GESTORES DE FORMACION

Cuando se toma en cuenta lo anterior, vale la pena señalar que todos los gestores
que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje en particular los
docentes de Educación Primaria debe poseer una serie de competencias que
permitan la transformación del ser en función de lo ético específicamente los
valores respeto y tolerancia; a fin de encauzarlos y consolidarlos a través del
modelamiento; además, el desarrollo de dichos valores es una tarea de gran
significado para los docentes, quienes deben reflexionar dichas competencias por
ser modelos que copian sus estudiantes; puesto que la personalidad del maestro
tienen un efecto clave y mensurable en el proceso personal, social y académico de
los mismos; por tanto, debe poseer ese rasgo esencial de ejemplo. Al respecto
Salovey y Sluyter (citado en Bisquerra y Pérez 2007) señalan que: “La
competencia emocional pone énfasis en la interacción entre persona y ambiente
como consecuencia confiere más importancia al aprendizaje y al desarrollo; por
tanto tiene unas aplicaciones educativas inmediatas” (p.74)

A tal efecto el docente como gestor formativo debe asumir una actitud
transformadora ante el hecho educativo donde el aula sea entendida como un
centro de práctica pedagógica que induzca al análisis y a la actividad creadora.
Por ende las instituciones educativas deben estar cargadas de relaciones
interpersonales positivas, donde se promueva la comunicación y la interacción
gratificante. Es de destacar, que un docente que brinda una atención favorable,
escucha lo que los estudiantes tienen que decir y los ayuda en sus necesidades
dentro del aula, recorre buena parte del camino hacia el logro de una adecuada
convivencia basada en los valores respeto y tolerancia.

Por tales razones, el rol central de estos es ser responsables de la

dinamización eficaz y eficiente de la institución, velar por el cumplimiento de los
objetivos fijados por el proceso de creación y gestión, encargados de buscar
conclusiones y vías de difusión a los logros alcanzados ya que, las competencias
del gestor formativo se corresponden con el establecimiento de las necesidades a
las cuales deben responder en el contexto concreto en el que se desempeña por
ende debe desarrollar la comunicación verbal y no verbal.