4.

6 PRINCIPIO DE CONCURSO DE
INFRACCIONES

Dentro del ámbito del derecho administrativo

sancionador, puede surgir la situación en la que
una misma acción o comportamiento se clasifique
como varias infracciones. Y existen 2 tipos,
absorción de la pena y exasperación de la pena.

4.7 EL PRINCIPIO DE CONTINUACIÓN DE

INFRACCIONES
El artículo 246 del TUO de la Ley N° 27444
establece el principio de continuación de
infracciones en su inciso 7. Y, para aplicar
sanciones en casos de infracciones continúas
cometidas por el administrado, es necesario
cumplir dos condiciones: i) que hayan pasado al
menos 30 días desde la fecha en que se impuso
la última sanción, y ii) que se haya solicitado al
administrado que demuestre haber cesado la
infracción dentro de ese período.

4.8 EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

El legislador peruano ha definido el
principio de causalidad en el inciso 8 del
artículo 246 del Texto Único Ordenado de
la Ley N° 27444, Asimismo, siguiendo el
principio de causalidad, la sanción debe
ser impuesta al administrado que llevó a
cabo la conducta que se considera como
una infracción administrativa.

4.9 EL PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE LICITUD

El artículo 246 del Texto Único Ordenado de la Ley N°
27444, en su inciso 9, nos menciona que las regulaciones
administrativas establecen que las entidades públicas
deben acatar la suposición de que no hay responsabilidad
administrativa hasta que se pruebe lo contrario. La
esencia fundamentalmente procesal de la presunción de
inocencia se evidencia en que la responsabilidad de
presentar pruebas recae en la Administración, lo que
permite desvirtuar dicha presunción.

4.10 PRINCIPIO DE CULPABILIDAD

Este principio en el derecho administrativo hace

referencia de que una persona solo puede ser
sancionada por una autoridad administrativa si es
que se demuestra que ha cometido una falta o
una infracción de manera intencional o
negligente.

4.11 PRINCIPIO NON BIS IN IDEM .

este principio busca evitar que una persona sea sometida
a un doble castigo o proceso sancionador, lo cual
garantiza la seguridad jurídica y evita posibles abusos.
Sin embargo, existen algunas excepciones y matices en la
aplicación de este principio en el derecho administrativo,
dependiendo de la jurisdicción y la legislación específica
de cada país.