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La observación educativa desde una perspectiva pedagógica de una maestra

Monica Yuley Cepeda Barajas

ID 407386

Observación Educativa y Pedagógica

Docente

Mg. Carlos Andrés Sánchez Salas

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO

Programa de Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental

2024
Introducción

El presente ensayo tiene como objetivo analizar e indagar sobre la importancia de la

observación como método e instrumento en el ámbito educativo y pedagógico; sin bien es cierto

que durante los últimos años hablar de observación educativa se ha hecho tendencia entre la

comunidad de docentes y profesionales de la rama, sin embargo aún es muy frágil en la práctica

docentes, debido a la falta de capacitación o profundización del tema en las escuela y

universidades de formación a maestros y maestras.

De otro modo el presente ensayo propone ampliar las ideas relacionadas con los conceptos,

planificación y tipos de observación que se deben tener en cuenta para llevar a cabo un ejercicio

observacional adecuado y prometedor; es así como se plantean una serie de pasos y recursos a fin

de incentivar en el lector la práctica observacional en el quehacer diario de su profesión.


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La observación educativa desde una perspectiva pedagógica de una maestra

La observación educativa se ha concebido como una metodología de investigación,

recolección y análisis de datos en el aula de clases, con el fin de evaluar los procesos tanto del

docente como de las instituciones y de los estudiantes; posiblemente a partir de esta concepción

se han manifestado grandes cambios en pro de mejorar dichos procesos y metodologías. Según

Fuertes (2011) la observación educativa es un proceso que requiere de atención voluntaria e

inteligente, orientado por un objetivo con el fin de obtener información (p. 2), es decir que el

docente debe ser consiente del proceso que va a realizar y el motivo por el cual lo realizara, toda

intención observable debe tener una finalidad, porque de lo contrario se puede llegar a perder

información relevante para el objetivo. De acuerdo con Herrero (1997) la observación educativa

se atribuye un punto fundamental para el proceso evaluativo por ello también es utilizada como

método de investigación de las diferentes realidades o contextos educativos (p. 1), teniendo en

cuenta que se pone en práctica dentro del quehacer diario del docente se convierte en un proceso

fundamental para la vinculación educativa del maestro con sus estudiantes, posibilitado las

mejoras del proceso educativo.

Es por ello que con el tiempo se ha escuchado hablar más y más de la observación educativa,

teniendo en cuenta que no todos los contextos son iguales y que cada niño es un mundo propio,

la observación educativa resulta ser un recurso fundamental para el trabajo pedagógico que como

docentes determinados con su labor están dispuesto a utilizar, de tal modo que la información

recolectada de forma sistemática y objetiva se convierta en un recurso más a disposición del

docente y la institución para beneficio de los estudiantes y sus procesos de enseñanza

aprendizaje. Tal como lo menciona Herrero (1997) en su trabajo “La Importancia de la

Observación en el Proceso Educativo”, observar es una habilidad humana que debe cultivarse,
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desde la formación como docentes se debería aprender y trabajar a modo que en el ejercicio de la

enseñanza se ponga en práctica la teoría aprendida de forma segura y eficaz, así como lo

menciona Fuertes (2011) el título de maestro/a debe capacitar al futuro profesional para

observar, diseñar, desarrollar, analizar y evaluar científicamente su propia práctica (p. 5), a

través de la construcción de bases sólidas que aprenden los estudiantes que se forman para ser

maestros.

Dicho lo anterior es importante puntualizar sobre algunas características de la observación

educativa, por una parte, explicar los tipos de observación que se pueden dar en el aula, haciendo

énfasis en los más relevantes: 1) directa e indirecta: difieren la una de la otra en el sentido en el

que en la observación directa el docente participa activamente en la observación que se realiza,

es decir se involucra de forma personal con los estudiantes y sus particularidades, 2) participativa

y no participativa: como su nombre lo indica en la observación participativa el docente se

involucra de lleno en la observación, mientras que en la “no participativa” es pasivo y ausente y

3) estructurada y no estructurada: la primera es sistémica, mientras que la segunda no requiere

técnicas concretas ni previa planificación. Hay que recordar que dentro del proceso investigativo

y observacional los datos e información recolectada tienen como objetivo aportar elementos

cualitativos que permitan comprender y reflexionar según sea el contexto, por ende, es

reprochable el dictaminar, juzgar o señalar alguna situación; los docentes no pueden permitirse

parcializar las conductas y expresiones reflejadas en los niños y niñas.

De otro modo la observación también requiere de unos pasos orientadores que permitan al

docente encaminar su investigación y observación hacia el objetivo propuesto, uno de estos

puntos es preguntarse. ¿Qué voy a observar?, ¿con que voy a observar?, ¿Cuándo voy a

observar?, ¿a quién o qué voy a observar? Y ¿Quiénes observaran?, de esta manera se planifica y
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organiza la dinámica observacional, los recursos a utilizar y el trabajo a realizar. Luego de

recolectar los datos día a día y sistematizarlos a través de un registro adecuado de los mimos el

cual puede ser continuo discontinuo, se procede a analizar e interpretar la información adquirida,

para finalmente determinar las situaciones, limitaciones, patrones, conductas, progresos, entre

otras de cada estudiante. De acuerdo con Herrero (1997), la recolección de datos de los

estudiantes no solo se logra en el aula de clases, sino por el contrario espacios como el recreo, el

comedor, el parque y todas aquellas interacciones que logran los niños durante la observación

son de su importancia ya que permiten conocerlos no lo a nivel educativo sino también a nivel

personal, por lo cual la observación será mucho más enriquecedora y provechosa.

Por otra parte, plantear la observación como una metodología aplicada mayormente a la

evaluación y recolección de datos en el aula es bastante reducido a todas las posibilidades que

ofrece esta herramienta dentro del ámbito educativo, un ejemplo de ello es reconocer los avances

y progresos de cada estudiante, con el fin de no solo evaluar son también premiar o fortalecer sus

procesos individuales, así mismo valorar los intereses particulares y generales de cada grupo de

estudiantes de manera tal que se puedan adaptar las clases, dinámicas, actividad o lúdicas como

un valor agregado que identifica y beneficia los procesos educativos y finalmente la observación

como una habilidad que posibilita a los niños a dar el primer paso hacia una investigación

científica y recopilar datos o información a partir de la naturaleza. Es decir, de la exposición

directa con lo que les rodea; facilitando la recolección y análisis de los datos a través de la

exploración de los sentidos. Para lograr que los niños y niñas crezcan de forma autónoma,

reflexiva y autocrítica, es oportuno permitirles conocer el mundo a su alrededor, que describan lo

que ven y que organicen la información obtenida de manera que sea entendible y adecuada para

ellos.
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Conclusiones

A modo de conclusión se puede determinar que aún existen brechas importantes entre los

avances tecnológicos que se han posibilitado dentro de la observación científica y la utilización

de estos mismo en el ámbito educativo, teniendo en cuenta que desde años atrás la observación

se ha utilizado por parte de los docentes como método de reconocimiento de sus estudiantes,

pero de una forma empírica, desde su intuición y sensación; sin bien es cierto que la observación

posibilita el uso de todos los sentidos durante la obtención de datos, hoy en día el empirismo en

la observación conlleva una pérdida de información relevante que afecta los resultados y la

rigurosidad del proceso, a falta de sistematización. De otra forma los antecedentes de la

observación a nivel educativa no pueden regirse solo por la necesidad de evaluar los procesos,

sino por el contrario se den priorizar la observación con objetivos contundes a la mejor de la

educación y de los contestos educativos en los cuales están los niños y niñas. Finalmente es

importante encaminar la enseñanza de la observación educativa dentro de la formación de

docentes y profesionales pedagógicos, jugando un papel importante dentro de este proceso la

practica educativa.
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Referencias

Herrero Nivela, M. Luisa (1997). La importancia de la observación en el proceso educativo.

Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 1(0). Tomado de:

file:///C:/Users/ACER/Downloads/Herrero%20(1997)%20La%20importancia%20de

%20la%20observaci%C3%B3n%20educativa.pdf

Fuertes Camacho, M.T. (2011). La observación de las prácticas educativas como elemento de

evaluación y de mejora de la calidad en la formación inicial y continua del profesorado. Revista

de docencia Universitaria.

Tomado de: http://red-u.net/redu/files/journals/1/articles/248/public/248-647-1-PB.pdf

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