SUBSISTEMA DE DOCENCIA DECANATO DE CIENCIAS ECONÓMICAS
PRCESOS PRESUPUESTARIOS
Presupuestos II
Contaduría Pública.
Elaborado por: Estefanía Malaver Millán
Tutor Prof.: Ricardo Marcano Ruiz
El Valle del Espíritu Santo, noviembre de 2022.
El presupuesto es un documento que tiene su origen en un proceso o ciclo presupuestario, al que, a la vez, impulsa, de forma que la aprobación del documento no pone final al proceso, sino que, por el contrario, sirve de origen para la continuación de este. El ciclo presupuestario comprende la secuencia de fases por las que atraviesa el presupuesto, estas son: la formulación y preparación del presupuesto por el gobierno; discusión y aprobación por el parlamento; ejecución y seguimiento presupuestaria; por último, el control y evaluación de las partidas, metas y objetivos trazados. Cada una de ellas es igualmente importante dentro del sistema presupuestario, por lo tanto, están debidamente vertebradas e integradas entre sí, es indudable que, de nada serviría una formulación presupuestaria técnica y eficientemente realizada, sino se adoptan las decisiones y medidas con la intención de convertirlas en hechos, no puede existir desencuentros en la previsión y la ejecución. Naturalmente, las limitaciones humanas para conocer con anticipación el futuro y los cambios que se van operando continuamente en la realidad, hacen que surjan desajustes, pero las labores de evaluación, efectuadas de manera eficiente y oportuna, permiten detectar y contribuir a la corrección anticipada de las desviaciones indeseables entre la formulación y la ejecución, de acuerdo con el mejor conocimiento de la realidad con los cambios que se hayan operado en ella, así se procura lograr el ajuste que permita alcanzar la igualdad entre las etapas. En consecuencia, existe una profunda e imprescindible interrelación entre todas las etapas del proceso presupuestario y, por lo tanto, no caben separaciones por razones de metodología. Esto lleva a afirmar que el presupuesto es un proceso de previsión, ejecución, control y evaluación de resultados donde es imprescindible que la información completa y detallada se vaya formando en cada etapa para ser aprovechada en la siguiente. En este sentido, le corresponde al ejecutivo la obligación de la elaboración del presupuesto. En Venezuela, según el art. 20 de LOAFSP, esta responsabilidad recae sobre la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE), órgano rector del Sistema Presupuestario Público y estará bajo la responsabilidad y dirección de un jefe de oficina, de libre nombramiento y remoción del ministro de finanzas. En nuestro país, de acuerdo con lo establecido por el art. 24 de la ley Nº 24.156, el Poder Ejecutivo Nacional fijará anualmente los lineamientos generales para la formulación del Proyecto de Ley de Presupuesto General. Dentro de este contexto, la formulación presupuestaria comienza en marzo, cuando la Secretaría de Hacienda prepara el calendario de discusión del presupuesto, realiza las primeras proyecciones macroeconómicas y las guías de preparación del presupuesto que se envían a los distintos ministerios. Luego de esto, interviene en la preparación del presupuesto el personal técnico de la Oficina Nacional de Presupuesto, que constituye el órgano rector del sistema presupuestario como componente del SIDIF (Sistema Integrado de Información Financiera) creado en el marco de la Ley Nº 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional. Ahora bien, entre abril y mayo se realizan las proyecciones de corto plazo, se fijan prioridades provisorias, se confecciona el plan de inversiones y se establecen las responsabilidades en la preparación del anteproyecto de presupuesto. El jefe de gabinete define los techos presupuestarios, es decir, establece los límites máximos a gastar, y se los comunica a los ministerios respectivos, luego, dentro de cada ministerio se discute políticamente las prioridades y comienzan las interconsultas con la jefatura de gabinete y con la Secretaría de Hacienda, confeccionado así los anteproyectos por cada ministerio, que son enviados a la Secretaría de Hacienda para que verifique el cumplimiento de los techos indicados por la misma. Así mismo, sobre la base de los anteproyectos preparados por las jurisdicciones y organismos descentralizados, y con los ajustes que resulte necesario introducir, la Oficina Nacional de Presupuesto confecciona el Proyecto de Ley de Presupuesto General y lo eleva a la consideración del jefe de gabinete y del presidente. Una vez que ha sido aprobado por este último, es elevado formalmente por el jefe de gabinete a la Cámara de Diputados de acuerdo con el Art.100 inc.6 de la C.N; antes del 15 de septiembre, fecha límite establecida por el art. 26 de la Ley 24.156. De acuerdo con lo reglamentado en el art. 25 del Decreto N° 1344/2007, el Proyecto de Ley de Presupuesto debe contener adicionalmente para todas las jurisdicciones y entidades, los siguientes datos: objetivos y metas a alcanzar, cantidad de cargos y horas cátedra, e información física y financiera de los proyectos de inversión. Ahora bien, una vez ingresado el proyecto en la Cámara de Diputados (Cámara de origen) comienza la etapa de aprobación. Si bien la Constitución Nacional sólo contempla la elevación por parte de la jefatura de gabinete de ministros de la nación, se ha constituido en una suerte de práctica parlamentaria la presentación del presupuesto también en la Comisión de Presupuesto y Hacienda por el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, quien junto a otros funcionarios de la nación, responden a preguntas y aportan información adicional cuando es solicitada por los miembros de la comisión. Este sentido, el congreso puede aprobar, modificar o devolver al ejecutivo para su reformulación el proyecto de presupuesto, ahora bien, si dentro de las modificaciones decide incrementar los gastos, debe especificar la fuente de financiamiento. El ejecutivo, a su vez, puede frenar las modificaciones introducidas por el congreso, institución que puede insistir sobre las mismas con los dos tercios de los votos especificados para cualquier ley. De la misma forma, una situación particular aparece cuando el presupuesto no es aprobado y comienza el ejercicio fiscal, en tal caso, rige de manera provisoria el presupuesto del año anterior, con algunos ajustes al que se denomina presupuesto reconducido, esta situación ocurrió en el 2011, cuando, en un marco inflacionario, le otorgó mayor margen de maniobra al Ejecutivo Nacional en la disposición del gasto público. Ahora bien, una vez promulgado y convertido en ley, por decisión administrativa del jefe de gabinete se efectúa la distribución de los gastos, por programas y partidas, y de los recursos (por rubros) del presupuesto, convirtiéndolo en operativo, también conocido como distributivo. La ejecución del presupuesto se registra contablemente por el lado del gasto de acuerdo con lo devengado, mientras que los recursos por lo percibido y cierra indefectiblemente el 31 de diciembre. Dentro de este contexto, el registro del gasto por el método de lo devengado sigue distintas etapas, que son: compromiso, ordenado a pagar y pagado; actualmente a nivel nacional los gastos devengados no pagados se imputan al ejercicio que se cierra, mientras que los compromisos no devengados se cargan al ejercicio siguiente. Luego de esto, finalmente se lleva a cabo el control externo, el cual lo realiza el Parlamento a través del análisis de la cuenta de inversión, que consiste en la rendición del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo para el control, mediante las cuentas del cumplimiento de las funciones del estado en relación con el presupuesto. Así mismo, existe un control interno de la propia administración, ya sea en aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, que es llevado adelante por la SIGEN (Sindicatura General de la Nación) y por las diversas Unidades de Auditoría Interna (UAI) de cada jurisdicción. Tomando en cuenta todo mencionado con anterioridad, se puede concebir al presupuesto como un proceso mediante el cual se elabora, expresa, aprueba, ejecuta y evalúa la producción y provisión de bienes y servicios a cargo de las instituciones públicas, así como de los insumos reales y financieros que la misma requiere. Este proceso constituye una unidad, es necesario que todas y cada una de las etapas de dicho proceso sean encaradas guardando un adecuado equilibrio entre ellas, de no ser así, la etapa del proceso presupuestario que sea realizada con menor rigor técnico establecerá la pauta para el desarrollo de las restantes.