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■ La resiliencia es la capacidad de
adaptarse a las dificultades. Cuando el
estrés, la adversidad o el trauma
golpean, se puede experimentar ira,
sufrimiento y dolor, pero existe la
capacidad de seguir funcionando tanto
física como psicológicamente. Sin
embargo, la resiliencia no significa
soportar, ser estoico o atravesar la
situación solo. De hecho, ser capaz de
buscar el apoyo de otras personas es
fundamental.
Resiliencia y salud
mental
■ La resiliencia puede proteger de distintas
afecciones de salud mental, como la
depresión y la ansiedad.
■ También ayuda a compensar factores que
aumentan el riesgo de padecer afecciones
de salud mental, como el hostigamiento o
traumas del pasado.
■ Ser resiliente también puede mejorar la
capacidad para sobrellevar cualquier
afección de salud mental .
Formas de construir resiliencia
según la asociación americana de psicólogos
■ Desarrollar vínculos: buenas relaciones con familiares cercanos,
amigos u otras personas de importancia. Aceptar la ayuda y el
apoyo de quienes se preocupan y te escuchan.
■ Evitar ver en las crisis problemas insuperables: no se puede
cambiar el hecho de que eventos estresantes ocurran, pero sí se
puede cambiar cómo interpretar y responder a estos eventos.
■ Aceptar que el cambio es parte de la vida: a veces, ciertas metas
no se podrán alcanzar producto de situaciones adversas.
■ Avanzar hacia la meta: fijarse metas reales, hacer algo
regularmente, aunque sean pequeños pasos, que te ayuden a
moverte hacia los objetivos planteados.
■ Tomar decisiones activas: actuar en situaciones adversas tanto
como se pueda. Es preferible tomar decisiones en vez de
desatender los problemas y desear que desaparezcan.
■ Buscar oportunidades para el autodescubrimiento.
■ Cultivar una mirada positiva sobre uno mismo: desarrollar la
confianza en las propias habilidades para resolver
problemas.
■ Colocar las cosas en perspectiva: incluso en los momentos
más difíciles, considerar las situaciones que estresan en un
contexto más amplio, con una perspectiva a largo plazo.
■ Mantener una mirada positiva: tratar de visualizar lo que se
quiere, en vez de enfrascarse en los miedos.
■ Cuidarse: prestar atención a las propias necesidades y
sentimientos, realizando actividades que se disfruten y
relajen.
■ Tomar medidas adicionales: por ejemplo, algunas personas
escriben sobre sus pensamientos más profundos o sobre lo
que sintieron con relación a alguna situación estresante en
sus vidas, otras encuentran que la meditación y las practicas
espirituales ayudan a construir conexiones y restaurar la
esperanza.