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Aspectos importantes del Procedimiento Administrativo Ordinario.

Introducción

El procedimiento Administrativo Ordinario es un procedimiento administrativo

general de un conjunto de actuaciones que debe realizar el ejecutivo para

realizar una acción administrativa. La Ley 39/2015, de 1 de octubre, establece

procedimientos administrativos unificados para la prestación de servicios

públicos. Sin embargo, dado que ningún procedimiento se aplica a los

funcionarios públicos, esta ley se suma a los procedimientos especiales y hay

algunos procedimientos que no entran dentro de su ámbito.

Por lo tanto, los procedimientos administrativos consisten en supuestos

normativos para la formación de la voluntad de la administración pública en

relación con el interés público o el interés público, que es la finalidad de la

administración. En otras palabras, es la base del interés público que confiere

las facultades normativas que deben tener los órganos de la administración

pública a la hora de tomar decisiones administrativas.

Para mostrar otro punto de vista, el procedimiento administrativo es un método

de la administración pública encaminado a adoptar el derecho administrativo,

garantizar la adecuada actuación administrativa y proteger el interés público tal

y como establece la primera parte del artículo 103 de la Constitución Española.

Estos procedimientos son revisados por organismos administrativos y sujetos a

revisión judicial mediante recursos contenciosos administrativos.

Desarrollo

La resolución del procedimiento puede ser favorable o desfavorable al

interesado. En el caso de ser favorable, la Administración Pública está obligada


a ejecutarla. En el caso de ser desfavorable, el interesado puede impugnarla

ante la jurisdicción contencioso-administrativa. En el Ecuador, el PAO está

regulado por la Ley Orgánica de la Función Ejecutiva, el Código Orgánico

Administrativo y otras normas complementarias.

Los aspectos importantes del Procedimiento Administrativo Ordinario (PAO)

son los siguientes:

 Su finalidad: El PAO tiene como finalidad garantizar la actuación

adecuada de la Administración Pública, así como la defensa de los

intereses generales y los derechos e intereses de los interesados.

 Su carácter reglado: El PAO se rige por el principio de legalidad, lo que

significa que su tramitación debe ajustarse a lo dispuesto en la Ley.

 Su carácter contradictorio: El PAO permite a los interesados participar

en la tramitación del procedimiento, ejerciendo sus derechos de

audiencia, información y defensa.

 Su carácter imparcial: El PAO debe tramitarse de forma imparcial, sin

que la Administración Pública pueda favorecer a ninguna de las partes.

Estos aspectos son importantes porque contribuyen a garantizar la

transparencia, la legalidad y la eficacia de la actuación administrativa.

En concreto, el PAO se caracteriza por las siguientes fases:

 Iniciación: El procedimiento se inicia por la solicitud del interesado o por

un acto de la Administración Pública.


 Instrucción: En esta fase, la Administración Pública recaba la

información y los documentos necesarios para resolver el procedimiento.

 Terminación: El procedimiento finaliza con la resolución del órgano

administrativo competente.

Además, como persona jurídica, una demanda requiere procedimientos para

representarse a sí misma y lograr sus objetivos. Esta relación no significa que

el trámite sea un proceso y viceversa. Un ritual es una serie de acciones que el

Estado realiza de manera ordenada y necesaria para llevar a cabo sus

funciones públicas y lograr sus objetivos a través de procesos adecuados. Por

lo tanto, las actividades legislativas se llevan a cabo a través del proceso

legislativo, lo que se refleja en el proceso legislativo de clarificación de la ley.

Las funciones ejecutivas se realizan a través de procesos administrativos, que

incluyen procedimientos administrativos para el logro de objetivos, que son

actos administrativos. Finalmente, la función judicial logra su propósito a través

del proceso judicial, que requiere que se sigan ciertos procedimientos legales

para confirmar las sentencias.


Los principios generales que inspiran el procedimiento administrativo son los siguientes:

 Principio de contradicción que implica la existencia de una dualidad de posiciones


jurídicas opuestas entre sí.

 Predominio de la actuación de oficio.

 Principio de celeridad.

 Predominio de la forma escrita durante todo el procedimiento administrativo.

 Gratuidad del procedimiento.

 Imparcialidad del procedimiento.

 Transparencia y publicidad.

 In dubio pro actione.

Los tipos de procedimientos administrativos según la Ley 39/2015 son los siguientes:

 Procedimiento Administrativo Común.

 Procedimientos de potestad sancionadora.

 Responsabilidad patrimonial.

El procedimiento administrativo se divide en tres grandes fases: iniciación, instrucción y


finalización. En ellos participa el interesado o su representante legal y el órgano administrativo
que resolverá el proceso. Será el Poder Judicial quien vele por su correcto curso a través del
recurso contencioso-administrativo.

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