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El libro de AMÓS

Título

Como con cada uno de los profetas menores, el título proviene del nombre del profeta a quien
Dios dio su mensaje (1:1). El nombre de Amós quiere decir “carga” o “llevador de cargas”. Él no
debe ser confundido con Amoz (“valeroso, fuerte”), el padre de Isaías (1:1).

Autor y fecha

Amós era de Tecoa, una pequeña villa a 16 km al S de Jerusalén. Él fue el único profeta que dio su
ocupación antes de declarar su comisión divina. Él no era de descendencia sacerdotal o noble, sino
que trabajaba como uno “de los pastores” (1:1; cp. 2 R. 3:4) y un recolector de “higos silvestres”
(7:14). Era un contemporáneo de Jonás (2 R. 14:25), Oseas (Os. 1:1) e Isaías (Is. 1:1). La fecha de
escritura es a mediados del siglo octavo a.C., durante los reinados de Uzías, rey de Judá (ca. 790–
739 a.C.) y Jeroboam II, rey de Israel (ca. 793–753 a.C.), dos años antes de un terremoto
memorable (1:1; cp. Zac. 14:5; ca. 760 a.C.).

Contexto histórico

Amós fue un profeta de Judea llamado a entregar un mensaje primordialmente a las tribus del
norte de Israel (7:15). Políticamente era un tiempo de prosperidad bajo el reino largo y seguro de
Jeroboam II quien, siguiendo el ejemplo de su padre Joás (2 R. 13:25), de manera significativa
“restauró los límites de Israel” (2 R. 14:25). También fue un tiempo de paz tanto con Judá (cp. 5:5)
como con sus vecinos más distantes; la amenaza que estaba continuamente presente de Asiria fue
subyugada tiempo atrás en ese siglo debido al arrepentimiento de Nínive ante la predicación de
Jonás (Jon. 3:10). No obstante, espiritualmente, fue un tiempo de corrupción desenfrenada y
decadencia moral (4:1; 5:10–13; 2 R. 14:24).

Temas históricos y teológicos

Amós se dirige a dos pecados primordiales de Israel: 1) una ausencia de adoración verdadera, y 2)
una falta de justicia. En medio de su desempeño ritualista de adoración, no estaban buscando al
Señor con el corazón (4:4, 5; 5:4–6) ni siguiendo su norma de justicia con sus vecinos (5:10–13;
6:12). Esta apostasía, evidenciada por el rechazo continuo y deliberado del mensaje profético de
Amós, es juicio divino prometido. No obstante, debido a su pacto, el Señor no abandonará a Israel
en su totalidad, sino que traerá restauración futura al remanente justo (9:7– 15).
Retos de interpretación

En el 9:11, el Señor prometió: “yo levantaré el tabernáculo caído de David”. En el Concilio de


Jerusalén, convocado para discutir si los gentiles debían permitirse en la iglesia sin que se les
requiriera circuncisión, Jacobo cita este pasaje (Hch. 15:15, 16) para apoyar el informe de Pedro de
cómo “Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre” (Hch.
15:14). Algunos entonces han concluido que el pasaje se cumplió en Jesús, el mayor Hijo de David,
a través de quien la dinastía de David fue reestablecida. No obstante, la referencia de Hechos es
mejor vista como una ilustración de las palabras de Amós y no el cumplimiento. Las referencias
temporales a un tiempo futuro (“En aquel día”, 9:11), cuando Israel posea “el resto de Edom, y a
todas las naciones” (9:12), cuando el Señor los plante “sobre su tierra, y nunca más serán
arrancados de su tierra que yo les di” (9:15), dejan en claro que el profeta está hablando del
regreso del Mesías en el segundo advenimiento para sentarse sobre el trono de David (cp. Is. 9:7),
no del establecimiento de la iglesia por los apóstoles.

Bosquejo

I. Juicios en contra de las naciones (1:1–2:16)

A. Introducción (1:1, 2)

B. En contra de los enemigos de Israel (1:3–2:3)

C. En contra de Judá (2:4, 5)

D. En contra de Israel (2:6–16)

II. Condenaciones en contra de Israel (3:1–6:14)

A. Pecado de irresponsabilidad (3:1–15)

B. Pecado de idolatría (4:1–13)

C. Pecado de decadencia moral (5:1–6:14)

III. Visiones de juicio y restauración (7:1–9:15)

A. El Señor librará (7:1–6)

1. Visión de langostas (7:1–3)

2. Visión de fuego (7:4–6)


B. El Señor ya no librará (7:7–9:10)

1. Visión de plomada (7:7–9)

2. Interludio histórico (7:10–17)

3. Visión de la canasta de fruta (8:1–14)

4. Visión del altar (9:1–10)

C. El Señor restaurará (9:11–15)

1:1 terremoto. Es mencionado por Zacarías (14:5), y Josefo (Antigüedades,IX:10:4) lo conecta con
el pecado de Uzías al usurpar las funciones exclusivas de un sacerdote (2 Cr. 26:16–23). Un
terremoto de gran magnitud ocurrió ca. 760 a.C.

1:2 rugirá. En Joel 3:16 también se dice que el Señor “rugirá” en contra de las naciones. Aquí su ira
iba dirigida ante todo hacia Israel (cp. Jer. 25:30). Amós fue un pastor de ovejas y con gran valor
advirtió al rebaño de Dios que estaba en peligro inminente a causa de un león rugiente que resultó
ser el Pastor principal del rebaño (cp. 3:8). Carmelo. Conocido por sus árboles frondosos y sus
jardines exuberantes, “Carmelo” significa “fertilidad” o “tierra de jardín” y se refiere a la cordillera
que va de E a O al norte de Israel hasta adentrarse en el Mar Mediterráneo (cp. 9:3). 1:3–2:3 Amós
comenzó con los enemigos de Israel y de esa manera tuvo una buena recepción inicial, pero al
profetizar acerca del juicio de Dios sobre Israel, los líderes trataron de silenciarlo (cp. 7:10–17).

1:3 Por tres pecados… por el cuarto. Este mecanismo retórico se reitera en cada uno de los ocho
mensajes y difiere de un patrón similar que se emplea en otros textos donde los números sí
corresponden a cuentas matemáticas específicas (p. ej. Pr. 30:15, 18, 21, 29), para hacer hincapié
en que cada nación era visitada por un número incalculable de infracciones. La copa de iniquidad
se había llenado con tres, y con cuatro pecados rebosó. Este juicio habría de caer sobre Siria, cuya
capital es Damasco. trillaron a Galaad. La trilladura se realizaba con trillos pesados que al pasar
sobre el grano lo molían y también lo separaban del tamo. Galaad se ubicaba en la región
montañosa del Golán al norte de Israel, donde fue vulnerable a los ataques crueles de Siria (cp. 2
R. 13:7; 18:12).

1:4 Ben-adad. Al parecer el nombre de un trono que se significa “hijo del dios Adad”. Ben-adad II
fue hijo del rey sirio Hazael (841–801 a.C.).

1:5 valle de Avén. Significa “valle de maldad” y puede referirse a Baal-bec, el centro para la
adoración del sol, ubicado al N de Damasco. Bet-edén. “Casa de placer”. Estaba ubicada en Siria
oriental al otro lado del Éufrates. Kir. Al parecer fue el lugar de origen de los sirios. Una región a la
que fueron exiliados más tarde (2 R. 16:9) pero su ubicación se desconoce.
1:6 Gaza. La ciudad mercantil más prominente de Filistea, con una ubicación ideal entre Egipto e
Israel. Aquí se menciona con referencia a toda la nación filistea. llevó cautivo a todo un pueblo. Los
filisteos deportaron a toda la población (cp. Jer. 13:19), tal vez durante el reino de Joram (2 Cr.
21:16, 17; Jl. 3:3), ca. 853–841 a.C.

1:7, 8 Cuatro de las cinco ciudades principales de Filistea. La quinta, Gat, no fue mencionada
porque había sido destruida con anterioridad por Uzías (2 Cr. 26:6).

1:9 pacto de hermanos. Entre Fenicia e Israel existió por mucho tiempo una relación fraternal que
comenzó con la ayuda del rey Hiram a David y Salomón en la construcción del templo (2 S. 5:11; 1
R. 5:1–12; 9:11–14), y se cimentó más adelante por medio del matrimonio de Jezabel con Acab (1
R. 16:31). Ningún rey de Israel emprendió guerra contra Fenicia, en especial sus dos ciudades
principales, Tiro y Sidón.

1:10 Tiro. Alejandro Magno conquistó esta fortaleza alrededor del año 330 a.C. (cp. Ez. 26:1–18).

1:11 persiguió… violó todo afecto natural. Más que luchar en su contra, Edom persiguió con
crueldad a su hermano y reprimió cualquier sentimiento compasivo. Vea las notas sobre Abdías,
una descripción más completa del juicio sobre Edom.

1:12 Temán. El nieto de Esaú (Gn. 36:11) de quien toma su nombre este pueblo. Bosra. Una ciudad
fortificada en el norte de Edom, unos 56 km al N de Petra.

1:13 los hijos de Amón. Descendientes de Ben-ammi, el hijo de Lot y su hija menor (Gn. 19:34–38).
Rabá. Situada al E del río Jordán, esta era la ciudad capital. abrieron a las mujeres… que estaban
encintas. Este trato tan inhumano en tiempos de guerra no era una práctica inusual (cp. 2 R. 8:12;
15:16; Os. 13:16).

2:1 Moab. Descendientes de Lot y su hija mayor (Gn. 19:37). quemó los huesos. Este incidente en
el que la venganza no se detuvo en la muerte, no se registra en otro lugar de las Escrituras.

2:2 Queriot. Una ciudad importante de los moabitas, bien sea como capital o como centro de culto
idólatra.

2:3 juez. Una posible alusión al rey, quien también era designado con frecuencia como el juez de la
tierra (2 R. 15:5; Dn. 9:12).

2:4 Judá. Al terminar los juicios contra las naciones, el profeta procedió a dirigirse a Judá, para
acercarse cada vez más a su objetivo final que era Israel. menospreciaron la ley de Jehová. Las
naciones fueron juzgadas porque habían pecado contra la ley de Dios, la cual había quedado
escrita en el corazón y en la conciencia (cp. Ro. 2:14–15). Judá e Israel fueron juzgadas porque
pecaron contra la ley revelada y escrita de Dios.
2:5 fuego en Judá. El rey Nabucodonosor de Babilonia cumplió este juicio, ca. 605–586 a.C. (cp. 2 R
24, 25).

2:6, 7 La avaricia los consumía tanto que para cancelar deudas insignificantes se vendían entre sí
como esclavos (cp. Mt. 18:23–35), e iba acompañada de pasión sexual desenfrenada. El cuidado
de los pobres es un tema sobresaliente en el AT (p. ej. Pr. 14:31; 17:5) y la pureza sexual se ordena
con reiteración. Las transgresiones en ambas áreas son una afrenta al nombre santo de Dios.

2:7 se llegan a la misma joven. En el contexto de la opresión de los indefensos, esta era una
referencia probable a una joven esclava (cp. Éx. 21:7–11).

2:8 ropas empeñadas. La vestimenta exterior se utilizaba para asegurar préstamos que se
devolvían antes de la puesta del sol (Éx. 22:25–27; Dt. 24:12, 13). En lugar de esto, las utilizaban
para participar en actos de idolatría e inmoralidad.

2:9 amorreo. Representa a los habitantes de Canaán antes de la conquista, a quienes Dios derrotó
a favor de los judíos (cp. Jos. 10:12–15). Por su gran estatura, algunos espías dijeron que parecían
langostas delante de ellos (Nm. 13:32, 33).

2:11 nazareos. Vea Números 6:1–21.

2:14–16 Ni la fuerza personal ni el armamento militar fueron suficientes para impedir la mano de
juicio del Señor a través de los asirios ca. 722 a.C. (cp. 2 R 17).

3:1 toda la familia. El destinatario principal de estos mensajes fue Israel, pero Judá no estaba
excluida.

3:2 A vosotros solamente he conocido. Este conocimiento se refiere a una relación íntima, no a
una simple distinción. Cp. Génesis 4:1, 17; Mateo 1:25; Juan 10:14, 15. No obstante, la elección
soberana de Dios a favor de Israel no la eximió de recibir castigo por su desobediencia.

3:3–8 El Señor formuló una serie de preguntas para mostrar que, así como algunas cosas son
ciertas en la naturaleza, también es impensable que lo que suceda en Israel esté fuera de la
soberanía divina. ¡Ciertas acciones tienen ciertos resultados! El Señor ha dicho una palabra y por
eso el profeta tiene que hablar y el pueblo escuchar con temor y temblor. En lugar de esto,
trataron de silenciar al profeta (cp. 2:12; 7:12, 13).

3:7 El juicio viene, pero el Señor en su gracia advirtió a la nación por adelantado a través de sus
profetas (p. ej. Noé en Gn. 6; Abraham en Gn. 18).

3:9 Las naciones paganas como los filisteos y los egipcios, fueron llamados en sentido retórico a
ser testigos del juicio de Dios. Si condenaban a Israel, ¿cuánto más lo haría un Dios justo?

3:11 Un enemigo. Los asirios que capturaron y deportaron a Israel en 72 a.C.


3:12 El Señor hace una descripción vívida del remanente pequeño que quedó en Israel tras la
invasión asiria.

3:13 Oíd y testificad. Como en el v. 9, las naciones paganas fueron llamadas de nuevo a presenciar
y testificar.

3:14 Bet-el. El lugar principal de culto a los ídolos en Israel (cp. 1 R. 12:25–33).

4:1 vacas de Basán. Una descripción de las mujeres de Samaria que vivían con muchos lujos (cp. Is.
3:1–26; 32:9–13; Jer. 4:30). Basán era una región fértil al pie del Monte Hermón al E del río Jordán,
famosa por sus prados abundantes. Israel disfrutó de gran prosperidad bajo el reinado de
Jeroboam II.

4:2, 3 por las brechas… seréis echadas. Los cautivos serán sacados de la ciudad por entre los muros
resquebrajados, como un símbolo de su derrota absoluta.

4:4, 5 Con sarcasmo agudo, Amós acusó a Israel por sus sacrificios a los ídolos y su religión
ritualista.

4:4 Bet-el… Gilgal. Betel fue el lugar donde Jacob tuvo su sueño (Gn. 28) y Gilgal, donde Israel fue
circuncidado antes de rodear a Jericó (Jos. 5:1–9). Ambos eran lugares sagrados para Israel.

4:5 sacrificio… con pan leudado. Aunque se prohibía en la mayoría de las ofrendas, la levadura se
requería como parte de la ofrenda de acción de gracias (Lv. 7:11–15).

4:6–11 Las advertencias pasadas de nada sirvieron, como lo confirma la frase frecuente: “mas no
os volvisteis a mí” (vv. 6, 8, 9, 10, 11).

4:6 a diente limpio. Amós empleó este eufemismo para ilustrar la ausencia de comida durante el
tiempo de hambre y sequía enviado por Dios para advertir a Israel, el cual describió en los vv. 6–9
(cp. Dt. 28:22, 23, 24, 47, 48; Lv. 26:18).

4:11 como tizón escapado del fuego. Solo fue a causa de la misericordia de Dios que Israel se salvó
de caer en la extinción (cp. Zac. 3:2; Jud. 23).

4:12 prepárate para venir al encuentro de tu Dios. El concepto general de este encuentro se
remonta a la preparación de Israel para recibir el pacto en el Monte Sinaí (Éx. 19:11, 15). Aquí el
profeta implora a la nación entera que se prepare para ser juzgada.

4:13 Este es el Dios que deben prepararse a enfrentar, el Señor Dios Todopoderoso.

5:1, 2 Israel es comparada con una mujer que sufre una muerte prematura, por la cual se entona
un canto fúnebre.
5:3 Muchos terminarían muertos en batalla o capturados, pero solo un puñado de ellos regresaría
(cp. 3:12; Is. 6:11–13).

5:5 Bet-el… Gilgal. Vea la nota sobre 4:4. Beerseba. Ubicada en el sur de Judá, 80 km al SO de
Jerusalén. Beerseba tuvo una gran importancia en la historia de Israel (cp. Gn. 21:33; 26:23; 1 S.
8:1–3; 1 R. 19:3–7). Al parecer, el pueblo del N cruzó la frontera para adorar allí (cp. 8:14).

5:6 la casa de José. Se refiere al reino del norte, ya que Efraín y Manasés fueron hijos de José y
constituían las tribus más grandes.

5:7 justicia… por tierra. Se había pervertido tanto la justicia, que era como el ajenjo, una hierba
conocida por su sabor amargo (cp. Ap. 8:11).

5:8 las Pléyades y el Orión. Las estrellas Pléyades forman parte de la constelación Tauro, mientras
que Orión representa el poder creativo y la sabiduría infinita de Dios (cp. Job 9:9; 38:31–35). Israel
era culpable de rendir culto a las estrellas (cp. v. 26) en lugar de a su Creador.

5:10–13 Se había destruido el principio de la justicia y esto ocasionó corrupción total “en la
puerta”, lugar donde se administraba justicia (cp. v. 15; Dt. 21:19; Jos. 20:4).

5:16, 17 Amós reflexiona en las acusaciones anteriores y describe al pueblo que se lamenta
mientras el Señor pasa por en medio de ellos para ejecutar su sentencia de juicio (cp. Éx. 11:3ss).

5:18, 20 Hasta los malvados querían que llegara el Día del Señor, con la convicción falsa de que
traería victoria en lugar de juicio (cp. Sof. 1:14–18).

5:21–24 Al practicarse con un corazón corrupto, hasta las fiestas solemnes, las ofrendas y la
música agradable eran rechazadas por el Señor (cp. Lv. 26:27, 31; Sal. 51:16, 17, 19).

5:25, 26 Además de adorar al Señor en el desierto, Israel también rindió culto a otros dioses,
transportando el tabernáculo de los dioses Moloc y Quiún. El culto a Moloc incluía la adoración
astrológica de Saturno y a las huestes celestes, así como el sacrificio literal de niños (2 R. 17:16,
17). Aunque Israel recibió advertencias directas en contra de adorar a Moloc (Dt. 18:9–13), el
pueblo practicó este culto en todas sus facetas, y así continuó durante el tiempo de Salomón (1 R.
11:7) y sus descendientes (1 R. 12:28; 2 R. 17:16, 17; Jer. 32:35) hasta Josías (2 R. 23:10). Esteban
recitó Amós 5:25–27 al relatar los pecados de Israel en Hechos 7:42, 43.

5:27 Asiria conquistó a Damasco en 732 a.C. y después venció a Israel en 722 a.C.

6:1, 2 Las dos capitales de Judá e Israel, Sión y Samaria, fueron invitadas a hacer una mirada
panorámica. Si Calne (es posible que corresponda a Calno en Is. 10:9), Hamat (Siria) y Gat (Filistea)
no pudieron postergar sus juicios respectivos, ¿cómo podrían hacerlo ellas?
6:6 beben vino en tazones. Estos tazones grandes se utilizaban en tareas relacionadas con los
sacrificios, pero aquí simbolizan los excesos de un estilo de vida pecaminoso.

6:8 juró por sí mismo. Cp. Génesis 22:16; Hebreos 6:13, 14.

6:9, 10 El juicio fue tan completo que hasta los remanentes pequeños fueron buscados y
eliminados.

6:10 lo quemará. Esto podría referirse a la cremación que se hizo necesaria por el número excesivo
de muertos, y por el temor a una epidemia. Con algunas excepciones raras (cp. 1 S. 31:12), los
cadáveres eran enterrados en el Israel antiguo. no podemos mencionar. Antes le habían dado la
bienvenida como un amigo, pero ahora que el Señor venía en juicio era visto como un enemigo, y
por temor los sobrevivientes no se atrevían a invocar su nombre.

6:12 La administración de justicia en Israel era tan absurda como los caballos que intentan correr
sobre las rocas o arados con bueyes sobre ellas.

6:13 en nada… poder. Al parecer, se refiere en heb. a dos emplazamientos sirios que fueron
capturados por Jeroboam II (cp. 2 R. 14:25). Es una referencia sarcástica a la “gran” ganancia de
Israel que en realidad no fue de mucho valor. “Carnaim” significa “cuerno” y es un símbolo de
poder porque representa la fuerza de un animal. En su necedad, Israel creyó que había
conquistado en sus propias fuerzas.

6:14 una nación. Asiria en 722 a.C. Hamat hasta el arroyo del Arabá. Esto abarca todo el perímetro
del reino en el norte y en el sur, tal como fue restablecido por Jeroboam II (cp. 2 R. 14:25).

7:1–9:10 Amós introdujo cinco visiones con un interludio histórico (7:10–17). Las primeras dos
ilustran el compromiso del Señor para librar a un remanente de la destrucción, mientras que las
últimas tres ratifican el carácter inevitable de ese juicio.

7:1–3 La primera visión simboliza la acción de Dios y consistió en una nube de langostas que
devoraba la última cosecha del pueblo, después de que el rey recogió la primera cosecha.

7:3 Se arrepintió Jehová. De manera similar a como lo hizo ante los ruegos de Abraham por
Sodoma en Génesis 18:22, 23.

7:4–6 Con la figura del fuego, la segunda visión tiene que ver con una sequía devastadora que
acaba el suministro de agua en el subsuelo y ocasiona aridez total en los campos (cp. Dt. 32:22).
Amós de nuevo intercedió por la causa de Israel (cp. vv. 2, 3).

7:7–9 La verdadera naturaleza espiritual de Israel fue puesta a prueba y se determinó que no era
satisfactoria, conforme a la plomada de la justicia divina en la tercera de las cinco visiones. La
espada de juicio vendría desde Asiria.
Cinco visiones de Amós

1. Visión de langostas (7:1–3)

2. Visión de fuego (7:4–6)

3. Visión de la plomada (7:7–9)

4. Visión de la fruta de verano (8:1–14)

5. Visión del Señor (9:1–10)

7:10–17 Las palabras de Amós calaron tan hondo en el corazón de los líderes de Israel, que ellos
optaron por acusarlo de conspiración en contra del rey (cp. Jer. 26:11; 37:11–13; 38:1–6).

7:11 ha dicho Amós. Lo más probable es que esto se refiera al v. 9.

7:17 llevado cautivo. A Asiria alrededor de 722 a.C.

8:1 fruta de verano. En esta cuarta visión, así como la fruta madura por completo en el sol
veraniego, Israel estaba lista para recibir su juicio.

8:5 el mes. Con base en su calendario lunar, Israel celebraba el día de la luna nueva con un festival.
Como en el día de reposo, no debía realizarse trabajo alguno (1 S. 20:5, 6; 2 R. 4:23; Ez. 46:3). Los
mercaderes expresan el deseo de que termine pronto el día y así hacen evidente su avaricia.
achicaremos la medida, y subiremos el precio. Con balanzas alteradas, los comerciantes
disminuían las cantidades y aumentaban el costo de la mercancía. Vea la nota sobre Proverbios
11:1, otros pasajes sobre medidas deshonestas.

8:6 desechos del trigo. Se refiere al tamo que se mezclaba con el trigo de buena calidad para
engañar a los compradores.

8:7 gloria de Jacob. También se puede traducir “orgullo”, y tan cierto como que la nación estaba
llena de orgullo, el Señor no olvidaría sus obras.

8:8 crecerá y mermará como el río de Egipto. Como el Nilo, que cada año suministraba agua y
sedimentos ricos para la agricultura por medio de sus desbordamientos, el juicio también cubriría
toda la tierra.
8:9 que se ponga el sol a mediodía. Una referencia probable al eclipse total de sol ca. 763 a.C.,
como una ilustración del juicio venidero de Dios.

8:10 cilicio. Vea la nota sobre Joel 1:8.

8:11, 12 Durante tiempos de prosperidad, la nación rechazó a los profetas (cp. 7:10–17). Durante
el cautiverio no pudieron hallar la palabra del Señor (cp. 1 S. 28:6ss).

8:14 Samaria… Dan. Jeroboam I construyó altares en ambos lugares en un esfuerzo para impedir
que Israel fuera a Jerusalén a adorar a Dios (1 R. 12:26–29). Beerseba. Vea la nota sobre 5:5.

9:1 La quinta visión comienza con el Señor que está parado al lado del altar en Betel y manda que
el templo sea derribado, de tal modo que cae sobre los adoradores sin que se libre uno solo.

9:2–4 Con gran desesperación para escapar, ninguno podrá esconderse de la mano de juicio. David
fue justo y encontró seguridad y consuelo en la omnipresencia de Dios (Sal. 139:7–10; cp. Jer.
23:23, 34), pero los malvados solo encuentran su ira (cp. Ap. 20:13).

9:3 Carmelo. Una región montañosa que se eleva 549 m por encima del Mediterráneo, conocida
por sus múltiples cuevas y bosques. Vea la nota sobre 1:2.

9:5–9 Para que nadie pusiera en duda el poder del Señor, el profeta nos recuerda que su
omnipotencia se revela en la creación y en su dominio soberano de las naciones. Otras naciones
han sido transplantadas de su suelo natal, ¿por qué no Israel?

9:5 el río. Vea la nota sobre 8:8.

9:7 Kir. Vea la nota sobre 1:5.

9:9 zarandeada entre todas las naciones. Solo el tamo debía ser castigado porque el remanente de
Dios sería preservado para heredar las bendiciones mencionadas en los versículos siguientes.

9:11–15 Las bendiciones del milenio esperan al remanente fiel, cuando el Mesías reine de manera
personal sobre todas las naciones en Jerusalén, sentado en el trono de David, de tal forma que los
judíos nunca más serán arrancados de la tierra que les pertenece por herencia divina (9:15).

9:11 tabernáculo… de David. Una referencia a la dinastía de David (cp. Introducción: Retos de
interpretación). Dios levantará y reconstruirá este tabernáculo sobre la tierra para que Cristo
gobierne en su reino milenario (cp. Zac. 14:9–11). Los apóstoles usaron este pasaje para ilustrar
que por esta razón, los gentiles pueden participar en la redención de Dios. Vea las notas sobre
Hechos 15:13–18.

9:13, 14 La prosperidad se describe aquí con una hipérbole (cp. Lv. 26:5; Jl. 3:18; contra. Is. 5). La
fructificación será tan enorme que las temporadas de siembra y cosecha estarán superpuestas.
Esta prosperidad alentará una repatriación masiva (cp. Is. 11:15, 16) y reconstrucción a gran escala
(cp. Zac. 2:1–5).

9:15 nunca más serán arrancados de su tierra. El cumplimiento definitivo de la promesa de tierra
que Dios hizo a Abraham (cp. Gn. 12:7; 15:7; 17:8) ocurrirá durante el reino milenario de Cristo
sobre la tierra (cp. Jl. 2:26, 27).

La restauración definitiva de Israel

1. Is. 27; 42–44; 65; 66

2. Jer. 30–33

3. Ez. 36; 37; 40–48

4. Dn. 9:20–27; 12:1–3

5. Os. 2:14–23; 14:4–7

6. Jl. 3:18–21

7. Am. 9:11–15

8. Abd. 17, 21

9. Mi. 7:14–20

10. Sof. 3:14–20

11. Hag. 2:20–23

12. Zac. 13–14

13. Mal. 4:1–3

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