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Lectura - Concurso de Delitos - Percy García
Lectura - Concurso de Delitos - Percy García
C apítulo 19
E l concurso de delitos
I. IN T R O D U C C IÓ N .................................... 847
II. EL C O N C U R SO D E LEYES O C O N C U R SO APARENTE D E
D E L IT O S ......................................................... 847
1. Fundamento dogmático......... ............... 849
2. Los criterios de vinculación en el concurso de leyes....................................... 850
A. El principio de especialidad.............................................................. . 851
B . El principio de subsidiariedad................................................................... 854
C. El principio de consunción................................................................. 857
D. ¿Principio de alternatividad? ...................................................................... 858
3. Consecuencias jurídicas del concurso de leyes........................ 860
A. La modificación de las consecuencias jurídicas del tipo penal despla
zante..................... 860
B. La recuperación de la aplicabilidad de los tipos penalesdesplazados...... 861
III. E L C O N C U R SO D E D E L IT O S ...................... 862
1. Concurso ideal de delitos................... 866
A. Concepto............. ......................................................................................... 866
B. Formas de manifestación de concurso ideal de delitos........................... 868
a. Identidad completa................................................... 868
b. Identidad parcial.................. 868
c. Identidad por vinculación (VerklamMerung).................................... 869
C. Consecuencias jurídicas..................................................... .......... ............. 870
a. El principio de exasperación.............................................................. 871
b. El principio de combinación..................................... ........................ 872
2. Concurso real de delitos..................................... 873
A. Concepto......................... 873
B. Consecuencias jurídicas.............................................................................. 874
3. Supuestos de unidad de delito........................................................................... 878
A. Unidad de delito con base en la interpretación de los tipos penales..... 878
a. La realización típica iterativa............................................................... 879
b. La realización típica sucesiva.............. 880
c. Los delitos permanentes.................. 881
d. Los delitos de varios actos: En especial los delitos compuestos....... 882
B. Supuestos de unidad de delito legalmente determinados......... 882
¿d eas I 19
Índice
C a p ít u l o 2 0
L a t e o r ía d e l d e l it o p a r a la s p e r s o n a s j u r íd ic a s
I. IN T R O D U C C IÓ N ............................................................. 899
II. ¿RESPO N SA BILID A D A D M IN ISTRA TIV A O PENA L?....................... 900
III. EL SISTEM A D E A T R IB U C IÓ N D E RESPO N SA BILID A D PENAL
A LA PER SO N A JU R ÍD IC A ....................... .................................................. 902
1. El modelo de atribución del hecho de otro............... ...................................... 902
2. El modelo de la responsabilidad por hecho propio......................................... 903
A. El injusto autónomo.................................................................................... 904
B. El injusto com ún.......................................................................................... 905
3. El modelo de atribución de la Ley N ° 30424.................................................. 906
A. La imputación objetiva................................................................................ 909
B. La imputación subjetiva.............................................. ................. ............. 911
C. La intervención delictiva............................................................................. 913
D . La culpabilidad................................................................................... 915
IV. EL M O D E L O D E P R E V E N C IÓ N D E D E L IT O S ................ 917
1. El efecto exoneratorio: ¿Causa de exclusión de la punibilidad o falta de la
creación de un riesgo prohibido?....................................................................... 918
2. Atenuación de la p en a..................... 919
CUARTA PARTE
LAS CONSECUENCIAS JURÍDICAS DEL DELITO
C a p ít u l o 2 1
L a pena
. J
20 | ¿d eas
D erecho Penal - parte gen eral
el tipo penal desplazante87, la imposibilidad de sancionar con base en este tipo penal
no impide que pueda recurrirse a los tipos penales desplazados*
En relación con la discusión precedente, consideramos que es la segunda pro
puesta de interpretación la que merece respaldo, en tanto el restablecimiento de
la norma defraudada se realiza solamente con el recurso a un tipo penal. En este
sentido, si por alguna razón material o procesal el tipo penal desplazante no puede
ser aplicado, podrá recurrirse a los otros tipos penales desplazados en caso de man
tenerse la situación de perturbación social por la defraudación de la norma88. Por
el contrario, si la inaplicación del tipo penal desplazante se debe a la ausencia de
necesidad de restablecer normativamente la expectativa defraudada, los tipos pena
les desplazados no tendrán fundamento para recuperar su aplicabilidad. Ejemplo:
Si el delito de uso fraudulento de procedimiento concursal del artículo 211 del CP
no se castiga por ausencia de denuncia de parte (artículo 213 del CP), el delito de
fraude procesal del artículo 416 adquiere aplicación* Por el contrario, el cuenta
correntista que gira un cheque sin fondos, pero que paga dentro del tercer día del
requerimiento de pago, no necesita ser sancionado penalmente por delito de estafa,
pues el conflicto se soluciona completamente mediante la reparación del daño que
contempla el artículo 215 del CP.
862 ¿deas
Percy G arcía C averò
tipo penal, en la teoría de los concursos se trata del caso de una persona que realiza
varios tipos penales91.
La regulación legal del concurso de delitos diferencia dos clases de concurso
en función de si existe un hecho (el concurso ideal de delitos previsto en el artículo
48 del CP) o una pluralidad de hechos (el concurso real de delitos previsto en el ar
tículo 50 del CP), estableciendo un tratamiento punitivo distinto92. Del tenor legal
se desprende que, para poder distinguir ambas clases de concurso de delitos, resulta
necesario responder a la cuestión de bajo qué condiciones se presenta una unidad
de hecho o una pluralidad de hechos. En la doctrina penal alemana se discute in
tensamente esta cuestión, pero bajo la denominación de “unidad de acción” 93. La
razón de esta diferencia nominal encuentra explicación únicamente en el dato de
que el Código Penal Alemán no utiliza el término hecho, sino acción (Handlung).
El punto de partida casi unánime es que la unidad de acción no se identifica
con el concepto de acción desarrollado a nivel de la teoría del delito94, en la medida
que no se busca definir el presupuesto mínimo para llevar a cabo una imputación
penal. D e lo que se rrata, más bien, es de encontrar el punto de vista que permita a
un observador objetivo percibir una acción como una sola95. En la discusión doc
trinal, se encuentran descartados de plano el criterio fisiológico de las inervaciones
musculares y también el criterio del resultado que sostiene la unidad de acción en
función de si se produce un solo resultado96. Mientras el primero llevaría a una
división del comportamiento humano en fracciones minúsculas carente de todo
sentido jurídico, el segundo resulta prácticamente inconciliable con el dato jurí
dicamente indiscutible de los múltiples efectos que puede desplegar una misma
acción. Por ello, el debate actual se centra fundamentalmente entre dos posiciones
que se encuentran enfrentadas en la perspectiva utilizada para identificar la unidad
¿deas 863
D erecho P enal - parte general
97 Debe señalarse, sin embargo, que la doctrina penal dominante considera que la unidad de
acción se determina en un doble sentido, en un sentido natural y en uno jurídico [vid., sólo,
Schmitt: Z S tW 7 5 (1963), p. 46]. No obstante, consideramos que al final de cuentas se
asume o un concepto ajeno al Derecho, o un concepto propiamente jurídico.
98 Así, M ir P u ig : Derecho P en al, PG, L27/3; A l c ó c e r P o v is : Introducción , p. 180.
99 Vid., B ü n g e r : Z S tW 8 (1888), p. 523 y ss., a partir del actuar (acto de voluntad) y la vin
culación de este actuar con un resultado; M ayer , H.: Strafrecht, AT, p. 407, a partir de la
decisión de voluntad; B r a m o n t -A rias T o r r e s , Luis A.: D iálogo con la jurispruden cia 18
(2000), p. 19. Destaca la interpretación doctrinal que afirma la unidad de acción con base
en la unidad de voluntad, R is s in g -van S a a n : ZATpreliminares al § 52, n.m. 12 y s.
100 Vid., así, S c h lo sk y : Z S tW 6 1 (1942), p. 257. En el mismo sentido apuntaba también una
interpretación jurisprudencial del RG alemán; vid., la referencia, M aiw ald : D ie natürliche
H andlungseinheit, p. 68 y s.
101 Vid., H e l l m e r : GA 1956, p. 68. En la misma línea se encuentra la jurisprudencia del
RG alemán al afirmar que, en determinados casos, puede afirmarse una unidad natural de
determinados actos del autor por medio del contexto social. Vid., sobre este parecer juris
prudencial, G e e r d s : Z u r Lehre , p. 286 y ss.; M aiw ald : D ie natürliche H andlungseinheit,
p. 13; S owada : Ju r a 1995, p. 246; S t r a ten w er t h : Strafrecht, AT, § 17, n.m. 9. Crítica
mente, J a k o b s : Derecho P en al, PG, Apdo 32, n.m. 37; P u p p e : N K § 52, n.m. 32 y s.
102 Vid., así, M e z g e r : Strafrecht, AT, p. 460; S t r a ten w er t h : Strafrecht, AT, § 17, n.m. 10.
103 En este sentido, K in d h a u s e r : Ju S 1985, p. 103.
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adaptación del concepto a su contexto normativo, sin contar con el hecho de que
resulta sumamente discutible que existan unidades de acción pre-jurídicas a las que
la perspectiva jurídica pueda recurrir sin más104. Por estas razones, sólo una com
prensión de la unidad de acción que utilice una perspectiva estrictamente jurídica105
(más exactamente, jurídico-penal106) resulta adecuada para resolver la problemática
del concurso de delitos.
Desde consideraciones jurídico-penales, la unidad de acción tiene lugar cuan
do existe una unidad en la ejecución de un comportamiento típicamente relevante
por medio del enlace directo entre los distintos actos realizados107. Por ejemplo:
existirá unidad de acción en la seguidilla de golpes que el autor propina a la víctima
para lesionarla o en caminar rayando con un clavo una fila de autos aparcados. El
plan del autor no es un componente decisivo de esta unidad108, pero eso no sig
nifica la irrelevancia de la imputación subjetiva, pues la ejecución cuenta con una
faceta objetiva y otra subjetiva. Lo particular del planteamiento aquí propuesto es
que ese lado subjetivo debe determinarse normativamente y no ser tratado como
una simple realidad psicológica que debe ser descubierta para determinar si hay
unidad de ejecución o no. En ese sentido, la unidad de ejecución requiere imputar
el conocimiento al autor de que entre los distintos actos realizados existe un enlace
directo. Que ese conocimiento alcance para una imputación dolosa o culposa es
irrelevante: Por ejemplo, hay unidad de acción si el autor lanza desde la ventana
varios maceteros sabiendo en unos casos que impacta con transeúntes y en otros sin
que le pueda constar.
Algunos autores entienden que la unidad de ejecución debe incluir también
el resultado típicamente relevante, de manera tal que, bajo esta perspectiva, podría
hablarse de varios hechos, si la misma acción produjese varios resultados109. A este
planteamiento se le cuestiona dejar prácticamente vacío de contenido el concurso
¿d e a s 865
D erecho Penal - parte general
ideal de delitos110. Más allá de esta inaceptable consecuencia, lo cierto es que resulta
a todas luces evidente que, pese a la pluralidad de resultados, la acción, desde el
punto de vista de la relevancia típica, ha sido única, por lo que dicha pluralidad no
puede llevar a afirmar razonablemente una pluralidad de acciones. En consecuen
cia, el concepto jurídico de unidad de acción debe limitarse a la conducta típica
ejecutada, sin una referencia necesaria a las diversas consecuencias que se pudieran
derivar de la misma.
A. Concepto
Conforme al artículo 48 del CP, existe un concurso ideal de delitos cuando
varias disposiciones penales resultan aplicables al mismo hecho (unidad de acción).
C om o ya lo hemos adelantado, la unidad de acción no se determina con criterios
naturalistas111, sino con criterios normativos de carácter jurídico-penal. En el con
curso ideal de delitos, por lo tanto, la misma acción penalmente relevante realiza
varios tipos penales. Estos tipos penales pueden ser de la misma o de distinta natu
raleza, lo que permite diferenciar los casos de concurso ideal de delitos homogéneo
(infracciones a la misma ley penal) de los casos de concurso ideal de delitos hetero
géneo (infracciones a distintas leyes penales)112.
U n aspecto puntual, necesitado de especial aclaración en el concurso ideal de
delitos, es la relación que se presenta entre la acción y el delito. U n parecer defen
dido en la doctrina penal alemana, ciertamente dejado ya de lado, afirmaba que,
al igual que en el concurso real, también en los casos de concurso ideal de delitos
se presenta una pluralidad de acciones y de delitos113. Según este planteamiento, el
único aspecto particular residía en la simultaneidad de las acciones que producían
los resultados típicamente relevantes114. Com o puede desprenderse fácilmente de
lo antes expuesto, esta teoría no parece encontrar cabida en el actual contexto dog
mático del concurso de delitos, pues el concurso ideal de delitos parte de una sola
acción, y no de una pluralidad de acciones, que realiza varios delitos115. La tesis de la
pluralidad de acciones en el concurso ideal se basa en una comprensión puramente
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Percy G arcía C averò
£ deas i 867
D erecho Penal - parte general
a. Identidad completa
La doctrina penal reconoce como una forma de manifestación del concurso
ideal de delitos la llam ada identidad completa, en la que los diversos tipos penales
concurren plenamente en la misma acción124. H ay que precisar, sin embargo, que
nunca puede hablarse de una plena identidad de las acciones típicas, sino solamente
de la identidad de la acción mediante una apreciación más general125. Así, el que
vende como propios bienes ajenos que ha recibido para su distribución gratuita,
realiza al mismo tiempo el delito de estelionato del artículo 197 inciso 4 del CP y
el delito de venta ilegal de mercancías del artículo 237 del CP. U na identidad en el
nivel de la descripción típica no puede tener lugar, pues una cosa es vender como
propios bienes ajenos y otra vender bienes recibidos para su distribución gratuita.
N o obstante, puede afirmarse una identidad de la acción en un nivel más abstracto,
es decir, como venta de bienes.
b. Identidad p a rc ia l
Para afirmar un concurso ideal de delitos basta que exista una identidad par
cial de las acciones típicas126. A estos supuestos se les conoce como de identidad
parcial, planteándose la discusión respecto de la determinación de los límites para
dicha clase de identidad. Al respecto cabe seguir a la doctrina alemana mayoritaria
que entiende que una identidad parcial puede darse hasta la fase de agotamiento
de un delito127, siempre y cuando se trate de conductas de aseguramiento del ata
que sobre un bien128. En este sentido, puede hablarse de una identidad parcial de
las conductas típicas si un empresario utiliza la cantidad de dinero recibido como
123 En este sentido, J a k o b s : Derecho Penal, PG, Apdo 32, n.m. 33.
124 Vid., G e e r d s : Z u r Lehre, p. 276; S c h m it t : Z S tW 7 5 (1963), p. 47; R o x in : Derecho Penal,
PG, II, § 33, n.m. 80.
123 En este sentido, J a k o b s : Derecho Penal, PG, Apdo 33, n.m. 3.
126 Vid., G e e r d s : Z u r Lehre, p. 277; S c h m it t : Z StW '7 3 (1963), p. 47; J e sc h ec k /W e ig e n d :
Tratado, II, p. 1076; J a ko bs : Derecho Penal, PG, Apdo 33, n.m. 5; S tr aten w erth : Strafrecht,
AT, § 18, n.m. 31; R o x in : Derecho P enal, PG, II, § 33, n.m. 70.
127 Vid., G e e r d s : Z u r Lehre, p. 279; S t r a ten w er t h : Strafrecht, AT, § 18, n.m. 31; R o x in :
Derecho Penal, PG, II, § 33, n.m. 89.
128 Vid., J a k o b s : Derecho Penal, PG, Apdo 33, n.m. 7.
868 ¿d eas
Percy G arcía C averò
129 En el mismo sentido, R o x in : Derecho Penal, PG, II, § 33, n.m. 92.
130 En ese sentido, R o x in : Derecho P en al, PG, II, § 33, n.m. 93.
131 Así, R o x in : Derecho Pen al, PG, II, § 33, n.m. 100. Igualmente, en la doctrina penal nacio
nal, L eó n A lva: G aceta P en al & Procesal P en al 49 (2013), p. 127 y ss.
132 En tal sentido, V o g l e r : LK \ 10. Aufl., preliminares al § 32, n.m. 23.
133 Admiten esta posibilidad, G e p p e r t : Ju ra 1982, p. 370; G e e r d s : Z u r Lehre, p. 280 y ss.;
J e s c h e c k /W e ig e n d : T ratado , II, p. 1077. Críticamente, S c h m it t : Z StW 75 (1963), p. 48;
J a k o b s : Derecho P en al, PG, Apdo 33, n.m. 11; S tr a ten w erth : Strafrecht, AT, § 18, n.m.
33 y s.; San z M o r á n , en R eincidencia y concurso de delitos, Maldonado (coord.), p. 11 y s
eas 869
D erecho Penal - parte general
documento (título profesional) y los distintos delitos de estafa sobre los clientes134.
La jurisprudencia alemana se ha pronunciado a favor de considerar en estos casos
una unidad de acción y aplicar, por tanto, las reglas del concurso ideal de delitos135.
T al solución se muestra, sin embargo, discutida por terminar beneficiando con una
determinación de la pena menos gravosa (exasperación) que la establecida para el
caso del concurso real de delitos (acumulación). Por ello, un sector importante de
la doctrina se ha mostrado a favor de considerar un concurso real de delitos si es
que, al menos uno de los delitos vinculados, tiene un contenido de injusto sustan
cialmente mayor que el del delito que los vincula136. U n sector minoritario de la
doctrina penal defiende incluso una generalización de esta solución, en tanto señala
que, en ningún caso, los delitos vinculados concurren idealmente137.
Por nuestra parte, consideramos que en los llamados casos de identidad por
vinculación se presenta conjuntamente una situación de concurso real (de los de
litos vinculados) y una situación de concurso ideal (del delito vinculante con cada
uno de los delitos vinculados). Por esta razón, el tratamiento de la relación concu-
rrencial entre todos estos delitos solamente puede decidirse con base en el siguiente
procedimiento sucesivo: a) en primer lugar, se debe determinar, siguiendo la regla
del concurso real de delitos, la pena concreta para cada uno de los delitos vincula
dos; y b) en segundo lugar, debe colocarse la pena resultante de a) en concurso ideal
con el marco penal del delito vinculante.
G C onsecuencias ju ríd ic a s
El artículo 48 del CP señala que, en caso de existir un concurso ideal de
delitos, el juez lo reprimirá hasta con el máximo de la pena más grave, pudiendo
incrementarla hasta en una cuarta parte, sin que, en ningún caso, pueda exceder
de treinta y cinco años138. Com o puede verse, la regulación legal opta por seguir el
principio de asperación o exasperación, el cual se caracteriza por autorizar la impo
sición de una pena m ás severa que la prevista para el delito más grave, pero inferior
870 ¿d eas
Percy G arcía C averò
a la sumatoria de las penas de los delitos cometidos139. Aunque el tenor actual del
artículo antes citado no hace referencia a la posibilidad de aplicar las penas acceso
rias y medidas de seguridad de los delitos que prevén un marco penal menos grave,
como sí lo hacía, por el contrario, la regulación anterior, no hay ninguna razón
para excluir una aplicación combinada de las consecuencias jurídicas, más aún si tal
proceder se corresponde con el sentido propio de lo que es un concurso de delitos.
a. E l principio de exasperación
H asta hace algunos años nuestro sistema penal asumía en el tratamiento puni
tivo del concurso ideal de delitos el principio de absorción, en la medida que dispo
nía la aplicación de la pena del delito más grave140. N o obstante, a raíz de la reforma
del Código Penal del año 2006, llevada a cabo con la finalidad de reprimir con
mayor severidad la criminalidad violenta, se dejó de lado el principio de absorción
y se optó, en su lugar, por el principio de exasperación. Este cambio legislativo se
tradujo en la facultad asignada al juez penal de incrementar la pena por encima del
máximo previsto para el delito más grave de los concurrentes. En concreto, la regu
lación actual del concurso ideal de delitos establece que este supuesto de concurso
de delitos se podrá reprimir hasta con el máximo de la pena del delito más grave,
con la posibilidad de incrementarla hasta en un cuarto, sin superar, en ningún caso,
los 35 años. La determinación de la pena se debe hacer entonces en dos pasos.
El primer paso está constituido por la determinación del delito que cuenta
con el marco penal más grave, lo que se deberá hacer únicamente con los que
puedan ser aplicados material y procesalmente al caso concreto141. U n punto que
precisa ser esclarecido es que el marco penal de los delitos concurrentes deberá tener
en cuenta, de ser el caso, las circunstancias agravantes cualificadas y las atenuantes
privilegiadas142 Si los tipos penales concurrentes cuentan con un marco penal igual
de grave, entonces deberá optarse por el marco penal del delito que concretamente
139 Sobre esta particularidad del principio de asperación o exasperación en el concurso de deli
tos, O liv er C a l d e r ó n : R evista de Derecho, Yol. XXVI (2013), p. 168.
140 H urtado P o z o /P rado Saldarriaga : Derecho P e n a l PG, II, § 21, n.m. 2435. El principio
de absorción es seguido en el Derecho penal alemán, J a ko bs : Derecho Penak PG, Apdo 33,
n.m. 1; G e e r d s : Z u r Lehre, p. 329; S c h m it t : Z S tW ! 5 (1963), p. 54; J e s c h e c k /W e ig e n d :
T ratado , II, p. 1081 y s.
141 Vid., en la determinación de la pena global, aunque aplicable en la legislación alemana al
concurso real de delitos, J a k o b s : Derecho P en al, PG, Apdo 33, n.m. 3; J e s c h e c k /W e ig e n d :
T ratado , II, p. 1082.
142 Vid., la consideración de las circunstancias agravantes y atenuantes en la doctrina penal
alemana, G e e r d s : Z u r Lehre , p. 329; J a k o b s : Derecho P en al, PG , Apdo 33, n.m. 2;
J e s c h e c k /W e ig e n d : Tratado , II, p. 1082; S tr a ten w erth : Strafrecht, AT, § 18, n.m. 38.
£ deas 871
D erecho Penal - parte general
ha sido más grave143. L a absorción que realiza el marco penal más grave no impide,
en todo caso, que los delitos absorbidos sean considerados en la individualización
de la pena144.
U na vez establecido el marco penal del delito más grave, el juez penal podrá
incrementar la pena concreta hasta en un cuarto, sin exceder, en ningún caso, los
treinta y cinco años, si es que, evidentemente, se trata de una pena privativa de li
bertad. En el caso de otras clases de pena, se deberá considerar el máximo legalmen
te previsto de pena que se puede imponer, en general, para cualquier delito. Es un
tema abierto a la discusión doctrinal y a los desarrollos jurisprudenciales determinar
los criterios para decidir incrementar la pena por encima del máximo previsto para
el delito más grave. Lo más razonable es acudir a los criterios de determinación de
la gravedad concreta que se regulan en el artículo 46 del CP.
U na problemática que no cuenta con solución legal es la determinación de
la pena en un concurso ideal entre un delito y dos delitos que están, a su vez, en
concurso real (identidad por vinculación). Com o se dijo, se tendría que aplicar las
reglas del concurso ideal a partir de una pena concreta derivada del concurso real
de los delitos vinculados y del marco penal abstracto del delito vinculante. Nues
tra propuesta sería la siguiente: Si el marco penal máximo del delito vinculante es
mayor a la pena producto de a), entonces ese marco penal será el nuevo mínimo y
el nuevo máximo la pena incrementada en un cuarto. Si la pena producto de a) es
mayor que el marco penal máximo del delito vinculante, entonces esa pena será el
nuevo mínimo y el nuevo máximo la pena incrementa en un cuarto.
b. E l principio de combinación
En cuanto al principio de combinación, debe señalarse que este principio se
manifiesta de dos maneras en el concurso ideal de delitos. Por un lado, se encuentra
el llamado efecto oclusivo, según el cual el marco penal mínimo debe correspon
derse con el marco penal mínimo más grave de los delitos concurrentes145. Por
otra parte, la combinación de las consecuencias jurídicas permite también que se
pueda recurrir a las penas accesorias y medidas de seguridad establecidas en los ti
pos penales absorbidos por el tipo penal con la pena más grave146. En este sentido,
j
872 £ deas
Percy G arcía C averò
A. Concepto
En el concurso real de delitos se presenta, a diferencia del concurso ideal, una
pluralidad de acciones que configuran varios delitos147. Se trata, por lo tanto, de
una imputación acumulada al autor de todos los delitos realizados en un determi
nado espacio de tiempo148. Bajo esta perspectiva, no le falta algo de razón a los que
afirman que el concurso real de delitos se vincula a reglas de carácter procesal, pues
lo que regula finalmente es la posibilidad de un juicio conjunto por una pluralidad
de acciones punibles149. C ada delito concurre en el mismo proceso penal con su
pena individual150. Lo anterior no debe, sin embargo, olvidar que el concurso real
de delitos se apoya en una estructura material: La pluralidad de acciones. Por ello,
aunque la regulación del artículo 33.2 del CPP, por ejemplo, impida que los delitos
de acción privada puedan ser procesados en un mismo proceso con otros delitos
de acción pública, ello no es óbice para considerar las reglas punitivas del concurso
real de delitos al momento de determinar la pena concreta. En consecuencia, la su-
matoria de penas impuestas en cada proceso penal deberá tener en cuenta el doble
límite establecido en el artículo 50 del CP.
En cuanto a los requisitos que deben necesariamente presentarse para poder
afirmar la existencia de un concurso real de delitos, el Acuerdo Plenario N ° 4-2009
ha establecido como criterio jurisprudencial vinculante que son los siguientes: 1)
pluralidad de acciones, 2) pluralidad de delitos independientes y 3) unidad de au
tor. El primer requisito constituye la base material del concurso real de delitos y
aquello que lo diferencia del concurso ideal de delitos. El segundo requisito, por su
parte, marca la frontera con los supuestos de unidad de delito, es decir, de aquellos
casos en los que, pese a existir una pluralidad de acciones, se configura un solo deli
to (por ejemplo: el delito continuado). El tercer requisito es una exigencia básica de
toda situación de concurso, pues de lo que se trata finalmente es de decidir cómo se
873
D erecho P enal - parte general
sanciona a una persona que ha cometido varios delitos o varias acciones que confi
guran un solo delito. E n cuanto al sujeto pasivo, éste puede ser el mismo u otro151.
Al igual que en el concurso ideal de delitos, al interior del concurso real de
delitos es posible distinguir un concurso homogéneo de otro heterogéneo152. En el
primer caso, el autor comete varias veces el mismo delito (por ejemplo: el delin
cuente serial comete varios homicidios de las mismas características en momen
tos distintos). El concurso real heterogéneo se presenta, por su parte, cuando una
persona comete en diversos momentos delitos distintos (por ejemplo: el maleante
que primero asalta un banco, luego mata a su cómplice para quedarse con todo el
dinero y luego procede a lavar el botín por medio de actos de conversión). Esta dis
tinción es puramente conceptual, pues el tratamiento punitivo que le corresponde
a ambas clases de concurso real es el mismo.
Por Ley N ° 2 9 4 0 7 de 16 de septiembre de 2009 se incorporó dentro de las
disposiciones sobre los concursos de delitos la figura del concurso real de faltas (ar
tículo 50-A del CP), refiriéndose específicamente a la realización de una pluralidad
de acciones que deban considerarse como faltas independientes que infringen el
mismo precepto penal o preceptos penales de semejante naturaleza y que perju
dican a varias personas. Resulta sumamente discutible que la regulación de esta
figura concursal se haya hecho en las normas generales del delito, pues, de haberse
estimado necesaria una regulación particular para este caso de concurso de faltas,
debió haberse hecho en el Libro Tercero del Código Penal dedicado a las faltas,
concretamente en las disposiciones fundamentales. Al parecer la decisión del legis
lador de utilizar como referencia la pena del “delito correspondiente” para determi
nar la pena aplicable a este supuesto de concurso de faltas, sería la justificación para
haberlo regulado en las normas generales del delito. Sin embargo, esta remisión
penológica no convierte el concurso de faltas en un tema de la teoría del delito.
874 ¿d eas
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principio de absorción, al establecerse que debía sancionarse con la pena del delito
más grave. Esta particular situación legislativa hizo que la doctrina penal nacional
se mostrara poco de acuerdo con la respuesta punitiva prevista para el concurso
real de delitos154. Las cosas cambiaron radicalmente con la reforma al Código Penal
del año 2006, pues las modificaciones hechas a la regulación del concurso real de
delitos llevaron a abandonar el sistema de absorción y a sustituirlo por un sistema
de acumulación de penas155.
El sistema de acumulación de penas es bastante cuestionado. Algunos recu
rren al argumento de que el padecimiento de la pena no aumenta lineal, sino pro
gresivamente156. A este argumento se le ha reprochado basarse en una especulación
hasta ahora no comprobada. Otros afirman que la acumulación hace que la pena
privativa de libertad pierda precisamente su carácter temporal157, lo que, en todo
caso, ofrecería un argumento que no podría hacerse extensivo a las penas que no
son privativas de libertad. La renuncia a la acumulación ha intentado fundamentar
se también en una reducción de la culpabilidad que se produce paulatinamente en
cada delito, mientras el autor no sea condenado158. Esta fundamentación deja muy
difusa la idea de culpabilidad y parecería llevar, más bien, a una comprensión psi
cológica del poder querer actuar distinto159. En un factor ajeno a la dogmática penal
quieren fundamentar la renuncia a la acumulación, aquéllos que sostienen que el
juzgador, en beneficio del autor, tiene una visión reducida del injusto cometido
(lo ve en perspectiva)160, pero su punto débil se encuentra precisamente en otorgar
relevancia normativa a un dato empírico.
La discusión sobre si resulta procedente una acumulación de penas, se debe
enfocar, a nuestro entender, en la función de restabilización de la pena, en el senti
do de si es necesario sumar todas las penas individuales para restablecer la vigencia
de la norma defraudada o si el sentido comunicativo de la pena puede alcanzarse
con la pena del delito mayor o necesita de una pena incrementada161. La decisión
legislativa, que compartimos, es que no basta la pena (más grave o incrementada)
¿deas 875
D erecho Penal - parte gen eral
de uno de los delitos en concurso, sino que la respuesta punitiva debe ser expresión
de todos los delitos cometidos por medio de los distintos hechos. Para evitar, en
todo caso, la desproporción de la pena a la que se podría llegar con el sistema de
acumulación, lo razonable es establecer algunas limitaciones.
Conform e a la actual redacción del artículo 50 del CP, en el concurso real de
delitos, las penas de cada delito se acumulan, teniendo esta acumulación un doble
límite: el doble de la pena más grave y finalmente el tope máximo de los treinta
y cinco años. C om o puede verse, no se trata de una acumulación material que
determina una pena como consecuencia de la sola suma de las penas, sino de una
acumulación jurídica que tiene un límite relativo y otro absoluto162. En cuanto al
límite relativo del doble de la pena del delito más grave, debe quedar claro que se
trata de la pena concreta del delito más grave. Si las penas concretas concurrentes
son iguales, lo lógico es que esa cuantía sea la que se tome como referente para el
límite y no entender, por el contrario, que en estos casos no habría limitación163.
En la doctrina penal se cuestiona que el límite relativo realmente controle la des
proporcionalidad de la acumulación de penas, pues termina beneficiando a quien
comete numerosos delitos de menor gravedad y perjudica a quien comete solo un
delito grave164. El límite absoluto tiene pleno sentido, en la medida que impide la
imposición de penas incompatibles con el principio de resocialización. ^
El Acuerdo Plenario N ° 4-2009 señala cómo debe llevarse a cabo por el juez
el proceso de determinación de la pena en el concurso real de delitos. D e manera
esquemática, señala que este proceso consta de dos momentos: en primer lugar, se
debe establecer la pena concreta para cada delito conforme a las reglas generales de
determinación de la pena; en segundo lugar, se deben sumar las penas concretas
de cada uno de los delitos concurrentes, sin que la sumatoria pueda superar el do
ble límite antes indicado. S i la pena prevista para uno de los delitos cometidos en
concurso real es de cadena perpetua, el artículo 50 del CP establece que solamente
se aplicará esta pena. Lo que, por el contrario, no prevé el dispositivo legal antes
mencionado es cómo se deben acumular las penas en caso de concurrencia de otras
clases de penas. En consonancia con la lógica regulativa, se pueden establecer las
siguientes reglas. Si las penas concurrentes, distintas a la pena privativa de libertad,
son de la misma naturaleza, entonces debe entenderse que estas penas se acumula
rán sin que la sumatoria pueda superar el doble de la pena más grave, ni el límite
162 Vid., sobre la acumulación jurídica, Sanz M oran, en R eincidencia y concurso de delitos, Mal-
donado (coord.), p. 19. En la doctrina nacional, Mendoza Ayma: G aceta P en al & Procesal
P en al 107 (2018), p. 53.
163 Así, M endoza Ayma: G aceta P en al & Procesal P en al 107 (2018), p. 54 y ss.
164 En este sentido, respecto del límite del triplo que contiene la regulación penal española,
Cardenal M ontraveta: L H -M ir P u ig (2017), p. 918.
876 ¿d e a s
Percy G arcia C averò
máximo previsto para cada clase de pena en los artículos 34.5, 35.3, 38 y 42 del CP
respectivamente. Si las penas concurrentes son de distinta naturaleza, entonces lo
que corresponderá es su imposición conjunta.
Un supuesto especialmente discutido es el caso de si es posible suspender la
ejecución de la pena en uno de los delitos cometidos en relación de concurso real165.
En la práctica judicial lo que se hace es negar la suspensión de la ejecución de la
pena en todos los delitos concurrentes y proceder, por lo tanto, a la acumulación
de las penas concretas. Este razonamiento parece sustentarse en la lógica de que so
lamente se puede suspender la pena si la pena acumulada no supera los cuatro años.
Eso significa que, si la sumatoria de las penas no supera los cuatro años, entonces
sí podría suspenderse la ejecución de la pena acumulada. Un sector de la doctrina
penal entiende que nada obsta a que el juez pueda suspender la ejecución de la pena
en alguno de los delitos concurrentes, en cuyo caso esa pena no se sumaría a la de
los otros delitos166. Si se sigue fielmente este razonamiento, entonces será posible
incluso que se pueda suspender la pena de todos los delitos en relación de concurso
real, a pesar de que la sumatoria de las penas supere los cuatro años. En nuestra opi
nión, la suspensión de la pena no se debe decidir por cada delito, sino en función
de la pena acumulada, pues el artículo 57 del CP no se refiere a la pena por delito,
sino a la condena.
La regulación anterior del concurso real de delitos admitía, al igual que para
el concurso ideal de delitos, la posibilidad de combinación con las consecuencias
jurídicas de los otros delitos concurrentes167. La actual regulación, sin embargo, no
dice nada explícito al respecto, por lo que le corrésponderá ,a la doctrina penal y,
sobre todo, a la jurisprudencia nacional llenar este vacío de la regulación legal. En
nuestra opinión, al igual que lo dicho respecto del concurso ideal de delitos, no hay
razón material para negar la vigencia del principio de combinación en caso de un
concurso real de delitos168. Por lo tanto, tanto las penas accesorias como las medidas
de seguridad de los tipos penales que no prevén la pena más grave podrán aplicarse
también al autor de los diversos delitos.
165 Vid., al respecto, Mendoza Ayma: G aceta P en al & Procesal P en al 107 (2018), p. 57.
166 En este sentido, M endoza Ayma: Gaceta P en al & Procesal P en al 107 (2018), p. 57.
167 Así, Bramont-Arias Torres, Luis A.: D iálogo con la jurispruden cia 18 (2000), p. 20, sos
tenía que la regulación positiva del concurso real de delitos obligaba a la combinación de
sanciones.
168 Igualmente, S chmitt: Z S tW l 5 (1963), p. 56; Frister: N K § 53, n.m. 32; Roxin: Derecho
Pen al, PG, II, § 33, n.m. 139, aunque en el marco de la pena global que es la que, confor
me al principio de exasperación, se establece en el Derecho penal alemán para sancionar el
concurso real de delitos.
j
¿d e a s 877
D erecho Penal - parte general
En el caso del concurso real de faltas, el artículo 50-A del CP establece, con
un tenor ciertamente poco feliz, que si las faltas concurrentes de igual o semejante
naturaleza, perjudican a varias personas, se deberá sancionar con la pena del delito
correspondiente, graduando la pena concreta en función del perjuicio total cau
sado. Aunque el tenor legal no es muy claro, cabe interpretar que, entre las faltas
concurrentes y el delito usado para determinar la pena, debe existir una relación en
cuanto al bien jurídico y la forma de ataque. Así, por ejemplo, si se trata de faltas
de hurto sobre bienes que no superan el valor de una remuneración mínima vital,
la pena prevista para el delito de hurto simple será la que se tenga que utilizar para
determinar la pena global. Por Acuerdo Plenario N ° 4-2009, sin embargo, la Corte
Suprema de la República ha establecido que “solo cabe postular que se apliquen a l
concurso real de faltas iguales reglas de determinación de la pena concreta que actual
mente rigen p ara el concurso real de delitos. Esto es, que se adicionen o acumulen todas
las penas concretas parciales aplicables a cada una de las faltas cometidas por el mismo
agente y que perjudicaron a varios agraviados. Sin embargo, el resultado fin al no deberá
exceder los límites genéricos de las penas de prestación de servicios a la com unidad y de
multa que fijan los artículos 3 4 ° CP (ciento cincuenta y seisjom adas de servicios sema
nales) y 440°. 4 CP (ciento ochenta días-multa), respectivamente \
878 f^deas
Percy G arcía C averò
879
D erecho Penal - parte general
178 Vid., en este sentido, Silva Sánchez: D elitos contra el medio am biente , p. 51 y ss.
179 Vid., J escheck/Weigend: Tratado , II, p. 1063; Puppe: N K § 52, n.m. 14; Roxin: Derecho
P en al, PG, II, § 33, n.m. 28.
180 Vid., en este sentido, Jakobs: Derecho P en al, PG, Apdo 32, n.m. 28.
181 Vid., H ellmer: GA 1956, p. 65; Roxin: Derecho P en al, PG, II, § 33, n.m. 42.
182 Vid., Kindhäuser: J uS 1985, p. 103; Puppe: N K § 52, n.m. 17.
183 Supuestos presentados en los tribunales alemanes (BGHSt., 36, p. 105, 116; 38, p. 37, 39
y s.); vid., la referencia, Rissing-van Saan: L K preliminares al § 52, n.m 33.
184 Así, Roxin: Derecho P en al, PG, II, § 33, n.m. 38.
185 Vid., Kindhäuser: J uS 1985, p. 103; Jakobs: Derecho Penal, PG, Apdo 32, n.m. 19 y s.;
Puppe: N K § 52, n.m. 17.
880 £ deas
Percy G arcía C averò
por ejemplo, si una persona ofende a un grupo racial con insultos a varios de sus
integrantes, no comete un solo delito de injuria, sino varios delitos por cada uno de
los integrantes ofendidos. La doctrina penal es prácticamente unánime en cuanto a
lo acertado de este parecer186, planteándose la discusión, más bien, en la cuestión de
si se trata de un concurso ideal de delitos o de un concurso real de delitos187.
£ deas 881
D erecho Penal - parte gen eral
a. E l delito continuado
Conforme al artículo 49 del CP, un delito continuado tiene lugar cuando un
sujeto realiza con una m ism a resolución criminal actos ejecutivos constitutivos de
varias infracciones de una m ism a o similar ley penal en un mismo momento o en
192 Vid., G eerds: Z u r Lehre, p. 265; Geppert: Ju r a 1982, p. 362; Jakobs: Derecho Pen al,
PG, Apdo 29, n.m. 29; J escheck/Weigend: T ratado , II, p. 1062 y s.; Stratenwerth:
Strafrecht, AT, § 17, n.m. 3.
193 Vid., Geerds: Z u r Lehre, p. 265; Geppert: Ju r a 1982, p. 362; J akobs: Derecho Penal, PG,
Apdo 29, n.m. 29; Brähler: D ie rechtliche Behandlung, p. 48.
194 Vid. Stratenwerth: Strafrech t, AT, § 17, n.m. 4.
882 ¿deas
Percy G arcía C averò
diversos m om entos195. Com o puede verse, la regulación penal trata como un solo
delito varias violaciones a la ley penal de un mismo agente en virtud de una rela
ción de continuidad que se sustenta en una vinculación interna (misma resolución
criminal) y una externa (leyes penales iguales o de semejante naturaleza), pese a
que cada una de estas violaciones a la ley penal debería configurar un injusto típico
independiente196. El delito continuado tendría, en consecuencia, la siguiente es
tructura: Actos ejecutivos que configuran varias violaciones a la misma o similar ley
penal, pero que se tienen como un solo delito por una relación de continuidad197.
a. 1) Fundam ento
Los orígenes del delito continuado se remontan a la ciencia jurídico-penal
italiana de la edad media198. Su razón de ser estuvo informada entonces por la idea
de benignidad199, pues se trataba de evitar la aplicación de la pena de muerte con la
que se castiga, en el Derecho intermedio, el tercer hurto cometido por un mismo
autor. Con la afirmación de un solo delito continuado de hurto se eludía la aplica
ción de la pena de muerte al autor que era descubierto o atrapado luego de haber
cometidos tres o más hurtos. La existencia de una relación de continuidad entre
los delitos cometidos suscitaba la apreciación de un desvalor menor con el que se
justificaba la imposición de una pena como si se tratase de la comisión de un solo
delito200.
El fundamento de la benignidad se encuentra aún presente en la regulación
actual del delito continuado, en la medida que se sostiene que esta figura delic
tiva evitaría la aplicación desproporcional del régimen de acumulación de penas
que se prevé para el concurso real de delitos, imponiéndose únicamente la pena
por un solo delito: el más grave de los cometidos en relación de continuidad201.
195 El Pleno Jurisdiccional de lea de 1998 señala que el delito continuado consiste en varias
infracciones a la ley que responden a una única resolución criminal fraccionada en su ejecu
ción (tema 2).
196 Vid., G eerds: Z u r Lehre, p. 294 y s.; Geppert:Ju ra 1982, p. 363; Stratenwerth: Strafrecht,
AT, § 17, n.m. 12. En la doctrina nacional, Perez L ópez: G aceta Pen al & Procesal P en al 50
(2013), p. 46.
197 Destaca la valoración jurídica unitaria de la pluralidad de acciones, Castiñeira: E l delito
continuado, p. 15.
198 Vid., Stratenwerth: Strafrecht, AT, § 17, n.m. 12; Brähler: D ie rechtliche Behandlung,
p. 72 y ss.
199 Así, Castiñeira: E l delito continuado, p. 20; Perez López: Gaceta P en al & Procesal P en al 50
(2013), p. 46.
200 Vid., M antovani: L os prin cipios del Derecho pen al, p. 415.
201 Vid., T impe: JA 199L p. 12 y s.; Stratenwerth: Strafrecht, AT, § 17, n.m. 12; Brähler:
D ie rechtliche Behandlung, p. 82 y s.; C hoclän Montalvo: E l delito continuado, p. 151.
¿deas 883
D erecho P enal - parte general
884 ¿deas
Percy G arcía C averò
209 Vid., al respecto, C astiñeira : E l delito continuado , p. 1 7 y ss.; M ir Puig : Derecho P en al,
P G , L 2 7 / 1 8 y ss.
210 Vid.,Posada M aya: Aspectos fundam entales del delito continuado , p. 5 y ss.
211 Así,Bramont A rias/B ramont-Arias Torres: Código P en al Anotado, p. 2 5 6 ; H urtado
Pozo/Prado Saldarrlaga: Derecho Penal, P G , II, § 2 1 , n . m . 2 4 6 6 . P o r el contrario, V illa
Stein : Derecho Pen al, P G , p. 54 0, sostiene q u e se sigue la teoría d e la realidad jurídica.
885
D erecho Penal - parte general
886 (A.eas
Percy G arcía C averò
215 Vid., G eerds: Z u r Lehre, J escheck /Weigend : Tratado, II, p. 10 6 9 ; Sanz M orán,
p. 3 0 4 ;
en C D J : p. 2 0 8 y ss.; D e V icente M artínez, tn Estudios
U n id ad y p lu ralid a d de delitos,
penales e n m e m o r i a del Prof. Valle M u ñ i z , p. 193; Posada M aya: Aspectos fundam enta
les del delito continuado, p. 8 6 . E n la doctrina penal nacional, Pérez L ópez: Gaceta Pe
n al & Procesal P en al 5 0 (2013), p. 57. D e otro parecer la sentencia d e la C o r t e S u p r e m a
(Rojas Vargas: Jurisprudencia penal, í, p. 1 9 9 y s.).
N ° 1 7 1 5 - 9 8 - C u s c o d e 2 2 d e junio d e 1 9 9 8
217 Así, Posada M aya: Aspectos fundam entales del delito continuado, p. 75.
218 Vid., Posada M aya: Aspectos fundam entales del delito continuado, p. 7 8 y s.
219 Vid., J escheck /Weigend : Tratado, II, p. 1 0 6 8 y s.; B rähler : D ie rechtliche Behandlung,
p. 98; D e V icente M artínez, e n Estudios penales e n m e m o r i a del Prof. Valle M u ñ i z , p. 189.
j
^deas 887
D erecho Penal - parte general
un delito independiente220, por lo que debería aplicarse, en principio, las reglas del
concurso de delitos. Sin embargo, la relación de continuidad hace que las diversas
violaciones a la ley penal sean tratadas punitivamente como un solo delito. N o debe
confundirse el delito continuado con los casos de realización típica iterativa y de
realización sucesiva. Algunos sostienen que se trata de la misma cuestión221, pero
no es así222. N o procede sostener un delito continuado cuando, pese a haber varias
infracciones legales, existe una unidad de delito determinada por el mismo tipo pe
nal. Por ejemplo, si el autor agrede a la víctima con varios golpes, aun cuando cada
golpe pudiera configurar una infracción penal autónoma, existe una unidad de
acción que permite afirmar un solo delito de lesiones y no, por lo tanto, un delito
continuado de todos los golpes propinados. Tam poco habrá un delito continuado
cuando una pluralidad de acciones se interpreta como una sola realización típica223.
Así, por ejemplo, no será un delito continuado la actividad contaminante realizada
desde una misma fábrica, pues si bien se puede haber realizado diversos vertidos de
residuos tóxicos, la conducta típica definida como “contaminar” , permite conside
rar los distintos vertidos como un solo delito de contaminación medioambiental.
Entre las violaciones de la ley penal debe existir una relación de homogenei
dad, pues debe tratarse de la misma ley penal o unas de semejante naturaleza (uni
dad relativa de tipo)224. Esta homogeneidad se afirma sin mayores inconvenientes
en el caso de realización continuada de un delito básico y sus tipos cualificados225,
así como también cuando concurren tentativa y consumación respecto de la misma
ley penal226. Por el contrario, la doctrina penal desconoce tal homogeneidad en el
caso de tipos penales que regulan modos distintos de ataque al mismo interés penal
mente protegido227. La similitud de realizaciones típicas exige, pues, que se trate de
220 Así, Alcócer Povis: Introducción, p. 188; Pérez L ópez: Gaceta Penal & Procesal Penal 5 0
(2013), p. 50.
221 Vid., J akobs: Derecho Penal, P G , A p d o 32, n . m . 39. E n la m i s m a línea c o m o co nsecuencia
del rechazo del delito c o n t i n u a d o e n el D e r e c h o pe na l al em án , a u n q u e advirtiendo q u e n o
G eppert: N StZ 19 96 , p. 6 0 y s.
se trata s o l a m e n t e d e u n c a m b i o d e etiquetas,
222 Vid. G eerds: Zur Lehre, p. 2 9 7 y s.; S chmitt : ZStW 75 (1963), p. 59; M aiwald: Die
natürliche Handlungseinheit, p . 79.
223 E n este sentido, C hoclán M ontalvo: E l delito continuado, p. 87.
224 Vid., Posada M aya: Aspectos fundamentales del delito continuado, p. 67.
225 Vid., J akobs: Derecho Penal, P G , A p d o 32, n.m. 40; B rähler: Die rechtliche Behandlung>
p. 98.
226 Vid., B rähler : Die rechtliche Behandlung, p. 98; Posada M aya: Aspectos fitndamentales del
delito continuado, p. 7 2 y s.; Pérez L ópez : Gaceta Penal & Procesal Penal 5 0 (2013), p. 50;
C ristóbal T ámara: Actualidad Penal 4 4 (2018), p. 97.
227 Vid., J akobs: Derecho Penal, P G , A p d o 32, n.m. 40; B rähler: Die rechtliche Behandlung,
p. 98.
888 I £ deas
Percy G arcía C averò
solamente a actos ejecutivos que constituyan una pluralidad de acciones. A esta in
terpretación se le podría objetar que le da a un caso de concurso real de delitos un
tratamiento punitivo m ás benigno (absorción) que el aplicable a un concurso ideal
de delitos (exasperación). Pero no debe olvidarse que el régimen punitivo del delito
continuado no es aplicable a todo concurso real de delitos en relación de continui
dad, pues se excluye el caso de pluralidad bastante de víctimas (delito masa) y de
víctimas distintas de bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal.
Com o tercer componente del elemento objetivo del delito continuado, la
doctrina penal considera necesaria también una unidad temporal entre los distintos
actos232. Nuestra legislación penal prescinde, sin embargo, de tal unidad de tiempo,
en tanto admite la existencia de un delito continuado tanto para acciones que se
dan en un mismo momento, como para acciones que tienen lugar en momentos
diversos233. En este sentido, puede decirse que nuestra legislación se corresponde
con el parecer doctrinal que sostiene que en el delito continuado el momento tem
poral no tiene ninguna relevancia normativa234. Este parecer ofrece otro elemento
de distinción frente a la realización típica sucesiva.
236 Vid., la referencia a esta interpretación jurisprudencial, G eerds: Z u r Lehre, p. 308; S chmitt:
Z S tW 7 5 (1963), p. 61 ; G eppert: Ju ra 1982, p. 364; J akobs: Derecho Penal, P G , A p d o 32,
j
890 ¿deas
Percy G arcía C averò
¿d e as 891
D erecho Penal - parte general
a A ) Consecuencia ju ríd ic a
U na vez com probados, en el caso concreto, los elementos personal, objetivo y
subjetivo del delito continuado, el artículo 49 del CP establece como consecuencia
jurídica que todos los actos en relación de continuidad se castiguen con la pena
correspondiente al delito más grave244. Si bien la redacción del artículo mencio
nado parecería decidirse en favor de la pena concreta más grave y no del marco
penal más grave, tal interpretación llevaría a resultados inaceptables. Así, lo que
tendría que hacer el juez es determinar la pena concreta del delito que constituye
cada una de las acciones y luego imponer la que resulta mayor. T al procedimiento
de determinación de la pena impediría que la pena por el delito continuado tenga
en consideración los otros actos individuales. En consecuencia, lo más razonable
es que se utilice el marco penal abstracto del delito más grave y se individualice la
pena, teniendo en cuenta lo concretamente realizado en las distintas acciones con
tinuadas. La consideración unitaria del delito no incide en la responsabilidad civil,
por lo que el juez la determinará en razón de cada uno de los perjudicados.
La consideración global de la pena impuesta por el delito continuado trae
como consecuencia que los actos cometidos en relación de continuidad que no
hubiesen sido considerados dentro del proceso percal por haberse descubiertos con
posterioridad a la condena, no tengan efecto alguno en la determinación de la
pena245. La situación se torna, sin embargo, distinta si es que el acto en relación de
continuidad posteriormente descubierto constituye un delito con un marco penal
más grave. D ado que ese acto no fue considerado expresamente en el juicio por
el delito continuado, no existe una cosa juzgada que impida su juzgamiento246.
Siguiendo la lógica del concurso real retrospectivo, lo que corresponde es realizar
un nuevo juicio y ajustar la pena concreta por el delito continuado al nuevo marco
penal abstracto más grave.
b. E l delito m asa
Se habla de un delito masa cuando, en el marco de un plan global, el mismo
autor realiza varias infracciones penales de similar naturaleza que lesionan a una
pluralidad de personas247. Esta figura se planteó a nivel jurisprudencial en Alemania
durante la postguerra para tratar como un solo delito los distintos homicidios de
246 D e otro parecer, Pérez L ópez : G aceta Pen al & Procesal P en al 5 0 (2013), p. 58.
247 Si mi larmente, Pérez L ópez : G aceta P en al & Procesal P en al 5 0 (2013), p. 47.
892 £ deas
Percy G arcía C averò
248 Vid., R oxin : Derecho P en al, P G , II, § 33, n . m . 281. E n el D e r e c h o penal español, a u n q u e
su r e c o n o c i m i e n t o legal t u v o lugar recién e n 1983, la jurisprudencia la desarrolló y aplicó
e n varias sentencias a partir d e 19 33 , c o m o lo p o n e d e manifiesto Posada M aya: Aspectos
fundam entales d el delito continuado , p. 1 2 5 y s.
253 E n este sentido, Posada M aya: Aspectos fundam entales del delito continuado , p. 139.
893
D erecho Penal - parte general
delito masa a los delitos que afecten bienes jurídicos de naturaleza patrimonial254, la
legislación penal nacional se encuentra abierta a cualquier,bien jurídico.
En lo que atañe a la pena aplicable al autor de un delito masa, el artículo 49
del CP contempla un aumento de la pena conminada del delito más grave en un
tercio255. Al igual que la regla del delito continuado, la pena se determina a partir
de la pena abstracta. Esta particular regulación del tratamiento punitivo del delito
masa plantea la cuestión de si no estamos, mas bien, ante una agravante general
de la pena que responde a la intención del legislador de ampliar la penalidad para
aquellos casos en los que el autor genera una actividad continua con la finalidad de
perjudicar a varias personas. Sin embargo, lo cierto es que la consecuencia punitiva
que produce la figura del delito masa no es el incremento de la pena que resulta de
aplicar las reglas del concurso de delitos, sino, más bien, la generación de un espacio
de tratamiento punitivo m ás benigno.
c. E l delito colectivo
En los escritos especializados, un delito colectivo tiene lugar cuando el com
portamiento típico se presenta como la realización continua de una actividad pro
ductiva, comercial o profesional256. Esta vinculación de los distintos actos en una
actividad global llevó a la antigua jurisprudencia alemana a afirmar una unidad
jurídica de acción y, por tanto, a castigar como una sola realización típica todos los
actos de materialización de esta actividad257. N o obstante, el injustificado beneficio
recibido por el autor de los delitos llevó a que la propia jurisprudencia alemana
dejara de lado la figura del delito colectivo y se decidiera, más bien, a favor de un
trato diferenciado de los distintos actos individuales258.
La doctrina penal coincide plenamente con la posición adoptada por la ju
risprudencia de rechazar la figura del delito colectivo, en tanto considera que no
existe fundamento alguno para aceptar el tratamiento unitario del delito colectivo
254 Vid., Posada M aya: Aspectos fundam entales del delito continuado , p. 140.
255 Vid., V illavicencio T erreros: Derecho p en al, P G , p. 696.
256 Vid., G eerds : Z u r Lehre , p. 2 6 8; J akobs: Derecho P en al, P G , A p d o 32, n . m . 34;
Stratenwerth : Strafrecht, A T , § 17, n . m . 15; R oxin : Derecho P en al, P G , II, § 33,
n . m . 2 7 5 ; Puppe : N K § 52, n . m . 29; Rissing -van Saan: ZiTpreliminares al § 52, n . m . 57;
B rähler: D ie rechtliche Behandlung , p. 6 8 y s.
257 Vid., la referencia, G eerds : Z u r Lehre, p. 2 6 9 ; S chmitt : Z StW (1963), p. 62; Straten
werth : Strafrecht, A T , § 17, n. m . 15; R oxin : Derecho Penal, P G , II, § 33, n . m . 27 6; Puppe :
N K § 52, n . m . 29; Rissing -van Saan: Zi Tpreliminares al § 52, n . m . 57.
258 Vid., sobre esto, G eerds : Z u r Lehre, p. 2 6 9 ; S chmitt : Z S tW 7 5 (1975), p. 62; G eppert :
Ju r a 19 8 2 , p. 368; R issing -van Saan: L K preliminares al § 52, n . m . 57; B rähler: D ie
rechtliche Behandlung, p. 69.
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894 £deas
Percy G arcía C averò
259 Vid., G e e r d s : Z u rL eh re , p. 270 y s.; S tr a ten w er t h : Strajrech t, AT, § 17, n.m. 15; R o x in :
Derecho P en al: PG, II, § 33, n.m. 278; R is s in g -van Sa a n : ¿.^preliminares al § 52, n.m. 57.
260 Vid. Sobre esta forma de concurso real, S a n z M o ran , en Reincidencia y concurso de delitos,
Maldonado (coord.), p. 26. Sostiene una naturaleza sustantiva, por el contrario, C an c h o
A la r c ó n , en Ju rispru den cia p e n al com entada, Huamán Castellares (dir.), p. 657.
261 En este sentido, R o x in : Derecho Penal, PG, II, § 33, n.m. 156. Por ello, las penas concu
rrentes no se deben cumplir sucesivamente, sino que se deben acumular, como lo precisa
C a n c h o A l a r c ó n , en Ju risprudencia p e n al com entada, Huamán Castellares (dir.), p. 665.
262 En el mismo sentido, T o rres J im é n e z : G aceta P enal & Procesal P en al 60 (2014), p. 87.
263 Así, R o x in : Derecho Pen al, PG, II, § 33, n.m. 159, con una exposición que hace referencia
también a las otras propuestas de interpretación doctrinal.
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D erecho Penal - parte general
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Percy G arcía C averò
la anterior hasta un máximo del doble de la pena del delito más grave, no pudiendo
excederse de los treinta y cinco años (R.N. N ° 2116-2014-Lima)267. En relación
con el primer límite, podría discutirse si se refiere a la pena abstracta o concreta.
D ado que se trata de aplicar la regla general del concurso real de delitos, el cual se
rige por las penas concretas, el límite del doble de la pena más grave debe entender
se en términos de la pena concreta268. Si uno de los delitos se encuentra reprimido
con cadena perpetua, se aplicará solamente ésta, sin perjuicio de determinar la repa
ración civil que corresponde por el delito posteriormente descubierto. El Acuerdo
Plenario N ° 04-2009 se ha encargado de ajustar los criterios establecidos por el an
terior precedente vinculante a la nueva regulación del concurso real retrospectivo.
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