ARTE DE MÉXICO DE LOS AÑOS SETENTA A LOS AÑOS NOVENTA

El arte mexicano de las décadas de los setenta hasta los noventa experimentó una
transformación significativa, reflejando tanto las influencias internacionales como
las realidades sociopolíticas del país. Durante los setenta, artistas como
Francisco Zúñiga y Rufino Tamayo continuaron la tradición del muralismo, pero
se observó un crecimiento en la diversidad de estilos y enfoques artísticos.

La década de los ochenta marcó el surgimiento de movimientos

vanguardistas y la incorporación de nuevas tecnologías en el arte. Artistas como
Graciela Iturbide, con su fotografía documental, capturaron la complejidad
cultural y social de México. Además, el neoexpresionismo y la apropiación de
elementos populares fueron notables, con figuras como Francisco Toledo, quien
combinó la tradición con la experimentación.

La transición hacia los noventa estuvo marcada por la apertura política y

económica, reflejándose en la obra de artistas contemporáneos. El Grupo Nueva
Figuración, con artistas como Gabriel Orozco, exploró nuevas formas de
expresión, mientras que el activismo artístico se intensificó con la creación del
colectivo SEMEFO, que abordó temas de violencia y poder.

Paralelamente, el arte contemporáneo mexicano se integró en la escena

global, con exponentes como Teresa Margolles, cuyo trabajo conceptual abordó
cuestiones de violencia y marginalización. La Bienal de Cuenca, fundada en 1998,
también consolidó a México como un actor importante en el panorama artístico
internacional.

El contexto del arte mexicano de los setenta a los noventa estuvo

fuertemente influenciado por factores sociopolíticos, económicos y culturales.
Algunos elementos clave incluyen:
  Movimientos Sociales: Durante los setenta, México experimentó
movimientos sociales significativos, como el movimiento estudiantil de
1968. Estos eventos influyeron en la conciencia social y política de la
época, y algunos artistas respondieron reflejando estas inquietudes en sus
obras.

 Apertura Política y Económica: Los ochenta marcaron una apertura

política y económica en México, con cambios en las políticas
gubernamentales. Esto se reflejó en el arte con una diversificación de
estilos y enfoques, así como en una mayor participación en la escena
artística internacional.

 Globalización: A medida que el mundo se volvía más globalizado, el arte

mexicano se integró en la escena artística mundial. Los artistas
comenzaron a adoptar influencias internacionales y a participar en eventos
internacionales, contribuyendo a un intercambio cultural más amplio.

 Transición Democrática: Los noventa marcaron una transición hacia la

democracia en México, con cambios en el sistema político. Este periodo
también se caracterizó por un aumento en el activismo artístico, donde
algunos artistas abordaron cuestiones sociales y políticas en sus obras.

 Crisis Económica: A finales de los ochenta, México enfrentó una crisis

económica que impactó diversos aspectos de la sociedad, incluido el
ámbito artístico. Algunos artistas respondieron a estas dificultades
económicas y sociales a través de su obra.

Las características del arte mexicano durante las décadas de los setenta a
los noventa fueron diversas y reflejaron las transformaciones sociopolíticas, así
como las influencias internacionales. Algunas de las principales características
incluyen:
  Diversidad Estilística: Se observó una amplia variedad de estilos
artísticos, desde la continuación de la tradición muralista hasta la adopción
de enfoques más vanguardistas y experimentales.

 Influencia de Movimientos Internacionales: El arte mexicano fue

influenciado por movimientos artísticos internacionales, como el
neoexpresionismo y la apropiación, que se manifestaron en la obra de
artistas como Francisco Toledo.

 Exploración de Identidad y Cultura: Muchos artistas buscaron explorar la

identidad y la cultura mexicanas en sus obras, ya sea a través de la
fotografía documental, como en el caso de Graciela Iturbide, o mediante la
incorporación de elementos populares.

 Nuevas Tecnologías y Experimentación: La década de los ochenta vio la

incorporación de nuevas tecnologías en el arte, y algunos artistas
exploraron la experimentación con diferentes medios y formas de
expresión.

 Activismo Artístico: En los noventa, hubo un aumento en el activismo

artístico, con colectivos como SEMEFO abordando cuestiones de violencia
y poder a través de su obra.

 Apertura Global: El arte mexicano se integró en la escena global, con

artistas contemporáneos participando en eventos internacionales y
consolidando la posición de México en el panorama artístico mundial.

En conjunto, estas características muestran la riqueza y la evolución del

arte mexicano durante este periodo, destacando la capacidad de los artistas para
adaptarse a cambios significativos en la sociedad y el arte a nivel global.
 Durante las décadas de los setenta a los noventa, México contó con una
generación diversa de artistas destacados que contribuyeron significativamente al
panorama artístico. Algunos de ellos incluyen:

 Francisco Zúñiga (1912-1998): Conocido por su escultura y grabado,

Zúñiga fue un destacado representante de la continuidad del muralismo
mexicano y exploró la figura humana, especialmente la femenina, en su
obra.

 Rufino Tamayo (1899-1991): Aunque ya había alcanzado renombre en

décadas anteriores, Tamayo continuó produciendo arte relevante en estos
periodos, fusionando elementos abstractos con influencias precolombinas y
modernas.

 Graciela Iturbide (1942-): Fotógrafa reconocida internacionalmente,

Iturbide capturó imágenes impactantes de la vida y la cultura mexicana. Su
obra documental, como Mujer Ángel y Juchitán, es especialmente notable.

 Francisco Toledo (1940-2019): Pintor, escultor y ceramista, Toledo fue un

figura central en la escena artística mexicana. Su obra combinó elementos
de la tradición con una expresión contemporánea, abordando temas
sociales y políticos.

 Gabriel Orozco (1962-): Destacado representante del arte contemporáneo,

Orozco es conocido por su enfoque experimental y su participación en el
Grupo Nueva Figuración. Su obra abarca fotografía, escultura y arte
conceptual.
  Teresa Margolles (1963-): Artista conceptual, Margolles aborda temas de
violencia, marginalización y desigualdad en México. Su obra desafía las
convenciones artísticas y destaca las realidades sociales del país.

 Colectivo SEMEFO (1987-): Este colectivo artístico, formado por diversos

artistas, abordó cuestiones de violencia y poder a través de performances y
obras visuales, destacando la intersección entre el arte y la crítica social.

Las décadas de los setenta a los noventa en México vieron la creación de

numerosas obras significativas en diversas disciplinas artísticas. Algunas de las
obras principales y representativas de ese periodo incluyen:

 La Generación del 68 (varias obras): Durante el movimiento estudiantil de

1968, se crearon numerosas obras de arte que reflejaban las demandas y
tensiones de la época. Murales, carteles y obras visuales fueron utilizados
como medios de expresión política y social.

 Mujer Ángel de Graciela Iturbide (1979): Esta icónica fotografía de

Iturbide captura a una mujer con los brazos extendidos, creando una
imagen poderosa que simboliza la fuerza y la espiritualidad femenina.

 Murales de Francisco Zúñiga en el Palacio de Bellas Artes (1974):

Zúñiga contribuyó con una serie de murales en este importante recinto
cultural, destacando su maestría en la representación de la figura humana,
especialmente la femenina.

 Kiosco Morisco de SEMEFO (1989): El colectivo SEMEFO realizó una

performance en este emblemático kiosco de la Ciudad de México, donde
colocaron bolsas simulando cadáveres, cuestionando la violencia y la
indiferencia social.
  La Catrina de Francisco Toledo (1993): Toledo esculpió una versión de la
famosa Catrina, figura emblemática de la muerte en la cultura mexicana,
destacando su habilidad para fusionar elementos tradicionales con una
expresión contemporánea.

 La DS de Gabriel Orozco (1993): Orozco creó esta obra al intervenir un

automóvil Citroën DS, desafiando las convenciones artísticas y explorando
la relación entre el arte y los objetos cotidianos.

En resumen, el arte mexicano de los setenta a los noventa reflejó una

diversidad de estilos, técnicas y enfoques, influenciados por el cambio social,
político y económico. Desde la continuidad de la tradición muralista hasta la
exploración de nuevas formas de expresión y la participación activa en la escena
global, el arte de este periodo contribuyó a la riqueza y complejidad del panorama
artístico mexicano.