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Tema 3: La Medicina familiar en la Atención

Primaria de Salud (APS).


Actividad Orientadora 6.
El equipo de salud en la APS. Trabajo en
equipo.
Sumario
El equipo de salud en la APS. Trabajo en equipo.
El equipo de salud en la APS: Trabajo en equipo: Principios básicos, ventajas y
componentes. Características del equipo de salud. Factores que influyen en la
composición del equipo de APS. Criterios para su conformación. Núcleo básico,
funciones y actividades. Papel de la enfermera y el trabajador social en el equipo de
salud.

TRABAJO EN EQUIPO
Un equipo puede ser definido como aquel grupo de personas que realizan diferentes
aportaciones, con una metodología compartida, de cara a un objetivo común. Cada
miembro del equipo tiene claramente asumidas sus propias funciones, así como los
intereses comunes del colectivo y todos los componentes comparten la
responsabilidad de los resultados.

PRINCIPIOS BÁSICOS
El equipo no ha de entenderse solamente como un conjunto de profesionales que
desarrollan actividades y tienen objetivos comunes, sino también como la base de
una metodología concreta de trabajo, siendo esta última perspectiva la que marca
la verdadera importancia del concepto de equipo multidisciplinario, ya que de su
aplicación correcta dependerá el que puedan alcanzarse los objetivos marcados.

En el equipo de Atención Primaria cada profesional ha de desarrollar y


responsabilizarse de unas actividades concretas, algunos de cuyos aspectos
pueden, a su vez, ser compartidos por distintos miembros del equipo, en un contexto
de colaboración y ausencia de conflictos de competencia entre ellos.En esta
perspectiva, la organización del equipo ha de gravitar sobre tres premisas
esenciales:

• Trabajo coordinado y no jerarquizado de los distintos profesionales. Este


concepto implica la rotura de la idea de que la propia titulación lleva consigo un
grado de jerarquía. Ninguno de los grupos profesionales que integran el equipo
ha de tener, en principio, una situación jerárquica superior o inferior respecto a
otros. Las funciones y actividades de cada componente no han de venir
únicamente delimitadas por su «techo profesional», sino por la propia
competencia y las necesidades de la población.
• Trabajo programado. Con independencia de las actividades individuales
inherentes a la Atención Primaria, el establecimiento de actuaciones
programadas es la metodología idónea para el cumplimiento de los objetivos
marcados. El trabajo programado no ha de implicar la parcelación o
compartimentación estanca de las actividades.
• Participación de todos los componentes del equipo. En la planificación,
ejecución y evaluación de todas las actividades a desarrollar. De esta manera,
todos ellos pueden asumir un grado importante de responsabilidad y tener una
visión de conjunto de las tareas, independientemente de que el papel concreto
de cada grupo profesional en las actividades programadas varíe ampliamente;
por ejemplo, en lo que hace referencia al de los médicos en la atención de la
demanda por procesos agudos y al de los profesionales de enfermería en el de
las actividades preventivas.

VENTAJAS
El trabajo en equipo tiene una serie de ventajas respecto al realizado de forma
aislada:
• La actividad desarrollada por el conjunto es mayor que la suma de las
individuales.
• Las técnicas poco habituales se utilizan mejor.
• Los miembros del equipo tienen un mayor grado de satisfacción profesional.
• Facilita y potencia el desarrollo de distintas actividades, como, por ejemplo,
de educación para la salud.
• El paciente tiene mayores probabilidades de ser mejor atendido y tratado.

Una dinámica correcta de constitución de un equipo implica la existencia de un


período previo de toma de contacto de sus componentes, antes del inicio de las
actividades asistenciales.

Para realizar el amplio abanico de actividades que son propias del equipo de APS
es necesario el concurso de profesionales expertos en distintas áreas, con un marco
común de objetivos y una organización del trabajo basada en su división funcional,
de acuerdo con las capacidades técnicas y disponibilidades de cada uno de ellos y
no con una rígida y simple asignación estamental.

COMPOSICIÓN
Los equipos funcionan en la medida en que todos sus componentes se sienten
partícipes de sus objetivos, actividades y resultados y pueden realizar aportaciones
operativas al respecto.

La composición de un equipo de Atención Primaria ha de ajustarse a las


características concretas del sistema y de la comunidad a la que atiende. Por tanto,
no existen modelos universales que permitan describir una composición válida para
todos los lugares y circunstancias. Lo que define un equipo de salud no es el tipo o
estamento de los profesionales que lo constituyen o su relación cuantitativa respecto
a la población, sino la forma organizativa a través de la cual su estructura y
funcionamiento se integran para la solución de las necesidades y problemas de una
comunidad.

Las afirmaciones anteriores tienen implicaciones importantes, ya que suponen la


necesidad de flexibilización y descentralización máximas de las disposiciones
legales o de carácter administrativo que hagan referencia a este tema y no pretender
definir rígidamente desde niveles centralizados la composición exacta de los
equipos de Atención Primaria. Es preciso encontrar el punto de equilibrio que
permita una adecuada adaptación del equipo a las necesidades y disponibilidades
concretas de una determinada área de salud y que ello sea compatible con el marco
legal básico necesario para posibilitar un desarrollo armónico y coherente del
sistema.

CARACTERÍSTICAS DEL EQUIPO DE SALUD


• Ninguno de los grupos profesionales que integran el equipo ha de tener, en
principio, una situación jerárquica superior o inferior respecto a otros.
• Su composición se basa de acuerdo a las necesidades de la comunidad.
• Esta compuesto por diferente profesionales de salud.
• Sus miembros poseen un objetivo común, las mejor atención más integral al
paciente

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA COMPOSICIÓN DEL EQUIPO


DE ATENCIÓN PRIMARIA

• La situación política y económica, y la infraestructura sanitaria de cada país


es el primer factor a considerar ya que es el que delimita sus características
globales y, a partir de ellas, las de todos los elementos del sistema de salud. En
aquellos países con menores grados de desarrollo económico hay que tener en
cuenta también las características concretas de la población en cuanto a sus
necesidades de salud, forma de organización general y sanitaria y distribución
geográfica.
• Las necesidades de salud marcan la composición y funciones de los equipos
de Atención Primaria. En los países subdesarrollados los problemas
fundamentales pueden ser de saneamiento básico y suministro de agua y
alimentos mientras que en los industrializados lo serán, por ejemplo, la
contaminación ambiental y los hábitos de vida nocivos.
• La disponibilidad de profesionales sanitarios titulados, que suele ser escasa
en los países subdesarrollados, puede hacer necesario recurrir a profesionales
de carácter intermedio y agentes comunitarios de salud, los cuales, con un
adiestramiento previo elemental y una supervisión periódica, son capaces de
enfocar y solucionar los problemas de salud principales de la población atendida.
• La estructura poblacional (pirámide de edad, distribución geográfica,
organización comunitaria, rural o urbana) es también un factor determinante de
la composición de los equipos de APS.
CRITERIOS PARA SU CONFORMACIÓN
Para establecer el número y los tipos de componentes de los equipos de Atención
Primaria en relación con la población atendida pueden utilizarse diversas clases de
criterios.

Las necesidades de salud de la población constituyen uno de los criterios esenciales


que deben analizarse y, para su aplicación correcta, requiere el conocimiento de la
situación de salud de la comunidad a atender y, en consecuencia, el de sus
problemas prioritarios.

Habitualmente, para la delimitación de los componentes de los equipos de APS, se


utilizan criterios mixtos en los que se incluyen elementos de todos los anteriores,
aunque, en muchos casos, se olvidan total o parcialmente las necesidades
concretas de salud de la población. A su vez, todos estos criterios están influidos
por los factores políticos, económicos y de disponibilidad de profesionales que se
han mencionado con anterioridad.

En lo que hace referencia específica a los profesionales de enfermería del equipo


de APS, es necesario reconsiderar los criterios empleados hasta ahora para
delimitar su número, en relación proporcional con el de médicos. Hay que analizar
las funciones y tareas de enfermería y las necesidades de la población respecto a
ellas y, entonces, establecer la cantidad y cualificación de estos profesionales en
Atención Primaria.

Seguir planteando la asignación del personal de enfermería en relación directa con


la de los médicos significa de algún modo partir una vez más de la base de que las
funciones y actividades de los primeros dependen exclusivamente de las de éstos
y olvidar la existencia de su papel específico en APS.

En España, las disposiciones legales sobre la delimitación de los componentes de


los equipos de Atención Primaria incluyen a médicos de familia, pediatras,
enfermeras, matronas, auxiliares de clínica, farmacéuticos, veterinarios, asistentes
sociales y personal auxiliar polivalente, dejando la puerta abierta para la adscripción
posterior de otros profesionales.

En Cataluña, la composición de los equipos es diferente de la señalada e incluye a


los odontólogos-estomatólogos, sitúa como elementos colaboradores a los
farmacéuticos y matronas y no menciona específicamente a los veterinarios.
En las dos situaciones la figura del coordinador del equipo es definida como la del
responsable del desarrollo de las funciones y actividades de este equipo y ha de ser
desempeñada por uno de sus componentes médicos.

NÚCLEO BÁSICO
El núcleo básico del equipo de Atención Primaria es el formado por aquellos
profesionales imprescindibles para el desarrollo de sus funciones esenciales en los
terrenos asistencial, preventivo y de promoción de la salud y sin los que es imposible
hablar de un verdadero equipo.

Los médicos, profesionales de enfermería, los trabajadores sociales y los


administrativos o polivalentes son los elementos constitutivos básicos y los
restantes técnicos sanitarios y no sanitarios que pueden integrarlos actúan como
elementos de infraestructura o de apoyo especializado. Tal es el caso de los
especialistas en salud pública, de odontología, salud mental, obstetricia y
ginecología, laboratorio, radiología, farmacia y veterinaria.

Además de esta concepción «técnica» del equipo de Atención Primaria, existen


otras basadas en aspectos más funcionales. Pritchard distingue lo que denomina
equipo «intrínseco» en el que sus componentes no están prefijados y se determinan
en razón de la tarea que hay que llevar a cabo, lo que les da un carácter flexible y
transitorio, disolviéndose como tal una vez finalizada la tarea concreta. En estos
equipos pueden estar incluidos también los propios pacientes y sus familiares.

El mismo autor añade a la categoría anterior la de los llamados equipos


«funcionales», formados para coordinar determinados temas asistenciales u
organizativos, y la de los equipos «completos», formados por todos los
profesionales del centro de salud.

L. de la Revilla basa el equipo en lo que denomina Unidades de Atención Familiar,


cuya estructura triangular está formada por el médico de familia, el profesional de
enfermería y el propio paciente.

FUNCIONES Y ACTIVIDADES
Desde la perspectiva de un sistema integral de salud, el equipo de Atención Primaria
ha de asumir todas aquellas funciones dirigidas a garantizar y mejorar el nivel de
salud individual y colectiva del grupo de población que tiene adscrito. Este concepto,
amplio y en cierta manera ambiguo, es el que delimita el marco propio de actuación
del equipo.

Este punto básico ha de estar siempre presente en cada uno de los grandes grupos
de funciones y actividades a realizar por el equipo:
• Asistencia.
• Promoción de la salud.
• Prevención de la enfermedad.
• Rehabilitación.
• Docencia e investigación.

La función asistencial curativa, dirigida hacia las personas con procesos


patológicos agudos o crónicos, se llevará a cabo mediante actividades realizadas
en los consultorios y servicios de urgencias del centro de salud y en los domicilios
de los pacientes. Su organización básica responde a tres tipos principales:
asistencia a demanda (con o sin cita previa), programada y urgente. El equilibrio
entre la asistencia a demanda y programada definirá en parte la accesibilidad de los
servicios sanitarios, y el acierto en la programación y protocolización de la actividad
dirigida principalmente a la atención de procesos crónicos, en las consultas y los
domicilios, evitará su utilización innecesaria.

Para lograr un desarrollo óptimo de las actividades de prevención y promoción


de la salud es preciso que los profesionales de enfermería de los equipos de
Atención Primaria se involucren directa y principalmente en su realización, con
énfasis especial en las de educación sanitaria.

Las actividades de rehabilitación tienen aún una importancia secundaria dentro


de las propias de los equipos de salud y, en general, son desarrolladas con base a
equipamientos de apoyo especializado. A pesar de ello, no debe olvidarse que la
rehabilitación no comprende solamente las técnicas fisioterápicas complejas, sino
que abarca otras más sencillas asumibles por los componentes de los equipos y a
realizar fundamentalmente en el ámbito domiciliario.

Los equipos de APS han de tener un papel protagonista en la formación pre,


posgraduada y continuada de sus propios miembros. La investigación clínica y
epidemiológica también está adquiriendo un importante grado de desarrollo. La
introducción progresiva de la enseñanza en el campo de la APS en los programas
de pregrado, el crecimiento en cantidad y calidad de los programas de formación
posgraduada y el número cada vez mayor de trabajos originales publicados en
revistas de Atención Primaria, son datos que reflejan en la práctica las afirmaciones
iniciales.

En las fases iniciales de funcionamiento de un equipo de salud, no será posible


poner en marcha desde el primer día todas y cada una de las funciones y actividades
descritas. Es preciso evitar caer en este error, que puede hipotecar a medio y largo
plazo el desarrollo del propio equipo, diseñando un cronograma de implantación de
actividades en el que éstas se vayan introduciendo progresivamente.

No hace falta insistir en que cada equipo ha de construirse su propio cronograma,


ya que los plazos y los tipos de actividades a introducir en cada uno de ellos variarán
de acuerdo con las circunstancias y características internas y del entorno.

EL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN EL EQUIPO DE SALUD


El desarrollo de la Atención Primaria en España no es viable sin el concurso de
profesionales de enfermería capaces de asumir un papel principal en la impartición
de cuidados de salud desde una perspectiva integral tanto en el nivel individual
como en el comunitario.

El profesional de enfermería de APS ha de ser capaz de asumir funciones y


actividades en todos los campos propios de aquélla, con amplios niveles de
responsabilidad y autonomía, en la medida en que tenga la preparación técnica
necesaria y no como resultado de una simple delegación por parte del médico.
En diversos países, como Gran Bretaña, los profesionales de enfermería asumen
responsabilidades independientemente de los médicos generales en el ámbito de la
visita domiciliaria y en el de las actividades preventivas y de promoción de la salud
(enfermeras de distrito y visitadora, respectivamente).

Este hecho es positivo en la perspectiva de potenciación de la integralidad de los


cuidados prestados pero de hecho tiene una repercusión negativa en cuanto a la
cantidad de recursos humanos (de enfermería) de que dispone el equipo, menor en
este caso, al desarrollar las actividades señaladas los mismos profesionales que
trabajan en las consultas de los centros de salud.

Los profesionales de enfermería de APS participan también en grado creciente de


las actividades de docencia y de investigación desarrolladas en el marco de los
equipos de salud, así como en tareas de salud comunitaria y de coordinación.En el
terreno de la asistencia curativa, los profesionales de enfermería participan en la
prestación de cuidados de salud, con especial referencia al seguimiento y control
de pacientes crónicos y la instrumentación de técnicas diagnósticas y terapéuticas.

En la atención domiciliaria programada el profesional de enfermería es


habitualmente el responsable del mayor porcentaje de las actividades
desarrolladas, quedando el médico prácticamente como un elemento consultor. En
relación directa con este campo está el de las actividades comunitarias que realizan
las enfermeras(os) en el seno de las instituciones y servicios propios de la
colectividad, en colaboración con los trabajadores sociales del equipo. La atención
a colectivos sanos y en situación de riesgo (niños, jóvenes, embarazadas, ancianos,
etc.) también forma parte de su campo de responsabilidades.

En el ámbito de la promoción de la salud tienen un papel central, sobre todo en la


dirección y puesta en práctica de las actividades de educación sanitaria, dirigidas
tanto a individuos sanos como a enfermos o en situación de riesgo e impartidas a
nivel individual o colectivo.

En las actividades preventivas, los profesionales de enfermería también


desempeñan un papel relevante, actuando como verdaderos consejeros de salud y
realizando actividades de programas, como el de vacunaciones, que dependen
esencialmente de ellos. Para su realización, ha de disponer de espacios físicos y de
tiempo apropiados, incluyendo la posibilidad de concertar visitas tanto en el centro
como en el domicilio.

En las consultas de enfermería se llevan a cabo actividades relacionadas


esencialmente con el seguimiento de pacientes crónicos, así como las de promoción
de la salud y preventivas antes apuntadas y la realización de maniobras
diagnósticas y terapéuticas básicas, englobadas clásicamente bajo el epígrafe de
técnicas de enfermería: extracciones de sangre, electrocardiogramas, test del
embarazo, determinaciones analíticas en la consulta y administración de
inyectables, entre otras.
La realidad es que sigue siendo necesaria su participación conjunta en los mismos
espacios de consulta si se quiere que se produzca una intercomunicación cotidiana
suficiente para que unos y otros adquieran un conocimiento global de la población
atendida y no solamente el parcial que puede proporcionar la atención de los
procesos agudos o crónicos.

EL TRABAJADOR SOCIAL EN EL EQUIPO DE SALUD


La incorporación de los trabajadores sociales a los equipos de Atención Primaria ha
sido uno de los elementos de cambio cualitativo de la asistencia prestada a la
población, al mismo tiempo que ha posibilitado su desarrollo desde la perspectiva
social, junto con la biológica y psicológica.

Los trabajadores sociales, con menos experiencia como grupo profesional de


actividad en el campo de la salud, han necesitado un período de adaptación más
prolongado que los componentes sanitarios del equipo y, en cierta medida, han
tenido que irse labrando su puesto en el seno de éste y eliminar posibles roces y
desconfianzas.

Las funciones y actividades de los trabajadores sociales en el seno de la APS giran


esencialmente alrededor de las características de la comunidad atendida y tienen
su base en un conocimiento profundo de ellas. La estructura socioeconómica, la
cultura, los equipamientos y los servicios, la estructura urbanística y de las viviendas
y las instituciones y asociaciones son, entre otros, los elementos marco que
definirán sus actuaciones comunitarias.

El trabajador social ha der capaz de identificar y definir las demandas y necesidades


de la población y de promover las actuaciones precisas para el tratamiento de los
problemas y las emergencias sociales en los niveles individual, familiar y
comunitario. Otro campo de acción importante del trabajador social es el de la
participación comunitaria, desempeñando funciones de elemento de enlace entre
las personas y las entidades y el equipo de salud.

Las personas y los grupos en situación de riesgo social (alcoholismo, inadaptación,


paro, ancianos, etc.) son su población diana y hacia ellos tendrá que dirigir la mayor
parte de sus esfuerzos, siempre dentro de las líneas de prioridad marcadas por el
conjunto del equipo. En este sentido, han de desempeñar un papel protagonista en
la coordinación y el desarrollo de los programas sociosanitarios y, dentro de ellos,
de la atención domiciliaria de pacientes crónicos y de los ancianos.

Han de mantener contactos periódicos, frecuentes y programados (salvo


emergencias) con los componentes sanitarios del equipo, en forma de reuniones de
trabajo monográficas para el abordaje conjunto de las necesidades y demandas
planteadas. Estos profesionales también han de participar activamente en las tareas
docentes y de investigación propias del equipo de salud.

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