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Universidad de Mexicali

Catedrático

Dr. EDI HUMBERTO AMARILLAS SANCHEZ

Estudiante

Francisco Leonardo Camarena Bustos

Tema: CLASIFICACION DEL DOLOR

Grupo: 3-B

FARMACOLOGIA TERAPEUTICA

Mexicali, Baja california; a 17 de diciembre del 2020


CLASIFICACION DEL DOLOR

*Dolor crónico clasificación:


-Dolor agudo:

Por lo general, el dolor agudo es intenso, se presenta rápidamente, y dura


relativamente poco tiempo. Con más frecuencia, es un signo de que el cuerpo ha sido
lesionado de alguna forma. Este tipo de dolor desaparece tras reponerse de la lesión.

-Dolor crónico:

Tiene una duración de más de 3 o 6 meses, se prolonga más allá de la curación de la


lesión que lo originó o se asocia a una afección crónica. Tanto la intensidad como la
etiología y el patrón de evolución son muy variables. No tiene una acción protectora y
está especialmente influenciado por los factores psicológicos, ambientales y afectivos.

-Dolor no maligno:

El dolor no maligno también se conoce como dolor no oncológico o dolor benigno; es


un dolor no relacionado con un proceso canceroso. Puede ser agudo o crónico,
nociceptivo o neuropático. A continuación se analizan las características propias del
dolor crónico no maligno.

El dolor crónico no maligno es uno de los grandes retos a los que han de enfrentarse
los médicos responsables de las unidades del dolor. Una de sus principales
consecuencias es un intenso desgaste psíquico del afectado, desgaste que, a su vez,
genera diferentes alteraciones psicológicas. En términos económicos, el coste de este
tipo de dolor es enorme, pero aproximadamente un 70% de pacientes no está
satisfecho con el tratamiento recibido.

El dolor crónico no maligno puede durar meses o años y no está asociado


generalmente a ninguna enfermedad; suele ser de pronóstico impredecible. Es muy
habitual la aparición de ansiedad, depresión y situaciones de ganancia secundaria
(satisfacción porque el dolor genera una atención y dedicación del entorno hacia el
paciente que, de otro modo, no existiría). A diferencia del dolor agudo, este tipo de
dolor tiene un valor biológico bajo, cuando no carece de él.
-Dolor Nociceptivo:
Al igual que el dolor agudo, se considera una respuesta normal del organismo frente a
una lesión, la cual puede tener lugar en órganos densos como el hueso o la piel (dolor
somático), o bien en vísceras huecas (dolor visceral). La transmisión del dolor difiere
según se trate de dolor somático o visceral, de modo que en el primer caso están
implicadas las estructuras del sistema nervioso periférico, mientras que en el segundo,
las estructuras involucradas son las del sistema nervioso autónomo. Estímulos de tipo
térmico, químico, barométrico o mecánico provocan dolor somático, un dolor de tipo
superficial y localizado, descrito como un dolor lancinante, generador de una escasa
reacción vegetativa. Por el contrario, isquemia o hipoxia, inflamación y distensión se
asocian a dolor visceral, un dolor profundo, interno y mal localizado, acompañado de
una intensa reacción vegetativa, a la que se suma un marcado componente emocional.

Dolor somático cutáneo o superficial:

Este se enfoca en la piel y las mucosas, así como heridas, quemaduras de primer
grado este dolor tiende hacer inicialmente agudo y después asintomático.

Dolor somático profundo:

El dolor profundo o visceral es el ocasionado por la activación de nociceptores por


infiltración, distensión, tracción o isquemia de una víscera hueca. Es un dolor mal
localizado, profundo, opresivo, no continuo. Se suele acompañar de manifestaciones
vegetativas, náuseas, vómitos, sudoración, taquicardia, hipertensión- y puede haber
dolor referido. Son ejemplos el dolor por carcinoma pancreático o el de la obstrucción
intestinal

Dolor visceral:

El dolor visceral se origina en las vísceras u órganos del organismo. Por ejemplo, el
dolor abdominal o el dolor torácico. Se caracteriza por ser un dolor sordo difícil de
localizar y que frecuentemente está acompañado por reacciones del sistema nervioso
autónomo. El dolor visceral puede radiar hasta las correspondientes zonas de la piel.

Dolor de proyección:

El dolor de proyección se origina generalmente por la irritación de las estructuras


ganglionares y/o radiculares posteriores, manifestándose con amplia hipoestesia y
parestesias varias. En él el dolor se manifiesta lejos del punto de lesión, de ahí el
nombre de proyectado. Los ejemplos más típicos de este tipo de dolor son la neuralgia
radicular, la neuritis espinal o el provocado por molestias invertebrales o por hernia
discal.
Dolor referido:

Es un dolor de tipo visceral que se percibe en una parte externa en correspondencia


con el órgano interno estimulado. Se caracteriza por hiperestesia, hiperalgesia cutánea
y/o muscular, e incluso dolor muscular a la palpación superficial. Es el caso del dolor
producido por los cólicos biliares, la angina de pecho o las colecistitis

Dolor neuropático:
Es un dolor crónico y continuo, causado por una disfunción del sistema nervioso, ya
sea éste el sistema nervioso central o el sistema nervioso periférico. Este tipo de dolor
aparece de forma retardada respecto a la causa que lo generó, siendo habitual su
persistencia tras la desaparición del factor que lo desencadenó. Suele manifestarse
como un dolor lancinante, en forma de descargas eléctricas, urente o quemante, o bien
como un dolor disestésico acompañado de hormigueo. Habitualmente es un dolor
grave y debilitante. Este tipo de dolor es propio de pacientes cuya sensibilidad dolorosa
está alterada, ya sea por alodinia o por hiperalgesia. Su etiología incluye enfermedades
metabólicas, infecciones, fármacos y tóxicos, principalmente.

Dolor evocado:
El dolor evocado se clasifica por los estímulos que lo provocan siendo los más
comunes los mecánicos térmicos y químicos. El dolor evocado es generalmente
limitado en el tiempo; sin embargo, en algunas ocasiones se mantiene y puede persistir
incluso días.

Dolor central:
Sensación disestésica de intensidad variable, de carácter quemante y continuo, referida
generalmente a estructuras superficiales, con hiperrespuesta a estímulos cutáneos
mínimos, acompañado de hemiplejía leve, hemianestesia superficial persistente,
hiperestesia y hemiataxia mínima, capaz de exacerbarse con el estrés y la fatiga. Es de
origen vascular en el sistema nervioso central y habitualmente se localiza sobre el
tálamo.
Dolor psicógeno:
Se hace referencia a aquellos tipos de dolor de naturaleza psicosomática o psíquica.
Son dolores reales localizados, generalmente, en el abdomen, cabeza o genitales. El
paciente no finge su dolor, como podría pensarse, sino que realmente lo vivencia como
si estuviese provocado por algún tipo de lesión física. A veces se da en presencia de
un pequeño daño hístico que el paciente exagera. La intensidad del dolor es
directamente proporcional al estado anímico del paciente. Szaz otorga a este tipo de
dolor una triple función: señal intensa de alerta, señal comunicativa (petición de ayuda)
y señal de angustia. Es bastante frecuente en cuadros psicopatológicos como la
neurosis obsesiva o la depresión endógena.

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