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Nuestra Identidad en Cristo: Un Tesoro Eterno en Peligro

"Así que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas"
2 Corintios 5:17 (RVR60)

La identidad en Cristo es un tesoro eterno que poseemos como creyentes. Sin embargo, en el
mundo actual, esta identidad se encuentra constantemente en peligro debido a diversas
amenazas que buscan alejarnos de nuestra verdadera esencia como hijos de Dios. En este
artículo, exploraremos algunos de los peligros que enfrentamos y cómo podemos hacerles
frente para recuperar y mantener firmemente nuestra identidad en Cristo.

1. El peligro de la mundanalidad y la influencia cultural:

En la sociedad actual, estamos expuestos a influencias que buscan alejarnos de nuestros


valores cristianos. Vivimos en un mundo cada vez más secularizado, donde la búsqueda
del placer y la satisfacción personal pueden desviar nuestra mirada de Cristo.

"Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de


vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta"
Romanos 12:2 (RVR60)

2. El peligro de la falsa doctrina y la apostasía:

En tiempos de confusión doctrinal, es fundamental aferrarnos a la verdad bíblica y no


desviarnos hacia enseñanzas engañosas. La apostasía es una amenaza que puede socavar
nuestra fe y debilitar nuestra identidad en Cristo.

"Antes, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él


sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén"
2 Pedro 3:18 (RVR60)

3. El peligro del individualismo y el aislamiento:

En una sociedad cada vez más individualista, corremos el riesgo de aislarnos de la


comunidad de creyentes. Perder el sentido de pertenencia a la Iglesia puede debilitar
nuestra identidad en Cristo y dificultar nuestro crecimiento espiritual.
"Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca"
Hebreos 10:24-25 (RVR60)

4. El peligro del materialismo y la búsqueda desmedida de riquezas:

La búsqueda desenfrenada de bienes materiales puede llevarnos a poner nuestra


confianza en las posesiones y olvidar que nuestra verdadera riqueza está en Cristo.

"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han
desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores"
1 Timoteo 6:10 (RVR60)

5. El peligro de la persecución y el rechazo por causa de Cristo:

En algunos lugares, seguir a Cristo puede significar enfrentar persecución y rechazo


social. Estas pruebas pueden amenazar nuestra identidad en Cristo si no estamos
arraigados firmemente en Su verdad.

"Bienaventurados seréis cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda


clase de mal contra vosotros, mintiendo"
Mateo 5:11 (RVR60)

6. El peligro de la tibieza espiritual y la falta de compromiso:

Una fe tibia y falta de compromiso con los principios neotestamentarios pueden debilitar
nuestra identidad en Cristo y hacernos ineficaces en la misión que Él nos ha
encomendado.

"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por
cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca"
Apocalipsis 3:15-16 (RVR60)

7. El peligro de la falta de testimonio y evangelización:

Si no compartimos el mensaje del evangelio, corremos el riesgo de perder nuestra


identidad misional como Iglesia y nuestra razón de ser en Cristo.
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura"
Marcos 16:15 (RVR60)

Enfrentando los peligros y restaurando nuestra identidad en Cristo:

Enfrentar los peligros y restaurar nuestra identidad en Cristo requiere una actitud proactiva y
una profunda comprensión de la importancia de mantenernos arraigados en nuestra fe.
Enfrentar los peligros y restaurar nuestra identidad en Cristo es un compromiso constante y una
tarea que requiere la ayuda del Espíritu Santo. Como discipulos de Cristo e Iglesia Bautista,
debemos mantenernos arraigados en las enseñanzas y principios bíblicos, cultivando una
relación profunda con Cristo y siendo valientes en nuestro testimonio y misión. Al hacerlo,
recuperaremos y mantendremos nuestra identidad en Cristo como un tesoro eterno, listos para
impactar al mundo con la verdad transformadora del Evangelio.
A continuación, solo mencionaré algunos puntos claves de cómo podemos hacer frente a los
peligros que amenazan nuestra identidad en Cristo y cómo restaurarla cuando se vea afectada:

a. Buscar la renovación constante de nuestro entendimiento a través del estudio y


meditación en la Palabra de Dios.

b. Permanecer firmes en la sana doctrina, probando todo con las Escrituras.

c. Cultivar la comunidad cristiana, alentando y apoyándonos mutuamente en nuestra fe.

d. Reconocer que nuestra verdadera riqueza está en Cristo, no en las posesiones


materiales.

e. Permanecer fieles a Cristo a pesar de la persecución, confiando en Su promesa de estar


con nosotros siempre.

f. Buscar un compromiso genuino y apasionado con Cristo, viviendo una fe activa y


vibrante.

g. Ser testigos audaces del evangelio, compartiendo el amor y la salvación de Cristo con el
mundo.

Conclusión:
En un mundo en constante cambio y enfrentando diversos peligros hacia nuestra identidad en
Cristo, la Iglesia Bautista debe mantenerse firme en los principios neotestamentarios, arraigados
en Cristo y Su Palabra. La identidad en Cristo es un tesoro eterno que ningún peligro puede
arrebatar si permanecemos inquebrantables en nuestra fe y compromiso con Él.

Es hora de que la Iglesia de hoy se levante como una luz en medio de la oscuridad,
desafiándonos a enfrentar los peligros y a vivir nuestra identidad en Cristo con valentía y
determinación. Como Iglesia Bautista, somos llamados a ser sal y luz en el mundo, reflejando el
amor y la verdad de Cristo en cada aspecto de nuestras vidas.

Debemos ser conscientes de que los peligros que amenazan nuestra identidad en Cristo no
desaparecerán, pero con la fortaleza que proviene del Espíritu Santo y la guía de la Palabra de
Dios, podemos enfrentarlos con confianza. Nuestro enfoque debe estar en mantener una
relación profunda y cercana con Cristo, dejando que Él moldee nuestros corazones y transforme
nuestras vidas.

Es tiempo de renovar nuestro compromiso con los principios neotestamentarios que nos definen
como Iglesia Bautista, los cuales menciono a continuación:

a. El principio cristológico: Nuestra identidad en Cristo se fundamenta en la persona y obra


de Jesucristo. Reconocemos a Cristo como nuestro Señor, Salvador y Mediador ante Dios.
Él es el centro de nuestra fe y el ejemplo supremo a seguir en todas las áreas de la vida.

b. El principio bíblico: La Biblia es nuestra máxima autoridad y guía en asuntos de fe y


conducta. Como creyentes, nos sometemos a las Escrituras, buscando su sabiduría y
enseñanzas para discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas.

c. El principio eclesiástico: La identidad en Cristo se manifiesta en la membresía


regenerada de la Iglesia, donde los creyentes son miembros de la familia de Dios
mediante la fe en Jesucristo y el nuevo nacimiento por el Espíritu Santo.

d. El principio sociológico: Como Iglesia, reconocemos la importancia de la participación y


la toma de decisiones colectivas. Fomentamos un orden democrático donde los
miembros tienen la oportunidad de expresar sus opiniones y participar en la dirección y
ministerio de la congregación.

e. El principio espiritual: Como seguidores de Cristo, defendemos el principio de libertad


religiosa, tanto para nosotros mismos como para los demás. Reconocemos que cada
individuo tiene el derecho de buscar y practicar su fe de acuerdo con su conciencia.
f. El principio político: Reconocemos la importancia de mantener la separación entre la
Iglesia y el Estado, evitando cualquier forma de control religioso o gubernamental sobre
nuestra fe. Nuestra identidad en Cristo nos llama a ser ciudadanos comprometidos y
respetuosos con las autoridades civiles, pero también a preservar nuestra independencia
en asuntos de fe.

g. El principio evangelístico: Como portadores del mensaje de salvación, nuestra identidad


en Cristo nos impulsa a compartir el evangelio con el mundo perdido. Somos llamados a
ser testigos audaces de la gracia y el amor de Dios.

No podemos permitir que nuestra identidad en Cristo sea comprometida por las corrientes
culturales o los desafíos del mundo. Debemos levantarnos con determinación y fe, siendo fieles
portadores del mensaje de salvación y viviendo una vida que refleje el carácter de Cristo en cada
momento.

La Iglesia Bautista debe ser conocida no solo por lo que se opone, sino por lo que representa:
amor, esperanza, reconciliación y redención en Cristo. Que este desafío resuene en nuestros
corazones, y que como Iglesia de hoy, estemos arraigados en nuestra identidad en Cristo y
seamos un testimonio vivo del poder transformador del Evangelio.

Enfrentemos los peligros con valentía, sabiendo que en Cristo somos más que vencedores. Que
la gloria de Dios brille a través de nosotros mientras permanecemos firmes en nuestra identidad
en Cristo, un tesoro eterno que ningún peligro puede arrebatar.

¡Amar a Dios y amar a los demás debe ser nuestra máxima prioridad!

"Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano"
1 Corintios 15:58 (RVR60)

Que esta sea nuestra oración y nuestro compromiso en el nombre de Jesús. Amén.

Pr. Andrés Peña M.


¿Cuál es nuestra identidad como cristianos según 2 Corintios 5:17 RVR60?

Según 2 Corintios 5:17 en la versión Reina-Valera 1960 (RVR60), la identidad de los cristianos se
describe de la siguiente manera:

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas."

En este versículo, el apóstol Pablo está hablando acerca del impacto de la fe en Cristo Jesús en la
vida de un creyente. La frase clave es "nueva criatura es", que resalta el cambio radical que
ocurre cuando una persona coloca su fe en Jesucristo y lo sigue como Señor y Salvador.

La identidad del cristiano está vinculada a estar "en Cristo", lo que significa que a través de la fe,
somos unidos a Él y se establece una nueva relación entre Dios y el creyente. En este contexto,
ser una "nueva criatura" implica un renacimiento espiritual y una transformación interna que
ocurre cuando entregamos nuestras vidas a Jesucristo.

Las "cosas viejas" que han pasado hacen referencia a nuestro pasado pecaminoso, nuestra
naturaleza caída y nuestras acciones que estaban alejadas de la voluntad de Dios. Con la obra
redentora de Cristo en la cruz, nuestras viejas vidas son perdonadas, y somos lavados y liberados
del poder del pecado.

Ser una nueva criatura en Cristo implica una renovación espiritual y moral, un cambio de
corazón, una vida dirigida por el Espíritu Santo y una creciente semejanza a Jesucristo. La
identidad cristiana se fundamenta en la relación con Dios a través de Cristo y se manifiesta en
una vida transformada y en la búsqueda de vivir conforme a los principios y valores del Reino de
Dios.

Hacer un análisis de contexto inmediato y global, exegético, hermenéutico, teológico y


aplicación para la vida personal y de Iglesia del siguiente de 2 Corintios 5:17 RVR60

Análisis de 2 Corintios 5:17 (RVR60):

Contexto Inmediato:
El capítulo 5 de 2 Corintios trata sobre la esperanza de los creyentes en la resurrección y la vida
eterna. Pablo habla acerca de la certeza de un nuevo cuerpo celestial después de la muerte y
cómo anhelamos este futuro estado glorificado. En el versículo 17, el apóstol se refiere a la
transformación espiritual que ocurre en la vida de un creyente cuando está en Cristo.
Análisis Exegético:
La frase clave es "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es." Pablo enfatiza la
unión del creyente con Cristo, lo que conduce a una nueva realidad y una transformación radical.
"Nueva criatura" indica un cambio interno que espiritualmente hace al creyente diferente de su
estado anterior. Es importante notar que este cambio es iniciado por Dios y está relacionado con
la obra redentora de Cristo en la cruz.

Análisis Hermenéutico:
El pasaje no debe interpretarse de manera aislada, sino en el contexto más amplio de la teología
bíblica. La idea de ser una nueva criatura en Cristo está en consonancia con otros pasajes que
hablan de la regeneración espiritual y la vida transformada que viene a través de la fe en Jesús.
El análisis hermenéutico nos ayuda a entender que la vida cristiana está arraigada en la relación
personal con Jesucristo, y esa relación produce un cambio genuino en la vida del creyente.

Análisis Teológico:
El pasaje abarca varias verdades teológicas importantes. En primer lugar, enfatiza la centralidad
de Cristo en la vida del creyente, ya que nuestra nueva identidad surge de estar "en Cristo".
Además, destaca la realidad de la regeneración y la obra transformadora del Espíritu Santo en la
vida del creyente. También implica la doctrina del perdón de los pecados y la justificación por fe,
lo que nos lleva a una nueva relación con Dios como resultado de la obra redentora de Cristo.

Aplicación para la vida personal y de Iglesia:


Para la vida personal, este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Cristo.
Nos reta a examinar si hemos entregado realmente nuestras vidas a Él y si estamos
experimentando una verdadera transformación espiritual. Ser "nueva criatura" en Cristo
significa dejar atrás el pecado, la vieja forma de vivir y adoptar una vida en obediencia a Dios y
en santidad.

Para la Iglesia, el versículo enfatiza la importancia de predicar y enseñar el evangelio de


Jesucristo. También nos recuerda que como comunidad de creyentes, debemos ser un
testimonio vivo del poder transformador de Cristo en nuestras vidas. Nuestra identidad como
iglesia debe reflejar la presencia y el carácter de Cristo en todo lo que hacemos.

En resumen, 2 Corintios 5:17 nos recuerda que nuestra identidad como cristianos está arraigada
en nuestra relación con Cristo, lo que nos lleva a una vida transformada y una nueva forma de
vivir. Es un llamado a dejar atrás la vida vieja y abrazar la vida en Cristo, viviendo en obediencia y
buscando ser testimonios vivos de Su amor y gracia.
Según el análisis hermenéutico, mencione los demás pasajes que hablan de la regeneración
espiritual y la vida transformada a través de la fe en Jesús.

Claro, existen varios pasajes en la Biblia que hablan sobre la regeneración espiritual y la vida
transformada a través de la fe en Jesús. Aquí menciono algunos de los más significativos:

Juan 3:3-8 (RVR60) - Jesús y Nicodemo:


"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?
¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino
de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te
maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y
oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del
Espíritu."

Efesios 2:4-5 (RVR60) - Salvos por gracia:


"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)."

Efesios 4:22-24 (RVR60) - Despojándose del viejo hombre:


"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."

Tito 3:4-7 (RVR60) - Renacimiento y renovación por el Espíritu Santo:


"Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por
el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna."

Romanos 12:2 (RVR60) - Transformación por la renovación de la mente:


"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Estos pasajes, junto con 2 Corintios 5:17, enfatizan la importancia de la regeneración espiritual y
la vida transformada que proviene de la fe en Jesús. Son fundamentales para comprender la
naturaleza de la salvación y el llamado a una vida nueva y santificada en Cristo.
Según el análisis teológico, indicar las varias verdades teológicas que menciona, indicando el
sustento bíblico para cada una.

Claro, a continuación, menciono las varias verdades teológicas que se encuentran en 2 Corintios
5:17, junto con el sustento bíblico para cada una:

Unión con Cristo: La verdad teológica fundamental en este pasaje es la unión del creyente con
Cristo. Esta idea se encuentra en varias partes de la Biblia, como en Juan 15:4 (RVR60) donde
Jesús dice: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí
mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí." Esta unión
con Cristo implica que los creyentes están unidos con Él en Su muerte y resurrección,
compartiendo así en Su nueva vida y victoria sobre el pecado y la muerte.

Nueva Criatura en Cristo: La expresión "nueva criatura" se refiere a la regeneración espiritual


que ocurre en la vida del creyente cuando está en Cristo. Otras referencias bíblicas que hablan
sobre este concepto son Efesios 2:10 (RVR60): "Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas",
y Gálatas 6:15 (RVR60): "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión,
sino una nueva creación." Estas referencias nos muestran que la vida del creyente es renovada y
transformada en Cristo.

Redención y Perdón de Pecados: La verdad teológica de la redención y el perdón de pecados


también está implícita en este versículo. A través de la obra redentora de Cristo en la cruz, los
creyentes son liberados del poder del pecado y reciben el perdón de sus transgresiones. Efesios
1:7 (RVR60) dice: "En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las
riquezas de su gracia."

Justificación por Fe: La idea de que la nueva criatura surge a través de la fe en Cristo también nos
remite a la doctrina de la justificación por fe. Romanos 3:24-25 (RVR60) nos dice: "Siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien
Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia." La
justificación es el acto judicial de Dios por el cual declara al creyente como justo a través de la fe
en Cristo.
Transformación por el Espíritu Santo: La regeneración y la vida transformada en Cristo son
posibles gracias al trabajo del Espíritu Santo en la vida del creyente. Tito 3:5 (RVR60) menciona
"el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo." También en 2
Corintios 3:18 (RVR60) se habla de cómo, al contemplar la gloria del Señor, somos
transformados en la misma imagen con "de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor."

Estas verdades teológicas se encuentran interconectadas y forman la base de la comprensión del


cambio y la transformación que experimenta un creyente al estar en Cristo y ser una nueva
criatura. Estas verdades son fundamentales para la teología de la salvación y la vida cristiana.

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