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¿Para qué sirven los oligoelementos?

Los oligoelementos cumplen funciones muy importantes en todas


las células de todos los seres vivos. Sin embargo, algunos pueden
ser diferentes dependiendo del tipo de organismo que se
considere, es decir, lo que para un organismo es un oligoelemento
puede no serlo para otro y viceversa.
Veamos algunas de las funciones generales más destacadas de
estos elementos químicos tan importantes:
Son cofactores para muchas enzimas
Las células tienen unas importantes macromoléculas entre las que
destacan los ácidos nucleicos y las proteínas. Las proteínas
pueden ser estructurales o también pueden tener funciones en la
aceleración de algunas reacciones químicas, i.e. aumentan la
velocidad con la que estas ocurren.
Las proteínas con esta capacidad se conocen como enzimas y
gracias a las enzimas es que las células pueden obtener energía
de los alimentos que consumimos, respirar, multiplicarse, moverse,
comunicarse, etc.
Proporcionan estabilidad y modifican a las proteínas
Además de actuar como cofactores, algunos oligoelementos son
muy importantes para estabilizar la estructura de distintas
proteínas, tanto de aquellas que son estructurales como de las que
tienen actividad enzimática, lo que es fundamental para que estas
puedan llevar a cabo sus funciones.
Esta participación en la estructura implica que los oligoelementos
tienen la capacidad de unirse a las proteínas y modificar sus
formas, lo que directamente se traduce en cambios de muchas de
sus propiedades generales.
Buenos ejemplos de algunos oligoelementos con funciones
estructurales son el flúor y el silicio. El primero se encuentra en el
material que forma la dentina (la fluorapatita, que es un derivado de
la hidroxiapatita), que es la parte dura de los dientes; mientras que
el segundo se asocia con el colágeno y los mucopolisacáridos de
distintos tejidos conectivos.
Forman parte de ciertas vitaminas
Algunos oligoelementos pueden ser parte importante de la
estructura de ciertas vitaminas esenciales para el funcionamiento
sistémico de distintos organismos, especialmente del hombre y de
otros animales. Tal es el caso, por ejemplo, del cobalto en la
vitamina B12.
Tienen que ver con las hormonas
Existen oligoelementos que participan en la síntesis de hormonas
en el cuerpo humano, bien sea como cofactores enzimáticos o
directamente implicados en la estructura hormonal.
El zinc, por ejemplo, es fundamental como cofactor de algunas
enzimas que participan en la síntesis de la testosterona y algunas
prostaglandinas, mientras que el yodo es crucial para la estructura
de las hormonas tiroideas, especialmente en lo que respecta al
reconocimiento hormona-receptor.
Así mismo, algunos oligoelementos pueden, más bien, participar en
la estructura de los receptores y estar involucrados directamente en
el reconocimiento hormona-receptor (previniendo o promoviendo la
unión).
Funcionan en el sistema inmune humano
Se ha demostrado que oligoelementos como el hierro, el selenio y
el zinc participan directamente en la regulación del sistema de
defensa inmune.
El zinc, por ejemplo, es necesario para la activación de la timulina,
una hormona presente en el timo que facilita la proliferación de los
linfocitos (las células que actúan como caballitos de batalla del
sistema inmune).

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