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RCP BASICO Y AVANZADO

Sheila Nohemí Becerra Sandoval 1934538

Docente. Lic Osvaldo Alexis Salas Hernández

Semestre- 8vo
Grupo 03

15 Octubre de 2023
RCP BASICO

La Resucitación Cardiopulmonar Básica (RCPB) Agrupa un conjunto de


conocimientos y habilidades para identificar a las víctimas con posible parada
cardiaca y/o respiratoria, alertar a los sistemas de emergencia y realizar una
sustitución (lo más eficaz posible) de las funciones respiratorias y circulatoria,
fasta el momento que la víctima pueda recibir el tratamiento calificado. La
disponibilidad de desfibriladores automáticos y semiautomáticos (DEA), de uso
sencillo y fácil aprendizaje, ha estimulado la estrategia dirigida a completar la
RCPB con el tratamiento precoz de la fibrilación ventricular.

Primer paso:

Verificar que el área sea segura: Lo más importante en la atención de las


urgencias es tu seguridad y la de la persona, si en el área algo no te permite
acercarte busca la manera de hacerla segura. 2. Valora estado de conciencia:
Acercándote a la víctima tócalo a nivel de los hombros y háblale al mismo tiempo.
Si no hay respuesta, indica que está inconsciente. Si te encuentras sólo pide
ayuda o activa el sistema de emergencias (SEM) llamando desde tu teléfono
celular al 911. Si hay mas personas pedir que activen el SEM 911 y consigan un
DEA

La recomendación de la AHA es palpar sobre la arteria carotidea para buscar el


pulso (desliza los dos dedos hacia la mitad del cuello sobre el cartílago cricoides,
posteriormente desplázalos hacia el lado donde tú te encuentras para palpar el
pulso carotídeo, en este punto es importante no cruzar la mano ya que podrías
agregar inconscientemente el dedo pulgar haciendo presión bilateral en el cuello).
Al mismo tiempo se debe buscar la ventilación visualizando el tórax en busca de
los movimientos respiratorios, así al hacer la valoración conjunta no se perderá
tiempo valioso. Esta valoración no debe rebasar los 10 segundos, pero tampoco
debe ser menor a 5 segundos

ABCDE RCP es un acrónimo que se utiliza para priorizar y gestionar el cuidado de


pacientes críticamente enfermos o lesionados. Significa:
 Vía aérea

 Respiración

 Circulación

 Discapacidad

 Exposición

El enfoque ABCDE es utilizado por profesionales de la salud en una variedad de


entornos, incluyendo salas de emergencias, ambulancias y unidades de cuidados
intensivos. Es una forma sistemática de evaluar y tratar a pacientes que corren el
riesgo de muerte o discapacidad grave.

Vía aérea

El primer paso en el enfoque ABCDE es evaluar la vía aérea del paciente. Esto se
debe a que una vía aérea obstruida es la amenaza más inmediata a la vida. Los
profesionales de la salud comprobarán si el paciente puede respirar libremente y si
hay alguna obstrucción en su vía aérea. Si la vía aérea está obstruida, tomarán
medidas para despejarla, como realizar una tracción mandibular o abrir la vía
aérea con un tubo de respiración.

Respiración

Una vez que la vía aérea está segura, los profesionales de la salud evaluarán la
respiración del paciente. Comprobarán la frecuencia respiratoria, la profundidad y
el esfuerzo del paciente. También escucharán los pulmones del paciente en busca
de sonidos anormales. Si el paciente no respira adecuadamente, le
proporcionarán oxígeno suplementario o ventilación mecánica.

Circulación
El siguiente paso es evaluar la circulación del paciente. Esto incluye comprobar la
frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura de la piel del paciente. Los
profesionales de la salud también comprobarán al paciente en busca de signos de
sangrado. Si la circulación del paciente es inadecuada, tomarán medidas para
mejorarla, como administrar líquidos o medicamentos.

Desfibrilaciòn: Si la persona tiene un paro cardíaco, usar un desfibrilador para


aplicar una descarga eléctrica al corazón. Esto puede ayudar a reiniciar el ritmo
cardíaco normal.

1. Compresiones Torácicas:

 Coloca a la víctima en una superficie firme y plana.

 Arrodíllate junto a la víctima y coloca las manos en el centro del


pecho, una sobre la otra.

 Comprime el pecho a una profundidad de al menos 5-6 centímetros


(aproximadamente 2-2.4 pulgadas).

 La frecuencia de las compresiones debe ser de alrededor de 100-


120 compresiones por minuto.

 Deja que el pecho se eleve completamente después de cada


compresión.

 Continúa las compresiones sin interrupción hasta que llegue ayuda


profesional o la víctima muestre signos de vida.
2. Ventilaciones de Rescate:

 Después de 30 compresiones, detén las compresiones y abre las


vías respiratorias. Inclina la cabeza hacia atrás y levanta la barbilla
de la víctima.

 Realiza una ventilación de rescate, soplando aire en los pulmones de


la víctima durante aproximadamente 1 segundo, observando cómo el
pecho se eleva.

 Repite una segunda ventilación de rescate.

 Si la ventilación inicial no logra elevar el pecho, asegúrate de que las


vías respiratorias estén abiertas y vuelve a intentarlo.

3. Continuación del Ciclo:

 Después de las ventilaciones, continúa con otro ciclo de 30


compresiones torácicas seguidas de 2 ventilaciones de rescate.

 Continúa este ciclo de compresiones y ventilaciones hasta que llegue


ayuda profesional o hasta que la víctima muestre signos de vida.

Como utilizar un DEA


 Coloque el DEA en el pecho del paciente. El DEA debe colocarse en el
centro del pecho, justo debajo de la línea de las tetillas.
 Encienda el DEA. El DEA se encenderá y le dará instrucciones para
continuar.
 Coloque los electrodos. Los electrodos son almohadillas adhesivas que se
colocan en el pecho del paciente. El DEA le indicará dónde colocar los
electrodos.
 Asegúrese de que no haya nadie tocando al paciente. El DEA no puede
analizar el ritmo cardíaco del paciente si alguien lo está tocando.
 Haga clic en el botón de análisis. El DEA analizará el ritmo cardíaco del
paciente y le indicará si es necesario realizar una desfibrilación.
 Si el DEA indica que es necesario realizar una desfibrilación, siga las
instrucciones del dispositivo. El DEA emitirá una descarga eléctrica que
puede restablecer el ritmo cardíaco normal.
 Después de la descarga, continúe con la RCP básica hasta que lleguen los
servicios de emergencia. La RCP básica consiste en compresiones
torácicas y respiraciones de rescate. Las compresiones torácicas ayudan a
bombear sangre al cerebro y al corazón, mientras que las respiraciones de
rescate ayudan a proporcionar oxígeno al cuerpo.

RCP AVANZADO

Es el conjunto de maniobras y técnicas dirigidas a proporcionar el tratamiento


definitivo de la PCR, optimizando la sustitución de las funciones respiratoria y
circulatoria.
Las técnicas de RCP avanzada incluyen:

1. Acceso Vascular: Esto implica el establecimiento de una vía de acceso a


través de la cual se pueden administrar medicamentos o fluidos
directamente al sistema circulatorio. Esto se hace a través de la colocación
de una aguja o un catéter en una vena.

2. Intubación Endotraqueal: Es el proceso de colocar un tubo a través de la


tráquea para asegurar una vía aérea permeable y permitir la ventilación
mecánica. Esto es importante cuando la ventilación con una bolsa-
mascarilla no es suficiente.

3. Desfibrilación: Se utiliza un desfibrilador para administrar una descarga


eléctrica controlada al corazón con el objetivo de restaurar un ritmo
cardíaco normal en casos de arritmias graves.

4. Administración de Medicamentos: En la RCP avanzada, se pueden


administrar medicamentos específicos, como epinefrina (adrenalina), para
mejorar la circulación y el ritmo cardíaco.

5. Monitoreo Continuo: Se utiliza equipo especializado para monitorear


continuamente el ritmo cardíaco, la presión arterial y otros parámetros
vitales para guiar la administración de tratamientos.

6. Capnografía: Se utiliza para medir el dióxido de carbono exhalado, lo que


proporciona información importante sobre la calidad de la reanimación y la
perfusión.

7. Uso de Dispositivos de Asistencia Circulatoria: En algunos casos


graves, se pueden utilizar dispositivos especiales para ayudar a bombear
sangre cuando el corazón no es capaz de hacerlo por sí mismo

VIA AEREA

La apertura de la vía aérea es la segunda prioridad después de iniciar las


compresiones torácicas en un paro cardíaco. En casos de paros cardíacos
presenciados con ritmo desfibrilable, se puede proporcionar oxigenación pasiva
durante los primeros 6 minutos. Cuando profesionales de la salud realizan la RCP,
se debe iniciar la ventilación con bolsa-válvula-mascarilla lo antes posible, sin
retrasar las compresiones o la desfibrilación. Los reanimadores no profesionales
pueden realizar RCP solo con compresiones o, si están entrenados, administrar
respiraciones de boca a boca (en adultos y niños) o combinadas de boca a boca y
nariz (en lactantes). Se puede utilizar una vía aérea orofaríngea para mantener la
permeabilidad de la vía aérea durante la ventilación. No se recomienda la
compresión del cricoides.

La intubación endotraqueal es un procedimiento médico en el cual se inserta un


tubo a través de la boca o nariz y se pasa hacia abajo por la tráquea. Este tubo
permite el paso del aire directamente a los pulmones, asegurando una adecuada
oxigenación y ventilación en pacientes que tienen dificultades para respirar por sí
mismos o que requieren soporte respiratorio controlado.

Capnografìa

La capnografía es una técnica de monitorización médica que se utiliza para medir


el dióxido de carbono (CO2) en el aire exhalado por un paciente durante la
respiración. Esta medición se realiza a través de un dispositivo llamado
capnógrafo, que registra y muestra la concentración de CO2 en forma de una
curva de onda en tiempo real, conocida como la forma de onda capnográfica.
CIRCULACIÒN

En caso de paro cardíaco, la compresión torácica debe iniciarse inmediatamente y


mantenerse con interrupciones mínimas hasta que se disponga de un
desfibrilador. Si el paciente está inconsciente y el colapso no fue presenciado, se
debe comenzar con compresiones cardíacas externas seguidas de respiraciones
de rescate. Las compresiones no deben interrumpirse por más de 10 segundos en
ningún momento. Se recomienda una profundidad de compresión de 5 a 6 cm
para adultos. Se busca producir un pulso palpable con cada compresión, aunque
esto puede ser difícil de determinar durante la compresión. La monitorización de la
concentración de dióxido de carbono al final de la espiración proporciona una
mejor estimación del gasto cardíaco durante las compresiones. Un nivel de 10 a
20 mm Hg se considera indicativo de una reanimación adecuada. Un aumento
abrupto a más de 30 mm Hg o un pulso palpable durante una pausa en las
compresiones sugiere que la circulación espontánea se ha restaurado.

DESFIBRILACIÒN

En un paro cardíaco en adultos, la fibrilación ventricular es el ritmo más común y


requiere una conversión rápida a un ritmo con pulso. La desfibrilación rápida, junto
con una RCP de alta calidad, es crucial y ha demostrado mejorar la supervivencia.
Sin embargo, la efectividad de la desfibrilación disminuye un 10% por cada minuto
de FV (o TV sin pulso). Los desfibriladores externos automáticos, de fácil uso, han
aumentado las posibilidades de reanimación exitosa, especialmente entre
personal de primeros auxilios y en lugares públicos.
Para desfibrilar, se colocan paletas o almohadillas en la pared torácica. Luego del
primer choque, se reanudan las compresiones torácicas. La energía utilizada para
el choque inicial varía según el tipo de desfibrilador. Posteriormente, se monitorea
el ritmo y se administran choques adicionales cada 2 minutos, junto con RCP y,
opcionalmente, medicamentos.

ACCESO IV

Durante la reanimación cardiopulmonar, la monitorización con ECG es esencial


para identificar el ritmo cardíaco base. Se recomienda iniciar con una vía
intravenosa (IV), y colocar dos vías minimiza el riesgo de perder el acceso venoso
durante la reanimación. Se prefieren vías periféricas gruesas en las venas
antecubitales. Si no es posible colocar una vía periférica rápidamente, se pueden
considerar vías centrales subclavias o femorales, especialmente en adultos y
niños, siempre que no interrumpan las compresiones torácicas. Las vías
intraóseas son una alternativa válida, especialmente en niños, ya que se pueden
colocar rápidamente.

En cuanto a los líquidos o fármacos administrados, esto dependerá de la situación


clínica. Generalmente, se administra solución fisiológica al 0,9% por vía IV en
infusión lenta para mantener la vía abierta. Una gran reposición de volumen (como
soluciones cristaloides y coloides, sangre) solo es necesaria en casos de paro
debido a hipovolemia o como parte del manejo del shock cardiogénico después de
la recuperación de la circulación espontánea.
FARMACOS

La adrenalina se administra en dosis de 1 mg IV/IO a pacientes con ritmo inicial no


tratable con choques eléctricos. Se puede repetir cada 3 a 5 minutos. Se debe
administrar temprano en ritmos cardíacos que no responden a desfibrilación, ya
que mejora la supervivencia. Tiene efectos alfa y beta-adrenérgicos, aumentando
la perfusión coronaria y la probabilidad de éxito en la desfibrilación. Sin embargo,
los efectos beta pueden aumentar la demanda de oxígeno y causar vasodilatación.
No se recomienda la inyección intracardíaca de adrenalina debido a posibles
complicaciones.

La amiodarona se puede administrar en dosis de 300 mg después de un tercer


intento de desfibrilación sin éxito, seguida de 150 mg. También puede ser útil en
casos de recurrencia de taquicardia o fibrilación después de una desfibrilación
exitosa. La lidocaína es una alternativa, con dosis iniciales de 1 a 1,5 mg/kg,
seguidas de 0,5 a 0,75 mg/kg. No se ha demostrado que estos tratamientos
mejoren la supervivencia a largo plazo después del alta hospitalaria.

TRATAMIENTO DE LAS ARRITMIAS

La FV o la TV sin pulso se tratan con un choque de corriente continua,


preferentemente con onda bifásica, tan pronto como sea posible una vez
identificados estos ritmos. A pesar de algunas pruebas de laboratorio que indican
lo contrario, no se recomienda demorar la desfibrilación para administrar un
período de compresiones torácicas. Las compresiones torácicas deben
interrumpirse lo menos posible y durante no más de 10 s por vez para la
desfibrilación. Los niveles de energía recomendados para la desfibrilación varían:
 120 a 200 joules para desfibriladores bifásicos

 360 joules para desfibriladores monofásicos

Si este tratamiento no es exitoso después de 2 intentos, debe administrarse 1 mg


de epinefrina IV y repetir cada 3 a 5 min. Se intenta la desfibrilación con el
mismo nivel de energía o mayor 1-2 min después de cada administración del
fármaco.

Si persiste la FV, se da amiodarona 300 mg IV. Luego, si recurre la FV/TV, se


administran 150 mg seguidos de infusión de 1 mg/min durante 6 h; luego, 0,5
mg/min.

Debe continuarse la RCP hasta que el sistema cardiopulmonar esté estabilizado,


se decrete la muerte del paciente, o hasta que un reanimador único no sea
físicamente capaz de continuar. Si se cree que el paro cardíaco se debe a una
hipotermia, se debe continuar la reanimación cardiopulmonar hasta que el
cuerpo se recaliente y llegue a 34° C.
Referencias

 American Heart Association. (2020). 2020 American Heart Association guidelines


for cardiopulmonary resuscitation and emergency cardiovascular care.
Circulation, 142(S4), S100-S156.
 Callaway, C. W., Nolan, J. P., Christenson, J., Peberdy, M. A., Link, M. J., et al.
(2018). Part 1: executive summary: 2015 American Heart Association guidelines
for cardiopulmonary resuscitation and emergency cardiovascular care. Circulation,
132(Suppl 1), S3-S37.
 Ferreira, L. C., Soares, L. M., & Souza, J. C. (2017). Reanimação cardiopulmonar:
revisão integrativa da literatura. Revista Brasileira de Terapia Intensiva, 29(4), 323-
330.

 López-Jiménez, F. J., & Pérez-Martín, M. (2021). Guía de reanimación


cardiopulmonar y atención cardiovascular de emergencia de la Sociedad Española
de Cardiología. Revista Española de Cardiología, 74(12), 1195-1236.
 Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). (2020).
Guía de actuación en reanimación cardiopulmonar y técnicas de soporte vital
avanzado.
 Sociedad Española de Reanimación Cardiopulmonar (SECR). (2021).
Recomendaciones de la Sociedad Española de Reanimación Cardiopulmonar
(SECR) para la reanimación cardiopulmonar 2021.

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