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Santiago, 28 de enero de 2014.

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que doña A. E. N. C., Run xxxxx, domiciliada en xxxxx, Peñalolén, y don C. A. C. F., Run
xxxxx, domiciliado en xxxxx, Peñalolén, solicitan que se declare el divorcio por mutuo acuerdo de
las partes al haber cesado su convivencia por más de un año, sin que la hayan reanudado, de
conformidad a lo dispuesto por el inciso primero del artículo 55 de la Ley N°19.947.

Segundo: Que, en el caso sub-lite, la acción ejercida corresponde a la de divorcio de común


acuerdo y se trata de un matrimonio celebrado el 20 de agosto de 2005, esto es, bajo la vigencia
de la actual Ley de Matrimonio Civil, según se acreditó en autos, conforme al mérito del
correspondiente certificado acompañado al proceso. Para acreditar el cese de la convivencia
conyugal, en este caso de un año, las partes se valieron de prueba documental consistente en
certificado de residencia de las partes, constancia de abandono de hogar efectuada por la cónyuge
ante Carabineros de Chile, con fecha 11 de marzo de 2010, y testimonial, consistente en la
declaración de una testigo, que declaró sobre la efectividad de este hecho y la circunstancia de no
haber mediado reanudación de la vida en común de las partes.

Tercero: Que, al respecto, cabe señalar que, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 28 de la
Ley N°19.968, en procedimientos de materias de familia rige el principio de “libertad de prueba”,
al señalar la referida disposición que: “Todos los hechos que resulten pertinentes para la adecuada
resolución del conflicto familiar sometido al conocimiento del juez podrán ser probados por
cualquier medio producido en conformidad la ley”. En virtud de tal libertad probatoria, el artículo
29 de la citada ley establece que las partes pueden ofrecer los medios de prueba de que
dispongan, pudiendo incluso pedir se lleve a cabo la generación de otros de que tengan
conocimiento y que no dependan de ellas, y se permite al juez para que de oficio pueda ordenar
que se acompañen todos aquellos medios de prueba de que tome conocimiento o que, a su juicio,
resulte necesario producir en atención a la materia de que se trate.

Cuarto: Que si bien la Ley de Matrimonio Civil distingue, para efectos de acreditar el cese de la
convivencia conyugal, entre matrimonios celebrados antes y después a su entrada en vigencia, al
disponer en su artículo 2° transitorio que no regirán para los primeros las limitaciones señaladas
en sus artículos 22 y 25, normas que señalan a partir de cuándo se le asigna fecha cierta a tal
hecho, tal tratamiento del legislador no implica, de modo alguno, una restricción probatoria para
este segundo grupo de matrimonios, en el sentido que la acreditación de tal presupuesto se
reduzca únicamente a los medios de prueba que dichas normas señalan, pues ello atenta contra el
principio de libertad de prueba que rige íntegramente en el caso sub lite.
Quinto: Que, en consecuencia, resultando plenamente acreditado el cese de la convivencia de las
partes -hecho ocurrido en agosto de 2010- y la circunstancia de no haber mediado reanudación de
la vida en común, con el mérito de la prueba rendida, cumpliéndose en la especie con los
presupuestos legales previstos en el inciso primero del artículo 55 de la Ley N°19.947, la demanda
de divorcio por mutuo acuerdo será acogida.

Por estas consideraciones y de conformidad a lo previsto en el artículo 67 de la Ley N°19.968 , se


revoca la sentencia apelada de veinticuatro de abril de dos mil trece, dictada en los autos Rit C-
xxxxx, Ruc xxxxx del Primer Juzgado de Familia de Santiago, que rechazó la demanda y, en su lugar,
se declara que se acoge y, en consecuencia, se declara el divorcio por cese de la convivencia
conyugal por más de un año, del matrimonio celebrado el 20 de agosto de 2005, entre don C. A. C.
F., Run xxxxx, y doña A. E. N. C., Run N° xxxxx, ante el Oficial del Registro Civil de la Circunscripción
d e Peñalolén, inscrito bajo el N°xxxxx del citado año, sin costas; debiendo subinscribirse la
presente sentencia al margen de la referida inscripción matrimonial, en su oportunidad.

Acordada con el voto en contra de la Ministra señora Egnem y del Abogado Integrante señor
Peralta, quienes estuvieron por confirmar la sentencia en alzada, sobre la base de las siguientes
consideraciones:

1°.- Que el ejercicio de la acción de divorcio requiere de un plazo de cese de convivencia entre los
cónyuges, ya se trate de una petición unilateral o de mutuo acuerdo de las partes. En efecto el
artículo 55 de la Ley N°19.947 en su inciso primer dispone que:”el divorcio será decretado por el
juez si ambos cónyuges lo solicitan de común acuerdo y acreditan que ha cesado la convivencia
durante un lapso mayor de un año”. Por su parte el inciso tercero de la disposición citada, referido
al divorcio unilateral establece que: “Habrá lugar también al divorcio cuando se verifique un cese
efectivo de la convivencia conyugal durante el transcurso de, a lo menos, tres años”. El inciso final
dispone: “En todo caso, se entenderá que el cese de la convivencia no se ha producido con
anterioridad a las fechas a que se refieren los artículos 22 y 25, según corresponda”.

2°.- Que la acción ejercida corresponde a la de divorcio de común acuerdo y se trata de un


matrimonio contraído bajo la vigencia de la actual Ley de Matrimonio Civil, por lo que el
presupuesto de cese de la convivencia, ha debido acreditarse de conformidad a lo dispuesto por el
artículo 54 inciso cuarto de la Ley N°19.947, a través de alguna de las formas que establecen los
artículos 22 y 25, de la referida ley, esto es:a) por alguno de los instrumentos mencionados en el
citado artículo 22, es decir, escritura pública, o acta extendida y protocolizada ante notario
público, acta extendida ante un Oficial del Registro Civil o transacción aprobada judicialmente; b)
por la notificación de la demanda de regulación de sus relaciones mutuas, especialmente los
alimentos que se deban y las materias vinculadas al régimen de bienes del matrimonio y, si
hubiere hijos menores, al régimen aplicable a los alimentos, al cuidado personal y a la relación
directa y regular que mantendrá con los hijos aquel de los padres que no los tuviere a su cuidado;
c) cuando no mediando acuerdo ni demanda entre los cónyuges, uno de ellos haya expresado su
voluntad de poner fin a la convivencia a través de cualesquiera de los instrumentos indicados en el
artículo 22 y se haya notificado al otro cónyuge, y d) cuando uno de los cónyuges haya dejado
constancia de su intención de poner fin a la convivencia ante el juzgado correspondiente y ello sea
notificado al otro cónyuge.

3°.- Que, en consecuencia, por disposición expresa del legislador que ha distinguido sobre la
materia, la exigencia de acreditar el cese de convivencia sólo puede cumplirse a través de alguno
de los medios o formas señaladas en el motivo precedente, limitación que no rige para los
matrimonios celebrados antes de la entrada en vigencia de la Ley N°19.947, de conformidad a lo
dispuesto por el artículo 2° transitorio de la misma, sin perjuicio que en todo caso resulta
improcedente la prueba confesional.

4°.- Que no habiéndose acreditado en autos el cese de la convivencia conyugal- a través de los
medios de prueba que la ley contempla, siendo improcedente la documental y testimonial
rendidas, para estos efectos, la demanda en concepto de quienes disienten, no ha podido
prosperar.

Redacción a cargo del Ministro señor Ricardo Blanco Herrera y del voto en contra sus autores.

Regístrese y devuélvase.

N° 5.468-13.

Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señora Rosa
Egnem S., señor Ricardo Blanco H., señora Gloria Ana Chevesich R., el Ministro Suplente señor
Alfredo Pfeiffer R., y el Abogado Integrante señor Ricardo Peralta V. No firma el Ministro Suplente
señor Pfeiffer y el Abogado Integrante señor Peralta, no obstante haber concurrido a la vista y al
acuerdo de la causa, por haber terminado su periodo de suplencia el primero y por estar ausente
el segundo. Santiago, veintiocho de enero de dos mil catorce.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a veintiocho de enero de dos mil catorce, notifiqué en Secretaria por el Estado Diario
la resolución precedente.

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