Análisis: Efesios 5

Entendiendo el contexto: El libro de efesios es una carta enviada por el apóstol Pablo para la
iglesia que habitaba en la ciudad de Éfeso, por lo cuál es un mensaje dirigido a cristianos.

Efesios 5:1-2 Nos hace preguntarnos, ¿cómo podemos imitar a Dios? Si Dios es perfecto. La
escritura nos responde a continuación. Dios es amor. Por eso nos dice que debemos “Andar en
amor”, llevar una vida de amor consiste en seguir a Cristo como discípulos, negándonos a
nosotros mismos, tomando la cruz no por obligación sino como sacrificio en amor por Dios y
por nuestro prójimo, así como Cristo se sacrificó por nosotros. De esta manera podemos ser
sacrificio y ofrenda de olor agradable a Dios.

Efesios 5:3 Los cristianos debemos portarnos como corresponde al pueblo santo porque hemos
sido escogidos para dar gloria a Dios y estamos siendo perfeccionados por él. Pablo menciona
algunos pecados, estos son pecados comunes en el mundo actual. Menciona a la inmoralidad
sexual, que actualmente es aceptada socialmente como una norma de conducta; se considera
algo normal. También los avaros que acumulan riquezas con fines egoístas. ¡No hagamos que el
espíritu santo que habita en cada discípulo se entristezca!

Efesios 5:4 Todos estos pecados si son puestos en práctica en nuestras vidas nos lleva a
apartarnos de la verdad, porque no pertenecen a la naturaleza divina. Quien ha dejado su vida
pasada para tener una vida nueva en Dios ha desechado estas conductas y comprende que
nada de esto le hace algún bien, al contrario, nos aparta de la presencia de Dios. Pablo dice al
final del versículo “más bien, acciones de gracias” en otras versiones dice “más bien, alaben a
Dios” ya que nos acerca a su presencia.

Efesios 5:5 Se entiende con claridad, que la persona que no ha sido regenerada y que practica
estos pecados no tiene ninguna parte en el reino de Cristo y de Dios.

Efesios 5:6 Dice la escritura “Nadie los engañe con vanas palabras” en otras versiones dice
“Que nadie los engañe con palabras huecas” A veces ocurren situaciones en nuestras vidas
donde sabemos que se está cometiendo un pecado y las personas del mundo tratan de
justificar estas acciones, por ejemplo dicen frases como “Lo que hago no hace mal a nadie” o a
veces nosotros mismos o entre cristianos nos justificamos diciendo “es una mentira piadosa,
puedo seguir haciéndolo y ser cristiano” para tratar de convencernos de que todo está bien, sin
embargo sabemos que es pecado y esto trae castigo de Dios. ¡No seamos desobedientes!
Efesios 5:7 Pablo nos exhorta a no ser partícipe de estos pecados, ni ser cómplice de ellos.
Efesios 5:8 Aunque antes vivíamos en oscuridad, pero ahora por estar unidos al señor hoy
vivimos en la luz. ¡Hay que portarnos como quienes pertenecen a la luz!
Efesios 5:9 Pensemos en la luz como una semilla que cuando crece en nosotros da fruto y esos
frutos son siempre el resultado del cambio que sucede en el interior de nosotros. De manera
que seamos luz en medio de la maldad, injusticia y mentiras y procuremos pensar, hablar y
actuar con bondad, justicia y verdad.
Efesios 5:10-11 Pablo nos llama a examinar siempre qué es lo que le agrada al señor y a no
contaminarnos ni practicar las conductas y obras inútiles.
Efesios 5:12-14 Hay reprobar estas prácticas. La oscuridad es un estado del corazón en el que la
verdad o sea la luz, no ha penetrado, y aunque puedan entender lo dañino y lo malo de lo que
hacen en secreto, para que nadie se entere y esconderse tras una máscara, no pueden cambiar
sus vidas por sus propios medios.
Pero cuando la luz toca el ser de alguien, todo lo oculto o escondido sale a la luz, la mentira, los
engaños, los abusos, la violencia, y toda maldad, es descubierta para que podamos ver la
realidad.
La luz que refleja la vida de un cristiano revela lo que la oscuridad oculta. La oscuridad no es
apartada por predicar sobre ella. La oscuridad es disipada por la presencia de la luz.
Hay muchos cristianos que critican a modo de predicación. Tratan de corregir a una persona no
creyente diciéndole "usted no debería hacer esto". Pero, ésa no es la manera de aproximarse a
la oscuridad. Tenemos que ser una luz. Nuestra tarea es hacer resplandecer la luz de la Palabra
de Dios. Es muy difícil alcanzar a una persona para Cristo sermoneándola y advirtiéndola sobre
lo que está mal. No debemos tratar que la persona que no es salva cambie su conducta;
porque ella por sí sola no puede cambiar su conducta. Necesita nacer de nuevo
espiritualmente para poder cambiar. Tenemos que ser una luz y la luz siempre afectará a la
oscuridad. Recordemos que la oscuridad no se disipa por medio de predicaciones, sermones ni
de conferencias. La oscuridad se desvanece en presencia de la luz.
Efesios 5:15-17 Pablo nos dice que demos cuidar nuestro comportamiento vivir con sabiduría.
El señor da sabiduría al que se la pida. Ya hemos visto cómo en el plan de Dios se nos ha dado
sabiduría, y que en respuesta a la oración se nos seguirá dando (Efesios 1:8,17), por lo que
podemos estar seguros de la que Dios nos dará la sabiduría que necesitamos para sortear las
dificultades y los obstáculos que se irán presentando en el camino, y así poder imitar a Dios. Así
como un gato que va andando a lo largo de un muro al que le han puesto púas o trozos de
cristal incrustados y va caminando con mucha delicadeza, evitando cualquier daño a sus patas.
Esta forma de andar es todo lo contrario del necio, quien, olvidando o ignorando a Dios no
tiene ningún cuidado de cómo o dónde anda, y fácilmente cae. El "sabio" es el que toma en
cuenta a Dios y su voluntad en todo, cuidando la manera que anda por la vida.
Efesios 5:18-20 Pablo nos dice que debemos edificarnos mutuamente con alabanzas, y "unos a
otros", ya que es ayuda mutua entre el pueblo de Dios. Esto es el resultado estar llenos del
Espíritu santo.
Relaciones familiares

Efesios 5:21 Sometiéndose unos a otros en el temor de Cristo:

Esta palabra "sometiéndose" es una palabra interesante. No significa obedecer. Pablo no
estaba diciendo que el hijo de Dios era un soldado que recibe órdenes de alguna persona en la
iglesia que se considerara un sargento, o un capitán. Nosotros sí recibimos órdenes, pero las
recibimos del Capitán de nuestra salvación.
Cuando 2 hermanos en la fe se tratan el uno al otro como digno de más honor que ellos
mismos, se crea un equilibrio en humildad y amor donde ninguna persona es independiente de
la otra; más bien, ambos están sirviendo uno al otro. Se sostienen uno al otro.