La atención es limitada en capacidad y duración, selectiva (debemos enfocarnos en lo relevante) y

tiene un impacto tanto cognitivo como conductual. Es esencial para pensar, resolver problemas y
comunicarnos eficazmente con los demás. Existen varios tipos de atención en psicología, cada uno
con sus propias características. La atención es un proceso fundamental para la mente humana y nos
permite enfocarnos en los estímulos relevantes del entorno.
Algunos de los tipos de atención:

 Atención pasiva: Es aquella que se activa sin esfuerzo. Ocurre cuando somos atraídos por
estímulos llamativos, como un ruido fuerte o algo que captura nuestra vista. La respuesta es
inmediata.
 Atención voluntaria y activa: También conocida como atención deliberada. En este caso,
enfocamos conscientemente nuestra atención en un estímulo específico. Puede ser por interés
o curiosidad.
 Atención involuntaria y activa: Aquí, el estímulo es el que atrae nuestra atención. Por
ejemplo, cuando algo nos sorprende o nos asusta, nuestra atención se dirige automáticamente
hacia ello.

En cuanto al aprendizaje, la atención también desempeña un papel crucial. Los docentes deben
considerar las capacidades y límites de los niños en diferentes tipos de atención para lograr un
aprendizaje más significativo. Si deseas profundizar más, puedo proporcionarte detalles adicionales
sobre cada tipo de atención.

La atención juega un papel fundamental en el aprendizaje. Según un estudio de León (2009), existe
una relación confirmada entre la atención plena, entendida como el esfuerzo consciente por atender, y
las calificaciones escolares. Es esencial para codificar y procesar la información, ya que, sin atención,
no hay aprendizaje consciente. Muchos estudiantes presentan problemas en algunos de los aspectos
relacionados con la atención, como la dificultad para focalizar su atención, mantenerla durante un
cierto periodo de tiempo, o controlar el impulso de atender a estímulos irrelevantes. Puede ser definida
como la forma en la que seleccionamos los estímulos y nos fijamos en uno de entre todos los que hay
a nuestro alrededor, ignorando todos los demás. Puede aparecer en dos formas: atención espontánea
y atención voluntaria. La atención forma parte de las funciones cognitivas superiores y sirve como base
para el adecuado funcionamiento de otros procesos. En el ámbito educativo, la atención tiene un
impacto en el proceso de enseñanza/aprendizaje tanto en niños como en adultos.
En resumen, la atención es la base para el desarrollo de otras funciones cognitivas y, en general, del
aprendizaje. Debido a su complejidad, diversas estructuras cerebrales están implicadas en los
procesos de atención.
El aprendizaje es un proceso a través del cual adquirimos o modificamos habilidades, destrezas,
conocimientos o conductas como resultado de la experiencia, el estudio, la observación, el
razonamiento o la instrucción. Este proceso puede manifestarse a través de un cambio en la conducta
debido a la adquisición de un conocimiento o habilidad que antes no se poseía. El aprendizaje es un
proceso complejo que involucra varios factores y puede ser influenciado por el entorno, la motivación
del individuo, y las estrategias de enseñanza utilizadas.
Existen diversas teorías y enfoques sobre el aprendizaje, entre las más destacadas se encuentran:

 Conductismo: Esta corriente sostiene que el aprendizaje es un cambio en el comportamiento

que se logra cuando el individuo asocia un cierto estímulo del ambiente con la respuesta que
se espera de él.
 Cognitivismo: La psicología cognitiva se centra en los procesos mentales detrás de la
conducta. Según esta teoría, el aprendizaje consiste en un conjunto de operaciones cognitivas;
como el análisis, la síntesis, la interpretación o la inferencia, mediante las cuales el individuo
adquiere conocimientos, capta su sentido o su significado y los almacena duraderamente en su
memoria.
 Constructivismo: Para los defensores de esta teoría, el estudiante no es un sujeto pasivo que
se limita a recibir la información proveniente del profesor o de los libros y guardarla en su
memoria, sino que participa activamente en su propio proceso de aprendizaje.
La atención es un proceso cognitivo y conductual de concentración selectiva en un aspecto específico
de la información, ya sea considerada subjetiva u objetiva, mientras se ignoran otros aspectos
perceptibles. La atención también ha sido denominada como la asignación de recursos de
procesamiento limitados. Puede ser definida como la capacidad que tienen las personas para
seleccionar, mantener o dirigir la información relevante. Es decir, la atención es un proceso cognitivo
que permite orientarnos hacia aquellos estímulos que son relevantes dándoles prioridad e ignorando
los que no lo son.
Desde el punto de vista de la psicología, la atención no es un concepto único, sino el nombre atribuido
a una variedad de fenómenos. Tradicionalmente, se ha considerado de dos maneras distintas, aunque
relacionadas. Por una parte, la atención como una cualidad de la percepción hace referencia a la
función de la atención como filtro de los estímulos ambientales, decidiendo cuáles son los estímulos
más relevantes y dándoles prioridad por medio de la concentración de la actividad psíquica sobre el
objetivo, para un procesamiento más profundo en la conciencia. Por otro lado, la atención es entendida
como el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos.
Las características más importantes de la atención son:

 Amplitud: Hace referencia a la cantidad de información a la que podemos atender al mismo

tiempo y al número de tareas que podemos realizar simultáneamente¹.
 Intensidad: Es la cantidad de atención que le prestamos a un objeto o tarea y está
directamente relacionada con el nivel de vigilia y alerta de un individuo.
 Oscila miento o desplazamiento de la atención: La atención cambia y oscila continuamente,
ya sea porque procesamos dos o más fuentes de información (estímulos atendidos) o bien
porque nos encontramos realizando dos tareas y la atención se va dirigiendo alternativamente
de una a otra (shifting).
 Control: Supone dirigir la atención y poner en marcha sus mecanismos de funcionamiento en
función de las demandas del ambiente y de la tarea que vamos a realizar.