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Las 36 Etnias de Bolivia

Nada identifica mejor al país que su diversidad. Y para el antropólogo Wigberto


Rivero Pinto, dicha diversidad se constituye en el mayor tesoro de Bolivia.
Afrobolivianos, blancos, mestizos e indígenas le ponen sazón al variopinto
mosaico de manifestaciones culturales que coexisten a lo largo del país.
“Nuestra diversidad expresa riqueza. Por ejemplo, cada uno de los pueblos
indígenas que habitan el territorio nacional es depositario de un conjunto de
valores que se manifiestan en formas propias de ver el mundo; la naturaleza de
organizarse, de generar arte, de producir, de vivir y sentir”, expresa Rivero,
quien por años estudió a las distintas etnias del país. Los datos de ese sesudo
trabajo, sumado a los resultados del Censo de Población y Vivienda 2001,
publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), son la base de esta
nota periodística que intenta dar luces sobre 34 de los 36 grupos originarios
oficialmente reconocidos. A esta lista se debe agregar a los nahua —de los
cuales no existen datos documentados, sólo la palabra oral que los sitúa en
Pando— y a los afrobolivianos, que aún no han sido reconocidos en los censos
del INE, tal y como se quejaron sus representantes ante los miembros de la
Asamblea Constituyente.
Con todo, Rivero, quien fue ministro de Asuntos Campesinos, resalta que en el
contexto sudamericano Bolivia atesora el mayor porcentaje de indígenas, con
el 64 por ciento del total de la población. Le sigue Perú con el 59 por ciento.
“Brasil cuenta con 220 etnias —la mayor de la región—, pero éstas representan
el 1 por ciento de la población de ese país”.
A pesar de esa riqueza, los grupos originarios están perdiendo las costumbres
de sus antepasados, debido a la falta de una política estatal que les dé las
herramientas necesarias para su sobrevivencia, se queja Rivero.
1.- Araona
Baba bizo (dios bueno) es una de las tantas deidades de los araonas. En el
siglo XIX, este grupo dominó la mayoría de los ríos amazónicos. Luego, durante
el auge de la goma, esta etnia sirvió de guía a los industriales que explotaron
el preciado caucho. Paradójicamente, los empresarios los expulsaron de sus
tierras y los esclavizaron. Los indígenas que lograron escapar vivieron como
nómadas hasta mediados del siglo XX. En la actualidad, unos 100 araonas
viven en la provincia Iturralde (La Paz). Leer Mas>>>
2.- Aymara
El departamento de La Paz es el bastión de los aymaras. Sin embargo, Oruro y
Potosí también son el hogar de los más de 1.200.000 indígenas andinos. El
dominio de los aymaras o collas se inició tras la caída de Tiwanaku (XII) y se
fortaleció con la unión de varios pueblos circundantes del lago Titicaca. Luego
de varios años de intentos frustrados, los incas los dominaron. Sin embargo,
este pueblo mantuvo intactas su lengua y su cultura. La religión aymara está
íntimamente relacionada con la actividad agrícola. Leer Mas>>>
3.- Ayoreo
La provincia Germán Busch acoge a la mayoría de los 800 ayoreos que viven
en Santa Cruz. El primer contacto de esta etnia con los españoles fue en 1537.
Sin embargo, los originarios se resistieron por décadas a formar parte de las
misiones católicas. Su vida nómada terminó con la fundación de la primera
misión, en el siglo XVIII. Las crónicas señalan que consideraban a las aves
como divinidades. Además, tenían conocimiento del sistema cósmico. Su
familia lingüística es el zamuco. Leer Mas>>>
4.- Baure
Hasta 16.000 baures habitaban en el siglo XVIII la actual provincia Iténez
(Beni). Guardianes de la lengua arawak, ahora no pasan los 500. Fue el padre
Cipriano Barace quien los contactó alrededor de 1690. Los religiosos
introdujeron el ganado vacuno, desconocido en la zona, y les enseñaron música
y escritura. Sin embargo, tras la expulsión de los jesuitas, la mayoría abandonó
las reducciones católicas y se internaron en los bosques. Para ellos, toda la
naturaleza es sagrada. Leer Mas>>>
5.- Canichana
El río Mamoré ha sido el espacio vital de los canichana, conocidos en la Colonia
como aguerridos guerreros. Los menos de 300 miembros de esta etnia se
hallan en el municipio de San Javier (Beni). Durante el dominio español, en sus
tierras se fundieron las campanas de todas las misiones de Moxos. Así, los
originarios abandonaron sus armas para conocer los secretos de la platería y
del modelado de madera. Una de sus danzas típicas es el “machetero loco”, la
misma que es bailada durante la Semana Santa. Leer Mas>>>
6.- Cavineño
Los departamentos de Beni y Pando albergan a los cerca de 900 cavineños.
Antes de la llegada de las misiones evangelizadoras, esta etnia era animista.
Sus principales deidades estaban entre los elementos de la naturaleza, en
especial los que se hallan en el agua y en el monte. En el siglo XVII los
cavineños sufrieron varias migraciones debido a los conflictos armados con los
esse ejjas. Actualmente son recolectores de castaña. Otra de sus actividades es
la producción agrícola. Su familia lingüística es el tacana. Leer Mas>>>
7.- Cayubaba
Una cruz elaborada con una astilla se constituye en el objeto más preciado por
los más de 500 cayubabas que se hallan en la provincia Yacuma (Beni). “Se
trata de una astilla de la Santa Cruz que trajeron los jesuitas desde Perú”,
aseguran los habitantes de Exaltación de la Santa Cruz. Fue en 1704 que los
misioneros iniciaron su labor evangelizadora en estas tierras. Además de la
agricultura y la ganadería, los cayubabas han ganado fama en el oriente por su
chivé, un derivado de la yuca. Leer Mas>>>
8.- Chácobo
Cáco fue el creador de los ríos, según los chácobo. Pano es la lengua originaria
de este grupo asentado en el Beni y que hoy no supera los 300 miembros.
Antes de la conquista española, esta etnia se movía en un vasto territorio entre
los ríos Beni y Mamoré. Nunca fueron reducidos en las misiones, pero
adoptaron elementos de la cultura occidental con el contacto con otros grupos.
Sus aldeas cuentan con grandes habitaciones comunales y su alimentación
está basada en la yuca y el plátano. Leer Mas>>>
9.- Chimán
La amazonia beniana es el hogar de los aproximadamente 5.000 chimanes,
quienes se dedican a la pesca y a la recolección de jatata (fibra vegetal).
Cuentan con un vasto conocimiento de la medicina natural y mantienen su
cultura casi intacta, como su lengua, la cual gran parte la puede escribir. Una
epidemia los diezmó a mediados del siglo XIX. Leer Más>>>
10.- Chiquitano
Cuatro provincias cruceñas anidan a los más de 112.000 chiquitanos. Fue en
sus tierras que se fundó Santa Cruz (la vieja) en 1550. En 1692 se fundó la
primera de las misiones jesuíticas. Éstas fomentaron entre los originarios el
desarrollo artístico. Tras la expulsión de los misioneros, esta etnia casi
desapareció en la explotación de la goma. Leer Más>>>
11.- Ese Ejja
Para este pueblo amazónico, el paraíso se halla en las corrientes de los ríos. Su
vida nómada acabó abruptamente tras el contacto con la cultura occidental.
Hoy, estos cerca de 400 indígenas pandinos habitan en Portachuelo. Allí
mantienen viva su lengua, la cual está conformada por 5.000 palabras. Sus
mujeres son hábiles con el tejido artesanal. Leer Mas>>>
12.- Guarasugwe
Es la etnia con menor número de miembros. Se calcula que no llegan a la
decena. Habitan las provincias Ñuflo de Chávez (Santa Cruz) e Iténez (Beni) y
su familia lingüística es el tupi guaraní. Los mitos de estos expertos cazadores
se basan en yanerami, su mayor divinidad. Fue en el auge de la goma que
estos indígenas fueron diezmados por las enfermedades.

Guaraní
La búsqueda del ivy imaraä, la “tierra sin mal”, provocó tres corrientes
migratorias de guaraníes desde el Mato Grosso hasta el país. Este grupo fue
famoso por su resistencia a la conquista tanto de los incas como de los
españoles. Actualmente más de 81.000 guaraníes habitan la región chaqueña
de los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija. Leer Mas>>>
13.- Guarayo
Los indios guaraníes que migraron desde la costa atlántica siglos antes de la
llegada de los españoles, dieron vida al grupo étnico guarayo en Bolivia.
Ubicados en su mayoría en la provincia Guarayos (Santa Cruz), su población
supera en la actualidad los 5.000. El Coro de Urubichá, que interpreta música
sacra, es una muestra de la riqueza artística que atesora este pueblo oriental.
Además, los guarayos destacan por su elaboración de retablos, cofres y joyeros
hechos de distintas maderas. Leer Mas>>>
14.- Itonama
En total estado de desnudez. Así encontró en 1704 el padre Lorenzo Legarda a
los miembros de esta etnia, en la actualidad asentados en las provincias Iténez
y Mamoré (Beni). Sus casi 1.500 representantes aún se destacan por ser
tejedores y constructores de embarcaciones. En 1800 superaban los 8.000
miembros, pero las enfermedades que trajeron los caucheros los devastó. En
1887, de los itonama emergió el líder Andrés Guayocho, quien inició una
rebelión en todo Moxos contra los explotadores. Leer Mas>>>
15.- Joaquiniano
Las aguas del río Mamoré, en el Beni, se constituyen en el espacio vital de los
joaquinianos. El maíz, el arroz, la yuca y el plátano son los productos
cosechados por los 169 miembros de este grupo. Su familia lingüística es el
arawak, pero el castellano, introducido por los misioneros católicos que
llegaron a sus tierras a comienzos de 1700, es el idioma predominante. Cada
año, la localidad beniana de San Joaquín recibe a los miembros de esta etnia
para celebrar la fiesta patronal de este pueblo oriental. Leer Mas>>>
16.- Leco
Cerca de 2.500 lecos habitan las provincias paceñas de Larecaja y Franz
Tamayo. Allí, este pueblo indígena se dedica a la ganadería, la agricultura y la
explotación forestal. Leco o lapa lapa es el nombre de su lengua originaria, la
cual, como sucede con gran parte de indígenas del país, está cerca de
desaparecer. Antes de la conquista de los españoles, este grupo tuvo una
fuerte influencia aymara, la cual hoy se manifiesta en varias de sus tradiciones
espirituales. El Parque Nacional Madidi es protegido por ellos. Leer Mas>>>
17.- Machineri
Además de Bolivia, los machineri se hallan en Perú y Brasil, países que se unen
en el municipio de Bolpebra, en Pando, a través del intercambio de productos.
Frijol, animales de monte y pescados son los productos ofertados por la
veintena de indígenas que conforman este grupo amazónico. Antes de la
llegada del hombre blanco a sus tierras, los machineri mantenían la tradición
de contar con un cacique que, además de ser la autoridad de sus miembros,
era el curandero y el chamán. Leer Más>>>
18.- Moré
Menos de 50 morés se hallan en la actualidad en las comunidades Monte Azul y
Vuelta Grande del departamento del Beni. Su familia lingüística es la chapacura
y su presencia en la Colonia se extendía por los ríos Machupo, Itonama y
Blanco. En esta área se encontró restos de arte rupestre y cerámica que se
cree fueron elaboradas por los antepasados de los moré. En los años 30,
recuerdan sus ancianos, se utilizó a miembros del Ejército para forzar a los
moré a ser “educados”. Leer Más>>>
19.- Mosetén
La tierra de los mosetenes fue el paso obligado de los españoles que buscaron
infructuosamente el gran Paitití. Ese territorio comprende los municipios de San
Borja (Beni) y Palos Blancos (La Paz). Antes de la evangelización católica, este
grupo era nómada y vivía de la caza, la pesca y la recolección. Ahora la
mayoría del millar de mosetenes trabaja la tierra. Leer Más>>>
20.- Movima
Las primeras referencias de los movimas, que viven en la provincia Yacuma y
pasan de los 6.000 miembros, datan de 1621. Entonces sumaban 20.000
indígenas, abarcando la mayoría de los ríos de esta región oriental. Una de sus
características es que mantienen el culto tanto a sus antepasados como a los
“dueños” del monte y de los animales. Leer Mas>>>
21.- Moxeño
Son uno de los grupos indígenas de mayor número en la amazonia boliviana.
Actualmente superan los 46.000 miembros y se sitúan en el departamento del
Beni. Las evidencias arqueológicas halladas en el lugar demuestran que antes
de la Colonia, en el siglo XVII, desarrollaron un sofisticado sistema de
agricultura con terraplenes, canales y camellones. Leer Mas >>>
22.- Pacahuara
Los primeros contactos de los españoles con los pacahuara —que en la
actualidad habitan Beni y Pando— no fueron pacíficos hasta 1785, cuando al fin
los misioneros lograron fundar la misión de Cavinas. Las perforaciones en la
nariz, donde introducen trozos de madera, es uno de los signos que los
identifica aún hoy. El pano es su familia lingüística.
Quechua
Con más de 1.556.000 componentes, los quechuas son el pueblo indígena más
numeroso del país. Tras la caída de Tiwanaku, el idioma quechua llegó a estas
tierras de la mano de los incas, quienes dominaron al resto de las culturas
andinas. La mayor concentración de quechuas se halla en Chuquisaca,
Cochabamba, Potosí, Oruro y La Paz. Leer Mas>>>
23.- Sirionó
Las provincias benianas de Cercado e Iténez son el hogar de los más de 150
sirionós. Son guardianes de su lengua, el tupi guaraní, y muy poco se ha
investigado sobre su origen. Algunos estudios, sin embargo, señalan que
llegaron desde Paraguay. Una de sus características es la práctica del culto al
animal cazado, como una forma de agradecimiento a la naturaleza. La caza de
animales del monte, la pesca y la recolección de miel de abeja son parte de sus
actividades productivas. Leer Más>>>
24.- Tapiete
Al menos una veintena de tapietes habitan la provincia Gran Chaco (Tarija), en
las comunidades Samawate y Crevaux. Fue en el año 1791 que los misioneros
franciscanos dieron cuenta de su presencia en esta región chaqueña. Entonces
eran definidos como “bárbaros peligrosos”, ya que por décadas lucharon contra
los intentos por ser doblegados por la fe de los españoles. Debido a su poca
población, para no romper la prohibición del incesto, ahora buscan esposas
entre los weenhayek y guaraníes. Una de las tradiciones que mantienen los
tapietes es el baile de la rueda y el uso del arco y la flecha para cazar. Tienen,
además, varios lugares sagrados como los cementerios de sus ancestros. Este
grupo indígena, que tiene el tupi guaraní como familia lingüística, se dedica en
la actualidad a la agricultura, la pesca y la recolección. Leer Mas>>>
25.- Tacana
La amazonia paceña, beniana y pandina alberga a los cerca de 4.000 miembros
de la etnia tacana. Los estudios arqueológicos dan cuenta de la presencia de
este grupo mucho antes de la llegada de los españoles. La invasión inca, sin
embargo, destruyó la organización social tacana. Las crónicas de los
franciscanos en 1680 señalan a este pueblo como pacífico y hospitalario. En la
actualidad, en algunas comunidades continúan realizándose las celebraciones
ancestrales en fechas agrícolas.
26.- Reyesano o Maropa
Algunos investigadores bolivianos identifican a los 2.700 indígenas reyesanos
también como maropas. Ubicados en la provincia Ballivián (Beni), la historia de
este pueblo está ligada con la antigua misión de Los Santos Reyes, que fue
creado con el objeto de evangelizar a los grupos indígenas de los originarios
del área ubicada en el río Beni y el lago Rogaguado. Leer Más>>>
27.- Toromona
Su existencia está rodeada de mitos y leyendas. Según la tradición oral de las
etnias indígenas que circundan el Parque Nacional Madidi (La Paz), los
toromona, dirigidos por el cacique Tarano, resistieron las incursiones españolas
durante los siglos XVI y XVII. Sin embargo, no existe documentación que brinde
datos confiables sobre estos hechos. Al respecto, los ancianos araona —que
habitan en el municipio paceño de Ixiamas— aseguran que esta etnia se formó
tras una división entre los araonas. Un par de expediciones científicas
intentaron infructuosamente hallar a los miembros de los toromonas, que se
supone aún mantienen la vida nómada de sus antepasados. Así, además de las
tierras del norte paceño, se cree que este grupo de originarios se mueve por el
sur del departamento de Pando. Leer Más>>>
28.- Urus
La Paz y Oruro se constituyen en el reducto de los urus. Se calcula que su
población supera las 2.000 personas. Los urus son considerados los primeros
en habitar el altiplano boliviano. Su historia se inició hace 2.500 años, pero sus
raíces están ligadas a los wankarani, una cultura anterior. A partir del siglo XVI,
este grupo fue sometido por los aymaras, Ahora, sin embargo, los urus son uno
de los pocos grupos indígenas que mantienen la mayoría de sus costumbres
intactas, como su lengua. Leer Mas>>>
29.- Yaminahua
Fue en los primeros 50 años del siglo XX que los yaminahuas ingresaron al
territorio boliviano desde la amazonia peruana. Lo hicieron huyendo de las
incursiones de sectas evangélicas. Actualmente, este grupo se halla en la
provincia pandina Nicolás Suárez. Los cerca de 50 miembros de esta etnia
mantienen parte de sus tradiciones intactas. Una de ellas es la de venerar a la
víbora sicurí como una de sus principales divinidades. Los yaminahua están
divididos en evangelistas y no evangelistas. Leer Mas>>>
30.- Yuqui
La tuberculosis es la mayor amenaza de este grupo étnico que habita en la
provincia Carrasco, en Cochabamba. Una treintena de sus cerca de 200
miembros sufren de esta mortal enfermedad. A pesar de ello, estos hábiles
pescadores mantienen parte de sus creencias intactas, como la de creer que el
ser humano cuenta con dos espíritus. Leer Mas>>>
31.- Yuracaré
Más de 1.300 yuracarés se hallan repartidos en los departamentos de
Cochabamba y Beni. Este grupo indígena fue descubierto en el siglo XVI por
una expedición antropológica. Sus miembros fueron utilizados como peones en
la apertura de caminos. Actualmente su fuerza productiva se centra en los
cítricos, el café, el zapallo, la yuca, el maní y el plátano. Leer Mas>>>
32.- Weenahayek
Los municipios de Gran Chaco y Yacuiba (Tarija) albergan al millar de
weenahayek, conocidos en las crónicas coloniales como matacos. Las misiones
de los jesuitas salvaron a esta etnia del exterminio total en el siglo XVII. Su
religión tradicional era animista y llena de ritos. La artesanía, la pesca y la
recolección son ahora su medio de subsistencia. Leer Más>>>
33.- Quechuas
Población: 2.556.277 personas (Censo 2001)
Ubicación: Chuquisaca, Cochabamba, Potosí, Oruro y La Paz
Lengua: Quechua
La organización social de las comunidades se basa en la familia, sustentada en
la estructura del ayllu. Viven de la agricultura.
Quechua (de qhichwa runa, “gente de los valles, de la zona templada”) es un
término con el que se autodenominan varias etnias de la cordillera de los
Andes, principalmente aquellas que hablan quechua, y un nombre colectivo
usado para la totalidad de estas etnias. Existen etnias quechuas en Perú,
Bolivia, Chile, Brasil, Argentina, Panamá y Ecuador. En Ecuador, el norte del
Perú y en Argentina se usa la variante fonética Quichua (kichwa runa – las
variantes quichuas norteñas no distinguen entre k y q) y – además del término
kichwa – algunas etnias del Ecuador y de la selva peruana.
Unas etnias quechuas (algunas adquirieron el quechua de los Incas):
Inca
Chanca (en Huancavelica, Ayacucho y Apurímac)
Huanca (en Junín; hablaron el quechua antes de los Incas)
Cañaris (en Ecuador; fueron quechuizados por los Incas)
Grupo lingüístico: quechua.
El quechua, aunque deriva del aymará, es una lengua más evolucionada,
porque durante el imperio Inca se fueron incorporando a ella nuevos términos y
variaciones fonéticas (arawacas y otras). La lengua de los incas afianzó aún
más su presencia en el Altiplano durante el periodo de la colonización
española, ya que los españoles la utilizaron para sus relaciones con los
habitantes andinos, sin diferenciarlos de su origen y por tanto, sin tener en
cuenta las diferentes lenguas de estos pueblos. Leer Mas>>>

34.- Afrobolivianos
Población: 20.711 personas
Ubicación: La Paz
Lengua: Castellano
Su organización social se basa en la familia nuclear y sus lazos de parentesco
son muy fuertes. Viven de la agricultura de la yuca, del plátano, del cítrico, del
arroz y cultivan la coca.
Los afrobolivianos fueron traídos del África, para trabajar en condiciones
infrahumanas en las minas de plata de Potosí, soportado el frío y la altura de
4200 metros sobre el nivel del mar, situación a la que no estaban
acostumbrados. Cuando la baja de la minería migraron hacia los yungas de La
Paz. Llegaron a los yungas a través de 3 caminos incaicos: El Choro, Taquesi y
Yunga Cruz.
En los yungas tuvieron que aprender a cultivar la hoja de coca. Los
terratenientes dueños de haciendas en la zona yungueña requerían de los
servicios de los ahora afrobolivianos para los trabajos de agricultura, donde
también los explotaron como esclavos.
En el año 1945, el Presidente Gualberto Villarroel promulgó el Decreto Supremo
Nro 319, que declara abolidos los servicios de Pongueaje y Mitanaje. En el año
1952, se eliminó el trabajo gratuito y la servidumbre. El 2 de agosto de 1953
mediante Decreto Ley N° 3464 se abolió el “pongueaje” y “mitanaje”, lo que
favoreció a los afrobolivianos porque los libró de la esclavitud, también se les
otorgó tierras donde viven y trabajan actualmente.
En febrero de 1992 se llevó a cabo la Primera Asamblea de Naciones
Originarias y del Pueblo, en la que participaron varias direcciones de las
organizaciones Originarias e Indígenas a la cabeza de la CSUTCB y la CIDOB, la
misma tenía el objetivo de que las Naciones Originarias y el Pueblo cuenten
con un instrumento de poder y unidad, que constituya interlocutor válido para
el todo el pueblo, que recupere su territorio y sea portador de los contenidos
ideológicos de: clase, nación identidad y cultura, para la construcción de un
Estado Multinacional, Pluricultural, Plurilingüe, Socialista Comunitario,
Democrático con dignidad, participativo, con respeto mutuo entre los pueblos
originarios, clase media empobrecida, pueblos mestizos y pueblo negro. Leer
Mas>>>
35.- Guaranies o Chiriguanos
Población: 75.500 personas
Ubicación: Santa Cruz, Chuquisaca y
Tarija Lengua: Tupi guaraní
La organización social se basa en la familia nuclear (padre, madre e hijos).
Antes se casaban entre primos. Viven de la agricultura. La caza es tarea de
hombres y las labores domesticas, de las mujeres.

La historia comienza con dos hermanos mellizos llamados Tupí y Guaraní. Estos
hermanos se casaron pero sus esposas no se llevaban muy bien y peleaban
todo el tiempo y no tuvieron más remedio que separarse. Cada uno comenzó
un nuevo pueblo pero a pesar de pasar el tiempo siguen siendo muy parecidos
en su lengua, en sus costumbres. Así cuentan los guaraníes sobre sus orígenes.
Los guaraníes se asentaban en el sur de Brasil, el este de Bolivia y Paraguay y
es noreste de Argentina; cuando aún no habían llegado los conquistadores.
Algunos incluso llegaron hasta cerca de la actual Buenos Aires y el Delta del
Paraná. Se los llamaba chandules y otro grupo llegó hasta el Chaco boliviano
denominándolos chiriguanos.
Se calcula que cuando llegaron los españoles en el siglo XVI al Paraguay eran
unos 1.500.000 en total en todo el territorio.
Las relaciones con los otros grupos en algunos casos eran hostiles pero en
otros pacíficas. Llegaron a dominar a muchos grupos, como es el caso de los
chanés. Su lengua fue aprendida por diferentes pueblos y fue útil para usarla
en el intercambio y el comercio y con el tiempo se convirtió en la lengua
general conocida por las tribus del sur del Brasil, Paraguay, este de Bolivia y
noreste argentino.
Debido a las migraciones se fueron instalando en lugares diferentes y así con el
paso del tiempo si bien conservaron parte de sus costumbres fueron
adquiriendo otras y tejiendo una historia propia. Hoy los principales grupos son
los chiriguanos y los cainguá. Los chandules desaparecieron al poco tiempo de
instalados los españoles. Leer Mas>>>

36.- Nahua
Población: 15 personas
Ubicación: Manuripi
Lengua: Nahua
No se sabe cuántos son, ni el área exacta donde se asientan. Es probable que
los nahuas de Bolivia hayan sido exterminados. Se cuenta que vivían pintados
en grupos de varias familias para defenderse de agresores.
Los nahuas son un grupo de pueblos nativos de Mesoamérica cuyos ancestros
fueron los mexicas (descendientes de los aztecas) y otros pueblos antiguos de
Anáhuac que tenían en común la lengua náhuatl. Actualmente el término
mexicano es su autodenominación ymexicanero (en el estado de Durango). Su
nexo principal era su lengua, el náhuatl o nahuat, además de grandes
similitudes en su religión ycosmovisión. Son nahuas los pueblos prehispánicos
de Texcoco, Tlaxcala, Chalco, Cholula, Acolhuacán y los Mexicas entre otros,
destacan estos últimos por la fundación de Tenochtitlán y su influencia sobre
los otros pueblos de la región y con los estados de Morelos, Michoacán
eHidalgo.
En el momento de la Conquista de América por parte de la corona española, los
nahuas se habían expandido a la América Central y contaban con importantes
asentamientos en la vertiente del Pacífico de Nicaragua. Además, había
comunidades nahuas en la boca del río San Juan, así como en la región de
Bagaces (Costa Rica) y en la cuenca del Sixaola, en la región fronteriza entre
Costa Rica y Panamá.
Los nahuas eran nombrados diferente según la región donde habitaban: en
México se llamaron Mexicas; en Guatemala, cachiqueles; en El Salvador,
pipiles; en Nicaragua, niquiranos o chorotegas y en Costa Rica, guatusos.
Lenguas de Bolivia
En Bolivia, son hablados el español, aymara, quechua, guaraní y variedad de
lenguas indígenas de menor uso. Durante el Censo 2001, el 47% de la
población declaró hablar alguna lengua indígena, mientras que el 36% la tenía
como lengua materna. El 33,2% de la población era bilingüe, en contraste del
11,6% de monolingües indígenas y el 49,8% de hispanohablantes monolingües.

Bolivia es un país con varias lenguas entre ellas: español o castellano,


quechua, aimara y guaraní, son las más importantes. Pero, en 1º lugar el
español o también denominado el castellano, 2º quechua, 3º aimara y 4º
guaraní. Pero otras son el leco, el maya, el inglés y muchas más lenguas
indígenas más por expansión territorial en Bolivia.

En el altiplano y las regiones subandinas, los idiomas hablados son el aimara y


el quechua sureño, además del chipaya. En la región oriental de los llanos, hay
una mayor diversidad de lenguas indígenas (cerca de 33), aunque habladas en
menor proporción dentro de las localidades étnicas y algunas al borde de la
extinción. Entre estas lenguas se encuentra el chiriguano (o boliviano oriental)
y el simba (o boliviano occidental).
Idiomas oficiales de Bolivia[editar]
Bolivia declaro por ley de 1977 al quechua y al aimara como lenguas oficiales
junto al español. Mediante decreto supremo Nº 25894 de 11 de septiembre de
2000, promulgado durante el gobierno de Hugo Banzer Suárez y vigente hasta
agosto de 2012,1 se reconocieron como idiomas oficiales de Bolivia treinta y
cuatro lenguas indígenas: aimara, araona, ayoreo, baure, besiro, canichana,
cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasu’we
(pauserna), guarayu, itonama, leco, machineri, mojeño- trinitario, mojeño-
ignaciano, more, mosetén, movima, pacawara, quechua, reyesano, sirionó,
tacana, tapieté, toromona, uru-chipaya, weenhayek, yaminawa, yuki y
yuracaré.2

Conforme a la actual Constitución Política del Estado, vigente desde el 7 de


febrero de 2009, Bolivia reconoce treinta y siete idiomas oficiales,nota 1
incluyendo además del castellano los idiomas de las naciones y pueblos
indígenas originario campesinos de Bolivia, señalados en el Art. 5 de la Nueva
Constitución Política el Estado:
Artículo 5. I. Son idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los idiomas
de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, que son el
aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo,
chimán, ese ejja, guaraní, guarasuawe, guarayu, itonama, leco, machajuyai-
kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré,
mosetén, movima, pacawara, puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete,
toromona, uruchipaya, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco.
II. El Gobierno plurinacional y los gobiernos departamentales deben utilizar al
menos dos idiomas oficiales. Uno de ellos debe ser el castellano, y el otro se
decidirá tomando en cuenta el uso, la conveniencia, las circunstancias, las
necesidades y preferencias de la población en su totalidad o del territorio en
cuestión. Los demás gobiernos autónomos deben utilizar los idiomas propios de
su territorio, y uno de ellos debe ser el castellano.
Constitución Política del Estado - Bolivia
Listado de idiomas oficiales de Bolivia[editar]
Aymara
Araona
Ayoreo
Baure
Bésiro
Canichana
Castellano
Cavineño
Cayubaba
Chácobo
Chimán
Ese Ejja
Guaraní
Guarasu'we
Guarayu
Itonama
Leco
Machajuyai-kallawaya
Machineri
Maropa
Mojeño-trinitario
Mojeño-ignaciano
Moré
Mosetén
Movima
Pacawara
Puquina
Quechua
Sirionó
Tacana
Tapiete
Toromona
Uru-chipaya
Weenhayek
Yaminawa
Yuki
Yuracaré
Zamuco
Texto importante: "El impacto del cambio climático en la biodiversidad. Bolivia”

A continuación transcribimos un resumen a cargo de Jocelijn Carmen – Thera


François (responsable de compilación y redacción):

El impacto del cambio climático en la biodiversidad. Bolivia

El documento ha sido compilado entre octubre de 2011 y febrero de 2012


desde PNUD en coordinación con el Instituto de Ecología de la UMSA en La Paz.

El documento refleja las experiencias, resultados de investigaciones, estudios,


proyectos, etc. de pequeñas/os productores, investigadora/es, universidades,
instancias del gobierno y organizaciones no gubernamentales en el marco del
mejoramiento de la resiliencia y manejo del impacto del cambio climático sobre
la (agro)biodiversidad en Bolivia.

El objetivo del estudio es juntar los conocimientos tanto tradicionales como


científicos en esta temática y en base a ello formular pauatas para la
investigación y la elaboración de políticas.

Las principales conclusiones y recomendaciones son:

Bolivia es uno de los países que menos contribuye al cambio climático pero que
lo sufre más.

Se han señalado cambios fisiológicos y fenológicos, en abundancia de especies,


procesos de migración, nuevas plagas y enfermedades y cambios en
calendarios agrícolas.

El cambio climático es reconocido no solo por científicos pero también por


productora/es que han desarrollado conocimientos y prácticas de adaptación.

Los impactos de la deforestación pueden ser más grandes que los impactos
del cambio climático por lo cual es urgente desarrollar acciones para frenar los
procesos del cambio del uso del suelo (deforestación) para parar el proceso de
deforestación.

La (agro)biodiversidad de Bolivia es enorme y se constituye en una fuente


importante de resiliencia y adaptación al cambio climático.

Las investigaciones sobre cambio climático y biodiversidad son incipientes,


poco coordinadas y con poca difusión de resultados.
Las investigaciones se concentran en ciertas áreas y especies y utilizan
modelos no siempre validados.

Resulta difícil estudiar impactos del cambio climático sobre la biodiversidad por
falta de modelos meteorológicos de buena resolución y a nivel local.

El marco legal en relación al cambio climático y la biodiversidad es incompleto,


ineficiente y débil, además en muchos casos se da prioridad a otros sectores
como la minería y la agroindustria.

Áreas protegidas son esenciales la para mitigación y adaptación al cambio


climático

Es imprescindible involucrar a actores locales en el desarrollo y manejo de


planes para la mitigación y adaptación al cambio climático (productora/es,
pueblos indígenas, guardaparques, etc.)

Son aún pocas las intervenciones en esta temática. En base a las experiencias
actuales, se sugiere seguir promoviendo los sistemas agroforestales (multi
estratos) SAFs, biocorredores, un modelo alternativo de desarrollo que visualiza
y valoriza el valor de los recursos naturales, la combinación de conocimientos
locales y conocimientos científicos y el fortalecimiento de actores locales
mediante procesos de información, concientización y capacitación.

Monumento Nacional de Bolivia


El Museo Nacional de Arqueología (MUNARQ) es un museo público boliviano
que forma parte de la Unidad de Arqueología y Museos dependiente de la
Dirección General de Patrimonio Cultural del Ministerio de Culturas y Turismo.
Está ubicado en el Palacio Tiwanaku que fue declarado Monumento Nacional en
1990.

Es el museo más antiguo del país1 desde que comenzó a funcionar el año
1838, cuando el mariscal Andrés de Santa Cruz ordeno la creación de un
museo para mostrar las riquezas mineras, muestras de la diversidad de fauna y
flora, objetos etnográficos y arqueológicos de Bolivia.
Historia[editar]
El primer paso en la historia del museo fue llevado a cabo por el expresidente
José Ballivián el 13 de junio de 1846, cuando inauguró el Museo Público en el
segundo piso del Teatro Municipal y encomendó su dirección al doctor Manuel
Fernández de Córdoba.1

El Museo Público carecía de un inmueble propio por lo que en 1919, 73 años


después, el expresidente José Gutiérrez Guerra autorizó el contrato de alquiler
del Palacio Tiwanaku, construido el 1916 y hogar de Arturo Posnansky, para
que en ese edificio funcionaran los museos Nacional y Mineralógico. Mediante
la Resolución Suprema del 22 de mayo de 1922 el expresidente Bautista
Saavedra aprobó la compra de dicha propiedad por parte del Estado.1

Concluido este proceso, el 31 de enero de 1960 se reinauguró con el nombre


Museo Nacional de Arqueología,2 que contaba con colecciones arqueológicas,
paleontológicas y antropológicas. Desde entonces el Museo de Arqueología fue
incluyendo diversas muestras, hasta contar actualmente con más de 50 mil
piezas, debidamente registradas y catalogadas, pertenecientes a las culturas y
civilizaciones del oriente y occidente del país.

En 1990, el Palacio Tiwanaku, actual edificio del Museo Nacional de


Arqueología, fue declarado Monumento Nacional de Bolivia mediante el
Decreto Supremo Nº 22427 por sus características especiales de su singular
diseño, único en su especie.3

Colección[editar]
La colección del Museo Nacional de Arqueología está compuesta por más de 50
mil piezas arqueológicas de culturas de toda Bolivia,2 entre ellas las culturas
Tiwanaku, Chiripa, Mollo, Inka y las del oriente boliviano. En el museo se
destacan esculturas de piedra como, el Templo de Kalasasaya, el Monolito
Ponce, el Templete subterráneo, la Puerta del Sol, la Puerta de la Luna, además
de una gran cantidad de vasijas, cántaros y piezas esculpidas en arcilla.4 En
algunas salas se exponen colecciones de minerales y numística. Una de las
últimas adiciones al museo fueron 30 piezas de cerámica arqueológica de la
cultura Pariti halladas en 2004 en la isla Pariti del lago Titicaca con piezas
diseñadas de cabezas de puma, mamíferos, cóndores, serpientes y con figuras
de seres mitad humano y mitad animal de los que se desconocía su existencia
que datan entre los años 900 y 1200 después de Cristo.5

Ambientes[editar]
El MUNARQ cuenta con cinco salas para las diferentes exposiciones en el
museo.6 La primera sala está dedicada a un recorrido global y cronológico de
Bolivia y su historia, la segunda sala muestra piezas mayormente de la cultura
tiwanacota, con las muestras de Pariti, Amaguaya, los alucinógenos y otros. La
tercera sala explica el desarrollo de las diferentes regiones bolivianas, con
muestras incas, de la cultura Mollo y todo lo concerniente a la vida colonial y
republicana.6

La cuarta sala presenta muestras en piedra, en metal y también en tejidos, que


incluye una gama extensa de diseños de textiles de las distintas culturas del
país. La quinta está dedicada exclusivamente a la muerte, donde se exhiben
momias, recreación de entierros, alta montaña, contexto funerarios y las
cabezas de trofeo.6

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