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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA


PSICOLOGÍA A DISTANCIA

ACTIVIDAD 7: COGNICIONES

MÓDULO: 0615 PSICOLOGÍA TEÓRICA II.


ANTECEDENTES Y DESARROLLO DE LA TERAPIA Y
MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
GRUPO: 9614
PROFESOR: GIOVANNI GARCÍA YEDRA
ALUMNA: NATHALÍ MONTAÑO OCEJO
CUENTA: 421159578
EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSICIÓ N DEL MONO EN HOMBRE

El trabajo, según los especialistas en Economía, es la fuente de toda riqueza,


además de ser condición básica y fundamental de la vida el ser humano. Según
Darwin, en el periodo terciario, en una franja continental hoy cubierta por el
océano Índico, vivieron nuestros antepasados, haciendo de su hogar los árboles y
formando manadas.

Por el estilo de vida en los árboles, comenzó a desarrollarse la posición erecta,


que a la postre sería una necesidad para poder utilizar las manos en distintas
funciones. Con el tiempo, la mano del hombre ha sido perfeccionada por el
trabajo, y hay muchas operaciones que ni los monos ni nuestros antepasados
podía ejecutar.
Entonces, la mano no es solamente un órgano del trabajo, sino producto del
mismo, al ir perfeccionándose de generación en generación, hasta lograr
indiscutibles obras maestras de arte, arquitectónicas, etc.

Y aunque algunas partes del cuerpo están ligadas al crecimiento de otras sin
aparente relación, las modificaciones xperimentadas por ciertas formas provocan
cambios en la forma de otras. Así, tenemos que el perfeccionamiento de la mano y
la marcha erecta tienen correlación con otras partes de organismo.

Cada nuevo progreso iba ampliando los horizontes del hombre, y el desarrollo del
trabajo mostraba las ventajas de la actividad conjunta para cada individuo. De esta
manera, fue obligada una manera de comunicación y se fue perfeccionando la
laringe para poder producir sonidos articulados. Los animales no son capaces de
articular palabras, con excepción de los loros, pero ahora que se domestican, son
capaces de comprender parte del lenguaje hablado, de sentir apego.

El desarrollo del cerebro y de los sentidos a sus servicio, la consciencia, la


capacidad de abstracción y discernimiento, reaccionaron a su vez sobre el trabajo
y la palabra, desarrollándolos y estimulándolos más. Emerge, de esta manera, la
sociedad.

Es una sociedad diferente a las manadas de animales porque nos distingue el


trabajo, que inicia con la elaboración de instrumentos, primero de caza y pesca,
que permitió que la dieta cambiara y esto contribuyó al mayor y más rápido
desarrollo del cerebro, generación tras generación. Así también, consumir carne
trajo dos nuevos avances: uso del fuego y domesticación de animales. Después
surgió la leche y sus derivados, a raíz de la domesticación.

El hombre decide vivir en diferentes lugares, con distintos climas, que los obligan a
buscar refugio y vestido, lo que significa que había más actividades laborales.
Después vinieron la agricultura, el hilado, el tejido, el trabajo de los metales, la
alfarería y la navegación, artes, ciencias.
Es entonces que surge una concepción idealista del mundo que sigue dominando
hasta nuestros días y lo que no le permite entender que el trabajo es que ha tenido
un papel preponderante en la evolución del ser humano.
El ser humano tiene una influencia intencional y planeada en la naturaleza, la
modifica y la obliga a servirle, basten para comprenderlo los ejemplos de los
antepasados de los cereales, perros, caballos, etc., que no se parecen en nada a
los actuales modificados por la mano del hombre.

Esto tiene, como puede observarse, consecuencias, unas previstas y otras


totalmente inesperadas. Es por ello indispensable comprender mejor las leyes de
la naturaleza, para prever efectos inmediatos y remotos, pues hasta la fecha, la
historia nos enseña que ha habido efectos catastróficos después de estas
modificaciones, sin embargo, todavía no es posible llegar a un nivel de
comprensión que lo permita.

Es por esta razón que se necesita un control sobre las acciones del ser humano,
que va más allá del conocimiento, es indispensable una revolución para
transformar el orden social vigente, que es el capitalismo, al que únicamente le
preocupa lo inmediato, no lo que puede ser afectado negativamente a largo plazo.

CONDUCTISMO VS COGNITIVISMO.

Se comienza con las diferencias entre los objetos de estudio tanto del
conductismo como del congnitivismo, sin embargo, a continuación se aclara que
estos no tienen por qué ser incompatibles, así como que no son las únicas
corrientes que están sobre la mesa.
Es así que tenemos que para el conductismo son relevantes los procesos
de aprendizaje, (basados en el condicionamiento, ya sea clásico u operante), así
como la conexión entre estos procesos con la mente consciente y preconsciente,
mismas que se van construyendo a través de las vivencias y el aprendizaje de
cada quien.

Para continuar se explica qué es conducta y qué es cognición, este último


relacionado con lo que llaman “comportamientos encubiertos” o “comportamientos
privados”, para seguir con la experiencia del neuropsicólogo, que comparte cómo
emplea, de manera cotidiana, métodos cognitivos en su quehacer, además de
comentar cómo las cogniciones permiten conocer el mundo, al ser procesos
moduladores, en otras palabras, cómo los hombres están necesitados de esos
procesos para poder relacionarse con el mundo exterior, es por ello que no resulta
prudente desestimar las variables de orden contextual o ambiental.

Una de las participantes menciona que se ve a ella mismoa como una conductista
radical, y que, aunque esté de acuerdo con lo que mencionó la persona anterior
sobre los procesos cognitivos y cómo éstos permiten que el ser humano conozca y
se relacione con el mundo a su alrededor, también comenta que esto no
contribuye al momento de explicar las causas del comportamiento de las
personas. Así mismo, pone sobre la mesa una pregunta sobre la percepción (de
un libro cuyo autor es un neurocientífico), y que, según el mismo autor, considera
que la percepción va desde el exterior hacia el interior y no al revés.

Por otra parte, otro de los participantes (el neuropsicólogo), comenta que la
neuropsicología sí toma en cuenta las variables del contexto, no únicamente las
del cerebro. A partir de ahí, se trata el concepto de representación, que puede ser
un punto álgido de discusión entre las posturas del cognitivismo y el conductismo,
ya que los del bando cognitivo colocan las representaciones en el cerebro y los
conductistas en la conducta, por lo que surge una pregunta que está vinculada con
las representaciones y el poder predictivo de los seres humanos.

Otro participante dice que es muy importante ver la complementariedad entre


ambos métodos y, aunque se ha probado su efectividad de forma individual, los
resultados son mucho mejores cuando se combinan estas metodologías, como por
ejemplo, en casos de depresión, donde se utilizan primero técnicas de índole
conductual y después se pasa a las cognitivas, a diferencia de las fobias, que es
completamente al revés, se inicia con técnicas de la metodología cognitiva y se
finaliza con la conductual.

Se responde que, desde una perspectiva de combinación, el condicionamiento


clásico tiene la posibilidad de predecir que, ante ciertos estímulos, el organismo
muchas veces sabe qué es lo que pasará, en tanto el proceso que es capaz de
controlar lo que pasará, es el condicionamiento operante.

Retomando su postura de conductista radical, la participante comenta que las


técnicas cognitivas parten de un hecho: cuando los pscoanalistas (Beck y Ellis)
hallaron que, al mediar la expresión verbal de los pensamientos, es posible tratar a
los pacientes de una manera más efectiva, de la misma manera, ella sostiene que
las cogniciones pueden ser también conductas y pregunta acerca de las
diferencias cualitativas entre conductas y cogniciones. Le responden que si
estamos obstinados en llamar “conducta” a todo, el concepto ya no es conciso.

De la misma manera, continúa comentando que no es posible que conducta y


cognición sean sinónimos, ya que uno no siempre hace lo que piensa, sin
embargo, la psicóloga mantiene su postura y pregunta acerca de dónde es que se
ubican las cogniciones, considerando que los cognitivistas le brindan al cerebro un
exceso de importancia o protagonismo.

Para contrarrestar ese argumento, el neuropsicólogo recuerda que, en la


actualidad, y gracias a nuevos instrumentos y tecnología, es posible observar las
zonas cerebrales y cómo reaccionan a distintos estímulos, que no son más que
realizar ciertas conductas, además de alteraciones conductuales que se dan
cuando existe un daño neuronal, es por ello que propone que las cogniciones se
puedan ubicar en diversas partes del cuerpo.
Con esto, no queda duda de que cada uno de los participantes tiene un amplio
conocimiento de su campo de acción y cómo es posible, si se está de acuerdo,
unir esfuerzos para mejorar y poner lo mejor a disposición de las personas.
Referencias

Engels, F. (1876). El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre (pp. 66-79). Austral.
https://www.marxists.org/espanol/me/1870s/1876trab.htm

EnGramaPsico Ψ. (2023, 11 abril). CONDUCTISMO vs COGNITIVISMO – Miguel de Prado, M. Xesús


Froxán, Aarón del Olmo y Antonio Maldonado [Vídeo]. YouTube.
https://youtu.be/XAQ9Uhs2CnM?si=Hsmh8SP15RuTrZ7u

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