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Los novísimos y la poesía de la experiencia. Luis García Montero.

En 1970 el crítico literario José Mª Castellet publicó una antología llamada Nueve novísimos poetas españoles. El
libro levantó una gran polémica y fue calificado pronto de ruptura. Efectivamente los jóvenes poetas irrumpían en el
mundo literario con una sensibilidad nueva. Eran autores que habían nacido pasada la guerra civil y la inmediata
posguerra y representaban un corte con las dos generaciones anteriores. Los más destacados eran Manuel Vázquex
Montalbán, Felix de Azúa, Pere Gimferrer, Ana María Moix y Leopoldo María Panero; a los que se pueden añadir
por estilo y presupuestos semejantes a Luis Antonio de Villena, Antonio Colinas y Luis Alberto de Cuenca. Sus
principales características son:

a) Ruptura con el realismo típico de posguerra, que se debe a la formación cultural de los novísimos.
b) Aceptación del gusto “camp” con lo que conlleva de democratización de la cultura a través de las mitologías
creadas por los mass media. Sus poemas se pueblan de personajes del mundo del cine, la televisión, el
mundo del cómic, lo que se conoce por culturalismo.
c) La creencia en la autonomía del arte y el valor absoluto de la poesía por sí misma.
d) Su formación literaria es fundamentalmente extranjera: T. S. Eliot, E. Pound, Yeats, Wallace Stevens…
e) En cuanto a los rasgos formales destacan la despreocupación hacia las formas tradicionales, la evitación del
discurso lógico por medio de la escritura automática y técnicas de collage, la experimentación sobre el
lenguaje o la desmitificación del lenguaje cotidiano.

La revolución de los novísimos fue efímera pues ya los propios autores incluidos en la antología y sus seguidores
empezaron muy pronto a alejarse del culturalismo, proceso que se aceleró tras la muerte del general Franco y el
boom de publicaciones subsiguiente. Se requería una poesía más asequible, más coloquial que pudiese llegar al gran
público.

A partir del 1975 podemos hablar de varias corrientes poéticas en las que la nota dominante es el descenso de la
experimentación. Otras características generales son:

1) Se revisa la tradición y se recuperan poetas que no habían recibido atención adecuada: Manuel Machado,
María Zambrano, Rafael Alberti o Gerardo Diego.
2) Leen poesía europea y americana: Paul Celan, Emily Dickinson, William Butler Yeats, Stefan Mallarmé…
3) Encuentran sus modelos en José Hierro y sobre todo en autores de la generación de medio siglo: Jaime Gil
de Biedma, José Ángel Valente o Claudio Rodríguez.

Aunque es difícil hacer balance por la falta de perspectiva suficiente podemos destacar tres grandes grupos:

1.- La poesía de la Experiencia: Es una poesía realista, con vocabulario sencillo, que habla de situaciones cotidianas y
transmite emociones. Sin embargo sus autores no comunican su propia intimidad, sino que utilizan vivencias del yo
personal para dar voz a un yo colectivo que no carece de sentido crítico y distanciamiento irónico. Se centran
completamente en ambientes urbanos. Sus temas son: el amor visto de un modo distante y desapasionado, la
amistad, la nostalgia por el paso del tiempo, la aceptación del fracaso y la propia reflexión poética.

Los poetas de la experiencia surgen en los años 80 y toman su nombre de las reflexiones de Gil de Biedma, uno de
los poetas que más admiran. Entre sus cultivadores hay que destacar a Carlos Marzal (El último de la fiesta, 1987),
Felipe Benítez Reyes (Paraíso manuscrito, 1982; Los vanos mundos, 1985), Jon Juaristi, Luis Alberto de Cuenca,
Miguel D’Ors y sobre todo Luis García Montero.

2.- La poética del silencio: también ha sido llamada poesía metafísica y poesía de la reflexión. Sus adeptos comparten
una visión exigente de la poesía alejada de la anécdota vital y del lenguaje conversacional y la entienden como una
forma de conocimiento, semejante a la poesía pura de J.R.J. Su actitud es reflexiva y meditativa, su estilo es sobrio,
casi minimalista y el contenido es de carácter filosófico. Destacan Jaime Siles (Música y agua, 1983), Andrés Sanchez
Robayna (La roca, 1984) y Olvido García Valdés (Ella, los pájaros, 1994).
3.- El neosurrealismo: Como su nombre indica, es una recuperación del movimiento surrealista, sin embargo no
utiliza las técnicas como la escritura automática y se expresa a través de imágenes oníricas. Destaca especialmente
Blanca Andreu (De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagal, 1980).

Luis García Montero (Granada, 1958): Es posiblemente el poeta más importante de la época y se le adscribe a la
corriente de la Poesía de la experiencia. Ha acompañado siempre su actividad poética con importantes reflexiones
sobre el fenómeno poético, por lo que se lo considera un importante crítico literario. Ha recibido numerosos
premios entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía, el Premio Nacional de Crítica, el Adonáis y el F. G.ª
Lorca. También ha explorado el teatro y el género narrativo, además de por su participación en la vida cultural,
académica y política de nuestro país. Actualmente está casado con la novelista Almudena Grandes y es director del
Instituto Cervantes.

En 1983 García Montero y otros dos jóvenes, Álvaro Salvador y Javier Egea, publicaron un manifiesto llamado “La
otra sentimentalidad”, que tomaba como base las reflexiones sobre la poesía del profesor granadino y comunista
militante José Carlos Rodríguez, quien interpretaba la poesía a través de la lectura de Marx por Husserl y pretendía
combinar marxismo y tango, actitud crítica y disfrute de la vida. El núcleo de esta teoría estaba en la utilización del
yo individual para reconstruir el yo histórico y realizar así una visión crítica de la realidad desde una ficción. Aunque
hoy día este empacho de teoría marxista puede parecer anacrónico, en su día suscitó un descarado apoyo del poder
tras el triunfo del PSOE en 1982, razón por la cual quizá esta corriente tuvo un número inusualmente alto de lectores
para tratarse de poesía. Este apoyo institucional les fue severamente reprochado por los poetas de la Diferencia que
afirmaban que la poesía debía ser independiente de la protección de los poderes públicos.

[ La poesía de la Diferencia representada principalmente por Ricardo Bellveser, Carlos Clementson o Antonio
Enrique, no tiene una estética bien definida, ya que surgió como oposición a la estética de La Otra
Sentimentalidad, aunque en general rechazan los ambientes ciudadanos y buscan la trascendencia]

Con el tiempo el grupo de la Otra Sentimentalidad se fue fundiendo en una corriente más amplia conocida como
Poesía de la experiencia, denominación que Luis García Montero ha terminado por aceptar pese a sus iniciales
reparos. Su poesía es realista, con especial incidencia en lo cotidiano. Se desarrolla en entornos urbanos y ha
conseguido una voz personal y obras de gran calidad con espléndidas imágenes de la realidad.

El escritor LUIS GARCIA MONTERO es un poeta prolífico que ha recibido una infinidad de premios: Loewe de Poesía,
Adonis, Premio Federico G. Lorca...); aunque su labor no se ha limitado a la poesía, ha cultivado otros géneros como
la novela, el teatro, el ensayo... Nacido en Granada en 1958, tiene un papel activo en la vida académica (Catedrático
de Literatura Española y ha desarrollado su carrera profesional entre la docencia universitaria), cultural (director del
Instituto Cervantes) y ha formado parte del panorama político español. nació en Granada en 1958. Como poeta, se le
adscribe a la poesía de la experiencia. No obstante, a principios de los 80 se vincula a "La otra o la nueva
sentimentalidad", concepto poético acuñado por García Montero, Javier Egea y Álvaro Salvador y definido en un
manifiesto publicado y firmado por otros poetas como Benjamín Prado, Ángeles Mora o Aurora Luque. Entre sus
principales poemarios podemos citar: Y ahora ya eres dueño del puente de Broklyn; Diario cómplice… En cuanto a las
antologías: Además, Poesía urbana, Almudena…, entre otras.

Los poemarios más importantes de Luis García Montero son:

- Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn, 1980.


- El jardín extranjero, 1983.
- Diario cómplice, 1987.
- Habitaciones separadas, 1994.
- Completamente viernes, 1998.
- La intimidad de la serpiente, 2003
- Un invierno propio, 2011.
- A puerta cerrada, 2017.

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