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UNIVERSIDAD OLMECA

INTEGRANTES:

• FERNANDA MICHELLE CRUZ ALMEIDA


• VANESSA CADENA FELIX
• NATALIA ESPINOZA CONTRERAS
• LORENA ROJAS ANASTACIO
• MELVI ALEJANDRA OVANDO IPARREA

PROFESORA:

NORMA CHABLE GARCIA

MATERIA:

ÉTICA PROFESIONAL

CARRERA:

LIC. ENFERMERÍA

SEMESTRE:

4TO “A”

TEMA:

EQUIPO 1. EUTANASIA Y DISTANASIA.

FECHA DE ENTREGA: 19

DE MARZO DEL 2024

DIRECCIÓN:

CARRETERA FEDERAL VILLAHERMOSA-ESCÁRCEGA, KM 14.329 MARGEN


DERECHA, RANCHERÍA CORONEL TRACONIS 3RA. SECCIÓN, C. P. 86265,
CENTRO, TABASCO, MÉXICO.

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I. INDICE

INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 3

EUTANASIA Y DISTANASIA ...................................................................... 4

CONCLUSION .............................................................................................. 7

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................ 8

ANEXOS ..................................................................................................... 9

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II. INTRODUCCIÓN

La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor”.
Séneca

Vivimos en una época dominada por la tecnología y la globalización. Actualmente es posible


realizar lo que hasta hace algunos años estaba en el terreno de la ciencia ficción. Para el
adecuado uso de los espectaculares avances científicos y tecnológicos que aparecen día
a día, se requiere de médicos y personal de salud capacitados, pero también con una visión
holística del paciente, con un sentido humanista y ético que le permita aplicar sus
conocimientos y todos los recursos a su disposición en beneficio del enfermo. La tecnología
es un pilar estructural de la actividad médica, pero es una espada de doble filo: beneficia y
daña. Los beneficios son claros, los daños son menos reconocidos. Esto es aplicable a los
desarrollos tecnológicos que se usan en las Unidades de Terapia Intensiva, que intentan
evitar la muerte, pero también prolongan la agonía. Ha surgido una nueva obligación, que
es la de hacer un buen uso de esos avances, dando prioridad a sus efectos favorables y
limitando sus efectos perversos.

El tema de la "Eutanasia" fue elegido para una investigación en profundidad porque es una
realidad en el día a día de las enfermeras, sin embargo, rara vez se habla de ella e incluso
se describe como una situación donde los pacientes sufren, en cuyo caso se salva la vida.

Esta investigación no sólo invita a la reflexión y al debate en la comunidad de enfermería,


sino que también se lleva a cabo en grupos interdisciplinarios, ya que este problema afecta
a pacientes tratados por profesionales con diferentes conocimientos.

En los años siempre ha estado la pregunta al aire, ¿es buena la eutanasia o es mejor la
distanasia? Bueno, pues es un debate lo que las personas piensan, ya que tienen sus
propias conclusiones u opiniones acerca del tema en particular. En este trabajo se habla
precisamente de estos dos temas dando como base la información necesaria para abrir un
intercambio de ideas acerca del tema en particular.

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III. INFORMACIÓN EUTANASIA Y DISTANACIA

Para la adecuada interpretación de las actitudes y reacciones ante la muerte de los


enfermos y de los integrantes del equipo de salud, para la toma de decisiones ante los
dilemas que plantea la muerte y el moribundo, es necesario tomar como marco de
referencia a la trilogía de preceptos de la bioética:

1.- Beneficencia y no maleficencia, o sea el mayor beneficio y el menor daño posible,

2.- Autonomía, con libertad en la decisión del médico, el enfermo y sus familiares y

3.- Justicia, con una equitativa distribución de los recursos económicos, técnicos y humanos
en la atención de la salud.

La palabra eutanasia proviene de las voces griegas eu = bueno y thanatos = muerte, "Buena
muerte". Este término a evolucionado y actualmente hace referencia al acto de acabar con
la vida de otra persona a petición suya, con el fin de minimizar el sufrimiento.

El enfermero debe estar consciente de su código de ética, el cual expresa claramente en


su artículo Nº 29, las prohibiciones: “Promover la eutanasia o participar en práctica
destinada a anticipar la muerte del cliente”.

Dentro de la concepción de eutanasia, es conveniente diferenciar primeramente lo


concerniente a:

1. Eutanasia voluntaria activa: Es sinónimo de matar. El médico accede al pedido explícito


de un paciente competente, de realizar un acto que causa la muerte del mismo, la cual se
produce usualmente inmediatamente, después de terminarlo. La acción del médico es tanto
necesaria como suficiente.

2. Eutanasia voluntaria pasiva: Es el dejar morir. Es cuando el médico responde al pedido


de un paciente competente de no aceptar un tratamiento ha sabiendas que, al hacerlo, el
enfermo morirá más rápido que si el médico no hubiese aceptado la solicitud y hubiera
iniciado o continuado dicho tratamiento. A esta forma de eutanasia se le describe como
rechazo o interrupción de medidas de apoyo vital.

3. Suicidio asistido (por el médico): El médico provee de medicina u otras intervenciones a


solicitud implícita de un paciente competente, comprendiendo que este intentará usarlas
para cometer suicidio. La muerte no es el resultado directo de la acción médica, pues su
participación es un componente necesario, pero no suficiente.

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La DISTANASIA es sinónimo de tratamiento fútil o inútil, sin beneficios para la persona en
su fase terminal. Es el método por el cual se prolonga solamente el proceso de morir, y no
la vida propiamente dicha, teniendo como consecuencia una muerte prolongada, lenta y,
con frecuencia, acompañada de sufrimiento, dolor y agonía. Cuando se invierte en curar,
delante de un caso incurable, se trata de una agresión a la dignidad de esa persona.

Adopción de medidas desproporcionadas para mantener las funciones vitales de un


paciente moribundo. Es la prolongación exagerada del proceso de morir de un paciente,
resultante del empleo inmoderado de medios terapéuticos extraordinarios o
desproporcionados, que linda con el ensañamiento, encarnizamiento o furor terapéutico.

La desesperación, también conocida como crueldad terapéutica, es el uso de tratamientos


que son desproporcionados con los riesgos/beneficios, prolongan el sufrimiento en lugar de
proporcionar un componente terapéutico y, por lo tanto, se consideran moralmente
inaceptables debido al derecho a ser curado. Los medios adecuados y los cuidados
normales y la retirada voluntaria de los medios excesivos no son suicidio ni eutanasia. Morir
significa una muerte lenta, con dolor, pero sin calidad de vida, especifican su dolor-placer-
sufrimiento a través de elementos de dicha. Es una operación diseñada para apoyar la vida
de un paciente terminal que sufre mucho dolor. Tal comportamiento no prolonga la vida;
prolonga el proceso de muerte. El progreso de la ciencia y su aplicación empeora en
ocasiones la calidad de vida y afecta la dignidad de las personas que sufren. Los cuidados
paliativos y el respeto de los derechos de los pacientes son un medio eficaz para prevenir
la muerte. Las enfermeras, pero se habla de ella o incluso se describe como una situación
en la que los pacientes sufren, en cuyo caso la vida se mantiene sin perspectiva.

1. Una cuestión de valor

Las leyes no están hechas para conquistar a la gente. La gente no vive para obedecer la
ley, sino que la ley vive para servir a la gente. Detrás de cada ley debe estar el interés
humano que la sociedad intenta alcanzar. Por eso, desde el principio debemos
preguntarnos ¿qué busca una persona en relación con su vida? Para salvarle la vida, por
supuesto. Es un instinto animal, un principio de autoconservación, inherente a la naturaleza
de todos los seres vivos. Los organismos más avanzados se esfuerzan por aún más: no
sólo mantenerse vivos, sino también tener un cuerpo sano e incluso vivir lo mejor posible4.
Pero primero está la vida, porque sin vida no hay salud, ni felicidad, ni posibilidad de

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derechos ni esperanza de conseguirlos. Por lo tanto, determinamos que el valor básico de
esta parte de la ley es la vida primero y luego la salud física, la salud física y mental.

2. Hay que cuidar a los pacientes

Con la comprensión anterior, es fácil ver por qué existen los médicos, por qué existe el
sistema de salud y por qué existen leyes relacionadas con la vida y la salud: para
proteger la vida y brindar a las personas la mejor salud posible. La vida es tan buena
que es razonable hacer pequeños sacrificios para salvarla: desde tomar medicamentos
amargos hasta realizar algunos procedimientos quirúrgicos o incluso la necesidad de
una amputación. La buena salud también es un valor que requiere sacrificio: para
mantenerla, muchas personas siguen dietas estrictas, se someten a cirugías, hacen
ejercicio durante cientos de horas y mucho más. Pero sacrificar algo para lograr el bien
mayor es absurdo: nadie a quien le duela un dedo querría amputárselo. Así, durante al
menos tres mil años, la asistencia sanitaria podría resultar algo invasiva dependiendo
del beneficio deseado.

3. El derecho a una buena muerte

Hoy en día se debate mucho sobre el "derecho a morir" (es decir, el derecho a decidir
cuándo una persona muere), sin cuestionarse sus consecuencias. Hoy en día es
ofensivo cuando una persona tiene mucho dinero, pero lo desperdicia, lo desperdicia
por diversión o, como suele suceder, lo arroja a la chimenea para calentarse. Hoy
también se condenan otros bienes que “se dejan morir”, como la vida de los animales y
de diversas especies. El mismo razonamiento debería justificar conservar un bien de
mayor valor, como la vida humana. En realidad, nadie tiene el "derecho a quemar
dinero" ni el "derecho a matar animales" ni el "derecho a exterminar especies". Sólo
cuando el barco se hunda podrás arrojar oro al mar o matar animales para alimentarlo
y salvar tu vida. Ningún derecho expreso a tomar bienes o vidas sin razones imperiosas
(si el efecto deseado es de mayor valor o al menos de igual valor)

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IV. CONCLUSIÓN

Podemos concluir que la verdadera alternativa a la eutanasia y al encarnizamiento


terapéutico es la humanización de la muerte, es decir, dar los cuidados necesarios para que
el paciente no sufra y que la muerte llegue cuando tenga que llegar, Los valores más
importantes a considerar cuando se analiza la eutanasia, una muerte agonizante y una
buena muerte son: primero el valor de la vida humana y luego el valor de la salud física y
mental. Los legisladores deberían aprobar leyes sobre este tema basadas en estos valores.
Por tanto, no puede ignorar el derecho de todos a la vida y a la salud. Las medidas tomadas
legalmente para curar la salud de un paciente no deben causar daño o riesgo de daño
desproporcionado al mal que buscan remediar. Considerando la posibilidad de intervención
o de cualquier tratamiento, los pacientes y los médicos deben evaluar la proporción de los
medios utilizados en el tratamiento de la enfermedad, sopesando las ventajas y desventajas
del tratamiento. Siempre existe el deber de proporcionar a todos (sanos o enfermos) los
medios necesarios para sobrevivir (como alimentos). agua, comida, respiración). Estos
tratamientos no pueden clasificarse propiamente como "terapia", "curación" o "cura".
Quitarles estas cosas a los enfermos y a los sanos es un asesinato. Los médicos siempre
tienen la obligación ética y legal de brindar una atención mínima a sus pacientes. Los
tratamientos mínimos son aquellos que aseguran que un organismo vivo tenga los
elementos esenciales para sostener la vida, incluso en individuos sanos, y que su supresión
sea suficiente para provocar la muerte o la aparición de una enfermedad no mortal.

Además, existe la obligación de utilizar recursos ordinarios o proporcionados (es decir,


recursos que van más allá del juicio de proporcionalidad). Suelen ser tratamientos mínimos
y comunes: vías intravenosas, transfusiones de sangre, inyecciones, eliminación de
desbridamiento. No sólo el derecho a decidir cuándo morir (o cuándo debe morir otra
persona), sino también el derecho a morir bien. Estos derechos incluyen que nadie puede
determinar el momento exacto de la muerte ni intentar retrasar la muerte de una manera
que cause dificultades al paciente y su familia.

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V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFIAS

VI. De Menezes, M. B., Selli, L., & De Souza Alves, J. (2009). Dysthanasia:

nursing professionals’ perception. Revista Latino-americana de Enfermagem,

17(4), 443-448. https://doi.org/10.1590/s0104-11692009000400002

VII. Distanasia | Argumentos de fondo. (s. f.).

https://biblio.upmx.mx/Estudios/Documentos/distanasia028.asp

VIII. Martínez-Villalba, J. C. R. (2019). Eutanasia y distanasia: dos extremos

opuestos. https://www.redalyc.org/journal/6002/600263450004/html/

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IX. ANEXOS

EUTANASIA

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DISTANASIA

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