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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN PENAL - SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS


ID : 400352
M. PONENTE : PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR
NÚMERO DE PROCESO : T 78993
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STP5292-2015
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 28/04/2015
DECISIÓN : REVOCA NIEGA TUTELA
ACCIONADO : LA COMISIÓN NACIONAL DEL
SERVICIO CIVIL Y EL INSTITUTO
NACIONAL PENITENCIARIO Y
CARCELARIO
ACCIONANTE : FRANCISCO JAVIER NARVÁEZ
LUCERO Y 60 PERSONAS MÁS
FUENTE FORMAL : Ley 909 de 2004 / Acuerdo 168 de 2012
art. 15 / Acuerdo 168 de 2012 art. 20 /
Decreto Ley 407 de 1994

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO -


Requisitos de procedencia de la acción

Tesis:
«El artículo 86 de la Constitución Política, establece que toda persona tiene
derecho a promover esta acción ante los jueces con miras a obtener la
protección inmediata de sus derechos fundamentales, cuando le sean
vulnerados o amenazados por cualquier autoridad pública o por
particulares en los casos previstos de forma expresa en la ley, siempre que
no exista otro medio de defensa judicial, o existiendo, cuando la tutela se
utilice como mecanismo transitorio para evitar la materialización de un
perjuicio irremediable.

En diferentes oportunidades, ha precisado que el instrumento mencionado


no se encuentra diseñado con miras a reemplazar al juez competente, de
ahí que no sea de recibo cuando se advierte que el accionante cuenta con
otro mecanismo judicial para invocar la protección de los derechos
fundamentales que considera, le han sido vulnerados. De tal forma, la
competencia del juez de tutela se limita al examen y verificación del acto
por el cual se presume, son violadas o amenazadas las garantías
superiores.

Es por ello, que se han fijado criterios generales sobre la procedencia


formal del amparo, los que han sido estatuidos en el artículo 6° del
Decreto 2591 de 1991 cuyo numeral primero señala la existencia de otro
medio de defensa judicial para lograr la protección que por vía de la acción
constitucional se pretende obtener.»

DERECHO AL DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO - Noción (c. j.)

Tesis:
«El canon 29 de la Constitución, establece el debido proceso como una
garantía fundamental de quienes intervienen en actuaciones tanto
judiciales como administrativas, además ordena su observancia a la
autoridad estatal, siempre respetando las formas previamente definidas
por el ordenamiento jurídico y los principios de contradicción e
imparcialidad, garantizando que las decisiones se emitan con acatamiento
de las etapas y los procedimientos señalados en las disposiciones
pertinentes para que sus actos no resulten en contravía de éstas ni del
ordenamiento superior (Cfr. CSJ STP, 8 ago. 2012, Rad. 61.485).

Del mismo modo, dijo la Corte Constitucional en sentencia CC T-571 de


2005 que:

"El derecho al debido proceso administrativo garantiza a las personas la


posibilidad de acceder a un proceso justo y adecuado, en el cual tengan
derecho a conocer las actuaciones de la administración, a pedir y a
controvertir las pruebas, a ejercer con plenitud su derecho de defensa, a
impugnar los actos administrativos y en fin a gozar de todas las garantías
establecidas en su beneficio"».

DERECHO DE ACCESO A CARGOS PÚBLICOS - Carrera administrativa -


Administración y vigilancia a cargo de la Comisión Nacional del Servicio
Civil: finalidad
Tesis:
«El artículo 125 de la Constitución Política señala que los empleos en los
órganos y entidades del Estado son de carrera. De acuerdo con el artículo
27 de la Ley 909 de 2004, la carrera administrativa es un sistema técnico
de administración de personal que tiene por objeto garantizar la eficiencia
de la administración pública y ofrecer estabilidad e igualdad de
oportunidades para el ascenso y el acceso al servicio estatal; y su
administración y vigilancia en lo relativo a los servidores públicos de la
rama ejecutiva del poder público corresponde a la Comisión Nacional del
Servicio Civil - artículo 30 ídem».

CARRERA ADMINISTRATIVA - Concurso de méritos de la Comisión


Nacional del Servicio Civil - Convocatoria n.º 132 de 2012 para proveer el
cargo de dragoneante del INPEC - Proceso de selección: fases, requisitos y
consideraciones previas del proceso de selección

Tesis:
«La Ley 909 de 2004 dispuso que la CNSC, debía convocar a concursos
abiertos para suministrar los empleos de carrera administrativa que se
encontraran provistos en provisionalidad o en encargo. En cumplimiento
de ello, esa entidad expidió la convocatoria 132 de 2012, para suministrar
718 vacantes como dragoneante del INPEC, cuyo proceso de selección se
previó en 2 fases.

La primera, consistía en el análisis de antecedentes, pruebas de aptitud y


personalidad, además de un examen médico para ingreso al curso.

La segunda, a la cual sólo podrían acceder quienes hayan superado la


etapa anterior, incluye cursos de formación y complementación para
varones, la conformación de listas de elegibles y la designación en período
de prueba.

Del mismo modo, la Comisión estableció como norma reguladora de la


convocatoria 132, el Acuerdo 168 de 2012 y en su artículo 15 plasmó una
serie de consideraciones previas al proceso de selección, entre las que se
hallan:

i) El inscribirse en la convocatoria no significa que haya superado la etapa


de selección, ni que haya sido admitido al curso de formación o
complementación. Los resultados obtenidos por el aspirante en la
Convocatoria y en cada fase de la misma, serán el único medio para
determinar el mérito en el proceso de selección y sus consecuentes efectos,
en atención a lo regulado en este Acuerdo.
j) Con la inscripción en este proceso de selección, se entiende que el
aspirante acepta todas las condiciones contenidas en esta convocatoria y
en los respectivos reglamentos relacionados con el proceso de selección.

Además, el artículo 20 del Acuerdo 168 de 2012, norma rectora de la


convocatoria 132 por la cual se realizó el concurso de méritos para proveer
empleos de dragoneante en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario,
consignó, como requisitos para ser admitido al proceso de selección, los
siguientes:

"ARTÍCULO 20º. REQUISITOS PARA SER ADMITIDO EN EL PROCESO:


Una vez inscrito el aspirante en el presente proceso de selección, para ser
considerado admitido, deberá acreditar y cumplir con los siguientes
requisitos:

Requisitos Generales:

(…)

2. Edad. Tener más de dieciocho años al momento de la inscripción y


menos de veinticinco años de edad, al momento de la firmeza de la lista de
elegibles. Para estos efectos, la CNSC advierte previamente que cada
interesado en participar en la Convocatoria, bajo su responsabilidad debe
analizar la posibilidad de cumplir este requisito y realizar libremente su
inscripción, a sabiendas que en desarrollo de las fases de la Convocatoria
puede presentarse la situación que el aspirante cumpla los 25 años de
edad antes de culminar los siguientes momentos: La fase del concurso, o
la fase del curso o antes de la firmeza de la lista de elegibles, caso en el
cual será excluido de la Convocatoria, por no cumplir el requisito de edad
máxima para el hipotético nombramiento.

Se entiende para efectos de este proceso, que la edad del aspirante se tiene
en cuenta a partir del día de la inscripción en el proceso de selección."
(Resaltados de la Sala)».

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad: noción

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad: configuración (c. j.)

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad: inexistencia de temeridad respecto de


algunos de los accionantes por tratarse de trámites de diversa naturaleza

Tesis:
«FRANCISCO JAVIER NARVÁEZ LUCERO y SERGIO ANDRÉS
CONTRERAS PEÑARANDA formularon acción de nulidad y
restablecimiento del derecho contra el acto administrativo de exclusión.
De tal circunstancia no puede colegirse la configuración de la temeridad en
el caso, pues es claro el Decreto 2591 de 1991 al advertir que esa figura se
presenta cuando la misma acción de tutela se presenta ante diversos
jueces, lo que no acontece con trámites de diversa naturaleza, como los
impetrados por esos demandantes ante la jurisdicción contenciosa.

b. EDWIN PEÑA RIVEROS, ANDERSON FISCO CONTRERAS y OSCAR


DANIEL RICO DÁVILA acudieron a conciliación extrajudicial por los
mismos hechos materia de tutela.

Igual comentario que el hecho al anterior punto, merece el presente, pues


no se tratan los casos aquí anotados de acciones de amparo como para
advertir que tales actuaciones sean temerarias».

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad: actuación temeraria frente a uno de los


accionantes

Tesis:
«CARLOS MARIO CHIVARÁ SARAY acudió a la extraordinaria vía
constitucional de tutela este año, impetrando la demanda ante el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca.

En este caso, de las pruebas ordenadas por esta Sala mediante auto del 21
de abril del presente año, sí se advierte la configuración de temeridad en el
ejercicio de la acción de tutela, pues en efecto, CHIVARÁ SARAY impetró
demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en la que se
evidencian idénticas pretensiones a las propuestas en el presente asunto,
donde insiste el actor en que se ordene a la CNSC revocar el acto
administrativo mediante el cual fue excluido y se ordene a esa autoridad
su admisión a la Convocatoria 132 de 2012.

Advirtió en el libelo el actor que acudió a la vía tutelar, con ocasión a la


emisión de la providencia C-811 de 2014, mediante la cual la Corte
Constitucional declaró inexequible la frase «al momento del nombramiento»
contenida en el artículo 119 del Decreto 407 de 1997.

En la providencia, dictada el 19 de febrero de 2015 por esa Corporación, se


negó el amparo invocado por el actor al desconocer el carácter subsidiario
de la acción constitucional, frente a la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho que podía impetrar, y donde el término para
instaurar la demanda, ya caducó.

También se advierte, de la revisión del sistema de consulta de procesos de


la Rama Judicial, que la referida providencia fue impugnada por el actor y
la alzada tramitada por la Subsección B de la Sección Tercera del Consejo
de Estado, encontrándose en la actualidad, registrado el respectivo
proyecto de decisión.

Se observa entonces, que los hechos, el objeto, la causa y las partes en el


presente proceso constitucional, guardan identidad con las que fueron
conocidas por el Consejo de Estado en sede de impugnación, trámite que
aún no ha hecho tránsito a cosa juzgada.

Cuando se advierte identidad entre la demanda de tutela y una o varias


pendientes de fallo, ello implica el rechazo de la misma. Así como también
cuando lo anterior se da respecto de una acción de tutela ya fallada (en ese
sentido, CC T-433/06 y T-507/11, entre otras).

Por esta oportunidad no se compulsará copias a las autoridades


correspondientes, porque en este caso no advierte abuso del derecho o
mala fe del accionante que en el caso concreto pueda traducirse en la
intención de engañar a la administración de justicia con el fin de obtener
más de una interpretación judicial sobre el mismo asunto.

Además, "como la buena fe se presume en todas las actuaciones de los


particulares ante las autoridades públicas, corresponde al juez de tutela
demostrar su existencia mediante un análisis profundo de las pretensiones
de las demanda, de los hechos y de los derechos en que estas se fundan"
(CC T-067/11).

Aun así, al constatar que se reúnen los condicionamientos definidos por la


jurisprudencia para considerar la temeridad en el ejercicio de la acción (se
reitera, identidad en la causa, de objeto y de partes), se declarará ésta y en
consecuencia, lo procedente será rechazar la demanda de tutela en lo que
respecta a la pretensión de amparo elevada por CHIVARÁ SARAY» .

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad: inexistencia de temeridad respecto de


los demás accionantes por tratarse de un hecho nuevo

ACCIÓN DE TUTELA - Temeridad - Hecho nuevo: valoración - presunción


de buena fe (c. j.)

Tesis:
«Informó la CNSC en la alzada que los siguientes accionantes habían
acudido en pretérita oportunidad a la extraordinaria vía de tutela,
alegando la vulneración de sus derechos fundamentales en razón de la
exclusión del concurso de méritos por razón del cumplimiento de los 25
años de edad:

FRANCISCO JAVIER NARVÁEZ LUCERO, HERALDO GARCÍA SALAZAR,


JOSÉ JAMES FERNÁNDEZ OROZCO, DEIBY EDIVER GÓMEZ HENAO,
JAIRO YAMID LÓPEZ GOYES, JULIÁN ENRIQUE GÓMEZ MORA, DIEGO
FERNANDO ACOSTA HERNÁNDEZ, ANDRÉS HERNANDO GARCÍA
CASTRO, JULIÁN ANDRÉS RODRÍGUEZ ROJAS, DAYSON JABIB
JIMÉNEZ QUINTANA, RONNY JEFFERSON BOSSA BARBOSA, MARCO
AURELIO CAICEDO ENCARNACIÓN, RAMIRO ESNÉIDER ORTIZ
PEDREROS, JHON ANDERSON RICO MORENO, YÍDER RIVERA ROJAS,
DÚBER ABELARDO OROZCO NARANJO, JEISSON MANUEL TORRES
LOZANO, GEORGIE ALZATE PULGARÍN, MIGUEL OCTAVIO BÁEZ
BARBOSA, CRISTIAN GEOVANNY CRISTANCHO CARO, ARBEY ESCOBAR
GASCA, NÉSTOR ADRIAN ESCOBAR MARÍN, JHON STEVEN LEAL
PORTILLA, EDUARDO LINDARTE CLAVIJO, DIEGO ARMANDO LUGO
RAMÍREZ, FRANCO JAVIER LUNA RUIZ, MAURICIO MARÍN RUIZ, JHON
JAMINTON ROJAS CASTRO, ELKIN FABIÁN RODRÍGUEZ GAMBOA,
FELIPE GÓMEZ GRISALES, JOSÉ GERARDO ÁVILA BARÓN, CRISTIAN
CAMILO CANACUAN GARZÓN, LUIS ÁNGEL QUINTERO ZAPATA, JUAN
DIEGO ZAPATA ARANGO, HEIMAN YAMID RUIZ GUALGUAN, MANUEL
ALEXIS VILLALBA ORTIZ, ALEXIS FABIÁN LEAL NARVÁEZ, SERGIO
ANDRÉS CONTRERAS PEÑARANDA, YEFFERSON RODRÍGUEZ RAMÍREZ
y CARLOS MARIO CHIVARÁ SARAY.

En precedencia se explicó que una actuación temeraria se configura


cuando existe identidad de partes, hechos, causa petendi y objeto de
protección constitucional del asunto sometido a consideración del juez de
tutela, con uno de idéntica naturaleza, ya fallado o en trámite.

Cuando el juez de amparo advierte que el demandante en tutela incurrió


en temeridad, es imperioso rechazar la demanda de tutela que reúna tales
características.

No obstante, la jurisprudencia tanto de esta Sala como de la Corte


Constitucional, han establecido la posibilidad de que, luego de presentada
una acción de tutela, donde se exponen hechos y derechos concretos,
pueda ser impetrada una demanda nueva, con base en hechos y derechos
similares, pero con la connotación de que han surgido elementos nuevos o
adicionales que varían sustancialmente la situación inicial.

[...]

Y además, la Corte Constitucional en providencia CC T-1034/05 indicó


que:

"…la justificación para la interposición de una nueva demanda puede


derivarse de la presencia de nuevas circunstancias fácticas o jurídicas, o
del hecho de que la jurisdicción constitucional al conocer de la primera
acción no se pronunció sobre la real pretensión del accionante. Es más, un
hecho nuevo puede ser, y así lo ha considerado la Corte, la consagración
de una doctrina constitucional que reconoce la violación de derechos
fundamentales en casos similares.

Ahora bien, con el fin de establecer la configuración de la identidad de


hechos, partes, y pretensiones el juez constitucional debe realizar un
examen detallado de los procesos de tutela correspondientes, de las
circunstancias o hechos nuevos que puedan existir e inclusive analizar el
contenido de los fallos judiciales proferidos dentro de la acción de tutela
anterior, para luego sí concluir si habrá de catalogarse como temeraria. En
tanto la buena fe se presume la temeridad debe ser cuidadosamente
valorada por el juez con el fin de no propiciar situaciones injustas. El
estudio -se insiste- debe ser minucioso y sólo después de haber llegado a
la fundada convicción de que la actuación procesal de la respectiva parte
carece en absoluto de justificación, será tildada de temeraria.

Entonces, es deber del juez de tutela, mediante un ejercicio de


ponderación, determinar si en el caso sometido a su consideración
confluyen de manera idéntica, hechos, partes, petición y objeto de
protección, o si, de lo manifestado por quien nuevamente acude a la vía
constitucional, puede advertirse alguna situación fáctica o jurídica que
varíe sustancialmente el asunto objeto de debate."

Los demandantes acudieron en anteriores oportunidades a la


extraordinaria vía de tutela, atacando las resoluciones mediante las cuales
fueron excluidos del concurso de méritos por razón de la edad, misma
afectación que enseñan en el presente asunto.

No obstante, justificaron la interposición de la nueva demanda de tutela,


en la emisión de las providencias CC T-722/14 y CC C-811/14, siendo
tales providencias un hecho jurídico novedoso que podría variar su
situación, frente a lo definido con anterioridad en la vía tutelar.

En la primera de las providencias invocadas (CC T-722/14), emitida el 16


de septiembre del 2014, analizó la Corte Constitucional la situación de
Darío Fernando Meneses Cabezas, desvinculado del concurso de méritos
132 de 2012 por haber cumplido 25 años de edad antes de la culminación
de la fase del curso, para el cargo de dragoneante del INPEC y tras advertir
que la decisión de exclusión fue irrazonable, concedió la protección
invocada, dejó sin efectos el numeral 2º del artículo 20 del Acuerdo 168 de
2012, bajo el entendido de que "la edad límite de veinticinco (25) años hace
referencia al ingreso en calidad de alumno a la Escuela Penitenciaria
Nacional" y ordenó a la CNSC el reingreso del actor en calidad de alumno a
esa escuela.

En la segunda, del 8 de noviembre de 2014, el Alto Tribunal declaró


inexequible la expresión "al momento del nombramiento", contenida en el
numeral 2 del artículo 119 del Decreto Ley 407 de 1994, disposición que
sustentó la expedición del Acuerdo 168 de 2012, regulatorio de la
Convocatoria 132 del mismo año.

De lo anterior colige la Sala que tales providencias sí constituyen un hecho


nuevo que habilita el estudio del asunto sometido a consideración del juez
de tutela, pues si bien se advierte la similitud del caso analizado por la
Corte Constitucional, con los que fueron conocidos antes de la emisión de
la citada providencia por varias autoridades, entre ellas la Sala de
Casación Penal de esta Corporación, tal situación novedosa posibilita que
impetren nuevamente el amparo constitucional.

Así las cosas, se descarta frente a los demandantes atrás referenciados y


por los hechos anotados en este acápite, que se trate el asunto de una
actuación temeraria que implique el rechazo de plano de la demanda,
razón por la cual continuará la Sala con el estudio de los restantes
aspectos de procedencia de la tutela.»

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO - Principio de


inmediatez: satisfacción del principio en la medida en que la acción se
presenta en virtud de un hecho nuevo

Tesis:
«(...) no se observa el incumplimiento del requisito de inmediatez en el
ejercicio de la demanda, pues acudieron a la vía tutelar fue con ocasión del
surgimiento de un hecho nuevo, derivado de la emisión de las sentencias
CC T-722 del 16 de septiembre de 2014 y CC C-811, del 5 de noviembre
del mismo año».

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO - Carrera


administrativa - Concurso de méritos de la Comisión Nacional del Servicio
Civil - Procedencia excepcional de la acción: ineficacia de la acción
contencioso administrativa

Tesis:
«(...) para casos como el que concita la atención de la Sala, cuando se
controvierte un concurso de méritos para ingresar a la carrera
administrativa o judicial, la vía contencioso administrativa no brindaría
una solución pronta y adecuada al reclamo constitucional, siendo
procedente entonces la vía de amparo, pero no en razón a que se
controvierta el contenido de los Acuerdos que regulan cada convocatoria,
sino la interpretación que de tales actos ha hecho la CNSC al aplicarlos a
cada asunto concreto (Al respecto, ver CSJ STP3827 - 2015, CSJ
STP16437 - 2014 y CSJ STP17167 - 2014, entre otras).
Así las cosas y como se ha expuesto de manera pacífica, la tutela es la vía
judicial idónea para solucionar el problema jurídico planteado por el
apoderado judicial de FRANCISCO JAVIER NARVÁEZ LUCERO y los
demás accionantes, contrario a lo expuesto por la CNSC».

DERECHO A LA IGUALDAD - Carrera Administrativa - Concurso de


méritos de la Comisión Nacional del Servicio Civil - Criterios de selección:
condiciones de no discriminación (c. j.)

Tesis:
«(...) La jurisprudencia constitucional ha concluido, que para que un
criterio de selección no resulte discriminatorio, debe reunir dos
condiciones: "(i) ser razonable, es decir, no puede implicar
discriminaciones injustificadas entre las personas, y (ii) ser un criterio
proporcional a los fines para los cuales se establece" (CC T-045/11, énfasis
agregado)».

CARRERA ADMINISTRATIVA - Concurso de méritos de la Comisión


Nacional del Servicio Civil - Exclusión del concurso que no vulnera
derechos fundamentales: presupuestos (c. j.)

Tesis:
«También se ha precisado que, una entidad no vulnera derechos
fundamentales cuando elimina de un concurso de méritos a un aspirante
siempre y cuando "(i) los candidatos hayan sido previa y debidamente
advertidos acerca de lo que se les exigía; (ii) el proceso de selección se haya
adelantado en igualdad de condiciones; y (iii) la decisión correspondiente
se haya tomado con base en la consideración objetiva del cumplimiento de
las reglas aplicables" (CC T-463/96 entre otras)».

CARRERA ADMINISTRATIVA - Concurso de méritos de la Comisión


Nacional del Servicio Civil - Convocatoria n.º 132 de 2012 para proveer el
cargo de dragoneante del INPEC - Requisitos de admisión: exclusión del
concurso cuando se cumplen los 25 años de edad antes de la firmeza de la
lista de elegibles

Tesis:
«En el caso concreto, las exigencias para los aspirantes se encuentran
establecidas en la Convocatoria 132 de 2012 y sus anexos, dentro de la
cual se estableció como condición de exclusión el cumplir la edad de 25
años antes de la firmeza de la lista de elegibles, información difundida en
la página web de la CNSC, con lo que se cumple la primera premisa.

En segunda medida, cada aspirante debió acreditar el cumplimiento de


requisitos generales (numeral A del artículo 20 de la Convocatoria),
presentar documentos para la acreditación de requisitos mínimos del
empleo de Dragoneante (Artículo 21 ídem). El cumplimiento de estos
requisitos genera una calificación, y de acuerdo al puntaje obtenido por los
participantes, la entidad publica las listas de admitidos y no admitidos.

[...]

Por último el criterio por el cual la entidad accionada eliminó a los


demandantes del proceso de selección se encuentra regulado en el
numeral 2º del apartado A. del artículo 20 del Acuerdo 168 de 2012 así:

"ARTÍCULO 20º. REQUISITOS PARA SER ADMITIDO EN EL PROCESO:


Una vez inscrito el aspirante en el presente proceso de selección, para ser
considerado admitido, deberá acreditar y cumplir con los siguientes
requisitos:

Requisitos Generales:

(…)

2. Edad. Tener más de dieciocho años al momento de la inscripción y


menos de veinticinco años de edad, al momento de la firmeza de la lista de
elegibles. Para estos efectos, la CNSC advierte previamente que cada
interesado en participar en la Convocatoria, bajo su responsabilidad debe
analizar la posibilidad de cumplir este requisito y realizar libremente su
inscripción, a sabiendas que en desarrollo de las fases de la Convocatoria
puede presentarse la situación que el aspirante cumpla los 25 años de
edad antes de culminar los siguientes momentos: La fase del concurso, o
la fase del curso o antes de la firmeza de la lista de elegibles, caso en el
cual será excluido de la Convocatoria, por no cumplir el requisito de edad
máxima para el hipotético nombramiento.

Se entiende para efectos de este proceso, que la edad del aspirante se tiene
en cuenta a partir del día de la inscripción en el proceso de selección”».

DERECHO A LA IGUALDAD - Concurso de méritos de la Comisión


Nacional del Servicio Civil - Convocatoria n.º 132 de 2012 para proveer el
cargo de dragoneante del INPEC - Requisitos de admisión: la exclusión del
concurso con base en el Acuerdo 168 de 2012, artículo 20, fundado en el
Decreto 407 de 1994, artículo 119, no vulnera el derecho a la igualdad en
la medida en que para la época de los hechos no había sido declarado
inexequible

Tesis:
«Los aspirantes fueron admitidos o rechazados de acuerdo al resultado
obtenido en las diversas pruebas para el cargo en concurso. Por lo tanto,
dado que éste se desarrolló de acuerdo lo establecido en las disposiciones
regulatorias, conocidas de forma previa por todos los aspirantes, la Sala no
encuentra razones para dudar que el proceso de selección se realizó en
igualdad de condiciones, cumpliéndose así el segundo ítem.

[...]

Para el caso, la pretensión principal de los accionantes consiste en que se


revoquen los actos administrativos mediante los cuales fueron excluidos
del concurso, dado que dentro de la fase del curso de formación o
complementación, cumplieron 25 años, edad límite para participar en la
convocatoria.

Sin embargo, fue claro el Acuerdo 168 de 2012 al advertir que tal situación
podría ocurrir y ésta fue aceptada por los demandantes al momento de
realizar su inscripción en la convocatoria. Por ende, de tal proceder no
podría en principio desprenderse la vulneración de sus derechos
fundamentales, habida consideración que ya conocían las limitaciones que
había estipulado la CNSC para la convocatoria y asumieron el riesgo de
participar en el concurso a pesar de estar próximos a cumplir los 25 años.

Ese tope máximo de edad lo adoptó la CNSC para la convocatoria 132 con
soporte en el artículo 119 del Decreto 407 de 1994, "por el cual se
establece el régimen de personal del Instituto Nacional Penitenciario y
Carcelario", dentro del cual se contempla como uno de los requisitos para
ingresar al cuerpo de custodia y vigilancia penitenciaria el de "tener más
de dieciocho años y menos de veinticinco años de edad, al momento de su
nombramiento".

4.2.4. El Decreto 407 de 1994 fue sometido a control de constitucionalidad


y el aparte atrás subrayado excluido del ordenamiento mediante sentencia
CC C-811/14, bajo las siguientes consideraciones:

"4. Decisión. Encontró la Corte que la expresión “al momento del


nombramiento” es inexequible, por lo siguiente: (i) se vulnera el principio
constitucional de la carrera administrativa al impedirle al ciudadano el
acceso al desempeño del cargo de dragoneante por motivos ajenos al
mérito y a las calidades del aspirante, en atención a circunstancias que
escapan a su control y a su voluntad (CP 40.7 y 125); (ii) constituye una
discriminación injustificada, dado que si bien persigue un fin legítimo e
importante, emplea un medio que no es adecuado ni conducente para
alcanzarlo, como se deduce tras realizar el juicio integrado de igualdad y,
en especial, de aplicar un test intermedio de igualdad (CP 13).

5. Razones de la decisión. (i) El régimen especial de carrera del personal de


custodia y vigilancia penitenciaria y carcelaria nacional, por el servicio
público esencial que presta, por las funciones que cumple y por ser un
organismo armado, integrado por personal uniformado, jerarquizado, con
un régimen y disciplina especiales, se enmarca dentro de las excepciones a
la prohibición prevista, a modo de regla, por el artículo 2 de la Ley 931 de
2004. (ii) Exigir de un aspirante que ha superado el proceso de selección
previsto en un régimen de carrera especial, tener entre 18 y 25 años al
momento de su nombramiento, cuando este requisito ya se ha verificado
en un momento anterior de dicho proceso, vulnera el principio de la
carrera administrativa y constituye una discriminación injustificada"

[...]

En ese orden de ideas, no podía el Tribunal Superior de Buga, aplicar al


caso la decisión CC C-811/14 mediante la cual el Alto Tribunal excluyó del
ordenamiento jurídico la frase «al momento de su nombramiento»,
contenida en el artículo 119 del Decreto Ley 407 de 1994, pues la Corte
Constitucional nada dijo frente a que el decisum de tal sentencia tuviera
efectos retroactivos. Por lo tanto, antes de la fecha en que fue proferida esa
determinación en sede de constitucionalidad, el citado artículo del Decreto
Ley en comento se encontraba ajustado a la Constitución y fue
debidamente aplicado a los accionantes en cada caso concreto».

CORTE CONSTITUCIONAL - Control constitucional - Sentencia de


constitucionalidad - Efectos de la sentencia rigen para las situaciones
fácticas consolidadas después de su expedición y la única autoridad
facultada para modular sus efectos es la Corte Constitucional (c. j.)

Tesis:
«(...) es claro el artículo 45 de la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia al señalar que las decisiones emitidas por la Corte Constitucional
en sede del control de constitucionalidad tienen efectos a futuro, salvo que
esa Corporación disponga lo contrario.

El condicionamiento allí contenido para la vigencia de las decisiones de


constitucionalidad, fue analizado por el Alto Tribunal, bajo el siguiente
criterio:

‘Sin entrar a profundizar acerca de las características y las implicaciones


jurídicas del control de constitucionalidad por parte de la Corte o de la
función que está llamada a cumplir la doctrina constitucional en el campo
interpretativo -por ser ello ajeno al asunto que se examina-, sí conviene
advertir que esta Corporación se ha pronunciado en reiteradas
oportunidades respecto de la naturaleza y los efectos de las decisiones
adoptadas en el ejercicio de su competencia, materia esta que se
encuentra estrechamente relacionada con el contenido de la norma bajo
revisión. Así, sobre estos aspectos, se señaló:
‘e). LOS EFECTOS DE LOS FALLOS DE LA CORTE EN ASUNTOS DE
CONSTITUCIONALIDAD.

‘Si se analiza el artículo 21 del decreto 2067, hay que señalar lo siguiente.

‘El inciso primero se limita a copiar parcialmente el inciso primero del


artículo 243 de la Carta, para concluir, refiriéndose a las sentencias que
profiera la Corte Constitucional, que son de obligatorio cumplimiento para
todas las autoridades y los particulares. Declaración que, en rigor, no
quita ni pone rey, por ser redundante. Pues el hacer tránsito a cosa
juzgada, o el tener el valor de cosa juzgada constitucional, no es en rigor
un efecto de la sentencia: no, más bien es una cualidad propia de ella, en
general.

‘Piénsese que aun en los casos en que la Corte declara exequible una
norma acusada por vicios de forma en su creación, la sentencia hace
tránsito a cosa juzgada, pues en lo sucesivo será imposible pedir la
declaración de inexequibilidad por tales vicios.

‘Y la sentencia firme, sobra decirlo, es de obligatorio cumplimiento.


Además, las que recaigan en las acciones públicas de inconstitucionalidad,
tienen efecto erga omnes, por la naturaleza misma de la acción y por su
finalidad.

(…)

‘f). ¿CUAL ES LA AUTORIDAD LLAMADA A SEÑALAR LOS EFECTOS DE


LOS FALLOS DE LA CORTE?

‘Para responder esta pregunta, hay que partir de algunos supuestos, entre
ellos estos.

‘El primero, que los efectos de un fallo, en general, y en particular de los


de la Corte Constitucional en asuntos de constitucionalidad, se producen
sólo cuando se ha terminado el proceso, es decir cuando se han cumplido
todos los actos procesales. En otras palabras, cuando la providencia está
ejecutoriada.

‘El segundo, que la propia Constitución no se refirió a los efectos de las


sentencias de inconstitucionalidad, limitándose a declarar en el inciso
primero del citado artículo 243, como se indicó, que los fallos que la Corte
dicte en ejercicio del control jurisdiccional hacen tránsito a cosa juzgada.
Pero, bien habría podido la Asamblea Constituyente dictar otras normas
sobre la materia. No lo hizo porque, en rigor, no eran necesarias.
‘Pero, fuera del poder constituyente, ¿a quién corresponde declarar los
efectos de los fallos de la Corte Constitucional, efectos que no hacen parte
del proceso, sino que se generan por la terminación de éste?. Únicamente
a la propia Corte Constitucional, ciñéndose, como es lógico, al texto y al
espíritu de la Constitución. Sujeción que implica tener en cuenta los fines
del derecho objetivo, y de la constitución que es parte de él, que son la
justicia y la seguridad jurídica.

‘En conclusión, sólo la Corte Constitucional, de conformidad con la


Constitución, puede, en la propia sentencia, señalar los efectos de ésta.
Este principio, válido en general, es rigurosamente exacto en tratándose de
las sentencias dictadas en asuntos de constitucionalidad.

(…)

‘Además, inaceptable sería privar a la Corte Constitucional de la facultad


de señalar en sus fallos el efecto de éstos, ciñéndose, hay que insistir,
estrictamente a la Constitución. E inconstitucional hacerlo por mandato
de un decreto, norma de inferior jerarquía. Pues la facultad de señalar los
efectos de sus propios fallos, de conformidad con la Constitución, nace
para la Corte Constitucional de la misión que le confía el inciso primero del
artículo 241, de guardar la integridad y supremacía de la Constitución,
porque para cumplirla, el paso previo e indispensable es la interpretación
que se hace en la sentencia que debe señalar sus propios efectos. En
síntesis, entre la Constitución y la Corte Constitucional, cuando ésta
interpreta aquélla, no puede interponerse ni una hoja de papel.

(…)

Como puede apreciarse, los argumentos transcritos resultan concluyentes.


A partir de ellos, se torna forzoso concluir -y reiterar- que sólo la Corte
Constitucional puede definir los efectos de sus sentencias. La prevalencia
del principio de separación funcional de las ramas del poder público (Art.
113 y s.s.), el silencio que guardó la Carta Política para señalar los
alcances de las providencias dictadas por los altos tribunales del Estado,
la labor trascendental que cumple esta Corporación en el sentido de
guardar la supremacía y la integridad de la Carta, y los efectos de "cosa
juzgada constitucional" y erga-omnes que tienen sus pronunciamientos
(Arts. 243 C.P. y 21 del Decreto 2067 de 1991), son suficientes para inferir
que el legislador estatutario no podía delimitar ni establecer reglas en
torno a las sentencias que en desarrollo de su labor suprema de control de
constitucionalidad ejerce esta Corte. (CC C-037/96, todos los resaltados
fuera del texto original)"

Es claro entonces, y así lo señaló la Corte Constitucional, que las


sentencias de constitucionalidad dictadas por esa Corporación rigen para
las situaciones fácticas consolidadas después de su expedición - regla
general - y la única autoridad facultada por la Carta Política para modular
los efectos de una decisión de constitucionalidad, es la Corte
Constitucional .

Bajo ese entendido, debe ser enfática esta Sala en señalar que le está
vedado al juez de tutela dar efectos retroactivos a una sentencia de
constitucionalidad, pues tal facultad, al tenor de la Constitución, de la Ley
Estatutaria de la Administración de Justicia y de la pacífica jurisprudencia
de la Corte Constitucional, es del resorte exclusivamente de esa
Corporación como guardiana de la Carta Fundamental».

CORTE CONSTITUCIONAL - Control constitucional - Sentencias de


revisión de tutela - Efectos inter partes: criterio auxiliar interpretativo de la
ratio decidendi

PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL - Sentencias de revisión de tutela de


la Corte Constitucional en las que se precisa el contenido y alcance de los
derechos constitucionales: sirven como criterio auxiliar a los jueces,
quienes deben justificar de manera suficiente si deciden apartarse de la
línea jurisprudencial fijada en ellas (c. j.)

Tesis:
«Las providencias que emite el Alto Tribunal en ejercicio del mecanismo de
amparo, tienen carácter obligatorio para quienes intervienen en el proceso
de tutela, la ratio decidendi o elementos que soportan la providencia,
sirven como criterio auxiliar interpretativo para los funcionarios judiciales.

Sobre el punto, dijo esa Corporación al analizar en sede de


constitucionalidad el artículo 48 de la Ley Estatutaria de la Administración
de Justicia, que reguló lo relativo al alcance de las providencias dictadas
por esa Colegiatura, lo siguiente:

"Respecto del segundo punto, esto es, de los efectos de los fallos y de la
doctrina constitucional, la jurisprudencia tanto de la Corte Suprema de
Justicia como de la Corte Constitucional se ha ocupado de estos temas.
Esta Corporación ha explicado:

…la Corte ha dispuesto acerca de la llamada doctrina constitucional:

"b. La doctrina constitucional. Las normas de la Constitución política, y


ésta no es una característica privativa de ellas, tienen una vocación
irrevocable hacia la individualización, tal como lo ha subrayado Kelsen al
tratar del ordenamiento jurídico. De ordinario pasan por una fase previa
consistente en su desarrollo legal. Pero no todas alcanzan dicho desarrollo,
bien porque no lo requieren, bien porque, requiriéndolo, el legislador lo
omite. Pero tal omisión no desvirtúa su carácter normativo, si ya lo tienen.
Pueden, entonces, ser aplicadas a situaciones específicas subsumibles en
ellas, que no están explícitamente contempladas en la ley.

"Pero si la individualización de las normas legales, dada su generalidad


(que a menudo deviene en ambigüedad), aparece problemática y
generadora de inseguridad jurídica, más problemática e incierta resulta
aún la actuación directa de las normas constitucionales a los casos
particulares, por concurrir en ellas, superlativamente, las mismas notas
distintivas advertidas en la ley.

(…)

"Pero como la Constitución es derecho legislado por excelencia, quien


aplica la Constitución aplica la ley, en su expresión más primigenia y
genuina. Es preciso aclarar que no es la jurisprudencia la que aquí se
consagra como fuente obligatoria. A ella alude claramente otra disposición,
el artículo 4° de la ley 69 de 1896, para erigirla en pauta meramente
optativa para ilustrar, en ciertos casos, el criterio de los jueces. Así dice el
mencionado artículo en su parte pertinente:

Tres decisiones uniformes dadas por la Corte Suprema de Justicia como


Tribunal de Casación sobre un mismo punto de derecho, constituyen
doctrina probable, y los jueces podrán aplicarla en casos análogos...
(Subraya de la Sala).

"Es claro entonces que la norma transcrita resulta armónica con lo


dispuesto en el artículo 230 de la Carta del 91.

"Así mismo, conviene precisar que no hay contradicción entre la tesis que
aquí se afirma y la sentencia C-131/93, que declaró inexequible el artículo
23 del Decreto legislativo 2067 del 91 en el cual se ordenaba tener como
criterio auxiliar obligatorio la doctrina constitucional enunciada en las
sentencias de la Corte Constitucional, mandato, ese sí, claramente
violatorio del artículo 230 Superior. Lo que hace, en cambio, el artículo 8°
que se examina -valga la insistencia- es referir a las normas
constitucionales, como una modalidad del derecho legislado, para que
sirvan como fundamento inmediato de la sentencia, cuando el caso sub
judice no está previsto en la ley. La cualificación adicional de que si las
normas que van a aplicarse han sido interpretadas por la Corte
Constitucional, de ese modo deben aplicarse, constituye, se repite, una
razonable exigencia en guarda de la seguridad jurídica.

"Es necesario distinguir la función integradora que cumple la doctrina


constitucional, en virtud del artículo 8°, cuya constitucionalidad se
examina, de la función interpretativa que le atribuye el artículo 4° de la
misma ley, al disponer:

Los principios del Derecho natural y las reglas de la jurisprudencia


servirán para ilustrar la Constitución en casos dudosos. La doctrina
constitucional es, a su vez, norma para interpretar las leyes (Subraya la
Corte).

"La disposición transcrita corrobora, además, la distinción que atrás queda


hecha entre doctrina constitucional y jurisprudencia. Es apenas lógico que
si el juez tiene dudas sobre la constitucionalidad de la ley, el criterio del
intérprete supremo de la Carta deba guiar su decisión. Es claro eso sí que,
salvo las decisiones que hacen tránsito a la cosa juzgada, las
interpretaciones de la Corte constituyen para el fallador valiosa pauta
auxiliar, pero en modo alguno criterio obligatorio, en armonía con lo
establecido por el artículo 230 Superior"

(…)

Por lo demás, cabe puntualizar que las sentencias judiciales a través de


las cuales se deciden acciones de tutela, sólo tienen efectos en relación con
las partes que intervienen en el proceso (Decreto 2591/91, art. 36). Sin
embargo, la doctrina constitucional que define el contenido y alcance de
los derechos constitucionales, sentada por la Corte Constitucional, con
ocasión de la revisión de los fallos de tutela, trasciende las situaciones
concretas que le sirven de base y se convierte en pauta que unifica y
orienta la interpretación de la Constitución.

El principio de independencia judicial, tiene que armonizarse con el


principio de igualdad en la aplicación del derecho, pues, de lo contrario, se
corre el riesgo de incurrir en arbitrariedad. La jurisprudencia de los altos
órganos jurisdiccionales, por medio de la unificación doctrinal, persigue la
realización del principio de igualdad. Por consiguiente, sin perjuicio de lo
observado respecto de la doctrina constitucional, la exequibilidad del
segundo numeral del artículo 48, materia de examen, se declarará bajo el
entendido de que las sentencias de revisión de la Corte Constitucional, en
las que se precise el contenido y alcance de los derechos constitucionales,
sirven como criterio auxiliar de la actividad de los jueces, pero si éstos
deciden apartarse de la línea jurisprudencial trazada en ellas, deberán
justificar de manera suficiente y adecuada el motivo que les lleva a
hacerlo, so pena de infringir el principio de igualdad"».

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO - Carrera


administrativa - Concurso de méritos de la Comisión Nacional del Servicio
Civil - Convocatoria n.º 132 de 2012 para proveer el cargo de dragoneante
del INPEC - Exclusión del concurso cuando se cumplen los 25 años de
edad antes de la firmeza de la lista de elegibles: razones para apartarse de
la ratio decidendi contenidas en la sentencia T-722 de 2014

Tesis:
«(...) existen circunstancias de hecho que imposibilitan la Sala proceder a
ello y por ende, debe apartarse de la ratio decidendi contenida en la
sentencia CC T-722/14, factores que se condensan así:

i) Informó la Comisión Nacional del Servicio Civil que la convocatoria 132


de 2012 ya finalizó.

Tal situación se confirma, al verificar el acta de liquidación del contrato


interadministrativo suscrito entre la CNSC y la Universidad de Pamplona,
celebrado para la ejecución de las actividades de la convocatoria referida.
De su lectura se muestra el cumplimiento a cabalidad de las obligaciones
adquiridas por la CNSC, la ejecución íntegra del valor pecuniario del
contrato, que ascendió a un total de $731.538.579, y la declaratoria de paz
y salvo respecto de ese convenio interadministrativo.

ii) Mediante auto del 21 de abril del cursante, la Magistrada Ponente en


este asunto requirió a la CNSC para que informara "si a la fecha se
proveyó la totalidad de los empleos ofertados en el marco de la
convocatoria 132 de 2012".

Sobre el punto, informó esa autoridad que:

"…la totalidad de las vacantes de la Convocatoria 132 de 2012 fueron


provistas, e incluso algunas de ellas se proveyeron a través del uso de
listas, según solicitó el INPEC en su debido momento.

(…)

…se agotó la totalidad de la lista de elegibles, tanto por nombramiento


directo por quienes ocuparon las posiciones meritorias de conformidad con
las vacantes ofertadas, como por uso de listas, tal como se aportó en los
anexos del escrito de impugnación"

De ello cabe colegir, que en la actualidad, las 718 vacantes disponibles


para el concurso de méritos regulado bajo la convocatoria 132 de 2012,
fueron ocupadas en su totalidad.

De ordenarse el reingreso de los actores al concurso, ello implicaría


transgredir los derechos adquiridos al debido proceso y al trabajo de
quienes ya superaron la fase del curso y el período de prueba siendo
designados como dragoneantes, personas que, al igual que los libelistas, se
sometieron a las reglas fijadas en la Convocatoria 132 de 2012 y las
superaron a cabalidad.

iii) Como se dijo anteriormente, el contrato suscrito para la realización de


la convocatoria 132 de 2012 ya fue liquidado y el presupuesto para ella
agotado en su totalidad.

Acceder al amparo invocado, podría implicar que la orden constitucional


impartida devenga inane, pues la falta de presupuesto para vincular a los
aspirantes excluidos de tal convocatoria, cuestión sustentada por la CNSC
en la alzada, llevaría necesariamente al juez de tutela a ordenar al
Ejecutivo la adición de las partidas presupuestales correspondientes para
cumplir la orden y revivir un contrato que ya culminó. En tal proceder,
suplantaría el Poder Judicial al Ejecutivo como ordenador y administrador
del gasto público, desconociendo con ello el principio de separación de
poderes constitucionalmente consagrado».

ACCIÓN DE TUTELA - Carencia actual de objeto por daño consumado (c.


j.)

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO - Carrera


administrativa - Concurso de méritos de la Comisión Nacional del Servicio
Civil - Convocatoria n.º 132 de 2012 para proveer el cargo de dragoneante
del INPEC - Exclusión del concurso cuando se cumplen los 25 años de
edad antes de la firmeza de la lista de elegibles: improcedencia de la
acción: daño consumado

Tesis:
«(...) Colige la Sala entonces que en el caso se presenta el fenómeno
definido por la jurisprudencia constitucional como la "carencia actual de
objeto", que tiene como característica esencial que la orden del juez de
tutela "no surtiría ningún efecto, esto es, caería en el vacío" (CC T-200/13).

Ello se advierte en el presente asunto de las razones expuestas en el


capítulo antecedente, donde se justificó el por qué a pesar de existir una
vulneración, ésta no tiene posibilidad de ser resarcida, lo que refleja la
configuración de un "daño consumado", que se presenta cuando «la
vulneración o amenaza del derecho fundamental ha producido el perjuicio
que se pretendía evitar con la acción de tutela, de modo tal que ya no es
posible hacer cesar la violación o impedir que se concrete el peligro y lo
único que procede es el resarcimiento del daño originado en la vulneración
del derecho fundamental" (ídem).

Además:
Esta figura de la carencia actual de objeto por daño consumado, se puede
configurar ante la ocurrencia de dos supuestos: el primero de ellos se
presenta cuando al momento de la interposición de la acción de tutela el
daño ya está consumado, caso en el cual ésta es improcedente pues, como
se indicó, tal vía procesal tiene un carácter eminentemente preventivo mas
no indemnizatorio. A ello se refiere el artículo 6, numeral 4, del Decreto
2591 de 1991 cuando indica que “la acción de tutela no procederá...
cuando sea evidente que la violación del derecho originó un daño
consumado (...)”. Esto quiere decir que el/la juez/a de tutela deberá hacer,
en la parte motiva de su sentencia, un análisis serio en el que demuestre
la existencia de un verdadero daño consumado, al cabo del cual podrá, en
la parte resolutiva, declarar la improcedencia de la acción, sin hacer un
análisis de fondo. (Ver decisiones CC T-200/13 y T-979/06)

4.2.8. La condición objetiva contenida en el numeral 2º del artículo 20 del


Acuerdo 168 de 2012, aunque discriminatoria, fue válida hasta la emisión
de las providencias emitidas por la Corte Constitucional. Bajo tal criterio,
que para ese entonces fue razonable y avalado por los accionantes al
inscribirse en la Convocatoria, fue que resultaron excluidos, por razón de
alcanzar la edad de 25 años y dicha situación jurídica se consolidó antes
de que el Alto Tribunal variara la postura vigente en torno a esa normativa.

Así las cosas, si bien en la actualidad el criterio de exclusión es lesivo de


sus derechos, no puede el juez de tutela conceder el amparo invocado,
pues una orden de protección, devendría inane por las razones expuestas
en precedencia.

Del mismo modo, la circunstancia de exclusión del concurso y la


consecuente afectación de sus garantías se configuró y consolidó antes de
instaurar la tutela, cuando ya se había consumado el daño. Por lo tanto, lo
procedente es revocar el fallo proferido por la Sala Penal del Tribunal
Superior de Buga y en su lugar, negar por improcedente el amparo
constitucional invocado por FRANCISCO JAVIER NARVÁEZ LUCERO y
otros».

ÓRDENES IMPARTIDAS EN LA SENTENCIA - La Corte advierte a la


Comisión Nacional del Servicio Civil y al INPEC sobre el deber de adoptar
medidas que eviten consignar criterios discriminatorios o contrarios a la
Constitución en los acuerdos regulatorios de los concursos de méritos que
se adelanten en el INPEC

Tesis:
«(...) debe advertir la Sala a la Comisión Nacional del Servicio Civil y al
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, que en lo sucesivo deberán
adoptar medidas tendientes a evitar consignar criterios discriminatorios o
contrarios a la Constitución en los acuerdos regulatorios de los concursos
de méritos que se adelanten en el INPEC, atendiendo para ello las pautas
expuestas en las decisiones CC C-811/14, CC T-722/14 y los consignados
en esta providencia».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: CC T-571/05 Rad: CC T-556/10


Rad: CC C-811/14 Rad: CC T-433/06 Rad: CC T-507/11 Rad: CC T-
067/11 Rad: CSJ STP2293-2015 Rad: CC T-722/14 Rad: CC C-811/14
Rad: CC T-1277/05 Rad: CC T-771/04 Rad: CC T-408/02 Rad: CC T-
432/02 Rad: CC SU-646/99 Rad: CC T-007/92 Rad: CSJ STP3827-2015
Rad: CSJ STP16437-2014 Rad: CSJ STP17167-2014 Rad: CC T-045/11
Rad: CC T-463/96 Rad: CC C-037/96 Rad: CC T-200/13 Rad: CC T-
979/06

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