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25, 1997
RESUMEN
SUMMARY
Detailed information about the efforts made by Protestant and Catholic missionaries
among Aónikenk Indians from South Patagonia (1833 1910) is given. The results are
-
considered as a series of frustrations and sterile efforts due to, mainly, the reciproca:!
misunderstanding between the missionaries and the Indians because the lack of the skill in
the respective languages.
INTRODUCCIÓN.
trionales de la Magallania, quienes oyeron que "los indígenas que habitan aquellas re
hablar de los naturales del estrecho de Ma giones pacíficos, inclinados a entrar en
son
gallanes, mencionados como gente dócil y relaciones con los que llegan a visitarlos y
agigantada (Martinic, 1922:255). aun capaces de oir con provecho los suaves
A partir de entonces la referencia preceptos del Evangelio"1.
a estos naturales como sujetos de una even Al informar así, en lo que debe
tual labor cristianizadora sería lo
recurrente a tenerse como precisa
una referencia a los
largo del siglo XVII y más todavía durante aónikenk o patagones, quienes eran los que
el siguiente en que el interés se hizo más más prolongado y fructífero trato habían te
manifiesto. En efecto, ya hacia 1730 el pa nido con los navegantes que recalaban en
dre Joaquín Villarroel elaboraba una propues puntos del litoral del estrecho de Magallanes,
ta para la actividad misional de la
Compa Espiñeira recogía las informaciones que se
ñía que suponía el avance progresivo en las poseían sobre aquellas latitudes remotas, fun
regiones más próximas a Chiloé, habitadas dadas quizá en los dichos del capitán William
por los indios chonos y por aquellas otras Low, hombre con prolongada experiencia de
parcialidades que vivían al sur del golfo de vida en esas regiones meridionales y de trato
Penas, y su extensión hasta alcanzar las tie con los naturales.
rras orientales del Estrecho habitadas
por los Todo debía llevar a suponer que
patagones (Id., pág. 307). si alguna acción evangelizadora pretendía ser
Aunque nada se concretó por en emprendida en el territorio, habría de serlo
años después, en 1764, surgió la Mi
tonces, primeramente entre estos indígenas, dada su
sión de los Caucahues como una
expresión presunta disposición para el efecto.
más tangible de preocupación, actividad que
suponía necesariamente que "se verificase la LAS MISIONES EVANGÉLICAS (PROTES
entrada en la tierra firme que va al Estrecho TANTES)
de Magallanes y no de otra manera" (Ibid.
pág. 309). Con ello se significaba la impor 1. Antecedentes.
tancia de una presencia efectiva y permanen
te en el territorio como, una condición sine Durante los años de 1823 y 1824
qua non para que el proyecto tuviera viabili el capitán norteamericano Benjamín Morrell
dad. visitó por dos veces las tierras australes de
La expulsión de los jesuítas del América y tuvo oportunidad de conocer e
Reino de Chile y otros dominios americanos intercambiar con los indígenas tanto con los
españoles en 1767 dio al traste con el acari canoeros en las costas de la
península de
ciado propósito, que los franciscanos, sus Brunswick (Estrecho de Magallanes), como
la cautela espiritual de la grey con los cazadores terrestres en Cabo
sucesores en
Negro
chilota e indígena, tampoco quisieron revivir. y Oazy Harbour, sobre el mismo litoral
Sin embargo, de una u otra ma fretano. Pudo entonces imponerse sobre las
nera
y de tarde
en tarde el recuerdo de aque condiciones de vida de los mismos, así como
llas almas patagonas y fueguinas que
remotas sobre sus costumbres y carácter, reflexionan
desconocían la religión cristiana alentaría fu do que su índole no era tan brutal y
agresi
gaces afanes, imposibles de realizar a la dis va como solía
atribuírseles, sino que por el
tancia, y persistiría hasta bien entrado el si contrario era más bien amistosa y abierta
para
glo XIX y marcaría en el
plano espiritual
-
MATEO MARTINIC B.
poración la civilización.
a ducirla en su schooner Mary Jane a la parte
"Hay todavía un ancho campo oriental de la Patagonia para dejar allí a los
para tareas tan útiles escribiría en la obra
-
igualmente benéficos, en muchos respectos. que el sitio del emprendimiento misional fuera
"La mies es mucha y los obreros pocos". La la bahía de San Gregorio.
costa occidental de Sudamérica desde el es
trecho de Magallanes hasta el puerto de 2. La misión de Arms y Coan en San
Valdivia debe concitar la atención de las so Gregorio (1833-34)
ciedades misioneras. Aquí los indígenas vi
ven en las condiciones más desgraciadas que Para la tarea exploratoria previa al
puedan ser
imaginadas en uno de los países establecimiento formal de una misión entre
más hermosos del mundo. Las artes de la los aónikenk fueron elegidos dos jóvenes mi
civilización con un verdadero conocimiento nistros William Arms y Titus Coan, los que
práctico de la religión, podrían hacer de ellos embarcados en el navio mencionado arriba
un
pueblo feliz y agradecido; abriría al
y ron la bahía de San Gregorio el
a 14 de
mismo tiempo un lucrativo intercambio que noviembre de 1833 para enfrentarse con un
sobre su recomendación de crear sendos es Mesa (<Kolk-Aike?). Resultó ser una peque
tablecimientos misioneros en la península de ña partida al mando de un joven al que lla
Tres Montes (Taitao) y en la costa del estre maban Capitán Luis, con la que se interna
cho de Magallanes, aunque supeditando este ron camino del interior en demanda de más
María sobre la que tantas referencias dejara "¡Pobres hombres! Ellos nos con
Robert Fitz Roy. Por lo visto, no se había sideran como seres superiores, y mientras que
desechado del todo la sugerencia inicial de derramamos una lágrima de conmiseración
Morrell en cuanto a la posibilidad de sobre su degradación y miseria, carecemos de
misionar en la Patagonia occidental. medios para comunicar a sus Corazones el
Una vez arribado parte del grupo reconocimiento de ese Dios "que nos ha cria
principal y no encontrándose María en él, do diferentes" 4.
Arms y Coan fueron a su encuentro hasta [...] Es mortificante no tener
"
otro
paradero situado inmediatamente al no los medios de transmitirles de un modo
reste de Nameraik,
probablemente Ciake, inteligible el conocimiento del Salvador" s.
donde efectivamente la encontraron siendo [...] Procuramos explicarles el
"
amablemente acogidos por ella y por Santos objeto de nuestra visita, pero no pudimos
Centurión, un criollo aindiado que vivía en transmitir a sus obscuros entendimientos con
tre los aónikenk, tal y como había sucedido cepción alguna completa de los altos motivos
con la gente del Capitán Luis
y del gran jefe que influían en nosotros y en quienes nos
movilizarse la totalidad de los indígenas en que lo que pertenece a esta vida. Ni nos fue
consecuencia, permitió a los misioneros no -
como para concluir si realmente el sacrificio merced al tráfico e influencia de los propios
que soportaban valía realmente la pena. navegantes norteamericanos, mayormente
Numéricamente al menos los cálculos de foqueros haría de ellos una clase de gente
Morrell resultaban exagerados en extremo, distinta a la conocida por los naturales: es
pues de los 20.000 indígenas que había cal tos religiosos no traían esos productos ni
culado que habitaban en el sur de América y usaban de tales prácticas y actuaban con ges
que podían ser sujetos de alguna misión es tos y palabras que les resultaban extraños e
casamente se encontraron con unas 800 al incomprensibles, y, además, portaban unos
mas poco más o menos. libros que a los ignaros indígenas se les an
En cuanto a índole, si bien se les tojaba que eran objetos para maleficio, de allí
vio ocasionalmente violentos -
cuando tenían que la única circunstancia que los misio en
MATEO MARTINIC B.
Lo expuesto y añadido el escaso número de bre Johnson, se trasladó allí en el curso del
los aborígenes haría que el informe final a sus mes de marzo de 1842. Tras una breve
principales de Auburn fuese negativo. recalada en la costa fueguina
que le permi
No debiera sorprender, pues, que tió una corta los selknam, el
relación con
este primer intento misional fracasara, según capitán se trasladó a la bahía de San
lo haría constar The Missionary Herald, en su Gregorio. Aquí, no bien arribado bajó a tie
número correspondiente a enero de 1835: rra para buscar el cercano campamento
escribiría en su diario hacia fines de 184 19. Animado por este primer resulta
Influyó en esta decisión la proxi do, determinó retornar a las Malvinas en
midad relativa de las tierras del estrecho de busca de su familia, para establecerse en la
Magallanes con las islas Malvinas, lugar en costa del Estrecho, pero este
propósito re
donde podía tener una base de apoyo. sultó fallido por diversas causas y circunstan
Habiendo conseguido transporte cias, debiendo entonces viajar a Inglaterra
para el Estrecho no sin dificultades
-
-
"
'
Fig. 1.- Toldos Aónikenk en San Gregorio según un dibujo inédito de Robert Hunt (1845).
comprensión y colaboración de gente amiga ballos); tampoco fue más favorable Centurión,
se ocupó en la
organización de una entidad quien había hecho buenas migas con los chi
que le diera sustento y respaldo
a la tarea lenos, particularmente con el capellán de la
que deseaba emprender, y la que llamó
a Colonia, Fray Domingo Passolini. Esta presen
Patagonian Missionary Society, de la que fue cia vino a añadir otra imprevista circunstan
designado secretario. Esta fue una directa cia: la de la más eventual, segura competen
consecuencia de la escasa
acogida que encon cia religiosa católica, que igualmente busca
traron sus apelaciones de auxilio en otras ba evangelizar a los aborígenes.
sociedades misioneras a las que se había di En esas tribulaciones se hallaba
rigido en demanda de ayuda. Pudo enton Gardiner, quien a todo esto había erigido un
ces Gardiner preparar con mayor cuidado y pequeño establecimiento con tres casitas,
tranquilidad una segunda misión que integra cuando fondeó en la bahía la goleta chilena
ría él mismo, falta de un ministro ordena
a Ancud a cuyo bordo venía el capellán men
do, y un ex-maestro de escuela, Robert Hunt, cionado. De la entrevista que ambos sostu
en calidad de colaborador voluntario. vieron le quedó en claro al capitán inglés que
La embarcación que los condujo sus posibilidades de acción eran escasas, tan
arribó en febrero de 1845 a la bahía de San to más porque la agresividad que mostraba
Gregorio, paraje donde el antiguo marino se Wissale le hacía temer por su seguridad.
encontraría con una situación completamente De allí que, cuando apareció en el
diferente a laesperada. En efecto, en el puerto la nave de su bandera Rosalind,
intertanto la República de
Chile había toma Gardiner no titubeó en embarcarse en ella,
do posesión de las tierras del Estrecho y dando por terminada su empresa aun antes
había establecido una base en la punta de de iniciada.
Santa Ana (península de Brunswick) Fuerte -
genas, sobre los cuales pretendía establecer su cribir De ninguna manera recomendaría
"
terior, en reducido
particular el jefe Wissale, 4. La misión ambulante de Schmid y
ahora a modesta expresión de autoridad
una
MATEO MARTINIC B.
índole nomádica, creyó Schmid que era con entre los indígenas, pero sólo lo
consiguieron
veniente integrarse a uno de los grupos que y no sin esfuerzo con dos de los hijos del
allí arribaban ocasionalmente para emprender cacique Casimiro, pero en cuanto areligión
juntos un prolongado recorrido por tierras del nada absolutamente. Anduvieron así cosa de
interior sudpatagónico, circunstancia que le cuatro años, hasta 1862, sin que nada se
permitiría enterarse a fondo sobre el carácter avanzara en su objetivo. Al fin, entendiendo
y costumbres de los indígenas y aprender su que esa vida errante era perfectamente inútil,
idioma, para iniciar más tarde su catequiza- decidieron establecerse en un lugar fijo y
ción. previa consulta con la autoridad de la Socie
Fue así como ambos catequistas dad Misionera así lo hicieron y eligieron para
marcharon inflamados de fe y confianza: ello un cañadón vecino al estuario del rio
"Observamos que la Patagonia está abierta a Santa Cruz, paraje por donde solían merodear
la empresa misionera y soldados de la cruz los indios cuando aparecía alguna goleta
creemos ser, debemos ir lobera con cuya tripulación solían traficar, tal
como
y luchar con
tra el poder de las tinieblas", escribiría y como acostumbraban hacerlo antaño en San
Schmid a su superior George Despard, dan Gregorio y otros puntos de la costa del Es
do cuenta del firme ánimo con que comen trecho.
zaban noble misión. "Debe creerme que Levantaron allí
su un par de cons
no vamos como
búsqueda de pla
turistas en trucciones modestas,
asaz como habita
una
cer en los
campos de la Patagonia, sino como ción y otra como depósito y aguardaron la
soldados de Nuestro Señor, prontos para ser llegada de los indígenas. Pero a estos, estaba
virlos y militar para la extensión de su glo visto, les atraía la posibilidad de recibir ob
ria", añadiría gozoso y esperanzado.12 sequios o la de realizar algún trueque venta
Emprendieron de tal manera un joso, y no dándose tales circunstancias poco
largo periplo terrestre que los conduciría por y nada les interesaba el mensaje misionero.
meses errando de un paradero a otro Es más, los catequistas quedarían
en abierta
desventaja cuando comenzaran las
12 The Voice of Pity for South America, 1859. arribadas ocasionales de algunas goletas, cu-
14 LAS MISIONES CRISTIANAS ENTRE LOS AÓNIKENK
(1833-1910)
yos tripulantes sin remilgo alguno habrían de dado para tal eventualidad el Director de la
suministrar el licor que ansiaban los indíge Misión de Keppel (Malvinas), reverendo
nas. Por consecuencia estos dijeron a los Waite Stirling, desarmaron las construcciones,
misioneros que no volverían al lugar "a me recogieron sus bártulos y se embarcaron en
nos que pudiéramos ofrecerle otra clase de la goleta de la Misión, la Alien Gardiner, con
motivos para hacerlo que simples visitas; destino al río Negro, en el norte de la Pata
querían simplemente que comerciáramos con gonia, en donde se instalarían con más suer
ellos, a cambio de pieles y plumas. Este te.
repentino vuelco de su actitud hacia nosotros Así fracasó este tercer y último
no era nada
tranquilizador y se debía a que intento misional protestante entre los
un cierto capitán norteamericano de las aónikenk, del que quedaría para la posteridad
Falklands, ni bien oyó que un gran número solamente un topónimo sobre la costa sur del
de indios había llegado a Santa Cruz, apare estuario del río Santa Cruz: cañadón de los
ció en seguida con un cargamento de bebi Misioneros.
das, para comerciar. Borracheras y querellas
se
generalizaron y, en tales circunstancias, LAS MISIONES CATÓLICAS.
consideramos que lo mejor era abandonar el
lugar, no ya por miedo de que peligraran 1. Antecedentes.
nuestras vidas
sino por la certidumbre de que
no podríamos continuar la obra de Dios y A la información sobre la amisto
ser, al mismo tiempo, traficantes. No con sa índole de los indígenas patagones consig
viene en absoluto que no dediquemos al true nada precedentemente, debe añadirse que el
que de mercaderías, aunque sí podríamos Gobierno de Chile desde la administración del
intercambiar algunos artículos adecuados y Presidente Joaquín Prieto había comenzado a
con la conciencia tranquila, con el fin de ocuparse entre otros asuntos que atañían al
atraer a los nativos hacia la Base; pero nues culto, de las misiones entre los infieles que
tros amigos y protectores no darían su apro habitaban la Araucanía y demás regiones
en
bación a tal temperamento, pues los enemi australes chilenas, con el fin de darle una
gos de nuestra Misión, abundantes entre los apropiada organización y continuidad. Esta
herejes [los católicos], no tardarían en acusar fue, directamente, la razón de la reapertura
a la Sociedad y sus agentes de abrigar pro del Colegio de Propaganda Fide de Chillan,
pósitos mercenarios." 13. para cuya dotación de personal religioso se
Así contaría a sus superiores envió en 1835 a Fray Zenón Badía a Italia
Teófilo Schmid aquella lamentable incidencia con el fin de conseguir frailes franciscanos.
que dio al traste con el proyecto misional Fue así comoen 1837 un grupo de estos
entre los aónikenk. religiosos encabezados por el P. Diego Ciuffa
Para entender la actitud de los se establecieron en el país para el aludido
indígenas aquella épo
debe saberse que por propósito.
ca se había intensificado la práctica mercan Pronto se vio la necesidad de
til entre ellos y los colonos de Punta Arenas crear un segundo colegio en la villa de Cas
circunstancia que influiría de manera deter tro, Chiloé, cuya vecindad con el territorio a
minante en su conducta y que se afirmaría en misionar lo hacía recomendable. A su supe
el porvenir al generalizarse tal procedimien rioridad pues, al comenzar 1844, se dirigió
to, especialmente a partir de 1870 cuando el el Intendente de esa provincia Domingo
principal artículo de pago a los indios pasó Espiñeira, peticionando el envío de un "mi
a ser el aguardiante a cuya bebida se habían sionero de espíritu apostólico que asista a la
aficionado irremediablemente. nueva colonia de Magallanes y se dedique a
Por consecuencia y obrando para la civilización y conversión de aquellos indí
el caso con las instrucciones que les había genas los patagones.14 Esta solicitud sería aco-
13
Carta de Schmid, de fecha indeterminada de 1864. En
14
Citado por Fray Rigoberto lturriaga C.O.F.M., en
Misionando por la Patagonia Austral, Buenos Aires, 1964, "Franciscanos en Magallanes (1844-1879)", pág 5, San
MATEO MARTINIC B. 15
jeres con una multitud de niños. Todos es nocer á mis hermanos indios todos los que
tos indios son de á caballo, y de la Patago pudiere; y luego que tenga lo necesario esta
nia. bleceré mi morada en el puerto de San
"Los Patagones, tanto hombres Gregorio, que lugar donde habitan los
es el
como mujeres, son mui grandes, corpulentos indios la mayor parte del año; de allí iré
y gordos: son de
la mayor parte de ellos siempre con ellos en sus acampamentos, para
siete pies, y algunos
de mas alto; son muy catequizarlos y reunirlos en pueblos, si E>ios
cariñosos, mas afables y mas amantes del Nuestro Señor me concede tanta gracia. Creo
cristianismo que los de la Tierra del Fuego que la mayor parte de los indios debe estar
(pues ya dije en mi comunicación anterior á en la Tierra del Fuego; y como el dicho
su P.R. que los indios de esta tierra no de puerto de San Gregorio tiene un paraje muy
jan de tener algún principio de nuestra lindo, y desde allí se puede ir á caballo adon
relijion, porque cuando se hallan en algún de están los indios, y también tener propor
peligro persignan y vuelven los ojos al
se ciones para ir á las islas de la Tierra del
cielo). Visten á semejanza de los indios de Fuego, tengo miras de fijar mi morada, y
las islas, tanto hombres como mujeres, una levantar en él un
pequeño convento; porque
grande capa de cueros pieles
de guanaco de
ó el lugar en que estamos dista de aquel como
MATEO MARTINIC B. 17
Fig. 2a. Fuerte Bulnes en 1847. Cuadro del pintor Alejandro Cicarelli, Museo Histórico Nacio
nal, Santiago.
patagones en cada ocasión que llegaron al para irme, como en efecto podrá conocerlo,
fuerte. por el penoso camino que, acompañado del
"Los indios han llegado tres veces cuñado del señor Gobernador, su secretario y
desde el de abril del año 44 hasta el 45:
mes otros tres mas y el Santo Centurión, emprendí
en la primera, los indios de la laguna de el dia 10 de diciembre hacia el cabo negro,
Cabo Negro, en el mes de septiembre y de para buscar carbón a beneficio de la huma
moraron dos dias; en la segunda en el mes nidad, y en seguida pasar a la laguna donde
de octubre juntamente con el Centurión, que vive una tribu de indígenas de la tierra del
quedó en este puerto por espacio de 25 días, fuego23: «pero qué resultó? mis compañeros
manteniéndose con su pequeña familia a mi se fatigaron en el camino después de haber
lado, y en esta circunstancia aproveché el andado dos dias enteros, y fué necesario re
tiempo instruyéndome en algunas costumbres gresar por ser mui malo, siendo todo playa
de estos infelices,
enseñando a su familia
y y cascajo tan menudo y fofo, que penetran
recien convertida los rudimentos de nuestra do mui libianamente el pié se cubre hasta la
relijion. Estos naturales comprenden mui rodilla y en este viaje se rompieron los úni
pronto el idioma castellano por la experien cos zapatos que tenía"24.
cia tenida con la dicha familia del Centurión Un nuevo arribo de la goleta
en estos 25 dias de instrucción
relijiosa que Ancud en febrero de 1845 vino a brindarle
les di"22 al misionero la posibilidad que aguardaba
Deseaba Passolini retener a los para intentar una nueva penetración en el
hijos de Centurión consigo para instruirlos en territorio indígena. Fue entonces que realizó
la religión y prácticas civilizadas, pero el in el ya conocido viaje hasta San Gregorio don
cendio de la habitaciónn que ocupaba y la de se encontró con Gardiner.
falta de otro lugar adecuado para alojarlos le Planeaba Passolini "[...] poder
llevó a desistir de tal intento, por lo que conquistar algunos indios y traer a sus hijos,
pensó en marchar al territorio aónikenk si se
puede, á esta colonia para instruirlos,
acompañando al grupo de Centurión, pero educarlos y catequizarlos en nuestra santa
fue disuadido por el Gobernador, quien le relijion..."25.
hizo ver su imperfecto conocimiento del ca Mientras así sucedía, la correspon
rácter indígena y los riesgos eventuales que dencia oficial recibida por intermedio de la
se derivaban de ello ante la posibilidad de mencionada nave había incluido una pieza
una
permanencia prolongada, reflexión tras la especial cuyo prometedor contenido le hizo
que el misionero consideró prudente no ir participar gozoso a su superior:
solo con ellos, abandonando por entonces tal "Llegó a poder de la colonia el
idea. plan o dibujo que ha remitido el Gobierno
En cambio y acompañado por para la nueva Iglesia que se debe levantar en
otras personas del fuerte y del mismo la población de San Gregorio. La iglesia va
Centurión marchó hasta Cabo Negro en a situarse en medio de las casas de los
pa
obedecimiento del encargo de P. Romani de dres y de la escuela; verá el público un edi
no demorar en marchar en busca de los ficio mui hermoso, siendo el único o el me
patagones. jor de los que actualmente existen en el ar
"[...] hice todo el empeño posible chipiélago de Chiloé. Si esto se ejecuta, se
propone poner una guarnición en el cabo
negro: este cabo está muy cerca de la lagu
22
Carta de 14 de febrero de 1845. En Revista Católica, na a donde vive una tribu de indios de la
No. 65 Santiago, 1945. Es probable que esta instrucción
fuera acompañada por el obsequio de cruces y medalli- rejion del fuego; entonces será necesario otro
tas a los indígenas. Un rastreo arqueológico realizado
recientemente por el señor Hans Roehrs y su esposa en 23
Se trataba en realidad del grupo conocido en la
el antiguo sitio indígena de San Gregorio, permitió el épo
"Guaicuru" (los "zapallos" de Fitz
ca como
Roy), mestizo
hallazgo de una medallita de los Sagrados Corazones acu de aónikenk y kaweskar y que moraba entre Cabo Ne
ñada en Roma, junto a otros restos metálicos de clara fi
gro y puerto Peckett (véase nuestra obra "Los Aónikenk,
liación aónikenk. Esta pieza podría corresponder a uno Historia y Cultura", pág 89 y siguientes).
de los tantos obsequios hechos por el P. Passolini a los 24
Catta de 14 de febrero de 1845, citada
indígenas. 25
Ibid.
MATEO MARTINIC B.
/%>
Fig. 3. Capilla de Punta Arenas, dibujo de Theodor Ohlsen hacia 1883. En este templo fueron cristianizados algunos
indígenas aónikenk durante sus visitas a la colonia.
lo que a los aónikenk se refiere, y más allá der su obra religiosa hasta América del Sur,
de sus magros resultados es de celebrar su hasta el extremo austral del continente don
auténtico celo misionero. Quienes le sucedie de moraban los indígenas. Este propósito
ron optaron
por cumplir su función espiritual únicamente pudo cumplirlo años después, en
de la mejor manera
que pudieron, en el re 1887, cuando un grupo misionero encabeza
ducido ámbito de la población del fortín-co do por el P. José Fagnano se instaló en la
lonia hasta 1868 y de la colonia propiamen colonia de Punta Arenas dando inicio a sus
te tal a partir de entonces, y tal vez se des actividades que en poco tiempo asumirían
entendieron de los indígenas, cuya conversión proporciones de gran importancia religiosa y
pareció no interesarles. civilizadora.
Entre tanto, las circunstancias se
3. La capellanía colonial durante el lapso habían venido dando de modo adverso para
1878-87 la vida de los aónikenk que habitaban el
extremo continental patagónico. Desde luego,
Abandonada que fue por los fran víctimas como eran desde largo tiempo del
ciscanos la cura de almas de la colonia ma vicio alcohólico, su número se había reduci
gallánica a contar del alejamiento del último do notoriamente pues este consumo intenso
capellán, Fray Mateo Matulski, luego de los y prolongado había tenido serias consecuen
lamentables sucesos del motín de los artille cias para la salud, su capacidad reproductiva
ros (noviembre de 1877) y de sus dolorosas y su conducta29. Así su número no pasaba
consecuencias, la misma pasó a ejercida
ser entonces de tres a cuatro centenares, con una
ral. comida..."30
Todo aconsejaba, pues, que quien En otro lugar "[...] El día
quisiera acceder hasta ellos en plan de reden después visité de nuevo sus toldos, instruí los
ción espiritual y de asistencia debía alcanzar niños de ambos sexos y los preparé para re
hasta sus aduares. Fue la estrategia que adop cibir el bautismo. Por el momento eran sólo
taron los misioneros salesianos. seis y los bauticé la fiesta de Todos los San
De ese modo entre 1887 y 1910 tos..."31
aproximadamente sucedieron las ocasiona
se En un tercero "[...] Allí mi ba
les travesías misionales de los padres quiano que conoce un poco el idioma
Mayorino Borgatello, Fortunato Griffa, José Tehuelche, había ya empezado una conversa
María Beauvoir, Ángel Savio y Pedro Renzi, ción, pero la primera pregunta (y la dominan
los tres primeros saliendo desde Punta Are te) era si había llevado consigo caña o
nas y los últimos desde Río Gallegos, la nue wachakai (especie de licor) u otros licores, y
va población argentinafundada en 1885 en no era el motivo de mi
visto que no, y que
el estuario del río homónimo. En estos via visita quedaron
se maravillados. Cuando lle
jes se recorrieron los parajes tradicionales del gué yo, su mirada se
posó sobre mí, que
interior tales como Nameraik (Dinamarquero), empecé en seguida a hablarle de Religión,
Chej-Chej Aike (valle del río Zurdo) y otros mostrándole cómo esta le atraería junto con
varios situados en los valles de los ríos Ga el bien espiritual muchas y grandes ventajas
llegos y Coyle, alcanzándose en ocasiones también materiales para el bien de ellos.
hasta el valle del río Vizcachas (Ultima Es Pero inútil esfuerzo, me di cuenta en esc
peranza), el estuario de río Santa Cruz y momento que en sus corazones había una
allende el mismo, las pampas y cañadores del capa de hielo, como se ve en las vecinas
río Chalía, caso en que se entraba en rela cumbres de la Cordillera. Paciencia por aho
ción con parcialidades de los mecharnúekenk ra. El día después volví con más frecuencia
Señor del Cielo y de la Tierra les tiene pre emborrachaba, por eso le interesaba
saber si
parados para aquellos que creen en Dios y se llevaba bebidas alcohólicas para vender. No,
bautizan, y el terrible castigo, también tem contesté, no traigo licor: los licores hacen
poral, con que el Señor amenaza a los obsti daño, deben tomarse; yo no tomo nunca
no
nados y hombres malos. Pero hasta ahora no y tampoco lo llevo conmigo para venderlo o
me fue posible hacerles entender. Sin embar regalarlo a otros. La mujer después de re
go satisfecho, un poco por la conciencia de flexionar un tiempo corto, agregó: Es verdad,
haber cumplido mi deber, y más por haber tampoco yo tomo. ¿Has venido entonces a
bautizado (a escondidas) un indio joven en vender azúcar, mate, galletas y otras cosas?
fermo y moribundo (con el consentimiento de Nada de todo lo que nombras, contesté; sólo
los padres) que llamé José en honor del pro vengo a bautizar a tus hijos para que crez
tector de los pobres moribundos. La mañana can muy buenos, y más tarde, cuando ellos
siguiente, aprovechando que nos rodearon los mueran, vayan allá en lo alto a un lugar muy
indios mientras desarmaba la carpa y prepa hermoso que se llama Paraíso, junto al Gran
raba la partida, les dirigí un pequeño sermón Espíritu Maipé.
(serio pero dulce) por la gracia que se les bautismo no le permitirá
"¿Tu
había dado y vilmente rehusado, que tal vez morir? preguntó la mujer. No, por cierto,
Dios no le daría otra oportunidad; que sin contesté, pero le ayudará a que estén mejor,
embargo se arrepintieran y se dispusieran a más alegres y más buenos, porque echa al
recibirla cuando al Señor le pluguiera convi Gualicho de sus corazones.
darlos de nuevo. Me escucharon fríamente "La India me miraba con un aire
sin moverse, dejándonos partir, primero los misterioso, casi para adivinar si decía la ver
otros y yo después de haber hablado. Que dad o quería burlarme de ella y así no sabía
el buen Dios tenga misericordia de ellos. qué resolver. Existe el prejuicio entre los
¡Iluminare Domine his qui in tenebris et indígenasTehuelches que el bautismo provo
umbra tnortis sedent. Fac Domine ut ca la a quien lo recibe: Por ese mo
muerte
videant"32 33
tivo muchos rehusan recibirlo y no permiten
"En seguida después nos dispusi que lo reciban sus
dependientes o niños.
mos a visitar todos los toldos indios. En el "Yo, conociendo que ella se
jac
primer toldo que visitamos advertimos una taba de ser chilena y odiaba a los Argenti
mujer de alta estatura y corpulenta, la cual, nos, entre los cuales había vivido antes por
tirada a lo largo sobre un cuero de guanaco, muchos años, porque algunos malvados sol
con las piernas hacia el interior del toldo y dados la habían hecho sufrir mucho, le agre
la cabeza en la entrada, apoyando los codos gué: Oye todos los chilenos Cristianos,
son
sobre un cojín de plumas de avestruz y suje como yo también y mi compañero aquí pre
tando con ambas manos la cara, estaba fu sente, y como puedes comprobar ninguno de
mando tranquilamente con una pipa muy nosotros ha haber
muerto
por recibido el
grande. Alrededor suyo estaban tres lindos bautismo; tú, pues, no eres chilena porque si
niños, dos sentados en la tierra y una a sus lo fueras, dejarías bautizar a tus hijos. La
no parecían hijos de Indios por su mujer tocada en el amor propio, contestó: ¡Yo
pies, que
aspecto blanco y noble, la mayor de las cua sí soy chilena y tú a lo mejor no lo eres!
les tenía más o menos diez años y un des ¿Eres tú acaso argentino?... Te aseguro, con
pierto niño de ocho años. Saludamos a la testé que no soy argentino. Y además ¿quie
mujer, madre de aquellos niños; ella sin in res tú saberlo? Yo vengo de Punta Arenas y
comodarse, como una reina asiática, continuó como sabes Punta Arenas es territorio chile
fumando plácidamente y contestó a nuestro no.
tino!
» Id.
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Ilumina Señor a los que viven en las tinieblas de la "Inmediatamente di orden a sus
niños de ir lavarse la y las manos, que
a cara
muerte. Haz Señor que vean.
MATEO MARTINIC B. 23
a decir verdad les hacía mucha falta porque mucho. Pero el Cacique me respondió: "Pun
la tenían muy sucias, y luego vestirse con las ta Arenas está lejos, no podemos enviarlos
vestimentas mejores. Cuando estuvieron bien allá; quédate con nosotros y te trataremos
En el paradero
del valle Vizcachas no.
"En aquel lugarhabía 19 toldos y más de Si allí se pensó alguna vez insta
cien indios todos bien dispuestos a recibir la lar una misión, como parece haber sido la
gracia de Dios. Se hicieron 30 bautismos y idea pasado 1910, ésta no llegaría a concre
60 confirmaciones; se realizaron matrimonios, tarse y al fin los pobres indígenas, cada vez
Somo buenos Tehuelches; queremos mucho y nobilísima inspiración por el amor al próji
respetamos al sacerdote; deseamos saber leer mo y realizados con
abnegada entrega, no
y escribir. Quédate entonces con nosotros, exenta de riesgos y sacrificios -, cabe pregun
para enseñar a nuestros hijos; te queremos tarse cuál pudo ser su resultado.
siempre bien; no te faltará carne para comer; En el terreno espiritual, objetivo
te haremos un toldo y tú serás nuestro ama
específico y concreto de tanto afanes, cierta
do Cacique". mente ninguno favorable, pues ni protestan
"Le respondí que podía por
no tes ni católicos consiguieron algo. Las accio
ahora permanecer con ellos; que entretanto de otros de
nes unos y no pasaron ser un
enviaran sus hijos a Punta Arenas, que los discurso para sordos dada la indiferencia de
-
Mayorino Borgatello.
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Id. págs. 117 y 118.
24 LAS MISIONES CRISTIANAS ENTRE LOS AÓNIKENK
(1833-1910)