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EJÉRCITO Y F.A.M
D.O.F. 2004
LEY DE DISCIPLINA DEL EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA MEXICANOS
ARTÍCULO 1.- La presente ley tiene por objeto preservar la disciplina militar
como principio de orden y obediencia que regula la conducta de los
individuos que integran el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Sus
disposiciones son de observancia obligatoria para todos los militares que
integran el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de conformidad con su Ley
Orgánica.
ARTÍCULO 7.- El superior será responsable del orden en las tropas que
tuviere a su mando, así como del cumplimiento de las obligaciones del
servicio, sin que pueda disculparse en ningún caso con la omisión y descuido
de sus subalternos.
ARTÍCULO 15.- Debe entenderse por actos del servicio, los prescritos por las
Leyes, Reglamentos y disposiciones de observancia general que dicte la
Superioridad.
ARTÍCULO 21.- El militar debe comportarse con el más alto grado de cortesía
y educación, guardando la compostura que corresponde a su dignidad y la
marcialidad que debe ostentar como miembro del Ejército y Fuerza Aérea.
ARTÍCULO 22.-El militar prestará, siempre que le sea posible, su ayuda moral
y material a sus subalternos y compañeros que la necesiten, pues no debe
olvidar nunca que la solidaridad y ayuda mutua facilitan la vida en común y el
cumplimiento de los deberes militares, constituyendo el espíritu de cuerpo,
sentimiento de las colectividades que todos los militares tienen el deber de
fomentar.
ARTÍCULO 28.- Toda orden de arresto deberá darse por escrito. En caso de
que un militar se vea precisado a imponerlo por orden verbal, surtirá efectos
de inmediato, pero dicha orden deberá ser ratificada por escrito dentro de
las 24 horas siguientes, anotando el motivo y fundamento de la misma, así
como la hora; en caso de que no se ratifique, la orden quedará sin efecto.
ARTÍCULO 29.- El que impida el cumplimiento de un arresto, el que permita
que se quebrante, así como el que no lo cumpla, serán sancionados de
acuerdo a lo dispuesto en el Código de Justicia Militar.
IV. Los Generales, Jefes, Oficiales y Tropa que no tengan destino fijo y se
encuentren en disponibilidad, cumplirán los arrestos que se les impongan en
cualquiera de los recintos militares señalados en el artículo 25 de esta Ley.
Los militares en situación de retiro cumplirán el arresto en la instalación
militar más cercana a su domicilio. El Secretario de la Defensa Nacional
tendrá facultad para amonestar, así como para imponer y graduar arrestos a
los Generales, Jefes, Oficiales y Tropa, hasta por quince días.
I. Acordar las notas que hayan de ponerse en las Hojas de Servicios de los
Oficiales, y en el Memorial de Servicios de los Individuos de Tropa;
II. Dictaminar sobre los castigos correccionales que deban imponerse desde
Capitán 1º. hasta el soldado, por faltas, cuyo conocimiento sea de la
competencia de este consejo; y 7
III. Acordar se solicite la baja del Ejército y Fuerza Aérea por determinación
de mala conducta, para el personal de Tropa y de los militares de la clase de
auxiliar; y
ARTÍCULO 42.- El militar que tenga alguna queja en relación con las
disposiciones superiores o las obligaciones que le impone el servicio, podrá
acudir ante el superior inmediato para la solución de sus demandas y, en
caso de no ser debidamente atendido, podrá llegar por rigurosa escala, hasta
el Presidente de la Republica, si es necesario. 8
ARTÍCULO 43.- Todo militar que infrinja la presente Ley, así como algún
precepto reglamentario, se hará acreedor a un correctivo disciplinario, de
acuerdo con su jerarquía en el Ejército y Fuerza Aérea y, si la magnitud de su
falta constituye un delito, quedará sujeto a lo dispuesto por el Código de
Justicia Militar.
REGLAMENTO GENERAL
DE DEBERES MILITARES
D.O.F. 1943
DEBER Y DISCIPLINA Definiciones
CAPITULO I Disciplina
ARTÍCULO 1.- El interés del servicio exige que la disciplina sea firme, pero al
mismo tiempo razonada. Todo rigor innecesario, todo castigo no
determinado por las leyes o reglamentos que sea susceptible de producir un
sentimiento contrario al del cumplimiento del deber, toda palabra, todo acto,
todo ademán ofensivos, así como las exigencias que sobrepasen las
necesidades o conveniencias del servicio y en general todo lo que constituya
una extralimitación por parte del superior hacia sus subalternos, están
estrictamente prohibidos y serán severamente castigados.
ARTÍCULO 2.- El principio vital de la disciplina es el deber de obediencia.
Todo militar debe tener presente que tan noble es mandar como obedecer y
que mandará mejor quien mejor sepa obedecer.
ARTÍCULO 3.- Las órdenes deber (sic) ser cumplidas con exactitud e
inteligencia, sin demoras ni murmuraciones; el que las recibe, sólo podrá
pedir le sean aclaradas, cuando le parezcan confusas, o que se le den por
escrito cuando por su índole así lo ameriten. Se abstendrá de emitir cualquier
opinión, salvo el caso de hacer aclaraciones respetuosas. Para no entorpecer
la iniciativa del inferior, las órdenes sólo expresarán, generalmente, el objeto
por alcanzar, sin entrar en detalles de ejecución.
ARTÍCULO 7.- El ejercicio normal del mando exige, de parte de todo militar,
un conocimiento perfecto de sus deberes y derechos; manteniéndose
constantemente dentro del espíritu de las prescripciones reglamentarias,
ningún militar que lo ejerza debe vacilar en tomar la iniciativa, y aceptar las
responsabilidades de su empleo.
ARTÍCULO 8.- Todo militar con mando deberá conocer a sus subordinados: su
mentalidad, su procedencia, sus aptitudes, su salud, sus cualidades y
defectos.
ARTÍCULO 13.- Todo militar hará por los conductos regulares, comenzando
por su inmediato superior, las solicitudes que eleve y sólo podrá salvarlos,
cuando se trate de asuntos ajenos al servicio o quejas contra algún superior;
en este caso, ocurrirá al inmediato superior de quien le haya inferido el
agravio o de quien no haya atendido su queja y aún tiene derecho de acudir
hasta el Presidente de la República.
ARTÍCULO 19.- Para demostrar con su porte, aire marcial y buenas maneras,
el espíritu de dignidad que debe distinguir a todos los miembros del Ejército,
tienen obligación estricta de presentarse siempre perfectamente aseados,
tanto en su persona como en su vestuario, armas y equipo; usarán el cabello
corto, la barba rasurada y sin patillas. Cuando transiten en la vía pública
mantendrán la cabeza erguida, no se desabotonarán la guerrera, no leerán ni
llevarán las manos metidas en los bolsillos. Jamás producirán escándalo, ya
sea hablando en voz alta para llamar la atención, profiriendo palabras
obscenas o insolencias, o cometiendo actos que puedan provocar el
desprecio a su persona.
ARTÍCULO 22.- Todos los miembros del Ejército cualesquiera que sea su
jerarquía o situación, tendrán obligación de estudiar constantemente para
estar en condiciones de poder desempeñar con toda eficiencia, la misión que
les corresponda.
ARTÍCULO 24.- Una de las atenciones a que deben dar preferencia bajo su
más estricta responsabilidad, es no dejar de dar curso por ningún motivo ni
pretexto, a las solicitudes que por los conductos debidos lleguen hasta ellos,
para no perjudicar en lo más mínimo los intereses de los que les están
subordinados.
ARTÍCULO 31.- Todos militares tienen el derecho de expresar sus ideas en los
libros y artículos de prensa, siempre que no se trate en ellos de asuntos
políticos y religiosos o que afecten a la moral, la disciplina o a los derechos de
tercera persona. Podrán asimismo, de acuerdo con las prescripciones
constitucionales, profesar la creencia religiosa que más les agrade; pero
queda prohibida su asistencia, portando uniforme, a los templos o lugares
donde se practiquen ceremonias religiosas de cualquier índole.
ARTÍCULO 42.- El militar podrá pedir su baja del Ejército cuando no esté
conforme con la orientación que el Supremo Gobierno dé a la política del
país, pero de ninguna manera mientras esté en servicio, dará mal ejemplo
con sus murmuraciones exteriorizando su disgusto; en este caso será
severamente castigado.
ARTÍCULO 43.- Los miembros del Ejército, sin excepción, tienen el deber de
rehusar todo compromiso que implique deshonor, falta de disciplina o
menoscabo de la reputación del Ejército y no empeñarán jamás su palabra de
honor, cuando no tengan la seguridad absoluta de poder cumplirla. La
palabra de honor debe ser inmaculada para todo militar que sepa respetarse
y respetar a la Institución a que pertenece.
I.- AMONESTACIÓN;
II.- ARRESTO, y
Estos arrestos pueden ser impuestos con o sin perjuicio del servicio. En el
primer caso, sólo podrán desempeñarse aquellos que no requieran salir del
alojamiento, y en el segundo, saldrán únicamente en asuntos del servicio con
autorización del Comandante o Jefe de la dependencia. El Secretario,
Subsecretario y Oficial Mayor, tendrán facultades para imponer y graduar
arrestos a los generales, jefes, oficiales e individuos de tropa, hasta por 15
días.
ARTÍCULO 54.- Cuando el que imponga el arresto no esté facultado para
graduarlo, de acuerdo con el artículo 52, dará la orden de arresto
comunicándola al superior de quien dependa el arrestado o a la autoridad
correspondiente, informándole de las causas que lo motivaron, para que lo
gradué.
ARTÍCULO 55.- Todo militar facultado para graduar arrestos tendrá muy en
cuenta, al hacerlo, que sea proporcional a la falta cometida, a la jerarquía, a
los antecedentes de los infractores y a las circunstancias. Cuando a juicio del
que deba graduar el castigo, la gravedad de la falta merezca la imposición de
un arresto superior al máximo, que le sea permitido aplicar, dará cuenta a la
autoridad capacitada para que sea ella quien lo gradúe.
ARTÍCULO 69.- Tratará a sus inferiores con afabilidad y los hará cumplir sus
órdenes, así como las que reciba de sus superiores. No los tuteará, ni
permitirá que ellos lo tuteen en actos del servicio, jamás los llamará por
apodos y en su trato será siempre digno, para conservar así la subordinación
y mantener su autoridad.
ARTÍCULO 70.- Cuidará que los soldados a sus órdenes sepan desempeñar
sus obligaciones; les enseñará a vestir con propiedad; les enterará de que la
subordinación, el valor y prontitud en el servicio, son cualidades que debe
poseer y que constituyen el verdadero espíritu de la profesión.
TITULO OCTAVO
Delitos contra la existencia y seguridad del ejército
CAPITULO I
Falsificación
Artículo 228.- Será castigado con la pena de tres años de prisión todo el que
fraudulentamente y con el objeto de obtener algún provecho para sí o para
otro, o con el de causar algún perjuicio:
I.- Ponga una firma o rúbrica falsas, aunque sean imaginarias, o altere una
verdadera, en algún documento militar;
Artículo 231.- El que falsifique los sellos, timbres o marcas militares que se
usen en la correspondencia, libros, actas o documentos oficiales destinados a
marcar el armamento, equipo, vestuario u otros objetos pertenecientes al
ejército, será castigado con la pena de cuatro años de prisión. La misma pena
se aplicará a los que, a sabiendas, hagan uso de dichos sellos, timbres o
marcas.
Artículo 233.- El que a sabiendas haga uso de pesas o medidas falsas, para
entregar o recibir los objetos que tenga a su cargo, sufrirá la pena de cuatro
años de prisión.
Artículo 234.- El que falsifique o adultere, o haga falsificar o adulterar los
víveres, forrajes, líquidos, medicinas u otras substancias confiadas a su
guarda o vigilancia, o que conociendo su falsificación o adulteración las
distribuya o haga distribuir a la tropa, caballos, ganado de tiro o acémilas,
será castigado con la pena de cinco años de prisión.
I.- El que en las listas de Revista o cualquier otro documento militar haga
aparecer una cantidad de hombres, animales, haberes, jornales o forrajes
mayor de la que justamente deba figurar, o algún individuo que realmente no
exista o que existiendo no prestase servicio;
CAPITULO III
Extravío, enajenación, robo y destrucción de lo perteneciente al
ejército
Artículo 247.- Serán castigados con la pena de tres meses de prisión sin
perjuicio del servicio:
I.- Los individuos de tropa que extravíen en tiempo de paz el caballo, las
armas, las municiones u otros objetos que se les hubiere entregado para el
servicio, excepto las prendas de vestuario de uso personal. En campaña se
duplicará la pena, y
II.- los soldados o clases que extravíen objetos militares o efectos destinados
al uso del ejército, que tuvieren bajo su inmediata vigilancia, siempre que no
debieren ser castigados administrativamente y sin perjuicio de que se haga el
descuento del valor de los objetos extraviados.
II.- con seis meses de prisión si el valor de lo robado fuere de cincuenta pesos
sin exceder de cien;
III.- con un año y seis meses de prisión, si el valor de lo robado llegare a cien
pesos sin exceder de mil;
V.- con un año de aumento a las penas que fijan las fracciones que anteceden:
Igual pena tendrá el que maliciosamente comunique el agua de mar con los
pañoles de pólvora, municiones o víveres, si por esa causa se inutilizaren
dichos efectos.
Artículo 253.- El que, con intención dolosa, destruya o haga destruir frente
al enemigo, objetos necesarios para la defensa o el ataque, o para la
navegación o maniobras de un buque, todo o parte del material de guerra,
aeronaves, armas, municiones, víveres o efectos de campamento o del
servicio de barco, se le impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 29-06-2005
Si el delito a que el presente artículo se contrae no hubiere sido perpetrado
frente al enemigo ni estuviere comprendido en la fracción XVII del artículo
203, la pena será la de ocho años de prisión.
CAPITULO IV
Deserción e insumisión
Denominación del Capítulo reformada DOF 17-10-1944
II.- cuando faltaren sin impedimento justificado por tres días consecutivos a
las listas de diana y retreta de las fuerzas a que pertenezcan o a las
dependencias de que formen parte;
IV.- cuando se separen sin permiso del superior que tenga facultad para
concederlo, una noche del campamento o guarnición en que se hallen, o se
separen en tiempo de paz, a más de veinte kilómetros de distancia del
campamento, cuarenta de la guarnición, o quince del puerto en donde esté el
barco a que pertenezcan; y en campaña, a cualquiera distancia de la plaza,
buque o punto militar.
Artículo 256.- Los desertores comprendidos en el artículo que antecede,
serán castigados en tiempo de paz:
I.- Con la pena de dos meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio
del servicio, si se presentaren voluntariamente dentro de ocho días, contados
desde aquel en que se hubiere realizado su separación ilegal del servicio
militar;
II.- con la de tres meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del
servicio, si dicha presentación la efectuaren después del plazo señalado en la
fracción anterior, y
III.- con la de seis meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del
servicio, y destinados al de policía u obras militares, si fueren aprehendidos.
I.- Con la pena de cuatro meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio
del servicio, si se presentaren voluntariamente dentro del término de ocho
días contados desde aquel en que hubieren realizado su separación ilegal del
servicio militar;
II.- con la de seis meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del
servicio, si esa presentación la hicieren después del plazo mencionado, y
III.- con la de ocho meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del
servicio, y destinados al de policía u obras militares, si fueren aprehendidos.
Artículo 258.- A los sargentos y cabos a quienes en virtud de lo dispuesto
en los dos artículos que anteceden hubiere que imponer la pena de prisión por
haber sido aprehendidos, serán destituidos de sus respectivos empleos; en los
otros casos a que los mismos preceptos se refieren, además de la pena de
prisión correspondiente, sufrirán la de suspensión de empleo por otro tiempo
igual al de aquélla, y el servicio a que durante una y otra debe destinárseles,
lo prestarán en calidad de soldados y siempre que fuere posible conforme a lo
mandado en el artículo 135, en un cuerpo o dependencia diversos de los que
forman parte.
V.- el que deserte escalando u horadando los muros o tapias del cuartel o
puesto militar u ocupado militarmente o saliendo de a bordo por cualquier
medio que no sea de los autorizados para el desembarco, con la de tres años,
y
VI.- el que deserte estando en una fortaleza o plaza fuerte, con la de cuatro
años.
I.- En los casos a que se refiere los artículos 256, 257 y 263, se impondrá la
penalidad establecida en esos preceptos, duplicándose los términos señalados
en ellos para la prisión.
Los sargentos y cabos serán además destituidos de su empleo.
II.- En los casos previstos en los artículo 260, 261 y 262, se aumentarán en
dos años, las penas privativas de libertad respectivamente señaladas en esos
preceptos.
Fracción reformada DOF 13-06-2014 Artículo reformado DOF 17-10-
1944
I.- Que con pretexto de enfermedad u otro motivo ilegítimo se queden en las
poblaciones, sin el correspondiente permiso, cuando marchen las fuerzas a
que pertenezcan;
III.- que sin justa causa se desvíen del derrotero que se les hubiere señalado
como indispensable en su pasaporte;
IV.- que se separen una noche del campamento o de la guarnición en que se
hallen sin permiso del superior en quien resida la facultad de concederlo;
VI.- que falten al servicio tres días consecutivos, sin motivo legítimo, o se
separen durante cuarenta y ocho horas del barco a que pertenezcan sin ese
motivo ni permiso del superior;
I.- En los casos de las fracciones I y II, con un año de prisión y destitución
de empleo;
II.- en los casos de las fracciones III a VII, con seis meses de prisión, y
II.- a los que en ese mismo caso hubiere debido imponérseles una privativa de
libertad, sola o reunida a otra de distinta especie, se les impondrá el máximo
de aquélla aumentada en una cuarta parte de su duración, y las demás que
hubiere debido imponérseles en el caso indicado, y
CAPITULO IV BIS
Traición a las Fuerzas Armadas Mexicanas
Capítulo adicionado DOF 16-11-2011
III. Induzca al personal que tenga bajo su mando o a las tropas de las
que forme parte, para que presten algún servicio a cualquier miembro de la
delincuencia organizada o asociación delictuosa, o reclute personal militar
para el mismo fin;
CAPITULO V
Inutilización voluntaria para el servicio
CAPITULO VI
Insultos, amenazas o violencias contra centinelas, guardias,
tropa formada, salvaguardias, bandera y ejército
II.- con la pena de cinco años de prisión, si la violencia se cometiere sin hacer
uso de armas.
CAPITULO I
Insubordinación
II.- cuando tenga lugar el delito, con motivo de actos del servicio, aun
cuando se encuentren francos el inferior y el superior, en el momento de
realizarse aquél.
I.- Con la pena de un año seis meses de prisión si se hiciere por medio de
palabras o ademanes, por escrito o de cualquiera otra manera que no
constituya una vía de hecho;
IV.- con seis años de prisión si causare una o varias lesiones que por su
naturaleza ordinaria no tarden en curar más de quince días;
V.- con siete años de prisión cuando la enfermedad pase de quince días y sea
temporal;
VI.- con ocho años de prisión cuando quede al ofendido una cicatriz en la
cara perpetuamente notable, o se le disminuya la facultad de oír, se le debilite
para siempre la vista, o se le entorpezca o debilite permanentemente una
mano, un pie, un brazo o una pierna
o cualquier otro órgano, el uso de la palabra o alguna de las facultades
mentales;
VII.- con nueve años de prisión, cuando resulte una enfermedad seguramente
incurable, la inutilización completa o la pérdida de un ojo o de la facultad de
oír, de un brazo, de una mano, de una pierna, de un pie, o de cualquier otro
órgano, o cuando el individuo quede con una deformidad perpetuamente
notable en parte visible.
VIII.- con diez años de prisión cuando resulte incapacidad permanente para
trabajar, enajenación mental, pérdida de la vista, o del habla, o de las
funciones sexuales, y
Artículo 289.- Si en los casos del artículo que antecede, los actos del
superior constituyen un maltrato o un tratamiento degradante para el inferior,
los términos establecidos en ese mismo precepto para la pena que deba
imponerse, serán a su vez reducidos a la mitad.
Artículo 290.- El que por violencia o amenaza intentara impedir la
ejecución de una orden del servicio dada por un superior u obligar a éste a
que la ejecute o a que la dé o se abstenga de darla, será castigado con la pena
de diez años de prisión.
Si el delito de que se trata en este artículo fuere cometido sobre las armas o
delante de la bandera o tropa formada o durante zafarrancho de combate con
armas, se impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 29-06-2005
CAPITULO II
Abuso de autoridad
III.- con cuatro años de prisión, si fuere de las mencionadas en la fracción VI;
IV.- con seis años y seis meses de prisión, si se tratare de las que cita la
fracción VII;
V.- con ocho años de prisión, si fuere de las expresadas en la fracción VIII;
VI.- con diez años y seis meses de prisión, si resultare homicidio simple, y
Artículo 300.- El que indebidamente haga que una fuerza armada le preste
auxilio en una riña o pendencia, que por esa causa tome mayores
proporciones, sufrirá la pena de dos años de prisión, sin perjuicio de que,
conforme a las reglas generales de aplicación de penas, se le imponga la que
corresponda, en virtud de los demás delitos que con esos actos hubiere
cometido.
CAPITULO III
Desobediencia
I.- Cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión;
II.- cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años
de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez
años de prisión, y
III.- con cuatro años de prisión si el daño grave fuere causado a los
buques convoyados, y con ocho años de prisión si se perdieren alguno o
algunos de éstos por esa causa, y
CAPITULO UNICO
ARTICULO 6/o. Los mexicanos que decidan prestar sus servicios en las
Instituciones Armadas de tierra y aire, en forma voluntaria, firmarán un
contrato manifestando su conformidad para permanecer en dichas Fuerzas
Armadas por un tiempo determinado.
TITULO CUARTO
COMPOSICION DEL EJERCITO Y FUERZA AEREA
MEXICANOS
CAPITULO I
CAPITULO II COMPOSICION
DEL EJERCITO MEXICANO
ARTICULO 55. Las Armas son los componentes del Ejército Mexicano
cuya misión principal es el combate, el que será ejecutado por cada una de
ellas en función de como combinen el armamento, la forma preponderante
de desplazarse, su poder de choque y forma de trabajo.
ARTICULO 56. Las Armas del Ejército Mexicano son:
I. Infantería;
II. Caballería;
III. Artillería;
IV. Blindada; e
V. Ingenieros.
CAPITULO I
LOS GRADOS
ARTICULO 126. Los grados en la escala jerárquica del Ejército y
Fuerza Aérea, tienen por objeto el ejercicio de la autoridad: de mando
militar, de actividad técnica o de actividad administrativa, en los diferentes
niveles orgánicos de las Unidades, Dependencias e Instalaciones.
I. Generales;
II. Jefes;
III. Oficiales; y
IV. Tropa.
B. Soldado.
I. Generales:
General de División Almirante
CAPITULO II
CLASES
MILITARES
ARTÍCULO 9.- La Orden General de la Plaza la recibirá el Ayudante o quien realice sus
funciones, quien la comunicará al Segundo Comandante, Subdirector o Subjefe, según
corresponda y lo acompañará a transmitirla al Comandante, Director o Jefe del Organismo.
Este último dará la Orden Particular del Organismo.
Recibida la Orden General de la Plaza y la Orden Particular, el
Segundo Comandante, Subdirector o Subjefe, según corresponda, las
entregará al Subayudante o quien realice sus funciones, para que formule
los tantos que sean necesarios para entregarlos al Sargento de Día.
ARTÍCULO 10.- Para comunicar la Orden Particular en los
Organismos, el Ayudante o quien realice sus funciones, mandará dar el
toque correspondiente, el que servirá para que los Sargentos de Día acudan
armados para recibirla. En el caso de las Dependencias e Instalaciones
acudirá el personal que se designe para tal fin, pudiendo asistir desarmado.
ARTÍCULO 11.- La Orden Particular deberá contener
lo siguiente:
I. Organismo correspondiente;
II. Fecha en que se comunica;
III. Los servicios con armas, sin armas y de especialidad, y
IV. Las disposiciones particulares del Comandante, Director o
Jefe, según corresponda.
La Orden Particular terminará con la fórmula siguiente: “lo que se
hace saber al personal para su cumplimiento.- Comunicada.” El nombre y
grado del Comandante, Director o Jefe de la Unidad, Dependencia o
Instalación y del Ayudante o de quien realice sus funciones.
ARTÍCULO 12.- Inmediatamente después de recibida la orden en
una Unidad, los Sargentos de Día procederán a comunicarla a los Oficiales
de su compañía, escuadrón o batería, donde quiera que se encuentren en el
interior del Cuartel; lo harán por orden jerárquico, comenzando por el
Comandante de la compañía, escuadrón o batería de que se trate, quien,
con la aprobación del Sargento Primero de la Unidad, nombrará al
personal que deba entrar de servicio.
54. Los derechos humanos son el conjunto de prerrogativas de las que todas
las personas gozan, que garantizan su dignidad y que son indispensables
para el desarrollo integral del individuo dentro de una sociedad organizada
mediante leyes. Están reconocidos por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en los tratados y convenciones que México ha firmado y
ratificado, y son garantizados por la legislación nacional e internacional.
55. Se entenderá por violación a los derechos humanos, todo acto u omisión
que afecte a los derechos humanos, reconocidos en la Constitución o en los
Tratados Internacionales, cuando la o el agente sea servidor o servidora
pública en el ejercicio de una de sus funciones y atribuciones o un particular
que ejerza funciones públicas.
Segunda Sección
57. Universales. Los derechos humanos son inherentes a todos los seres
humanos sin distinción por ninguna condición física, geográfica, ideológica,
religiosa o de cualquier otra especie. Este reconocimiento se realizó en el
ámbito internacional al ser proclamada la Declaración Universal de los
Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948. Posteriormente, a través de
la Conferencia Mundial celebrada en Viena en 1993, se estableció que todos
los Estados, independientemente de su régimen político, económico y
cultural, deben promoverlos y protegerlos.
Tercera Sección
66. Ahora bien, respecto las personas sujetas a respetar los derechos
humanos, a partir de lo señalado previamente puede sostenerse que
la sociedad entera tiene un compromiso con su respeto y protección.
De manera particular, el Estado, a través del servicio público, se
encuentra naturalmente encargado de velar por su promoción,
respeto, protección y garantía en favor de las personas.
Capítulo III
Los Derechos Humanos en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos Primera Sección / Disposiciones del Artículo 1°
90. Así pues, estos principios rectores sirven para mediar las formas
en las que los derechos y obligaciones deben ser leídos, aplicados,
implementados e interpretados.
106. Prevenir. Este deber implica que el Estado evite que los
derechos de las personas sean dañados por acciones tanto de
servidores públicos y autoridades como por particulares. En ese
sentido, debe proveer todas las medidas de carácter jurídico, político,
administrativo y cultural que promuevan la protección de los
derechos humanos y que aseguren que las eventuales violaciones a
derechos humanos sean efectivamente sancionadas y reparadas.
Capítulo IV
Ley de Amparo, artículo 1o, último párrafo: “El amparo protege a las
personas frente a normas generales, actos u omisiones por parte de
los poderes públicos o de particulares en los casos señalados en la
presente Ley”. Y el artículo 5, fracción II, segundo párrafo: “Para los
efectos de esta Ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad
responsable cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad,
que afecten derechos en los términos de esta fracción, y cuyas
funciones estén determinadas por una norma general”.
D. Ordenar que regresen las cosas al estado que tenían antes de que
ocurriera la violación.
Tercera Sección
Principios y Objetivos
b. Las y los Jueces de Juicio Oral: conocen por primera vez durante la
audiencia de juicio oral sobre los hechos y pruebas presentadas por
el Ministerio Público y la defensa de la persona imputada, delibera y
emite una sentencia. Le corresponde resolver, en su caso, sobre la
reparación del daño para la víctima y sobre la pena impuesta a quien
se le emita sentencia.
Capítulo VIII
294. Con el transcurrir del tiempo se hizo cada vez más evidente
que las leyes, por sí mismas, no bastaban para garantizar su igualdad
de derechos. Siendo necesario elaborar un instrumento jurídico
internacional en el que se velara por los derechos de las mujeres,
consolidándose de esta manera la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por
sus siglas en inglés) en el año de 1979.