perdieron, en los primeros siglos de la Colonia, los textos o


cualquier otro tipo de literatura escrita y quienes los sabían leer.
Pero la conciencia maya de su propia identidad no murió en todos con
la conquista española; el afán de conservar por escrito sus
tradiciones religiosas, sus ritos, su acontecer histórico, sus fiestas
y otros, trascendió al profundo cambio ocasionado por la implantación
violenta de un nuevo orden político-social y una nueva religión.
Algunos hombres mayas, lejos de abandonar su herencia cultural,
aprovecharon el aprendizaje del alfabeto latino para escribir, en su
propia lengua, nuevos libros, que recogieron datos consignados en
antiguos códices y las tradiciones orales que eran complemento de
ellos, así como los acontecimientos y las emociones que a sus autores
les toco vivir. Al conjunto de estos libros indígenas escritos después
de la conquista española, es a lo que se le llama “literatura Maya”
8
Pero.., esta acción de conquista y dogmatización, fue vivida
simultáneamente por todo los “indios americanos”, a lo largo del
continente. En mayor o menor medida, ellos sobrevivieron a ese
terrible choque, sobrevivieron pero con tremendas pérdidas. Después de
tal catástrofe colectiva, estos diferentes grupos mermados y
debilitados, se reorganizaron y buscaron adaptarse a la nueva forma de
vida que se le imponía. Historiadores y defensores de nuestros
antepasados, y de la esclavitud que se imponía; recopilaron gran
cantidad de información histórica. Lograron aprender el idioma o
dialecto de estos habitantes autóctonos, y de esta forma podemos hoy
disfrutar de muchos testimonios, cartas y manifiestos indígenas, de
los cuales comentaremos algunos de ellos, y así; encontrar posibles
referencias relacionadas con El Libro de Mormón.

En el libro; presentado por la Fundación Biblioteca Ayacucho conocido


como “Literatura Maya”, encontramos algunas crónicas indígenas de
Guatemala que nos hablan del origen de los “indios” Xpantzay de
Tecpan.
La Historia de los Xpantzay
(Traducción española del siglo XVI)

Introducción

Con el nombre de Trasunto de los títulos


de las tierras de Tecpan Guatemala,
existe en el Archivo General del Gobierno
de Guatemala, un expediente marcado con
el número 53.957, Legajo 6062, seguido
durante los años de 1658 a 1663 en la
ciudad de Santiago de Guatemala.

En dichos expedientes los “indios” de


Tecpan Guatemala presentaron como prueba
de sus derechos de propiedad sobre las tierras mencionadas varios
documentos del siglo XVI escritos en lengua cakchiquel, los cuales
fueron traducidos en aquel entonces, por orden del Procurador nombrado
por la Real Audiencia.

Título Original 1524. (extracto)


“Nosotros los principales, éste es nuestro título, cómo vinieron
nuestros abuelos y padres cuando vinieron en la noche, en la
oscuridad. Somos los nietos de los abuelos Abraham, Isaac y Jacob, que
así se llamaban. Somos, además, los de Israel. Nuestros abuelos y
padres quedaron en Canaán, en aquella tierra de Dios que Nuestro Señor
concedió a Abraham. Nosotros también estuvimos en Babilonia, donde
hicieron una gran casa, un gran edificio todos los hombres. La cima
del edificio creció hasta la mitad del cielo por obra de todos los
hombres.

9
Entonces se hablaba un solo lenguaje por todos los grandes. Luego se
separaron en la noche; se fueron a sus casas a dormir. Y les habló
Dios, Nuestro Señor, porque eran de su imagen, de la raza, los hijos
de Adán. Y como eran pecadores se mudaron las lenguas y se volvieron
muy diferentes. Así se los dijo Dios Nuestro Señor. Entonces se
mudaron todas las lenguas, ciertamente se volvieron diferentes sus
lenguas.

Cuando se encontraron después unos con otros no se entendían su lengua


unos con otros, ni se saludaban, y así quedaron atontados entre sí.
Luego se separaron y se desparramaron por todo el mundo. Se marcharon
a conocer sus montañas y su valles. Entonces vinieron nuestros abuelos
y padres que pasaron por medio del mar. Reuniéronse en una gran casa y
tuvieron sus trompetas y chirimías, tenían sus flautas, sus pitos y
sus cantos. Allá se juntaron en la gran casa. Luego se levantaron y
vinieron y le pusieron nombre al otro lado del mar; Vucub Pec, Vucub
Civan, ri Quim, r`Ahzib Tulán, así le llamaron.

Después se levantaron, llegaron a la


orilla del mar y pasaron en siete
navíos como los de los españoles.
Desembarcaron y descansaron allá las
siete tribus de los Señores, el
Ahpozotzil, Ahpoxahil, Ahpotucuché,
Ahpoxonihay, Ahtziquinahay, Xpantzay
Noh, Ahau Hulahuh Balam. Luego se
levantaron de la orilla del mar; la
mitad caminó por el cielo y la otra
mitad andando por la tierra, porque
eran grandes brujos y encantadores.
Vinieron a amanecer a Chiavar
Tzupitakah. Salieron de allí y amanecieron en Izmachí-chi-Gumarcaah.
Fueron a Paxahil-ya; llegaron allí y les amaneció; allí en las
barranca Puak Aynché; llegaron a amanecer a Tun Abah y tocaron el tun

Después fueron a amanecer a donde estaba una fortaleza, y aquí se


detuvieron. Aquí nuestros abuelos y padres hicieron la guerra, aquí en
Iximché sobre el Ratzamut.” (Literatura Maya, pag. 412-413)

El redactor de este documento original es Cahí Ymox, Rey de los


cakchiqueles a la llegada de los españoles en 1524. Esta es la parte
del documento que mas nos interesa para nuestro estudio, el resto del
mismo habla sobre los linderos de las tierras y otras genealogías. En
este documento hemos observado el testimonio de un grupo de
amerindios, hablando del origen de sus ancestros.<>

Entre tantos testimonios manuscritos, de nuestros “indios americanos”,


no podemos dejar de mencionar, que entre ellos; existían tradiciones
que de alguna forma se transmitieron de generación en generación, de
que sus antepasados eran descendientes de la casa de Israel. En el
siguiente documento denominado “Título de los Señores de Totonicapán”,
10
solo presentaremos un extracto del capítulo 1 de los 8 que se le
conocen. Pero antes, será interesante compartir, ciertos comentarios
de los traductores que infieren lo siguiente:

Traducción del adjunto cuaderno, escrito en idioma quiche,


por los que suscribieron el año de 1554, conforme a la
tradición que tenían de sus antepasados. Consta, dicho
cuaderno de treinta y una hojas en cuartillo; pero se omite
la traducción de las primeras hojas por ser sobre la
creación del mundo, de Adám, Paraíso terrenal en que fue
engañada Eva, no por una serpiente, sino por el mismo
Lucifer, como Ángel de Luz. Se trata de la posteridad de
Adán, siguiendo en todo el mismo orden que en el Génesis y
libros sagrados, hasta el cautiverio de Babilonia. Se
supone en el cuaderno que las tres grandes naciones
quichés, de las que particularmente se trata, son
descendientes de las diez tribus del Reino de Israel que
Salmanazar redujo a perpetuo cautiverio y que hallándose
allá en los confines de la Asiría determinaron la
emigración. En esta versión se ha atendido en lo posible a
la letra y al orden que en el original tienen las palabras.
Consta de 8 capítulos. Traducido por Juan Taboada, José
Figueroa, Eliseo J. De León, en Totonicapán 3 de octubre de
1834.

Título de los Señores de Totonicapán


CAPITULO PRIMERO
El viaje de las naciones quichés y otros pueblos agregados.

Los sabios, los Nahuales, los jefes y caudillos de


tres grandes pueblos y de otros que se agregaron,
llamados U Mamae (los viejos), extendiendo la vista
por las cuatro partes del mundo y por todo lo que
hay bajo el cielo y no encontrando inconveniente,
se vinieron de la otra parte del océano, de allá de
donde sale el sol, lugar llamado Pa Tulán, Pa
Civán.

Fueron cuatro los principales caudillos: el primero se llamó Balam-


Qitzé, abuelo y padre de nosotros los Cavekib; el segundo Balam-Agab,
abuelo y padre de los de Nihayib; el tercero Mahucutah, tronco y raíz
de los Quichés; el cuarto se llamó Iqi-Balam. Estos fueron los jefes
de la primera nación o primera parcialidad de quichés, y la mujer de
Balam-Qlízé se llamó Zaka-Paluma; la de Balam-Agab, Tzununi-ha; la de
Mahucutah, Cahixá-ha; Iqi-Balam vino soltero.

Los jefes de la segunda nación o parcialidad de quichés se llamaron


Ta-mub; fueron otros cuatro: Qopíchoch, Qochohiam, Mahquinalon y
Qogana-vil. Estos fueron el tronco y raíz de los príncipes de Tamub,
que se llamaron Cakoh [y] Egomé. Estas parcialidades vinieron juntas
de la otra parte del mar, del Oriente, de Pa-Tulán, Pa-Civán. Los
11
jefes de la tercera parcialidad o tercera nación quiche también fueron
cuatro y son Chiyatoh, Chiya-Tziquín, Yolchitum, Yolchiramag y Chipel
Camugel. Estos fueron el tronco y raíz de las casas y familias de
Gala-Ciha y de Tzununi-ha; pero esta tercera parcialidad se distinguió
con el nombre de Ilocab. Estas, pues, fueron las tres naciones de
quichés y vinieron de allá de donde sale el sol, descendientes de
Israel, de un mismo idioma y de unos mismos modales.

Cuando se levantaron de allá de Pa-Tulán, Pa-Civán, el primer caudillo


fue Balam-Qitzé por unanimidad de votos y entonces el gran padre
Nacxit les dio un regalo llamado Girón-Gagal. Cuando llegaron a la
orilla del mar, Balam-Qitzé le tocó con su bastón y al instante abrió
paso que volvió a cerrarse luego, porque el gran Dios así lo quiso de
él, pues eran hijos de Abraham y de Jacob. Así fue como pasaron
aquellas tres naciones y con ellas otras trece llamadas Vukamag.

Puestos ya de este otro lado del mar fueron obligados a sustentarse de


raíces por falta de víveres, pero caminaban contentos. Llegaron a la
orilla de una laguna en donde había multitud de animales; allí
hicieron ranchos, pero habiéndoles disgustado aquel lugar, lo
abandonaron. Llegaron a un paraje llamado Chicpach; hicieron mansión,
y dejando por monumento una gran piedra siguieron la peregrinación,
siempre manteniéndose de raíces. Llegaron a otro paraje que nombraron
Chi-Quiché: allí tardaron algún tiempo y habiéndole abandonado
llegaron al fin a un cerro que llamaron Hacavitz-Chipal.

Allí fue a donde hicieron pie y fue en donde Balam-Qitzé, Balam-Agab,


Mahucutah e Iqi-Balam determinaron hacer morada. Las tres naciones o
parcialidades de quichés estaban juntas, esto es, los Cavekib, los
Tamub y los Ilocab, como también los otros trece pueblos, llamados
Vukamag-Tecpam.

Al final de este manuscrito aparece una referencia muy interesante, en


forma de testimonio, que dejan los escribientes indígenas:
“ahora a veinte y ocho de septiembre de 1554, firmamos este
testimonio en que hemos escrito lo que por tradición nos dijeron
nuestros antepasados, venidos de la otra parte del mar, de Civán-
Tulán, confines de Babilonia. Firmamos nosotros los primogénitos de
Calvikib, nosotros los decientes de Balam-Qitzé.
(Literatura Maya Pág. 394-395, 410). El resto del documento narra
genealogías, guerras, actividades migratorias, otros).

Queremos agregar el comentario que hiciese la misma persona que


realizó la traducción de este documento legal presentado. El autor de
dicha traducción es Dionisio José Chonay, y el dice haber omitido
escribir la primera parte de la traducción de este documento, por
referirse a la creación del mundo según la Biblia. Pero en 1975 el
Sr. Robert Carmack, dice haber encontrado el manuscrito original en
quiche, en posesión de los principales de San Miguel Toconipan. Hace
referencia de ello en sus notas “La Formación del Reino Quiche”,

12
presentadas al Ituto de Antropología e Historia, Ministerio de
Educación, Guatemala, 1975 (publicación especial 7).<>

A continuación presentaremos una narración testimonial de los Nahuas


sobre la llegada de los españoles a México-Tenochtitlan. Es una
narración testimonial amplia recopilada por el franciscano fraile
Bernardino de Sahagún a partir de 1555. Nos narra el primer encuentro
entre españoles e indígenas mesoamericanos (Mexicanos). Estos escritos
se conocen como el “Códice Florentino”. Lo que aquí se presenta es un
relato de índice literario, son declaraciones de testigos que narraron
los hechos de la conquista según una tradición oral bien establecida.
Existen dos versiones en español, pero en esta oportunidad
comentaremos la versión de Sahagún 1979: ”Códice Florentino” en ed.
Facsímil, Libro XII, cap. 16-18 columna derecha.

Códice florentino
Capítulo 16

De cómo Motecuçoma salió de paz a recibir a los españoles, adonde llaman Xoluco, que
es el acequia que está cabe las casas de Albarado o un poco mas acá que llaman ellos
Vitzillan.

En llegando los españoles a aquel río


que está cabe las casas de Albarado que
se llama Xoluco, luego Motecuçoma se
aparejó para irlos a recebir con muchos
señores y principales y nobles para
recebir de paz y con honra a don
Hernando Cortés y a los otros
capitanes. Tomaron muchas flores
hermosas y olorosas hechas en sartales
y en guirnaldas y compuestas para las
manos, y pusiéronlas en platos muy
pintados y muy grandes, hechos de
calabazas, y también llevaron collares
de oro y piedras. Llegando Motecuçoma a
los españoles al lugar que llaman
Vitzillan, que es cabe el hospital de
la Concepción, luego allí el mismo Motecuçoma puso un collar de oro y
de piedras al capitán don Hernando Cortés y dio flores y guirnaldas a
todos los demás capitanes, habiendo dado el mismo Motecuçoma este
presente como ellos usaban hacer.

Luego don Hernando Cortés preguntó al mismo Motecuçoma y Motecuçoma


respondió: "Yo soy Motecuçoma." Y entonce [sic] humillóse delante del
capitán haciéndole gran reverencia y enhiéstose luego de cara a cara,
el capitán cerca de él, y comenzóle a hablar de esta manera:
"¡Oh señor nuestro, seáis muy bien venido! Habéis llegado a vuestra
tierra, a vuestro pueblo y a vuestra casa: México. Habéis venido a
sentaros en vuestro trono y a vuestra silla, el cual yo en vuestro
nombre he poseído algunos días; otros señores — ya son muertos —
13
le tuvieron ante que yo: el uno que se llamaba Itzcóatl, y el otro
Motecuçoma el viejo, y el otro Axaiácatl, y el otro Ticocic [sic],
el otro Auítzutl. Yo, el postrero de todos, he venido a tener
cargo y regir este nuestro pueblo de México. Todos hemos traído a
cuestas a vuestra república y a vuestros vasallos. Los defuntos ya
no pueden ver ni saber lo que pasa agora; pluguiera a aquel por
quien vivimos que alguno de ellos fuera vivo y en su presencia
aconteciera lo que acontece en la mía: ellos están ausentes.

Señor nuestro, ni estoy dormido ni soñando; con mis ojos veo


Vuestra cara y vuestra persona. Días ha que yo esperaba esto, días
ha que mi corazón estaba mirando a aquellas partes donde habéis
venido: habéis salido de entre las nubes y de entre las nieblas,
lugar a todos ascondido. Esto es por cierto lo que nos dejaron
dicho los reyes que pasaron: que habíades de volver a reinar en
estos reinos y que habíades de asentaros en vuestro trono, y a
vuestra silla. Agora veo que es verdad lo que nos dejaron dicho.
Seáis muy bien venido, trabajos habréis pasado veniendo [sic] tan
largos caminos. Descansad agora aquí, aquí está vuestra casa y
vuestros palacios: tomaldos y descansad en ellos con todos
vuestros capitanes y compañeros que han venido con vos".

Acabó de decir Motecuçoma su plática, y Marina declaróla a don


Hernando Cortés. Como don Hernando Cortés hubo entendido lo que había
dicho Motecuçoma, dijo a Marina: "Decilde a Motecuçoma que se consuele
y huelgue y no haya temor, que yo le quiero mucho y todos los que
conmigo vienen, de nadie recibirá daño. Hemos recebido gran contento
en verle y conocerle, lo cual hemos deseado muchos días ha. Ya se ha
cumplido nuestro deseo, hemos venido a su casa, México, despacio nos
hablaremos."

Luego don Hernando Cortés tomó por la mano a Motecuçoma, y se fueron


ambos juntos a la par para las casas reales. Los señores que se
hallaron presentes con Motecuçoma fueron los siguientes: el señor de
Teizcuco, que se llamaba Cacamatzin; el segundo, el señor de Tlacuba,
se llamaba Teclepanquetzatzin; el tercero, el que gobernaba en el
Tlatilulco, que se llamaba Itzquauhrzin; el cuarto, el mayordomo de
Motecuçoma, que tenía puesto en el Tlatilulco, que se llamaba
Topantemoctzin. Estos fueron más principales, sin otros muchos menos
principales mexicanos que allí se hallaron; el uno de los cuales se
llamaba Atlíxcatzin Tlacatécatl, el otro se llamaba Tepeoatzin
Tlacochcálcatl, otro se llamaba Quetzalaztatzin Ticociaoácatl, otro se
llamaba Totomochtzin Hecatempatikzin, otro se llamaba Quappiatzin.

Todos éstos, cuando fue preso Motecuçoma, le<s> desampararon y se


ascendieron.

Capítulo 17
14
De cómo los españoles con Motecuçoma llegaron a las casas reales, y
de lo que allí pasó.

Desque los españoles llegaron a las casas reales con Motecuçoma, luego
lo detuvieron consigo, nunca más le dejaron apartar de sí, y también
detuvieron consigo a Itzquauhtzin, gobernador del Tlatilulco. A estos
dos detuvieron consigo, y a los demás dejaron a ir. Y luego soltaron
todos los tiros de pólvora que traían, y con el ruido y humo de los
tiros, todos los indios que allí estaban se pararon como atordidos y
andaban como borrachos. Comenzaron a irse por diversas partes, muy
espantados, y así los presentes como los ausentes cobraron un espanto
mortal. Dormieron aquella noche, y otro día luego muy de mañana,
comenzóse a pregonar de parte del capitán y de parte de Motecuçoma que
se trujesen todas las cosas necesarias para los españoles, y para los
caballos. Y Motecuçoma ponía mucha diligencia en que trujesen todas
las cosas necesarias. Y los piles y achcauhties y otros oficiales a
quien concernía <a> esta provisión no querían obedecer a Motecuçoma ni
llegarse a él. Pero con todo esto proveían de todo lo necesario.

Desque se hubieron aposentado los españoles y concertado todo su


repuesto y repusado, comenzaron a preguntar a Motecuçoma por el tesoro
real para que dijese donde estaba, y él los llevó a una sala que se
llamaba teucalco donde tenían todos los plumajes ricos y otras joyas
muchas de pluma y de oro y de piedras, y luego los sacaron delante de
ellos. Comenzaron los españoles a quitar el oro de los plumajes y de
las rodelas y de los otros atavíos del areito que allí estaban, y por
quitar el oro destruyeron todos los plumajes y joyas ricas, y el oro
fundiéronlo e hicieron barretas. Y las piedras que les parecieron bien
tomáronlas, y las piedras bajas y plumajes todo lo tomaron los indios
de Tlaxcalla [aliados de los españoles]. Y escudriñaron los españoles
toda la casa real, tomaron todo lo que les pareció bien.

Capítulo 18
De cómo los españoles entraron en las propias casas de Motecuçoma,
y de lo que allí pasó.

Hecho lo arribado dicho procuraron de saber de la recámara de


Motecuçoma, y él los llevó a su recámara, que se llamaba totocalco,
que quiere decir las casa de las aves. Iban los españoles muy
regocijados por pensar que allí hallarían mucho oro. Y llegando luego
sacaron toda la recámara del mismo Motecuçoma, donde habían [sic]
muchas joyas de oro y plata y de piedras preciosas, y todo lo tomaron.
Y los plumajes ricos quitáronlos todo el oro y las piedras, y pusieron
las plumas en medio del patio para que las tomasen sus amigos. Y luego
mandó el capitán don Hernando Cortés por medio de Marina, que era su
intérprete, la cual era una india que sabía la lengua de Castilla y la
de México, que la tomaron en Yucatán. Esta comenzó a llamar a voces a
los recueles y piles mexicanos para que viniesen a dar a los españoles
lo necesario para comer, y nadie osaba venir delante de ellos ni
llegarse a ellos, todos estaban atemorizados y espantados. Enviábanlos
lo necesario para comer, y los que lo llevaban iban temblando, en
15
poniendo la comida no paraban más allí. Luego se iban casi huyendo.
(Testimonios, Cartas y Manifiestos Indígenas. Pág. 9-12). <>

Nota especial:
Para complementar este manuscrito le comentaremos que para los
años 1536-1539, surge en el área central de México, la resistencia
indígena contra Cortés y su ejército; surge a raíz de la prisión y el
posterior asesinato del señor de México-Tenochtitlan, Motecuhzoma
("noche triste", 30 de junio 1520) dirigida por Cuauhtémoc. Su primera
fase culmina en la expulsión de los españoles y sus aliados
tlaxcaltecas. Con la caída de Tenochtitlan el 13 de agosto 1521,
obtenida por los españoles y sus aliados tras semanas de asaltos
feroces, la resistencia azteca abandona — en el área mencionada — el
terreno de la lucha abierta para adoptar formas de lucha más
subterráneas. Algunas de sus expresiones se conocen gracias a los
testimonios acumulados por la Inquisición. Nombrado inquisidor
apostólico el 27 de junio de 1535, Zumárraga, arzobispo de México,
lanza inmediatamente una "caza de brujas" contra los que siguen
practicando la religión autóctona. Por temor o interés, algunos indios
principales o comunes se dejarán arrastrar a denunciar a sus
semejantes. Sus testimonios y los de los propios inculpados revelan
algunos rasgos de la resistencia cultural azteca.
(Testimonios, Cartas y Manifiestos Indígenas Pág. 12)<>

Codice Chilam Balam de Chumayel


Es el mas importante códices manuscrito maya, que se conoce hasta el
momento. Esta versión o edición traducida pertenece a la Universidad
nacional autónoma de México, Biblioteca del Estudiante Universitario,
Méjico 1941. Solamente comentaremos parte del contenido, párrafos que
nos van a dar conocer los sentimientos que estas gentes estaban
manifestando por la implantación de una nueva religión y nuevas
costumbres de adoración que introducían los conquistadores españoles.

Comentario: Al parecer, quien escribió este códice histórico, lo


escribió para un futuro, lo hizo con la finalidad de que cuando fuesen
traducidas, se diera a conocer la verdadera historia que padecieron
estos habitantes de la antigua América. Es una colección de varios
libros. Las copias conocidas pertenecen a los siglos XVIII y XIX.
Estos libros reciben su nombre del sacerdote taumaturgo llamado Chilam
Balam, que vivió un poco antes de la llegada de los españoles y que se
hizo famoso por predecir al advenimiento de hombres distintos y de una
nueva religión. Sus profecías aparecen en varios de sus libros, en
conjunto con otras predicciones de otros sacerdotes. El nombre se
compone de dos términos: Chilam, “el que es boca” y Balam “Jaguar o
Brujo”, por lo que puede traducirse como brujo profeta. Este personaje
vivió en Maní. En sus diferentes libros podemos encontrar: asuntos
religiosos, rituales, profecías (katunes), textos cronológicos
(calendarios y almanaques), astronomía, historia, obras literarias y
otra variedad de escritos no clasificados. (Literatura Maya, relación
de los principales libros Mayas.)

16
Libro de Chilam Balam de Chumayel
(Prólogo y traducción del maya al castellano por Antonio Mediz Bolio)

“Esta es la memoria de las cosas que


sucedieron y que hicieron. Ya todo pasó.
Ellos hablan con sus propias palabras y así
acaso no todo se entienda en su significado;
pero, derechamente, tal como pasó todo, así
está escrito. Ya será otra vez muy bien
explicado todo. Y tal vez no será malo. No
es malo todo cuanto está escrito. No mucho
hay escrito a cuenta de sus traiciones y de
sus alianzas. Así el pueblo de los divinos
Itzaes, así los de la gran Itzmal, los de la
gran Aké, los de la gran Uxmal, así los de
la gran Ichcaansihó. Así los nombrados Couoh también.

Verdaderamente muchos eran sus "Verdaderos Hombres". No para vender


traiciones gustaban de unirse unos con otros; pero no está a la vista
todo lo que hay dentro de esto, ni cuánto ha de ser explicado. Los que
lo saben vienen del gran linaje de nosotros, los hombres mayas. Esos
sabrán el significado de lo que hay aquí cuando lo lean. Y entonces lo
verán y entonces lo explicarán y entonces serán claros los oscuros
signos del Katún.

Porque ellos son los sacerdotes. Los sacerdotes se acabaron, pero no


se acabó su nombre, antiguo como ellos. Solamente por el tiempo loco,
por los locos sacerdotes, fue que entró a nosotros la tristeza, que
entró a nosotros el "Cristianismo". Porque los "muy cristianos"
llegaron aquí con el verdadero Dios; pero ese fue el principio de la
miseria nuestra, el principio del tributo, el principio de la
"limosna", la causa de que saliera la discordia oculta, el principio
de las peleas con armas de fuego, el principio de los atropellos, el
principio de los despojos de todo, el principio de la esclavitud por
las deudas, el principio de las deudas pegadas a las espaldas, el
principio de la continua reyerta, el principio del padecimiento. Fue
el principio de la obra de los españoles y de los "padres", el
principio de usarse los caciques, los maestros de escuela y los
fiscales.

¡Que porque eran niños pequeños los muchachos de los pueblos, y


mientras, se les martirizaba! ¡Infelices los pobrecitos! Los
pobrecitos no protestaban contra el que a su sabor los esclavizaba, el
Anticristo sobre la tierra, tigre de los pueblos, gato montes de los
pueblos, chupador del pobre indio. Pero llegará el día en que lleguen
hasta Dios las lágrimas de sus ojos y baje la justicia de Dios de un
golpe sobre el mundo. ¡Verdaderamente es la voluntad de Dios que
regrese Ah-Kantenal e Ix-Pucyola, para roerlos de la superficie de la
tierra!”. Literatura Maya (Pág. 226-227)<>

17
Vale la pena estudiar el siguiente manifiesto que enviare el
señor Tecpanecatl a su pueblo, los habitantes de Santo Tomás
Axuchco Ajusco, localidad situada hoy en México D.F. En ella
podemos observar declaraciones especiales sobre el origen sus
antepasados y de donde vinieron. Y se insta a la población a
someterse y obedecer al poder español en todo, para que así,
tal vez, cese la matanza contra su pueblo.

TESTIMONIO DE LOS INDIOS DE AJUSCO, 1531/1710

Fuente: Díaz de Salas/ Reyes García 1970: 203-207. Ms. en AGN (México), vol.
2676, exped. Nº 4 del Ramo Tierras. La traducción al español, contemporánea
de la entrega del documento, pertenece al intérprete del Juzgado, don Juan
de los Sancos: sin duda, a juzgar por su manejo del español, un hablante
nativo del náhuatl. El documento nos fue señalado y gentilmente ofrecido por
Gordon Whinaker.

Marco Histórico:
En 1710, presentaron ante
el Juzgado de Indios un
documento escrito en
náhuatl para probar sus
derechos. Según las
informaciones
proporcionadas por el
propio texto, no se
trataría de un discurso
destinado a un interlocutor
ajeno a la comunidad, sino
de la trascripción de una
arenga que Tecpanécatl,
señor local, habría dirigido a sus súbditos el 4 de febrero de 1531.

Mis amados hijos:


Ahora cuenta cuatro el mes segundo, febrero, en mil quinientos
treinta y un años, del único y verdadero Dios, único que está allá
en el cielo y aquí en la tierra y en todas partes del universo.
Nosotros, amados hijos, conviene sepáis que en todas partes se
entristecen todos cuantos gobernantes que guardan los pueblos, sólo
porque sabido es lo que hicieron —y aún todavía lo están haciendo—
los blancos, gente de Castilla. Sabido es cómo son castigados los
superiores gobernantes, patronos de los pueblos, que empuñan cetro
para el mando. Sabido es de cómo castigan, porque les piden sus
riquezas. Y también, porque no le dan todo el metal amarillo y los
relumbrosos vidrios, los castigan. Sabido es de cómo les quitan sus
mujeres hermosas y también sus mujeres niñas doncellas. Nunca se
contentan sólo con escoria divina y relumbrosos vidrios ni con
burlarse de las mujeres de los que mandan: su corazón se apacigua
hasta que [recién cuando] los queman, como quemaron al gran
superior señor de Michoacán, demasiado grande Caitzontsin, así como
sobre ellos hicieron en otros señores patronos que empuñan cetro
del mando, allá en Jalapan, Tlascala, Tehuantépec, Guaxaca; y

18
también en otros patronos, por donde se desparramaron los
envidiosos hambrientos que se nombran cristianos. Nosotros ya lo
vimos lo que son los hechos de los atemorizadores castellanos.
Noestros [sic] ojos ya lo vieron lo que hicieron sobre el demasiado
grande señor de junto al agua [Motecuhzoma]. Ya vimos todas cuantas
burlas le hicieron, y también la sangre que derramaron los
cristianos cuando mataron los muchos señores que estaban en
compañía del gran superior señor Montesuma, cuando se hizo la señal
o deber que anualmente se hace en la adoración del que es cierto y
verdadero Dios [fiesta de Tezcatlípoca en el mes tóxcatl]. ¡Cuánta
sangre se derramó, sangre de nosotros [nuestros] padres! ¡Y por
qué! Por qué sobre ellos así se hizo, sépanlo: que porque sólo
ellos quieren mandar; porque son hambrientos del metal ajeno, y
ajena riqueza; y porque quieren debajo de sus carcañales tenernos;
y porque quieren hacerles burla [a] noestras mujeres, también [a]
noestras doncellas; y porque quieren hacerse dueños de noestras
tierras y todo cuanto es noestra riqueza.

Nosotros [nuestros] abuelos que vieron primero la luz, allá atrás


dijeron que vendrían otros de lejos tierra a entristecernos. Nos
vendrían a quitar y hacerse dueños de la muy superior, demasiado
grande noestra tierra; que así se hará. Y <y> que la causa es
porque los señores de Ascapusalco, México, Tescoco y Chalco se
veían con envidia, y también porque se mataban, se derramó sangre
lo mismo. Ya hora, ya vimos cumplirse la antigua palabra, ya vimos
que pagaron otros señores la culpa que cometió la gente antigua. Ya
hora nosotros, ya llegó el día, el momento. Nos afligiremos, nos
lamentaremos, hambrientos.

Allá junto al agua, México, ya es sabido que el hombre Cortés de


Castilla fue autorizado para venir a la repartición de tierras, y
es el mismo nuevamente nombrado marqués del Valle. Así se habla que
este marqués vendrá a quitarnos tierras y también nos señalará
tierras, y que formarán nuevos pueblos. Ahora nosotros: ¿onde nos
tirarán, onde nos pondrán? Demasiadamente a nosotros se arrima la
tristeza. ¿Qué hemos de hacer, hijos míos?.

Yo de corazón me animo, me acuerdo formar aquí un pueblo al pie de


este cerro de Axochco Xaltícpac, sólo porque desde allá abajo es
aquí el asiento de los hombres Axochpanecos, donde desde allá abajo
la tierra es noestra, nos la pasaron a dejar noestros ahüelos. Y
fueron suyas desde allá abajo del antigüedad. Me acuerdo he de
formar un templo de adoración donde hemos de colocar al nuevo Dios
que nos train los castellanos. Ellos quieren que lo adoremos. ¿Qué
hemos de hacer, hijos míos? Conviene nos bauticemos, conviene nos
entreguemos a los hombres de Castilla, a ver si así no nos matan.
Conviene que aquí nomás, que ya no en nada nos metamos para que así
no nos maten; que los sigamos, a ver si así les causamos compasión;
que en todo nos entreguemos a ellos, que el que es verdadero Dios
que corre sobre los cielos, él nos favorecerá de las manos de los
de Castilla. Y para que no nos maten, conviene que acortemos
19
noestros linderos, y lo que quede conviene que lo defiendan
noestros padres que mandan en Tlalpan, Topilco, Totoltépec, Asípac,
Tepetícpac, y los de Xala atlaco. Yo ahora les hago presente que
para que no nos maten, mi voluntad es que todos nos bauticemos y
adoremos al nuevo Dios, porque yo lo he calificado que es el mismo
—ha de ser [el mismo]— que el noestro.

Luego ahora corto y reduzco noestras tierras que han de ser. Mi


voluntad es: empiecen noestros límites por donde sale el sol.
Empezará donde llaman Tzictecomatíllan. Iremos mirando por donde
viene siempre el frío. Llegaremos donde llaman Tzipictitlan. Aquí
daremos vuelta. Miraremos por donde se mete el hermoso sol.
Llegaremos donde llaman Nopaltitlan. Vamos donde llaman Atl
Millatilollan. Llegaremos donde llaman Cacálotl Ineman. Aquí
daremos vuelta por donde se mete el sol. Miraremos por donde
relumbra la estrella. Llegaremos donde llaman Tlatlatilolla. Vamos
donde dicen Tecuanatlan, vamos donde dicen Tiecuílco: aquí es el
lado de la estrella del Sur. Iremos mirando por la salida del sol.
Llegaremos donde dicen Tochtépec, vamos donde dicen Ahuacatitlan.
Vamos donde dicen Micaóstoc, vamos donde dicen Ystactlali. Luego
aquí se cerrarán noestros límites concluyenres que rodearán el
cerro llamado Axoch<i>co Sacapan Xalan. Yo calculo que por esta
poquita tierra quizás no nos matarán. Qué importa que más grande
conocíamos. Pero ahora ya no es mi voluntad, solamente porque no
quiero que mis hijos sean muertos. Que sea nomás esta poquita
tierra. Sobre ella mueramos nosotros y también noestros hijos tras
de nosotros, y nomás esta tierra ayudemos, a ver si por esto no nos
matan. Óiganme, respóndame, hijos míos.

Respuesta
Superior señor: nosotros demasiadamente nos afligimos, nos
entreiémos [entristecemos]. ¿Qué hemos de hacer, qué hemos de
hacer?. Que oigamos tu palabra, a ver si así no murimos. Que todos
nosotros nos bauticemos y hagamos el templo de Dios, donde
colocaremos el nuevo Dios. Que conozcamos noestros límites donde
ahora tú lo acabas de decir. Que ya no más tierras dese[e]mos. Que
noestro corazón se anime. Y ya no nos metemos en nada, quizá así no
seamos muertos. Lo que sí demasiadamente te rogamos, que cuando
llegue ese día, ese momento que venga a repartir las tierras el
señor marqués, tú saldrás, tú te pararás junto a las señales y
tocarás para que no pasen a quitarnos más tierras: que así lo
hagas.

Yo, señor Tecpanécatl que empuño el cetro del mando, así lo haré:
me pararé, tocaré cuando llegue el día y momento. Tecpanécatl
Acaizacualtécatl.
Mecatzin Ixtlexochitzin
Cuauhotopolnin Yxayatécpatl
Acamapitzin Ixcoyotzin
Coyomecatzin Totolhuilacctsin

20
Escribiente de los castellanos, intérprete de los indios don Juan de los
Santos, 1710, 23 de mayo.<>

Otro documento que me gustaría comentar con Ustedes, tiene


lugar su historia en el antiguo Perú, aparentemente según los
historiadores es el monólogo de despedida de Manco Inca, a su
querido pueblo. Es un ejemplo típico de un discurso indígena
destinado a la propia colectividad indígena.

TITU CUSI YUPANQUI: MONOLOGO DE DESPEDIDA


DE SU PADRE MANCO INCA Y RESPUESTA DE LOS INDIOS, 1570
Fuente: Yupangui 1985, 25-26

Documento que Mango Ynga dio a los indios cuando


se quiso recoger a los andes; la manera que
habían de tener con los españoles:
"Muy amados hijos y hermanos míos, los que aquí
estáis presentes y me habéis seguido en todos
mis trabajos y tribulaciones, bien creo no
sabéis la causa por qué en uno os he mandado
juntar agora ante mí: yo os la diré en breve.
Por vida vuestra que no os alteréis de lo que os
dijiere porque bien sabéis que la necesidad
muchas veces compela a los hombres a hacer aquello que no querrían y
por eso, por serme forzado dar contento a estos andes que tanto tiempo
ha que me importunan que los vaya a ver, habré de darles este contento
por algunos días. Ruégoos mucho que de ello no recibáis pena, porque
yo no os la deseo dar, pues os amo como a hijos; por lo que aquí os
rogaré me daréis. (extracto de introducción del discurso)

Respuesta de los indios al Inca


"Sapay Inca, con qué corazón quieres dejar a estos tus hijos solos
que con tanta voluntad te han deseado y desean siempre servir, y
que si necesario fuese pornían mil veces la vida por tí, si fuese
menester. ¿A qué rey, a qué señor, a quién los dejas encomendados?
¿Qué deservicios, qué traiciones, qué maldades te hemos hecho para
que nos quieres dejar ansí desamparados y sin señor ni rey a quién
respetar, pues jamás hemos conocido otro señor ni padre sino a tí y
a Guaina Capac, tu padre y sus antepasados? No nos dejes. Señor, de
esa manera desamparados, más antes nos da este contento, si fueres
servido, de llevarnos contigo a dondequiera que fueres, que chicos
y grandes y viejos y viejas aparejados estamos para no te dejar de
seguirte, aunque tú nos dejes".

Y luego el dicho mi padre, viendo que con tanta ansia le deseaban


servir toda su gente, les volvió a decir lo que aquí parecerá.

"Yo os agradezco, hijos, la buena voluntad y deseo que


mostráis de quererme seguir dondequiera que vaya, no perderéis
la paga de mí que yo os lo agradeceré y pagaré antes que
21
vosotros pensáis, y agora por vida vuestra que os reportéis y
no tengáis tanta pena, que muy breve os volveré a ver. Y de
aquí a que vuelva o hasta que os envíe mis mensajeros para lo
que hayáis de hacer, teméis este modo en vuestra vivienda. Lo
primero que haréis será que a estos barbudos que tantas befas
a mí me han hecho por me fiar yo de ellos en tanto, no les
creáis cosa que dijieren, porque mienten mucho, como a mí en
todo lo que conmigo han tratado me han mentido, y ansí harán a
vosotros, lo que podréis hacer será dar muestras por de fuera
de que consentís a los [sic] que os mandan y dar algún
camarico y lo que pudiéredes que en vuestras tierras hobiere.
Porque como esta gente es tan brava y de diferente condición
de la nuestra, podría ser que no se lo dando vosotros os lo
tomasen por fuerza o vos maltratasen; por ello y por evitar
esto os será buen remedio hacer lo que os digo. Lo otro, que
estéis siempre con aviso para cuando os enviare a llamar o
avisar de lo que con esta gente habéis de hacer, y si acaso
ellos os acometieren o quisieren tomar vuestras tierras, no
dejéis de defenderos y sobre ello perder la vida, si fuera
menester; y si cambien se os ofreciere necesidad estrema de
que hayáis necesidad de mi persona, darme héis aviso por la
posta a dondequiera que yo estuviere.

Y mirar que éstos engañan por buenas palabras, y después no


cumplen lo que dicen; que ansí, como habéis visto, hicieron a
mí, que me dijieron que eran hijos del Viracochan y me
mostraron al prencipio gran afablidad [sic] y mucho amor, y
después hicieron conmigo lo que vistes. Si ellos fueran hijos
del Viracochan, como se jataban, no hobieran hecho lo que han
hecho, porque el Viracha [sic : Viracocha] puede allanar los
cerros, sacar las aguas, hacer cerros donde no los hay, no
hace mal a naidie, y éstos no vemos que han hecho esto, más
antes en lugar de hacer bien nos han hecho mal, tomándonos
nuestras haciendas, nuestras mujeres, nuestros hijos, nuestras
hijas, nuestras chácaras, nuestras comidas y otras muchas
cosas que en nuestra tierra teníamos, por fuerza y con engaños
y contra nuestra voluntad. Y a gente que esto hace no les
podemos llamar hijos del Viracochan, sino como otras veces os
he dicho, del supai y peores, porque en sus obras le han
emitado, pues han hecho obras de tal que por ser tan
vergonzosas no las quiero decir.

Lo que más habéis de hacer es que por ventura éstos os dirán


que adoréis a lo que ellos adoran, que son unos paños
pintados, los cuales dicen que es Viracochan, y que le adoréis
como a guaca, el cual no es sino paño. No lo hagáis, sino lo
que nosotros tenemos, eso tened, porque como veis, las vilcas
hablan con nosotros, y al sol y a la luna vérnoslos por
nuestros ojos, y lo que ésos dicen no lo vemos bien. Creo que
alguna vez por fuerza o con engaño os han de hacer adorar lo
que ellos adoran; cuando más no pudiéredes, haceldo delante de
22
ellos, y por otra parte no olvidéis nuestras cerimonías. Y si
os dijieren que quebrantéis vuestras guacas, y esto por
fuerza, mostraldes lo que no pudiéredes hacer menos, y lo
demás guardaldo, que en ello me daréis a mí mucho contento".

Acabadas todas estas cosas arriba dichas y otras muchas,


despidióse mi padre de los indios, trayéndome a mí allí adelante
para les decir como yo era su hijo, y cómo después de sus días me
habían de tener en su lugar por señor de todos ellos; el cual lo
hizo y se levantó en pie para partirse de su gente, la cual,
cuando lo vio en pie, fueron tales y tan grandes los alaridos que
todos comenzaron a dar, que parecía que se horadaban los cerros, y
la gente con la ansia que tenía todavía le quería seguir, pero
nunca mi padre les dejó, si no fue a cual que no tenían
impedimento que se les estorbasen, porque decía a aquellos que con
tanta ansia le querían seguir, que cómo habían de dejar sus
sementeras, sus casas, sus mujeres y sus hijos, sus oybas o crías
para seguirle, que se reportasen y que muy breve volvería a verlos
o les enbiaría a decir lo que habían de hacer. Y ansí se partió de
todos ellos para el pueblo de Víteos. (Testimonios, Cartas y
Manifiestos Indígenas, pag. 165 – 168).<>

EL “Memorial de Solola”
Entre los indígenas Cakchiqueles, existe un manuscrito conocido
como “Memorial de Solola”, este documento contiene el origen de
sus antecesores, costumbres sociales e historia. Se dice que fue
escrito para los años 1581 a 1605, una historia compilada por mas
de dos escribientes indígenas Xahil. En esta oportunidad vamos a
presentar parte de algunos extractos.

MEMORIAL DE SOLOLA
Anales de los Cakchiqueles
Traducción de Adrián Recinos

Comentarios del traductor según su opinión sobre Tulán: “Es evidente


que los autores de este manuscrito, quisieron indicar que a los sitios
donde fueron reunidos o congregados sus antepasados se le denominaban
Tulán. Se ha comentado algunas veces y también en otros códices o
anales recopilados, pasajes que dan a entender que hubo antiguamente
cuatro lugares llamados Tulán:
1. Donde está Dios.
2. La Tula de Xibalbay, que pertenecen a los
dominios del cielo y el infierno.
3. Un sitio al otro lado del mar donde
tuvieron origen sus padres o ancestros.
4. Y el otro; un lugar en Centroamérica donde
tuvieron su reunión cuando arribaron,
después de cruzar el gran mar.
23
Sin embargo los documentos históricos, hablan de una sola ciudad de
ese nombre. Todas las fuentes indígenas de Guatemala, Yucatán y la
altiplanicie mexicana, hablan de un sitio, que fue una gran ciudad y
el origen de las emigraciones que partieron con destino al sur de
México y Guatemala.

Luego de esta breve nota explicativa, continuemos con la historia ya


iniciada. Este documento consta de 247 versos dividido en varias
partes. Debido a lo largo y extenso, solo presentaremos comentarios o
puntos de interés que presentan dichos versos.

“2- Escribiré la historia de nuestros primeros padres y abuelos que


se llamaban Gagavitz el uno y Zactecauh el otro; la historia que
ellos nos contaban: que del otro lado del mar llegamos al lugar
llamado Tulán, los dos varones que nos engendraron a nosotros los
Xahilá.”

En el verso 6, se habla de una reunión en Tulán de un gran número de


personas distribuidas en 13 grandes grupos y siete líderes.

En el verso 7, en esa región de Tulán, se les hace la promesa que al


otro lado del mar, está una tierra prometida donde ellos serán felices
y serán prósperos.

En los versos siguientes hasta el 14, relatan sucesos de asignación de


responsabilidades, liderazgos, preparación de guerreros y jefes. Pero
interesante es el verso 15, que relata textualmente lo siguiente:
“Luego llegamos a la orilla del mar. Allí estaban reunidas
todas las tribus y los guerreros a la orilla del mar. Y cuando
lo contemplaron, se les oprimieron los corazones. No hay manera
de pasarlo; de nadie se ha sabido que haya atravesado el mar,
se dijeron entre sí todos los guerreros y las sietes tribus.
“¿Quién tiene un palo con cual podamos pasar, hermano nuestro?
Solamente en ti confiamos, dijeron todos. Y nosotros les
hablamos de esta manera: “Id vosotros, marchad los primeros,
cuidadosamente. ¿Cómo pasaremos en verdad los que estamos aquí?
Así decíamos todos. Luego dijeron: ¡Compadécete de nosotros
hermano! Que hemos venido a amontonarnos aquí a la orilla del
mar, sin poder ver nuestra montañas ni nuestros valles. Si nos
quedamos a dormir aquí seremos vencidos, nosotros los dos hijos
mayores, los jefes y cabezas, los primeros guerreros de las
siete tribus ¡oh hermano nuestro! ¡Ojalá que pasáramos y que
pudiéramos ver sin tardanza los presentes que nos han dado
nuestras madres y nuestros padres ¡oh hermano mío! Así hablaron
entre sí los que engendraron a los quichés. Y dijeron nuestros
abuelos Gagavitz y Zactecauh: Con vosotros hablamos: ¡Manos a
la obra, hermanos nuestros! No hemos venido para estarnos aquí
amontonados a la orilla del mar, sin poder contemplar a nuestra
patria que se nos dijo que veríamos, vosotros nuestros

24
guerreros, nuestras siete tribus. ¡Arrojemonos [al mar] ahora
mismo! Así dijeron y al punto se llenaron todos de alegría”.

Verso 16. “Cuando llegamos a las puertas de


Tulán fuimos a recibir un palo rojo que era
nuestro báculo, y por esto se nos dio el
nombre de Cakchiqueles ¡Oh hijos nuestros!”,
dijeron Gagavitz y Zactecauh. “Hinquemos la
punta de nuestros báculos en la arena dentro
del mar y pronto atravesaremos el mar sobre
la arena sirviéndonos de los palos colorados
que fuimos a recibir a las puertas de Tulán.”
Así pasamos, sobre las arenas dispuestas en
ringlera, cuando ya se había ensanchado el
fondo del mar y la superficie del mar.
Alegránronse todos al, punto cuando vieron
las arenas dentro del mar....”

El resto de los versos del manuscrito tratan sobre su dispersión por


la tierra, montañas y valles, sus guerras, genealogía, muerte de sus
líderes, entre otros. En esta oportunidad hemos comentado algunas
partes que se consideraron “curiosas”, al compararse con el conocido
relato del éxodo de Israel, cuando salió de Egipto.

De los siguientes versos que comentaremos, no se sabe cuanto


tiempo había transcurrido, pero según el manuscrito ya habían
pasado varias generaciones de reyes, y subdivisiones entre ellos,
desde que estas tribus se había separado o dispersado por las
tierras o valles, luego de su llegada del otro lado del mar. Estos
versos son del 90 al 93 y dictan textualmente lo siguiente:
“90- A continuación salieron violentamente de la ciudad de
Gumarcaah, para aniquilar a todos los Señores. Llevaban a su
dios Tohohil. Los guerreros llegaron de todas partes; no era
posible contar la gente; no eran ocho mil, ni dieciséis mil los
que iban. Venían las tribus, que ahí se habían cubierto de
plumas cuando se reunieron y se ataviaron con sus arcos, sus
escudos y sus armas de guerra, sus plumas verdes tornasoladas y
las guirnaldas resplandecientes, y con sus coronas de metal y de
piedras preciosas. Así iban adornados cuando salieron de allá.”
“91- La llegada de los quichés a Yximchée fue el día 10 Tzíi. No
había llegado a conocimiento de nuestros abuelos Oxiahuh Tzíi y
Cablahuh Tihax que venían los quichés a matar a los zotziles y
tukuchées. Sólo un prófugo que oyó la noticia se la llevó a los
reyes. "Pasado mañana os matarán, vendrán a exterminaros todos
los quichés, a matar a la gente en la ciudad, a donde se
introducirán. En verdad causa espanto ver cómo vienen. No son
ocho mil, ni dieciséis mil hombres." Así dijo el fugitivo cuando
llegó ante los cakchiqueles.

Los Señores se reunieron en consejo inmediatamente y dijeron:


"Ya habéis oído. Es necesario ir a cortar el paso a los
25
quichés." Esto dijeron los reyes. Al instante salieron a ocupar
el camino; una división de soldados marchó a hacer pedazos a los
quichés. Únicamente salió a su encuentro la gente de la ciudad.
Por el camino real se dirigieron hacia la cumbre de la montaña e
hicieron alto para combatir con los enemigos, los de Tibakoy y
Raxakán y cerraron el camino a los de Galeah, Pazaki Vieuh y
Ginona.”

“92- En seguida se revistieron los guerreros de sus escudos y


sus armas de guerra, esperando la llegada [del enemigo]. “

“93- Cuando apareció el sol en el horizonte


y cayó su luz sobre la montaña estallaron
los alaridos y gritos de guerra y se
desplegaron las banderas, resonaron las
grandes flautas, los tambores y las
caracolas. Fue verdaderamente terrible
cuando llegaron los quichés. Pero con gran
rapidez bajaron a rodearlos [los
cakchiqueles], ocultándose para formar un
círculo, y llegando al pie del cerro se
acercaron a la orilla del río, aislando las casas del río, lo
mismo que a los servidores de los reyes Tepepul e Iztayul que
iban acompañando al dios. En seguida fue el encuentro. El choque
fue verdaderamente terrible. Resonaban los alaridos, los gritos
de guerra, las flautas, el redoble de los tambores y las
caracolas, mientras los guerreros ejecutaban sus actos de magia.
Pronto fueron derrotados los quichés, dejaron de pelear y fueron
dispersados, aniquilados y muertos los quichés. No era posible
contar los muertos. Como resultado, fueron vencidos y hechos
prisioneros y se rindieron los reyes Tepepul e Iztayul y
entregaron a su dios. De esta manera el Galel Achih, el Ahpop
Achí, el nieto y el hijo del rey, el Ahxif, el Ahpuvak, el Ahtvb
y el Ahqot y todos los guerreros fueron aniquilados y
ejecutados. No podían estimarse en ocho mil, ni en dieciséis
mil los quichés a quienes los cakchiqueles dieron muerte en
aquella ocasión. Así contaban nuestros padres y abuelos ¡oh
hijos míos! Esto fue lo que hicieron los reyes Oxiahuh y Tzíi y
Cablahuh Tihax junto con Voo Ymox y Rokel Batzín. Y no de otra
manera se engrandeció el lugar de Yximchée.”<>
(Literatura Maya pág. 114-211.)

En los relatos históricos de guerras que encontramos en El Libro de


Mormón, hay uno que se encuentra en el Libro de Alma, muy similar al
que hemos compartido. Sugerimos pues, que leáis el capitulo cuarenta y
tres y cuarenta y cuatro con la siguiente correlación histórica:
Alma 43:3,22,23,26,27,28,30,31,33,36,37,39,41,44,51,52
Alma 44:19,21

26
Otras lecturas complementarias
Con el título de “Antecesores de Colón”, existe un artículo en el
libro Incógnitas del Nuevo Mundo, pag. 53 de Miryam Cupello, que
argumenta lo siguiente:
Entre los señalados de haber visitado América están los miembros del
“pueblo escogido”, los Israelitas, tal vez la nación con menos
conocimientos náuticos de la antigüedad. Por cierto, que en nuestro
tiempo el filántropo Mordecai Noah, regaló unas tierras en Long Islan
(USA), a refugiados judíos e invitó indios a vivir con ellos. Se
inspiró en la creencia de que eran descendientes de las diez tribus
pérdidas de Israel, que según se cree dejaron Palestina el año 721
a.C. Se habrían dirigido al Asia para cruzar después el estrecho de
Bering.<>

En el folleto “Cristo en América” del Elder Mark E. Petersen, comparte


con nosotros una de las leyendas mas
grande de nuestro continente, el
“Gran Dios Blanco y barbado” de la
América antigua. Hoy sobresale como
una realidad inexpugnable en los
descubrimientos y documentos de
arqueólogos e historiadores. Se
cuenta; que mucho antes de la llegada
de colón, a este continente llegó o
vino un ser divino de otras tierras,
enseñó su religión a estos habitantes,
resucitó a algunos de sus muertos,
sano sus enfermos, les enseñó métodos
productivos de agricultura, ciencias y
estableció un gobierno de paz e
igualdad. Llegó de una manera sobre natural y de esa misma manera se
marchó.

Para estos antiguos, sin duda alguna era el gran creador de todo. Es
difícil dudar hoy día ante tantos testimonios y evidencias
descubiertas; de que aquel ser en realidad era Jesucristo. Las
evidencias escritas y testimonios verbales que sobrevivieron de
generación en generación, se admite que dichas enseñas impartidas a
estos antiguos habitantes de América, son muy análogas a las de la
Santa Biblia. Y al igual en el Nuevo Testamento, en la mayoría de
estos relatos y escritos prometió volver. Dichas leyendas se les
pueden localizar desde Chile hasta Alaska, e igual manera entre los
polinesios hasta Hawaii y Nueva Zelanda. Paul Hermann en su libro “La
Conquista del Hombre” expresa: “Considerándolo cuidadosamente, esto no
lleva otra conclusión sino que el Dios Blanco Quetzalcoatl fue una
persona verdadera; que no fue una invención de la propaganda española
ni una figura legendaria de la imaginación indígena”. (pag. 72)

Este personaje, era conocido como Quetzalcoatl entre los pueblos


Nahuas partes de México, y al sudeste de México como Votan y parte de

27
Centroamérica. Como Gucumatz y Kukulcán entre los quiches y lo mayas;
como Viracocha en el Perú, Sume en el Brasil y Bochica en Colombia.
Entre los antiguos habitantes del Perú también era conocido como Con-
Tici o Llla-Tici. Tici significa al mismo tiempo Creador y la Luz.

En las islas cercanas como las polinesias, Hawaii, era Lono, Kana Kane
o Kon y a veces Kanaloa, la gran luz o Gran Fulgor. Y entre otros como
kane-Atea, el Gran Progenitor o Tanga-roa, el dios del sol del océano.
¿Cuál era la apariencia de este Dios Blanco?
Nos lo describen como un hombre alto, de tez blanca, ojos claros y
barba poblada. Usaba ropa talar a manera de túnica. Vino del cielo y
volvió de nuevo al cielo. ¿Y qué fue lo que hizo cuando vino? Sanó a
los enfermos, dio la vista a los ciegos, curó a los cojos, resucitó a
algunos de los muertos. Enseño una manera mejor de vivir, instruyendo
al pueblo a que se trataran unos
a otros como querían que otros
los trataran, que amaran al
prójimo como a sí mismos y que
siempre manifestaran bondad y
caridad. Parecía ser una persona
de mucha autoridad y bondad
ilimitada. Tenía el poder para
allanar los montes y convertir
los llanos en montañas. Podía
hacer que de la roca sólida
brotaran fuentes de agua. Aparte
de darles reglas sobre la manera de vivir juntos pacíficamente, los
instó a que procuraran mayor conocimiento y también les enseñó métodos
más adelantados de agricultura.

En el libro “De los Incas”, escrito por don Pedro de Cieza de León, se
encuentra el siguiente relato de un hecho muy trascendental que según
la historia de estas tribus ocurrió de la siguiente manera:
Se cuenta que este Dios blanco se apareció después de un tiempo de
oscuridad en todo el país, durante el cual el pueblo había orado
que volviera el sol. Mientras prevalecían las tinieblas,
"padecieron mucho, y elevaron muchas oraciones y votos a los que
tenían por dioses, implorándoles la luz que se había apagado". Al
volver la luz, fue cuando vino este "hombre blanco de alto talle,
cuyo porte y persona despertaron gran respeto y veneración... Y
cuando vieron su poder, lo llamaron el Hacedor de todas las cosas,
su Originador, el Padre del sol". A la vez que enseñaba su
religión, este personaje también instaba al pueblo a que edificara
grandes templos para su adoración, y sus adeptos llegaron a ser muy
devotos (Fierre Honore, In Quest of the White
God [En Busca del Dios Blanco], pág. 16).
Compárese con (Libro de Mormón, 3Nefi 8:19-23).

Al apartarse de ellos, prometió volver por


segunda vez, cosa que dio lugar a que los
naturales esperasen su venida, así como los
28
judíos están esperando a su Mesías prometido. Por motivo de la
ansiedad con que esperaban este dios blanco, los naturales
equivocadamente pensaron que se cumplía la promesa con la llegada de
los españoles a América. Igual cosa sucedió al tiempo del
descubrimiento de las Islas Hawaianas por el capitán James Cook.

Lo mismo aconteció Cuando los conquistadores españoles llegaron a


América del Sur, uno de los tenientes de Pizarro se dirigió a la playa
llevando puesto su yelmo y coraza, y portando su reluciente mosquete.
Su aspecto era impresionante. Desde la playa los naturales lo miraban
asombrados. ¡Era un hombre blanco!. Al acercarse Pedro de Candía a
ellos, se arrodillaron ante él y empezaron a repetir: "Viracocha,
Viracocha". El audaz don Pedro se quedó perplejo. Los naturales se le
acercaron y lo rodearon. Un poco temeroso, él disparó su arma al aire
creyendo, que los indígenas huirían. Pero no se movieron; sino al
contrario susurraron en voz baja: "llla Tiki, llla Tiki", que
significa "el dios de relámpago".

Estos sobresalientes acontecimientos históricos confirman la evidencia


a favor de la realidad del Dios Blanco.

La mayor parte del tiempo o tarea de trasmitir las tradiciones o


historia del pueblo quedaba a cargo de las mujeres (madres), debido a
que los hombres salían a la guerra y a menudo perdían la vida. A
través de este medio también se trasmitía la genealogía del pueblo y
de la familia. Los hijos recibían estas historias, y los hijos de sus
hijos. Una de estas notables historias que ha sobrevivido es la que
se encuentra en el libro “Incidentes de un viaje a través de América
Central”, por John J. Stephens. Este autor cita lo que acerca del
origen de estos pueblos dijo Francisco Antonio de Fuentes de Guzmán,
historiador del antiguo reinado de Guatemala:
Eran israelitas — dice él, — libertados por Moisés de la tiranía de
los faraones. Después de cruzar el mar Rojo, se volvieron idólatras
a causa de la influencia de los habitantes locales, y para escapar
de las reprensiones de Moisés, se apartaron. Conducidos por un
hombre llamado Tanub, anduvieron errantes de un continente a otro
hasta que finalmente llegaron a un sitio que nombraron las Siete
Cuevas, en lo que es ahora territorio mexicano. Según la historia,
Tanub fue el fundador de las familias de los quichés.<>

Comentarios Sobre Algunas Tradiciones Indígenas


Hay otras tradiciones acerca de cuatro hermanos que trajeron a sus
familias, desde lejanas tierras del este, a través de los océanos, a
este nuevo mundo donde se establecieron y fundaron ciudades.

El Popol-Vuh, libro sagrado de los antiguos quichés, revela que estos


americanos precolombinos creían en un dios trino. También entendían
que tenían un padre y una madre en los cielos, y que tres Oux Cah
(Espíritus del Cielo) fueron los creadores del cielo y de la tierra.
El Popol-Vuh dice que la creación del hombre y el origen de la vida
fue "por los Oux Cah llamados Hurakán, Cakulha Hurakán es el primero,
29
Chipi Cakulha es el segundo, fíaxa Cakulha es el tercero". (Popol-Vuh.
Párrafo 2). Estos antiguos americanos, que ahora sabemos fueron
poseedores de una alta cultura y profundamente religiosos, no creían
en un dios asexual, sin forma o semejante a un fantasma. Para ellos su
dios era una persona verdadera de sexo definido, dotado de
personalidad propia. Y no hay que olvidar que, según ellos, había una
madre en los cielos.

Como se indica en la obra antes mencionada, estos pueblos antiguos


creían en una preexistencia (vida premortal) y en un ser maligno, un
diablo, que también existió en esa vida preterrenal, y donde hizo
alarde de su fulgor y poder, diciendo: "Mis ojos, en metales
preciosos, resplandecen de gemas, de verdes esmeraldas. Mis dientes
brillan en su esmalte, como la faz del cielo. Así pues, yo soy el sol,
yo soy la luna, para la luz de la prole, la luz de los hijos" (Loe.
cit., párrafo 5). Este ser impío intentó usurpar la gloria que no era
suya, pero fracasó. Sólo "quería sobreponerse en grandeza".

Este manuscrito de antiguas fuentes indígenas explica que cuando esto


ocurrió, "nuestras primeras madres, nuestros primeros padres no habían
sido hechos todavía". También contiene la historia de una mujer que,
al ser tentada a comer del fruto de un árbol, dijo: "¡Cuan agradables
las frutas de ese árbol! ¿Moriré, me perderé si cojo algunas?".

La historia del diluvio (en tiempo de Noé) es bien conocida entre los
antiguos americanos y los polinesios.

Las tradiciones de varias de las tribus indígenas de distintas partes


del hemisferio occidental hablan del establecimiento de un grupo de
doce hombres santos que ejercían su ministerio religioso entre el
pueblo. También leemos en la Conquista de México por Prescott, acerca
de un ritual, entre los aztecas, análogo al sacramento de la Cena del
Señor, en el cual se hacía, con masa de maíz, mezclada con sangre, una
imagen de su dios titular, y después de ser consagrada por los
sacerdotes, era distribuida a los presentes, quienes, al comerla,
manifestaban humillación y tristeza, diciendo que comían la carne de
su dios.

La religión era parte esencial de la vida de estos americanos


antiguos, tal como lo era entre los polinesios, de quienes se cree que
llevaron su religión consigo al emigrar de América. Se han escrito
varios tomos al respecto. ¿Quién era este gran Dios Blanco?

Mientras Jesucristo desempeñaba su ministerio terrenal entre los


judíos, se refirió a otro cuerpo de creyentes, sus otras ovejas (véase
La Biblia, el Evangelio según S. Juan, capítulo 10). Prometió ir a
ellos e instruirlos. Esto se cumplió aquí en la antigua América, poco
después de su resurrección en Palestina; y cuando estuvo aquí nombró
profetas y sacerdotes que ministraron al pueblo, así como otros lo
hicieron en Palestina, y durante el mismo período. Estos profetas del
hemisferio occidental escribieron su historia sagrada, precisamente
30
como lo hicieron sus contemporáneos en Palestina, y de esta manera se
preparó otro tomo de Escrituras Sagradas. Ese otro testigo no es otro
que El Libro de Mormón, nombre por el cual es conocido y habla de los
hechos del Señor durante su visita a estos antiguos habitantes. En
éstas antiguas escrituras también se halla registrado el
acontecimiento que comentáramos unos párrafos atrás (ver pág. 26),
sobre los días de tinieblas que cubrió a estas tierras:
“Y aconteció que cuando cesaron los truenos, y los relámpagos, y la
tormenta, y la tempestad, y los temblores de la tierra –pues he aquí,
duraron como unas tres horas; y algunos dijeron que fue mas tiempo; no
obstante, todas estas grandes y terribles cosas acontecieron en el
espacio de unas tres horas -he aquí, entonces hubo tinieblas sobre la
faz de la tierra”

“Y sucedió que hubo densa oscuridad sobre toda la faz de la tierra, de


tal manera que los habitantes que no habían caído podían sentir el
vapor de tinieblas”

“...Y sucedió que duró por el espacio de tres días, de modo que no se
vio ninguna luz; y hubo grandes lamentaciones, gritos y llantos
continuamente entre todo el pueblo; si, grandes fueron los gemidos del
pueblo por motivo de las tinieblas y la gran destrucción que les había
sobrevenido.” (Libro de Mormón, 3Nefi 8:19-23).

Nos cuenta también el Libro de Mormón, que en ese momento de


tinieblas, oyeron una voz de los cielos que les habló, y era la mañana
de ese tercer día. Ocurrido esto las tinieblas comenzaron a disiparse.
(Libro de Mormón 3Nefi 10:1-9).
Con esto último concluimos los comentarios de el Elder Mark E.
Petersen.<>

De Sudamérica llega información adicional sobre habitantes blancos en


la época precolombina. Cerca de Tiahuanaco, Bolivia, los indios Colla
le dijeron a Cieza que una raza de hombres blancos y barbados vivió
hasta la época en que tuvieron batalla con uno de los dos señores pre-
incaicos de esa provincia: "Uno de ellos entró en el lago Titicaca y
encontró en la isla mayor de esa acumulación de agua, hombres blancos
barbados con quienes peleó hasta que los mató a todos". (Los
Incas, por Pedro de Cieza de León. Imprenta de la
Universidad de Okiahoma. 1959 pág. 273).

Aproximadamente 800 kilómetros al noroeste. Cieza examinó las ruinas


de un lugar llamado Huari, en Perú, y llegó a la conclusión de que la
civilización que había construido esa ciudad no era la incaica. Al
preguntar a los indios de esa localidad quién había construido ese
lugar, contestaron que fue el pueblo de raza blanca y hombres barbados
que habitaron el lugar mucho antes que los incas lo hicieran. (Ibid.
pág. 123).<>

Diego de Landa, que llegó a ser más tarde obispo de Yucatán en 1572, y
a quien se recuerda muy bien por haber quemado en público la
31
biblioteca de libros mayas, este autorizó la traducción de un
importante relato de los antiguos mayas, el que incluye una
interesante tradición de Yucatán concerniente a sus antepasados:
"Algunos de los ancianos de Yucatán dicen que escucharon
de sus antecesores, que esta tierra estaba ocupada por una
raza de gente que había venido del este y a quienes Dios
había guiado abriendo para ellos doce sendas en el mar.
Si esto fuera verdad, seria necesario aceptar que todos los
habitantes de las Indias (América) son descendientes de los
judíos." (Relato de Landa sobre las cosas de Yucatán, por
Alfred M. Tozzer. Documentos del Museo Peabody de
etnología y arqueología americana de la
Universidad de Harvard. Cambridge. Publicado por el
museo en 1941. volumen 18. págs. 16-17.)

Landa llegó a la conclusión de que si el relato era correcto, los


antecesores de los mayas eran judíos y reconoció la similitud con el
éxodo de los israelitas desde Egipto. Otro fraile que escribió acerca
de la similitud entre los hebreos del Antiguo Testamento y los
aborígenes americanos, fue Diego Duran. Duran estudió el remoto y
complejo origen de los indios, descubriendo mucha semejanza entre las
culturas hebrea y azteca, como podemos ver a continuación: Las
historias de la creación y de la torre de Babel eran similares en
ambas culturas. (Aztecas: La historia de los indios de la Nueva
España, por Fray Diego Duran. Nueva York, Orion Press. 1966. págs. 4-
5. Véase también Génesis 1, 11:1-9.)

Tanto los hebreos como los aztecas, "como pueblo escogido de Dios,
sobrevivieron a rigurosos peregrinajes por el desierto hasta que
llegaron a la tierra prometida: Canaán y el Valle de México"
( Libro de los Dioses y Ritos, y El Calendario Antiguo, por fray
Diego Duran. Norman. Oklahoma. Imprenta de la Universidad de
Oklahoma, 1971, pag. 25. Véase también Números 14:33-34).

Los aztecas contaban una historia similar a la de Moisés guiando a los


hijos de Israel hacia la libertad: "Los indios tienen tradiciones
relacionadas con un gran hombre que juntó a una multitud de sus
seguidores y les persuadió a que escaparan de la persecución hacia una
tierra donde pudieran vivir en paz... Llegó hasta las orillas de un
mar v abrió las aguas con una vara que llevaba en su mano. Entonces
las aguas se abrieron y tanto él como sus seguidores pudieron
atravesarlas. Los enemigos, advirtiendo esta brecha comenzaron a
seguirles, pero las aguas regresaron a su lugar y nunca se volvió a
escuchar de los perseguidores."

Duran escribió de otro importante episodio similar en ambas


migraciones: "Cuando estaban acampados cerca de unas colinas, se
registró un terrible terremoto. La tierra se abrió y tragó a varios
hombres malvados, lo que llenó a las otras personas de pánico.
Habiendo visto la pintura de este evento, recordé el libro de Números,
en donde se dice cómo la tierra abrió la boca y tragó a Coré, Datan y
32
Abiram." También los aztecas, como los hebreos, aseguran que durante
su peregrinar recibieron maná del cielo. (Aztecas, pág. 4. Véase también
Génesis 14:1-30, Números 16:1-34, Éxodo 16:4-15.).

Los jóvenes aztecas llevaban a la práctica ritos en los templos.


similares a aquellos de los levitas en el Antiguo Testamento. Ciertos
linajes en ambas culturas poseían oficios sacerdotales. Ambos pueblos
utilizaron comida como ofrendas a Dios. El rito hebreo de sacrificar
palomas se comparaba al azteca de sacrificar perdices: en ambos casos,
el sacerdote le arrancaba la cabeza al ave y la ponía a un costado del
altar para que se desangrase, Los animales que los hebreos ofrecían en
sacrificio tenían que ser sin mancha. (Dioses: pág. 85,104,124,131-33.
Véase también Deuteronomio 18:1-12; Números 15:1-24; Levítico 1:14-17,
22:19-20; Salmos 106:37-38.)
Estas y otras similitudes asombrosas, demasiado numerosas en la mente
de Duran como para ser el resultado de una casualidad, le condujeron a
creer que los aztecas eran de origen israelita. Cualquiera de estas
tradiciones puede que no sea demasiado convincente en si misma; pero
si se les agrupa, pueden constituir un buen argumento y componer una
descripción de viajes transoceánicos de la antigüedad, desde el
Oriente a América.<>

Según el Libro de Mormón en los escritos de Alma del capítulo 63:4-8,


hubo una época de paz, donde algunos de los habitantes construyeron
barcos, se hicieron a la mar, regresaron volvieron a zarpar y nunca
mas se supo de ellos. Otro detalle interesante que nos narra Alma, es
que se hicieron al mar que se encuentra al Oeste o sea, hacia el
Océano Pacífico (aguas donde se encuentra la Isla de Pascua, Nueva
Guinea, entre otras). Este acontecimiento histórico nos puede explicar
el extraño poblamiento de las diferentes islas vecinas de este
continente.
Y entre las islas mas curiosas vamos a comentar sobre la Isla de
Pascua.

La Isla de Pascua.
El océano Pacífico comprende la mitad del agua marina que hay en todo
el planeta y en él hay muchos archipiélagos. Dentro de él podemos
hallar la Isla de Pascua, situada a 3.760 km de la costa de Chile y a
una distancia aún mayor de Tahití. Esta islita de apenas 160 km2 de
superficie, menos de la mitad del área metropolitana de Caracas
(Venezuela), estuvo habitada hace por lo menos 2.000 años, sin que se
sepa cómo llegaron aquí las gentes de diferentes razas, no se sabe de
dónde vinieron, ni el origen de sus adelantadas técnicas las cuales
aplicaron en gigantescas estatuas con caras hechas como las haría el
mejor escultor contemporáneo, sus pobladores actuales son polinesios.
Para llegar a esta isla en avión jet hay que volar cuatro horas y
media viendo sólo cielo y mar.

33
Si suponemos que los
antiguos navegantes, de
Polinesia en el Asia, o
de Sudamérica, no podían
viajar a más de 3 km por
hora en balsas
impulsadas por las
corrientes o en
embarcaciones movidas
por remos, habrían
necesitado no menos de
50 o más días para
arribar a esta isla.
Surge la interrogante
acerca de la causa de
que esta gente se
arriesgara en un viaje
por agua sin destino
cierto.

Las obras de
arte vistas en la Isla de Pascua inspiran la idea del misterioso
pasado de esta tierra y de sus pobladores. Es importante conocer la
verdad de esta región porque ayudaría parcialmente a explicar el
origen del hombre americano. Este lugar tiene una de las poblaciones
humanas más aisladas del planeta. Los restos arqueológicos excavados
en estratos del año 300 de nuestra era prueban que la isla ya tenía
habitantes humanos. En este estrato se encuentran vestigios de templos
edificados con piedras cortadas y talladas con simétrica precisión.
Las cuales también se le encuentran en Tahai y en Vinapu. Sus fachadas
daban al mar y una de las esculturas de basalto negro que tenían en
sus patios interiores fue rescatada y se exhibe actualmente en el
Museo Británico. Estos templos eran, además, centros de observación
astronómica. Las casas eran rectangulares, con techos de piedra unas,
y otras con techos de la hierba totora, que debió ser traída de su
lugar de origen en las márgenes del lago Titicaca y en sectores de las
costas suramericanas del Pacífico. En esta isla floreció una gran
civilización de sacerdotes, de expertos en astronomía, así como la
clase de los escultores, obras que despiertan hoy la admiración del
mundo entero. Entre un millar de imponentes estatuas, se pueden ver
algunas con un tamaño promedio de un edificio de tres pisos. Algunas
pesan 50 toneladas, tanto como 100 toros de lidia y la más alta mide
23 metros y pesa 400 toneladas. Imaginémonos una estructura de 11
toneladas sobre un edificio de tres pisos y nos daremos una idea del
esfuerzo de aquellos hombres para colocar en la cabeza de una de las
estatuas inmensos sombreros de piedra volcánica que ellos llaman
Pukao. Todo visitante puede subir al volcán Rano Rarako y ver de cerca
centenares de estatuas muchas de ellas inconclusas, tal ves debido a
sus guerras internas. En este sitio, se puede enterar del
procedimiento para hacer estas esculturas, de trasladarlas a distancia
34
de casi 25 kilómetros y ponerlas de pie en la misma cantera. Los
artistas elegían un gran peñasco sobre el cual esculpían los rostros
con troncos y brazos, pero sin piernas. Los cinceles eran de una
piedra más dura que la que modelaban y con los mismos la separaban de
la roca madre con amarras y palancas de madera. Las hacían rodar hasta
los inmensos altares a la orilla del mar, las colocaban en su mayoría
de espaldas a éste después de levantarlas con el sistema de
acumulación de cuñas de loza y piedras pequeñas debajo de sus cabezas
y cuerpos. Esta técnica podría semejarse a la de almohadas puestas
debajo de la cabeza del enfermo grave para mantenerlo sentado. Según
se cree, estas estatuas reproducían a sus antepasados y tenían un
propósito parecido al de nosotros con los monumentos al Libertador y a
otros próceres. Es digno destacar la originalidad y el estilo bien
diferente del que encontramos en las esculturas del arte aborigen
suramericano, este rasgo induce a la idea de que los pascuenses
crearon una civilización propia.

Sus signos de adelanto original los apreciamos además en las casas con
cimientos de piedra meticulosamente talladas en forma de bote. Sus
terrazas eran similares a las de los incas y a las de los timotes de
Venezuela. Hay torres cilíndricas en las costas cuyo destino ignoramos
y que nos recuerdan las que hay en el lago de Titicaca. Allá hay muros
de piedra tallada con la técnica y la habilidad de las que forman las
fortalezas de Machu Pichu y de El Cuzco.

Pertenecen a esta época como se indicara (hace 1.100 años), las


famosas estatuas de esa región, las cuales fueron colocadas en
terrazas que cubrieron la construcción del anterior período. Sus
arquitectos le rendían culto a sus ancestros. De esta segunda época
datan las casas y tumbas circulares y de piedra, como las existentes
en Titicaca. El tercer período, el actual, a partir de 1600, se
caracteriza por las estatuas talladas en madera, típicas del arte
polinesio. Sus pobladores vivían en cuevas o más habitualmente en
casas con cimientos de piedra meticulosamente talladas en forma de
bote, con paredes y techos de totora. En aquel entonces hubo guerras,
destrucción y decadencia cultural La mataá o punta de flecha de
obsidiana (un tipo de cuarzo) producida en masa, es el artefacto
manifiesto de esta época, así como las tablillas de madera con
escritura en bustrofedón, método de escribir similar al antiguo griego
en el cual las líneas se leen alternativamente de derecha a izquierda
y de izquierda a derecha. Los objetos de arte se ocultaron en cuevas.
Las estatuas, sobre altares, a la orilla del mar, fueron derribadas y
casi destruidas, y las inconclusas, en los cráteres, se preservaron
debajo de las capas de polvo volcánico en que quedaron sepultadas. Son
éstas las estatuas que conocemos y que han dado fama a la isla.
Carecen de pupilas porque se les ponían sólo cuando las colocaban en
los altares ancestrales.

El gran historiador Toynbee nos ofrece su propia versión, según la


cual la Isla de Pascua, cuando fue descubierta por los modernos
exploradores del océano, estaba habitada por dos razas: una de carne y
35
hueso, los polinesios con sus facciones mediterráneas; y otra, de
piedra, representada por estatuas cuyos escultores se desconocían.
Comenta este autor que su doble población de carne y piedra es testigo
de un pasado completamente diferente del presente. Esos escultores que
trabajaron por varias generaciones en esta tierra aislada, se
encerraban en ella para producir obras incomparables. En la isla hay
una sola playa, Anakena, que significa Agosto. Según la tradición, en
dicho mes se instaló el rey Hoto Matúa, tradición, según lo que se ha
podido saber de los escritos en tablilla, procedía del este, o sea, de
la costa sudamericana donde estuvieron los incas o preincaicas. Se
considera que la cultura de las poblaciones originales se enriqueció
con la aportada por inmigrantes posteriores.

Investigadores descubrieron que esta isla; la producción de alimentos


se redujo y la población creció en gran manera. Estos factores dieron
lugar a una crisis económica que desencadenó guerras durante las
cuales se quemaron los pocos sembrados sobrevivientes y se obstruyeron
las posibilidades de los pescadores para hacer su oficio. En estas
condiciones, el canibalismo, que quizás se practicaba de vez en cuando
en los ritos religiosos, se transformó en una necesidad. Los más
fuertes se comían a los más débiles. Según la prueba del carbono 14,
fue en 1680 cuando se registró este
suceso según el cual debió disminuirse
considerablemente la población.

A mediados del siglo XVII se les pasó la


mano en el gusto por la carne del
prójimo. La tierra la compartían el grupo
de los orejas cortas, que constituía el
proletariado de origen polinesio, y el de
los orejas largas, famosos talladores de
estatuas, de posible origen incaico, que
formaban la clase dirigente. Cuenta la
leyenda que un oreja larga mató treinta
niños y se los comió. Seis de ellos eran
hijos de un influyente oreja corta. Este
fue el detonante de la rebelión. Los
orejas largas se refugiaron en un ángulo
de la isla, cavaron un foso y en él prendieron una hoguera con la
intención de asar a los orejas cortas, pero éstos, advertidos de la
trampa, sorprendieron por la espalda a los orejas largas y los
empujaron hacia las llamas. Dejaron vivo a uno solo y lo adoptaron.
Los descendientes de éste y de los otros conviven pacíficamente en la
isla. Hasta fines del siglo XIX el canibalismo era una costumbre en la
Isla de Pascua.

Doscientos años después de la llegada de Colón, nadie en el mundo


sabía de la existencia de estos pobladores. Y fue en 1722 cuando el
holandés Rogeveen avistó la isla. Como la fecha coincidía con el
Domingo de Resurrección le dio el nombre de Isla de Pascua. La
población reducida a 3.000 habitantes, sufría la decadencia por las
36
guerras que siguieron después. Su nivel cultural había descendido, su
economía se depauperaba cada vez más y sus habitantes se convirtieron
en fácil presa de los esclavistas.

En 1862, unos invasores atraparon a 1.000 pascuenses para explotarlos


en las islas productoras de guano, cercanas al Perú. Entre los
esclavizados estaban el rey, su familia y los sacerdotes, (los últimos
capaces de descifrar los signos de su escritura). El obispo de Tahití
logró que permitieran retornar a los únicos 100 sobrevivientes, sólo
15 soportaron el viaje, pero llevaron la viruela que exterminó a gran
parte de los 111 habitantes que quedaban en 1877. Once años después la
isla, que hasta hace poco servía de criadero de ovejas, fue
incorporada a Chile. En 1956 el investigador noruego Heyerdahí pasó
seis meses en la región y llamó la atención del mundo sobre ella en el
libro que le dedicó, titulado "Aku-Aku”.<>

Los antiguos habitantes de nuestros continente, según cronistas e


historiadores, concuerdan que tenían conocimientos de navegación
marítima. Lope García de Castro, presidente de la Audiencia de Lima y
gobernador, confió al navegante Alvaro de Mendaña de Neira la misión
de llegar a las tierras australes o australianas, siguiendo las
informaciones náuticas de los indígenas. Mendaña descubrió, en su
primer viaje, las islas Salomón en 1568 y las Marquesas en 1595. Esto
demostró que durante siglos los aborígenes americanos, tuvieron el
conocimiento necesario y las embarcaciones capaces de permitirles
viajes con retorno a toda el área del Pacífico. Se cuenta también que
el Inca Tupac Yupanqui (1471-1430), abuelo de los hermanos Huáscar y
Atahualpa, recibía informaciones de navegantes aborígenes sobre las
diferentes islas. El decidió emprender personalmente la travesía, para
ello ordenó la construcción de un gran número de balsas y escogió
20.000 hombres y 12 capitanes. Su hermano Tilca Yupanqui habría sido
el almirante de la flota. Su viaje duró según, unos nueve meses; según
otros, un año Tupac regresó con negros, posiblemente melanesios,
quienes vivieron en su fortaleza cuzqueña. Se sabe que una balsa con
velas, impulsada por los vientos y la corriente marina, llegaría desde
el continente hasta la isla de Pascua en un lapso menor de dos meses.
Al noroeste de la Isla de Pascua hay otra isla habitada llamada
Mangareva. Según la tradición, a ella habría llegado un jefe rojo
desde el oeste, en canoas que no eran como las locales, en el período
de unos reyes llamados Tevere y Taroi. El recién llegado les habló de
una tierra grande, con poderosos reyes y muchos poblados. Esto lo dice
Paúl Rivet y ello da pie a la idea de que el visitante era
posiblemente el mencionado Tupac Yupanqui. Hasta la llegada de los
hispanos, esta versión fue ofrecida por Sarmiento de Gamboa.<>

El cruce de lenguas e idiomas.


Investigaciones realizadas han encontrado que diferentes asentamientos
indígenas de nuestro continente Americano, guardan gran analogía en su
sistema de ideogramas con las encontrada en la Isla de Pascua; por
ejemplo: los indios huna y catíos en Colombia, estudiados por
Nordenskiold; de los chaqués en Venezuela, estudiados por Cruxent; de
37
los indios aymará y quechua, estudiados por Ibarra Grasso; de los cuna
de Panamá, estudiados por Von Hombostel.

Sudamérica es una de las áreas lingüísticas más diversificadas del


mundo. Ha sido propuesto por el jesuíta Gilij y por otros autores, que
fue el arawaco la lengua madre de todas las demás, Gilij decía que los
idiomas existentes desde Florida hasta la Argentina tenían su
denominador común en el arawaco. A estas familias pertenecía el ahora
extinto taino de las Antillas, el primer idioma encontrado por los
europeos a su llegada en el siglo XV. Del arawaco provienen el
guajiro, el campa y el machiquenga del Perú, el mojo y el bauré de
Bolivia.

La mayor diversificación de lenguas


suramericanas con respecto a las del
norte, puede atribuirse a que en esta
región meridional hubo un mayor
aislamiento entre grupos indígenas, cada
uno de los cuales terminó por crear su
propia lengua a partir de la original.
Estos aislamientos también se pueden
observar en el Libro de Mormón, y traen
como ya se ha estado explicando,
transformación de la lengua nativa
original por un dialecto muy limitante,
pérdida de su identidad étnica e
historia (véase Omni 1:15-18).

Es posible que los emigrantes hacia el sur hicieran cola para cruzar
el istmo de Panamá y que antes de hacerlo hubieran diferenciado sus
lenguas primitivas. El chibcha de Colombia sería el puente lingüístico
entre Sur y Centroamérica ya que se hablaba desde Nicaragua hasta
Ecuador. Era el usado por la alta cultura muisca colombiana. Se habría
conectado con el Caribe a través del warao y del waica en Venezuela y
del chocó en Colombia. El caribe se habla hoy en Venezuela, Colombia,
en algunas partes de la Guayana y el Brasil. La familia lingüística
macro-ge, se encuentra entre el río Amazonas y el sur del Brasil. Se
ha sugerido que tiene nexos con el caribe y este último con la lengua
cochafita de Florida. El tupi guaraní del sur del Amazonas, también
emparentado con el caribe, tuvo una gran influencia local sobre el
portugués y el español. Las lenguas del noreste de Suramérica, que
penetraron profundamente en el continente, se pueden calificar como
incorporantes, semejantes a las esquimales y atabascanas.

La familia quechuamarán compuesta del quechua, hablado hoy por siete


millones y el aymará, hablado por un millón de personas que viven en
la zona que ocupara el Imperio Inca desde el sur de Colombia hasta el
norte de Argentina. Las lenguas andinas se podrían calificar como
aglutinantes, rasgo que tendrían en común con el finés, el turco y el
polinesio. Por último están las lenguas de tribus marginales, entre
ellas se hallan las de los patagones y los fueginos, quienes expresan
38
una o mas ideas en frases muy singulares. Por ejemplo MANIHLAPINATAPAI
significa dos personas que se miran, esperando que la otra haga algo
que las dos desean.

Los boroboros y los karajá del centro del Brasil, así como los kariri
y los yabuti del norte, tienen lenguas aislantes con características
similares al chino. En Suramérica los indígenas adoptaron palabras
portuguesas y españolas. A su vez, los europeos tomaron la de ellos en
una alimentación recíproca. Por ejemplo del taíno, el primer idioma
que los europeos escucharon en las Antillas, tomaron las palabras
canoa, cacique, maíz y tabaco. Adoptaron del quechua las voces cóndor,
pampa y vicuña. Otros términos fueron alterados, como el de caníbal
por caribe.

De la escritura en Suramérica, hay sólo dos indicios el de las tribus


Cuna de Colombia y el de las tribus peruanos-bolivianas. En ambos
casos, algunos sospechan la presencia de la influencia europea. Aún
así, está a la vista una mezcla de pictografías e ideogramas para
recitar textos religiosos en quechua y textos médico-rituales entre
los Cuna, quienes siguen utilizando sus sistema en Colombia.

Como es de imaginarse, los europeos aprendieron la lengua de los


indígenas para entenderse con ellos. Por ejemplo, el quechua se usaba
para evangelizar; el tupi, ahora extinto, fue tomado como una lengua
general por los portugueses, y el guaraní era el lenguaje oficial de
las misiones jesuitas en Paraguay, hasta mediados del siglo XVII
cuando fueran expulsados. El guaraní sobrevivió en Paraguay, donde se
habla incluso más que el español ya que es la única lengua aborigen
con status nacional.

Salvatore Gilij, misionero jesuita a partir de 1749 vivió durante 18


años con los indios del Orinoco (Venezuela), y relacionó sus lenguas
con las habladas desde la Florida hasta Chile. Este método fue de gran
valor por ser el primero en América. Cuando Gilij regresó a Italia,
publicó cuatro tomos en los que trataba sobre lenguaje, geografía,
botánica, zoología, climatología, costumbres y religión de los indios.
Habló de los piaches, que curaban con maracas y cantos mágicos, del
modo de hacer el casabe y las arepas, del cultivo del maíz, frijol,
auyama, ají, batata, ocumo, ñame, jengibre, lechosa, cambur, onoto,
patilla, yuca y piña. Describía los trajes indígenas con pectorales de
plumas de vivos colores. Los Waraos del Delta del Orinoco en
Venezuela, los yanomamis del Territorio Amazonas, aunque están
separados por una gran distancia del territorio de los chibchas,
hablan una lengua similar a la de éstos. También tenían una creencia
de que existía una vida después de ésta. Los yaruros (Apure-
Venezuela), su lengua también han sido emparentada con la quechua por
unos, y con la chibcha por otros. Con lo antes expuesto queremos
expresar; que los estudios realizados a las lenguas o idiomas de
nuestro continente Americano, se cree que tienen su origen y proceden
en mayor parte de nuestro antepasados que partieron en una
oportunidad del antiguo continente europeo y Asia central.
39
A continuación podemos
apreciar algunas
comparaciones de símbolos y
escritura entre los hallados
en América y algunos del
“viejo continente”.

Cabe acotar que la mayoría


de nuestros indígenas son
calificados o clasificados
según el factor “Diego” que
estos llevan en la sangre.
Este factor sanguíneo; muy
poco se le localiza en
cualquier americano,quien lo
posea es de origen “indio”.

Estudios hablan que este


factor sanguíneo llego a
este continente procedente
del Asia central. Y como
prueba se toma como ejemplo
la Isla de Pascua. Si existe
en el mundo una tierra
realmente aislada de las
otras, se trata de ésta Isla
en el Pacífico, famosa por
sus estatuas de piedra.

Los estudios realizados entre sus


mas puros habitantes, demuestra sus
parentesco con los polinesios y con
los amerindios. No puede dudarse del
origen asiático de la mayoría de los
americanos indígenas, como tampoco

la relación entre estos últimos y


40
los polinesios.

El “Quipo” forma de escritura peruana.

Curiosidades entre nuestros indígenas venezolanos para con otros


pueblos de América.

Según muchas tribus amazónicas, y especialmente en la Montaña


Tepumereme, donde habitaban los Tamanacos; este dios blanco conocido
como Almalivaka dio origen a la humanidad en este lugar.

Según la tradición; cuentan que esta deidad llegó durante un diluvio


en una canoa a este alto lugar, para grabar su historia. Este dios
tenía la apariencia de ser barbado, la cara color de las nubes ligeras
de la mañana, y blanca era la larga cabellera. Dijo: “Soy Almalivaka y
vengo en nombre de Ina-Viki mi padre”. Tenía poder para sanar, allanar
montes y convertir los llanos en montañas. Podía hacer que de la roca
41
sólida brotara fuentes de agua. Tuvo que marcharse y prometió volver
algún día. A continuación apreciaremos el relato original según “Mitos
Aborígenes de Venezuela” de Monte Ávila Editores:

Cerca de la sierra Encaramada, a orillas del Cuchivero. habitaron


los Tamanacos, que se alimentaban de frutos silvestres y de los
pescados que cogían en las quebradas de la sabana o entre las
aguas del Orinoco.

Al Orinoco llegaban el Suapure, el Caura, el Cuchivero y otros muchos


ríos, entregándole sus corrientes y aumentando así su poderoso caudal,
que se encrespaba unas veces en torbellinos de espuma, deslizándose
otras sobre la tierra suavemente, como una enorme culebra.

En cierta ocasión el gran río comenzó a rugir como si en su fondo


estallasen los truenos y rayos de una tormenta. Elevó después sus
aguas, se desbordó de su cauce y saltó a borbollones por encima de
las matas y de los árboles, sobre las rocas y los cerros, anegando
las chozas de las gentes y dejando cubierta toda la superficie de
la tierra. Los tamanacos quedaron ahogados por aquella gran
inundación y sólo lograron salvarse un hombre y una mujer que se
refugiaron en la altísima roca Tepu-mereme, sobre la gran
cordillera que se levanta frente al río.

Desde allí pudo ver la pareja cómo las aguas habían cambiado el
aspecto del mundo y cómo en lugar de los valles, de las palmeras y de
las ceibas, flotaban restos de troncos desgajados, rocas desprendidas,
fango y rotos bejucos entre las aguas enfurecidas del gran río, que
todo lo habían destruido y transformado. Llenos de temor, los ojos
del hombre y de la mujer sólo alcanzaban a ver el agua que se batía
contra la montaña, con un desconocido estrépito nunca hasta entonces
escuchado por las gentes. Pero cuando ya pensaban morir sobre la roca,
vieron de pronto una extraña canoa que avanzaba por encima del oleaje,
manejada por un hombre alto y fuerte, de agudos ojos brillantes como
la luz.

Era AlmalivaKa, padre de las gentes que nacerían después, el cual


traía con él en la canoa a su hermano Vochi y a sus dos hijas.
Cuando Amalivaca llegó a la encaramada, pintó sobre la roca
Tepumereme las figuras de la luna y del sol, atracó luego en una
gran caverna abierta en la montaña, y comenzó a rehacer el mundo
ayudado por su hermano Vochi, y a arreglar las aguas del río para
que volvieran de nuevo a su cauce Y Amalivaca pensó:
—Si las aguas fuesen hacia arriba y hacia abajo, las gentes no
tendrían que cansarse tanto navegando contra la corriente y
podrían subir y bajar con más facilidad.

A Vochi le pareció bien esta idea, y los dos se pusieron a trabajar


con toda su fuerza, mayor que la de ningún ser humano, para conseguir
su propósito; pero aunque lo intentaron durante mucho tiempo, no
pudieron lograrlo, y entonces hicieron que las corrientes bajasen de
42
la montaña hacia el mar y que el viento soplase del mar a la montaña,
para que no fuera tan difícil a los hombres remontar el Orinoco.

Después, Amalivaca tocó su tambor, que era una enorme piedra que
sobresalía en las llanuras de Malta, y dijo a la pareja:
—He venido de un lugar que está más allá de la otra orilla del río
y quiero que repobléis de nuevo la tierra. —¿Cómo haremos para ser
pronto tantas gentes como habíamos antes de la inundación? —le
preguntaron ellos.
—Coged los frutos de la palmera moriche y arrojadlos hacia atrás
por encima de vuestras cabezas —les contestó Amalivaca.

El hombre y la mujer buscaron la palmera de la vida, que otra vez


alzaba sobre la tierra seca su tronco floreciente, le arrancaron los
frutos y los arrojaron a su espalda, como se los había dicho
Amalivaca. Y de cada semilla, en cuanto caía al suelo, se iba formando
un hombre y una mujer tamanacos, que fueron los padres de las nuevas
generaciones.

Las hijas de Amalivaca, acostumbradas a viajar con su padre por


los ríos y caminos de la tierra, andaban siempre por la montaña y
el bosque, cortando orquídeas para adornarse el cabello; pero
Amalivaca quiso que ellas fundasen una raza de hombres y,
quebrándoles las piernas para que no pudieran seguir corriendo de
un lado a otro, las unió a los varones nacidos de las semillas del
moriche, para que fuesen origen de las gentes.

Después de aquello, el padre y salvador de los Tamanacos, el gran


Amalivaca, de ojos brillantes como la luz y fuerzas más poderosas que
las del río, se embarcó de nuevo en su curiara, remontó la corriente
del Orinoco y se marchó más allá de la otra orilla, hacia lugares
desconocidos, de los que nunca volvió. Y sus descendientes se
extendieron por la tierra y aprendieron a construir churuatas para
defenderse de las lluvias; desbrozaron los bosques para plantar sus
conucos y sembraron en ellos yuca y maíz; tejieron cestos y
chinchorros con las fibras de las palmeras, y formaron azadas y palos,
totumas y taparas, vasijas para cocinar sus alimentos y arcos y
flechas para derribar a los venados y a los manatíes.

Arrancaron el brillante plumaje de los arrendajos y de los


papagayos para adornar sus cabezas, y formaron con los huesos y
las pieles de los animales flautas y tambores para acompañar los
movimientos rítmicos de sus danzas sagradas. Los más valientes de
entre sus hombres fueron nombrados caciques por la tribu, y
llevaron a las gentes a la victoria en las luchas con las tribus
vecinas.

Así vivieron los Tamanacos y así vieron pasar durante soles y lunas
las aguas del Casiquiare hacia el gran río. Hasta que cierta vez, de
más allá del mar, llegaron unas extrañas y gigantescas canoas de forma
desconocida para las gentes, y de ellas saltaron a tierra hombres
43
pálidos y fieros, que se cubrían con cueros más duros y brillantes que
las resbaladizas pieles de los caimanes.

Eran poderosos como hijos de un espíritu y bajo el fuego de sus armas


sucumbieron los tamanacos, que poco a poco fueron desapareciendo de la
tierra y abandonando sus conucos y sus chozas a los hombres blancos de
pelos en el rostro.

No volvió a oírse en el bosque el redoble de sus tambores, ni el suave


sonido de sus flautas. Se apagaron sus gritos de guerra y sus flechas
dejaron de cruzar el aire de la sabanas.

Pero ni el huracán ni las lluvias cayendo sobre la montaña ha logrado


borrar los signos de la roca pintada que Almalivaka, padre de las
gentes, grabó como señal de su paso por la tierra en la edad de las
aguas.<>
Bibliografía consultada:
Literatura Indígena en Venezuela
Selección, estudio preliminar y notas
de Italo Tedesco (pag. 207)

Dentro de las leyendas indígenas venezolanas, también hallamos relatos


que hablan de la creación por mas de dos personas como por ejemplo
entre los pemones son Wajari y Buoka, muy similar al resto de relatos
encontrados entre los indígenas americanos.

EL FUEGO
La necesidad de fuego, en un principio; al parecer fue una necesidad
muy manifiesta. Pareciere que un tiempo entre los primeros amerindios
no tenían entre ellos este elemento, pero si tenía conocimiento de sus
existencia. Existen mitos y leyendas muy curiosas entre estos antiguos
habitantes, la podemos hallar entre: los guajiros, mayas, huichol,
yanomamis, etc. Es muy curioso también; que aquellas personas que
llegaron a este continente conocidos como el pueblo jaredita, no
trajeron fuego con ellos. Lo conocía pero lo no lo tenían consigo al
principio.<>

Otros Testimonios
El explorador de la cultura maya. John Lloyd Stephens, dio a conocer
por primera vez las maravillas de la antigua civilización americana en
1841 en su libro Incidenis of Trauel in Central América, Chiapas. and
Yucatán, (Incidentes de un viaje por Centroamérica, Chiapas y
Yucatán). Doce años después de la publicación de El Libro de Mormón,
llega a las manos de José Smith uno de estos ejemplares, su entusiasmo
fue mayúsculo y expresó: "Es maravilloso contar con la ayuda del mundo
para lograr tantas pruebas .. . ¡Quién hubiera soñado que doce años
servirían para desarrollar un testimonio tan incontrovertible del
Libro de Mormón!" (Times and Seasons, 15 de septiembre de 1842. pág.
914-915). Lo que el Profeta aparentemente no sabía era que tres siglos
atrás, los españoles que llegaron al nuevo mundo buscaron una
44
respuesta al misterio del origen de los indios americanos, no en los
restos de las antiguas ciudades sino en las tradiciones de los
aborígenes. La evaluación de esta obra primitiva es interesante a la
luz de lo que enseña el Libro de Mormón.

El español encontró en el hemisferio occidental un pueblo


completamente diferente, y se mostró naturalmente curioso acerca de su
cultura, historia y antepasados. Varios soldados y misioneros
católicos investigaron la historia de la antigua América examinando
manuscritos nativos e interrogando a los mismos indios. Por más de dos
siglos la mayoría de sus obras permanecieron sin ser publicadas,
juntando polvo en los archivos europeos. Ninguna de éstas estaba a
disposición en inglés durante la traducción del Libro de Mormón y muy
pocos de sus escritos fueron impresos en español. ¿Qué aprendieron los
españoles del siglo XVI de las tradiciones de estos antiguos
habitantes americanos? Las fuentes de información más fidedignas y
aquellas que datan de muchos siglos antes de la conquista, contienen
leyendas que indican que las tierras que están más allá de los mares,
son el lugar de origen de los progenitores de los habitantes de
este Nuevo Mundo que descubrían los españoles. Muchas tradiciones
precolombinas mencionan inmigrantes transoceánicos.

Cuando se encontró por primera vez Cortés y Montezuma, este último;


(según se encuentra anotado en la segunda carta del conquistador al
rey Carlos V), dijo:
"Sabemos, pues así nos lo dijeron nuestros antecesores
que somos extranjeros y que hemos llegado aquí de tierras
muy distantes. Sabemos que nuestros antepasados fueron
traídos aquí por un señor a quien le debían lealtad,
el que después regresó a su país natal... Siempre
hemos creído que sus descendientes vendrían a conquistar
esta tierra... Por lo que decís de que procedéis del lugar
de donde sale el sol, y que aquel gran señor o rey
os ha enviado aquí, creemos por cierto que se
trata de nuestro legítimo señor."
{Cartas y Documentos, Hernán Cortés,
México. Editorial Porrua. 1963, pág. 59.)

El testimonio de Moctezuma fue corroborado por varios frailes


católicos, quienes por muchos años recopilaron material sobre la
historia de los “indios” tales como Landa, Duran, Sahagún y
Torquemada. Otro franciscano, Bernardino de Sahagún, dedicó 60 años a
recopilar material sobre la cultura azteca el que organizó en doce
lomos. No solamente aprendió varios idiomas nativos sino que también
contaba con numerosos “indios” versados que interpretaron para él los
antiguos escritos y grabados. Sahagún relató en dos oportunidades de
las gentes que cruzaron el mar en embarcaciones, hasta llegar a las
costas de México. Uno de los grupos era el de los huastecas: "Se dice
que aquellos que llegaron... hasta las costa de la tierra llamada
México...lo hicieron en embarcaciones: cruzaron el mar".
(Historia general de las cosas de la Nueva España, por fray
45
Bernardino de Sahagún. libro 10. Traducido por Arturo J. O.
Anderson y Charles E. Dibble en Florentino Codex, Santa fe,
Nuevo México, la Escuela de Investigaciones Americanas
y la Universidad de Utah. 1961. pág. 185).

El otro grupo fue el de los méxicas que relatan: "En el distante


pasado, ...los primeros en venir... aquellos que vinieron a reinar en
esta tierra vinieron sobre las aguas en embarcaciones; en muchos
grupos (Ibid. Pág. 190).

Los relatos de Torquemada y Sahagún son básicamente similares, aunque


incluyen detalles diferentes. Los tres pasajes citados proveen la
información esencial de los pueblos que vinieron cruzando el mar. Fray
Bernardino también se refiere a una antigua raza blanca en su sección
sobre los primeros totonacas: "Todos los hombres y mujeres son
blancos, con caras de buenos rasgos y proporcionadas, y de buena
figura" (Historia general de las cosas de Nueva España, volumen 3.
pág. 202).<>

Algunas profecías
Sobre este continente “América”.
Según nos relata el Libro de Mormón, hubo
otro grupo Judío a parte de la familia de
Lehi, que también recibió una promesa del
Señor de habitar en una tierra de libertad;
sí, una segunda colonia judía acaudillada
por Mulek, uno de los hijos del Rey
Sedequías gobernante de Jerusalén. Según
datos históricos de La Biblia, todos los
hijos de este Rey fueron asesinados (2Reyes
25:7), pero según el Libro de Mormón, al
parecer uno de esos hijos fue preservado.
Aproximadamente para los años 589 a.C.,
Mulek, fue conducido a este continente. El
Libro de Mormón da testimonio de esto en
los siguientes versículos: Hel. 8:21; Mos.
25:2, 13; Hel. 6:10. A este grupo se le conoce como Mulekitas, aunque
esta definición no aparece en el Libro de Mormón.

Cuando Lehi salió de Jerusalén, Sedequías ya llevaba un año en el


poder. De acuerdo a esas migraciones israelitas hasta ahora conocidas,
llegaron a nuestro continente descendientes de: Manases por parte de
Lehi, de Efraín por la de Ismael y de Judá por la de Mulek.

Otros gentiles a parte de los españoles fueron conducidos años después


a este continente Americano, había un propósito en éllo según la
sabiduría del Señor. Como por ejemplo el que se encuentra en el Libro
de Mormón capitulo 30 del Segundo Nefi. Mormón en su libro también nos
comenta; que los gentiles fueron bendecidos, pero abusaron de su poder

46
y dominio en estas tierras, por eso el Señor les exige que se
arrepientan, porque sino serán castigados. Observe Mormón 5:19-24.

Según hemos aprendido, el Señor también utilizó a los gentiles para


castigar a su pueblo por su desobediencia, podemos apreciarlo en el
libro primero de Nefi capítulo 13 versículos 10-11, 30-32 (2Nef.
10:18).

Hay una gran promesa que el Señor ha declarado sobre esta maravillosa
tierra de América:
“Y esta tierra será una tierra de libertad para los gentiles; y no
habrá reyes sobre la tierra que se levanten sobre los gentiles. Y
fortificaré esta tierra contra todas la otras naciones. Y el que
combata contra Sión perecerá dice Dios. Porque quien levante rey
contra mí, perecerá; pues yo, el Señor, el Rey de los cielos, seré
su rey, y eternamente seré una luz para aquellos que oigan mis
palabras.
(Libro de Mormón 2Nefi 10:11-14). Lectura complementaria
3Nefi 20:15-16.

El Señor también manifestó que según le seamos obedientes, nos


acordemos de Él y rechacemos la iniquidad, las bendiciones hechas a
esta tierra de promisión, serán nuestras. Partes de esas promesas las
podemos hallar en Éter 2:10, 12 y 1Nefi 1:7. Al profeta José Smith le
fue revelado que toda América será Sión (Enseñanzas del Profeta José
Smith pág. 449). A Éter; también le fue revelado que la tierra que
estaban habitando sería edificada la llamada Nueva Jerusalén (véase
Éter 13:3-4,6,8).

En el capítulo 8 de Éter, su introducción da una advertencia a los


gentiles modernos (los que habitan en América), acerca de las
combinaciones secretas que tratarán de destruir la libertad de las
naciones de esta tierra. Ese alerta lo hayamos en los versículos 22,
23, 24, 25. (se puede complementar con 3Nefi 6). Moroni, viendo las
calamidades que le sobrevendrían a los gentiles sino se arrepentía,
oró por ellos, para que tuvieran caridad y aceptarán estas santas
escrituras al momento en salieran a la luz, esto lo podemos observar
en Éter 12:23,36-37.
<>

NOTAS COMPLEMENTARIAS FINALES


Añadiendo un poco mas de información, en cuanto a las diferentes
lenguas indígenas que se hablaban en Centroamérica, el historiador
Norman Mc Kuown, informa que se hablaban un promedio de veintisiete
lenguas mayenses y fuera del territorio, mas hacia el norte de
Veracruz (México), se hablan otras mas como el huasteco. Este grupo de
lenguas, quizás forma parte de un grupo mayor, que a su vez está
emparentado con otras grandes divisiones lingüísticas de América. Se
dice también que la diversificación de estas lenguas se inicio a
partir de un primer grupo ubicado en los altos de Guatemala,
aproximadamente 1800 a.C., y en algunas de estas lenguas se
47
escribieron los libros indígenas coloniales, lo cual puedo lograrse
gracias a la extraordinaria labor de los primeros misioneros
españoles; estos por necesidades de la evangelización, adaptaron los
caracteres latinos para representar los sonidos de las lenguas
mayenses principalmente y se inventaron símbolos especiales para
glotalizar consonantes, que no existían en español, como la CH`, la
DZ, y la P´. <>

Es interesante destacar que las conclusiones de este historiador,


Norman Mc Kuown, curiosamente cuadran con la llegada de los jareditas
a estas tierras centrales de América. Nuestras lenguas indígenas,
tienen características muy especiales, que solo podría ser entendidas
a plenitud entre ellos; hacer una traducción literal de los que ellos
deseaban expresar al hablar, se hace muy difícil, pues muchas veces no
existe en español tal concepto o interpretación. Por ejemplo
MANIHLAPINATAPAI significa dos personas que se miran, esperando que la
otra haga algo que las dos desean. Es por eso que en muchas
oportunidades encontramos El Libro de Mormón, versículos que expresan:
no se pudieron escribir todas las cosas que se hablaron, o que vieron
cosas tan especiales, que no hallaron palabras para expresarlo.

A continuación vamos a apreciar una canción piaróa (indígenas


venezolanos), y observaremos en esta lo hermoso de su poesía.
“Si tú me miras
soy como la mariposa roja;
si me hablas
soy como el perro que escucha;
si me amas
soy la flor, que se calienta
entre tus cabellos.
Si me rechazas
Soy como una canoa vacía
Que boga por el río
Y los peñascos destrozan.”(Literatura Indígena en Venezuela, pág. 14)

Como nota de interés; podemos agregar que el Señor confinó a los


descendientes de Jared a vivir en las tierras que hoy conocemos como
América central incluyendo Méjico. No permitió su propagación mas
hacia el sur del continente y para eso se valió sus creaciones y
medios naturales. Esta referencia la podemos encontrar en el capítulo
9 de Éter en los versículos 31 al 33.

En uno de los libros mayas de Chilam Balam de Tizimín, hace referencia


a un acontecimiento histórico parecido que vivieron sus antepasados; y
dice lo siguiente:
“Los mas temibles, los de mayor pena por el temor de muertes
inesperadas y peligros de ser devorados por el jaguar. En ellos
todo era malo: mordeduras de serpientes venenosas en el monte y
golpes de ranas ponzoñosas a los hombres según decían”

48
Solo un sobreviviente quedaría vivo de ese maravilloso pueblo
jaredita, que sería encontrado posteriormente por la gente que llegó,
de la antigua Jerusalén que también se estableció en este continente
(véase Éter 13:20-21; Omni 1:20-21).<>

Lima , Perú 18 abril 2005


Descubren en Caral nombre de rey Jaredita
“LAS SAGRADAS ESCRITURAS DEL SANTUARIO DE CARAL “
SUPE – PERÚ
PRIMERA PARTE
El parque arqueológico de Caral, se encuentra ubicado al margen
izquierdo del rió Supe, provincia de Barranca, Región Lima, a unos 28
y 25 Km. De la carretera Panamericana Norte Km. 159 (Vegueta) y 182
(Supe); este histórico lugar, por el hecho de haber presentado un
conjunto de templos piramidales, correspondió a un gran santuario, que
aun ahora esconden escrituras de carácter religioso, con motivos
arábigos, hebreo, fenicio, egipcio, latino, e ingles, que presagian
mediante palabras, nombres y oraciones, cambios geofísicos que
acontecieron y acontecerán en el planeta tierra el 23.

Las siguientes predicciones han sido descubiertas e investigadas sus


contenidos y traducidas al lenguaje nuestro por el licenciado Eduardo
V. Fernández y Gestro, responsable del Museo experimental de historia
y arqueología, de la I.E. “Luís Fabio Xamar Jurado”; otros de estos
contenidos lo ha tomado en cuenta tal como son. Algunos de estas
escrituras son las siguientes:
1.- “Abran corazón a la verdad y perfecta luz de Dios”, si”
2.- “Luz volver, mar habré”
3.- “Sálvense 23”
4.- “Vamos mira 36,144, 23.”
5.- “XI. 1217, 144, 23, Riudh PAPIRU es luz perfecta
6.- “Si araD YE a32”
7.- “32 si añaps”
8.- Si es EUROPEYA.”
9.- “28.791-14.4 23.”
10.- “EL PI 3 Z 7, 3 7, 2 2”, etc.
Así mismo es importante el descubrimiento del posible nombre de un rey
de origen hebreo llamado descendiente de los Jareditas de la “Torre de
Babel” que en tiempo milenario inmigraron a América según escrituras
Escritura del Libro de Mormón. En Caral, el nombre “CORION4Mr ó
CORIONTUMr”, expresa a manera de mensaje lo siguiente:
“Su corazón sobre la tierra conoce la luz perfecta de Dios, el 21
Volverá”
Se debe entender que el nombre CORION4M, la segunda letra es O
cambia por A y el numero 4 cambia por las letras T Y U, vale decir

49
CORIANTUMr, desprendiéndose de ello el símbolo < 2. 4 A 4, que
leído en la forma fenicia es 23.
Otro dato encontrado es el nombre de nacimiento del patriarca
hebreo “Abram” así mismo la imagen de “Jesús que se muestra
arrodillado frente a una roca (nombre figurativo dado a Cristo),
llevando a la altura del vientre la palabra APU, que significa
“Señor, Dios” y junto a Él se ubica Judas, dándole el beso de la
traición.
Esta comunidad conocía la yegua al cual llamaban “MARE”, así mismo
conocieron el caballo, elefante, cerdo, conejo, cuy, venado, ardilla,
pato, etc.

Hombres y mujeres muestran ser de etnia semítica (blanca) cuya


sociedad asemeja ser de reyes, pues un niño(príncipe), cuyos padres el
monarca y reina embarazada, muestran coronas sobre la cabeza
protegidos por el perro espiritual de pelaje anaranjado, que a la vez
corona la llegada del PACHA-KUTEJ en forma de cometa que representa el
espacio (3) y el tiempo (5), cuya cabeza y cola a manera de torrentosa
agua arrastran animales como el caballo y seres humanos, algunos de
los cuales yacen en la profundidad al lado del cuchillo (semejante al
Lanzón Monolítico de Chavin y Lambayeque), cuya punta se hunde en la
frente de una cara humana, que a la vez es la boca del perro
espiritual, asemejando salir de ella un rayo de luz que ilumina la
sien del rey, reina, príncipe y la profundidad del agua.

Hecho enigmático es ver un ser humano dentro de una especie de


vehículo, que asemeja llevar un casco sobre la cabeza que le cubre la
cara de manera transparente, llevando en sus frente las letras N y Z
(símbolos del planeta Júpiter y del satélite Ganímedes) y sobre su
espalda algo como una mochila; sus manos asemejan manejar mirando al
frente; su estado anímico es de tranquilidad; el otro ser humano que
muestra un rostro deforme y con anteojo mira arriba y desesperado como
si le faltara aire y en posición de rezo; de la barbilla le sale el
numero 12, de la boca el 23, de la nariz las letras N Y Z y del ojo
izquierdo la A o también la palabra ZALVC4 y a partir de su frente la
palabra MOVIL. Ese rostro refleja con espanto el 36, 14.4 y el 23, así
mismo el 21 y las palabras a manera de auxilio sálvense de la tierra
con MOVIL.

En el sentido cósmico el 21 simboliza a RA (sol), como portador de la


trinidad cósmica: Energía, materia, espíritu (EME). Muy aparte de esta
interpretación, el símbolo RA y el valor del espacio solar de 1 hora,
también se muestra IN SITU en Caral.

En aritmética astral, si tomamos el valor de PI. 3 Z 7 y 3 7.22 en


relación con el valor de RA, entonces se obtiene el valor espacio de
una hora y las 24 horas solares, obteniéndose de estas la unidad de
patrón de medida universal equivalente a 86.4 cm. Vale decir que en
Caral existió un cronometro solar de espacio (3) y del tiempo (5), que
guardaba la relación con el valor de PI. Y que posiblemente a esta

50
pirámide podrían haberla llamado Luz de Dios, por estar impreso el
símbolo del Dios supremo (1).

El 21 es su sentido cósmico también se simboliza el tiempo 2001; si de


estas cifras tomamos en cuenta la trinidad cósmica (EME), el símbolo
de la unidad apocalíptica bíblica(144.000) , el diámetro del satélite
Ganímedes (Z) del planeta Júpiter (N) que es de 5.150 Km. Y el valor
del diámetro de la tierra es de 12.760 Km., todas estas cifras
operadas en aritmética cósmica resulta 28.791 (36), la mitad de ello
14.400, corresponde al recorrido orbital de PACHAKUJET en años tierra
que vino y vendrá. La Biblia lo llamo ESTRELLA AJENJO y Nostradamus
HERCOLOBUS y que según las predicciones en Caral esta prevista su
llegada para el milenio de la presente ERA ACUARION.

El ultimo maremoto al sur de Asia, las constantes y notorias


perturbaciones climáticas, los terremotos, huracanes, el mayor brillo
de las estrellas y planetas, las extrañas epidemias, etc. que vienen
aconteciendo en el planeta tierra ¿acaso no es verdad? ¿Acaso no
guardan relación con los presagios antes dichos? Las predicciones
escritas en Caral, en medida cósmica es tan igual a las de Piura,
IDEM. Augurio de la gran pirámide del Egipto, etc.…

Sobre los posibles nombres físicos astro espiritual de Caral


De acuerdo a las investigaciones realizados por el autor, se plantea a
manera de hipótesis, los posibles nombres que habría tenido Caral,
dentro de su proceso histórico, veamos:
• En su carácter terrenal pudo haber sido llamado en sonido
Fenicio AÑAPSE que significa tierra de conejos, por la
abundancia de estos roedores que posiblemente al igual que el
cuy, llegaron a multiplicarse en el lugar, pues de ellos hay
testimonios IN-SITU en Caral, salvo que esto se trate de una
remembranza Fenicia a la península ibérica Europea, al cual
llamaron Hispania.
• En su carácter espiritual, pudo haber sido Kara que significa
en sonido egipcio reencarnación, vale decir la función de KA ó
omnisciencia divina del monarca fallecido al nuevo ser
(príncipe) que debía gobernar, en relación con la STC. De la
luz dorada del sol (RA). Este ritual de influencia egipcia lo
realizaba una casta.<>

Respuestas que podemos hallar en el libro de Éter


1. Nosotros podemos conocer la verdad tal como Dios la conoce.
2. ¿Cuan a menudo y con rapidez recibimos las bendiciones del
Señor?.
3. Lo que debemos hacer, en el cumplimiento de los tiempos.
4. ¿Qué razón habría para que alguien no recibiera revelaciones?
5. ¿Por que las personas piden respuestas y pareciere que no las
recibiera?
6. ¿Será, que no estamos preparados para recibir una respuesta?.
7. El Señor prueba la fe de su pueblo.
51
8. Son necesarias y benéficas todas la pruebas, que enfrentamos.
9. Es necesario hacer todo lo que esté a nuestro alcance, a fin de
recibir las bendiciones del Señor.
10. Aplicando la forma como enfrentaron los hombres de Dios sus
adversidades e infortunios, podemos resolver y sacar adelante
los nuestros.
11. Cristo es nuestro Salvador y redentor.
12. Las profecías concernientes a este continente y los gentiles.

En el libro de Éter apreciaremos; como los pueblos pueden ser


bendecidos por su obediencia y cumplimiento de los convenios con el
Señor. Veremos su prosperidad. También vamos a apreciar que el orgullo
del hombre natural, su vanidad y ansias de poder; pueden conducir a la
destrucción de todo tipo de paz. De como las combinaciones secretas
pueden acelerar la destrucción espiritual del hombre y destrucción de
naciones enteras.

Con estos últimos comentarios hemos finalizado nuestro inesperado


viaje por estas maravillosa tierras de América. Espero que este
material haya sido de verdadero interés histórico para todos vosotros.
Gracias por su atención y nos veremos en otro oportunidad con un
material similar.

Y lo mas importante..., dirigido muy especialmente a los habitantes de


este continente o aquél que busca la verdad de las cosas con estas
palabras:
Moroni 10:4-5
“Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que
preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no
son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con
verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la
verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo.”

“Y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de


todas las cosas.”

52
Al meditar sobre estas cosas es maravilloso el sentimiento que nos invade. Es
bueno saber que existe testimonios históricos, que han quedado y sobrevivido a
el tiempo y a la destrucción desmedida del hombre por los hallazgos arqueológicos.
la América toda es una promesa de libertad y bendiciones a todos aquellos que
abran sus corazones a creer y vivir esos principios eternos.
Recordar que la actitud con que asumamos estas cosas, son las que dejarán y
darán a cada uno de nosotros el testimonio, de que el Señor ha
obrado sabiamente, y de que nosotros podemos volver a su presencia
si ponemos en práctica sus enseñanzas y ordenanzas salvadoras;
igualmente deseo expresar que solo aquel..., que busque la verdad
la hallará, y es solo a través del ojo de la fe que podrá hacerlo.
Verá lo que el ojo humano no puede.., y sabrá que la base de todo es el
amor.., el hacedor de todo y por lo cual todo fue hecho.

ABREVIATURAS UTILZADAS
A Aymara
G Guaraní
M Maya yucateco
N Náhuatl
Q Quechua (transliteración según las normas del quechua de
Ayacucho). Se incluyen palabras de posible origen aymara,
pero incorporadas al idioma quechua.
T Voz de origen taino
Tzut Tzutuhil
AMG Ángel María Garibay, "Vocabulario de las palabras y frases en
lengua náhuatl que usa Sahagún en su obra", en fray
Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva
España, México, Porrúa, 1979, 911-963.
DSF Diccionario de San Francisco [maya yucateco, siglo XVII], ed.
Osear Michelon, Graz, Akademische Druck u. Verlagsanstalt,
1976.
JLU Jorge L. ürioste, "Glosario-índice del quechua de Waman
Puma", en Felipe Guarnan Poma de Ayala, El primer nueva
coránica y buen gobierno, ed. John V. Murra y Rolena Adorno.
JS Jaroslav Soukup, Vocabulario de los nombres vulgares de la
flora peruana, Lima, Colegio Salesiano, 1970.
53
LB Ludovico Bertonio, Vocabulario de la lengua aymara (1612),
Cochabamba, CERES-IFEA-MUSEF, 1984.
PCh Pedro Clemente Perroud/Juan María Chouvenc, Diccionario
castellano kechwa-kechwa castellano, Santa Clara (Lima),
Seminario San Alfonso, 1970.
RA Rene Acuña, "Voces indígenas", en Relaciones geográficas del
siglo XVI: Guatemala, México, UNAM, 1982, 339-342.
RS Rémi Simeón, Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana,
México, Siglo XXI, 1981, 2da. ed.
MIR301pág. = Manual Instituto de Religión 301 Pág.
MIR121-122pág= Manual Instituto de Religión 121-122 pág.
DSTIIIpág. = Doctrina de Salvación Tomo III Pág.

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GLOSARIO
ABA v. avá
ABACUS PERUANO: Son piedras en las que están talladas casillas a
distintos niveles. Han sido estudiadas por Wassen. Existen en
dibujos en el libro de Huamán Poma. Se cree que servían para
cálculos. También los menciona Nordenskiold en su obra.
ACHACALLA (¿Q?). Diablo (según el contexto). No hemos dado con una
etimología convincente. Posiblemente tenga que ver con
qacha (Q), sudo.
ACHCAUHTLE (N achcauhtii). Primero, jefe, capitán (AMG).
AÇUA v. aswa
AH TZIH UINAK (Tzut). Maestro, sabio (RA).
AH TZIQUINI HAY (Tzut). Señor de la casa del pájaro (RA).
AH UCHAN (Tzut). Orador (RA).
AIRA(Q). Danza. Antecedente, sin duda, de los actuales qayra o ayla,
danzas colectivas en las cuales culmina la limpieza de las
acequias (Ayacucho).
AJI (T). Capsicum (JS). Varias clases de frutos carnosos picantes.
AMAC TZUTUHILE (Tzut). Pueblo de tzutuhiles (RA).
AMATE (N amatl). Papel autóctono de origen vegetal (cactus, corteza,
etc.).
ANANSAYA v. hanansaya
ANDE (Q anti). Gentilicio que designa a varías colectividades arawak
-como los campa— que poblaban y pueblan la zona que
correspondió al cuadrante alto-amazónico —Anti-suyu—
del territorio incaico. La cordillera "andina" deriva de su
de los anti.
APO, v. apu
APU (Q). Gran señor, en la nomenclatura incaica.
AQUILLA (Q). Vaso de plata o de oro (PCh).
ARABUCO (de origen probablemente peninsular, pero de trayectoria
americana). Lugar cubierto de malezas y breñas.
AREITO (voz de origen antillano). Danza-canto ritual. Se emplea a
menudo para "traducir" los términos locales que se refieren
a prácticas análogas.
54
ATAOGUALLPA (Q atauwallpa). Gallo. Hoy, wallpa es una de las voces
que nombran la gallina.
ATUN v. hatun
AUASCA (Q. au-afqa). Participio pasado de awa-, tejer; tejido
corriente.
AUQUI (Q auki). Príncipe; nombre del oficiante en cienos ritos
andinos.
AVA (G). Hombre.
AYA (Q). Cadáver.
AYLLO (Q ayllu). Linaje.
AYLLO (Q). Boleadoras (PCh).
AYMARAES (pl. de aymará). Aymarás. Miembros de la etnia
mayoritaria en el altiplano que comparten, hoy en día, Perú y
Bolivia. A raíz de la larga convivencia entre colectividades
quechuas y aymaras, su cultura (y el léxico de los idiomas
respectivos) ostenta muchas convergencias.
AZUA v. aswa
BACA v waka
BAGAHOL: “El que hace a los hijos”.
BILCA v. willka
BOHÍO (T). Casa indígena (zona tropical).
BUJIO v. bohío.
CACAO (M). Cacao.
CACIQUE (T). Señor local. Con esta voz antillana se designaba, en el
español colonial, a los señores indígenas de cualquier área.
CALEL (Tzut). Principal del barrio más importante (RA).
CALPISQUE (N calpixqui). Intendente, mayordomo (RS).
CAMARICO (Q). Obsequio.
CAÑAGUA (Q kañawa). Chenopodium pallidicaule (JS). Cereal altiplá-
nico, parecido a la quinua.
CANA. Gentilicio andino (cf. actual provincia de Canas, Cusco).
CANOA (T). Canoa.
CAPAC (Q qapaq). Título del Inca reinante; poderoso.
CAPACOCHA (Q qapaqocha). Rito incaico [véase Pierre Duviols, "La
Capacocha", Allpanchis (Cusco), vol. 9, 1976, 11-58].
CARAISES v. karaí.
CARAPA (Q). Derivación de qarapa-, volver a brindar alimentos. Sin
duda prestación de servicio alimenticio.
CARGUA (Q qarwa). Color entre rojo y amarillo, amarillento, seco.
Cargua muqui, "polvus amarillos".
CATAURE (Trujillo, Ven.). Cesta rectángula con tapa, generalmente
pequeña, de mimbre, caña o junco trenzado que se usa para
recoger frutas o guardar alimentos (DV).
CHÁCARA v. chacra
CHACHAPOYA. Gentilicio andino (cf. actual departamento de
Chachapoyas).
CHACRA (Q chakra). Tierra de cultivo.
CHALCHIHUI chalchihui, v. chalchihuite.
CHALCHIHUITE (N chalchíhuitl). Piedra verde de varias clases:
esmeralda, jade, jadeíta, cristal verde, etc. Signo de todo lo
precioso, rico y bello (AMG).
55
CHIA (N). Planta cuya semilla sirve para sacar aceite y da, en
infusión, una bebida mucilaginosa muy agradable, nutritiva y
refrescante (RS).
CHICA (voz de origen caribeño). Bebida fermentada a base de gérmenes
de maíz, ciertos frutos etc. que nombran, en el Perú, las
voces autóctonas aswa o aqa (Q).
CHICHIMECA (N chichimécatl). Nombre que se refiere en primer lugar
a las tribus nómadas del norte que vivían de los productos de
la caza, luego a los toltecas que se habían mezclado con
ellos. El señorío de Tetzcoco fue fundado por un caudillo
chichimeca, Xólotl.
CHICHIMECATEUHCTLI (N). Caballero chichimeca (cf. teuhctli). Título
del rey de Tetzcoco.
CHIMBO Q chimpu). Señal para animales, insignia, señal de lana,
bolilla de colores (PCh).
CHINCHAYSUYO. Cuadrante NO del territorio incaico (costa N desde
Chincha, centro y norte del Perú actual. Ecuador, etc.).
Gentilicio correspondiente.
CHIRAPA (Q). Lluvia con sol.
CHIVANGUAY, chivanvay (Q chiwanway). Flor colorada o amarilla.
Crece en los montes secos (PCh).
CHOLO (voz andina). Se emplea para designar a los descendientes no
campesinos de los indios; mestizo, etc.
CHONTA (¿Q?). Bactris cetosa ciliaba (JS). Tipo de palmera que tiene
una madera negra muy dura (JLU).
CHULLPA (Q). Tipo de tumbas incaicas, generalmente circulares.
CHUNCHO (Q). Nombre genérico que se aplica a los indios de la selva.
CHUÑO (A cchuñu). Papas curadas al hielo de noche, y de día al sol
para que salga el aguaza que tienen, y la sacan pisándolas
(LB).
COCA (Q kuka). Erythroxylum coca Lam. (JS). Planta sagrada
(arbusto) de los Incas. La masticación de sus hojas produce una
sensación de bienestar que favorece los momentos rituales y de
trabajo.
COCHA (Q qocha). Laguna.
COLHUA (N). Habitante de Colhuacan.
COLLA. Cuadrante S del territorio incaico (altiplano quechua-aymara,
Chile). Sus habitantes.
COLLO (Q kuliu). Medida y el recipiente correspondiente.
CONDESUYU (Q Kunti-suyu). Cuadrante occidental del territorio
incaico. Sus habitantes.
CONIBO. Grupo étnico paño de la selva peruana.
COYA (Q qoya). Esposa del Inca, princesa.
CU o CUE (del maya qu, divinidad). Templo. Voz usada por muchos
cronistas españoles de la conquista de México.
CUMBI (Q kumpi). Tejido fino con muchas labores (PCh).
CUMBICAMAYO (Q kumpi-kamayoq). Persona encargada con el tejido
de los cumbis.
CUNBE, v. cumbi
CURACA (Q). Autoridad étnica local (JLU).
CUSHMA. Túnica de los campa y otros indios de la selva peruana.
56
CUY(e) (Q qowi). "Conejillo de Indias".
GAGAVITS: “Cerro de fuego”.
GEKAQUCH: “Buitre negro”, es el ave conocida con el nombre vulgar de
Zopilote o zamuro.
GAMONAL (origen incierto). Voz que designa, en el Perú, a los grandes
latifundistas que dominan, al modo "semifeudal", la economía,
la política y la justicia de su zona.
GIRON-GAGAL. “El Envoltorio”, símbolo del poder y la majestad, la
piedra cuidadosamente guardada que, según se lee mas adelante,
hacía que los demás pueblos temieran y respetaran a los quiches.
KATÚN: “Quemado o nacido el día”
KABELARDKA Piedra de sacrificio (Pr.vc.5766653).
LENGUA HITITA: Lengua indoeuropea de la extinguida civilización
hitita, que pervive en las inscripciones cuneiformes de unas
estelas encontradas en excavaciones de Asia Menor, en la región
que ocupó la antigua Hatti. El hitita, el luvio, el palaico (los
tres fechados antes del primer milenio 1000 a.C.), así como el
lidio y el licio (éstos dos entre los años 500 y 200 a.C.)
forman la subfamilia anatolia, de las lenguas indoeuropeas. Al
norte de Hatti, en la región llamada Pala se hablaba el palaico;
el luvio tanto en Arzawa al oeste, como en Cilicia, al sur; el
lidio se hablaba al noroeste de la región de Anatolia, y el
licio, que procedía del luvio, en el suroeste. Los hititas
llamaron a su lengua nesio, más tarde nesa, como la primera
ciudad donde se asentaron, que estuvo cerca de la actual
población turca de Kayseri. Los textos hititas de escritura
cuneiforme datan del 1600 a.C. y son los escritos más antiguos
que se poseen de una lengua indoeuropea.
MARINA: También conocida como Malintzin, es una mujer que acompañó a
Cortés y le sirvió de intérprete. Pertenecía a la tribu
Tlaxcalla aliados de los españoles.
NACXIT. Conocido también como Quetzalcoatl. El Gran Padre, Señor de
todo.
NAHUALES. Eran los genios protectores de los “indios”, pero en este
lugar tiene esta palabra la acepción de los varones prudentes.
Mas adelante se llama Nahuales a los dioses de las tribus.
PALLARES: Los dibujos geométricos sobre frijol -faseolus lunatus-
existen sobre cerámicas Moche y también sobre tejidos de
Paracas.
QUIPOS: Significa “nudo”. Es una serie de cuerdas de algodón o lana
con diversos nudos colocados con distancias que representan
unidades, decenas, centenas y millares. Según la forma del nudo,
éste representa números del 1 al 9.
QUILCA, QUELLA: Significa pintura en quechua. Existían en Cuzco –
Quilca - Puquincancha que eran tablitas pintadas, pero se
perdieron.
TOPACO: Aparentemente éste representa la auténtica escritura peruana.
La palabra Topaco significa vestidos de reyes con muchos adornos
y dibujos que parecen escrituras. Son cuadros de dibujos
geométricos sobre tejidos, en líneas o cuadrados, con 100 o más
cuadros También aparecen sobre “cueros” o vasos sagrados.
57
TULÁN: La ciudad prehistórica, centro de distribución de todas las
tribus de México y la América Central.
XAHILA: de Xah, bailar, probablemente eran los bailarines que
ejecutaban las danzas sagradas. Estas familias eran las
primeras del pueblo cakchiquel.
ZACTCAUH: “Montón blanco”, cerro de nieve.
ZIBAQUIHAY: “Casa de zibaque”, el meollo de un junquillo con que se
hacen petates.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Literatura Maya
Fundación Biblioteca Ayacucho

Testimonios, Cartas y Manifiestos Indígenas


Fundación Biblioteca Ayacucho

La Santa Biblia
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569)
Revisada por Cipriano de Valera (1602)

La Trilogía (Libros Canónicos)


Publicación de La Iglesia de Jesucristo de los SUD.
Versión 1993.

Incógnitas del Nuevo Mundo


Por Miryam Cupello

Cristo en América (folleto)


Por Elder Mark E. Petersen/Publicación de La Iglesia de
Jesucristo de los SUD.

Liahona /Septiembre 1977


Publicaciones de La Iglesia de Jesucristo de los SUD.

Literatura Indígena en Venezuela


Selección, estudio preliminar y notas de Italo Tedesco.

Manual del Alumno Curso Instituto de Religión Nº 301


De La Iglesia de Jesucristo de los SUD

Doctrina del Salvación Tomo III


De Joseph Fielding Smith

Manual del Alumno Curso Instituto de Religión El Libro de Mormón Nº 121-122


De La Iglesia de Jesucristo de los SUD

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