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EJEMPLO DE REDACCIÓN SOBRE EL MARCO CONCEPTUAL

ELABORADO POR UN GRUPO DE CANDIDATOS MAGÍSTERES DE EDUCACIÓN

2. Marcos de referencia de la investigación

2.2 Marco teórico

2.2.1 Significado de la práctica docente.

La práctica docente como praxis social debe ser objetiva ya que allí intervienen

acciones y saberes cargadas de significados que ayudan a comprender el desarrollo del

proceso enseñanza-aprendizaje. Los significados se convierten en el eje central de la

práctica que realiza el docente en el aula ya que a través de ellos se puede direccionar y

mejorar la enseñanza, buscando innovación en la práctica pedagógica que conduzca al

aprendizaje de los estudiantes y por consiguiente a la satisfacción del docente.

Definición de práctica docente. La práctica docente está integrada por actividades

complejas enmarcadas dentro del proceso educativo y que permite al docente cumplir con

las metas propuestas durante el proceso de enseñanza, el cual lleva al estudiante a la

construcción de nuevos conocimientos para aplicarlos en la vida y transformar sus propias

realidades, esta es una tarea que se logra gracias a las prácticas que emplea el docente y el

impacto que logra tener sobre sus alumnos. Como lo analiza Davini (2015) “Las prácticas

docentes están integradas por un amplio abanico de posibilidades concretas relacionadas

con los ejes centrales de la acción profesional, cualquiera sea el contexto escolar específico

en el que el docente se desempeñe” (p.83). Esta autora permite evidenciar la trascendencia

de las prácticas docentes en el hecho educativo y la existencia de múltiples posibilidades

dependiendo del contexto donde se desenvuelven los maestros.


En el proceso educativo la práctica docente tiene varios significados ya que se

muestra como habilidades operativas de enseñanza o la capacidad que tiene un individuo

para transmitir y por ende enseñar conocimientos, pero en el contexto escolar la práctica

docente posee un dinamismo social que busca que el estudiante tenga un aprendizaje

significativo que lo confronte con su realidad y pueda tener nuevos conocimientos para su

vida.

La práctica docente como praxis social es un proceso continuó que busca que los

estudiantes puedan adquirir los conocimientos necesarios para aplicarlos en su vida

profesional, esta praxis social conlleva a un contacto directo con diversas situaciones,

eventos o personas que conforman el proceso educativo lo cual la hace objetiva e

intencional, porque en ella intervienen significados, percepciones y acciones del proceso

enseñanza-aprendizaje.

El proceso de la práctica docente se hace esencial cuando el maestro se compromete

con la enseñanza ya que busca crear un aprendizaje autónomo y significativo que permite

que el estudiante construya su propio conocimiento y lo lleve a la realidad, en esto radica la

importancia de la práctica docente ya que posibilita que se cumpla a cabalidad el objetivo

de la educación: formar a los individuos en la adquisición de conocimientos. Como afirma

Villalpando (2020) “Independientemente de la historia o formación de los maestros, sus

prácticas presentan una diversidad de matices que reflejan las capacidades, habilidades y

saberes requeridos para atender las necesidades de los cambios sociales y educativos en

cada centro escolar.” (p.238).

Significado de práctica docente en los niveles educativos.


En las prácticas pedagógicas en cada nivel se deben reconocer a los docentes como

individuos, en sus historias de vida donde se reflexiona del presente y futuro del profesor.

En este sentido es importante identificar la labor del maestro en el nivel educativo en el que

se desenvuelve a través de sus interacciones sociales, sus conocimientos, su nivel de

formación y desde luego sus prácticas educativas para ello es vital conocer el significado de

la práctica docente en cada uno de los contextos educativos.

Preescolar. En este primer nivel educativo los docentes realizan una práctica

profunda y compleja ya que deben enseñarles a los niños más pequeños las primeras letras,

por esta razón la reflexión se centra en la forma como los estudiantes se apropian de sus

primeros conocimientos y cómo motivarlos para seguir con ese proceso de aprendizaje que

es esencial en los primeros años de vida escolar. Según afirman Reyes (2020) “La práctica

educativa se percibe compleja para lograr aprendizajes en los niños se requiere preparación

profesional, actualización continua, la práctica de valores para sobrellevar el ambiente y los

actores que en esta tienen lugar.” (p.13). Lo anterior permite reconocer que para los

docentes en preescolar la práctica docente debe estar acompañada de una preparación

constante para poder lograr los objetivos de educar y a su vez que sus estudiantes adquieran

conocimientos para la vida.

Primaria. En el nivel educativo de primaria la práctica docente va más allá de las

acciones pertinentes en el aula, es decir que para comprender esa práctica se debe analizar

el contexto en que se realiza y los significados que se desprenden de él, ya que en este nivel

educativo donde hay niños con diferentes estilos de aprendizajes se debe reflexionar sobre

cómo influye la enseñanza en ellos y con base en esto redireccionarlo a la práctica para

lograr que adquieran conocimientos a pesar de sus diferentes formas de aprender.


El significado que los docentes le dan a sus prácticas en este nivel educativo es

fundamental ya que realizándose dentro del aula es como se aprende a enseñar, es decir que

reflexionando sobre el quehacer educativo el docente logra mejorar su desempeño con sus

estudiantes ya que el centro de la enseñanza es el alumno. Como indica Vergara (2005) “En

cuanto al significado que tiene del aprendizaje, se puede decir que la clave fundamental

está dada por la idea de que se aprende haciendo y practicando. El aprendiz es y se

constituye en el eje del proceso[...]” (p.4). Esto corrobora que el docente significa sus

prácticas basándose en un aprendizaje significativo donde el estudiante construye su propio

conocimiento y se convierte en parte esencial del proceso enseñanza-aprendizaje.

Secundaria. En la escuela secundaria la práctica docente determina de manera

directa el aprendizaje de los estudiantes, eso quiere decir que las acciones al interior del

aula deben ir encaminadas a que el estudiante pueda descubrir cómo adquirir de forma

autónoma nuevos conocimientos, aquí la práctica debe ser una guía que le permita al

estudiante construir su propio aprendizaje. Con base en esto afirma Ramos (2006) que: “la

práctica educativa en su especificidad es determinante para que el alumno consolide o no

conocimientos, hábitos de estudio, destrezas y el desarrollo de habilidades y actitudes”

(p.38). Esto quiere decir que la práctica permite que el docente sea el guía y orientador para

que los estudiantes puedan adquirir un aprendizaje significativo y esto a su vez influye en el

significado de las prácticas que el docente realiza en el aula de clase.

Superior. De acuerdo con Casal (1997), es evidente que los jóvenes, a pesar de tener

muchos elementos en común, tienen diferentes maneras de enfocar su incorporación a la

formación superior y al mercado laboral. Estas distintas interpretaciones influyen en su

trayectoria académica. Del mismo modo, teniendo en cuenta que la elección de una
profesión es una de las decisiones más importantes que se debe tomar, es aquí donde el

docente desde su práctica pedagógica se convierte en orientador y guía para que, por medio

de las habilidades y fortalezas de los estudiantes, estos puedan sentirse seguros y motivados

con la decisión tomada.

Dentro del proceso de educación superior el docente adquiere una madurez y

compromiso con la educación, ya que su campo de acción se especializa y focaliza bajo una

asignatura en especial, esto ayuda a que el estudiante se proyecte y se centre en su carrera.

El docente universitario se convierte en un tutor que conduce a los estudiantes en un

proceso de pensamiento que favorezca la construcción de aprendizajes, de aquí que realizan

actividades diversas y, además, usan estrategias discursivas de interacción y desarrollo

temático (García y Pineda, 2010). Acompañando y guiando el proceso de sus educandos,

estos a su vez preguntan y se apoyan del docente para resolver dudas e inquietudes.

Influencia de la práctica pedagógica en el sentido del docente

Las prácticas pedagógicas tienen como propósito reforzar en los estudiantes el

interés de investigar y en los maestros la pasión por enseñar para así formar estudiantes

críticos y reflexivos. Hoy en Colombia el rol del docente debe encaminarse al aprendizaje

significativo de los estudiantes, además de reflexionar sobre su papel generando nuevas y

mejoras en las estrategias de aula, esto para fortalecer el desempeño de los niños y las

niñas. En línea con lo anterior es importante reconocer que la práctica pedagógica influye

en el ser docente de manera positiva ya que como educador da lo mejor de sí para que sus

estudiantes puedan adquirir los conocimientos necesarios para la vida y esto genera

satisfacción personal ya que sus educandos puedan lograr las metas propuestas.
En algunas partes de Colombia se ha podido identificar que algunos de los docentes

no cuentan con capacitaciones de actualización que les ayuden en su profesión y a diseñar

estrategias o proyectos de aula para así mejorar el nivel educativo de los estudiantes y a la

vez adquirir nuevos conocimientos en su práctica pedagógica. Esto es imprescindible ya

que con el tiempo el rol de educador se debe regir en unos tipos de saberes los cuales son:

disciplina, pedagogía, ambientes de aprendizaje. Esta afirmación la corrobora el M.E.N

(2002) en el Art. 38 Decreto 1278 de 2002, que indica “La formación, capacitación,

actualización y perfeccionamiento de los educadores en servicio debe contribuir de manera

sustancial al mejoramiento de la calidad de la educación y a su desarrollo y crecimiento

profesional, y estará dirigida especialmente a su profesionalización y especialización para

lograr un mejor desempeño, mediante la actualización de conocimientos relacionados con

su formación profesional, así como la adquisición de nuevas técnicas y medios que

signifiquen un mejor cumplimiento de sus funciones”.

2.2.2 Bienestar docente

La reflexión sobre el sentido de vida inevitablemente abarca el bienestar entendido

generalmente desde la perspectiva de poder, de poseer bienes materiales, posición o

reconocimiento social. Sin embargo, es común encontrar ejemplos de vida cotidianos que

demuestran una gran tendencia de aceptación de la austeridad y el desprendimiento como

ideales que dan sentido a la vida y por tanto entienden el bienestar desde esa misma

perspectiva. (Orejudo et al., 2014, p. 32).

En esta misma línea es posible comprender el bienestar docente enfocado al entorno

en el que se desenvuelve el educador, lo cual juega un papel primordial en la identidad


profesional aportando herramientas que incentivan su labor de manera significativa,

fomentan las condiciones que promueven el desarrollo integral, mejoran su nivel de vida y

entorno familiar, al tiempo que incrementan los niveles de satisfacción, eficacia, eficiencia,

efectividad e identificación del servicio que presta a la comunidad.

De este modo se identifica la postura ideológica desde la que se entiende el

bienestar docente y desde la que se valora y determina en gran medida el sentido que los

profesores o educadores le otorgan a sus experiencias de vida.

Algunos factores que Intervienen en el bienestar docente.

Desde la perspectiva del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo

Pedagógico (IDEP,2020) el Bienestar Docente se determina por diversos factores que

pueden influir en el ejercicio de la profesión y en la medida en que su desempeño sea

afectado impactando las dinámicas y procesos escolares de su quehacer.

Así el bienestar docente puede entenderse desde la integridad física y mental de los

profesores y desde la posibilidad de participar en las decisiones que impacten sobre las

condiciones de su vida profesional y de participación en espacios de recreación y juego

(IDEP, 2014).

De acuerdo con lo anterior, para que las prácticas pedagógicas y procesos que se

desarrollan en el aula mejoren se deben desarrollar estrategias que permitan generar un

entorno propicio para el desarrollo de la labor docente y los aprendizajes. En esta medida,

el bienestar docente se considera un elemento central a la hora de hablar de calidad


educativa, en cuanto puede incidir sobre el desempeño de los docentes y, finalmente,

impactar en las dinámicas pedagógicas de aprendizaje (IDEP, 2020).

Calidad de vida del docente

Dentro del bienestar, la calidad de vida del docente puede condicionarse tanto por

las características mismas del profesor como por el contexto donde vive y donde labora. Al

respecto se afirma que la calidad de la enseñanza, en términos de los resultados del proceso

educativo, es influenciada por el contexto de instrucción, (Satelices et al., 2013, p.3), es

decir por el entorno socio cultural, las condiciones económicas del sector, de infraestructura

del centro educativo, la disponibilidad de recursos y condiciones socioafectivas y de salud

de los estudiantes, entre otros factores que intervienen o interfieren en dichos resultados, de

modo que la calidad de vida del entorno laboral incide de algún modo en la calidad de vida

del educador y constituye al mismo tiempo un factor importante en la definición del sentido

que le dé a su labor.

Asimismo, el bienestar educativo, está involucrado el clima laboral que juega un rol

importante en la medición de satisfacción en la percepción del docente, dado que los

resultados de dicha medición generan estados de ansiedad y estrés antes, durante y después

de cada proceso lo cual impacta en la salud mental de los docentes e influye en la

percepción y estado real de bienestar.

De igual manera las redes de apoyo social mediante las que se comparten

experiencias con otros docentes generan diálogos colegiados que pueden mejorar su estado

de bienestar y evita frustraciones o dificultades que repercuten en los procesos de

aprendizaje.
Programas de bienestar docente

Según el Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2009), los programas de

Bienestar tienen el propósito de satisfacer de forma integral las necesidades de los docentes

y directivos docentes en cuanto a lo biológico, psicosocial, espiritual y cultural. Además de

priorizar las necesidades de subsistencia, jerarquizar las de superación e innovación,

basándose en las necesidades sociales, familiares y culturales de los docentes y para ello

sugiere trabajar desde los siguientes ámbitos:

Protección y servicios sociales. Es necesario incentivar y mantener espacios de

descanso, integración y aprendizaje continuo, procurando mejorar progresivamente en lo

personal, profesional y familiar, y reconociendo sus capacidades, expresión, imaginación y

creación para lograr una mayor socialización y desarrollo.

Desarrollo de Carrera. Fortalecer sus competencias donde posea mayor capacidad

e idoneidad para ejercer su labor y así fortalecer diferentes competencias de logro y acción,

de ayuda y servicio, de influencia, de liderazgo y dirección cognitivas y de eficacia

personal que favorezcan su proyecto de vida e incida en los procesos de enseñanza.

Educación Formal. Ofrecer programas formales que respondan a las necesidades de

formación y cualificación progresiva y continua de superación profesional y

enriquecimiento significativo de las prácticas pedagógicas conducentes a una reflexión

analítica y crítica de su labor.

Recreación y Cultura. Reconocer, favorecer y fortalecer las capacidades de

expresión, imaginación y creación que faciliten su participación, comunicación e


interacción, propiciando igualmente una mayor socialización y desarrollo de diversas

habilidades e intereses artísticos, ecológicos, intelectuales, artesanales y deportivos en los

que se potencializan las relaciones familiares y sociales.

Salud Ocupacional. Tiene como fin proteger y mantener la salud física, mental y

social de los docentes, propiciar condiciones seguras, evitar accidentes de trabajo y

enfermedades profesionales. Debe considerarse fundamental la salud integral del docente

para su desarrollo profesional como medio para mantener un equilibrio emocional que

garantice bienestar, aporte significado a su experiencia laboral y contribuya en los procesos

del aula (MEN. 2009).

Bienestar docente e innovación.

“Los estados de bienestar parecen estar asociados a actividades de innovación o

creación” (Pablos et al., 2011, p. 63); de esta manera la innovación desde las TIC busca

propiciar motivaciones intrínsecas y extrínsecas. Es por esto que se encuentra en las TIC y

la innovación una estrecha relación con el bienestar subjetivo, y propenden por un potencial

que destaca el proceso pedagógico, genera ayudas significativas a la enseñanza y a su vez

contribuye para ser un maestro innovador; proceso en el que encuentra herramientas y

estrategias que fortalece los aprendizajes, mejora su entorno, estimula su satisfacción

profesional y genera disfrute en lo que hace, exponer y poner en marcha sus iniciativas y

estrategias de enseñanza aprendizaje.

La vinculación de la TIC y la innovación en condiciones favorables facilita la labor

docente, las transiciones en el aula, la superación de retos tanto en el docente como en los
estudiantes y guía hacia un mejoramiento profesional continuo genera reconocimiento en su

entorno y encuentra bienestar subjetivo, personal y profesional.

2.2.3 Autorrealización docente

En el campo educativo es importante tratar el tema de la autorrealización del

docente; en la medida que este se siente realizado y pleno en su rol y quehacer pedagógico

así mismo será su desempeño en el campo laboral lo que influye además en su crecimiento

personal y profesional, es de recordar que uno de los principales motivadores de los

docentes es contribuir en el desarrollo no solo académico sino personal de sus educandos;

en este sentido la autorrealización no solo se relaciona con un crecimiento profesional

hablando específicamente de reconocimientos u obtención de títulos académicos, sino que

además se ve reflejado en un crecimiento personal cuando el docente reconoce que tiene un

impacto positivo sobre sus estudiantes, este tipo de acciones reafirma la vocación del

maestro.

Abordar el tema de autorrealización requiere primero una revisión del término. Por

lo tanto, es necesario partir de la noción sobre autorrealización con el reconocido psicólogo

Abraham Maslow (1973), quien en su libro “El hombre autor realizado, hacia una

psicología del ser” refiere que es el logro de las satisfacciones de las necesidades de la

persona, alcanzando la plenitud humana, es decir; el desarrollo del potencial humano.

Definición de la autorrealización
Este término ha sido estudiado por varios autores entre los que se destaca, Torre y

Rodríguez (2009) quienes conciben la autorrealización desde el desarrollo del individuo

tanto a nivel personal como social en el “aprender a ser”. Además, como proceso básico del

ser humano, para llegar a ser uno mismo, a través del autoconocimiento, como una de las

posibles vías, con la finalidad de transformar a la persona para que pueda llegar a ser “ella

misma” en lugar de “ser alguien”. A ser en plenitud y esencia la persona que es; con el

desarrollo de capacidades, habilidades y conocimientos propios.

En directa relación con lo anterior, De acuerdo con Martínez. Villalobos y Machado

(2020), la autorrealización se logra cuando las personas en su rol alcanzan la mayor

realización posible de acuerdo a sus potencialidades, a sus capacidades que ha desarrollado

a lo largo de un proceso madurativo. Ya que las personas se sienten realizada por el rol que

ejercen en su contexto educativo y social, porque a través de su formación, experiencias y

capacidades han logrado alcanzar su potencial y satisfacción profesional.

Dado lo anterior, es de mencionar que, para alcanzar la autorrealización Maslow

(1991) propone la pirámide de las necesidades humanas, organizada jerárquicamente a

partir de las necesidades básicas hasta ascender a las necesidades complejas, es así que

parte de las necesidades fisiológicas, luego continua con las necesidades de seguridad,

seguidas por las necesidades de afiliación, posteriormente menciona las necesidades de

reconocimiento hasta llegar a las necesidades de autorrealización.

Estas últimas, son comprendidas de acuerdo con Hué (2012) en su libro

“Motivación y Personalidad: Lo que los humanos pueden ser, es lo que deben ser” (p. 32),
refiriéndose a ser auténticos de acuerdo a su naturaleza y de acuerdo al nivel que han

llegado en cuanto madurez, salud y autosatisfacción.

Significado de la autorrealización docente.

Como se mencionó en el apartado anterior, y llevándolo a la profesión docente; la

autorrealización es concebida al sentirse realizado en el campo educativo, en el rol que se

ejerce, como persona y profesional. En coherencia, Martínez, Villalobos y Machado (2020)

refiere que la autorrealización docente va más allá de las necesidades básicas, ya que se

encuentra constituida por la integridad de los saberes en conjunto al contexto educativo

vivencial. Es decir; va ligada a la realidad del entorno donde desarrolla su labor, a sus

experiencias cotidianas y aprendizajes propios.

Al sentirse realizado el docente, se encuentra en armonía consigo mismo, con los

demás y con el mundo, ya que se ve reflejado en la forma como interactúa con toda la

comunidad educativa: niños, niñas, jóvenes, compañeros de trabajo, familia y comunidad.

Así mismo, en la forma como realiza su labor educativa y formativa en el entorno donde se

encuentra, ya que se convierte en un referente a seguir.

Características de la autorrealización docente

Como lo establece el artículo “bienestar docente y pensamiento emocional” Hué

(2012) refiere la relación que existe entre las emociones y la autorrealización del docente;

pero a su vez indica que ese proceso del docente, aunque sea una actividad con un impacto

alto en el estrés laboral no se puede estudiar o medir de una manera objetiva; sino desde la

característica de la enseñanza y educación.


Dentro de esas características para la autorrealización se encuentran :

“autoconocimiento, autoestima, control emocional y motivación” referidas a uno mismo y

conocimiento del otro, valoración y liderazgo respecto a los demás; desde este punto de

vista dichas características se centran principalmente en la manera como se percibe el

docente y en ese desarrollo personal que hace parte de un buen desempeño para desarrollar

sus funciones; para ello es vital que exista una estabilidad emocional que permita que la

transmisión de ese conocimiento sea más fluida de acuerdo a los estados de ánimo del

docente.

Plenitud docente

El ser docente confiere un nivel alto de vocación profesional acompañado de una

exigencia emocional, en la práctica diaria de la docencia son varios los factores que

influyen en su condición de vida. Para ser educador no solo se deben tener las ganas de

enseñar, sino también los métodos pedagógicos, donde se hace mención a la necesidad de

ayudar al individuo en su desarrollo, no solo social, sino también individual: “aprender a

ser” (Delors,1996, p. 8).

Por su parte Maturana (2004) señaló en su libro Del Ser al Hacer que “el niño o la

niña en la escuela no aprende matemáticas, sino que aprende a convivir con un profesor de

matemáticas” (p.70), dando a comprender la relevancia de las relaciones que se tejen en el

aula, y cómo esta tiene un alto significado de vida en el desarrollo personal de cada

educando, ya que no solo se manifiestan dentro del salón de clases sino por simple

convivencia con el otro. De allí la importancia de sentir esa satisfacción de entregar lo

mejor de cada uno para sí mismo y para los demás.


La formación profesional docente también representa una cualidad respecto a su

plenitud como individuo y como está lo distingue entre muchas otras profesiones,

recordemos que una de las principales características del ser docente es precisamente la

necesidad de estarse actualizando continuamente para poder responder a las demandas de la

educación actual.

El compromiso del docente no es solo con la sociedad, entendiendo que dentro de

ella su aporte es evidente. Es un compromiso personal, consigo mismo, es el cultivo y la

búsqueda constante hacia el crecimiento y la humanización. Varias son las virtudes que lo

deben caracterizar en el ejercicio de su práctica lo que a la vez lo enriquece como ser

humano, los conocimientos y habilidades deben estar junto con una formación ética, la

autoexigencia y la conciencia crítica permiten dirigir sus acciones para consigo mismo y

para con los demás.

La persona humana es la unidad sustancial de ambos elementos, esencialmente

distinto, lo que constituye su estructura óntica” (1985, p. 89), de allí que el ser docente va

más allá del quehacer diario, más allá de las aulas y los libros, es su actitud frente a su

realidad y para con los suyos, es sentirse satisfecho con la actividad y mantener la

esperanza en medio de la dificultad entendiendo que su labor es de carácter social, donde se

entra en relación directa con los otros y en el reconocimiento de ese otro se reconoce la

persona misma. Así Yepes y Aranguren menciona: “la persona es un ser constitutivamente

dialogante. Lo propiamente humano es manifestar la creatividad en nuestra intimidad,

dialogar y dar” (2008, p. 183). Contribuir a la felicidad de otros es la forma más solidaria

de tener felicidad propia y este es uno de los principales elementos de la plenitud docente.

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