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Y CUESTIONES DE GÉNERO
Boletín temático de
jurisprudencia
(2011-2021)
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Clara Santamarina
Malena Errico
Fernanda Samite
Secretaría de Jurisprudencia
Georgina Buzzo
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2022
PRESIDENTE
Alejandro W. Slokar
VICEPRESIDENTE 1°
Mariano H. Borinsky
VICEPRESIDENTA 2°
JUECES
Diego G. Barroetaveña
Carlos A. Mahiques
Eduardo R. Riggi
Daniel A. Petrone
Guillermo J. Yacobucci
Javier Carbajo
Angela E. Ledesma
Gustavo M. Hornos
Frente a tan extensa tarea, espero que el presente Boletín de Jurisprudencia sea
un instrumento de utilidad para el adecuado y eficiente servicio de justicia.
CONTENIDO
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Motivación. Menor de edad. . 1
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Rechazo. Oposición fiscal fundada. Violencia de género.
Recurso de casación inadmisible. .................................................................................................. 1
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Motivación. Menor de edad. . 2
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Motivación. Menores de 18
años. Beneficio de la duda. ........................................................................................................... 3
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Consentimiento del Ministerio Público Fiscal. Oposición
de la víctima. Querella. Monto de la reparación. Multa. Incumplimiento de los deberes de
asistencia familiar. Ley 13944. ...................................................................................................... 4
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Leyes Provinciales. Control de
constitucionalidad. ........................................................................................................................ 4
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Carácter
vinculante. Convención Belém do Pará. CEDAW. Robo, Abuso sexual simple y reiterado. Violencia
sexual. Violencia contra la mujer. ................................................................................................. 5
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Razones de
política criminal. Carácter vinculante. Convención Belém do Pará. Abuso Sexual. Lesiones leves.
Violencia contra la mujer. ............................................................................................................. 6
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Extracción compulsiva de sangre. Derecho a la
intimidad. Art. 218 bis CPPN. Derecho a la verdad. Delito de violencia contra la mujer. Garantía
contra la autoincriminación. ......................................................................................................... 6
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Carácter
vinculante. Convención Belém do Pará. CEDAW. Robo. Coacción y lesiones. Violencia doméstica.
Violencia contra la mujer. ............................................................................................................. 7
GÉNERO. Lesiones graves. Violencia de género. Convención de Belém do Pará. Recurso de la
querella. Recurso de casación. Admisibilidad. Absolución del acusado. Prescripción de la acción
penal. ............................................................................................................................................. 8
GÉNERO. Abuso sexual. Robo con armas. Acreditación de la utilización del arma. Principio de
legalidad. Violencia contra la mujer.............................................................................................. 9
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Tráfico ilegal de personas y facilitación de
la permanencia ilegal de una ciudadana extranjera en la República Argentina con el fin de
obtener un beneficio económico. Agravante víctima menor de edad. Agravante habitualidad art.
119. Ley Migratoria. Motivación. Violencia de género. .............................................................. 10
GÉNERO. Coacción. Testigo único. Motivación. Violencia de género. ........................................ 11
GÉNERO. Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. Tipo de delito (omisión, abstracto,
continuo y permanente). Sentencia Plenaria "Pitchon". Violencia Económica contra la expareja y
violación flagrante a los derechos del niño. Causa Amitrano. CEDAW. Belém do Pará. Ley 26.485.
Convención de los Derechos del Niño. Violencia contra mujeres considerada violación de los
DDHH. .......................................................................................................................................... 12
GÉNERO. Aborto. Alcances del plenario "Natividad Frías". Extinción del proceso respecto de otros
partícipes. Regla de exclusión. Secreto profesional. Obligación de denunciar. Alcances. Violencia
de género..................................................................................................................................... 13
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Menores. Declaración testimonial. Prueba
de cargo. Incorporación por lectura. ........................................................................................... 14
GÉNERO. Promoción de la corrupción de un menor de doce años de edad. Violación. Fellatio in
ore. Abuso deshonesto. Requerimiento de elevación a juicio. Principio de congruencia. Delito de
peligro abstracto. Plazo razonable. ............................................................................................. 15
GÉNERO. Abuso sexual. Condena. Motivación. Incorporación por lectura. Derechos del Niño.
Violencia contra la mujer ............................................................................................................ 16
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Motivación. Derecho al control de la
prueba. Participación criminal. ................................................................................................... 17
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Excarcelación denegada. Gravedad del
delito. Pena en expectativa. Víctimas. ........................................................................................ 18
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Excarcelación denegada. Gravedad del
hecho. Pena en expectativa. Grado de organización. Proximidad de la audiencia de debate.... 19
GÉNERO. Homicidio de un niño en grado de tentativa. Ne bis in idem. Violencia contra la mujer
..................................................................................................................................................... 19
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Carácter
vinculante. Convención Belém do Pará. Abuso sexual. Violencia contra la mujer. ..................... 20
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Menores. Condena. Configuración.
Rechazo de nulidades. ................................................................................................................. 21
GÉNERO. Amenazas coactivas. Tipificación. Violencia de género. Constitucionalidad del art. 50
del Código Penal. ......................................................................................................................... 22
GÉNERO. Homicidio de una menor. Condena. Motivación. Incorporación por lectura. Derechos
del Niño. Violencia contra la mujer. ............................................................................................ 23
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Derecho al control de. la prueba. Amplitud probatoria.
Incorporación por lectura. Motivación. Violencia de género. ..................................................... 24
GÉNERO. Homicidio agravado por el vínculo. Validez del allanamiento. Regla de exclusión.
Domicilio. Derecho de exclusión. Motivación. Autoría. Violencia de género. ............................. 25
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Violencia contra
la mujer. ...................................................................................................................................... 26
GÉNERO. Homicidio. Alevosía. Reformatio in pejus. Atenuantes. Violencia contra la mujer. .... 28
GÉNERO. Homicidio. Homicidio culposo. Prueba testimonial. Amenazas. Calificación del hecho.
Dolo. Reformatio in pejus. Violencia contra la mujere. ............................................................... 29
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Plazo razonable. Declaraciones de la víctima. Testigos
de oídas. Agravante por la condición de enfermero de la víctima. Violencia contra la mujer. ... 30
GÉNERO. Abuso sexual. Intimidación. Art. 119. Testigo único. Violencia contra la mujer.......... 31
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Carácter
vinculante. Lesiones graves y coacción. Violencia contra la mujer ............................................. 33
GÉNERO. Privación ilegítima de la libertad. Lesiones leves. Amenazas. Condena. Motivación.
Prueba testimonial. Incorporación por lectura. Lesiones. Pena. Atenuantes o agravantes.
Reincidencia. Violencia contra la mujer ...................................................................................... 34
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Trata de personas. Menores. Amenazas.
..................................................................................................................................................... 35
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Procesamiento revocado. Falta de mérito.
Permanencia ilegal de extranjeros. Ley de profilaxis. Recurso de queja. Sentencia definitiva.
Cuestión federal. ......................................................................................................................... 36
GÉNERO. Abuso sexual. "Fellatio in ore". Robo con armas. Acreditación de la utilización del arma.
Principio de legalidad. Violencia contra la mujer. ....................................................................... 37
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Tentativa de transporte de
personas mayores de edad con fines de posterior explotación. Rechazo de nulidades.
Configuración del transporte. Condición de vulnerabilidad. Ultrafinalidad de la conducta.
Tentativa. Reformatio in pejus. ................................................................................................... 38
GÉNERO. Expulsión anticipada. Hijos menores de edad. Derechos del niño............................... 39
mujer. .......................................................................................................................................... 40
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Dictamen fiscal. Carácter vinculante. Violencia de
género. Convención de Belém do Pará. ....................................................................................... 41
GÉNERO. Abuso sexual agravado. Encargado de la guarda de la víctima. Violencia contra la
mujer. .......................................................................................................................................... 42
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Violencia contra
la mujer. ...................................................................................................................................... 43
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Derecho de defensa. Validez del
allanamiento. Estado de vulnerabilidad de la víctima. ............................................................... 44
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Amenazas.
Violencia contra la mujer. ........................................................................................................... 45
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal agravado por el empleo de armas. Arma impropia.
Pena mayor a la pedida por el fiscal. Violencia contra la mujer. ................................................ 45
GÉNERO. Desobediencia. Pena mayor a la pedida por el fiscal. Agravantes. Ne bis in idem.
Violencia contra la mujer. ........................................................................................................... 46
GÉNERO Suspensión del juicio a prueba. Rechazo in limine de una segunda probation. Violencia
contra la mujer. ........................................................................................................................... 47
GÉNERO. Amenazas. Desobediencia. Ne bis in idem. Hecho único constitutivo de dos infracciones.
Violencia contra la mujer. ........................................................................................................... 48
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Violencia contra
la mujer. ...................................................................................................................................... 48
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Orden de
restricción violada. Violencia contra la mujer. ............................................................................ 49
GÉNERO. Habeas Corpus colectivo. Violencia contra la mujer.................................................... 49
TRATA DE PERSONAS. Derecho al control de la prueba. Incorporación por lectura de los
testimonios de la víctima y demás testigos. Elementos probatorios independientes. Condición de
vulnerabilidad. Falta de conformidad para ser explotada sexualmente. Violencia contra la mujer.
..................................................................................................................................................... 50
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Convención de
Belém do Pará. Violencia contra la mujer. .................................................................................. 51
GÉNERO. Homicidio. Garantía de imparcialidad. Pena. Rechazo del planteo de nulidad.
Dosimetría punitiva. Violencia contra la mujer. .......................................................................... 52
TRATA DE PERSONAS. Suspensión del juicio a prueba. Oposición fiscal. Delitos de violencia contra
la mujer. Convención de Belém do Pará. ..................................................................................... 53
GÉNERO Suspensión del juicio a prueba. Consentimiento del Ministerio Público Fiscal. Doctrina
CS "Góngora". Violencia contra la mujer. ................................................................................... 68
GÉNERO Homicidio calificado por el vínculo. Emoción violenta. Validez del allanamiento.
Registros audiovisuales de las audiencias. Prueba del hecho. Alevosía. Violencia contra la mujer.
..................................................................................................................................................... 69
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Abuso sexual. Convención de los Derechos del Niño.
Violencia contra la mujer. ........................................................................................................... 70
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. Riesgo procesal. ............................................................... 71
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Declaración de las víctimas. Valoración.
Sistema de la sana crítica racional. Situación de vulnerabilidad de la víctima. Agravante. Dinero
secuestrado. Decomiso. Violencia contra la mujer. .................................................................... 72
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. amenazas. Delito de amenazas coactivas en concurso
real con lesiones leves. Oposición fiscal fundada. Violencia de género. ..................................... 73
GÉNERO. Amenazas. Imputabilidad. Violencia contra la mujer. ................................................. 74
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. amenazas. Delito de amenazas coactivas. Oposición
fiscal fundada. Oposición de la víctima. Violencia de género. .................................................... 75
TRATA DE PERSONAS. Prueba incorporada por lectura. Validez. Promoción o facilitación de la
prostitución (art. 126 CP). Configuración. ................................................................................... 75
GÉNERO. Condena. Delito de amenazas coactivas. Nulidad de la sentencia. Valoración
probatoria. Violencia digital. ....................................................................................................... 76
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Convención de
Belém do Pará. Recurso de casación. Inadmisibilidad del recurso. ............................................. 77
TRATA DE PERSONAS. Falta de fundamentación. Prueba testimonial. No valoración de los dichos
de todos los testigos. Rechazo. Víctima de 12 años de edad. "Captación". ................................ 78
TRATA DE PERSONAS. Declaración de los testigos en audiencia sin la presencia de los imputados.
Derecho de defensa. Validez. ...................................................................................................... 79
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Convención de
Belém do Pará. Doctrina CS "Góngora". Violencia contra la mujer. ........................................... 80
GÉNERO. Condena. Delito de privación de la libertad agravada en concurso con abuso sexual.
Errónea aplicación de la ley. Valoración probatoria. Ley 26.485. Declaración de la víctima.
Violencia contra la mujer. ........................................................................................................... 81
GÉNERO. Condena. Delito de abuso sexual agravado por la condición de ascendente de la
víctima. Errónea aplicación de la ley. Valoración probatoria. Derechos del niño. Violencia contra
la mujer. ...................................................................................................................................... 82
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Robo. Oposición fiscal fundada. Violencia de género.
Recurso de casación fiscal. .......................................................................................................... 83
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Doctrina CS
"Góngora". Violencia contra la mujer. ........................................................................................ 84
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Delito de lesiones leves, agravadas por el vínculo, en
concurso real con amenazas simples. Oposición fiscal fundada. Violencia de género. .............. 84
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Consentimiento del Ministerio Público Fiscal. Doctrina
CS "Góngora". Violencia contra la mujer. ................................................................................... 85
GÉNERO. Condena. Delito de abuso sexual contra una menor agravado por la condición de
convivencia. Valoración probatoria. Monto de la pena. Derechos del niño. Violencia contra la
mujer. .......................................................................................................................................... 86
TRATA DE PERSONAS. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal.
Convención de Belém do Pará. Violencia contra la mujer. .......................................................... 87
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. .......................................................................................... 88
GÉNERO. Homicidio. Alevosía. Motivación. Violencia contra la mujer. ...................................... 88
GÉNERO. Homicidio. Alevosía. Condena. Motivación. Violencia contra la mujer. ...................... 89
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Violencia contra la mujer. ......................................... 91
GÉNERO. Promoción a la prostitución de una menor de edad (art. 125 bis CP). Amenazas.
Violencia de género. Legitimación recursiva del Ministerio Público Fiscal. Recurso de casación.
Cuestión federal. Beneficio de la duda. ....................................................................................... 91
TRATA DE PERSONAS. Reducción a servidumbre. Violencia de género....................................... 92
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. Riesgo procesal. ............................................................... 93
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Lesiones graves.
Violencia de género. Doctrina CS "Góngora". ............................................................................. 93
GÉNERO. Abuso sexual. Víctima menor de edad. Absolución. Nulidad. Revictimización. Derechos
del niño. Violencia contra la mujer.............................................................................................. 94
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Omisión audiencia del art. 293 CPPN. Defensa en juicio.
Violencia de género. Doctrina CS "Góngora". ............................................................................. 96
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Violencia de
género. ........................................................................................................................................ 96
TRATA DE PERSONAS. Explotación sexual agravada. Condena. Configuración. Situación de
vulnerabilidad. ............................................................................................................................. 97
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Delito de lesiones leves en concurso con amenazas
simples. Conformidad fiscal. Violencia de género. ...................................................................... 97
GÉNERO. Mujer embarazada solicita prisión domiciliaria. Nacimiento del hijo. Puerperio.
Derechos del niño. ....................................................................................................................... 98
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Delitos de lesiones dolosas leves, amenazas y
desobediencia a la orden de un funcionario público. Conformidad fiscal. Violencia de género. 99
GÉNERO. Lesiones leves. Violencia de género. Convención de Belém do Pará. Sentencia
condenatoria. Recurso de casación. Rechazo. .......................................................................... 100
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Desestimación de actuaciones por
inexistencia de delito. Fundamentación aparente. Trata de personas con fines de explotación
laboral. ...................................................................................................................................... 101
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Probation. Intervención de fiscal ad hoc. Nulidad.
Rechazo. Violencia de género. Convención de Belém do Pará. ................................................. 101
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Oposición del Ministerio Público Fiscal. Violencia de
género. Lesiones leves en perjuicio de la madre del imputado. Amenazas. Doctrina CS “Góngora”.
................................................................................................................................................... 102
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Improcedencia. Violencia de género. Aplicación del caso
"Góngora" de la CSJN. ............................................................................................................... 103
GÉNERO. Libertad condicional revocada. Incumplimiento de normas de conducta. Violencia de
género. ...................................................................................................................................... 103
TRATA DE PERSONAS. Trata de personas. Mayor de 18 años. Consentimiento. Condición de
vulnerabilidad de la víctima. Administración y regencia de casa de tolerancia. ...................... 104
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Lesiones leves. Oposición del Ministerio Público Fiscal.
Violencia de género. Doctrina CS "Góngora". Recurso de casación. Falta de fundamentación.
Responsabilidad internacional del Estado Argentino. Convención de Belém do Pará. ............. 105
GÉNERO. Abuso sexual agravado. Absolución del imputado. Recurso del fiscal. Ne bis in idem.
Alcances. Cosa juzgada. Beneficio de la duda. Violencia de género. Falta de consentimiento.
Sometimiento sexual gravemente ultrajante. Motivación. Contradicción. Culpabilidad. Consumo
de alcohol. Error de prohibición. Responsabilidad internacional del Estado argentino. ........... 106
TRATA DE PERSONAS. Suministro gratuito de estupefacientes. Motivación. ........................... 107
GÉNERO. Abuso sexual agravado. Violencia de género. Revocación del sobreseimiento. Informes
periciales. Informe social de la Oficina de Violencia Doméstica. Responsabilidad internacional del
Estado Argentino. Convención de Belém do Pará. .................................................................... 108
GÉNERO. Lesiones leves. Violencia de género. Alcances de la reconciliación. Igualdad. Convención
................................................................................................................................................... 137
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Extemporaneidad. Privación ilegal de la libertad
agravada por el uso de violencia y amenazas, en concurso ideal con lesiones leves. Oposición
fiscal. Violencia contra la mujer. ............................................................................................... 138
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Consentimiento fiscal. Góngora. Violencia contra la
mujer. ........................................................................................................................................ 138
GÉNERO. Calumnias e injurias. Excepción de falta de acción. Sobreseimiento. Confirmatoria.
Denuncia de situaciones de violencia de género. Análisis con perspectiva de género. Conducta de
funcionario público. Interés público. ......................................................................................... 140
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. Concesión. Violencia de género. Imputada madre de la
menor víctima. .......................................................................................................................... 141
GÉNERO. Abuso sexual Condena. Principio de congruencia. Valoración probatoria. Violencia de
género. Convención de Belém do Pará. Ley 26.485. Derechos del niño. ................................... 142
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Abuso sexual. Oposición fiscal. Góngora. Violencia
contra la mujer. ......................................................................................................................... 143
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Excarcelación. Revocatoria. .............. 144
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Lesiones leves. Amenazas. Oposición fiscal. Góngora.
Violencia contra la mujer. ......................................................................................................... 145
TRATA DE PERSONAS. Ejecución penal. Prisión domiciliaria. Denegatoria. Hijos menores que
superan los cinco años. ............................................................................................................. 146
TRATA DE PERSONAS. Trabajo forzoso. Víctimas menores de edad. Art. 145 ter, primer párrafo
del C.P. Absolución. Nulidad. ..................................................................................................... 146
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Abuso sexual. Oposición fiscal. Góngora. Violencia
contra la mujer. ......................................................................................................................... 147
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Amenazas. Oposición fiscal. Góngora. Violencia contra
la mujer. .................................................................................................................................... 148
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Lesiones dolosas calificadas. Oposición fiscal. Góngora.
Violencia contra la mujer. ......................................................................................................... 149
TRATA DE PERSONAS. Explotación sexual. Víctima con discapacidad. Competencia federal.
Contienda negativa de Competencia. Configuración del delito de trata de personas. ............. 150
TRATA DE PERSONAS. Arts. 145 bis y 145 ter, inciso 4º del CP. Facilitación de la permanencia
ilegal de extranjeros. Concurso ideal. Procesamiento con prisión preventiva. Violencia de género.
................................................................................................................................................... 151
GÉNERO. Lesiones leves y amenazas simples. Suspensión del juicio a prueba. Rechazo. Doctrina
de la CSJN “Góngora”. ............................................................................................................... 152
GÉNERO. Lesiones leves. Condena. Confirmatoria. ................................................................... 153
GÉNERO. Amenazas coactivas. Cómplice. Partícipe secundaria. Nulidades. Violencia doméstica.
Violencia contra la mujer. ......................................................................................................... 154
GÉNERO. Condena. Homicidio agravado por el vínculo que concurre realmente con los delitos de
lesiones leves agravadas por el vínculo y amenazas simples. Valoración probatoria. Atenuantes
artículo 80 CP. Calificación legal. Inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua. Violencia
contra la mujer. ......................................................................................................................... 155
TRATA DE PERSONAS. Prisión preventiva. Riesgo procesal. Recurso de casación. Sentencia
definitiva.................................................................................................................................... 156
GÉNERO. Condena por el delito de homicidio agravado por haber sido cometido con
ensañamiento y alevosía. Valoración probatoria. Reconocimiento en rueda. Testigos. Nulidad por
falta de individualización de la conducta. Inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua.
Violencia contra la mujer. ......................................................................................................... 156
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Violencia de género. Pena. Monto.
Motivación. ............................................................................................................................... 157
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Querellante. Legitimación. AFIP.
Reducción a la servidumbre. Talleres clandestinos. .................................................................. 158
GÉNERO. Lesiones leves. Suspensión del juicio a prueba. Oposición fiscal fundada. Rechazo.
Doctrina de la CSJN “Góngora”. ................................................................................................ 159
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Talleres clandestinos. Condición de
vulnerabilidad. Falsificación de marcas. ................................................................................... 160
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Ejecución penal. Salida laboral. Régimen
de semilibertad. Sentencia arbitraria. ....................................................................................... 162
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Rechazo. Amenazas coactivas y amenazas simples.
Doctrina de la CSJN “Góngora”. Oposición fiscal fundada. Rechazo de cambio de calificación en
la audiencia del art. 293 del CPPN. ........................................................................................... 162
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Rechazo. Abuso sexual. Doctrina de la CSJN “Góngora”.
................................................................................................................................................... 164
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Absolución. Responsabilidad
internacional. Violencia contra la mujer. .................................................................................. 166
GÉNERO. Abuso sexual agravado. Acceso carnal. Cometido por un ascendiente. Garantía de
TRATA DE PERSONAS. Agravado por haber sido cometido por tres o más personas y por la
pluralidad de víctimas en concurso ideal con explotación económica de la prostitución. Arts. 145
bis incs. 2 y 3 y 127 del CP. Testimonio víctima. Incorporación por lectura. Validez. Testigo de
identidad reservada. Validez. Competencia federal. Petición fraudulenta de beneficio migratorio.
Art. 118 de la ley 25.871. Funcionario policial. Cómplice necesario. ........................................ 197
GÉNERO. Amenazas coactivas. Cómplice. Partícipe secundaria. Nulidades. Violencia doméstica.
Violencia contra la mujer. ......................................................................................................... 199
GÉNERO. Violencia de género. Probation rechazada. Doctrina de la CSJN in re “Góngora”.
Convención de Belém do Pará. Deber de prevenir, investigar y sancionar. .............................. 200
GÉNERO. Sobreseimiento. Procedimiento de consulta. Revisión del pedido de sobreseimiento.
Coacción. Violencia de género................................................................................................... 201
TRATA DE PERSONAS. Violación al principio acusatorio. Rechazo. Prevención policial. Art. 145 bis
CP. Situación de vulnerabilidad. Incorporación por lectura del testimonio de las víctimas. ..... 202
TRATA DE PERSONAS. Menores y mayores de edad. Arts. 145 bis y 145 ter del CP. Facilitamiento
de la permanencia ilegal de extranjeros. Absolución. Falta de fundamentación. Nulidad. ...... 204
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Art. 145 bis del CP. Facilitación agravada
de la permanencia ilegal de extranjeros. Arts. 117 y 120 de la ley 25.871. Violencia de género.
Condena. Motivación. ............................................................................................................... 205
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Art. 145 bis del CP. Violencia de género.
Vulnerabilidad. Condena. Motivación. Pena. Fundamentación. Prisión de cumplimiento efectivo
domiciliaria. Decomiso. Constitucionalidad del art. 12 del CP. ................................................. 206
GÉNERO. Violencia de género. Probation revocada. Doctrina de la CSJN in re “Góngora”.
Convención de Belém do Pará. Deber de prevenir, investigar y sancionar. .............................. 207
TRATA DE PERSONAS. Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Rechazo. Arts. 145 bis del CP.
Madre de menor de 16 años. Derechos del niño. ...................................................................... 209
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. Riesgos procesales. ........................................................ 209
TRATA DE PERSONAS. Competencia. Requerimiento de elevación a juicio. Promoción de la
prostitución de una menor de edad. ......................................................................................... 210
GÉNERO. Condena. Amenazas coactivas. Violencia contra la mujer. ....................................... 211
GÉNERO. Probation rechazada. Robo simple en grado de tentativa. Oposición fiscal. Control de
logicidad. ................................................................................................................................... 211
TRATA DE PERSONAS. Reducción a la servidumbre. Condena. Configuración. Abuso sexual
agravado. Situación de convivencia. Garantía contra la autoincriminación. Inaplicabilidad
doctrina CS “Baldivieso”. Principio de congruencia. ................................................................. 213
GÉNERO. Reducción a la servidumbre. Abuso sexual agravado con acceso carnal. Menor de
dieciocho años. Eficacia de la defensa. Derecho al control de la prueba. Trata de personas.
Traductor. Intervención del Defensor de Menores e Incapaces. Motivación. Configuración del
delito. Inconstitucionalidad art. 12 CP. ..................................................................................... 300
GÉNERO. Seguridad de los establecimientos carcelarios. Requisas. Utilización de equipamiento
tecnológico en las requisas. Agravamiento ilegítimo en las condiciones de detención. Perspectiva
de género. Reglas de Bangkok. Reglas de Mandela. Convención de Belém do Pará. Carta de
Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano. Convención sobre
la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW). Facultades de los
jueces. ........................................................................................................................................ 301
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Ley de profilaxis. Competencia.
Sobreseimiento. Situación de vulnerabilidad. Consentimiento de la víctima. Condición de
migrantes. Motivación. Sentencia arbitraria. ........................................................................... 302
GÉNERO. Abuso sexual. Procesamiento. Revocatoria. Sobreseimiento. Recurso fiscal. ........... 303
TRATA DE PERSONAS. Competencia federal. Motivación. In dubio pro reo.............................. 304
GÉNERO. Abuso sexual. Sentencia arbitraria. Rechazo del agravio ne bis in idem. Derecho al
control de la prueba. Rechazo de nulidades. Recurso de casación. Beneficio de la duda.
Motivación. Sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima. Pena. Agravantes.
Violencia de género. .................................................................................................................. 306
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Mayores de 18 años. Pena.
Fundamentación. Unificación. Violencia de género. ................................................................. 307
GÉNERO. Privación ilegítima de la libertad agravada. Lesiones leves. Desobediencia. Hurto.
Amenazas simples reiteradas. Concurso de delitos. Prohibición de acercamiento. Juicio
abreviado. Recurso de casación. Motivación. Rechazo de la tacha de arbitrariedad. Violencia
contra la mujer. ......................................................................................................................... 307
GÉNERO. Denuncia por abuso sexual. Sobreseimiento. Tribunales colegiados. Falta de firma de
un vocal. Rechazo de nulidad. Cámara Gesell. .......................................................................... 309
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Incompetencia. Violencia contra la mujer.
................................................................................................................................................... 310
GÉNERO. Abuso sexual. Procesamiento. Recurso de casación. Valoración de la prueba. ........ 311
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Recurso extraordinario. Inadmisibilidad.
Cuestión federal. Sentencia arbitraria....................................................................................... 312
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Menores de edad. Sobreseimiento.
Revocatoria. Fundamentación insuficiente. Configuración del tipo penal. Finalidad de
TRATA DE PERSONAS. Competencia Federal. Juez Natural. Violencia contra la mujer ............ 335
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Garantía contra la múltiple persecución
penal. Prueba testimonial. Incorporación por lectura. Derecho al control de la prueba. Situación
de vulnerabilidad. Eximición de responsabilidad art. 5 ley 26.364. .......................................... 336
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual agravado. Facilitación de la permanencia
ilegal de extranjeros en el territorio argentino. Violación de sellos. Concurso ideal. Prisión
Preventiva. Prórroga. Homologación. ....................................................................................... 338
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Excarcelación. Revocatoria. Riesgos
procesales. ................................................................................................................................. 338
GÉNERO. Condena. Congruencia. Derechos del niño. Inconstitucionalidad art. 12 CP. Violencia
contra la mujer. ......................................................................................................................... 339
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Facilitación de la permanencia ilegal de
extranjeros. Prostitución. Procesamiento con prisión preventiva. Recurso de casación. Sentencia
definitiva. Cuestión federal. Riesgos procesales. Falta de fundamentación del recurso. ......... 340
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Facilitación de la permanencia ilegal de
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Menor de edad. Acopio de armas de fuego
y municiones. Nulidad de la absolución. Testimonio de la víctima. Informes psicológicos y
sociales. Situación de vulnerabilidad. Corrupción de menores agravada por el vínculo.
Explotación económica de la prostitución ajena. Concurso de delitos. Tenencia de armas. Acopio
de armas y municiones. Tenencia ilegítima de los documentos nacionales de identidad. ....... 374
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Competencia federal. Violencia contra la
mujer ......................................................................................................................................... 376
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Sobreseimiento. Recurso de casación.
Rechazo. .................................................................................................................................... 377
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Situación de vulnerabilidad. Nulidad del
sobreseimiento. Sobreseimiento prematuro. Promoción o facilitación de la permanencia ilegal de
extranjeros con el fin de obtener un beneficio económico. ....................................................... 378
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Sobreseimiento prematuro. Falta de
certeza negativa. ....................................................................................................................... 379
TRATA DE PERSONAS. Promoción de la prostitución. Procesamiento. Recurso de casación.
Inadmisibilidad. ......................................................................................................................... 380
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Acogimiento. Traslado. Condena.
Consentimiento de las víctimas. Análisis tipo penal art. 145 bis. Falta de fundamentación del
recurso. Prueba. Valoración. Sentencia. Motivación. Violencia contra la mujer ...................... 380
GÉNERO. Abuso sexual. Sobreseimiento confirmado. Recurso fiscal. Violencia contra la mujer.
................................................................................................................................................... 382
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Comercialización de pornografía infantil.
Abuso sexual. Condena. Situación de vulnerabilidad. Convención sobre los Derechos del Niño.
................................................................................................................................................... 383
GÉNERO. Trata de personas. Cese de prisión preventiva. Fundamentación aparente. Recurso
fiscal. Violencia contra la mujer. Situación de vulnerabilidad de la víctima. ............................ 384
GÉNERO. Condena. Valoración probatoria. Violencia contra la mujer. .................................... 386
GÉNERO. Abuso de autoridad. Malversación de caudales públicos. Abuso sexual simple en grado
de tentativa. Violencia de género. Tratados internacionales. Daño. Amenazas coactivas
agravadas por el uso de arma. Concurso de delitos. Magistrados judiciales. Funcionarios
públicos. Motivación. Prueba testimonial. Error de tipo. Prueba documental. Fotografías.
Derecho al control de la prueba. Incorporación de prueba testimonial por lectura. ................ 437
GÉNERO. Expulsión anticipada. Requisito temporal. Vulnerabilidad de la condenada. Violencia
contra la mujer. Derechos del niño. .......................................................................................... 439
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Promoción de la prostitución Rechazo de
la nulidad del allanamiento. Condena. Motivación. Calificación legal. Rechazo del planteo de
inconstitucionalidad de los arts. 125 bis y 127 del CP. .............................................................. 441
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Revocación del sobreseimiento. Situación
de vulnerabilidad ....................................................................................................................... 442
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Procesamiento revocado. Reducción a la
servidumbre. Situación de vulnerabilidad. Menor de edad....................................................... 443
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Absolución. Menores. Condición de
vulnerabilidad. Coacción agravada. Lesiones. Concurso de delitos. Testimonio de la víctima.
Convención sobre los Derechos del Niño. Responsabilidad internacional del Estado Argentino.
Convención de Belém do Pará. Motivación. Sentencia arbitraria. Defectos en la consideración de
extremos conducentes. Prueba. Valoración. Prueba pericial. Interés superior del niño. .......... 444
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual en su modalidad de captación. Condena.
Recurso de casación. Rechazo. Prueba testimonial. Testigo único. Calificación legal. ............. 447
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Acogimiento. Menor de edad.
Condición de vulnerabilidad. Motivación. Prueba. Valoración. Testimonio de la víctima. ....... 449
GÉNERO. Prisión domiciliaria denegada. Prisión Preventiva. Madre con niño en detención. Interés
superior del niño. Convención Belém do Pará. Violencia contra la mujer................................. 449
GÉNERO. Delitos de lesa humanidad. Homicidio agravado por alevosía. Privación ilegítima de la
libertad cometida con abuso de funciones agravada por el empleo de violencia. Violación
agravada por el concurso de dos o más personas en concurso ideal con el delito de corrupción de
menores agravada por el empleo de violencia y abuso de autoridad. Imposición de tormentos
agravados por ser la víctima perseguida política. Imprescriptibilidad. Principio de legalidad. Plazo
razonable. Rueda de reconocimiento. Rechazo de nulidad. Coautoría funcional. Nulidad parcial
de la sentencia respecto de hechos que no son tipificados como delitos de lesa humanidad.
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Prisión preventiva. Procesamiento. ... 502
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Motivación. Testimonio víctima.
................................................................................................................................................... 503
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Situación de vulnerabilidad de
las victimas menores de edad. Sentencia. Motivación. Principio de congruencia. Cambio de
calificación. Pena superior a la solicitada por el Fiscal. Violencia de género. ........................... 503
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Nulidades. Situación de
vulnerabilidad de la víctima. Incorporación por lectura declaración testimonial. .................... 506
TRATA DE PERSONAS. Excarcelación. Riesgos procesales. Recurso de casación. Sentencia
definitiva. Explotación económica del ejercicio de la prostitución en concurso ideal con el delito
de trata de personas en su modalidad de captación con fines de explotación sexual. Sentencia.
Motivación. Cuestión federal. ................................................................................................... 508
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Menor de 13 años de edad y abuso de una
situación de vulnerabilidad. Coacción. Concurso real. Revocatoria de la excarcelación. Riesgos
procesales. ................................................................................................................................. 509
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Agravado por la situación de
vulnerabilidad y el número de víctimas. Nulidades. Rechazo. Juez Natural. Juez subrogante.
Defensa en juicio. Omisión de incorporación de elementos de prueba. Calificación legal. Art. 3 del
Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas. Derechos de las mujeres.
Derechos del niño. Convención de las Naciones contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
................................................................................................................................................... 510
GÉNERO. Extrañamiento anticipado. Revocatoria del rechazo. Situación de vulnerabilidad.
Cuestión de género, Reglas de Bangkok. Madre extranjera. Interés superior del niño Convención
de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (ley 23.849). ........................................... 512
GÉNERO. Ejecución penal. Ley 24.660. Prisión domiciliaria. hijos menores de 5 años. Convención
de los derechos del niño. Aplicación de los arts. 210, 221 y 222 del C.P.P.F. Perspectiva
de género. ............................................................................................................................... 513
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Condena de Sala IV. Doctrina Duarte de la CSJN.
Nulidad. Inexistencia de debate oral y público. Reenvío a tribunal oral. .................................. 515
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Agravado. Situación de vulnerabilidad de
la víctima menor de dieciocho años. Absolución. Confirmatoria. In dubio pro reo. ................. 517
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Situación de vulnerabilidad de la víctima.
Arts. 145 bis y 145 ter, inc. 1 del CP. Condena. Motivación. ..................................................... 518
TRATA DE PERSONAS. Condena. Valoración probatoria. Incorporación de declaración por lectura.
Alcance del tipo penal. Reparación a las víctimas. Violencia contra la mujer. ......................... 520
TRATA DE PERSONAS. Condena. Tipo penal. Vulnerabilidad de las víctimas. Violencia contra la
mujer. ........................................................................................................................................ 521
TRATA DE PERSONAS. Prisión domiciliaria revocada por TOF. Violencia contra la mujer. ....... 522
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral agravado, en concurso ideal con el delito
de reducción a la servidumbre. Abuso sexual agravado por acceso carnal, reiterado en concurso
real. Condena. Motivación. Testimonio de la víctima en Cámara Gesell (Art. 250 quáter del CPPN).
Incorporación por lectura. Pena. Fundamentación. Violencia de género. Convención de Belém do
Pará. .......................................................................................................................................... 523
GÉNERO. Abuso sexual. Condena. Violencia contra la mujer.................................................... 526
GÉNERO. Retención y ocultación de un menor de 10 años sustraído, supresión de identidad de un
menor de 10 años y falsedad ideológica de instrumento público, en concurso ideal. Absolución.
Recurso Fiscal. Imputada víctima de violencia de género. Estado de necesidad exculpante.
Estándar probatorio. Perspectiva de género............................................................................. 527
GÉNERO. Prisión domiciliaria peticionada por la defensa. Violencia contra la mujer. Hijo con
discapacidad. ............................................................................................................................. 529
TRATA DE PERSONAS. Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Delito grave. Pandemia. Covid-19.
Recurso de casación. Inadmisibilidad. Inexistencia de cuestión federal. Recomendación al
tribunal. Cumplimiento de las medidas de aislamiento, prevención e higiene en la unidad
carcelaria. .................................................................................................................................. 530
TRATA DE PERSONAS- Prisión preventiva. Excarcelación revocada. Recurso inadmisible.
Inexistencia de agravio federal. Delitos graves. Riesgos procesales. Amenazas a la víctima.
Código Procesal Penal Federal. No integra grupo de riesgo. Inexistencia de peligro actual para la
salud. Pandemia Covid-19. Acordada 9/20 CFCP. Encomendar al tribunal el cumplimiento de las
medidas de prevención, salud e higiene.................................................................................... 532
TRATA DE PERSONAS. Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Recurso inadmisible. Inexistencia
de agravio federal. Pandemia Covid-19. Inexistencia de circunstancias actuales de particular
riesgo para la salud. Acordada 9/20 CFCP. Delito grave. Encomendar al tribunal el cumplimiento
de las medidas de prevención, salud e higiene. ........................................................................ 534
GÉNERO. Prisión domiciliaria. Riesgos procesales. Persona trans privada de su libertad. ....... 535
GÉNERO, Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Recurso inadmisible. Inexistencia de agravio
federal. Delito de lesa humanidad. Delito grave. Acordada 9/20 CFCP. Modificación de
federal. Violación de reglas de conducta al ejecutar salidas transitorias. Denunciado por hechos
considerados como violencia de género. .................................................................................. 554
GÉNERO. Trata de personas con fines de explotación sexual. Condena. Violencia contra la mujer.
................................................................................................................................................... 556
TRATA DE PERSONAS. Ejecución penal. Libertad condicional concedida. Recurso fiscal. Hacer
lugar, anular y reenviar para nuevo pronunciamiento. Decisión arbitraria. Requisito temporal
cumplido. Informes negativos del Servicio Penitenciario Federal. ............................................ 557
GÉNERO. Prisión domiciliaria peticionada por la defensa. Tareas de cuidado. Afectación de
derechos a niñas/os. Violencia contra la mujer. ....................................................................... 559
GÉNERO. Prisión domiciliaria peticionada por la defensa. Tareas de cuidado. Afectación de
derechos a niñas/os. Violencia contra la mujer. ....................................................................... 560
GÉNERO. Transporte de estupefacientes. Partícipe secundaria. Imputada en condición de
vulnerabilidad, dependencia económica y afectiva. Valoración probatoria. Perspectiva de
género. Mensuración de la pena. Pena en suspenso. Convalida decisión. Rechaza recurso fiscal.
................................................................................................................................................... 561
GÉNERO. Suspensión de juicio a prueba. Rechazo. Amenazas coactivas reiteradas. Rechazar
recursos del Fiscal y la defensa. Inexistencia de agravio federal y de arbitrariedad. Violencia de
género. Cuestiones de hecho y prueba. Necesidad del debate. ................................................ 563
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Sentencia definitiva. Condena y
absolución. Hacer lugar parcialmente al recurso de la defensa, casar y anular la multa. Hacer
lugar al recurso fiscal y remitir para un nuevo pronunciamiento. Rechazo de prescripción de la
acción penal. Valoración probatoria. Arbitrariedad. Multa. ..................................................... 566
GÉNERO. Sentencia definitiva. Condena. Abuso sexual agravado en concurso ideal con corrupción
de menores agravada. Resolución fundada. Rechazar recurso. Competencia federal. Valoración
probatoria. Individualización de las penas impuestas. ............................................................. 570
TRATA DE PERSONAS. Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Recurso fiscal. Anular y remitir
para nuevo pronunciamiento. Falta de fundamentación. Omisión de realizar informes sociales y
de salud. Falta de intervención de las víctimas. Víctimas vulnerables. Pandemia Covid- 19. Interés
superior del niño. ....................................................................................................................... 572
GÉNERO. Prisión domiciliaria. Presuntos hechos de violencia contra la mujer. Derechos del niño.
Lesa Humanidad. ....................................................................................................................... 575
GÉNERO. Violencia sexual. Condena. Lesa Humanidad. Violencia contra la mujer. ................. 577
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual, agravado por los medios comisivos
empleados, por la pluralidad de víctimas y participantes y por haberse consumado la explotación
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Confirmatoria. Art. 145 bis del
CP. Art. 145 ter inc. 1 del CP. Motivación. Validez de las tareas de prevención. Principio de
Congruencia. Validez de la declaración de las víctimas. Condición de vulnerabilidad de las
víctimas. Incorporación por lectura de las declaraciones de las víctimas. Art. 250 quater del CPPN.
Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Trasnacional (ley 25.632).
Protocolo de Palermo, artículo 3. Delito de resultado anticipado. “Ultrafinalidad”. Reglas de
Brasilia sobre acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad. Restricción a
la libertad de autodeterminación de las víctimas. Principio de Congruencia. Variación del grado
de participación. Pena. Razonabilidad de la escala penal impuesta. Decomiso. Violencia de
género. Art. 75 inc. 22 de la CN. Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer –CEDAW-. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Belem do Pará, Brasil). ............................................. 628
TRATA DE PERSONAS. Absolución por el delito de trata de personas. Tipo penal. Consentimiento.
Vulnerabilidad. Violencia contra la mujer. ................................................................................ 636
GÉNERO. Abuso sexual agravado por haber mediado acceso carnal y utilización de
estupefacientes. Víctimas menores. Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización
Nulidades. Rechazos. Intervenciones telefónicas. Incorporación por lectura de la denuncia y
manuscrito de la víctima. Condena. Motivación. Valoración de la prueba. Rechazo de doble
valoración del término “estupefaciente” (art. 78 del CP y 13 de la ley 23737). Acceso carnal.
“Fellatio in ore”. Situación de vulnerabilidad. Pena. Fundamentación, Principio acusatorio. Pena
superior a la solicitada por el fiscal. Revocatoria. Pedido del fiscal de perforación del mínimo.
Art. 307, segundo párrafo del CPPF Análisis con perspectiva de género. Integrante de la
comunidad LGTBI. ..................................................................................................................... 637
GÉNERO. Excarcelación revocada. Hijos menores..................................................................... 646
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Rechazo. Oposición fiscal. Violencia política. Ley 26.485.
Violencia de género. Acceso indebido al correo electrónico una diputada nacional. y al servicio
de almacenamiento virtual (simil “nube”) denominado “Google Fotos”.................................. 647
GÉNERO. Recurso de casación del fiscal. Pena única mayor a la mitad de la requerida por el Fiscal.
Art. 458 inc. 2° del CPPN. Excepción. Cuestión federal. Arbitrariedad en la mensuración de la
pena. Violencia de género. Nulidad de la sentencia. Reenvío al tribunal. ................................ 648
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Absolución. Nulidad. Fundamentación
insuficiente y contradictoria. Situación de vulnerabilidad (art. 145 ter inc. 1 del CP). ............. 650
GÉNERO. Abuso sexual gravemente ultrajante. Condena. Motivación. Pena. Fundamentación.
Congruencia. Plazo razonable. Violencia de género. ................................................................ 654
Art. 125 bis en función del 126, inc. 1° del C.P.). Situación de vulnerabilidad de la víctima.
Restitución económica. Arts. 23, 29 y 30 del C.P. y 28 de la ley 26.364 (según ley 27.508). .... 679
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Agravado por la situación de
vulnerabilidad de la víctima, por haberse consumado la explotación laboral, y por resultar la
víctima menor de edad. Condena. Motivación. Pena. Perforación del mínimo. Rechazo ......... 684
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Condena. Nulidad del alegato fiscal.
Rechazo. Principio de congruencia. Composición del tribunal unipersonal. Calificación legal. Arts.
145 ter inc. 1 y antepenúltimo párrafo del CP, según ley 26.364 modificada por la ley 26.842.
Situación de vulnerabilidad. Costas. Parte vencida. Rechazo de eximición. ............................. 687
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Menores de 18 años. Condena.
Confirmatoria. Testimonial de la víctima en Cámara Gesell. Prisión preventiva bajo modalidad de
arresto domiciliario. .................................................................................................................. 693
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Sobreseimiento prematuro. Nulidad. 697
TRATA DE PERSONAS. Agravada por la consumación de explotación de la víctima menor de 18
años. Requerimiento de elevación a juicio. Rechazo de nulidad. Declaración testimonial de la
víctima menor en Cámara Gesell. Rechazo de nulidad. Derecho de las víctimas. Art. 250 quater
del CPPN (Ley 26.842). Prueba no dirimente. Motivación. Pluralidad de elementos probatorios.
Testigos indirectos. Validez. Constitucionalidad de la pena prevista por el art. 145 ter del CP.
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer –CEDAW-
. Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y
niños” –Protocolo de Palermo- y Convención sobre los Derechos del Niño. Disminución del
mínimo de la pena. Rechazo. Imputabilidad disminuida por el medio. Rechazo. Coautoría.
Decomiso vivienda familiar. Nulidad. ........................................................................................ 699
ANEXO II. Cuadro de fallos sobre trata de personas y cuestiones de género............... 739
Año 2011
Condena por el delito de trata de personas (artículo 145 ter, inc. 1°, 2° y 4° del Cód.
Penal). Las defensas de los dos imputados interpusieron recursos de casación que fueron
rechazados por unanimidad.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena impuesta por los delitos de trata
de personas si el conjunto de pruebas reunidas dan sustento a la atribución de
responsabilidad efectuada, pues el testimonio de la víctima, que se compone de varios
textos repetidos, exhibe coherencia, espontaneidad y certeza de los datos aportados,
aparece corroborado por otros elementos -relativos a la captación engañosa de la
menor- que desvirtúan las explicaciones de los imputados, asimismo la situación de
extrema vulnerabilidad de la víctima fue aprovechada por su madre y el coimputado, y
frente al uniforme relato de la menor, aparecen las contradictorias versiones de los
encartados, ya que la madre reconoció haberla conducido al prostíbulo, aunque con el
objeto de cuidar un niño, pero luego aceptó que el coimputado se lleve a su hija, se
probó la disconformidad de la niña de tatuarse el nombre de su tratante al haber
superpuesto otro tatuaje, la alegación de que el lugar estaba destinado al juego
clandestino se desvirtuó por declaraciones relativas a que funcionaba un prostíbulo;
también se demostró que cuando la víctima regresó a su provincia, la madre mandó
buscar a sus dos hermanas menores. El delito del art. 145 ter CP no contiene la exigencia
de que sea el agente quien obtenga los beneficios de la explotación sexual; asimismo
tipifica un delito de los llamados de resultado cortado y por lo tanto su consumación no
requiere la verificación de la efectiva explotación sexual de la víctima, sino que el agente
actúe con esa finalidad.
Condena por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual a menores de
18 años (artículo 145 ter, inc. 1°, 2° y 4° del Cód. Penal). La defensa interpuso recurso de
casación que fue rechazado por unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa, concedido por el Juzgado. El
representante del MPF había brindado su consentimiento. La víctima se opuso. La
querella interpuso recurso de casación alegando vulneración a las normas de la ley
26485 y la Convención Belém Do Pará y CEDAW. Por unanimidad se resuelve hacer lugar
al recurso.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa denegada por el Tribunal Oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la falta de certeza sobre la pena en ejecución
condicional. La defensa interpuso recurso de casación. Se hizo lugar al recurso por
mayoría.
Fundamentos: El tribunal omitió brindar razones autónomas por las que, partiendo de
los argumentos de la Fiscalía no correspondería la concesión de la suspensión del juicio
a prueba. No se ha demostrado fundadamente la improcedencia de una eventual
condena de ejecución condicional. Fin resocializador de la pena. La oposición fiscal está
sujeta a control de logicidad y fundamentación.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa denegada por el Tribunal Oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la necesidad de realizar el debate. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: No sólo es necesaria sino también idónea para los fines perseguidos la
extracción de muestras de sangre del imputado en los términos del art. 218 bis CPPN, si
se lo acusa del delito de abuso sexual con acceso carnal, reiterado, en concurso real con
privación ilegal de la libertad, agravado por su comisión con violencia y lesiones leves, a
fin de cotejar las muestras con los patrones obtenidos en la causa y para determinar si
aquél es portador del síndrome de SIDA/HIV que padece la víctima. El derecho a la
verdad, en un proceso de naturaleza penal seguido por un hecho de violencia contra una
mujer en los términos del art. 1 de la Convención Interamericana para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer -ratificada por ley 24.632- justifica que
se deba tolerar la medida dispuesta. La garantía contra la autoincriminación no exime la
producción de prueba que no requiera una expresión de su persona.
Año 2012
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa denegada por el Tribunal Oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la necesidad de realizar el debate. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que se trata de hechos desplegados contra la expareja del
imputado, con quien tiene cuatro hijos en común. Por ello, en este caso la suspensión
del juicio a prueba constituiría una infracción a los deberes del Estado asumidos por la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la
El tribunal oral resolvió absolver al imputado en orden a los hechos materia de debate
por prescripción de la acción penal en orden al delito de lesiones leves. La querella
interpuso recurso de casación que fue declarado inadmisible por mayoría.
La disidencia sostuvo que el recurso resulta formalmente admisible toda vez que fue
interpuesto contra una sentencia definitiva del tribunal superior de la causa, por una
parte, con legitimidad para recurrir (arts. 458 y 460 del C.P.P.N.) y con invocación de los
motivos casatorios (arts. 456 y 463 del C.P.P.N.)
El tribunal oral condenó por el delito de robo con armas en concurso real con abuso
sexual con acceso carnal agravado por su comisión con arma esto último en grado de
tentativa. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Sala: II
Magistrados: Slokar, Figueroa y Ledesma.
El voto concurrente agregó que la cuestión planteada se vincula íntimamente, con una
de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la
violencia de género y que hoy la violencia contra las mujeres es considerada violación
de los Derechos Humanos, con jerarquía constitucional y/o superior a las leyes internas.
La disidencia parcial sostuvo que “Mas, de cuento resultan los escasos elementos
incorporados al proceso –atento al déficit de una pesquisa que evidencia sujetos aún no
identificados y hasta prófugos a la fecha- no puedo tener por reunidos con el grado de
certeza apodíctica, los extremos referidos al conocimiento por parte de la nocente
respecto de la agravante de la minoridad de la llamada “testigo A.”. Ello así, en virtud
del testimonio de Porfirio Ismelda Vera Fretes (fs. 34/36), junto con el informe de la
fuerza de seguridad (fs. 639/640) y en virtud del error de tipo alegado, todo ello por
gobierno del principio favor rei. Lo propio corresponde predicar en punto a la agravante
de la habitualidad, habida cuenta que la reiteración de la maniobra no aparece
fundamentada en la sentencia ni suficientemente probada en las constancias de la
causa”.
Condena por el delito de coacción. La defensa interpuso recurso de casación que fue
rechazado por unanimidad.
Los votos concurrentes agregaron, por un lado, que resulta necesario -en casos
reveladores de violencia contra la mujer- respetar los deberes del estado argentino
asumidos en las convenciones internacionales y que las referencias a un supuesto
trastorno psiquiátrico de la mujer y a que los conflictos de familia pertenecen al ámbito
de la privacidad revelan concepciones estereotipadas que el estado argentino se ha
comprometido a eliminar, y, por el otro, que la cuestión planteada se vincula
íntimamente, con una de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos
humanos, cual es la violencia de género y que hoy la violencia contra las mujeres es
Sobreseimiento dispuesto por el tribunal oral. El Fiscal interpuso recurso de casación que
fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: No corresponde hacer lugar al agravio del Ministerio Público Fiscal que,
de acuerdo con la invocación del plenario "Natividad Frías" postuló que no se debía
cerrar toda posibilidad de continuar el proceso penal en contra de otras personas que
no fueran la mujer que acudió al hospital a causa de una infección provocada por un
aborto inducido pues no existe un cauce alternativo de investigación, ya que no puede
considerarse como independiente y válida para habilitar la investigación la información
que pudiera haber brindado la pareja de la imputada, dado que esa información no
puede ser separada del acto de atención médica, contexto en el que se conoció el dato
respecto de la práctica del aborto por parte de la imputada sobreseída. Si el proceso
tuvo su origen en la denuncia que realizara un profesional que se encontraba obligado
por el secreto médico a no revelar la información dada por quien acudió al hospital para
acceder a un servicio de salud, la nulidad se funda en la afectación del derecho a la
intimidad de la paciente y debe alcanzar a todos los actos procesales que tengan como
antecedente necesario esa denuncia. Aceptar que la detección de abortos consumados
sea justa causa para relevar el profesional de la salud del deber de guardar secreto,
implica valorar la persecución penal por encima de la salud y la vida no solamente de la
mujer sino de la confianza de la población en que recibirán un trato digno y respetuoso
por parte de los servicios médicos. Permitir la continuación de un proceso originado en
infracción a los derechos de la mujer, aun si se limitara a la obligación de comparecer
como testigo, sería contrario a la obligación del estado argentino de prevenir, investigar
y sancionar los hechos de violencia contra las mujeres (art. 7.b de la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
ratificada por ley 24.632).
El voto concurrente agregó que, por el cambio de paradigma operado, toda violencia
contra las mujeres es considerada violación de los derechos humanos, con jerarquía
constitucional.
El voto concurrente agregó que no se puede dejar de advertir que el delito juzgado en
estas actuaciones debe ser considerado un hecho de violencia contra la mujer en los
términos de los arts. 1 y 2 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará). Afirmó que una
protección más intensa, en el orden nacional, lo proporciona la ley nro. 26.485 (Ley de
Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres
en los Ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales), que dispone que se
debe asegurar ―un trato respetuoso de las mujeres que padecen violencia, evitando
toda conducta, acto u omisión que produzca revictimización (art. 3 ―k).
Fundamentos: Si el a quo dictó el sobreseimiento del encartado con relación a los hechos
de violación por los que fue indagado -que consideró insuficientemente probados en
base a las pericias-, ello no permite en modo alguno interpretar que el sobreseimiento
hubiera alcanzado al sexo oral, ya que el juez de instrucción consideró que tal conducta
debía ser calificada jurídicamente como abuso deshonesto y dictó auto de
procesamiento por ella. Es correcta la interpretación que estableció que el tipo penal
del art. 125 inc. 1º CP requiere solamente peligro abstracto, puesto que la comprobación
respecto de la realización del riesgo de corrupción en el desenvolvimiento sexual de una
persona, más aún si se trata de una niña, resultaría en una revictimización inadmisible,
máxime cuando el estado argentino ha ratificado y dado jerarquía constitucional de la
Convención sobre los Derechos del Niño y que no puede dejarse de lado que el caso
debe ser calificado como un hecho de violencia contra la mujer, en los términos de
convenciones internacionales de derechos humanos.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual en perjuicio de las niñas MRC -2
hechos- y MAG -un hecho- que concurren de manera real entre sí. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que se torna necesario analizar ello desde los estándares
convencionales y lo preceptuado por la “Convención de los Derechos del Niño” -CDN-,
con jerarquía constitucional a partir del año 1994 según el artículo 75 inciso 22 y,
además, que el caso en análisis constituye una violación a los derechos de género. Las
mujeres y niñas son las más expuestas a formas sistemáticas de violencia y abusos de
poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica y sexual. Dicha violencia se
manifiesta desde el ámbito físico, sexual, simbólico, psicológico, económico,
patrimonial, laboral, institucional, ginecológico, doméstico, en los medios de
comunicación, en la educación sistemática formal e informal, en la justicia, en la
sociedad, entre otros, donde se estereotipa al colectivo mujeres, desconociéndose su
dignidad y derechos humanos, por la prevalencia de esquemas patriarcales y una cultura
androcéntrica, que hasta la ha privado de un discurso y práctica jurídica de género.
Sala: II
Magistrados: Slokar, Ledesma y Figueroa -voto concurrente-.
Condena por trata de personas mayores de dieciocho años, mediando engaño, violencia,
amenazas y abusando de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, con fines de
explotación, agravado por haberse cometido por más de tres personas en forma
organizada. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por
unanimidad.
Fundamentos: Está suficientemente fundada la condena por el delito previsto por el art.
145 bis CP si se probó que los imputados, aprovechando la situación de vulnerabilidad
de las víctimas, les efectuaron una falsa propuesta de trabajo, les abonaron el pasaje y
las recibieron en una casa donde las retenían mediante amenazas e incluso violencia
física, obligándolas a mantener relaciones sexuales con los "clientes" a cambio de dinero
que percibían los acusados. Debe rechazarse el agravio fundado en la falta de
intervención de uno de los imputados en la explotación sexual, alegando que era un
mero "huésped" del domicilio donde se desarrollaba la actividad, pues la propia
recurrente reconoció que el testimonio de una de las víctimas -en cuanto lo sindicó
como uno de los hombres que la controlaba permanentemente- resulta ser una prueba
de cargo, la cual fue confirmada por los restantes elementos probatorios, y ello sin tener
en cuenta los dichos de otra de las víctimas, vertidos al practicarse el allanamiento e
incorporados por lectura, pues la sentencia encuentra sustento suficiente en el resto del
material probatorio reunido en el debate. Debe calificarse como participación primaria
el aporte de quien se encargaba permanentemente del control y vigilancia de las
víctimas, mientras los coautores fueron quienes las captaron, trasladaron y acogieron y,
una vez instaladas allí se dedicaban a regentear el comercio sexual. El supuesto de
agravación previsto en el inciso segundo del segundo párrafo del art. 145 bis CP requiere
que las tres o más personas que intervengan en el hecho actúen con cierta coordinación,
que responda a una planificación previa, sin que sea necesario que se trate de una
asociación ilícita en los términos del art. 210 CP.
El voto concurrente agregó que existe la posibilidad de que los involucrados puedan
ejercer algún tipo de influencia sobre las víctimas dada la naturaleza de los ilícitos
endilgados.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa, concedido por el Tribunal Oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la necesidad de realizar el debate. El
Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación y por unanimidad se hace lugar.
El voto concurrente agregó que en este caso la suspensión del juicio a prueba constituiría
una infracción a los deberes del Estado asumidos por la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer (Convención de Belém do
Pará) y que la fiscalía ha dado razones suficientes para oponerse a la concesión del
beneficio.
Condena por el delito de trata de personas mayores de dieciocho años, previsto en el art.
145 bis, agravado por los incs. 2° y 3° del C.P., que concurre en forma ideal con el de trata
de personas menores de dieciocho años establecido en el art. 145 ter, agravado por los
incs. 1° y 3° C.P. La defensa de los imputados interpuso recurso de casación que fue
rechazado por unanimidad.
del lugar y reconoció a las víctimas. La fuga de la menor y la forma en que lo hizo revela
la retención involuntaria a la que fue sometida la menor, cuya efectiva edad quedó
probada con la copia certificada de la partida. El caso es uno de aquellos que refleja una
actividad aberrante, puesta en ejecución por un grupo de seres inescrupulosos que con
el único afán de obtener un lucro, desprecian la esencia del ser humano, en el caso de
la mujer, a punto de degradarla a nivel de objeto de mercancía, propia de tiempos
pasados sobre cuya exterminación el Estado ha asumido un compromiso internacional,
que quedó efectivizado con la suscripción a la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará)
incorporada por ley 24.632.
El tribunal condenó por el delito de amenazas coactivas agravadas por el uso de arma.
La defensa interpuso recurso de casación. Por mayoría se hizo lugar al planteo de
inconstitucionalidad del art. 50 del CP.
Fundamentos: Todas las circunstancias del caso resultan enmarcadas en un ámbito muy
delicado de conflictividad que exige el máximo esfuerzo de protección y prevención,
esto es, violencia de género. Si el imputado amenazó a su concubina con dos cuchillos,
reclamándole -luego de que ella le había manifestado su voluntad de dejarlo- un dinero
que creía que ella tenía guardado, y a través de su conducta y su discurso infundió temor
en la víctima, logrando amedrentarla -tipo objetivo- y las pruebas indican la intención
del encausado de la conminación de un mal -tipo subjetivo-, corresponde encuadrar el
hecho en el delito de amenazas agravadas por el uso de arma. Tanto la conducta de la
víctima como la del imputado constituyen prueba de convicción de que se trató de una
exigencia enmarcada en situaciones de conflictividad especiales como las adicciones y
El tribunal oral condenó a la madrastra de la víctima como autora del delito de homicidio
y al padre de la víctima como autor penalmente responsable del delito de abandono de
persona agravado por el vínculo. Las defensas interpusieron recursos de casación, que
fueron rechazados por unanimidad.
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Derecho al control de. la prueba.
Amplitud probatoria. Incorporación por lectura. Motivación. Violencia de
género.
El tribunal condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Público Fiscal pueda enunciar una acusación, describiendo un hecho al que asigna o
vincula con determinadas consecuencias jurídico penales, de manera de contar con un
"caso" para presentar a los órganos jurisdiccionales.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa denegada por el tribunal oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la necesidad de realizar el debate. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que el art. 7 de la Convención de Belém Do Pará (ley 24.632)
y el art. 5 de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer, traen aparejada de algún modo la responsabilidad del Estado Argentino
respecto de todas las formas de violencia contra la mujer.
Condena por delito de trata de personas menores de 18 años con fines de explotación,
agravado por la utilización del engaño y el abuso de una situación de vulnerabilidad de
las víctimas, en grado de tentativa. La defensa del imputado interpuso recurso de
casación que fue rechazado por unanimidad.
mismas se lo habían manifestado, como así también que hacía dos días que se hallaban
deambulando por la terminal de ómnibus. Dado que ilícito y culpabilidad son conceptos
graduables, al momento de la mensuración de la pena debe determinarse su gravedad,
y en esa tarea, es posible valorar una circunstancia que configura la acción típica en su
eficacia no ya cualitativa, sino cuantitativa, es decir, es decir en su gravedad o entidad.
Debe rechazarse el planteo de inconstitucionalidad de la reincidencia, pues la mayor
severidad en el cumplimiento de la sanción no se debe a la circunstancia de que el sujeto
haya cometido el delito anterior, sino al hecho de haber sido condenado en esa
oportunidad y obligado a cumplir pena privativa de libertad, lo que pone en evidencia el
mayor grado de culpabilidad de la conducta posterior a raíz del desprecio que manifiesta
por la pena quien, pese a haberla sufrido antes, recae en el delito.
El tribunal condenó por el delito de lesiones graves en concurso con homicidio culposo.
La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
del relato de la menor si el a quo destacó que las primeras manifestaciones de la niña
fueron bajo amenazas y, asimismo, la versión del imputado de que la gestación del
proceso de ignición haya obedecido a la acetona con la que, supuestamente, la víctima
limpiaba sus uñas, ya que personal de bomberos declaró que era imposible que ese
producto produjera tal desenlace, sin que tampoco se hallaran vestigios en el lugar. La
falta de recurso acusador y la prohibición de reformatio in pejus impide que se avance
acerca de la calificación legal con que se ha beneficiado al encausado -lesiones graves
en concurso ideal con homicidio culposo- pues no se entiende cómo se ha descartado el
dolo de homicidio si se tuvo por probado que el acusado vertió alcohol y prendió fuego
a la víctima, sin que la circunstancia de que, con posterioridad, haya intentado apagar el
fuego o asistir a la víctima, permita descartar el dolo de homicidio, en el medida que al
realizar la acción, continuó con la ejecución de una conducta que tenía como
consecuencia posible el deceso de la persona atacada. No cabe calificar el mismo hecho
como doloso y culposo, a la vez. Los votos concurrentes destacaron que el caso sub
examine trasunta un acto de violencia de género que vulnera no sólo disposiciones
penales de orden interno sino por sobre todo normas de raigambre constitucional y
convencionales vigentes.
El tribunal condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber existido acceso
carnal. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por mayoría.
teniendo en cuenta que la naturaleza del delito del que fue víctima provoca un abanico
de incidencias en su persona desde el punto de vista físico, psíquico y de actuación
externa, y a esto hay que agregarle la nueva victimización que importa poner en
funcionamiento la vía judicial donde se produce -desde otra óptica- una nueva agresión
a la ofendida ya que debe rememorar una y otra vez, el suceso. Las declaraciones de
quienes -en virtud de las pericias realizadas- concluyeron que el relato era creíble, y de
los médicos, enfermeros y pacientes que a partir del día del hecho notaron en la víctima
un cambio radical cuyo origen se explica razonablemente si se lo conecta con el ataque
sexual sufrido, fueron testimonios fundamentales para corroborar los dichos de la
damnificada y tuvieron un peso probatorio especial para dar por cierto la ocurrencia del
suceso, sin que los peritajes practicados respecto del imputado permitan descartar la
posibilidad de un comportamiento desajustado compatible con lo denunciado. Son
insuficientes para invalidar la existencia del abuso las referencias asentadas en la
historia clínica, atinentes a cuestiones de rutina. Debe valorarse como agravante a la
hora de fijar la pena la posición en la que se encontraba el encausado, ya que, por su
condición de enfermero, tenía la víctima a su merced, y que ella estaba internada por
haber sufrido graves quemaduras, con lo que ya estaba atravesando por una situación
altamente dolorosa, que el imputado conocía.
El tribunal oral absolvió por el delito de abuso sexual con acceso carnal. El Ministerio
Público Fiscal interpuso recurso de casación. Por unanimidad se resolvió hacer lugar al
recurso fiscal y, por mayoría, condenar al imputado como autor penalmente responsable
del delito de abuso sexual con acceso carnal.
El voto concurrente afirmó que no puede pasarse por alto que el hecho objeto de
pesquisa en las presentes actuaciones constituye un caso de violencia de género.
rebatidas por la defensa tanto durante el juicio como en esta instancia recursiva), motivo
por el cual y, a fin de respetar el derecho que les asiste a la doble instancia judicial,
corresponde remitir las actuaciones al tribunal de origen para que fije el monto punitivo
que deberá soportar el nombrado.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa concedida por el Tribunal Oral.
Oposición fiscal por la gravedad del delito y la necesidad de realizar el debate. El
Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Por unanimidad se resuelve hacer
lugar al recurso.
Fundamentos: Son legítimas las razones de política criminal enunciadas por el fiscal para
oponerse a la concesión de la suspensión del juicio a prueba si el hecho atribuido -
configurativo de los delitos de los arts. 90 y 149 bis CP, al haber coaccionado y lesionado
gravemente a la víctima, insultándola, arrojándole una máquina de coser en la espalda,
tomándola del cabello, tirándola al piso y golpeándola- enmarca en lo que
doctrinariamente se conoce como violencia de género, habiendo nuestro país asumido
un compromiso internacional a los fines de erradicar la violencia contra la mujer.
El tribunal oral condenó por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por
haber sido cometida con violencia y amenazas en concurso ideal con desobediencia a la
autoridad en concurso real con amenazas reiteradas en diez oportunidades. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: El derecho constitucional de interrogar a los testigos acordado por vía del
art. 75 inc. 22 CN, arts. 8 CADH y 14 PIDCP, no reconoce restricción en las disposiciones
del art. 391 CPPN, dado que el primero de dichos pactos establece que regirá respecto
de los testigos presentes en el tribunal. Debe rechazarse el agravio si la defensa no logró
demostrar que, excluidas las declaraciones incorporadas por lectura, la prueba restante
impida alcanzar certidumbre acerca de la forma en la que sucedieron los hechos y la
participación que le cupo en ellos al imputado. Debe considerarse probado el delito de
lesiones leves, toda vez que lo resuelto no tiene como único fundamento los dichos de
la víctima, sino que encuentra sustento en el certificado médico, en lo declarado por un
testigo y en las constancias labradas ante la justicia civil. Corresponde rechazar el
planteo relativo a la defectuosa notificación de la prohibición de acercamiento dispuesta
en sede civil respecto del encausado si éste, con su abogado, estuvo presente en la
audiencia en la que se resolvió prorrogar la prohibición de acercamiento, decisión que
fue registrada y notificada a las partes. No corresponde atender la falta de
reconocimiento de algunos mensajes de texto recibidos por la damnificada y la falta de
aptitud para intimidar, pues si bien algunos fueron enviados del celular del padre, la
madre o un amigo del imputado, todos ellos aparecen referidos al conflicto que
mantenía con la víctima. Está debidamente fundada la pena si los jueces evaluaron que
se trata de doce hechos delictivos distribuidos en un lapso de cinco meses, la causa
presenta una unidad que exige la consideración de un reproche fundado en aquélla,
teniendo en cuenta que la víctima siempre fue la misma y que todos los actos
perpetrados han tenido por objetivo someterla y atemorizarla, y también la violencia
física efectivamente desplegada como refuerzo a las amenazas, oportunas en su vínculo
a la actividad del trámite civil, algunas con el plus de haber sido realizadas en horas de
la noche o de la madrugada. Debe rechazarse la tacha de inconstitucionalidad de la
reincidencia si la defensa no ha aportado nuevos argumentos que permitan apartarse
de la doctrina de la Corte Suprema.
El voto concurrente agregó que, en el caso, deben tenerse en cuenta las obligaciones
del Estado Argentino en situaciones donde se ha ejercido violencia física y psicológica
sobre una mujer, que en el marco constitucional y convencional que nos rige, se torna
exigencia lo efectuado por el a quo de tomar en cuenta los dichos de la víctima,
prestados durante la instrucción, tarea que evita además lo que se denominó
"invisibilización" de la mujer, riesgo que podría generar un nuevo acto de violencia de
no haberse considerado sus dichos.
Condena por delito de trata de personas. La defensa del imputado interpuso recurso de
casación que fue rechazado por unanimidad.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el
uso de armas, en concurso real con el delito de robo agravado. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por mayoría
La disidencia sostuvo que la formulación de una interpretación tan amplia que admita
la adecuación de la "fellatio in ore" en la figura agravada del tercer párrafo del art. 119
CP, implicaría una excesiva actividad jurisdiccional mediante la creación por vía
conjetural de supuestos tipos penales, en el afán de reprimir o imponer penas más
gravosas respecto de determinadas situaciones fácticas que no se encuentran
previamente acuñadas en las figuras penales específicamente tratadas en nuestro
ordenamiento de fondo, con la inseguridad jurídica que ello significa y en franca
violación al principio de división de poderes, de tal modo, entendió que la conducta del
imputado era constitutiva del delito de abuso sexual en concurso real con robo, al no
haberse acreditado la utilización de un arma.
Año 2013
total negación respecto de los hechos de violencia intrafamiliar, con sólo observar que
ella considera que solamente tiene el apoyo de su marido y no cuenta con nadie más.
La disidencia parcial señaló que corresponde encuadrar la conducta de la madre del niño
dentro de un accionar culposo, en los términos del artículo 84 del Código Penal toda vez
que se encuentra sobradamente acreditado que la encausada violó el deber de cuidado
(guarda) que debía a su hijo en su condición de madre. Frente a un comprometido
estado de salud del niño, aquella obró negligentemente al pretender resolver su cuadro
a través de medios a todas luces inapropiados.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa concedida por el Juzgado.
Oposición fiscal por ser hechos referidos a la violencia contra la mujer y la necesidad de
realizar el debate. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Para que la opinión del fiscal resulte vinculante debe encontrarse
debidamente fundada siendo que, de lo contrario, el tribunal perfectamente podría
apartarse de aquélla explicando las razones y defectos existentes en el razonamiento
brindado por el MPF. A pesar de verse cumplidos los requisitos objetivos de
procedibilidad previstos en el CPPN, el plexo normativo invocado por el fiscal -
Convención de Belém do Pará- representa el compromiso internacional asumido por el
Estado Argentino de prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer. Por ello
es que no resulta viable la probation cuando el delito investigado implica un caso de
violencia de género, por tratarse de supuestos en los cuales la normativa involucrada en
la cuestión impone la realización del plenario. Si la oposición fiscal cuenta con
argumentos suficientes para reputarla como acto procesal válido, pues el juicio de
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado
por haber estado a cargo de la guarda de la víctima, reiterado en un indeterminado
número de ocasiones. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa denegada por el Juzgado.
Oposición fiscal por ser hechos referidos a la violencia contra la mujer y la necesidad de
realizar el debate. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad.
Registro n°:266.13.3
Resolución de fecha: 15/03/2013
Sala: III
Magistrados: Catucci, Riggi y Borinsky.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayores de dieciocho años en
concurso ideal con facilitación de la prostitución de mayores de 18 años. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y denegada por el tribunal oral.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal agravado por el empleo de armas.
Arma impropia. Pena mayor a la pedida por el fiscal. Violencia contra la mujer.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el
empleo de armas. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
que la asistieron respecto de las zonas donde fue agredida físicamente e incluso el
reconocimiento parcial del propio atacante, que echan por tierra la supuesta
fundamentación aparente de la sentencia condenatoria a la que alude el recurrente. Con
relación a la acreditación de empleo de arma como agravante aplicada, la misma
comprende toda clase de armas, sin importar su especificidad -de fuego, armas blancas,
bastones, aptas, inidóneas, verdaderas, de utilería, etc.-. En el caso resultó agravado por
el uso de un tenedor. No existe óbice legal para aplicar una pena más gravosa que la
solicitada por el fiscal.
La disidencia parcial sostuvo que el tribunal de juicio se encuentra limitado por la pena
solicitada por el fiscal.
El tribunal oral condenó por el delito de lesiones leves en concurso ideal con amenazas
con armas (hecho 1) en concurso real con lesiones leves que concurren de manera real
con desobediencia a un funcionario público. La defensa interpuso recurso de casación.
Se resolvió hacer lugar parcialmente, en lo que respecta a la declaración de reincidencia.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa, denegada por el juzgado. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Dentro de la teleología del art. 76 ter CP, la referencia a un nuevo delito
debe interpretarse como el reproche de un nuevo hecho presuntamente delictivo, por
lo que no concurren los requisitos temporales previstos en la norma, si a la fecha del
segundo hecho no había expirado el plazo de dos años fijados en la probation acordada,
ello excluye necesariamente la posibilidad del cómputo del término de ocho años que
está sujeto a aquella condición que, en los hechos, no ocurrió.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa denegada por el tribunal oral. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa denegada por el tribunal oral.
Oposición Fiscal. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
Fundamentos: Cuenta con fundamentos suficientes la oposición fiscal que hizo hincapié
en el hecho de que el imputado desobedeció órdenes de restricción impuestas y,
especialmente, por haber repetido las conductas vedadas, máxime cuando se trata de
un expolicía, condición que a su criterio influiría como agravante de la situación.
hasta el Instituto Correccional de Mujeres "Nuestra Sra. Del Carmen" (U.13 SPF) de La
Pampa. Por unanimidad se resolvió hacer lugar.
El voto concurrente agregó que la cuestión planteada entraña también una vulneración
a los derechos de los niños, ya que algunas de las internas han manifestado que recibían
visitas de sus hijos. Además, se trata de una cuestión que afecta a las mujeres privadas
de libertad, afectándose los derechos de género.
El tribunal oral fijó pena por el delito de homicidio. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado por mayoría.
argentino a fin de que ejerciera la función policial y no para hacer un uso aberrante de
aquello que le fuera confiado. La exclusión del "uso de arma" en virtud del art. 41 bis CP
no impide per se la invocación del uso de aquel medio para cometer el homicidio como
circunstancia agravante, en tanto se fundamente que aquel medio resultó
especialmente lesivo. No es arbitraria la consideración de la juventud de la víctima como
extremo agravante, pues -si bien la vida no vale más o menos en atención a la edad- se
consideró que el homicidio truncó expectativas de realizar un plan de vida que, en una
persona joven, se encuentra en pleno desarrollo.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y concedida por el tribunal oral.
Oposición fiscal. Recurso del Ministerio Público Fiscal. Se resuelve hacer lugar.
El tribunal oral no hizo lugar al pedido de Suspensión del Juicio a prueba. La Sala IV
resolvió por mayoría hacer lugar. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso
extraordinario, que fue denegado lo que motivó la presentación en queja. El Máximo
Tribunal hizo lugar a la queja deducida y revocó el pronunciamiento recurrido. La Sala
IV rechazó por unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba solicitado por la defensa, denegado por el Tribunal Oral.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
que el Estado debe actuar con diligencia para investigar, prevenir y sancionar la violencia
contra la mujer. La violencia por parte de parejas o exparejas es un delito con
especificidades propias, que deriva del contexto relacional en el que se producen, fruto
de una construcción social en la que el género representa una clave de lectura de
relevancia central, y toda vez que las relaciones de intimidad y las violencias que se
suceden en su interior están inmersas en un marco social, cultural e institucional
específico, que debe ser tenido en cuenta. En este momento en particular, de
reconocimiento y afrontamiento de la violencia de género como un problema grave y
lesivo de los derechos humanos fundamentales, resulta inviable la concesión de la
suspensión del juicio a prueba.
El voto concurrente agregó que satisface el grado de probabilidad que exige el art. 306
CPPN para convalidar el auto de procesamiento el hecho de ser propietaria del local en
el que se llevaba a cabo la actividad prostibularia y el de ser directivo de la sociedad a la
que pertenece el hotel donde se alojaban las víctimas y la camioneta utilizada
presuntamente para ingresar mujeres al país provenientes de la República de Paraguay.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual simple reiterado en al menos siete
oportunidades. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
Fundamentos: Los hechos del caso se vinculan con la protección convencional a los
derechos del Niño y los derechos de género, y su incumplimiento genera responsabilidad
del Estado Argentino ante la comunidad internacional. Las mujeres y niñas son las más
expuestas a formas sistemáticas de violencia y abusos de poder. Corresponde efectuar
una revisión de la valoración probatoria con especial cautela y sin poder obviar la
circunstancia de que la víctima era una niña al momento de los hechos. El Tribunal ha
realizado un razonamiento lógico y adecuado en base a todos los elementos probatorios
colectados, reuniendo de esta forma los requisitos de un acto jurisdiccional válido. Las
conductas evidencian un avance sobre la libertad sexual de la víctima y poseen
objetivamente un claro contenido impúdico que el tribunal valoró adecuadamente.
Como obiter dictum, señaló que no corresponde pronunciarse sobre el monto de la pena
impuesta, toda vez que es doctrina establecida por el Alto Tribunal de la Nación la
prohibición de la reformatio in pejus cuando no media recurso acusatorio —como es el
caso-.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y denegada por el tribunal oral.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
El tribunal oral condenó por abuso sexual con acceso carnal. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: En las causas en las que se investigan delitos de índole sexual, la dificultad
probatoria es mayor, por lo que deben extremarse los recaudos al momento de
examinar la prueba y debe tenerse en especial consideración el valor que cobra el indicio
de presencia u oportunidad física. Si el pormenorizado relato de la menor -que reveló
que el imputado accedió carnalmente contra su voluntad- fue corroborado por su
madre, su abuela y su ex novio y un episodio similar había sido tentado respecto de su
hermana, el hecho debe considerarse debidamente probado, ya que además se tuvo en
cuenta la constancia de la Brigada de Violencia Sexual donde los padres fueron asistidos,
las declaraciones de los profesionales del Cuerpo Médico Forense -que avientan toda
fabulación en la víctima y no pudieron ser contrarrestadas por los dichos de la perito
psicóloga de la defensa- y el resultado del examen médico practicado, a lo que se suman
los peritajes practicados al encausado por los profesionales del Cuerpo Médico Forense,
que indican fallas en el control de impulsividad del imputado, especialmente en la
intimidad y una conflictiva ligada a la sexualidad. El testimonio de los vecinos con
respecto a que el imputado tenía las llaves del departamento desocupado -al cual llevó
a la víctima- descubre la mendacidad del encartado y refuerza el testimonio de la menor,
a la vez que diluye la posibilidad de un complot. Es correcta la calificación del hecho
como abuso sexual con acceso carnal (art. 119 párrafos 1º y 3º CP) si el imputado
cometió el abuso aprovechándose de las condiciones especiales de la víctima y de la
relevancia que tenía para ella la figura del autor -su tío político-, ante quien la menor no
tenía capacidad de resistir, a punto de que su débil oposición fue quebrada fácilmente.
No se advierte exceso en la sanción, pues si bien determinadas particularidades fueron
tomadas como constitutivas del primer párrafo del art. 119 CP, las restantes pautas
puestas de manifiesto, tales como la diferencia de 26 años entre víctima y victimario,
que el hecho tuvo lugar cuando la criatura era externada del hogar donde pasaba los
días de semana y fue llevada a casa del imputado y de allí a un departamento
desocupado y cuya llave tenía el procesado, en su carácter de portero, permiten apreciar
que la pena resulta ajustada a derecho, máxime teniendo en cuenta los compromisos
internacionales asumidos por el Estado en materia de violencia de género.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa, denegada por el Tribunal Oral.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue declarado inadmisible por
unanimidad.
El tribunal oral absolvió al imputado en orden al delito de abuso sexual agravado por
presumirse cometido contra una menor de trece años y por el parentesco reiterado al
menos en dos oportunidades. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación,
que fue rechazado por mayoría.
que sea más favorable al imputado. Durante el trámite del proceso se admite que el
tribunal se maneje en el plano de las probabilidades, ello no resulta aceptable al
momento de dictar sentencia pues a los efectos de sustentar un pronunciamiento
condenatorio debe arribarse a un estado de certeza apodíctica acerca de la existencia
del hecho y de la atribuibilidad de éste al encausado. Considero que la carencia de
prueba concluyente, conduce necesariamente a la ausencia de certeza apodíctica para
un pronunciamiento de condena, lo que torna incuestionable el temperamento
liberatorio adoptado en la anterior instancia, solución que las argumentaciones de la
querella no alcanzan a conmover.
La disidencia sostuvo que, analizadas las constancias del expediente, las actas del debate
y la sentencia impugnada, he de adelantar que considero que debe acogerse el planteo
de la recurrente, pues se advierte que en efecto el Tribunal ha evaluado en forma parcial
o recortada, el plexo probatorio reunido en el expediente y producido en el debate, en
desmedro de la hipótesis que sobre los hechos mantuvieron -en forma idéntica- el
acusador público y la querella. El relato de la menor resultaba verosímil y que en él la
niña revelaba conocimientos que no podría haber adquirido sino por la propia
experiencia, lo que es demostrativo de que ello no había sido inoculado por una tercera
persona. Agregó que la cuestión planteada se vincula íntimamente, con una de las
temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la violencia
de género y que hoy la violencia contra las mujeres es considerada violación de los
Derechos Humanos.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa, concedido por el tribunal oral.
Oposición Fiscal. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Por
unanimidad se hace lugar.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante en concurso
real con abuso sexual simple reiterado. La defensa interpuso recurso de casación, que
fue rechazado por unanimidad.
la niña a todas luces, la colocó en un grado de indefensión muy por encima del ya
asignado por su minoridad. La cuestión planteada se vincula íntimamente, con una de
las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la
violencia de género y que hoy la violencia contra las mujeres es considerada violación
de los Derechos Humanos.
El tribunal oral condenó por el delito de lesiones leves. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que no pueden dejar de evocarse frente al suceso a estudio,
los deberes del Estado asumidos al suscribir la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do
Pará) incorporada por la ley 24.632. Agresiones descargadas sobre una mujer con la que
se mantenía una relación previa que fue materia de tratamiento y dio origen a la ley n°
26.485, promulgada el 1 de abril de 2009, que busca promover y garantizar todos los
derechos reconocidos por la Convención para la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la violencia contra la Mujer.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y concedida por el Juzgado. El
Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Por unanimidad se hizo lugar.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
con acceso carnal en perjuicio de una menor. La defensa interpuso recurso de casación,
que fue rechazado por unanimidad.
Sala: II
Magistrados: David, Slokar y Ledesma.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y denegada por el Juzgado. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue declarado inadmisible por mayoría.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y denegada por el Juzgado. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Cuando se cuenta con el beneplácito del fiscal, y cumplidos los demás
requisitos exigidos por la norma, los jueces tienen amplias facultades para decidir -
fundadamente- la concesión o el rechazo de la medida solicitada por el imputado. Los
hechos que se enmarcan en la categoría de violencia de género obstan a la concesión de
la suspensión del juicio a prueba.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio calificado por el vínculo. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad. Se hizo lugar al
recurso del Ministerio Público Fiscal y la Querella.
Suspensión del juicio a prueba solicitada por la defensa y denegada por el Juzgado. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue declarado inadmisible por unanimidad.
El tribunal oral condenó por el delito de acogimiento de una menor de 18 años con la
finalidad de explotación sexual en concurso ideal con el delito de acogimiento de mujer
mayor de 18 años, mediando situación de vulnerabilidad con la finalidad de explotación.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
estado del cual se aprovechaban, administrando cada uno de ellos el dominio funcional
de los hechos. Corresponde rechazar el recurso interpuesto contra el decomiso del
dinero incautado toda vez que no se ha demostrado que el mismo no sea instrumento
o producto del delito.
Carátula: Lezcano, Claudio Marcelo y Muñoz, María de los Ángeles s/recurso de casación
Causa n°: 427/13
Registro n°: 2022.13.4
Resolución de fecha: 18/10/2013
Sala: IV
Magistrados: Gemignani, Borinsky y Hornos.
Fundamentos: El hecho por el cual Palacio fuera requerido a juicio se halla en efecto
alcanzado por las previsiones de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la violencia contra la mujer (“Convención de Belém do Pará”). Tanto las
amenazas como los golpes surgen a partir de una peculiar concepción del género
femenino que lejos de reconocerle autonomía y libertad para construir las relaciones
interpersonales que desee, lo objetiviza y lo reduce a un estado semejante al de una
posesión. Tanto las amenazas como la violencia física pueden ser consideradas
razonablemente violencia de género contra de la presunta víctima. A partir de la
calificación de un hecho como “violencia contra la mujer” en los términos de la
Convención de Belém do Pará, corresponde tener en cuenta que recientemente la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, en los autos in re “Góngora, Gabriel Arnaldo s/ causa
nº 14.092” (Recurso de Hecho, expte. G. 61. XLVIII, resuelto el 23/4/2013) entendió que
la interpretación que vincula los objetivos del artículo 7 de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer ("Convención de Belém
do Pará", aprobada por la ley 24.632), con la necesidad de establecer un "procedimiento
legal, justo y eficaz para la mujer", que incluya "un juicio oportuno" impone considerar
que la adopción de alternativas distintas a la definición del caso en la instancia del
debate oral es improcedente.
El tribunal oral condenó por el delito de amenazas simples y/o coactivas en 5 hechos
todos ellos concurriendo en forma material. La defensa interpuso recurso de casación,
que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: El hecho por el cual el imputado fuera requerido a juicio se halla en efecto
alcanzado por las previsiones de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la violencia contra la mujer (“Convención de Belém do Pará”). Las amenazas
efectuadas contra la damnificada contienen alusiones peyorativas directas, las cuales,
aunque muchas veces naturalizadas en nuestra sociedad, surgen a partir de una peculiar
concepción del género femenino que lejos de reconocerle autonomía y libertad para
construir las relaciones interpersonales que desee, lo objetiviza y lo reduce a un estado
semejante al de una posesión. Así, resulta razonable afirmar que las causales del
presente caso involucran el género de la presunta víctima. A partir de la calificación de
un hecho como “violencia contra la mujer” en los términos de la Convención de Belém
do Pará, corresponde tener en cuenta que recientemente la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, en los autos in re “Góngora, Gabriel Arnaldo s/ causa nº 14.092” (Recurso
de Hecho, expte. G. 61. XLVIII, resuelto el 23/4/2013) entendió que la interpretación que
vincula los objetivos del artículo 7 de la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer ("Convención de Belém do Pará",
aprobada por la ley 24.632), con la necesidad de establecer un "procedimiento legal,
justo y eficaz para la mujer", que incluya "un juicio oportuno" impone considerar que la
adopción de alternativas distintas a la definición del caso en la instancia del debate oral
es improcedente.
El voto concurrente sostuvo que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas y, en esa dirección, debe ponerse de resalto que
en estas actuaciones Martín Emanuel Flamenco Saavedra fue condenado en virtud de la
comisión del delito de amenazas coactivas reiteradas en cuatro oportunidades (artículos
29, inciso 35, 45, 55 y 149 bis), en perjuicio de una niña que al momento de los sucesos
tenía sólo 13 años. El caso en análisis constituye una violación a los derechos de género.
Violencia contra la mujer. Suspensión del juicio a prueba denegado por el TOF. Oposición
fiscal. Oposición de la víctima. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
declarado inadmisible.
reunidos los siguientes elementos típicos del art. 145 ter del CP: a) los verbos típicos
captar y acoger, b) el engaño y aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad, y
c) la finalidad de explotación. El imputado se aprovechó de una situación de
vulnerabilidad, es decir, la menor padece de una discapacidad intelectual, tenía un hogar
disfuncional y no contaba, evidentemente, por su edad y por esa diferencia de
capacidades, con el necesario discernimiento para poder salvarse de las garras del
encausado. Es decir, la captó y la acogió con fines de explotación, utilizando como medio
comisivo el engaño y la clara vulnerabilidad de la víctima. La captación es el primer
momento del proceso de la trata de personas, la que se realiza en el lugar de origen de
la víctima, y es la primera acción desplegada por una persona con respecto a otra a los
fines de atraerla, conquistarla, ganarse su confianza, su voluntad, siempre con la
intención de que, por cualquier medio la someta a aceptar la posterior incorporación al
tráfico ilegal, ya sea laboral o sexual. La conducta revela una manifestación que incide
sobre el interior del individuo, sobre su voluntad de determinación.
El tribunal oral condenó por el delito trata de personas. Las defensas interpusieron
recursos de casación, que fueron rechazados por mayoría.
La decisión del tribunal que los testigos declararen sin la presencia de los imputados no
importó violación al derecho de defensa pues se implementó un procedimiento a través
del cual dispusieron que luego de que declare cada uno de los testigos las defensas
debían poner en conocimiento de los imputados los dichos de los testigos, y que si las
circunstancias lo merituaban, sería convocado nuevamente el testigo requerido para
que se formulara alguna repregunta útil para la defensa. La decisión que adoptó el
tribunal no tuvo por finalidad vulnerar los derechos de defensas de los imputados, sino
que se fundamentó en el temor hacia los imputados que evidenciaron tener algunos de
los testigos convocados a declarar durante el juicio, ello aunado a la necesidad de
recolectar prueba que permita alcanzar la verdad real de los sucesos ventilados durante
la celebración del juicio, situación que no podría lograrse en caso de que los testigos
hubieron declarado sin haberles brindado la mínima protección de modo que no se
vieran intimidados de expresar aquello que conocían. En definitiva, esa situación no se
tradujo, como pretenden las defensas, en la violación al derecho constitucional de
defensa en juicio, habida cuenta que el tribunal procuró un procedimiento a través del
cual les garantizó a los letrados defensores llevar a cabo un control útil y eficaz de los
dichos de los testigos. La medida adoptada por el tribunal luce razonable y se basó en
los pedidos que, de manera espontánea, formularon algunos de los testigos,
fundamentada en la actitud que desplegaron los imputados durante la comisión de los
hechos y con la única finalidad de evitar que los testigos pudieran sentirse intimidados.
La disidencia parcial expresó que siendo que el Fiscal General señaló que conforme las
particularidades del caso carecía de elementos probatorios para sostener que la
conducta delictiva se llevó a cabo con las circunstancias agravantes previstas en los
incisos 1º y 3º del art. 145 del C.P., significa que estableció un límite en su acusación que
el tribunal se veía impedido de superar, sin embargo de la sentencia se advierte que los
jueces tuvieron por acreditada la vulnerabilidad de la víctima (inc. 1º) y la intervención
de tres o más personas (inc. 3º).
Suspensión del juicio a prueba denegado por el TOF. Oposición fiscal. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
ordenados y los dichos de las personas que tomaron conocimiento de los hechos, sino
en especial, las declaraciones de la víctima. Los hechos examinados claramente
encuadran en un supuesto de violencia doméstica y de género. Los agravios traídos a
consideración por los recurrentes constituyen -en lo sustancial- una reedición de los
efectuados ante el tribunal de grado, los cuales fueron correcta y meticulosamente
contestados por el tribunal de grado.
El tribunal oral resolvió condenar por el delito de abuso sexual agravado por la condición
de ascendente de la víctima. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad.
El voto concurrente sostuvo que el análisis de los hechos traídos a estudio, conducen a
agregar que no es posible concebir un derecho penal moderno sin contemplar los
derechos de las víctimas y que, en esa dirección, debe ponerse de resalto que en estas
actuaciones Evaristo Antao fue condenado en virtud de la comisión del delito de abuso
El tribunal oral resolvió rechazar la solicitud de suspensión del juicio a prueba. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Surge claro que el hecho por el cual Juan Carlos Duarte fuera requerido
a juicio se halla, en efecto, alcanzado por las previsiones de la Convención de Belém do
Pará. Se advierte que los golpes y la amenaza efectuados contra la damnificada dentro
del ámbito familiar reflejan una peculiar concepción del género femenino que lejos de
reconocerle autonomía y libertad para construir las relaciones interpersonales que
desee, lo objetiviza y lo reduce a un estado semejante al de una posesión. Así en el caso,
los golpes de puño en la cara, abdomen y pecho, y la amenaza que Juan Carlos Duarte
le propició a su esposa deben ser consideradas, razonablemente, violencia de género
contra la víctima. a partir de la calificación de un hecho como “violencia contra la mujer”
en los términos de la Convención de Belém do Pará, corresponde tener en cuenta que,
Suspensión del juicio a prueba denegado por el TOF. Consentimiento fiscal. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
GÉNERO. Condena. Delito de abuso sexual contra una menor agravado por
la condición de convivencia. Valoración probatoria. Monto de la pena.
Derechos del niño. Violencia contra la mujer.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual contra una menor agravado por la
condición de convivencia. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado.
Suspensión del juicio a prueba denegado por el TOF. Oposición fiscal. La defensa
interpuso recurso de casación, que se declaró inadmisible por mayoría.
El voto concurrente recordó que la República Argentina aprobó por ley 24.632 (B.O.
09/04/1996) la "Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer" -Convención de Belém do Pará-, suscripta en Belém do Pará -
República Federativa del Brasil-, el 9 de junio de 1994 y que ha asumido el compromiso
internacional de prevenir, investigar y sancionar la violencia dirigida contra la mujer, en
razón de su género; previsiones legales que, en principio, se adecuan al caso en razón
de su base fáctica y el encuadre típico asignado por el Ministerio Público Fiscal. La
disidencia consideró que el recurso de casación resulta formalmente admisible, en
principio, pues la resolución atacada deviene equiparable a una sentencia definitiva.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio agravado por alevosía. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
personas; autopsia y acta de defunción que refiere a que el proyectil ingresó en el ojo
izquierdo de la víctima y egresó por el pabellón auricular derecho, generándole lesiones
craneoencefálicas que le provocaron la muerte a la noche del mismo día del hecho,
como también sobre la distancia de 50 cm que medió entre la víctima y el agresor- y no
solamente indiciarios como refiere la defensa. En cuanto a la falta de hallazgo de
deflagración de pólvora en las prendas de vestir secuestradas al imputado, la pericia
efectuada en el Laboratorio Químico de la P.F.A. refiere que, simplemente con sacudir
la prenda, los rastros de nitritos desaparecen. Asimismo, y como prueba indiciaria,
enmarcó el homicidio en el marco de una conflictiva generada por un panorama
situacional de violencia doméstica y de género que involucraba al imputado, su actual
pareja y ex esposa de la víctima y el hijo de ellos. Existe también un cúmulo de denuncias
por violencia familiar radicadas por la pareja del imputado e incluso por los padres de
ésta y los expedientes civiles instados por la víctima por la tenencia del menor a raíz del
ambiente hostil en el que vivía su hijo. El perfil psicológico del condenado resaltó que
presenta una personalidad con elementos psicopáticos y obsesivos, marcada
impulsividad propende a la agresión sobre el entorno y los otros, "idealiza", "manipula"
y "devalúa" si no se satisfacen sus deseos. Por último, el tribunal valoró el estado de
indefensión aprovechado por el agresor para causarle la muerte, urdida en un plan
anterior que legitima la aplicación de la agravante.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio en concurso material con tenencia
ilegítima de arma de guerra, en concurso ideal con encubrimiento agravado por el ánimo
de lucro, en concurso real con tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil, en
concurso ideal con encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por mayoría.
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Gemignani -en disidencia parcial- y Cabral.
Año 2014
El tribunal oral dictó la absolución por el delito de trata de personas. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación. Se hizo lugar por mayoría.
El tribunal oral condenó por el delito de reducción a servidumbre en concurso ideal con
lesiones leves reiteradas en tres oportunidades. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que lo resuelto no resulta irrazonable en función del delito
que se imputa.
Suspensión del juicio a prueba denegada por el tribunal oral. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
El tribunal oral dispuso la absolución por el delito de abuso sexual de una menor de trece
años, agravado por ser el autor ascendiente de la víctima, en concurso real con abuso
sexual de una menor de trece años agravado por ser el autor ascendiente de la víctima
en grado de tentativa, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado
por ser el autor ascendiente de la víctima reiterado. El Ministerio Público Fiscal interpuso
recurso de casación. Se hizo lugar por mayoría.
excluía la del otro, la solución debía reposar en el resto de los elementos probatorios.
Este tipo de delitos se da en el ámbito de la intimidad de los sujetos involucrados –
víctima y victimario-, por lo que cobran importancia fundamental los informes médicos
y psicológicos que a tal efecto se realicen, de los cuales el tribunal ha descartado algunos
y tomado en consideración otros, sin haber brindado fundamentación suficiente.
El voto concurrente sostuvo que las conclusiones del Tribunal respecto a que la
imputación tuvo como origen la influencia de la madre de la niña o las referencias a la
cultura boliviana en punto a la religión y las relaciones sexuales prematuras, carecen de
sustento probatorio y se erige en afirmaciones dogmáticas. Corresponderá intervenir a
un nuevo Tribunal Oral que deberá llevar adelante un nuevo juicio —con extrema
precaución a fines de evitar la revictimización de la niña en cuestión— y dictar nuevo
pronunciamiento. No es posible concebir un derecho penal moderno sin contemplar los
derechos de las víctimas y en esa dirección, debe ponerse de resalto que en estas
actuaciones se imputa a Soria el delito de abuso sexual, en algunos casos con acceso
carnal. A partir de la edad de la víctima al momento de ocurrencia de los sucesos aquí
atribuidos a Soria, se torna necesario analizar ello desde los estándares convencionales
y lo preceptuado por la “Convención de los Derechos del Niño” -CDN-, con jerarquía
constitucional a partir del año 1994 según el artículo 75 inciso 22. Asimismo,
corresponde efectuar un análisis convencional de los derechos de género.
La disidencia señaló que tanto al representante del Ministerio Público Fiscal como a la
querella les está vedado el acceso a esta instancia cuando pretenden, como en el caso
de autos, el sometimiento de cuestiones de hecho y prueba que no están comprendidas
en ninguno de los motivos del art. 456 C.P.P.N. y que, sin perjuicio de ello, en el voto se
demuestra la existencia de una duda razonable que impidió al tribunal de juicio arribar
a un pronunciamiento distinto al que motivó el recurso y que esa incertidumbre no
podrá superarse mediante el reenvío a otro tribunal para la realización de un nuevo
debate.-
GÉNERO. Suspensión del juicio a prueba. Omisión audiencia del art. 293
CPPN. Defensa en juicio. Violencia de género. Doctrina CS "Góngora".
Suspensión del juicio a prueba denegada por el tribunal oral. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: El delito de trata de personas queda configurado toda vez que la situación
de la damnificada -adolescente de 16 años, en condiciones de pobreza, alejada de su
familia y con un hijo de 2 años a su cargo- era conocida por la imputada, que valiéndose
de su vulnerabilidad la explotó sexualmente.
El tribunal oral no hizo lugar al pedido de arresto domiciliario realizado por la defensa.
La defensa interpuso recurso de casación que fue declarado abstracto por mayoría.
El tribunal oral condenó por el delito de lesiones leves. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Corresponde dejar sin efecto la resolución que desestimó las actuaciones
por considerar que no se daban las circunstancias previstas en la ley 26.634, art. 4, ni en
el art. 145 bis CP, pues el tenor de las testimoniales de los trabajadores del aserradero
móvil, a riesgo de cohonestar algún tipo de conducta delictual, amplió el marco
probatorio en una etapa de juicio, ya que las condiciones de trabajo y de vida de los
damnificados no resultan totalmente despejadas de irregularidad, razón por la cual la
prueba a su respecto debe esclarecer las dudas subyacentes.
Fundamentos: Cabe destacar que el fiscal titular puso en conocimiento del tribunal que
en virtud de la Resolución PGN 681/12, actuaría la secretaria como fiscal ad hoc en la
audiencia a celebrarse en los términos del art. 293 del CPPN, circunstancia que resultó
El tribunal oral revocó la libertad del imputado, ordenó su captura y dispuso consigna
policial en el domicilio de su exmujer. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
declarado inadmisible por unanimidad.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayor de 18 años. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación al que se hizo lugar.
Fundamentos: Encuadra en el tipo previsto por el art. 145 bis CP la conducta de quien
se encargó de la captación y traslado de la víctima desde su lugar de origen hasta el
prostíbulo ubicado en otra ciudad, aprovechando la condición de vulnerabilidad y con
fines de explotación sexual, pues si bien el delito no se configura en mayores de 18 años
cuando existe consentimiento, en el caso se encuentra viciado ya que el imputado abusó
de la situación de vulnerabilidad de la joven, quien se hallaba en situación de extrema
pobreza, nunca fue a la escuela, no sabe leer ni escribir, trabaja en la cosecha de yerba
mate y para la época en que ocurrieron los hechos –ella tenía 22 años- ya tenía dos hijos
de 10 y 6 años –y en la actualidad tres- desconociendo donde viven el/los padres de sus
hijos, asimismo su contextura física y escasísima altura revelan su fragilidad e
incapacidad para defenderse. La actividad desplegada por el encartado no debe
considerarse despenalizada por el hecho de La autorización municipal con que
funcionaba el local no determina la despenalización de la actividad desplegada por el
encartado, pues el funcionamiento como “casa de tolerancia” claramente excede los
El tribunal oral dictó la absolución por el delito de abuso sexual agravado por haber sido
cometido mediante acceso carnal y por configurar un sometimiento gravemente
ultrajante para la víctima. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Se
resolvió hacer lugar.
del incuso en orden a que el esposo tiene derecho a forzar el sexo con su cónyuge
compromete seriamente los objetivos convencionales y puede generar responsabilidad
internacional del Estado argentino, pues lejos de cumplir aquellos estándares refuerza
la convicción de que el "débito conyugal" puede ser impuesto a las mujeres y que debe
prevalecer el deseo sexual del esposo sobre la integridad sexual de la mujer. La
disidencia sostuvo que, no obstante, la arbitrariedad que el fallo contiene, otorgar la
chance al Estado de realizar un nuevo juicio, ante la sentencia absolutoria objetada por
el acusador público, implicaría una afectación directa a la garantía de orden superior -
ne bis in idem-.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de una persona mayor de 18 años y trata
de una persona menor de 18 años. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad.
por indicación del encartado, no podían ausentarse del mismo. El propósito que guiaba
el accionar delictivo, ha quedado asimismo acreditado a partir de que quedó
demostrado que el imputado les informó a las víctimas que trabajarían para él
ejerciendo la prostitución, que sería el mismo quien se encargaría se conseguirles
clientes y que les otorgaría un porcentaje de lo que ganaran. Resultó acertadamente
valorada por el a quo la circunstancia de que las muestras de cocaína halladas en la
habitación del hotel en donde se alojaban las víctimas, y la encontrada en poder del
imputado, presentaran similitud en sus determinaciones, por lo que se pudo afirmar su
pertenencia a un mismo corte, ello confirma la veracidad de las declaraciones de las
víctimas referidas a quien les suministraba la sustancia estupefaciente que ellas
consumían y, a su vez, descarta la hipótesis argumentada por la defensa relativa a que
el imputado desconocía el origen de las drogas suministradas. Debe rechazarse el
planteo relativo a que el delito ha quedado en el grado de tentativa, pues la comisión
de cualquiera de las acciones descriptas en el art. 145 bis CP -basta sólo una- resulta
suficiente para dar lugar a la configuración del delito, toda vez que se trata de un tipo
penal complejo alternativo.
Sobreseimiento por el delito de abuso sexual agravado por mediar acceso carnal dictado
por la Cámara de Apelaciones. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación.
Se resolvió hacer lugar.
El tribunal oral condenó por el delito de captación de una persona con fines de
explotación sexual en grado de tentativa. La defensa interpuso recurso de casación, que
fue rechazado por unanimidad.
Suspensión del juicio a prueba denegada por el tribunal oral. La defensa interpuso
recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
El tribunal oral dictó la absolución por el delito de trata de personas. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación. Se hizo lugar por mayoría.
Fundamentos: El recurso del MPF contra la absolución por no haberse probado la trata
de personas agravada no se dirige exclusivamente a ejercer la acción penal pública y a
satisfacer el interés estatal, sino que se reclama en cumplimiento de compromisos
internacionales asumidos con el fin de evitar la responsabilidad internacional del Estado
argentino. La mención de los nombres de pila de las denunciantes, en conjunto con el
uso de sus iniciales, incumple con el deber de respetar los derechos de las víctimas
previstos en los arts. 6.i y 8 ley 26.364 y la referencia a las víctimas mediante los nombres
impuestos durante la actividad que, según sus testimonios, fueron forzadas a ejercer,
La disidencia sostuvo que advierto que no hay controversia entre lo solicitado por la
asistencia técnica del imputado y lo dictaminado fundadamente por el representante
del Ministerio Público Fiscal en la instancia anterior y ante esta instancia, conforme lo
señaló la defensa de Quintana Navarro en su presentación recursiva.
Sala: I
Magistrados: Gemignani, Cabral y Figueroa –voto concurrente-.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas. La defensa interpuso recurso
de casación, que fue rechazado por unanimidad.
Sala: I
Magistrados: Riggi, Catucci y Figueroa -voto concurrente-.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio simple. La defensa interpuso recurso
de casación, que fue rechazado por unanimidad.
siendo esta norma concordante con lo estipulado en los arts. 206 y 398 del digesto de
forma. De esta forma, no se encuentra en discusión la materialidad del hecho ni la
responsabilidad de Holubichy en el mismo, pues como la propia defensa argumenta, el
imputado confesó haberle dado muerte a su expareja apuñalándola. Lo único que debe
dirimirse en esta instancia es si, como lo sostiene la defensa, el hecho fue cometido por
él en un estado de emoción violenta o si, como lo entendió el tribunal, no se dan en
autos los extremos necesarios para que resulte aplicable la figura atenuada. el cambio
de calificación legal a un obrar en estado de emoción violenta pretendido por la defensa
tampoco habrá de tener asidero favorable, pues como adecuadamente respondió el
tribunal, más allá que la existencia del presunto cliente-amante de nombre “José” sólo
se sostiene en los dichos del imputado y de su hermano, sin que ningún vecino nunca lo
hubiera visto en el lugar, ni tampoco supiera nada la familia de la víctima, es el mismo
Holubichy el que indica que ya sabía que este hombre intimaba con su ex mujer, y esta
circunstancia descarta el factor sorpresa que necesariamente necesita la figura
atenuada. Examinada la sentencia de condena, se advierte que su razonamiento,
ajustado a las constancias de la causa, no presenta vicios de logicidad ni violación a las
pautas de la sana crítica.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación
laboral. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
prevista en el Código Penal. Se encuentran reunidos los requisitos del art. 145 ter CP en
tanto la captación, el traslado, el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de
la víctima y la finalidad de explotación, fueron probados por parte del tribunal, ya que
la víctima fue trasladada desde su país de origen en el auto propiedad de los imputados,
la vulnerabilidad de la víctima se ve reflejada por la condición precaria en la que vivía en
su país natal, los pocos ingresos que recibía su progenitora y el lugar inaccesible donde
vivía, y la ultrafinalidad de la figura –explotación- fue debidamente acreditada tanto por
el testimonio de la propia víctima como por el resto de las probanzas. En el presente
caso, es posible advertir un conjunto de cuestiones que están íntimamente vinculadas
con la violencia de género, la trata de personas y el estado de vulnerabilidad de la
víctima, muy joven – menor de 18 años al momento de su captación-, y con apremiantes
necesidades económicas propias y de su núcleo familiar de origen, información que los
imputaos previamente conocían. La violencia contra las mujeres es considerada
violación de los Derechos Humanos con jerarquía constitucional y/o superior a las leyes
internas y como preceptúa el artículo 3 de la "Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer".
El voto concurrente analizó los derechos de género, al señalar que nuestro Estado
Constitucional de Derecho, especialmente a partir de la reforma de la Constitución
Nacional en 1994, en su artículo 75 inciso 22 le otorgó jerarquía constitucional a once
instrumentos sobre derechos humanos, entre ellos a la "Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer " —CEDAW-, con el
objeto de erradicar cualquier tipo de discriminación contra las mujeres, dado que su
persistencia vulnera el principio de igualdad y el respeto a la dignidad humana,
dificultando la participación del colectivo más numeroso que tienen todas las sociedades
—Mujeres niñas, adolescentes, ancianas-, a la participación en la vida del país, en
igualdad de condiciones con los varones.
El tribunal oral condenó por el delito de. explotación de menores de 18 años, mediante
engaño, violencia, amenazas, abuso coactivo y una situación de vulnerabilidad, haberlas
captado, traslado desde el exterior y dentro del país acogido en concurso ideal con el
delito de facilitación de permanencia ilegal de extranjeros. La defensa interpuso recurso
de casación, que fue rechazado por unanimidad.
afectación al derecho a la intimidad de las personas que puede derivarse del registro
practicado en un establecimiento industrial y mediando el consentimiento de su
responsable, sólo puede concluirse en la validez de lo actuado, sin que deba perderse
de vista que lo que en definitiva procuraron los agentes públicos que materializaron el
registro, no fue sino el resguardar la libertad física y la seguridad individual de personas
que se encontraban en situación de privación de libertad, víctimas de un delito cuya
gravedad se encuentra fuera de discusión.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas menores de 18 años agravado
por la intervención de tres personas en forma organizada y por haber sido cometido en
perjuicio de tres víctimas. Las defensas interpusieron recurso de casación, que fueron
rechazados por unanimidad.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena por trata de personas, sin que
resulten atendibles los cuestionamientos en torno de la deposición de las víctimas, en la
medida en que el juicio ha sido llevado a cabo con las precauciones de no revictimización
y respeto a la persona que se imponen en virtud de las obligaciones asumidas por el
Estado en el marco de las convenciones internacionales de derechos humanos, y se ha
valorado debidamente la condición de vulnerabilidad de las víctimas, ya que la escasa
edad, necesidades acuciantes, falta de educación y contención familiar fueron
elementos determinantes para captar sus voluntades y evitar que escaparan de su lugar
de explotación. No es irregular la incorporación por lectura de las declaraciones del
imputado dispuesta por el tribunal en los términos del art. 378 CPPN, pues la oposición
de la defensa no resulta suficiente fundamento para omitir el cumplimiento de la regla,
ni en la negativa del imputado, ni deja vedada esa incorporación cuando en su posterior
decisión de prestar declaración cuando incurriere en contradicciones con su anterior
descargo. El hecho de que los imputados no sean propietarios del lugar donde se
configuraba la explotación sexual no desvirtúa su responsabilidad por los hechos que se
les atribuyen.
El voto concurrente afirmó que el hecho por el cual fuera requerido a juicio se halla
encuadrado en un caso de violencia de género, tal como lo han manifestado el
representante del Ministerio Público y el a quo. Los hechos imputados se ven alcanzados
por las previsiones de la Convención de Belém do Pará. A partir de la calificación de un
hecho como violencia contra la mujer en los términos de la Convención de Belém do
Pará, corresponde señalar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos in
re “Gongora, Gabriel Arnaldo”.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado con el fin de
explotación. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
fue oído en el juicio, no se señaló que fuera dirimente o siquiera relevante para la
decisión. Está debidamente fundada la condena si se probó –por los dichos de las
víctimas, terceros, el agente de prevención que actuó de manera encubierta, de la
licenciada en trabajo social y de las psicólogas- que en el local allanado se explotaba
sexualmente a las dos damnificadas y que ellas residían allí, se configuraron tanto la
explotación de la prostitución ajena como el delito de trata de personas, por haber
acogido a las víctimas con aprovechamiento de su situación de vulnerabilidad y en
condiciones de privación de libertad, agravado por su comisión por parte de tres
personas en forma organizada.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por la cantidad de
personas con el fin de explotación. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Se
resolvió hacer lugar.
Fundamentos: El tribunal de juicio tuvo por acreditado, con los sobrados elementos de
juicio recolectados, el sometimiento de la menor de edad a su explotación sexual, a
título oneroso aprovechándose de su minoridad y de su estado de vulnerabilidad. Se
conformó un marco incriminante sin fisuras, en el que las transcripciones telefónicas
descubrieron que fueron los coprocesados los que promovieron y explotaron la
prostitución de la menor, cuyas claras declaraciones fueron reveladoras de la
responsabilidad penal de aquéllos. La eslabonada concatenación emergente de las
probanzas recogidas y evaluadas de conformidad a las reglas de la sana crítica surte los
efectos de prueba completa y perfecta que permite descubrir la intervención que en él
les cupo a los acusados. Ello por cuanto la verosimilitud de los dichos de la víctima
sometida surge con evidencia de la precisión y locuacidad del testimonio producido en
la cámara Gesell, cuya razonabilidad quedó expuesta en las deposiciones de las
psicólogas que se expidieron al respecto, despojadas de todo tipo de influencia. Probada
como quedó la conducta ilícita de los enjuiciados con el alcance que la acusación le diera,
la calificación legal escogida por el tribunal oral resulta inconmovible, por su ajuste a
derecho. Efectivamente el actuar doloso y en forma organizada, por parte de una
pluralidad de personas, con reparto de funciones, permite tener por configuradas las
acciones típicas previstas por el art. 145 bis agravado por los incs. 2 y 3 del CP, en sus
formas de captación, transporte, traslado, recepción y acogida de personas con fines de
explotación.
sexo. Toda vez que estas conductas resultan ajenas a la competencia de la justicia
ordinaria, a fin de agotar la pesquisa a efectos de establecer o descartar la comisión de
hechos de tan extrema gravedad no puede sino ponerse en cabeza de la justicia de
excepción su investigación. Por otra parte, lo tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de
la Nación al entender que, ante la existencia de alguno de los extremos inherentes al
delito de trata de personas, la justicia federal no puede declinar su competencia ni
rechazar la que se le pretenda atribuir sin antes realizar las medidas necesarias para
establecer si se halla configurado o no dicho el delito (del dictamen de la Procuración
General, al que remitió la Corte Suprema, en la causa C. 238. XLVII; COM, "Ministerio
Público de la Nación s /av. Ilícito, posible “trata de personas”. Rta. el 15/11/2011)
resulta confutada la afirmación del a quo respecto a que “nada aportaron” las pruebas
de cargo consistentes en resultados de medidas de investigación, declaraciones
testimoniales de los agentes policiales, informes y entrevistas mantenidos con las
víctimas por profesionales de la “Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas
Damnificadas por el Delito de Trata”, intervenciones telefónicas, etc., ya que todas estas
pruebas dan cuenta de que en los establecimientos allanados se explotaba sexualmente
a mujeres, que el beneficio lo recibían los imputados, quienes encomendaban la
captación y traslado de las mujeres desde el Paraguay, que los costos del traslado se
transformaban en “deuda” que las víctimas debían pagar con el producido por el
ejercicio de la prostitución y, asimismo, la situación de extrema vulnerabilidad. La
disidencia consideró que el agravio de la fiscalía no consiste en discutir la relevancia
típica del hecho investigado, sino que lo que se discute es la eficacia probatoria de la
prueba producida en el debate y la incorporada por lectura, cuestiones de hecho y
pruebas ajenas al recurso de casación.
mujer (Belém do Pará) exigen actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y
sancionar la violencia contra la mujer (art. 7, inc. b de la citada convención). Entiendo
que los testimonios de las personas que han percibido de cerca la situación de la víctima
y pueden dar cuenta del contexto de su estado familiar y de su estado anímico podrían
resultar pertinentes para la dilucidación de los hechos. La parte querellante ha explicado
suficientemente los motivos por los cuales solicitó se llamen a las testigos.
Fundamentos: En razón de que más allá de que no sólo el consentimiento fiscal resulta
vinculante para la concesión del beneficio por parte del Tribunal y se encuentra sólo
sometido al control de logicidad por parte de dicho órgano jurisdiccional (arts. 69 del
C.P.P.N., 120 C.N. y 25 ley 24.946), sino también debido a que en el sub-examine resulta
aplicable la doctrina emanada del precedente de la Corte Suprema Federal “in re “
“Góngora, Gabriel Arnaldo s/causa N° 14.092, Recurso de hecho, G. 61.XLVIII, rto el 23
de abril de 2013”, en tanto nos encontramos ante la investigación de hechos que
claramente constituyen violencia de género, en particular, de violencia contra la mujer
en el ámbito doméstico.
concurren en forma real entre sí, debiendo responder en calidad de coautor. Que de una
atenta lectura de la decisión del tribunal a quo, surge que se ha valorado un conjunto
de recaudos legales que rigen la materia y que ha formado la convicción de la existencia
de riesgos procesales. Tales extremos no fueron adecuadamente contrarrestados por la
defensa en su recurso, lo que determina la inadmisibilidad de la vía intentada. La
cuestión de autos se vincula íntimamente con una de las temáticas más preocupantes
del universo de los derechos humanos, cuál es la violencia de género. Violencia que del
análisis de la cultura androcéntrica impone que deban tomarse las medidas judiciales
adecuadas para evitar esos delitos.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
contra una menor de 18 años. La defensa interpuso recurso de casación que fue
rechazado por unanimidad
Fundamento: El tribunal de mérito tuvo por probado que “…Víctor Mateo Peña abusó
sexualmente de la niña T. M. C. P. –nacida el 25 de mayo de 1996-, en reiteradas
oportunidades durante el transcurso del año 2011, con acceso carnal vía vaginal, cuando
la menor tenía 15 años, aprovechándose de la situación de convivencia por ser pareja
de Susana Beatriz Arroyo, madre de la menor, en los momentos de ausencia de la
nombrada en el domicilio sito en manzana 32, casa 8, Villa 31, de esta Ciudad. En
particular, el día 5 de diciembre de 2011, por la mañana, mientras Arroyo se había
retirado del domicilio y los otros hijos menores convivientes se hallaban durmiendo,
Peña se aproximó a la damnificada, le tapó la boca, abusó sexualmente de ella
accediéndola carnalmente con su miembro viril vía vaginal, al tiempo que le manifestaba
frases intimidantes para amedrentarla. Seguidamente, en fecha 11 de diciembre de
2011, y como resultado del abuso sexual, la menor víctima interrumpió un embarazo en
el Hospital Álvarez”. El recurso no tendrá favorable acogida. La fundamentación
expuesta por el a quo para fijar la pena impuesta de 10 años de prisión, de adverso a lo
sostenido por la defensa, no es arbitraria. El a quo tuvo en cuenta al establecer las pautas
mensurativas “…en carácter de agravantes, la violencia doméstica que desplegaba PEÑA
respecto de su familia –mujer e hijos- conforme surge del análisis efectuado a fs. 78/80
por la Oficina de Violencia Doméstica, que concluyó que en el hogar se vivía una
situación familiar y habitacional de altísimo riesgo. …consideró como agravante la
situación de embarazo por la que debió atravesar la menor…, quien luego del abuso
sexual con acceso carnal ocurrido por parte de su padrastro, debió afrontar un embarazo
y su consiguiente interrupción, con las consecuencias a nivel físico y psíquico que una
situación de esa conlleva”. La cuestión de autos se vincula íntimamente con una de las
temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cuál es la violencia
de género.
Fundamentos: Más allá de que no sólo el consentimiento fiscal resulta vinculante para
la concesión del beneficio por parte del Tribunal y se encuentra sólo sometido al control
de logicidad y fundamentación por parte de dicho órgano jurisdiccional (arts. 69 del
C.P.P.N y 76 bis del Código Penal, sino también debido a que en el sub-examine resulta
aplicable la doctrina emanada del precedente de la Corte Suprema Federal ―in re
―Góngora, Gabriel Arnaldo s/causa N° 14.092, Recurso de hecho, G. 61.XLVIII, rto el 23
de abril de 2013, en tanto nos encontramos ante la investigación de hechos que
claramente constituyen violencia de género, en particular, de violencia contra la mujer
Fundamentos: En el caso de autos, surge que con fecha 25 de marzo de 2013 fue
designada la audiencia de debate oral y público para el juzgamiento de Francisco Ramón
Yesa, por lo que, el pedido de suspensión del juicio a prueba efectuado por el imputado,
por derecho propio y con el patrocinio letrado de la defensa oficial el día 9 de abril de
2013, resulta formalmente improcedente por ser extemporáneo. Se debe destacar que
en el sub-examine resulta enteramente aplicable la doctrina emanada del precedente
de la Corte Suprema Federal ―in re ―Góngora, Gabriel Arnaldo s/causa N° 14.092,
Recurso de hecho, G. 61.XLVIII, rto. el 23 de abril de 2013‖, en tanto nos encontramos
ante la investigación de hechos que claramente constituyen violencia de género, en
particular, de violencia contra la mujer en el ámbito doméstico. En dicho precedente,
nuestro Alto Tribunal concluyó que ―…prescindir en el sub lite de la sustanciación del
debate implicaría contrariar una de las obligaciones que asumió el Estado al aprobar la
“Convención de Belém do Pará‖ para cumplir con los deberes de prevenir, investigar y
sancionar sucesos como los aquí considerados…” (considerando 7° del voto
mayoritario).
que hayan sido sometidas a esa situación el “acceso efectivo” a un juicio oportuno y
eficaz en defensa de sus derechos.
La disidencia señaló que corresponde anular la resolución recurrida toda vez que en el
sub examine no se advierte la existencia de una cuestión de interés público que habilite
la omisión de la configuración del delito de calumnia o el delito de injuria, conforme lo
regulan los artículos art. 109 y 110 del C.P. según la reforma. Ello así, ya que, en el caso,
aun cuando el querellante es un funcionario público, las expresiones vertidas por la
imputada en modo alguno se refieren al desempeño de su cargo o algún hecho
relacionado con el ejercicio de sus funciones.
La disidencia expresó que la defensa no ha podido refutar los argumentos sobre los
cuales la Cámara de Apelaciones confirmó la denegatoria de la excarcelación de la
imputada, basados en la gravedad de la imputación penal –promoción y facilitación de
El tribunal oral condenó por el delito del delito de abuso sexual cometido en perjuicio de
una menor de trece años agravado por ser el encargado de su guarda. La defensa
interpuso recurso de casación, que fue rechazado por mayoría. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación y se resolvió hacer lugar.
El voto concurrente sostuvo que el análisis de los hechos traídos aquí a estudio me
conducen a agregar que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas y que, en esa dirección, debe ponerse de resalto
que en estas actuaciones Ángel Adán Cruz fue condenado en virtud de la comisión de
los delitos de abuso sexual, respecto al que el Fiscal General ha solicitado la aplicación
de la agravante por sus condiciones de realización –gravemente ultrajante-, en perjuicio
de una niña de diez años al momento de los sucesos, respecto de quien se encontraba
a cargo de su guarda. A partir de la edad de la niña víctima al tiempo de ocurrencia de
los hechos atribuidos a Cruz, se torna necesario analizar ello desde los estándares
convencionales y lo preceptuado por la “Convención de los Derechos del Niño” -CDN-,
con jerarquía constitucional a partir del año 1994 según el artículo 75 inciso 22.
Asimismo, es del caso señalar que los hechos analizados se han circunscripto en una
violación a los derechos de género.
los autos in re “Góngora, Gabriel Arnaldo s/ causa nº 14.092” (Recurso de Hecho, expte.
G. 61. XLVIII, resuelto el 23/4/2013) entendió que la interpretación que vincula los
objetivos del artículo 7 Convención citada, con la necesidad de establecer un
"procedimiento legal, justo y eficaz para la mujer", que incluya "un juicio oportuno"
impone considerar que la adopción de alternativas distintas a la definición del caso en
la instancia del debate oral es improcedente.
El voto concurrente agregó que el reclamo del representante del Ministerio Público debe
ser evaluado, pues la sentencia recurrida ha desechado pruebas útiles y válidas, lo que
devendría en la violación a los compromisos internacionales asumidos en el Protocolo
para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de personas, especialmente, mujeres y
niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional. La disidencia expresó que la decisión del tribunal es correcta,
pues no se acreditó uno de los elementos configurativos del trabajo forzoso, que resulta
ser el castigo o la amenaza de sanción a la que se verían sometidas las víctimas en caso
de incumplimiento de las pretensiones del sujeto activo del delito.
Fundamentos: No puede pasarse por alto que el hecho por el cual fuera requerido a
juicio se halla en efecto alcanzado por las previsiones de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (“Convención de Belém
do Pará”). en la especie no puede ser otra la conclusión ya que se advierte que las
acciones que habría ejercido el encausado: amenazas coactivas con arma de fuego, con
un cuchillo tramontina en otra oportunidad, el cachetazo en la cara, golpes de puño a la
altura de las costillas y jalarle del cabello, -todo ello en el marco de una relación
sentimental actual o finalizada-, reflejan una peculiar concepción del género femenino
que lejos de reconocerle autonomía y libertad para construir las relaciones
interpersonales que desee, lo objetiviza y lo reduce a un estado semejante al de una
posesión. Por lo tanto, en el caso, los hechos enunciados deben ser considerados
razonablemente como violencia de género contra la víctima. En relación con el
argumento del recurrente sobre el cambio de calificación que habría efectuado el
Tribunal a quo, que no asiste razón a esa parte en el punto toda vez que la sentencia
Fundamentos: No puede pasarse por alto que el hecho por el cual fuera requerido a
juicio se halla encuadrado en un caso de violencia de género, tal como lo han
manifestado el representante del Ministerio Público y el a quo, en la audiencia del art.
293 C.P.P.N. En efecto, los hechos imputados se ven alcanzados por las previsiones de
la Convención de Belém do Pará. En la especie no puede ser otra la conclusión ya que se
advierte que Gamarra agredió físicamente a Claudia Mabel Ancin, aplicándole golpes de
puño en el rostro y en la boca del estómago, para posteriormente golpearle su cabeza
contra la pared, accionar que revela una concepción del género femenino al que lejos
de respetar reconociéndole autonomía y libertad para construir las relaciones
interpersonales que desee, la objetiviza, agrediéndola, y la reduce a un estado
semejante al de una posesión; constituyendo, claramente, una actitud delictiva de
El voto concurrente sostuvo que resulta prematura la decisión adoptada por el “a quo”
en tanto no es posible descartar a esta altura del proceso y atento al estado incipiente
de la investigación que en el caso bajo estudio no haya existido una conducta
encuadrable en el art. 145 bis o ter del C.P. Es que si bien no se encuentra en discusión
que los elementos de prueba colectados hasta el momento permiten tener por
configurada la posible explotación de la prostitución en el sentido recogido por el art.
127 del C.P. -tal como lo señala el “a quo”-, lo cierto es que no es posible descartar a
esta altura del proceso que haya existido alguna conducta encuadrable en el art. 145 bis
o ter del C.P.
Año 2015
TRATA DE PERSONAS. Arts. 145 bis y 145 ter, inciso 4º del CP. Facilitación
de la permanencia ilegal de extranjeros. Concurso ideal. Procesamiento con
prisión preventiva. Violencia de género.
La resolución que confirmó los procesamientos de los imputados y revocó el punto por
el que se había mantenido la libertad de los nombrados y les dictó la prisión preventiva,
resulta ajustada a derecho y a las constancias de la causa, al tener en cuenta las
características de los ilícitos reprochados –acogimiento de personas mayores de 18 años
mediando situación de vulnerabilidad y engaño con fines de explotación, agravado por
ser tres o más las víctimas, en concurso ideal con el delito de facilitación de la
permanencia ilegal de extranjeros en el territorio de la República Argentina con el fin de
obtener un beneficio-; la gravedad y relevancia de éstos, como así también la
expectativa punitiva.
El voto concurrente agregó que estamos ante un hecho especialmente grave porque
implica un serio daño a la salud física, psicológica y sexual que tiene como punto de
partida una situación social, económico y cultural que condicionan los derechos
humanos y a la libre determinación de la víctima.
La disidencia postuló la inadmisibilidad del recurso toda vez que la decisión recurrida en
casación -denegación de la suspensión del juicio a prueba-, por principio no cumple con
el requisito de la impugnabilidad objetiva previsto en el art. 457 del C.P.P.N. toda vez
que no se trata de una sentencia definitiva, y por lo demás, tampoco conforma
resolución equiparable a definitiva, no conformando la argumentación de parte agravio
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal y amenazas con
armas. Las defensas interpusieron recursos de casación que fueron rechazados por
unanimidad.
Carátula: Luza Montalvo, Walter; Ramos, Lautaro Emmanuel; Ramírez, Emanuel Nicolas
s/recurso de casación
Causa n°: nº 1273/2013
Registro n°: 24451.15
Resolución de fecha: 10/2/2015
Sala: I
Magistrados: Figueroa -en disidencia parcial-, Gemignani y Cabral.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio agravado por el vínculo que concurre
realmente con los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y amenazas simples.
La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Se rechaza una medida cautelar solicitada por la defensa. La defensa interpuso recurso
de casación que fue declarado inadmisible.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio agravado por haber sido cometido con
ensañamiento y alevosía. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado.
incorporado por lectura, sino que reposa en otros elementos que analizados en conjunto
hacen al plexo cargoso que funda la responsabilidad del aquí imputado. Contrariamente
a la postura esgrimida por la defensa, no hay duda, sino que la certeza se aloja en una
serie de cuestiones que, si bien en algunas resultan presuncionales, han permitido luego
del debate, arribar sin hesitación a la conclusión condenatoria. La declaración de
inconstitucionalidad del instituto de la prisión perpetua en la presente no encuentra
sustento legal ni fáctico, por lo que la solicitud debe ser rechazada. El voto concurrente
sostuvo que la incorporación por lectura de dicha declaración no viciaría el
procedimiento de autos, sino su empleo como circunstancia dirimente al momento del
dictado de la sentencia condenatoria; es decir, que el reproche contenido en ésta
descanse exclusivamente en el testimonio prestado por Bustos de esta forma. los hechos
que son objeto de estos autos se vinculan íntimamente con una de las temáticas más
preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la violencia de género.
Violencia que del análisis de la cultura androcéntrica impone que deban tomarse las
medidas judiciales adecuadas para evitar esos delitos.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por el número de
víctimas. La defensa interpuso recurso de casación y se resolvió hacer lugar.
Está debidamente fundada la condena por el delito de trata de personas agravado por
el número de víctimas si se demostró que el imputado recibía y acogía con el objetivo
de la explotación sexual a las mujeres víctimas, generalmente extranjeras en condición
de vulnerabilidad.
La disidencia señaló que corresponde declarar inadmisible el recurso toda vez que la
presentación recursiva no cumple con el requisito de debida motivación exigido por la
ley adjetiva (art. 463 del C.P.P.N.), pues el recurrente no consigue demostrar los vicios
jurídicos invocados y, en esta dirección, no logra rebatir los fundamentos sobre los
cuales el a quo sustentó el temperamento denegatorio adoptado.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por la pluralidad de
víctimas en concurso real con el delito de falsificación y/o imitación fraudulenta de
marcas registradas. Las defensas interpusieron recursos de casación y se resolvió
rechazar un recurso y hacer lugar al otro.
Fundamentos: No hay motivos para recelar a priori los testimonios de los preventores,
más aún cuando sus dichos se confirman con otros elementos de prueba –en el caso, los
inspectores municipales dieron aviso a la policía de que el taller textil, al que se les
impidió acceder, carecía de habilitación-. Debe rechazarse el agravio fundado en la
imprecisión en la determinación de las víctimas si los representantes del MPF que
tuvieron intervención en el sumario realizaron un correcto relevamiento de las
declaraciones de quienes recibieron ofertas laborales de los imputados y detallaron las
características del trabajo. Sobre la precaria situación habitacional, las pésimas
condiciones de higiene y la explotación laboral vivida en el lugar, el a quo tuvo en cuenta
los testimonios prestados por las víctimas. El hecho de que las víctimas contaran con
dinero o pudieran salir del taller eventualmente por breves lapsos de tiempo no empece
a que se encontraran bajo el dominio directo de sus empleadores, puesto que no
conocían como moverse en el medio urbano, carecían de medios para hacerlo, no tenían
vínculos humanos fuera del ámbito de trabajo, así como su extrema situación
económica, los malos tratos cuando la producción no alcanzaba los niveles esperados,
todo ello es demostrativo del aprovechamiento de la condición de vulnerabilidad en que
se encontraba el grupo de migrantes involucrado, que en algunos casos no hablaban
español. La protección contra la esclavitud y servidumbre es una obligación
internacional erga omnes, derivada de los principios y reglas relativos a los derechos
básicos de la persona humana. No es posible afirmar que las condiciones de vida que se
daban en los talleres de costura a cargo de los imputados cumplieran con un mínimo
estándar de dignidad y menos aún que estas personas tuvieran libertad para irse del
lugar o decidir cesar estas pésimas condiciones de vida, pues la libertad no se refiere
sólo a la movilidad ambulatoria, sino a poseer las condiciones sociales y económicas
necesarias para poder cumplirlas. No cabe prescindir de la información formal en torno
a la inscripción legal, ya que allí radica el fundamento de la protección establecida por
la ley de marcas, pues el derecho no protege a aquellas marcas que no estuvieran
registradas, la notoriedad y publicidad que pudieran tener constituye un dato
insuficiente a los fines de condenar a una persona por la afectación a la ley 22.362.
Uno de los votos concurrentes agregó que la decisión recurrida en casación -denegación
de la suspensión del juicio a prueba-, por principio no cumple con el requisito de la
impugnabilidad objetiva previsto en el art. 457 del C.P.P.N. toda vez que no se trata de
una sentencia definitiva, y por lo demás, tampoco conforma resolución equiparable a
definitiva, en cuanto que la consecuencia de la misma es solamente que la persona en
cuyo favor se ha solicitado la suspensión permanezca sometida a proceso, circunstancia
que de ningún modo conforma per se, agravio que imponga la equiparación de la
resolución a decisión definitiva, por conformar agravio de tardía o imposible reparación
ulterior. Tampoco se encuentra implicada una cuestión de índole federal pues el a quo
ponderó las circunstancias que rodean al presente expediente como así también acerca
de la concurrencia de los requisitos normativos exigidos por el artículo 76 bis del C.P.,
habiendo también controlado la logicidad de las razones que motivaron la oposición
fiscal formulada, motivos que el recurrente ni siquiera ha logrado confrontar,
manifestando sólo su disconformidad con respecto al criterio adoptado en el fallo
puesto en crisis.
El otro voto concurrente agregó que más allá de la calificación legal definitiva que
pudiera corresponder y que, como fuera señalado, tendrá que dilucidarse en el debate,
lo cierto es que resulta improcedente la concesión de la suspensión del juicio a prueba
respecto del encausado, toda vez que el mínimo punitivo previsto para el delito
mencionado supera los tres años de prisión y por lo tanto no habilita en el sub lite el
eventual dictado de una condena de ejecución condicional (arts. 26, 76 bis, cuarto
párrafo, y 149 bis, primer párrafo, y 149 ter, inc. 2º, apartado b), del C.P.). Sumado a
ello, se advierte que los sentenciantes han valorado en forma adecuada la naturaleza de
los delitos que se le atribuyen al imputado en el sub lite, en consonancia con las
obligaciones internacionales asumidas por el Estado Argentino, a través de la
“Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la
mujer” - “Convención de Belém do Pará” (ratificada por la República Argentina mediante
Ley 24.632, B.O. 09/04/1996), y con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación sobre la materia.
La disidencia postuló la inadmisibilidad del recurso toda vez que no cumple con el
requisito de la impugnabilidad objetiva previsto en el art. 457 del C.P.P.N. toda vez que
no se trata de una sentencia definitiva, y por lo demás, tampoco conforma resolución
equiparable a definitiva, en cuanto que la consecuencia de la misma es solamente que
la persona en cuyo favor se ha solicitado la suspensión permanezca sometida a proceso,
circunstancia que de ningún modo conforma per se, agravio que imponga la
equiparación de la resolución a decisión definitiva, por conformar agravio de tardía o
imposible reparación ulterior; tampoco se verifica una cuestión de índole federal. No
resulta viable la probation cuando el delito investigado implica un caso de violencia de
El tribunal oral absolvió por el delito de trata de persona menor de 18 años con fines de
explotación sexual. El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Por
unanimidad se resolvió hacer lugar.
El voto concurrente agregó que la presentación recursiva bajo estudio no cumple con el
requisito de debida motivación exigido por la ley adjetiva (art. 463 del C.P.P.N.), toda
vez que el recurrente no consigue demostrar los vicios jurídicos invocados y, en esta
dirección, no logra rebatir los fundamentos sobre los cuales el a quo sustentó el
temperamento denegatorio adoptado.
La disidencia señaló que corresponde rechazar el recurso toda vez que la concesión de
la suspensión del proceso a prueba al imputado frustraría la posibilidad de dilucidar en
aquél estadio procesal la existencia de hechos que prima facie han sido calificados como
de violencia contra la mujer, junto con la determinación de la responsabilidad de quien
ha sido imputado de cometerlos y de la sanción que, en su caso, podría corresponderle,
por lo que prescindir en el sub lite de la sustanciación del debate implicaría contrariar
Por lo demás, cabe señalar que ante la presencia de un testigo en soledad no cabe
prescindir sin más de sus manifestaciones, sino que las mismas deben ser valoradas con
la mayor severidad y rigor crítico posibles, tratando de desentrañar el mérito o la
inconsistencia de la declaración mediante su confrontación con las demás circunstancias
de la causa que corroboren o disminuyan su fuerza, y examinando cuidadosamente las
calidades del testigo. Las inconsistencias señaladas por el recurrente en el testimonio de
la víctima no resultan sustanciales, sino que son el resultado lógico del tiempo
transcurrido desde la fecha de los hechos -8 de noviembre de 2011- hasta el momento
de su declaración en el juicio -9 de junio de 2014-, así como de la experiencia traumática
vivida por la nombrada, no lográndose conmover las fundadas conclusiones arribadas
por el tribunal de mérito.
Con relación a la crítica del impugnante sobre el encuadramiento del hecho dentro del
concepto de violencia de género a los fines de mensurar la pena, la defensa no ha
logrado demostrar de qué forma ese factor, aisladamente, incide en el quantum de pena
fijado. Tal como fue desarrollado anteriormente, el examen integral y conglobado de las
Sin perjuicio de ello, tomando en consideración las características del hecho tal como lo
tuvo por configurado el tribunal oral -grave violencia física desplegada por un hombre
contra su expareja mujer, motivación del hecho en la circunstancia de verla con otro
hombre, situaciones de maltrato verbal anterior al hecho y de amenazas posteriores al
mismo-, la defensa no logra demostrar el yerro del a qua al encuadrar el hecho en un
contexto de 'violencia de género (cfr. arts. 1 y 2 de la "Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer" -"Convención de Belém do
Pará" ratificada por la República Argentina mediante Ley 24. 632, B. O. 09/04/1996-;
arts. 4 y 5 de la ley 26. 485 "Ley de Protección Integral a las Mujeres" - B.O. 14/4/2009).
23/4/2013) entendió que la interpretación que vincula los objetivos del artículo 7
Convención citada, con la necesidad de establecer un "procedimiento legal, justo y eficaz
para la mujer", que incluya "un juicio oportuno" impone considerar que la adopción de
alternativas distintas a la definición del caso en la instancia del debate oral es
improcedente.
El voto concurrente agregó que la oposición fiscal formulada en autos cuenta con
fundamentos suficientes para reputarla como un acto procesal válido, de conformidad
con lo normado por el precitado art. 69 del C.P.P.N. Por ello, corresponde asignarle
carácter vinculante para el tribunal. Correlativamente, la ausencia de consentimiento
fiscal en el caso en estudio torna improcedente la solicitud de suspensión de juicio a
prueba formulada por la defensa.
La disidencia postuló la inadmisibilidad del recurso toda vez que no cumple con el
requisito de la impugnabilidad objetiva previsto en el art. 457 del C.P.P.N. pues no se
trata de una sentencia definitiva, y por lo demás, tampoco conforma resolución
equiparable a definitiva, en cuanto que la consecuencia de la misma es solamente que
la persona en cuyo favor se ha solicitado la suspensión permanezca sometida a proceso,
circunstancia que de ningún modo conforma per se, agravio que imponga la
equiparación de la resolución a decisión definitiva, por conformar agravio de tardía o
imposible reparación ulterior; tampoco se verifica una cuestión de índole federal.
El voto concurrente agregó que sin perjuicio que el MPF es el órgano estatal específico
de persecución penal pública, diversas leyes particulares legitiman a otros organismos
estatales diferentes, para intervenir como querellantes en el proceso penal, con sus
mismas facultades, deberes y responsabilidad, sin desplazar a la fiscalía.
en los locales regenteados por los imputados -donde se encontró un arma de fuego,
presumiblemente utilizada para amenazar a la víctima, una cámara de video, para filmar
y vigilar a las mujeres, anotaciones con nombres de mujeres al dorso de la lista de
bebidas y diversas sumas de dinero-.
Las características propias que presenta la estructura familiar, sumado al modo en que
se tuvo por configurada la materialidad del delito, tornan innecesario corroborar la
distribución de roles o tareas, pues cada uno de los imputados conocía y aceptó
colaborar para que la trata se consumara.
El voto concurrente agregó que en la especie no puede ser otra la conclusión ya que se
advierte que el imputado, agredió física y verbalmente a la víctima, amenazándola de
muerte con un cuchillo y rociando su cuerpo con desodorante, indicándole que la iba a
prenderla fuego. Para posteriormente propinarle dos patadas en la pierna derecha
ocasionándole lesiones leves. El referido accionar revela claramente una concepción del
género femenino al que lejos de respetar reconociéndole autonomía y libertad para
construir las relaciones interpersonales que desee, la objetiviza, agrediéndola, y la
reduce a un estado semejante al de una posesión; constituyendo, claramente, una
actitud delictiva de violencia de género. A partir de la calificación de un hecho como
“violencia contra la mujer” en los términos de la Convención de Belém do Pará,
corresponde tener en cuenta que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en los autos
in re “Góngora, Gabriel Arnaldo s/ causa nº 14.092” (Recurso de Hecho, expte. G. 61.
XLVIII, resuelto el 23/4/2013) entendió que la interpretación que vincula los objetivos
del artículo 7 Convención citada, con la necesidad de establecer un "procedimiento
legal, justo y eficaz para la mujer", que incluya "un juicio oportuno", impone considerar
que la adopción de alternativas distintas a la definición del caso en la instancia del
debate oral es improcedente.
La disidencia postuló la inadmisibilidad del recurso toda vez que no cumple con el
requisito de la impugnabilidad objetiva previsto en el art. 457 del C.P.P.N. pues no se
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Art. 145 bis del
CPPN. Ofrecimiento de personas. Exclusión de la figura. Procesamiento por
promoción o facilitación de la prostitución en concurso ideal con explotación
económica de la prostitución ajena. Nulidad parcial. Afectación del bien
jurídico tutelado: libertad.
(libertad) que no es posible otorgar consenso para ser considerado un objeto o una cosa
y formar parte del mercado de bienes y servicios.
El voto concurrente agregó que se advierte que tanto el dictamen del representante del
Ministerio Público Fiscal como la resolución impugnada cuentan con fundamentación
suficiente en sustento del rechazo de la suspensión del juicio a prueba solicitada por la
defensa y la recurrente no ha logrado demostrar ante esta instancia la arbitrariedad que
alega.
La disidencia postuló la inadmisibilidad del recurso toda vez que la decisión recurrida
por principio no cumple con el requisito de la impugnabilidad objetiva previsto en el art.
457 del C.P.P.N. pues no se trata de una sentencia definitiva, y por lo demás, tampoco
conforma resolución equiparable a definitiva, en cuanto que la consecuencia de la
misma es solamente que la persona en cuyo favor se ha solicitado la suspensión
permanezca sometida a proceso, circunstancia que de ningún modo conforma per se,
agravio que imponga la equiparación de la resolución a decisión definitiva, por
conformar agravio de tardía o imposible reparación ulterior; tampoco se verifica una
cuestión de índole federal.
explotación (arts. 46, 145 bis –texto según ley 26.364- CP), si el imputado colaboró con
su madre con el traslado desde Paraguay de varias mujeres que habían sido allí captadas
aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, a fin de ser explotadas sexualmente,
ya que el a quo llegó a la certeza de la conducta que le atribuyó mediante un acabado
análisis de las piezas probatorias sin incurrir en omisiones ni falencias, y se ocupó de
desvirtuar las variables del enjuiciado así como los planteos de la defensa con serios
argumentos, no asumidos por el recurrente. Debe rechazarse el agravio relativo a la
supuesta doble valoración de las condiciones de las jóvenes, pues confunde la “situación
de vulnerabilidad” de las víctimas con “las condiciones en que vivían y debían trabajar
las víctimas”, ya que mientras el primer extremo configura el elemento normativo del
tipo que permite subsumir la conducta endilgada en el delito previsto y reprimido por el
art. 145 bis inc. 2° (según ley 26.364), es sólo el segundo de ellos el que fue valorado
como agravante conforme las pautas de los arts. 40 y 41 CP.
GÉNERO. Lesiones leves agravadas por el vínculo (Arts. 89, 92 en función del
y 80 inc. 1 del CP). Motivación. Cuantificación de la pena.
Fundamentos: Corresponde rechazar el recurso interpuesto por la defensa toda vez que
el pronunciamiento bajo revisión luce como una derivación lógica y razonada de las
constancias de la causa y como consecuencia de la aplicación del derecho vigente al caso
concreto, sin que las críticas esbozadas por el impugnante logren demostrar la
arbitrariedad que alega. Corresponde homologar el quantum punitivo de ocho meses de
prisión en tanto la defensa no ha logrado demostrar la indebida ponderación de la
ocurrencia del hecho en el seno intrafamiliar y las cuestiones de índole vincular que
alega en su presentación recursiva pues en el pronunciamiento se efectuó una razonable
evaluación de la naturaleza de la acción y la extensión del daño y peligro causado por el
accionar del condenado, en los términos del art. 41 inc. 1 del CP y tampoco ha logrado
demostrar la errónea ponderación de las pautas subjetivas del art. 40 inc. 2 del CP.
El voto concurrente agregó que debe tenerse en cuenta particularmente que los hechos
se encuentran íntimamente vinculados con los casos de violencia de género definidos
por la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer, como "cualquier acción o conducta basada en su género, que cause
muerte, daño, o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito
público como privado" y que, en este caso puntual, pudiendo encontrase comprometido
el Interés Superior de los niños, el eventual análisis sobre la constitucionalidad del art.
12 del CP habrá de dilucidarse con la debida sustanciación legal, salvaguardando el
derecho de aquellos de ser escuchados en todo procedimiento judicial que pudiera
afectarlos, con la intervención del Ministerio Público Pupilar.
Las damnificadas -si bien, lo mismo que el acusado, ambas fueron estudiantes
universitarias- pueden ser consideradas en situación de vulnerabilidad pues, de acuerdo
con las difíciles circunstancias económicas y familiares que les tocaba atravesar, se
encontraban en serias dificultades para procurar el sustento de sus respectivas familias,
ya que se trataba de dos chicas jóvenes, ambas con dos niños pequeños a quienes
debían mantener.
Fundamentos: Está debidamente probada la materialidad del hecho, toda vez que ha
podido ser corroborado por diferentes elementos de juicio –testimonios de las víctimas-
que fueron recabados durante la audiencia de debate y ponderados armónicamente en
la sentencia por el tribunal de juicio.
Si bien sólo dos de las víctimas reconocieron que en el interior del local se llevaban a
cabo los “pases” o “salidas” con los clientes del lugar mientras que las demás sólo
sostuvieron que se desempeñaban como coperas, los restantes elementos de prueba
determinan que en local había dos habitaciones contiguas al salón principal donde
mantenían relaciones sexuales con clientes. Las condiciones de vulnerabilidad de las
personas que trabajaban en el local nocturno no eran desconocidas por los imputados,
quienes tomaron contacto con ellas y les facilitaron dinero para el traslado. No es posible
concebir un derecho penal moderno sin contemplar los derechos de las víctimas.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de persona menor de 18 años con fines de
explotación sexual. Las defensas interpusieron recursos de casación que fueron
rechazados por unanimidad.
TRATA DE PERSONAS. Art. 145 ter del CP. Víctima menor de dieciocho
años. Situación de vulnerabilidad. Sobreseimiento. Nulidad.
El tribunal oral dictó la absolución por el delito de trata de personas. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación y se resolvió hacer lugar.
El voto concurrente agregó que, si bien las resoluciones que deciden acerca de
cuestiones de competencia no constituyen ninguna de aquellas que taxativamente se
encuentran enumeradas en el art. 457 del CPPN, el Máximo Tribunal ha efectuado
algunas excepciones a este principio, como lo constituye la equiparación de la
denegatoria del fuero federal a un pronunciamiento de carácter definitivo.
Fundamentos: No puede pasarse por alto que el hecho por el cual el imputado fue
requerido a juicio se halla alcanzado por las previsiones de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (“Convención de Belém
do Pará”). En la especie no puede ser otra la conclusión ya que se advierte que los actos
de violencia física y psíquica que se habrían efectuado contra la damnificada –golpes,
quemaduras, amenazas- reflejan una peculiar concepción del género femenino que lejos
de reconocerle autonomía y libertad para construir las relaciones interpersonales que
desee, lo objetiviza y lo reduce a un estado semejante al de una posesión. A partir de la
calificación de un hecho como “violencia contra la mujer” en los términos de la
Convención de Belém do Pará, corresponde tener en cuenta que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, en los autos in re “Góngora, Gabriel Arnaldo s/ causa nº 14.092”
(Recurso de Hecho, expte. G. 61. XLVIII, resuelto el 23/4/2013) entendió que la
interpretación que vincula los objetivos del artículo 7 Convención citada, con la
necesidad de establecer un "procedimiento legal, justo y eficaz para la mujer", que
incluya "un juicio oportuno" impone considerar que la adopción de alternativas distintas
a la definición del caso en la instancia del debate oral es improcedente. De acuerdo al
fallo de cita, la concesión de la suspensión del juicio a prueba frustraría la posibilidad de
dilucidar la existencia de hechos presuntamente constitutivos de violencia contra la
mujer, y por ende, la determinación de la responsabilidad de quien ha sido imputado; a
la vez que prescindir de la realización del debate oral y público contraría las
disposiciones de la mentada Convención en cuanto impone los deberes de prevenir,
investigar y sancionar hechos de estas características.
El tribunal oral dispuso la absolución por el delito de trata de personas agravado por
haber sido cometido por tres personas en forma organizada, en concurso ideal con la
facilitación de la permanencia ilegal de inmigrantes agravada. El Ministerio Público
Fiscal interpuso recurso de casación y fue rechazado por mayoría.
Debe afirmarse que, si bien el órgano jurisdiccional no está obligado con el resultado de
la pericia, para separarse del mismo deberá expresar explícita y razonadamente los
fundamentos de tal apartamiento. Ello es así como consecuencia directa del principio
de la debida fundamentación de toda resolución judicial; el disenso con el dictamen
técnico no puede ser antojadizo y arbitrario. El evento mencionado por la Cámara de
Apelaciones refiere a un hecho, que más allá de la realidad de su existencia, en nada
cambia el grado de verosimilitud de los dichos de la niña sobre los sucesos que habrían
menoscabado su integridad sexual y que fueron imputados al acusado. En efecto, fueron
los galenos del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, quienes de manera
coincidente concluyeron que en la niña no se hallaron indicadores de fabulación y que
de la batería de test que se efectuó, se encontraron síntomas de victimización sexual.
Vale mencionar al respecto que los informes médicos, psicológicos y psiquiátricos
tampoco fueron ponderados a la luz de las declaraciones testimoniales recabadas en la
causa, que también contribuyen a circunscribir los hechos denunciados. El derecho a ser
oído no constituye una mera formalidad en el proceso, sino que deben ser tomados en
cuenta al momento de decidir. La evolución operada en materia de violencia de género
es considerada violación de los Derechos Humanos, con jerarquía constitucional y/o
superior a las leyes internas, por esa razón el delito en análisis no puede ser soslayado y
como preceptúa el artículo 3 de la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer”, “Toda mujer tiene derecho a una vida libre de
violencia, tanto en el ámbito público como en el privado”. De no observarse, el Estado
Argentino incumpliría el derecho convencional y sería responsable ante la comunidad
internacional.
El referido accionar revela claramente una concepción del género femenino al que lejos
de respetar reconociéndole autonomía y libertad para construir las relaciones
interpersonales que desee, la objetiviza, agrediéndola, y la reduce a un estado
semejante al de una posesión; constituyendo, claramente, una actitud delictiva de
violencia de género. A partir de la calificación de un hecho como “violencia contra la
mujer” en los términos de la Convención de Belém do Pará, corresponde tener en cuenta
que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente “Góngora” entendió que
la interpretación que vincula los objetivos del artículo 7 Convención citada, con la
necesidad de establecer un "procedimiento legal, justo y eficaz para la mujer", que
incluya "un juicio oportuno", impone considerar que la adopción de alternativas
distintas a la definición del caso en la instancia del debate oral es improcedente. La
concesión de la suspensión del proceso a prueba al imputado frustraría la posibilidad de
dilucidar en aquél estadio procesal la existencia de hechos que prima facie han sido
calificados como de violencia contra la mujer, junto con la determinación de la
responsabilidad de quien ha sido imputado de cometerlos y de la sanción que, en su
caso, podría corresponderle. Prescindir de la sustanciación del debate implicaría
contrariar una de las obligaciones que asumió el Estado al aprobar la "Convención de
Belém do Pará" para cumplir con los deberes de prevenir, investigar y sancionar sucesos
como los aquí considerados.
La redacción del art. 76 bis del C.P. y del art. 5 del C.P.P.N. establece que el dictamen del
agente fiscal resulta, en principio, vinculante, sujeto al control jurisdiccional de logicidad
y fundamentación (art. 69 del C.P.P.N.), en base a las facultades que posee el mismo en
su carácter de titular del ejercicio de la acción pública. En el sub examine, la fiscal de
juicio motivó su dictamen negativo al amparo de la “Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer -Convención de Belém do
Pará-”. El Estado Argentino ha asumido el compromiso internacional de prevenir,
investigar y sancionar la violencia dirigida contra la mujer, en razón de su género;
previsiones legales que, en principio, se adecuan al sub iudice en razón de las
características concretas que revisten los hechos objeto de juzgamiento. Debe tenerse
presente lo establecido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re “Góngora”,
lineamientos que la parte recurrente no ha logrado rebatir.
TRATA DE PERSONAS. Agravado por haber sido cometido por tres o más
personas y por la pluralidad de víctimas en concurso ideal con explotación
económica de la prostitución. Arts. 145 bis incs. 2 y 3 y 127 del CP. Testimonio
víctima. Incorporación por lectura. Validez. Testigo de identidad reservada.
Validez. Competencia federal. Petición fraudulenta de beneficio migratorio.
Art. 118 de la ley 25.871. Funcionario policial. Cómplice necesario.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas doblemente agravado por
haber sido cometido por tres o más personas en forma organizada y por la pluralidad de
las víctimas en concurso ideal con el de explotación económica. Las defensas
interpusieron recursos de casación que fueron rechazados.
policial dentro de esta red delictiva, con una presencia activa en el lugar, estaba
destinado a fortalecer y aumentar la situación de vulnerabilidad de las víctimas y a
condicionarlas psicológicamente cada vez más.
El tribunal oral condenó por el delito de amenazas coactivas en concurso ideal con
lesiones. La defensa interpuso recurso de casación y se resolvió por mayoría hacer lugar.
asumido por la jueza de instrucción quien, ante el desacuerdo con lo postulado por el
fiscal, elevó en consulta el expediente al Fiscal General para que controlara el dictamen
desvinculatorio y emitiera una opinión objetiva sobre si correspondía confirmar el
temperamento desincriminante o promover la investigación de la infracción a la norma
denunciada, lo que efectivamente sucedió, y que eventualmente -tras una nueva
elevación en consulta al Fiscal General, derivó en la citación emanada del juez de
instrucción al imputado Sardal a prestar declaración indagatoria por uno de los tres
hechos investigados. A diferencia de lo resulto por el a quo, es válido el procedimiento
de consulta al Fiscal General articulado por el juez de instrucción como consecuencia del
dictamen desvinculatorio propiciado por el fiscal de instrucción.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por la pluralidad de
víctimas. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado.
abusador es la única alternativa real o aceptable de que dispone y que resulte razonable
que crea eso a la luz de su situación. Las declaraciones de las víctimas pudieron ser
controladas durante la instrucción por la defensa de los imputados, en tanto el juez
instructor notificó debidamente al defensor y, el tribunal a los fines de arribar a una
sentencia de condena tuvo en cuenta de manera conglobante todos los elementos de
prueba reunidos en autos. El razonamiento del órgano sentenciante manifiesta su
adscripción al principio de la sana crítica racional.
TRATA DE PERSONAS. Menores y mayores de edad. Arts. 145 bis y 145 ter
del CP. Facilitamiento de la permanencia ilegal de extranjeros. Absolución.
Falta de fundamentación. Nulidad.
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Art. 145 bis del CP.
Facilitación agravada de la permanencia ilegal de extranjeros. Arts. 117 y 120
de la ley 25.871. Violencia de género. Condena. Motivación.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayor de 18 años. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado.
El voto concurrente agregó que en relación el planteo referido a la calificación legal por
la cual el encausado fue condenado –art. 117 y 120 de la ley 25.871-, al allanarse el
domicilio se dio con mujeres extranjeras que ejercían la prostitución en forma habitual,
en situación de irregularidad migratoria lo que claramente configura el delito que se le
endilgó; siendo esto una circunstancia conocida por el acusado en tanto les exigía la
entrega de los documentos correspondientes y que ninguna de estas mujeres fueron
sometidas a revisaciones médicas ni poseían libretas sanitarias.
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación sexual. Art. 145 bis del CP.
Violencia de género. Vulnerabilidad. Condena. Motivación. Pena.
Fundamentación. Prisión de cumplimiento efectivo domiciliaria. Decomiso.
Constitucionalidad del art. 12 del CP.
El voto concurrente agregó que las connotaciones del caso no se ajustan a las situaciones
de excepción previstas por los arts. 10 del CP y 33 y siguientes de la ley 24.660, y tornan
inadecuada la medida y forma de cumplimiento de esa pena (prisión domiciliaria), sin
embargo, no corresponde avanzar al respecto en resguardo del debido proceso legal y
de la reformatio in pejus.
Suspensión de juicio a prueba concedida por juez de instrucción y revocada por Juzgado
Nacional de Ejecución Penal. Recurso de apelación interpuesto por la defensa oficial,
concedido por el juez de ejecución y declarado erróneamente concedido por la Sala VII
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad. La
defensa oficial interpuso recurso de casación, que denegado motivó la queja a la que se
hizo lugar. El recurso de casación fue rechazado.
más allá de las necesidades que el caso requiere, y se halla garantizada la doble
instancia.
La disidencia sostuvo que, si se investiga un hecho único que debe ser analizado en su
conjunto, independientemente de la calificación y de la participación que pudiere
corresponder, por lo que postuló declarar la competencia del Tribunal Oral en lo
Criminal Federal de Salta a fin de que prosiga con el trámite de la pesquisa y evalúe los
distintos tramos del hecho a tenor de lo prescripto en los arts. 145 bis y ter del C.P. (Ley
26.842) y concordantes.
El tribunal oral condenó por el delito de amenazas coactivas en concurso ideal con
lesiones. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: se advierte que las razones expuestas por el Fiscal de juicio para oponerse
a la suspensión del juicio a prueba en el sub lite no encuentran sustento en las
constancias de la causa, por lo que carece de fundamentación. En efecto, en cuanto al
posible cambio de calificación legal del hecho atribuido a Fernández, se advierte que el
Fiscal no postuló en concreto la aplicación alternativa de un encuadre típico específico
ni tampoco demostró que, en tal supuesto, pudiese resultar improcedente la concesión
del instituto legal bajo examen; por el contrario, el acusador efectuó una genérica
referencia a la posibilidad de arribar a una calificación legal distinta, sin brindar
fundamentos en sustento de su postura. Tampoco hizo referencia a las constancias
comprobadas de la causa que sustenten la aplicación de la “Convención Interamericana
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer” -“Convención de Belém
do Pará”- invocada por dicha parte como fundamento de su oposición a la suspensión
del juicio a prueba solicitada. No se advierte razonable la oposición del órgano
constitucionalmente encargado de promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad y de los intereses de la sociedad (artículo 120 de la C.N.), cuyo análisis no
abarcó la concurrencia en el caso de los requisitos de procedencia y admisibilidad del
instituto en cuestión, requeridos por la norma sino que, por el contrario, fundó su
oposición en su particular apreciación en cuanto a que podría corresponderle al hecho
juzgado una calificación legal distinta a la atribuida en el requerimiento de elevación a
juicio, sin aportar ningún elemento argumentativo concreto que autorice a concluir
como razonablemente fundada su oposición. La decisión cuestionada no constituye una
sentencia definitiva o equiparable, como tampoco concurre un supuesto de
arbitrariedad o cuestión federal que permita hacer excepción a aquella regla. En el caso
de autos se le imputa a Enrique Ángel Fernández el delito de robo en grado de tentativa,
previsto en el art. 164 del C.P, y que en la audiencia prevista por el art. 293 del C.P.P.N.
la fiscalía no prestó su conformidad para que se le conceda la suspensión del juicio a
prueba, ya que por las características del hecho consideró necesario realizar la audiencia
oral y pública para conocer la materialidad de lo ocurrido, la calificación y pena que
correspondiera imponer. Los fundamentos brindados por el representante del
Ministerio Público Fiscal a fin de dictaminar sobre la denegación de la probation fueron
las características del hecho que merecen, en su opinión, la realización de un debate oral
y público para poder establecer la materialidad de lo ocurrido, la pena y calificación a
imponer.
El tribunal oral condenó por el delito de reducción a la servidumbre en concurso real con
del delito de abuso sexual simple agravado por el aprovechamiento de la situación de
convivencia preexistente con a la víctima. La defensa interpuso recurso de casación, que
fue rechazado.
oportuna atención médica fue corroborada por testigos que dieron cuenta del
lamentable estado de salud con que llegó la menor al hospital, evidenciando falta de
nutrición y un avance crítico de la enfermedad que padecía. Para que el error de
prohibición excluya la culpabilidad, se requiere que el sujeto no haya tenido la
posibilidad de conocer la prohibición de la conducta y la desigualdad de trato con los
hijos de los imputados denota que éstos se representaban que las condiciones a las que
era sometida la niña no eran buenas. Debe considerarse configurado el abuso sexual si
los dichos de la víctima resultan convalidados por apreciaciones de terceros y
profesionales que la evaluaron.
El tribunal oral dispuso la absolución por delito de trata de personas mayores de 18 años
El Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación y se resolvió por mayoría hacer
lugar.
La disidencia consideró que existe un obstáculo de índole constitucional -ne bis in idem-
para permitir la realización de un segundo juicio por error judicial, lo cual impide
habilitar la vía intentada por el acusador público.
Fundamentos: Corresponde no hacer lugar a la queja interpuesta toda vez que el a quo
(cursiva) ha fundado la existencia de riesgos procesales que obstan a la excarcelación
solicitada en favor del imputado, aspecto que no fue rebatido con éxito por la defensa,
por lo que dicha parte no ha demostrado la existencia de un agravio federal que habilite
la vía impugnativa y en el caso se ha garantizado la “doble conformidad judicial”.
La disidencia se expidió por la admisibilidad del recurso de queja en tanto consideró que
a esta Cámara Federal de Casación Penal compete la intervención en cuestiones como
la aquí planteada, en la que la resolución recurrida resulta restrictiva de la libertad y
susceptible de ocasionar un perjuicio de imposible reparación ulterior, habiéndose
alegado la violación de garantías constitucionales y la arbitrariedad de sentencia.
figura de trata de personas (art. 145 ter CP), pudiendo aun concurrir con otras figuras
delictivas.
Cámara Federal de Apelaciones confirma decisión del juez de grado rechazando acción
de hábeas corpus efectuada por la Procuración Penitenciaria de la Nación y Defensoría
Oficial. Se hace lugar a los recursos de casación interpuestos, revocando la resolución
recurrida y ordena al ANSES que, en los casos en que correspondiere conforme la
normativa legal aplicable, otorgue los beneficios de la ley 24.714 al colectivo accionante.
-lugar que, según la acusación, funcionaba como una casa de tolerancia con la presencia
de mujeres que ejercerían la prostitución en condición de víctimas del delito de trata de
personas-, ya que lo resuelto no refleja un análisis integral del plexo probatorio
recopilado y omite evaluar en profundidad cuestiones planteadas por el acusador
público de relevancia para la solución del caso, razón por la cual se torna necesario
agotar la investigación, con la realización de las medidas tendientes a determinar con la
mayor precisión posible si los imputados hubieran podido conocer la actividad ilegal que
se habría llevado a cabo en el sospechoso local habilitado. La disidencia consideró que
lo decidido está suficientemente fundado, en tanto al momento de la firma de la
habilitación del local estaba vigente una ordenanza que permitía extender habilitaciones
para los rubros cabaret o whiskerías.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas menor de 18 años. La defensa
interpuso recurso de casación que se rechazó.
declarar, estuvieron asistidos por la defensa pública oficial desde el primer momento de
sus detenciones sin que la defensa logre demostrar ni se advierta lesión alguna al
derecho invocado. Se advierte que la defensa no ha logrado demostrar que, en la causa,
se haya obtenido prueba a partir de procedimientos cumplidos en violación a garantías
constitucionales por lo que, en función de la doctrina de la CSJN y el carácter restrictivo
de las nulidades corresponde rechazar la nulidad planteada. La prueba de cargo no ha
sido fundada únicamente en los testimonios vertidos durante la instrucción por la
víctima y su tío sino en diversos elementos de convicción que, durante el debate, la
defensa tuvo oportunidad de controlar. La figura de trata de personas por la que los
imputados resultaron condenados implica una cierta prolongación en el tiempo, por lo
que, para que dicha acción típica se configure, resulta necesario que el sujeto activo
albergue a la víctima, es decir que le proporcione un lugar para que resida de forma más
o menos estable. En consecuencia, desde el 30/4/08 (fecha en que entró en vigencia la
ley 26.364) hasta el 1/2/10 (fecha en la se logró hallar a la menor), se encontraba vigente
el delito por el cual fueron condenados. No se advierte en el fallo impugnado ningún
déficit de motivación o atisbo de arbitrariedad que lo descalifique como acto
jurisdiccional válido. Las críticas formuladas en cuanto a la deficitaria ponderación de los
testimonios señalados por la defensa que, a su juicio, permitiría arribar a una conclusión
diferente, se refieren a los dichos de los testigos cuyos relatos aparecen incompatibles
con las constancias ponderadas por los jueces. Cabe recordar que los jueces no se
encuentran obligados a ponderar toda y cada una de las pruebas reunidas en el debate,
sino que basta con relevar aquélla que aparece como conducente a la solución del caso.
En definitiva, las críticas esbozadas por la defensa no han logrado conmover la
fundamentación efectuada en el fallo impugnado respecto de la materialidad ilícita y la
participación de los imputados en el evento. La defensa tampoco ha logrado rebatir los
argumentos expuestos por el tribunal para afirmar, en el caso, el conocimiento de la
antijuridicidad de la conducta por parte de los imputados.
El tribunal oral dispuso la absolución por el delito de trata de personas menores de edad
agravado por haber sido cometido por tres personas en forma organizada. El Ministerio
Público Fiscal interpuso recurso de casación. Se hizo lugar.
El tribunal oral dictó condena por el delito previsto en el art. 17 -en función del art. 15-
de la ley 12331 y por los delitos previstos y penados por los arts. 125 bis y 145 ter. La
defensa particular interpuso recurso de casación. Se hizo lugar parcialmente,
únicamente en lo que hace a la pena.
Fundamento: Las decisiones concordantes del juez y la cámara a quo han valorado un
conjunto de recaudos legales que rigen la materia, que han formado la convicción de
que el procesado pueda entorpecer la investigación y presumir fundadamente la
posibilidad de un peligro de fuga, razonamiento que se encuentra razonablemente
fundado y acorde a los lineamientos del plenario “Díaz Bessone”. La cámara a quo fundó
la denegatoria de la excarcelación indicando que se ha reservado la identidad de
determinados testigos, cuya seguridad se vería seriamente comprometida en el caso de
que el nombrado recuperara su libertad. Nótese que los encargados de cuidar a la
víctima en el refugio en el que se dispuso su alojamiento, refirieron su temor al advertir
que los imputados sabían su residencia y la de su familia en el lugar.
El voto concurrente señaló que Samantha Brandariz Velazquez fue excarcelada en los
términos del artículo 317 inc. 5o del C.P.P.N y habida cuenta que se encuentra en
libertad, se torna inoficioso el pronunciamiento sobre el objeto de la presente
incidencia, por lo que debe declararse abstracto el tratamiento de la impugnación
venida en recurso.
Año 2016
El tribunal oral dictó condena por el delito de abuso con acceso carnal. La defensa
particular interpuso recurso de casación, el que fue rechazado.
razonada, y tampoco demuestra que la solución del caso adoptada contenga groseras
deficiencias lógicas de razonamiento, fundamentación o apartamiento normativo de las
reglas aplicables que impidan considerar que se está en presencia de una decisión
jurisdiccional válida, aspectos que no alcanza a acreditar.
La disidencia parcial sostuvo que la resolución de la Cámara a quo resulta acertada, por
cuanto la intervención o participación delictiva en los sucesos investigados de quienes a
la fecha de los hechos ejercían los cargos de Secretario de Gobierno y de Intendenta de
la localidad de General Acha, respectivamente, no ha podido ser acreditada con el grado
mínimo de certeza que la instancia por la que se encuentra tramitando el sumario
requiere.
Las disidencias parciales sostuvieron, por un lado, la validez constitucional del art. 12 CP
y, por otro, su declaración de inconstitucionalidad.
la ley 26.485. Es arbitraria por falta de fundamentación, la calificación del hecho como
homicidio preterintencional.
Sala: IV
Magistrados: Hornos, Gemignani y Borinsky.
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal, agravado por haber sido cometido
contra una menor de dieciocho años aprovechando la convivencia
preexistente. Abuso sexual gravemente ultrajante. Abuso sexual con acceso
carnal, en grado de tentativa, agravado por su comisión en perjuicio de un
menor de dieciocho años aprovechando la situación de convivencia
preexistente. Prescripción de la acción. Cómputo del plazo. Reforma
introducida por Ley 26.705. Víctimas menores. Estándar constitucional y
convencional. Convención de Belém do Pará. Convención sobre los Derechos
del Niño. Acceso a la justicia. Responsabilidad del Estado. Recurso de la
querella. Hacer lugar, casar y revocar.
Por otro lado, el voto concurrente afirmó que mediante la reforma operada al artículo
63 del Código Penal, por la ley 26.705 (B.O. 5/10/11) se estableció, en lo pertinente, que
“En los delitos previstos en los artículos 119, 120, 124, 125, 125 bis, 128, 129 –in fine-, y
130 – párrafos segundo y tercero- del Código Penal, cuando la víctima fuere menor de
edad la prescripción de la acción comenzará a correr desde la medianoche del día en que
éste haya alcanzado la mayoría de edad”. Posteriormente, dicha disposición fue
derogada, mediante el dictado de la ley Nº 27.206, promulgada el 9 de noviembre de
2015, que además incorporó al artículo 67 del C.P., lo siguiente: “En los delitos previstos
en los artículos 119, 120, 125, 125 bis, 128, 129 -in fine-,130 –párrafos segundo y tercero-
, 145 bis y 145 ter del C.P., se suspende la prescripción mientras la víctima sea menor de
edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia o
ratifique la formulada por sus representantes legales durante la minoría de edad”. Al
respecto, destacó que si bien la entrada en vigencia de las citadas leyes que condicionan
el comienzo de la prescripción de la acción penal en este tipo de delitos al momento en
que la víctima, ya siendo mayor de edad, formule por sí la denuncia o ratifique la
formulada por sus representantes legales durante su minoría de edad, ocurrió con
posterioridad al momento en que se agotó el plazo máximo de prescripción de doce de
doce años dispuesto por el artículo 62 del C.P., resulta fundamental considerar que, aún
para la época de los hechos delictivos que han sido materia de imputación en lo que a
este caso respecta, se encontraban ya vigentes los principios jurídicos fundamentales
que motivaron la reforma en la norma nacional pues el Estado Argentino ya había
adquirido, como Estado Parte, en convenciones internacionales de rango constitucional,
particularmente en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer (que entró en vigor el 03/05/95), el compromiso de actuar
con la debida diligencia y adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones,
políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, e incluir
El tribunal oral condenó por el delito de lesiones leves dolosas. La defensa pública oficial
interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
El tribunal oral condenó por el delito de Trata de Personas previsto y reprimido por el art.
145 bis del Código Penal. La defensa pública oficial interpuso recurso de casación que fue
rechazado.
El voto concurrente agregó que el aspecto sustancial subyacente e inherente del delito
de trata de personas abarca conductas que interfieren en el libre y voluntario ámbito de
determinación individual de las personas; es decir, aquella capacidad para decidir
libremente, con plena intención y voluntad sobre un plan de vida o desarrollo personal,
y que esta interferencia en la libertad del sujeto pasivo puede configurarse, aún sin una
restricción a la libertad física o, incluso, sin una afectación al contexto económico de la
víctima, pues basta con que el sujeto activo de alguna forma (que puede ser engaño,
amenaza, coacción, aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad, o cualquier otra)
restringa este ámbito de autodeterminación del sujeto pasivo, para configurar el delito
estudiado, asimismo, postuló la declaración de inconstitucionalidad del art. 12 CP.
Carátula: Ref. Denunciante persona identificada como Cármen Brand s/recurso de casación.
Causa n°: CFP 1402/2014/1/CFC1
Registro n°: 673/16
Resolución de fecha: 28/4/2016
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Hornos y Borinsky.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
con acceso carnal. La defensa pública oficial interpuso recurso de casación que fue
rechazado por mayoría.
partes del cuerpo, acordes con la actitud de dominación padecida seguido al testimonio
de la encargada de limpieza del edificio -quien describió el estado en que se encontraba
la víctima cuando egresó de la vivienda donde ocurrieron los hechos- sumados a la
existencia corroborada de las lesiones y las características de personalidad del
justiciable, constituyen un cuadro de situación suficiente, de indicios ciertos, precisos y
concordantes susceptibles de desvirtuar la crónica de los hechos relatada por el
imputado quien en la etapa de instrucción pretendió negar el encuentro con la
denunciante mientras que en el debate admitió el encuentro en su departamento
aseverando que no tuvo relaciones sexuales con ella.
La disidencia sostuvo que en virtud del principio de inocencia del que goza toda persona
a la que se dirige una imputación penal, la falta de certeza en el caso impone la aplicación
del principio in dubio pro reo y, por ende la absolución del imputado.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual,
agravado por engaño, abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas y por ser
menores de dieciocho años. Las defensas interpusieron recursos de casación que fueron
rechazados.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena por trata de personas con fines de
explotación sexual, en tanto la tacha de arbitrariedad que al respecto interponen las
defensas no pasa de ser un mero disenso con la valoración de la prueba efectuada por
el tribunal. La extrema situación de vulnerabilidad en la que se encontraba la víctima
resultó esencial en la maniobra llevada a cabo por los imputados, por cuanto ante las
necesidades económicas que atravesaba, la nombrada aceptó la propuesta laboral que
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por la pluralidad de
autores y víctimas, en concurso ideal con la figura en el art. 17 de la ley 12331. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado.
Fundamentos: El debate permitió tener por probado que cada una de las mujeres
víctimas fue objeto de captación mediante engaño, abusando de su condición de
vulnerabilidad, para resultar más tarde explotadas sexualmente según diferentes
circunstancias. Lo único relativamente valioso para la actividad defensista es que la
sentencia condenatoria recaiga sobre el mismo hecho que fue objeto de acusación, y
que tanto el imputado como su defensor pudieron tener presente, ya que si no ocurriere
de este modo se vulneraría la garantía de la defensa en juicio. El contenido de la
acusación dice de la competencia del tribunal y constituye la hipótesis fáctica que
suministra las bases del juicio, en cuyo ámbito tiene que desenvolverse la actividad de
los sujetos procesales, de suerte que el debate debe circunscribirse a los hechos en ella
incriminados, sobre los cuales, únicamente, es lícito fundamentar la sentencia. La
descripción fáctica de la imputación, no ha tenido ningún tipo de variación ni se presentó
ningún elemento sorpresivo que afecte la acusación y que haya sido desconocido por
los imputados, tal afectación no ha recaído sobre un supuesto fáctico, sino más bien, se
trató de una distinción de criterios en la aplicación del tipo penal aplicable, no abarcados
por el principio cuya vulneración se alega. Al no encontrar ninguna distinción en la
descripción fáctica que afecte el invocado principio de congruencia, a pesar de la
diferente calificación legal propiciada por el fiscal de juicio, debe rechazarse el agravio.
Siendo que el imputado se encontraría condenado en dos instancias, circunstancia que
le otorga a la imputación existente en su contra un mayor grado de verosimilitud con
relación a la concreta expectativa de pena y constituye una pauta objetiva que
demuestra y robustece la existencia de uno de los presupuestos que legitiman el
encarcelamiento preventivo pues permite presumir que, de obtener la libertad, el
imputado podría intentar darse a la fuga para evitar el cumplimiento de pena que pesa
sobre su persona, no resulta atendible el agravio deducido.
El tribunal oral condenó por el delito de amenazas coactivas. La defensa pública oficial
interpuso recurso de casación que fue rechazado.
a todo veredicto de condena, sin que las críticas que formula la defensa logren conmover
lo resuelto como acto jurisdiccional válido. Corresponde rechazar el planteo de la
defensa en cuanto sostiene que las amenazas proferidas por el encausado carecen de
entidad para ser subsumidas en el art. 149 bis 2 párrafo del CP, toda vez que resulta
evidente que el nombrado se acercó hasta el negocio donde trabajaba la víctima con la
inequívoca intención de coaccionarla con matarla a ella y a su pareja en caso de que ella
desacatara la orden de dejar a su pareja, con lo cual se incorporó una exigencia de
realizar o dejar de realizar algo contra la voluntad del sujeto pasivo, que desplaza la
amenaza simple (art. 149, primer párrafo del CP) al terreno de la coacción (segundo
párrafo de la misma figura legal). El proceder del imputado revela una concepción del
género femenino al que, lejos de respetar reconociéndole autonomía y libertad para
construir las relaciones interpersonales que desee, la objetiviza, la agrede y la reduce a
un estado semejante al de una posesión, por lo que constituye violencia de género.
Tampoco tendrá acogida favorable el agravio relativo a que la pena de prisión sea de
cumplimiento efectivo, toda vez que al momento en que el tribunal oral resolvió la
unificación, sí se presentaba un supuesto que habilitaba la unificación de penas entre la
dictada por el tribunal de a quo y la pena impuesta por el juzgado en lo correccional,
pues esta última no se encontraba vencida al momento en que el imputado cometió el
delito por el cual fue condenado en la causas del tribunal oral; y toda vez que la pena de
seis meses de prisión de cumplimiento efectivo impuesta por el juzgado en lo
correccional fue sustituida por trabajos comunitarios –los cuales al momento de la
unificación el imputado no había llevado a cabo- no existe obstáculo normativo para que
el tribunal oral procediera a su revocación.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal cometido en
perjuicio de una menor de dieciséis años, agravado por el uso de armas. La defensa
particular interpuso recurso de casación que fue rechazado.
El tribunal oral condenó por el delito previsto por el artículo 145 bis con las agravantes
previstas en los incisos 1, 2 y 6 del artículo 145 ter y párrafos penúltimo y último del
mismo artículo, todos del Código Penal. La defensa particular interpuso recurso de
casación que fue rechazado.
El juzgado correccional condenó por el delito de lesiones leves. La defensa pública oficial
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Lejos de desoír las peticiones de la defensa con relación a que se tuviera
en consideración la situación consignada en el informe médico al momento de
imponerse no sólo la sanción por el hecho aquí juzgado –respecto del cual se impuso el
mínimo legal previsto por la norma-, sino también en la unificación de la pena, se ha
contemplado especialmente la condición particular del imputado, de forma tal que se
vio reflejado en una pena ínfima teniendo en cuenta no sólo las características del
violento episodio estudiado, sino también que se trataba de la tercer sanción penal que
recibía por hechos similares, por lo cual la unificación de penas abarcaba tres condenas
diferentes. Lejos de parecerme excesivo el monto punitivo como lo sostiene la defensa,
lo advierto muy cercano al tope mínimo que podía imponerse, y sin intenciones de
excederme del marco del recurso o incurrir en una reformatio in pejus, ni siquiera
comparto que esta circunstancia deba tener que ser considerada como un motivo de
atenuación, menos aún como una circunstancia extraordinaria de atenuación.
El voto concurrente sostuvo que la defensa se limita a cuestionar el monto de pena única
fijada pero no rebate la argumentación expuesta por el a quo al respecto, la que, como
se viene diciendo, expresó los fundamentos por los cuales llegaba a la conclusión de que
ése era el monto de pena adecuado a derecho y a las circunstancias de la causa.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de persona menor de dieciocho años,
agravado por haber mediado engaño y aprovechamiento de una situación de
vulnerabilidad. La defensa particular interpuso recurso de casación que fue rechazado.
El juzgado correccional condenó por el delito de amenazas agravadas por haber sido
cometidas por armas, lesiones agravadas por el vínculo y resistencia a la autoridad. La
defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena ya que se tuvo por acreditado que
el imputado -quien se encontraba incorporado al régimen de salidas transitorias
cumpliendo una condena- concurrió al domicilio de la víctima, donde la sometió a una
serie de golpes que derivaron en las lesiones padecidas, asimismo, tomó un cuchillo con
el que la amenazó, a punto tal que requirió que el encargado del edificio o los vecinos
tuvieron que convocar al comando policial para que intervenga. El proceder del causante
revela una concepción del género femenino al que, lejos de respetar reconociéndole
autonomía y libertad para construir las relaciones interpersonales que desee, la
objetiviza, la agrede y la reduce a un estado semejante al de una posesión, actitud que
constituye claramente, violencia de género, la que ha sido especialmente tratada en la
Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la
mujer (Convención de Belém do Pará).
El voto concurrente agregó que los hechos de la causa se vinculan íntimamente con una
de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la
violencia de género.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
por el encargado de la guarda, reiterada — dos hechos- en concurso real con abuso
sexual mediante acceso carnal. La defensa pública oficial interpuso recurso de casación,
que fue rechazado.
Fundamentos: Toda vez que la recreación de los hechos efectuada en el fallo no exhibe
la nota de arbitrariedad que le atribuyó el recurrente. Existe arbitrariedad fáctica cuando
se resuelve contra o con prescindencia de las pruebas regularmente presentadas en el
juicio, o la resolución se funde en pruebas que no constan en el proceso. Sin embargo,
basta que se analicen sólo las pruebas estimadas conducentes para fundar las
conclusiones. De ahí que la omisión del examen de una prueba determinada no tiñe de
arbitrariedad al fallo, si éste contempla y decide las cuestiones planteadas y las resuelve
con elementos de juicio suficientes para fundarlo. No corresponde hacer lugar al planteo
respecto a la inobservancia del principio in dubio pro reo si existen elementos de cargo
que desestiman lo postulado por la defensa tal como lo entendió el tribunal de juicio, ya
que pudieron acreditarse los ataques sexuales llevados a cabo en el viaje a Resistencia,
como así también el efectuado en la habitación del imputado a la vuelta del mencionado
viaje a través de prueba testimonial. La pena se encuentra suficientemente motivada
pues los sentenciantes han explicado las razones objetivas y subjetivas que consideraron
relevantes de conformidad con las pautas establecidas por los arts. 40 y 41 del Código
Penal. Con relación al agravio de la defensa, consistente en que no podía considerarse
como agravante que la menor estuviera al cuidado del imputado porque tal
circunstancia ya se encontraba en el tipo penal agravado por el que fue condenado, no
asiste razón a la recurrente y la fundamentación efectuada por el a quo se encuentra al
amparo de la tacha de arbitrariedad alegada, ya que se dijo en el fallo que la condición
de hallarse al cuidado de la niña se encuentra considerada en la agravante, pero ello no
excluye que se tenga en especial consideración el modo en que se accedió a la custodia.
Uno de los votos concurrentes agregó que en virtud de la edad de la víctima, resulta
necesario evaluar lo actuado en esta causa bajo la óptica de los estándares
convencionales y lo preceptuado por la “Convención de los Derechos del Niño” y al estar
los hechos objeto de reproche encuadrados también en un supuesto de violencia de
género considerada como graves violaciones a los Derechos Humanos, con jerarquía
constitucional y lo superior a las leyes internas, el delito en análisis no puede ser
soslayado y como preceptúa el artículo 3 de la “Convención Interamericana para
El tribunal oral absolvió a los encartados por el delito de trata de personas. El Ministerio
Público Fiscal interpuso recurso de casación. Se resolvió hacer lugar.
Condena por el delito de abuso sexual agravado por su comisión con acceso carnal e
intimidación con uso de arma de fuego. La defensa interpuso recurso de casación que
fue rechazado.
El voto concurrente sostuvo que los hechos de autos se vinculan íntimamente con una
de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humans, cual es la
violencia de género.
Condena por el delito de abuso sexual (respecto de una menor de trece años y mediando
intimidación) agravado por haber sido cometido en aprovechamiento de la situación de
convivencia preexistente con una menor de dieciocho años – reiterado- a la pena de tres
años y nueve meses de prisión (arts. 29, inc. 3º, 45 y 119, primer y último párrafo, en
función del inc. f del Código Penal). La defensa interpuso recurso de casación, el que fue
rechazado.
El voto concurrente sostuvo que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas y que, en virtud de la edad de la víctima resulta
necesario evaluar lo actuado en esta causa bajo la óptica de los estándares
convencionales y lo preceptuado por la Convención de los Derechos del Niño. Además,
los hechos objeto de reproche están encuadrados en un supuesto de violencia de
género.
Fundamentos: Tal como señala el recurrente resulta prematura la decisión adoptada por
el a quo pues, el estado incipiente de la investigación no autoriza por el momento, a
definir la real entidad de los hechos que han comenzado recién a ser investigados. No
se puede entonces, por el momento, desechar la competencia federal, en razón a las
maniobras delictivas que podrían dilucidarse con el avance posterior de la investigación.
Máxime teniendo en cuenta la posibilidad de que se esté en presencia de víctimas en
estado de vulnerabilidad que podrían estar siendo sexualmente explotadas. En efecto la
declinatoria de competencia confirmada por la Cámara Federal de Apelaciones de
Capital Federal resulta al menos prematura, y la resolución recurrida en cuanto declara
la incompetencia material de la jurisdicción federal, debe ser revocada, debiendo
quedar la investigación, por el momento, en la órbita del fuero de excepción. La postura
que se propone es la que mejor se adecua a una mejor y más eficaz administración de
justicia y protección de los intereses del Estado a la luz de los principios y parámetros
establecidos en el Protocolo para Prevenir, Reprimir, Combatir y Sancionar el Delito de
Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños, que complementa la Convención de
El voto concurrente sostuvo que los hechos de autos se vinculan íntimamente con una
de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la
violencia de género.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravada (arts. 145 bis y ter
inc. 4 y segundo párrafo del Código Penal), como cometido entre los meses de mayo de
2013 y septiembre de 2014, en la localidad de Coronel Dorrego, provincia de Buenos
Aires, en concurso material con el delito de facilitación de la permanencia ilegal de
extranjeros en el territorio de la República Argentina con el fin de obtener un beneficio
(art. 117 de la ley 25.871). La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
El voto concurrente recordó que –a partir de la reforma por ley 26.842- se reconoció
que el consentimiento de la víctima para ser explotada no tendrá efectos jurídicos.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravada (arts. 145 bis y ter
inc. 4 y segundo párrafo del Código Penal), como cometido entre los meses de mayo de
2013 y septiembre de 2014, en la localidad de Coronel Dorrego, provincia de Buenos
Aires, en concurso material con el delito de facilitación de la permanencia ilegal de
extranjeros en el territorio de la República Argentina con el fin de obtener un beneficio
(art. 117 de la ley 25.871). La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
relaciones sexuales para lograr un lucro indebido, es por ello que la entregó a tres
personas que abusaron de ella, logrando para sí un rédito económico. La veracidad del
relato de la víctima fue apreciada en los peritajes psicológicos efectuados, y ratificada
por los testimonios prestados, sin que resulte creíble la declaración prestada por quien
manifestó a la madre de la víctima que ella había sufrido una situación semejante por
parte de la imputada y luego se desdijo. No se observa una violación al derecho de
defensa en juicio toda vez que la defensa conoció el contenido de los informes, supo
que se iban a utilizar como medio de prueba y expresamente consintió su incorporación.
Las conductas desplegadas consumaron el delito, porque fueron hechos que
objetivamente afectaron la libertad de autodeterminación y la dignidad de la víctima
menor; no sólo por los golpes proferidos y las amenazas sino además por haber
facilitado la violación de la víctima, todo ello, como mecanismo tendiente a doblegar su
voluntad.
El voto concurrente agregó que si bien es cierto que en el país se desarrollan políticas
públicas para al castigo y represión de este tipo delictivo, no lo es menos que el
problema de la trata de personas debe ser abordado en todas sus modalidades, sea
explotación sexual, trabajo esclavo e indocumentado, y otros, porque constituyen un
flagelo que debe ser erradicado y sancionado, atento que vulnera la dignidad de la
persona humana y el principio de igualdad, conforme los arts. 16 y 75 inc. 22 CN.
abuso sexual, pues si bien el interno cumple con el requisito temporal exigido para su
concesión (cfr. inc. b) del art. 34 del decreto 396/99 y art. 17, inc. I. a), ley 24.660), aún
no cuenta con concepto favorable por parte de la autoridad de aplicación sobre el efecto
beneficioso que le podrían causar las salidas transitorias (art. 17, inc. IV, ley 24.660), ya
que se encontraba en la Segunda Fase del Programa C.A.S., lo que implicaba una
evolución en el tratamiento, pero no el alcance completo de los objetivos que propone,
y el fiscal dictaminó desfavorablemente respecto de la solicitud, en el entendimiento
de que el interno no había logrado incorporar adecuadamente las técnicas de
autocontrol que caracterizan al último estadio y, por ende, no había cumplido todavía
con el requisito principal que permitía su incorporación al régimen de salidas
transitorias.
en los incs. 1 y 3 de la figura penal básica (art. 145 ter CP) incurriendo en exceso de
jurisdicción.
Fundamentos: El fallo tuvo por probado que el encausado les proporcionó a cinco
mujeres extranjeras mayores de dieciocho años, de escasa educación y apremiadas por
su situación económica/familiar, de un lugar para residir de manera estable y creando
un ambiente propicio con el fin de explotarlas sexualmente. Convivían con el nombrado
en el lugar que alquilaba, además de cubrirles los gastos de alimentación y traslado al
local nocturno que regenteaba. Constituyeron la prueba, las investigaciones
preliminares realizadas por la fiscalía a causa de la presentación del personal de la
Dirección Nacional de Migraciones y de las tareas de vigilancia efectuadas en el
domicilio. A raíz de ello se allanó el local y la vivienda, donde se encontraron objetos
varios – libretas sanitarias, preservativos, comprobantes de giros de dinero, cuentas
discriminadas por día, entre otros-; las versiones de las mujeres que estaban en el local
el día del allanamiento; la situación de vulnerabilidad descriptas por una licenciada en
la materia; las declaraciones de las víctimas y los testigos; que dan fe de la actividad
delictual. Por lo demás, es incorrecto recurrir al supuesto consentimiento de las víctimas
de trata -por las características especiales y particulares que presentan- como causal de
atipicidad.
la aplicación a este caso de la absolución en virtud del mentado principio toda vez que
el tribunal ha llegado a la sentencia de condena con la certeza requerida para esa
conclusión y la solicitud de la defensa se apoya en un cercenamiento del material
probatorio que da base a un juicio meramente subjetivo, apartado de las constancias de
la causa. El aspecto subjetivo de los delitos de amenazas y coacciones se encuentra
satisfecho al sostener el tribunal que la entidad vulnerante y capacidad de intimidación
de las frases amenazantes proferidas para afectar el ámbito de determinación de la
víctima, se encuentran más que avaladas en el contexto de maltratos físicos y
psicológicos reiterados del que la víctima era objeto por parte de su pareja, el aquí
imputado. Corresponde rechazar el agravio relativo a la aplicación del art. 34 inc. 6 del
CP, toda vez que, conforme surge de los elementos de cargo, el imputado blandía un
cuchillo, que clavó en zonas vitales de la víctima, poniendo en peligro cierto su vida, le
perforó la pleura, para luego intentar clavarle nuevamente el cuchillo en la misma zona
vital, haciéndolo parcialmente por la resistencia de la víctima que le sostenía el brazo,
dejando igualmente los rastros de los puntazos, lo que evidencia claramente su
intención homicida. Corresponde rechazar el agravio relacionado con la inimputabilidad
del imputado a tenor de lo dispuesto por el art. 34 inc. 1 del CP toda vez que en la
sentencia se tuvo en cuenta las manifestaciones de los peritos psicólogos y psiquiatras
concluyendo que con relación al posible consumo de drogas al acontecer los hechos
imputados, que no se trata de una descompensación la que tuvo el imputado, no es una
disfunción provocada por el consumo de drogas sino que su conducta es parte de su
personalidad y del trastorno antisocial que presenta. La individualización de la pena se
encuentra ajustada al contenido ilícito de los hechos atribuidos y el monto seleccionado
se encuentra dentro de los límites previstos por los arts. 79 –en función del 42-, 89, 119
tercer párrafo, 142 inc. 1º, 149 bis 1º y 2º párrafo, 149 ter inc. 1º, 162, 183 y 239 del CP,
por lo que fuera condenado, conforme establecen las reglas concursales aplicables.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas menor de 13 años, agravado
por el estado de vulnerabilidad de la víctima y engaño. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado.
10 años) se condice con la conducta por ellos desplegada y satisfizo los requisitos
previstos en los artículos 40, 41 del Código Penal; 123 y 404 inciso 2o de nuestro
ordenamiento ritual, que obstan a su descalificación como acto judicial válido.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación
laboral agravado. La defensa particular interpuso recurso de casación que fue
rechazado.
Uno de los votos concurrentes señaló que el problema de la trata de personas debe ser
abordado en todas sus modalidades, sea explotación sexual, trabajo esclavo e
indocumentado, y otros, porque constituyen un flagelo que debe ser erradicado y
El otro voto concurrente agregó que tal es la entidad asignada al bien jurídico tutelado,
que a partir de la reforma por ley 26.842 se reconoció que el consentimiento de la
víctima para ser explotado no tendrá efectos jurídicos, por cuanto, se encuentra
implícito en la naturaleza del bien jurídico tutelado (libertad) que no es posible otorgar
consenso para ser considerado un objeto o una cosa y formar parte del mercado de
bienes y servicios, se trata de la esencia de lo humano, cuya propia explotación no puede
ser consentida por el sujeto sin afectación de la condición de persona, de su libertad
como bien que le es inherente.
El tribunal oral condenó por el delito de homicidio agravado por haber sido cometido
contra una persona con la que mantenía una relación de pareja y de convivencia y con
alevosía. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Tal como se tuvo por acreditado, fue el encartado quien la atacó
ilegítimamente hasta lograr su muerte, para lo cual procuró estar a solas con ella, trabó
la puerta (valiéndose del respaldo de la cama, tablones y otros objetos) y la encerró en
su casa para impedirle que se escape o que reciba auxilio de terceros, en dicha
oportunidad le asestó cuarenta y tres puñaladas que le produjeron la muerte, sin que
obste el pseudo argumento defensista relativo a la mayor fuerza física de la víctima a
raíz de su contextura, pues en las particulares circunstancias del caso no resulta un factor
a considerar a los fines de predicar la existencia de un comportamiento justificado. La
conducta llevada a cabo por el imputado contra la damnificada y el contexto fáctico en
el que se inscribió su accionar trasuntan una peculiar concepción del género femenino
El voto concurrente agregó que, con el advenimiento del paradigma de los derechos
humanos, el tema de la violencia de género no puede ser una cuestión reservada a la
jurisdicción interna de los Estados, sino que debe entenderse que cuando un país ratifica
un tratado es para su efectivo cumplimiento y tal acto le impone un compromiso ante
la comunidad internacional.
La disidencia sostuvo “…la invocación del bien jurídico protegido para determinar la
legitimación procesal activa no resulta una pauta definitoria, puesto que no se ha
excluido la protección subsidiaria de otros bienes garantidos, siempre que derive
perjuicio directo y real, quien lo sufre se encuentra para ejercer el rol de querellante…’
(cfr. D´ALBORA ob. cit., Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2005, 7ª edición, pág. 201). En
orden al caso puntual que nos convoca, entiendo que el hecho “prima facie” investigado,
no evidencia ese interés directo que la norma exige”.
Fundamentos: Encuadran en las previsiones del art. 149 bis, segundo párrafo, CP, las
frases amenazantes proferidas por el imputado a su exesposa, en un contexto de
violencia y agresión, exigiéndole hacer algo contra su voluntad, ya que han tenido por
finalidad crear un efecto intimidatorio y de temor en ella, procurando de esta manera
coartar su libertad psíquica, revistiendo las manifestaciones vertidas el carácter de serias
e idóneas para doblegar su voluntad. Lo resuelto se enmarca dentro de los compromisos
internacionales asumidos por el Estado Argentino con relación a los casos de violencia
dirigidos a la mujer, puesto que nuestro país a través de la Ley 24.632, aprobó los
postulados de dicha convención, que busca prevenir, sancionar y erradicar la violencia
de género.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de persona agravado. La defensa pública
oficial interpuso recurso de casación que fue rechazado.
Los votos concurrentes agregaron, por un lado, que la fijación del monto de la pena,
mientras el tipo y la escala hayan sido respetados, es una tarea que se encuentra dentro
de los poderes discrecionales del Tribunal de juicio y por ello no puede ser atacada por
la vía intentada, salvo evidente arbitrariedad que en el caso no se aprecia, y por el otro,
que el actuar doloso del enjuiciado, aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima y
la condición de funcionario público del autor, configura la acción típica prevista por el
art. 145 ter, cincs. 1 y 2 del CP.
El tribunal oral declaró la nulidad del inicio de las actuaciones y todos los actos procesales
consecuentes y absolvió a los imputados por el delito de abuso sexual agravado por
acceso carnal y por haber sido cometido por dos personas. El Fiscal interpuso recurso de
casación. Por mayoría se resolvió hacer lugar al recurso fiscal.
El voto concurrente agregó que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas, y en esa dirección, la investigación de los
hechos denunciados es una obligación indeclinable del Estado Argentino, de
conformidad con las normas constitucionales y convencionales y las responsabilidades
eventuales en que podría incurrirse ante su omisión, y que el hecho denunciado en la
causa se vincula íntimamente con una de las temáticas más preocupantes del universo
de los derechos humanos, cual es la violencia de género.
Condena por lesiones graves con alevosía. La defensa argumenta que la pena impuesta
es excesiva. El recurso es rechazado.
Fundamentos: Está debidamente fundada la sentencia en crisis, toda vez que en forma
circunstanciada se ha descripto el accionar que le cupo al encausado en el hecho que se
le imputa, asentándose el fallo condenatorio en una multiplicidad de elementos
cargosos, y no habiendo la defensa ha aportado al debate elementos a fin de demostrar
que los hechos acontecieron de otra manera, y a la vez que desvirtúe la convicción
elaborada por el tribunal a partir de las probanzas obrantes en la causa. La alevosía se
configura cuando los medios, modos o formas en la ejecución del hecho tiendan directa
y especialmente a asegurar el fin ilícito sin riesgo para el autor, en el caso, se dan tanto
el estado de indefensión (aspecto objetivo), como el ánimo subjetivo de aprovecharse
El tribunal oral denegó la suspensión del juicio a prueba. La defensa interpuso recurso de
casación que fue rechazado.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayores de 18 años con fines
de explotación sexual. Las defensas interpusieron recursos de casación. Se resolvió hacer
lugar parcialmente, en lo que hace al monto de la pena y la calidad de partícipe.
La disidencia sostuvo que lo resuelto vulnera el derecho que asiste a los encartados de
recurrir los autos procesales importantes.
El tribunal oral condenó por el delito de privación ilegal de la libertad por sustracción y
retención con el fin de obligar a hacer, no hacer o tolerar algo contra la voluntad,
doblemente agravado por haber logrado el autor su propósito y por ser las victimas
menores de dieciocho años, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante,
reiterado, triplemente agravado por haber sido cometido por dos o más personas, por el
uso de arma impropia y por tener la víctima menos de dieciocho años. La defensa pública
oficial interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
a través de la Cámara Gesell y las partes pueden controlar el acto. Está debidamente
fundada la condena si se valoraron los testimonios del padre de las víctimas, del
funcionario policial interviniente, de un testigo, asimismo, se meritó la incorporación al
debate de un martillo de metal –con el que golpeaban a los niños-, una bolsa con tubos
de plástico correspondientes a dos hisopados y ropa interior infantil, informes de la
Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Sexual, de la División Apoyo
Tecnológico de la Policía Federal, historia clínica del Hospital Pirovano, peritajes médicos
y psicológicos. La circunstancia de ostentar la menor el carácter de testigo único del
suceso -y a la postre, damnificada-, en ningún modo debilita per se su deposición,
máxime si encontró respaldo en los exámenes médicos. Se configura la privación ilegal
de la libertad si los menores fueron, por lo menos, retenidos ilegalmente por el
procesado y su compañera, sin que pueda prosperar la excusa ensayada por la defensa,
en el sentido de que los niños le fueron entregados por la madre para su custodia, ya
que, si la madre los abandonó en aquel lugar, ello no autorizaba a los encartados a
apoderarse de ellos, lo que constituye una sustracción, en los términos del art. 142 bis
CP. La finalidad requerida por el art. 142 bis CP, segundo párrafo, inc. 1° quedó probada
en tanto los menores fueron retenidos por el imputado, incluso fueron “atados” en
algún sector de una plaza, y conforme refirieron los niños, fueron obligados a pedir
limosna para él y para su mujer, y una de las niñas, sometida en su integridad sexual,
todo ello en contra de su voluntad, bajo amenazas y en aprovechamiento de la especial
situación de inferioridad y vulnerabilidad intrínseca en niños. Debe descartarse la
existencia de un error de prohibición pues no existen pruebas en el expediente que
sustenten tal postura y sostenerla respecto de los hechos realizados, resulta un absurdo
contrario a las más elementales reglas normativas, sociales y culturales. La pena única
de veintisiete años de prisión impuesta al recurrente no resulta contraria a derecho pues
ella encuentra fundamento jurídico en la agravante genérica introducida en virtud de la
sanción de la ley 23.077 que establece que: “El máximo de la pena establecida para
cualquier delito será aumentada en un medio cuando la acción contribuya a poner en
peligro la vigencia de la Constitución Nacional”. No es posible concebir un derecho penal
moderno sin contemplar los derechos de las víctimas.
El tribunal oral declaró la nulidad del procedimiento policial y dictó la absolución por el
delito de trata de personas mayores de edad con fines de explotación sexual con
aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad, bajo amenazas y violencia. El
Ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación. Se resolvió hacer lugar.
La disidencia expresó que no correspondía hacer lugar al planteo del señor fiscal de
revocar la nulidad del acta de secuestro y tener por válido al cuaderno como prueba,
pues de proceder de esta manera, esta alzada estaría incurriendo en el mismo exceso
ritual manifiesto que el recurrente le achaca al a quo pues la información que allí se
consignó carece de relevancia para la dilucidación del caso concreto bajo análisis; como
tampoco a los planteos del recurrente respecto a la falta de fundamentación o
contradicción de la resolución recurrida, toda vez que la tarea de explicitar
correctamente los fundamentos del temperamento adoptado ha sido cumplimentada
por los sentenciantes y los agravios esgrimidos por el recurrente están dirigidos a
cuestionar la valoración y el alcance que el a quo le dio a los testimonios, circunstancias
que resultan ajenas a la órbita de análisis de este tribunal.
El tribunal oral condenó por los delitos de trata de personas con relación a LIMP, y Trata
de Personas menores de dieciocho años (art. 145 ter del Código Penal) con relación a
A.V.S. y M.B.C., dos hechos, agravados por haberse cometido mediante abuso de una
situación de vulnerabilidad y por haber actuado tres (3) o más personas en forma
organizada para cometerlos (incisos 1 y 3 de dicho artículo) en ambos casos, y autor del
delito de abuso sexual previsto en el artículo 119, párrafo primero, en perjuicio de M.B.C.
y de A.V.S, en este último caso con la agravante prevista en el párrafo tercero, del Código
Penal, todos ellos en concurso real entre sí. La defensa interpuso recurso de casación que
fue rechazado.
fueron valorados. En ese orden, y dado que gran parte de la prueba fue producida frente
al a quo, solamente procedería declarar la nulidad reclamada por la defensa en los casos
en que se demuestre que la ausencia de las testigos cuya declaración se incorporó por
lectura haya producido una concreta afectación al derecho de defensa. El órgano de
juicio contó con pruebas suficientes para pronunciar la sentencia condenatoria. Los
elementos probatorios no fueron considerados en la sentencia en forma aislada, sino
que forman parte de un complejo entramado, donde el resultado final se construye a
partir de una visión de conjunto, con una adecuada correlación de los testimonios oídos
en juicio y aquellos incorporados por lectura en forma regular.
La disidencia sostuvo que en este tipo de procesos se deben extremar los recaudos
necesarios para garantizar, por un lado, la eficacia del trámite y, por otro, los derechos
y garantías de los imputados sometidos al proceso penal. En el caso, era tarea del fiscal
encargarse que las víctimas comparecieran al debate.
Carátula: N.N. s/infracción Art. 145 bis conforme ley 26.842, infracción Ley 23.737
Causa n°: FSM 968/2014/2/CFC1
Registro n°: 1889/16
Resolución de fecha: 17/10/2016.
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Hornos y Borinsky.
El tribunal oral condenó por el delito de lesiones leves. El defensor público oficial
interpuso recurso de casación, el que fue rechazado.
El tribunal oral condenó por el delito de reducción a la servidumbre en concurso real con
el delito de abuso sexual agravado por haber sido con acceso carnal y por una persona
conviviente en perjuicio de un menor de dieciocho años reiterado en ocho oportunidades
–las cuales concurren realmente entre sí-. La defensa pública oficial interpuso recurso de
casación que fue rechazado.
las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos, así como también las condiciones de vulnerabilidad de las presuntas víctimas
referenciadas en dicho informe y el probable aprovechamiento de ello por los
imputados en estas actuaciones. El sobreseimiento impugnado resulta prematuro toda
vez que falta realizar diligencias probatorias dirimentes reclamadas por el acusador
público vinculadas con recibir declaración testimonial a las psicólogas que
confeccionaron el informe, medidas de inteligencia solicitadas respecto de las víctimas
y el inmueble allanado, y las circunstancias de ingreso al país de las víctimas extranjeras,
habida cuenta de la posibilidad de ampliar la instrucción y de enriquecer el plexo
probatorio reunido hasta el presente, a los fines de dilucidar los extremos señalados y
con ellos resolver con el grado de certeza requerido en esta etapa. No es posible
concebir un derecho penal moderno sin contemplar los derechos de las víctimas.
el impugnante logren demostrar la arbitrariedad invocada (arts. 123, 398, 404, inc. 2 y
471 –todos a contrario sensu- del C.P.P.N.). Uno de los votos concurrentes agregó, en
punto a alegación de la defensa referida a la voluntariedad de alguna de las mujeres que
eran sometidas a la prostitución, que se encuentra implícito en la naturaleza de los
bienes jurídicos tutelados (libertad y dignidad), que no es posible otorgar consenso para
ser considerado un sujeto de derecho como un objeto o una cosa y formar parte de la
disposición de su cuerpo como bienes y servicios del mercado: que no resultaba resulta
un dato menor la edad de algunas de las víctimas de los hechos aquí investigados,
respecto de quienes al resultar menores, en autos se han dirigido las normas de especial
protección de sus derechos, de acuerdo a los estándares convencionales y lo
preceptuado por la “Convención de los Derechos del Niño” -CDN-, con jerarquía
constitucional a partir del año 1994 según el artículo 75 inciso 22; y que el caso en
análisis constituye una violación a los derechos de género. El otro voto concurrente
expresó que sin perjuicio de sostener la inconstitucionalidad del artículo 12 del Código
Penal, dicho temperamento no puede adoptarse en el caso, toda vez que uno los hechos
aquí investigados ha sido cometido en perjuicio de una mujer menor de edad, razón por
la cual, en este caso puntual, el eventual análisis sobre la cuestión constitucional habrá
de dilucidarse con la debida sustanciación legal, y salvaguardando el derecho de las
personas afectadas a ser escuchadas y en respeto al Interés Superior del Niño (arts. 75,
inc. 22 de la C.N.; 3.1 y cc. de la C.D.N, con la intervención del Ministerio Público Pupilar
a tales efectos.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante. La defensa
pública oficial interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
Fundamentos: Cuando la sentencia ostenta defectos que la descalifican como tal –por
ejemplo, arbitrariedad–, no está amparada por los principios procesales de preclusión y
progresividad, y corresponde su revocación, por lo que no puede considerarse que la
causa es juzgada dos veces en violación al principio del non bis in idem, ya que no se
trata de un nuevo juicio sino de una fase dentro del mismo proceso, conectada a través
del procedimiento impugnativo. Debe rechazarse el planteo de nulidad si en la sentencia
se expuso en forma detallada el contenido de los dichos proferidos por los testigos, la
recurrente no indica que lo allí transcripto no se corresponda con lo dicho por los
referidos testigos, o que se haya omitido reproducir algún tramo que, por su relevancia,
hubiera sido necesario asentar, sin que en ningún momento hubiera solicitado al
presidente del tribunal que deje asentado algún tramo o referencia señalada por los
referidos testigos. Para que exista una verdadera revisión del fallo ante el juez o tribunal
superior, pues es necesario otorgarle al instituto casatorio -como etapa del proceso
penal- el carácter de recurso eficaz que garantice suficientemente al imputado el
examen integral del fallo condenatorio. Está debidamente fundada la condena por
abuso sexual que se fundamentó en los dichos de la víctima –inalterados durante todo
el curso del proceso-, el testimonio de los testigos y policías intervinientes y en las
conclusiones de los profesionales –psicólogos y psiquiatras- que la entrevistaron luego
del ataque que sufrió por parte del médico que la asistió a raíz del pedido realizado por
la víctima al servicio de emergencias para que se le extendiera un certificado médico
que justificara su ausencia al trabajo a raíz del dolor abdominal que sufría,
paralelamente, el a quo consideró que los dichos proferidos por el imputado resultaron
contradictorios, confusos y que algunos tramos fueron desmentidos por circunstancias
objetivas. Las conductas que el imputado desplegó durante la materialización del delito
-cunnilingus, e introducción de los dedos en la vagina y el ano de la víctima-, permiten
Fundamentos: Corresponde rechazar el recurso deducido por la defensa toda vez que el
Tribunal ha explicado correctamente las razones por las cuales arribó a la pena única
impuesta, valorando correctamente las atenuantes y las agravantes del caso, así, luego
de explicar las razones por las cuales procedía unificar -la existencia de las condenas
antes expuestas- estimó que los injustos de autoría penalmente responsable del
encausado se inscriben en un mismo segmento delictivo de graves delitos abarcados en
el concepto más contra la fundamentación de la pena impuesta amplio de violencia de
género o contra la mujer, cuya prevención, sanción y erradicación es política sostenida
y consolidada desde hace casi dos décadas y asumida por los tres poderes del Estado.
El tribunal oral condenó por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada en
seis oportunidades en concurso real con lesiones leves en concurso material con
El voto concurrente destacó que el tribunal sostuvo que la sanción individualizada tenía
en cuenta la naturaleza, modalidades y consecuencias de las acciones delictivas
emprendidas por el imputado, que fueron dirigidas contra mujeres, que se encontraban
en estado de indefensión atento la relación sentimental que habían mantenido con el
nombrado, donde se desplegó violencia física y psíquica, fundamentos suficientes
atento las particulares características de los hechos juzgados a fin de fundar la
modalidad de cumplimiento de la pena impuesta.
auto de procesamiento, los extremos fácticos del artículo 145 bis del Código Penal. Así,
no se encuentra controvertido en autos que el imputado trasladó o financió el trasladó
de aproximadamente 30 personas, 10 de las cuales serían menores de entre 13 y 17
años, y que todas ellas se alojarían en una vivienda que no cumplía con las condiciones
mínimas de higiene y salubridad para albergar a tantas personas; y que la actividad
laboral consistía en vender artesanías en la playa mediante el impulso de un carro (entre
8 y 13 horas diarias) sin descanso, feriados, o días francos pre pactados (el costo del
descanso era, por lo menos, la pérdida de la ganancia diaria). La gran cantidad de gente
albergada en una misma casa y que trabajaba para el imputado (aproximadamente 30
personas), su juventud (como premisa básica para poder tolerar las condiciones
laborales), y el trabajo sin descanso, son elementos que deben valorarse a los efectos
de la configuración típica, toda vez que son características de una modalidad laboral que
evidencia la finalidad lucrativa y de explotación que guió al imputado en su conducta. La
situación de vulnerabilidad se encuentra acreditada pues todas las víctimas presentaron
indicadores de vulnerabilidad vinculados con aspectos económicos y sociales: poca
instrucción, necesidades básicas del grupo familiar insatisfechas, etc. En virtud de la
actual redacción del tipo penal de trata de personas, el consentimiento de la víctima
para ser explotado, no tendrá efectos jurídicos, por cuanto, y esto es lo sustancial con
relación a supuestos como el que nos ocupa, se encuentra implícito en la naturaleza del
bien jurídico tutelado (libertad) que no es posible otorgar consenso para ser explotado.
El tribunal oral ordenó la absolución en orden al delito previsto y reprimido por el art.
145 bis inc. 3 del CP. Contra esa decisión interpuso recurso de casación el Ministerio
Público Fiscal. Se hizo lugar.
El tribunal oral ordenó condenar por el delito de “Trata de Personas con fines de
explotación sexual agravada, de una mayor de 18 años abusando de la situación de
vulnerabilidad y por ser cometido por tres personas en forma organizada” en concurso
real con “Trata de Personas con fines de explotación sexual agravada, de una menor de
18 años abusando de la situación de vulnerabilidad y por ser cometido por tres personas
en forma organizada” (arts. 45, 145 bis inc. 2° y 145 ter incs. 1° y 3° del C.P.). Las defensas
interpusieron recursos de casación. Se resolvió hacer lugar parcialmente y, en
consecuencia modificar parcialmente el título de imputación discernido, suprimiendo de
la calificación legal escogida por el a quo para el caso de la trata de la menor, la
agravante prevista en el inc. 3 del art. 145 ter del C.P (ley 26.364).
que deben regir los casos como el de autos, a fin de evitar que se profundicen los daños
psíquicos ya sufridos por las víctimas. En este sentido, debe considerarse que la
exposición a reiteradas declaraciones y sobre todo durante un juicio oral y público ante
la presencia de quienes las han explotado sexualmente causa una profunda conmoción
en sus psiquis, configurando una nueva victimización. Las testimoniales de las víctimas
y el resto de las declaraciones incorporadas por lectura contaron con el suficiente
control por parte de las defensas, por lo que no se avizora ni las partes logran demostrar
que se haya afectado el derecho de defensa en juicio de sus asistidos. Por lo demás,
debe destacarse que el juicio de reproche que se formula a los imputados se cimenta
sobre la base de una pluralidad de elementos probatorios que han sido valorados con
los límites impuestos por la sana crítica racional y no exclusivamente a partir de los
dichos de los testigos cuyas declaraciones fueron incorporadas al juicio. De ahí que no
puede atribuirse el carácter de dirimente a los testimonios objetados. La lectura de la
sentencia recurrida evidencia la existencia de un plexo cargoso armónico, conteste y
correctamente valorado con arreglo a la sana crítica racional, que no deja duda alguna
respecto de la materialidad del hecho investigado ni de la autoría que en él le cupo a los
imputados. De modo que los intentos de las empeñosas defensas no logran conmover
los sólidos y bien desarrollados fundamentos del decisorio, por lo que sus agravios no
podrán prosperar.
acciones con entidad suficiente para afectar el bien jurídico. En el caso, tales conductas
se encuentran debidamente identificadas (captación, transporte y/o traslado, acogida y
recepción) sin que la parte logre acreditar la vaguedad o la falta de precisión de los
términos empleados por el legislador. El criterio empleado responde a una razón
objetiva de discriminación de acuerdo a lo reglado en el Protocolo de Palermo, que no
se presenta arbitraria, sino fruto de la discreción legislativa, relativa a cuestiones de
política criminal que pertenecen al ámbito del debate legislativo y reservado a los otros
poderes, y que entonces el Poder Judicial no puede invadir, máxime cuando, los agravios
de la defensa resultan fórmulas abstractas que no se condicen con las constancias de la
causa ni logran demostrar la repugnancia de la norma con la CN. La materialidad de los
hechos enrostrados al imputado se tuvieron por debidamente acreditados a partir de
numerosa prueba recolectada durante el debate oral, principalmente, las declaraciones
testimoniales de los policías que tuvieron a su cargo la investigación y el allanamiento,
las declaraciones de las víctimas, y el resultado de los allanamientos. La defensa no negó
que en el referido bar se ejerciera la prostitución, lo que puso en tela de juicio fue la
participación de su defendido en los hechos y la acreditación de la explotación y la
afectación al bien jurídico tutelado por la norma. En la tarea de valoración de la prueba
efectuada por el tribunal para la acreditación de estos delitos, necesariamente debe
considerarse la extrema vulnerabilidad de las víctimas y que, en ocasiones, toda la
situación traumática vivida puede empañar sus declaraciones. El delito de trata de
personas consistió en dar albergue para aprovecharse de la inferioridad de la víctima,
lucrando con ese comercio vil y perverso.
Carátula: De Lara, Ramón Daniel s/infracción ley 26.364 en concurso real con infracción
ley 23. 737
Causa n°: FPO 91000153/2011/TO1/CFC1
Registro n°: 2319/16
Resolución de fecha: 30/11/2016
Sala: I
Magistrados: Hornos, Borinsky y Figueroa.
El tribunal oral ordenó la absolución en orden a los delitos de estafa reiterada (cuatro
hechos), tenencia ilegítima de Documento Nacional de Identidad ajeno reiterada (dos
hechos) y extorsión, en grado de tentativa –en concurso real (art. 55 del C.P.)—. Contra
esa decisión interpuso recurso de casación el Ministerio Público Fiscal. Se hizo lugar.
oficio por el a quo desatiende la naturaleza del delito previsto en el art. 153 CP –delito
de acción privada-, atento la ausencia de expresa voluntad del presunto agraviado.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
por más de dos personas. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena a los coautores del delito de abuso
sexual agravado por haber sido cometido por más de dos personas, si el a quo evaluó el
testimonio de la víctima, concluyendo que el mismo merecía plena fe, a pesar de las
diferencias o falta de memoria por el tiempo transcurrido, ya que los dichos de la menor
no son aislados, pues se condicen con lo expresado por los demás testigos que
declararon en la causa y la prueba incorporada por lectura. Los hechos acreditados, son
constitutivos de violencia contra la mujer, en los términos de la Convención de Belém
do Pará. No existe una doble valoración de una única circunstancia, si al imponer la pena
el juez tuvo en cuenta una situación real, específica y objetiva cuantitativamente mayor
al considerar que eran cuatro (4) los autores del delito, más allá de los dos que, como
mínimo, exige el agravante previsto en el art. 119, primer párrafo, inciso d), CP.
El voto concurrente agregó que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas y que, en virtud de la edad de la víctima –que
contaba con dieciséis años-, resulta necesario evaluar lo actuado en esta causa bajo la
óptica de los estándares convencionales y lo preceptuado por la “Convención de los
Derechos del Niño”. La disidencia parcial postuló declarar la inconstitucionalidad de la
segunda y tercera disposición del art. 12 CP.
reg. 2360/16
Resolución de fecha: 5/12/2016
Sala I
Magistrados: Hornos –disidencia parcial-, Borinsky y Figueroa –voto concurrente-.
El voto concurrente agregó que resulta prematura la decisión de calificar los hechos
como de facilitación de la prostitución (art. 125 bis CP) y la explotación económica de la
prostitución ajena (art. 127 CP) y descartar el delito de trata de personas (art. 145 bis
CP) pues, existen algunos elementos de prueba que permiten vislumbrar la posible
captación de las mujeres con fines de explotación sexual, e incluso, que dicha
explotación se haya producido aprovechando la situación de vulnerabilidad de las
nombradas.
Carátula: Lehman Raquel Inés, Rodríguez Gabriel Hernán, Orsella Patricia Verónica y Gavilán
Carvajal Bernando Ariel s/ recurso de casación
Causa n°: FMP 13649/2014/16/RH4
Registro n°: 2416/16
Resolución de fecha: 6/12/2016
Sala: II
Magistrados: David, Ledesma -voto concurrente- y Slokar.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal de una menor de
edad. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
La disidencia parcial consideró que, toda vez que los hechos investigados han sido
cometidos en perjuicio de una mujer menor de edad en el domicilio del imputado, el
eventual análisis sobre la constitucionalidad del art. 12 CP habrá de dilucidarse con la
debida sustanciación legal, y salvaguardando el derecho de las personas afectadas a ser
escuchadas y en respeto al Interés Superior del Niño.
Fundamentos: Conductas típicas que las descriptas en la trata de personas mayores (art.
145 bis del CP), esto es captar, transportar, trasladar, acoger, o recibir, a las que cabe
anteponer adicionando la de “ofrecer”, que constituye un paso previo a aquéllas. No
obstante, la comisión conjunta (p. ej. captar y transportar) puede influir en la graduación
de la pena en concreto (arts. 40 y 41 del C.P.). En cuanto al verbo típico “Captar”, se hace
referencia a la “posibilidad de atrapar, traer, conseguir la voluntad de otro, es decir
influenciar en su libertad de determinación. La captación es el primer momento del
proceso de la trata de personas, la que se realiza en el lugar de origen de la víctima, y es
la primera acción desplegada por una persona con respecto a otra a los fines de atraerla,
conquistarla, ganarse su confianza, su voluntad, siempre con la intención de que, por
cualquier medio la someta a aceptar la posterior incorporación al tráfico ilegal, ya sea
laboral o sexual. La conducta revela una manifestación que incide sobre el interior del
individuo, sobre su voluntad de determinación. La violencia ha sido y es motivo de
preocupación de los Derechos Humanos, y de las instituciones responsables de las
políticas públicas; y dentro de los distintos tipos de violencias, una que causa muchas
víctimas, que aparece más silenciada y hasta `natural´ o invisibilizada, es la violencia
contra la mujer.
El tribunal oral condenó por resultar autora responsable del delito de Trata de personas
en la modalidad de captación y traslado con fines de explotación laboral, agravado por
abuso de una situación de vulnerabilidad y tratarse de una menor de 18 años artículos
145 bis y 145 ter inciso 1ero y último párrafo, conforme ley 26.842 --, en perjuicio de
D.A.Q. (art. 12 y 45 del CP). La defensa pública oficial interpuso recurso de casación que
fue rechazado.
vulnerabilidad- con la falsa promesa de que trabajaría como niñera, por lo que la
situación de la víctima, encuadra en la hipótesis prevista por el delito de trata de
personas menores de edad agravado por el aprovechamiento de una situación de
vulnerabilidad, pues fue captada en el exterior, ingresó al país con documentación
adulterada para sortear el problema que representaba su minoridad, con el fin de ser
explotada laboralmente por parte de la imputada.
La disidencia parcial sostuvo la inconstitucionalidad del art. art. 12, segunda y tercera
disposición CP por no ser respetuoso de nuestra Carta Magna, ni de los Pactos
Internacionales sobre Derechos Humanos constitucionalizados (art. 75 inc. 22 CN).
Fundamentos: La oposición del MPF resulta acorde con la doctrina CS “Góngora”, ya que
la concesión de la suspensión del proceso a prueba al imputado frustraría la posibilidad
de dilucidar la existencia de hechos que prima facie, han sido calificados como de
violencia contra la mujer, junto con la determinación de la responsabilidad del imputado
y la sanción que podría corresponderle, sin que pueda obviarse la trascendencia de
posibilitar que la víctima pueda efectivizar el “acceso efectivo” al proceso de la manera
más amplia posible.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por la intervención
de tres personas en forma organizada en concurso ideal con el delito de promoción y
facilitación de la prostitución (artículos 4, 5, 12, 29 inc. 3, 40, 41, 45, 54, 126 y 145 bis
inciso 22 según ley 26364- del Código Penal). La defensa interpuso recurso de casación.
Se resolvió hacer lugar parcialmente en lo que refiere a la pena impuesta.
es cierto que para un tribunal de juicio es más débil la prueba producida sin inmediación,
no lo es menos que, como en el caso, cuando dicha prueba es confirmada por pluralidad
de elementos convictivos, se robustece. La sentencia de condena se fundó en suficientes
y concordantes pruebas de cargo que permitieron llegar a la certeza de que la víctima
fue recibida y acogida por los acusados, en el prostíbulo “la Sirenita”, quienes, mediante
distintos roles y funciones, retuvieron a la víctima en el lugar venciendo su resistencia,
con la finalidad de explotarla sexualmente, mediando abuso de su situación de
vulnerabilidad. Se observan en el caso todos los elementos típicos constitutivos del tipo
penal previsto en el art. 145 bis inc. 2 CP (ley 26.364 vigente al momento de los hechos)
ya que la conducta desarrollada por los acusados consistió en lograr que la víctima
llegara engañada al prostíbulo, con el claro objetivo de obligarla a ejercer la prostitución,
reteniéndola en contra de su voluntad y haciendo que efectivamente, durante varios
días, mantenga relaciones sexuales con distintos hombres a cambio de sumas de dinero,
que encima eran cobradas por los imputados. Así, su accionar se subsume
simultáneamente en los tipos penales de la trata de personas y la facilitación a la
prostitución, produciéndose un concurso ideal entre ellas, como bien concluyó el
tribunal, pues no sólo existe superposición parcial de segmentos del suceso que se
subsumen en una y otra figura, sino que además fueron dos los bienes jurídicos
afectados: la libertad y la integridad sexual. Se advierte el yerro en que incurrió el
tribunal al imponer penas mayores a las solicitadas por el órgano acusador,
verificándose una extralimitación en las facultades jurisdiccionales.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación
laboral cuádruplemente agravado, en concurso ideal, con el delito de tráfico ilegal de
personas con destino a la República Argentina, delito éste que concurre, también en
forma ideal, con la facilitación de la permanencia ilegal de extranjeros en el territorio
nacional con el fin de obtener un beneficio, ambas figuras agravadas. La defensa
particular interpuso recurso de casación, que fue rechazado.
explotarla, de modo que la persona crea que someterse a la voluntad del abusador es la
única alternativa real o aceptable de que dispone y que resulte razonable que crea eso
a la luz de su situación. El a quo no analizó debidamente cuáles fueron las distintas
versiones de la víctima y sin considerar la característica de los hechos denunciados, la
situación de vulnerabilidad de las diversas mujeres, quienes no sólo vivían en lugares
que fueron descriptos como al menos anti higiénicos, sino que en uno de esos locales,
se encontraban aisladas en más de 9 kms del centro urbano más cercano, de tal manera
debían recurrir a un remis que le proveían los imputados para poder movilizarse,
además de que varias de ellas refirieron que no podían entablar relaciones con clientes,
y que una de ellas narró que eran sometidas a multas en caso de incumplir esa norma,
y si bien ninguna de las mujeres refirió haber sido sometida a violencia o malos tratos,
ello de ninguna manera descarta que pueda mediar un abuso de la situación de
vulnerabilidad en la que se encontraban sumidas. El aprovechamiento de la soledad, de
la marginalidad, de las necesidades primarias básicas insatisfechas, de la falta de
instrucción y de medios económicos, de la lejanía de algún tipo de contención familiar,
o de su carencia absoluta, es otra forma de ejercer la violencia sobre las mujeres;
mujeres cuyo cuerpo se explota durante largas jornadas para el comercio sexual y que
deben compartir los ingresos obtenidos con los encargados de los locales, que las
mantienen hacinadas en lugares sin higiene, en uno de los casos, alejado de cualquier
tipo de auxilio o medio de transporte público; algunas veces con deudas que saldar y
urgente necesidad de hacer llegar dinero a sus familias.
El voto concurrente agregó que las mujeres y niñas son las más expuestas a formas
sistemáticas de violencia y abusos de poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica
y sexual. Dicha violencia se manifiesta desde el ámbito físico, sexual, simbólico,
psicológico, económico, patrimonial, laboral, institucional, ginecológico, doméstico, en
los medios de comunicación, en la educación sistemática formal e informal, en la justicia,
en la sociedad, entre otros, donde se estereotipa al colectivo mujeres, desconociéndole
su dignidad y derechos humanos, por la prevalencia de esquemas patriarcales y una
cultura androcéntrica, que hasta la ha privado de un discurso y práctica jurídica de
género.
Año 2017
Carátula: N.N. Rolón Susana Sinforiana; SAUCO, Carlos Alberto, SAUCO Maximiliano Alberto s/
recurso de casación
Causa n°: FMP 11018425/2013/15/1/CFC1
Registro n°: 11/17
Resolución de fecha: 07/2/2017
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Hornos y Borinsky.
El voto concurrente agregó que cuando la misma ley establece una presunción de
envergadura como lo es la prevista en el art. 5 ley 26.364, contradice estándares
internacionales que ordenan a los Estados brindar adecuado y oportuno tratamiento a
una víctima, debiendo abstenerse de adoptar cualquier tipo de medidas de coerción
respecto de quien se presume puede ser víctima del delito de trata de personas,
asimismo, expresó su disidencia respecto del decomiso dispuesto sin haber sido
solicitado por el MPF.
Carátula: Justino Horacio Abel, Fernández Castillo Celia Aurora y Ledesma Rubén Lino Ezequiel
s/ recurso de casación
Causa n°: FGR 81000828/2012/CFC1
Registro n°: 23/17
Resolución de fecha: 13/2/2017
Sala: II
Magistrados: Slokar, David –disidencia parcial- y Ledesma –voto concurrente-.
El tribunal oral condenó por el delito de rufinería. Las defensas interpusieron recursos de
casación que fueron rechazados por unanimidad.
Fundamentos: El a quo tuvo por acreditados los sucesos atribuidos a Gallo y Escudero a
partir del examen integral del plexo probatorio, lo que permitió tener por acreditada la
versión brindada por la víctima, lo que echa por tierra las alegaciones articuladas por
ambos encartados en torno a la inexistencia de explotación sexual de la menor M.A.S.,
la apropiación del dinero resultante de la actividad de la que fue víctima la nombrada y
la ausencia de violencia física o psíquica ejercida sobre ella. La doctora Figueroa efectuó
un análisis convencional y constitucional sobre los derechos de género: la cuestión a
estudio debe también ser examinada a través del nuevo paradigma de los derechos
humanos en materia de género y los estándares internacionales que rigen en la materia.
Las mujeres y niñas son las más expuestas a formas sistemáticas de violencia y abusos
de poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica y sexual. Se agregó que en el caso
no puede adoptarse la inconstitucionalidad de la segunda y tercera disposición del art.
12 del CP.
Fundamentos: La nulidad planteada por la defensa debe ser rechazada puesto que no
puede ser sostenido que la CFCP haya ordenado en su anterior intervención la
realización de un nuevo debate. Si la defensa ante el tribunal anterior en ningún
momento expresó la necesidad de llevar adelante un nuevo debate ni formuló embate
alguno dirigido a cuestionar el plexo probatorio producido en autos, sino que la cuestión
ha sido introducida recién ante esta instancia sin especificar qué medidas de prueba no
pudieron ser objeto de control, ni formular una objeción concreta contra alguna de ellas
o proponer otros puntos de prueba, la defensa no demuestra la existencia de un
perjuicio concreto que, a tenor del principio que rige en materia de nulidades, justifique
la pretensión formulada.
Fundamentos: La decisión traída a estudio debe ser analizada y valorada desde una
mirada que se compromete con una población carcelaria que se encuentra en un estado
de mayor vulnerabilidad. Se trata de las mujeres privadas de la libertad. El análisis debe
formularse entonces desde una perspectiva de género y en esa dirección, acerca de los
alcances de sus derechos en el caso particular de ser mujeres privadas de su libertad, en
función de sus biografías de género, los roles de género, en particular aquellos
vinculados a las tareas reproductivas y de cuidado, la violencia estructural y prácticas
discriminatorias contra la mujer profundizadas en casos de poblaciones vulnerabilizadas
–como son las mujeres recluidas, las mujeres migrantes, las mujeres jóvenes, en fin
todas las mujeres privadas de su libertad-. El caso denunciado podría configurar una de
esas prácticas inaceptables. Ello así porque, este tipo de intervenciones configuran
situaciones que ponen en riesgo los derechos fundamentales de las mujeres detenidas,
porque eluden el control judicial de las medidas disciplinarias y generan un certero daño
en la salud mental de las mujeres así tratadas. La decisión recurrida resulta arbitraria,
toda vez que, en primer lugar, no se tuvieron en cuenta los dichos de la accionante con
relación a la denuncia por los apremios sufridos, omitiéndose tomar testimonio a las
internas que se encontraban presentes al momento del hecho.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravada en concurso real con
el delito de abuso sexual. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado
por unanimidad.
defensa, se contó en autos con un amplio y serio plexo probatorio que permitió arribar
a la convicción certera de la manera en que sucedieron los hechos y la intervención que
le cupo al imputado en los mismos, por lo que no resulta de aplicación al sub examine
los lineamientos fijados por la doctrina CS “Benítez”. Por el hecho investigado en autos
cabe recordar que no es posible concebir un derecho penal moderno sin contemplar los
derechos de las víctimas.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas. Las defensas interpusieron
recursos de casación que, por mayoría, fueron rechazados.
afectación al bien jurídico resulta independiente del lugar o del alcance internacional de
la conducta. Si la organización –de alcance local- hubiera operado en forma
internacional, hubiera aumentado la magnitud del injusto, pero su tipicidad no depende
de ello. De los hechos acreditados por el tribunal, surge la existencia de una organización
dedicada a la captación y acogida de mujeres con fines de explotación sexual, debe
señalarse la existencia de una organización jerárquica con una clara distribución de roles
y equipamiento técnico para la actividad. Se encuentra verificada la situación de
vulnerabilidad de la víctima (joven madre de dos hijos, con dificultades para satisfacer
sus necesidades básicas, sin lugar donde vivir, lejos de su hogar de origen, adicta a los
estupefacientes), lo que no ha sido controvertido por la recurrente. Asimismo, de
adverso a lo postulado por las defensas, también se comprobó la tipicidad subjetiva de
la figura endilgada a los imputados quienes no sólo se aprovecharon sino que
profundizaron la situación de vulnerabilidad de la víctima, a quien proveían de cualquier
cosa para consumir. El tribunal de juicio respetó los límites establecidos por la norma
por lo que le asiste razón al representante del MPF en cuanto a que no se advierte lesión
alguna a los derechos y garantías constitucionales que la defensa dice vulnerados,
máxime, cuando ni durante sus alegatos ni en esta oportunidad procesal, las partes
plantearon la inconstitucionalidad del mínimo de la multa previsto para la escala penal
aplicable. La disidencia parcial sostuvo que el tribunal se ha excedido en su jurisdicción
al condenar por fuera del marco establecido por la acusación del MPF, lo que ha
generado un concreto perjuicio al derecho de defensa en juicio del justiciable. El
Tribunal no puede exceder la pretensión punitiva porque no tiene habilitada su
jurisdicción.
Fundamentos: Análisis del tipo previsto en el art. 145 bis del CP: La “trata de personas”
constituye un delito de complejidad transnacional, y ello constituye una temática de
extrema gravedad, que requiere para su abordaje el máximo de los recursos y esfuerzos
de todas las agencias del Estado, incluyendo al Poder Judicial al decidir casos en los que
se investiguen hechos de discriminación, violencia o explotación. En virtud de la actual
redacción del tipo penal de trata de personas, el consentimiento de la víctima para ser
acogida con finalidad de sometimiento a explotación no tendrá efectos, por cuanto se
encuentra implícito en la naturaleza de los bienes jurídicos tutelados (libertad y
dignidad), que no es posible otorgar consenso para ser considerado un sujeto de
derecho como un objeto o una cosa y formar parte de la disposición de su cuerpo como
bienes y servicios del mercado. La Cámara de Apelaciones ha efectuado un análisis
arbitrario y parcializado de la prueba reunida. Efectivamente existía entre los imputados
y las presuntas víctimas una vinculación derivada del negocio de la prostitución, y que
los primeros mantenían un rol protagónico en la explotación de aquéllas. La doctora
Figueroa efectuó un análisis convencional y constitucional sobre los derechos de género.
Las mujeres y niñas son las más expuestas a formas sistemáticas de violencia y abusos
de poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica y sexual.
El tribunal oral condenó por el delito de Trata de Persona mayor de edad en la modalidad
de traslado y acogimiento agravado por la comisión de tres personas en forma
organizada con fines de explotación sexual (arts. 45 y 145 bis inc. 2o del Código Penal).
La defensa particular interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Del estudio de la plataforma fáctica y del encuadre legal que se realizó
en el alegato fiscal y en la sentencia condenatoria y su confrontación con los actos en
anteriores etapas de la investigación, se advierte que el tribunal de juicio se pronunció
sobre el mismo hecho que fuera materia de acusación y que por el cambio de calificación
legal operado luego de celebrado el debate no se produjo ninguna alteración en el
sustrato fáctico del caso, sino que se verifica un supuesto autorizado por el art. 401 del
CPPN. El fallo puesto en crisis reposa en una valoración prudente, integral y armónica
del plexo probatorio del caso. el caso en análisis constituye una violación a los derechos
de género. La doctora Figueroa efectuó un análisis convencional y constitucional sobre
los derechos de género. Las mujeres y niñas son las más expuestas a formas sistemáticas
de violencia y abusos de poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica y sexual.
Carátula: Moreno Muñoz, Angélica Yolanda; Bontorno Moreno, Micaela Vanina; Bontorno
Moreno, Lorena Anahí s/ recurso de casación
Causa n°: FMZ 31015981/2013/TO1/24/1/CFC2
Registro n°: 210/17
Resolución de fecha: 30/3/2017
Sala: I
Magistrados: Riggi, Figueroa y Catucci.
El tribunal oral resolvió no hacer lugar al cese de prisión solicitado. La defensa interpuso
el recurso de casación en estudio que fue declarado inadmisible.
Todos estos elementos que se tuvieron por probados en la sentencia recurrida, resultan
suficientes, para, en esta etapa del proceso, continuar con la investigación, toda vez que
ponen en evidencia la restricción al ámbito de autodeterminación de todas las víctimas
ya que, por las condiciones laborales a las que eran sometidas, no podían elegir en forma
libre el plan de vida que mejor se adecuara a sus necesidades; y que, por el contrario, la
vulnerabilidad de los trabajadores –no cuestionada por ninguna de las partes- fue
aprovechada por los imputados para imponer un régimen laboral irreconciliable con la
dignidad humana, con el único objetivo de obtener un provecho económico mayor.
La disidencia sostuvo que no corresponde hacer lugar al recurso del fiscal toda vez que
la sentencia impugnada no contiene fisuras de logicidad, y las conclusiones a las que
arriba constituyen la derivación necesaria y razonada de las constancias de la causa,
contando con el grado de certeza necesario exigido a todo veredicto de condena y
además, que el cambio de calificación propiciado por la fiscalía implicaría redecir los
hechos, tarea vedada en una instancia donde no se ha producido prueba frente a los
jueces llamados a decidir, lo cual constituye un límite, de acuerdo al principio de
inmediación; y que en las particulares circunstancias del caso, otorgar la chance al
Estado de realizar un nuevo juicio, ante la sentencia absolutoria objetada por el
acusador público, implicaría una afectación directa a la garantía del ne bis in ídem.
transmutan su calidad de persona, para transformarse en cosa útil para un fin personal
de lucro, el del imputado y aparentemente los propietarios del establecimiento, que
fueran oportunamente denunciados. En el punto, vale referir las circunstancias en que
se encontraron en el obrador: hacinados, durmiendo en colchones sobre maderas, sin
baño, sin electricidad, sin agua corriente, sin cocina, ni ollas para cocinar; para señalar
que no sólo se trata de incumplimientos laborales, sino de condiciones inhumanas de
trabajo, a lo que se debe adicionar la paga tardía, sujeta a la comercialización del
producto que extraían y con serias dificultades para salir del lugar. La “trata de personas”
constituye un delito de complejidad transnacional y extrema gravedad, que demanda el
máximo de recursos y esfuerzos de todas las agencias del Estado, incluyendo al Poder
Judicial, tal como ha sido efectuado en estas actuaciones, y debe ser abordado y
combatido en todas sus modalidades, sea explotación sexual, trabajo esclavo e
indocumentado, y otros, porque constituye un flagelo que debe ser erradicado y
sancionado, atento que vulnera el elemental principio de la dignidad de la persona
humana.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual. La defensa interpuso recurso de
casación que fue rechazado por mayoría.
funcionario público, si es funcionario público en los términos del art. 67 del Código
Penal, en función del art. 77 del C.P. y del art. 1º de la ley 25.881, más aun cuando el
delito achacado fue perpetrado mediante el poder que ostentaba como supervisor de
las labores de higiene dentro del Juzgado Federal nº 1 de Formosa. La disidencia sostuvo
que el escenario que se ha verificado conduce a la aplicación de las consecuencias
dispuestas en el art. 59 inciso 3º de Código Penal, en tanto el encartado no participa del
ejercicio de funciones públicas, accidental o permanente, en virtud de elección popular
o por nombramiento de autoridad competente; tampoco es un sujeto adscripto, que
cobre un sueldo y que ocupe un lugar dentro de la administración pública (relación de
profesionalidad), y en atención a los principios de legalidad y taxatividad que rigen
respecto de las causales suspensivas de la acción penal, habré de concluir en que no
resulta acertado afirmar su existencia en base a una eventual simulación de una función
pública de la cual objetivamente carecía el imputado.
La disidencia consideró que corresponde remitir actuaciones a su origen para que, previa
verificación de la ausencia de la causal interruptiva de naturaleza subjetiva, se dicte un
pronunciamiento con ajuste a la doctrina establecida en este voto. Además, efectuó un
análisis convencional y constitucional sobre los derechos de género.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravada. Las defensas
interpusieron recursos de casación que fueron rechazados por unanimidad.
Fundamentos: Los recursos interpuestos no pueden ser aceptados, pues omiten rebatir
la ingente cantidad de prueba colectada en la causa, a partir de la cual los magistrados
de previa intervención han considerado que los hechos atribuidos se encuentran
probados, que los comportamientos ilícitos verificados en autos deben subsumirse en el
tipo legal del artículo 145 bis del Código Penal y que las personas imputadas deben ser
declaradas penalmente responsables por ellos. La doctora Figueroa efectuó un análisis
convencional y constitucional sobre los derechos de género.
la conducta comisiva (ley 26.842). Conforme surge del art. 2 CP, que establece que la
ley aplicable resulta ser aquella vigente al momento de cometerse el delito, a excepción
de que al momento de pronunciarse el fallo o bien en su intermedio, se encuentre
vigente una ley penal más benigna, la que deberá aplicarse en consecuencia. Con
relación al caso en estudio, el momento de comisión de la acción “acoger” –art. 145 bis
CP- se configura con la mera realización de ese verbo típico, comisión que se extiende
temporalmente hasta su cese por resultar la trata de personas de un delito permanente.
La trata de personas de un delito permanente y atento a que durante el lapso de
duración del injusto endilgado a los encartados rigieron dos leyes, resulta de aplicación
aquella vigente al momento en que cesó de cometerse ese accionar delictuoso, esta es,
la ley 26.842 atento a encontrarse ya en vigencia. La doctora Figueroa efectuó un análisis
convencional y constitucional sobre los derechos de género.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravado por el estado de
vulnerabilidad de las víctimas por haber sido cometido mediante engaño y amenazas,
por el número de víctimas y por haberse logrado el fin de explotación. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena por trata de personas con fines de
explotación sexual si quedó demostrada la autoría del encartado en los hechos al haber
sido él quien organizó y llevó adelante -con la complicidad de sus coimputados- todos
los actos dirigidos a captar, trasladar y acoger a las cuatro víctimas, a quienes –
tratándose de mujeres en situación de vulnerabilidad- se las engañó con promesas de
trabajos falsos, se las trasladó y se las obligó a ejercer la prostitución. El presente es uno
de aquellos casos que deja en evidencia una actividad aberrante, puesta en ejecución
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Víctima menor de dieciocho años.
Principio de congruencia. Sentencia. Motivación. Declaraciones de la víctima.
Informes de los expertos. Beneficio de la duda. Situación de convivencia.
Pena. Determinación. Atenuantes. Agravantes. Validez constitucional art. 12
CP. Violencia de género.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal a una menor de
dieciocho años aprovechando la situación de convivencia previa. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente destacó que las accesorias legales dispuestas por el art. 12 CP no
revisten penalidad punitiva, ya que sólo tienen como objetivo proteger al condenado de
los perjuicios y leyes internas, y como preceptúa el art. 3 de la “Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”, “toda
mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado”.
El tribunal oral condenó por el delito de secuestro extorsivo agravado por la participación
de tres o más personas. Las defensas interpusieron recurso de casación que fueron
rechazados por unanimidad.
El voto concurrente agregó que no es posible concebir un derecho penal moderno sin
contemplar los derechos de las víctimas y, en ese entendimiento, corresponde señalar,
en tanto se vincula con el trato dispensado a la víctima por los agentes del estado una
vez que aquélla recuperó la libertad, circunstancia que implicó una clara revictimización,
que el caso en análisis constituye una violación a los derechos de género, y el otro voto
concurrente consideró que el rol pasivo que exhibió el Fiscal, resulta impropio en el
juicio acusatorio que diseña nuestra constitución, y evidencia un erróneo uso de las
reglas de litigación.
Carátula: Toranzo, Gustavo Alberto; Carranza, Carlos Nicolas, Maretto, Matías Lucas y otros s/
recurso de casación
Causa n°: FCB 22018529/2013/T01/CFC15
Registro n°: 726/17
Resolución de fecha: 14/6/2017
Sala: II
Magistrados: Ledesma, Slokar y Figueroa -voto concurrente-.
El voto concurrente agregó que la investigación resultó incompleta por no haber dado
debida atención a la circunstancia de la que la imputada se sometía a explotación sexual
en similares condiciones a la de las víctimas y que ejercía el comercio sexual junto con
ellas. Por lo tanto, al advertirse que la encartada también se encontraba en situación de
explotación, cabe considerar aplicable lo previsto en el art. 5º ley 26.364 y debe
eximírsela de responsabilidad en orden a los delitos cometidos como resultado de su
propia victimización, lo que en forma alguna puede ser interpretado como la negación
de la explotación y la victimización de las restantes damnificadas; asimismo, cuanto
menos por aplicación del principio in dubio pro reo, aún si se considerara típica la
conducta endilgada, la ley exime de responsabilidad a la incusa.
La disidencia –compartiendo los argumentos del MPF- sostuvo que la decisión recurrida
padece de falta de fundamentación.
El tribunal oral absolvió a los imputados por los delitos de abuso sexual con acceso carnal
agravado por funcionario público y por el delito de trata de personas. La fiscalía
interpuso recurso de casación que fue rechazado por mayoría.
la pareja-, no cabe descartar que el pretenso querellante hubiera tenido una activa
participación en la desaparición de su esposa y/o encubrimiento. En casos donde pueda
encontrarse comprometidos los derechos de las mujeres, debe siempre privilegiarse el
estudio de la causa desde una perspectiva de género. Resulta una obligación del Estado
Argentino por los diversos compromisos asumidos al ratificar la “Convención de Belem
do Pará” y la CEDAW, con rango constitucional, esclarecer los hechos investigados y dar
una respuesta a los familiares.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas agravada por ser la victima
menor de 18 años y por tener a cargo la guarda de la víctima. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
controlar, durante la celebración del juicio oral y público en tutela del derecho
consagrado por los Arts. 8.2.f CADH y 14.3.e PIDCYP, de controlar la prueba de cargo. La
defensa no explica, porque las declaraciones de la vecina, las cuales coinciden con los
dichos expuestos por la menor en cámara Gesell no debieron ser tenidos en cuenta por
el a quo, sin que existan contradicciones entre tales dichos y los informes producidos
por la profesional que atendió a la menor. Del estudio pormenorizado de la prueba
cuestionada, así como de las declaraciones de la menor y de la profesional que intervino
en la entrevista en cámara Gesell durante el debate, se concluye que la crítica intentada
por el recurrente no logra conmover la prueba de cargo. No se advierte en las preguntas
realizadas por la profesional a la menor, inducción ni direccionamiento. Por el contrario,
la declaración de la niña se muestra como espontánea y no forzada. A ello sólo puede
agregarse que estas pruebas tampoco muestran contradicción interna, ni discordancia
con el resto del cuadro probatorio del caso. Se encuentran configurados los elementos
típicos de la figura de trata de personas en la modalidad captación, traslado y
acogimiento con fines de explotación doblemente agravado por tener a su cargo la
guarda de la víctima y por tratarse de una persona menor de 18 años. Por otra parte, las
penas impuestas exhiben una fundamentación suficiente en los términos de los Arts. 40
y 41 CP y 123 y 404 inc. 2 CPPN. En efecto, del estudio de la sentencia impugnada, se
advierte que el Tribunal Oral ha realizado una correcta valoración de los extremos
relevantes en el juicio de determinación de la pena, en tanto ha tenido en consideración
tantos aspectos vinculados a los hechos atribuidos como a las circunstancias personales
de la imputada. La doctora Figueroa efectuó un análisis convencional y constitucional de
género.
manera ideal. Si bien el imputado estaba autorizado para la tenencia del arma
secuestrada, el argumento de la defensa se desmorona frente a la cantidad de armas
secuestradas en la vivienda, ampliamente superior a las detalladas en el informe del
RENAR, todas de distintos calibres, modelos, algunas de uso civil, otras de guerra, y
respecto de las cuales el imputado no tenía permiso para su tenencia, ya que cuando la
acumulación de armas de distintos calibres excede la simple tenencia, se configura el
acopio de armas y municiones; en consecuencia, esta última figura desplaza a la primera
por aplicación del principio de consunción, de modo, que en el caso se trata un concurso
aparente de leyes. Resulta inverosímil creer la versión exculpatoria del imputado
respecto del delito de tenencia ilegítima de los documentos nacionales de identidad, no
sólo porque la razón dicta que debería haber intentado buscar a los titulares para
devolvérselos (siendo que en ellos consta su domicilio) o dejado en el mismo comercio
donde los encontró por si volvían a buscarlos, sino, también, porque es improbable que
personal policial le indicara que los conserve y no los retuviera.
Una de las disidencias parciales sostuvo que, amén de la arbitrariedad del fallo y la
posible responsabilidad internacional del Estado, conceder el recurso al fiscal implicará,
en los hechos, dar una nueva chance al Estado de realizar un nuevo juicio, constituyendo
ello una afectación directa a la garantía de orden superior observada.
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Catucci y Riggi -en disidencia-.
Carátula: N.N.; Rolón Susana Sinforiana; Sauco, Carlos Alberto; Sauco Maximiliano Alberto y
otros s/ recurso de casación
Causa nº: FMP 11018425/2013/14/1/CFC2
Registro nº: 1640/17
Resolución de fecha: 11/12/2017
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Riggi y Catucci.
El tribunal oral condenó por el delito previsto por el artículo 127 del Código Penal –
redacción según Ley 25.087 y multa por infracción al artículo 17 de la ley 12.331 y
absolvió parcialmente por algunos de los hechos imputados. Contra esa decisión la
defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad. Por su parte
Los votos concurrentes agregaron, por un lado, que en los resultados concluyentes de
las pericias efectuadas por el cuerpo médico forense, se pone de resalto la verosimilitud
de los relatos de la menor y la ausencia de fabulación en su discurso, y por otro lado,
que la desatención de aquello que emerge de las pericias efectuadas por el Cuerpo
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Jujuy condenó al imputado por ser autor de los
delitos de trata de personas con fines de explotación, para promover, facilitar y
comercializar pornografía infantil, agravado por haber mediado engaño, abuso de una
situación de vulnerabilidad sobre las víctimas, que fueron tres, menores de dieciocho
años, por ser pariente colateral de una de las víctimas y por haberse consumado la
explotación en perjuicio de las víctimas y abuso sexual con acceso carnal reiterado,
agravado por ser hermano y por ser cometido contra un menor de 18 años, ambas
figuras en concurso real. La defensa interpuso recurso de casación el cual fue concedido.
El tribunal resolvió rechazar el recurso de casación interpuesto.
El tribunal oral condenó por el delito previsto en el art. 127 del C.P. –según ley 26.842-
en concurso real con el art. 14 primera parte de la ley 23.737. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Año 2018
La disidencia sostuvo que no hubo afectación del derecho de defensa del imputado,
pues la descripción del hecho y la calificación legal pueden experimentar precisiones
durante la instrucción porque es una etapa netamente preparatoria y, en el caso, la
defensa no señaló de manera concreta ninguna modificación sustancial de su situación
procesal, que en tanto la cámara solicitó al juez de instrucción la indagatoria por el delito
del art. 149 bis, 2° pár. CP, en esa oportunidad el acusado podrá objetar cualquier
imprecisión sobre la descripción de los hechos, y que debe rechazarse el agravio relativo
a la prescripción de la acción, ya que la modificación de la calificación de los hechos no
implica la nulidad per se de la indagatoria.
Fundamentos: Debe anularse la resolución que absolvió a los acusados con relación al
delito de trata de personas mayores de 18 años con fines de explotación sexual agravada
por ser más de tres las víctimas, previsto y penado por el art. 145 bis inc. 3 CP (ley
26.364), habida cuenta que no constituye un acto jurisdiccional válido en tanto no
cuenta con los fundamentos jurídicos mínimos, necesarios y suficientes, y no resulta
derivación razonada de los hechos acreditados en el caso, ya que del estudio del plexo
probatorio del caso, surgen elementos relevantes para la acreditación del tipo penal
atribuido a los imputados que no fueron evaluados en el decisorio impugnado, como es
el caso del informe realizado por profesionales de la “Oficina de Rescate y
Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata” al momento de
realizarse los allanamientos, que dan cuenta de varios aspectos de la relación de
explotación y fundamentalmente de las situaciones de vulnerabilidad y circunstancias
particulares de las víctimas a partir de cuyo abuso se habría establecido esa relación. Los
dichos de las víctimas explotadas no deben ser valorados aisladamente sino que por el
contrario, sus testimonios deben ser evaluados en armonía con los demás elementos de
juicio que fueron recabados en la causa. Así pues, el tribunal unipersonal omitió valorar
conjuntamente en su análisis los condicionamientos socio-económico y culturales de las
mismas, limitándose a ponderar sus dichos para corroborar la versión exculpatoria de
los acusados a fin de arribar a la solución absolutoria, y minimizó la situación de pobreza
de la totalidad de las víctimas para afirmar increíblemente que esa sola circunstancia no
alcanza para considerarlas, en situación de vulnerabilidad. El sistema prostibulario se
integra con distintos elementos: el eslabón que explota económicamente seres
humanos mediante su exposición forzada a la actividad sexual (en este punto es
indiferente la denominación “prostitución”, “trata”, “esclavitud”, etc.), los que hacen la
vista gorda a veces a cambio de un beneficio, los profesionales de la salud que expiden
los “carnets sanitarios”, los funcionarios públicos que “habilitan” whiskerías, boites, o
cualquier denominación de este tipo eufemísticas; y finalmente las víctimas, las
personas que son explotadas para que otros se enriquezcan a expensas de su cuerpo, a
veces a cambio de monedas (como en este caso), a veces a cambio de nada.
no fue valorado por el tribunal al momento de imponer la pena, lo que sella la suerte de
este recurso atento a la inexistencia de controversia entre las partes.
El tribunal oral revocó la prisión domiciliaria que venía gozando el imputado. La defensa
interpuso recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: Debe tenerse presente que el domicilio indicado para que el imputado
cumpla con el beneficio otorgado, ya no es apto para que López Magallanes resida allí.
Es por ello que, resulta ajustado a derecho que siendo la concubina del causante la
presunta damnificada en orden a los hechos ilícitos calificados precariamente como
delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en
concurso real con daño, el tribunal actuante haya revocado el beneficio oportunamente
otorgado.
Aduno a todo lo expuesto que la situación fáctica también debe ser valorada y meritada
a la luz de las previsiones de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención De Belém Do Pará" (arts. 1, 2 a), 3 y
4 a), b), c) y e); ley 24.632), como así también en la ley de Protección Integral para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que
Desarrollen sus Relaciones Interpersonales Nº 26.485, arts. 4, 5 y 6 a). No es posible
desoír la mayor protección otorgada por la norma a la mujer frente a situaciones de
vulnerabilidad y tal como lo puntualizó el a quo, este cuadro fáctico impide que López
Magallanes siga residiendo en el domicilio de la vivienda junto a la señora V. V. M., por
lo que luce suficientemente motivada la resolución recurrida y en consecuencia, se
dirige lógicamente a la solución alcanzada por el Tribunal Oral.
El tribunal oral condenó por los delitos de trata de personas y abuso sexual agravado por
el uso de arma, previstos por los artículos 145 bis –redacción según Ley 26.364– y 119,
párrafo 4º, inciso “d”, del Código Penal, en concurso real. La defensa interpuso recurso
de casación que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que se está en presencia de un perverso rufián, que en lugar
de trabajar, decidió explotar y abusar sexualmente de la víctima reteniéndola bajo
amenazas, vigilándola y agrediéndola ante la mera posibilidad de que intentara
abandonar su explotación; es uno de aquellos casos que deja en evidencia una actividad
aberrante, puesta en ejecución por un criminal inescrupuloso con el único afán de
obtener un lucro, despreciando la esencia del ser humano, en el caso de la mujer cuya
dignidad y libertad sexual violenta sin miramientos, denigrándola a nivel de objeto de
mercancía, propia de tiempos pasados sobre cuya exterminación el Estado ha asumido
un compromiso internacional, que se concretó al suscribir la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém
do Pará incorporada por la ley 24.632 por su art. 7).
La disidencia sostuvo que la decisión traída a estudio debe ser analizada y valorada
desde una mirada que se compromete con una persona que se encuentra en un estado
de mayor vulnerabilidad respecto de las demás, debido a su condición de mujer
detenida, extranjera y víctima de violencia de género. También desde una perspectiva
evolutiva e igualitaria de género, es posible considerar una “triple condición de
vulnerabilidad” cuando una mujer que está presa por algún motivo, además ha sido o
denuncia haber sido víctima de violencia de género. En atención a las particulares
circunstancias del caso, por aplicación de los principios anteriormente expuestos y
considerando el historial de victimización de la encartada he de resolver teniendo en
cuenta la posibilidad de aplicarle una medida que resulte ser la menos gravosa en su
condición de detenida en estado de vulnerabilidad por haber sido víctima de violencia
de género; y a la vez, que no se vean frustrados los fines del proceso de extradición.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual simple. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente sostuvo que, si bien la defensa cuestiona el carácter sexual del acto,
considero que la situación fáctica en el caso concreto, el lugar en que aquéllos ocurrieron
(oficina pública del imputado), y el contexto de ejecución de la acción típica, demuestran
claramente su contenido sexual, tal como se encargó de remarcar la sentencia. Se trató
de un caso de violencia sexista ocurrida en el marco de una relación laboral, que como
tal constituye una manifestación de las relaciones de poder desiguales entre hombres y
mujeres, en la cual las mujeres resultan más afectadas por su situación de discriminación
y subordinación social, siendo los agresores mayoritariamente del sexo masculino.
Fundamento: El Tribunal valoró todas las declaraciones -incluso las que la defensa indica
como omitidas. Ponderó la totalidad de las declaraciones testimoniales, descartando
algunas de ellas por considerarles inconducentes o parciales para probar los hechos. No
se evidencia un perjuicio al derecho de defensa de los imputados, toda vez que durante
el debate tuvieron la oportunidad de escuchar al testigo y las numerosas contradicciones
que fueron surgiendo, a raíz de las cuales el Tribunal otorgó determinado valor
probatorio en base a lo que surgía del resto de las pruebas incorporadas. La defensa
reedita ante esta instancia una cuestión que encontró debida respuesta por parte del
Tribunal. El tribunal de juicio ha efectuado una fundada y razonable valoración de las
constancias de la causa, sustentando jurídicamente la atribución del hecho endilgado
sobre la base de un plexo cargoso prudentemente valorado.
El tribunal oral condenó por el delito de portación de arma de fuego de uso civil sin la
debida autorización legal, en concurso ideal con el de encubrimiento, figuras que a su
vez concursan en forma real con el de reducción a la servidumbre y con el de falsificación
de una marca registrada. Las defensas interpusieron recursos de casación que fueron
rechazados. El Ministerio Público Fiscal, y se resolvió hacer lugar a este.
El voto concurrente destacó que a partir del temperamento adoptado por el juez de
grado se evidencia que se le ha atribuido a las autoridades carcelarias la facultad
discrecional de efectuar controles corporales a las visitas, sin perjuicio de que revistan
carácter excepcional, circunstancia que no se ajusta a los estándares fijados por las
normas internacionales, que permitir que los funcionarios penitenciarios puedan
efectuar controles manuales intrusivos de manera discrecional –por más que sean
excepcionales- implicaría obstaculizar y desmotivar las visitas a los internos, que tales
métodos de control resultan contrarios a la finalidad de prevención especial positiva que
orienta la ejecución penal, y que el caso se refiere a una de las temáticas más
preocupantes del universo de los derechos humanos: la violencia de género, violencia
que del análisis de la cultura androcéntrica impone que deban tomarse las medidas
judiciales adecuadas para evitar las situaciones denunciadas.
Fundamentos: El objeto de la pesquisa está constituido por hechos complejos que deben
ser analizados dentro de un único contexto sin que pueda, a esta altura del proceso,
descartarse la configuración del delito de trata de personas, en ese sentido, especial
relevancia adquiere el estado de vulnerabilidad de la presunta víctima –que tenía tan
solo 12 años- y tomando en cuenta principalmente los compromisos internacionales
asumidos por el Estado Argentino en materia de Niños, Niñas y Adolescentes y en
materia de Trata de Personas. El delito de trata de personas es un delito de competencia
federal toda vez que ello es central para combatirlo con eficacia y dar herramientas de
gestión a los organismos que tengan dicho objetivo. La declinatoria de competencia
efectuada por el juzgado federal resulta al menos prematura, y la resolución recurrida –
en cuanto confirma la declinatoria de la competencia- luce arbitraria, debiendo quedar
a cargo de la investigación la justicia de excepción. Si el titular de la acción, a quien le
corresponde definir el objeto procesal, reclama la continuación de la presente causa en
el fuero de excepción, mediante argumentos fundados y, en principio, razonables,
efectuando un juicio provisional acerca de los hechos y el derecho aplicable que intenta
acreditar en el juicio oral y considerando que el caso prima facie estaría configurado por
el delito de trata de personas, debe estarse a esta hipótesis imputativa, la cual servirá
de marco para trabar el contradictorio y así conformar el tema decidendum sobre el cual
versará el juicio.
La disidencia sostuvo que el recurso era inadmisible toda vez que la decisión cuestionada
no revestía la calidad de sentencia definitiva o equiparable, y la parte recurrente no logra
demostrar la existencia de un agravio federal debidamente fundado.
Carátula: Viza Cruz, Ronald Alcides y Morales Plata Elia s/ recurso de casación
Causa nº: FGR 1368/2016/5/CFC1
Registro nº: 452/18
Resolución de fecha: 7/6/2018
Sala: I
Magistrados: Hornos, Figueroa y Mahiques –en disidencia-.
que se encontraba la víctima, quien declaró que en la fecha en que se fue a vivir con la
imputada sólo contaba con el dinero de la asignación universal por hijo, lo que ni siquiera
le alcanzaba para pagar el alquiler de la casa en que residía, que no contaba con baño.
Si bien se encuentra acreditado que la encartada era prostituida, ello no es suficiente
para configurar la causal de exclusión de punibilidad a la que alude el art. 5 de la ley
26.364, pues no se acreditó que haya sido víctima de trata de personas y que, por ese
motivo específico, en el contexto de su propia victimización, haya llevado a cabo el
injusto que se le reprocha. Las accesorias legales establecidas en el art. 12 CP no revisten
penalidad punitiva, pues sólo tienen como objetivo proteger al condenado de los
perjuicios y dificultades que pueden provenir de su incapacidad de hecho derivada del
encierro. No es posible concebir un derecho penal moderno sin contemplar los derechos
de las víctimas.
Fundamentos: Sin perjuicio de que la admisibilidad formal del recurso de casación fue
resuelta en la queja, cabe aclarar que si bien la resolución recurrida –falta de mérito- no
es sentencia definitiva, existe gravedad institucional en el caso, en primer lugar, por la
magnitud de los hechos que se juzgan, y por la eventual responsabilidad del Estado
Argentino ante instancias internacionales, ya que asumió el compromiso de perseguir
penalmente los delitos de trata de personas. Corresponde anular la resolución que
confirmó la falta de mérito del encausado por el delito de trata de personas con fines de
explotación sexual agravado toda vez que en las resoluciones dictadas en las instancias
anteriores, se efectuó una valoración parcializada y descontextualizada de los
elementos colectados, hasta el momento, en la causa. En efecto, se advierten elementos
probatorios que no han sido correctamente ponderados (prueba documental y
transcripciones de llamadas telefónicas) y que, por el contrario, de la plataforma fáctica
que sí ha sido probada por el juez de grado –intervención del imputado en la gestión de
las sociedades investigadas-, estarían presentes, con el grado de certeza que requiere
un auto de procesamiento, los extremos fácticos del artículo 145 bis del Código Penal.
De las constancias de la causa, surgiría que, en el caso concreto, la explotación sexual de
las víctimas en el centro de explotación, se estructuró legalmente a través de dos
sociedades formadas al efectos y que la gestión económica, legal e impositiva de ambas
sociedades se digitaba en el estudio contable del imputado, por lo que planteándose la
investigación de una organización dedicada a la trata de personas con una clara división
de tareas y roles no sólo se dilucida la responsabilidad de quienes intervinieron en la
captación y el acogimiento de las víctimas sino también quienes aportaron para que la
explotación sexual de las mujeres pudiera consumarse.
El voto concurrente agregó que, en el presente caso, es posible advertir del relato de los
hechos imputados al encartado, un conjunto de cuestiones que están íntimamente
vinculadas con la violencia de género, la trata de personas y el estado de vulnerabilidad
de las víctimas con apremiantes necesidades económicas.
vislumbrar la posible captación de las mujeres con fines de explotación sexual, e incluso,
que dicha explotación se haya producido aprovechando la situación de vulnerabilidad
de las nombradas.
resultan compatibles con el delito de trata de personas agravado por haber mediado
abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas , por la participación de más de
tres personas, por tratarse de más de tres víctimas, por su calidad de funcionario público
y por haberse logrado la consumación de la explotación de las víctimas, y que aún no
han sido hallados algunos integrantes prominentes de la organización.
El voto concurrente recordó que no resulta posible concebir un derecho penal moderno
sin contemplar los derechos de las víctimas y que la “trata de personas" constituye un
delito de complejidad transnacional, en el caso en análisis mujeres en extrema situación
de vulnerabilidad, sin libertad y con permanente control sobre su persona, que anulaban
la autodeterminación que como tal tenían.
intermediaria, así como que también aportaba los medios de transporte para el traslado
de las víctimas tanto a los encuentros sexuales como a Chile. Es arbitraria la absolución
dictada si las conclusiones a las que arribaron los jueces en relación con los hechos
investigados lucen incompatibles con los elementos de pruebas reunidos en la causa e
incluso con las propias afirmaciones efectuadas en la sentencia, ya que la intervención
de la enjuiciada en el delito en cuestión surge independientemente de cualquier tipo de
relación que pudiera tener con la coimputada. A partir de un análisis del informe de la
red social de Facebook de la encartada, referido a que incitaba a las mujeres a trabajar
en los locales nocturnos de Chile, las convencía para que viajaran a trabajar y facilitaba
el desarrollo de la actividad ilícita tomando contacto con las jóvenes para que ejercieran
la prostitución en los distintos locales nocturnos. Corresponde rechazar el planteo de
inconstitucionalidad del art. 125 bis CP si existió por parte de las imputadas mediante el
ejercicio de la actividad ilícita desplegada y juzgada en las presentes actuaciones, la
lesión al bien jurídico protegido por la norma, sin que el recurrente lograra demostrar la
afectación a las garantías constitucionales invocadas por el recurrente. Se encuentra
demostrado el estado de vulnerabilidad de las víctimas, a partir de sus testimonios y sus
condiciones personales, especialmente la situación económica y de necesidad en la que
se encontraban, la que permiten afirmar la configuración de la agravante prevista en por
el art. 126, inc. 1º CP.
Uno de los votos concurrentes agregó que la calidad de funcionario público de los
autores no cualifica especialmente un hecho que hubiere podido ser cometido por un
particular, transformándolo en una especie de los denominados “delicta propia”, sino
que directamente el hecho merece ser considerado -y valorado para su imputación-
como hecho funcionarial, esto es, no como hecho que reclama la intervención de un
funcionario, sino como hecho de infracción a la institución funcionarial y que la actividad
de fiscalización y control, llevada a cabo de modo ineficiente no puede limitarse al
ámbito administrativo en tanto expectativa institucionalizada.
las mujeres privadas de libertad, toda vez que el tribunal a quo se limitó a tener en
cuenta el art. 17 de la ley 24.660 y a agregar que las hijas de la encausada se encontraban
al cuidado y protección del padre y de la tía de las niñas, por lo que se advierte que no
ha brindado argumentos sólidos y elocuentes para fundar su decisión, llevada adelante
de un modo integral y razonable, y de conformidad con las exigencias de la ley. De
conformidad con los Instrumentos Internaciones, se afirma que las mujeres detenidas
presentan una doble condición de vulnerabilidad, por estar privadas de su libertad y por
el hecho de ser mujeres, o auto percibidas como tales. En este sentido, también desde
una perspectiva evolutiva e igualitaria de género, es posible considerar una “triple
condición de vulnerabilidad” cuando una mujer que está presa por algún motivo,
además es extranjera o migrante. Esgrimir juicios de valor sobre el vínculo materno-filial
sólo a partir de la detención de la madre y respecto del cual no se tiene conocimiento
alguno, implica la reproducción de estereotipos arbitrarios y concepciones basadas en
teorías que no tienen asidero alguno desde una mirada igualitaria y evolutiva de género
en la actualidad.
El voto concurrente agregó que la vulnerabilidad de las niñas se evidencia del informe
psicológico en tanto indica las complicaciones psíquicas y el malestar que presentan las
hijas de la condenada ante la ausencia de su madre –angustia, problemas escolares,
dificultades de aprendizaje y problemas de conducta-, por lo que no puede descartarse
que la decisión que analizó soslayar el requisito temporal previsto en el art. 64 de la ley
25.871 no se haya dirigido en perjuicio de las niñas menores, ni del estándar
internacional de resguardo del “interés superior del niño”, ya que no ha sido descartado
fundadamente en la decisión recurrida que las niñas no se hallen en una situación de
abandono o de extrema vulnerabilidad, que justifique el otorgamiento de la expulsión
anticipada peticionada.
El tribunal oral condenó por el delito de transporte de estupefacientes (art. 5 ley 23737)
e impuso una pena de 3 años de prisión en suspenso. El Ministerio Público Fiscal
interpone recurso de casación. Por mayoría se resuelve hacer lugar.
Uno de los votos concurrentes recordó que el consentimiento de la víctima para ser
ofrecido o acogido, con la finalidad de ser sometido a su explotación relativa al ejercicio
de la 18 prostitución, en favor de terceros o para mantener económicamente o ser
explotado económicamente por otra persona a costa de su actividad, no tendrá efectos
jurídicos, que para la configuración del delito de trata de personas no es necesario
acreditar el uso de medios engañosos o violentos ni la total pérdida de
autodeterminación del sujeto pasivo, siendo únicamente necesario que las acciones del
sujeto activo interfieran en esa capacidad de autodeterminación, que el a quo invocó
permanentemente que la imputada no probó ser víctima de trata, cuando tal actividad
corresponde a la parte acusadora, y no tuvo en cuenta que el relato de la víctima se
mantuvo incólume a lo largo de todo el proceso.
Uno de los votos concurrentes agregó que, teniendo presente el género de la víctima y
la edad de sus hijos, corresponde efectuar un análisis constitucional y convencional en
la presente causa, toda vez que en el presente caso es posible advertir un conjunto de
cuestiones que están íntimamente vinculadas con la violencia de género y el estado de
vulnerabilidad de las víctimas, destacando que las mujeres y niñas son las más expuestas
a formas sistemáticas de violencia y abusos de poder, que ponen en riesgo su salud
física, psíquica y sexual, y que dicha violencia se manifiesta desde el ámbito físico, sexual,
simbólico, psicológico, económico, patrimonial, laboral, institucional, ginecológico,
doméstico, en los medios de comunicación, en la educación sistemática formal e
informal, en la justicia, en la sociedad, entre otros, donde se estereotipa al colectivo
mujeres, desconociéndole su dignidad y derechos humanos, por la prevalencia de
esquemas patriarcales y una cultura androcéntrica, que hasta la ha privado de un
discurso y práctica jurídica de género.
El otro voto concurrentes expresó que con relación al tipo de delitos de abuso sexual y
de trata de personas y, en mayor medida cuando son cometidos contra menores, no
puede soslayarse la importancia de los peritajes psicológicos efectuados, así como toda
otra prueba que conduzca a evaluar la verdad del relato de la víctima; y que el tribunal
estimó la inconveniencia de que la víctima y sus hijos menores pudieran prestar
declaración testimonial durante la audiencia de debate a partir de los informes periciales
fundados por parte de la Dirección General de Atención a las Víctimas del Gobierno de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Dirección General de Acompañamiento,
Orientación y Protección a las Víctimas de la Procuración General de la Nación obrantes
en autos, habiendo plasmado fundadamente las razones en la sentencia recurrida.
la configuración del agravante de tres personas por tratarse de dos mayores o dos
menores, en virtud de que la ley no distingue de modo alguno la configuración del
mismo por la edad de los sujetos activos. Es que, el agravante encuentra uno de sus
fundamentos en que la pluralidad de partícipes — independientemente de su edad-
fomenta el poder ofensivo al de los sujetos activos y reduce las posibilidades de defensa
de las víctimas. El proceso de cuantificación punitiva discernida en el caso respecto de
los encausados ha sido respetuoso del marco dogmático establecido en los arts. 40 y 41
del C.P., y se encuentra adecuadamente fundado y sustentado en los elementos de
prueba reunidos en las presentes actuaciones. La aplicación efectuada del art. 4 de la
ley 22.278 ha sido correcta en tanto dicha disposición es clara cuando faculta al juez a
aplicarle una sanción al menor, aún reducida en la forma prevista para la tentativa# con
la condición de que ésta deviniere necesaria según las modalidades del hecho. los
antecedentes del menor. el resultado del tratamiento tutelar y la impresión directa
recogida por el juez. Corresponde ordenar el decomiso del inmueble y el automotor
utilizados para cometer el delito, toda vez que, conforme el artículo 23 del Código Penal,
resulta pasible de decomiso los objetos intencionalmente utilizados para consumar o
intentar el delito, tales como los inmuebles, los vehículos, las cuentas bancarias o
cualquier otro valor empleado como instrumento o infraestructura para la comisión de
un ilícito.
Uno de los votos concurrentes agregó que la situación de vulnerabilidad hace referencia
a una situación en la que la persona es más propensa a brindar su conformidad para ser
explotada, y el abuso de esa situación ocurre cuando el autor usa intencionadamente o
se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima para captarla, transportarla, trasladarla,
acogerla o recibirla con el fin de explotarla, de modo que la persona crea que someterse
a la voluntad del abusador es la única alternativa real o aceptable de que dispone y que
resulte razonable que crea eso a la luz de su situación.
El otro voto concurrente señaló que el delito de trata de personas es una grave violación
a los derechos humanos que afecta en lo más profundo la dignidad de las personas y
que constituye un delito de complejidad transnacional, y ello constituye una temática
de extrema gravedad, que requiere para su abordaje el máximo de los recursos y
esfuerzos de todas las agencias del Estado, incluyendo al Poder Judicial al decidir casos
en los que se investiguen hechos de discriminación, violencia o explotación, debiendo
ser abordado en todas sus modalidades, sea explotación sexual, trabajo esclavo e
indocumentado, y otros, porque constituyen un flagelo que debe ser erradicado y
sancionado, atento que vulnera la dignidad de la persona humana y el principio de
igualdad, conforme los artículos 16 y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional.
La disidencia parcial consideró inadmisible el recurso de casación del MPF pues los
recurrentes limitan la expresión de sus agravios a meros juicios discrepantes del
decisorio cuya impugnación postulan, todo lo cual no alcanza para desvirtuar el
razonamiento que sobre el particular realizó el tribunal, cuyos fundamentos no logran
rebatir.
frente a su agresor, merece una especial atención por parte de la justicia para evitar
también que peligre el correcto desarrollo del proceso.
La disidencia señaló que correspondía dar trámite al planteo casatorio en cuestión —sin
que esto implique adelantar opinión sobre el fondo de la cuestión- y, en consecuencia,
debía fijarse la audiencia prevista por el art. 465 bis del CPPN.
género. Resulta acertado el estudio de la causa tomando como base los Tratados
Internacionales que protegen a las mujeres así como la ley integral de protección a las
mujeres. El encartado, basándose en una relación desigual de poder que le otorgaba su
rol de juez, ejerció violencia física y psicológica contra varias mujeres, lo cual perturbó
el desarrollo personal de las víctimas. Las circunstancias que rodearon el rapto de furia
del enjuiciado, oportunidad en la cual dañó las paredes y la cuerina del sillón de la
dependencia judicial, fueron reconstruidas en la audiencia de debate a partir de los
testimonios de los testigos, asimismo, las pruebas documentales e instrumentales
(informes fotográficos y su respaldo digitalizado, y los informes técnicos) agregadas al
debate oral que dejaron constancia de la existencia material de los daños. Si bien existía
la facultad legal de rescindir los contratos, la forma en que fuera utilizada por el
imputado, sin ningún tipo de sustento serio y objetivo en el cual fundarse, tornaron
absolutamente injusto el mal anunciado, configurándose, de este modo, el aspecto
objetivo del tipo penal. El delito de amenazas no requiere para su consumación que la
víctima efectivamente se alarme o se amedrente, siendo suficiente que la amenaza
llegue a conocimiento de la víctima y que ésta tenga la entidad suficiente para generar
temor. No empece la calificación jurídica del hecho, la circunstancia que el filo de la
trincheta no hubiera sobresalido de su estuche, toda vez que, el elemento así utilizado
(apoyado desde atrás sobre la garganta) resulta apto para infundir temor y, asimismo,
poner en peligro la integridad física de la víctima, teniendo en cuenta la inmediatez con
que tal objeto sale del estuche. Debe rechazarse el agravio si el testimonio incorporado
por lectura se irguió como un elemento de prueba más, sin que revista el carácter de
dirimente. Si fue la propia defensa quien desistió de un testimonio, por lo que mal puede
agraviarse de esta situación.
Uno de los votos concurrentes destacó que la calidad de funcionario público del autor
no cualifica especialmente un hecho que hubiere podido ser cometido por un particular,
transformándolo en una especie de los denominados “delicta propia”, sino que
directamente el hecho merece ser considerado -y valorado para su imputación- como
hecho funcionarial, esto es, no como hecho que reclama la intervención de un
funcionario, sino como hecho de infracción a la institución funcionarial.
El otro voto concurrente expresó que, a fin de hacer lugar al agravio relativo al derecho
al control de la prueba en caso de incorporación por lectura, es menester que la prueba
cuya incorporación por lectura cuestiona la recurrente, se presente como única o como
la base principal de la acusación y que la defensa no haya tenido oportunidad de realizar
un útil y efectivo control de la prueba de cargo.
El tribunal oral resolvió no hacer lugar al pedido de expulsión anticipada efectuado por
la defensa por aplicación del art. 29 inc. C y 62 inc. f del decreto 70/2017 modificatorio
de la ley 25871. La defensora pública oficial interpone recurso de casación. Por mayoría
se resuelve rechazar el recurso.
La disidencia sostuvo que la decisión traída a estudio debe ser analizada y valorada
desde una mirada que se compromete con una persona que se encuentra en un estado
de mayor vulnerabilidad respecto de las demás, debido a su condición de mujer
detenida y extranjera. También desde una perspectiva evolutiva e igualitaria de género,
es posible considerar una “triple condición de vulnerabilidad” cuando una mujer que
está presa por algún motivo, además es extranjera o migrante. Es así que el análisis del
fallo recurrido debe formularse desde una perspectiva igualitaria de género, teniendo
en cuenta esta condición de vulnerabilidad que se ve multiplicada en casos como el de
autos. Y, es en este contexto donde corresponde dar un sentido amplio a los alcances
de los derechos de la mujer privada de su libertad, atendiendo especialmente a los roles
de género, en particular aquellos vinculados a las tareas reproductivas y de cuidado, a
la violencia estructural y a las prácticas discriminatorias contra la mujer profundizadas
en casos de poblaciones vulnerabilizadas; como son las mujeres recluidas, las mujeres
migrantes, las mujeres jóvenes, también –como he sostenido en algún caso-mujeres que
fueron víctimas de violencia de género. Agregó que el Sistema de Coordinación y
Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias emitió la Recomendación
VI/2016 referida especialmente a cuestiones de Género en contextos de encierro y a los
Derechos de las mujeres privadas de la libertad. Allí -entre otras cuestiones de similar
relevancia-, se hace especial referencia al impacto diferenciado del encierro carcelario
por razones de género que alcanza a diversos aspectos de la vida en prisión, tales como
la distancia de los penales de los lugares de origen de las detenidas y en los hijos/as que
muchas veces quedan al cuidado de terceras personas y el contacto con el grupo
familiar. el fallo recurrido debe ser analizado y valorado bajo los parámetros reseñados
en los acápites precedentes, esto es desde una mirada que se compromete con el
Interés Superior del Niño y con una población carcelaria que se encuentra en estado de
examine que la aplicación de las normas penales en cuestión supongan una indebida
tutela a mujeres adultas y autónomas, ni la imposición de un yugo patriarcal.
alejados de la zona urbana y carecían de tiempos de descanso así como movilidad para
desplazarse.
prueba que puede elegir libremente el tribunal (art. 241 CPPN), no puede soslayarse la
especial situación en la que se encuentran las víctimas del delito de trata de personas,
toda vez que ellas constituyen la prueba viviente de la comprobación del delito. La
sentencia es producto del análisis fraccionado de los hechos relatados por la menor, sin
que se haya tomado debidamente en cuenta la situación de vulnerabilidad en la que se
encontraba ni sus pocos años de edad, circunstancias que debieron ser consideradas en
concordancia con lo dispuesto, entre otras, por la Convención sobre los Derechos del
Niño. El Estado ha asumido un compromiso internacional que quedó efectivizado con la
suscripción a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) y para cumplir con esos
compromisos se sancionó la ley 26.364 de “Prevención y Sanción de la Trata de Personas
y Asistencia a sus Víctimas” (publicada en el B.O. el 30 de abril de 2008) que introdujo
dos normas en el Código Penal, los arts. 145 bis y 145 ter, en los que se reproducen las
formas delictuales indicadas en dicho Protocolo que quedan de ese modo incorporadas
a la legislación interna de la República Argentina. Ha quedado demostrado que la menor
fue captada, trasladada desde Corrientes a la Ciudad de Buenos Aires –con la falsa
promesa de una vida mejor y de la futura escolarización- y acogida por los imputados
con fines de explotación sexual, delito agravado por ser menor de 13 años y por haber
sido cometido mediante engaño y abuso de una situación de vulnerabilidad (cfr. art. 145
ter CP, según ley 26.364). La trata de personas es un ataque a la dignidad de los seres
humanos, dado que mediante tal práctica la persona se convierte en un instrumento
intercambiable, al que se le quitan todos los atributos que lo distinguen de los demás
seres, por eso es que el imputado intento recapturar a la menor de manera incansable
y sin temor a ser descubierto, pues -a su modo de ver- la menor era su “mercancía”, y
explotándola sexualmente obtenía un provecho económico. Resulta arbitrario y hasta
sorprendente cómo fueron descartados los testimonios de los distintos profesionales
que entrevistaron a la menor. El delito de coacción agravada concurre idealmente con
el delito de lesiones, por tratarse de un hecho único que constituye más de una
infracción penal, pues las lesiones fueron causadas por el imputado mientras obligaba a
la menor a caminar junto a él sin gritar. La calificación más gravosa de las posibles
respecto del objeto de juicio es la que, en principio, debe ser evaluada a los fines de
analizar la prescripción de la acción penal, pues sólo así se tendrá la seguridad acerca de
la extinción o subsistencia de la acción penal, sin perjuicio de que, al tiempo del
pronunciamiento definitivo, en el principal, se concluya en una significación jurídica más
benigna, declarándose entonces la prescripción.
Uno de los votos concurrentes agregó que resulta confutada la afirmación del Tribunal
respecto a la falta de prueba que sea de apoyatura para los dichos de la víctima, que la
explotación sexual agravada que fue imputada a los encartados queda acreditada
mediante diversos testimonios, así como también por los testimonios de los
especialistas y profesionales que asistieron a la víctima, los testimonios de aquellos
testigos que acreditaron las circunstancias en las que la menor fue trasladada y acogida
en la casa de los imputados; las actuaciones complementarias llevadas a cabo por el MPF
(que determinaron la existencia de un prostíbulo que coincide con la descripción
efectuada por la menor) y la diversa prueba documental glosada a la causa, que no debe
soslayarse que el objeto de estas actuaciones se inscribe en el marco de una temática
de extrema gravedad, que requiere para su abordaje el máximo de sus recursos y
esfuerzos de todas las agencias del Estado, incluyendo la justicia, que el delito de
coacción agravada concurre idealmente con el delito de lesiones, por tratarse de un
hecho único que constituye más de una infracción penal, pues la lesiones en el brazo
derecho y las manos fueron causadas mientras el imputado obligaba a la menor a
caminar junto con el sin gritar, efectuándole amenazas para intentar llevársela consigo
a un prostíbulo, que el principio regulador de la normativa de los derechos del niño se
funda en la dignidad misma del ser humano, en las características propias de los niños,
y en la necesidad de propiciar el desarrollo de éstos, con pleno aprovechamiento de sus
potencialidades, así como en la naturaleza y alcances de la Convención sobre los
Derechos del Niño y que las mujeres y niñas son las más expuestas a formas sistemáticas
de violencia y abusos de poder, que ponen en riesgo su salud física, psíquica y sexual
El otro voto concurrente destacó que con relación al tipo de delitos de abuso sexual no
puede soslayarse la importancia de los peritajes psicológicos efectuados, así como toda
otra prueba que conduzca a evaluar la verdad del relato de la víctima.
Uno de los votos concurrentes agregó que, con relación al tipo de delitos de abuso sexual
y de trata de personas, no puede soslayarse la importancia de los peritajes psicológicos
efectuados, así como toda otra prueba que conduzca a evaluar la verdad del relato de
la víctima, que las obligaciones asumidas por el Estado al ratificar el Protocolo, lo colocan
en una perspectiva jurídica de garante o responsable de los derechos humanos de las
personas bajo su jurisdicción, que el Estado tiene un deber de protección de las víctimas,
hasta el logro efectivo de las reparaciones pertinentes, que en estos casos la relación de
noviazgo entre víctima y explotador facilita el desarrollo de los acontecimientos porque
el sujeto activo ejerce no sólo violencia física sobre la víctima sino también una presión
psicológica, valiéndose del vínculo que engañosamente construyó con la víctima, que se
encuentra implícito en la naturaleza del bien jurídico tutelado (libertad) que no es
posible otorgar consenso para ser considerado un objeto o una cosa y formar parte del
mercado de bienes y servicios, que en el caso, la libertad de autodeterminación de la
víctima resultó afectada toda vez que el imputado, aprovechando el vínculo de intimidad
que había creado con la víctima, la fue convenciendo para que ejerciera la prostitución.
Esta decisión de la víctima no fue libre, sino influenciada por el imputado quien se valió
de su relación, de las promesas de una mejora económica y de una mejor posición en el
negocio a cambio de que ella aceptara su propuesta.
El otro voto concurrente destacó que si bien la figura penal prevista en el art. 145 bis
del Código Penal de la Nación abarca conductas que interfieran en el libre y voluntario
ámbito de determinación individual de las personas, dicha obstrucción en la libertad del
sujeto pasivo puede configurarse, aún sin una restricción a la libertad física o, incluso,
sin una afectación al contexto económico de la víctima, pues basta con que el sujeto
activo de alguna forma – en este caso aprovechando el vínculo de intimidad que había
creado con la víctima- restrinja este ámbito de determinación individual de las personas,
dicha obstrucción en la libertad del sujeto pasivo puede configurarse, aún sin una
restricción a la libertad física o, incluso, sin una afectación al contexto económico de la
víctima, pues basta con que el sujeto activo de alguna forma –en este caso
aprovechando el vínculo de intimidad que había creado con la víctima- restrinja este
ámbito de autodeterminación del sujeto pasivo, para configurar el delito estudiado.
Carátula: Varga, Marcelo José Luis y Falcón, Verónica Vanesa s/ recurso de casación
Causa nº: FCR 42000140/2012/TO1/CFC1
Registro nº: 2176/18.4
Resolución de fecha: 27/12/2018
Sala: IV
Magistrados: Gemignani, Hornos -voto concurrente- y Borinsky.
Año 2019
Prisión domiciliaria solicitada por la defensa denegada por el Tribunal Oral. La defensa
interpuso recurso de casación. Por unanimidad se hizo lugar.
debe ser descalificada como acto jurisdiccional válido. El tribunal de mérito ha reducido
la viabilidad del beneficio solicitado a la inexistencia de una enfermedad actual, lo que
no se corresponde con los requisitos legales. Si bien pudo haber pasado un año sin que
la autoridad penitenciaria informase algún problema, ello por sí solo no basta para
afirmar que su salud se encuentra a resguardo, pues en tal caso –antes de resolver-
debió requerirse un nuevo informe que diera cuenta del estado actual de la salud del
menor, teniendo en cuenta que la mayor parte de su vida estuvo en un ámbito carcelario
inadecuado de por sí para la afección respiratoria que lo aqueja. El voto concurrente
agregó que corresponde efectuar un análisis convencional sobre los derechos del Niño,
así como también efectuar una valoración de la cuestión de género con relación a la
imputada, reconociendo su especial estado de vulnerabilidad frente al sistema penal ya
sea por su rol de madre y cuestiones de género.
El tribunal oral condenó por delitos de lesa humanidad. Las defensas interpusieron
recursos de casación que fueron rechazados por unanimidad y por mayoría se hizo lugar
parcialmente a uno de los recursos.
La disidencia sostuvo que las diversas pruebas analizadas en la sentencia permiten tener
por acreditada con el grado requerido para un pronunciamiento condenatorio, la
materialidad de los hechos y la participación del imputado, sin que las críticas
formuladas por el MPF en orden a la edad de la víctima logren conmover lo resuelto.
Fundamentos: Corresponde rechazar la nulidad del secuestro del celular interpuesto por
la defensa toda vez que se corresponde con las facultades que el ordenamiento procesal
reconoce a la autoridad de prevención (artículos 184 inciso 5° y 231 del CPPN), y que en
esa oportunidad estaban presentes el Fiscal de Instrucción, su Secretario y que el Juez -
por intermedio de su Secretario, telefónicamente- avalaron la actuación policial. En el
caso, el suceso imputado constituye un hecho de violencia, especialmente dirigidos
contra la mujer. En tal sentido cabe recordar que, de acuerdo con la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
"Convención de Belém Do Pará", esa violencia se concreta a través de "...cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado" (art. 1).
Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen
en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas, orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: a.
abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y velar por que las
autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones se comporten de
conformidad con esta obligación; b. actuar con la debida diligencia para prevenir,
investigar y sancionar la violencia contra la mujer…" (art. 7). La sentencia pondera
correctamente los elementos de prueba de cargo, que no resultan contradictorios entre
sí, sino concordantes y coherentes para fundar la condena. En cuanto al aspecto
subjetivo del homicidio, no quedan dudas de que el encausado sabía y quería lo que
hacía. Los repetidos disparos, el lugar letal del cuerpo de la víctima donde los asestó,
uno de ellos prácticamente para rematarla -el del cráneo-, demuestran su clara
intención y voluntad de terminar con la vida de la mujer. También resulta
incontrovertible la portación ilegítima del arma de guerra -la pistola Smith & Wesson
calibre 9mm- por parte del imputado. La sola erradicación de su numeración registral
permite establecer que su tenencia resulta ilegítima. Esto es así, teniendo en cuenta que
la portación del arma cargada con municiones aptas para el disparo, no se limita al
momento del homicidio. Resulta inverosímil que el imputado haya actuado en legítima
defensa cuando, todos los disparos fueron hechos con el arma que el nombrado
portaba, sin que se haya producido ningún disparo con la pistola Bersa 22 cuya tenencia
podría atribuirse a la víctima. Es que si existió algún intento de usar el arma por parte de
la víctima éste debe ser fácticamente descartado ya que de acuerdo a lo que surge de
las constancias de la causa, el arma terminó tirada en la calle, aproximadamente a un
metro y medio del auto, muy lejos de su alcance, por lo que ya no existía una necesidad
racional de defenderse.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación
laboral, en las modalidades de captación, traslado, recepción y acogimiento agravado
por haber mediado engaño, y abuso de una situación de vulnerabilidad, así como por el
número de víctimas, ser tres de ellas menores de edad, por su parentesco colateral con
las damnificadas, encontrarse encargado de su guarda, por haberse consumado la
explotación y por hallarse una de ellas embarazada. La defensa interpuso recurso de
casación, que fue rechazado.
Fundamentos: Está debidamente fundada la condena por trata de personas con fines de
explotación laboral, en sus modalidades de captación, y traslado, recepción y
acogimiento, agravado por haber mediado engaño, abuso de la situación de
vulnerabilidad de las víctimas, por la cantidad de estas, por ser tres de ellas menores de
edad, por hallarse una embarazada, por su parentesco colateral en el caso del imputado,
por encontrarse ambos a cargo de la guarda de las víctimas y por haberse consumado la
explotación (arts. 145 bis y 145 ter, incs. 1°, 2°, 4° y 6°, segundo párrafo y tercero conf.
ley 26.842) si se encuentra probado que con fines de explotación los imputados,
engañando en punto a cuáles serían sus condiciones de trabajo y el salario que
percibirían y abusando de su situación de vulnerabilidad, convencieron a las víctimas de
trasladarse hasta la provincia de Buenos Aires, desde la ciudad de Reconquista, Santa
Fe. La pesquisa -iniciada por una denuncia anónima- determinó que las menores eran
trasladadas para pasar largas horas en precarios puestos de venta callejera de tortillas,
que luego se encargaban de la preparación de los comestibles y la limpieza y que nunca
percibieron contraprestación por sus tareas, asimismo, sufrían violencia y restricción de
la libertad ambulatoria, conclusiones del a quo en base a informes de la oficina de
rescate, testimonios que dieron cuenta de la investigación previa al allanamiento y de
las condiciones habitacionales en las que residían las víctimas, los dichos de las cuatro
damnificadas y testimonios familiares que corroboraban la acusación. Corresponde
rechazar el agravio relativo a la pretendida falta de fundamentación alegada en orden a
la calificación asignada a los hechos, de acuerdo a las puntuales consideraciones que
efectuaron los magistrados sobre la finalidad de la explotación, cuestión que, además
fue también ponderada en la sentencia al momento de analizar la prueba.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayores de 18 años, mediando
abuso de una situación de vulnerabilidad. La defensa interpuso recurso de casación que
fue rechazado por mayoría.
sexual, implicó también una alteración de la base fáctica de la imputación que derivó en
una afectación a los derechos de defensa que le impidió tanto al imputado como a su
letrado tener un conocimiento cabal de la imputación como de organizar su estrategia
defensiva. Teniendo en cuenta las precauciones que las leyes 26.364 y 26.842 establecen
a la hora de recibir testimonio a las personas víctimas del delito de trata de personas,
corresponde anular la absolución dispuesta si los jueces no tuvieron en cuenta la
situación de vulnerabilidad de las víctimas de trata, por lo que los testimonios de quienes
declararon en juicio debían ser ponderados en su justa medida, ya que lo resuelto
también desconoció las difíciles circunstancias económicas y familiares que les tocaba
atravesar y no tuvo en cuenta el informe del Consejo Provincial de la Mujer, lo señalado
por integrantes de la Subdirección de Políticas de Género de la Municipalidad de Santa
Rosa en cuanto a la incapacidad de las víctimas de verse como personas vulnerables y
explotadas, y lo expresado por el Equipo de Abordaje a Incidentes Críticos (EDAIC) de la
Policía de la Pcia. de La Pampa, en el que concluyeron -luego de relatar las condiciones
de trabajo- que existen indicadores para señalar razonablemente la presunción de que
las mujeres entrevistadas se encontrarían desarrollando actividades ligadas a formas de
ejercicio de la prostitución. La prescripción de la acción en los supuestos de concurso
ideal de delitos, se rige por el término correspondiente a la pena mayor.
La disidencia parcial sostuvo que la prescripción corre separadamente para cada delito
siendo irrelevante si, en concreto, los hechos investigados se encuentran vinculados por
un concurso ideal o real.
argumentos ni una crítica razonada que logre conmover la decisión adoptada por la
cámara de origen; tampoco se ha demostrado la existencia de una cuestión federal que
permita habilitar la competencia de esta Cámara: y los argumentos expuestos en el
decisorio recurrido constituyen una derivación razonada del derecho vigente conforme
a las constancias de la causa, al valorar el tribunal a quo no sólo la gravedad del hecho
objeto de investigación -delito previsto en el art.145 ter del C. P. Penal, según Ley
26.364, agravado conforme el 2do párrafo del primer apartado y al segundo apartado,
incs. 2º, 3º y 4º-, sino también en la existencia de una posible organización criminal
dedicada a la trata de personas y a la necesidad de resguardar a las víctimas de ese
flagelo, por lo cual se sostuvo que, en caso de recuperar su libertad, podría intentar
eludir el accionar de la justicia o entorpecer la investigación.
El voto concurrente agregó que no se advierte que la prisión preventiva que sufre la
encartada se hubiera prolongado más allá de las necesidades que el caso requiere.
El tribunal oral condenó por el delito de abuso sexual. La defensa interpuso recurso de
casación que fue rechazado por unanimidad
Carátula: Besmalinovich, Ezequiel s/abuso sexual –art. 119, 1er párrafo CP.)
Causa n°: CFP 4684/2012/TO1/CFC1
Registro n°: 570/19
Resolución de fecha: 15/4/2019
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Petrone y Barroetaveña.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mayores agravado por la
pluralidad de víctimas. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por
unanimidad.
Habeas Corpus interpuesto por las internas del SPF, rechazado in limine por el juzgado.
La Cámara de Apelaciones confirmó la decisión. La defensa interpuso recurso de casación
que fue rechazado por mayoría.
expuestas al dominio absoluto del dueño del taller, habiéndose visto menoscabadas en
su libertad. Tales condiciones conformarían un estado de sometimiento y cosificación
de las víctimas, propio de la situación de servidumbre que la figura del art. 140 del C.P.
sanciona.
Uno de los votos concurrentes agregó que no obstante coincidir con el encuadre
postulado por la fiscalía al momento de alegar respecto de los otros condenados (trata
de personas con fines de explotación laboral, trabajo forzoso y reducción a la
servidumbre, agravada por haberse cometido con abuso de la situación de
vulnerabilidad, por haberse consumado la explotación y porque la víctima era menor de
edad, en la forma en la que viene el recurso y respetando la máxima que prohíbe la
reformatio in pejus, corresponde confirmar la calificación legal decidida en la sentencia.
restrictiva o arbitraria de lo dispuesto en los arts. 10 del C.P. y 32 de la ley 24.660, toda
vez que los jueces indicaron que, si bien la nombrada padece el Virus de
Inmunodeficiencia Humana - HIV- y tuberculosis pleural, conforme surge de los informes
médicos, actualmente se encuentra compensado su estado de salud física, y que la
permanencia de la imputada en su lugar de detención no le impide tratar
adecuadamente las patologías que presenta, siendo que para el momento de su
evaluación no correspondía su alojamiento en un centro hospitalario; y a su vez,
pusieron de relieve que, si bien no se escapa de su atención la especial situación que
atraviesa la encausada en virtud de su condición transgénero y el tratamiento especial
que debe recibir atento la vulnerabilidad del colectivo al que pertenece -LGBTI-, lo cierto
es que la nombrada se encuentra alojada en el Complejo Penitenciario Federal IV
{destinado a población femenina) y, dentro de este, en un pabellón destinado pura y
exclusivamente para el mencionado colectivo, por lo que consideraron que el Estado ha
adoptado las medidas necesarias a fin de garantizar el libre desarrollo de su persona
conforme su identidad de género, en cumplimiento de lo dispuesto por la ley nº 26.743.
recursiva-, razón por la cual se torna necesario agotar la investigación con la realización
de la medida solicitada por el Fiscal. El voto concurrente agregó que la “trata de
personas” constituye un delito de complejidad transnacional, y que ello constituye una
temática de extrema gravedad, que requiere para su abordaje el máximo de los recursos
y esfuerzos de todas las agencias del Estado, incluyendo al Poder Judicial al decidir casos
en los que se investiguen hechos de discriminación, violencia o explotación. Es que,
frente a la presunta existencia de hechos constitutivos del delito de trata de personas,
corresponde a la judicatura agotar las medidas que profundicen la pesquisa de este
flagelo, reservándose el dictado de sobreseimientos para los supuestos en que
extremados los recaudos y las tareas investigativas, se haya alcanzado certeza negativa
acerca de la existencia del hecho, lo que prima facie no se observa a consecuencia de la
apreciación parcial respecto plexo probatorio agregado a la causa.
ley 48. Tampoco cabe hacer lugar a la excepción de la arbitrariedad de sentencia, por
cuanto, en atención al carácter restrictivo de la admisión de dicha doctrina, para que
prospere la impugnación con ese respaldo, es menester que se demuestren defectos
graves en la decisión recurrida, que la descalifiquen como acto jurisdiccional válido, lo
cual los recurrentes no han conseguido acreditar en autos.
El tribunal oral condenó por el delito de Trata de Personas por acogimiento con fines de
explotación sexual, agravado por el hecho de haber sido cometido por tres (3) o más
personas en forma organizada previsto. La defensa interpuso recurso de casación que
fue rechazado por unanimidad.
Uno de los votos concurrentes agregó que a partir de la reforma por ley 26.842 se
reconoció que el consentimiento de la víctima para ser explotado no tendrá efectos
jurídicos, por cuanto, se encuentra implícito en la naturaleza del bien jurídico tutelado
(libertad) que no es posible otorgar consenso para ser considerado un objeto o una cosa
y formar parte del mercado de bienes y servicios; se trata de la esencia de lo humano,
cuya propia explotación no puede ser consentida por el sujeto sin afectación de la
condición de persona, de su libertad como bien que le es inherente.
El otro voto concurrente agregó que tampoco existe violación al derecho de defensa en
juicio si el imputado contó a lo largo de todo el proceso y durante la audiencia de debate
con la posibilidad de ejercer su defensa material y técnica de las imputaciones que
pesaban en su contra.
vez que nuestra C.S.J.N. tiene dicho que frente a la verificación de alguno de los
extremos inherentes al delito de trata de personas la justicia federal debe entender en
la causa tal como, en definitiva, sucedió en el sub lite. El tribunal de mérito precisó que
si bien el testimonio de las víctimas resulta relevante en este tipo de procesos, debe
efectuarse en forma conjunta con el restante plexo probatorio. De esta manera, los
sentenciantes hicieron hincapié en la importancia del análisis de los testimonios de las
víctimas en forma integral con los restantes elementos de prueba reunidos durante el
debate (concretamente, las declaraciones del personal policial a cargo de las
investigaciones y allanamientos, el resultado de esas diligencias, las declaraciones de
personal especializado en salud y en programas de asistencia, así como los informes
periciales realizados en la presente causa. A su vez los dichos de las víctimas encontraron
correlato con las fotografías y croquis de los lugares en los cuales permanecieron así
como las fotografías del automóvil en el cual fueron trasladadas. Con relación a la
situación de extrema vulnerabilidad de las mujeres, los sentenciantes destacaron su
marginalidad, la falta de recursos económicos, sus necesidades básicas estaban
insatisfechas, la falta de algún tipo de contención familiar y hasta incluso el
aprovechamiento de situaciones de soledad por parte de terceras personas. En los
términos de las "100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en
Condición de Vulnerabilidad", el tribunal de mérito concluyó que se verificó en la
presente causa que las víctimas, al momento de los hechos sometidos a juicio, se
encontraban inmersas en una situación de vulnerabilidad. En cuanto al concreto grado
de intervención en los hechos sometidos a debate oral y público, los magistrados de la
instancia previa señalaron que, si bien la actuación de los imputados no importó una
organización sofisticada de estructura compleja o de corte trasnacional, cada uno de
ellos cumplió un determinado rol en los hechos investigados con el fin de explotar
sexualmente a las víctimas. De adverso a lo afirmado por la Defensa Pública Oficial en
su presentación recursiva, el tribunal de mérito valoró conforme la sana crítica racional
(art. 398 del C.P.P.N.) los elementos probatorios reunidos en el debate según los cuales
se demostró tanto la finalidad de explotación sexual como el conocimiento de los
imputados acerca de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, por lo que no
corresponde la aplicación del principio in dubio pro reo postulado por la defensa. Todas
las circunstancias agravantes contenidas en el art. 145 ter, inc. 1, 4, 5 y último párrafo
del C.P. -texto según Ley 26.842- (trata de personas agravado por el abuso de la situación
de vulnerabilidad, por la pluralidad de víctimas, por la participación de tres o más
personas en la comisión del delito y por haberse consumado la explotación respecto de
una de las víctimas) por las cuales fueron condenados los imputados se encontraron
debidamente verificadas en autos sin que la impugnante logre acreditar la arbitrariedad
ni la errónea aplicación de la ley sustantiva que invoca. Corresponde rechazar los
agravios relacionados con la imposibilidad de ampliación de la acusación fiscal y la
violación del principio de congruencia y homologar la sentencia impugnada en cuanto
calificó el hecho en los términos de la agravante contenida en el último párrafo del art.
145 ter del C.P., pues la calificación legal adoptada en los términos del art. 381 del
C.P.P.N. no resultó sorpresiva ni, en definitiva, violatoria al derecho de defensa toda vez
que, de las propias constancias de la causa, surge que la recurrente fue debidamente
notificada de la ampliación operada en la acusación y tuvo oportunidad de hacer frente
a esa circunstancia. Debe rechazarse el agravio vinculado a la aplicación del concurso
real toda vez que los jueces del tribunal a quo fundaron suficientemente la aplicación de
las reglas previstas en el art. 55 del C.P., diferenciando dos hechos. El primero damnificó
a dos de las víctimas y acaeció durante el mes de marzo del año 2015, mientras que el
segundo hecho tuvo lugar en el mes de abril del mismo año y fue cometido en perjuicio
de otras dos víctimas, y el impugnante no ha logrado demostrar en su presentación
recursiva la inobservancia o errónea aplicación de la agravante contenida en el art. 145
ter inc. 4 del C.P. Corresponde confirmar el monto punitivo al que han sido condenados
los imputados toda vez que las penas impuestas por los sentenciantes se encuentran
debidamente fundadas sin que las condiciones personales de los imputados que la
defensa apuntó en su presentación recursiva logren demostrar la arbitrariedad ni la
errónea aplicación de los arts. 40 y 41 del C.P. Toda vez que los imputados, en forma
previa a la comisión del hecho aquí analizado, han cumplido al menos parcialmente pena
efectiva de prisión como condenados, las declaraciones de reincidencia dictadas a su
respecto en el pronunciamiento examinado se ajusta correctamente a las exigencias del
art. 50 del Código Penal de la Nación, por lo que corresponde su homologación en esta
instancia. En cuanto a la inconstitucionalidad de la declaración de reincidencia postulada
Caratula: Mansilla, Rubén Ernesto; Mansilla, Sergio Rubén y Martínez, Carlos Alberto s/ recurso
de casación
Causa n°: FMP 10902/2015/TO2/CFC10
Registro n°: 1523/19.4
Resolución de fecha: 19/7/2019
Sala: IV
Magistrados: Borinsky, Carbajo y Hornos -en disidencia parcial-.
El tribunal oral dispuso el sobreseimiento del acusado por los delitos de facilitación de la
prostitución en concurso ideal con el delito de permanencia ilegal de extranjeros en el
territorio de la República Argentina con el fin de obtener un beneficio. La fiscalía
interpuso recurso de casación. Por unanimidad se hizo lugar.
penal, incorporado en el artículo 250 quater del digesto ritual. Corresponde anular la
absolución de uno de los encausados toda vez que la solución alcanzada no se
compadece con las constancias recogidas durante el debate oral ni da acaba respuesta
a la hipótesis acusatoria mediante una correcta aplicación del derecho sustantivo, pues
el colegiado no pudo razonar acerca de si la presencia de un agente de la Prefectura
Naval Argentina en pleno conocimiento de la actividad del condenado en las
inmediaciones del lugar en donde se ofrecía el comercio sexual sumado a la conducta,
al menos pasiva del funcionario público o, intercambiando ofertas sexuales, no
contribuyó -en los términos de una colaboración sea primaria o, al menos, secundaria la
perpetración del delito. Debe anularse la absolución del administrador del bar toda vez
que el Tribunal sustentó su temperamento absolutorio sin ponderar el completo cuadro
cargoso sino con una visión fragmentada del acervo probatorio y con argumentos que
no se correspondían con las premisas acreditadas ni con las constancias recopiladas
durante el debate oral y público, pues de las escuchas telefónicas, que fueran
incorporadas por lectura, surgen múltiples indicios que permiten confirmar que en el
bar Broadway regenteado por el condenado, la administración recaía sobre el aquí
imputado, se efectuaban los contactos previos para el comercio sexual.
El tribunal oral dictó condena por los delitos de personas mayores de 18 años (art. 145
bis del C.P. texto según Ley 26.364) en concurso ideal con el delito de administración o
regenteo de casas de tolerancia (art. 17 primer párrafo de la Ley 12.331) en concurso
Fundamentos: El planteo de violación del derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas
debe ser rechazado, toda vez que la defensa no se ha hecho cargo de demostrar que las
circunstancias particulares del caso justifiquen la aplicación de la garantía referida
precedentemente, y que ameriten la aplicación de la jurisprudencia citada por la parte,
al presente caso. En efecto, el remedio articulado se limita a la enunciación genérica del
lapso ocurrido desde que se inició el proceso, pero no se encuentran acabadamente
desarrolladas las razones por las que considera que el tiempo transcurrido resultaría, en
sí mismo, excesivo, sin examinar la totalidad de los actos llevados a cabo por la
magistratura y las partes en la tramitación del proceso y sin indicar cuáles de ellos
habrían dado lugar a dilaciones indebidas, de modo tal que no se logra acreditar la
afectación invocada. Corresponde rechazar el planteo de arbitrariedad del rechazo de la
suspensión del juicio a prueba toda vez que en el caso la defensa interpuso el pedido de
probation al momento de alegar, luego de la producción de prueba en el debate oral y
del alegato final del representante del Ministerio Público Fiscal, es decir, lo hizo en
oportunidad de haber finalizado el juicio; entonces, resulta extraño que se pretenda
suspender algo que ya ocurrió. De los fundamentos del recurso interpuesto se advierte,
que lo que la defensa pretende suspender no es el juicio -que ya se había celebrado-,
sino la aplicación de la pena. Cabe agregar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
en el precedente "Recurso de hecho deducido por el Fiscal Góngora, Gabriel Armando
s/causa 14.092" (rta. el 23/04/2013) entendió que "siguiendo una interpretación que
vincula a los objetivos [propuestos por la Convención de Belém do Pará], la norma en
cuestión impone considerar que en el marco de un ordenamiento jurídico que ha
incorporado al referido instrumento internacional, tal el caso de nuestro país, la
adopción de alternativas distintas a la definición del caso en la instancia del debate oral
es improcedente" (consid. 7°). El juicio de reproche formulado por el tribunal
sentenciante respecto de las imputadas reposa en un cuadro probatorio prudentemente
valorado por medio del cual se demostró, con el grado de certeza que requiere esta
etapa procesal, la intervención de las nombradas en los sucesos por los cuales fueron
pues en los casos de concurso ideal de delitos, la prescripción se rige por el término
correspondiente a la pena mayor, en este supuesto, la que determina el art. 145 bis del
CP según texto de ley 26.364, en función del art. 62 inc. 2 del mismo ordenamiento. El
monto punitivo impuesto no luce desproporcionado ni irrazonable en atención a la
concurrencia de diversas circunstancias agravantes y atenuantes válidamente
computadas por el Tribunal y teniendo en cuenta la escala penal aplicable para el ilícito
endilgado, esto es, de 3 a 8 años y el monto de pena diferenciada radica en las
previsiones del art. 46 del C.P. que estipulan la disminución de la pena del delito
imputado para este tipo de participación criminal. Si bien es cierto que en el país se
desarrollan políticas públicas para al castigo y represión de este tipo delictivo, no es
menos cierto que el problema de la trata de personas debe ser abordado en todas sus
modalidades, sea explotación sexual, trabajo esclavo e indocumentado, y otros, porque
constituyen un flagelo que debe ser erradicado y sancionado, atento que vulnera la
dignidad de la persona humana y el principio de igualdad, conforme los artículos 16 y 75
inciso 22 de la Constitución Nacional. En el presente caso, es posible advertir un
conjunto de cuestiones que están íntimamente vinculadas con la violencia de género, la
trata de personas y el estado de vulnerabilidad de ambas víctimas, pues como dijo el
Tribunal y se sostuvo anteriormente, las víctimas por su condición de vida, su condición
socioeconómica, su escasa educación, la distancia de su ciudad de origen, y con hijos
que debían mantener (en el caso de una de ellas. teniendo 7 hijos), eran personas
frágiles y vulnerables. Cabe destacar que también preservando la integridad física y
psíquica de las mujeres, adoptando políticas públicas para evitar la violencia contra
éstas, Argentina ratificó la "Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer", aprobada en Belém do Pará, Brasil, en vigor
desde 1995. Esta Convención Interamericana aporta mecanismos para la eliminación de
la violencia de género, definiendo en su artículo 1 como: "…cualquier acción o conducta
basada en su género, que cause muerte, daño, o sufrimiento físico, sexual o psicológico
a la mujer, tanto en el ámbito público como privado…".
Caratula: Manavella, María Patricia y Acosta, Cristina del Valle s/ recurso de casación
Causa n°: FCB 12002066/2010/TO1/CFC1
Registro n°: 1643
Resolución de fecha: 13/9/2019
Sala: I
por las víctimas en cuanto indicaron con precisión y sin que se advierta contradicción
alguna entre sus relatos, las condiciones precarias económicas y familiares en las que se
encontraban; la forma en la que se prostituyeron en el local del que era dueño y
responsable el encausado mediante la utilización de "copas" y "pases"; que la comida y
las habitaciones eran proporcionadas por el nombrado y que ellas se ocupaban de la
limpieza del lugar; que el local abría todos los días exceptuando los martes, desde las
22:00 hs. hasta las 3:30/4:00 hs.; que el imputado se quedaba con una parte de lo que
ganaban con los pases; y que cada tres meses concurría personal de la Municipalidad,
que las llevaban a hacerse análisis a un laboratorio de la localidad, A su vez, valoraron
los testimonios prestados en el debate por las profesionales del Programa de Rescate, ,
en cuanto explicaron el procedimiento que realizaron al ingresar al local y relataron las
entrevistas que tuvieron con las víctimas, respecto a la forma en la que eran prostituidas,
las características del encausado y las condiciones sociales y económicas de cada una,
entre otras pruebas. Debe rechazarse el agravio de la defensa respecto a la falta de
declaración en el debate de un testigo -cuya declaración se incorporó por lectura-, ya
que el recurrente no demostró que dicha ausencia haya producido una concreta
afectación al derecho de defensa, como tampoco expresó los cuestionamientos que se
encontró impedido de plantear. Corresponde rechazar los planteos efectuados por la
defensa en cuanto a la calificación legal en el delito de trata, y descartar la aplicación del
art. 127 del C.P. solicitado, toda vez que en el caso de autos el delito de trata de personas
atribuido al encausado quedó configurado con la conducta de recibir y acoger a las
víctimas con la finalidad de explotarlas sexualmente. Es que según la Real Academia
Española "recibir" es tomar lo que le dan o le envían y "acoger" implica admitir o aceptar
en su casa o compañía a alguien, servir de refugio o albergue. Ello, sumado a la finalidad
de explotación sexual, se ha visto acreditado en las presentes actuaciones a raíz de las
declaraciones de las víctimas; de las profesionales que las asistieron; del informe del
Programa de Rescate; de la presencia de éstas al momento del allanamiento; de las
anotaciones de los cuadernos; de los mensajes de texto; y de la forma en la que estaba
diseñado el lugar, con habitaciones y camas dispuestas para efectuar los "pases". En
cuanto a la situación de vulnerabilidad de las víctimas cabe recordar lo establecido por
las "Reglas de Brasilia sobre acceso a la Justicia de las Personas en Condición de
dignidad humana, dificultando la participación del colectivo más numeroso que tienen
todas las sociedades - Mujeres, niñas, adolescentes, ancianas-, a la participación en la
vida del país, en igualdad de condiciones con los varones.
desde el nacimiento del niño hasta la efectiva realización de la denuncia por parte de la
querellante, en modo alguno otorga sustento a la alegada entrega voluntaria del menor.
Tal vez ello encuentre explicación en la propia situación de vulnerabilidad de la víctima,
quien aún con asistencia letrada fue citada a prestar declaración testimonial siete meses
más tarde de haber presentado la denuncia ante el Ministerio Público Fiscal de la
Provincia de Buenos Aires y transcurrido más de un año del inicio del presente proceso,
no había logrado recuperar a su hijo. Corresponde casar la resolución con relación a la
encausada respecto de los hechos que fueron calificados como falsedad ideológica de
instrumentos públicos, en tanto la nombrada no puede revestir la calidad de coautora
por la que fue condenada, pues no ha tomado parte en la perpetración de ese suceso.
Su intervención se limitó a la faz preparatoria del delito, aportando su documento
nacional de identidad, elemento indispensable para la confección de los documentos
ideológicamente falsos. Entonces, la atribución del hecho calificado como falsedad
ideológica de instrumentos públicos a título de coautora habrá de ser modificada, pues
el grado de intervención que cabe asignar a la 225 encartada es el de partícipe necesaria,
ya que ha efectuado un aporte indispensable para la comisión de los hechos referidos,
sin el cual éstos no podrían haberse realizado. La disidencia parcial sostuvo que debe ser
rechazadas las objeciones respecto de la cuestión del título imputativo elegido por el
tribunal toda vez que se ha producido un quiebre en la accesoriedad de la participación
que los coloca en grado de coautores del hecho por los que fueran condenados, a la luz
de lo que objetivamente se desprende de la investigación. Ello es así, puesto que la
plataforma, evidencia la introducción por parte de los imputados de un riesgo que
generó un resultado a éstos atribuible, más allá del alcance de los límites de su psiquis,
lugar lógicamente inaccesible para el juzgador quién sea denominado "autor" y quién
"tercero" depende únicamente de la circunstancia de cuál sea la persona con la que se
inicie el análisis al intentar resolver un caso.
El voto concurrente agregó que con relación al agravio introducido por la defensa en
torno al dictado de la prisión preventiva de su asistido, hemos de señalar que el hecho
de contar con un remedio que permite estudiar el instituto de la exención de prisión o,
en su caso, de la excarcelación, hace perder a la prisión preventiva su calidad de
resolución equiparable a una sentencia definitiva por lo que su tratamiento puntual
resulta ajeno, en principio, a esta sede, salvo supuestos excepcionales que no concurren
en la especie (conf. causa n° 17.007 caratulada “Ortíz, Rodrigo Humberto s/recurso de
casación”, reg. n° 20 del 6/2/2013; y causa n° 74/2013 caratulada “Molina, Sebastián
Ricardo s/recurso de queja“, reg. n° 946 del 14/6/13).En lo que hace al principio de la
doble instancia, tal extremo se halla debidamente garantizado por cuanto han recaído
pronunciamientos concordantes del juez instructor y de la Cámara Federal de
Apelaciones de Rosario, provincia de Santa Fe; y no se observa en el presente, la
existencia de cuestión federal o la verificación de un supuesto de arbitrariedad que
amerite la intervención de esta Cámara como tribunal intermedio.
acogimiento pues, conforme surge de las pruebas colectadas, la imputada atrajo a las
víctimas, remitiéndoles los pasajes desde el lugar donde se encontraban hasta la ciudad
de Sarmiento con la excusa de un nuevo trabajo que reportaría un bienestar económico.
Y luego las recibió y alojó en la vivienda donde funcionaba el negocio habilitado a su
nombre- que administraba, donde aquellas pernoctaron y ejercieron los "pases" y
"copas". La encartada se aprovechó de la vulnerabilidad de las víctimas para alcanzar su
cometido a fin de retenerlas en el lugar de explotación. Por ello es correcta la subsunción
típica en la que el tribunal encuadró los hechos pues, en el caso en análisis se encuentran
acreditados los fines de explotación sexual requeridos por el tipo penal, en cuanto
elemento subjetivo distinto del dolo, atento a que las víctimas no solo fueron captadas
y acogidas con tales fines si no que están presentes las modalidades de la explotación
descriptas en el inc c del art. 1 de la ley 26.842. En el caso de autos no se ha violado el
derecho de defensa en juicio, ya que la defensa tuvo conocimiento de los hechos
imputados, cuya identidad se preservó. No se advierte entonces la "sorpresa" alegada
por la defensa, pues ésta pudo prever la situación de condena e interponer las
alegaciones defensistas que estimara procedentes en aquella oportunidad, incluso
cuando en el caso de autos el encuadre jurídico que otorgó el sentenciante fue idéntico
al efectuado por el Fiscal de juicio. No se verifica arbitrariedad ni irrazonabilidad por la
imposición del mínimo de la escala penal prevista para el delito por el que fue
encontrada autora penalmente responsable la imputada, toda vez que el a quo puede
imponer una pena mayor a la solicitada por el Ministerio Público Fiscal. La determinación
de la pena aplicable al caso concreto se encuentra dentro del marco propio del ámbito
de la jurisdicción, que por disposición constitucional le está reservado a los jueces -108
y 116 de la Constitución Nacional-. Pretender limitar la jurisdicción y competencia
otorgada en un sistema republicano de gobierno por normas constitucionales y del
sistema jurídico, donde los poderes y órganos del Estado tienen asignadas funciones
determinadas, competencias, con contrapesos, mediante una interpretación sin base
legal -Articulo 401 C.P.P.N.-, donde se desea que los jueces sólo sentencien como solicita
el órgano acusador del Ministerio Público Fiscal, no es ajustada a derecho. En el presente
caso, es posible advertir un conjunto de cuestiones que están íntimamente vinculadas
con la violencia de género, la trata de personas y el estado de vulnerabilidad de la
víctima, pues como dijo el Tribunal y se sostuvo anteriormente, las victimas por su
condición de vida, extremadamente pobre, jóvenes, a muchos kilómetros de su ciudad
de origen, -y en dos casos de sus países-con hijos pequeños a cargo, eran personas
frágiles y vulnerables. Frente a la incidencia de violencia contra las mujeres/ con las
graves consecuencias para este colectivo, el Estado sancionó la ley 26.485 en el año
2009, de "Protección Integral a las mujeres, para prevenir, erradicar y sancionar la
violencia contras las mujeres en todos los ámbitos donde desarrollan sus relaciones
interpersonales'', la que también sanciona diferentes tipos de violencia: física, sexual,
simbólica, económica, patrimonial, psicológica, entre otras, visibilizando que estas
conductas son el producto de un esquema patriarcal de dominación, entendido como el
resultado de una situación estructural de desigualdad de género. Hoy la violencia contra
las mujeres es considerada violación de los Derechos Humanos, con jerarquía
constitucional y/o superior a las leyes internas, y como preceptúa el artículo 3 de la
"Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer", "toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado". La disidencia parcial señaló que se afectó el principio de
congruencia toda vez que si bien las notas básicas de las circunstancias de hecho se han
mantenido desde la acusación hasta la sentencia, la aplicación de la agravante prevista
en el ante último párrafo del art. 145 ter, en función del art. 145 bis del Código Penal,
implicó la introducción de elementos típicos no contemplados en la acusación del
Ministerio Público Fiscal al momento de alegar, cambio de calificación que fue
sorpresivo y afectó el derecho de defensa en juicio de la acusada.
en los términos del artículo 317 inc. 5 del C.P.P.N., tomando para ello la escala penal del
delito de reducción a la servidumbre (art. 140 -texto original- del C.P.) que va de tres a
quince años de prisión, a hora tales circunstancias han variado, pues esta Cámara
Federal recalificó los hechos atribuidos al nombrado, por lo que ahora deben valorarse,
a los fines de la excarcelación, específicamente los riesgos procesales.
y 4 del CP (art. sustituido por art. 26 de la Ley N° 26.842 B.O. 27/12/2012), pues quedó
demostrado que la nombrada no solo administraba el dinero del trabajo de las víctimas,
sino que también tenía la posesión y dominio sobre las mujeres en el local 'Mana',
restringiendo su libertad. Se probó que captó y acogió a las víctimas menores de edad y
que ofreció, captó y trasladó desde la provincia de Tucumán a una de las víctimas
también menor de edad. El Tribunal también pudo comprobar la existencia de los
agravantes de la calificación legal impuesta. Al respecto, cabe mencionar que todas las
mujeres que trabajaron en el local 'Mana' lo hicieron por necesidades económicas, no
tenían trabajo, algunas de ellas tenían hijos menores a cargo, provenían de otro país o
de otra provincia, y en alguna oportunidad le habían alquilado a la encausada el local
donde trabajaban para vivir, todo lo cual muestra la situación de vulnerabilidad en la
que se encontraban. Finalmente, respecto a la cantidad de víctimas, también se probó
que fueron más de tres. El delito de trata de personas protege un concepto amplio del
bien jurídico "libertad", que no abarca solo la libertad física -ambulatoria o de
movimientos-; sino también la libertad psíquica actuación sobre la voluntad o psique del
sujeto-. Además, interesa señalar que, aunque las modificaciones de la ley de trata que
excluyeron al consentimiento como requisito para que la conducta sea típica, fueron
posteriores a los hechos que se examinan en el presente; sin embargo, dicha discusión
ya estaba presente. Por otro lado, es necesario aclarar que para determinar la tipicidad
de la conducta no es necesario que se realicen todas las acciones típicas, pues "/a trata
de personas es un tipo alternativo, basta la realización de una de las acciones descriptas
para que se configure el ilícito; y la comisión conjunta (p. ej., captar y transportar) no
multiplica el delito, aunque puede influir en la graduación de la pena en concreto.
Finalmente, respecto a uno de los agravantes imputados, esto es, el "abuso de (_) una
situación de vulnerabilidad", interesa señalar que tal concepto padece evidentes
problemas de indeterminación, razón por la cual desde los organismos internacionales
se ha buscado precisarlo: visto como medio para cometer el delito de trata de personas,
expresado en el artículo 3 del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de
personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
recurrida debe analizarse también desde una perspectiva igualitaria de género. Con ese
norte, en el año 2016, el Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de
Unidades Carcelarias emitió La VI Recomendación referida a cuestiones de Género en
contextos de encierro y a los Derechos de las mujeres privadas de la libertad.
Corresponde destacar que el tribunal de la instancia anterior omitió darle oportuna
intervención al Asesor de menores, circunstancia que amerita, dada la excepcionalidad
que presenta el sublite, anular la resolución en crisis a fin de que el a quo se pronuncia
nuevamente. Esta vez con las constancias del caso en relaciona la situación de los hijos
de la imputada, que conllevaría, entonces a una resolución del caso provista de
fundamento en tanto se erigirá en la totalidad de las circunstancias que rodean el hecho
que ha motivado la presentación efectuada por la Defensa. La inmediata vigencia de las
normas establecidas en el nuevo C.P.P.F que fijan en qué supuestos concretos la ley
autoriza a presumir peligro de fuga y/o de entorpecimiento (arts. 221 y 222) y de aquella
que fija la lista de medidas de coerción a las que puede recurrirse frente a tales
supuestos y el grado de progresividad y jerarquía existente entre ellas (art. 210) busca
evitar situaciones de desigualdad ente los justiciables en las jurisdicciones en las que se
aplica el C.P.P.F y aquellas en las que aún no se implementó integralmente. De tal forma
se brindaron criterios concretos y uniformes para todos los tribunales del Poder Judicial
de la Nación con el objetivo de evitar situaciones de desigualdad ante la ley,
estableciéndose a su vez pautas claras y previsibles para los ciudadanos y justiciables. La
disidencia sostuvo que la Defensa no ha logrado demostrar, mediante la mera alusión a
la existencia de dispositivos electrónicos de control para personas que cumplen prisión
domiciliaria, que dicha circunstancia justifique la aplicación de tal forma morigerada de
prisión preventiva en el concreto caso de autos.
GÉNERO. Abuso sexual con acceso carnal. Condena de Sala IV. Doctrina
Duarte de la CSJN. Nulidad. Inexistencia de debate oral y público. Reenvío a
tribunal oral.
debate oral y público; allí los jueces no sólo observan los datos objetivos que se les
presentan, sino que también van formando sus propias convicciones generadas en la
percepción directa de las pruebas producidas en su presencia. La condena en casación
es otra de las maneras en que el sistema inquisitivo se expresa devaluando y debilitando
el juicio oral y público y todo lo que el debate significa; no sólo desde el punto de vista
del imputado y sus derechos, sino también en su faz simbólica frente a la sociedad. En
este caso, claro está, ese escenario emblemático y público estuvo ausente pues la
condena fue resuelta mediante la lectura de actas al interior de los despachos de los
jueces. La disidencia sostuvo que llamado a resolver en virtud de lo decidido por la Corte
Suprema 3 de Justicia de la Nación, con apoyo en lo oportunamente resuelto en la causa
D. 429. XLVIII, "Duarte, Felicia s/recurso de casación" y de la doctrina del leal
acatamiento y a fin de evitar una notoria afectación de garantías constitucionales,
corresponde ingresar al estudio de la sentencia condenatoria dictada por la Sala IV de
esta Cámara, dentro del máximo poder de revisión que se exige a esta instancia. Del
relevamiento de los fundamentos que dieron sustento a la sentencia recurrida y de los
elementos de prueba reseñados, se advierte desde ya que no asiste razón a la defensa
en cuanto postula que la única prueba que vincula a su asistido con el hecho que se le
atribuye en estos actuados -abuso sexual con acceso carnal es la declaración prestada
por la propia víctima, por lo que de los argumentos volcados por la Sala IV de esta
Cámara para justificar la imputación dirigida al encausado a los estándares establecidos
en el precedente "Casal", no se verifican inconsistencias, contradicciones o lagunas en
los razonamientos que puedan afectar las inferencias alcanzadas y que dieron sustento
a la imputación de los hechos. La presencia en el material probatorio de un testigo único
no invalida per se su idoneidad demostrativa. Es así como el agravio relativo a que fuera
el testimonio de la afectada el elemento de juicio determinante de la imputación debe
ser rechazado, en tanto heurísticamente no se adviertan contradicciones o
inconsistencias. toda vez que en supuestos donde nos hallamos frente víctimas de
hechos llevados a cabo en solitario -sin terceros presenciales, como sucede en las
presentes actuaciones donde sólo el sujeto activo y la damnificada estuvieron en la
escena, se justifica que la fuente de comprobación remita principalmente a aquélla. Esta
circunstancia, sin embargo, exige una evaluación intensiva sobre la integridad del relato,
que permitiera acreditar el agravante previsto por el art. 145 ter penúltimo párrafo del
CP, se haya resuelto el punto aplicando el beneficio previsto por el art. 3 del CPPN, toda
vez que el a quo consideró que el material probatorio aparecía escaso a los fines de
probar que se consumó la explotación sexual. Cabe convalidar las conclusiones del
tribunal por encontrarse sustentadas en el plexo probatorio pasado en el debate e
integrado de manera armónica con un conjunto de indicios que fueron tomados a partir
de la totalidad de las circunstancias de acuerdo con los criterios establecidos por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación (Fallos 08:640). De este se infiere fundadamente la
finalidad de la encartada en cuanto a realizar una acción que se integra material y
subjetivamente en el delito de trata (arts. 145 bis y 145 ter, inc. 1 del CP) texto ordenado
conforme Ley 26842), no aportando la defensa ninguna crítica razonable que amerite su
modificación, ni descalificación como acto jurisdiccional válido.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas, agravada por mediar abuso
de situación de vulnerabilidad, por ser las víctimas más de tres y haberse consumado la
explotación. La defensa interpuso recurso de casación que fue rechazado por
unanimidad.
Prisión domiciliaria revocada por el Tribunal Oral, por la presunta comisión del delito de
captación de mujeres para la explotación sexual desde su domicilio. La defensa interpuso
recurso de casación que fue rechazado por unanimidad.
Fundamento: Si bien es cierto que no pesa sobre el nombrado una sentencia definitiva
que disponga la culpabilidad penal en ese nuevo hecho que se le enrostra, la observación
de esa nueva imputación, provisoria en el estadio procesal de la investigación en la que
se encuentra, resulta suficiente para satisfacer los recaudos legales que rigen el instituto
de la detención domiciliaria. Las circunstancias referenciadas, las características del
nuevo hecho, que lejos de ser ponderadas por fuera de las presentes actuaciones, se
encuentran presentes en esta causa a partir de que tuvieron lugar en el marco del
domicilio en el cual se encontraba detenido, dan cuenta de la gravedad de la violación a
las pautas legales que debió observar el nombrado. debe también ponderarse las
manifestaciones de la pareja del imputado, quien habría dado cuenta de un cuadro de
violencia de género y violencia doméstica en el seno del hogar familiar, domicilio en el
cual cumplía prisión domiciliaria, que habría involucrado a su vez a un niño menor de
edad, hijo del encausado y de la declarante. Las circunstancias reseñadas, en el contexto
de la supervisión del beneficio otorgado, aconsejan, conforme lo reza el art. 34 de la ley
24.660, a homologar la decisión del juez a quo.
Sala: I
Magistrados: Barroetaveña, Petrone y Figueroa.
Año 2020
El voto concurrente consideró que la pena impuesta al encausado por leve se desajusta
a las características de la perversa actividad desplegada con la víctima indefensa. Sin
embargo, en tanto el representante del Ministerio Público Fiscal, no se preocupó por
proponer y mantener la pena merecida, correspondía adherir al rechazo al rechazo del
recurso. Señaló que el presente es uno de aquellos casos que deja en evidencia una
actividad inhumana y aberrante, puesta en ejecución por un criminal inescrupuloso con
el único afán de obtener un lucro y satisfacción inmediata y egoísta, despreciando la
esencia del ser humano, en el caso de la mujer cuya dignidad y libertad violentó sin
miramientos, denigrándola a nivel inferior a los de un esclavo antiguo. Esta conducta
forma parte de aquellas llevadas a cabo contra la mujer y cuya exterminación el Estado
ha asumido en un compromiso internacional, que se concretó al suscribir la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
(Convención de Belém do Pará) incorporada por la ley 24.632 por su art. 7, los Estados
Partes: “condenan todas las formas de violencia contra la mujer” y se han obligado a
“adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: [...] b.
actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra
la mujer [...],; c. incluir en su legislación interna normas penales… “. A su vez por ley
25.632 se aprueba la “Convención Internacional Contra La Delincuencia Organizada
Transnacional“ con su Protocolo complementario para “Prevenir, reprimir y sancionar la
trata de personas, especialmente mujeres y niños“. Para cumplir con esos compromisos
se sancionaron las leyes 26.364 y 26.842 de “Prevención y Sanción de la Trata de
Personas y Asistencia a sus Víctimas” que introdujeron dos normas en el Código Penal,
los arts. 145 bis y 145 ter, en los que se reproducen las formas delictuales indicadas en
dicho Protocolo que quedan de ese modo incorporadas a la legislación interna de la
República Argentina.
El Tribunal Oral condenó por el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido
con acceso carnal y por una persona conviviente en perjuicio de una menor de 18 años
en concurso real con el delito de tenencia de material con representaciones de un menor
de 18 años dedicado a actividades sexuales explícitas con fines de distribución o
comercialización, ambos en calidad de autor. La defensa interpuso recurso de casación,
que fue rechazado por unanimidad.
su conducta por haber obrado bajo un estado de necesidad exculpante (art. 34, inc. 2º
del C.P.).
El voto concurrente sostuvo que el estudio del contexto fáctico en el que se desarrolló
la conducta observada por A. M. M. con relación a los hechos que se le imputan permiten
concluir que la sentencia dictada se sustenta en un correcto y basto razonamiento y
evaluación de las pruebas incorporadas al juicio, que comprendió asimismo la valoración
del claro relato que la imputada misma brindara al respecto, desde una adecuada
perspectiva de género. En el caso, A.M.M. estuvo siempre determinada por la violencia
ejercida a su respecto por Mario Francisco Rocco, caracterizada por la reiteración o
habitualidad de los actos violentos y la situación de dominio del agresor. Esa violencia
de género tuvo la entidad suficiente para afectar su vida, su integridad y, claramente,
respecto de la conducta que se le achaca en este proceso, su libertad. Trasladándose
incluso, con toda evidencia, a la versión sobre los hechos que el mismo Rocco expuso en
sus declaraciones en este proceso para responsabilizarla, mediante un relato que fue
motivadamente merituado como mentiroso y misógino. Y en cuyo contexto, en lo
pertinente a la cuestión ahora planteada, se presenta razonable concluir que la conducta
observada por Ana María estuvo determinada por el temor fundado de que la adopción
de cualquier comportamiento contrario al ordenado por Mario Francisco Rocco
importaría como consecuencia un mal grave hacia su persona, en consonancia con las
concretas advertencias y amenazas que le profiriera durante años. (Voto juez Gustavo
M. Hornos).
Prisión domiciliaria solicitado por la defensa, en razón de las patologías que padece y,
por el otro, en el hecho de que es madre de dos hijos, uno de los cuales es un niño de 9
años con síndrome de down y que, en los hechos, estaría siendo atendido por su hermana
de 18 años, que fue denegada por el Tribunal Oral. La defensa interpuso recurso de
casación. Por unanimidad se hizo lugar.
El voto concurrente agregó que los motivos que invoca la defensa para fundar su
solicitud de arresto domiciliario tienen estrecha vinculación con las medidas de
aislamiento social preventivo y obligatorio, en lo que se refiere a la salud, seguridad y
desarrollo del niño menor de edad con capacidad diferente en el marco de las actuales
circunstancias.
El voto concurrente agregó que en los delitos en los que se ve involucrada la trata de
personas, la especial situación de sometimiento en la que se encuentran las víctimas de
dichas maniobras frente a su agresor, merece una especial atención por parte de la
justicia para evitar también que peligre el correcto desarrollo del proceso, habiéndose
El tribunal oral no hizo lugar al pedido de prisión domiciliaria solicitado por la defensa de
la encartada. La defensa interpuso recurso de casación que se declaró inadmisible.
Fundamentos: Se evidencia la específica gravedad de los delitos por los que resultó
condenada la encausada, en razón del cual se habrían visto seriamente afectados los
bienes jurídicos protegidos por la norma -salud pública y también la integridad sexual
de la víctima, agravada por haberse tratado de una mujer “vulnerable”, en razón de su
discapacidad. En tal sentido, resulta razonable la valoración efectuada por el a quo en
cuanto valoró estos datos del factum inherentes a las específicas conductas por las
cuales se ha condenado a J. P., como un indicador a tener en consideración para denegar
la solicitud de arresto domiciliario solicitado. Sin perjuicio de lo expuesto, cabe señalar
que el encarcelamiento de las mujeres trans presenta circunstancias adicionales
relacionadas con el efectivo acceso a los servicios médicos. De este modo, una reflexión
crítica sobre la criminalización, estigmatización y patologización de las mujeres trans nos
permite poner en contexto la exclusión de derechos que pueden padecer en contextos
de encierro, enfrentando un status de doble vulnerabilidad; por estar privadas de su
libertad y por ser parte de la población LGBTIQ. En este contexto, se impone la necesidad
de garantizar que las mujeres trans tengan acceso adecuado a la salud integral y
apropiada a sus necesidades y particularidades. Se deberá respetar la orientación sexual,
identidad y expresión de género de las mujeres trans privadas de su libertad,
garantizando la vigencia de los Derechos Humanos, sin discriminación
La disidencia parcial entendió que, encontrándose vinculada prima facie una cuestión
de naturaleza federal, resta llevarse adelante la audiencia prevista por el art. 465 bis del
ceremonial. Magüer lo señalado, recordó “que ‘pesa sobre los magistrados un especial
deber de cuidado para neutralizar toda posibilidad de fuga o entorpecimiento de la
ponderación de las distintas pautas aquí asentadas, a fin de ajustarse a los compromisos
internacionales asumidos por el estado argentino, en particular, el que llama a erradicar
la impunidad.
El tribunal oral no hizo lugar a los pedidos de libertad condicional y prisión domiciliaria
solicitados subsidiariamente por la defensa de la encartada. La defensa interpuso
recurso de casación y se resolvió, por mayoría, hacer lugar y ordenar al tribunal que dicte
una nueva resolución.
quien dejo de ver a los dieciséis años y quien junto con su pareja ejercía violencia contra
ella, que si bien tiene hermanos dejó de tener contacto con ellos desde los cinco años,
que posteriormente, tuvo 6 hijos de diferentes parejas y con el primero de ellos sufrió
violencia de genero), que al momento de ingresar al penal tenía nivel educativo primario
y que se había iniciado en el consumo de sustancias psicoactivas. Además, de la decisión
impugnada surge que en el año 2019 se le denegaron las salidas transitorias pues la
interna “no advierte ningún tipo de cuestionamiento interno de su accionar errático que
pueda vehiculizarla a un genuino pensamiento crítico”. Sin embargo, pese a ello, durante
su tiempo en detención, Sena ha logrado realizar un tratamiento por su problemática
adictiva; ha podido finalizar sus estudios secundarios e iniciar el ingreso universitario; ha
realizado diversos talleres (manicuria, cosmetología, depilación, teatro y escuela de
verano) y participa de clases de educación física asiduamente”. Asimismo, la magistrada
no se refiere tampoco ni meritua las consecuencias negativas en la integridad psíquica
de Sena ni tampoco en la imposibilidad de que sea evaluada por la totalidad de las áreas
por la dificultad para cumplir las tareas que acarrea dicho aislamiento dispuesto por la
autoridad penitenciaria excediendo todos los plazos razonables para una medida
cautelar. A fin de definir un concreto pronóstico de reinserción, se requiere que la
magistrada de instancia anterior efectúe un examen integral de las circunstancias del
caso y la situación de Sena dentro del tratamiento penitenciario individual.
Prisión domiciliaria solicitado por la defensa concedida por el Tribunal Oral, que, además
dispuso la prohibición de acercamiento y contacto por cualquier medio con la víctima y
allegados. El ministerio público fiscal interpuso recurso de casación. El representante de
Fundamentos: Alfonzo fue condenado en orden al delito de trata de personas con fines
de explotación sexual en su modalidad de captación, acogimiento y traslado, agravado
por el abuso de la situación de vulnerabilidad, por haberse consumado la explotación
sexual y por ser la víctima menor de edad, en carácter de autor (arts. 45, 145 bis y 145
ter inc. 1° antepenúltimo y último párrafo, Ley 26364 reformada por Ley 26842 del CP).
Corresponde hacer lugar al recurso de casación interpuesto por los representantes del
Ministerio Público Fiscal, anular la decisión recurrida y devolver las actuaciones al
tribunal de origen para que realice un nuevo examen de la cuestión, bajo los
lineamientos indicados en esta instancia, toda vez que la resolución impugnada no se
encuentra adecuadamente sustentada y, en consecuencia, no resulta una razonada
derivación del derecho vigente, en tanto la jueza de la instancia anterior no ha fundado
debidamente los motivos por los cuales concedió el arresto domiciliario. La jueza analizó
la situación del condenado de modo genérico (junto con la de muchas otras personas
que se encuentran privadas de su libertad a disposición de ese tribunal), omitiendo
efectuar el debido análisis de la totalidad de las circunstancias del caso. Si bien tuvo en
cuenta que Alfonzo padece enfermedades que lo califican como paciente de riesgo en
caso de contraer COVID-19, lo cierto es que, tal como lo han señalado los recurrentes,
no se ha acreditado de modo alguno que el nombrado presente actualmente una
sintomatología que no pueda ser debidamente atendida en la unidad carcelaria, ni
tampoco que exista un riesgo actual de contagio dentro de dicho establecimiento.
Además, ha omitido tener en cuenta que, tal como fue informado por la Unidad Penal
N° 1 del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, en ese establecimiento se han adoptado
distintas medidas de prevención, como así también omitió valorar el punto 3) de la
Acordada 9/20, en tanto Alfonzo fue condenado a la pena de diez años de prisión, por
considerárselo autor penalmente responsable del delito de trata de personas con fines
de explotación sexual en su modalidad de captación, acogimiento y traslado, agravado
por el abuso de la situación de vulnerabilidad, por haberse consumado la explotación
sexual y por ser la víctima menor de edad. Por otro lado, no valoró, rebatió (ni mencionó
siquiera) los argumentos esgrimidos por el Ministerio Público Fiscal y por el
Prisión domiciliaria solicitado por la defensa denegada por el Tribunal Oral. La defensa
interpuso recurso de casación. Por unanimidad se rechazó el recurso.
Fundamentos: En el caso sometido a estudio, la niña víctima de los hechos que dieron
origen a la presente causa, no sólo goza del especial estándar de derechos humanos
referido a su condición de vulnerabilidad en razón de la edad, sino también de la
normativa del derecho interno y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos
relativa a su protección fundada en la situación de vulnerabilidad por su género
(“Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la
Mujer”; “Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,
especialmente mujeres y niños”; “Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer”; ley nº 26485 de “Protección Integral a las mujeres,
para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contras las mujeres en todos los ámbitos
donde desarrollan sus relaciones interpersonales”). válido es recordar que en la
sentencia impugnada, el tribunal de mérito ponderó la opinión de Carlos Martín
El voto concurrente agregó que tampoco se advierte que la situación del encausado
encuadre en ninguno los supuestos de la Acordada 9/20 de este cuerpo. En particular,
en virtud de la entidad del delito por el que fue requerido a juicio, en tanto el pto. 3ro.
de la citada acordada exige “[m]eritar con extrema prudencia y carácter sumamente
restrictivo la aplicabilidad de estas disposiciones en supuestos de delitos graves,
conforme normas constitucionales, convencionales y de derecho interno, según la
interpretación que el órgano jurisdiccional haga en cada caso”.
La disidencia señaló que correspondía fijar la audiencia prevista en el art. 465 bis del
CPPN, dado que los agravios invocados podrían constituir alguna de las causales
previstas en el art. 456 CPPN y por encontrarse prima facie involucrada una cuestión de
naturaleza federal. No obstante, postuló la remisión de las actuaciones a su procedencia,
pues la resolución impugnada es anterior al dictado de la Acordada 9/20 de ese Cuerpo,
a fin de que se dicte un nuevo pronunciamiento con la celeridad del caso impone, lo que
de ningún modo implica anticipar juicio respecto a la materia en trato.
El voto concurrente agregó que, con relación al pedido formulado en subsidio, la defensa
no ha logrado demostrar, mediante la alusión al Programa de Vigilancia Electrónica, que
dicha circunstancia justifique la aplicación de la forma morigerada de prisión en el caso
concreto de autos.
La disidencia señaló que pudiendo constituir los agravios invocados por la parte
recurrente alguna de las causales previstas en el art. 456 CPPN y encontrándose prima
facie involucrada una cuestión de naturaleza federal, de conformidad con lo dispuesto
por el art. 463 del rito, corresponde sustanciar el trámite del planteo casatorio y, en
consecuencia, fijar la audiencia prevista por el art. 465 bis del ordenamiento legal citado.
Sala: II
Magistrados: Yacobucci, Slokar y Mahiques.
sexuales con los incusos, contestaban que ellas no, pero otras si, o evadían la pregunta;
actitud interpretada por la psicóloga como un mecanismo de defensa, vinculado al
miedo, la vergüenza y al ocultamiento que se impone sobre esta clase de abusos.
Asimismo, soslayaron el testimonio de Mario Nahuelcheo, quien se encontró a cargo de
la investigación desde un comienzo, a raíz de denuncias por la fuga de las menores,
quien sostuvo que fueron halladas reiteradamente en las casas de Chávez Arias y Coñuel
y que se registraron conversaciones entre estos últimos sobre cómo conseguir tolueno
para las niñas. Por otra parte, asiste razón al acusador en cuanto a la contradictoria
argumentación esgrimida en orden a la calificación dispuesta. El acusador basó tanto la
agravación de la corrupción como la significación jurídica de abuso sexual agravado en
la definición de violencia contenida en el art. 78 del digesto sustantivo que dispone:
“Queda comprendido en el concepto de ´violencia´, el uso de medios hipnóticos o
narcóticos”. No se observa la interpretación extensiva sobre el concepto “efecto
narcótico”, cuando se documentó sobradamente el intercambio de sexo por tolueno,
que las víctimas devinieron dependientes de lo que se denominaba “jale” y que los
encartados se interesaban por conseguir estas sustancias tóxicas y lesivas para la salud,
con el fin de facilitar el sometimiento a las niñas para todo tipo de prácticas sexuales. En
definitiva, dado el contexto probatorio, resulta arbitraria la inaplicación de lo dispuesto
en el art. 78 del digesto sustantivo. De otro lado, se señaló que no se contó durante el
juicio con los testimonios de las damnificadas, como tampoco con prueba pericial sobre
la dependencia del tóxico y de las relaciones sexuales. Al respecto, cabe señalar que la
psicóloga que entrevistó a las niñas mencionó que todas sindicaron que otras tenían
relaciones sexuales con los encartados a cambio de “jale” y negaban la propia actividad
sexual, lo que la profesional entendió como mecanismo psíquico determinado por
sentimientos de vergüenza o culpa. Además, las conversaciones interceptadas dan
sobrada cuenta de ambos extremos cuestionados, como también la situación en la que
se halló a las niñas en los domicilios de Chávez Arias, Coñuel y Ñancul, luego de pernoctar
allí. La duda a aceptada por los magistrados, solamente puede responder a la
fragmentación de los elementos probatorios incorporados al juicio. Rige en el proceso
penal el principio de libertad probatoria, de suerte tal que exigir que determinados
sucesos se comprueben mediante ciertas pruebas no resulta acertado cuando a la
certeza se puede arribar por otros medios de convicción. Tanto más cuando rige el art.
16.i de la ley n° 26.485, que dispone el principio de amplitud probatoria en todo proceso
en el que se investiguen hechos de violencia contra las mujeres, como también la
Convención Belém do Pará. Ello cobra absoluta relevancia, habida cuenta que la
exigencia de múltiples pericias invasivas producidas sobre niñas que se encontraban en
un estado de vulnerabilidad extrema y que habían manifestado su sufrimiento por el
inaceptable nivel de exposición mediática que cobró la investigación, deviene contrario
a las disposiciones legales (art. 3.k y 16.h, ley n° 26.485), como también a los
compromisos internacionales. Por ello, la anulación de la sentencia y el reenvío para la
realización de un nuevo juicio ante otro tribunal resulta forzosa, por cuanto la
arbitrariedad de la sentencia debe motivar su nulidad por inobservancia de la ley de
forma. La disidencia parcial dejó a salvo su opinión respecto a que corresponde
condenar a Israel Misael Chávez Arias y a Daniel Amadeo Ñancul en esta instancia, en
orden a la calificación propiciada por el representante del Ministerio Público Fiscal en su
recurso (cfr. arts. 45, 54, 78, 119 -primer y tercer párrafo- y 125 -tercer párrafo del CP),
en la medida en que aquélla no aparece como sorpresiva para las partes, y habiéndose
respetado, en consecuencia, el principio de congruencia. Por lo demás, en razón de la
arbitrariedad de la absolución de Santos Ramón Coñuel, corresponde que se sustancie
un nuevo juicio.
salidas transitorias”. Así, expresó que, en ese contexto en donde confluyen múltiples
factores que deben ser abordados para lograr un posicionamiento crítico sobre la
temática, la continuidad de Chamorro en el mentado programa se presenta como
necesaria atento a que “…le brindará herramientas y posibilitará evaluarlo en punto a
su avance en un posicionamiento responsable que le permita una cabal inserción en su
grupo familiar y social, comprendiendo en definitiva, la necesidad de respetar la reglas
de conductas impuestas al acceder a un beneficio como las pautas de convivencia social
en general”. A su vez, resaltó que el domicilio ofrecido por el encartado y aquel donde
reside Ruíz se encuentran a escasa distancia entre sí, circunstancia que “…fue referida
de manera enfática tanto por el Ministerio Público Fiscal como por el Dr. Liva en su
carácter de representante de los hijos menores del imputado, todo lo cual resulta
altamente inconveniente en procura de evitar situaciones de violencia”. Con sustento en
tales extremos, el tribunal a quo concluyó que la excarcelación solicitada no resulta
procedente, debiéndose evaluar periódicamente el progreso del encartado en el
programa específico de tratamiento para agresores de violencia de género en contexto
de encierro, bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal.
El Tribunal Oral condenó por el delito de trata de personas con fines de explotación
agravado por ser la víctima menor de 18 años -caso de S.C.F.- en concurso real con los
delitos de explotación y promoción de la prostitución -caso de P.A.S.- los que a su vez
concurren idealmente entre sí. La defensa interpuso recurso de casación, que fue
rechazado por unanimidad.
El voto concurrente agregó que la prostitución es una forma de violencia hacia las
mujeres. No puedo considerar legítimo y aceptado que se pueda comprar sexo, ni
justificar la existencia de “clientes” que toman el cuerpo de la mujer como una
mercancía. Una mujer que es sometida violentamente a relaciones sexuales dentro de
una cadena de proxenetismo, donde no tiene clientes, sino proxenetas varones que
compran su cuerpo en esa cadena y hacen de ella, una cosa, un bien de consumo, no
puede ser considerado trabajo en el sentido de acuerdo de voluntades libres para
realizar una tarea lícita y digna por una remuneración. Debe tenerse especialmente en
cuenta que en el presente caso los encartados Bazán y Pereyra fueron condenados por
hechos que se vinculan íntimamente con una de las temáticas más preocupantes del
universo de los derechos humanos: la trata de personas, que afecta en lo más profundo
la dignidad de las personas. Corresponde efectuar un análisis constitucional y
convencional en la presente causa, teniendo presente el género de ambas víctimas y la
edad de S.C.F
Carátula: Bazan, Eduardo Daniel y otro s/ inf. art. 145 ter del C.P.
Causa n°: FSM 73790/2016/TO1/CFC1
Registro n°: 1052.20
Resolución de fecha: 19/8/2020
Sala: I
Magistrados: Petrone, Barroetaveña y Figueroa -voto concurrente-
Prisión domiciliaria solicitado por la defensa concedido por el Tribunal Oral. El ministerio
público fiscal interpuso recurso de casación. Por mayoría se rechazó el recurso.
La prisión domiciliaria solicitado por la defensa fue denegada por el Tribunal Oral. La
defensa interpuso recurso de casación. Por unanimidad se hizo lugar y por mayoría se
dispuso remitir las actuaciones al tribunal de origen para que, con la urgencia que el caso
amerita dada la situación excepcional que se transita, dicte una nueva decisión.
Fundamentos: El análisis del fallo recurrido debe formularse desde una perspectiva
igualitaria de género, teniendo en cuenta en particular la condición de vulnerabilidad de
las mujeres privadas de su libertad, atendiendo especialmente a los roles de género
(concretamente, aquellos vinculados a las tareas reproductivas y de cuidado), a la
violencia estructural y a las prácticas discriminatorias contra la mujer. Para ello, es
preciso valorar el abordaje de las problemáticas de las mujeres en prisión que efectúan
los distintos Instrumentos Internacionales y normativa local las mujeres detenidas
presentan una doble condición de vulnerabilidad, por estar privadas de su libertad y por
el hecho de ser mujeres, o auto percibidas como tales. La resolución puesta en crisis
presenta aspectos que resienten su motivación y que por ello la descalifican como acto
jurisdiccional válido. Repetir la misma argumentación ya brindada no implica que se
haya realizado un examen integral de las conclusiones de las diferentes divisiones del
consejo correccional así como tampoco que aparezcan valoradas las consecuencias
negativas del aislamiento impuesto a la encartada. En esa dirección, la decisión recurrida
omite –nuevamente- valorar adecuadamente el impacto negativo que ha tenido en la
encartada la orden de aislamiento del régimen común de internas, situación que se
inició el día 28 de febrero próximo pasado. Se ha omitido ponderar debidamente la
particularísima circunstancia que Silvia Beatriz Sena fue mantenida en aislamiento
durante más de 90 días en virtud de la imposibilidad de la autoridad penitenciaria de
concretizar el traslado de unidad ya resuelto, extremo que en modo alguno puede
gravitar en un sentido perjudicial a los fines de analizar los resultados del tratamiento
penitenciario al que la interna se encuentra, y sin que el hecho de haber ya sido
trasladada y levantado el aislamiento haga perder peso al considerable tiempo que
transcurrió en tales condiciones. No fue valorada la historia personal de la encartada ni
tampoco la responsabilidad institucional por el daño psíquico causado como
consecuencia de mantener un aislamiento durante un plazo mucho mayor al permitido
en caso de medidas cautelares. Consecuentemente, es posible concluir que Sena ha
sufrido una desprotección en el tratamiento que recibiera por parte del sistema
penitenciario y judicial.
Fundamentos: El análisis integral del caso conforme a una perspectiva de género (en
particular, en virtud de lo que surge del informe de la licenciada en psicología Mónica
Marcela Jarruz -ver página 12 de la sentencia recurrida- y de lo que surgió de la audiencia
de visu celebrada ante esta instancia), de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación (cfr. precedente CSJ 733/2018/CS1 “R.C.E. s/ recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa n° 63.006 del Tribunal de Casación
Penal, Sala IV”, del 29 de octubre de 2019), de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (cfr. casos “Favela Nova Brasilia” del 16 de febrero de 2017 -parágrafo 293- y
“Guzmán Albarracín” del 24 de junio de 2020 -parágrafo 150-), y en función de las
particularidades del presente caso regidas por el Código Procesal Penal Federal (en
especial, la pretensión esgrimida en el recurso bajo estudio -concedido con ese alcance
por el a quo- frente a la prohibición de reenvío prevista en el art. 365 del C.P.P.F.,
conjugado a las reglas del sistema acusatorio y la imposibilidad de efectuar una
interpretación en perjuicio del imputado), se propone rechazar el recurso fiscal.
La disidencia remarcó que la valoración del plexo probatorio que fue incorporado al
juicio y en que se fundó la sentencia condenatoria pronunciada por el tribunal a quo,
resulta parcial y descontextualizada, toda vez que la prueba incorporada resulta
suficiente a los fines de acreditar que María Virginia Quispe actuó en calidad de coautora
del delito de transporte de estupefacientes. La característica necesaria para tener por
configurada la coautoría es la realización de la conducta reprochable de manera
conjunta por parte de los sujetos intervinientes, es decir, que exista una competencia
en la ejecución del hecho delictuoso. De este modo puede decirse que todos han sido
comitentes del ilícito, sin hacer distinción respecto de quien lo inició y quien lo concluyó;
incluso si cada uno de ellos realizó un aporte que haya significado efectivamente parte
de la ejecución, aún parcial, de la acción típica (cfr. causa nro. 5460, “LIFAVI, Roberto
Miguel s/recurso de casación”. Reg. Nro. 8560.4, rta. el 24/4/2007; causa Nro. 703/2013:
“FAUR, Jonathan Roberto s/recurso de casación", Reg. Nro. 1749.14.4, rta. el 2/9/2014;
causa FRO 5423/2017/TO1/4/CFC1, “Leal, Javier y otro s/ recurso de casación”, reg. N°
1369/19.4, rta. 4/07/19, entre muchas otras).
El voto concurrente señaló que si bien el dictamen del Ministerio Público Fiscal, en
principio, resulta vinculante para el otorgamiento de la suspensión del juicio a prueba,
lo cierto es que aquélla se encuentra siempre sujeta al control de logicidad y
fundamentación por parte del órgano jurisdiccional, atento al deber que les compete de
motivar las conclusiones con sus dictámenes (art. 69 C.P.P.N.). En el presente caso la
conformidad de la señora Fiscal se ha apartado de la superioridad normativa vigente y
de los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos que abarcan al
caso traído a estudio. En primer lugar, el dictamen fiscal desatiende que a fs. 32 y vta.
se tuvo como parte querellante a la Universidad Nacional de Entre Ríos, en la cual ambas
víctimas se desempeñaban al momento del suceso en calidad de Consejeras en ocasión
de la reunión de la Comisión de Enseñanza del Consejo Directivo de la Facultad de
Ciencias de la Salud. A ello se suma que las víctimas se manifestaron ambas por la
negativa a la concesión del instituto reclamado en la audiencia celebrada a los fines del
art. 293 CPPN. Ambos extremos en conjunto se presentan con peso suficiente para
merituar la posición frente al proceso de las denunciantes víctimas y el acompañamiento
que de ellos efectuó la Universidad Nacional de Entre Ríos al reclamar ser tenida como
parte querellante, y desvirtúan la consideración expuesta por la Fiscal General en punto
a que las víctimas no se presentaron como querellantes o actores civiles. A lo dicho debe
agregarse que luce acertada la conclusión de la magistrada a quo de considerar
“indispensable” la realización del juicio oral a efectos de garantizar el acceso a la justicia
de las víctimas y cumplir con las obligaciones internacionales asumidas por el Estado
Argentino a través de la Convención de Belem do Pará. Es que las circunstancias
particulares del hecho por el que se encuentra aquí sometido a proceso Rivero, indican
la necesidad de celebración de un juicio oral y público y el análisis del contexto de
violencia de género referido tanto por la parte querellante como por las víctimas,
quienes fueron coincidentes en señalar que ellas fueron las únicas agredidas por Rivero
mientras que las personas de sexo masculino presentes el día de la reunión -Sañudo,
Echeverry y Azario- no habrían sufrido ninguna amenaza.
El voto concurrente sostuvo que la cuestión de autos se vincula íntimamente con una de
las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es la
violencia de género, característica que ha sido considerada por el juez a quo y resuelta
de conformidad con las normas de aplicación. Esa violencia a la que me he referido,
impone desde un análisis de la cultura androcéntrica, que deban tomarse las medidas
judiciales adecuadas para evitar esos delitos. La decisión jurisdiccional que no hace lugar
a la suspensión del juicio a prueba en casos en los que se ventilan hechos que han sido
encuadrados en violencia de género, se encuentra dictada en consonancia con las
normas convencionales y constitucionales, y en cumplimiento de las obligaciones
asumidas por el Estado ante la comunidad internacional en la materia.
justicia federal debe entender en la causa tal como, en definitiva, sucedió en el sub lite.
Ahora bien, del estudio de las presentes actuaciones y de los motivos expuestos por el
tribunal sentenciante en cuanto a lo que se probó respecto del denominado hecho nº
“1”, cabe concluir que el pronunciamiento que absolvió a Raúl Edgardo Castillo
Villablanca por aplicación del principio in dubio pro reo (art. 3 del C.P.P.N.) resulta una
derivación razonada del derecho aplicable conforme las constancias de la causa. En
efecto, debe destacarse que luego de la sustanciación del juicio oral y público en el cual
se produjo el conjunto de elementos probatorios recabados durante el proceso, el
acusador público no logró acreditar que Castillo Villablanca haya incurrido en el delito
de trata de personas con fines de explotación sexual en los términos previstos en el art.
145 ter del C.P. Por lo tanto, en lo que aquí concierne, resulta debidamente fundado por
parte del a quo que no se comprobó con el grado de certeza la hipótesis acusatoria en
cuanto a que el nombrado hubiera percibido alguna ganancia por parte del ejercicio de
la prostitución de D.E.O. En este sentido, la interpretación postulada por el recurrente
sobre el testimonio expuesto durante el juicio oral por las profesionales que realizaron
los informes en base a las entrevistas que mantuvieron con las mujeres el día del
allanamiento del boliche “Anfitrión”, no logran conmover el razonamiento seguido por
el a quo en este punto. Por otra parte, se observa que la sentencia impugnada efectuó
una debida valoración del cuadro probatorio en autos respecto de la situación de D.E.O.,
K.P.R. y R.A.C. En efecto, el tribunal brindó las razones por los que debidamente
concluyó respecto de la responsabilidad de los imputados en autos por la comisión del
delito de explotación de la prostitución ajena en perjuicio de las mujeres aludidas. Ello
así, quedó debidamente acreditado que la situación de las víctimas D.E.O., K.P.R. y R.A.C.
en relación con la relación de dependencia que tuvieron con los imputados al trabajar
en “Anfitrión” mediante la denominada actividad de “copeo”. Ha quedado comprobada
la modalidad concreta del accionar llevado a cabo por las mujeres y el accionar concreto
de los imputados en la percepción de parte de la ganancia que abonaban los clientes del
local. De modo que corresponde concluir que luego del juicio oral y público, de
conformidad con la acusación postulada por el Ministerio Público Fiscal, se comprobó
que Castillo Villablanca y Escobar –éste como dependiente del aquél-, percibieron
ganancias espurias provenientes de la actividad de “copeo” que D.E.O., K.P.R. y R.A.C.
sentencia condenatoria desde este Tribunal. Finalmente, afirmó que la potestad de esta
Cámara para corregir el error del a quo, dictando condena y fijando pena, resulta
indudable, y emerge como lógica consecuencia de una lectura exegética del CPPN.
Criterio confirmado por la CSJN en la causa “Duarte” y consolidado en el fallo “P.S.M.”
del 26/12/19.
Carátula: Castillo Villablanca, Raúl Edgardo y Escobar, Manuel Antonio s/recurso de casación
Causa n°: FGR 1488/2013/TO1/CFC2
Registro n°: 1801/20
Resolución de fecha: 18/9/20
Sala: IV
Magistrados: Borinsky, Hornos -en disidencia parcial-y Carbajo
de alto contenido sexual en los que hacían alusión a prácticas similares a las sufridas por
D.M.R., el hallazgo en su teléfono celular de numerosos videos pornográficos y de
conversaciones que mantenía con conocidos a quienes ofrecía o recomendaba a
mujeres con las que él habría tenido sexo, incluso a su propia cuñada; todo lo cual
demuestra un perfil que se aleja de la imagen de ingenuidad que ha intentado vender
su defensa. El análisis conglobado de la prueba reunida en el expediente demuestra que
las calificaciones legales escogidas por el a quo resultan apropiadas, más allá del acierto
o error de excluir la participación de R. respecto de la figura de abuso sexual y limitar su
responsabilidad a la corrupción y difusión de material pornográfico, cuestión en la que
no habré de ahondar en respeto al principio constitucional de la reformatio in pejus. Por
lo demás, las críticas respecto de la adecuación de los hechos en la figura de corrupción
de menores tampoco han de prosperar. Al respecto, viene al caso recordar que la
corrupción es la depravación de los modos de la conducta sexual en sí misma, sin que se
requiera la intencionalidad de corromper. En el presente caso, frente a las circunstancias
fácticas fijadas en la sentencia y a la inteligencia de la ley, las maniobras lascivas
atribuidas en el caso se adecuan a la figura en cuestión, por cuanto no es que nos
encontramos frente a un acto aislado de torpe desfogue sexual sino que la menor D.M.R.
fue sometida a contactos libidinosos diversos y reiterados, actos excesivos y perversos
con idoneidad para provocar una anormal precocidad sexual que sin duda son
aprehendidos por el tipo penal escogido.
del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, que dispuso conceder el arresto
domiciliario del encartado, anular la resolución recurrida y, en consecuencia, remitir las
actuaciones al tribunal de origen para que, con la urgencia que el caso amerita, dicte
una nueva decisión con arreglo a los lineamientos aquí sentados. Ello así, por cuanto se
advierte que al resolver en torno a la concesión del arresto domiciliario, no se contó con
un informe social que diera cuenta de las condiciones habitaciones del domicilio
ofrecido para el cumplimiento de la detención cautelar, informe que debe incluir el
listado pormenorizado de todas las personas que viven en él, de su relación con
Ferreyra, sus condiciones y circunstancias personales, así como su opinión ante la
(eventual) concesión del beneficio- elemento de especial relevancia si se toma en
consideración que en el caso sub examine, se investigan distintos delitos que habrían
tenido lugar en el ámbito intrafamiliar y que por su naturaleza y características referidas
a la explotación y vulnerabilidad de las víctimas tornan atendibles las alegaciones de los
recurrentes en cuanto a las posibilidades de intimidación o represalias que éstas
pudieran sufrir, en caso de retomar contacto con quien está identificado en el sumario
como uno de sus agresores-. En efecto, una lectura atenta de las constancias de la causa
pone en evidencia los elementos de violencia que, de acuerdo con la prueba hasta ahora
recabada, existirían en las relaciones de los adultos mayores de la familia con los
menores-víctimas de los presuntos delitos. En virtud de ello, a fin de resolver
adecuadamente sobre la procedencia de la morigeración de la detención de Ferreyra
resultaba necesario contar con la realización de amplios informes sociales que incluyan,
además del domicilio ofrecido para el arresto domiciliario y sus habitantes, la situación
actual en que se encuentran las víctimas de los presuntos delitos investigados,
elementos que no han sido incorporados en este legajo. Esto último se relaciona a su
vez con otro de los fundamentos traídos por los recurrentes en su crítica al decisorio
impugnado, en cuanto a la falta de intervención de las víctimas, aspecto que también
surge atendible en el caso. Resulta oportuno señalar aquí que en fecha 1° de julio del
año en curso, esta Sala se pronunció en el legajo FBB 26845/2018/TO1/9/1/CFC3
caratulado “YORYOVICH, Yanina Luján s/recurso de casación”, oportunidad en la que se
puso de resalto que “…el hecho de que se trata de hijos-víctimas, y concretamente de
los delitos previstos en los arts. 145 bis y 145 ter del CP, demanda tanto de los equipos
multidisciplinarios que formulan evaluaciones y emiten opinión, como de los jueces que
los ponderan, una mirada multidimensional, que tampoco pierda de vista las
particularidades propias de la modalidad delictiva de violencia y explotación, de
sometimiento y vulnerabilidad, en que se inscriben”. Asimismo, en fecha 3/08/2020, se
resolvió en el incidente FBB 26845/2018/TO1/19/1/CFC4 caratulado “MACAROFF,
Paulina Aida s/recurso de casación” (reg. nro 944/20), hacer lugar al recurso de casación
interpuesto por los representantes del Ministerio Público Fiscal contra la decisión que
concedió el arresto domiciliario de la imputada Paulina Aida Macaroff”. Resulta
oportunidad reiterar cuanto reseñé en los citados precedentes donde referí que, como
sostuve en mi libro “El Derecho de Género”: “(l)os deberes de protección de las víctimas
imponen también la aplicación de mecanismos y reglas particulares en el marco del
proceso penal, con miras al resguardo de su identidad y de su integridad física y psíquica,
siempre en atención a las complejidades que presenta el flagelo de la trata y las
organizaciones dedicadas a ella” (El Derecho de Género, Ciudad Autónoma de Bs. As.,
Ed. Ediar, 2017, pág. 227). “Es que en casos en que se sospecha de la posible comisión
del delito de trata de personas, no puede dejar de tenerse en cuenta la situación de
especial vulnerabilidad y quebranto de la voluntad que éste implica, máxime cuando -
como en el caso- quienes se han identificado como las víctimas de los delitos atribuidos
son precisamente los hijos de la acusada”, siendo que en el caso de Ferreyra, se trata de
la pareja, de la abuela de los menores y, según se afirmaría en las distintas constancias
de la causa, tendría junto a aquélla un rol preponderante en la estructura familiar. En
definitiva, al igual que se reseñó en los fallos de cita (referidos a Macaroff y la hija de
ésta, ambas coimputadas de Ferreyra en esta causa) esta circunstancia “impone un
análisis singular, integral y contemplativo de las notas particulares que presenta el caso,
con miras al real resguardo del interés superior del niño y a la protección de las víctimas,
que en el sub examine no luce debidamente efectuado”. Ahora bien, no se desconoce
que a diferencia del caso de la coimputada Yoryovich, y tal como se destacó al resolver
sobre el recurso que atañe a la imputada Macaroff, no se ha afirmado en este legajo que
la detención domiciliaria de Ferreyra tuviera como consecuencia directa la revinculación
con los menores identificados como víctimas en esta causa. Sin embargo, lo cierto es
que la carencia de los informes sociales a los que se hace referencia aquí no permite
descartar tal circunstancia, a la vez que dejan otros aspectos sin evaluar. Todo esto hace,
en definitiva, a la correcta evaluación de los riesgos procesales concretos ante la
concesión de una forma morigerada de detención, que atienda a la vez las
particularísimas circunstancias del caso, la naturaleza de los delitos por los que se acusa
al imputado, con apego a las normas aplicables al instituto y a la vez el debido resguardo
de los derechos de las víctimas, en cumplimiento de los compromisos asumidos por el
Estado en los instrumentos internacionales en la materia. A lo expuesto, cabe agregar
que toda vez que el fundamento de la concesión del arresto domiciliario a Ferreyra
radicó en sus patologías pulmonares lo colocan dentro del grupo en riesgo ante un
eventual contagio del virus COVID-19, resultaba de relevancia contar con mayores
informes vinculados con las 17 posibilidades de tratamiento y acceso a los servicios de
salud, tanto en el ámbito carcelario en que se encontraba como en el domicilio ofrecido
por el imputado, así como las condiciones actuales de la situación epidemiológica que
afecta a la ciudad de Santa Rosa como a la unidad penitenciaria en que Ferreyra cumplía
con su detención cautelar. En definitiva, es posible concluir en base al estudio de las
constancias digitales a las que se ha tenido acceso a través del Sistema Integral de
Gestión LEX100, que lo resuelto por los jueces del a quo luce desprovisto de sustento,
en la medida en que no se han reunido ni evaluado todos los elementos que resultan
necesarios para adoptar una decisión de conformidad con las exigencias de
fundamentación que emanan de los arts. 123 y 404 inc. 2º del CPPN y brindar respuesta
acabada a la oposición del fiscal para la concesión del arresto domiciliario.
Fundamentos: La mayoría sostuvo que los agravios del recurrente no pudieron ser
constatados, por ello, corresponde por ahora mantener la situación en que se encuentra
Segundo Benito Acosta.
El Tribunal Oral condenó por los delitos de 1.) privación ilegítima de la libertad calificada
por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia (siete hechos en
concurso real); 2.) privación ilegítima de la libertad calificada por tratarse de un
funcionario público, agravada por el uso de violencia y por haberse cometido para
compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada
(siete hechos en concurso real); 3.) privación ilegítima de la libertad calificada por
tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por la duración
(más de un mes) (un hecho); 4.) privación ilegítima de la libertad calificada por tratarse
de un funcionario público, agravada por el uso de violencia, por la duración (más de un
mes) y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo
a lo que no estuviese obligada (veinticuatro hechos en concurso real); 5.) imposición de
tormentos agravado por la condición de perseguido político de la víctima (treinta y nueve
hechos en concurso real); y 6.) homicidio doblemente calificado por alevosía y por el
concurso de una pluralidad de partícipes (cuatro hechos en concurso real); todo en
concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas por el 142,
incs. 1°, 5° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis; 144 ter,
primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y
80 incs. 2° y 4° del CP con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.642,
21.338 y 23.077);
Las defensas interpusieron recursos de casación, que fueron rechazados por unanimidad.
en este punto y, en consecuencia, ninguna de las nulidades a las que se hizo referencia
tendrán acogida favorable. En primer término, cabe destacar que efectivamente se
advierte de la descripción efectuada, y tal como fue considerado por el magistrado de
juicio, los planteos no son más que una reedición de aquéllos efectuados durante la
instrucción los cuales tuvieron debida respuesta. Entonces solo podemos concluir que
las cuestiones fueron presentadas y debidamente resueltas en el momento oportuno y
habida cuenta que no se advierte que en el caso exista una arbitrariedad o una
afectación al debido proceso, este nuevo intento deviene extemporáneo. Respecto de
la nulidad de las declaraciones de las testigos de identidad reservada A1 y A2, el planteo
no habrá de prosperar, puesto que surge de las constancias del expediente que los
dichos de las víctimas resultan contestes con otras pruebas incorporadas al debate de
modo que la pretensión de las defensas en este aspecto 70 no tendrá favorable acogida.
Con relación a la violación al derecho de defensa por verse impedidos de controlar la
prueba de cargo, se destacó que durante el debate consintieron expresamente la
incorporación por lectura de los testimonios en cámara gesell de las víctimas, sus
transcripciones y grabaciones -cfr. audiencia de fecha 5 de junio de 2019-, advirtiéndose
así una clara violación a la doctrina de los actos propios. En resumen, el pretendido
agravio sobre el cual las defensas intentar sustentar una afectación a la defensa en juicio
carece de sustancia. Con respecto a la solicitud de la nulidad del testimonio de los
profesionales que declararon en el juicio por no haber sido relevados del secreto
profesional previsto por el artículo 244 C.P.P.N., este planteo tampoco puede prosperar
en tanto las profesionales del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de
Víctimas de Trata de Personas actuaron en el marco de esta causa como auxiliares de la
justicia, en cumplimiento de su función, de modo que como fue expresado por el juez
no se encuentran comprometidas por el secreto profesional en los términos de la norma
invocada, lo que priva de todo sustento al agravio. Sobre la nulidad del testimonio de la
Licenciada Bauni por falsedad, en realidad, no fue más que un yerro que fue aclarado y
subsanado durante su declaración en el debate que no acarreó perjuicio concreto
alguno y por ello no merece mayor análisis. Las defensas solicitaron la nulidad del debate
por incumplimiento del artículo 365 del Código Procesal Penal de la Nación; sin
embargo, este planteo tampoco habrá de prosperar. Primeramente, porque no se
en forma real con el delito de trata de personas con fines de explotación sexual,
agravado por pluralidad de víctimas y participantes, en dos hechos que concurren
materialmente entre sí y, a su vez, concurren realmente con el delito de explotación
económica de la prostitución ajena en dos (2) oportunidades; todo ello en concurso ideal
con el delito de sostenimiento, administración y regenteo de casa de tolerancia (arts.
12, 29 inc. 3°, 40, 41, 45, 54, 55, 145 ter, incisos 1, 4 y 5, en función del 145 bis -según
ley 26.842- , arts. 145 bis, incisos 1 y 2, -según ley 26.364-, art. 127 -según ley 26.842-
del Código Penal y art. 17 de la ley 12.331 y 530 y 531 del Código Procesal Penal de la
Nación). Podemos concluir que las críticas formuladas por las defensas particulares no
rebaten los sólidos argumentos brindados por el magistrado de juicio ni alcanzan a
controvertir las pruebas debidamente valoradas; por el contrario, solo exhiben sus
discrepancias con la fundamentación de la sentencia y con el resultado alcanzado, sin
lograr demostrar –ni advertirse- la vulneración de las garantías constitucionales
invocadas. Con relación al decomiso de la totalidad del dinero en efectivo, bonos y
acciones obrantes en la cuenta N° 1047709 del Banque Syz SA con asiento en la
Confederación Suiza -que oportunamente había sido embargada-, cuyos titulares y
únicos beneficiarios son Horacio Alejandro Sarán y Graciela Delia Tomasi. Ello en tanto
fue informado por el Ministerio Público de la República y Cantón de Ginebra que
precisamente los titulares de la cuenta refirieron expresamente que los fondos
procedían de sus “actividades profesionales en Argentina, es decir del arrendamiento
de varios bienes inmuebles de los que son propietarios, así como de la explotación de
un bar llamado ´Río Cabaña´”, por lo que concluyó que ese dinero forma parte del
producido del delito imputado. Opinamos que el análisis de las circunstancias del caso
demuestra que el tribunal a quo efectuó una correcta aplicación de la ley ya que se han
cumplido las exigencias normativas que permiten la aplicación de la medida de
decomiso resuelta de conformidad a lo dispuesto en el artículo 23 del Código Penal. De
la lectura de la sentencia y analizadas las constancias de la causa se desprende que el
magistrado ha brindado argumentos, con soporte en la ley aplicable al caso, para otorgar
la reparación económica a las víctimas y detalló medulosamente el método que aplicó
para el cálculo en cada caso particular.
El Tribunal Oral condenó por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por el
empleo de violencias y amenazas tormentos doblemente agravados por tratarse de
perseguidos políticos, por resultar la muerte con relación a Rubén Luis Carignano -1
hecho- y violación sexual agravada reiterada en perjuicio de Silvia Susana Suppo -3
hechos-, todos estos en concurso real (arts. 144 bis inc. 1° y último párrafo, por concurrir
las circunstancias previstas en el 142 inc. 1°, ambos del Código Penal según ley N° 14.616,
144 ter, 2° y último párrafo del Código Penal según ley N° 14.616 y 45 y 55 del Código
Penal). Las defensas interpusieron recursos de casación, que fueron rechazados por
unanimidad.
Año 2021
el art. 145 ter, segundo párrafo, en función del primer párrafo apartado 1° del mismo
artículo, el que concurre en forma ideal con aquel previsto en el art. 127, segundo
párrafo, apartado 1°, todos del Código Penal, según Ley 26.842-, procurando así una
adecuada reinserción social no dándose aún por configurado un adecuado pronóstico
de reinserción social favorable -según lo prescripto por el art. 1° de la Ley 24.660-. Las
discrepancias valorativas expuestas por la parte impugnadora, no configuran un agravio
fundado en la doctrina de la arbitrariedad, en graves defectos del pronunciamiento o en
alguna cuestión federal.
La disidencia parcial sostuvo que la contundencia de la prueba reseñada por mis colegas
me llevaría a optar por la satisfacción total de la pretensión recursiva dentro de la
doctrina de la “casación positiva”.
validez previstas por el art 347 del C.P.P.N., sobre los hechos referidos a las víctimas que
integraron el juicio y resolvió rechazar el planteo de nulidad integral del requerimiento
de elevación a juicio y declarar la nulidad parcial del requerimiento de elevación a juicio
en los términos planteados por la Fiscalía. Con respecto al planteo de nulidad integral
de la acusación formulado por el recurrente en su impugnación, debe precisarse que el
mismo no resulta novedoso, sino que se trata de una reedición del ya deducido frente
al tribunal, el que en esa oportunidad ha recibido acabada respuesta por el juez de la
instancia anterior respecto de cada una de las objeciones ensayadas por la defensa. En
efecto, al abordar el planteo de nulidad en cuestión, el juez señaló que “la Defensa
ingresa, en definitiva, en el ámbito de análisis de lo que fue la materialidad y autoría de
los injustos que le fueron imputados a su asistida. Es que no puede predicarse que no
haya habido una exposición ordenada y detallada de la Fiscalía en orden a las
circunstancias de la imputación. Lo que existe, evidentemente, es una distinta
valoración de las pruebas con relación al modo, al tiempo, y al lugar en que los eventos
han sucedido. Y hay, por cierto, una valoración divergente en cuanto a la extensión del
injusto en cada caso, o la ponderación de algunos datos que pueden haber quedado en
cierto grado de indeterminación pero que, de ningún modo, alcanzan para invalidar la
acusación”. En lo que respecta al planteo de la defensa vinculado con la incongruencia
en la que a su criterio habría incurrido el representante del Ministerio Público Fiscal al
considerar que la maniobra atribuida a la encausada se trataba de una pluralidad de
hechos, el sentenciante detalló que “En este punto, y tal como hizo notar la Fiscalía en
su respuesta, no se advierte cuál sería el perjuicio que le ocasiona la precisión del
concurso real entre los hechos traídos por la acusación con relación a cada víctima... fue
detallado en cada caso, por qué se estimó cumplida todas y cada una de las acciones que
se le reprocharon a Villagra. En cualquier caso, el tratamiento de la calificación vendrá
dado en concordancia con los hechos que se tuvieron por probados, pero no se aprecia
que de ningún modo hayan provocado un estado de indefensión, ni repercutido siquiera
en el pedido de pena”. Ahora bien, confrontadas las constancias del caso y tal como
fuera expuesto por el a quo, no se advierte el déficit al que alude la defensa, toda vez
que surgen claros y suficientemente descriptos los hechos endilgados a lo largo del
proceso a la imputada, lo que le ha permitido al impugnante conocer en todo momento
reunido durante el debate, a la luz de los arts. 398 y 399 del C.P.P.N. y conforme las
reglas de la sana crítica racional, todo lo cual permitió acreditar la responsabilidad de la
encausada en los eventos endilgados y descartar la versión de los hechos ensayada por
la nombrada y su defensa. Corresponde rechazar el agravio de la defensa en cuanto
cuestionó la aplicación del concurso real y que, a la par, se aplique la agravante por la
cantidad de víctimas prevista por el art. 145 ter, inc. 4, del C.P., toda vez que el tribunal
indicó que no se advertía el perjuicio ocasionado a partir de la precisión del concurso
real entre los hechos por los que la encausada fue acusada, pues ello no provocó un
estado de indefensión, ni repercutió en la pena y tampoco la defensa se hizo cargo de
demostrar —ni se advierte— el perjuicio que le generó dicha circunstancia, sino que se
ha limitado a invocar una significación jurídica distinta sin brindar motivos suficientes
para ello. Al momento de abordar la significación jurídica de los hechos acreditados, el
sentenciante precisó. “…que el caso de cada una de las víctimas, constituyen hechos
independientes entre sí. En primer término, pues la afectación del bien jurídico es
individual en cada una de las acciones perpetradas a su respecto. No cabe unificar los
injustos por el mero hecho de que la imputada percibiera una finalidad de explotación y,
por ende, de beneficio –económico en este caso-. La dignidad de la persona humana
impone una diferencia sustancial con relación a otros bienes que pueden ser
considerados colectivamente para justificar, a partir de la doctrina de la finalidad de la
acción que una multiplicidad de acciones configura un único injusto. Asimismo, que la
voluntad criminal se realiza en cada uno de los comportamientos que atañen a cada una
de las víctimas, y si bien puede considerarse que el hecho de captar, trasladar, acoger,
etc., pueda ser absorbido por la conducta subsiguiente cuando se trate del mismo autor
y la misma víctima, ello no justifica la unificación cuando se está frente a distintas
personas”. Idéntico déficit de fundamentación se observa en el cuestionamiento a la
agravación de la escala punitiva impuesta en la sentencia por la imposición de la
agravante prevista en el art. 145 ter, inc. 4°, del C.P. toda vez el monto de pena escogido
por el a quo se alejó en 6 meses del mínimo de la escala penal prevista por el delito por
el que le encausada fue condenada —y no del doble como argumentó el recurrente —,
pues la agravante contenida en el penúltimo párrafo del art. 145 ter del C.P., eleva el
mínimo de pena de prisión por el delito de trata de personas a ocho (8) años. La defensa
TRATA DE PERSONAS. Con fines de explotación laboral. Art. 140, 145 ter,
1er. párrafo, inciso 1ro del C.P. -Ley 26.364.- Sobreseimiento prematuro.
Revocatoria. “Protocolo de Palermo”. Falta de análisis suficiente de los
elementos de prueba. Falta de certeza negativa.
las condiciones en las que se hallaban los talleres, la situación de las presuntas víctimas,
declaraciones recibidas, que permitirían de momento acreditar la hipótesis acusatoria
(esto es, reducción a la servidumbre, en concurso ideal con el delito de trata de personas
en su modalidad de captación y acogimiento con fines de explotación laboral consumada
y agravada por abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas y por ser más de
tres personas las damnificadas, artículos 140, 145 ter, 1er. párrafo, inciso 1ro del CP). Y
se colige del libelo recursivo que, a partir del informe precitado, se abrieron líneas de
investigación que no fueron agotadas, aunque la sentencia cuestionada consideró que
la investigación no ha logrado comprobar la hipótesis delictiva. Cabe recordar que el
Estado Nacional al sancionar la Ley 26.364 en abril de 2008, adecuó su legislación al
Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente
Mujeres y Niños (“Protocolo de Palermo”), anexo de la Convención de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (aprobada por nuestro país
mediante la ley 25.632, en el año 2002). A su vez con la Ley 26.364 -reformada en
diciembre de 2012 por la Ley 26.842- se logró instrumentar herramientas legales para
combatir este fenómeno delictivo que atenta contra sensibles y valiosos bienes
jurídicos. Todo ello en virtud de que la trata de personas implica cosificar al ser humano,
la perdida absoluta de la libertad -psíquica y/o física- con la dominación absoluta de un
sujeto activo que dirige y aprovecha su fuerza de trabajo.
El Tribunal Oral condenó por el delito previsto por el art. 127 del C.P. en la modalidad de
explotación de la prostitución ajena, con el agravante del inciso 1 de la misma norma,
por haber utilizado medios de coerción. La defensa interpuso recurso de casación, que
fue rechazado por unanimidad.
Fundamentos: La decisión del juez de sentencia luce ajustada a toda la normativa que
sobre la materia está indicada para su aplicación y por otra parte, se trata de una
decisión no solo ajustada a derecho sino también al devenir del proceso así como de la
situación emocional de la denunciante, estableciendo el respeto debido a la víctima sin
que se vean vulnerados los de la defensa, más allá de sus afirmaciones. Más allá de que
se considera legítimo que una madre quiera recuperar la tenencia de sus hijos, la
hipótesis de la defensa resulta incomprobable no solo de acuerdo a las constancias
toda vez que en el caso, se constata que la acción penal seguida en estas actuaciones
respecto de las imputadas no se encontraría prescripta por el plazo transcurrido entre
las declaraciones indagatorias y el requerimiento de elevación a juicio formulado por el
Ministerio Público Fiscal-, al no haber transcurrido más de diez años entre ambos, y
conforme el máximo de pena previsto para el delito que se atribuye. Debe recordarse la
jurisprudencia consolidada de esta Cámara respecto a que, para establecer el término
de la prescripción de la acción en un proceso penal, debe estarse a la pena del delito
más severamente reprimido de los atribuidos al inculpado y a la posible calificación más
gravosa que razonablemente pueda corresponderle. Además, se ha sostenido que la
aplicación de dicha regla no es absoluta, ya que la calificación más gravosa no podrá ser
tenida en cuenta a los fines de la prescripción de la acción penal en los siguientes casos:
a) cuando recién fuese esgrimida en el incidente de prescripción al sólo fin de evitarla y
b) cuando la pretendida calificación carecería en absoluto de base fáctica que la
sustente. Tal extremo no se verifica en el presente caso, ya que la calificación que invoca
el Fiscal General fue esgrimida en el requerimiento de elevación a juicio –y no, en un
incidente de prescripción al sólo fin de evitarla- y la misma no carece de base fáctica en
que sustentarla. Por el contrario, el planteo de calificación más gravosa efectuado por
el Fiscal General en el requerimiento de elevación de juicio encuentra correlato en la
investigación desarrollada respecto de las encartadas. Consecuentemente, el plazo para
contabilizar la prescripción de la acción es el máximo de la pena previsto para el delito
que se atribuye conforme la calificación más gravosa imputada. En este caso, la prevista
para el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por haberse
cometido por tres o más personas en forma organizada y, para una de las imputadas,
doblemente agravada además por el vínculo (ascendiente de la víctima) (art. 145 bis del
CP, cfr. Ley 26.364), cuya pena máxima es de 10 años de prisión. La declaración de
nulidad del acta de declaración indagatoria de una de las imputadas resuelta por el
Tribunal Oral resulta arbitraria en tanto el acto atacado logró su finalidad, y no se verifica
en autos un perjuicio que deba ser reparado. Se encuentra comprometida la
responsabilidad internacional del Estado Argentino que asumió la obligación ante la
comunidad internacional de garantizar la prevención, juzgamiento y punición de todos
los ilícitos correspondientes al tipo de trata y explotación sexual, de acuerdo con el
derecho internacional aplicable, en función de lo dispuesto por el artículo 75, inciso 22,
primer párrafo de la Constitución Nacional (“Convenio para la represión de la trata de
personas y de la explotación de la prostitución ajena”, la “Convención de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional” y el “Protocolo para prevenir,
reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que
complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Trasnacional”). En consonancia con dicha normativa, la “Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”, denominada
“Convención de Belém do Pará”, ha establecido las obligaciones de los Estados Parte
frente a casos como el que nos ocupa, donde prima facie, se ha ejercido violencia sobre
mujeres. A partir del estudio de los actos procesales, se advierte que las conductas
atribuidas a las encartadas se han mantenido inalteradas a lo largo del proceso, no se
advierte afectación al principio de congruencia por el cambio de calificación operado al
momento de formular la acusación fiscal en el requerimiento de elevación a juicio ni se
observa menoscabo de los derechos que le asisten, ni alteradas las reglas de
juzgamiento, por lo que no se observa verificada la causal de nulidad que invoca el
Tribunal Oral, razón por la cual la sentencia recurrida no puede ser calificada como acto
jurisdiccional válido.
las calles Colón y Bolívar de la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires
respecto de los cuales se imputaba al encausado el diseño y mantenimiento de la página
web www.laconejita.net a través de la cual se promocionaba la captación de clientes
para la actividad ilícita en ellos desarrollada. La mera lectura de la resolución de la
Cámara Federal de Apelaciones pone de manifiesto la ausencia de argumentación
válida. En efecto, en una foja y media menciona los artículos por los que se agravia el
fiscal y agrega que su cuestionamiento consiste en una arbitraria valoración de la
prueba. A renglón seguido en pocas palabras anotó el a quo que en el fallo de primera
instancia obran las argumentaciones necesarias para avalarlo pues los elementos
obrantes, que en modo alguno describe, le permitieron demostrar la ajenidad del
imputado en la conducta criminosa. Posteriormente hace referencia a un grado de
probabilidad propia de esa etapa procesal, sin siquiera reparar que para llegar al
sobreseimiento al cual arribó, no era válida una probabilidad sino la certeza negativa del
quehacer típico que se le imputara. Y posteriormente, y como párrafo final, sostuvo que
la promoción y publicidad del lugar a través de la página web del imputado no era
suficiente para responsabilizarlo por la explotación sexual de las mujeres víctimas, ni por
la percepción de las ganancias que esa actividad produciría. La absoluta mención de las
probanzas arrimadas al expediente, así como su nula evaluación ponen al descubierto la
ausencia de toda motivación y razonamiento. La ausencia de las pruebas recolectadas
en este caso en modo alguno pueden ser sustituidas por la valoración efectuada en un
precedente del mismo tribunal al que se remite por todo juicio de valor. Lo expuesto
revela la inobservancia de las reglas de la sana crítica, y por ende del indispensable juicio
lógico por el cual se llegó a la conclusión liberatoria adoptada.
no se puede dejar de mencionar que DLI es la víctima y en este tipo de delitos, debe
tenerse especial cuidado en evitar la victimización secundaria, también llamada
revictimización, en especial cuando son personas que están en extremas condiciones de
vulnerabilidad. De hecho, a fin de evitar la antedicha revictimización, el código de forma
previó un proceso especial, con un lugar acondicionado, sujeto a la participación de
ciertas personas previamente pautadas, con restricciones específicas y con la
participación, de ser posible, de un personal de la salud (art. 250 quater del CPPN). Sin
ir más lejos, la utilidad de guardar una grabación de dicho acto reside en evitar que la
víctima reviva, por ejemplo, todas las penurias que pasó durante el momento de su
explotación. En definitiva, la grabación, que fue tomada en esta causa conforme a los
estándares jurídicos solicitados por el código de rito, se encontró a disposición de la
defensa para que pueda revisar el video y realizar las objeciones que le parezca
pertinente. Estas mismas consideraciones cabe realizar respecto a los restantes agravios
que aducen arbitrariedad en la valoración de la prueba, puntualmente los casos de las
declaraciones, particularmente si tenemos en cuenta la gran cantidad de prueba de
cargo que pesa sobre los encartados, que la legalidad de las medidas fueron
resguardadas por el magistrado actuante, que la incorporación de esta prueba no fue
objetada oportunamente y que al momento de expresar agravios se realizan
apreciaciones genéricas sin identificar cuál es la afectación concreta. En este
razonamiento, se observa que el tribunal aprecia toda la prueba de cargo de manera
global y contextualizada a la causa y conforme a las reglas de la sana crítica racional. La
Cámara Gesell en la cual prestó declaración la víctima tiene plena validez a los efectos
probatorios en esta causa y no puede ser tachada de nula. En esta dinámica, más allá de
la importancia que tiene la declaración de la víctima, que es recibida bajo el
cumplimiento del estricto procedimiento del código de forma, contando con la
presencia de una especialista en el tema del área de psicología y en cual se relatan
actividades ilícitas aberrantes sufridas, en este caso por la víctima, que ocurren en el
ámbito de privacidad, es importante remarcar que el relato se vio verificado por diversos
elementos adicionales, entre ellos los informes del Correo Argentino que dan cuenta de
los giros bancarios entre los encartados y el informe emitido por la empresa de
transporte que da cuenta de los sucesivos traslados entre Santa Fe y Villa María, entre
La disidencia parcial sostuvo que el caso debió haber sido decidido a tenor de las figuras
previstas en los artículos 125 bis, 126 y 127 del Código Penal según el texto de la ley
25.087, sancionada el 14 de abril de 1999, y no según la ley más gravosa. Es que teniendo
en cuenta la base fáctica y jurídica sobre la cual el a quo ha decidido el caso, considerado
como una conducta única continuada en el tiempo o permanente, cuando en realidad
se trataba de múltiples actos delictuales enlazados en concurso real (aspecto éste
inmodificable por imperio de la prohibición de incurrir en una reformatio in pejus, ante
la ausencia de recurso de la parte acusadora), entiendo que debió aplicarse la ley más
benigna. Sobre esa base, en la especie debió seleccionarse la ley más beneficiosa vigente
desde el momento de comisión del hecho hasta el de su cese, es decir entre el año 2005
y el 28 de noviembre de 2013 según se ha acreditado. Y teniendo en cuenta la sucesión
de leyes acaecida en la materia que nos ocupa en ese período (leyes 25.087, 26.364 y
26.842) no cabe ninguna duda que la primera de las citadas es la más benigna.
implicado tan sólo una exposición genérica de causales de arbitrariedad sin contar con
una formulación centrada en una confrontación razonada y concreta de los argumentos
de la resolución atacada. El imputado es un ex Juez Federal y los hechos investigados
habrían sido cometidos mientras el encartado se desempeñaba como Juez y por lo tanto
con relación jerárquica respecto a los denunciantes y víctimas. Los hechos por los que
Alfredo López Cuitiño ha sido imputado en este proceso se vinculan íntimamente con
una de las temáticas más preocupantes del universo de los derechos humanos, cual es
la violencia de género. Violencia que del análisis de la cultura androcéntrica impone que
deban tomarse las medidas judiciales adecuadas para evitar esos delitos y arribar a su
juzgamiento evitando que el paso del tiempo conduzca a su impunidad. Pero es más
grave aún, la transgresión por parte del Poder Judicial de las normas que regulan la
vigencia de la persecución penal, aún cuando se encuentren en investigación de hechos
de violencia de género
demostrar que el razonamiento seguido por el a quo presente falla alguna ni que carezca
de la debida fundamentación.
El Tribunal Oral condenó por el delito previsto por el delito de trata de persona mayor de
18 años, abusando de su condición de vulnerabilidad, con fin de explotación sexual en
concurso ideal con facilitación de la permanencia ilegal de extranjeros en el Territorio de
la República Argentina. La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
El otro voto concurrente señaló que el agravio planteado por la defensa, en lo que
concierne al interés del imputado por controlar la declaración de la víctima, se concilia
con la protección adecuada de la testigo en su condición de víctima vulnerable y en la
necesidad de que ésta no se vea revictimizada en el juicio. En este sentido, se ha
garantizado adecuadamente el derecho de defensa, en tanto la imposibilidad de
interrogar a la testigo no generó una iniquidad inaceptable; y fue efectivamente
compensado por otras pruebas en las que se fundó la sentencia para formular el juicio
de culpabilidad del acusado, que la defensa pudo fiscalizar y que confirmaron el relato
de la testigo en las distintas instancias y circunstancias en las que se manifestó.
El Tribunal Oral condenó por el delito de delito de trata de personas con fin de
explotación en la modalidad de captación y traslado, agravado por mediar engaño y por
la participación de más de tres personas en concurso real con el delito de abuso sexual
con acceso carnal reiterado y calificado por la intervención de dos personas –al menos.
La defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
sin público y sin la presencia del imputado, quien sí pudo oírla (art. 10 ley 27372). En
virtud de ello, no se advierte cuál habría sido el perjuicio real para la defensa, o bien,
qué actos se habría visto privada de oponer, teniendo en cuenta que el acusado pudo
dar su versión de los hechos e incluso reconoció una relación de amistad previa con la
víctima. Si bien la defensa ha planteado que el sólo relato de la víctima no alcanza para
resolver el caso, lo cierto es que la ley de Protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales n° 26485 (B.O 1/4/2009) garantiza en su art. 16 la amplitud probatoria
para acreditar hechos como los denunciados, al estipular en el inciso i) “…la amplitud
probatoria para acreditar los hechos denunciados, teniendo en cuenta las circunstancias
especiales en las que se desarrollan los actos de violencia”. Si bien, el testimonio de la
víctima u ofendido es uno de los medios de prueba que puede elegir libremente el
tribunal (cfr. art. 241 del CPPN), no puede soslayarse la especial situación en la que se
encuentran las víctimas del delito de trata de personas, toda vez que ellas constituyen
la prueba viviente de la comprobación del delito. Reviste tanto la calidad de víctima
como la de testigo de los hechos, por eso debe ser revalorizada no sólo como objeto de
prueba sino como sujeto en sí mismo dotado de derechos. Los arts. 79 y 80 del Código
Procesal Penal de la Nación enuncian los derechos que asisten a la víctima y testigo de
cualquier delito a lo largo del proceso, pero aquí se deberá contemplar especialmente
las extremas situaciones a las que ha sido sometida la víctima. Sin perjuicio de todo lo
expuesto, en el caso bajo análisis la condena no se sustentó únicamente en el testimonio
de la víctima, pues el tribunal tomó en cuenta no sólo sus dichos, sino que además valoró
el resto de los medios probatorios ofrecidos por las partes, entre las que se cuentan las
pericias médicas, los testimonios de los preventores, los testimonios del personal
médico, las tareas de inteligencia de la PFA, entre otras. En efecto, el testimonio de la
víctima fue corroborado inicialmente por los profesionales de la salud que la atendieron,
quienes no advirtieron animosidad o desvíos de la realidad, y también justificaron las
variaciones en su declaración. En definitiva, el testimonio ofrecido por la víctima no
constituyó una prueba dirimente, pues la convicción acerca de la existencia de los
hechos se fue conformando sobre una pluralidad, convergencia y precisión de
elementos probatorios que fueron analizados en forma global y no aislada. En base a la
nociones estereotipadas sobre cuál debe ser el comportamiento de las mujeres en sus
relaciones interpersonales” (cfr. caso González y otras vs. México, sentencia del 16 de
noviembre de 2009, p. 400). Asimismo, ese mismo tribunal ha remarcado que la creación
y uso de estereotipos se convierte en una de las causas y consecuencias de la violencia
de género en contra de la mujer (cfr. González y otras vs. México antes citado p.401) y
que la investigación penal de este tipo de casos debe incluir la perspectiva de género.
Nuestro país ha sancionado el 11 de marzo de 2009 -promulgación del 1/4/09-, la ley
26485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las
mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. En ella se
han establecido las obligaciones del Estado Argentino frente a casos como el que nos
ocupa, donde se ha ejercido violencia física y psicológica sobre una mujer, en los
términos elaborados en su art. 5º, acorde a lo dispuesto en el art. 2 punto b) de la
Convención de Belém do Pará antes citada. Además, puntualmente en el art. 6 de esa
convención se ha estipulado que El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia
incluye, entre otros: a. el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminación,
y b. el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de
comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad
o subordinación Por ello, la pretensión de que el tribunal a quo ahonde en aspectos
privados de la víctima, implicaría legitimar una forma de violencia contra la mujer
conforme lo preceptuado en los instrumentos citados. Si bien los nuevos agravios
introducidos en las breves notas presentadas en la audiencia de informes resultan
improcedentes-en el especial caso de autos- tienen íntima vinculación con garantías
previstas en la Constitución Nacional y en los pactos internacionales a ella incorporados,
por lo que autorizan excepcionalmente a apartarse de lo expresamente previsto en la
normativa citada. En cuanto al delito de trata de personas, el Tribunal de mérito brindó
sobrados fundamentos para confirmar la hipótesis acusatoria y encuadrar las conductas
del imputado bajo esa figura, por lo que el agravio introducido por el defensor oficial
referente a que no se consumó la captación de la víctima en autos, no tendrá favorable
acogida. Corresponde recordar que en el año 2002 se sancionó la ley 25632 que
incorporó a nuestro derecho positivo la Convención Internacional contra la Delincuencia
Organizada Trasnacional y sus protocolos complementarios para prevenir, reprimir y
domicilio para que otras tres personas no identificadas la conduzcan a las inmediaciones
del Buquebus -donde logró escapar-, todo lo que completan la naturaleza agravante,
encuadrando su actuación en las calificantes previstas en el artículo 145 ter incisos 1 y
5. De un lado, porque fue mansamente sorprendida, del otro porque con plurintervención
de agentes por vía compulsiva, la superaron numéricamente para que llegara a la nave
que la separaría definitivamente de los suyos”. La figura de trata de personas en su
modalidad de captación y traslado con finalidad de explotación, cometida mediante
engaño y con la intervención de más de tres personas (artículos 145 bis y 145 ter incisos
“1” y “5” del CP) ha quedado por demás acreditada en autos a través del despliegue de
una fundamentación racional que no presenta fisuras y que se encuentra basada en el
contundente plexo probatorio obrante en autos. Es menester recordar que a los efectos
de mensurar la pena, el art. 41 de dicho cuerpo legal distingue entre circunstancias de
carácter objetivo (vinculadas con las características del hecho juzgado) y aquellas de
índole subjetivo (relacionadas con el autor, su peligrosidad, así como también con
aquellas relacionadas con el lugar, modo y ocasión en que aquél fue perpetrado) que
deben ser tenidas en cuenta, entre otras circunstancias, como reglas orientadoras al
momento de fijar el monto de la pena. La pena impuesta -22 años de prisión-, teniendo
en cuenta la naturaleza y gravedad de los hechos juzgados, no implicó una respuesta
punitiva irracional ni ha vulnerado los principios constitucionales de proporcionalidad y
culpabilidad que rigen en la materia. De este modo, se ha ponderado acertadamente la
gravedad y magnitud del injusto, así como también la culpabilidad por los hechos, la
participación que tuvo el encausado, la extensión del daño que le han causado los
hechos a la víctima y las especiales circunstancias que rodearon su comisión, lo que en
definitiva se tradujo en el mismo monto de pena solicitado por el representante del
Ministerio Público Fiscal.
Uno de los votos concurrentes agregó que en punto a la pretendida aplicación del
principio in dubio pro reo en favor del encausado es importante recordar que se ha dicho
que “(E)ste principio, directamente ligado con el estado de inocencia del que goza toda
persona a la que se le dirige una imputación penal (art. 18 de la C.N, 8.2 de la C.A.D.H y
14.2 del P.I.D.C.P.) exige que la sentencia condenatoria sólo puede ser el resultado de la
convicción a la que llegue el tribunal fuera de toda duda sobre los hechos, las
El otro voto concurrente expresó que nuestro país fue adaptando el derecho interno al
internacional convencional conforme los compromisos asumidos al sancionar normas
comprensivas de los derechos de género, respondiendo a exigencias ciudadanas y de los
movimientos de mujeres, tales como las leyes 24471, 25632, 26171, 26364, 26485,
26791, 27452, 27499, 27610, entre otras. La ley 26485 –BO 14/04/09-, de “Protección
Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres en los
ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. Establece obligaciones del
Estado Argentino frente a casos como el que nos ocupa, donde se ha ejercido violencia
física, sexual y psicológica sobre una mujer, en los términos elaborados en su art. 5º,
acorde a lo dispuesto en el art. 2 punto b) de la Convención de Belém do Pará antes
citada. En su artículo 16 exige a los organismos estatales que garanticen a las mujeres,
no sólo “todos los derechos reconocidos en la Constitución Nacional, los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos ratificados por la Nación Argentina, la presente
ley y las leyes que en consecuencia se dicten”, sino también acciones, y particularmente
aplicable al caso, las siguientes: “A obtener una respuesta oportuna y efectiva” (inciso
B); “A ser oída personalmente por el juez y por la autoridad administrativa competente”
(inciso C); “A que su opinión sea tenida en cuenta al momento de arribar a una decisión
que la afecte” (inciso D); “A recibir protección judicial urgente y preventiva cuando se
encuentren amenazados o vulnerados cualquiera de los derechos enunciados en el
artículo 3º de la presente ley” (inciso E), y “A la amplitud probatoria para acreditar los
hechos denunciados, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en las que se
desarrollan los actos de violencia y quiénes son sus naturales testigos” (inc. I) En el
marco constitucional y convencional antes referido, determina la obligación del Estado,
en el ámbito del ejercicio de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) de evitar
el sometimiento y exposición innecesaria de las víctimas, de modo que en casos como
el presente, se encuentra ajustado a derecho la toma de las medidas pertinentes por
parte de la judicatura para garantizar los derechos de la víctima, respetando el derecho
de defensa. En lo que hace a la queja basada en la valoración del testimonio de la
víctima, la pretensión que ahora expresa la defensa se contrapone con el criterio fijado
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en precedente “Gallo López” (Fallos
334:725), en el cual el Máximo Tribunal concluyó que efectivamente existieron
elementos probatorios independientes a la declaración de los testigos, que sirvieron de
base a la condena dictada respecto del encausado. Frente a lo sostenido en lo referente
a la “amplitud probatoria” prevista en el artículo 16 inc. I) de la ley 26485, deben ser
aplicados en la actividad jurisdiccional en sucesos que involucran violencia contra la
mujer, frente al riesgo de que queden impunes conductas como las aquí examinadas,
atento que dichos ilícitos se perpetúan en la intimidad y sobre el cuerpo, integridad y
vida de la víctima, fundamentos por los cuales coincido en el rechazo del planteo
efectuado por la defensa. En el presente caso corresponde efectuar un análisis
constitucional y convencional, teniendo presente el derecho de género y el sexo de la
víctima. Los hechos por los que fue condenado el encausado se vinculan con el principio
El Tribunal Oral condenó por el delito de Trata de Personas por haber acogido personas
con fines de explotación sexual, agravado por el aprovechamiento de la situación de
vulnerabilidad. Las defensas interpusieron recurso de casación, que fue rechazado por
unanimidad.
declaraciones fueron incorporadas al debate por lectura con anuencia de las partes.
Debe repararse que las víctimas, más allá de ser indulgentes con la situación de los
imputados, indicador de la vulnerabilidad de las mismas, brindaron un claro relato que
contribuyó para confirmar la materialidad de los hechos reprochados y la intervención
que en ellos le cupo a cada uno de los imputados. De tales testimonios, los integrantes
del tribunal valoraron “…se deduce claramente que las mismas se encontraban en un
estado de vulnerabilidad absoluta, debido a la situación económica que les tocaba vivir,
además de que ambas tenían a cargo hijos y familiares, siendo ellas el único sostén
económico para ellos, por lo que no les quedaba otra alternativa que ejercer la
prostitución, situación que era aprovechada por los imputados con el objeto de sacar
rédito económico”. El grado de intervención que le cupo a uno de los imputados quedó
debidamente acreditado no sólo con las declaraciones de las víctimas, sino también con
la declaración del Oficial Inspector –quien efectuó las tareas de inteligencia-, y con los
elementos secuestrados en la propiedad donde él residía, como preservativos, geles
íntimos, dos registros de pases que se realizaban en el local, dinero en efectivo, entre
otra documentación. En lo que respecta a la condenada, ambas víctimas la ubican en un
rol protagónico, debido a que relataron que era quien se encargaba de controlar la
actividad que se llevaba a cabo en el local, como recibir los pagos efectuados por los
clientes y retener el dinero que ellas habían ganado para recién abonárselo los días
lunes, a la vez que también realizaba “pases” a la par de las víctimas, como ella misma
relató. En base a todas las pruebas detalladas, resulta pertinente asentar que la defensa
ha intentado a lo largo de su recurso darle un enfoque diametralmente opuesto al que
le dio el a quo, intentando demostrar –sin éxito alguno- que los condenados habían
hecho una obra de buena fe para con las víctimas, acogiéndolas desinteresadamente
para brindarles un espacio donde pudieran desarrollar los “pases” libremente. Lo cierto
es que ello no encuentra sustento probatorio alguno, sino que sólo representa la
intención de la defensa de alterar el plexo probatorio reunido en contra de sus
representados. De lo expuesto se colige que la sentencia tiene los fundamentos jurídicos
mínimos, necesarios y suficientes que impiden su descalificación como un acto
jurisdiccionalmente válido, pronunciamiento que luce congruente sobre la base de la
prueba agregada a la causa (Fallos: 301:449; 303;888, entre muchos otros), por lo cual
las críticas formuladas por los recurrentes no pueden prosperar. En el año 2002 se
sancionó la ley 25.632 que incorporó a nuestro derecho positivo la Convención
Internacional contra la Delincuencia Organizada Trasnacional y sus protocolos
complementarios para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas. Entre ellos,
se encuentra el Protocolo de Palermo, que en su artículo 3° dispone: “a) Por “trata de
personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción
de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción,
al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o
a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una
persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación
incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de
explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas
a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos…”. Corresponde rechazar el
agravio de la defensa vinculado a la falta de requisitos para encuadrar la conducta de
sus asistidos en el delito tipificado en el art. 145 bis en función del art. 145 ter, inc. 1°
del CP, al sostener que no existió explotación, ni situación de vulnerabilidad por parte
de las víctimas, ya que ingresaron y permanecieron en el local por voluntad propia.
Contrariamente a ello, y como bien ha indicado por el tribunal de mérito, se advierte
que el delito de trata de personas agravado atribuido a los imputados quedó
configurado con la conducta de acoger a las víctimas con la finalidad de explotarlas
sexualmente. Es que según la Real Academia Española “acoger” implica admitir o
aceptar en su casa o compañía a alguien, servir de refugio o albergue. Estamos frente a
un delito de resultado anticipado, ya que para que se configure el delito de trata de
personas basta con la realización de alguna de las acciones típicas (ofrecer, captar,
trasladar, recibir o acoger), sumado a la “ultrafinalidad” de explotar a la víctima. Ahora
bien, en el caso de concretarse dicha explotación se agravará la sanción penal. Ello, se
ha visto acreditado en las presentes actuaciones a raíz de las declaraciones de las
víctimas “ut supra” detalladas, de donde se desprende que ellas residían en el mismo
lugar donde eran explotadas, como así también por los propios dichos de los aquí
condenados. Por otro lado, respecto a las personas que se encuentran en situación de
vulnerabilidad, corresponde recordar lo establecido por las “Reglas de Brasilia sobre
cinco (5) a diez (10) años de prisión-, cuando “1°) Mediare engaño, fraude, violencia,
amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de
una situación de vulnerabilidad o concepción o recepción de pagos o beneficios para
poder obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima”.
De este modo, surge claramente que la conducta reprochada a los encartados es
conducente y concordante con las previstas en la figura típica del art. 145 bis y ter inc. 1
del CP, circunstancia esta que se encuentra plenamente comprobada en la presente
causa, toda vez que los encartados mediante su accionar disvalioso en contra de la
dignidad humana de las víctimas, las acogieron en el local denominado “Mao Mao”,
obteniendo con ello un lucro económico a costas de su explotación sexual. Por último,
ha quedado también debidamente acreditado el elemento subjetivo previsto por la
norma bajo análisis, es decir la “finalidad de explotación”, por medio de las
declaraciones de las víctimas; su presencia en los allanamientos junto con a la de
clientes; las anotaciones de los cuadernos; los preservativos secuestrados; y por la forma
en la que estaba diseñado el lugar, con habitaciones y camas dispuestas para efectuar
los “pases”. En efecto se concluye, que los imputados recibieron y acogieron a las
víctimas en el local denominado “Mao Mao”, acondicionado para vender tragos y
explotarlas económicamente mediante la prostitución, aprovechándose de su situación
de vulnerabilidad, siendo los principales beneficiarios económicos. Por todo lo expuesto,
este agravio debe ser rechazado. En cuanto a la participación que en los hechos le cupo
a otro de los imputados ha quedado debidamente acreditada con la prueba de cargo
detallada. Es que, habiéndose determinado su participación en los hechos investigados
como integrante de la estructura conformada con su madre coimputada, la comisión del
hecho es compartida, pues se logró determinar que se distribuían tareas esenciales para
llevar a cabo la ejecución del delito. En otro orden de ideas, y con relación a la alegada
violación al principio de congruencia, y por consiguiente del derecho de defensa en juicio
del imputado, por la modificación en el grado de intervención que le cupo al nombrado
en el hecho reprochado, este agravio debe ser rechazado toda vez que para que el
principio de congruencia no se encuentre afectado, resulta decisivo que la sentencia
recaiga sobre los mismos hechos que fueron base de la acusación, y que se hubiese
asegurado a la defensa la posibilidad de rebatirlos en el debate.. Por tanto, no cualquier
Ello justifica la mayor punición con relación a su consorte procesal”. Las penas
concretamente determinadas no lucen irrazonables en el caso concreto, el a quo ha
examinado razonablemente las circunstancias que ameritaban para su imposición, por
lo que este agravio tampoco tendrá favorable acogida, y debe ser desechado. En cuanto
al decomiso dispuesto en la sentencia recurrida no sólo procede porque en el inmueble
se comprobó que se explotaba sexualmente a las damnificadas, sino porque los
condenados no pudieron justificar la tenencia de tal bien, circunstancia que permite
considerarlo fruto de la explotación de las víctimas allí desplegada, por lo que se advierte
que la resolución recurrida, en este sentido, constituye una derivación razonada del
derecho vigente.
El Tribunal Oral absolvió por el delito de Trata de Personas con fines de explotación
laboral. El ministerio Público Fiscal interpuso recurso de casación, y por unanimidad se
resolvió hacer lugar.
higienizarse juntando agua fría de una canilla en un balde), camas en menor número
que las víctimas que residían en el mismo sitio en el que efectuaban las tareas que les
eran encomendadas, la inexistencia de contrato laboral, la extensión de las jornadas
laborales, el escaso descanso diario y semanal, ropa inadecuada para las tareas o
entrega de ropa y materiales de protección que no era repuesto si se deterioraba y debía
ser adquirido por las víctimas, y las condiciones particulares de éstas (extranjeros con
una condición migratoria irregular, escaso nivel de instrucción, en situación de pobreza
-siendo que el valor para su traslado a la Argentina había sido costeado por el
responsable de la empresa o alguien por él designado y descontado luego de sus
ingresos, con necesidades básicas insatisfechas en su país de origen, alguno de ellos
tenía especiales dificultades para comprender el idioma español, otros eran menores de
edad y no se encontraban acompañados por ningún representante legal o adulto
responsable, entre otras características), configuran un cuadro que no permite sostener
de manera fundada la absolución dispuesta por el voto mayoritario del tribunal de juicio.
Carátula: Vázquez, Jorge Ariel s/ recurso de casación
Causa n°: FTU 12668/2015/TO1/CFC1
Registro n°: 952/2021
Resolución de fecha: 17/6/2021
Sala: I
Magistrados: Figueroa, Petrone y Barroetaveña.
el juez instructor y llevadas a cabo por los preventores, se logró establecer el verdadero
nombre del imputado como así también confirmar que aquél se domiciliaba en el
referido inmueble. Es decir que a partir de la denuncia formulada por la PROTEX en la
que se precisan las graves conductas que el imputado habría realizado en detrimento de
dos personas menores de edad, devenía necesario confirmar sus datos filiatorios y
domicilio. Así, fue que, acreditado dichos extremos, la intervención telefónica
“ordenada por el juez de la causa aparecía como proporcional – en relación con el tenor
de los hechos denunciados- y necesaria, teniendo en cuenta que se habían corroborado
con anterioridad otros extremos de la denuncia, como el domicilio del imputado y su
identidad”. Tampoco se observa ninguna irregularidad que amerite declarar la nulidad
de las intervenciones telefónicas de los abonados pertenecientes a las imputadas toda
vez que en la sentencia se explicaron las razones que ha tenido el juez instructor para
formar la presunción acerca de la vinculación de los enjuiciados con la realización de
conductas compatibles con el tráfico de estupefacientes, habiéndose valorado distintos
elementos fundamentales con sentido crítico y de acuerdo a las reglas de la experiencia,
la lógica y el sentido común. No habiéndose acreditado ninguna anomalía en cuanto a
la potestad del a quo de incorporar por lectura constancias que oportunamente habían
sido requeridas por el acusador público – denuncia y manuscrito de la víctima- decisión
que en aquel estadio procesal no recibió cuestionamiento alguno, asiste razón al
tribunal en que no se aprecia la existencia de un concreto y actual perjuicio que amerite
anular un acto jurisdiccional válido. En ese contexto, corresponde señalar que en el
marco de un proceso en el que la víctima de un presunto delito contra la integridad
sexual en la que una de las víctimas resultaba ser un menor de edad, devenía necesario
contar con todas las constancias que se dispusiera –y que las partes consintieron
incorporar por lectura-, justamente a los fines de acreditar la veracidad del testimonio
prestado por la víctima de un grave ilícito. A ello cabe añadir que la defensa contó
durante la sustanciación del juicio con la posibilidad cierta y efectiva de examinar y
confrontar los dichos de la víctima. En cuanto a la acreditación de la materialidad del
delito de abuso sexual en detrimento de las víctimas, de adverso a lo indicado por la
defensa, la fundamentación otorgada al fallo pronunciado, lejos de apoyarse en
afirmaciones dogmáticas, ha sido desarrollado en base a una adecuada valoración de las
consumo de drogas, intentaron repeler sin éxito la intención del encartado de abusar de
ellos. En cuanto a que dichos actos sexuales, como refiere la defensa fueron
“consecuencia de un obrar voluntario”, este punto fue adecuadamente abordado y
rechazado en la sentencia. En lo que respecto a la influencia de los estupefacientes, el
médico psiquiatra del Cuerpo Médico Forense explicó que cuando entrevistó a los
hermanos no constató que la incidencia de estupefacientes fuera de gravedad, sin
embargo indicó que al momento de los hechos y basándose en el relato de aquellos, a
su entender el consumo de sustancias “oficiaba como un factor de coaptación psíquica
en una situación de violencia sexual” aclarando que ésta se trata de una expresión
técnica utilizada por los profesionales de la salud mental cuando “un sujeto pierde
niveles de libertad y decisión en función de un factor que se apodera de su posibilidad de
discernir libremente”. Habiéndose acreditado que el actuar del encausado fue
premeditado en cuanto a la selección de las víctimas, en particular que se trataran de
menores, con escasos medios económicos y con una patente adicción a los
estupefacientes. También se ocupaba de determinar la modalidad idónea de
profundizar o mantener el estado de vulnerabilidad de los damnificados, ello a partir de
la entrega de regalos - dinero o teléfonos celulares- y del suministro gratuito y en
importantes cantidades de estupefacientes de máxima pureza. Específicamente, el
causante no solo era quien la proveía sino también quien establecía la cantidad y modo
de consumo. De todo ello se desprende que el consentimiento que los menores
pudieran haber prestado para la práctica sexual, se encontraba manifiestamente
viciado, extremo que no resulta arbitrario sino consecuencia de un acabado análisis de
la prueba realizado por el tribunal, por lo que lo que el impugnante no efectuó el mayor
esfuerzo por demostrar que su asistido incurrió en un error de tipo. Tampoco tendrá
acogida favorable la pretensión del impugnante en cuanto sostiene que en el fallo hubo
una doble valoración del término “estupefaciente”, ya sea por la figura del art. 78 del
C.P. como concepto de “violencia”, sino también en la agravante del art. 13 de la ley
23737”, norma que reprime la utilización de estupefacientes para facilitar o ejecutar el
delito. En ese contexto, el a quo, razonablemente concluyó que “Siendo el elemento
típico del delito de abuso sexual la utilización de violencia y no el empleo de narcóticos,
no puede predicarse una doble valoración de la conducta, por lo que resulta aplicable la
regla interpretativa del art. 78 Código Penal de manera conjunta con la agravante del
art. 13 de la ley 23.737”. La acción comisiva “situación de poder” prevista en el art. 119
del CP, en la que incurrió el causante no fue aplicada arbitraria ni solapadamente en el
decisorio, en tanto este aspecto fue considerado por el acusador particular al emitir su
alegato, ocasión en la que expresamente sostuvo que “las conductas reprochas podrían
encuadrar en otros medidos comisivos como el abuso coactivo de una relación de poder
fundada en la edad aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de las víctimas; o
el aprovechamiento del grado de intoxicación en el que se encontraban ellas, que
constituía una circunstancia por la cual no podían consentir libremente”. En lo que
respecta al agravio vinculado con la consideración jurídica de la fellatio in ore, la reforma
introducida por la ley 25.087 ha allanado el camino respecto a considerar la penetración
por vía oral como un caso de abuso sexual con acceso carnal. A pesar de inconsistencias
y contradicciones dentro del debate parlamentario, resulta manifiesto que en buena
medida la finalidad del legislador se ha visto expresada en el enunciado normativo. En
tal sentido, ha optado en detrimento de una remisión conceptual, por una descripción
“tipológica” -abuso sexual con acceso carnal- que permite en su comprensión empírica
incluir dentro de la ratio iuris normativa los supuestos de penetración con el pene por
vía oral, pues todos los marcadores literales y de significación jurídica del enunciado
legal están presentes en los casos de fellatio in ore. La literalidad del supuesto de hecho
“por cualquier vía” no deja fuera obviamente la vía oral, y esto precisamente ha sido la
finalidad del legislador. Circunscribiéndose al caso de autos, la penetración del pene en
la cavidad bucal no ofrece reparos de comprensión en el enunciado “acceso carnal por
cualquier vía”. El legislador se ha valido de un tipo dentro del cual los conceptos
utilizados: acceso carnal y cualquier vía, pertenecen al lenguaje común o vulgar y no
ofrecen los reparos normativos del concepto de violación para integrar la fellatio in ore.
Por eso no es de recibo recurrir a la noción de coito para interpretar el enunciado del
actual párrafo tercero del art. 119 del C.P. No es una violación la que pretende alcanzar
el legislador con su enunciado sino una situación de hecho que incluye violaciones y
también sucedáneos de esta que valora bajo un estándar de idéntica afectación de un
bien jurídico, que ya no es la honestidad sino la integridad sexual. En tales condiciones
cabe confirmar la materialidad del delito de abuso sexual agravado por haber mediado
implica una responsabilidad frente a jóvenes menores de edad. En igual sentido fue
mensurado el número de víctimas, y las circunstancias y lugar donde acontecieron los
hechos, es particular el tiempo prolongado y en un contexto de pleno dominio, y
absoluto control del ingreso y egreso de las personas que allí se encontraban. También
fue ponderado el hecho de que el imputado hacia desnudar a las víctimas hasta quedar
en ropa interior al solo efecto de mirarlos. Además, se tuvo en consideración el riesgo
para la salud al haberle suministrado a menores de edad cocaína de alta calidad, y el
“temerario comportamiento” debido a la falta protección en las relaciones sexuales que
el imputado mantenía con sus víctimas. Finalmente, también debe ponderarse el daño
emocional ocasionado a las víctimas. La modificación en la calificación legal motivada
en la reconsideración del modo en que debían concurrir las agravantes previstas en el
art. 119 del CP, no resultó de tal incidencia para reducir la pena impuesta, razón por la
cual no encuentro ni tampoco lo indica adecuadamente el impugnante de qué modo los
sentenciantes al haber establecido el monto de la pena requerida por el acusador
público, determina que no se observe vicio ni irregularidad que amerite modificar la
solución impugnada. En esas condiciones, entiendo que tanto en términos de
merecimiento como de necesidad preventivo especial, el tribunal de juicio ponderó
aquellos aspectos del injusto y la culpabilidad del incuso que concurrían a fundamentar
la intensidad de la sanción, resultando razonable y proporcionado el monto punitivo
impuesto al encausado. Asiste razón al recurrente en cuanto a que la decisión del
Tribunal de imponerle a una de las encausadas una pena superior a la requerida por el
fiscal, vulneró el principio acusatorio, y por ende el debido proceso, por lo que
corresponde casar la sentencia impugnada únicamente en este punto, debiendo
remitirse las actuaciones al tribunal de origen a los fines de que emita un nuevo
pronunciamiento conforme el criterio aquí expuesto. A los efectos de resolver el planteo
de la defensa, aparece necesario señalar que el art. 307, segundo párrafo del CPPF, en
lo que aquí importa, dispone que los jueces no pueden imponer una pena más grave que
la solicitada por los acusadores. En el caso, de la lectura del alegato acusatorio surge que
el pedido para que se le imponga a la nombrada una pena inferior al mínimo de la figura
prevista en el art. 5 inc. “c” de la ley 23737, no resulta dogmática ni fue emitida en forma
discrecional, sino que aparece como lógica consecuencia de una adecuada ponderación
La disidencia consideró que corresponde dar trámite al planteo casatorio -sin que esto
implique adelantar opinión sobre el fondo de la cuestión- y, en consecuencia, debe
fijarse la audiencia prevista por el art. 465 bis del ordenamiento legal ya citado.
género. Por su parte, la querella hizo referencia al caso “Góngora” del Cimero Tribunal
de la República. Tales razones se encuentran adecuadamente fundadas y constituyen,
precisamente, un juicio de oportunidad sustentado en razones de política criminal
vinculadas con el caso concreto. El consentimiento fiscal para la procedencia de la
suspensión del proceso a prueba, constituye un requisito (artículo 76 bis, cuarto párrafo
del CP) que en este caso se encuentra ausente y, por ende, sella la suerte de las
objeciones formuladas.
que el encartado ya poseía una condena a 7 años de prisión; más no ha brindado otros
argumentos en la sentencia bajo análisis para considerarla motivada en los términos del
art. 123 del C.P.P.N. El juez sentenciante no contempló, como “naturaleza de la acción”,
la grave violencia en las acciones cometidas por el encausado contra mujeres en un
contexto de violencia de género en el ámbito doméstico, ni los medios empleados, la
extensión del daño y el peligro causado a las víctimas y que cometió tales acciones
violentas mientras se encontraba cumpliendo pena bajo el régimen de libertad asistida
al que había sido incorporado. En esa misma línea, no se tuvo en consideración como
circunstancia agravante que el encausado fue, por cuarta vez, declarado reincidente en
los términos del art. 50 del Código Penal (punto dispositivo 2° de la resolución recurrida;
aspecto del fallo que, vale aclarar, no fue impugnado por las partes). Por otro lado, se
advierte que el tribunal de mérito no ha dado una respuesta suficiente acerca de si
resultan, o no, procedentes las medidas solicitadas por el Ministerio Público Fiscal en el
dictamen n° 62/21 -reiteradas en su recurso de casación-, tanto para garantizar la
protección de las víctimas de violencia de género (entre ellas, prohibición de contacto y
acercamiento de del condenado a su ex pareja -víctima del hecho ocurrido el
31/10/2020-; medida respecto de la cual el defensor ante la instancia previa no se opuso
sin perjuicio de cuestionar su dictado por parte del juez anterior en estas actuaciones),
como para promover acciones eficaces y suficientes para evitar que el nombrado repita
tales acciones violentas contra mujeres. Así, por la resolución recurrida se omitió dar
debido tratamiento a cuestiones sustanciales planteadas, extremo que también
configura un supuesto de arbitrariedad de sentencia.
con relación a sus lugares de residencia, trabajo, estudio, esparcimiento o a los lugares
de habitual concurrencia, bajo apercibimiento de incurrir en el delito de
desobediencia…”), circunstancia que impone la necesidad de que la misma sea anulada
a fin de que se de tratamiento a estas cuestiones atinentes a la seguridad de las mujeres
que han sido víctimas de violencia de género.
Uno de los votos concurrentes agregó que la sana crítica implica, por un lado, que el juez
cuenta con la libertad de admitir la prueba que considere útil y conducente a los fines
del proceso, asignándole el valor que asume para la determinación de los hechos, dentro
de los límites fijados por la razonabilidad; por el otro, que no hay regla alguna que
imponga un modo determinado de probar los hechos de la acusación ni un número
mínimo necesario de elementos de prueba, como tampoco existe un valor en abstracto
de cada elemento probatorio. Sin perjuicio de ello, al enunciar la prueba que
El otro voto concurrente señaló que en virtud de la actual redacción del tipo penal de
trata de personas, el consentimiento de la víctima para ser acogida con finalidad de
sometimiento a explotación no tendrá efectos, por cuanto se encuentra implícito en la
naturaleza de los bienes jurídicos tutelados (libertad y dignidad), que no es posible
otorgar consenso para ser considerado un sujeto de derecho como un objeto o una cosa
y formar parte de la disposición de su cuerpo como bienes y servicios del mercado. Se
trata de entender que ningún ser humano puede consentir libre y válidamente su propia
explotación. Esta fue la razón que tuvo el legislador para modificar el tipo penal. En vistas
de la complejidad propia de la tipología criminal bajo estudio, en lo referente a los
estándares probatorios cabe señalar que el análisis sobre la verificación de los extremos
del delito de trata de personas fundado únicamente en los testimonios de las presuntas
víctimas, constituye una pauta valorativa que desatiende el resto de las circunstancias
vinculadas con la vulnerabilidad de ellas y el aprovechamiento en su explotación.
También se configura el delito de trata de personas cuando el sujeto activo se aprovecha
de la situación de vulnerabilidad de la víctima, es decir de aquellas especiales
condiciones en que puede encontrarse (pobreza, desamparo, carencia de necesidades
básicas, etc.) y que determinan que pueda ser fácilmente sometida a los designios y
voluntad de otra persona (el explotador). Tales circunstancias, deben ser juzgadas en el
caso particular, teniendo en consideración el nivel socio cultural y de las condiciones de
vida de la víctima del delito. De esta manera, la CIDH determinó que las definiciones
contenidas en los tratados internacionales sobre la temática e interpretación realizada
por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el Caso Rantsev “no dejan duda de
que los conceptos de trata de esclavos y de mujeres han transcendido su sentido literal
a modo de proteger, en la actual fase de desarrollo del derecho internacional de los
El tribunal oral dicta condena por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante. La
defensa interpuso recurso de casación, que fue rechazado por unanimidad.
El voto concurrente sostuvo que el tribunal a quo no valoró ni rebatió los argumentos
esgrimidos por el Fiscal General y la querella, en ocasión de contestar la vista que les fue
conferida, con relación a la existencia de riesgos procesales, verificables a partir de datos
ciertos, concretos y objetivos, a saber: las características y la gravedad de los hechos (el
encausado captó a una niña de 11 años con fines de explotación sexual e intentó
recapturarla en tres oportunidades); la pena en expectativa para el delito que se le
atribuye es mayor a la que fue ponderada por el aludido tribunal el 16 de junio de 2017
al conceder la excarcelación a Quintana, en los términos de la libertad condicional, en
GRAVES -CAUSA N° 1524-B. 1147. XL. RHE, 12/12/2006 -Fallos: 329:5556-, caso en el que
se hizo hincapié en la violación al derecho del imputado a controlar la prueba porque
prácticamente todos los elementos de cargo habían sido incorporados por lectura al
juicio, lo que claramente no se ha verificado en la especie. Por otra parte, la clara
repetición de los hechos descarta la pretensión de la defensa de enfocar un delito
continuado, respecto del cual no sólo no logró refutar los términos del pronunciamiento
en ese sentido, sino que además no pudo identificar en la conducta atribuida sus
características propias, razón por la cual los ha dejado incólumes. Así es que, en los
puntos discutidos por el impugnante, el pronunciamiento se apoya en una selección y
valoración de la prueba ajustada a las reglas procesales vigentes –art. 398 del C.P.P.P.-;
no exhibe vicios o defectos de fundamentación, ni han sido demostrados por la defensa.
Corresponde rechazar el agravio de la querella con relación a la aplicación del agravante
del artículo 149 ter, inciso segundo, apartado a) que agrava el delito con pena privativa
de la libertad “De cinco a diez años de prisión o reclusión en los siguientes casos: a) Si las
amenazas tuvieren como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte
de cualquier miembro de los poderes públicos”. Toda vez que el objetivo de la norma fue
sancionar actos de violencia que intentaban obtener beneficios colectivos o afectar a un
grupo indeterminado de personas, perturbando la función y las decisiones del órgano
representado por el funcionario. De lo cual fluye que la letra de la ley es restringida y
como se trata de una agravante, no corresponde extender sus términos a los empleos
de los cuales la querellante lo hiciera cesar al imputado. La resolución cuestionada se
ajusta a las pautas mensurativas de la pena previstas por los arts. 40 y 41 del Código
Penal y no se advierte afectada por el absurdo o arbitrariedad, por lo cual no resulta
razonable modificar la sanción, en tanto que el mero desacuerdo de los impugnantes
con las pautas de mensuración seleccionadas por el a quo resulta insuficiente para
descalificar al fallo como acto jurisdiccional válido, lo que sella la inadmisibilidad de los
cuestionamientos.
aplicar al caso la figura agravada aludida, pues de ellos se deriva, sin lugar a dudas, que
el contenido de las amenazas coactivas desplegadas insistentemente por el condenado,
se relacionaban directamente con la obtención de beneficios que la querellante podía
otorgar por el especial rol que ostentaba en la función pública. Por otra parte, destacó
que los sucesos aquí investigados se enmarcan en un contexto de violencia contra la
mujer, cuya sanción, prevención y erradicación, resulta para el Estado Argentino una
obligación convencional y legal (CEDAW, Convención de “Belem do Pará”, y ley de
Protección Integral de la Mujer nro 26.485). Si bien el tribunal de grado enunció las
distintas normas y convenciones que rigen la cuestión, así como doctrina y
jurisprudencia sobre la materia, a la hora de calificar los hechos no reparó en tan
delicado aspecto, pues descartó la figura agravada cuya aplicación resultaba indiscutible
a nuestro criterio, e impuso una irrisoria sanción de cumplimiento condicional que lejos
se condice con la gravedad del caso. No debe olvidarse que el Preámbulo de la
Convención de “Belem do Pará” ya citada, establece que la violencia contra la mujer es
una violación a los derechos humanos y ataca la dignidad de las personas, extremos que
parecen haber sido desatendidos a la hora de calificar y establecer las consecuencias de
los violentos hechos probados que tuvieran como víctima a la señora Córdoba.
El tribunal oral resolvió -por mayoría- rechazar nulidades planteadas por las defensas,
condenar por mayoría y absolver, en orden al delito de trata de personas bajo la
modalidad de acogimiento. Recurso del fiscal y de las defensas. Por mayoría, se hizo
lugar a los recursos de las defensas. Se hizo lugar al recurso de casación fiscal, y por
mayoría, se anuló el pronunciamiento dictado, apartando al tribunal de mérito y
resto de las conductas típicas del delito principal sin explicar válidamente por qué las
pruebas incorporadas a la causa que demostraban su configuración debían ser excluidas.
Esta arbitrariedad también se observa a la hora de eliminar agravantes respecto a cada
uno de los encartados, sea en calidad de autor o partícipe, particularmente en la
evaluación del dolo, por ejemplo, al no aplicar las agravantes del art. 145 ter, incisos 1,
4 y antepenúltimo párrafo, del CP. La valoración que corresponde realizar, cuadra
mencionar y repito, debe ser global y contextualizada a los hechos acreditados en la
causa. Vista la arbitrariedad en la selección de los hechos juzgados en la causa y en la
valoración de la prueba, siendo parte de la presunta organización criminal, corresponde
que el tribunal que se designe al efecto reevalúe su situación conforme a toda la prueba
aportada a la causa y al derecho vigente. Es importante observar que, la hipotética
modificación de la plataforma fáctica, podría tener impacto en la situación de todos los
imputados.
Fundamentos: El Dr. Slokar dijo: “…[s]e observa que el acogimiento y el engaño estaban
presentes y adecuadamente descriptos en el requerimiento de elevación a juicio, por lo
que de ninguna manera constituyeron elementos sorpresivos. Véase que se atribuye un
actuar concertado entre Sergio y Rubén Mansilla y que el encartado acordó que Carlos
Alberto Martínez fuera a buscar a SSH, con la finalidad de acogerla en el campo donde
residía y allí consumar su explotación sexual. Como es evidente, la coautoría descripta
permite atribuir el acogimiento en el domicilio de Rubén Mansilla y en el de Carlos
Alberto Martínez como parte del emprendimiento criminal común.” […] “Cabe memorar
que el objeto del debate se encuentra fijado a partir del requerimiento de elevación a
juicio -no antes- y se concreta definitivamente al momento del alegato. El diseño del
sistema de enjuiciamiento permite a las partes ofrecer prueba luego de conocer el
contenido del requerimiento de elevación a juicio, por lo que es a partir de esa etapa que
se limitan las posibilidades de modificar el factum que constituye objeto de acusación,
sin perjuicio de la facultad prevista en el art. 381 del rito, que habilita la posibilidad de
ampliar la acusación y establece los resguardos necesarios para preservar el derecho de
defensa.” “En el sub examen, la plataforma fáctica que dio sustento a la condena resulta
semejante a la contenida en el requerimiento de elevación a juicio y describe
suficientemente el hecho objeto de atribución, en forma tal que no resultó sorpresivo ni
impidió a la defensa ejercer sus facultades y formular sus descargos” […] “Sabido es que
el principio de congruencia expresa como regla que una sentencia sólo se debe expedir
sobre el hecho y las circunstancias que contiene la acusación, por las cuales ha sido
intimado el encausado y, por consiguiente, sobre aquellos elementos de la imputación
acerca de los cuales ha tenido oportunidad de ser oído”. “En ese sentido se pronunció el
SSH revela que fue convencida de viajar hacia Azul con la promesa de un posible trabajo,
para luego ser recogida por Sergio Mansilla y entregada a Carlos Martínez bajo la
propuesta de una labor que no se encontraba del todo definida, para luego revelar
Martínez que ‘la había comprado’ para explotarla sexualmente. Las versiones
coincidentes de las testigos, víctimas en otro proceso, corroboran idéntico mecanismo
ilícito.” […] “Asimismo, en punto a la atribución del transporte, aquel se encuentra
probado a partir del testimonio de SSH sobre la forma en que llegó a la localidad de Azul
y reforzado por la prueba indiciaria constituida por los testimonios relevados” “Respecto
de la finalidad de explotación, cabe recordar que SSH sostuvo que Carlos Martínez le
comunicó que había pagado por ella. En ese orden, si bien no se consiguió determinar el
monto de la suma entregada, se observa que las restantes testigos describieron idénticas
circunstancias y agregaron que la intención comunicada no se limitaba a la explotación
sexual por parte de Martínez, sino que también se proponían “venderlas” para que
ejercieran la prostitución forzada. Más allá de que SSH no mencionó esa ulterior
finalidad, su relato fue coincidente con el de las restantes testigos en cuanto a que a poco
de arribar al campo de Martínez, éste les revelaba que la finalidad de su presencia allí
era el sometimiento a la explotación sexual, cuanto menos, de parte de Martínez. Tal
explotación se consumó, de acuerdo con el testimonio de SSH.”[…] “…[c]orresponde
memorar que rige en el proceso penal el principio de libertad probatoria (Maier, Julio
B.J., ‘Derecho Procesal Penal Tomo I, Fundamentos’, Editores del Puerto, 2º ed., 2004, p.
697), de suerte tal que exigir que determinados sucesos se comprueben mediante ciertas
pruebas no resulta acertado cuando, como en el sub examen, a la certeza se puede
arribar por otros medios de convicción. Tanto más cuando rige el art. 16.i de la ley n°
26.485 (B.O. 1/4/2009), que dispone el principio de amplitud probatoria en todo proceso
en el que se investiguen hechos de violencia contra las mujeres, como también la
Convención Belém do Pará (cfr. causa Nº FCR 13712/2016/TO1/CFC15, caratulada:
‘CHAVEZ ARIAS, Israel Misael y otros s/ recurso de casación’, reg. n° 895/20, rta.
29/7/2020)” “En idéntica dirección se ha pronunciado el cimero tribunal en el precedente
‘Gallo López’, en punto a que en eventos en que la damnificada se encuentra en situación
de riesgo y vulnerabilidad, debe evitarse la revictimización, si existen pruebas
independientes que permitan dar sustento a la acusación (Fallos: 334:725).” […] “…[s]e
impone memorar que este tribunal no está en condiciones de valorar el peso probatorio
y la credibilidad de testimonios que no presenció, dado que aquella tarea se encuentra
condicionada a la inmediación, por lo que al mayor esfuerzo de revisión se arriba con el
control de logicidad y no contradicción del razonamiento del a quo y la constatación de
la suficiencia probatoria de conformidad con el principio in dubio pro reo (cfr. causa N°
8.660, caratulada: ‘Rubisse, César Augusto s/recurso de casación’, reg. Nº 19.968, rta.
23/5/2012; causa N° 12.684, caratulada: ‘Arancibia, Carlos Ignacio s/recurso de
casación”, reg. nº 20.557, rta. 11/10/2012, entre otras)“ “Así, no existiendo indicios que
permitan sospechar sobre la animosidad de las testigos, como tampoco otros elementos
que conduzcan a afirmar la arbitrariedad de la conclusión del a quo, corresponde estar
a la valoración de la credibilidad efectuada por el magistrado en la instancia de mérito,
habiendo mediado la oportunidad de la defensa para confrontarlos.” “Por consecuencia,
a partir de las consideraciones expuestas, cabe concluir que el órgano de juicio contó con
pruebas suficientes para pronunciar la sentencia condenatoria en orden al delito que
fuera materia de acusación.” […] “…[l]os elementos probatorios no fueron considerados
en la sentencia en forma aislada, sino que forman parte de un complejo entramado,
donde el resultado final se construye a partir de una visión de conjunto, con una
adecuada correlación de los testimonios y el resto de la prueba incorporada en forma
regular.” “Se impone, en consecuencia, rechazar el recurso en lo atingente a la valoración
probatoria y jurídica del suceso enjuiciado.” […] “…[s]e observa que las críticas se refieren
a la ausencia de lesividad o a la escasa aplicabilidad de la figura básica del delito de trata
de personas, prevista en el art. 145 bis CP. Asimismo, plantea el recurrente que, a partir
de la ley n° 26.842, las penas correspondientes a los tipos agravados resultan
desproporcionadas.” “…[l]a configuración de las agravantes se encuentra debidamente
fundada, por lo que deviene inoficioso un pronunciamiento sobre la constitucionalidad
de una norma que no se ha aplicado, esto es, el art. 145 bis CP. Por otra parte, la alegada
escasa aplicabilidad de la figura básica, por tratarse de una opción de técnica legislativa,
no constituye un motivo para declarar su inconstitucionalidad.” “De tal suerte, el planteo
constitucional se reduce a la alegada desproporción de la sanción mínima prevista por
la norma efectivamente aplicada.” “Ello no obstante, el casacionista no ha expuesto las
razones por las cuales la pena establecida por el tribunal resulta desproporcionada en
El voto concurrente agregó que no se verificó una variación relevante del sustrato fáctico
de la imputación, que pudiera afectar la identidad entre los hechos por los que el
imputado fuera intimado durante los distintos actos procesales desenvueltos en el
proceso y aquellos respecto de los cuales fue condenado y que la fundamentación
otorgada al fallo pronunciado, lejos de apoyarse en afirmaciones dogmáticas, ha sido
desarrollada con fundamento en una adecuada valoración de las probanzas ingresadas
al legajo, de modo que no se observa falencia alguna en la argumentación ni la defensa
ha podido señalar elementos que, por vía de excepción, pongan en crisis esas
apreciaciones de orden común, ordinario o habitual.
favorecedora insoslayable de la prostitución de las mujeres a las que, de ese modo, les
ofrecía la posibilidad de obtener un beneficio en términos económicos. Entonces, la
conducta de la nombrada se adecua a la prevista en el art. 125 bis del Código Penal, que
establece la pena de cuatro a seis años de prisión para aquel que promoviere o facilitare
la prostitución de una persona, aunque mediare el consentimiento de la víctima,
bastando la sola intención de beneficiarse y explotar la prostitución ajena. Corresponde
rechazar el planteo de error de prohibición invencible opuesto por las defensas de
ambas imputadas toda vez que, si bien el ejercicio de la prostitución no está penado
como delito, lo que aquí se discute es la obtención de un beneficio económico a partir
del ejercicio de la prostitución de un tercero, que sí aparece sancionado en el Código
Penal. No puede pretenderse que el permiso municipal opere como elemento dirimente
de responsabilidad criminal cuando la habilitación solicitada fue para funcionar como
"whiskería/albergue transitorio", y no para el ejercicio de la prostitución y la explotación
económica de esa actividad por terceros. Por último, y en virtud de la modificación del
encuadre legal seleccionado en este voto para las imputadas, se torna inoficioso el
tratamiento de la cláusula de no punibilidad invocada por las defensas, en tanto dicho
instituto está exclusivamente dirigido a las víctimas del delito de trata de personas que
cometen un ilícito mientras se encuentran sometidas (Artículo 5 Ley Nº 26.364). La
modificación de la calificación legal bajo la cual fueron condenadas las imputadas, no
altera ni fractura la continuidad óntica en la imputación, que así se mantiene inalterable
a lo largo de todo el proceso. Con relación a los restantes condenados, no solo medió
errónea aplicación de la ley penal sino también una insuficiencia probatoria que
deslegitima la condena dictada, convirtiéndola en arbitraria por falta de adecuada
fundamentación. Es sabido que, si bien los magistrados cuentan con un margen de
discrecionalidad a la hora de valorar la prueba y seleccionar aquella útil y conducente a
los fines del proceso, tienen siempre como límite la razonabilidad en la apreciación de
la prueba producida y en el valor que esta asume para la determinación de los hechos.
La irrazonable valoración de dicha prueba y la omisión de valorar elementos
determinantes constituye un caso típico de arbitrariedad, que se verifica en el sub
examine., lo que conduce a descalificar a la resolución como acto jurisdiccional válido,
por constituir el resultado de un análisis aislado y fragmentario del material probatorio
El voto concurrente señaló que adoptando una perspectiva de género que incluye tanto
a las víctimas como a las imputadas, se puede concluir que, desde la aproximación de la
imputación objetiva, se carece del contexto exigido como determinante del delito de
trata. Además, conforme se desprende de la propia actuación de las acusadas y de las
damnificadas, ese campo objetivo solo permite inferir, a los fines de atribuir el contenido
del dolo, el aprovechamiento del intercambio sexual. No se muestra entonces idóneo
para sostener una imputación subjetiva compleja, como es la que reclama el tipo penal
adoptado en la condena. De ese modo, dentro de la consideración normativa de los tipos
penales, está claro que, “residualmente”, hay una afectación de los cánones de la
Política criminal que disciplina el ejercicio de la libertad sexual; pero que es insuficiente
para trascender ese ilícito hacia la figura compleja del delito de trata. De lo contrario,
frente a cualquier aprovechamiento de esa actividad prostibularia, cabría asumir el
injusto escogido por el a quo neutralizando el tipo penal específico que gobierna la
materia. Esa hermenéutica no puede ser de recibo, conforme las directrices
interpretativas que determinan la operatividad de los distintos tipos penales dispuestos
por el legislador, sin contradicciones o anulaciones entre sí. Agregó que, atendiendo a
las especiales circunstancias del caso y sin perjuicio de que en numerosos precedentes
ha sostenido que frente a supuestos similares correspondía reenviar al origen a fin de
que se sustancie un nuevo juicio (art. 471, CPPN), los criterios sentados por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación in re “Duarte, Felicia s/recurso de casación” (Fallos:
337:901) y “P., S. M. y otros/homicidio simple” (Fallos: 342:2389) imponen adoptar la
doctrina allí desenvuelta. En términos de un leal acatamiento a la línea determinada por
esos precedentes, la opinión en contrario que he mantenido hasta el presente, debe
ceder en aras de un adecuado servicio de justicia, impidiendo la prolongación del
proceso y provocando inseguridad en los justiciables, por lo que corresponde condenar
a una de las imputadas como autora del delito de explotación económica de la
prostitución ajena previsto y penado en el art. 127 del Código Penal y a la otra como
autora penalmente responsable del delito previsto y penado en el art. 125 bis del Código
Penal, y remitir las actuaciones al tribunal que resulte desinsaculado a fin de que, previa
audiencia de visu con la debida intervención de las partes, se pronuncie respecto de las
penas que corresponde imponer.
El Dr. Slokar –en disidencia parcial- señaló que: “…[l]a reforma a la normativa de trata
de personas a partir de la sanción ley n° 26.842 “se propuso no solo transformar el texto
de los artículos 145 bis y 145 ter introducidos al Código Penal por la ley 26.364, sino
también modificar los tipos penales relacionados con el ejercicio de la prostitución (125
bis, 126 y 127 del Código Penal) [lo que] importó una redefinición del marco legal de un
modo que opacó aún más las distinciones legales entre prostitución forzada y no
forzada” (Vid., por todos, Tarantino, Marisa, ‘Ni víctimas ni criminales: Trabajadoras
sexuales’, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2021, pp. 180-181).” “Ello por
cuanto ‘La reforma de todos los tipos penales básicos relativos a las distintas formas de
explotación sexual consagró normativamente la tesis neoabolicionista según la cual la
prostitución debe considerarse en sí misma una forma de esclavitud sexual y, como tal,
una actividad que nunca podría ser objeto de una libre elección. En otras palabras, la
nueva redacción de los artículos modificados por la ley 26842 parece haber establecido
que toda persona que ejerce la prostitución es víctima de un delito y que quienes de algún
modo contribuyen a que ese ejercicio de la prostitución tenga lugar, aun cuando no se
despliegue ningún medio comisivo que produzca un vicio de su voluntad, podrán ser
pasibles de un reproche penal’(Idem, pp. 182-183).”
“Los relatos de [C...] y [K… R…], como también los testimonios colectados de las víctimas,
evidencian que esta resultaba la forma en que concebían su actividad. En tal sentido, es
relevante que no se verificaron restricciones a la libertad, coerción, violencia, en tanto
ninguna de las damnificadas se encontraba en el prostíbulo en contra de su voluntad. “
“Frente al cuadro descripto, toda vez que resulta la propia situación de victimización la
que genera un estigma que perpetúa la condición de marginación, cobra vocación
aplicativa la categoría de culpabilidad por la vulnerabilidad a los fines de la reducción de
la dosimetría punitiva (cfr. Zaffaroni, E. Raúl, et al, “Derecho Penal. Parte General”, Ediar,
Buenos Aires, 2002, pp. 1054 y ss.).” […] “Mención especial merece la existencia de
normas municipales y controles policiales de las libretas sanitarias. Este conjunto de
reglas y actuaciones, vivenciados por [C…], [C…] y [K…R…] durante los períodos en que
ejercían la prostitución, como también cuando explotaban la ajena, permitieron la
naturalización de este tipo de procedimientos y favorecieron la confusión en torno al
estatus jurídico de la actividad que llevaban a cabo. Ello no importa, como lo sostienen
las defensas, un error de prohibición invencible, aunque disminuye en forma relevante la
consciencia sobre la ilicitud de los comportamientos.” […] “Si bien ello no necesariamente
importa una eximente ni una disminución en la responsabilidad para todos los casos, lo
cierto es que, en las particularidades del sub examine donde las imputadas se
encontraban inmersas en el mercado sexual desde hacía décadas, presentando un alto
grado de vulnerabilidad y escasa instrucción, debe ser necesariamente atendido en el
pronunciamiento”. “En tales condiciones, la sanción mínima de 8 años de prisión
La disidencia voto por continuar el trámite previsto, fijar audiencia e ingresar al fondo
del asunto.
El tribunal oral condenó por el delito de trata de personas mediante las modalidades de
captación y traslado desde el exterior, con fines de explotación sexual, en perjuicio de
una persona menor de edad. La defensa oficial interpuso recurso de casación, el cual fue
rechazado en esta instancia.
a imponer, conforme lo acentuó la defensa ante esta instancia. Es que resulta necesario
incorporar perspectiva de género no solo en la investigación y juzgamiento de hechos
ilícitos, sino también en ocasión de decidir el monto y modalidad de la pena en el caso
de mujeres como las aquí condenadas, en consonancia con las recomendaciones
realizadas en instrumentos internacionales. Ello, dado que en el caso de colectivos
especialmente vulnerables las penas tienen mayor impacto, y para que las sanciones
resulten proporcionales -en el caso la multa, que según alega la defensa resulta de
imposible cumplimiento- es preciso que se indaguen y evalúen diferentes factores, tales
como maternidad, rol de cuidado de otras personas dependientes, jefatura de hogar,
violencia de género, entre otras.
que más allá del acierto o el error de la decisión del juez de primera instancia al declarar
su incompetencia para seguir entendiendo en los hechos acaecidos en el local nocturno
(art. 127 del Código Penal), cabe señalar que el presente planteo de nulidad por falta de
competencia del tribunal oral federal para entender en la presente, carece de sustento
propio y, por ende, merece ser desechado. En efecto, el art. 35 del Código Procesal Penal
de la Nación, establece que la incompetencia por razón de la materia deberá ser
declarada aun de oficio en cualquier estado del proceso. El tribunal que la declare
remitirá las actuaciones al que considere competente, poniendo a su disposición los
detenidos que hubiere. Sin embargo, fijada la audiencia para el debate sin que se haya
planteado la excepción, el tribunal juzgará los delitos de competencia inferior. Pero
además, el art. 36 del mismo cuerpo legal señala: “Nulidad por incompetencia. La
inobservancia de las reglas para determinar la competencia por razón de la materia
producirá la nulidad de los actos, excepto los que no pueden ser repetidos, y salvo el
caso de que un tribunal de competencia superior haya actuado en una causa atribuida
a otro de competencia inferior”. Tal es el caso de la actuación del juez del tribunal oral
federal que finalmente entendió que la conducta atribuida a Barrionuevo quedaba
atrapada en el delito de promoción y facilitación de la prostitución agravado por
cometerse abusando de la situación de vulnerabilidad de la víctima (art. 125 bis, inc. 1°
del C.P.). El confronte de los actos relevantes del proceso no autoriza a vislumbrar
alteración, déficit o sorpresa en la descripción fáctica, ni, en consecuencia, afectación a
las garantías que invoca la defensa particular (art. 18 de la C.N.), por lo que corresponde
rechazar el agravio vinculado con la supuesta violación del principio de congruencia. En
el caso, no resulta de aplicación el precedente “Benítez”, del Alto Tribunal. Cabe
recordar que, en esta clase de delitos, cuando se ha incorporado por lectura la
declaración de la víctima, por no haber sido habida en su último lugar de residencia,
debe estarse al principio de la amplitud probatoria teniendo en cuenta las circunstancias
especiales de los actos de violencia y sus naturales testigos y, en definitiva, evitar su
revictimización. En tal sentido, el 11 de marzo de 2009 se sancionó la ley 26.485
(promulgada el 1/4/2009) de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales. En ella se han establecido las obligaciones del Estado Argentino frente
a casos como el que nos ocupa, donde se ha ejercido violencia física, psicológica y sexual
sobre una mujer, en los términos elaborados en su art. 5°, acorde a los dispuesto en el
art. 2, punto b) de la Convención de Belem do Pará. La citada ley exige en su art. 16 de
parte de los organismos estatales que se garanticen a las mujeres, no sólo todos los
derechos humanos reconocidos en la Constitución Nacional, los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos ratificados por la Nación Argentina, la presente
ley y las leyes que en consecuencia se dicten, sino también, y particularmente aplicable
al caso, los siguientes derechos y garantías: a obtener una respuesta oportuna y efectiva
(inc. B); a ser oída personalmente por el juez y por la autoridad administrativa
competente (inc. C); a que su opinión sea tenida en cuenta al momento de arribar a una
decisión que la afecte (inc. D); a recibir protección judicial urgente y preventiva cuando
se encuentren amenazados o vulnerados cualquiera de los derechos enunciados en el
artículo 3° de la presente ley (inc. E), y la amplitud probatoria para acreditar los hechos
denunciados, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en las que se desarrollan
los actos de violencia y quienes son sus naturales testigos (inc. I). En definitiva, el planteo
vinculado con la imposibilidad de controlar la prueba de cargo producida, debe ser
desestimado, pues no constituye más que un argumento dogmático, carente de
contenido propio, sin vinculación con la totalidad de las circunstancias de la causa y, más
aún, cuando se encuentra en juego la responsabilidad del Estado por el cumplimiento
de cláusulas constitucionales y convencionales (art. 75, inc. 22 de la C.N.), preceptuadas
por la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW) y en la Convención de Belem do Pará. Por lo tanto, el planteo del
recurrente no alcanza para conmover las razones brindadas por el a quo, debiéndose
destacar que el juicio de reproche que se formula al imputado se estructura sobre la
base de una pluralidad de elementos probatorios que han sido valorados con los límites
impuestos por la sana crítica racional y no exclusivamente –como aduce la defensa- a
partir de los dichos de la testigo (víctima) mencionada. De allí que no puede atribuirse
el carácter de dirimente a las declaraciones cuestionadas (CFCP, Sala III, causa 91017032,
“Sánchez, Jorge Daniel y otros s/recurso de casación”, rta. el 10/7/15, reg. n° 1201/15).
Cabe, además, poner de manifiesto un dato que no resulta menor, pues durante la
audiencia de debate las partes prestaron su expresa conformidad para que se incorpore
la prueba omitiendo la lectura y el Tribunal las tuvo por incorporadas. El presente caso,
entonces, se diferencia sustancialmente del precedente “Benítez” del Alto Tribunal,
pues existe una divergencia central entre los presupuestos de aquel precedente con el
presente. En efecto, en el caso “Benítez” los testimonios incorporados no habían sido
controlados por la defensa durante la instrucción y aquella parte se opuso
oportunamente a su incorporación. Por el contrario, en el presente la defensa consintió
la incorporación de la declaración de la víctima en sede judicial, dada en presencia de
las profesionales de la Oficina de Rescate y Asistencia a la Víctima de Trata dependiente
del Gobierno de la provincia de Chubut. Por lo tanto, el contundente marco probatorio
permitió al juez del tribunal oral determinar razonablemente -con ajuste a los elementos
de prueba incorporados al debate en legal forma, con el debido control de partes y
valorados según las reglas de la sana crítica racional-, la responsabilidad penal del
encausado en los hechos por el que resultó acusado. Si bien este aspecto del fallo no fue
cuestionado por la parte recurrente, solo he de señalar, que en el pronunciamiento
quedaron anotados sobrados argumentos en sostén de que la conducta desplegada por
el encartado quedó atrapada, tanto objetiva como subjetivamente, en las figuras
penales reprochadas de promoción y facilitación de la prostitución agravado por
cometerse abusando de la situación de vulnerabilidad de la víctima (arts. 45 y 125 bis en
función del 126, inc. 1° del C.P.). Sin perjuicio de ello, considero que la conducta llevada
a juicio (y la que fue escindida en primera instancia por incompetencia) deberían haber
sido subsumidas en la figura más específica de trata de personas agravada (art. 145 ter
del C.P.), pero la falta de recurso fiscal me impide avanzar a fin de no vulnerar la
reformatio in pejus (art. 18 de la C.N.). Asimismo, he de destacar, que resulta evidente
que nos encontramos ante una víctima en situación de vulnerabilidad, la que a su vez,
es interseccional. Es decir, que además del género hay situaciones que suman y
aumentan ese estado de vulnerabilidad, como son: su condición económica, su
educación, y por ser migrante interna al haberse trasladado desde su lugar de residencia
en la provincia Mendoza hasta la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la provincia de
Chubut. Teniendo particularmente en cuenta que la restitución económica a las víctimas
resulta del imperio de la ley y de la doctrina Supranacional comprensiva del Bloque
Constitucional, corresponde en este aspecto devolver la presente causa al tribunal a quo
a fin de que, luego de oír a las partes interesadas, disponga una reparación económica
para la víctima de la presente causa (S.A.V.) en los términos de los arts. 23, 29 y 30 del
C.P. y 28 de la ley 26.364 (según ley 27.508). En tal sentido, con antelación a la sanción
del art. 28 de la ley 26.364 (conf. ley 27.508, B.O. 23/07/2019), tuve oportunidad de
señalar que: “…la tesis de que en el enjuiciamiento penal el concepto de Ley Vigente
abarca a la Constitución Nacional, a los Pactos Internacionales de Derechos Humanos
con jerarquía constitucional, los restantes Pactos Internacionales, y al Código Penal y el
Código Procesal Penal de la Nación. Conviene resaltar específicamente que el Estado
Argentino al suscribir el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de
personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, aprobado por la Ley
Nº 25.632 y vigente al momento de los hechos, se comprometió a erradicar el delito de
trata de personas, elaborando un plan de acción desde tres diferentes perspectivas,
estas son: la prevención, la represión y la asistencia a las víctimas de trata de personas
(conforme el artículo 2do. del citado Protocolo) . De lo expuesto hasta aquí surge que la
posibilidad de otorgar una suma dineraria en concepto de reparación del daño
propuesta por el Fiscal como integrante de la respuesta punitiva por el delito, resulta
plenamente conducente para alcanzar el objetivo de ayudar a las víctimas de trata y
contribuir a su reinserción social (cfr. en igual sentido, mi voto en causa CFP
2471/2012/TO1/CFC1, caratulada: "CRUZ NINA, Julio César; HUARINA CHAMBI, Silva s/
Trata de Personas", del registro de la Sala I, Registro nº 2662/16.1, rta. 30/12/2016).”.
Asimismo, se materializa un canal para que las personas damnificadas por el delito
puedan acceder directamente a la justicia, dando estricto cumplimiento a las
obligaciones asumidas por el Estado Argentino al momento de ratificar el Protocolo de
Palermo. El 23 de julio de 2019, se publicó en el Boletín Oficial la ley 27.508, relativa a la
Creación del Fondo Fiduciario Público de Asistencia Directa a Víctimas de Trata, y en su
art. 13 incorporó el art. 28 a la ley 26.364, estableciendo que: “En los casos de trata y
explotación de personas, la sentencia condenatoria… deberá ordenar las restituciones
económicas que correspondan a la víctima, como medida destinada a reponer las cosas
al estado anterior a la comisión del delito”.
segundo y tercer párrafo, en función del art. 145 bis del CP., toda vez que no se advierte–
y la defensa tampoco invoca- pugna alguna entre la pena en abstracto contenida en la
normativa a estudio y la manda constitucional. No obstante ello, la hermenéutica
jurídica contempla situaciones donde se verifica un conflicto entre el especial escenario
del caso concreto y la rigidez impuesta por el carácter abstracto o la generalidad de los
términos usados en el enunciado legal (Fallos 302:1284; 316:3043, entre otros). En esos
supuestos, se recurre a la interpretación fundada en motivos de equidad -epikeya- que
incluye lo relativo a cuantificaciones, números o medidas. De ese modo, frente a casos
excepcionales, con su aplicación se logra la adecuación de lo resuelto con la justicia en
concreto, sin desconocer la constitucionalidad de la previsión abstracta y respetando
incluso la finalidad normativa. Sin embargo, en este caso concreto, la escala penal
mínima no lesiona la culpabilidad de las condenadas, ni pone en crisis objetivos de
prevención especial a su respecto. Siendo una respuesta excepcional el mecanismo
pretendido por la parte, debe ser clara o manifiesta, la situación de injusticia,
desproporción o falta notoria de necesidad punitiva. Ninguno de esos aspectos se
manifiesta dentro del caso ni han sido demostrados por el recurrente.
El voto concurrente agregó que la disminución del mínimo de la escala penal implicaría
hacer violencia hermenéutica a los principios constitucionales de legalidad y de
separación de poderes. De ellos, en efecto, se deriva la obligación de los jueces de
sujetarse a lo dispuesto por las leyes y la prohibición de subrogar al legislador,
modificando discrecionalmente el sentido y alcance de las normas legales (cfr. Fallos:
327:1479). Cuando el legislador opta por seleccionar escalas con mínimos mayores a los
tres años de prisión, no hace sino remarcar la gravedad e intolerancia estatal frente a
determinadas infracciones así como la necesidad de que la pena de prisión sea de
cumplimiento efectivo. Proceder del modo que la defensa solicita, implicaría además
considerar a esos indicadores legales como meramente indicativos, y no estatutarios, lo
cual no se condice con el mentado principio de legalidad.
El otro voto concurrente señaló que: “… [c]onforme llevo dicho, en sucesos en los que no
se verifica violencia, coacción ni acciones que restrinjan la libertad de las víctimas, la
sanción mínima prevista para el delito puede resultar desproporcionada. Al respecto, se
evocó la categoría de culpabilidad por vulnerabilidad a los fines de la reducción de la
“En definitiva, el casacionista no ha expuesto las razones suficientes por las cuales las
penas impuestas por el tribunal resultan desproporcionadas en concreto, lo que conduce
al rechazo del planteo de inconstitucionalidad de la moldura legal en abstracto, pues las
alegaciones fueron realizadas en términos genéricos, mediante la mera invocación de
garantías supuestamente vulneradas sin la mayor concretización para la especie y, por
tanto, carecen de la fundamentación necesaria para demostrar la afectación que se
denuncia”
hechos se han mantenido incólumes a lo largo de las restantes piezas medulares, todo
lo que conlleva a señalar que la crítica no puede prosperar en tanto el alegato fiscal
respetó los postulados del principio de congruencia. Ahora bien, consecuencia de ello
habrá de ser ineludiblemente el rechazo del restante planteo que concatenó la parte
impugnadora relativo a la composición del tribunal. Es que, aun cuando la solución que
propiciamos precedentemente de por sí sella la suerte de esta crítica relativa al juez
natural, brevemente señalaremos que de las constancias que obran en el sistema
judicial Lex100 surge que al arribar el expediente al tribunal de juicio se indicó que
“conforme el delito imputado en el requerimiento de elevación a juicio obrante a fojas
1928/1944, corresponde la integración unipersonal”, situación que, como se dijo, no se
vio alterada por la acusación fiscal ni por ningún otro acto de trascendencia jurídica. De
otra parte, huelga remarcar que la composición señalada resultó conocida por la defensa
pública oficial y que de las diversas presentaciones que se han materializado durante el
tránsito del proceso durante la etapa oral no surge que haya habido algún
cuestionamiento. La jueza ha llevado a cabo un adecuado análisis de las declaraciones
recibidas junto al resto de las actas incorporadas al debate, para, de ese modo, tener
por probada tanto la materialidad de los hechos y su calificación legal, como la
participación de la encausada en aquéllos: ha efectuado un examen global de la prueba
recepcionada, evitando fragmentarla, de modo de conservar la visión de conjunto y la
correlación que, sin espacio para la duda, han arrojado certeramente la distinta prueba
de cargo. En tal sentido, esto ha permitido al tribunal extraer sus conclusiones -las cuales
compartimos en su totalidad- a la luz de los criterios de la sana crítica racional,
observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la
experiencia. Nos encontramos frente a un tipo penal de los denominados de resultado
anticipado, ya que para que se configure el delito de trata de personas basta con la
realización de alguna de las acciones típicas (ofrecer, captar, trasladar, recibir o acoger),
sumado a la ultrafinalidad de explotar a la víctima. Ahora bien, en el caso de concretarse
la explotación la sanción penal se incrementa, es decir que opera como una
circunstancia agravante. De tal modo, con la sanción de las Leyes 26364 y 26842 el
legislador tuteló además del derecho a la libertad de locomoción otros que también se
ven afectados a partir de la realización de las conductas tipificadas, a saber: dignidad
humana, vida e integridad psíquica y física, libre disposición del cuerpo, intangibilidad
de las personas. No hay personas humanas vulnerables por sí mismas, sino que éstas se
convierten en vulnerables cuando se encuentran bajo ciertas circunstancias o como
resultado de determinadas prácticas. Es decir, se configura una situación externa que
hace que la persona -víctima- se posicione en inferioridad de condiciones que la dificulta
o imposibilita a oponerse a los designios del autor. Una persona en situación de
vulnerabilidad es aquella que no tiene otra alternativa real y aceptable que someterse
al abuso implicado. La jurisprudencia ha entendido que una persona se encuentra en
estado de vulnerabilidad, entre otras cosas, por su condición de inmigrante, su situación
económica (marginalidad/pobreza), la escasa instrucción recibida, su edad, raza,
cuestiones étnicas, de género, etc.) Corresponde señalar que compartimos los
fundamentos brindados y consecuente decisión adoptada por el tribunal a quo para
confirmar la hipótesis acusatoria y encuadrar las conductas de la imputada bajo las
figuras previstas en los arts. 145 bis, 145 ter, inc. 1º y antepenúltimo párrafo, todos del
CP. En ese sentido, advertimos que el tribunal realizó un análisis dogmático y normativo
de las figuras para luego, con acierto y a diferencia de lo alegado por la parte
impugnadora, concluir que en el proceso quedó corroborada la afectación de la libre
autodeterminación de las víctimas a partir de las conductas que desplegó la encausada.
Por otra parte, y sobre lo señalado en punto a la diferencia que hizo el fallo en torno a
las situaciones de las encausadas, podemos advertir de la lectura de la decisión sometida
a inspección que la jueza sentenciadora explicó detalladamente cuál fue la conducta que
llevó a cabo cada una de las nombradas en el suceso que tuvo por víctima a una de las
mujeres y, consecuencia de ello, la calificación y participación que correspondía
asignarles. La exención de costas solicitada por la defensa durante el término de oficina
también habrá de ser rechazada. En efecto, los argumentos genéricamente esgrimidos
respecto de la vulneración del derecho al recurso y al de propiedad, no alcanzan en el
caso para conmover el principio objetivo de la derrota establecido por el ordenamiento
procesal (cfr. art. 531, CPPN). Atento a lo propiciado por el señor Fiscal en su calidad de
representante de Ministerio Público Fiscal respecto a que deberá determinarse el grado
de participación de las autoridades y funcionarios municipales en los hechos aquí
Procesal Penal de la Nación el art. 250 quáter como guía para recibir testimonio a las
víctimas del delito de trata de personas y los delitos de explotación de seres humanos.
Como forma de protección especial para las víctimas, el artículo propone que sean
entrevistadas por un psicólogo y nunca en forma directa por las partes cuyas preguntas
deben ser canalizadas a través de un pliego de preguntas dirigidas al psicólogo. De esta
forma se evitan o se morigeran las consecuencias revictimizantes del interrogatorio. La
defensa tampoco argumentó por qué se habría visto impedida de proponer en tal caso
una nueva intervención de un profesional de parte para canalizar un pliego de
preguntas, por lo que la indefensión alegada no tiene sustento. Así pues, el debido
control del testimonio de la víctima quedó garantizado con: a) la desgrabación de la
declaración de la víctima por parte de la Policía; b) el registro fílmico de la entrevista,
reproducido durante el debate oral; c) el informe efectuado por la psicóloga que llevó a
cabo la entrevista y, d) la declaración durante el debate oral de la referida psicóloga.
Además, no puede soslayarse que la condena no se sustentó únicamente en el
testimonio de la víctima, pues el tribunal tomó en cuenta no sólo sus dichos, sino que
además valoró el resto de los medios probatorios detallados. Con relación a la medida
de coerción ordenada en el incidente el mismo día del dictado de la sentencia
condenatoria, esto es, la prisión preventiva bajo modalidad de arresto domiciliario (cfr.
art. 221, inc. b del CPPF), vale decir que si bien no es esta la vía para impugnar esa
decisión (cfr. art. 318 del CPPN), tal como lo advirtiera el Fiscal General ante esta
instancia, lo cierto es que en virtud del principio de economía procesal, vale tratar en
esta oportunidad la cuestión. Ahora bien, advierto que el alto grado de verosimilitud del
derecho derivado de la sentencia condenatoria impuesta, pese a que no se encuentra
firme, permite dictar una medida de coerción como la aquí impuesta. En efecto,
habiendo el imputado transitado el extenso proceso en libertad, la prisión preventiva
morigerada resulta una medida razonable. Por lo demás, la defensa no ha logrado
demostrar la existencia de un agravio federal debidamente fundado, así como defectos
de fundamentación en la resolución impugnada, por lo que el agravio aquí planteado
será rechazado.
El voto concurrente agregó que es importante destacar que el tribunal de juicio, en fecha
2 de agosto de 2019, dispuso dejar sin efecto la citación de la víctima a juicio, a fin de
dicho acto…”. Esta norma opera como guía para recibir testimonio a las víctimas de
delitos, como el de autos, con el fin de evitar su revictimización, derivada de la reedición
de los efectos negativos sobre la psiquis que implica someterse al recuerdo de vivencias
traumáticas. Por lo demás, debe destacarse, que el juicio de reproche que se formula a
los imputados discurre sobre la base de una pluralidad de elementos probatorios y no
exclusivamente sobre los dichos de la menor. De ahí que no puede atribuirse el carácter
de dirimente o axial como aducen las defensas. La condena se estructuró no sólo sobre
el testimonio de la víctima sino sobre la base de un cúmulo probatorio que ha sido
examinado críticamente por el tribunal, sin que las objeciones que ensayan los
recurrentes en punto a que se trata de testigos indirectos tengan eficacia suficiente para
enervar sus dichos, si para los sentenciantes, en una adecuada ponderación que no
ofrece fisuras, han resultado verosímiles. De allí que carezca de sustento lo aseverado
por sendas defensas en cuanto a que la declaración de la víctima es la única prueba que
permitió arribar a la conclusión adoptada. Su testimonio, ciertamente relevante se
encuentra en consonancia con el resto de los testigos que declararon durante el juicio
quienes describieron el escenario que conocieron no sólo por los comentarios de la
propia víctima sino también por haberle constado los padecimientos sufridos. No es de
recibo la inconstitucionalidad del monto de la pena prevista por el art. 145 ter del C.P.
pretendida. Cabe señalar que el mérito, conveniencia o acierto de las soluciones
legislativas no son puntos sobre los que al Poder Judicial quepa pronunciarse (Fallos:
324:3345; 328:91 y 329:4032). En ese sentido, se ha dicho que, por más amplias que
sean las facultades judiciales en orden a interpretar y aplicar el derecho: “…el principio
constitucional de separación de poderes no consiente a los jueces el poder de prescindir
de lo dispuesto por la ley respecto al caso, so color de su posible injusticia o desacierto…”
(Fallos: 241:121; 342:1376). Solo casos que trascienden ese ámbito de apreciación, para
internarse en el campo de lo irrazonable, inicuo o arbitrario, habilitan la intervención de
los jueces (Fallos: 313:410; 318:1256 y 329:385, entre muchos otros). En consecuencia,
aquella declaración resulta procedente cuando no exista la posibilidad de otorgarle a las
normas en juego una interpretación que se compadezca con los principios y garantías
de la Constitución Nacional (cfr. CSJN, Fallos 310:500, 310:1799, 315:1958, entre otros).
El tipo penal agravado que ha sido aplicado en la especie prevé una escala penal que,
justamente se aparta del tipo básico (art. 145 bis) para diferenciarse bien de éste, en
virtud de las especiales y graves circunstancias a las que remite, en el caso, el
involucramiento de la víctima menor de edad y la consumación de la explotación (art.
145 ter anteúltimo y último párrafo en función del art. 145 bis ambos del CP). De ahí que
el grado de afectación al bien jurídico tutelado sea de una entidad tal que el legislador
haya estimado, conforme sus facultades, ejercidas de modo razonable, una
consecuencia jurídica de la misma magnitud. En ese ámbito de discreción legislativa, en
el que el Poder Judicial no puede irrumpir, el baremo utilizado a los fines de establecer
la escala punitiva remite a una razón objetiva de discriminación, que no se observa
arbitraria sino, antes bien, se muestra razonable pues es el corolario de una adecuada
intelección del bien jurídico que se tutela a la luz de las normas de orden superior que
deben observarse. La escala penal que rige el caso de autos no se muestra
desproporcional ni irrazonable en los términos exigidos por el Máximo Tribunal para
habilitar excepcionalmente la tacha pretendida, antes bien luce mesurada de cara al
disvalor del tipo de injusto y al grado de culpabilidad de la autora. Repárese además que
la escala cuestionada remite a un tipo agravado, al tratarse la víctima de una menor de
dieciocho (18) años y al haberse concretado la explotación. Tampoco, la peticionada
disminución por debajo del mínimo del monto previsto en el delito atribuido, que podría
haber resultado plausible recurriendo a una interpretación fundada en motivos de
equidad -epikeya-. Ello es así pues no se verifica en la instancia operativa que la
aplicación de la literalidad del texto de la norma genere en el caso un resultado injusto
o irrazonable. Es decir, en el sub lite no se constata un conflicto entre la adecuación
material de la situación a la finalidad de la norma y los obstáculos impuestos por el
carácter abstracto o la generalidad de los términos usados en su enunciado (Fallos
302:1284; 316:3043, entre otros). No será de recibo la pretensión defensista de que se
considere que su asistida obró en el marco de una situación de “imputabilidad
disminuida por el medio” con correlato en la determinación punitiva, toda vez que los
datos objetivos relevados y ponderados debidamente por el tribunal expresan la
inexistencia de factores excepcionales que pudieran haber condicionado o limitado su
comportamiento conforme a derecho, más allá de las lógicas limitaciones y
condicionamientos existenciales que alcanzan a todos los sujetos y forman parte de la
atribuido, además de haberse procedido de conformidad con las normas legales que
resultan aplicables al caso. En efecto, al abordar la cuestión relativa al decomiso, el
tribunal oral sostuvo que “en el subexamen quedó acreditado no sólo que Ramón Gabriel
Castillo es propietario, sino que utilizó su inmueble para que se consumara un episodio
de explotación sexual con [B.N.P.]. Se configura aquí, el supuesto previsto en aquella
norma del Código Sustantivo que establece “…el decomiso de las cosas que han servido
para cometer el hecho…” (conf. art. 23 CP, cit.). Surge claro del tenor literal del art. 23
del CP que el decomiso comprende tanto a los instrumentos del delito -instrumenta
sceleris- como a sus efectos -producta sceleris-, siendo los primeros los objetos utilizados
para consumar o intentar el delito, sea que de ellos se hayan servido todos los partícipes
o alguno de ellos, sea que estén especialmente destinados al efecto o que sólo hayan
sido utilizados ocasionalmente; mientras que los segundos son su resultado, producidos
o logrados mediante el delito. A partir del enunciado se pone en evidencia el carácter
imperativo de la norma y su procedencia en el caso resulta pertinente habida cuenta de
la conexidad existente entre la actividad ilícita desplegada por el encausado y el
inmueble que se usó a tal fin. En este aspecto, lo referido por la defensa en orden a que
su asistido aún no es propietario del inmueble en cuestión no alcanza para enervar la
decisión adoptada pues en ese caso igualmente resulta procedente. Ello es así pues se
trata de una cuestión de nomen iuris de la base fáctica sobre la que se asienta el
decomiso, pudiendo estar ésta integrada por bienes como alude la norma, ya sean
muebles o inmuebles, como también por derechos patrimoniales. De todos modos, el
decomiso no requiere que el objeto pertenezca al condenado, sino sólo que haya sido
utilizado para cometer el delito o constituya su producto o ganancia, estableciéndose la
excepción en estos términos "salvo los derechos de restitución o indemnización del
damnificado y de terceros" (cfr. art. 23 del CP, primer y último párrafo). De ahí que de
ser la titular la provincia del Chaco, como aduce la defensa, le asistiría a ésta, el derecho
de efectuar eventualmente los planteos que estime pertinentes.
el inmueble había sido empleado para la comisión del delito, no hizo referencia a la
afectación de los derechos de las personas que allí residen. Al respecto, se advierte que,
al momento de los alegatos, la parte acusadora realizó un pedido genérico de decomiso
de “las cosas o instrumentos que sirvieron a la comisión del delito”. Por su parte, de
acuerdo a lo transcripto en la sentencia, la defensa de Ramón Castillo nada dijo sobre la
posibilidad de que la medida se aplique a la vivienda familiar. En ese orden, entiendo que
la falta de precisión en el pedido de la fiscalía privó a la asistencia letrada de la
posibilidad de formular sus objeciones en punto a la afectación del derecho a la vivienda
de su hija y su madre.”
Año 2011
Año 2012
Año 2013
Año 2014
2153.14.4 – 23/10/2014)
· 1409/2013, Mancaniello, Sergio Marcelo s/recurso de casación (Registro: 2218/2014 –
2218/2014)
· 789/2013, Coria, Damián Héctor s/recurso de casación (Registro: 2219/2014 –
29/10/2014)
· 1153/2013, Vicente Benítez, Martín Alejandro s/recurso de casación (Registro:
2222/2014 – 29/10/2014)
· 1043/2013, Yesa, Francisco Ramón s/recurso de casación (Registro: 2223/14 –
29/10/2014)
· CCC 9019/2013/PL1/CFC1, Otero, Humberto Leonardo s/recurso de casación (Registro:
2225/2014 – 29/10/2014)
· CCC 23835/2012/CFC1, Elías, Laura Silvina s/recurso de casación (Registro: 2328.14 –
5/11/2014)
· FSA 3739/2013/2/CFC2 Pereyra, Roxana Noemí s/recurso de casación. (Registro 2268 –
7/11/14)
· 16595, Cruz, Ángel Adán s/recurso de casación (Registro: 24296 – 11/11/2014)
· 19/2014, Gómez, Carlos Alberto s/recurso de casación (Registro: 2403.2014 –
11/11/2014)
· FRO 32001278/2012/1/1/CFC1, Ríos, Rosana Elena s/recurso de casación (Registro:
2454/2014 – 14/11/2014)
· CCC 14343/2013/PL1/CFC1, Ojeda, Ramón Policarpo s/recurso de casación (Registro
2558/14 – 17/11/2014)
· FRE 93001486/2011/TO1/2/CFC1, Blanco, Natalia Soledad s/recurso de casación
(Registro: 2573/14 26/11/2014 – 26/11/2014)
· 15869, Quispe Colque, Jhony y otro s/recurso de casación (Registro 2519.14 – 4/12/14)
· CCC 46600/2013/TO1/CFC1, Bergottini Rojas, Jorge Antonio s/recurso de casación
(Registro: 2862.2014 – 9/12/2014)
· CCC 2029/2012/TO1/CFC1, Galván, Ramón Guillermo s/recurso de casación (Registro:
2967.2014 – 17/12/2014)
· CCC 25019/2013/PL2/CFC1, Gamarra, Carlos s/recurso de casación (Registro: 2969.2014
– 17/12/2014)
· FSA 12000604/2013/CFC1, N.N. s/recurso de casación (Registro: 3059.14 – 23/12/2014)
Año 2015
26/06/2015)
· FRO 94005156/2012/1/RH1/-CFC1, Biscarra, Luis Eduardo s/recurso de casación
(Registro: 590 – 26/06/2015)
· CCC 44426/2013/CFC1, Cabaña, Gustavo Gabriel s/ recurso de casación (Registro:
1243.15 – 29/6/2015)
· 1123.13, Vera Lima, Martín y otros s/recurso de casación (Registro: 1277.15 –
30/06/2015)
· 3506/15, Ruttia Walteri Ceferino y otro s/ recurso de casación (30/6/2015)
· CCC 39239/2012/TO2/CFC1, Rolan, Walter Adolfos/ recurso de casación (Registro:
1301.15 – 3/7/2015)
· FMP 91017032/2010/TO1/CFC1, Sánchez, Jorge Daniel y otros s/recurso de casación
(Registro: 1201/15 – 10/07/2015)
· CCC 4377/2010/TO1/2/CFC2, Da Luiz, Antonia s/recurso de casación (Registro: 1211/15
– 14/7/2015)
· CCC 46858/2012/TO1/CFC1, Pérez, Ángel Daniel s/ recurso de casación (Registro:
1307.15 – 6/7/2015)
· CCC 35485/2012/1/1/CFC1, Sardal, Alberto Isaac s/ recurso de casación (registro:
1472.15 – 17/7/2015)
· FRO 74029618/2010/4/CFC1, Andrada, Viterbo y otro s/recurso de casación (Registro:
1467 – 17/07/2015)
· CFP 7927/2012/TO1/CFC2, Yucra Coarite, Víctor y otra s/recurso de casación (Registro
1359 - 20/8/2015)
· FBB 22000145/2011/TO1/5/CFC1 Mariño, Héctor Oscar s/recurso de casación (Registro:
1368.15 - 24/8/2015)
· FCR 910001215/2012/TO1/CFC1 Barboza, Cristobal s/recurso de casación (Registro:
1373.15 - 24/8/2015)
· CCC 22509/2011/PL1/2/1/CFC1, Fabregas, Claudio Raúl s/ recurso de casación (Registro:
1646.15 – 31/8/2015)
· FLP 31010775/2011/TO1/8/CFC3, Chavarria Díaz s/ recurso de casación (Registro
1647/2015.4 – 31/8/2015)
· 14.969, Núñez, Héctor Daniel s/recurso de casación (Registro:783/15 - 31/8/2015)
· CCC 24833/2014/TO1/CFC1, Aisemberg, Aaron s/recurso de casación (Registro:
1486/15- 3/9/2015)
· CCC 30958/2012/TO1/CFC1, Giménez, Walter s/ recurso de casación (Registro: 956.15 -
30/9/2015)
· CCC 20385/2014/TO1/CFC1 , Fernández, Enrique Ángel s/ recurso de casación (Registro:
2015.15 – 19/10/2015)
· FLP 91003505/2013/TO1/CFC1, Hoyos Noguera, Juan Pablo y otros s/recurso de
casación. (Registro: 1703/15 - 23/10/2015)
· FCB 12000214/2012/TO1/15/CFC3, Barey, Favio Ricardo y otro s/recurso de casación
(Registro: 1702/15 - 23/10/2015)
· FSM 70662/2014/8/RH2, Santos, Manuel y otro s/recurso de queja (Registro: 2201.15-
19/11/2015)
· FSA 9136/2013/2/CFC1, Martínez o Gutiérrez, Esteban F. o Ernesto Luis s/recurso de
casación (Registro: 2022/15 - 24/11/2015)
· FLP 58330/2014/CFC1, Internas de la unidad N° 31 SPF s/ habeas corpus (Registro:
2326/15 – 4/12/2015)
· FBB 31000758/2011/4, Bassa, Luis Javier y otro s/recurso de casación (Registro: 2120/15
- 11/12/2015)
· FRO 14969/2013/9/CFC1, Cardozo, José Antonio s/recurso de casación (Registro:
1298.15.1 - 11/12/2015)
· FLP 60002696/2013/TO1/8/CFC1 Quispe Cruz, Walter s/recurso de casación (Registro:
1288.15.1 – 11/12/2015)
· CFP 11727/2006/1/CFC1, Vallejos Pobeda, Luis Omar s/ recurso de casación (Registro
2456/15 – 23/12/2015)
· Tenorio García, María Eugenia y otro s/recurso de casación (Registro: 2459 -
23/12/2015)
· 17.241, Romero, José Antonio y otros s/recurso de casación (Registro: 24.835 -
28/12/2015)
· 1154/2013, Novello, Edgardo D. y otro s/recurso de casación (Registro: 24.841-
29/12/2015)
· CCC17741/2015/11/RH001 Miguel, Emmanuel Gabriel s/recurso de casación (Registro:
1539.15.1 - 29/12/2015)
· FLP 27183/2015/CFC1, Brandariz Velázquez, Samantha s/recurso de casación (Registro:
2539.15 – 29/12/2015)
Año 2016
513/16 - 29/04/2016)
· FMP 61008434/2013/TO2/CFC1, Aguirre, Alejandro Daniel y otros s/recurso de casación
(Registro n°: 537 - 4/5/16)
· FCR 52019152/2010/TO1/49/CFC1, Morales, Víctor Antonio y otros s/recurso de
casación (Registro: 533 - 4/5/16)
· CFP 14351/2010/43/CFC3, Rivero, Hugo Víctor s/recurso de casación (Registro:
554bis/16 - 6/5/2016)
· FMP 72000674/2013/13/1/1, Blanco, José Constantino s/recurso extraordinario
(Registro: 557/16 – 12/05/2016)
· FPO 42000256/2013/14/CFC1, Soto Giraldo, Ramiro y otros s/recurso de casación
(Registro: 781/16 - 12/5/2016)
· CCC 27931/2012/TO1/CFC1, Fernández, Jorge Luis s/recurso de casación (Registro: 848
- 17/5/16)
· CCC 11941/2007/TO1/CFC1 Aquino Martínez, Oscar s/recurso de casación (Registro:
742/16 - 17/5/2016)
· FMZ 13018251/2013/TO1/3/CFC1, Morales Mamani, Marcela Gladys s/recurso de
casación (Registro: 606/16 - 18/5/2016)
· CCC 34636/2014/PL1/CFC1, Villegas Carrión, Víctor Guillermo s/ recurso de casación
(Registro: 607/16 – 18/5/2016)
· FMP 5257/2013/25/1/CFC2, Fay, Daniel Alberto y otros s/recurso de casación (Registro:
645/16 - 26/5/2016)
· FMP 91031869/2009/TO1/CFC1, Cosentino, Liliana Guadalupe s/recurso de casación.
(Registro: 896 - 30/5/16)
· CCC 28832/2012/TO1/3/CFC1, Encinas Aguilar, Juan Carlos s/ recurso de casación
(Registro: 966/16.1 - 3/6/2016)
· FCR 91001035/2010/TO1/CFC1, Parra, Luisa s/recurso de casación (Registro: 969/16 -
3/6/2016)
· CCC 1813/2014/PL1/CFC2, Esteche, Ariel Esteban s/ recurso de casación (Registro:
1017/16 – 7/06/2016)
· 42817, Sequeira, David Gabriel s/recurso de casación (Registro: 1034 - 8/6/16)
· FCT 21000049/2013/TO1/CFC4, Benítez, Irma Celina y otros s/recurso de casación
(Registro: 827/16 - 23/6/2016)
· 1884/2013, Meza s/ recurso de casación (Registro: 1152/16.1 - 24/06/16)
· CCC 23169/2010/TO1/CFC1, Rodríguez Derlis s/ recurso de casación (Registro:
1157/16.1 - 24/06/16)
· CCC 40305/2014/CFC2 Gutiérrez, Alejandro s/habeas corpus (Registro: 1169/16 -
5/7/2016)
· 1065/2013, Cabrini, Roberto y otro s/recurso de casación (Registro: 1177/16 - 6/7/2016)
· CFP 2714/2015/1/CFC1, N. N. s/recurso de casación (Registro: 1274/16 - 6/7/16)
· FBB 13095/2014/TO1/4/CFC1, Olguín, Claudia Susana s/recurso de casación (Registro:
957/16 - 13/7/2016)
· 1298, Mondo, Juan Carlos s/recurso de casación (Registro: 1321/16 - 13/7/2016)
· FSA 22000016/2012/TO1/CFC1, Chenare, Claudia Elizabeth s/recurso de casación
(Registro: 902/16 - 14/7/2016)
· FMP 747/2015/4/1/CFC1, N.N. s/recurso de casación (Registro: 1357.16 - 14/7/2016)
· FCR 82063230/2013/CFC1-CA1, Savino, Christian Daniel y otros s/recurso de casación
(Registro: 1397/16 – 15/7/2016)
· FMP 13649/2014/16/RH4, Lehmann, Raquel Inés y otros s/recurso de queja (Registro:
1286/16 - 15/7/16)
· FGR 81000725/2010/CFC1, C.E.,S. y Peralta, José Francisco s/ recurso de casación
(Registro:959/16 -15/7/2016)
· CFP 12303/2012/TO1/CFC1, Serrano Estrada, Sonia s/recurso de casación (Registro:
990/16 - 15/7/2016)
· CCC 39148/2000/TO1/1/CFC1, Bernárdez, Martín Ariel s/recurso de casación
(Registro:1369/16 - 15/7/2016)
· FMZ 91002697/2011/TO1/CFC1, Di Rocco Vanella, Daniel Federico y otro s/recurso de
casación (Registro: 1015/16 - 2/8/2016)
· FCT 34020065/2003/TO1/3/CFC2, López Bravo, Ana Miriam y otros s/recurso de
casación (Registro: 1016/16 - 4/08/2016)
· FTU 831030/2012/1/1/CFC1, Arias, Christian Ariel s/recurso de casación
(Registro:1427/16 -4/8/2016)
· FBB 31000707/2012/TO1/CFC1 Langhoff, Gustavo Daniel s/recurso de casación
(Registro: 1047/16 -11/08/2016)
· CCC 24923/2011/TO1/CFC1, Andrieu, Luis Eduardo s/recurso de casación (Registro:
1357 - 11/8/16)
· FCR 91001173/2011/TO1/CFC1, Torrico Claros, Fermín y Vargas Ricaldez, Cinthia
s/recurso de casación (Registro: 1546- 23/8/16)
· FLP 5977/2013/CFC1, Delgado Huillcahuaman, Raúl Francisco s/recurso de casación
2247/16 -22/11/2016)
· FCR 94006538/2010/T01CFC1, Barrionuevo, Celio Cándido y otra s/recurso de casación
(Registro: 2269/16 -24/11/2016)
· CFP 5203/2014/CFC1, Poma, José y otros y otro s/recurso de casación (Registro: 1606 -
24/11/16)
· FBB 12166/2014/TO1/CFC1, Bertón, Carlos Saúl y otro s/recurso extraordinario
(Registro: 1511/16 -29/11/2016)
· FPO 91000153/2011/TO1/CFC1, De Lara, Ramón Daniel s/infracción ley 26.364 en
concurso real con infracción ley 23. 737 (Registro: 2319/16 -30/11/2016)
· CCC 45605/2011/TO1/CFC2, Aguilar Luna, Iván Guillermo s/ recurso de casación
(Registro: 2307/16 - 30/11/2016)
· CCC 13435/2009/TO1/CFC1, Rivera, Nicolás Facundo s/ recurso de casación (Registro:
2360/16 -5/12/2016)
· FMP 13649/2014/16/RH4, Lehman Raquel Inés, Rodríguez Gabriel Hernán, Orsella
Patricia Verónica y Gavilán Carvajal Bernando Ariel s/ recurso de casación (Registro:
2416/16 - 6/12/2016)
· CCC 52247/2013/TO1/CFC1, V., J. C. s/ recurso de casación (Registro: 2362/16 -
7/12/2016)
· FSA 12000174/2013/TO01/CFC001, Cachagua, Carlos David s/ infracción ley 26364
(Registro: 2402/16.1 - 14/12/16)
· FSA 11263/2013/TO1/CFC3, Mauriel Aguilar, Martha s/recurso de casación (Registro:
1677/16 -16/12/2016)
· FLP 49316/2014/1/1/CFC1, Larroza, Julio César s/recurso de casación (Registro:1698/16
-21/12/2016)
· FRO 15296/2013/2/1/CFC1, Rodríguez, Gisela Luján s/recurso de casación (Registro:
2532/16 -22/12/2016)
· FBB 12166/2014/TO1/CFC1, Mariani, Rubén Eduardo s/ recurso de casación (Registro
2531/16 – 22/12/2016)
· FLP 130/2012/TO1/7/CFC5, Bernal Caballero, Fabio y otros s/recurso de casación
(Registro: 2645/16 - 27/12/2016)
· FSM 38375/2014/TO1/CFC1, Alvarado Cabrera, Julieta y Vázquez, Juan Carlos s/recurso
de casación (Registro: 1741/16 - 28/12/2016)
· FLP 7277/2014/2/1/CFC1 N.N. s/recurso de casación, (Registro: 2591/16.1 -
28/12/2016)
Año 2017
Año 2018
Año 2019
Año 2020
-18/06/20)
· FSM 43816/2018/TO1/14/1/CFC4, Sena, Silvia Beatriz s/recurso de casación (Registro
n°: 648/20 - 23/6/2020)
· FPA 9143/2014/TO1/8/3/CFC4, Alfonzo, Gustavo Darío s/recurso de casación (Registro
n°: 723/20 – 26/6/2020)
· FSM 5740/2013/TO1/11/CFC7, Frías, Carlos Alberto s/recurso de casación (Registro:
777.3.20 - 30/6/2020)
· FLP 7671/2015/TO1/46/CFC23, Caffarena, Javier Alejandro s/recurso de casación
(Registro: 977/20 -2/7/2020)
· FSM 20510/2018/TO1/1/1/CFC1, Bordón, Eliana Judit s/recurso de casación (Registro:
809/20 -8/7/2020)
· FBB 6556/2019/TO1/8/CFC2, Castillo, Jorge Ricardo s/recurso de casación (Registro:
780/20 -15/07/2020)
· CFP 16098/2018/TO1/1/1/CFC3, Ramos Minaya, Francisco Enrique s/recurso de
casación (Registro: 1099/20 -21/7/2020)
· FCB 24921/2015/TO1/3/1/CFC10, Fecha, Silvia Cristina s/ recurso de casación (Registro:
864/20 -24/7/20)
· FCR 13712/2016/TO1/CFC15, Chavez Arias, Israel Misael s/recurso de casación
(Registro: 895/20- 29/7/2020)
· FLP 26894/2014/TO1/16/CFC6, Chamorro, Norberto Manuel s/recurso de casación
(Registro: 887/20 -23/7/2020)
· FSM 73790/2016/TO1/CFC1, Bazan s/ recurso de casación (Registro: 1052/2020-
19/8/2020)
· FBB 92000776/2005/TO1/1/8/CFC8, Soria, Ángel Jesús s/recurso de casación (Registro:
1464/20 - 20/8/2020)
· FBB 27255/2018/TO1/20/CFC11, Rodas, Silvina Úrsula s/recurso de casación (Registro:
1083/20 - 25/8/2020)
· FSM 43816/2018/TO1/14/1/CFC5, Sena, Beatriz Silvia s/recurso de casación (Registro:
1091/20 -25/8/2020)
· FSA 13439/2019/22, Quispe María Virginia s/ recurso de casación (Registro n°: 21/20 -
10/09/20)
· FPA 2369/2015/TO1/CFC1, Rivero, Jorge Luis s/recurso de casación (Registro: 1223/20 -
15/09/2020)
· FGR 1488/2013/TO1/CFC2, Castillo Villablanca, Raúl Edgardo y Escobar, Manuel Antonio
Año 2021
557/2021 – 26/04/21)
· FCT 33019979/2008/TO1/CFC1, Dell Orto, Carmen Alicia s/ recurso de casación
(Registro: 575/2021 - 28/4/2021)
· FMP 13556/2016/50/1/CFC3, Barral, Diego s/ recurso de casación (Registro: 633 -
12/5/2021)
· FCB 32342/2013/TO1/CFC2, González, Daniel Américo y otros s/ recurso de casación
(Registro: 621 – 12/5/21)
· FMZ 32021019/2012/6/CFC1, López Cuitiño, Alfredo s/ recurso de casación (Registro:
694/2021 - 13/5/2021)
· FLP 7671/2015/67/CFC72, Amaya, Carlos Eliseo s/ recurso de casación (Registro: 651-
14/05/21)
· CFP 3364/2017/TO1/CFC1, Sánchez Rivera, Fernando Cristian s/ recurso de casación
(Registro: 706 – 19/05/2021)
· FBB 22000151/TO1/1/CFC1, Leiva, Gustavo Daniel s/ recurso de casación (Registro:
817/2021 – 28/05/2021)
· FCT 97/2013/TO1/CFC2, Gimenez, Iván y otros/ recurso de casación (Registro: 824 –
7/06/2021)
· CCC 773/2017/TO1/CFC3, Ormeño Huerta, Jackson s/ recurso de casación (Registro:
876/2021 – 8/06/2021
· FTU 12668/2015/TO1/CFC1, Lencina, Ana Rosa s/ recurso de casación (Registro:
952/2021 - 17/6/2021)
· FTU 12668/2015/TO1/CFC1, Vázquez, Jorge Ariel s/ recurso de casación (Registro:
952/2021 – 17/06/2021)
· CFP 5694/2016/TO1/CFC5, Quiroga, Walter Germán s/ recurso de casación (Registro:
1034 – 24/06/2021)
· FRO 48093/2018/69/CFC14, Rodríguez, Tatiana s/recurso de casación (Registro:
1121/21 – 6/7/2021)
· CFP 14217/2017/TO1/7/CFC1, Cudde, Iván s/ recurso de casación (Registro: 1033 –
7/07/2021)
· FGR 3138/2018/TO1/7/CFC1, Villegas, Jorge Alberto s/ recurso de casación (Registro:
1082 – 12/07/2021
· FSM 101754/2017/TO1/CFC1, Vázquez, Jorge Ariel s/ recurso de casación (Registro:
1434 - 26/8/2021)
· FLP 9492/2013/TO1/2/CFC1, Benito, Abel Ignacio s/ recurso de casación (Registro:
1495/21 – 1/09/2021)
· CFP 8667/2021/1/CA1-CFC2, Quintana, Manuel y otra s/ recurso de casación (Registro:
1543/21 - 6/9/2021)
· FCB 42000756/2011/TO1/4/CFC1, Laime Huallpa, Félix s/recurso de casación (Registro:
1537 – 8/09/2021)
· CFP 5245/2013/TO1/CFC1, Guazzora, Carlos Ezequiel s/recurso de casación (Registro:
1623 - 13/9/21)
· FCR 63002488/2013/TO2/18/CFC1, Scienza, Jorge Eduardo s/recurso de casación
(Registro: 1677 - 13/9/21)
· FSA 77/2020/14/2 Luna, Oscar Ramón s/ recurso de casación (Registro: 34/21 - Oficina
Judicial - 17/9/2021)
· FSM 45111/2016/TO1/CFC4, Marquard, Ildemar s/ recurso de casación (Registro:
1676/21 – 20/09/2021)
· FMP 24935/2015/TO1/CFC2, Mansilla, Sergio Rubén s/ recurso de casación (Registro:
1084- 2/11/2021)
· FCT 3870/2013/TO1/CFC1, Casco, María Yolanda s/ recurso de casación (Registro: 1901
– 18/11/2021)
· FGR 13263/2016/16/CFC1, Lenguaza Noruega, Blanca s/ recurso de casación (Registro:
2041 – 24/11/2021)
· FRE 2028/2019/TO1/CFC2, Martínez, Aníbal s/ recurso de casación (Registro: 2071 –
1/12/2021)
· FMZ 17846/2019/TO1/13/CFC1, Zárate, Marianela y otros s/recurso de casación
(Registro 1984 – 2/12/2021)
· FCR 14731/2018/TO1/CFC1, Barrionuevo, Leonardo Javier s/recurso de casación
(Registro: 2175 - 15/12/2021)
· FSM 190330/2018/TO1/CFC2, Pérez, Marcelina y otra s/ recurso de casación (Registro:
2108 – 23/12/2021)
· FCR 63002477/2013/TO1/8/CFC1, Del Valle Zapata, Adriana s/ recurso de casación
(Registro: 2503- 27/12/21)
· FPA 1312/2013/TO1/CFC1, Santini, Flavio Exequiel s/ recurso de casación (Registro:
2513 - 28/12/2021)
· FMP 16968/2015/8/CFC1, Alderete, Jonatan Héctors/ recurso de casación (Registro:
2188 - 29/12/21)
· FRE 2490/2014/TO1/CFC6, Castillo, Ramón Gabriel y otro s/ recurso de casación
1 2011 15449 SOSA, Ramón Norberto s/ recurso de casación 19201.11 14/02/2011 1 Madueño Cabral Borinsky
Rodríguez
2 2011 12722 NÚÑEZ, Julia Arminda s/recurso de casación 17380.11 9/03/2011 1 Madueño Fégoli
Basavilbaso
PATRÓN PICCINI, José Horacio s/ recurso de
3 2011 14284 18760.11 22/06/2011 2 Yacobucci García Madueño
casación
Rodríguez
4 2011 13607 MARTÍNEZ, Estela y otro s/recurso de casación 18071.11 27/06/2011 1 Madueño Fégoli
Basavilbaso
Rodríguez
5 2011 14297 ROJAS, Julio Argentino s/recurso de casación 18366.11 25/08/2011 1 Madueño Fégoli
Basavilbaso
BULANIKIAN, Leandro Antonio s/ recurso de
6 2011 13810 19270.11 8/09/2011 2 Yacobucci Fégoli García
casación
7 2011 13568 COLOMBO, Marcelo s/recurso de casación 19405.11 21/09/2011 2 García Yacobucci Catucci
13 2011 14090 DÍAZ, Ernesto Rubén s/ recurso de casación 19518.11 25/11/2011 2 David Slokar Catucci
14 2012 15680 ZIVELONGHI, Pablo Andrés s/recurso de casación 19416.12 19/04/2012 1 Cabral Madueño Borinsky
15 2012 11141 GÓMEZ, Gustavo Adrián s/recurso de casación 19885.12 26/04/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
16 2012 14044 VILLARREO, Graciela s/recurso de casación 19914.12 9/05/2012 2 David Slokar Figueroa
17 2012 14243 AMITRANO, Atilio Claudio s/recurso de casación 19913.12 9/05/2012 2 David Slokar Figueroa
18 2012 12147 ORTIZ PERALTA, Victorino s/ recurso de casación 19983.12 30/05/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
19 2012 14670 PÉREZ, Cesar Omar s/ recurso de casación 20039.12 13/06/2012 2 Ledesma Figueroa Slokar
20 2012 15498 RUÍZ, Cristian Feliciano s/ recurso de casación 20223.12 11/07/2012 2 Ledesma Figueroa Slokar
21 2012 10193 A., G. Y. s/rec. de casación. 20278.12 13/07/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
22 2012 13315 MUMELI, Nora Beatriz s/rec. de casación 1271.12 3/08/2012 4 Borinsky Hornos Gemignani
23 2012 7702 CORVALÁN, José Luis s/recurso de casación 20344.12 16/08/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
24 2012 13286 DÍAZ, Ángel Alejandro s/recurso de casación 20355.12 24/08/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
25 2012 13780 AGUIRRE LÓPEZ, Raúl M s/recurso de casación 1447.12 28/08/2012 4 Borinsky Gemignani Hornos
26 2012 16427 BONNET, Alberto Jesús s/recurso de casación. 20030.12 6/09/2012 1 Cabral Madueño Riggi
31 2012 14597 BENNATI, Claudio Daniel s/recurso de casación 20693.12 17/10/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
33 2012 13685 ORIGÜELA CONDORI, Cleto s/recurso de casación 20721.12 25/10/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
36 2012 12479 PALACIO, Hugo Ramón s/recurso de casación 2149.12 13/11/2012 4 Borinsky Gemignani Hornos
37 2012 10347 RODRÍGUEZ, Diego Hernán s/recurso de casación 20799.12 13/11/2012 2 Slokar Figueroa David
38 2012 16067 CASTILLO, Alberto Ramón s/recurso de casación 1608.12 13/11/2012 3 Riggi Catucci Borinsky
39 2012 10224 ERRICO, Norberto s/recurso de casación 20803.12 14/11/2012 2 Slokar Figueroa Ledesma
41 2012 16996 PEREYRA, Sabino s/recurso de casación 20454.12 27/11/2012 1 Cabral Madueño Riggi
42 2012 14724 PAZ, Miguel Leonardo s/recurso de casación 20523.12 11/12/2012 1 Figueroa Madueño Riggi
43 2012 15153 HAVROVA, Irina s/ recurso de casación 20958.12 11/12/2012 2 Figueroa Slokar Ledesma
44 2012 14792 VERGARA, Miguel Ángel s/recurso de casación 2391.12 13/12/2012 4 Borinsky Gemignani Hornos
48 2013 9125 KALYNA, Silvia Noemí s/ recurso de casación 50.13 21/02/2013 2 Slokar Figueroa Ledesma
50 2013 16548 ALEGRE, Ángel David s/recurso de casación 214.13 12/03/2013 3 Catucci Riggi Borinsky
51 2013 16598 RAMÍREZ, Adolfo Adrián s/recurso de casación 266.13 15/03/2013 3 Catucci Riggi Borinsky
53 2013 16081 FERNÁNDEZ, Pablo Martín s/recurso de casación. 394.13 22/03/2013 4 Hornos Gemignani Borinsky
54 2013 16008 SERNA, Luis Federico s/ recurso de casación 391.13 27/03/2013 3 Catucci Riggi Borinsky
56 2013 16379 VIÑABAL, Walter Adrián s/ recurso de casación 296.13 16/04/2013 2 Slokar Ledesma David
57 2013 15583 MARCÓN, Luis Darío s/ recurso de casación 474.13 16/04/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
58 2013 16810 MEZA, Marco Antonio s/ recurso de casación 588.13 26/04/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
61 2013 16687 BONELLI, Rubén Daniel s/recurso de casación 612.13 30/04/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
62 2013 15195 ENCISO, Sergio Gustavo s/ recurso de casación 636.13 3/05/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
63 2013 17473 ESPINOZA, Luis Alberto s/ recurso de queja 20976.13 3/05/2013 1 Figueroa Cabral Madueño
64 2013 15465 MEDINA, Alberto Darío s/ recurso de casación 532.13 8/05/2013 2 Slokar Ledesma David
66 2013 467/13 VILLALBA, Miriam Gabriela s/recurso de casación 804.13 27/05/2013 4 Gemignani Borinsky Hornos
68 2013 17324 KAPLINSKY, Daniel Isaac s/recurso de casación 21146.13 31/05/2013 1 Madueño Cabral Figueroa
69 2013 329/13 DUARTE VELÁZQUEZ, Rosa s/recurso de casación 21154.13 4/06/2013 1 Madueño Cabral Figueroa
71 2013 14207 CRESPO, Hugo Sebastián s/ recurso de casación 21202.13 12/06/2013 1 Madueño Cabral Figueroa
72 2013 16458 TAPPERTT, Hernán s/ recurso de casación 775.13 18/06/2013 2 Slokar Ledesma David
73 2013 15943 LÓPEZ CEFERINO, Carlos s/ recurso de casación 1099.13 5/07/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
75 2013 549/2013 DICARLO, Osvaldo Ángel s/recurso de casación 21424.13 30/07/2013 1 Madueño Cabral Figueroa
76 2013 13780 SANTONI, Jorge Alberto s/ recurso de casación 21569.13 13/08/2013 1 Madueño Cabral Figueroa
78 2013 81/2013 DE BARI, José Alejandro s/ recurso de casación 1370.13 14/08/2013 3 Riggi Catucci Borinsky
80 2013 136/2013 RIVERO, Marcelo Fabián s/ recurso de casación 1485.13 20/08/2013 4 Gemignani Hornos Borinsky
83 2013 236/13 LEDESMA, Alejandro E. s/ recurso de casaciòn 1817.13 5/09/2013 4 Gemignani Hornos Borinsky
85 2013 15929 VAZQUEZ, Eduardo Arturo s/rec. de casación 1738.13 17/09/2013 4 Gemignani Hornos Borinsky
86 2013 17176 MOSER, Carlos Ramón s/recurso de casación. 22157.13 25/09/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
89 2013 16733 LARA, Rodolfo Alejandro s/recurso de casación 1696.13 23/10/2013 2 Slokar Ledesma David
91 2013 16746 TEJADA, Roberto Fabián s/recurso de casación 2027.13 25/10/2013 3 Borinsky Catucci Riggi
93 2013 912/2013 FARIÑA, Santiago Juan s/ recurso de casación 22408.13 30/10/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
94 2013 1108/2013 DOLDÁN, Derlis s/ recurso de casación 22431.13 31/10/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
95 2013 16244 PAOLETTI, José Guillermo s/recurso de casación 2075.13 1/11/2013 3 Riggi Catucci Borinsky
97 2013 1015/13 QUERQUES, Luis Alberto s/ recurso de casación 22469.13 6/11/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
100 2013 15879 ANTAO, Evaristo s/ recurso de casación 22666.13 4/12/2013 1 Figueroa Gemignani Borinsky
101 2013 1367/13 PICCOLINI, Gustavo Mario s/recurso de casación 22723.13 5/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
104 2013 15872 JOFRÉ, Hugo Armando s/ recurso de casación 22867.13 20/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
105 2013 1704/13 MACHADO, Clementina C. s/ recurso de casación 22918.13 27/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
106 2013 15821 TORTI, Gabriel A. s/ recurso de casación 22905.13 27/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
107 2013 12154 CANDIA, Miguel Ángel s/ recurso de casación 22966.13 30/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
108 2013 1239/13 CHAPANA, Néstor A. s/ recurso de casación 22950.13 30/12/2013 1 Cabral Figueroa Gemignani
111 2014 1646/13 CAMPOS, Patricia Irene s/recurso de casación 62.14 11/02/2014 3 Catucci Borinsky Riggi
112 2014 1052/2013 FEMIA, Víctor José s/ recurso de casación 355.14 18/02/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
113 2014 15311 SORIA, Damián Cristobal s/ recurso de casación 23073.14 18/02/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
114 2014 1547 LÓPEZ, Mario Alberto s/recurso de casación 23081.14 18/02/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
116 2014 16237 SILVERO Luis Roberto s/ recurso de casacion 62.14 19/02/2014 2 Slokar David Ledesma
117 2014 15064 MATTERZON, Victoria s/recurso de casación. 77.14 20/02/2014 2 Slokar David Ledesma
118 2014 1346/13 GERVASI, Luis Aldo s/ recurso de casación 23170.14 26/02/2014 1 Figueroa Gemignani Cabral
120 2014 159991 BENÍTEZ, Cristobal s/ recurso de casación 23167.14 28/02/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
122 2014 15250 CASTRO, Marcelo José s/ recurso de casación 23182.14 7/03/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
123 2014 1123/13 VERA, Carlos Víctor s/recurso de casación 535.14 9/03/2014 2 Slokar David Ledesma
124 2014 1156/13 GONZÁLEZ DÍAZ, Agustín s/recurso de casación 318.14 12/03/2014 2 Slokar David Ledesma
126 2014 1194/13 ACOSTA Federico Edgardo s/recurso de casación 460.14 28/03/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
127 2014 1706 SOSA, Christian Ismael s/ recurso de casación 23417.14 11/04/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
129 2014 543/2013 PAZ DÍAZ, Gyver Enrique s/ recurso de casación 564.14 21/04/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
133 2014 1611/2013 LAVALLE, José María s/ recurso de casación 670.14 24/04/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
136 2014 379/13 VEGA, Ricardo Félix s/ recurso de casación 690.14 28/04/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
139 2014 1477/13 GALVÁN, Hugo Rolando s/recurso de casación 662.14 30/04/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
140 2014 1207/13 AIRES, Alan Emanuel Octavio s/rec. de casación 708.14 8/05/2014 2 Slokar David Ledesma
141 2014 15554 SANFILIPPO, José y otros s/recurso de casación 778.14 13/05/2014 2 Slokar David Ledesma
142 2014 15717 GUITIAN, Daniel Alfredo s/ recurso de casación 894.14 15/05/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
144 2014 1625/13 CRUZ, Eduardo Alejandro s/ recurso de casación 23617.14 20/05/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
146 2014 1713 DUARTE VELÁZQUEZ, Rosa s/recurso de casación 23648.14 28/05/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
147 2014 41788 GAONA, Milciades Ramón s/ recurso de casación 23652.14 29/05/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
148 2014 1449/2013 BERÓN, José Jorge Oscar s/recurso de casación 940.14 30/05/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
150 2014 16385 TORRES, Carlos Saul s/ recurso de casación 23690.14 4/06/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
151 2014 15621 CARREÑO, Noel Jesús s/recurso de casación 23718.14 5/06/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
153 2014 1150/2013 GÓMEZ, Manuel Alberto s/recurso de casación 1267.14 24/06/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
157 2014 1257/2013 REINALDO, Eduardo s/ recurso de casacion 1276.14 7/07/2014 2 Ledesma Catucci Slokar
158 2014 FSM 32008946/2011/1/CFC1 EISCHEID, Paul Merle s/ recurso de casación s/n 10/07/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
162 2014 1906 CASTRO, Cristian Rodolfo s/ recurso de casación 23951.14 7/08/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
163 2014 CCC 8687/2012/TO1/1/RH1 TESTA, Guillermo Daniel s/ recurso de queja 1576.14 7/08/2014 4 Hornos Gemignani
164 2014 CCC 43779/2010/TO1/1/CFC1 SILVERO, Pablo Raúl s/ recurso de casación 1524.14 8/08/2014 3 Figueroa Riggi Catucci
165 2014 FSM 22/2012/TO1/CFC1 DOS SANTOS, Héctor Omar s/recurso de casación 1627.14 15/08/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
166 2014 24008 PELAYES, Miguel Arturo s/ recurso de casación 24008.14 21/08/2014 1 Cabral Figueroa Gemignani
170 2014 23/2014 ELGERT, José Alfredo s/ recurso de casación 1744.14 1/09/2014 4 Riggi Gemignani Hornos
172 2014 CCC 34630/2012/PL1/CFC1 ÁLVAREZ, Andrés Ricardo s/ recurso de casación 1752.14 2/09/2014 4 Hornos Borinsky Gemignani
174 2014 1251/13 ITA, Manuel Ángel s/recurso de casación 24026.14 3/09/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
175 2014 16260 DEFEIS, Berta y otros s/recurso de casación 1724.14 5/09/2014 2 David Ledesma Slokar
178 2014 668 N.N. s/recurso de casación 24106.14 24/09/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
179 2014 1895 SAMPIETRO, Francisco s/ recurso de casación 24117.14 25/09/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
180 2014 16342 CAFFARO, Rubén Ramón s/ recurso de casación 24143.14 30/09/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
181 2014 1841/2013 ABOLIO, Gabriel Alberto s/ recurso de casación 1978.14 1/10/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
mes de
183 2014 41/13 SOTELO, Jorge Daniel s/ recurso de casación 24241.1 1 Figueroa Cabral Gemignani
octubre/2014
188 2014 CCC 15162/2012/TO1/CFC1 ISENDOR, Federico David s/ recurso de casación 2080.14 15/10/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
CCC 4038/2012/TO1/1/CFC1 -
189 2014 SILVANI, Eduardo Fabián s/ recurso de casación 2075.14 15/10/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
CA1
CCC
190 2014 ROLDÁN, Walter Damián s/recurso de casacion 2150.14 22/10/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
670080966/2012/TO1/CFC1
192 2014 203 PEÑA, Víctor Mateo s/recurso de casación 24238.14 23/10/2014 1 Gemignani Cabral Figueroa
193 2014 789/2013 CORIA, Damián Héctor s/ recurso de casación 2219.14 29/10/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
194 2014 1725/2013 RUIZ, Cristian s/ recurso de casación 2216.14 30/10/2014 2 Slokar Catiucci Ledesma
195 2014 CCC 24699/2013/TO1/CFC1 LLINAS, Damián Darío s/ recurso de casacion 2230.14 31/10/2014 2 Slokar Catucci Ledesma
196 2014 1791/2013 BAIGORRIA, José Manuel s/ recurso de casación 2305.14 31/10/2014 3 Catucci Riggi Figueroa
197 2014 CCC 23835/2012/CFC1 ELÍAS, Laura Silvina s/recurso de casación 2328.14 5/11/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
198 2014 FSA 3739/2013/2/CFC2 PEREYRA, Roxana Noemí s/recurso de casación 2268.14 7/11/2014 2 Slokar Catucci Ledesma
199 2014 16595 CRUZ, Ángel Adán s/ recurso de casación 24296.14 11/11/2014 1 Figueroa Cabral Gemignani
200 2014 CCC 77040498/2011/PL1/CFC1 CHA, Guillermo Roberto s/ recurso de casación 2290.14 12/11/2014 2 David Ledesma Slokar
201 2014 FRO 32001278/2012/1/1/CFC1 RÍOS, Rosana Elena s/recurso de casación 2454.14 14/11/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
202 2014 CCC 14343/2013/PL1/CFC1 OJEDA, Ramón Policarpo s/ recurso de casación 2558.14 17/11/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
FRE
203 2014 BLANCO, Natalia Soledad s/recurso de casación 2573.14 26/11/2014 3 Catucci Riggi Figueroa
93001486/2011/TO1/2/CFC1
207 2014 CCC 26448/2012/TO1/1/RH1 MACIEL, Norberto s/ recurso de casación 2562.14 15/12/2014 2 David Ledesma Slokar
209 2014 CCC 25019/2013/PL2/CFC1 GAMARRA, Carlos s/ recurso de casación 2969.14 17/12/2014 4 Riggi Hornos Gemignani
210 2014 147/2013 LIOTTI, Ariel Jorge s/ recurso de casación 2601.14 18/12/2014 2 David Ledesma Slokar
211 2014 CCC 17873/2010/TO1/CFC1 BECERRA, Gustavo Alfredo s/recurso de casación 2802.14 23/12/2014 3 Riggi Catucci Figueroa
212 2015 15509 VERA MARECOS, Adrián s/ recurso de casación 24438.15 5/02/2015 1 Cabral Figueroa Gemignani
215 2015 CCC 650082760/2012/PL1/CFC1 PEREIRA, Esteban Eduardo s/ recurso de casación 25.15 9/02/2015 4 Hornos Riggi Gemignani
217 2015 CCC 11756/2011/TO1/CFC1 ÁLVAREZ, Rodrigo Martín s/recurso de casación 36.15 10/02/2015 4 Hornos Gemignani Riggi
220 2015 16296 GARCÍA, Julio Eloy s/recurso de casación 24505.15 25/02/2015 1 Cabral Figueroa Gemignani
221 2015 16717 CAZÓN, Raúl Cancio s/recurso de casación 24507.15 25/02/2015 1 Cabral Figueroa Gemignani
223 2015 981/2013 PÉREZ, Julio César s/ recurso de casación 24512.15 27/02/2015 1 Cabral Figueroa Gemignani
224 2015 FGR 6175/2014/PL1/7/1/CFC4 GÓMEZ, Leandro Gabriel s/recurso de casación 208.15 27/02/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
FGR
226 2015 ROMERO, Lorena s/ recurso de casación 210.15 27/02/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
6175/2014/PL1/12/1/1/CFC3
227 2015 186/2013 LEDESMA, Pedro Alberto s/recurso de casación 292.15 12/03/2015 3 Riggi Catucci Figueroa
230 2015 1844/2013 Pérez Ojeda, Eugenio s/ recurso de casación 363.15 13/03/2015 4 Borinsky Gemignani
FMZ
232 2015 LEDESMA, Pedro Alberto s/recurso de casación 371.15 27/03/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
96002420/2012/TO1/1/1/CFC1
233 2015 CCC 10833/2010/TO1/CFC1 Castillo, Esteban Roberto s/ recurso de casación 502.15 30/03/2015 4 Borinsky Gemignani Hornos
235 2015 1066/2013 MARÍN CARAPI, Adolfo s/recurso de casación 541.15 10/04/2015 3 Riggi Catucci Figueroa
236 2015 FCT 21000049/2013/7/CFC2 QUINTANA, Andrés Javier s/recurso de casación 526.15 14/04/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
239 2015 FCR 12009504/2012/TO1/CFC1 DÍAZ, Ramón Angel s/recurso de casación. 680.15 29/04/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
243 2015 CCC 31804/2012/TO1/CFC1 AGUIRRE, Franco Iván s/ recurso de casación 928.15 20/05/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
246 2015 CCC 48456/2010/TO2/CFC1 LIENDO, Hugo A. s/recurso de casación 942.15 22/05/2015 4 Hornos gemignani Borinsky
249 2015 CCC 35/2014/TO1/CFC1 JUÁREZ, Claudio Oscar s/ recurso de casación 997.15 28/05/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
251 2015 FCR 82002398/2012/CFC1 – CA1 ESPÍNOLA, Emiliano s/recurso de casación. 329.15 2/06/2015 1 Cabral Figueroa Hornos
253 2015 CCC 10061/2012/PL1/CFC1 CEJAS, Daniel Eduardo s/ recurso de casación 1061.15 4/06/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
255 2015 CFP 43922/2008/TO1/CFC1 ISLA Armando Evangelista s/recurso de casación 952.15 5/06/2015 3 Borinsky Cabral Hornos
256 2015 CCC 55187/2008/TO1/CFC1 TRUYEN, Carlos Oscar s/ recurso de casación 1026.15 11/06/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
Riggi,
MARTÍNEZ, María Cristina y otro s/recurso de
257 2015 FBB 31000269/2010/TO1/CFC1 1060.15 17/06/2015 3 Riggi Figueroa Catucci,
casación
Figueroa
258 2015 CCC 740054182/2012/PL1/CFC1 KREFF, Leonardo Gabriel s/ recurso de casación 866.15 18/06/2015 2 David Slokar Catucci
259 2015 CCC 41502/2009/TO1/CFC1 SEGURA, Hermes Joel s/ recurso de casación 1222.15 24/06/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
261 2015 FSA 71003881/2013/TO1/CFC1 DÍAZ, Raúl s/recurso de casación. 1236.15 26/06/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
FRO 94005156/2012/1/RH1-
262 2015 BISCARRA, Luis Eduardo s/recurso de casación 590.15 26/06/2015 1 Cabral Figueroa Hornos
CFC1,
264 2015 69345/2013/TO1/CFC1 FERNÁNDEZ, Luis Eusebio s/ recurso de casación 491.15 30/06/2015 1 Cabral Figueroa Hornos
T100
265 2015 3506 RUTTIA, Walterio Ceferino s/ recurso de casación 433/15 30/06/2015 1 Cabral Figueroa Hornos
bis
266 2015 1123 VERA LIMA, Martín y otro s/recurso de casación 1277.15 30/06/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
268 2015 CCC 46858/2012/TO1/CFC1 PEREZ, Ángel Daniel s/ recurso de casación 1307.15 6/07/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
270 2015 CCC 43779/2010/TO1/2/CFC2 DA LUIZ, Antonia s/ recurso de casación 1211.15 14/07/2015 3 Riggi Catucci Figueroa
271 2015 CCC 73081910/2013/TO1/CFC1 PÉREZ, Raúl Horacio s/recurso de casación 1458.15 17/07/2015 4 hornos Gemignani Borinsky
273 2015 CFP 7927/2012/TO1/CFC2 YUCRA COARITE, Vìctor s/recurso de casación 1359.15 20/08/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
274 2015 FCR 91001215/2012/TO1/CFC1 BARBOZA, Cristobal s/recurso de casación 1373.15 24/08/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
FBB
275 2015 MARIÑO, Héctor Oscar s/recurso de casación 1368.15 24/08/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
22000145/2011/TO1/5/CFC1
277 2015 FPO 14969/2013/13/1/CFC2 NÚÑEZ, Héctor Daniel s/recurso de casación 783.15 31/08/2015 1 Vazquez Boico Frontini
278 2015 CCC 22509/2011/PL1/2/1/CFC1 FABREGAS, Claudio Raúl s/ recurso de casación 1646.15 31/08/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
279 2015 CCC 24833/2014/TO1/CFC1 AISEMBERG, Aaron s/recurso de casación 1486.15 3/09/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
280 2015 CCC 29218/2013/2/RH2 ASCONA, Juan Manuel s/ recurso de casación 1547.15 29/09/2015 2 Slokar Ledesma David
281 2015 CCC 30958/2012/TO1/CFC1 GIMENEZ Walter Javier s/recurso de casación 956.15 30/09/2015 1 Figueroa Boico Frontini
282 2015 CCC 63013142/2012/PL1/CFC1 LAZARTE, Néstor Daniel s/ recurso de casación 1740.15 5/10/2015 3 Riggi Catucci Borinsky
283 2015 CCC 32758/2010/TO1/CFC1 R., E. A. s/recurso de casación 1605.15 6/10/2015 2 Slokar Ledesma David
CCC
289 2015 PARADA, Néstor Arnoldo s/ recurso de casación 1774.15 3/11/2015 2 Slokar Ledesma David
6500833625/2012/TO1/CFC1
290 2015 FSM 70662/2014/8/RH2 SANTOS, Manuel y otro s/recurso de queja 2201.15 19/11/2015 4 Borinsky Gemignani Hornos
292 2015 66159/2013/TO1/CFC1 RAMÍREZ, Juan Ramón s/ recurso de casación 2082.15 1/12/2015 3 Riggi Catucci Borinsky
294 2015 FBB 31000758/2011/4 BASSA, Luis Javier y otro s/recurso de casación 2120.15 11/12/2015 3 Catucci Riggi Borinsky
295 2015 FRO 14969/2013/9/CFC1 CARDOZO, José Antonio s/recurso de casación 1298.15 11/12/2015 1 Figueroa Frontini Boico
FLP
296 2015 QUISPE CRUZ, Walter s/recurso de casación 1288.15 11/12/2015 1 Frontini Boico FIgueroa
60002696/2013/TO1/8/CFC1
297 2015 16013/2012/TO1/CFC1 CAPIZZI, Osvaldo Cesar s/recurso de casación 2130.15 14/12/2015 3 Riggi Catucci Borinsky
298 2015 FSM 51717/2014/TO1/13/CFC1 AGUILAR, Nicolas Eduardo s/recurso de casación 2120.15 22/12/2015 2 Slokar Ledesma David
300 2015 FBB 4964/2014/TO1/CFC1 DÍAZ, Argentino s/ recurso de casación 2471.15 23/12/2015 4 Hornos Gemignani Borinsky
305 2016 CCC 51367/2011/TO1/CFC1 VEGA, Gerardo Daniel s/ abuso sexual 10.16 1/02/2016 1 Boico Frontini Figueroa
307 2016 CFP 12454/2014/1/CFC1 QUINTANA, Manuel s/recurso de casación 42.16 2/02/2016 1 Figueroa Boico Frontini
309 2016 FSM 2187/2009/13/CFC2 PÉREZ, Juan Carlos s/ recurso de casación 3/02/2016 1 Figueroa Boico Frontini
1.032/16.1
T100
312 2016 FPA 2380/2013/TO1/14/1/CFC3 GÓMEZ, Luis Alberto s/ recurso de casación 4/02/2016 1 Boico Frontini Figueroa
146/16
314 2016 16641/2013/TO01/CFC1 CASTOLDI Marcelo s/recurso de casación 117.16 4/02/2016 1 Boico Frontini Figueroa
T100
315 2016 CCC 7875/2011/PL1/CFC1 MASINI, Ezequiel Matías 4/02/2016 1 Boico Frontini Figueroa
123/16
318 2016 15594 SEVERI, Mauricio Daniel 122.16 25/02/2016 2 Ledesma Slokar David
320 2016 FMP72000647/2013/13/1/CFC1 BLANCO, Jose Constantino s/recurso de casación 247/16 15/03/2016 4 Hornos Gemignani Borinsky
322 2016 FMP 10019/2015/3/RH1 CONTRERAS, Patricia Lorena s/queja 250.16 17/03/2016 4 Hornos Gemignani Borinsky
323 2016 FBB 31000389/2009/3/CFC1 ROGERS, Luis Enrique s/ recurso extraordinario 259.16.4 17/03/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
325 2016 CCC 191/2012/CFC1 A., J. s/ recurso de casación 310.16.4 22/03/2016 4 Gemignani Borinsky Hornos
326 2016 FTU 400654/2008 TAVIANSKY, Ana Alicia s/ recurso de casación 367.16 31/03/2016 4 Borinsky Gemignani Hornos
328 2016 FBB 31000758/2011/7/CFC4 SANCHO, Sebastián s/ recurso de casación 408.16 13/04/2016 3 Catucci Riggi Gemignani
329 2016 CCC 3125/2011/TO1/CFC1 ALFONZO, Gabriel s/ recurso de casación 415.16 13/04/2016 3 Catucci Riggi Gemignani
330 2016 CFP 11552/2014/CFC1 N.N. s/recurso de casación 403.16 14/04/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
331 2016 CCC 560031293/2012/PL1/CFC1 DIAZ, Nicolás s/ recurso de casación 624.16 22/04/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
332 2016 CCC 35371/2012/PL1/CFC1 QUERQUES, Luis Alberto s/ recurso de casación 626.16 25/04/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
FSA
336 2016 DIAZ, Raúl s/ recurso de casación 493.16 28/04/2016 4 Gemignani Borinsky Hornos
71003881/2013/TO1/3/CFC2
FCR
339 2016 MORALES, Víctor Antonio s/ recurso de casación 533.16 4/05/2016 3 Riggi Catucci Gemignani
52019152/2010/TO1/49/CFC1
341 2016 CFP 14351/2010/43/CFC3 RIVERO, Hugo Victor s/ recurso de casación 554 Bis.16 6/05/2016 4 Gemignani Hornos Borinsky
342 2016 CFP 14351/2010/37/CFC2 ROJAS, Claudia Noemí s/ recurso de casación 555.16 6/05/2016 4 Gemignani Hornos Borinsky
346 2016 FLP 40976/2015/1/1/CFC1 CAMILLETI, Enzo Leonardo s/ recurso de casación 596.16 16/05/2016 3 Catucci Gemignani
347 2016 CCC 27931/2012/TO1/CFC1 FERNANDEZ, Jorge Luis s/ recurso de casación 848.16 17/05/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
352 2016 FSM 12196/2013/TO1/20/CFC2 RIOS, Sofía Elizabeth s/ recurso de casación 648.16 20/05/2016 3 Riggi Catucci Gemignani
354 2016 FMP 5257/2013/25/1/CFC2 FAY, Daniel Alberto y otros s/recurso de casación 645.16 26/05/2016 4 Gemignani Hornos Borinsky
355 2016 FMP 22615/2015/6/RH1 CHEN, Zhen Xiong s/ infracción ley 26.364 649.16 27/05/2016 4 Gemignani Borinsky Hornos
358 2016 FCR 91001035/2010/TO1/CFC1 PARRA, Luisa s/ recurso de casación 969.16 3/06/2016 1 Borinsky Hornos Figueroa
360 2016 CCC 1813/2014/PL1/CFC2 ESTECHE, Ariel Esteban s/ recurso de casación 1017.16.1 7/06/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
361 2016 FSM 2187/2009/13/CFC2 PÉREZ, Juan Carlos s/ recurso de casación 1032.16 8/06/2016 1 Borinsky Figueroa Hornos
362 2016 42817 SEQUEIRA, David Gabriel s/ recurso de casación 1034.16.1 8/06/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
363 2016 CCC 1813/2014/PL1/CFC3 ESTECHE, Ariel Esteban s/ recurso de casación 1044.16.1 13/06/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
367 2016 1884/2013 MEZA, Francisco Alberto s/ recurso de casación 1152.16.1 24/06/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
368 2016 CCC 40305/2014/CFC2 GUTIERREZ, Alejandro s/ hábeas corpus 1169.16 5/07/2016 2 Ledesma Slokar David
369 2016 1065/2013 CABRINI, Roberto y otro s/ recurso de casación 1177.16 6/07/2016 2 Ledesma Slokar David
370 2016 CFP 2714/2015/1/CFC1 N.N. s/ recurso de casación 1274.16 6/07/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
371 2016 CFP 11608/2013/1/CFC1 BAN, Sang Hyun y otro s/ recurso de casación 877.16 7/07/2016 4 Borinsky Hornos Gemignani
373 2016 CCC 7793/2012/TO1/3/CFC1 KAPLINSKY, Daniel Isaac s/ recurso de casación 1280.16 7/07/2016 1 Figueroa Hornos Borinsky
375 2016 FBB 13095/2014/TO1/4/CFC1 OLGUÍN, Claudia Susana s/ recurso de casación 957.16 13/07/2016 3 Riggi Catucci Gemignani
377 2016 FMP 747/2015/4/1/CFC1 N.N. s/ recurso de casación 1357.16 14/07/2016 1 Figueroa Hornos Borinsky
382 2016 CFP 12303/2012/TO1/CFC1 SERRANO ESTRADA, Sonia s/recurso de casación 990.16 15/07/2016 3 Catucci Riggi
383 2016 CCC 39148/2000/TO1/1/CFC1 BERNARDEZ, Martín Ariel s/ recurso de casación 1369.16 15/07/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
388 2016 FTU 831030/2012/1/1/CFC1 ARIAS, Christian Ariel s/ recurso de casación 1427.16.1 4/08/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
389 2016 FLP 40976/2015/13/1/CFC2 MAZUR, Iván Víctor Elías s/ recurso de casación 1037.16 9/08/2016 3 Gemignani Riggi Catucci
391 2016 CCC 24923/2011/TO1/CFC1 ANDRIEU, Luis Eduardo s/ recurso de casación 1357.16 11/08/2016 2 Ledesma Slokar David
394 2016 FSM 76000339/2009/1/CFC2 FERREIRA, Alicia Andrea s/ recurso de casación 1529.16 25/08/2016 1 Borinsky Hornos Figueroa
396 2016 FRO 27459/2016/CFC1 SHI Qiuxia y otros s/ habeas corpus 1065.16 30/08/2016 4 Hornos Borinsky
400 2016 FSM 8146/2013/1/1/CFC1 CRUZ SOLIZ, José y otro s/ recurso de casación 1082.16 5/09/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
401 2016 CCC 21628/2012/TO1/CFC1 SESIN, Fabián Gerardo s/ recurso de casación 1640.16 8/09/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
FPO
402 2016 NUÑEZ, Ariel Silvestre s/ recurso de casación 1193.16 9/09/2016 3 Riggi Catucci Gemignani
12009410/2012/TO1/18/1/CFC1
404 2016 FCB 12002021/2013/15/CFC3 ARIAS, Osvaldo Emilio s/ recurso de casación 1232.16 15/09/2016 3 Riggi Gemignani Catucci
407 2016 CCC 23454/2009/2/CFC1 CORREA, Marco Antonio s/ recurso de casación 1250.16 19/09/2016 3 Hornos Gemignani Figueroa
410 2016 FCB 6458/2015/TO1/6/CFC1 MAMANI CUSSI, Marleni s/ recurso de casación 1292.16 29/09/2016 3 Catucci Riggi Gemignani
414 2016 FMP 22615/2015/6/1/CFC1 CHEN, Zhen Xiong s/ recurso de casación 1297.16 14/10/2016 4 Gemignani Hornos Borinsky
415 2016 FCB 53200042/2012/TO1/CFC1 FARSI, Ruth Elizabeth s/ recurso de casación 1302.16 14/10/2016 4 Gemignani Hornos Borinsky
417 2016 FLP 9195/2014/CA1 LIVA, Orlando Rubén s/ recurso de casación 2055.16 17/10/2016 2 Slokar Ledesma David
420 2016 CCC 22452/2011/TO1/CFC1 GONZÁLEZ RÍOS, Pablo s/ recurso de casación 1315.16 19/10/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
421 2016 FMP 18136/2014/1/1/CFC1 N.N por infracción art. 303 1318.16 19/10/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
422 2016 FLP 510899/2012/CFC1 LUNA VILA, Diana s/ recurso de casación 1337.16 20/10/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
FCB
425 2016 GAUNA, Omar Marcelo s/ infracción ley 26.364 1997.16 25/10/2016 1 Borinsky Figueroa Hornos
67000231/2012/TO1/2/CFC2
FCB
426 2016 GAUNA, Omar Marcelo s/ recurso de casación 1997.16 25/10/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
67000231/2012/TO1/2/CFC1
429 2016 FPA 1666/2013/TO1/CFC1 VERA, Cesar Augusto s/ recurso de Casacion 2210.16 2/11/2016 2 Ledesma Slokar David
430 2016 CCC 24907/2014/TO1/CFC3 H.L.O s/ recurso de casación 2123.16.1 3/11/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
431 2016 CCC 33069/2013/1/1/CFC1 VILLALBA, Roberto Martín s/ recurso de casación 2143.16.1 7/11/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
433 2016 CCC 4593/2012/3/CFC1 ARIAS, Diego Adrián s/ recurso de casación 2183.16.1 10/11/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
435 2016 FMP 61008403/2013/1/1/CFC1 RODRIGUEZ, Ariel Ramón s/ recurso de casación 1462 bis.16 15/11/2016 4 Hornos Borinsky Gemignani
437 2016 FRO 12833/2014/3/CFC1 BARRIOS, Claudia Marta s/ legajo de apelación 2240.16 21/11/2016 1 Figueroa Hornos Borinsky
438 2016 FSM 76000339/2009/1/1 GARCÍA, Leticia Ester s/ recurso extraordinario 2247.16 22/11/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
443 2016 CCC 48807/2012/T01/CFC1 F.F.M. s/ recurso de casación 2274.16.1 25/11/2016 1 Figueroa Borinsky Hornos
445 2016 CCC 45605/2011/T01/CFC2 AGUILAR LUNA, Iván Guillermo 2307.16.1 30/11/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
446 2016 FRE 52000403/2013/7/CFC1 PESCIALLO, Estela Esther s/recurso de casación 2351.16 1/12/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
FSA
450 2016 CACHAGUA, Carlos David s/ infracción ley 26.364 2402.16 14/12/2016 1 Borinsky Figueroa Hornos
12000174/2013/TO01/CFC001
454 2016 FLP 49316/2014/1/1/CFC1 LARROZA, Julio César s/recurso de casacion 1698.16 21/12/2016 3 Riggi Gemignani Catucci
455 2016 FRO 15296/2013/2/1/CFC1 RODRÍGUEZ, Gisela Luján s/recurso de casación 2532.16 22/12/2016 1 Borinsky Figueroa Hornos
456 2016 CCC 19216/2013/T01/CFC1 MARIANI, Rubén Eduardo s/ recurso de casación 2531.16.1 22/12/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
459 2016 FLP 7277/2014/2/1/CFC1 N.N. s/recurso de casación 2591.16 28/12/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
461 2016 FMP 72000704/2013/1/CFC1 ZÁRATE, Carlos Alberto s/ recurso de casación 2626.16 29/12/2016 1 Hornos Borinsky Figueroa
462 2016 FMP 12017382/2013/2/CFC1 BALDINO, Pascual y otro s/ recurso de casación 2606.16 29/12/2016 1 Borinsky Figueroa Hornos
476 2017 FLP 2187/2013/20/CFC5 ROA, Elida Esther s/ legajo de casación 149.17 9/03/2017 4 Hornos Borinsky
477 2017 FLP 2187/2013/17/1/CFC7 ROA, Elida Esther s/ legajo de casación 150.17 9/03/2017 4 Hornos Borinsky
FSA
478 2017 DIAZ, Raúl s/ recurso de casación 200.17.4 20/03/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
71003881/2013/TO1/3/CFC2
479 2017 FTU 18179/2016/CFC1 CARO, Cecilia Patricia s/ recurso de casación 210.17.4 23/03/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
480 2017 CCC 32423/2012/2/1/CFC1 A.C.A. s/ recurso de casación 156.17 28/03/2017 1 Hornos Borinsky Figueroa
481 2017 FPA 6851/2014/TO1/CFC1 MARTÍNEZ, Carlos José s/ recurso de casación 159.17 29/03/2017 1 Riggi Figueroa Catucci
FCR
484 2017 ARENAS, Verónica Ruth s/ recurso de casación 179.17 30/03/2017 1 Hornos Borinsky Figueroa
94046538/2010/TO1/1/CFC1
489 2017 FTU 9277/2014/3/RH2 GODOY, María Noelia s/ recurso de casación 398.17 5/04/2017 2 Slokar Ledesma David
CFP 14216/2003/TO2/CFC7-
493 2017 CRESPI, Jorge Raúl y otros s/ recurso de casación 394.17 25/04/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
CFC345
494 2017 FPA 91002367/2013/TO1/CFC1 LANER, José María s/ recurso de casación 367.17 26/04/2017 1 Figueroa Catucci Riggi
FRE
496 2017 DE LOS SANTOS, Ernesto s/ recurso de casación 565.17 18/05/2017 1 Borinsky Hornos Figueroa
32000549/2010/TO1/5/CFC1
499 2017 CCC 39167/2015/2/1/CFC4 AGUADA, Mariana Celeste s/ recurso de casación 701.17 6/06/2017 2 Ledesma Slokar Figueroa
501 2017 1779 GARAY, Nieves Susana s/ legajo de casación 723.17 7/06/2017 1 Riggi Catucci Figueroa
504 2017 FMP 2402/2014/3/1/CFC1 PORCO Juan s/ recurso de casación 827.17 29/06/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
507 2017 CCC 39236/2010/TO1/2/CFC1 ROJAS, Esteban s/ recurso de casación 738.17 14/07/2017 3 Hornos Gemignani Ledesma
509 2017 FBB 212/2013/TO1/10/CFC1 PASI, Beatriz y otros s/ recurso de casación 1025/17.4 11/08/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
510 2017 FCB 53200033/2012/TO1/CFC1 DEZORZI, Valeria s/ recurso de casación 1003.17 15/08/2017 2 Ledesma Slokar Mahiques
511 2017 FMP 25502/2014/3/1/CFC1 CONSTANTINO, Juan s/recurso de casación 1007.17 15/08/2017 2 Ledesma Slokar Mahiques
518 2017 FSA 3436/2017/1/CFC1 GUTIERREZ, Claudio Julián s/ recurso de casación 1409.17 13/10/2017 4 Gemignani Hornos Borinsky
521 2017 CCC 78594/2016/1/CFC1 N.N s/ recurso de casación 1464.17 3/11/2017 2 Ledesma Slokar Figueroa
523 2017 CFP 15163/2010/1/CFC1 LEE Sang Ick s/ recurso de casación 1589.17 29/11/2017 2 Figueroa Ledesma Slokar
528 2017 FSA 8398/2014/TO1/CFC1 J.M.A s/ recurso de casación 1718.17 22/12/2017 1 Catucci Riggi Figueroa
530 2017 FLP 7745/2014/TO1/7/CFC4 LEMA PÉREZ, Hugo Jaime s/ recurso de casación 1897.17.4 28/12/2017 4 Hornos Borinsky Gemignani
531 2017 FRE 2490/2014/TO1/5/CFC2 CASTILLO, Ramón Gabriel s/ recurso de casación 1911.17 29/12/2017 2 Ledesma Slokar Figueroa
532 2017 FCB 6458/2015/T01/CFC2 MAMANI CUSSI, Marleni s/ recurso de casación 1764.17 29/12/2017 3 Mahiques Gemignani Riggi
534 2018 FMZ 13017007/2011/1/RH1 RAMIREZ, Carlos Raúl s/ recurso de casación 2.18 6/02/2018 2 Ledesma Slokar Figueroa
536 2018 FCB 53170044/2011/TO1/CFC1 PIVA, Juan José y otros s/ recurso de casación 72.18 1/03/2018 1 Figueroa Riggi Catucci
537 2018 FMP 10902/2015/8/2/CFC6 MANSILLA, Sergio Rubén s/ recurso de casación 57.18 1/03/2018 4 Borinsky Hornos
538 2018 FMP 10902/2015/1/3/CFC4 MANSILLA, Sergio Rubén s/ recurso de casación 55.18 1/03/2018 4 Borinsky Hornos
540 2018 CPE 1431/2013/12/CFC2 LIN, Wanbiao s/ legajo de casación 130.18 15/03/2018 4 Borinsky Gemignani Hornos
542 2018 FCR 13740/2014/TO1/3/CFC1 ROTELA, Mariela Haydee s/ recurso de casación 164.18 21/03/2018 3 Riggi Mahiquea Catucci
543 2018 FMP 5257/2013/19/1/CFC4 SASIAIN, Mario Alberto s/ recurso de casación 170.18 21/03/2018 4 Gemignani Hornos Borinsky
CFP 230/2011/TO1/2/CFC2 –
545 2018 GUILLEMET, Gastón s/ recurso de casación 185.18 27/03/2018 2 Slokar Figueroa Ledesma
CFC4
FMZ
547 2018 AGÜERO, Gustavo s/ infracción ley 26.364 214.18 10/04/2018 1 Figueroa Catucci Riggi
13018138/2012/TO1/1/CFC1
551 2018 FMP 72000680/2013/8/CFC2 CASTRO, Patricio Claudio s/ recurso de casación 323.18 13/04/2018 3 Mahiques Riggi Catucci
552 2018 FMZ 9582/2014/TO1/5/CFC1 ESTEBAN, Jorge Daniel s/ recurso de casación 308.18 13/04/2018 3 Gemignani Mahiques Riggi
553 2018 FMP 25901/2017/10/RH1 Recurso de Queja Nº 10 – s/ infracción ley 26.364 287.18 23/04/2018 1 Hornos Figueroa Mahiques
555 2018 FSM 2407/2012/TO1/CFC1 SANCHEZ, Julio Alberto s/ recurso de casación 400.18 8/05/2018 2 Ledesma Slokar Figueroa
557 2018 FMP 15970/2016/10/1/CFC2 TORRES, Sergio Daniel s/ recurso de casación 422.18 11/05/2018 2 Slokar Figueroa Ledesma
558 2018 FMP 13910/2014/1/CFC1 MAJUL, Rubén Darío s/ recurso de casación 431.18 14/05/2018 2 Slokar Figueroa Ledesma
563 2018 FSA 9988/2017/1/CFC1 NARAYA, Luis Francisco s/ recurso de casación 551.18 29/05/2018 4 Hornos Borinsky Gemignani
565 2018 FRO 11676/2015/TO1/CFC1 MIÑO, Marcela Beatriz s/ recurso de casación 701.18 22/06/2018 2 Figueroa Ledesma Slokar
FLP
566 2018 SPECOGNA, Adrián s/ recurso de casación 723.18 26/06/2018 2 Ledesma Slokar Figueroa
62011258/2011/TO1/6/CFC1
567 2018 CFP 10411/2016/3/CFC1 GEMIGNANI, Juan Carlos s/ recurso de casación 554.18 27/06/2018 1 Hornos Mahiques Riggi
568 2018 FMP 35384/2017/1/1/CFC1 ALONSO, Jorge Marcelo s/ recurso de casación 834.18 3/07/2018 2 Slokar Figueroa Ledesma
569 2018 FMP 10902/2015/TO2/16/CFC9 MARTINEZ, Carlos Alberto s/ recurso de casación 783.18 4/07/2018 4 Gemignani Borinsky Hornos
570 2018 FMP 5257/2013/35/RH6/CFC3 FAY, Daniel Alberto por infracción ley 26.364 825.18 6/07/2018 4 Hornos Borinsky Figueroa
571 2018 FMP 10902/2015/TO2/15/CFC8 MANSILLA, Rubén Ernesto s/ recurso de casación 849.18 12/07/2018 4 Borinsky Gemignani Hornos
574 2018 CCC 44223/2015/TO1/2/CFC1 TAN, Alberto Martín s/ recurso de casación 711.18 6/08/2018 1 Hornos Mahiques Figueroa
575 2018 CFP 10972/2016/CFC1 CARRIL, Juan Ignacio s/ recurso de casación 1090.18 8/08/2018 2 Ledesma Slokar Figueroa
583 2018 FCR 52019408/2013/1/CFC1 MIERES, Martín y otros s/ recurso de casación 1212.18 14/09/2018 4 Gemignani Borinsky Hornos
586 2018 FMP 15950/2015/20/1/CFC3 GONZÁLEZ, Silvia Alejandra s/ legajo de casación 1031.18 5/10/2018 1 Barroetaveña Petrone Figueroa
FMZ
589 2018 EGEA, Oscar Isidro s/ recurso de casación 1389.18 19/10/2018 3 Mahiques Catucci Riggi
62000098/2013/TO1/4/CFC1
590 2018 FLP 44011/2015/CFC1 N.N. S/ infracción art. 145 bis 1º párrafo 1492.18 23/10/2018 4 Hornos Gemignani Borinsky
FCR
591 2018 DÍAZ SOTO, Ramón Ángel s/ recurso de casación 1445.18 30/10/2018 3 Mahiques Catucci Riggi
12009504/2012/TO1/8/3/CFC3
593 2018 CFP 6023/2013/TO1/29/CFC6 TOMASI, Silvio Ángel s/ recurso de casación 1483.18 9/11/2018 3 Riggi Catucci Mahiques
595 2018 FPA 9143/2014/TO01/8/1 ALFONZO, Gustavo Darío s/ recurso de casación 1510.18 14/11/2018 1 Mahiques Hornos Figueroa
600 2018 FSA 13451/2017/T01/2/1/CFC1 ROJAS FLORES, Rosalía s/ recurso de casación 1946.18.4 12/12/2018 4 Borinsky Hornos Gemignani
601 2018 FSM 3208/2016/TO1/CFC2 MANSILLA, Beatriz Leonor s/ recurso de casación 2281.18 18/12/2018 2 Slokar Ledesma Yacobucci
602 2018 FMP 3329/2014/2/CFC1 SEGURA, Mauricio Ariel s/ recurso de casación 1836.18 20/12/2018 1 Hornos Mahiques Figueroa
604 2018 CFP 8667/2012/TO1/12/CFC14 QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 1958.18 26/12/2018 1 Mahiques Figueroa Hornos
610 2019 FSA 22001044/2012/TO1/CFC1 JUÁREZ, Jorge Mauricio s/ recurso de casación 106.19 19/02/2019 2 Ledesma Yacobucci Slokar
611 2019 FSM 69301/2017/TO1/4/CFC1 PLATA, Eddy Alberto s/ recurso de casación 12.19 20/02/2019 3 Catucci Mahiques Riggi
612 2019 CCC 6632/2010/TO1/CFC1-CFC6 INSFRAN, Jorge Eduardo s/ recurso de casación 19.19 21/02/2019 3 Mahiques Catucci Riggi
615 2019 FMP 91031869/2009/TO1/CFC3 SECCHI, Julio Alberto s/recurso de casación 339.19 15/03/2019 1 Figueroa Barroetaveña Petrone
616 2019 FBB 31000757/2011/TO1/CFC2 SILVA, Marta Arminda s/ recurso de casación 214.19 20/03/2019 3 Riggi Catucci Mahiques
618 2019 CFP 11958/2017/2/CFC1 ARCIDIÁCONO, Lorenzo s/ recurso de casación 524.19 29/03/2019 4 Borinsky Carbajo Hornos
620 2019 CFP 7677/2014/TO1/CFC14 LANDRIEL, Daniel s/ recurso de casación 560.19 9/04/2019 2 Ledesma Yascobucci Slokar
621 2019 CFP 4684/2012/TO1/CFC1 BESMALINOVICH, Ezequiel s/ recurso de casación 570.19 15/04/2019 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
623 2019 FCR 33002476/2012/TO1/CFC1 ZEQUEIRA, Gisela Romina s/ recurso de casación 746.19 26/04/2019 2 Yacobucci Slokar Ledesma
624 2019 FCT 97/2013/TO1 GIMÉNEZ, Iván y otro s/ recurso de casación 763.19.4 30/04/2019 4 Hornos Borinsky Carbajo
625 2019 CFP 1885/2019/2/CFC1 CASTAÑEDA LOAYZA, Alexander Gerardo 797.19.4 2/05/2019 4 Hornos Borinsky Carbajo
FCR
626 2019 ESPÍNOLA, Emiliano s/ recurso de casación 708.19 3/05/2019 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
82002398/2012/TO1/3/CFC2
627 2019 FLP 78552/2018/CFC1 INTERNAS CPF IV s/ Habeas Corpus 712.19 6/05/2019 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
629 2019 FLP 2187/2013/TO1/CFC12 GONZÁLEZ, Carlos Alberto s/ recurso de casación 990.19 23/05/2019 4 Borinsky Carbajo Hornos
630 2019 CCC 19196/2018/TO1/8/CFC2 WU, Lin s/ recurso de casación 1000.19 24/05/2019 4 Borinsky Carbajo Hornos
631 2019 CFP 14717/2017/TO1/11/CFC1 C.A.S s/ recurso de casación 873.19 24/05/2019 1 Barroetaveña Petrone Figueroa
632 2019 FCT 97/2013/TO1 GIMÉNEZ, Iván y otro s/ recurso de casación 1243.19 4/06/2019 4 Borinsky Hornos Carbajo
633 2019 FSA 12000313/2011/CFC1 BARRIOS, María Elena s/ recurso de casación 1007.19 13/06/2019 1 Barroetaveña Petrone Figueroa
FCR
635 2019 ARENAS, Verónica Ruth s/ recurso de casación 1082.19 25/06/2019 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
94046538/2010/T01/2/1/CPC2
637 2019 FSM 44531/2014/TO1/3/CFC1 LÓPEZ, Miguel Ricardo s/ recurso de casación 1242.19 16/07/2019 1 Figueroa Barroetaveña Borinsky
646 2019 FSM 66512/2014/TO1/CFC1 AMARILLA, Sandra y otro s/ recurso de casación 1742.19 25/09/2019 3 Riggi Catucci Gemignani
653 2019 FRO 36448/2015/TO1/5/CFC2 CORIA, Gustavo Fabián s/ recurso de casación 2055.19.4 10/10/2019 4 Borinsky x x
654 2019 FBB 7255/2019/4/RH1 ROJAS, Alexander s/ recurso de casación 2144.19 24/10/2019 4 Borinsky Carbajo Hornos
655 2019 CFP 6023/2013/TO1/29/CFC14 TOMASI, Silvio Ángel s/ recurso de casación 2045.19 25/10/2019 3 Riggi Catucci Gemignani
658 2019 CFP 6023/2013/TO1/27/CFC16 TOMASI, Graciela Delia s/ recurso de casación 2047.19 25/10/2019 3 Riggi Catucci Gemignani
659 2019 CFP 8667/2012/TO1/16/CFC15 QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 1953.19 31/10/2019 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
661 2019 FTU 2232/2015/CFC1 NADER, Martha Celsa s/ recurso de casación 2200.19 6/11/2019 2 Ledesma Yacobucci Slokar
FMP
662 2019 LÓPEZ VILLAGRA, María Azucena s/ ley 24.390 2247.19.4 7/11/2019 4 Hornos Borinsky Carbajo
8898/2014/TO1/17/1/CFC2
664 2019 FRE 13075/2017/TO1/CFC1 ORTIZ, Rita Andrea s/ recurso de casación 2263.19 13/11/2019 2 Slokar Ledesma Yacobucci
FBB
667 2019 CRUZ CARRIZO, Reyna s/ recurso de casación 2336.19 13/12/2019 3 Mahiques Riggi Catucci
22000035/2012/TO1/4/CFC1
FCR
669 2019 CHURQUINA, Virginia s/ recurso de casación 2577.19 16/12/2019 2 Yacobucci Slokar Ledesma
42000418/2013/TO1/11/CFC1
670 2019 FRO 41802/2017/14/CFC2 PERALTA, Pablo César s/ recurso de casación 2365.19 18/12/2019 3 Catucci Riggi Gemignani
Sala de
676 2020 CFP11536/2015/TO1/19/CFC4 CAMAÑO, Diego Fernando s/ recurso de casación 190.20 27/01/2020 Gemignani Riggi Petrone
Feria
CFP10546/2010/TO1/2/CFC3-
677 2020 CUENCA, Christian Hugo s/ recurso de casación 35.20 10/02/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
CFC1
678 2020 FSM 23128/2015/TO1/CFC3 TUCO CALISAYA, Abdon s/ recurso de casación 77.20 12/02/2020 3 Mahiques Catucci Riggi
FPA
679 2020 ROMERO, José Antonio s/ recurso de casación 91.20 13/02/2020 3 Mahiques Catucci Riggi
91002195/2011/TO1/1/1/CFC1
681 2020 FMP 29/2019/8/1/CFC1 GARCÍA, Ismael Raúl s/ recurso de casación 214.20 4/03/2020 4 Carbajo Borinsky Hornos
683 2020 FSM 1128/2012/TO1/CFC1 Martínez, Ana María s/ recurso de casación 300.20.4 10/03/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
Sala de
684 2020 CFP 14833/2018/TO1/6/CFC1 RAMIREZ, Sofía s/ recurso de casación 6.20 27/03/2020 Hornos Slokar Barroetaveña
Feria
Sala de
685 2020 FSM 41231/2018/TO1/6/1/CFC1 MIRANDA, Stella Maris s/ recurso de casación 7.20 27/03/2020 Hornos Slokar Barroetaveña
Feria
FGR Sala de
686 2020 COLMAN, Rosa Ángela s/ recurso de casación 22.20 27/03/2020 Hornos Slokar Barroetaveña
10014/2014/TO1/11/2/1/CFC3 Feria
Sala de
687 2020 CFP 11536/2015/TO1/13/CFC3 FRÍAS, Roberto Francisco s/ recurso de casación 35.20 2/04/2020 Gemignani Borinsky Petrone
Feria
Sala de
688 2020 CFP 9074/2018/TO1/6/CFC1 SPINOSO, Diego Alejandro s/ recurso de casación 64.20 3/04/2020 Gemignani Borinsky Petrone
Feria
Sala de
689 2020 CFP 11732/2014/TO1/4/CFC5 DE IRAZÚ, María Belén s/ recurso de casación 39.20 3/04/2020 Gemignani Borinsky Petrone
Feria
691 2020 CFP 10082/2013/TO1/8/CFC1 P. P., N. s/ recurso de casación 242.20 24/04/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
695 2020 FCB 24921/2015/TO1/4/1/CFC7 QUIROGA, Héctor Hugo s/ recurso de casación 279.20 5/05/2020 2 Slokar Mahiques Yacobucci
696 2020 CFP 9074/2018/TO1/6/CFC2 SPINOSO, Diego Alejandro s/ recurso de casación 305.20 5/05/2020 3 Catucci Riggi Gemignani
697 2020 FCB 52971/2014/TO1/3/CFC1 LANDRIEL, Abelardo s/ recurso de casación 344.20 12/05/2020 3 Gemignani Catucci Riggi
698 2020 FLP 116263/2018/2/CFC1 PAZ, Karina del Valle s/recurso de casación 376.20 13/05/2020 1 Barroetaveña Figueroa Petrone
700 2020 FSM 73790/2016/TO1/13/CFC2 BAZAN, Eduardo Daniel s/recurso de casación 401.20 18/05/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
FSM
701 2020 MONZÓN, Ricardo Atilio s/ recurso de casación 339.20 19/05/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
22049/2013/TO1/13/2/CFC8
703 2020 CFP 11732/2014/TO1/5/CFC6 DE IRAZÚ, María Belén s/ recurso de casación 345.20 19/05/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
704 2020 FSM 59877/2016/48/CFC3 AMIONE, Gisela Susana s/ recurso de casación 352.20 20/05/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
FSM
705 2020 DI PASCUA, Araceli Sandra s/ recurso de casación 438.20 21/05/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
133955/2017/TO1/31/CFC2
708 2020 CFP 6023/TO1/37/CFC19 TOMASI, Graciela Delia s/ recurso de casación 404.20 27/05/2020 3 Riggi Gemignani Catucci
709 2020 FSM 47823/2019/TO1/19/CFC2 VILLALBA, Alejandra s/ recurso de casación 413.20 2/06/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
711 2020 FRO 59640/2017/TO1/3/CFC1 NÚÑEZ, Miguel Ángel s/ recurso de casación 521.20 2/06/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
712 2020 CFP 6023/2013/TO1/29/CFC20 TOMASI, Silvio Ángel s/ recurso de casación 505.20 2/06/2020 3 Riggi Gemignani Catucci
CFP
713 2020 CABRAL, Raúl Armando s/recurso de casación 427.20 3/06/2020 2 Mahiques Slokar Yacobucci
14217/2003/TO2/77/CFC179
714 2020 CFP 17520/2017/TO1/1/CFC1 ARCE, Rogelio Martín s/ recurso de casación 750.20 5/06/2020 4 Hornos Carbajo
717 2020 CCC24676/2012/TO1/4/1/CFC1 VEGA, Cristian Alejandro s/ recurso de casación 507.20 17/06/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
718 2020 FMP 905/2017/TO1/26/CFC7 LUCERO, Domingo s/recurso de casación 670.20 18/06/2020 3 Catucci Riggi Gemignani
719 2020 CFP 17165/2017/TO1/13/CFC5 DINGDUAN, Jiang s/ ley 24.390 841.20 18/06/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
FLP
720 2020 BREGLIA, Félix Nicolás s/ recurso de casación 868.20 19/06/2020 4 Carbajo Hornos
7671/2015/TO1/37/1/CFC44
722 2020 CFP 2702/2018/TO1/6/CFC1 ISETTA, Juan Martín s/ recurso de casación 567.20 23/06/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
723 2020 FSM 47823/2019/TO1/20/CFC3 AQUINO, Cintia Noemí s/ recurso de casación 570.20 23/06/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
724 2020 FSM 47823/2019/TO1/21/CFC4 AQUINO, Sabrina Andrea s/ recurso de casación 571.20 23/06/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
725 2020 CFP 7774/2008/TO1/4/CFC3 ROJAS, Isabel s/ recurso de casación 730.20 23/06/2020 3 Riggi Catucci Gemignani
FSM
726 2020 SENA, Silvia Beatriz s/ recurso de casación 684.20 23/06/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
43816/2018/TO1/14/1/CFC4
727 2020 FSM 45111/2016/TO1/8/CFC5 MARQUARD, Ildemar s/ recurso de casación 701.20 25/06/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
728 2020 FPA 9143/2014/TO1/8/3/CFC4 ALFONZO, Gustavo Darío s/recurso de casación 723.20 26/06/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
730 2020 FSM 5740/2013/TO1/11/CFC7 FRÍAS, Carlos Alberto s/recurso de casación 777.3/20 30/06/2020 3 Gemignani Riggi Catucci
731 2020 FBB 26845/2018/TO1/9/1/CFC3 YORYOVICH, Yanina Luján s/ recurso de casación 759.20 1/07/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
736 2020 FCB 32342/2013/TO1/9/1/CFC3 LÓPEZ, Luis Adelmo s/ recurso de casación 842.20 7/07/2020 3 Gemignani Catucci Riggi
737 2020 FSM 20510/2018/TO1/1/1/CFC1 BORDÓN, Eliana Judit s/recurso de casación 809.20 8/07/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
738 2020 FBB 6556/2019/TO1/8/CFC2 CASTILLO, Jorge Ricardo s/recurso de casación 780.20 15/07/2020 2 Yacobucci Mahiques Slokar
739 2020 CFP 11536/2015/TO1/55/CFC5 ORTIZ, Cinthia Denise s/ recurso de casación 773.20 15/07/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
742 2020 CFP 18639/2017/TO1/9/CFC2 FAVALE, Gastón Rubén s/ recurso de casación 1105.20 21/07/2020 4 Carbajo Hornos
743 2020 18639/2017/TO1/13/CFC4 IOSELLI, Emmanuel Carlos s/ recurso de casación 1104.20 21/07/2020 4 Carbajo Hornos
744 2020 FSA9988/2017/T01/3/CFC3 NARAYA, Luis Francisco s/ recurso de casación 1123.20 22/07/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
FCB
746 2020 FECHA, Silvia Cristina s/ recurso de casación 864.20 24/07/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
24921/2015/TO1/3/1/CFC10
FLP 1431/2013/TO1/37/CFC4-
748 2020 ZHUANG, Jian s/ recurso de casación 1164.20 27/07/2020 4 Borinsky Hornos
CFC5
750 2020 CPE 1431/2013/TO1/45/CFC10 ZHUANG, Jian s/ recurso de casación 1242.20 31/07/2020 4 Borinsky Hornos
FBB
752 2020 MACAROFF, Paulina Aida s/ recurso de casación 944.20 3/08/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
26845/2018/TO1/19/1/CFC4
754 2020 FTU 35135/2018/TO1/6/CFC1 MEDINA, César Walter y otro s/ ley 24.390 1348.20 11/08/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
756 2020 FMP 35384/2017/TO1/8/CFC2 ALONSO, Jorge Marcelo s/ recurso de casación 1000.20 12/08/2020 2 Slokar Mahiques Yacobucci
757 2020 CPE 1431/2013/TO1/40/CFC8 ZHUANG, Jian s/ recurso de casación 1385.20.4 12/08/2020 4 Hornos Borinsky x
758 2020 FCB 24921/2015/TO1/6/CFC6 QUIROGA, Héctor Hugo s/ recurso de casación 1016.20 14/08/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
FLP
7671/2015/TO1/44/1/CFC22 y
759 2020 COQUEAN, Héctor Mario s/ recurso de casación 1412.20 14/08/2020 4 Carbajo Borinsky
FLP
7671/2015/TO1/44/1/CFC24
761 2020 CFP 17165/2017/TO1/14/CFC6 DINGDUAN, Jiang s/ recurso de casación 1447.20 19/08/2020 4 Hornos Carbajo
762 2020 FMZ 9582/2014/TO1/6/CFC2 ESTEBAN, Jorge Daniel s/ recurso de casación 1191.20 19/08/2020 3 Mahiques Riggi Catucci
FBB
764 2020 SORIA, Ángel Jesús s/recurso de casación 1464.20 20/08/2020 4 Borinsky Hornos x
92000776/2005/TO1/1/8/CFC8
766 2020 FBB 6556/2019/TO1/9/1/CFC3 MACAROFF, Deolinda s/ recurso de casación 1066.20 21/08/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
767 2020 FSA 9988/2017/TO1/3/1 NARAYA, Luis Francisco s/ recurso extraordinario 1473.20.4 21/08/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
769 2020 FBB 27255/2018/TO1/20/CFC11 RODAS, Silvina Úrsula s/recurso de casación 1083/20 25/08/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
FSM
770 2020 SENA, Silvia Beatriz s/ recurso de casación 1091.20 25/08/2020 1 Figueroa Petrone Ledesma
43816/2018/TO1/14/1/CFC5
FTU
771 2020 TAVIANSKY, Ana Alicia s/ recurso de casación 1505.20 25/08/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
400654/2008/16/CFC5
775 2020 FRO 60766/2017/4/CFC2 DORTO, Marcela Claudia s/ recurso de casación 1601.20 31/08/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
776 2020 FSM 23128/2015/TO1/13/CFC4 TUCO CALISAYA, Abdón s/ recurso de casación 0 1/09/2020 3 Catucci Riggi Gemignani
778 2020 FRO 41802/2017/1/7/CA5-CFC3 VIOTTO, Marisa Rita s/ recurso de casación 1553.20 8/09/2020 3 Gemignani Riggi Catucci
779 2020 FSA 13439/2019/22 QUISPE, María Virginia s/ recurso de casación 21/20 10/09/2020 4 Hornos Carbajo Borinsky
780 2020 CFP 17520/2017/TO1/2/CFC3 ARCE, Rogelio Martín s/ recurso de casación 1714.20 10/09/2020 4 Hornos Carbajo Borinsky
FCR
781 2020 ERNALZ, Juan Ramón s/ recurso de casación 1717.20 11/09/2020 4 Carbajo Hornos
10456/2016/TO1/13/1/CFC2
782 2020 FBB 6556/2019/TO1/10/1/CFC4 CASTILLO, Jorge Ricardo s/recurso de casación 1326.20 14/09/2020 2 Yacobucci Mahiques Slokar
783 2020 FPA 2369/2015/TO1/CFC1 RIVERO, Jorge Luis s/recurso de casación 1223.20 15/09/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
784 2020 FBB4693/2015/TO1/6/CFC1 CAMPO, Arturo Roque s/ ley 24.390 1751.20 15/09/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
785 2020 FLP 7671/2015/TO1/30/CFC51 SANTORO, Mauro Hernán s/ recurso de casación 1775.20 16/09/2020 4 Carbajo Borinsky
786 2020 FMP 29/2019/5/CFC2 GARCÍA, Ismael Raúl s/ recurso de casación 1778.20 16/09/2020 4 Carbajo Borinsky Hornos
788 2020 FGR 24037/2017/TO1/CFC1 BÁEZ, Jorge Daniel 1802.20 18/09/2020 4 Borinsky Hornos Carbajo
790 2020 FBB 10853/2014/TO1/6/CFC1 MAMANI CRUZ, Florinda s/ recurso de casación 1292.20 23/09/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
791 2020 FCR 53002821/2012/27/RH1 MEDINA, Zulema Victoria s/ recurso de queja 1834.20 23/09/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
792 2020 FBB 26845/2018/TO1/14/CFC2 YORYOVICH, Yanina Luján s/ recurso de casación 1301.20 24/09/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
FLP
793 2020 CARRAZZONE, Rubén Ernesto s/ ley 24.390 1854.20 24/09/2020 4 Borinsky Carbajo Hornos
21546/2017/TO1/12/1/CFC2
796 2020 CPE 1253/2017/TO1/11/2/CFC4 ARIAS, Yoseli Marlene s/ recurso de casación 1511.20 30/09/2020 2 Slokar Mahiques Yacobucci
FBB
797 2020 FERREYRA, Juan Carlos s/recurso de casación 1347.20 5/10/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
26845/2018/TO1/11/1/CFC5
FRO
799 2020 SARGENTI, Luis Alberto s/ recurso de casación 1622.20 13/10/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
30132/2016/TO1/13/2/CFC4
800 2020 FRO 11676/2015/TO2/2/CFC2 ROMERO, Aníbal Damián s/ recurso de casación 1634.20 14/10/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
802 2020 CFP 1121/2019/5/CFC4 UCHUPE MUÑOZ, Manuel s/ recurso de casación 1989.20 14/10/2020 3 Riggi Gemignani Catucci
803 2020 CFP 1121/2019/6/CFC6 UCHUPE MUÑOZ, Manuel s/ recurso de casación 1979.20 14/10/2020 3 Riggi Catucci Gemignani
FTU
804 2020 ACOSTA, Segundo Benito s/ recurso de casación 1959.20 14/10/2020 3 Riggi Catucci Gemignani
400795/2004/16/7/8/CFC34
805 2020 FTU 400133/2005/TO1/CFC8 ÁLVAREZ, Daniel y otros s/ recurso de casación 1403.20 15/10/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
806 2020 FMP 19687/2018/TO1/32/CFC5 FANESI, Luis Antonio s/ recurso de casación 1425.20 19/10/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
FCB
808 2020 VERGEZ, Héctor Pedro s/ recurso de casación 1502.20 29/19/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
35022396/2012/TO3/10/CFC2
FCR
810 2020 ÑANCUL, Daniel Amadeo s/ recurso de casación 1785.20 2/11/2020 2 Slokar Yacobucci Mahiques
13712/2016/TO1/7/4/CFC18
811 2020 FPA 4642/2019/TO1/4/CFC1 GARCÍA, Ángel Gerardo s/ recurso de casación 2161.20 3/11/2020 3 Catucci Gemignani Riggi
812 2020 FLP 7671/2015/TO1/59/CFC57 SANTORO, Mauro Hernán s/ recurso de casación 2218.20 4/11/2020 4 Carbajo Borinsky
815 2020 FSA 22001044/2012/TO1/CFC2 JUÁREZ, Jorge Mauricio s/ recurso de casación 1839.20 10/11/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
816 2020 FBB 7255/2019/TO1/CFC1 ROJAS, Alexander s/ recurso de casación 2259.20 10/11/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
820 2020 FRO 8512/2014/6/1/CFC1 PERALTA, Stella Maris s/ recurso de casación 2279.20 18/11/2020 3 Gemignani Riggi Catucci
822 2020 CFP 8667/2012/TO1/16/CFC16, QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 1618.20 19/11/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
FRO
825 2020 CARPIO, Lucio Omar s/ recurso de casación 1687.20 2/12/2020 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
83000135/2010/TO1/4/2/CFC2
826 2020 FSA 10719/2017/TO1/3/1/CFC1 GARCÍA, Ramón Ángel s/ recurso de casación 1690.20 2/12/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
827 2020 FTU 8795/2017/4/RH1 BULACIO, Carlos Alberto s/ recurso de queja 2061.20 3/12/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
828 2020 FRO 48631/2017/TO1/5/CFC1, DELGADO, Mario y otros s/ recurso de casación 2075.20 9/12/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
829 2020 FTU 25437/2018/TO1/14/CFC5 TORRES, José Luis s/ recurso de casación 2077.20 9/12/2020 2 Mahiques Yacobucci Slokar
FRO
833 2020 FERREYRA, Ricardo Silvio s/ recurso de casación 1807.20 17/12/2020 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
54000012/2007/TO1/29/CFC16
835 2020 FRE 7264/2018/TO1/CFC1 SOSA, Saturnino s/ recurso de casación 2250.20 23/12/2020 2 Yacobucci Slokar Mahiques
836 2020 FBB 7255/2019/TO1/5 ROJAS, Alexander s/ recurso extraordinario 2637.20.4 28/12/2020 4 Hornos Borinsky Carbajo
FSM Sala de
838 2021 MONZON, Ricardo Atilio s/ recurso de casación 35.21 13/01/2021 Catucci Gemignani Barroetaveña
22049/2013/TO1/13/1/CFC10 feria
839 2021 FBB 13095/2014/TO2/5/CFC3 ROMERO, Ricardo Héctor s/ recurso de casación 25.21 9/02/2021 3 Borinsky Carbajo
840 2021 FCR 1447/2013/TO2/8/CFC1 VILLAGRA, Yanina Andrea s/ recurso de casación 161.21 3/03/2021 4 Borinsky Carbajo Ledesma
842 2021 CFP 3969/2009/TO1/CFC1 LUNA, Mirta Susana s/ recurso de casación 268.21 11/03/2021 1 Barroetaveña Figueroa Petrone
843 2021 FSA 14846/2018/TO1/4/1/CFC1 MELIÁN Mabel Nora s/recurso de casación 312/21 15/03/2021 1 Barroetaveña Figueroa Petrone
846 2021 FRO 42000512/2011/2CFC2 ROMERA, Juan Antonio s/ recurso de casación 379.21 29/03/2021 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
849 2021 FRO 41802/2017/17/CFC5 VIOTTO, Marisa Rita s/ recurso de casación 414.21 7/04/2021 3 Gemignani Catucci Riggi
FLP
851 2021 PONCE, José Mario s/ recurso de casación 362.21 7/04/2021 4 Carbajo Borinsky
7671/2015/TO1/32/2/CFC68
FLP
853 2021 SANTORO, Mauro Hernán s/ recurso de casación 364.21 7/04/2021 4 Carbajo Borinsky
7671/2015/TO1/31/3/CFC70
854 2021 FPA 1666/2013/TO1/2/2/CFC3 VERA, César Augusto s/ recurso de casación 429.21 7/04/2021 2 Mahiques Slokar Yacobucci
FLP
856 2021 SANTORO, Mauro Hernán s/ recurso de casación 454.21 19/04/2021 4 Carbajo Borinsky
7671/2015/TO1/30/1/CFC75
859 2021 CFP 8667/2012/TO1/CFC18 QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 587.21 29/04/2021 1 Petrone Barroetaveña
861 2021 FMP 13556/2016/50/1/CFC3 BARRAL, Diego s/ recurso de casación 633.21 12/05/2021 3 Catucci Gemignani Riggi
863 2021 FMZ 32021019/2012/6/CFC1 LOPEZ CUITIÑO, Alfredo s/ recurso de casación 694.21 13/05/2021 1 Figueroa Petrone
864 2021 FLP 7671/2015/TO1/67/CFC72 AMAYA, Carlos Eliseo s/ recurso de casación 651.21 14/05/2021 4 Carbajo Borinsky Ledesma
865 2021 FCR 1447/2013/TO2/8/1 VILLAGRA, Yanina Andrea s/ recurso de casación 653.21 14/05/2021 4 Borinsky Carbajo Ledesma
FBB
867 2021 LEIVA, Gustavo Daniel s/ recurso de casación 817.21 28/05/2021 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
22000151/2012/TO1/1/CFC1
870 2021 1121/2019/1/CFC7 UCHUPE MUÑOZ, Manuel s/ recurso de casación 812.21 2/06/2021 3 Riggi Gemignani Catucci
871 2021 6259/2014/2/RH1 GODOY, José Ismael Augusto s/ rec. de queja 820.21 2/06/2021 2 Slokar Mahiques Yacobucci
872 2021 FCT 97/2013/TO1/CFC2 GIMÉNEZ, Ivan y otro s/ recurso de casación 824.21 7/06/2021 4 Borinsky Carbajo Ledesma
874 2021 CFP 6023/2013/TO1/26/CFC23 SARÁN, Horacio Alejandro s/ recurso de casación 948.21 16/06/2021 3 Riggi Gemignani Catucci
875 2021 FTU 12668/2015/TO1/CFC1 LENCINA, Ana Rosa y otro s/ recurso de casación 952.21 17/06/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
878 2021 FRO 48093/2018/69/CFC14 RÓDRIGUEZ, Tatiana s/recurso de casación 1121/21 6/07/2021 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
879 2021 CFP 14217/201/TO1/7/CFC1 CUDDE, Iván David s/ recurso de casación 1033.21 7/07/2021 4 Ledesma
881 2021 FGR 3138/2018/TO1/7/CFC1 VILLEGAS, Jorge Alberto s/ recurso de casación 1082.21 12/07/2021 4 Borinsky Ledesma Carbajo
884 2021 FCB 32342/2013/TO1/11/CFC5 LOPEZ, Luis Adelmo s/ recurso de casación 1233.21 16/07/2021 3 Gemignani Catucci Riggi
FSM
888 2021 DI PASCUA, Araceli Sandra s/ recurso de casación 1363.21 17/08/2021 1 Petrone Figueroa
133955/2017/TO1/34/1/1/CFC6
889 2021 CFP 6023/2013/TO1/26/CFC24 SARÁN, Horacio Alejandro s/ recurso de casación 1359.21 18/08/2021 3 Catucci Riggi
890 2021 FSM 101754/2017/TO1/CFC1 VAZQUEZ, Jorge Ariel s/ recurso de casación 1434.21 26/08/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
892 2021 FLP 9492/2013/TO1/2/CFC1 BENITO, Abel Ignacio s/ recurso de casación 1495.21 1/09/2021 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
893 2021 FTU 40066/2013/TO1/27/CFC7 FRÍAS, Aníbal Iván s/ recurso de casación 1355.21 2/09/2021 4 Borinsky Ledesma Carbajo
894 2021 CFP 8667/2012/TO1/16/CFC17 QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 1542.21 6/09/2021 1 Petrone Barroetaveña Gemignani
895 2021 CFP 8667/2012/1/CA1-CFC12 QUINTANA, Manuel y otra s/ recurso de casación 1543.21 6/09/2021 1 Petrone Barroetaveña Gemignani
896 2021 FSA 12000976/2012/TO1/CFC3 AGUIRRE, Jessica Marisol s/ recurso de casación 1383.21 8/09/2021 4 Ledesma Carbajo
FCB
897 2021 LAIME HUALLPA, Félix s/ recurso de casación 1537.21 8/09/2021 3 Catucci Riggi Gemignani
42000756/2011/T01/4/CFC1
900 2021 FTU 1934/2020/1/CFC1 JIMÉNEZ, Fátima Beatriz s/ recurso de casación 1639.21 13/09/2021 3 Catucci Gemignani Riggi
904 2021 FCB 15389/2013/TO1/1/CFC1 CABRERA, Roberto Ángel s/ recurso de casación 1675.21 13/09/2021 3 Gemignani Catucci Riggi
Oficina
905 2021 FSA 77/2020/14/2 LUNA, Oscar Ramón s/ recurso de casación 34/21 17/09/2021 Petrone Barroetaveña Figueroa
Judicial
906 2021 FSM 45111/2016/TO1/CFC4 MARQUARD, Ildermar s/ recurso de casación 1676.21 20/09/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
FSM
908 2021 AQUINO, Cintia Noemí s/ legajo de casación 1574.21 28/09/2021 2 Mahiques Slokar Yacobucci
47823/2019/TO1/26/CFC11
909 2021 FSM 10591/2021/1/CFC1 ITURRALDE, Héctor Oscar s/ recurso de casación 1757.21 28/09/2021 1 Petrone Barroetaveña
FCB
910 2021 TENORIO, Luis Guillermo s/ recurso de casación 1592.21 29/09/2021 2 Yacobucci Slokar Mahiques
12002122/2011/TO1/5/CFC1
911 2021 FLP 116263/2018/TO1/3/CFC5 PAZ, Karina del Valle s/ recurso de casación 1821.21 1/10/2021 1 Figueroa Barroetaveña
913 2021 FMP 53032260/2012/9/RH1 ACOSTA, Olga Lidia s/ recurso de queja 1696.21 14/10/2021 2 Mahiques Yacobucci
915 2021 FMP 24935/2015/TO1/CFC2 MANSILLA, Sergio Rubén s/ recurso de casación 1804.21 2/11/2021 2 Slokar Yacobucci Mahiques
FRO
916 2021 VILLALBA, Armando s/ recurso de casación 2049.21 5/11/2021 1 Figueroa Barroetaveña
41000190/2012/TO1/5/9/CFC18
917 2021 FCR 12009270/2011/TO1/CFC1 TORRICO CLAROS, Fermín s/ recurso de casación 1882.21 12/11/2021 4 Ledesma Carbajo Borinsky
920 2021 CFP 21633/2018/CFC1 FIORDA, Carlos Pedro s/ recurso de casación 2232.21 29/11/2021 1 Figueroa Petrone Barroetaveña
922 2021 FRE 2028/2019/TO1/CFC2 MARTÍNEZ, Aníbal s/ recurso de casación 2071.21 1/12/2021 3 Gemignani Hornos Riggi
FRO Petrone,
925 2021 BELIZÁN, Brandon Dilan s/ recurso de casación 2291.21 7/12/2021 1 Petrone Barroetaveña
14969/2013/TO1/40/3/CFC20 Barroetaveña
928 2021 FMP 895/2013/28/RH5 NEGRI, Sandra Patricia s/ recurso de queja 2394.21 16/12/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
929 2021 FPA 6851/2014/TO1/2/1/CFC2 MARTÍNEZ, Carlos José s/ recurso de casación 2403.21 17/12/2021 1 Petrone Barroetaveña
930 2021 FMP 15970/2016/TO3/5/RH1 VÁSQUEZ, Gustavo Antonio s/ recurso de queja 2069.21 21/12/2021 2 Mahiques Yacobucci Slokar
932 2021 FSM 190330/2018/TO1/CFC2 PÉREZ, Marcelina y otra s/ recurso de casación 2108 23/12/2021 2 Yacobucci Mahiques Slokar
933 2021 FLP 81637/2017/2/CFC1 TULMAN, Víctor Roberto s/ recurso de casación 2480.21 23/12/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
935 2021 FCB 24921/2015/TO1/4/CFC12 QUIROGA, Héctor Hugo s/ recurso de casación 2133.21 28/12/2021 2 Slokar Mahiques Yacobucci
936 2021 FPA 1312/2013/TO1/CFC1 SANTINI, Flavio Exequiel s/ recurso de casación 2513.21 28/12/2021 1 Petrone Barroetaveña Figueroa
937 2021 FMP 16968/2015/8/CFC1 ALDERETE, Jonatan Héctor s/ recurso de casación 2188.21 29/12/2021 2 Yacobucci Slokar Mahiques
938 2021 FCR 3815/2014/TO1/6/1/CFC5 GÓMEZ, Carlos Omar s/ recurso de casación 2192.21 29/12/2021 2 Mahiques Yacobucci
165 162
103 103
92
73 69
61 65
34
13
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
140
120
100
80
60
40
20
0
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
382, 41%
TOTAL
940
558, 59%
4. El siguiente gráfico muestra las resoluciones dictadas en causas en las que las
partes o el tribunal se refieren específicamente a la aplicación de normas de
derecho internacional y derecho interno referidas a la materia, esto es, la
“Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la Mujer” (CEDAW), la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer” (Belém do Pará) y/o la ley 26485 “Ley de
protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.
Habeas Corpus 10
11, 1% 1, 0%
252, 27%
313, 33%
177, 19%
186, 20%