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INFLUYENTE
DILEMAS Q U E TODO LÍDER DEBE ENFRENTAR
Liderazgo influyente: dilemas que todo líder debe
enfrentar. - 1a ed.
Buenos Aires: Sembrar Ediciones Cristianas, 2011.
128 p.; 20x14cm.
ISBN 978-987-24864-5-7
1. Liderazgo Cristiano. I. Título.
CDD 262. 1
Fecha de catalogación: 19/09/2011
Editorial
Sembrar Ediciones Cristianas
www. sembrarediciones. com. ar
Impreso en Argentina
Diseño de cubierta e interior: Lucas Fuentes
www. lucasfuentes. com
00 Prólogo
01 Influencia en el Liderazgo
02 Condición de Jesús para liderar
03 Condición de la gente para liderar
04 Poder o Autoridad
05 Impactar o Influenciar
06 Mandar o Gobernar
07 Proyectos o Personas
08 Fama o Prestigio
09 Entusiasmar o Motivar
10 Discurso o Modelo
11 Carisma o Integridad
12 Líderes Influyentes
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PRÓLOGO
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El gran vacío ético en el cual nos debatimos le dio una peligrosa au-
tonomía y el liderazgo se transformó en la meta de quienes codician
poder y fama.
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LIDERAZGO
INFLUYENTE
DILEMAS Q U E TODO LÍDER DEBE ENFRENTAR
Capítulo 1
INFLUENCIA
EN EL LIDERAZGO
Hay algunas características que son comunes a los líderes que logran
influenciar positivamente en sus liderados, mencionaremos algunas:
SABEN ESCUCHAR
Escuchar significa dar un espacio al otro para que se exprese con
libertad. Escuchar es hacer sentir importante al otro y no significa
necesariamente estar de acuerdo con lo que dice. Escuchar es hacer lo
que hacía Jesús con sus seguidores. Su modelo es extraordinario mos-
trando cómo escuchar a las personas. Quiero mencionarte un ejemplo
de su forma de hacerlo:
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" Jesús les preguntó: ¿De qué están hablando por el camino? Los dos
hombres se detuvieron; sus caras se veían tristes. " Lucas 24: 17
En el relato que estoy citando de Lucas 24: 13-35, podemos ver que,
aunque Jesús conocía perfectamente a sus discípulos y sabía muy bien
lo que estaban viviendo en ese momento, dedicó un tiempo a escu-
charlos. Él conocía de la confusión mental en la que se encontraban
como grupo, del estado de ánimo por el que atravesaban y cuánta
tristeza los embargaba. De todas maneras cuando se acercó a dos de
sus discípulos en el camino a Emaús quiso oírles hablar, dedicándoles
un tiempo para preguntarles y dejarlos expresarse.
Los dejó hablar. Dejar hablar al otro es saber guardar silencio, es escu-
char con atención, es permitirle expresarse con sus propias palabras.
¡Cuánto nos cuesta hacerlo! Pero Jesús dedicó el tiempo necesario
para permitir que estas personas se expresaran. Les dio lugar para
contar su versión de la realidad, que además era la versión "verdade-
ra" para ellos. Una versión teñida de tristeza y muy parcial, ya que
no habían tomado en cuenta ni la profecía sobre el Mesías, repetida
tantas veces por el Señor, ni la tumba que ya estaba vacía. Jesús esperó
hasta que ellos terminaran su relato. Sabía escuchar.
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sucedieron a nosotros, de modo que hacemos que la persona cierre
su corazón y no logre sacar su tristeza de adentro. No fue esto lo que
hizo Jesús. El sí los dejó manifestar su estado de ánimo preguntándo-
les: ¿Por qué están tristes? Si dedicamos tiempo a escuchar a nuestros
liderados nos habremos ganado su confianza y podremos ejercer in-
fluencia real en sus vidas.
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No tiene nada de malo tener ese deseo. Lo que sucede es que debe
cumplirse la condición para lograrlo: "... será vuestro servidor".
Realmente pocos son los que están dispuestos a vivir como Jesús vivió.
Jesús marcó otra diferencia. Mientras aquí abajo una persona es importante
en la medida en que mayor cantidad de personas estén bajo
su mando, en su reino una persona será importante y tendrá un gran
liderazgo en la medida en que esté sirviendo a mayor cantidad de
personas.
GENERAN CONFIANZA
La confianza siempre es recíproca y la forma de relacionarnos sana-
mente es a través de la confianza que nos concedemos unos a otros.
Cuando el que lidera no confia realmente en sus liderados difícilmen-
te podrá influenciar en otros, porque ellos tampoco confiarán en él.
La forma de mostrar que confiamos en las personas es creer a su pala-
bra, es no reprochar cuando se equivocan, sino ayudarles a reflexionar
sobre lo ocurrido. Es señalar sus virtudes en lugar de sus defectos, es
hacerles ver los dones que poseen y lo útil que son cuando los ponen
en práctica. Es ayudarles a elevar su autoestima. Es confiarles tareas
importantes y dejarlos que las realicen a su manera. Es reconocer su
tarea públicamente y agradecerles por lo realizado. Es pedirles opi-
nión en relación a decisiones que debemos tomar, es hacerlos parte
del proyecto y de las acciones que realizamos.
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confianza abre nuevas posibilidades y expande el concepto que los
integrantes tienen de sí mismos.
Cuando una persona vive desconfiando de sus líderes, no se sentirá
seguro y su producción será menor que la de quien se siente confiado.
Por ello debemos aprender a confiar y a generar confianza en nuestro
liderazgo.
Los líderes que aman a sus liderados se preocupan por ellos, no solo
conocen lo que hacen, sino que se preocupan en conocer cómo viven,
cuál es su situación familiar, cómo es su historia, qué expectativas
tienen, qué proyectos personales y familiares los desafían. Cuando un
líder muestra interés verdadero y se preocupa en suplir la necesidad
de su liderado, está mostrando que ama de verdad, esto no se olvida
fácilmente.
DAN LIBERTAD
Dios nos ha creado en libertad y para vivir en libertad y nadie tiene
derecho a cercenarla de ninguna manera. La libertad es la capacidad
que Dios nos ha dado de poder pensar libremente, sentir libremente
y decidir libremente. Lo único que debe respetarse a la hora de pen-
sar, sentir y decidir es lo que piensa, siente y decide Dios, expresado
cu su Palabra.
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Cuando las personas se sienten en libertad funcionan mejor, produ-
cen más, viven seguras y confiadas. En todo equipo se percibe con
facilidad el nivel de libertad con el que se mueve.
"Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era
de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía
con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba,
porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación par-
ticipaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue
también arrastrado por la hipocresía de ellos. " Gálatas 2: 11-13
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SON IGUALES PERO DISTINTOS
Los líderes de influencia son personas muy identificadas con sus lide-
rados, por ello decimos que son iguales, porque viven las mismas ex-
periencias, actúan en el mismo medio y enfrentan las mismas adver-
sidades. Lo que les hace ser distintos es la forma de enfrentar la vida.
Manu Ginobili concluía diciendo: "Solo los que reúnen los 5 talentos
son los que marcan la diferencia, no se queden con la sensación de
que el talento es solo hacer la jugada linda, porque no lo es. "
CONDICIÓN DE JESÚS
PARA LIDERAR
¿Me amas?
Las personas pueden cumplir las condiciones de conducta, tener bue-
nos hábitos, buena preparación, una gran experiencia y no necesa-
riamente estar en condiciones de liderar personas y mucho menos
liderar a los seguidores de Jesús.
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¿Me amas más que éstos?
La pregunta completa para Pedro no era si lo amaba solamente, la
pregunta era: ¿me amas más que estos? Un líder debe amar a su Se-
ñor más que los liderados. No es posible pretender guiar a los demás
a amar a Dios si nosotros no lo amamos por sobre todas las cosas. Si
Jesús no es lo más importante en mi vida, nunca podré llevar a otros
a que lo amen. Nunca llevamos a nadie más allá de donde nosotros
llegamos. Tus liderados te estarán siguiendo y si tu techo es bajo, si tu
visión es pobre y tu amor es poco para Jesús, nunca lograrás influen-
ciar demasiado en ellos.
¿Qué significa amarle más que los demás? Significa estar dispuesto
a dar más que los demás y a recibir menos, a sufrir más y disfrutar
menos, a brindar todo y no esperar nada. Significa hacer la tarea me-
nos deseada y a renunciar a los privilegios. Significa llegar primero
y retirarse último, felicitar a todos y estar dispuesto a recibir críticas.
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puntuales en ayuda de sus liderados, y esta manifestación de amor
genera cambios fantásticos en la vida de las personas.
EL AMOR ES PRIORITARIO
El amor cura heridas profundas
Muchas personas sufren de heridas muy profundas en sus vidas. Al-
gunas por tener un pasado trágico, otras porque no pudieron superar
situaciones puntuales y otras porque sencillamente no maduraron y
no han podido resolver cuestiones de su carácter. Esto les ocasiona
problemas en las relaciones interpersonales. Todas ellas necesitan ser
amadas y tratadas de manera especial. Las heridas del corazón no
se curan solo con el paso del tiempo, aun cuando necesitan de un
proceso que lo requiere. Las heridas se curan con amor expresado en
acciones concretas, esto hace que las personas se sientan atendidas,
abrazadas, cuidadas, amadas, y finalmente curadas.
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El verdadero amor siempre está dispuesto a curar heridas y para ello
paga un precio, pero lo hace con gozo.
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de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino para aquel que
murió y resucitó por ellos. " 2a Corintios 5: 14
El apóstol presenta una razón muy seria por la que un cristiano sirve
a su Señor, y se refiere al amor que Cristo demostró por nosotros en
la cruz. La expresión "nos constriñe" quiere decir que nos pone en
estrecho, nos deja casi en la obligación voluntaria o más bien nos
conquista y motiva.
Jesucristo nos amó y por ello nos aceptó así como estábamos. Nos dice
Juán: "Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre"
Apocalipsis 1: 5. Esto es lo que hizo Jesús con nosotros, nos amó así
como estábamos, es decir sucios, por eso nos lavó. Imagina por un
momento que hubiera puesto como condición para amarnos que pri-
mero estuviéramos limpios, jamás nos hubiera podido amar.
" Recíbanse unos a los otros, como también Cristo los recibió para gloria
de Dios. " Romanos 15: 7
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Capítulo 3
CONDICIÓN DE LA
GENTE PARA LIDERAR
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Quiero pedirte que leas el capítulo 33 completo, porque allí encontra-
rás el secreto de cómo tener un liderazgo influyente.
Lo que le pidió Moisés a Dios fue su presencia con él. Este es el gran
secreto del éxito en el liderazgo. No importa cuánta preparación ten-
gamos, ni las capacidades con las que contamos, ni los recursos de
los que disponemos, si Dios no está con nosotros todo será inútil. Es
por eso que debemos buscar de todo corazón la presencia de Dios en
nuestras vidas y en el liderazgo. Esa debe ser no solo nuestra pasión,
sino nuestra única pasión. Porque cuando Dios está con nosotros ac-
túa a través nuestro. Él dirige, él abre puertas, él provee. Nosotros
nos transformamos en instrumentos que él utiliza para liderar a su
pueblo. Así fue la experiencia de Moisés, y por eso es que tuvo el éxito
que conocemos.
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explicándoles cómo va a ser su liderazgo, cuál va a ser su perfil y cómo
van a funcionar las cosas a partir de ahora. El pueblo escuchó con
suma atención y luego alguien tomó la palabra en nombre de todos y
le expresó con sencillez, pero con mucha firmeza, la única condición
que le exigían para obedecerle, al igual que lo hicieron con Moisés.
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en sus liderados. Los israelitas conocían bien el tema, habían visto
obrar a Dios a través de Moisés y querían asegurarse que sucedería
lo mismo con su nuevo líder. Cuando Dios está con el líder todo es
distinto:
Cuando Dios está con el líder las obras que hace muestran a Dios
Observemos cómo se mostraba Dios en el obrar de Moisés a través de
las plagas en Exodo 6 al 10:
" Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que
yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesa-
das de Egipto. " Éxodo 6: 7
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muraciones de los hijos de Israel; habíales, diciendo: Al caer la tarde
comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo
soy Jehová vuestro Dios... (... ) Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron
unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés
les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. "
En el caso de Moisés sus críticos eran nada menos que sus propios
hermanos, por lo que podríamos decir que debe haber causado un
mayor dolor en Moisés. Sin embargo, este líder vive una relación muy
estrecha con su Dios y las críticas no alteran su forma de actuar. Lea-
mos el relato del libro de Números 12: 1-8:
Hay por lo menos tres lecciones que debiéramos aprender de esta ex-
periencia de Moisés, tres actitudes y conductas que se deben asumir
frente a la crítica:
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lepra que Dios les había mandado como disciplina les fuera quitado.
Ese es un líder que muestra que Dios está con él.
Los israelitas conocían m u y bien cómo había vivido este gran líder
de Israel y es por eso que le exigían a Josué que viva esta misma ex-
periencia que su antecesor:
"De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obe-
deceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como
estuvo con Moisés. "
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Capítulo 4
PODER O
AUTORIDAD
¿QUÉ ES EL PODER?
Cada persona tiene voluntad propia y toma sus decisiones, pero cuan-
do estas se asocian formando una comunidad se genera un cúmulo de
voluntades. Para que las personas encuentren un bienestar común se
presenta la necesidad de la toma de decisiones que incluyan a toda
la comunidad. Aristóteles decía que hay por lo menos tres formas de
ejercer este poder de decisiones (llamado gobierno).
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En la primera forma uno gobierna. Esto es la monarquía. En la se-
gunda forma algunos gobiernan. Esto se llama oligarquía. En la ter-
cera forma todos gobiernan. Esto es la democracia. Pero nos guste o
no, la democracia pura no es posible ya que todos no pueden decidir,
por ello decimos que utilizamos la representación de la mayoría para
que estos decidan por los demás. A la toma de decisiones por y para
los demás la llamamos decisión política o poder de mando. Esto es lo
que se entiende por "poder", que la mayoría de la gente confunde
con autoridad. Este poder es una delegación conferida por los pares
y en general es temporal, es lo que autoriza a una o varias personas a
tomar decisiones en nombre de la comunidad.
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importantes o sencillamente porque el poder tiene un atractivo de-
masiado grande y la mayoría de las personas harían cualquier cosa
por tenerlo.
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No sucedía esto en el caso del liderazgo de Diótrefes del que nos habla
Juan en su tercera carta:
La autoridad no demanda ni exige al otro, mas bien tiene que ver con
el carácter del que la posee. El poder sí, porque el poder tiene que ver
con decisiones sobre los demás, mientras que la autoridad se relacio-
na con el reconocimiento que los demás tienen del líder.
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Poder tiene que ver con una función. Autoridad tiene que ver con
el carácter
El poder es un rango jerárquico que habilita a una persona a ejer-
cer el poder político, es decir la toma de decisiones sobre los demás,
mientras que autoridad es una condición del carácter de la persona
que lo posiciona en un nivel de reconocimiento y respeto aun cuando
no tome ninguna decisión, siempre estará influenciando en ellas.
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Poder puede infundir miedo. Autoridad genera admiración
y respeto
Cuando el poder se ejerce sin autoridad provoca en la gente miedos
y falta de libertad, mientras que la autoridad genera un clima de
confianza y seguridad, generando en los liderados un gran respeto
por quien lidera.
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conceder este poder a quienes aparentemente no están en condiciones
de hacerlo, porque se mide la capacidad de liderazgo por sus acciones
y no por su carácter.
No es para destrucción
Se debe tener mucho cuidado con la forma en que se utiliza la auto-
ridad, porque si el uso de ella deja personas heridas, un día se tendrá
que dar cuenta ante quien la delegó.
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Capítulo 5
IMPACTAR O
INFLUENCIAR
La influencia que una persona ejerce sobre otra puede ser positiva
o negativa, dependerá del carácter del líder y de la capacidad de ab-
sorción que tenga el liderado, pero siempre se da en una relación de
cercanía.
CONSERVAR
En algunos lugares, ante la falta de heladera, aun hoy se utiliza la sal
para conservar la carne de modo que ésta no entre en el proceso de
descomposición. En la zona cordillerana de Argentina y Chile mu-
chos campesinos utilizan este elemento para conservar carne durante
varios meses que luego emplearán en sus comidas. Así como la sal
evita la corrupción en los alimentos, Jesús espera que los líderes cum-
plan una función semejante en un mundo donde la corrupción crece
día a día. Si nuestros liderados no pueden ser influenciados a una vida
de mayor santidad y a un desafío a apartarse del mal, no estaremos
haciendo el trabajo de liderar de la forma que espera Jesús.
DAR SABOR
La sal permite que los alimentos tengan realmente sabor y así se pue-
dan comer y disfrutar, Job expresa: "¿Se comerá lo desabrido sin sal?"
Job 6: 6. La vida de los líderes cristianos debe darle sabor a este mundo
tan desabrido y lleno de sin sabores. Solo pueden ejercer esta influen-
cia aquellos que disfrutan de la vida cristiana porque no se puede dar
lo que no se tiene, y nadie podrá dar sabor si no lo tiene. Cuando las
personas que lideran disfrutan la vida y lo que hacen podrán decir
que están influenciando realmente.
PROVOCAR SED
Un efecto más que produce la sal es despertar sed en quien la ingiere.
Los líderes cristianos deben ser personas que inquieten a los demás.
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Los no cristianos deberían sentir deseos de tener lo que nosotros te-
nemos. Si realmente lo que tenemos nos hace ser personas verda-
deramente felices, nuestros liderados sentirán sed de esta auténtica
felicidad que solo puede venir de la cercanía del líder con Dios.
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SE INFLUENCIA CON LA CONDUCTA
Las conductas son las acciones que realizamos y que todos pueden ver.
Las conductas son la puesta en escena de las decisiones que tomamos,
son la muestra exterior de nuestro carácter. Podemos ocultar lo que
pensamos, los sentimientos se pueden disimular, pero la conducta es
la evidencia visible de nuestro carácter y es lo que la gente ve y puede
evaluar en nosotros y esto genera influencia. Decía un reconocido
político argentino: "La realidad es la única verdad".
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mayoría quiere resultados sin esfuerzos, sin renuncias, sin sacrificios,
pareciera que quien está dispuesto a pagar el precio fuera de otro
planeta. Todos sabemos que no es así, pero es esta la razón por la que
las personas aceptarán ser influenciadas por la forma de tomar deci-
siones, viendo el resultado.
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Capítulo 6
MANDAR O
GOBERNAR
Cuando uno lee el texto, piensa qué prudente fue el joven rey. El
texto siguiente nos dice: " C u a n d o el pueblo se fue, el r e y Roboam con-
sultó con los ancianos que en vida de su padre Salomón habían estado
a su servicio. ¿Qué me aconsejan ustedes que le responda a este pueblo?
Preguntó. "
PRIORIDADES
Los líderes que gobiernan saben utilizar correctamente una escala de
valores, saben definir prioridades. Son suficientemente lúcidos para
saber a qué cosas darle realmente importancia, en qué asuntos vale la
pena utilizar tiempo, invertir recursos y gastar fuerzas. Muchos líde-
res fracasan porque malgastan tiempo, recursos y fuerzas sin lograr
demasiado y llevan a su gente a un sentimiento de frustración.
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dedicar más que un par de minutos o tal vez algunas horas, pero no
días enteros o meses.
Como dicen los economistas: los recursos son escasos, es por ello que
debemos utilizarlos bajo un cuadro de prioridades. No debiéramos
utilizar los recursos sin un presupuesto y sin antes evaluar costo-be-
neficio, aun cuando este beneficio no sea en divisas. Sí debemos tener
claro que estamos invirtiendo bien los recursos de los que dispone-
mos.
Así como tener claras las prioridades en la vida permite vivir de for-
ma ordenada y sin tantos sobresaltos, quienes logran definir bien
las prioridades en su liderazgo alcanzan metas muchos más altas que
quienes no las tengan.
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CONSENSO
Pretender gobernar desde el autoritarismo nos lleva derecho al fra-
caso. Las decisiones que se toman en el liderazgo deben ser consen-
suadas por el equipo de trabajo. No se puede esperar que la gente
responda a una convocatoria si no fue informada previamente de lo
que va a suceder.
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ESTRATEGIA
Muchos fracasan en su liderazgo sencillamente porque no usan las es-
trategias correctas para la ocasión. A veces se pretende con las mismas
acciones obtener resultados diferentes y no es posible.
"Joab se vio amenazado por el frente y por la retaguardia, así que es-
cogió a las mejores tropas israelitas para pelear contra los sirios, y el
resto de las tropas las puso al mando de su hermano Abisay, para que
enfrentaran a los amonitas. A Abisay le ordenó: Si los sirios pueden más
que yo, tú vendrás a rescatarme; y si los amonitas pueden más que tú,
yo iré a tu rescate. ¡Animo! ¡Luchemos con valor por nuestro pueblo
y por las ciudades de nuestro Dios! Y que el Señor haga lo que bien
le parezca. En seguida Joab y sus tropas avanzaron para atacar a los
sirios, y éstos huyeron de él. " 2a Samuel 10: 9-12
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Lo que hizo Joab fue escoger a los mejores hombres, a los más prepa-
rados para luchar en contra de los sirios, y le fue bien.
Delegar tareas incluye delegar el poder para tomar las decisiones que
correspondan, aun cuando la responsabilidad seguirá siendo nuestra.
Joab delegó en Abisay la responsabilidad de una parte de la tropa
que debía atacar a los amonitas. Este general reconocía capacidades
en las personas que lo rodeaban y estaba dispuesto a confiar en ellas
delegándoles tareas de alta responsabilidad.
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V persistir en ellas para su culminación. El término está relacionado
con la voluntad y el interés.
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EQUIPO
Un buen liderazgo necesariamente debe realizarse en equipo, no es
posible generar ni realizar proyectos desde la soledad. Los grandes
líderes de la historia siempre funcionaron con un equipo de personas.
No siempre es fácil funcionar en equipo, pero es la única forma de
ejercer un buen liderazgo.
BUEN CLIMA
Nadie podrá gobernar bien en su liderazgo a menos que cuente con
un buen clima entre la gente que lidera. Decimos buen clima refi-
riéndonos a un ambiente sano, alegre, transparente, franco y respe-
tuoso, en el que sus miembros tengan un profundo respeto al Señor
y procuren por todos los medios que Dios sea honrado en sus vidas
personales y en la comunidad. Para ello es importante tener presente
algunas cosas:
El buen trato
Debe comenzar por quienes tienen la responsabilidad mayor, y debe
pasar por toda la red de relaciones que se dan en el equipo, porque
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las personas normalmente responden bien cunado son tratadas bien.
Debemos recordar que una persona que no se siente bien físicamente
o está atravesando alguna crisis emocional, se encuentra en inferio-
ridad de condiciones para cumplir con tareas que, en estado normal,
las realizaría sin ninguna dificultad. Por esta razón se debe estar muy
atento a la realidad que cada uno de los miembros del equipo está
viviendo. El buen trato es el estilo de liderazgo que ejerce quien go-
bierna en lugar de mandar.
El ambiente de libertad
No se puede tener buen clima si las personas se sienten presionadas,
perseguidas, amordazadas o manipuladas. Cada uno debe sentirse con
toda la libertad para dar su opinión, su acuerdo o desacuerdo, en rela-
ción a cualquier tema que se trate en el equipo. De la misma manera
que estar siempre de acuerdo no es una virtud, tampoco cuestionarlo
todo es tener inteligencia superior. Pero debemos dar a las personas
toda la libertad para que expresen sus pensamientos y opiniones, es-
temos o no de acuerdo con lo que expresen. La libertad genera un
buen clima.
DEMOS UN REPASO
Debemos tener claras las prioridades y procurar por todos los medios
respetar y hacer cumplir el orden establecido para el equipo.
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Capítulo 7
PROYECTOS O
PERSONAS
DESARROLLAR PROYECTOS
IT diccionario define el término proyecto como el conjunto de activi-
dades coordinadas e interrelacionadas que busca cumplir con un cier-
to objetivo específico. Este objetivo debe ser alcanzado en un período
de tiempo previamente definido y respetando un presupuesto.
Para definirlo en un lenguaje cotidiano podemos decir que la palabra
proyecto puede utilizarse como sinónimo de plan o idea a llevarse a
la práctica.
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Los expertos nos dicen que cuando se formula un proyecto deben con-
siderarse varios aspectos:
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gados sus resultados en relación a los objetivos que se plantearon al
comienzo.
DESARROLLAR PERSONAS
Decimos que una persona se desarrolla cuando es ayudada a crecer
y madurar en su carácter y parecerse cada día más a Jesucristo. Una
persona se desarrolla cuando vive feliz y cumple con la asignación
para la cual fue creada por Dios, siendo de bendición para quienes
le rodean. Una persona se desarrolla cuando descubre sus capacida-
des y dones y encuentra un lugar donde ponerlas en práctica. Una
persona se desarrolla cundo se siente realizada, valorada, cuidada y
amada por sus compañeros de equipo. Alguien se desarrolla cuando
puede funcionar en un equipo y siente que cumple una misión. Una
persona se desarrolla cuando tiene líderes de quienes puede aprender
y a quienes puede imitar. Una persona se ha desarrollado bien en su
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carácter y en sus capacidades cuando comienza a estar en condiciones
de trabajar en la vida de otras personas, ayudándoles a desarrollarse.
Para desarrollar personas debemos cumplir con ciertas reglas básicas
de trabajo de liderazgo en la vida de las personas:
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licitemos públicamente. Pero nunca debemos olvidar de premiarlos
con algún presente. Todos sabemos que las cosas materiales no son
muy importantes pero que sí tienen cierta importancia y que algunas
personas las valoran más que otras. Un presente materializa y pone
de manifiesto de manera visible el elogio dado con palabras. Cuan-
do las personas ven el objeto que recibieron como reconocimiento a
su labor sienten que tienen algo visible para exhibir ante los demás
como prueba de la estima que le tienen y de su desempeño y para la
mayoría esto es importante.
Para que podamos ser confrontados necesitamos que alguien nos ayu-
de, y un líder de influencia que trabaja en el desarrollo de personas
es el más indicado para hacerlo. Lo hará con amor y comprensión,
sin aceptar lo que Dios no acepta. La confrontación tendrá como fin
último ayudar a re-encaminar a quines estén equivocando el camino.
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"Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que
sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerán-
dote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. "
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Cuarta regla: PROMOCIÓN
Las personas son promocionadas cuando son ascendidas en sus pues-
tos de trabajo, cuando son ubicadas en lugares de mayor responsabi-
lidad o cuando son trasladadas a nuevos ministerios u organizaciones.
Cuando alguno de nuestros liderados es invitado a realizar un nuevo
ministerio no debe preocuparnos, por el contrario debemos estar pre-
parados y preparándolos para eso. En ocasiones el miedo a que alguno
de nuestros liderados nos supere puede generarnos algún malestar,
pero esto solo muestra que necesitamos revisar aspectos de nuestro
carácter, porque los celos y la envidia generan reacciones negativas
ante estas situaciones.
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sar los años me fui dando cuenta que fui injusto con estas personas,
porque salieron para cumplir otras tareas y transitar por nuevos hori-
zontes. Debí haber celebrado con ellos estas decisiones. El sentido de
posesión de las personas suele jugarnos una mala pasada, impidién-
donos disfrutar de la promoción de nuestros liderados.
La gran pregunta que todo líder cristiano debe hacerse es: ¿Estoy ha-
ciendo proyectos y usando a las personas para llevarlos adelante o
estoy desarrollando personas, beneficiándolas y para ello utilizo dife-
rentes proyectos?
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Capítulo 8
FAMA O
PRESTIGIO
FAMA
La fama es el conocimiento popular que la gente tiene de alguien.
Muchos viven pensando que si son más conocidos entonces su vida
tendrá mayor valor y significado. Otros buscan la fama porque les
permite sacar mayores réditos en otras esferas de la vida, sea comer-
cial, económica, política o permitiéndoles una mejor posición social.
Lo cierto es que la forma de obtener fama puede lograrse de muchas
maneras. Puede ganarse, recibirse o negociarse y en general nadie
analiza demasiado cuál es el camino por el cual se la ha obtenido.
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Cuando el conocido evangelista internacional Luis Palau visitó la Ar-
gentina en el año 2008, fue requerido por muchos medios de comuni-
cación. Un renombrado periodista argentino le realizó una entrevista
para un canal abierto de televisión, en ella elogió mucho a Palau y le
manifestó su asombro por la tremenda convocatoria que había tenido
en una concentración de casi cuatrocientas mil personas en el Obe-
lisco, en la ciudad de Buenos Aires. Fue interesante la respuesta que
le dio el entrevistado al periodista cuando este le preguntó: "¿Cómo
hizo Palau para hacerse tan famoso, en tan poco tiempo, en una ciu-
dad tan grande?" Su respuesta no se hizo esperar: "Trabajé más de
30 años para hacerme famoso de la noche a la mañana". El prestigio
se construye mientras que la fama se puede obtener de la noche a la
mañana. Pero si es solo fama con la que cuenta un líder su influencia
durará muy poco.
PRESTIGIO
¿Qué es el prestigio? Es el reconocimiento elogioso que recibe una
persona de parte de los demás por lo que ven en su conducta, en su
forma de actuar, sea en su hogar o en su trabajo, en la sociedad o
en su profesión. Cuando la persona es aceptada y quienes lo obser-
van comentan abiertamente su estilo de vida como algo admirable,
va adquiriendo renombre, se va haciendo público, y adquiere mayor
autoridad en la comunidad, entonces estamos hablando de prestigio.
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¿Cómo se obtiene prestigio?
El prestigio se consigue en el proceso mediante el cual se va forjando
un estilo de vida, una manera de hacer las cosas, teniendo una vida
consecuente con lo que se dice. Es el resultado de trabajar bien, de ser
responsable y serio en los compromisos asumidos.
" Jacob continuó: Vete a ver cómo están tus hermanos y el rebaño, y tráe-
me noticias frescas. Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José
llegó a Siquém, un hombre lo encontró perdido en el campo y le pregun-
tó: —¿Qué andas buscando? Ando buscando a mis hermanos contestó
José. ¿Podría usted indicarme dónde están apacentando el rebaño? Ya
se han marchado de aquí le informó el hombre. Les oí decir que se diri-
gían a Dotán. José siguió buscando a sus hermanos, y los encontró cerca
de Dotán. " Génesis 37: 14-17
José no era de los que hacen las cosas por la mitad, su manera de ac-
tuar era la de una persona responsable y, conociendo el interés de su
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padre por sus hermanos, los buscó con mucha dedicación: "José siguió
buscando a sus hermanos, y los encontró cerca de Dotán. "
José sabía del odio que le tenían sus hermanos pero eso no le impidió
hacer lo que tenía que hacer y cumplir con el encargo de su padre,
listo le ayudó a ser un hombre de carácter firme e ir forjando en él al
hombre de prestigio intachable que vemos cuando llega al palacio del
Faraón como primer ministro.
Hasta los diecisiete años vivió con sus padres, pero por envidia sus
hermanos lo vendieron a una compañía de madianitas, quienes lo
volvieron a vender como esclavo a un oficial de Faraón, un capitán
de la guardia real. Ya en Egipto, en la casa de este oficial llamado
Potifar, José hizo las cosas como siempre, bien. Eso le fue dando tanto
prestigio que su amo lo puso como mayordomo, como encargado de
toda su casa. Observemos cómo lo registra el escritor bíblico:
" A h o r a bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy bien.
Mientras José vivía en la casa de su patrón egipcio, este se dio cuenta de
que el Señor estaba con José y lo hacía prosperar en todo. José se ganó la
confianza de Potifar, y este lo nombró mayordomo de toda su casa y le
confió la administración de todos sus bienes. Por causa de José, el Señor
bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a
José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se
extendió sobre todo lo que tenía el egipcio, tanto en la casa como en el
campo. Por esto Potifar dejó todo a cargo de José, y tan solo se preocu-
paba por lo que tenía que comer. José tenía muy buen físico y era muy
atractivo. " Génesis 39: 2-6
81
José se estaba preparando para llegar a ser uno de los líderes de ma-
yor influencia en el país más grande de su tiempo. Tuvo que seguir
sorteando situaciones bastante complicadas, que atentaban contra el
prestigio conseguido. Fue en la casa de Potifar donde la esposa de su
jefe se enamoró perdidamente de él, un siervo extranjero, y le pro-
puso mantener relaciones, a lo que el joven José rehusó. La mujer
fastidiada por el desprecio lo hizo poner en la cárcel. Cualquiera de
nosotros diría que no valió la pena hacer las cosas bien ya que el resul-
tado aparente era pésimo y el prestigio no le sirvió de mucho.
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Pero el prestigio ganado en tantos años finalmente dio su fruto. Un
día el que tuvo un sueño perturbador fue el mismo Faraón, de tal
manera que exigió a sus sabios que se lo interpretaran, pero ninguno
pudo hacerlo. Fue entonces que el copero del rey se acordó de José y
relató a Faraón cómo era este hebreo:
"Al faraón y a sus servidores les pareció bueno el plan. Entonces el fa-
raón les preguntó a sus servidores: ¿Podremos encontrar una persona
así, en quien repose el espíritu de Dios? Luego le dijo a José: Puesto
que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competente y sa-
bio que tú. Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá
tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey. "
Génesis 41: 37-41.
Cuando las circunstancias son favorables es más fácil hacer bien las
cosas, pero cuando estamos rodeados de adversidades y de gente que
nos es contraria y nos perturba es donde se pone a prueba la clase de
líderes que estamos dispuestos a ser.
83
Muchas personas quieren obtener prestigio a bajo costo y no es posi-
ble, el prestigio tiene un precio y solo lo obtienen quienes están dis-
puestos a pagarlo. José demostró con su vida que vale la pena trabajar
por el prestigio y que este permite ejercer un liderazgo de influencia.
No es el caso del joven hebreo que fue llevado cautivo por el gran im-
perio babilónico en el siglo VI a. C. Todavía era un adolescente cuando
fue trasladado a la gran Babilonia, pero desde muy joven supo por
qué cosas valía la pena jugarse la vida.
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perio babilónico y su liderazgo fue realmente influyente en la corte
de estos monarcas.
Para ilustrar el precio que Daniel estuvo dispuesto a pagar por man-
tener su prestigio de hombre de Dios y dependiente de su voluntad,
veamos un hecho en su vida, que "lo pintan de cuerpo entero". El
relato se encuentra en el libro de Daniel capítulo 6 que te invito a
que leas completo.
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conforme a la l e y de los medos y los persas, no podrá ser revocado. El
r e y Darío expidió el decreto y lo puso por escrito.
Nos dice el relato que Daniel: "... se arrodillaba tres veces al día, y
oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes ". En
cumplimiento del decreto de Darío, Daniel fue enviado al foso de los
leones, pero salió triunfante porque Dios cuidó de él.
Son sorprendentes las palabras del rey Darío a Daniel antes de en-
viarlo al foso de los leones:
"El r e y dio entonces la orden, y Daniel fue arrojado al foso de los leo-
nes. Allí el r e y animaba a Daniel: ¡Que tu Dios, a quien siempre sirves,
se digne salvarte!" Daniel 6: 16
86
Una de las decisiones que Daniel podía haber tomado para salvar su
pellejo, podía haber sido el no orar durante esos treinta días, si de
todas maneras el Señor sabía que Daniel era un hombre de oración,
o podía haberlo hecho en secreto, Dios lo hubiera escuchado de todos
modos. Esta actitud hubiera socavado su prestigio, y Daniel no era de
los que renuncian al sacrificio por comodidades personales a la hora
de defender un principio.
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Eliseo era de verdad un hombre con un corazón entregado a los in-
tereses de Dios, un hombre a quien conocemos por su prestigio inta-
chable. Sabía perfectamente qué quería, conocía muy bien los planes
de Dios para él y para el pueblo. Nunca trataría de sacar ventaja de su
posición para mejorar su situación económica. Tampoco le deslum-
braba el poder temporal de los reinos de abajo. Eliseo era lo que Dios
esperaba que fuera, y de esto constaba su prestigio.
El relato bíblico nos cuenta que el gran general del ejército de Siria
llamado Naamán, un aguerrido militar, era leproso y su enfermedad
lo hacía sentir vulnerable y necesitado de ayuda. Es por eso que tuvo
que recurrir al hombre de prestigio de Israel, al profeta Eliseo. En
realidad él no lo conocía, ni siquiera había oído hablar del profeta,
pero su prestigio era conocido por una muchacha hebrea que servía
como esclava en la casa del general. El prestigio de Eliseo tomó alas y
llegó hasta la misma casa del sirio y fue la esposa de Naamán quien
insistió que visitara al profeta.
Eliseo atendió el caso como lo hacía con los demás de su pueblo. Cual-
quiera de nosotros hubiera tratado de una manera muy especial al si-
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rio. La oportunidad para sacar algunas ventajas se presentaba sin que
Eliseo la buscara, sin embargo, el profeta no utilizó ni su posición, ni
su don, ni la oportunidad para beneficiarse él. Lo que tenía que hacer
era actuar como profeta y lo hizo. Siempre será así, el prestigio se
gana haciendo lo que se tiene que hacer. Eliseo mandó a decir a Na-
amán, por medio de su siervo Giesi, lo que debía hacer para sanarse
de la lepra.
Eliseo tuvo una gran oportunidad de estar cerca del poder pero no se
dejó deslumbrar por las luces de colores que a tantos ha encandilado
y les ha hecho perder el prestigio logrado en años de conducta inta-
chable.
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La forma de obtener prestigio de estos tres grandes líderes de la an-
tigüedad, José, Daniel y Eliseo, nos muestran el secreto de su gran
influencia:
• No dejaron de hacer bien las cosas nunca, sin importar las condi-
ciones ni las consecuencias que les acarrearía su conducta.
• No buscaron salvar su pellejo a cambio de entregar los principios
que rigieron sus vidas.
• No se dejaron deslumbrar por el poder temporal de los reinos de
abajo.
90
Capítulo 9
ENTUSIASMAR O
MOTIVAR
CONVICCIONES FIRMES
Un motivador es alguien que cree en lo que dice, está convencido de
que sus creencias y su fe están basadas en verdades firmes y seguras.
De la misma manera cuando presenta un desafio está convencido de
que es lo correcto y está dispuesto a jugarse por lo que cree. Esta con-
vicción lo transforma en una persona creíble y digna de confianza,
proveyendo a los seguidores un importante motivo para seguirlo y
contagiando la motivación que se necesita para actuar.
Cuando el apóstol Pablo dice: "Yo sé en quién he creído " nos sentimos
motivados a creer en lo que él creyó y a seguir su ejemplo de fe.
Cuando Pablo habla de sus planes en el final de la carta a los Roma-
nos y en la primera a los Corintios se puede ver que tiene profun-
das convicciones sobre el rumbo que tomará su vida y hace planes
posibles de cumplir. Eso motiva a las iglesias a seguir apoyándolo y
sumándose al desafio evangelizador y a la tarea de fundar iglesias que
Pablo está proponiendo.
COMPROMISO ESPIRITUAL
Los grandes líderes del pueblo de Dios siempre fueron personas de
mucho compromiso espiritual, es decir que mantuvieron como prio-
ridad en sus vidas los intereses de Dios. Esto motivaba al apóstol a
continuar en medio de grandes dificultades.
93
El ministerio recibido es una motivación para Pablo, por ello puede
decir: "No desmayamos". Tantas veces habrá tenido ganas de aban-
donar todo. Las presiones que pasó, las luchas que enfrentó, las ne-
cesidades que debió sufrir por estar dedicado a predicar el evangelio,
podríamos decir que eran motivos suficientes para desanimarse. Sin
embargo le oímos exclamar "no desmayamos". El ministerio era para
Pablo una verdadera motivación, nosotros debiéramos tener esa mis-
ma perspectiva del ministerio.
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rededor de un gran propósito: "a fin de conocerle ", estaba dispuesto a
gastar su vida buscando conocer cada día más a Jesucristo.
Tiene razón William R. Pardo cuando dice: "El líder no es solo una
persona que puede atraer e influir en otros; es aquel capaz de demos-
trar cómo se hacen las cosas. Esto llena de inmensa confianza a sus
seguidores y de fuerza inspiradora al líder".
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Concluimos el capítulo diciendo que un líder influyente es alguien
que logra motivar a sus liderados. Para lograrlo vive de tal manera
que la gente puede ver en él a una persona de convicciones firmes,
con un alto compromiso espiritual, con firmeza en relación al propó-
sito para su vida y con capacidad de mostrarle a sus liderados cómo se
hacen las cosas. Cuando el líder vive de esta manera la motivación se
da de forma natural.
96
Capítulo 10
DISCURSO O
MODELO
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tos, paradigmas bien estructurados, por utopias e idealismos en oca-
siones imposibles de alcanzar. Suelen ser buenos razonamientos que
tienen una atractiva lógica que atrapa a grandes multitudes y que
podríamos calificar como excelente. El discurso puede ser expresado
tan bien que atrapa y cautiva a los oyentes y como líderes está bien
que tengamos un buen discurso.
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De alguna manera todos seguimos a alguien o a varios. Seguimos a
aquellas personas que por su cercanía nos han influenciado y estamos
imitando su modelo de vida. Los seguimos porque nos atraen y nos
encantan con su estilo de vida. No es la atracción del discurso sino la
fuerza del modelo de vida lo que genera influencia en las demás per-
sonas. Jesús lo expresó de una manera muy contundente cuando dijo:
"Aprended de mí que soy manso y humilde de c o r a z ó n " . Mateo 11: 29
100
El cuenco de madera
Un hombre anciano vivía con su hijo, su nuera y su nieto de 4 años.
Las manos del anciano temblaban, su vista estaba nublada y su paso
era inseguro. La familia solía sentarse unida a la mesa, pero las manos
temblorosas y la mala vista del anciano hacían difícil la comida. Los
guisantes se caían de la cuchara al suelo. Cuando agarraba el vaso, la
leche se derramaba en el mantel.
Esto era irritante para su nuera y su hijo, que dijo "Tenemos que
hacer algo con mi padre. Ya estoy cansado de esa leche derramada,
de su ruido al comer y de la comida en el suelo". Así pues, colocaron
una pequeña mesa en un rincón. Allí pusieron a comer al anciano solo
mientras el resto de la familia disfrutaba las cenas. Como el viejo había
roto ya un par de platos, le servían la comida en un cuenco de madera.
A veces podía verse una lágrima en el ojo del anciano mientras comía
solo. Aun así, las únicas palabras que la pareja tenía para él eran de
reprensión cuando se le caía el tenedor o la comida. El niño de 4 años
observaba todo en silencio.
Un día antes de la cena, el padre notó que su hijo estaba tratando
de tallar algo con un trozo de madera. "¿Qué haces hijo?" le pregun-
tó al chiquillo. El niño respondió sonriendo: "Oh, solo estoy haciendo
un pequeño cuenco para mamá y para tí, así podréis comer cuando yo
crezca ".
Los modelos que tomamos en la vida son los que tenemos más cerca-
nos. Esta es la razón por la que en la primera etapa de la vida, cuando
somos niños, tomamos a nuestros padres como modelos, luego a los
maestros, después a los líderes de la iglesia, a los pastores y a cada uno
de aquellos que ejercen alguna influencia desde la cercanía.
101
La Biblia está llena de modelos y de enseñanzas sobre la importancia
de imitar modelos de vida y de liderazgo. Citaremos algunos ejem-
plos que lo ilustrarán.
"Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las ma-
nos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se
quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con
la toalla con que estaba ceñido. " Juan 13: 1-5
"Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió
a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis
Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los
pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo
os he hecho, vosotros también h a g á i s " . Juan 13: 12-15
Un líder de influencia debe saber que así como "una imagen vale más
que mil palabras", un ejemplo de conducta influencia mucho más
que mil discursos. Es muy fuerte cómo termina Jesús su enseñanza.
El no les dice "digan lo que yo digo", sino "Como yo lo hice, hagan
también ustedes". Así es como funciona la influencia con el modelo
del líder.
103
Pablo era un pastor altamente calificado y reconocido por todas las
iglesias del primer siglo por su formación hebrea y griega. Ninguno
como él para darse cuenta de lo mucho que influencia un líder y en
este caso él como pastor de su rebaño. Es por esto que se presenta
como un modelo a ser imitado en la congregación.
104
4. Viendo al pastor: Finalmente Pablo nos dice que los hermanos
reciben de una manera muy nítida la enseñanza ejemplificada. Esta
forma de influencia es la que mayor peso tiene en los liderados, por-
que es la que no necesita ninguna explicación, es a la que todos los
que se relacionan con el pastor tiene acceso. Hablaremos más adelan-
te sobre el modelo de vida del líder.
105
Capítulo 11
CARISMA O
INTEGRIDAD
Dijimos en el primer capítulo que una de las razones por las que un
líder ejerce influencia sobre sus liderados es por su carisma; ésta es
una cualidad importante en el liderazgo, pero no la única.
El diccionario nos dice que la palabra carisma viene del griego Kris-
ma y de su análogo Kharis que significa gracia o don. En su sentido
etimológico e histórico carisma es el conjunto de dones o talentos
otorgados por una divinidad, según se creía, a una persona, que debía
ser ejercido para poder influir positivamente en el cumplimiento de
un fin común.
El líder con carisma logra ejercer una poderosa influencia en los de-
más, llevándoles a los más fértiles terrenos del compromiso. Los lí-
deres con carisma ejercen un atractivo muy fuerte sobre las personas.
Esto realmente es admirable y hasta envidiado por muchos, pero si
esta característica no está acompañada por una conducta consecuente
entre lo que dice y lo que hace, su atractivo durará poco.
108
La semilla del emperador - anónimo
Un emperador del lejano oriente se volvía viejo y sabía que era hora
de buscar un sucesor. Como no tenía hijos, decidió hacer algo diferente
para elegir.
Mandó llamar a todos los jóvenes del reino y les dijo: "He decidido
nombrar a uno de vosotros como mi sucesor. Os daré a cada uno una
semilla hoy. Esta semilla es muy especial, y quiero que la plantéis, la
cuidéis y volváis dentro de un año con lo que haya crecido de la semi-
lla. Entonces juzgaré las plantas que me traigáis y elegiré al próximo
emperador del reino ".
Había un muchacho llamado Ling que recibió la semilla como los de-
más. Fue a su casa y excitado le contó a su madre la historia completa.
Ella le ayudó consiguiendo una maceta y algo de abono, y el chico
plantó la semilla y la regó con cuidado. Cada día la regaba y miraba
si había crecido.
A los seis meses, los otros muchachos ya tenían plantas en sus macete-
ros. Pero aun no había crecido nada en el de Ling. Creyó que quizás
había matado su semilla, pero no dijo nada a sus amigos y siguió cui-
dándola y esperando a que creciese.
Por fin un año pasó y todos los jóvenes del reino llevaron sus plantas
al emperador. Ling le dijo a su madre que no podía llevar una maceta
vacía, pero ella lo animó a ser honesto y presentarse, explicando lo que
había pasado. Sabía que su madre tenía razón, así que fue.
109
Cuando llegó, quedó impresionado por la variedad de plantas que
traían los otros muchachos. Eran hermosas, de todos los tamaños y
formas. Ling puso su macetero vacío en el suelo y los otros jóvenes se
rieron de él.
"Hace un año os di a cada uno una semilla cocida que no podía crecer.
Todos vosotros tratasteis de engañarme cambiando la semilla por otra
fértil. Sólo Ling tuvo la honestidad de presentarse con la semilla que yo
le di. Ahora tendréis a quien os gobierne con honestidad e integridad".
110
La integridad es mirada por Dios
Todo líder debe saber que Dios está siempre observando su integridad
y no solo se alegra de tener seguidores de esta clase sino que además
disfruta en presentar el caso al mismo Satanás, como podemos leer
en Job 2: 3: "Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo
Job, que no hay otro como él en la tierra... que retiene su integridad
aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? "
111
Siempre nos quedaremos lamentando no recibir mayores bendicio-
nes por nuestra falta de integridad, pero la propuesta de Dios sigue
firme para quienes quieran tomarla.
Cuando Jesús les explicó a sus seguidores lo que debían hacer para ser
cristianos exitosos les advirtió: " S e p a r a d o s de mí nada podrán h a c e r " .
Este principio está totalmente relacionado con el éxito en el lideraz-
go-
112
perder ninguna batalla. Quizás te preguntes dónde estaba la clave.
Sin duda que no fue su capacidad, aunque la tenía. No fue su simpatía
que también la tenía. No fue su carisma sino su integridad lo que le
permitió mantenerse en el liderazgo por tantos años.
Nada es más detestable para los liderados que seguir a un líder in-
seguro, que no sabe hacia dónde se dirige o que vive dudando de su
manera de actuar. El líder está siempre en exposición y no puede
dirigir a otros si él mismo no tiene claridad sobre el rumbo que está
tomando.
113
La vida de un líder que vive en integridad es segura, como lo expresa
Proverbios 10: 9: "El que camina en integridad anda confiado, mas el
que pervierte sus caminos será q u e b r a n t a d o " .
Vivir confiado es vivir seguro, y solo quien viva seguro podrá liderar
hacia buen puerto a quienes lo siguen. Luego de todo lo que dijimos
podemos asegurar que los liderazgos influyentes son aquellos en los
que se presentan líderes íntegros y buscan honrar a Dios con sus vi-
das.
114
Capítulo 12
LÍDERES
INFLUYENTES
115
Escuchemos lo que tiene para decirnos al recordar a Moisés, el hom-
bre que mayor influencia ejerció sobre su vida y su formación en el
liderazgo:
"Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado
para que murarnos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros,
que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto,
diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a
los egipcios, que morir nosotros en el d e s i e r t o " . Éxodo 14: 11 -12
116
que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis
visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y
vosotros estaréis t r a n q u i l o s " . Exodo 14: 13-14
Ese día sentí que podía confiar en alguien así, que las críticas, por más
fuertes que sean, no deben alterar los planes de Dios en el ministe-
rio y que lo único que un líder debe asegurarse es saber si está en la
voluntad de Dios. Esta manera de obrar influenció fuertemente mi
vida.
La segunda crítica fuerte a Moisés creo que fue la que más me dolió,
porque nunca imaginé que sus propios hermanos le tuvieran tantos
celos. María y Aarón eran muy unidos y siempre lo acompañaron en
todo el trayecto. Algo pasó, porque en un momento se los empezó a
notar un poco distanciados de su hermano. Sin duda que desde la apa-
rición de Moisés en Egipto Dios se valía de él para darnos mensajes
y directivas. Era muy evidente que Dios lo estaba utilizando mucho y
la palabra la recibía directamente de él.
Ellos buscaron alguna falta en Moisés de la cual agarrarse para ex-
presar su fastidio. Es verdad lo que decían de Moisés, pero en todo
caso ese era un asunto entre él y Dios. Ellos suponían que Dios debía
usarlos más a ellos que a Moisés y este fastidio generó los celos en
sus hermanos:
Recuerdo que ese día no los vimos mostrarse entre nosotros, hasta
que a la tardecita aparecieron María y Aarón llenos de lepra. Tan
grande fue la sorpresa, que la gente se amontonó para mirar desde
lejos, porque la orden era que no podíamos acercarnos. Finalmen-
117
te nos enteramos lo sucedido. Dios había oído la murmuración que
ambos habían hecho contra Moisés y no le había agradado. Por esta
razón los castigó con la tremenda enfermedad de la lepra. Durante
siete días estuvimos detenidos en el desierto porque Dios dispuso que
quedarían leprosos por una semana.
Una de las cosas que más marcó mi vida fue la forma de reaccionar
de nuestro líder. No solo que no se defendió ni argumentó nada a su
favor, sino que dejó actuar a Dios en el caso. Tenían que haber visto
nuestras caras llenas de sorpresa al oír la oración de Moisés a favor de
sus hermanos: "Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego,
oh Dios, que la sanes a h o r a " . Números 12: 13
Todos pensamos que lo mejor que podía hacer Moisés era castigar a
estos atrevidos que no lo respetaban, sin embargo no fue el camino
que el gran líder eligió. Es interesante y muy desafiante para quienes
estábamos aprendiendo de él, la actitud que asumió. Lo primero que
hizo fue postrarse en oración ante su Dios.
118
Dios tomó cartas en el asunto y destruyó de una manera trágica la
vida de toda esta familia y puso en alto el prestigio de Moisés.
Quiero cerrar este libro con una carta que envié al comienzo de este
año 2011 a un niño que cumplía su primer año de vida. Me refiero
a Joaquín Zurita Winter, un sobrino del corazón. Me pareció que el
mejor regalo que podía hacerle era un homenaje a su abuelo, mi ami-
go Harry Winter, quien fuera un médico reconocido, un gran líder,
un pastor extraordinario y un buen amigo. En su parte humana era
muy sensible, siempre pensaba en los demás. En su vida espiritual,
tenía una relación muy especial con el Señor, que yo siempre admiré.
119
Su vida fue una bendición para todos los que lo conocieron, pero para
quienes pudimos conocerlo un poquito más de cerca nos marcó el
resto de nuestros días.
QUERIDO JOAQUÍN:
Como regalo de tu primer cumple quiero contarte cómo Harry in-
fluenció de manera muy fuerte mi vida y ministerio y espero que
estas lecciones te sirvan también a vos.
El viento sopla...
Un día me invitó a ir a Esquel a fundar una escuela evangélica, yo le
dije que iba a orar y agregó: "Me quedo tranquilo porque el Espíritu
Santo va a soplar y para donde te lleve será el mejor lugar... porque
el viento sopla de donde quiere... así es el obrar del Espíritu". Ese
día entendí la razón por la que su ministerio había sido tan bendeci-
do. Él se dejó llevar por el viento de Dios y no por su entusiasmo ni
conveniencia.
Siempre creyó que el lugar donde se reunía la iglesia del Señor debía
estar en buenas condiciones y aun mejor que nuestras propias vivien-
das. Siempre tuvo los intereses del Señor como prioritarios, por eso le
fue bien en la vida y en el ministerio.
120
La necesidad del hermano es mía también
Los hermanos de la congregación de Esquel me dijeron esta frase:
"Para Harry la necesidad de los hermanos es como si fuera suya" Ese
es un verdadero pastor.
121
Dios siempre usó esa clase de hombres para hacer su obra e influen-
ciar mi vida para seguir su ejemplo.
122