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Lope de Aguirre-Contexto histórico

Lope de Aguirre, apodado el Loco Pinto, el Tirano o el Peregrino (Araotz, Oñate, 8 de noviembre de
1510 - Barquisimeto, 27 de octubre de 1561), fue un explorador español y conquistador de
Sudamérica que protagonizó un episodio de cruentos asesinatos selectivos para erigirse en líder de
una expedición en la búsqueda de El Dorado y, a su vez, acaudilló una rebelión contra la monarquía
española, circunstancia por la que fue asesinado en Barquisimeto, en territorio de la actual
Venezuela.

Biografía

Según algunas fuentes, Lope de Aguirre nació entre 1511 y 1515 en el Valle de Araoz, parte del
Señorío de Oñate, entonces perteneciente al Reino de Castilla. Araoz pertenece actualmente al
municipio de Oñate, en la provincia de Guipúzcoa (País Vasco).
Guerras civiles del Perú

Cuando Francisco Pizarro volvió de Perú (aprox. 1537) con las noticias de los fabulosos tesoros,
Aguirre, entonces de 21 años, se encontraba en Sevilla. Las noticias de las grandes cantidades de
oro lo animaron a alistarse en una expedición de 250 hombres, bajo el mando de Rodrigo Buran.
Llegó a Perú hacia 1536 o 1537, y pronto fue conocido por su violencia, crueldad y tendencias
sediciosas. Se enroló junto con Cristóbal Vaca de Castro y en 1538 participó, entre otras, en la
Batalla de las Salinas.

En 1544 estaba del lado del primer virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, que llegó de España con
órdenes de implantar las Leyes Nuevas, acabar con las encomiendas y liberar a los nativos. A los
conquistadores que ya estaban en Perú no les gustaron estas leyes, que les prohibían explotar a los
indios. Esto llevó a que Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal organizaran un ejército con la
intención de suprimir estas leyes y derrotaron a Núñez en 1544.

Lope de Aguirre, sin embargo, tomó parte en el complot de Melchor Verdugo para liberar al virrey y
así se enfrentó a Gonzalo Pizarro. Después de que este intento fracasara, escapó de Lima a
Cajamarca y comenzó a reclutar hombres para ayudar al virrey. Mientras tanto, el virrey había
huido por mar a Tumbes y había formado un pequeño ejército, pensando en que todo el país se
levantaría en favor del poder real. La resistencia del virrey a Gonzalo Pizarro y su ayudante
Francisco de Carvajal, conocido como El Demonio de los Andes, duró dos años. Finalmente, fue
derrotado en Iñaquito el 18 de enero de 1546.

Melchor Verdugo y Lope de Aguirre huyeron a Nicaragua embarcando en Trujillo con 33 hombres.
Melchor Verdugo le había otorgado el rango de capitán a Rodrigo de Esquivel y Nuño de Guzmán;
sargento mayor a Lope de Aguirre, y contador al clérigo Alonso de Henao. Henao participaría
posteriormente en la expedición de Pedro de Ursúa al territorio Omagua en búsqueda del fabuloso
El Dorado.

En 1551, Lope de Aguirre volvió a Potosí (entonces parte de Virreinato del Perú). El juez Francisco
de Esquivel lo arrestó, acusándolo de haber infringido las leyes de protección de los indios. El juez
no tuvo en cuenta las razones de Aguirre y su defensa, que argumentaba que era hidalgo de buena
familia, y fue sentenciado a ser azotado públicamente. Con su orgullo herido, Aguirre esperó hasta
el final del mandato del juez. Temeroso de la venganza de Aguirre, el juez se escondía y cambiaba
de residencia constantemente. Aguirre lo persiguió a Quito y después, de vuelta, a Cuzco.

Cuenta la leyenda que Aguirre persiguió a Esquivel a pie durante tres años y cuatro meses, durante
los que recorrió unos 6000 km. Finalmente, Aguirre consumó su venganza en la biblioteca de la
mansión del magistrado en Cuzco. Aguirre fue condenado a muerte por este asesinato; sin
embargo, huye y logra refugiarse en Tucumán. Fue perdonado en 1554 por Alonso de Alvarado,
que reclutaba tropas para combatir al encomendero rebelde Francisco Hernández Girón. Participó
en la batalla de Chuquinga resultando gravemente herido en el pie derecho, lo que le provocó una
cojera permanente, y sus manos resultaron quemadas al disparar un arcabuz defectuoso.

El viaje de los marañones a la conquista de El Dorado

En 1560, poco antes de ser relevado en el cargo, el virrey Andrés Hurtado de Mendoza organizó
una expedición para la conquista del mítico El Dorado en el territorio de los omaguas. Pensaba que
era la forma de alejar del Perú a los numerosos soldados y mercenarios que, pobres y/o resentidos
tras las recién acabadas guerras civiles, pudieran causar nuevamente problemas o alterar el orden
ahora vigente. Suponía el virrey que las expectativas de pronta riqueza animarían a muchos de ellos
a alistarse en la empresa.

Al mando del veterano Pedro de Ursúa, el 26 de septiembre de 1560 partieron los expedicionarios
navegando por el río Marañón (por lo que adoptaron el sobrenombre de marañones). Eran algo
más de 300 españoles, algunas decenas de esclavos negros y unos 500 sirvientes indios,
embarcados en dos bergantines, dos barcazas chatas y unas cuantas balsas y canoas. Entre ellos
figuraban Lope de Aguirre y su joven hija mestiza, llamada Elvira. Ursúa dio pábulo a la
desconfianza porque solo pensaba en su amante mestiza, Inés de Atienza.

Un año más tarde Aguirre participó en el derrocamiento y asesinato de Ursúa y de su amante, y


poco después de su sucesor, Fernando de Guzmán, al que posteriormente sucedería Aguirre.
Aguirre y sus hombres alcanzaron el océano Atlántico (probablemente por el río Orinoco), causando
estragos entre las poblaciones nativas a su paso. El 23 de marzo de 1561, Aguirre instó a 186
capitanes y soldados a firmar una declaración de guerra al Imperio español que le proclamaba
príncipe del Perú, Tierra Firme y Chile. Le mandó una carta a Felipe II explicándole sus planes de
libertad y autogobierno firmada con el sobrenombre de el traidor.

En julio de 1561 tomó la isla de Margarita, donde hizo saber a sus habitantes que portaba un
cuantioso tesoro de los incas y aquellos, incluyendo el gobernador don Juan Villadrando, codiciosos,
cayeron en el engaño. Aguirre hizo presos al gobernador y a miembros del Cabildo. Después se
apoderó a sangre y fuego de La Asunción y pueblos vecinos. Enteradas las autoridades de tierra
firme, enviaron a Francisco Fajardo a combatirlo. Antes de abandonar Margarita mató a garrote al
gobernador y a 50 vecinos. Escribió una nueva carta al rey español insultándolo; esta vez firmó
como El Peregrino y el Príncipe de la Libertad.

El 29 de agosto de 1561, abandonó la isla de Margarita con rumbo a Borburata, en tierra firme,
donde su abierta rebelión contra la monarquía española cambió de curso. Borburata fue víctima
también del saqueo de Aguirre y sus “marañones”. En su intento de tomar Venezuela ocupó Nueva
Valencia del Rey, provocando la huida de los vecinos llenos de pánico a los montes mientras que
otros se refugiaron en las islas del lago Tacarigua. El conquistador Juan Rodríguez Suárez le sale al
encuentro con cuatro soldados más para emboscarlos y terminar con los insurrectos, pero los indios
que le seguían los pasos los cercan y después de tres días de lucha, dan muerte a Rodríguez Suárez
y a sus acompañantes. Atravesando la serranía de Nirgua, Aguirre cayó sobre Barquisimeto.
Alertadas por Pedro Alonso Galeas, un desertor de la expedición, tropas españolas acantonadas en
Mérida, Trujillo y El Tocuyo bajo el mando del maestre de campo Diego García de Paredes y
Hernando Cerrada Marín se dirigen a Barquisimeto para detenerlo y ajusticiarlo. Aguirre
desesperadamente llegó a matar a puñaladas a su propia hija, Elvira, hecho que justificó diciendo:
"Porque alguien a quien quiero tanto no debería llegar a acostarse con personas ruines". También
asesinó a varios de sus seguidores que intentaron capturarlo.

Finalmente, el 26 de octubre de 1561 dos de los marañones le apuntaron con sus arcabuces; uno
de ellos disparó, pero solo consiguió rozarlo, causando la mofa de Aguirre. El otro marañón sí
acertó, matándolo en el acto. Saltó luego sobre él un soldado, llamado Custodio Hernández, y por
orden de García de Paredes le cortó la cabeza, y sacándola de los cabellos, que los tenía largos, se
fue con ella a ofrecerla al maestre de campo, pretendiendo ganar indulgencias con él. Su cuerpo
fue descuartizado y sus restos fueron comidos por los perros con la excepción de su cabeza, que
fue enjaulada y expuesta como escarmiento en El Tocuyo; sus manos mutiladas fueron llevadas a
Trujillo y Valencia. En un juicio de residencia post mortem realizado en El Tocuyo fue declarado
culpable del delito de lesa majestad. En Mérida y El Tocuyo varios de sus marañones fueron
llevados a juicio, declarados culpables de los crímenes cometidos y sentenciados a muerte por
descuartizamiento.
Referencias culturales

En la cultura popular

Simón Bolívar dejó escrito que la rebelión de Lope de Aguirre fue la primera declaración de
independencia de una región de América.

Arturo Uslar Pietri escribe en 1947 la novela El camino de El Dorado, magistral relato sobre Lope de
Aguirre, publicado por Editorial Losada en 1947.

En 1964 el escritor español Ramón J. Sender escribió una novela sobre el conquistador, La aventura
equinoccial de Lope de Aguirre. Impresionado por la novela, el cineasta alemán Werner Herzog la
tomó como referencia, con algunas variaciones, para su película Aguirre, la cólera de Dios (1972).

El escritor venezolano Miguel Otero Silva escribió la novela Lope de Aguirre, príncipe de la libertad
(1979), en donde lo retrata como precursor de la independencia americana.

Su figura también inspiró la novela Daimón (1978), del escritor argentino Abel Posse.

Existen al menos dos adaptaciones al cómic de la historia de Lope de Aguirre: una del uruguayo
Alberto Breccia, realizada originalmente para el mercado argentino, y otra de su hijo Enrique, para
el mercado europeo. Curiosamente, ambas fueron realizadas y publicadas casi al mismo tiempo.

La playa de El Tirano (también conocida como Puerto Fermín), al noreste de la isla de Margarita,
recuerda el sitio donde desembarcó Lope de Aguirre en tierras venezolanas.

El Salto de Aguirre, en la selva peruana, es un salto de agua donde Aguirre grabó sobre una piedra
unos misteriosos símbolos que hoy son objeto de culto.

La banda venezolana de heavy metal Gillman tiene un tema referente a la historia de Aguirre en el
álbum Escalofrío (1994), titulado «El tirano Aguirre».

La banda argentina Aguirre se formó en el año 1990, cuando se juntaron Mario Serra, Pablo Tapia,
Marcelo Moura y Alejandro Fernández Lecce. El nombre de la banda estaba inspirado en la película
Aguirre, la ira de Dios, de Werner Herzog.

En España varias localidades tienen alguna calle dedicada al Conquistador; es el caso de Roquetas
de Mar (Almería), Torre-Pacheco (Murcia), Pozo Estrecho (Murcia) y Oñate (Guipúzcoa).

Aún hoy en día perdura el recuerdo de Aguirre en el imaginario popular: según una leyenda, los
fuegos fatuos que se aparecen en Venezuela son su fantasma y el de sus hombres; los campesinos
de las áreas rurales de Barquisimeto cuentan que su espíritu aún se aparece a medianoche cerca de
donde murió, y en El Tocuyo se celebra su muerte con una procesión cada 27 de octubre. En plena
selva peruana los viajeros que se detienen a contemplar el Salto de Aguirre rezan y se persignan
ante unos misteriosos símbolos que dejó grabados en piedra.

En 2018, en la localidad natal de Lope de Aguirre (Oñate), se rodó el film amateur titulado Lope. La
película recrea las aventuras vividas por los Marañones en la expedición de "El Dorado" de 1561,
pero en un contexto actual: las elecciones municipales de Oñati de 2019. El film fue realizado por el
grupo LPM, siendo Ibai Elorza el protagonista y Anjel Lera el director.

Literatura

El capitán Francisco Vázquez, uno de los marañones de Ursúa que sobrevivió a los crímenes de
Lope de Aguirre, de quien escapó en la Isla Margarita, hacia 1562 terminó su Relación de todo lo
que sucedió en la jornada de Omagua y Dorado, una de las crónicas más detalladas y valiosas de
aquel viaje. Juan de Castellanos incluyó a Lope de Aguirre en su poema épico Elegías de varones
ilustres de Indias.

Muchas novelas, sobre todo del siglo XX, tienen a Lope de Aguirre como protagonista. Entre ellas se
encuentran:

Ciro Bayo: Los Marañones (1913).

Arturo Uslar Pietri: El camino de El Dorado (1947).

Ramón J. Sender: La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1968).

Abel Posse: Daimón (1978).

Miguel Otero Silva: Lope de Aguirre, príncipe de la libertad (1979).

Ángela Reyes: Adiós a las amazonas (2004).

William Ospina: La serpiente sin ojos (2012).

Teatro

Gonzalo Torrente Ballester: Lope de Aguirre: crónica dramática de la historia americana en tres
jornadas (Madrid: Escorial, 1941).

Luis Britto García: El tirano Aguirre o La conquista de El Dorado (1976)

Sara Joffré: "La hija de Lope" (1992)

José Sanchís Sinisterra: Lope de Aguirre, traidor (1992).

Iñazio Irizar: "1562 - La estatua de Lope de Aguirre" (2020).

Millán Picouto: Lope de Aguirre, tragedia en cinco actos incluida en El macrocosmos, Linteo (2021)
Cine

1972- Aguirre, der Zorn Gottes (Aguirre, la ira de Dios), de Werner Herzog, con Klaus Kinski

1988- El Dorado, de Carlos Saura, con Omero Antonutti

2021- Jungle Cruise, de Jaume Collet-Serra, con Édgar Ramírez

Historieta

1989-1998 Lope de Aguirre, de Felipe Hernández Cava y Enrique Breccia

1992 El Dorado, el delirio de Lope de Aguirre, de Carlos Albiac y Alberto Breccia

Documental

1996 Lope de Aguirre descuartizado Agustín Goenaga

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