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Primero: Que doña A. E. N. C., Run xxxxx, domiciliada en xxxxx, Peñalolén, y don C. A. C. F., Run
xxxxx, domiciliado en xxxxx, Peñalolén, solicitan que se declare el divorcio por mutuo acuerdo de
las partes al haber cesado su convivencia por más de un año, sin que la hayan reanudado, de
conformidad a lo dispuesto por el inciso primero del artículo 55 de la Ley N°19.947.
Tercero: Que, al respecto, cabe señalar que, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 28 de la
Ley N°19.968, en procedimientos de materias de familia rige el principio de “libertad de prueba”,
al señalar la referida disposición que: “Todos los hechos que resulten pertinentes para la adecuada
resolución del conflicto familiar sometido al conocimiento del juez podrán ser probados por
cualquier medio producido en conformidad la ley”. En virtud de tal libertad probatoria, el artículo
29 de la citada ley establece que las partes pueden ofrecer los medios de prueba de que
dispongan, pudiendo incluso pedir se lleve a cabo la generación de otros de que tengan
conocimiento y que no dependan de ellas, y se permite al juez para que de oficio pueda ordenar
que se acompañen todos aquellos medios de prueba de que tome conocimiento o que, a su juicio,
resulte necesario producir en atención a la materia de que se trate.
Cuarto: Que si bien la Ley de Matrimonio Civil distingue, para efectos de acreditar el cese de la
convivencia conyugal, entre matrimonios celebrados antes y después a su entrada en vigencia, al
disponer en su artículo 2° transitorio que no regirán para los primeros las limitaciones señaladas
en sus artículos 22 y 25, normas que señalan a partir de cuándo se le asigna fecha cierta a tal
hecho, tal tratamiento del legislador no implica, de modo alguno, una restricción probatoria para
este segundo grupo de matrimonios, en el sentido que la acreditación de tal presupuesto se
reduzca únicamente a los medios de prueba que dichas normas señalan, pues ello atenta contra el
principio de libertad de prueba que rige íntegramente en el caso sub lite.
Quinto: Que, en consecuencia, resultando plenamente acreditado el cese de la convivencia de las
partes -hecho ocurrido en agosto de 2010- y la circunstancia de no haber mediado reanudación de
la vida en común, con el mérito de la prueba rendida, cumpliéndose en la especie con los
presupuestos legales previstos en el inciso primero del artículo 55 de la Ley N°19.947, la demanda
de divorcio por mutuo acuerdo será acogida.
Acordada con el voto en contra de la Ministra señora Egnem y del Abogado Integrante señor
Peralta, quienes estuvieron por confirmar la sentencia en alzada, sobre la base de las siguientes
consideraciones:
1°.- Que el ejercicio de la acción de divorcio requiere de un plazo de cese de convivencia entre los
cónyuges, ya se trate de una petición unilateral o de mutuo acuerdo de las partes. En efecto el
artículo 55 de la Ley N°19.947 en su inciso primer dispone que:”el divorcio será decretado por el
juez si ambos cónyuges lo solicitan de común acuerdo y acreditan que ha cesado la convivencia
durante un lapso mayor de un año”. Por su parte el inciso tercero de la disposición citada, referido
al divorcio unilateral establece que: “Habrá lugar también al divorcio cuando se verifique un cese
efectivo de la convivencia conyugal durante el transcurso de, a lo menos, tres años”. El inciso final
dispone: “En todo caso, se entenderá que el cese de la convivencia no se ha producido con
anterioridad a las fechas a que se refieren los artículos 22 y 25, según corresponda”.
3°.- Que, en consecuencia, por disposición expresa del legislador que ha distinguido sobre la
materia, la exigencia de acreditar el cese de convivencia sólo puede cumplirse a través de alguno
de los medios o formas señaladas en el motivo precedente, limitación que no rige para los
matrimonios celebrados antes de la entrada en vigencia de la Ley N°19.947, de conformidad a lo
dispuesto por el artículo 2° transitorio de la misma, sin perjuicio que en todo caso resulta
improcedente la prueba confesional.
4°.- Que no habiéndose acreditado en autos el cese de la convivencia conyugal- a través de los
medios de prueba que la ley contempla, siendo improcedente la documental y testimonial
rendidas, para estos efectos, la demanda en concepto de quienes disienten, no ha podido
prosperar.
Redacción a cargo del Ministro señor Ricardo Blanco Herrera y del voto en contra sus autores.
Regístrese y devuélvase.
N° 5.468-13.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señora Rosa
Egnem S., señor Ricardo Blanco H., señora Gloria Ana Chevesich R., el Ministro Suplente señor
Alfredo Pfeiffer R., y el Abogado Integrante señor Ricardo Peralta V. No firma el Ministro Suplente
señor Pfeiffer y el Abogado Integrante señor Peralta, no obstante haber concurrido a la vista y al
acuerdo de la causa, por haber terminado su periodo de suplencia el primero y por estar ausente
el segundo. Santiago, veintiocho de enero de dos mil catorce.
En Santiago, a veintiocho de enero de dos mil catorce, notifiqué en Secretaria por el Estado Diario
la resolución precedente.