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AAB4_T4_Los grupos en las organizaciones _Entregable_LICO

-Las relaciones sociales pasan por varias etapas fundamentales que influyen en su desarrollo y mantenimiento.
Estas etapas pueden resumirse de la siguiente manera:

Contacto Inicial:
Es la primera interacción entre individuos.
Puede ser casual o planificada.
Se establece una percepción inicial basada en impresiones y observaciones.

Familiarización:
Los individuos comienzan a conocerse mejor.
Se exploran intereses y valores compartidos.
Se profundiza en la comprensión mutua.

Atracción:
Surge un interés más profundo en la otra persona.
Se desarrollan sentimientos de simpatía, afinidad o atracción romántica.
Se busca pasar más tiempo juntos y se construye una conexión emocional.

Intimidad:
Se comparten aspectos más personales y privados.
Se desarrolla un sentido de confianza y seguridad mutua.
Se establecen lazos emocionales más fuertes.

Establecimiento de Relaciones:
Se formaliza la relación, ya sea como amistad, pareja romántica o de otro tipo.
Se establecen roles y expectativas dentro de la relación.
Se trabajan en resolver conflictos y mantener la armonía.

Mantenimiento:
Se realizan esfuerzos continuos para mantener y fortalecer la relación.
Se nutre la comunicación y se resuelven los problemas de manera constructiva.
Se adaptan a cambios y desafíos juntos.

Terminación o Renovación:
La relación puede llegar a su fin debido a diversos factores, como cambios de vida, conflictos irreconciliables o pérdida de interés.
En algunos casos, las relaciones pueden renovarse o transformarse para adaptarse a nuevas circunstancias o necesidades.
Estas etapas proporcionan un marco general para comprender cómo se forman y desarrollan las relaciones sociales, aunque es
importante tener en cuenta que cada relación es única y puede experimentar variaciones en este proceso.

-El proceso de construcción de relaciones sociales es un ciclo continuo que implica varias etapas clave:

Contacto Inicial:

Las personas se encuentran por primera vez, ya sea de manera casual o planificada.
Se establece una primera impresión basada en la percepción y la observación inicial.
Familiarización:

Los individuos comienzan a conocerse mejor, compartiendo intereses y experiencias.


Se exploran aspectos superficiales de la personalidad y los intereses comunes.
Atracción:

Surge un interés mutuo más profundo, ya sea amistoso o romántico.


Se desarrollan sentimientos de simpatía, afinidad y conexión emocional.
Intimidad:

Se comparten aspectos más personales y privados de la vida.


Se establece confianza y seguridad emocional en la relación.
Establecimiento de Relaciones:

La relación se formaliza, definiendo roles y expectativas mutuas.


Se consolidan los lazos emocionales y se establecen compromisos.
Mantenimiento:

Se realizan esfuerzos continuos para fortalecer la relación.


Se practica la comunicación efectiva y se resuelven los conflictos de manera constructiva.
Terminación o Renovación:

La relación puede llegar a su fin debido a diversos factores, como cambios de vida o conflictos irreconciliables.
En algunos casos, las relaciones pueden renovarse para adaptarse a nuevas circunstancias.
Este proceso es dinámico y puede repetirse a lo largo de la vida, ya que las personas entablan nuevas relaciones y mantienen las
existentes. La comprensión de estas etapas ayuda a gestionar y fortalecer las relaciones sociales de manera efectiva.

-La inteligencia interpersonal se refiere a la capacidad de comprender, interactuar y relacionarse eficazmente con otras personas.
Incluye varias habilidades clave:

Empatía:

La capacidad de comprender y sentir las emociones y perspectivas de los demás.


Permite establecer conexiones emocionales y responder de manera comprensiva a las necesidades de los demás.
Comunicación efectiva:

La habilidad para expresar ideas de manera clara y comprensible.


Incluye escuchar activamente, hacer preguntas pertinentes y transmitir mensajes de manera asertiva.
Habilidades sociales:

Incluyen la capacidad de interactuar armoniosamente con diferentes personas en diversas situaciones sociales.
Esto implica habilidades como la diplomacia, la negociación, la resolución de conflictos y la cooperación.
Liderazgo:

La capacidad de influir en los demás para lograr objetivos comunes.


Involucra habilidades como la motivación, la inspiración, la delegación de tareas y la toma de decisiones colaborativa.
Inteligencia emocional:

La capacidad de reconocer, comprender y regular las propias emociones, así como las emociones de los demás.
Permite gestionar el estrés, mantener relaciones saludables y tomar decisiones conscientes basadas en la empatía y la
comprensión emocional.
Perspicacia interpersonal:

La habilidad para percibir y comprender los motivos y sentimientos de los demás.


Facilita la lectura de las situaciones sociales, la anticipación de las reacciones de los demás y la adaptación del comportamiento
en consecuencia.
Estas capacidades son fundamentales para el éxito en las interacciones sociales y profesionales. La inteligencia interpersonal no
solo contribuye al bienestar personal, sino que también es crucial para el liderazgo efectivo, la colaboración en equipo y la
construcción de relaciones sólidas.

-Argyle y Henderson propusieron un modelo para analizar las relaciones sociales que incluye cuatro categorías principales:

Frecuencia: Se refiere a la cantidad de interacciones que ocurren entre individuos dentro de una relación.
Esto incluye la regularidad y la cantidad de tiempo que pasan juntos.

Duración: Hace referencia al tiempo que una relación ha existido desde su inicio hasta el presente. Las relaciones pueden ser de
corta o larga duración, lo que influye en su profundidad y significado.

Intensidad: Se refiere al grado de intimidad emocional y cercanía en una relación. Esto implica la profundidad de los sentimientos
compartidos, la confianza mutua y la cantidad de apoyo emocional proporcionado.

Valencia: Es la medida en que una relación es percibida como positiva o negativa por las partes involucradas. Las relaciones pueden
ser gratificantes y satisfactorias (valencia positiva) o conflictivas y estresantes (valencia negativa).

Estas categorías proporcionan un marco útil para comprender y analizar las dinámicas de las relaciones sociales, ayudando a
identificar patrones, fortalezas y áreas de mejora en las interacciones humanas. La comprensión de estos aspectos es crucial
para fomentar relaciones saludables y satisfactorias en diversos contextos sociales y personales.

-Fernández y Galván proponen un enfoque para analizar las relaciones sociales que incluye cuatro categorías principales:

Contexto Social: Este aspecto se refiere al entorno en el que se desarrolla la interacción social. Incluye factores como el lugar físico
donde ocurre la interacción, el contexto cultural y las normas sociales que influyen en el comportamiento de los individuos.

Rol Social: Se refiere a los comportamientos y expectativas asociadas con una posición particular dentro de una relación social.
Los roles sociales pueden ser formales o informales y afectan la forma en que las personas interactúan entre sí.

Normas Sociales: Son reglas y expectativas compartidas que guían el comportamiento de los individuos en una sociedad o grupo.
Estas normas determinan qué comportamientos son considerados apropiados o inapropiados en una determinada situación social.

Redes Sociales: Se refiere a la estructura de conexiones sociales entre individuos o grupos. Incluye tanto relaciones cercanas
(como amigos y familiares) como relaciones más distantes (como conocidos o colegas). Las redes sociales influyen en la difusión
de información, el apoyo social y el acceso a recursos.

Estas categorías proporcionan un marco integral para analizar las relaciones sociales desde diferentes perspectivas, teniendo en
cuenta tanto los aspectos individuales como contextuales. Comprender estas categorías es fundamental para entender cómo se
forman, mantienen y desarrollan las relaciones sociales en diversos entornos y culturas.

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