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Mateo.

Capítulo 20

Vv. 1 – 16. Tema: Parábola de los obreros en la viña. El significado original es Jesús
hablando del Reino de los cielos. Jesús establece el principio que será para el pago de
recompensas, que no es regulado por la cantidad de tiempo, más bien, se les pago a
cada uno por la fidelidad de su tarea (v.8). En aplicación como creyentes, es que esta
parábola ilustra que no es por una cantidad grande de nuestro tiempo ni prominencia o
posición que tengamos, lo que determinara nuestra recompensa. Al contrario, seremos
recompensados por nuestra fidelidad hacia la obra que nos ha encargado nuestro
Señor y Dios, sin importar si fue de los más pequeña e insignificante.

Vv. 17 – 19. Tema: Jesús anuncia la llegada de su muerte. El significado original es


Jesús hablando por tercera vez de su muerte y hablándoles a sus discipulados de
forma detallada sobre este hecho. Jesús fue demasiado claro, al decir porque se
dirigía hacia allá, ya no queda casi nada de camino, ya está próximo a Jerusalén, el
lugar donde será crucificado. Como creyentes, debemos reflexionar sobre este hecho,
Jesús fue con tal obediencia a cumplir ese propósito, a morir por pecadores
depravados y viles, como tú y como yo. Algo que ni los discípulos creían en ese
momento.

Vv. 20 - 28. Tema: El Pedido de la madre de Santiago y juan. Quiero resaltar antes,
que el título escrito en esta sección es: “Petición de Santiago y juan”, pero que, en
realidad fue su madre la que hizo la petición. Se puede interpretar, que su madre solo
fue el vocero para las intenciones de estos dos hermanos, por lo cual, el título no es
erróneo, más bien es muy pertinente para encontrar el significado original de esta
sección. Adicionalmente Jesús aclara que van a haber personas que se sentaran en
dichos lugares, sino que, van hacer las personas que se preparasen para ocuparlos,
siendo estos mismos preparados, no de forma arbitraria, más bien por la preparación
de Dios (v.23). Como creyentes, debemos reconocer, primeramente, que la salvación,
no es por obras, somos salvos por el sacrificio de Cristo en la cruz, por la gracia de
Dios y por el don de la fe para creer en Cristo, que se nos ha dado en misericordia y
amor infinitos pero que, a su vez, debemos vivir nuestra profesión cristiana,
preparando un lugar allá en los cielos, sirviéndole a Dios por amor y fe, pero corriendo
por llegar a la meta, de ese premio glorioso, que Dios nos pueda dar soberanamente.

En los versículos del 24 al 27, se nos dice claramente, que los demás discípulos se
enojaron, porque ellos también deseaban esos lugares, pero Jesús les corrigió esa
idea, y en misericordia, les dijo lo que deberían hacer correctamente, sin celos ni
peleas. En sí, el creyente que desee ser el siervo más fiel y de grandeza, será aquel
que sea el más humilde.
Por ultimo en los versículos 28 y 29, Jesús declara la verdad más estremecedora y
vivificadora de su propositivo al venir al mundo. Esto es lo que creemos, lo que
predicamos como creyentes al testimonio de nuestra fe.

Vv. 20 - 28. Tema: Jesús sana a dos ciegos. Es importante resaltar, que estos dos
ciegos, ya tenían conocimiento de la realeza e identidad, del nombre que escucharon
venir. Sabían a quien le estaban clamando por misericordia y sin importar el callar de
la gente presente, seguían clamando más fuerte: “¡Señor, Hijo de David, ¡ten
misericordia de nosotros! Jesús al oír, su clamor sincero, se presta para ir con ellos y
les pregunta: ¿Qué queréis que os haga? Menciona la escritura que ellos gritaron:
¿Sananos de nuestra ceguera o sáname de mi ceguera? Claro que no. (Más adelante
mencionan que desean ser sanos. V.33). Jesús ya conocía su necesidad. Y esto es lo
más hermoso que, si venimos a Jesús, sabiendo y creyendo quien es el, el será justo y
misericordia en darnos, su redentora salvación. Por último, los ciegos después de
haber recibido su sanidad, le siguieron ¿Y a donde se dirigía Jesús? Pues, hacia su
muerte en la cruz, estos hombres, ya habían recibido la sanidad de sus ojos, ya solo
les quedaba recibir lo más importante, la sanidad de sus vidas quebrantas de pecado.

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