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TEXTOS PARA CLASIFICAR

Clasifica los textos siguientes en narrativos, líricos o dramáticos. Justifica tu respuesta.

GÉNERO NARRATIVO O GÉNERO LÍRICO O POESÍA GÉNERO DRAMÁTICO O


PROSA TEATRO
Ejemplo 1: Extracto de La Regenta. Leopoldo Alas ("Clarín")

La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las
nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había
más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles
que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y
persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus
pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas
sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y
brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes
hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal
pegado a las esquinas, y había pluma que llega.

Ejemplo 2: Extracto de las Coplas por la muerte de su padre Jorge Manrique


(1440-1479)

Recuerde el alma dormida,


avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 5
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer, 10
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente


cómo en un punto se es ido
y acabado, 15
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar 20
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos 25


que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir; 30
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos 35
y los ricos.

Ejemplo 3 :Extracto de El establo de Eva de Vicente Blasco Ibáñez

Las caras rojas, barnizadas por el sol, brillaban con el reflejo de las llamas del hogar:
los cuerpos rezumaban el sudor de la penosa jornada, saturando de grosera vitalidad la
atmósfera ardiente de la cocina, y a través de la puerta de la masía, bajo un cielo de
color violeta en el que comenzaban a brillar las estrellas, veíanse los campos pálidos e
indecisos en la penumbra del crepúsculo, unos segados ya, exhalando por las
resquebrajaduras de su corteza el calor del día, otros con ondulantes mantos de
espigas, estremeciéndose bajo los primeros soplos de la brisa nocturna.

Ejemplo 4: Extracto de Vivo sin vivir en mí de Santa Teresa de Ávila


(1515-1582)

Vivo sin vivir en mí,


y de tal manera espero,*
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor; 5
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero. 10

Esta divina prisión


del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión 15
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!


¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros 20
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

Ejemplo 5: Extracto de la autobiografia de Manuel Belgrano

El lugar de mi nacimiento es Buenos Aires; mis padres, don Domingo Belgrano y Peri
conocido por Pérez, natural de Onella, y mi madre, doña María Josefa González
Casero, natural también de Buenos Aires. La ocupación de mi padre fue la de
comerciante, y como le tocó el tiempo del monopolio, adquirió riquezas para vivir
cómodamente y dar a sus hijos la educación mejor de aquella época.
Me proporcionó la enseñanza de las primeras letras, la gramática latina, filosofía y algo
de teología en el mismo Buenos Aires. Sucesivamente me mandó a España a seguir la
carrera de las leyes, y allí estudié en Salamanca; me gradué en Valladolid, continué en
Madrid y me recibí de abogado en la cancillería de Valladolid.
Ejemplo 6: Extracto de Tres sombreros de copa de Miguel Mihura

DIONISIO.- (La besa nuevamente.) ¡Paula! ¡Yo no me quiero casar! ¡Es una tontería!
¡Ya nunca sería feliz! Unas horas solamente todo me lo han cambiado... Pensé salir de
aquí hacia el camino de la felicidad y voy a salir hacia el camino de la ñoñería y de la
hiperclorhidria...
PAULA.- ¿Qué es la hiperclorhidria?
DIONISIO.- No sé, pero debe de ser algo imponente... ¡Vamos a marcharnos juntos...!
¡Dime que me quieres, Paula!
PAULA.- ¡Déjame dormir ahora! ¡Estamos tan bien así...!
(Pausa. Los dos, con las cabezas juntas, tienen cerrados los ojos. Cada vez hay más
luz en el balcón. De pronto se oye el ruido de una trompeta que toca a diana y que va
acercándose más cada vez. Luego se oyen unos golpes en la puerta del foro.)
DON ROSARIO.- (Dentro) ¡Son las siete, don Dionisio! ¡Ya es hora de que se arregle!
¡El coche no tardará! ¡Son las siete, don Dionisio!
(Él queda desconcertado. Hay un silencio y ella bosteza y dice.)
PAULA.- Son ya las siete, Dionisio. Ya te tienes que vestir.
DIONISIO.- No.
PAULA.- (Levantándose y tirando la manta al suelo.) ¡Vamos! ¿Es que eres tonto? ¡Ya
es hora de que te marches...!
DIONISIO.- No quiero. Estoy muy ocupado ahora...
PAULA.- (Haciendo lo que dice.) Yo te prepararé todo... Verás... El agua... Toallas...
Anda. ¡A lavarte, Dionisio...!
DIONISIO.- Me voy a constipar. Tengo muchísimo frío...
(Se echa en el diván acurrucándose.)
PAULA.- No importa... Así entrarás en reacción... (Lo levanta a la fuerza.) ¡Y esto te
despejará! ¡Ven pronto! ¡Un chapuzón ahora mismo! (Le mete la cabeza en el agua.)
¡Así! No puedes llevar cara de sueño... Si no, te reñiría el cura... Y los monaguillos... Te
reñirán todos...
DIONISIO.- ¡Yo tengo mucho frío! ¡Yo me estoy ahogando...!
PAULA.- Eso es bueno... Ahora, a secarte... Y te tienes que peinar... Mejor, te peinaré
yo... Verás... Así... Vas a ir muy guapo. Dionisio... A lo mejor ahora te sale otra novia...
Pero... ¡oye! ¿Y los sombreros de copa? (Los coge.) ¡Están estropeados todos...! No te
va a servir ninguno... Pero ¡ya está! ¡No te apures! Mientras te pones el traje yo te
buscaré uno mío. Está nuevo. ¡Es el que saco cuando bailo el charlestón...!

Ejemplo 7: Extracto de La voluntad del barroco, de José Ortega y Gasset

Dostoyevski, que escribe en una época preocupada de realismo, parece como si se


propusiera no insistir en lo material de sus personajes. Tal vez cada uno de los
elementos de la novela considerado aisladamente pudiera parecer real; pero
Dostoyevski no acentúa esta su realidad. Al contrario, vemos que en la unidad de la
novela pierden toda importancia y que el autor los usa como puntos de resistencia
donde toman su vuelo unas pasiones. Lo que a él interesa es producir en el ámbito
interno a la obra un puro dinamismo, un sistema de afectos tirantes, un giro
tempestuoso de los ánimos. Léase El Idiota.

Ejemplo 8: Extracto de "Yerma", de Federico García Lorca

YERMA.-Juan, ¿me oyes? Juan.


JUAN.-Voy.
YERMA.-Ya es la hora.
JUAN. ¿Pasaron las yuntas?
YERMA.-Ya pasaron.
JUAN.-Hasta luego. (Va a salir.)
YERMA.-¿No tomas un vaso de leche?
JUAN.- ¿Para qué?
YERMA.-Trabajas mucho y no tienes tú cuerpo para resistir los trabajos.
JUAN.-Cuando los hombres se quedan enjutos se ponen fuertes como el acero.
YERMA.-Pero tú no. Cuando nos casamos eras otro. Ahora tienes la cara blanca como
si no te diera en ella el sol. A mí me gustaría que fueras al río y nadaras y que te
subieras al tejado cuando la lluvia cala nuestra vivienda.
Veinticuatro meses llevamos casados, y tú cada vez más triste, más enjuto, como si
crecieras al revés.
Ejemplo 9: Fragmento de Volverán las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo
Bécquer (1836-1870)

Volverán las oscuras golondrinas


en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban 5
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas


de tu jardín las tapias a escalar, 10
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día... 15
ésas... ¡no volverán!

Ejemplo 10: Extracto de la biografía de Wolfgang Amadeus Mozart

Wolfgang Amadeus Mozart, cuyo nombre completo era Johannes Chrysostomus


Wolfgangus Theophilus Mozart,1 (Salzburgo, 27 de enero de 1756 - Viena, 5 de
diciembre de 1791), fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo,
considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.
La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época y alcanza más de
seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música
sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una
popularidad y difusión universales.
Ejemplo 11: Extracto de “Noche serena”, de Fray Luis de León

Cuando contemplo el cielo


de innumerables luces adornado,
y miro hacia el suelo,
de noche rodeado,
en sueño y en olvido sepultado,

el amor y la pena
despiertan en mi pecho un ansia ardiente;
despiden larga vena
los ojos hechos fuente,
Loarte, y digo al fin con voz doliente

Ejemplo 12: Extracto de “Las bicicletas son para el verano”, de Fernando Fernán
Gómez

Un parque. Quizá el pequeño parquecillo que hay ante el Museo de Ciencias Naturales.
O el parque del Oeste.
(En uno de sus bancos están sentados LUIS y CHARITO. CHARITO tiene en sus
manos unas cuartillas que LUIS acaba de entregarle.)

CHARITO.- ¿Lo has escrito tú?


LUIS.- Claro. Es una poesía. La he escrito para ti. Para que te la lleves al veraneo. Y si
quieres, la lees de vez en cuando.
CHARITO.- Bueno
LUIS.- Léela ahora
CHARITO.- No entiendo bien la letra. ¿Por qué no la lees tú primero?
LUIS.- Trae (coge el papel y empieza a leer, aunque en realidad se la sabe de
memoria.) “Quiero estar siempre a tu lado, -quiero a tu lado estar siempre,-aunque se
pasen las horas, -aunque se vayan los trenes, -aunque se acaben los días, -aunque se
mueran los meses…” (deja de leer). Ya está.

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