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¿Qué es un

Evangélico?
Dr. Martin Lloyd-Jones

LA BANDERA DE LA FE EN LA VERDAD

EQUIPANDO SIERVOS
D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

CONTENIDO

PARTE I:
Definiciones Y Contexto 3
1. La constante necesidad de definición 3
2. Historia reciente y cambios 5
3. Re-examinando nuestro nombre 7
4. El peligro de las divisiones erróneas 8
5. Sucumbiendo al espíritu ecuménico 9
6. El Espíritu Santo sin doctrina 11
7. La oposición no evangélica en el ecumenismo 13
PARTE II:
Guía De Principios Y Prioridades Para El Evangélico 15
1. La preservación del Evangelio 15
2. Aprendiendo de la historia 16
3. Manteniendo los negativos 16
4. No sustracciones o adiciones 17
5. Prioridades evangélicas 19
6. Vigilancia 19
7. Desconfianza de la razón 20
8. El lugar de la razón 22
9. Otras señales del evangélico 23
10. Intereses predominantes 25
PARTE III:
Aspectos Esenciales Y No-Esenciales Para El Evangélico 28
1. Fundamentos y verdades secundarias 28
2. Justificando a una vital distinción 29
3. La necesidad de oposición a la indiferencia doctrinal 30
4. La escritura: la única y completa autoridad 31
5. Creación, no-evolución 33
6. La caída y el maligno 35
7. Un camino a la salvación 37
8. La iglesia: consecuencias contemporáneas 37
9. Verdades secundarias no esenciales para la unidad 38

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PARTE I:
Definiciones y Contexto
Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios
Padre, y guardados en Jesucristo: Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación,
me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que
ha sido una vez dada a los santos. Judas 1-3
Esta, como usted puede comprender es una afirmación muy interesante, por ser poco inusual en
el Nuevo Testamento. Aquí Judas cuenta a la gente a quién está escribiendo, que su intención
original era escribir una carta dando una exposición de la salvación común de la fe cristiana; algo
similar o análogo que uno imagina a lo que el apóstol Pablo hizo en la epístola a los Romanos. Eso
fue lo que él intentó hacer, pero aquí les escribe que no fue capaz de hacerlo, que su gran propósito
tuvo que ser dejado a un lado. ¿Por qué? Porque le llegaron las noticias de ciertos ataques a la fe,
de manera que, en un sentido, lo que él está diciendo es esto: “No tenemos el tiempo ni podemos
darnos el lujo de solo enunciar la verdad tomando nuestro tiempo en ello como lo hacemos. Un
tema muy urgente ha surgido y todos nosotros ahora debemos luchar resueltamente por la fe”. Y
esto es lo que hace Judas, ésta es la razón por la que es una carta tan corta.
Ahora bien, tomo esto como mi texto general para estas tres disertaciones o conversaciones que
propongo dar. Nada me daría placer personal más grande que tomar un verso o pasaje de la
Escritura e interpretarlo. Nada me da más grande alegría que hacer esto en cualquier tiempo, pero
creo que ahora estamos en una posición muy similar en la que este hombre Judas y otros se
encontraron. Ha surgido una situación que nos exige considerar la fe en general, y defenderla
urgentemente en su totalidad, y esto es lo que trataré de hacer ahora con ustedes.
En otras palabras, estoy proponiendo abordar la pregunta, ¿Qué es un evangélico? En los
tiempos de Judas esta era la pregunta fundamental que había surgido: ¿Qué es la fe? ¿Qué es un
cristiano? Él dice que de nada sirve examinar pausadamente aspectos particulares de la verdad y la
doctrina cuando toda la situación está siendo atacada y destruida. Tenemos que volver atrás, a la
fundación, al fundamento puro. Y creo que ahora estamos una vez más en tal situación. Esto es
algo que ha surgido de cuando en cuando a lo largo de la historia de la Iglesia Cristiana.
Repetidamente, hombres y mujeres en la iglesia han tenido que volver a los orígenes, para
interpretar de nuevo y defender la misma esencia de la fe cristiana.
1. La Constante Necesidad de Definición
Ahora vamos a ver esto en términos de: ¿Qué es un evangélico? ¿Por qué nos estamos
congregando bajo los auspicios de los Estudiantes Miembros Internacionales de la Iglesia
Evangélica? Hay un término específico, quiero tratar de mostrarles que la situación actual es tal
que no debemos tomar este término “evangélico” por dádiva. Debemos descubrir su significado,
definirlo de nuevo y estar listos para luchar y defenderlo.
Hay aquellos que no estarían de acuerdo con esto y creerían que no hay necesidad para hacerlo.
Ellos dirían, todos sabemos que es un evangélico; es un término familiar; en su opinión, en tanto un
hombre haga ciertas afirmaciones es un evangélico, o si una organización hace algunas
afirmaciones positivas, ésta es evangélica. Yo creo que no es verdad y que la situación ha
desarrollado, y continúa desarrollándose, en la cual la pregunta en general del significado de

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“evangélico” ha sido arrojado nuevamente en el crisol. Debemos estar seguros e inequívocos de qué
queremos decir exactamente cuándo empleamos este término.
¿Por qué es necesario esto? Bien, mi primera respuesta sería que la historia del pasado, o sea, la
historia de la iglesia a través de los siglos, muestra muy claramente que no hay nada estático en la
vida de la iglesia. Siempre hay un proceso de cambio y desarrollo y, desafortunadamente, como es
verdad por naturaleza, el proceso generalmente es uno de la degeneración. Esto, naturalmente, es
uno de los principales resultados del pecado y de la caída. El pecado ha traído un elemento de
degeneración en la vida del hombre y como resultado de esto en la vida desde la creación; de modo
que aún en la misma iglesia habrá esta tendencia. En el Nuevo Testamento usted ve la herejía, el
surgimiento de la enseñanza falsa, cambios agudos que se llevan a cabo con relación a lo que
realmente es la verdad cristiana. El apóstol Pablo, en su gran discurso a los ancianos de la iglesia
de Éfeso, que se registra en Hechos 20, les advierte que, de entre ellos, surgirían hombres y
enseñarían falsas doctrinas. Él dice: “Como lobos entrarán y dañarán la congregación de Dios”. Y
este hecho ha continuado siempre durante la historia de la iglesia.
Nunca olvidare que al leer, casi 40 años atrás la apertura de la oración en un libro sobre el
Protestantismo, la misma se leía de esta manera: “Cada institución tiende a producir lo contrario”.
Así fue la apertura de oración del autor en un libro sobre Protestantismo y la tesis del libro,
naturalmente, fue para señalar -y fue capaz de hacerlo con mucha simplicidad- que la posición de
la mayoría de las iglesias Protestantes, hoy es casi exactamente lo contrario de su posición de
cuando llegaron a ser originalmente. Podría fácilmente tomar tiempo para demostrar esto. Tomar
como ejemplo a Martín Lutero y los comienzos del Protestantismo. Usted puede recordar cómo en
menos de 100 años del surgimiento del Luteranismo se desarrolló lo que conocemos como
Escolasticismo Luterano. Un duro proceso tuvo lugar, cambios agudos ocurrieron, de modo que a
mediados del siglo XVII el Luteranismo presentó un cuadro que fue realmente muy diferente al de
su origen bajo Lutero. Y en general el movimiento pietista con Spener y Arndt fue una protesta
contra esto y un intento para que la iglesia vuelva a sus orígenes.
La misma cosa pasó entre las personas reformadas: Un duro proceso tuvo lugar; llegó un
intelectualismo, que pronto fueron confrontados por algo que había salido muy seriamente de la
posición original.
Podría demostrar fácilmente esto en la historia de cada denominación que conozco
personalmente, y además, de denominaciones y comunidades religiosas en varios países. Esto es un
principio que tenemos que reconocer. De nada sirve asumir que, porque una cosa empezó
correctamente va a continuar siendo correcta. Hay un proceso de trabajo, debido al pecado y la
maldad, que tiende a producir no sólo el cambio sino también la degeneración.
Esto no es todo, hay algo más para señalar al ver la historia de la iglesia a través de los siglos. Es
que este proceso de cambio nunca es repentino, siempre es sutil y lento. Usted recuerda la
comparación de nuestro Señor acerca de la polilla y el moho, echarse a perder es un proceso muy
lento y si usted no lo controla, esto se habrá desarrollado de una manera engañosa, lo primero que
sabe sobre esto es que una viga sobre un puente o algo parecido está rota. El cambio casi es
imperceptible y lo mismo ocurre con el efecto de una polilla en un pedazo de ropa.
Tal vez la demostración más clara de esto que uno puede dar es lo que sucedió en el último siglo,
el XIX, en conexión con el llamado Movimiento Crítico Superior. Al comienzo de ese siglo había un
número de denominaciones y comunidades evangélicas, después gradualmente vino un cambio de
énfasis, de enseñanza, pero lo sorprendente de esto fue la lentitud y la sutileza con la que vino.

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Por supuesto, había hombres que fueron muy extremados y que hicieron declaraciones valientes,
cada uno casi podía ver que estaban equivocados. No hicieron daño y no lograran hacerlo. El
manifiesto abierto, arrogante herético generalmente produce una reacción y no es la persona
peligrosa. El verdadero hombre peligroso es aquel que introduce un cambio tenue o muy sutil.
Ahora, perdone por darle una ilustración fuera de la historia de la iglesia en el Reino Unido. Por
supuesto, es la historia con la cual estoy más familiarizado, aunque la misma cosa puede ser
demostrada en la historia de la iglesia en América y otros países. Había un profesor en Escocia
llamado A.B. Davidson, éste es la clase de hombre que realmente hizo daño. Fue un profesor del
Antiguo Testamento y Hebreo, el perjuicio lo hizo de esta manera, era un hombre muy piadoso,
muy amable y muy bueno, con el resultado que la mayoría de sus estudiantes no se daban cuenta
de que estaba introduciendo un nuevo elemento en su enseñanza a causa de aceptar la Crítica
Superior.
Recuerdo hace pocos años atrás, observando una cosa que si no hubiera sido trágica, me habría
divertido mucho. El centenario del nacimiento de este hombre, A.B. Davidson, se celebraba y leí
dos artículos sobre él en la misma semana: uno en un semanario muy religioso liberal y el otro en
un semanario evangélico, ambos lo elogiaban. El pliego liberal lo elogiaba porque era el hombre
que por encima de otros había introducido la nueva “perspectiva erudita” del Antiguo Testamento
y había aceptado el esquema de Wellhausen y el resto de ello. Pero un escritor evangélico también
lo estaba elogiando y encomiando por su espíritu devocional y porque siempre empezaba sus
disertaciones teológicas orando. Ahora bien, este es un tipo de hombre que generalmente hizo el
daño más grande porque, por todas las apariencias, y si usted vio simplemente la superficie, de
ningún modo podría ver ningún cambio. Fueron las pequeñas cosas que continuaron introduciendo
las que fueron un peligro real.
Ahora bien, el gran Charles Haddon Spurgeon vio todo esto, pero cuando empezó a denunciar lo
que él llamó el movimiento “En Descenso” fue atacado ferozmente por los evangélicos. Ellos
decían: ¿Qué pasa con el señor Spurgeon? Se ha vuelto hipercrítico; está haciendo una montaña de
un grano de arena; ¡está exagerando! La historia ha probado que no estaba exagerando. Él vio
estos cambios sutiles. Otros decían de los hombres, cuya influencia Spurgeon temía: aún ellos son
evangélicos; dicen esto y aquello pero son verdaderamente evangélicos. Ellos no prestaron atención
a alguna de las otras cosas que estos hombres empezaron a decir y, por lo tanto; perdieron el más
sutil proceso que se estaba introduciendo en la vida de las iglesias.
2. Historia Reciente y Cambios
Quiero indicar que hoy estamos confrontados por este mismo proceso y que aún en los últimos
diez años ha surgido una situación muy seria entre los evangélicos. Todo mi argumento es que
para que nosotros podamos asumir que, porque una vez dijimos que somos evangélicos, por lo
tanto debemos seguir siendo evangélicos hoy y que siempre lo seremos, no sólo es interpretar mal la
enseñanza del Nuevo Testamento, sino fallar completamente en captar y comprender las grandes
lecciones que nos enseñaron claramente mediante la historia.
Permítanme justificar lo que estoy diciendo, usted tiene en América algo que vanagloria el
nombre de “evangélicos nuevos”; se anuncia por sí sola. Los “nuevos evangélicos” ya no son más el
antiguo, hay la insinuación de alguna diferencia, cualquiera que sea. Las personas que pertenecen
a esta escuela producen libros y es mi punto de vista que estos libros muestran un cambio muy sutil
en la definición de lo que significa ser un evangélico. Este cambio no está restringido para América
o al término “nuevo evangélico”.
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Hay otras instancias particulares que puedo darle. Había una gran iglesia evangélica en Estados
Unidos llamada Iglesia Luterana Missouri Synod. La Iglesia Luterana en los Estados Unidos está
dividida en un número de diferentes comunidades, pero de todas estas divisiones del Luteranismo, la
comunidad evangélica fue Missouri Synod. Comenzó alrededor de 1860 con un predicador y
teólogo alemán de nombre Carl Walther. Missouri Synod ha permanecido a lo largo de los años
como un gran defensor del evangelismo, pero ya no es verdad. Actualmente, Missouri Synod está
en medio de serios conflictos. Está dividido en más o menos dos grandes grupos, ha tenido lugar un
proceso sutil y están a punto de un gran debate en un intento de determinar qué es realmente
evangélico y qué no es.
Otro ejemplo que hay en Estados Unidos es la denominación conocida como la Iglesia Cristiana
Protestante, con sede en Grand Rapids Michigan. Esta es una gran denominación que ha
permanecido a lo largo de los años como defensor de la fe evangélica. Tienen una universidad y un
seminario, la universidad de Calvino y el Seminario Teológico Calvino, además tienen escuelas
cristianas. Una vez fueron una comunidad de evangélicos que permanecieron unidos en defensa de
la fe histórica, pero que ya no es la verdadera. La Iglesia Cristiana Protestante ahora está
completamente dividida exactamente hacia el centro y está llevando a cabo un debate de nuevo, en
un intento de determinar qué es un evangélico. Puede introducir ciertos cambios y seguir diciendo
que usted es el mismo, sin embargo, ¿usted sigue siendo evangélico? Esta es la pregunta que está
detrás del conflicto en este momento.
Entonces, tal vez lo más sorprendente es la ilustración sobre lo mismo que está sucediendo en
Holanda en conexión con la Universidad Independiente. Estoy seguro que usted está familiarizado
con algo de la historia de la Universidad Independiente que comenzó con Abraham Kupper en
1880. Fue para defender la fe evangélica la que fundó esta universidad. La mayoría de nosotros
aquí esta mañana que tenemos cierta edad y quienes están conectados con la Comunidad de
Estudiantes Evangélicos Internacional (IFES), miraron a lo largo de los años la Universidad
Independiente para la defensa de nuestra posición evangélica. Pero ya no lo hace más. Un cambio
ha ocurrido en la Universidad Independiente de Ámsterdam así como ocurrió en estas comunidades
de los Estados Unidos, las cuales mencioné. La Universidad Independiente y su denominación ya no
están donde estaban hace diez años. Después estuvieron fuera del movimiento ecuménico y el
Consejo Mundial; ahora están dentro, y no sólo eso. En los libros y artículos de la Universidad
Independiente los profesores allí son una plena y obvia demostración de un cambio muy sutil, un
cambio no sólo de intensidad sino de creencia respecto a ciertos asuntos vitales y esenciales.
Estoy enfatizando la sutileza del cambio, como siempre ha sido en el pasado, así es actualmente.
Algunas personas están diciendo, pero usted está exagerando; estos hombres siguen haciendo
grandes afirmaciones cristianas; ¿Qué derecho tiene usted de decir que ellos están cambiando? Mi
respuesta es que estos cambios siempre ocurren de esta manera sutil; pero permítame añadir esto:
Esta clase de cambio tiene otra característica y esto de nuevo ha sido probado en la época del
Nuevo Testamento hasta este día. Al comienzo los cambios generalmente tienen lugar en la
periferia y no en el centro. Nuevamente es una parte de la sutileza del proceso. Usted no encuentra
hombres que de pronto hagan declaraciones diferentes acerca de ciertas verdades centrales; la
diferencia comienza justo en el exterior. Y porque el cambio generalmente empieza allí, algunas
personas argumentan que no ha habido cambio alguno. Ellos dicen, estos hombres tienen razón en
los grandes asuntos centrales. Pero no, si bien los cambios pueden empezar en alguna parte
externa, en la circunferencia, éste es el aspecto serio del asunto, por esta razón, esa verdad cristiana
es una.
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La gloria de la verdad cristiana es que tiene muchas partes, pero todas están interrelacionadas.
Lo que el apóstol Pablo dice acerca de la iglesia en 1ª a los Corintios 12, donde compara la iglesia a
una comunidad, igualmente es cierto sobre la verdad respecto a la comunidad o el cuerpo de la fe
cristiana. Cada parte pertenece a cada otra parte, y el resultado es que si haces lo que parece ser un
cambio menor en alguna parte de la circunferencia pronto tendrá su efecto incluso sobre el centro.
Y de nuevo como dije, éste es un principio que uno fácilmente podría ilustrar en la larga historia de
la Iglesia Cristiana.
3. Re-Examinando Nuestro Nombre
Entonces, hay consideraciones que son imperativas para nosotros re-examinar toda nuestra
posición. De tantos hombres que han experimentado un gran cambio en años recientes, algunos
que admiten esto abiertamente, seguirán tratando de afirmar que son verdaderamente evangélicos.
Por lo tanto, el problema es éste: definir exactamente qué es y quién es un evangélico.
Recuerdo cuando estábamos empezando el IFES 25 ó 26 años atrás, fuimos confrontados por este
mismo problema. Encontramos que en el continente Europeo hubo una tendencia entre algunos de
considerar a cualquiera que no sea un Católico Romano como un evangélico. El uso del término
evangélico fue mucho más amplio, holgado y liberal de lo que era en el caso de Bretaña o América.
Había una tendencia para dividir la situación religiosa en Católica Romana y evangélica y todos los
que no eran católicos fueron automáticamente e inevitablemente evangélicos, esto claramente
amplía mucho más la definición.
Debemos comenzar diciendo que el término evangélico obviamente es un término limitante. No
estoy aquí esta mañana y estas subsiguientes mañanas para discutir con usted qué es un Cristiano.
Esto no es lo que estamos discutiendo, lo que estamos lidiando es conocer ¿qué es un evangélico?
El IFES, no pertenece a una Comunidad Cristiana sólo en el sentido amplio. Por supuesto, que somos
cristianos, pero afirmamos ser cristianos evangélicos; esto es lo que estamos discutiendo juntos. Hay
personas que son Católicas Romanas y son indudablemente cristianas. No estamos discutiendo eso.
Ahora si usted utiliza el término evangélico, obviamente ha tenido algún significado, es un
término limitante, exclusivo en ciertos aspectos. Coloca ciertos temas fuera, enfatiza ciertas otras
cosas, y es esto por lo que estoy preocupado. Espero que esté completamente claro, no estamos
definiendo simplemente al cristiano en general, estamos definiendo a los cristianos evangélicos y lo
hacemos, por supuesto, porque creemos que últimamente la fe evangélica es la única expresión
verdadera en la doctrina de la fe cristiana. Usted puede ser cristiano y todavía deficiente en su
doctrina, pero nuestro interés y esfuerzo es tener la verdadera doctrina presentada en su amplitud
porque creemos que solo como está es creída, predicada y propagada a los hombres y mujeres
quienes serán convertidos y añadidos a la iglesia. Cuando la iglesia se equivoca en la doctrina, ésta
deja de ser una influencia de conversión. Aquí otra vez hay algo que se destaca muy claramente en
la larga historia de la iglesia. Es esto porque deberíamos estar tan interesados en definir el
significado de este término evangélico defendiéndolo aún con nuestro “último aliento”.
Entonces, ¿cómo definimos al evangélico como distinto del cristiano en general? Aquí está la
gran pregunta de hoy y pienso que usted encontrará que es una pregunta que tendrá que
afrontarla cada vez más en los años venideros. Probablemente, ya lo han estado haciendo en
varios países donde pertenece, ¿dónde determina uno los límites? Ahora bien, al llegar a esto me
parece que hay dos peligros principales que nos confrontan y nuevamente estoy diciendo esto
sobre la base de la historia del pasado de la iglesia.

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4. El Peligro de las Divisiones Erróneas


El primer peligro es ser demasiado limitado, rígido y detallado en la definición. Yo llamo
peligro a esto porque conduce a lo que se llama cisma. ¿Qué es cisma? La mejor definición que
siempre encontrará de cisma está en la 1ª Epístola de Pablo a los Corintios, en el capítulo 12, pero
también está en otros lugares. Cisma como definió el gran apóstol es: hombres y mujeres que están
de acuerdo con las posiciones centrales de la fe difiriendo en las cosas que no son esenciales,
denigrar el cuerpo. El único hombre que puede ser culpable, por lo tanto, de cisma, es un hombre
que cree la verdad, la verdad esencial, pero niega otras cosas que no son esenciales.

Para ilustrar lo que quiero decir, me permito darles ejemplos de la iglesia en Corinto. Esta
iglesia, estaba dividida en grupos y bandos, fue culpable del cisma. ¿Qué les estaba dividiendo?
Permítame recordarle alguna de las cosas que el apóstol indica. Estaban dividiendo a sus
predicadores favoritos; algunos, decían “Yo soy de Pablo” otros “Yo soy de Apolos”; “Yo soy de
Cefas”. Aquí había personas quienes estaban de acuerdo con las posiciones centrales de la fe
cristiana, quienes no sólo estaban dividiendo sino peleando por sus predicadores favoritos y
formando sus grupos, separando uno de otro tales asuntos como las excelencias de diferentes
líderes.
Otra causa de división fue la cuestión de posesión del intelecto y del entendimiento. Había gente
más ilustrada y podían ver que no había nada de malo en comer carnes que habían sido ofrecidas a
los ídolos. Para ellos no había nada de malo en ello porque el ídolo es imaginario, no tiene
existencia. Aunque la carne haya sido ofrecida a un ídolo en un templo, obviamente no hace
absolutamente nada a la carne, porque no hay nada ahí que lo corrompa. Esta era su posición y
estaban comiendo esta carne y justificándose al hacerlo. Pero entonces había hermanos más débiles
que no podían ver esto, estaban atados a la tradición, a sus experiencias y esta práctica era una
ofensa para ellos y se dividieron por esto. Estaban de acuerdo con las verdades y doctrinas
centrales de la fe, pero se estaban dividiendo en términos de hermanos fuertes y débiles, más
ilustrados y menos ilustrados. Esto nuevamente es un ejemplo de cisma.
La gran ilustración, naturalmente, en la iglesia de Corinto surge con la pregunta de dones
espirituales. Ahora bien, el mismo Espíritu ha dado dones a estas diferentes personas. Fueron
dados a la comunidad y los cristianos intentaron ser exaltados y edificados como resultado del
ejercicio de estos dones. Pero en vez de que los dones sean motivo de unidad y de edificación su
abuso se convirtió en causa de división y de cisma. En este asunto también los cristianos de Corinto
estaban actuando independientemente, estaban celosos y envidiosos el uno del otro.
Ahora bien, exactamente éstas son las formas en que el apóstol nos muestra el significado del
término “cisma”, gente que estaba de acuerdo con las posiciones centrales de la fe, se estaban
dividiendo y separando uno del otro de las cosas que no fueron absolutamente esenciales para la
salvación. Este es siempre uno de los peligros que nos aflige como evangélicos, podemos ser
demasiado rígidos. Hay una especie de hendible tendencia que se ha manifestado frecuentemente
en la larga historia de la iglesia cristiana. Esto siempre ha sido una gran carga conducida contra el
Protestantismo por el Catolicismo Romano y hay un elemento de verdad en ello. Martín Lutero,
dirigido por el Espíritu de Dios realizó este gran movimiento y causó una gran división. Él separó;
se fue; pero el momento que lo hizo, la gente comenzó a separarse de él. Pronto hubo la gran
división dentro de Luteranos y Reformados y después entre los anabaptistas en sus diferentes

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grupos. La Iglesia Romana dijo, que es el momento que nos dejen, ¡esto es lo que pasa! Y ésta ha
sido una tendencia entre los evangélicos.
Podría darle algunas ilustraciones casi cómicas de esto. Espero no ofender las susceptibilidades
de ningún ciudadano por lo que voy a decir, pero el país que ilustra este particular punto, más
claramente que cualquier otro, es Escocia. Hubo muchas divisiones en la iglesia en Escocia más
que en ninguna otra. Todos tienden a ser Presbiterianos, aún están divididos en grupos y
denominaciones, y si usted lee su historia, y particularmente del siglo XVIII, encontrará diferentes
grupos que fueron conocidos como Nuevas Luces y Antiguas Luces, los Burgueses y los Anti-
burgueses. Aquí hubo personas que estaban de acuerdo con las posiciones centrales de la fe, pero
estaban separadas y formaban iglesias aisladas sobre la pregunta si debiesen prestar juramento al
ayuntamiento al cual pertenecían.
Aquí debo contarle una historia entretenida comprobada por nosotros como verdad. En cierta
iglesia de Escocia había un ministro, él y su esposa eran gente muy piadosa y capaz, pero cuando la
pregunta de la suscripción burguesa llegó, el esposo y la esposa tomaron diferentes papeles y
sostuvieron diferentes opiniones. Se dijo que cuando este buen hombre y su esposa dejaron la
mansión el primer domingo en la mañana después de sus diferencias, caminaron juntos como de
costumbre hasta que llegaron al edificio donde el esposo ministraba; pero esa mañana mientras el
ministro volteaba a la derecha para entrar a la iglesia, en lugar de voltear su esposa con él, ella
continuó en el camino. Mientras continuaba caminando, lo llamó y le dijo: “Tú puedes seguir
siendo mi esposo pero no mi ministro”. De esta manera ella siguió su curso y adoración a los Anti-
burgueses. Tal es uno de los peligros por el que estamos confrontados. Podemos ser rígidos, bien
estrictos y tan limitados que nos convertimos culpables de cisma.
Ahora bien, ha habido divisiones entre los anabaptistas las personas llamadas “Hermanos”. Los
Hermanos de Plymouth empezaron diciendo que no creían en algunas denominaciones. Todos eran
hermanos, se amaban, pero observe la historia de esa comunidad, observe las divisiones entre ellos,
no por causas centrales de fe, pero muy frecuentemente por causas que estaban muy lejos de ser
centrales. Similarmente, hubo divisiones interminables entre bautistas, metodistas y varias otras
denominaciones. Piense en la posición de los Estados Unidos, observe el número de divisiones, que
tuvieron lugar entre hombres que se mantuvieron en la misma fe evangélica. Ellos se dividieron
en personalidades y en particulares fuerzas sutiles. Yo creo que esto es algo que también es muy
verdadero actualmente en África del Sur y en otras partes de África, hay una multiplicidad de
denominaciones y los hombres no vacilan en establecer y comenzar denominaciones, no en
términos de la verdad vital sino en términos de las causas que inclusive son secundarias, sino de
tercer valor, cuarto valor, aún tal vez en un vigésimo valor, o centésimo valor de importancia.
Esto entonces es uno de los grandes peligros que tenemos que mantener en nuestras mentes al
tratar de definir qué queremos decir por “evangélico”.
5. Sucumbiendo al Espíritu Ecuménico
Entonces hay un segundo peligro y es exactamente lo contrario. Es el peligro de ser tan amplio,
tan comprensivos y liberales que al final no tenemos definiciones en absoluto. Como veo las cosas
hoy, esto tal vez es el más grande peligro porque estamos viviendo lo que se llama edad ecuménica.
La gente ha reaccionado y justamente contra las divisiones del pasado, estas erróneas y
pecaminosas divisiones. Pero el peligro es que usted reacciona tan violentamente que gira
precisamente al otro extremo y dice que nada importa excepto que tenemos un espíritu cristiano.

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Creo que este es el peligro que tiende a amenazarnos como cristianos evangélicos en la
actualidad, y debo trasmitirles lo que veo como una de las formas en la cual esta tendencia
ecuménica, errónea y falsa está intentando mostrarse. Indudablemente todos debemos creer en la
unidad, nuestro Señor lo ha establecido una vez y por siempre en Su gran oración de sumo
Sacerdote (Juan 17). Está en todas partes del Nuevo Testamento, nuestro gran esfuerzo debería: ser
uno, empero esto no debe conducirnos a una libertad en nuestro pensamiento. No debemos estar
sujetos a un tipo de pensamiento falso, vago, nebuloso o ecuménico. Hay ciertos factores que me
parecen que están promoviendo este peligro y amenazando toda nuestra posición y debo
mencionarlos.
Creo que uno de los factores más poderosos al respecto han sido las campañas de Billy Graham,
permítame explicarle lo que quiero decir por esto. Él ha creído en el patrocinio más extenso posible
y su motivación ha sido buena. Está ansioso de evangelizar y esto es correcto; pero si igualmente es
correcto ser patrocinado por la gente que en realidad niega su mismo mensaje es otra causa. Esto
es lo que ha intentado hacer; él reunió a la gente que anteriormente nada tenía que hacer
prácticamente la una con la otra. He visto esto en diferentes países, pero recuerdo haberlo oído
muy impresionantemente en su visita a Escocia. Encontré a gente que dijo: “Sabe, hemos
descubierto, desde la campaña, que esta otra gente, las personas de la Iglesia de Escocia y otros
que no conocíamos y con quienes nada teníamos que hacer en el pasado, son gente muy buena y
hemos tenido un tiempo muy feliz trabajando con ellos”. Esto fue muy sutil, porque encontraron
que eran personas muy agradables y -si habían pensado antes que estas personas tenían cuernos y
largas colas no lo sé- pero el punto es que fueron impresionados por su amabilidad, cordialidad y
por su confraternidad. Esto tuvo el resultado de hacer que estas personas tomen el próximo paso y
decir: “Bueno yo me pregunto si estas doctrinas que hemos estado enfatizando al fin y al cabo son
tan importantes”. ¿No es una gran cosa que seamos cristianos los que tenemos este espíritu de amor
y que estamos preparados para trabajar juntos? Yo creo que de una manera muy sutil Graham y
las campañas han tenido este tipo de influencia y han ido conmoviendo las convicciones de las
personas a lo que exactamente significa ser evangélico.
Otra forma extraordinaria de lo que está pasando es una con la que estoy familiarizado en
Inglaterra. Al presente, hay un peligro muy real, si un hombre denuncia el liberalismo en cualquier
aspecto, está considerado como evangélico, sabe hay algunas ventajas de ser viejo y una de ellas es,
que usted si sabe solo un poco de la historia, yo soy lo suficiente mayor para recordar el comienzo
que rodeo el movimiento y eventos Barthian. Había un gran profesor anciano en Escocia, Donald
Mclean. Él y otros hombres empezaron un periódico conocido como El Evangelista Trimestral que
aún está en circulación. Este fue un periódico verdaderamente evangélico que empezó a defender
la fe cristiana contra el modernismo y liberalismo que eran abundantes en el año 1920. Nunca
olvidaré el encuentro que tuve con el Profesor Donald Mclean, él era uno de los primeros hombres
que siempre mencionaba el nombre de Karl Barth y hablaba de él en términos bien líricos, dándome
la impresión de que Karl Barth era uno de los grandes evangélicos que siempre ha vivido. ¿Por qué
Mclean hizo esto? Bueno, lo hizo por los ataques violentos de Barth al viejo liberalismo. Usted ve la
sutileza de las cosas, porque Barth era tan maravilloso en la crítica del liberalismo que fue
considerado como un verdadero evangélico, algo que por supuesto nunca fue.
Permítame darle otro ejemplo: Hay un hombre que está considerado como un gran cristiano y
actualmente es uno de los grandes defensores del evangelismo en Inglaterra, un periodista llamado
Malcolm Muggeridge. Está siendo usado por evangélicos en sus conferencias y en sus campañas.
Un evangelista tenía que celebrar una campaña el pasado septiembre durante un mes en Londres y
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uno de los hombres claves de toda la campaña tenía que ser este hombre Malcolm Muggeridge. La
pregunta es ¿por qué? Porque Malcolm Muggeridge es un crítico muy maravilloso de la Iglesia de
Inglaterra, se burla de los obispos y otros, es un crítico radical de un mero espectáculo y pretensión
de lo que se llama el “establecimiento”. No sólo eso, es una persona que indudablemente cambió su
posición de haber sido un hombre de mundo y un cínico a ser uno de esos que dice que lo que se
necesita es el Espíritu de Cristo y afirma que es cristiano. Habiendo leído su último libro, que se
llama Jesús Redescubierto no vacilaría en decir que Malcolm Muggeridge no es un evangélico de
verdad. Él no cree en el alumbramiento virginal, no cree en los milagros como hechos, no cree en
la redención, no cree en la resurrección física literal, no cree en la persona del Espíritu Santo, no
cree en la oración, empero sigue siendo utilizado en las conferencias y reuniones evangélicas, sólo
porque ha cambiado su posición general y ahora está hablando vagamente acerca de Cristo. El
hombre actualmente se ha vuelto místico e impone sus opiniones místicas en la fe cristiana. Pero
los evangélicos en esta edad de libertad están listos para colocar las manos precipitadamente en
cualquier hombre que ataca el liberalismo del establecimiento y habla acerca de Cristo, sin ser
cuidadosos en descubrir en detalle lo que realmente el hombre cree.
Ha habido muchos otros ejemplos de esto. Sé que C.S. Lewis casi se ha vuelto el santo patrón de
los evangélicos, sin embargo, nunca fue un evangélico y lo dijo él mismo muy claramente. Y podría
darle muchas otras ilustraciones y ejemplos de la misma cosa.
Aquí entonces hay un segundo factor que tiende a producir esta idea indefinida y vaga, el
espíritu ecuménico finalmente acepta el paso y nos envía a una posición donde ya no somos muy
evangélicos.
6. El Espíritu Santo sin Doctrina
Entonces aquí hay un tercer factor que para mí es uno de los más serios en la actualidad y que es
conocido como el movimiento carismático. Estoy seguro de que usted está familiarizado con esto,
éste es un fenómeno que nos ha estado confrontando por los últimos quince años más o menos, y es
muy notable. Comenzó en América y se ha extendido en muchos países, la mayoría de los países
probablemente ahora. ¿Por qué me estoy refiriendo al movimiento carismático bajo este
encabezamiento? Porque nuevamente esto es algo que ha tenido tendencia a debilitar una
insistencia sobre una definición cuidadosa de nuestros términos y lo hace de esta manera.
La enseñanza de este movimiento es que nada importa excepto “el bautismo del Espíritu”.
Algunas veces ellos pueden expresarlo en términos de hablar en lenguas, pero a cualquier precio
ellos expresan en términos generales el bautismo del Espíritu. ¡Nada importa sin esto! Podría darle
varios ejemplos de este pensamiento; leí un libro de uno de los líderes del movimiento, David Du
Plassis, en el cual actualmente indica que la teología no tiene importancia, lo que importa es la
experiencia. Ahora bien uno puede entender en la medida de lo que quiere decir con esto. Él tal
vez ha querido manifestar que una ortodoxia teórica e intelectual no tiene valor, y que el cristiano
debe tener vida, esto es verdad, pero cuando él va más allá al decir que nada importa sino la
experiencia y que la teología no cuenta en absoluto, está contradiciendo las declaraciones y la
enseñanza del Nuevo Testamento y la está colocando en una situación muy peligrosa.
¿Ha leído el pequeño libro llamado Pentecostalismo Católico? Si lo tiene, habrá descubierto la
tesis del libro, es muy ingenioso pero muy sutil y peligroso desde nuestro punto de vista evangélico.


Muggeridge posteriormente unió la Iglesia Católica Romana.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Este es el argumento, ellos dicen: “Aquí estamos gente que pertenece a diferentes antecedentes
religiosos y culturales, pero todos somos uno porque todos hemos tenido el bautismo del Espíritu y
todos estamos hablando en lenguas”. Además dicen: “Esta es la experiencia que realmente
importa”, Pero el libro no dice que usted necesita cambiar su doctrina verdaderamente, el autor
argumenta lo contrario. Él dice: “Que el peligro en el pasado ha sido que, cuando la gente recibió el
bautismo del Espíritu y empezó a hablar en lenguas, dejaron sus iglesias y se congregaron en la
Iglesia Pentecostal”, añade, “esto es totalmente erróneo”. Permítame citar el libro: “La mayoría de
los pentecostalistas históricamente aparecieron de entre los Metodistas, quienes generalmente han
sido personas emocionales e intelectuales. El resultado es que cuando ellos obtienen este bautismo
del Espíritu, lo manifiestan y muestran con mucho hiper-emocionalismo y excitación, etc.”. Ahora
lo que él dice es correcto, estos son sus antecedentes culturales; el Espíritu les llega en ese medio
cultural. Pero dice más: “Somos Católicos, Católicos Romanos; tenemos una gran comunidad de
dogma y doctrina; tenemos nuestra gran historia, nuestra enseñanza y vida sacramental. Cuando
recibimos “el bautismo del Espíritu” no debemos desistir y dejar lo que hemos obtenido, unirnos a
los Pentecostales y simplemente asumir sus antecedentes culturales, que es totalmente
“innecesario”. Recibimos “el bautismo del Espíritu” en nuestro medio ambiente cultural y el efecto
que debemos tener, no es dejar nuestras doctrinas y convertirnos en Pentecostales. Debe darnos una
más profunda comprensión y apreciación de nuestra gran herencia”. De esta manera, usted
descubre que estos Católicos Romanos, que sostienen que han tenido “el bautismo del Espíritu”
todos dan testimonio que el resultado principal de su “bautismo del Espíritu” ha sido para aumentar
su conocimiento íntimo y de comunión con la virgen María, se ha incrementado su apreciación de
la masa y de todas las diferentes doctrinas y dogmas Católico Romano.
Ahora bien se puede ver el resultado de todo esto, al final significa que la doctrina no tiene
ninguna importancia. Se puede creer en la doctrina Católica Romana o ser metodista o no tener
ninguna doctrina en absoluto si lo desea; no importa, la gran cosa es que usted tiene esta
experiencia. Y de esta manera, ellos tienen sus conferencias y sus congresos en los que todos ellos
se reúnen y virtualmente están proclamando que la doctrina no importa en absoluto. Ahora esto
que usted ve, debilita la importancia de llegar a las definiciones y descripciones de la fe. Esto está
llegando a los círculos evangélicos, lo que amenaza toda nuestra posición como cristianos
evangélicos y nos muestra la desesperada urgencia de volver a examinar la posición y sabiendo
exactamente lo que significa.
Entonces, para hablar de Inglaterra en particular, hubo un gran cambio en la posición de los
evangélicos en conexión con la Iglesia Anglicana. Ahora esto no es un criterio de valor mío sobre
ellos; esto es lo que dijeron cuando tuvieron una conferencia en Keele en 1967 e hicieron un
informe que ustedes mismos pueden leer. Condenaron su propio pasado; por no tener una parte
más activa en la Iglesia de Inglaterra. Se condenaron por no estar en el movimiento ecuménico y
trabajar activamente en ello, y dijeron que esto fue un error y han cambiado su política. Ahora,
usted encuentra evangélicos anglicanos tomando parte activa en el movimiento ecuménico, y ellos
están tan preocupados como ninguno, de la unión de la iglesia con comunidades que no son
evangélicas en absoluto.
Aquí entonces hay otro factor que tiene tendencia a debilitar la antigua comprensión del
significado de la palabra “evangélico” y ha debilitado nuestra confianza en lo que se ha dicho en el
pasado.

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7. La Oposición No Evangélica en el Ecumenismo


El último factor que debo mencionarle es éste: hay diferentes denominaciones y grupos de iglesias
que se oponen al movimiento ecuménico pero no en los terrenos evangélicos. Por ejemplo, hay un
número de hombres que son contrarios al movimiento ecuménico porque éste postula obispos como
esenciales para la iglesia unida, saben que para tener una iglesia mundial debe haber la aceptación
de obispos y una jerarquía; éste es el acuerdo de todos. Así que ahora hay un número en todas las
denominaciones quienes en el terreno político y en general eclesiásticos dicen: “Nunca nos
someteremos a los obispos”, por lo tanto, están fuera del movimiento ecuménico. Aquí está el
problema, nosotros también estamos fuera del movimiento ecuménico, de modo que han intentado
venir a nosotros y decir que: todos somos uno; no estamos en esta iglesia mundial; estamos juntos
fuera del desierto, de modo que nos pertenecemos todos juntos. Hemos tenido acercamientos de
esta gente, de hecho tuve una experiencia de esto, que fue bastante sorprendente. Un pequeño libro
mío fue publicado y, para mi asombro, fue revisado por un profesor muy conocido perteneciente a
las denominaciones inglesas. Él elogió mi libro hasta lo sumo, apenas podía creerlo. Pensé que él o
yo nos habíamos vuelto locos, o tal vez los dos. Sin embargo, la explicación de la revisión favorable
fue ésta: este hombre es anti-ecuménico porque no cree en los obispos, de modo que estando
predispuesto a mi favor, él tomó todo lo que pudo para elogiar y nada dijo del resto. Aquí, usted ve,
hay un peligro muy sutil, el peligro de reunirnos para pelear con el movimiento ecuménico, pero no
debemos hacerlo. ¿Por qué? Porque estos hombres no son evangélicos, son liberales. Esta es otra
advertencia, debemos ser cuidadosos para definir nuestra posición celosamente.
Por el momento, concluyo diciendo esto: Lo que se ha dicho de la iglesia en el pasado es
verdadero hoy. La iglesia, a pesar de haber sido reformada, debe ser constantemente re-reformada,
semper reformanda (siempre reformada), constantemente debe estar bajo la Palabra, debemos
mantenerla ahí. Usted no debe asumir que porque la iglesia empezó correctamente, ella continuará
así, no lo hizo en los tiempos del Nuevo Testamento. Sin ser constantemente reformada por la
Palabra, la iglesia se convierte en algo muy diferente. Siempre debemos mantener la iglesia bajo la
Palabra, y también un movimiento como el IFES. Debe estar ¡Siempre reformada! Y tenemos que
hacer esto con el término evangélico. Cada generación tiene que examinar esto por sí misma, no se
puede recibir estas cosas solo por tradición, éste siempre ha sido el peligro. La gente dice, he nacido
como evangélico o soy evangélico, ¿lo es usted? Tenemos que plantearnos la pregunta y responder
la misma, y no debemos estar satisfechos solamente con las definiciones hechas en el pasado porque
cada época ha tenido sus propios problemas particulares, y todas las grandes confesiones y credos
generalmente fueron trazados para afrontar algún problema o situación particular. De manera
que, nos corresponde en nuestros días y generación examinar el término evangélico nuevamente a
la luz de la Escritura y de la historia, y especialmente a la luz de las tendencias peligrosas que nos
rodean en la época actual.
Con esta introducción general yo dejo nuestro tema esta mañana. Espero continuar mañana y
presentarles cierta guía de principios que nos permitirán llegar a una respuesta para la pregunta:
¿Que es un evangélico en nuestros días y generación?
Vamos a orar:
¡Oh! Señor nuestro Dios, venimos a ti otra vez y te agradecemos por encontrarnos entre hermanos.
Sabemos que todo es por tu gracia que abandonada por nosotros, no sólo estaremos fuera del mundo
sino en la profundidad del pecado y de la iniquidad. Te agradecemos que, somos lo que somos por tu
gracia, y te agradecemos por esto que nos has proporcionado, el interés en estas cosas y preocupación
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

por ellas. ¡Oh! Dios, estamos asombrados porque Tú siempre nos has mirado y en cierta medida nos
haces guardianes y conserjes de la fe. Oramos a ti, ¡Oh! Señor para que nos des gran sabiduría y
comprensión para darnos una gran sensatez que nos permita caminar cuidadosamente, porque el
tiempo y los días son malos. Por lo tanto, continuaremos observando esta conferencia y meditando
sobre ella mediante tu Espíritu, que nos guiará en todos los aspectos de este trabajo y nos dirigirá a todos
juntos para someternos más a tu Santa Palabra y sus divinas instrucciones. Bendícenos, oramos, por este
tiempo para que continúes con nosotros a través del día. Te pedimos en nombre de tu querido Hijo,
nuestro Bendito Señor y Salvador, el gran Señor de la iglesia Jesucristo. Amén.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

PARTE II:
Guía de principios y prioridades para el evangélico
En la disertación de ayer, indicaba que estamos en la misma posición en la cual el mismo Judas se
encontró. Él intentó dar una exposición de la fe Cristiana de una manera amplia y general, pero
obligado por las circunstancias que surgieron, tuvo que abandonar esto, y en cambio tuvo que
exhortar a esta gente a mantenerse seriamente a favor de la fe, que una vez y para siempre fue
confiado a los santos.
Mi tema es, que ahora estamos en una posición similar, y nos corresponde examinar la situación
en la cual nos encontramos y asegurarnos que estamos claros en nuestra mente, lo que significa ser
un evangélico. No estamos debatiendo, ¿qué es un cristiano? Pero sí estamos discutiendo, lo que es
un evangélico, es un término limitado y arguyo de que estamos en tal aguda situación que ya no es
suficiente estar de acuerdo con algunas bases generales de la fe. Esto ya no es suficiente; tenemos
que ser más particulares, porque estos cambios cuando vienen, a pesar de que se introducen en la
periferia de la fe, gradualmente se expanden más allá y más lejos, hacia el centro.
Estamos familiarizados con este hecho, y no es algo nuevo, la gente está preparada para estar de
acuerdo en bases de fe o credos, al mismo tiempo hacer lo que llamamos reservaciones mentales.
Esto al final significa que ellos niegan algunos de los artículos más esenciales de estas bases. Esto,
nuevamente, hace necesario que nosotros seamos particulares y cuidadosos.
Al mismo tiempo recordemos que no solamente estamos para definir qué es el vacío ortodoxo.
Usted puede tener una muerte ortodoxa, estoy interesado en definir al evangélico de una manera
que va más allá de manifestaciones de creencia. Es tan importante definir al evangélico como estar
contra una especie de Protestantismo e incluso un escolasticismo reformado, tal cosa, debemos
definir los evangélicos en contraste con aquellos que son heterodoxos en su doctrina y su creencia.
1.Preservación del Evangelio
También dejemos entendido que nuestro objetivo en esta discusión no es solamente la
preservación de la tradición. Las tradiciones pueden ser buenas, pero cuando se convierten en
tradicionalismo, son malas. Fundamentalmente no estamos interesados, con solo mantener algunas
posiciones reconocidas o continuar en alguna tradición particular, este no es nuestro objetivo.
Menos aún estamos interesados de ser simplemente polémicos o tener argumentos por
consideración a los argumentos.
Tampoco, nos interesamos por la separación como tal; verdaderamente voy a ir más allá y decir
que nuestro objetivo debe ser, no excluir a la gente, pero sí incluirla lo más posible, teniendo
cuidado de mantener nuestros principios y nuestras guías.
Ayer dije, y lo repito de nuevo hoy, los evangélicos cristianos deben estar bien interesados por la
unidad. El deber de todos los hombres es preocuparse por la unidad del Espíritu, de la verdad y la
paz, porque esto es parte de su actitud total y su perspectiva completa.
Así que nuestra razón real para definir y luchar por esta fe, es que nosotros creemos que es vital
para la preservación del verdadero evangelio. Por esta razón estoy muy interesado en llevar el
elemento histórico a nuestras mentes. La historia muestra claramente, que cuando se pierde este
énfasis, el verdadero evangelio pierde tarde o temprano y también la prédica está perdida y es vana,
de tal manera que la iglesia cesa de evangelizar, ganar convertidos y tener personas comprometidas.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Este, entonces es nuestro objetivo no estamos interesados solamente en ser polémicos, como dije,
pero nuestro intento es muy práctico. Estamos interesados por las almas de los hombres y mujeres.
Estamos aquí para expandir las buenas nuevas de salvación y para sacar gente de la oscuridad a la
luz. Por esta razón debemos ser muy cuidadosos acerca de la verdad y siempre luchar por ella.
Entonces, ¿cuál tiene que ser nuestro método para definir, qué es un evangélico? El método, por
supuesto, es fundamentalmente bíblico, el gran lema de la Reforma Sola Scriptura, ha sido siempre
el lema del verdadero evangélico. El evangélico empieza con la Biblia, es un hombre de las
Escrituras, él es un hombre de, el Libro, esta es su única autoridad y se somete asimismo a todo
ello. Descubriremos esto luego pero debemos sostener el principio, esto como vera es un punto
diferencial. Otros empiezan con filosofía y con más principios generales, pero los evangélicos
siempre empiezan con la Biblia.
2.Aprendiendo de La Historia
Con referencia al método estoy interesado de nuevo en enfatizar esto, al mismo tiempo de
preservar el evangelio debemos ser históricos en nuestro acercamiento. Yo sé que es muy difícil
para mucha gente moderna darse cuenta de esto, pero no somos los primeros que hemos vivido en
este mundo, esto requiere ser dicho frecuentemente en el presente. Ha habido grandes
generaciones de gente y cristianos antes que nosotros. Si bien hemos dividido el átomo, no somos
tan diferentes de aquellos que han vivido en épocas anteriores, así que es importante que seamos
guiados por la historia. El hombre que no tiene respeto por la historia es un ignorante y pronto lo
descubrirá, cuando se encuentre a sí mismo repitiendo los errores de aquellos que se fueron antes
de él.
Estamos interesados en la historia, sin embargo, al mismo tiempo no debemos ser atacados ni ser
esclavos de ella. Algunas personas descartan toda la historia, ellas tendrán que empezar todo
nuevamente. Tenemos un mundo de movimiento, al presente hay gente en las universidades
quienes están sugiriendo más o menos descartar todo el pasado, de que se empiece de nuevo en
asuntos políticos, sociales, económicos, y en todo lo demás. Esta misma actitud tiende a entrar al
reino religioso, pero debemos excluirlo.
Al mismo tiempo, es igualmente importante que, reconozcamos que en el mundo nada nunca ha
sido completo, que mientras agradecemos a Dios por los grandes eventos del pasado la gran
Reforma y otras reformas menores, no debemos ser esclavos de ellas. Esta es la manera de
desarrollar una especie de escolasticismo y un árido intelectualismo.
Nos presentamos con respeto a la historia y estamos preparados para aprender de ella, pero no
estamos totalmente subordinados a ella en un sentido equivocado. Este es un segundo principio de
guía.
3.Manteniendo los Negativos
Es importante el lugar que tienen los negativos así como los positivos, es un asunto
extremadamente importante, y no estoy seguro que esto vaya a ser el punto más vital en la disputa
de evangélicos que están adhiriéndose a la antigua posición y aquellos que están tendiendo a salir
de él al presente.
Una de las primeras señales de que un hombre está cesando de ser verdaderamente evangélico es
de que él deja de interesarse acerca de los negativos y dice: “siempre debemos ser positivos”. Voy a
dar un ejemplo sorprendente de esto, de un hombre cuyo nombre es familiar a la mayoría de
ustedes y cuyos libros han leído, esto es lo que ha escrito recientemente: “Si una persona es
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

evangélica tiene que determinar por referencias cómo es su apoyo y respeto a seis puntos”, los
cuales luego él enumera. Su definición de referencia es, “En lo que el hombre esté o no en contra
puede demostrar que es un evangélico confundido, negligente o inconsistente, pero no se puede
negar sus derechos de llamarse a sí mismo evangélico mientras él mantiene estos principios como
base de su posición cristiana”.
Ahora, esta es la clase de declaración por la cual voy a luchar en contra vigorosamente, creo que
es errónea, el argumento que dice que usted debe ser siempre positivo, que no debe definir al
hombre en términos de que él está en contra, como también en que está a favor, no percibe la
sutileza del peligro. Si este argumento deja de ser cuestionado, la puerta está abierta para la
repetición de tales cosas como la herejía de Gálatas. Usted recuerda a los gálatas y cómo el apóstol
ha tratado con sus herejías, todo era problema del Judaísmo que emerge en varios lugares del
Nuevo Testamento. ¿Qué era la herejía Gálata? Pablo, afirma que aquella gente que había dirigido
a los gálatas por mal camino, no negaron nada del evangelio; lo que ellos estaban haciendo era
añadir algo, específicamente por ejemplo la circuncisión, lo cual decían, era esencial, tienen que
creer en el evangelio, todos estos positivos casi tienen la razón. Pero después ellos introducen sus
adiciones. Así que es importante, como verá, que los evangélicos también deben tener sus críticas
negativas y estar listos para decir que no debe creer y no debe hacer esto.
La historia es también una ayuda hasta este punto, tomaré un ejemplo que es bastante obvio para
mí, ¿han escuchado del Puritanismo? El Puritanismo estuvo en Inglaterra en el siglo XVI casi
inmediatamente después de la Reforma Protestante, era una sección de ésta. La Reforma vino a
Inglaterra y la iglesia se volvió Protestante, ¿quiénes fueron estos Puritanos? Eran hombres que
decían que la Reforma no siguió suficientemente su curso, que hizo su buen trabajo en conexión
con la doctrina pero dejó de hacerlo en conexión con la práctica. Argumentaron que era
inconsistente, que algunas prácticas aún permitidas fueron denegadas por el cambio de doctrina, y
querían que la Reforma sea completada en el sentido de práctica lo mismo que en la doctrina.
Los puritanos y otros en la Iglesia de Inglaterra estaban de acuerdo con la doctrina; la diferencia
llegó relacionada con los negativos, y por esto, estos negativos son siempre de mucha importancia.
Así que debemos ser cuidadosos al mantener esta observación en el lugar de los negativos en
nuestra definición de evangélicos.
4.No Sustracciones O Adiciones
En general, en este principio debemos ser muy observadores, por un lado, de las sustracciones de
las personas de la verdad y por otro de la adición a la verdad.
He descubierto a través de los años que la sustracción de la verdad es algo que los miembros de
las iglesias observan muy, pero muy lentamente. Casi llegué a la conclusión que la prueba de ácido
aplicada, para saber si un predicador es o no evangélico, es ésta; observe lo que hace y no lo que
dice. Con frecuencia encontré que la gente ha escuchado a un hombre y ha sido entusiasmada por
él y pensaron que todo era maravilloso, porque él no dijo nada malo, y estaban casi correctos en su
observación. El hombre no ha dicho nada malo, pero el punto es que él no dijo algunas cosas que
un evangélico siempre tiene que decir; los dejó olvidados.
Conocí a un pastor que una vez fue a escuchar a un profesor americano de teología, Nels Ferre.
Este pastor era evangélico pero no bien instruido, escuchó a Nels Ferre y fue completamente
entusiasmado por él. Regresó a su iglesia e informó en términos líricos del maravilloso discurso.
¿Qué pasó? Bueno, lo que pasó es que Nels Ferre en esa atmósfera particular no dijo todo lo que él

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

creía, todo lo que explicó entonces era perfectamente correcto, no mencionó nada específicamente
evangélico ni tampoco en esa ocasión mencionó del heterodoxo pensamiento del cual era culpable.
No hay duda que este tema de sustraerse de la verdad o dejar de lado parte del mensaje es muy
vital al presente. Usted escucha hablar a la gente de la Biblia, y ellos pueden hablar de la cruz pero
es importante observar lo que no dicen sobre ello. El hecho de mencionarlos es insuficiente, debe ser
cuidadoso en sus observaciones de lo que el hombre no dice, y de qué es lo que dice.
Por otro lado tiene que ser cuidadoso respecto a las adiciones, ya me referí a ellos al tratar sobre
la importancia de los negativos, recientemente pasé por un sorprendente ejemplo sobre este punto.
Hay un cierto obispo en Inglaterra, que es bien conocido como un extremado anglo-católico, se ha
convertido en capellán de cierto relicario, el Relicario de la Señora de Walsingham en Inglaterra. Si
bien este hombre es ahora un extremado anglo-católico; en su época de estudiante era un
consumado evangélico. Cuando él estaba hablando con un amigo mío que es evangélico, dijo:
“Usted sabe, no he dejado de creer todo lo que creía cuando era estudiante, lo que hice fue agregar”
Ahora bien muchos de nosotros hemos dicho a lo largo de los años de que en algunos aspectos
nos hemos encontrado a nosotros mismos, más cerca de los Católicos Romanos que de los liberales,
porque los Católicos Romanos, después de todo, creen en la existencia de Dios, la deidad de Cristo,
del nacimiento de la virgen, las dos naturalezas de Cristo en una persona, los milagros, la
redención, la resurrección física literal y la persona del Espíritu Santo. En estas verdades siempre
nos hemos encontrado nosotros mismos en un cercano acuerdo; y algunas veces encontramos que
leyendo libros de ciertos autores Católicos Romanos nuestra fe es fortalecida porque ellos creen en
lo que nosotros creemos, por cuanto, los liberales y los modernistas niegan todo esto. Digo esto para
ilustrar el mismo punto, el conflicto con los Católicos Romanos es lo que se agrega o lo que añade y
lo que sustrae de lo que está expresado en su creencia.
Debemos tener cuidado, y recordar la advertencia en el Libro de Revelación, donde somos
avisados que no debemos añadir ni quitar nada de lo que está escrito en este libro particular, y el
mandato pertenece igualmente a los otros libros de la Biblia. Tenemos que mantener nuestros ojos
puestos en estos dos lados; lo que los hombres no dicen y lo que añaden que van más allá de lo que
consideramos como la verdadera fe.
Estos son los principios generales para guiarnos en nuestra definición de lo que constituye un
evangélico, y confío que ya hice comprensible que estos acercamientos son esenciales por la sutileza
de la situación en la cual nos encontramos nosotros mismos. Si usted solamente toma aquí una
breve lista de desiderata y pregunta a una persona si puede aceptar y firmar su nombre basándose
en la fe, él podría engañarlo y engañarse a sí mismo porque usted no le ha preguntado ciertos temas
nuevos. Usted no ha observado lo que él no dijo, o no ha descubierto lo que le añadió a lo que usted
tiene en su base de fe.
Utilizando esta guía de principios tratemos entonces de acercarnos a la definición de un
evangélico. Todo lo que quiero hacer hasta este punto es tratar con sus características generales, es
algo que no hemos estado haciendo, pero creo que las características generales del evangélico son
casi tan importantes como las doctrinas particulares que él suscribe. Hay una especie de distintivo
el cual para mí es de gran importancia. Estoy llegando cada vez más a la opinión que la forma en la
cual un hombre piensa, le dice a usted tanto sobre él como lo que dice él actualmente. Todo su
método de pensar es uno que es de suprema importancia. De modo que aquí podría llamar la
atención para ciertas características generales de la persona evangélica.


Desiderata = Relación de objetos que se echan de menos.
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

5.Prioridades Evangélicas
Primeramente, el evangélico, es uno que está completamente subordinado a la Biblia. John
Wesley dijo que se había vuelto “un hombre de, el libro”. Esto es verdadero para cada evangélico.
Él es un hombre de, el libro; empieza y se somete a sí mismo a él, ésta es su autoridad. Él no
comienza por ninguna otra autoridad extra-bíblica, se confina a sí mismo y se somete
completamente a la enseñanza de la Biblia. Yo podría por supuesto, tratar más completamente con
esto cuando lleguemos a los detalles, ahora simplemente estoy dando las características generales.
La siguiente cosa acerca del evangélico es que, él usa ese término como un prefijo y no como un
sufijo. Nuevamente pienso que eso es algo que va a ser cada vez más importante en los años
venideros. Lo que quiero decir con esto es que la primera cosa acerca del hombre es que él, es
evangélico. La denominación particular a la cual pertenece es secundaria; no es primaria. En otras
palabras, hay toda la diferencia del mundo entre hablar sobre un evangélico Bautista y un Bautista
evangélico. Estoy sosteniendo que un hombre primero es evangélico, puede ser un Bautista, un
Presbiteriano o un Episcopal, pero fundamentalmente, primero y ante todo debe ser un evangélico.
Permítame darle una ilustración, había una gran controversia en Inglaterra hace unos pocos
años atrás como resultado de la conferencia en Keele a la que me referí ayer. Un hombre que fue
arzobispo en Australia escribió una carta a la prensa, en la cual dijo que estaba muy deseoso de
admitir que él era un anglicano antes que un evangélico, su primera, su fundamental y última
fidelidad era al Anglicanismo y no a los evangélicos. Él dijo “yo soy evangélico, pero primero
Anglicano”, y sostengo que cuando un hombre dice esto, él ya ha dicho algo que le hace a sí mismo
sospechar que no es evangélico. ¡Primero evangélico! Cualquier otra diferencia es algo que usted
no debe seguir.
6.Vigilancia
Otra característica del evangélico es que, es un hombre que siempre está vigilando. Ahora bien,
todas estas cosas tienen que ser dichas cuidadosamente porque hay una correcta y errada forma de
vigilar, pero el evangélico es un hombre que siempre está vigilante y atento, por supuesto, porque
la Escritura le enseña a ser así, “vigila y ora” dice nuestro Señor; el apóstol Pablo también ordena
cumplir este mandato a los mayores de la iglesia en Éfeso. Les advierte en relación con el tiempo
próximo a su partida: “Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo
os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia de Dios... porque yo sé que después de mi partida
entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonaran al rebaño” (Hechos 20:28-29), les
exhorto para que sean vigilantes.
En 1ª a los Corintios 16, hay una sorprendente declaración sobre esta lección, el apóstol
habiendo recorrido por una gran serie de asuntos controversiales que estaban despedazando la vida
de la iglesia en Corinto termina diciendo: “Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente y
esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor” (1ª Corintios 16:13-14) Es una exhortación
para vigilar y ser cuidadosos, porque como cristianos, siempre estamos en medio de enemigos.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes” (Efesios 6:12)
El Nuevo Testamento da muchos ejemplos de esto, Pablo en sus exhortaciones a Timoteo
constantemente está sobre este punto, en 1ª a Timoteo 6:3-4 dice: “Si alguno enseña otra cosa, y no
se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

piedad. Esta envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras”. El
Nuevo Testamento, verdaderamente está lleno de estas exhortaciones para que nosotros seamos
vigilantes y cuidadosos.
Juan consuela a los cristianos porque incluso ellos estaban confrontados por los anticristos y las
falsas enseñanzas, entonces les dice: “tienen la unción del Santo y conocéis todas las cosas” (1ª Juan
2:20) deben practicar esto. Ellos tienen que ser discriminadores, siempre tienen que estar
examinando y siempre tienen que ser vigilantes. Cuando un hombre deja de ser vigilante, en ese
punto deja de ser evangélico, la persona que dice: “todo está bien, no tienes que molestarte; todos
somos cristianos y estamos teniendo un maravilloso tiempo juntos” y no es vigilante, éste ya ha
abandonado la posición de la Biblia.
7.Desconfianza De La Razón
Llego a otra característica, ésta podría ser altamente controversial, pero en mi opinión es
extremadamente importante y la pongo en una forma dogmática y contundente. El evangélico debe
desconfiar de la razón, particularmente de la razón en la forma filosófica. Si toma el punto de vista
del ojo de perdiz de la historia de la iglesia Cristiana esto emerge en verdad muy claramente y por
supuesto cuanto más lee usted en detalle se torna más claro. Cada reforma siempre ha expresado
una desconfianza de la razón y la filosofía, uno de los más recientes ejemplos de esto se puede
encontrar en Tertuliano, uno de los primeros grandes teólogos de la iglesia Occidental, la presenta
de la forma más sorprendente: ¿Qué tiene que ver Jerusalén con Atenas? ¿Qué tiene que ver el
templo con el portal y la academia? Como usted sabe él abrazaba el Montanismo, quienes estaban
en rebelión contra las tendencias de convertirse subordinados de la filosofía griega, que entró en la
iglesia.
Yo les digo que nada es más importante, en nuestra presente situación, que este punto
particular. La filosofía siempre ha sido la causa para que la iglesia vaya por mal camino, porque
ésta significa últimamente, confianza en la razón y comprensión humana. El filósofo quiere
abarcar toda la verdad; quiere categorizar y explicar todo y es por eso que no hay más pasajes
importantes en la Escritura para nosotros al presente, que la Primera Epístola a los Corintios,
comenzando con el capítulo 1 desde el verso 17, y yendo directamente hasta el final del capítulo 4,
con especial referencia al capítulo 2. La opinión completa del apóstol en esos capítulos es que las
cosas estaban caminando mal en Corinto, porque estaban empezando a traer de vuelta fe en la
filosofía y sabiduría humana, y su punto de vista es demostrar que esto es diametralmente contrario
a la prédica del evangelio. El apóstol dice que se volvió ignorante o “tonto” por Cristo: “Si alguno
entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio” (1 Corintios
3:18). Aquí ignorante o “tonto” significa que usted no confía en la filosofía y la sabiduría
humana, éste es realmente un asunto de suma importancia.
Martín Lutero solía referirse a ella como “esa vieja hechicera, Señora Razón” y aquellos de
ustedes que están familiarizados con sus escritos saben cómo constantemente enfatiza este punto,
que la razón es una vieja hechicera. Él estaba interesado en esto, por supuesto, porque era la
esencia de su argumento contra Roma, es aún cierto que la preocupación con los Católicos
Romanos es que ellos dicen que creen en la Biblia. Admitamos que ellos creen, y que son un poco
sinceros al decir esto, pero entonces ¿cuál es la preocupación? La preocupación es que ellos han
añadido la filosofía Aristotélica en su creencia de la Biblia y que ultimadamente están interpretando
la Biblia en términos de la filosofía Aristotélica, ésta es la gran característica del Tratado de Tomás
de Aquino y como resultado de esto es que el evangelio, el verdadero evangelio llega a ser
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

completamente secreto. Así que no es sorprendente que Lutero debió haber luchado fuertemente
contra este preciso asunto, y esto no es, de ninguna manera confinar tampoco a Lutero.
Mencioné justo ahora a los puritanos en Inglaterra y son una buena ilustración de este mismo
punto. La gran controversia entre los Puritanos y la Iglesia de Inglaterra fue grandemente un
argumento sobre el lugar de la razón, había un hombre llamado Richard Hooker, quién, de muchas
maneras determinó lo que se llama Anglicanismo. Hooker introdujo el término “razón natural”. Y
esta razón natural puede determinar cómo gobierna su iglesia y cómo puede hacer muchas otras
cosas. Esta fue la misma esencia del argumento entre puritanos, quienes eran los verdaderos
evangélicos y estos otros de la Iglesia de Inglaterra, quienes a pesar de ser protestantes no eran
evangélicos. Preocupaba este preciso asunto del lugar de la razón.
Tenemos que ser claros sobre qué queremos decir por esto, porque mis declaraciones pueden
ser fácilmente mal entendidas. Yo baso todo, como dije, en la enseñanza de 1ª a los Corintios 2,
donde Pablo dice: “Y no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente” (Versos 12 y 14) Estas son cosas que son reveladas a nosotros, las
cuales sólo el Espíritu puede permitirnos recibir. “En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero
él no es juzgado de nadie” (verso 15) Además estoy pensando en las palabras de nuestro Señor
mencionadas en Mateo 11:25-26: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste
estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Si, Padre porque así te
agradó”.
Tal, es la base de los evangélicos para la desconfianza de la razón humana que como dije,
podemos seguir la historia de la iglesia y encontraremos que la falla para reconocer el peligro en
esta área ha sido el problema desde el principio. Cuando los apóstoles murieron, todo el problema
de autoridad surgió en la iglesia. No sólo esto, la iglesia estaba siendo perseguida y en el segundo
siglo, surgieron un número de hombres llamados apologistas, algunos de ellos preparados como
filósofos griegos, los cuales estaban interesados en mostrar que no hubo contradicción entre el
evangelio y la filosofía griega. Su causa, sin duda, era muy buena, pero les digo, que haciendo esto
ellos comprometieron el evangelio, lo convirtieron en filosofía y perdieron algo vital en el reino del
Espíritu. La iglesia eventualmente se institucionalizó y esto guió a los Católicos Romanos de la
Edad Media, período antes de la Reforma Protestante.
Esta tendencia se ha mantenido repitiendo y por esta razón pienso, que es tan importante para
nosotros, porque esto está ocurriendo nuevamente ahora. Permítame afirmar esto, más
contundentemente poniéndolo de esta manera: que el verdadero evangélico no sólo es desconfiado
de la razón, también es desconfiado de ser demasiado académico. ¡Nosotros somos estudiantes y
miembros, pertenecemos a la universidad de IFES, y estoy diciendo que los evangélicos deben
desconfiar de ser demasiado académicos y lo sostengo! ¿Qué quiero decir? Permítame tratar de ser
claro y comprensible, el evangélico empieza por las Escrituras, también lee la historia de la iglesia y
allí encuentra que la historia prueba que no se ha enfatizado en la Escritura, que cuando los
hombres confían en el razonamiento y comprensión, ellos van por mal camino. También encuentra
que los hombres a quienes Dios ha tenido que levantar y utilizar para devolverlos a la fe, fueron
siempre hombres simples. No siempre, por supuesto, mencioné a Lutero y a otros y podría haber
mencionado a Calvino pero con frecuencia esto ha ocurrido, que el renacimiento en la iglesia y el
volver a llamar a la gente a la verdadera fe ha sido realizado por intermedio de alguien totalmente
desconocido. La suma de todo lo que estoy diciendo es que el evangélico debe desconfiar de ser
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

demasiado académico o el conocimiento humano y debe ser vigilante de él mismo. Eso no quiere
decir que sea anti-intelectual; pero tampoco quiere decir que no mantiene la razón y el saber en su
lugar, ellos son sirvientes y no patrones.
8.El Lugar De La Razón
¿Cuál es entonces el lugar de la razón en nuestra fe y vida cristiana? Lo definiría así: La razón
nunca debe determinar qué creemos, la tarea de la razón es enseñarnos cómo creer, es un
instrumento y el conflicto surge siempre cuando la gente permite que la razón determine lo que
creen ellos. En otras palabras, en vez de someterse a la Escritura ellos recurren a la ciencia, a la
filosofía, o a un sin número de otras disciplinas, y su posición es determinada por estas cosas.
Permiten que la razón determine lo que ellos creen en vez de como ellos creen y piensan. No qué
pensar sino cómo pensar, este es el lugar de la razón, y diría exactamente la misma cosa sobre el
saber.
Soy suficientemente viejo para recordar a generaciones de evangélicos quienes nada tendría que
ver con el saber, su actitud era “el saber es una amenaza y un peligro, no tenemos que ver nada con
esto”. Conocí a hombres que eran ancianos cuando yo era relativamente joven, quienes
acostumbraban aconsejar a los estudiantes del ministerio a no estudiar teología. Recuerdo a un
muy conocido líder que acostumbraba decir a tales hombres “Estudie cualquier cosa en Oxford o
Cambridge pero no estudie teología o sino perderá la fe”. Ahora, esto es una cosa que yo no
recomiendo, condenaría esa actitud. Este es el espíritu de miedo y conduce a un oscurantismo
donde usted entierra su cabeza en la arena y no se entera de lo que está ocurriendo.
Mi argumento es que el evangélico, mientras no se entera del peligro de la razón y el saber, no
tiene miedo de ello. El no corre y se esconde sólo se da vuelta y disfruta de sus propios sentimientos,
cuando está enterado de lo que es académico, es inteligente para poder debatir en ese nivel pero no
se somete a ello. No se arrodilla porque algún hombre es un gran erudito, sabe que éste puede ser
un ignorante en la Biblia, así que no adora lo académico. Es cuando los hombres empiezan a
arrodillarse y someterse a lo académico, casi adorarlo y considerarlo como su última autoridad, que
ellos vendieron el pasaje y dejaron de ser verdaderamente evangélicos.
El evangélico absolutamente no teme a lo académico, para nosotros no hay la necesidad de tener
miedo a los eruditos porque basan su posición en la razón no son cristianos y esta es una simple
razón para debatir con ellos porque no conocen las Escrituras. Usted puede demostrarles fácilmente
que lo que ellos estaban diciendo lo tejieron de sus propias mentes, la especulación y la filosofía es
una razón humana y no la verdadera enseñanza cristiana. El gran principio que fundamentaría es
éste, que en la actitud del evangélico hacia la razón y el saber él está completamente enterado del
peligro porque ve muy claramente en la Escritura, Pablo es considerado un ignorante o “tonto”,
avergonzado por los filósofos, consideraron su enseñanza como completa tontería, esto siempre
pasó a los verdaderos cristianos y pasa hoy en día. No es sorprendente que los llamados grandes
filósofos son escépticos e incrédulos, es de esperar que lo sean, y es de esperar también que nosotros
no debiéramos tener miedo porque lo son. No debemos disculparnos por nuestra fe porque ellos no
son cristianos, más bien debemos ver que esto es una prueba de la enseñanza de la Escritura; si
recordamos cuando la iglesia cayó en la depresión en sus últimos periodos, fue invariablemente
cuando se subordinó a la filosofía.
Regresando a tiempos más recientes y a nuestro propio tiempo, no es un simple hecho decir que:
el verdadero daño a la vida de la iglesia en los dos últimos siglos ha sido realizado principalmente
por seminarios teológicos, ¿no son éstos donde surgió el conflicto? Sin duda no ha surgido en las
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

iglesias sino que surgieron en los seminarios teológicos, hombres que sintieron el llamado al
ministerio, siendo recomendados por las iglesias para la enseñanza ministerial fueron a los
seminarios como evangélicos, es decir, verdaderos evangélicos y salieron negando todo, incluso
algunas veces apartándose de toda la fe. Si ello no ocurría, ellos se dejaban morir tratando de ser
eruditos y habiendo perdido su estímulo, fervor y entusiasmo, ya no están presentando realmente la
verdad. Estos son hechos comprobados.
Por lo tanto, si un evangélico no desconfía de la razón y lo académico, no solamente está fallando
en comprender la enseñanza de la Escritura; está ciego y éste es un claro testimonio de la historia de
la iglesia cristiana a través de los siglos. ¿Por qué estoy elaborando y separando esto? Es porque los
movimientos a los cuales me referí ayer, “el nuevo evangélico” etc., están interesados en el saber, en
mi opinión, en sentido equivocado. Esta es una parte complicada de la compleja inferioridad del
evangélico. Queremos ser considerados intelectuales y respetables y queriendo hacerlo, estamos en
grave peligro de someternos a la filosofía, la razón y al saber, y esto nos dirigirá al mismo resultado
como en el caso de aquellos que fueron antes que nosotros.
9.Otras Señales Del Evangélico
El próximo tema sobre el evangélico es que, él toma una opinión particular con relación a los
sacramentos, pero no voy a desarrollar esto hoy día, espero hacerlo mañana. El evangélico
hablando ampliamente siempre lleva una “baja” opinión de los sacramentos, sólo reconoce dos, por
supuesto, como otros protestantes, pero su opinión de éstos frecuentemente lo diferencia de aquellos
que no son evangélicos.
El siguiente punto que percibo es que, el evangélico toma una visión crítica de la historia y la
tradición, ya he enfatizado que presta gran atención a ello y todavía es crítica. La posición
evangélica, como ve, está siempre y realmente al filo de la navaja, que tiene los dos lados, dos
peligros y el evangélico está entre ellos. Permítame ponerlo en estos términos: el evangélico enfatiza
el principio de discontinuidad en vez de continuidad, los Católicos Romanos obviamente enfatizan
el principio de continuidad tradicional, y así lo hacen la mayoría de las más grandes
denominaciones. Sé que sería muy interesante si empiezo a examinarlos uno por uno esta mañana,
y a preguntarles por qué pertenecen a la denominación de la cual son parte. Encontrarán casi
invariablemente de que, es un accidente, de que usted no lo decidió por su cuenta, tal vez, alguno
pero no la mayoría.
La mayoría de la gente es Bautista, Presbiteriana, Metodista, o de cualquier otra denominación
simplemente porque sus padres lo fueron, han crecido en ello. Están gobernados completamente
por la tradición y encontraremos buenas personas, quienes en el momento que se sugiere que no
hay nada malo con su denominación pueden estallar, perder su temperamento y defender esto hasta
quemar el último cartucho a pesar de que realmente saben muy poco de ello, ¿por qué? ¡Porque
ellos, están atados a los principios tradicionales y la idea de dejar su denominación es el más grande
de todos los pecados!
Esto no es bíblico, el evangélico cree en los principios de discontinuidad y mirando a la historia,
él ve cómo la iglesia la cual era una vida, un cuerpo espiritual, siempre tiende a convertirse en una
institución muerta, se da cuenta que éste es el peligro más grande, así que más allá de estar asustado
del principio de discontinuidad, él sabe que sólo debe comprender la verdadera historia de la vida
de la iglesia en términos de discontinuidad, las interrupciones que han tenido lugar antes y
particularmente en y desde la Reforma.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

De la misma manera, podría ilustrar libremente la enseñanza de los “padres” protestantes y


otros, el evangélico no está atado por las decisiones de los anteriores concilios de la iglesia, no cae
esclavizado delante de ellos, lo examina todo a la luz de las Escrituras, incluso los grandes
pronunciamientos de los concilios y todo el resto.
Esto me conduce al siguiente asunto, el cual muestra que un evangélico es un hombre quien
siempre está listo para actuar por sus creencias, podría decir que esto es una característica muy
sorprendente del evangélico. Hay otra gente que está preparada para argumentar y discutir e
incluso cambiar su opinión, pero lo hacen por nada. El evangélico, sin embargo, es un hombre que
actúa por sus convicciones, no hubiera habido Protestantismo si esto no fuera verdadero.
Lutero actuó con lo que encontró en las Escrituras, lo mismo hicieron Calvino y Knox; todos estos
hombres hicieron lo mismo. Esto, es una cosa muy vital acerca del evangélico, no es un teórico, es
un alma viviente, es un hombre que tiene dentro sí el Espíritu y quiere actuar en lo que cree. No
tiene miedo de cambiar y, por supuesto, como ya he demostrado es por estos principios que su
peligro es sentirse culpable de pecado. Porque como dije: él desconfía de la razón, tiene la facultad
de razonar y utiliza esto; además estudia las Escrituras, descubre la doctrina, puede juzgar que es
verdad y puede ver que la gente con quien está relacionado no cree. Él dice: “yo no puedo seguir
así, estoy comprometiendo mi doctrina; tengo que actuar con la verdad”, éste es el verdadero
evangélico. Pero como digo este peligro es llevar más lejos esto y sentirse culpable de pecado, sin
embargo, es un hombre que está listo para cambiar y está listo para actuar en su creencia, y esto es
algo que lo diferencia de la gente que no es evangélica.
Déjeme llegar al próximo principio que es éste, el evangélico es un hombre que siempre
simplifica todo. Esta es una gran característica del evangélico todo lo vuelve simple, contraste, lo
que el evangélico cree con todo lo que le piden creer a un Católico Romano y usted verá cómo la
Reforma simplificó la creencia, los reformadores comenzaron con lo que ellos llamaron la
“perspicuidad”, esto es, la claridad de las Escrituras. Roma hizo la fe dificultosa y la
comprometieron como los fariseos hicieron con la ley de los judíos, la complicaron con sus
comentarios sobre estos y su multitud de explicaciones. La religión se convirtió en un gran montón
de instrucción con autoridades las cuales tenían que ser citadas para demostrar su aprendizaje.
El efecto de convertirse en evangélico es siempre el de simplificar y hacer las cosas claras. El
evangélico es un pensador claro, el católico nunca es un pensador claro, es complicado, es difícil y
sutil. Usted encuentra un gran conflicto al seguirlo por su complicado método de argumentación,
la filosofía es difícil, pero el evangelio en contraste, es esencialmente simple.
El evangelio no sólo simplifica la creencia y la declaración de creencias; siempre simplifica
nuestra visión de orden y gobierno de la iglesia, ésta es una característica esencial evangélica. La
línea de pensamiento de los Católicos Romanos siempre tiene sus jerarquías, el gobierno de la iglesia
también lo tiene. Cuanto más evangélico es el hombre más simple será el orden de su iglesia y sus
ideas para gobernarla.
Lo mismo se aplica a las ideas de adoración, en los evangélicos siempre es simple en contraste
con las otras formas. Los evangélicos no creen en vestiduras poniéndose capas, mitras y
cambiándose de vestimenta para las diferentes partes del servicio, no creen en ceremonias, en
liturgias y procesiones, les disgusta el formalismo, el evangélico cree en la libertad, la libertad de
Espíritu, ésta es su característica esencial. Cuando el Espíritu se pierde y el hombre deja de ser
evangélico, encontraremos que él siempre elaborará su servicio, traerá añadiduras a su apariencia y
su vestimenta y hará lo que hace. El formalismo es la característica de los no evangélicos; en
cambio la libertad es la característica del verdadero evangélico.
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Verdaderamente, este principio de simplicidad es uno de los que se puede mostrar muy
claramente en la historia de la iglesia, incluso respecto a las construcciones. Las edificaciones de la
iglesia evangélica son siempre simples, mientras que de los católicos tienden a ser ornamentales y
muy elaborados. Este principio de simplificación es uno de los que emerge en la vida total de los
evangélicos.
El próximo punto el cual quiero compartir es que, el evangélico está siempre interesado en la
doctrina de la iglesia, toco este punto porque siempre ha sido mi crítica a los IVF en Gran Bretaña y
a cada movimiento similar en otras partes del mundo, que no hemos prestado suficiente atención a
la doctrina de la iglesia y hasta cierto punto no hemos sido evangélicos como deberíamos ser. Los
evangélicos a través de los siglos han estado muy interesados en la doctrina de la iglesia, esto es
generalmente, porque ha descuidado diferentes secciones de la iglesia o denominaciones. El
evangélico está interesado en la pureza de la iglesia, su idea de ella es que ésta consiste de, los santos
reunidos, no cree en una iglesia de Estado y está interesado vitalmente sobre su correcta visión de la
naturaleza de la iglesia cristiana. Uno puede ver claramente en la historia de la iglesia que la gran
pelea a través de los siglos ha sido la pelea entre institucionalismo y un cuerpo viviente de personas
creyentes. La doctrina de la iglesia, entonces, es muy vital. Lo siento pero no me puedo desviar más
allá en este asunto ahora, simplemente llamo su atención por el momento.
10. Intereses Predominantes
El próximo asunto, sin duda, sobre la iglesia evangélica es el tremendo énfasis que pone sobre el
renacimiento, es absolutamente básico para ella; el evangélico no está interesado en la ortodoxia
muerta, no está interesado en el escolasticismo Protestante, esto para mí es un punto de
diferenciación muy importante al presente. El evangélico es un hombre que enfatiza el
renacimiento, es decir, un nuevo comienzo, el nacimiento del Espíritu, la nueva vida en Cristo y
participación de la naturaleza divina. Estoy seguro que necesito enfatizar esto, pero encontrará que
en tanto los hombres dejan de ser evangélicos, ponen menos y menos énfasis sobre la regeneración y
tienden a poner más y más énfasis sobre la actividad del deseo humano y la decisión de la persona
individual. Al contrario el evangélico ve todo en términos de regeneración, en la acción de Dios y
dice “yo soy lo que soy por la gracia de Dios”; está maravillado de él mismo, ésta es una
característica evangélica, pero permítame añadir algo más a esto, el evangélico, por esta razón, no
está simplemente interesado en la necesidad de vida y poder y enfatiza todo lo dicho anteriormente
con todo su ser, lo que lleva al tema del pietismo.
Al presente, el pietismo casi se ha vuelto un término peyorativo y de abuso, estoy muy cansado
de los evangélicos que atacan al pietismo y sostengo que la conducta del verdadero evangélico es ser
siempre piadoso y esto es, lo que le diferencia de la muerte ortodoxa. Me referí antes a los orígenes
de los pietistas en el continente de Europa. Arndt, Spener y Francke y la gente que siguió a este
movimiento pietista, surgieron como protesta porque, desafortunadamente, dentro los siguientes
100 años de la Reforma Protestante, ambos los luteranos y la gente Reformada han formalizado en
la muerte ortodoxa. La misma recuperación ocurrió en Inglaterra bajo un hombre llamado William
Perkins, el mismo Calvino fue conocido y descrito como un teólogo del Espíritu y eso es correcto. En
verdad, para los evangélicos como se encontraron entre los puritanos y un hombre como Jonathan
Edwards en América, el elemento pietista fue muy importante en su enseñanza y siempre lo será. El
evangélico no es simplemente un hombre ortodoxo. Puede conocer hombres completamente
ortodoxos pero que están muertos y realmente no siente que puede encontrar ningún
compañerismo con ellos; su religión es toda intelectual, ahora bien esto no es la fe evangélica.
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

El evangélico tiene una verdadera y correcta creencia bíblica, y ese es el gran énfasis sobre su
vida, así que en un círculo evangélico siempre encontrará que existe un gran énfasis en el estudio
de la Biblia, personal y corporal, esta gran atención es prestada a exposiciones de la Escritura y para
orar. La oración es vital en la vida de un evangélico.
Aun estando en conexión con el movimiento IFES, he conocido hombres de ciertos países que han
sido absoluta y totalmente ortodoxos, sin embargo, las iglesias a las cuales pertenecían no sólo que
no tenían reuniones de oración, sino que no creían en éstas. Usted no podría desear algo mejor
desde el punto de vista de la ortodoxia pero ellos no creen en las reuniones de oración, la oración
misma tiene muy poco espacio en sus vidas mientras ellos puedan ser ortodoxos, ahora bien,
termino indicando que ellos no son verdaderamente evangélicos. Este elemento de oración es
esencial para los evangélicos; es su vida, es vital para ellos. Encontrará que los evangélicos casi
invariablemente han formado sociedades religiosas para leer la Biblia, discutir juntos, para orar y
para compartir entre ellos sus experiencias. ¿Conocía que estas cosas se practicaban en el pietismo,
en el Continente y entre los puritanos de Inglaterra y que las han tenido en los cursos de reunión de
los metodistas y en las sociedades que han aparecido en el siglo XVIII? Esta es la gran característica
de la fe evangélica y no sólo eso. Los evangélicos prestan gran atención a la forma en la cual vive la
gente, son estrictos en su comportamiento. Esto suele ser una de las más prominentes características
de la fe evangélica.
Recuerdo que en mis primeros contactos con el movimiento estudiantil, la gente de SCM y otros
solían describir a aquellos que pertenecían a las uniones evangélicas, y a los evangélicos en general
con estos términos: ¡Ah, son gente que no va al cine, no beben, ni fuman!. No creo que ahora ellos
digan lo mismo, hubo un gran cambio pero yo no soy de los que creen que hay mucho que decir de
la antigua posición.
El evangélico es cuidadoso de su vida, cuidadoso de mantener un buen trabajo, vive una vida
intachable, no es un impedimento o un obstáculo para un hermano débil. La gran ética y el énfasis
en la santidad del Nuevo Testamento son algo a lo cual los verdaderos evangélicos siempre han dado
importancia. Los llamaron puritanos por esta razón; fueron llamados metodistas porque eran
metódicos y cuidadosos. Ellos no solamente se contentaban con una creencia intelectual. No, su
vida entera ha tenido que ser gobernada por su doctrina. “Y todo aquel que tiene esta esperanza, en
él se purifica así mismo, así como él es puro” (1ª Juan 3:3). El énfasis de la santidad en la vida
personal y en la vida de la iglesia es una gran característica de los evangélicos.
Aún otra característica, es el interés de los evangélicos en el avivamiento, las únicas personas que
siempre han estado interesadas en el avivamiento son los evangélicos, y una buena manera de
testificar la calidad de la fe evangélica en un hombre es su interés en el avivamiento. Las personas
institucionales no hablan con frecuencia del avivamiento, algunas veces hablan de ello pero no lo
creen, están gobernados por la eclesiología y otras cosas. Por otro lado el verdadero evangélico está
siempre anhelando el derramamiento del Espíritu. Y los grandes y verdaderos avivamientos
evangélicos siempre han sido el resultado del derramamiento del Espíritu Santo. El evangélico por
naturaleza está tremendamente interesado en el avivamiento.
Por esta razón el evangélico siempre da primacía a la prédica, cuando las personas dejan de estar
interesadas en las prédicas, dejan de ser evangélicas. Si se pone charlas antes que la predica usted
está empezando a negar qué es evangélico, la iglesia empieza con la prédica. Los avivamientos y las
reformas siempre han sido el resultado de la gran restauración de la prédica. Para los evangélicos
nada se compara a la prédica, incluso el leer es muy secundario a ella. “La verdad se comunica a

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

través de la persona” este es el impacto de un hombre lleno del Espíritu proclamando el mensaje de
Dios.
Mi último punto de vista es que, el evangélico es un hombre que siempre está interesado en el
evangelismo. Hay personas que son ortodoxas pero que no están interesadas en el evangelismo,
hasta tal punto que no son bíblicos. El evangélico es un hombre que, por todo lo que Dios ha hecho
por él, está ansioso de que otros tengan lo mismo que él. No sólo esto, él ve algo de la gloria, la
majestad y la soberanía de Dios; cree en el infierno, el castigo eterno; y está preocupado por
aquellos hombres que están muriendo en oscuridad espiritual, éstos se convierten en carga para
él, y no está satisfecho hasta que ha hecho lo máximo para traerlos al conocimiento de la verdad en
Jesucristo.
Con eso y algo muy precipitado, he tratado de darle un cuadro general del carácter de una
persona evangélica, en la próxima disertación espero considerar lo que él cree con mayor detalle.

Oremos.
¡Oh! Señor nuestro Dios nuevamente venimos a ti y estamos cada vez más maravillados, ¡Oh! Señor
porque tú siempre nos has considerado y confiado estas cosas. Dios ten misericordia sobre nosotros.
Humildemente oramos para que nos consideres y nos hables a través de tu Palabra. Envía tu Espíritu
sobre ella y sobre nosotros. Danos, ¡Oh! Señor interés en la vida. Despiértanos, ¡Oh! Señor del peligro
de la hora en que vivimos y de los peligros de esta situación moderna. Señor mantennos humildes,
cuídanos del espíritu hipócrita, pero permítenos una simple mirada a tu gloria y a tu alabanza, y
después interesarnos y preocuparnos por las almas de los hombres y mujeres. Continúa ¡Oh! Señor
entre nosotros este día con tu bendición y en tu gracia. Te pedimos en el nombre de Jesucristo nuestro
Señor. Amén.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

PARTE III:
Aspectos Esenciales y No-Esenciales para El Evangélico
He estado argumentando que la gran llamada que llega a nosotros al presente es que debemos
luchar intensamente por la fe, o si usted prefiere en las palabras del apóstol Pablo, debemos estar
“firmes en un mismo espíritu combatiendo unánimes por la fe del evangelio” (Filipenses 1:27)
Hemos considerado las razones porque, obligados a ciertas tendencias que han surgido y a ciertas
declaraciones que han sido hechas, se ha vuelto esencial para nosotros una vez más definir
exactamente qué entendemos por el término evangélico. Lo que podríamos haber asumido diez
años atrás no podemos asumirlo más, cambios sutiles se están llevando a cabo como describí en la
primera disertación, y esto nos obliga a preguntar nuevamente, ¿qué es un evangélico?
Ayer adoptamos una opinión general de lo que es una persona evangélica y agregué la gran
importancia y su significado a la opinión general. Toda la manera de pensar de un hombre y su
punto de vista algunas veces nos dice a nosotros tanto sobre él como lo que no dice en detalle, a
veces verdaderamente nos dice mucho.
Ahora podemos proseguir con un detalle más grande y preguntar qué es en particular lo que
nosotros consideramos como un evangélico y qué es lo que un evangélico debe creer. Obviamente,
como los siglos han demostrado claramente, esto no es un asunto fácil pero debemos intentarlo.
Nuestro interés fundamental, le recordaré una vez más, no debe ser exclusivo debemos ser tan
inclusivos como podamos y aún formular líneas que consideremos que sean esenciales.
Puede ser tomada como concesión, con lo que todos estamos de acuerdo y es que debemos
suscribir una base doctrinal tal como la que se encontró en la constitución del IFES. Cuando esta
base se redactó el objetivo era declarar cosas que considerábamos y aún consideramos esenciales y
vitales. Sin embargo, no se puede leer esta base doctrinal, sin advertir que hay muchas doctrinas en
conexión con la fe cristiana que no son mencionadas de modo alguno, estas omisiones aumentan el
problema el cual debemos considerar.
1. Fundamentos y Verdades Secundarias
Claramente, consideramos algunas verdades como esenciales; hay otras que en tanto decimos
que son muy importantes pero no las estableceríamos como esenciales. Por lo tanto, lo que tenemos
que hacer es formular una distinción básica entre las verdades y las doctrinas en las cuales
insistimos que son esenciales o fundamentales y otras concernientes, las cuales podrían ser una
legítima diferencia de opinión.
Empezaré con aquellas verdades que consideramos como esenciales; pero mi énfasis total y es el
caso que estoy tratando de presentarles, que no podemos tomar por más tiempo estas declaraciones
como son. Tenemos que elaborarlas y definirlas en gran detalle, y debemos hacer esto por los
recientes cambios y porque estamos confrontados por un fenómeno de personas suscribiéndose a
una base de fe que llaman ellos reservaciones mentales. Por esta razón, tenemos derecho a hacer
ciertas preguntas a las personas, o como usted quiera, estamos con derecho y obligados a definir
nuestras declaraciones de alguna manera en gran detalle.
Lo que haré es asumir estas doctrinas básicas que están establecidas aquí en estas bases, con las
cuales estoy de acuerdo. Todos ustedes están familiarizados con éstas pero voy a sacar verdades más
particularmente a la luz de la presente situación. Al hacer esto simplemente estoy tratando de
mostrar lo que se ha hecho por nuestros antecesores.
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Tome cualquier confesión de fe que ha sido alguna vez definida en el pasado y siempre
encontrará que además de hacer declaraciones de la verdad y como verdaderos cristianos las han
creído, han ido más allá de ello, han defendido estas verdades a la luz de ciertos problemas y
circunstancias obtenidas en ese tiempo, en su día y generación.
Por ejemplo, es obvio que en la Confesión de Augsburgo y en varias confesiones originales
Protestantes, los autores deliberadamente estaban exponiendo su creencia positiva a la luz de
erróneas creencias Católico Romanas. Encontrar la verdad siempre es necesario, si tomamos los
antiguos credos, por ejemplo el Credo de Atanasio y otros, éstos obviamente fueron escritos y
elaborados no solamente para hacer declaraciones positivas de la fe, sino para contrarrestar ciertas
herejías que surgieron en ese tiempo, como la herejía arriana y otras.
Ahora sugiero que nosotros tenemos que hacer lo mismo, es decir, encontrar la verdad. Por esta
razón he estado sosteniendo que no debemos simplemente adoptar servilmente, suscribirnos, y
continuar defendiendo las confesiones y los credos que han venido a nosotros. Debemos ir más allá
y mostrar la relevancia de estas declaraciones a nuestro día y generación.
2. Justificando a una Vital Distinción
Ahora voy a hacer esto, y también tengo que hacer una segunda cosa, es decir, justificar esta
distinción entre doctrinas que son esenciales, en las cuales debemos insistir, y otras doctrinas en
tanto las consideramos verdaderas, no las describimos como siendo esenciales y diferenciales entre
ellas. Se puede ver por qué la necesidad de estos surgimientos, en el momento que usted establece
las verdades básicas y esenciales, se aparta fuera de la gente que es heterodoxa o de quienes
virtualmente no son creyentes absolutos, el momento que hace esto, usted está confrontado por
problemas más adelante, habiéndose separado de los incrédulos o de falsos profesores de la fe
cristiana, está confrontado por el problema de mantener la unidad entre ustedes. Como he tratado
de demostrar, cuando la gente toma la doctrina seriamente desarrolla una tendencia. Tal vez la
tendencia sin tomarla muy seriamente pero al convertirse en muy particular y rígida demandan
demasiado y ponen en categoría de esencial lo que debe ser considerado más bien como no esencial.
Tenemos que ser cuidadosos de no caer en ese error, si bien debemos elaborar el significado de
verdades esenciales aun cuando esto causaría división, es también correcto que debamos establecer
esta distinción entre cosas que son esenciales y cosas que no son esenciales. Si los evangélicos no
hacemos esto seremos atomizados y divididos de tal manera que, cesaríamos de contar y de llevar
un testimonio corporativo, en este mundo moderno tan necesitado.
Lo que voy a mostrar es una distinción que estoy haciendo entre asuntos esenciales y no
esenciales. Permítame decirlo con las palabras de Calvino en sus Institutos, Libro 4, Capítulo I,
Sección 12 donde pone claramente:
“No todos los artículos de la verdadera doctrina son de la misma clase. Algunos
son tan necesarios de saber que deberían ser ciertos e incuestionables por todos los
hombres como los propios principios de la religión. Estos son: Dios es uno; Cristo es
Dios y el Hijo de Dios; nuestra salvación descansa en la misericordia de Dios. Entre
las iglesias hay otros artículos de doctrina disputadas las cuales, sin embargo, no
rompen la unidad de la fe. Supongamos que una iglesia cree –corto de contienda
desenfrenada obstinada y porfiada– que las almas que dejan su cuerpo van al cielo; si
bien otro audaz para definir el lugar, está convencido, a pesar de todo, de que viven
para el Señor. ¿Qué iglesias estarían en desacuerdo con este punto? Aquí están las
palabras del apóstol: “Así que todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios” (Filipenses 3:15). Esto no indica
suficientemente que la diferencia de opinión sobre estos asuntos no esenciales, de
ninguna manera, debería ser la base de cisma entre cristianos. Primero y ante todo
deberíamos estar de acuerdo con todos los puntos, pero como todos los hombres, de
alguna manera, están enceguecidos por la ignorancia, tampoco no debemos dejar la
no continuación de la iglesia o debemos permitir el engaño en esas causas que
pueden ser desconocidas sin dañar al conjunto de la religión y sin la imposibilidad de
ser salvo.
Pero aquí no soportaría siquiera un error insignificante, con el pensamiento de
fomentar la adulación y la confabulación. Pero yo digo no debemos abandonar
descuidadamente la iglesia por cualquier discordia. Porque en ella sola, permanece
a salvo e incorrupta esa doctrina en la cual la devoción se halla firme y el uso de los
sacramentos ordenados por Dios son guardados”
Pienso que ésta es una declaración perfecta de la posición, la cual estoy tratando de poner delante
de usted. De esta manera, con esta introducción teniendo en cuenta el peligro de ir al extremo
error de relajación, soltura, indiferencia, por un lado, sobre-rigidez y demasiada particularidad, por
el otro, procedamos con esta tarea.
Lo primero que estoy ansioso de hacer, es realizar algunos comentarios de estos aspectos de los
cuales convenimos que son esenciales. Tenemos que elaborar algo sobre lo que mostramos aquí en
bases de fe. Verdaderamente, me aventuro a sugerir que podríamos todavía añadir algo que ayude
a aclarar la actual situación.
3. La Necesidad de Oposición a la Indiferencia Doctrinal
A la luz de la posición en la cual nos encontramos sugiero que sería una buena cosa para
nosotros afirmar plena y claramente que somos anti-ecuménicos. ¿Por qué empiezo con una
afirmación negativa como ésta? Porque hoy día tenemos que asegurar y defender la posición que la
doctrina es realmente vital y esencial. El movimiento ecuménico, aunque presentando una alabanza
falsa a una mínima cantidad de afirmaciones de credo, está basado simplemente en la indiferencia
doctrinal. Creo que éste es un acuerdo general, no se puede tener un movimiento ecuménico de la
clase contemporánea sin tal indiferencia. Aún si los ecumenistas trataran de sostener que tienen
una suscripción general a una creencia en Jesucristo como Dios y Salvador de acuerdo al
testimonio de las Escrituras, no podemos considerar esto como suficiente, porque niegan probar la
suscripción entre ellos mismos. En otras palabras, niegan cualquier elemento de disciplina, y esto,
me parece inmediatamente algo que proclama indiferencia. No hay intención de tener una prueba
de credo a no ser que se insista y se pruebe la suscripción de la gente a ello. No podemos admitir
esta categoría de “reservación mental”, en verdad no estamos obligados a decir esto por el hecho
notorio que hay hombres en el movimiento ecuménico quienes, en sus propios libros, artículos y
aclaraciones, muestran claramente que ellos niegan lo que nosotros consideraríamos como asuntos
esenciales de la fe Cristiana.
Hay hombres prominentes en este movimiento de los cuales dudamos que siquiera sean teístas,
esto no es solo un dicho sobre ellos, sino es lo que ellos mismos dicen en sus libros y todos nosotros
estamos familiarizados con estos hechos.


Calvino: Institutos la Religión Cristiana, trans. F.L. Battles, ed. J.T. McNeill, vol. 2, SCM Press, 1961, pp. 1025-26.
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Por lo tanto, empezamos sosteniendo la importancia vital de la doctrina y estando claros con
relación a ésta y a nuestra creencia, es entonces cuando no tenemos asociación con aquellos que no
insisten sobre la centralización de la doctrina. Sin embargo, de parecer un punto negativo desde el
principio, es finalmente uno muy positivo. Claramente, no tenemos nada en común con la gente
que no insiste de esta forma sobre las afirmaciones claras de la doctrina y la verdad.
Habiendo dicho esto, vamos a tratar con algunas de las particularidades que están mencionadas
en nuestras bases de acuerdo, referentes a la fe. Tengo que hacer comentarios específicos sobre
alguno de ellos.
4. La Escritura, la Única y Completa Autoridad
La primera es la doctrina de la Escritura, las bases de fe dicen: “Creemos en la divina inspiración
y la completa integridad de la santa Escritura como originalmente dada, y su suprema autoridad en
todas las cosas de fe y conducta”. Mantengo que no es suficiente decir eso solamente; tenemos que
ir más allá. Hay gente quien sostiene estar de acuerdo con esta doctrina, quienes, yo insinuaría, en
algunas de sus declaraciones levantan muy serias dudas como si realmente, sí aceptaran esto.
Así que tenemos que decir algunas cosas específicas como que la Escritura es nuestra única
autoridad, no sólo la “suprema” autoridad, sino nuestra única y sola autoridad, digo esto para
enfatizar que nosotros no aceptamos la “tradición” como autoridad en ningún sentido de ese
término. Rechazamos la enseñanza Católica Romana relacionada con la tradición que es, como se
sabe, que la “tradición” es igual en autoridad con las Escrituras. Los Católicos Romanos no niegan
la autoridad de las Escrituras, pero dan a la “tradición”, es decir, la tradición elaborada dentro y por
su “iglesia”, igual autoridad a las Escrituras. Y en esa tradición ellos sostendrían haber recibido
revelación subsiguiente al final del canon del Nuevo Testamento.
Rechazamos esto, así como rechazamos también otra opinión de la tradición que es más sutil y
mucho más peligrosa, lo cual uno observa con gran pesadumbre, ha estado furtivamente en las
mentes de algunas personas evangélicas en estos últimos años. ¿Cuál es esta otra idea de tradición?
Ha sido el punto de vista, primero elaborado por John Henry Newman en el último siglo.
Newman escribió un libro que trataba del desarrollo de la doctrina en la iglesia, y lo puso de esta
manera: no debemos decir que la iglesia ha recibido nueva revelación, sino que la iglesia a través de
su experiencia y comprensión, con el pasar de los siglos, ha sido capaz de descubrir que estaba
antes, implícita en las Escrituras y que ha sido capaz de prolongarla. Esta es la nueva y más sutil
forma en la cual la idea de tradición está siendo introducida y considerada con gran prominencia.
Esta es la forma por la cual los hombres pueden justificar ciertas prácticas del Episcopalismo y
otros, y todavía afirmar que son guiados por la Escritura. Dicen que es correcto y verdad decir que
el episcopalismo no es en la actualidad enseñada como tal en la Escritura, pero está allí
“implícitamente” y que la mente y la experiencia de la iglesia han sido dirigidas por el Espíritu
Santo para prolongarla, descubrirla y explicarla en su significado. De esta manera, se introdujo la
tradición, tal vez no como una autoridad igual pero como una muy importante, una que justifica
otras creencias y ciertas prácticas. Sugiero que debemos enfatizar que la Escritura es nuestra única
autoridad y que con respecto a la autoridad de la tradición no podemos dar ningún lugar en
ningún aspecto y forma.


Episcopalismo = Sistema o doctrina de los canonistas favorables a la potestad episcopal y adversarios de la supremacía
pontificia. (Nota del corrector)
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Ciertamente, los evangélicos dicen que podemos aprender de las exposiciones de la Escritura por
los “padres o patriarcas” de la iglesia a través de los siglos, pero no consideramos estas fuentes como
autoritarias en ningún sentido o lo que sea.
Además, me parece que debemos explicar más claramente la total noción de Revelación, pero es
difícil hacer esto en una declaración corta. Las bases de fe hablan de “la divina inspiración y la
completa integridad” pero debemos ir más allá de esto, tenemos que aseverar esta categoría de
Revelación, tenemos que excluir la noción de que, los hombres han llegado a la verdad como
resultado de la investigación y el pensamiento, mediante la filosofía. Debemos afirmar que está
completamente determinado que “santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21), como Pablo está recordando constantemente a sus lectores que el
Evangelio no es de su propiedad. “Pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno sino por
revelación de Jesucristo”. (Gálatas 1:12) Además, tenemos que recalcar en una nueva y muy
definida manera la completa noción de Revelación y también de la misma manera la inspiración,
demostrando que por inspiración no queremos decir que estos hombres, fueron inspirados en la
forma que ciertos poetas fueron “inspirados” y por vistazos a la verdad, sino que ellos fueron
controlados por el Espíritu Santo, “producido por” como Pedro escribe en 2ª Pedro 1:21, o como
Pablo lo pone en 2ª a Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”; “Es el aliento de
Dios”, y estas cosas son las que debemos aseverar con particularidad.
De la misma manera tenemos que aseverar que creemos que la Escritura contiene la verdad
proposicional. Esta ha sido con frecuencia la línea de división entre evangélicos y seudo-
evangélicos, he observado durante años que este es uno de los primeros puntos que indica una
salida de una posición evangélica cuando los hombres empiezan a objetar y rechazar la proposición
verdadera, como Karl Barth hizo y como la mayoría de sus seguidores aún lo hacen. Pero
sostenemos que en la Biblia hay proposiciones verdaderas, declaradas en forma de proposición con
relación a Dios, Su existencia y Su carácter y otras causas más. Tenemos que aseverar este elemento
de verdad preposicional.
Asimismo, tenemos que sostener particularmente el elemento sobrenatural en la Escritura. ¿Qué
quiero decir? Bueno, tenemos que enfatizar que creemos en la profecía en el sentido de predecir. El
énfasis hoy es “proclamar”. Admitimos que estamos de acuerdo que la profecía es proclamar pero
sobre y por encima de eso es predecir. Uno de los más profundos argumentos para la única
inspiración de las Escrituras es la verdad de la profecía y su ejecución. Tenemos que enfatizar esta
extraordinaria manifestación de lo sobrenatural.
También tenemos que insistir sobre la creencia de la verdad literal e histórica, de los milagros del
Antiguo y Nuevo Testamento, porque hay gente que dice que aún puede suscribirse a nuestra
afirmación general sobre la inspiración y la autoridad de las Escrituras, pero son quienes cada vez
más están negando la historicidad de muchos de los milagros del Antiguo Testamento y en verdad
están tratando de disculpar dando explicaciones a algunos de los milagros del Nuevo Testamento en
términos de ciencia y filosofía. Debemos sostener la historicidad de estas manifestaciones de lo
sobrenatural.
La próxima cosa que se debe decir bajo este título de Escritura, es que debemos creer la totalidad
de la Biblia, debemos creer en la historia de la Biblia así como está didácticamente enseñada. La
omisión aquí es siempre una indicación de salida de la verdadera posición evangélica, hay muchos
hombres que dicen: “Oh si, creemos en la Biblia y su suprema autoridad en cuestiones de religión,
pero por supuesto no vamos a la Biblia por ciencia; vamos a ella para ayudar a nuestras almas, por
salvación, ayuda e instrucción en el camino para vivir una vida cristiana”. Ellos están diciendo que
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

hay, como si hubiera dos grandes autoridades y dos medios de Revelación: una de ellas es la
Escritura y la otra, la naturaleza. Éstas, dicen son complementarias, son colaterales así que usted va
a las Escrituras por causas relacionadas con su alma pero no va a ella a buscar otras revelaciones de
Dios Mismo en su naturaleza. Para ellos usted va a la ciencia.
Usted está familiarizado con esta opinión, que me parece no sólo es extremadamente peligrosa
pero también tiende a debilitar nuestra posición total. Tenemos que luchar y combatir con esto
muy fuertemente. Hay una cosa sobre la presente tendencia que es totalmente sorprendente y es
que, aquellos que la defienden parece que pensaran que están diciendo algo completamente nuevo;
pero no es así. Es precisamente lo que Ritschl y sus seguidores estaban enseñando hace cien años
“Juicio de hechos” y “„Juicio de valor” como lo llamaban, es sólo el retorno de esto. Así es como los
evangélicos en el último siglo fueron por mal camino, en los años de 1840 y subsecuentemente.
Esto es precisamente como sucedió, su argumento fue que su propósito tan sólo era defender la
verdad del Evangelio contra este aumento de ataques del reino y de la ciencia natural. Y éste era el
método que adoptaron y sostuvieron, que la Biblia está solo relacionada con la verdad “religiosa”.
Todo lo que la ciencia podría describir no afecta a la verdad.
Nuestros amigos que hoy tienen el mismo motivo –admitamos que su motivo es bueno y
verdadero- están haciendo exactamente las mismas cosas. Parece que al hacer esto ellos están en el
mismo camino que los seguidores de Ritschl y otros, y siempre terminan con el mismo resultado,
por ejemplo que el mismo Evangelio está comprometido. Por todo, debemos afirmar que creemos en
la historicidad de los primeros capítulos de Génesis y todas las otras historias bíblicas.
5. Creación, No-Evolución
Aceptamos la enseñanza bíblica con relación a la creación y no basamos nuestra posición sobre
teorías de evolución, no importa la teoría particular que la gente pueda elegir o apoyar. Debemos
afirmar que creemos en la existencia de un primer hombre llamado Adán, y de una primera mujer
llamada Eva. Rechazamos cualquier noción de un hombre pre-Adánico porque es lo contrario a la
enseñanza de las Escrituras.
Ahora bien, alguien preguntará, ¿por qué importa esto? ¿Es esto esencial para la doctrina y
salvación? ¿Está cayendo en un verdadero error de sobre particularización contra la que nos
advierte al principio? Propongo que no, y por estas razones, si decimos que creemos en la Biblia y
que es la Palabra de Dios, eso lo decimos sobre toda la Biblia. Y cuando la Biblia se presenta a
nosotros como historia, debemos aceptarla como historia, podría sostener que los tres primeros
capítulos de Génesis nos son dados como historia. Sabemos que hay cuadros y símbolos en la Biblia
y cuando ésta usa símbolos y parábolas indica que está haciéndolo así pero cuando nos presenta
algo en forma de historia esto requiere que lo aceptemos como historia.
Por lo tanto, debemos sostenernos en los principios, a los cuales me refería anteriormente, de la
integridad y la cercana correlación de cada parte del mensaje bíblico. La Biblia no solamente hace
declaraciones sobre la salvación, es completa y total, le informa sobre el origen del mundo y del
hombre e informa lo que le pasó, cómo cayó y surgió la necesidad de salvación, después cuenta
cómo Dios proporcionó su salvación y cómo Él empieza a revelar eso en partes y porciones. Nada es
tan maravilloso sobre la Biblia como su integridad y su perfecta correlación de todas las partes.
Por lo tanto, estos primeros capítulos de Génesis con su historia forman una parte vital en la
doctrina total de la salvación, por ejemplo el argumento del apóstol Pablo en la epístola a los
Romanos 5:12-21. La totalidad del caso de Pablo está basada en un hombre llamado Adán y su
pecado, y el contraste con el otro hombre, el Señor Jesucristo, y Su gran hecho. Tenemos
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

exactamente la misma situación en Corintios 15; el argumento completo del apóstol se apoya en la
historicidad. Verdaderamente me parece que una de las cosas que tenemos que sostener, estos días
en particular -y debería siempre ser sostenido- es que nuestro evangelio, nuestra fe, no es una
enseñanza; no es una filosofía; es fundamentalmente historia.
Los apóstoles; si recuerda, en el día de Pentecostés fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban del
trabajo maravilloso de Dios. ¡Las obras de salvación son los hechos de Dios! La Biblia es un registro
de las actividades de Dios, la salvación no es una idea, es algo que resulta de las acciones que
tuvieron lugar en un plano concreto de la historia. La historicidad es una causa vital, es la
verdadera clave para el entendimiento de la elaboración del apóstol Pablo y sus doctrinas de
salvación. Además de esto, surge el tema en general de la persona de Nuestro Señor. Jesús
claramente aceptó la historia, se refería a Adán, hablando del matrimonio claramente aceptó la
historicidad de esa parte de la Escritura (Mateo 19:4-5), pero completamente aparte de esto si usted
no acepta esa historia y prefiere creer que el cuerpo del hombre desarrolló como resultado de un
proceso evolutivo, y que Dios entonces tomó una de estas personas con apariencia humana o como
quiera llamarlas, hizo algo por él y lo convirtió en un hombre usted seguirá con esta pregunta de
cómo explicar a Eva, pero la Biblia es muy particular respecto al origen de Eva. Todo el que acepta
en cualquier forma la teoría de la evolución en el desarrollo del hombre completamente desaprueba
y no toma en cuenta la naturaleza, origen y existencia de Eva. De modo que, hay también
dificultades científicas así como muchas y serias dificultades teológicas, sin embargo, hay un
aspecto general en este asunto particular que me parece, en un sentido, incluso más importante.
Estos buenos amigos quienes de esta manera, sienten que son los que están protegiendo el
mensaje cristiano en cuanto a salvación, trazando esta distinción están, haciendo precisamente lo
que la Iglesia Católica Romana hizo en conexión con Copérnico y otros. Recuerda cómo la iglesia
Católica Romana se opuso al descubrimiento de estos hombres, ¿por qué hizo esto? La iglesia
Católica Romana lo hizo porque estaba siendo atada en la enseñanza filosófica griega relacionada
con el mundo natural. Esta enseñanza salió por la pura razón, no como resultado de observación u
otra investigación científica. Los filósofos pensaron a partir de esto y establecieron ciertas
proposiciones absolutas sobre el mundo y el cosmos, de modo que, cuando estos hombres científicos
vinieron y dijeron que ellos habían descubierto esto y aquello, fueron rechazados. ¿Por qué?
Porque la iglesia Católica Romana no estaba tan atada en la enseñanza de la Escritura como en la
enseñanza de Aristóteles y de otros filósofos griegos, así que se encontró a sí misma en dificultades,
negando lo que es verdad y hecho.
Ahora bien, me parece, ésta la verdadera cosa que ciertos evangélicos están tendiendo hacer al
presente, están tratando de modernizar la enseñanza científica, y nada es más peligroso que esto.
Debemos basarnos exclusivamente en las Escrituras, que ha sido siempre y que es especialmente
verdadero hoy. Estamos viviendo en una época de gran cambio científico. La teoría quantum y el
trabajo de Einstein han introducido una revolución en la totalidad del reino científico, por ejemplo
el dogmatismo con el cual los científicos hablaron en el último siglo, sobre “las leyes absolutas de la
naturaleza” pero ya no hablan de esto. Hoy todo esto es indeterminado, los científicos ahora dicen
que, lo que llamamos leyes naturales son simplemente una pequeña sección de la totalidad de la
verdad. Esto es todo lo que hemos descubierto hasta ahora, pero cada vez más están encontrando
que su conocimiento es sumamente limitado.
La ciencia moderna por si sola nos enseña que no somos anti-científicos y que no somos
oscurantistas, sino que, no aceptamos afirmaciones como verdad absoluta por el simple hecho de
que están dichas por ciertos prominentes y grandes científicos. Se sabe que los grandes científicos
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

han hecho afirmaciones muy dogmáticas en el pasado, que a la fecha han probado ser erróneas.
Estaban enseñando con cierta confianza, cien años atrás, que las glándulas y la pituitaria eran
órganos vestigiales, y la gente les creía.
Era porque estas personas aceptaron tales aseveraciones que la fe de muchos evangélicos, fue
estremecida a mediados del último siglo, hoy sabemos que estas aseveraciones son erróneas. Todo
lo que estoy diciendo es que es muy peligroso para nosotros basar nuestra posición o exposición de
la Escritura sobre el pronunciamiento de la ciencia. Estas son variables de constante movimiento. La
indeterminación es la regla de hoy antes que la determinación, de modo que debemos ser humildes
y admitir que no podemos explicarlo todo y que hay ciertas cosas puestas delante de nosotros, las
cuales no podemos contar. Pero sí podemos decir esto: que el Espíritu ha dado testimonio entre
nosotros y nos ha llevado a la verdad de la Escritura, creemos que cualquier cosa que es aseverada
en la Biblia sobre la creación, sobre el cosmos entero es verdad porque Dios ha dicho y a pesar de
que la Escritura parecería conflictiva con ciertos descubrimientos de la ciencia al presente,
exhortamos a la gente ser pacientes, asegurándoles que en el tiempo los científicos descubrirán que
han estado errados en algún punto u otro. Eventualmente llegarán a ver que las declaraciones de la
Escritura son verdaderas. De esta manera, nosotros basamos nuestra posición sólo sobre la Escritura
y esto ha sido siempre la opinión Protestante de la Biblia. Hay dos testimonios de la verdad de la
Escritura en todas sus partes: un testimonio externo del Espíritu en la Palabra; y hay un testimonium
Spiritus internum, el testimonio del Espíritu interno en nosotros, dándonos seguridad que esto es la
Palabra de Dios
Usted ve la importancia de la necesidad de elaborar nuestras declaraciones doctrinales al
presente. Hay algunos que dicen “sí, acepto esto, no he cambiado mi opinión en nuestra base de fe
y en lo que dice sobre las Escrituras”. Pero cuando se les habla en detalle, encontramos que han
salido de esto seriamente, sugiero una forma radical de la verdadera posición del evangélico.
6. La Caída y el Maligno
Continuamos aseverando que debemos subrayar el hecho de la caída histórica del primer hombre
y que pasó en la forma descrita en el tercer capítulo de Génesis, lo podemos comprender o no, ésta
no es la cuestión. El apóstol Pablo en 2ª a los Corintios 11:3 les recordó que “la serpiente engañó a
Eva”, usted no puede juzgar rápido estos hechos, sin involucrar la inspiración de los apóstoles, y sin
cuestionar últimamente la persona de Nuestro Señor. Pronto estará diciendo que Jesús era hijo de
Su propia época, que era ignorante en ciertos aspectos, y además que tenía simplemente el
conocimiento científico de Su propio tiempo y cosas así. Si empieza a dudar y cuestionar Sus
declaraciones, usted no tendrá ninguna autoridad.
No solamente debemos aceptar la historicidad de Génesis 3 y su relato de la caída. Si no puede
aceptar esto como historia, excluirá de su creencia uno de los más maravillosos y confortantes
hechos en conexión con nuestra fe, el proto-evangelio que se encuentra en Génesis 3:15, el cual nos
enseña, la gloriosa promesa, que la semilla de la mujer herirá la cabeza de la serpiente, ésta es la
primera profecía concerniente al nacimiento virginal de Cristo y cómo Él iba a traernos su gran


Vestigiales = Que queda como resto de algo que ya ha perdido su función. (Nota del corrector)

Más adelante en este tema, ver en Documentos complementarios: D.M. Lloyd-Jonse, Autoridad, 1958 (Bandera de la
Creencia en la Verdad)

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

liberación. Es la primera vislumbre de la obra bendita de la cruz, todo completamente declarado en


el relato histórico de Génesis.
De la misma manera, debemos aseverar el hecho de la sangre, por supuesto, no se puede hacer
un relato completo de esto, el tiempo lo prohíbe, pero simplemente recogeré algunas cosas que
debemos enfatizar en una forma particular al presente, las declaraciones generales ya no son
suficientes. Debemos insistir sabiendo qué cree la gente en detalle, además probar sus
declaraciones de que, ellos aceptan la suprema autoridad de las Escrituras y su fiabilidad en todas
estas cuestiones de fe y conducta.
Habiendo abordado nuestra posición sobre la Escritura, nos trasladamos a otras doctrinas ciertas.
Quiero hacer una adición al fundamento de fe, espero que no sorprenda a ninguno de ustedes,
entonces sugiero que debemos hacer una aseveración de que creemos en la existencia del maligno y
sus espíritus. Es sorprendente que no decimos esto, hay mucha gente que realmente no cree en la
existencia del maligno y no creen en los espíritus malos. Hay gente conocida por nosotros
completamente ortodoxa, pero si usted empieza hablándoles de la posesión del diablo y el
exorcismo, se muestran completa y visiblemente admirados y piensan que uno está hablado
tonterías. No creen en la existencia de espíritus o tienden a decir que eso era sólo verdadero en los
tiempos de nuestro Señor, una posición que encuentro sorprendente e inexplicable. Tienen un doble
argumento, dicen que los dones del Espíritu fueron limitados exclusivamente a la época de los
apóstoles y que cesaron con esa época; y dicen que por “complicidad” parecería que el diablo fue
amable y cortés para detener sus actividades también en la época apostólica, así que existe esta
confusión total. Por nuestra parte debemos sostener que es nuestra posición general, que creemos
en el reino sobrenatural y en el conflicto espiritual.
Con referencia a este conflicto el apóstol Pablo escribe: “Porque no tenemos lucha contra sangre
y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12), ahora
preguntémonos ¿con qué frecuencia incluso en círculos evangélicos escuchamos estas
aseveraciones en el presente? ¿No hay una tendencia de nuestra parte de convertirnos en
intelectuales y considerar estas verdades casi como abstractas? Hablamos tan poco sobre “la
conducción o las prohibiciones del Espíritu” o “las maravillosas actividades del Espíritu” como
nuestros padres solían hacerlo, y hasta parece que evitamos toda conversación de las actividades de
los malos espíritus, no obstante estamos viviendo en un mundo en el cual la posesión del demonio
parece que regresara muy rápidamente, hasta la adoración al diablo y otras características terribles
de la vida atea.
En este punto debemos sostener y estar firmes en nuestra fe aunque seremos considerados
ignorantes o tontos. Cualquier hombre que crea en el diablo hoy es considerado casi no inteligente,
sin embargo, si cree en la Biblia tiene que creer en esta horrible persona y su horrible poder. La
Biblia en un sentido, es el registro del conflicto entre las fuerzas de Dios y las fuerzas del diablo y
estamos prevenidos que esto continuará hasta la destrucción final del diablo y todas estas fuerzas.
Entonces, tenemos que seguir aseverando que el hombre está espiritualmente muerto y que es
totalmente incapaz de hacer cualquier bondad espiritual, “muerto sin derecho y en pecados, y no
sólo ligeramente defectuoso”, y no es correcto decir que tiene la capacidad, si solamente se
esfuerza más en llegar a creer en Dios y tener una relación con Él. Debemos aseverar, como las
Escrituras, que el hombre está totalmente muerto, que los avances de la ciencia no hacen ninguna
diferencia o lo que sea al hecho de que todo los hombres son “por naturaleza hijos de ira, lo mismo

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

que los demás” (Efesios, 2:3) “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos 3:23)
7. Un Solo Camino a la Salvación
Cuando llegamos a la doctrina de la redención debemos recalcar en una forma muy especial los
aspectos y elementos sustitucionarios de la redención y los aspectos penal y expiatorio. Estas cosas,
encuentro que son las características más indicadas de la posición del hombre. Un evangélico puede
decir: por supuesto, “yo no soy un teólogo y simplemente acepto y repito las declaraciones de las
Escritura”. Y no quiere reconocer el hecho de que hay un elemento penal en la redención. Él
podría decir: “todo lo que sé es que la obra de Cristo, su sacrificio, me pone en una relación con
Dios donde Él me acepta”. Pienso que esto no es suficiente, él realmente está excluyendo la totalidad
de la enseñanza del Antiguo Testamento con relación al sacrificio más la declaración particular y
explícita en la enseñanza del apóstol Pablo. Así que tenemos que recalcar y enfatizar este elemento
sustitucional.
También debemos aseverar en una forma especial la justificación tan sólo por la fe, es decir,
solamente por la fe. Hay que afirmar que la justificación no sólo es el resultado de la regeneración
ni tampoco depende de nuestra regeneración, aunque esto lo enseñan de los Católicos Romanos, es
decir, que son justificados porque han sido regenerados como resultado del bautismo. Este error
apareció y continúa hoy en una manera muy sutil, pero debemos sostener que Dios “justifica al
impío” (Romanos 4:5), y que eso es una acción completamente forense y un legal pronunciamiento
de parte de Dios y que nosotros no tenemos ninguna parte en esto. Esta es la tradicional enseñanza
evangélica que debemos sostener.
8. La Iglesia: Asuntos Contemporáneos
Cuando llegamos a la doctrina de la iglesia nuevamente debemos hacer declaraciones específicas.
Personalmente sostendría que ningún evangélico puede creer en una iglesia de estado o territorial,
se sabe que estas instituciones se formaron exclusivamente como resultado de ciertos eventos en la
historia y que no hay sospecha de insinuación de ello en el Nuevo Testamento, entonces, la pregunta
que debemos responder ahora es: ¿qué es lo que hace cristiano a cualquier que haya nacido en un
cierto país? ¿Por qué la iglesia debería ser solamente el aspecto espiritual de la vida del Estado?
Sabemos que de todos los elementos de la historia de la iglesia, nada ha producido más confusión
que esta noción de estado o territorio, está totalmente alejado de la enseñanza de la Escritura sobre
la iglesia. Más bien lo que creemos es en la comunión de los santos y que la iglesia consiste o se
constituye de ellos; es una relación de santos.
Por supuesto, en nuestras bases debemos creer y sostener la pureza de la doctrina y los
sacramentos. Por lo tanto debemos creer en la disciplina, no hay propósito en tener una base o una
confesión de fe sino es aplicada. Así que debemos sostener el elemento de disciplina como esencial a
la verdadera vida de la iglesia. Y la que se llame iglesia, que no crea en disciplina, que no la utilice y
aplique, consiguientemente, no es una verdadera iglesia.
Pero hay algunos negativos aquí que deben llegar y no debemos minimizarlos en su importancia.
Debemos rechazar completamente cualquier noción de sucesión apostólica, además rechazar la
discriminación entre clero y laicos porque no se encuentra en el Nuevo Testamento. También
debemos rechazar la noción de que los obispos son esenciales en la vida de la iglesia, ahora quizá se
pregunte: ¿qué tiene que ver esto con la fe evangélica? Le respondo que ciertos evangélicos han
estado comprometiéndose a declaraciones como ésta: “creemos que la autoridad de los obispos es
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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

idéntica a la autoridad de los apóstoles, proviniendo de la autoridad personal del Señor”, dos
escritores evangélicos se han suscrito a esta declaración en los últimos años. Otra declaración que
ha sido dada es que: “el obispo da expresión al mando de Cristo sobre Su iglesia”. ¿Dónde está la
autoridad bíblica para declarar esto? La respuesta es que no hay ninguna. Este es el llamado
“desarrollo de la doctrina”, la iglesia católica romana en su experiencia y sabiduría enseña, que
encontró insinuaciones de esta noción implícita en el Nuevo Testamento y ella la ha perpetuado.
Propongo que nosotros los evangélicos debemos rechazar esto enfáticamente y completamente.
Llegando a los sacramentos, debemos rechazar cualquier insinuación de “sacerdotalismo”.
Nosotros no creemos en sacerdotes o cualquier acción sacerdotal, tampoco creemos que los
sacramentos actúen en sí mismos. El término es: ex opere operato, no creemos esto. Así que
debemos rechazar declaraciones a las cuales, los dos escritores evangélicos arriba mencionados se
suscribieron, es decir, que hay una eficacia inherente en el mismo acto sacramental. ¡Como
evangélicos rechazamos esto!, ¡no hay eficacia inherente en el mismo acto sacramental! El
sacramento no es nada a no ser que haya creencia en la persona que recibe el sacramento. No hay
eficacia inherente en el mismo acto. Nosotros no creemos en la eficacia no calificada del
sacramento.
No llamaría la atención estos aspectos si éstos no fueran errores cometidos por evangélicos. Esta
es una ilustración de los trágicos cambios que han tenido lugar en los últimos diez años, esto está
abriendo nuevamente la puerta al “sacramentalismo y sacerdotalismo”. Así que debemos sostener
fuertemente que nosotros rechazamos cualquier sugerencia de regeneración bautismal, por
ejemplo, esto debe ser totalmente excluido no sólo en la forma Católica Romana sino en toda forma.
Asimismo debemos rechazar cualquier noción de sacrificio en conexión con la Cena del Señor, ¡no
hay repetición del sacrificio en la Cena del Señor! Debemos sostener que lo único que ofrecemos en
el acto sacramental somos nosotros y rechazamos que ofrecemos a cualquier cosa en la Cena del
Señor, salvo a nosotros mismos.
Como veo las cosas, éstas son las adiciones y las elaboraciones que debemos hacer hoy en vista de
la situación en la que nos encontramos. Está presente base de fe como tal, no es suficiente; ni
tampoco otra. Tenemos que plantearnos estas preguntas específicas, tenemos que estar seguros de
que estamos claros sobre estos asuntos particulares.
9. Verdades Secundarias No Esenciales para la Unidad
Esto lleva a mi próximo encabezamiento, he estado tratando hasta ahora con las verdades
esenciales. Todavía queda tratar con lo que he llamado verdades “no esenciales”.
¿Qué queremos decir por no esenciales? Espero que estemos claros con las causas o verdades las
cuales hemos estado tratando, es decir, hemos estado definiendo nuestra posición evangélica. Pero
he dejado sin mencionar muchas otras cosas fuera de nuestras bases, la pregunta es ¿qué de ellos?
Las puse en la categoría de no esenciales, cuando se dice que no son esenciales, no se quiere decir
que no sean importantes. Más bien son muy importantes y deben ser discutidas por gente
evangélica, pero debemos discutirlas entre hermanos. Como dijo Calvino “en estas causas no
debemos dividirnos, más bien tratar de ayudarnos unos a otros”. Reconocemos nuestros límites,
defectos e ignorancia y creemos que la promesa de Pablo en Filipenses 3 nos dará luz incluso en
estos asuntos no esenciales si somos pacientes y si buscamos juntos.
Pero las llamamos no esenciales porque no son fundamentales para la salvación y esto parece ser
la prueba. Otra razón que hay para llamarlas no esenciales es porque no pueden ser probadas de

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

una u otra manera. Con esto no estamos diciendo que las Escrituras son equivocadas pero sí son
causas sobre las cuales las Escrituras no son tan claras que se puede decir esto, “debe” ser creído.
Hay otra razón por llamar a estas cosas no esenciales, algunas veces es por la cuestión de
comprensión o la falta de entendimiento pero debemos recordar siempre que nosotros no somos
salvados por nuestro entendimiento y este es el punto más importante. El peligro como evangélicos,
es caer en la trampa de pensar que somos salvos por nuestro entendimiento; pero no lo somos,
gracias a Dios, somos salvos a pesar de nosotros mismos, a pesar de nuestra ignorancia y de
cualquier cosa que es verdad acerca de nosotros. Algunas veces la diferencia entre la gente
evangélica es completamente debido a la diferencia de entendimiento y voy a dar una ilustración
sobre esto ahora mismo.
Hay también una diferencia entre un entendimiento defectuoso y una negación real de la verdad
por gente capaz. Lo que quiero decir es esto: Puede haber gente cristiana simple, no sobre-dotada de
inteligencia, quien encuentra muy difícil de comprender algunas cosas, pero hay otros hombres
capaces, talentosos y altamente inteligentes, quienes deliberadamente rechazan algunas verdades
que el primer grupo encuentra difícil de aceptar y comprender. Estas dos posiciones son muy
diferentes. Debemos ser pacientes, llenos de comprensión e indulgentes con los primeros, pero
debemos condenar y separarnos del segundo.
Estas son algunas de las razones para delinear una distinción entre esenciales y no esenciales,
entonces permítame mencionar pocas cosas, las cuales pongo en la categoría de no esenciales.
Una no esencial es la creencia en la elección y la predestinación, soy calvinista; creo en la
elección y la predestinación; pero no soñaría poner esta creencia bajo el encabezamiento de
esencial, la pongo bajo el encabezamiento de no esencial. Debe notar que condenaría el
Pelagianismo y diría que esto es una negación de la verdad de la Escritura con relación a la
salvación, el Pelagianismo está fuera de la salvación. Pero estoy pensando en el Arminianismo, en
sus diferentes formas, y por lo tanto, no pongo esto en la categoría de esencial. La razón por la que
no hago esto es porque ésta es una cuestión de entendimiento. Usted no es salvo por su precisa
compresión de cómo esa gran salvación viene a usted, de lo que debe estar claro es que está perdido,
condenado, desesperado e indefenso y que nada podría salvarlo sino la gracia de Dios en Jesucristo
y solo Él crucificado llevando el castigo de nuestros pecados, muriendo y resucitando de la muerte,
ascendiendo, enviando el Espíritu y regeneración. Estos son los esenciales.
Ahora si me pregunta, ¿cómo exactamente llegué a creer en esto? Le respondería que es una
cuestión de la comprensión del mecanismo de la salvación, no del camino de la salvación. Y
mientras sostengo muy definidas y fuertes opiniones sobre el tema, no me separaré del hombre
quien no acepta y cree las doctrinas de la elección y la predestinación, y en tanto Armenio, diga que
todos somos salvos por gracia (los calvinistas están de acuerdo), que Dios llama a todos los hombres
de todas partes para arrepentirse, en tanto estén preparados ambos para estar de acuerdo sobre
estas cosas. Yo digo que no debemos romper nuestra comunión, por esta razón pongo la elección en
la categoría de no esenciales.
Otra causa que podría poner en la misma categoría de no esencial, es la edad del candidato y la
forma de administrarle el rito del bautismo. La razón es que no puede probar la una u otra
posición con pasajes de las Escrituras. He estado leyendo libros sobre este tema durante los últimos
cuarenta y cuatro años y más, y me doy cuenta que ahora conozco menos de este tema de lo que
sabía al principio. Por lo tanto, sostengo esto, y todos lo deberíamos hacer: que creemos en el
bautismo porque está claramente mandado, más aún no debemos dividirnos o separarnos por la

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

edad del candidato o la forma de administración. De la misma manera, no debemos dividirnos sobre
la cuestión de la seguridad de la salvación.
Ni siquiera debemos dividirnos sobre la cuestión de la política de la iglesia, encuentro que es
muy difícil decir esto, sin embargo debo mencionarlo. Debemos estar muy contrarios a esta
tendencia de hoy de insistir sobre los obispos, esto es lo que el movimiento ecuménico está haciendo.
Encontrará en todas partes y en cada país que los obispos son hechos esenciales para la nueva
iglesia. Lo encuentra en el Sur y en el Norte de la India. Esto me lastima y lo rechazo; pero por el
bien de la unidad entre evangélicos aún podría estar preparado de considerar a cualquier precio la
posibilidad de alguna forma de modificación episcopal. Por esta razón la incluyó en la categoría de
no esenciales.
De la misma manera, claramente no debemos dividirnos sobre la cuestión de interpretación
profética: pre, post, a-milenio, etc. Ninguno de ellos puede ser probado, así que no debemos
ponerlos en la categoría de esenciales. Usted tiene sus puntos de vista; manténgalos y discutámoslos
juntos; podemos razonar juntos fuera de las Escrituras; pero si nos dividimos por estas causas,
mantengo que somos culpables de cisma, estaríamos poniendo en la categoría de esencial lo que es
no esencial. Los evangélicos algunas veces han hecho esto, recuerdo a un hombre que me decía
que estaba “dudando” sobre el fallecido Dr. Gresham Machen, y esta la razón: Este era un hombre
prominente en la Asociación Fundamentalista Mundial, en la cual se tenía que creer en el pre-
milenialismo, este hombre estaba dudando de la posición evangélica del Dr. Gresham Machen,
porque éste no creía en el pre-milenialismo.
De la misma manera, hay creencias respecto al modo de santificación que son no esenciales. Hay
teorías rivales sostenidas igualmente por buenos evangélicos las cuales las ponemos en la categoría
de no esenciales. Sostenemos fuertemente nuestro propio punto de vista y creemos que algunas
enseñanzas son erróneas; pero que no son esenciales para la salvación si creemos lo contrario.
Somos salvos, y estos buenos amigos y nosotros mismos llegaremos al cielo a pesar de nuestras
opiniones en la forma particular de la santificación.
Pondría en la misma categoría toda la cuestión del bautismo del Espíritu, del carisma y los dones
espirituales. Hay diferentes opiniones y muy importantes con relación a éstas, pero no me aventuro
de ponerlas en la categoría de esenciales.
Como veo las cosas, a cualquier nivel hay algunos de estos asuntos los cuales debemos recalcar y
enfatizar al presente, tenemos que ser claros y específicos en el establecimiento de la posición
evangélica, pero habiéndolo hecho, debemos ser muy cuidadosos para delinear esta distinción entre
esenciales y no esenciales para que no seamos culpables de cisma y empezar a destrozar el cuerpo
de Cristo.
Permítame cerrar con esta nota. Nuestro objetivo en todo esto, es proteger el evangelio,
mantenerlo claro, estar interesado por la salvación de los hombres y mujeres y la extensión de la
iglesia cristiana. Dejemos que sea éste nuestro motivo, tengamos los ojos puestos en la gloria de
Dios y nuestro Señor Jesucristo, entendamos siempre que somos salvos a pesar de nosotros mismos,
que ninguno de nosotros es perfecto en nuestro entendimiento y cualquier otro aspecto, el no estar
en comunión con aquellos que han nacido de nuevo es ser culpable de cisma, lo cual es pecaminoso,
por lo tanto, tenemos la obligación, como el Apóstol exhortó a los Filipenses, levantarnos en fila
juntos cualquiera que sea el costo, cualquier sufrimiento que podría involucrarse, pero siempre con
la única idea de que Dios esté sobre todo, que Dios esté glorificado y que el nombre de Jesucristo
nuestro Señor esté magnificado entre la gente del mundo.

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D.M. Lloyd-Jones. ¿Qué es un evangélico?

Oremos:

¡Oh! Señor nuestro Dios, venimos a ti nuevamente y vemos que somos infantiles, principiantes,
batallando al filo de este océano de verdad. Señor danos y consérvanos en la sencillez que está en
Cristo. Protégenos de estar envanecidos con el conocimiento y ser arrogantes en el entendimiento.
¡Oh! Señor danos por siempre un espíritu infantil líbranos de falsos enredos e intenciones, y de cada
consideración, salva que tu nombre sea magnificado y hecho gloria, y que a través aún de nuestro
débil conducto muchos puedan ser convencidos de pecado y convertidos, condúcelos a la sangre de
Jesús para que sean miembros del cuerpo de Cristo junto con nosotros. Aquí oramos, danos
sabiduría y circunspección en estos días malos. Guía y dirige a aquellos aquí presentes quienes son
líderes de esta obra en varios países. Señor sabemos que nuestra competencia es tuya y concédeles
saber que a pesar de que ellos puedan algunas veces sentirse solitarios sin que nadie los ayude,
estás con ellos, que siempre sepan que nunca los dejarás ni los abandonarás. Concédenos que
nuestra confianza siempre esté en ti y en el poder de tu fuerza. Bendice a tus siervos mientras
comulgan y meditan en la Junta y planifican la futura obra, en todas las otras reuniones y
actividades de este día. Oramos por toda tu experiencia, tu bendición y tu gracia. Perdónanos por
todas las imperfecciones de nuestro servicio y de cada uno de nuestros pecados. Te pedimos
misericordia no en nuestros méritos sino en el nombre y el mérito de tu querido Hijo nuestro Señor
y Salvador Jesucristo. Amen.

¿QUÉ ES UN EVANGÉLICO?

Después de muchos años de liderazgo en la obra de la Comunidad de Estudiantes Evangelistas Internacional


(I.F.E.S.) el Dr. D. Martín Lloyd-Jones estuvo profundamente interesado con lo que creyó ser un sutil pero real
cambio de compromiso en el evangelio bíblico. Sus tres discursos en la Conferencia de I.F.E.S. La Conferencia
en 1971, llamó su atención sobre esto. En ella indicó las razones de sus dudas, dio una exposición de la
verdadera naturaleza de la fe evangélica y re-enfatizó las piedras del fundamento en las cuales estaban
edificados.
Este discurso permaneció sin publicarse por casi dos décadas. Hoy después de 20 años, mucho de lo que
enfatizó el Dr. Lloyd-Jones se lee como una profecía de la futura dirección que tomarán los evangélicos durante
los años que vienen. Sus comentarios son tan nítidamente relevantes para los años de 1990 como fueron para los
años de 1970. Si las hay, su mensaje es todo lo más urgente.
Este material es extractado de “Conociendo los Tiempos”, una selección de discursos por el Dr. Lloyd-Jones
durante los años 1942-1977 también publicado por la Bandera de la Fe en la Verdad.

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