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Los 

pueblos originarios de Venezuela son grupos que en la actualidad conforman


aproximadamente el 2,9% de la población.

Etnias arahuacas
Para 1498 las etnias arawacos se concentraban en el Occidente y Centro de lo
que sería Venezuela, colonizaban y comerciaban con diversas islas de las Antillas.
Hoy en día los principales grupos arawacos se hallan en el Zulia (ante todo los
wayúus) y en el Amazonas.

Wayuu

Es la etnia más numerosa de Venezuela. Habitan en el Noroeste del Zulia y en La


Guajira colombiana. En general han tratado de permanecer independientes de
Colombia y Venezuela y se consideran ante todo wayúus y procuran regirse por
sus propias leyes.

Ocupan un territorio de 15 300 km² dentro del departamento de la


Guajira, Colombia, y 22 000 km² dentro del estado Zulia, Venezuela. El clima de
la sabana filoxera al sur y occidente (Baja Guajira) y de estepa árida o semiárida al
norte y oriente (Alta Guajira), es cálido y seco, la lluviosa de esta región es muy
reducida y solo hay lluvias en el Juyapu, entre septiembre y diciembre.
Sociedad organizada en clanes e'iruku. Entre el pueblo wayú existe todavía la
autoridad tradicional y un sistema autóctono de la administración de la justicia en
la cual se destaca el pütchipü o pütche'ejachi, es decir, el portador de la palabra o
"palabrero", quien resuelve los conflictos entre los diferentes clanes.
Pemón
Los pemones habitan en el Bajo, Medio y parte del Alto Paragua en el municipio
Angostura, los pemones son indígenas suramericanos que habitan la zona sureste
del estado Bolívar en Venezuela, la frontera con Guyana y Brasil. Son los
habitantes comunes en la Gran Sabana y todo el Parque Nacional Canaima. Se
calcula que hay unos 30.000 Pemones en Venezuela (Estado Bolívar y el territorio
esequibo) y Brasil. Se diferencian tres grupos principales:
Taurepan: en la frontera entre Venezuela y Brasil
Arekuna: hacia el Noroeste del Roraima y en el valle de Kavanayén5 6 7
Kamarakoto: al oeste del río Karuay, Caroní, la Paragua y en el valle de
Kamarata.8
Habitan casas circulares o rectangulares, de techo de paja y paredes de adobe o
barrotes de madera.
Está fundamentada en la tala y quema; constituye la base de su alimentación la
yuca amarga. La recolección de productos silvestres, en la zona noroccidental, en
el Bajo Caroní y Bajo Paragua.
Estos dialectos se diferencian a nivel fonético, gramatical y lexical. 

El idioma pemón pertenece a la familia de idiomas caribes. Es hablado ante todo


por la etnia pemona, de aproximadamente treinta mil personas, en el Sureste
de Venezuela particularmente en el parque nacional Canaima (Estado Bolívar), en
el estado de Roraima en Brasil y en Guyana. Algunas de sus palabras se han
incorporado a la forma de hablar de los habitantes de esa área del país.
El pemón es el idioma Caribe con más hablantes. Se habla en los
municipios Sifontes y Gran Sabana del estado Bolívar de Venezuela, en Guyana y
en Roraima, Brasil. El macushí o macuxi, hablado en Brasil, es a veces
considerado como un dialecto del pemón. La Gran Sabana es el sitio con el mayor
número de hablantes de la lengua pemona.

Los pueblos yanomami se hallan ante todo en la zona Este y Sur del estado
Amazonas y en el Suroeste del Estado Bolívar. Han sido uno de los grupos que
mantuvieron un mayor aislamiento respecto a los occidentales. En las últimas
décadas han sufrido especialmente por la penetración de mineros ilegales,
traficantes y otros grupos foráneos.
Los yanomami habitan una zona entre Venezuela y Brasil. Empezaron a
expandirse a finales del siglo VI en territorio de los maquiritares, pero han sufrido
en las últimas décadas por la presión demográfica de criollos en su territorio.

Localización Alrededor de 20 000 individuos que integran los yanomamis viven


desperdigados por la selva tropical, en aldeas separadas por muchos kilómetros
de tierra deshabitada. Alrededor del 70 por ciento de esta población ocupa el sur
de Venezuela, en el estado Amazonas, mientras que el resto se distribuye por
zonas adyacentes a Brasil, en concreto en una zona que comprende parte del
estado de Roraima y del Amazonas. Las comunidades yanomamis se concentran
en la zona de la cuenca del río Mavaca, en los afluentes del Orinoco, y en la sierra
Parima.
Mitos y costumbres Los yanomamis tienen una tradición mitológica muy rica que
continúa hasta el día de hoy, pese a la conversión de muchos pemones
al catolicismo o al protestantismo. Varios de los mitos más importantes describen
los orígenes del Sol y de la Luna, la creación de los tepuyes (monte Rorarima o
Dodoima en pemón5) y las actividades del héroe creador Makunaima y sus
hermanos. Una de las costumbres de esta etnia es la práctica del canibalismo
endogámico como ritual sagrado: en una colectiva ceremonia funeraria se comen
las cenizas de los huesos de su pariente muerto. Creen que en los huesos reside
la energía vital de la persona fallecida y que al ingerir sus cenizas la reintegran al
grupo familiar.
Utilizan la sustancia tóxica de unas plantas para impregnar las puntas de sus
flechas. Este veneno (curare) paraliza al animal cazado sin alterar su consciencia
ni la sensibilidad. Las mujeres se adornan atravesando con un palo pequeño su
tabique nasal y las comisuras de los labios. Utilizan también pinturas corporales.
La etnia lleva siempre el mismo corte de pelo, con flequillo y la coronilla rasurada
(estilo capuchino). Las cicatrices son muestra de valor y madurez. Tienen una
pequeña estatura y solo se visten con un cinturón tubular los hombres y un
pequeño fleco las mujeres. La primera persona que estudió de manera formal los
mitos y el lenguaje de los yanomamis fue el etnólogo Theodor Koch-Grünberg,
quien visitó Roraima en 1912.6 Posteriormente, en los años setenta, por medio de
la beca de la Fundação de Auxílio à Pesquisa do Estado de São Paulo (Fapesp)
para estudiar a la tribu, la fotoperiodista húngaro-brasileña Claudia Andujar realizó
sus primeros trabajos con la comunidad, lo que la llevaría a desarrollar un
comprometido trabajo de registro y conservación del pueblo.
Vivienda

Vista de un Shabono.
Viven en aldeas pequeñas, de entre 40 o 50 personas, que se construyen en
círculo completamente abiertas. Sus viviendas tienen forma cónica y viven en
grupos de familias. La situación de las cabañas puede variar y, en numerosas
ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera. Las familias
comparten con las otras familias de la comunidad los productos obtenidos de la
caza, la pesca o la cosecha (dentro de cada shabono conviven varias familias
como una comunidad).
Etnias sin conexión lingüística conocida
Hay diversos pueblos cuyos idiomas son clasificados como aislados por no estar
emparentados con ningún otro idioma conocido.
Waraos

Mujeres waraos del municipio Antonio Díaz muestran cestería típica de su región.
Los waraos son, después de los wayúus, la segunda etnia más numerosa de
Venezuela. Habitan ante todo el Delta del Orinoco y zonas cercanas en la costa.
Son expertos en el uso de las canoas. Están muy bien adaptados a la vida en los
manglares. Humboldt contaba que los guaiqueríes de Margarita decían que sus
antepasados hablaban una forma de warao.

Warao es un pueblo indígena amerindio que habita en el delta del Orinoco.1 Hay


más de 36.000 personas que se identifican con esta etnia.[cita requerida]

Conocidos como la tradición Kotoch o Chavin. Ellos aportaron a los primeros


pobladores conocimientos de alfarería -de la cual se guardan reminiscencias
formales y técnicas de nuestra cerámica prehispánica- y horticultura. Las
comunidades que pertenecieron a esta cultura, conocida como tradición
Barrancas, alcanzaron un importante desarrollo económico y social a partir de los
excedentes agrícolas producidos por el cultivo vegetativo de la yuca amarga. La
historia reciente de este pueblo la hicieron la etnia warao, según tradición oral de
los indios warao, llegaron al Delta como refugiados de otras tribus más guerreras
que los obligaron a internarse en estos desiertos acuáticos, aún continúan siendo
parte importante de los habitantes de este Estado, inmersos en su propia cultura y
adoptando del continuo cambio ambiental aquello que le reporte mayor utilidad a
su economía. Originalmente fueron pescadores, cazadores y recolectores,
posteriormente pasaron a ser agricultores con la introducción del ocumo chino
desde la isla de Trinidad y de Guyana.

Ubicación
Extensión geográfica de la lengua warao.

El pueblo warao se ubica a orillas de los caños que forman el Delta del Orinoco,
en las islas sedimentarias arrastrados de su caudaloso río, por la acción de las
corrientes y las mareas sobre las aguas fluviales. El topónimo más antiguo del
río Orinoco sería Wirinoko o Uorinoko, que significa el lugar donde se rema,
de wiri, que significa donde remamos y noko, lugar, casa , sitio de estar o
residencia. Sobre este grupo indígena, Álvaro A. García-Castro señala: "Pocos
pueblos tienen una historia tan ligada a un hábitat fluvial como el pueblo warao".

Creencias El mundo sobrenatural de los warao ocupa todos los ámbitos de la vida
que está indisolublemente interconectado con el medio natural. Es un mundo
circular, Hobahi, rodeado de agua por todas partes y poblado de entidades o seres
inmateriales, denominados Hebu, provistos de sexo, razón y voluntad, que pueden
ser positivos, negativos o neutros, dependiendo de su actitud hacia los seres
humanos. Estos espíritus están presentes en todos los objetos y aspectos de la
vida y muchos controlan parcelas específicas del mundo material; así,
hay hebus que habitan y controlan las aguas, los Nabarao, las tormentas, o Hebu
Kaunasa; los árboles, o Dauarani. El principal y más poderoso de todos es el Hebu
a Kanobo (nuestro abuelo), que reside en la piedra sagrada que custodian
los Wisiratu o chamanes más importantes. Los instrumentos sagrados, como la
maraca grande Mari mataro o Hebu mataro, deben su poder a los hebu benignos
que se alojan en los pequeños fragmentos de cuarzo que la hacen sonar,
los Karekos y que son capaces de ahuyentar a otros hebu malignos menos
poderosos que suelen causar enfermedades. 

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