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El barroco hispano-americano

● La literatura barroca es un estilo literario europeo que se desarrolló durante el siglo XVII en
España y América. Se caracterizaba por el triunfo de la ornamentación, los juegos de palabras,
la búsqueda de la emoción y el placer estético. A diferencia del Renacimiento, el Barroco se
caracteriza por la idea del desengaño y por el pesimismo. Las temáticas frecuentes en esta
literatura son la vida como lucha, sueño o mentira y la fugacidad de los hechos humanos,
plasmadas en un estilo suntuoso y recargado. La literatura barroca hace uso desmedido de la
adjetivación, el hipérbaton, la elipsis, la metáfora, la perífrasis, la antítesis y las alusiones
mitológicas.
● Helmut Hatzfeld nos advierte que «el historiador literario debe rechazar
inevitablemente el concepto fenomenológico de un barroco “eterno” […] y empezar su
investigación allí donde aparecen los primeros síntomas de un estilo barroco “histórico”,
para, a partir de ahí, seguir con el estudio de las fases subsiguientes».
● Abordar los campos de investigación relativos a la historiografía de la cultura y la literatura
barrocas en Hispanoamérica, se observan dos tendencias o tesis antitéticas en la crítica: por un
lado, la denominada tesis eurocentrista o etnocentrista.
● En Nueva España destaca en el siglo XVII el aumento de letrados novohispanos, cuya
formación fue posible gracias a la labor educativa de los jesuitas, y cuyo proyecto obedeció al
intento de renovar la vida social criolla. Por tanto, en un sentido general, la Iglesia ocupó un
lugar importantísimo en la formación del gusto literario como instrumento aculturador, y, a
su vez, regulador, de todo lo que se escribía y se leía.

La Americana Thebaida: joya histórico-literaria del barroco michoacano.

● Americana Thebaida constituye un relato exhaustivo de la sociedad michoacana colonial


desde la conquista hasta el siglo XVIII. Desde la perspectiva histórica y literaria característica
de su tiempo, nos proporciona abundantes datos para conocer la sociedad indígena anterior a
la conquista y el proceso de evangelización y sincretismo religioso con el que se configura la
sociedad colonial michoacana.
● Americana Thebaida. Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de Nuestro Padre San
Agustín de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.
● La Thebaida de Escobar es una ficción creada para dar una imagen de
perfección cristiana que la provincia agustina de Michoacán estaba muy lejos de
tener.
● Americana Thebaida: “De suerte, que aquí en la América volvemos como claros ríos, al
mar donde salinos, nacimos en los desiertos y volvemos a ellos”.
● Fray Mathías de Escobar y Llamas (1680-1748) fue un fraile agustino canario emigrado
a México que fue cronista de su orden en Michoacán y que dejó una abundante producción
literaria, escasamente conocida en su tierra natal. Entre ella destaca uno de los textos más
importantes de la historiografía colonial mexicana, Americana Thebaida, que se comenzó a
redactar en 1729 y que se da a la luz por primera vez en Canarias en dos tomos en esta
edición.
● Mando en virtud de santa obediencia pena de excomunión mayor que ningún religioso
ose calzones bordados ni ojalados con sedas, botonaduras de plata, medias de seda ni paños
de encajes ni otros tales indecentes y profanos debajo, de la cual mando a los religiosos que
supieren si alguno es trasgresor de este mandato me den noticia para su reparo (Tercer Libro
de Consultas del Convento de Tiripetío, fs. 7v.-9).
● Nombramos por Cronista de esta nuestra Provincia al Venerable Padre Lector y
Predicador fray Mathías de Escobar, para lo cual mandamos a todos los padres priores le
manifiesten todos los libros y archivos de nuestros conventos y le den las noticias más
especiales que tuvieren y se les ofrecieren, y para todo esto, le concedemos al dicho Venerable
Padre Lector y Predicador todas las excepciones, privilegios e inmunidades que gozan y
obtienen en cualesquiera Provincia sus cronistas (Libro VI de Provincia, f. 24).
● En Nueva España la forma historiográfica de la crónica provincial comenzó a cultivarse
desde mediados del siglo XVI y sus autores se beneficiaron, en la mayoría de los casos, con
informaciones que tomaron de textos como [...] historias generales, escritos sobre
costumbres y acciones de los indios, memoriales, diarios de viajes, descripciones de
entradas a territorios nuevos, etcétera, además de papeles que guardaban en los archivos
de sus conventos como cédulas, bulas, cartas y, en lugar muy destacado, las actas
capitulares, documentos centrales para el conocimiento de cualquier orden [...]. Como
consecuencia [...] del sentido de continuidad que tenía el cargo de cronista, los que tuvieron
sucesivamente esta función, pudieron disponer, con mucha libertad, de textos redactados y
de borradores y notas elaborados por aquellos que los habían antecedido en el encargo.
● José de Acosta: Hombres graves y diligentes escribieron relaciones largas de lo que
averiguaron, y aun los concilios provinciales han mandado que se escriban y se estampen.
● Mathías de Escobar: Por la presente hago saber a todas Vuestras Reverencias cómo sin
méritos algunos, antes sí con muchos defectos, la Santa Provincia de Michoacán, mi madre,
puso sobre mis débiles hombros el grave peso del gobierno juzgando que pudiera yo, no
adelantarla, sí conservarla en su observancia en que, conozco, solo el amor de Madre pudo
engañarla; puesto que la experiencia enseña que a los más feos hijos ama como a hermosos,
conozco lo dicho, Reverendos Padres y Hermanos míos, y que a mí me viene de molde el título
de Provincial indigno, título que nuestros Antiguos Venerables Padres se pusieron en prueba
de su profunda humildad.
● Murió “de achaque de diarria y pupa en la orina” un 6 de enero de 1748, a las 9 de la
mañana.
● La prosa del Barroco es usada como arma de crítica, burla o reflexión. En su vertiente
satírica se muestra despiadada contra la sociedad, criticando toda clase de vicios y defectos. El
mundo se observa con pesimismo y desengaño radicales, reduciendo la realidad a ilusión y
engaño.
● Verán vuestras reverencias [...] la gran similitud que ha habido entre los ermitaños de
Egipto y religiosos de Mechoacán, distinguiéndose aquellos, de estos, sólo por las canas,
siendo estas solas con las que les ganan la primacía, no distinguiéndose, ni aun el terruño y
clima, porque si los arenosos desiertos de Egipto, dieron en sus calientes suelos, piso a los
desnudos pies de sus anacoretas, acá en la América la tierra caliente, que por quinientas
leguas se dilata, dio a nuestros venerables padres, en vez de arenas calientes, encendidas
cenizas, para piso de sus descalzas plantas [...] (p. 59).
● Sólo tenían en aquellas soledades en que moraban a leones como el primer
Pablo, o osos como Pacomio que les hiciesen compañía, siendo los racionales que
entonces había punto menos que los sátiros o faunos que vio San Antonio en la
Thebaida. Sólo aullidos de lobos, silvos de serpientes y, muchas veces, gritos de
demonios eran las voces con que deleitaban los oídos (p. 62).
● Entre grutas y cuevas nacieron los primeros agustinos y aquí viven y moran entre
peñascos tus hijos, no gozan en vano el santo nombre de ermitaños de San Agustín, porque en
la realidad lo son todos los que moran en la Thebaida mechoacana, casi cuarenta conventos
cuentas Madre da, y de estos los treinta están en las soledades. El ver y considerar esto, he lo
que me movió a darte el nombre de Michoacana (p. 40).
● A ella vino a ayudarle nuestro apóstol de la tierra caliente, Fr. Juan Bautista Moya.
Desabrido vivía en la mexicana Babilonia, no podía librarse de oír las continuas aclamaciones
con que las sirenas de aquella gran laguna continuamente sonaban en sus oídos, no era
suficiente la cera del retiro de su celda con que tapaba los oídos para no oír como Ulises sus
elogios, motivo que tanto lo mortificaba, que intentó imitar al Bautista, no sólo en el nombre,
sino también en el retiro a las solas y ásperas montañas (p. 224).
● Padre Antônio Vieira: O demônio, como espírito, e como espírito soberbo, atrevido, e
sem temor nem reverência dos lugares sagrados, entra pelos claustros religiosos, passeia os
corredores e dormitórios, e por mais fechadas que estejam as celas, sem gazua, com ser
ladrão, se mete e mora nelas muito de assento. Por sinal, senhoras, que muitas o deixastes na
vossa cela, e o achareis lá quando tornardes. Ninguém se benza, porque esta verdade, posto
que não seja fé católica, é romana. É a novidade que de lá trago, para que vos peço nova
atenção.
● En esta tierra estaba el demonio en quieta y pacífica posesión (p. 216).
● V.P.Fr. José de los Ángeles. Murió en San Luis. Fue hijo de ese convento de Valladolid, el
venerable padre, casi perpetuo maestro de novicios, Fray José de los Ángeles. Justo apellido
de un varón tan angelical. Tomó el hábito en nuestro convento de Valladolid. Era de la ciudad
de Guadalajara, en la Nueva Galicia. Profesó, año de mil seiscientos cincuenta y cuatro, en las
venerables manos del maestro Fray Pedro Salguero. Descansa este ángel en el convento de
San Luis Potosí, guardó perpetua clausura y casi increíble abstinencia, en prueba de que
era ángel, pues apenas veían que comiese y aun a lo poco de veían que comiese y aun a
lo poco de que se mantenía, le mezclaba con cuidado algunas yerbas amargas (p.422).
● Fue mayor aquí el rigor de su penitencia, porque como no había aquí prelado
alguno que le fuese a la mano en los ayunos, ni superior precepto que le quitase del
puño la disciplina, se hizo admirable, y no imitable, por espantosa su mortificación:
Admira bilis abstinentía , qui plures dies ieiunus ageret Baptiste post novum ad Indos transitum,
similis nomine, similis moribus (Alph. Lit. 1. Lib. 1. p. 401). En esta tierra fue adonde se dio a la
abstinencia y oración, porque sabía que era esta tierra caliente, el lugar adonde se habían
retirado para hacerse fuertes los demonios, y como estos sólo con la oración y ayuno se
vencen, todo el tiempo que en esta tierra estuvo, como fue una batalla de por vida con los
demonios de esta retirada región, fue su oración, de ayunos y penitencia perpetua. Pero ¡oh
maravillas de Dios!, que con sustento tan vil y corto mantenía rogazantes los colores y el
cuerpo robusto, tanto, que testifica Coruña, ilustrísimo obispo de Popayán, que lo vio caminar a
pie diez y doce leguas en ayunas, y que iba tan suelto y tan ligero, que fuera imposible se le
emparejase en el veloz curso, que tenía el más veloz bruto de nuestra Andalucía. Esta ligereza
era sin duda nacida de la grande abstinencia de este gran anacoreta. No anduvo menos liberal
en esta gracia, con la naturaleza de nuestro venerable padre, no sólo cuarenta días que es una
cuaresma, pero por muchas mantuvo sin sustento el cuerpo de este varón prodigioso. De dos
cuaresmas se halla cabal noticia, porque las pasó en conventos; pero de las muchas de tierra
caliente, no se sabe cómo se alimentó este venerable padre. Para este paso, dice nuestro
venerable Basalenque, tenía guardada la competencia que pudo haber en nuestro Bautista, y
los padres de la Thebaida. De los cuales (dice nuestro Basalenque), no se lee haber ayunado
una cuaresma entera, como ayunó este religioso con nada de sustento (p. 493).
● Sobre Hernán Cortés y la Conquista: A este tiempo ya el gran Cortés, había barrenado
sus navíos, como hicieron Alejandro y Julio César; mayor esfuerzo en Cortés, que en aquellos,
pues estos lo hicieron con des de soldados en sus ejércitos y en tierras conocidas, y nuestro
don Fernando con trescientos soldados apenas, y en reinos ignorados, llegó con algunos
encuentros a llaxcala, adonde se confederó con aquella señoría para seguir su derrota a
México [...].
● “[...] como hacían los indios las de sus mayores, que faltándoles letras las reducían a
cantares. Parece que faltan en la religón de las letras, las plumas. Parece que no somos hijos
del águila generosa Agustino, según parece que faltan plumas, que hechas cañones resuenen
en la pólvora de la tinta, en el espacioso campo del papel. !Oh religosos de mi orden! [...]” (p.
70).
● Estos dos venerables maestros, salieron con sus plumas a defender a estos miserables, y
tanto djeron, que su dicho y su opinión hizo mudar de dctamen a los de la opinión contraria,
cantando la palmoda en favor de los indios. Bien podrán decir que tuvieron otros ministros
estos indios los demás sacramentos, como el bautismo, confirmación, matrimonio y
extremaunción. Empero de los sacramentos de la penitencia y eucaristia, no pueden alegar por
padres a otros que a los religiosos agustinos, pues cuando en Perú y Nueva España era de
parecer que no eran capaces de confesarse, comulgar, entonces nuestros padres los
defendieron y probaron que podían, y que por su dictamen confiesan y comulgan hoy con la
devoción que todos experimentan (p. 184).
● No le son menos deudoras a la mexicana provincia todas las de Perú pues de ellas
salieron el venerable padre Fr. Juan de San Estacio y el venerable padre Fr. Juan de la
Magdalena (p. 540).

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