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Una resolución de la justicia marplatense estableció que el Banco Provincia no está


autorizado legalmente para retener importes de cuentas sueldo en operatorias por cajero
automático. El banco había alegado que por un error técnico la trabajadora había
extraído más de lo que le correspondía.

De esta forma se expidió el titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional de Transición nº 1


del departamento judicial de Mar del Plata, Dr. Pedro Federico Hooft en la causa nº. 3/54.727,
al hacer lugar al amparo presentado por la actora.
La causa se inició luego de que la amparista al concurrir al cajero automático a cobrar parte de
su sueldo correspondiente al mes de agosto de 2003 observó que su cuenta se encontraba en
cero, razón por la cual concurrió a la sede del Banco para efectuar el reclamo, entrevistándose
con el gerente de la institución.

Indicó que en tal oportunidad, el gerente le manifestó que la institución había comprobado que
la accionante “retiró en la extracción anterior más de lo que correspondía en función de su
cuenta sueldo”, por un importe aproximado de $1.800, y por ello a partir de ese momento todo
ingreso que se acreditara en la cuenta sueldo sería retenido.

Detalló que la aquí actora habría realizado una extracción de $ 460, dispensando el cajero la
suma de $2.300 en razón de un desperfecto técnico de la máquina, que "leía" los billetes de
$100 como si se tratase de billetes de $20, entregándose entonces 23 billetes de $100 -
$2.300-, en lugar de 23 billetes de $ 20 -es decir, $460.

Debido a tal circunstancia la mujer interpuso un amparo a fin de que no le sea retenido su
sueldo, no reconociendo ni extrajudicialmente ni en el marco del amparo haber obtenido o
extraído por el Cajero Automático una suma mayor a la que le correspondía en función de sus
haberes.

A su turno, el magistrado precisó que la amparista es empleada del Hospital Materno Infantil de
esta ciudad, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, siendo éste
quien abona sus haberes salariales por intermedio del Banco Provincia.

Y destacó que la demandada no se encuentra autorizada para realizar unilateralmente


retención de cuentas sueldos, pues tal retención implica una restricción ilegítima de derechos
de raigambre constitucional al no fundarse en ley ni en decisión emanada de autoridad judicial
competente.

Analizando las características de tal modalidad de pago lo que indicó como un aspecto
relevante para la solución justa del caso, Hooft señaló que la Institución Bancaria no resulta ser
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empleador de la actora ni por tanto agente de retención sino un simple intermediario que
facilita, mediante el sistema de cajeros automáticos (ATM), la percepción de sus sueldos.

Afirmó asimismo que aún admitiendo por vía de hipótesis –no hay denuncia- que la actora
habría realizado una extracción por $460, dispensando el Cajero Automático la suma de
$2.300, ello no autoriza a omitir las vías legales para obtener el cobro del supuesto crédito ni a
retener el 100% de los haberes de la amparista hasta obtener la suma entregada "por error".

En este sentido añadió que no puede la accionada retener los haberes de la amparista a raíz
de que la supuesta deuda que alega a su favor no nace por ocasión de un contrato
encontrándose por lo demás dudoso o litigioso el hecho que eventualmente puede producir la
obligación de devolución por parte de la actora.

Por ello concluyó el magistrado que el accionar de la demandada ha vulnerado con ilegalidad y
arbitrariedad manifiestas los derechos constitucionales de la amparista a una retribución justa,
a la intangibilidad de sus remuneraciones, de naturaleza alimentaria, y con ello su derecho de
propiedad y defensa en juicio.

“Al no recurrir a la justicia (la accionada) para cobrarse eventualmente lo que consideraba le
era debido, tratándose de una cuestión controvertida, ha imposibilitado el efectivo ejercicio de
defensa en juicio (de la amparista) consagrado por el art. 18 CN y 15 Const. Prov” expuso el
magistrado.

Asi ordenó al Banco Provincia que se abstenga de realizar nuevos descuentos en su favor de la
Caja de Ahorros donde se depositan los haberes de la amparista, y que se le haga entrega a la
misma de una nueva tarjeta magnética realizando las medidas necesarias para que continue
cobrando mediante cajero.

Por otra parte, y no obstante lo resuelto, dejó subsistente la cautelar dictada por la Excma.
Cámara de Feria con fecha 6 de enero de 2004 en cuanto al porcentaje de retención -hasta
tanto quede firme esta sentencia- no podrá exceder del 20% de los haberes a percibir por la
actora.

Dju
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Juzg.Crim.y Corr.Trans.1.-
Causa nro. 3/54.727.-
Mar del Plata, 3 de mayo de 2003.-
AUTOS Y VISTOS:
La presente causa registrada bajo el nro. 3/54.727 en los libros de la Secretaría,
iniciada con motivo de la acción de amparo promovida por la Sra. Julieta Paola Lutteral, con
el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, contra el Banco Provincia de Buenos
Aires, Sucursal Terminal;
_RESULTA:
I.- Que a fs. 25/27 la Sra. Julieta Paola Lutteral,
con el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, promovió formal acción de amparo
contra el Banco de la Provincia de Buenos Aires, Sucursal Terminal de esta ciudad, por la
decisión de la institución bancaria de retener la totalidad del salario que la accionante cobra
por cajero automático, en función de su relación de empleo público con el Ministerio de Salud
de la Provincia de Buenos Aires, a partir del día 10 de septiembre de 2003 y hasta cubrir la
suma de $ 1.780,61.-
En cuanto a los antecedentes del caso,
manifestó la amparista que resulta ser empleada del Hospital Materno Infantil de esta ciudad,
siendo dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, quien abona sus
haberes salariales por intermedio del Banco Provincia.
Relató que su empleador celebró con el Banco
Provincia de Buenos Aires un contrato de pago de haberes -sin su participación-, abriéndose
en consecuencia la caja de ahorro (salario) 018769/0 a su nombre, la que es utilizada en
forma exclusiva para la percepción de sus remuneraciones.
Explicó que al concurrir al Cajero Automático a
cobrar parte de su sueldo correspondiente al mes de agosto de 2003 observó que su cuenta
se encontraba en cero, razón por la cual concurrió a la sede del Banco para efectuar el
reclamo, entrevistándose con el gerente de la institución.
En tal oportunidad el gerente le manifestó que
la institución había comprobado que la accionante retiró en la extracción anterior más de lo
que correspondía en función de su cuenta sueldo, por un importe aproximado de $1.800, en
virtud de lo cual le informó que a partir de ese momento todo ingreso que se acreditara en la
cuenta sueldo sería retenido por el Banco a los fines de compensar tal faltante, con más
intereses y gastos. Además, señaló la amparista que el Banco le negó la entrega de una
nueva tarjeta de cobro de cajeros automáticos (Bapro), dado el vencimiento de lo anterior.
Ante tal situación, -añade- remitió carta documento a la
ahora demandanda intimando al reintegro de la suma retenida por el Banco ilegítimamente,
recibiendo en contestación otra carta documento del Banco a su vez éste la intimaba a
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reintegrar el saldo restante, de $1.780,61, suma esta que el Banco unilateralmente determinó
como crédito a su favor.-
Finalmente, relató que el 15 de octubre y el 4 de
noviembre de 2003 se acreditaron haberes en su cuenta, correspondientes a uno de los rubro
de su sueldo, los cuales también fueron retenidos por el banco.
En cuanto a los derechos lesionados, entendió la
actora que el accionar de la demandada afectó el derecho de intangibilidad de los salarios
(art. 14 bis CN), el de propiedad, de defensa y a trabajar libremente.
Realizó por último consideraciones en cuanto a la
procedencia de la acción instaurada, ofreció prueba y solicitó el dictado de medida cautelar.-
II.- Mediante resolución 28/31, se declaró formalmente
admisible la pretensión de amparo, solicitando a la demandada Banco de la Provincia de
Buenos Aires, Sucursal Terminal, la confección del informe circunstanciado de conformidad
con lo normado por el art. 10 de la ley 7166, decreto 1067/95t.o., dictándose medida cautelar
innovativa -modificada luego parcialmente por la Cámara de Apelaciones y Garantías de Feria
a fs. 36/41.-
III.- A fs. 49/50 se presentó el Dr. Marcelo Guillermo Bianchi, quien
había previamente acreditado personería a fs. 32/35, contestando el traslado conferido de la
demanda y solicitando se rechace la acción amparo, por entender que el accionar de su
mandante se encontró justificado.
Ello así puesto que argumentó que mediante operación
realizada en el cajero automático de esa Sucursal el día 2/09/03, la amparista Julieta Lutteral
realizó una extracción de $ 460, dispensando el cajero la suma de $2.300 en razón de un
desperfecto técnico de la máquina, que "leía" los billetes de $100 como si se tratase de
billetes de $20, entregándose entonces 23 billetes de $100 -$2.300-, en lugar de 23 billetes
de $ 20 -es decir, $460-.
En virtud de ello, luego de comunicar tal circunstancia a
la amparista, el Banco procedió a debitar el importe extraído de más de su cuenta. Manifestó
que no existe acuerdo ni autorización para girar en descubierto en Cuentas Cajas de Ahorros
y realizó por último -y a pesar de la instancia- reserva de caso federal, puesto que a su
criterio, una resolución contraria a los intereses de su parte originaría una conculcación
definitiva de sus derechos de propiedad -en forma lata-, defensa en juicio y debido proceso e
igualdad ante la ley, configurándose además una "violación al principio republicano de división
de poderes".-
IV.- En razón d el principio de contradicción, a
fin de garantizar la bilateralidad y el derecho de defensa en juicio, a fs. 51 se dispuso conferir
traslado al actor del informe circunstanciado de la accionada, contestándose el mismo a fs.
54.-
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En tal escrito, negó la amparista circunstancias


de hechos y derecho, insistiéndo en que la Cuenta Haberes 18769/0 es utilizada en forma
exclusiva para la percepción de las remuneraciones salariales de la amparista.-
V.- Por último, mediante resolución de fs. 55,
teniendo en cuenta la forma en que fuera trabada la litis, se resolvió no hacer lugar a la
producción de la prueba ofrecida por la actora en su presentación inicial a fs. 25/27 ap. VII,
por inconducente, encontrándose los autos en condiciones de dictar sentencia.-
Y CONSIDERANDO:
I.- Con la admisibilidad formal de la pretensión
de amparo, mediante resolución de fs. 28/31 se declaró la competencia de este Juzgado en lo
Criminal y Correccional de Transición nro. 1 para el conocimiento del caso en función de lo
establecido por los arts. 4to. ley 7166, dec. 1067/95, art. 20 numeral 2, ap. 2do. de la Const.
Pcial. y art. 43 CN.- El proceso de amparo como
mecanismo o garantía constitucional instaurado en un modelo de justicia de protección,
prevención y de acompañamiento, procede ante cualquier restricción o cercenamiento, por
actos u omisiones de autoridad pública que en forma actual o inminente amenazan, lesionan,
alteran o restringen con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta cualquiera de los derechos y
garantías constitucionalmente reconocidos.- (ver trabajo de Agusto Mario MORELLO, "El
Derecho y las Personas Vulnerables. Rol del Amparo como garantía efectiva de tutela",
presentado en VIII Jornadas Argentinas y Latinoamericanas de Bioética, llevadas a cabo del
6 al 8 de noviembre en Mar del Plata, publicada en revista ED del 10/12/2003)._Los derechos
constitucionales, como en el caso, los derechos a la intangibilidad del salario, de propiedad,
de defensa y debido proceso legal -arts.14 bis, 17 y 18 de la CN- constituyen la materia
propia de la acción de amparo.-
_ Es opinión reiterada del proveyente a la luz de las normas constitucionales
vigentes, y muy particularmente luego de la Reforma Constitucional de 1994, que la mera
existencia de recursos o _vías administrativas u otros medios o procesos judiciales que
permitan obtener la protección del derecho no obstan por sí sólo a la admisibilidad ni
eventual procedencia de la acción de amparo, atento lo normado por el art. 43 de la CN en
cuanto declara expedita la acción siempre que no exista otro remedio judicial más idóneo,
previsión que otorga aún mayor amplitud al proceso respecto de lo previsto en el art. 20
inc.2do. de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, prevaleciendo la norma más
favorable a la protección del derecho (arts. 31 CN y 15 CPcial ).-_
La acción de amparo procede
ante todo juez o tribunal letrado de primera instancia con jurisdicción en el lugar en que la
lesión o restricción tuviere o debiere tener efecto, tal como lo establece el art.4to. de la ley
de amparo y el art.20 numeral 2 de la Constitución de la Provincia.-_
Lo contrario, además de
configurar un exceso ritual incompatible con la naturaleza de la garantía constitucional, podría
importar una vulneración al acceso irrestricto_a la jurisdicción de la accionante,
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constitucionalmente consagrado a partir de la norma del art. 15 CProv. Debe valorarse


positivamente en este sentido cual es la posición más débil de la relación jurídica, y la
circunstancia que en definitiva se ventila en autos la retención de importes correspondientes a
haberes de la amparista de naturaleza alimentaria, de manera que considerar aplicable al
caso otro procedimiento, importaría, sin embargo, a esta altura del proceso, introducir una
limitación más al ejercicio de los derechos constitucionales -en el caso a la jurisdicción-
incompatible con la manda del mencionado art.15 Cons.Prov..-
Por lo demás, la acción de amparo siempre configura
una garantía para asegurar el efectivo acceso a _la jurisdicción con el objeto de tutelar la
vigencia de derechos constitucionales, posibilidad de acceso que no es sino una resultante
del inviolable derecho_constitucional de defensa en juicio, cuya aceptación hace a la función
estatal de asegurar objetivamente la _existencia de una instancia judicial oportuna y eficaz, es
decir, apropiada o idónea, siguiendo los lineamientos preestablecidos para su ejercicio (arts.
15, 20.1 C.Pcial., 18, 43, 75 inc. 22 C.N., 8 y 9 de la DUDH, 18 y 25 de la DADH, 9 del
PIDCyP y 25 de la CADH ). "Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a
cualquier otro recurso efectivo ante los jueces, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales, aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales, constituyendo uno de los pilares básicos, no sólo de la
Convención Americana, sino del propio estado de derecho en una sociedad democrática en
el sentido de la Convención" (Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentencia del
06/02/01, en el caso Ivcher Bronstein, publicada en LL 2001-E-329, LL 2001-F-320,_y en
LL Suplemento de Derecho Constitucional, a cargo_de Germán Bidart Campos, del 03/09/01,
con nota de Susana Albanese, "Los derechos a la nacionalidad, a la propiedad y a la libertad
de expresión en un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos", pag.50).-_
En sentido coincidente, cabe citar el
criterio seguido por la SCJPBA en la causa B 65912 "Fiscal de Estado sobre cuestión de
competencia en autos _"Faienza, Alicia c/ IOMA s/ amparo", cuando consideró_que: "dadas
las particularidades que configuran este _caso, en el que se alega una concreta afectación
de derechos de raigambre constitucional y teniendo en consideración la naturaleza de los
bienes comprometidos, las razones de urgencia invocadas..., el domicilio de la amparista, así
como los restantes hechos que configuran el mismo,...se permite inferir la mayor
efectividad de la vía judicial intentada ante el órgano unipersonal ordinario que previno"
(arts. 15 y 20 apartado 2do. de la Constitución Provincial y Ley 7166 y sus modificatorias,
doctrina causa B 65637 López Fernández, resolución del dia 14/05/03). Por consecuencia,
declárese que en el caso no se encuentra comprometida la competencia originaria de este
Tribunal (arts. 166 in fine, 215 y su doctrina) y devuélvanse las actuaciones al Juzgado que
las elevó...". Similar criterio utilizó la Suprema Corte al resolver la cuestión de competencia en
favor de este Juzgado planteada por el Fiscal de Estado en causa 47.201 "Ferrer, Marcelo
Fabian S/acción de amparo", aún cuando en el caso se ventilaba una cuestióm derivada de
una relación de empleo público, atendiendo a la naturaleza alimentaria de las presentaciones
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en juego. (la sentencia definitiva se ha publicado en el libro de autoría del suscripto "Bioética y
Derechos Humanos. Temas y Casos", Edit. Depalma, Bs.As., 1999).-
Desde sus orígenes, la acción de amparo ha
constituído un medio para asegurar la supremacía de la Constitución, ya que con ella se
persigue hacer efectiva la plena operatividad de los derechos constitucionales. Cabe recordar
en tal sentido, el voto mayoritario emitido en el caso SIRI por la CSJN en el cual se destacó
que comprobada la violación de un derecho constitucional el mismo debe ser restablecido en
forma inmediata ya que las garantías constitucionales existen y protegen a los individuos por
el sólo hecho de estar consagradas en la Constitución (CS, Fallos: 239:459 -1957 La Ley, 92-
632-).-
Finalmente, cabe citar el criterio concordante sostenido por el Sr.
titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nro.1 Departamental, Dr. Simón
Francisco ISACCH, en el sentido que el art. 20 de la Constitución de la Provincia que
establece que la garantía de amparo puede ser ejercida ante cualquier juez, "viene a
robustecer la previsión que antes del año 1994 ya establecía el art.4to. de la ley 7166, y
mediante la cual se le atribuía competencia para la acción en análisis a "todo juez o tribunal
letrado de primera instancia con jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción tuviere o
debiere tener efecto".(autos "Lanza, Cristina C/Provincia de Buenos Aires S/amparo" -expte.
129-, resolución de fecha 12/2/2004).-
También señaló dicho magistrado en la
resolución mencionada, y cuyos fundamentos comparto y considero aplicables al caso, que
además de configurar lo expuesto una característica diferenciadora del sistema nacional, "...el
sistema de atribución de competencia al fuero contencioso administrativo que conforman el
art. 166, última parte de la Constitución Provincial y la ley 12.008 y sus modificatorias, se
desmorona cuando la actuación administrativa que se cuestiona aparece clara y
manifiestamente ilegítima, afectando derechos constitucionales cuya protección no es
alcanzable por los modos administrativos o judiciales ordinarios, circunstancia ante la cual se
abre la acción de amparo ante cualquier juez...".-
II.- Que tal como se ha planteado la controversia, el caso guarda analogía con el
resuelto mediante sentencia definitiva en causa nro. 54.610 caratulada "CEPEDA, Angel
Federico", de fecha 2/02/04 (R.023/04) que tramitara por ante este Juzgado, siendo que la
cuestión principal se circunscribe a considerar si la entidad bancaria demandada tiene
legalmente la facultad de retener unilateralmente el salario de la amparista, con el objeto de
compensar lo que considera que le es debido.
Corresponde adelantar la opinión en el
sentido que tal como se ha trabado la litis, la demanda debe ser acogida favorablemente.
Como pauta de interpretación constitucional, por principio, debe considerarse que el ejercicio
de un derecho reconocido por la Carta Magna, como el derecho de propiedad y de
intangibilidad de los salarios, no debe ser justificado, sino que la restricción que se hace
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de los mismos, es la que tiene que estar fundamentada, debiendo por lo tanto todo lo que
concierne a su reglamentación y limitación ser interpretado de manera restrictiva.-
Los derechos de la accionante como
cliente obligatorio de un Banco Público -en razón de ser titular de una caja de ahorro,
obligatoria para la percepción de sus haberes como empleada-, a partir de la interpretación
armónica de los arts. 42 y 43 de la Constitución Nacional, se hallan protegidos mediante los
mecanismos de tuteta urgente, real y efectiva del proceso constitucional de amparo, como
medio judicial mas idóneo (art. 15 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires. Ver en
tal sentido "Justicia Contínua y Efectiva y el art. 15 de la Constitución Provincial", de Augusto
Mario Morello, publicado en "Estudios de Derecho Procesal", Tomo II, Cap. 45, Ed. Platense,
La Plata, 1998).-
III.- Es en el marco de este proceso que
debe analizarse si la decisión de la Sucursal Terminal del Banco de la Provincia de Buenos
Aires resulta ser arbitraria, abusiva, injustificada, ilegal y/o ilegitima.-
Para ello, en primer lugar, ha de
señalarse que, como principio, la demandada no se encuentra autorizada para realizar
unilateralmente retención de cuentas sueldos, puesto que tal retención implica, justamente,
una restricción ilegítima de derechos de raigambre constitucional, tales como los de
retribución justa, propiedad y de defensa en juicio (CN 14, 17 y 18), y no supera el test de
legalidad y razonabilidad constitucional, habida cuenta que no se funda en ley ni en
decisión emanada de autoridad judicial competente.
Corresponde señalar además que la
Institución Bancaria no resulta ser empleador de la actora -ni por tanto agente de retención-
sino un simple intermediario que facilita, mediante el sistema de cajeros automáticos (ATM),
la percepción de sus sueldos. Medio técnico éste que, como lo ha señalado la doctrina, "...se
ha abierto camino en nuestro pais en la última década respondiendo al desarrollo de la
informática y al interés de las entidades bancarias." (Posse, Carlos, "El pago de salarios
mediante el sistema de cajeros automáticos", en Revista Jurídica "Derecho del Trabajo II,
Ediciones La Ley, año LVII, noviembre 1997, ps. 2241/2245)
El análisis sobre las características de
tal modalidad de pago, resulta un aspecto relevante para la solución justa del caso. Dicho
medio técnico, si bien salvaguarda la transparencia de la percepción de los haberes, beneficia
por un lado objetivamente al empleador que no tendrá que asumir deberes de custodia y/o
resguardo sobre valores monetarios, y por otro, a las entidades bancarias, que accederán a
una potencial clientela cautiva (para mayor ilustración ver la obra citada en el párrafo
precedente).-
En consecuencia, el Banco debe
asumir los riesgos que conlleva una actividad que, en definitiva, puede resultarle beneficiosa,
más allá de no encontrarse legalmente facultado para debitar unilateralmente importes del
salario de empleados públicos en función de supuestos hechos ilícitos respecto de los cuales
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no formuló denuncia, ni solicitó a la autoridad judicial competente las medidas precautorias


para eventualmente resguardarse en sus derechos, es decir, el inicio de las acciones que
correspondieren para lograr el cobro de ese supuesto crédito.
Aún admitiendo por vía de hipótesis la
afirmación realizada por la demandada respecto a que la actora (mediante operación 6620
efectuada el 2/9/03 a las 21:29 hs.), habría realizado una extracción por $460, dispensando
presuntamente el Cajero Automático la suma de $2.300 en razón de un desperfecto técnico
del mismo ("confundir" los billetes de $20 por los de $100) -circunstancia no probada
fehacientemente y que por cierto no constituye el eje de discusión en este proceso de
amparo-, ello no autoriza a omitir las vías legales correspondientes para obtener el cobro
del supuesto crédito originado por tal circunstancia, ni a adoptar unilateralmente la actitud de
retener el 100% de los haberes de la amparista, hasta obtener la suma entregada "por error"
del ATM (cajero automático) a la amparista.
Debe señalarse en este sentido que la
actora no ha reconocido ni extrajudicialmente ni en el marco de este proceso de amparo haber
obtenido o extraído por el Cajero Automático una suma mayor a la que le correspondía en
función de sus haberes, razón por la cual la compensación no es suceptible de aplicación
como modo de extinción de las obligaciones, no sólo porque la entidad bancaria no resulta
empleadora de la amparista, sino porque se encuentra discutida o cuestionada la calidad de
acreedor y deudor recíprocamente (argumento art. 818 y ccdtes. C.C.). Tampoco puede
ejercer legítimamente la accionada la retención sobre la suma dineraria correspondiente a los
haberse de la amparista, puesto que la supuesta deuda que alega a su favor no nace por
ocasión de un contrato encontrándose por lo demás dudoso o litigioso el hecho que
eventualmente puede producir la obligación de devolución por parte de la actora.
No resulta asimismo atendible el
argumento de la demandada en el sentido que la actora no tenía autorización para girar en
descubierto como criterio complementario a los fines del débito cuestionado. Ello por cuanto
ambas partes no se vinculan mediante un contrato comercial (ej.: cuenta corriente bancaria),
sino que la institución opera solamente como intermediaria facilitando el sistema de cajero
automático para el cobro de los haberes por parte de los empleados públicos del Ministerio de
Salud de la Provincia.
En segundo lugar, le asiste razón a la
accionante cuando señala la naturaleza alimentaria del crédito salarial, de la que no puede
sino concluirse que el obrar de la demandada, además de ser manifiestamente ilegal, resulta
arbitrario conforme a las pautas de razonabilidad que a continuación se desarrollarán:
Sabido es que el salario está
normalmente destinado a proveer a la subsistencia del trabajador y su grupo familiar. De
manera que tanto la disposición contenida en el art. 14 bis CN como el art. 36 inc. 1º de la
Const. Prov., que atañen a la protección integral de la familia, resultan inobservadas en el
proceder de la demandada.
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En virtud de tal protección, a título


ejemplificativo, el legislador -infraconstitucional- limita la eficacia de los actos del propio
trabajador, los del empleador o de terceros (sean acreedores del subordinado o del
empleador) que puedan frustrar el cumplimiento de esta necesidad de susbsistencia
limitando la posibilidad de embargo, el otorgamiento de anticipos de sueldo, los pagos en
especie y adoptando otras medidas que tienden a tutelar la entrega del salario en manos del
empleado u obrero (véase de Carlos Posse la obra citada).-
Particularmente respecto de los
empleados públicos, el decreto ley 6754/43, ratificado por ley 13.894, consagra la
inembargabilidad de sus sueldos, sean estos empleados nacionales, provinciales, municipales
y de las entidades autárquicas, cualquiera sea su monto, limitándose a supuestos de
obligaciones emergentes de préstamos de dinero o compras de mercadería.
En cualquier caso, siempre en el
contexto de una actuación judicial -que en el caso la demandada ha prescindido-, es principio
de carácter tuitivo y proteccionista en materia de embargos de sueldos y salarios que toda
deuda permite la afectación de los haberes del trabajador, pero solamente en la proporción
establecida por la ley 9511 (20 %).-
En tercer lugar, y conforme las
consideraciones desarrolladas precedentemente, del juego armónico de los arts. 57, 15, 31 y
36 inc. 1º de la Constitución Provincial y arts. 17, 18, 14 bis y 31 de la Constitución Nacional, y
legislación infraconstitucional citada, ha de señalarse que toda restricción de derechos
fundamentales, de contenido social y particularmente referida a la percepción de haberes,
debe estar regulada por la ley, y su embargo ordenado por autoridad judicial, resultando
el derecho a la propiedad inviolable, no pudiendo ningún habitante de la Nación ser privado de
ella, sino en virtud de sentencia firme fundada en ley. .-
IV.- Como argumentos
complementarios, caben señalarse los siguientes:
a.) La Ley de Defensa del
Consumidor 24.240 genera sobre las entidades financieras tanto la obligación de obrar de
buena fe como la obligación de abstenerse de realizar débitos automáticos por servicios
no solicitados, como no utilizar cláusulas abusivas, bajo pena de nulidad. También genera el
derecho a favor del consumidor a considerar como no escritas las cláusulas abusivas y
obtener así que la interpretación de los negocios se realice en la forma más conveniente a sus
intereses (arts. 35, 36, 37 y 38 ley 24.240. Ver en tal sentido de Carlos Quaglia "Derechos de
Empresas, Defensa y Competencia y Derechos del Consumidor", Ed. La Ley, Bs. As., 2002).-
b.) La accionada ha
inobservado además las reglas del Código Civil aplicables: resultando el amparista un cliente
forzoso del Banco, y operando la entidad con los haberes de su propiedad en una caja de
ahorros abierta a su nombre (por imperio de las disposiciones del art. 124 LCT, modificado por
Decreto 847/97, la resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad nro. 644/97 y la
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comunicación del B.C.R.A. nro. 2950), resultan aplicables -por analogía- las reglas del
mandato.-
Entre ellas, encontramos las
siguientes: "el mandatario queda obligado por la aceptación a cumplir el mandato (art. 1904
C.C.), "circunscribiéndose a los límites de su poder, determinando la naturaleza del negocio la
extensión de los poderes (art. 1905 C.C.), "debiendo abstenerse de cumplir el mandato
cuya ejecución fuera manifiestamentte dañosa al mandante" (art. 1907 del C.C.), "el
mandatario no ejecutará fielmente el mandato, si hubiese oposición entre sus intereses y los
del mandante, y diese preferencia a los suyos (art. 1908 C.C.).
V.- En razón de los
fundamentos expuestos, considero que el accionar de la demandada ha vulnerado con
ilegalidad y arbitrariedad manifiestas los derechos constitucionales de la amparista a una
retribución justa, a la intangibilidad de sus remuneraciones, de naturaleza alimentaria, y con
ello su derecho de propiedad y defensa en juicio (CN 14, 17 y 18), por lo que la acción de
amparo deviene en la vía idónea para el restablecimiento de aquellos, y para la tutela de los
derechos del consumidor (arts. 42 y 43 CN. Ver en tal sentido "Constitución de la Nación
Argentina comentada y concordada" de María Angélica Gelli, Ed. La Ley, Bs. As. 2003, ps.
368 y sgtes. y "Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino", de German Bidart
Campos, Ed. EDIAR, T. I, pág. 407).-
En efecto, la decisión de la
entidad bancaria no solo importó en la situación personal de la amparista como empleada del
Hospital Materno Infantil un restricción ilegítima a la percepción de sus salarios y con ello una
importante limitación de su derecho de propiedad en sentido amplio, abarcativo asimismo de
la noción de derechos adquiridos, desde su concepción constitucional, sino que al no recurrir
a la justicia para cobrarse eventualmente lo que consideraba le era debido, tratándose de una
cuestión controvertida, ha imposibilitado el efectivo ejercicio de defensa en juicio consagrado
por el art. 18 CN y 15 Const. Prov.
Por todo ello, RESUELVO: I.)
HACER LUGAR A LA ACCION DE AMPARO interpuesta a fs. 25/27 por la Sra. Julieta
Paola Lutteral, con el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, debiendo la
demandada Sucursal Terminal del Banco de la Provincia de Buenos Aires de Mar del
Plata, abstenerse de realizar nuevos descuentos en su favor, de la Caja de Ahorros
01879/0, en donde se depositan mensualmente los haberes de la amparista (arts. 1, 15 y
ccdtes. ley 7166 t.o. Dto. 1067/95), a partir de que adquiera firmeza la presente
sentencia; II.- DECLARAR que conforme lo prevé el art. 17 de la Ley de Amparo, ley
7166t.o. Dto. 1067/95, la presente sentencia deja subsistentes las demás acciones
ordinarias que pudieran corresponderle a las partes, tanto a la demandada como a la
accionante, teniendo en cuenta que la discusión acerca de la posibilidad de extracción
de un importe mayor al de los haberes por parte de la amparista, excede el exiguo
marco de la acción de amparo cuyo objeto se ha circunscripto a determinar si la
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entidada bancaria cuenta legalmente con la facultad para retener importes de cuentas
sueldo en operatorias por cajero automático.- III.- Teniendo en cuenta como se ha
resuelo el litigio, permaneciendo a la fecha la accionante como empleada público del
HIEMI, por principio de no discriminación, deberá la demandada hacerle entrega a la
amparista de una nueva tarjeta magnética y realizar las medidas técnicas necesarias
para que continue cobrando su salario mediante el sistema de cajeros automáticos. IV.-
DISPONER asimismo que la nueva tarjeta de débito -cuenta haberes- mencionada en el
punto anterior, deberá serle entregada a la amparista dentro del quinto día de notificada
la sentencia, con el caráct er de medida cautelar innovativa (art. 22 ley 7166 t.o. dec.
1067/95, su doctrina y jurisprudencia), subsistiendo por lo demás la vigencia de la
cautelar dictada por la Excma. Cámara de Feria con fecha 6 de enero de 2004 (ver fs.
43/45), en cuanto al porcentaje de retención -hasta tanto quede firme esta sentencia- no
podrá exceder del 20% de los haberes a percibir por la actora. V.- En razón de lo
resuelto, SE IMPONEN LAS COSTAS AL VENCIDO (arts. 25 aps. 1ero. ley 7166t.o. dto.
1067/95, art. 68 primera parte CPCyCPBA y doc. art. 531 CPP ley 11.922,.-
REGISTRESE. NOTIFIQUESE.
FIRME QUE SEA, ARCHIVESE.-Fdo. Pedro Federico Hooft, Juez en lo criminal y
correccional. Secretario Ricardo Gutiérrez.-----

En igual fecha se libraron cédulas. CONSTE.-

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