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Unidad N°3

La toxicomanía generalizada
Ernesto S. Sinatra
1. Búsqueda de la felicidad, química de la satisfacción
Jean Cocteau escribió que existen aquellos que prohíben el consumo de opio y perseguían a los opiómanos, el
exigía que estas personas se pusieran a trabajar para producir una droga que proporcionara la misma
satisfacción que el opio pero sin efectos nocivos.
Hoy otras drogas existen: los llamados animadores de humo, supuestas drogas que no producen adicción y que
conjugan de un modo “optimo” la relación riesgo/ beneficio que rige al mercado capitalista. Sirven para tratar
depresiones y modificar la personalidad, ofreciendo una felicidad química asequible en farmacias.
El mensaje de la capsula
Un psiquiatra americano considera la propuesta: “escuchar a las drogas, como si estas pudieran decirnos
algo acerca de cómo están constituidos los seres humanos”
El prozac constituye un paradigma de un tipo de drogas. Se trata de un tiemoleptico que posee ventajas
sobre las anfetaminas, marihuana, heroína, LSD, alcohol, opio o cocaínas. No produce adicción, no
promueve la experiencia autista ya que reduce las barreras para el trato social en las personalidades
inhibidas socialmente.
Además favorece la autoestima personal, eleva el nivel de decisión, estimula el placer indirecto al emplear
las capacidades individuales sin inducir distorsiones en la percepción. Es una píldora que modifica la
personalidad. Teniendo en un principio el fin de tratar el síntoma de depresión.
2. Dilemas éticos de la plataforma cosmética: el hedonismo medico
Kramer formula los dilemas éticos planteados por el Prozac en su empleo por los médicos: utilizado para
eliminar un síntoma, adviene un remedio para modificar el humor de las personas.
Hay un fundamento químico para el uso de esta droga: la fluoxetina cumple una función de inhibición de la
recapacitación de la serotonina. Con mayor serotonina disponible se potencian las sensaciones de bienestar y
de satisfacción.
Una psicofarmacología cosmética sienta sus bases: se ha montado un equivalente farmacológico de la cirugía
plástica. Todos tendrían acceso al Prozac, aquellas que prefieren cambiar su personalidad timida y sumisa por
otra.
3. El feminismo timoleptico y la diferencia biológica
Se cita a Ocatvio paz quien asocia capitalismo moderno y virilidad.
La agresividad, el espíritu de competición, la emulación, la combatividad son valores adoptados por la sociedad
como de su propiedad. Kramer dice que el Prozan es la droga feminista ya que “curan” a la muer de sus rasgos
femeninos tradicionalmente pasivos, permitiendo la configuración de un ideal femenino mas robusto.
El prozac deviene asi el significante amo de la histeria moderna: casi un “fetiche químico” permite curar las
diferencias sexuales anatomicas por otros medios que la cirugía transexual.
Los derechos de las mujeres a ser como los hombres obtendrían su legitimación en el dominio de la
personalidad.
4. El trauma del nacimiento del Prozac
Kramer dice que las fuerzas sociales autoenajenantes, el sentirse herido, la ansiedad, la melancolía y la
inhibición son señales de la condición del hombre ya que se presentan en animales inferiores en respuesta a
un trauma.
Kierkegaard dice que el prozac nos convence por su capacidad para modificar la personalidad de que esas
emociones no son humanas.
El poder del prozac es balanceado por kramer con la disminución del poder del psicoanálisis a partir de una
escisión que realiza entre creer y saber. Gracias a la constitución de kramer, EL saber se sostendría ahora del
lado de las ciencias de los neurohumores.
El prozac aparece para disminuir del poder del psicoanálisis, se ofrece para sustituirlo. El propone que las
neurosis del siglo xx no resistirán los cambios de los tiempos porque no se trataría mas.
Ahora la neoneurosis del siglo xxi se tratara sobre los efectos de la herencia y del trauma sobre una diversidad
de funciones neuropsicológicas codificadas en la neuroserotonina y los estados de los neurotransmisores.
Al marcar el fracaso de este diagnostico de la psiquiatría, Kramer se dirige al discurso Freudeano retornando al
SXIX a los conceptos de herencia y trauma aggiornados ahora en riesgo y estrés.
La herencia propondría un patrimonio universal de la humanidad a partir del cual las diferencias de base son
biológicas: las emociones y estados de ánimo son efectos de tales causas. Ya no son efectos de las respuestas
de cada sujeto al deseo del Otro a partir de su goce privado (fantasma)
Tampoco son el efecto de su confrontación angustia ente la causa que lo impulsa, ni el precio por la cobardía
moral.
Kramer produce una forclusion del saber incc. No se trata de una imposibilidad de goce en razón a la
inadecuación estructural del sujeto al sexo biológico sino la posibilidad de transformación por el prozac a partir
del saber del experto.
Por último plantea la “violencia” donde desestima los ataques dirigidos a la pancea del prozac por los suicidios,
asesinatos y otras respuestas que se imputan a su acción benéfica. Sabemos que es una respuesta a la
pretensión de kramer de desconectar los afectos, emociones y de la responsabilidad de los sujetos.
5. La farmacología “redentora”: del prozac al viagra.
El viagra parece fortalecer felicidad química: el laboratorio propone un priapismo instantáneo. El etecno
fantasma obsesivo de la potencia sexual infinita parece realizarse con una píldora.
La desconexión del órgano de la función humanizarte del deseo siempre tiene un precio: la forclusion
tecnocientifica de la subjetividad empuja a olvidar que la depresión o la impotencia constituyen el síntoma de
lo que no marcha para cada cual en la relación con su deseo. Aquí otro fantasma aparece, la muerte aparece
acá como paros cardiacos.Otro tipo que aparece es el síndrome de fatiga crónica.
6. La globalización de los consumidores: el boom de las drogas licitas
En la actualidad los gagets pueden hacer que casi todo sea posible, pero eso también no incluye solo la
automedicación, sino la proliferación de drogas blandas (de venta libre) que ofrecen salud vitaminizada para
cada dolencia. La industria farmacéutica logro otra vez penetrar en la salud mediante la oferta masiva de
vitamínicos extendiéndose ya no a los enfermos solamente, sino a los sanos.
La venta de accesorios vitamínicos se ha globalizado. Desde el mercado de la felicidad química la bipolarización
del sano-enfermo ya no tiene sentido. Ahora somos todos consumidores, existe una toxicomanía generalizada.
La hipótesis de la toxicomanía generalizada susurra. ¿todos drogatictos?
7. Claves de cambio de siglo
La toxicomanía generalizada encuentra su complemento ideal en el empuje a olvido generalizado. Aquí
podemos hacer la diferencia entre el pasado freudeano y el actual lacaniano. Por esto es importante
cuestionarnos por que acompañan hoy olvido sustancias toxicas introducidas para obtener un cortocircuito de
goce en el propio cuerpo, en lugar de aquellas conversiones freudianas que ofrecían huellas corporales del
olvido.
También hay que hacer diferencias dentro de las drogas. Las ilegales parecen ser el recurso desesperado de
algunas personas confrontadas con la inexistencia al Otro por un sesgo químico para reparar científicamente
las injusticias subjetivas de genero raza, condición económica etc.
Del amor freudeano asistimos al cierre del incc. En una época donde se le hace cada vez mas evidente que no
existe Otro de las garantías universales de las que los dioses resguardaban el semblante y que cada vez menos
al Otro de las garantías nacionales de las que si el “estado protector” constituía el semblante.
se trata aquí de efectos de la captación por el mercado del plus de gozar, para su instrumentación según sus
hacernos olvidar que de todos modos nos vamos a convertir en cadáveres.
8. Anexo: mas alla de las psicomanías
 Estado, socidad, psicoanálisis (es solo introducción)
 Psicofarmacología cosmética o clínica de lo real
A partir del empleo del prozac como panacea de la ultima generación, nos encontramos con una droga
especial: no es una droga prohibida, se obtiene con una receta y es promocionada por su valor de
modificación de la personalidad. Promete cambiar lo que cada uno quiere
 De la operación toxicómana a la función del toxico
Se refiere a una función del toxico en la economía del goce de un sujeto, con ella se invita a ver el valor de la
sustancia en juego, incluye una generalización que desdibuja la diferenciación entre el denominado alcoholico
y el toxicómano.
Parecía claro que el alcohólico patrocinaba el casamiento con el falo y la droga su ruptura. Esta modificación
en los ámbitos de consumo indica el avance del discurso capitalista y hay que tenerla en cuenta en las
formulaciones.
Un analizante hablaba de vicios paralelos, indicando el empleo alternativo que realizaba de sustancias toxicas,
según la ocasión. Cada vez más las personas combinan drogas con alcohol para potenciar o regular los efectos
de su ingesta. Cada vez quedan menos toxicómanos alcohólicos puros, en la actualidad todo vale.
 El alcohólico y su nostalgia por el padre ¿parece una extinción?
El alcohólico “verdadero” es posible que desaparezca y casi se extinga. Quizás asi quede establecida la
frecuente nostalgia del padre que presenta el alcohólico, siempre preocupado por problemas de amor, por
fracasos en sostener el amor.
El padre y el alcohol se llevan bien aunque se peleen por su entremedio padres e hijos, por mujeres, hombres
ente si.
La declinación de la imago paterna arrastra al alcohólico en su nostalgia llamada al motor del padre. Por ej
alcohólicos anónimos, los que aun se reclutan en nombre del padre, aunque borren su nombre en el
anonimato que el grupo propone.

Toxicomanos y psicoanálisis. Las neurosis del deseo


Sylvie Le Poulichea
1. Teorías y tóxicos
La toxicomanía se presenta como el objeto de un cuestionamiento. Y esta puede ser pensada desde un punto
psicoanalítico.
Una forma de abordar el problema es preguntarse¿ en que sitios o que condiciones se puede fundar un
discurso psicoanalítico sobre el toxico?. Otra manera de abordaje consiste en preguntarse por los sujetos que
nos ocupan.
Antes de llegar a consultorio la persona ya está atrapada en la definición toxicomanía, designada como un
flagelo social y constituye el objeto de una ley jurídica.
Lo mismo pasa con el alcoholismo cuando un conjunto de discursos ha fundado una entidad autónoma de la
cual el alcohólico hace figura de representante. No presenta delito aunque la ley interviene cuando se produce
una queja desde un medio social.
Un primer conjunto de discursos (científicos, morales etc) que constituye una entidad, se duplica en otros
discursos que lo han elegido para representante de esa unidad. Si el clínico precipita un saber en este punto
corre riesgo de sumergirse en una forma de confusión de los registros en los que se puede aprehender su
objeto.
Hay que considerar la estructura de los diferentes registros: las leyes y saberes que organizan un retrato
medico-psicológico para los individuos se reconoce la relación privilegiada que estos mantienen con su propio
concepto médico-legal
Los discursos que definen la toxicomanía para considerar la relación que ciertos toxicómanos establecen con
esos saberes.
1. Una psicologizacion secundaria de los conceptos analíticos
 De la pasión a la fármaco-dependencia
En 1935 en esa época algunos discípulos de Freud intentaron fundar una clínica psicoanalítica de las
toxicomanías, se apartaron, para ello, de una concepción medica de la sustancia toxica. Pero estos cayeron en
el olvido.
En Francia en 1950, fue la noción de encuentro la que inspiró a estos autores: para dar lugar a la eclosion de
una neurosis toxicómana, es necesario que se produzca un encuentro de organizaciones neuróticas de la
personalidad con una sustancia que engendre la toxicomanía.
Esta neurosis toxicomaniaca parecía un mal elegido: los toxicómanos, no podían no ser todos caracterizados
por un modelo neurótico. En esta noción de encuentro, conserva siempre un carácter algo mágico al mismo
tiempo que solicita un modelo medico. La sustancia toxica adquiere con ella, los rasgos de un virus que
provoca la eclosión de una enfermedad cuando encuentra terreno.
Fue a noción de fármaco de la dependencia la que se afirmo para explicar toda toxicomanía. Esta noción
introduce la idea de un interacción entre un organismo y un medicamento y su advenimiento es correlativo a
la interrupción de un nuevo saber sobre las relaciones entre lo fisiológico y lo psicológico.
Se define la toxicomanía como una dependencia fisiológica duplicada por una dependencia psicológica.
La figura plural de la pasión del sXIX la explicación de las toxicomanías y que no se separa el cuerpo y el alma,
da una base propicia para la reflexión psicoanalítica que lleva a la dimensión subjetiva y enigmática de la
experiencia.
La noción de dependencia fisiológica y dependencia psicológica. Lo psíquico parece sometido a las mismas
regulaciones lógicas que lo fisiológico. La noción de la dependencia psíquica impide pensar en la toxicomanía
por la fuerza de evidencia que adquirió.
2. Síntesis psicosociológicas
En Francia se dedicaron a la investigación de un perfil del toxicómano o a la definición de conducta y hasta una
personalidad del toxicómano. En la década de 70 se comienza a hablar de un flagelo: los estudios tienden a
regirse por lo espectacular y la visibilidad del fenómeno.
A la dependencia psicológica se agrega en lo sucesivo un contexto socioeconómico y cultural designado como
toxico. A partir de estas definiciones algunos autores proporcionaron un catalogo de conductas y conferirles
una racionalidad de orden psicosociológico. Lo que lleva a normalizar y clausurar la noción de toxicomanía en
su acepción de conducta desviante aliada a un estado de fármaco dependencia.
Las condiciones de vida actuales traen consigo una inorganizacion de a personalidad según un modo pre-
depresivo. La pérdida de valores, la abdicación de progenitores cada vez mas asados por la rapidez y violencia
de la evolución socioeconómica empujan a los adolescentes hacia la toxicomanía.
También la sociedad de consumo apuntala de manera directa al individuo según el modo que es el de
narcisismo secundario.
La cuestión de la toxicomanía se produce en diferentes niveles, todos los deslizamientos de orden conceptual y
de orden epistemológico parecen privilegiados en ella.
La definición del término droga existen desde la antigüedad del sXIX en la figura de flagelo social. Desde ahí el
desarrollo de los discursos sobre el flagelo se ha amplificados sin que se pueda establecer una relación real con
un aumento efectivo de los usos tóxicos.
La toxicomanía sirve de soporte a la transmisión de otros mensajes retomados por los medios de comunicación
social. En discursos sociales la toxicomanía es la mas invocada para sostener el mensaje de otro. ello ocurre en
la medida en que la figura del toxico solicita un imaginario social particular: parece ofrecer un espejo a las
imágenes sociales de la intoxicación.
3. Estereotipos erigidos en rasgos clínicos.
Hay dos tendencias marcadas en los psicoanalistas: la primera consiste en tratar de identificar la toxicomanía
con una variante de una patología ya conocida (perversión, melancolía, mania) y la seguna se propone poner
en evidencia una organización psicopatológica autónoma o una organización de tipo depresivo.
Estas pueden combinarse. La posición de Bergeret dice que en toxicomanías ligadas a neurosis y psicosis hay
una organización que atestigua un estado de estructuración incompleto, adolescencia inconclusa y prolongada.
Esta proposición se logra en encuestas pidemiologicas y escucha de inspiración psicoanalítica. Así se marcaron
rasgos comunes de comportamiento afectivo. Entre ellos figura el mismo nivel de regresión pulsional, ausencia
de secundarizacion genital, falta de confianza.
Bergeret afirma que estas personalidades inmaduras, indecisas, ansiosas insatisfechas son las victimas mas
fáciles y propicias de la toxicomanía.
La toxicomanía como organización se comprende bajo esta referencia. Reconfortar el narcisismo y restablecer
el dialogo son los objetivos asignados a la cura. Para esto se asiste a la incapacidad de ver, aceptar los costados
positivos que existen en todo interlocutor.
Ocurre un desplazamiento permanente entre calificaciones morales, categorías psiquiátricas, datos de
comportamiento y conceptos analíticos con la consecuencia de que estos pierden toda su dimensión de
negatividad.
Sucede a menudo que se tome la toxicomanía como algo homogéneo y nociones como la dependencia, la falta
o el flash se cuestionen ni re problematicen: ellas se inscriben como rasos característicos de base, referidas a
una ley de la droga, el resultado es una ideologización secundaria de la teoría analítica utilizada.
Los conceptos analíticos son superpuestos a los fenómenos ligados al uso de las drogas. Por confundir clises de
la toxicomanía con datos clínicos es necesario amplificar estereotipos.
 La herencia de los venenos del espíritu
La farmacología moderna inspiro a la concepción de la fármaco-dependencia.
1. Locuras y tóxicos
El pensamiento del toxico mantiene comunicación con la concepción de la locura y con una teoría de la
psicosis.
En XIX el estudio de Moreau de Tours De haschisch hizo reflexionar sobre los estados de pasaje o estados
mixtos que son la locura, el sueño y la intoxicación. El tema de la intoxicación hizo conmoción en la
comunicación entre el cuerpo y el espíritu, el sueño y la vigilia, percepción y alucinación.
A fines del XIX Magnsn funda la categoría de las locuras toxicas donde la naturaleza del agente toxico es
contingente. El alcoholismo y la toxicomanía ponen en un juego las disposiciones delirantes de los sujetos. Y
son casos particulares los d las locuras toxicómanas.
En 1924 Lewin hizo editar una de las primeras obras de síntesis sobre las sustancias toxicas y las reacciones
que ellas engendran en los individuos.
Hay que recordar que desde el XIX se hablaba de morfinomanía, de cocainomanía y de heroinomania y no de
toxicomanía. Y con Lewin esta tendencia se radicaliza. La figura del toxico parece dar un marco estable de
patología.
Se trataba de hacer una clasificación de las drogas, en cuyo interior se dividían las propiedades de las
sustancias o realizar el espíritu de las drogas.
El autor proponía una forma de objetivación y formalización de las toxicomanías en un catalogo ilustrado de
las drogas. Lewin propone una lista de los venenos del espíritu que revelan la naturaleza misma del espíritu y
plantea que las perturbaciones psíquicas son efectos de procesos tóxicos. Nace así la concepción del origen
bioquímico de la psicosis.
Se planteo que todas las perturbaciones mentales eran producidas por los venenos del espíritu. Esto implica un
cambio de pensamiento: asimila la psicosis a una modificación psíquica.
Las toxicomanías proporcionaron el modelo científico y moderno de la concepción de locura. Esya se define
como una auto-intoxicación involuntaria o como la secreción de los veneno del espíritu. La psique queda
asimilada como un órgano.
Lewin se presenta como pionero de la psicofarmacología moderna. Las toxicomanías son tomadas como
curiosidad y como modelos.
Para los psicofarmacologos la intoxicación tiene diferentes niveles: en el marco de las psicosis llamadas
exógenas, consecutivas a una intoxicación pero también respecto de las psicosis llamas endógenas, en la
medida en que es incriminada una sustancia toxica interna y la terapia procede por intoxicación para crear una
contra corriente.
2. La ambigüedad del toxico
El toxicómano es de alguna manera una estructura de ambigüedad y de reversibilidad. Derrida propone un
análisis de las características del farmakon. Se inspira en Fedro y Platón.
Platón compra el medicamento con la escritura asi constituye la mnesis por la hipomnesis, asi el medicamento
hacer las veces de suplente físico de lo psíquico ausente. Los dos se afirman como suplencias, remplazos.
Platón denuncia esas potencias ocultas seductoras que actúan doblemente: remedio y veneno.
Moreau de Tours presenta el farmacon como un agente de sueño y de locura que puede trocarse en agente
terapéutico. En XVII Cullen dijo que el opio alberga lo mas y lo menos, es un estimulante y un sedante a la vez.
Cuando se administra lo positivo se revierte y se negativiza. Farmakon es entonces lo que encierra en si mismo
a su propio contrario.
Los autores contemporáneos producen un catalogo ilustrado de las drogas donde para cada una se fija un
efecto especifico buscado por un toxicómano.
De la misma manera los estudios psicofarmacológicos tuvieron dificultas en liberarse de un enfoque
enteramente positivista. Este mismo toxico que parece poseído se ve elevado al rango de remerdo de choque
en la terapia de la psicosis. Esta idea de la terapia de choque puede encontrar su fuente en Hipocrates. Se trata
de una concepción de la terapia con exacerbación de lo mórbido que permite una renovación.
Paralelo a esto esta la respuesta de tratar las enfermedades mentales por medio de medicamentos. La locura
ya no es un secreto ni se presenta como un saber ocultado. Es mas bien a saber sobre el toxico qu va a reducir
la locura a un epifenómeno, a un disfuncionamiento de los tóxicos.
Con la aparición de la psicofarmacología moderna, es como si el doble faz del farmakon se viera formalizada en
la noción de opuestos cómplices que son el psicotrópico-remedio que cura la psicosis y el psicotrópico-veneno
que engendra la toxicomanía y la toxicomanía pasa a figurar el doble de la psicofarmacología. La
automedicación opera un desvío del saber psicofarmacológico.
La noción de abuso queda privilegiada dentro de un pensamiento medico positivista para el cual lo patológico
se designa desde lo normal como hiper o hipo. Acá vemos la dualidad del maniqueo y ontológico aplicado en la
figura del toxico: desde el cuerpo poseído. Se plantea la dualidad del cuerpo y la sustancia que lo ataca.
La primera terapéutica toxicomaniaca fue el método de la celda de Levinstein. En la actualidad ciertos centros
de readaptación aplica la terapia del cuerpo del toxicómano usado también en técnicas medicas y trasfusiones
sanguíneas.
Más allá de los discursos y las intervenciones también hay que tomar en cuenta que el individuo toxicómano
está condicionado como todo organismo: todos los abordajes de tipo sustancialista son correlativos de un
efecto de desubjetivacion.
El espíritu de estas concepciones en materia de toxicomanía es abordado no solo por la medicina. La
dependencia psíquica, este fenómeno resulta psicologizado, así la tentativa de comprender la personalidad del
toxicómano. Suelen aparecer bajo la forma de “tendencia al narcisismo, yo débil, yo fijado definitivamente en
el estadio oral, inmadurez afectiva, nada de genitailizacion. Los toxicómanos suelen ir a terapeutas para
reclamar dos tipos de intervenciones: el encierro o forma de extracción.
3. La circularidad del toxico
Una de las temáticas de los toxicómanos se presenta como la creencia en un circuito mágico que se dibuja ente
lo interno y lo externo.
En el toxico investigado por Moreau no surgieron creencias particulares sino una teoría sobre los estados de
pasaje. Luego las experimentaciones psicofarmacológicas plantearon el mismo problema y sobre todo las
investigaciones sobre las psicosis exógenas plantearon lo mismo.
Muchos toxicómanos comentan parecidos términos en las consecuencias de su consumo: lo que estaba afuera
para adentro y recíprocamente.
Otro efecto que se dibuja en las transferencias es la de la relación entre psicológico y fisiológico cuando en
ellas inmiscuye el farmakon. La psicofarmacología moderna consagra la idea de un órgano psíquico. Este puede
recibir un tratamiento pero también una contaminación.
Un recorte de órgano de la psique puede ser contemplado y parece valorizado una forma de reversibilidad
entre lo fisiológico y lo psíquico. El espíritu del toxico, desprendido de los discursos, se organiza en discursos y
parece constituir una teoría y hasta una terapéutica de un refuerzo del yo.
Se trata de un saber sobre un circuito mágico entre lo interno y externo y sobre un órgano de la psique. Este
ultimo podría recibir una medicación, una automedicación o un auto-intoxicación involuntaria.
No se puede en la farmacia distinguir el remedio del veneno, lo verdadero de lo falso, el adentro del afuera,
vital-mortal. Pensando en esta reversibilidad original, el farmakon es el mismo porque carece de identidad.
Hay un aspecto de la reversibilidad que trae dudas: si se puede tratar el órgano se la psique, entonces
sustancias químicas adquieren el estatuto de objetos químicos. Se objetará que es solamente en el
laboratorio donde la droga puede ser aislada como puro compuesto químico: en efecto cuando es prescrita
o autoprescrita opera una función de metamorfosis que introduce ciertas imágenes y significantes.
Se presenta en el farmakon una paradoja: toda una fenomenología de las toxicomanías que se inspira en
experiencias estético-místicas con los alucinógenos. Por otro lado suscita la idea de un farmakon subversivo
que acciona una maquinaria de sueño.
Esto no encuentra eco en los dichos de los pacientes toxicómanos, en los cuales se consagran con cierta
funcionalidad y urgencia del uso toxico. Más allá del discurso psicodélico la experiencia descubre practicas y
discursos de los que el sueño se ausento para realizar la instauración de prótesis. Asi el espíritu de los
discursos parece próximo a la psicoarmacologia. El farmakon hace tratar el órgano de la psique.
La noción de reversibilidad es esencial porque se presenta como la anulación de un corte: no entre en el
cuerpo y el espíritu, sino entre el organismo y el lenguaje, es decir que el tratamiento del órgano psíquico
introduce la idea de una continuidad de si consigo. Esta creencia del farmakon-sustancia trata a la psique
como un órgano, y se presenta como una tentativa de eliminar al sujeto del psicoanálisis.
 La toxicomanía como teoría
se trata de apreciar la ambigüedad de la toxicomanía como entidad autónoma. No arece que a toxicomanía y
los discursos sobre el toxico dependan de dos campos heterogéneos, ambos pueden consagrar un mismo
espíritu del toxico, inspirado en la teoría sobre el cuerpo y creencia en la omnipotencia de la sustancia.
Es en el encuentro entre toxicomanías y discursos sobre el toxico donde se constituye la toxicomanía, como
teoría. Esta entidad hace las veces de una totalización articulada con creencias. La toxicomanía se llena de su
propia discursividad y procede de una teatralidad. Así se presenta como una puesta en escena de las
toxicomanías.
1. Un imperativo de representación del drogado.
Las toxicomanías constituyen en la impronta dejada por los discursos que definen toxicomanía y se
fundamenta por tres razones: 1) la toxicomanía es objeto de leyes que aplican a toxicómanos. 2) un objeto de
discurso privilegiado, puesto que puede ser espejo de las imágenes sociales de la intoxicación y de la epidemia.
3) despierta una imaginería del toxico que da lugar a una teoría sobre el tratamiento del órgano de la psique.
Hay que recalcar el hecho de que algunos individuos sean introducidos y representados por productos: “el
toxicómano”, se dice, como si fuera natural que una categoría se elabora a partir de un uso de producto por
individuos. Es lo mismo al decir “el alcoholico”. Entidades de esta índole tienen que anudarse a ciertas
determinaciones sociales y medico legales.
Por otra parte desde un tiempo existen usos de drogas con fines diversos (religiosos, médicos, estéticos) que
se inscriben en una inspiración sociológica. Entonces todo usuario de droga es toxicómano?
Freud dijo que “habituación” es un giro verbal sin valor de establecimiento, no todo el que tuvo oportunidad
de consumir droga contrae una adicción (en vez de droga usa el ejemplo de la morfina). Asi la indeterminación
de la experiencia de la droga contribuye a producir una determinación sociológica y jurídica de la figura del
drogado.
Lo que importa es el efecto de replica del que los toxicómanos acusan recepción: su propia asimilación al
“drogado”, es decir la manera en que ellos se insertan en esa determinación social y jurídica.
Lo que intriga es la normalización de los discursos de individuos toxicómanos que presentan una queja que de
algún modo prolonga la queja social de que son objeto.
Las personas que están en un marco instituido del anonimato y gratuidad, hablan de toxicomanía y solicitan
reconocimiento de su pertenencia a estas categorías. Suelen presentar conductas estereotipadas y su atributo
obligado, la droga como algo que reclama una sanción terapéutica univoca.
La ley prevé que toda persona que use una manera licita sustancias o plantas clasificadas como
estupefacientes sea puesta bajo la vigilancia de una autoridad sanitaria. Esta ley confiere a los toxicómanos el
doble estatuto de enfermos y delincuentes. El uso de estupefacientes merece atención medica pero la
adquisición y la tendencia de ellos constituyen un delito.
En cuanto al medico, debe informar regularmente a la autoridad judicial sobre la marcha del tratamiento, asi
como sobre su interrupción. Es en el seno de esta confusión entre los registros médicos y jurídicos donde se
sitúa la terapia de los toxicómanos en instituciones especializadas.
Desde el momento que la toxicomanía es objeto de leyes aun estas se aplican en medida variable, esto
determina que se atribuya al uso de drogas cualidades particulares.
2. de una comunicación de los toxicómanos con su propio concepto medico-legal.
Esta es la circularidad donde se quiere posicionar a la toxicomanía. Una determinación social que diseña la
figura del drogado y a la determinación jurídica que obliga a atenderse a quienes quieren escapar de la cárcel,
esto hace eco en la forma de asimilación de los sujetos a su vinculo con la droga.
Hay toxicómanos que se aferran a esta creencia en un flagelo del que son las victimas y alimenten asi su propio
estereotipo, su propia figura normativa. Algunos se presentan como ya desposeídos de sus actos y sintomas
para asignar una racionalidad a esta anomalía.
Estas configuraciones de la queja en sujetos toxicómanos espejan su dificultad para elaborar una relación con
su toxicomanía como acto singular. Colocando al clínico en un limite de practica y ética. Es verdad que no todas
las toxicomanías son ilegales pero este marco jurídico no dejan de ser determinantes para el pensamiento de
una clínica de las toxicomanías.
Cuando el clínico por ej trabaja en una institución se produce una operación semejante a la del medico legal,
su posición revela ser equivoca por completo.
Dispositivos de iniciación a la palabra se organizan en torno de individuos que no tienen demanda: como si pq
son toxicómanos deberían decir. Esto no es extraño a la elaboración de un vacio fantasmatico o un
pensamiento operatorio. Se le atribuyen a estos pacientes la falta de realidad psíquica.
Parece que la toxicomanía no preexiste a los dispositivos que revelan y la caracterizan: se aprehende en un
efecto de espejo. Porque las toxicomanías pertenecen a campos heterogéneos y se las debe diferenciar de los
usos de toxico.
Por ultimo tomamos la verdadera comunicación entre toxicómanos y su concepto. Esta comunicación pasa por
la toxicómano, por una teoría y por un dispositivo medico legal. El discurso sobre el toxicómano se presenta
como una homogeneidad entre los discursos producidos sobre el objeto y el objeto mismo.
La toxicomanía enuncia una verdad sobre las toxicomanías pero no se las debe confundir.
Marcamos estadios de la toxicomanía:
a. el saber engendrado del tratamiento del órgano psíquico perece de la misma índole que el enunciado por
algunos toxicómanos: tanto unos como otros trabajan en una tentativa de anulación de la subjetividad en
su relación con el lenguaje, para consagrar la omnipotencia de la sustancia.
b. Saberes o definiciones propuestos por investigadores excluyen al sujeto de su acto y se dirigen a su
organismo mientras que los toxicómanos no paran de tratar a su propio organismo ni de significar que no
están en otra parte.
c. Diferentes ordenes de discurso erigen la figura del toxicómano y dibujan el flagelo de la toxicomanía.
Estas duplicaciones de cadena producen un efecto de ruido: Asi el toxicómano revela la verdad de los
toxicómanos: no es por azar que ellos se prestan a grandes borraduras. Encontramos este espiral mas que
nada en la clínica, a través de una elusión de la demanda, que es característica de pacientes toxicómanos.

El sujeto del que hablamos


Oscar Gutiérrez Segú
El sujeto es el producto de una operación fundamental que posibilita su acceso al campo de lo humano. La
operación a la que se refiere el autor es la articulación de las tres funciones que intervienen en la metáfora
que transforma al humano en sujeto de palabra: el Deseo de la madre, cuya deriva metonímica es limitada
por el Nombre del padre instituyendo el Falo como Significante en el lugar de la falta.
La función del padre es la de ser quien pone en acto la Ley fundamental (prohibición del incesto) en sus dos
vías, hacia el hijo de acostarse con la madre y a la madre de reintegrar su producto.
De ambas vías el objeto incestuoso es una objeto perdido. En tanto que la segunda interdicción plantea dos
cuestiones.
1) Pone una cuestión intolerable para el neurótico, la castración de la madre. Esta dispuesto a todo para evitar
ese saber.
2) Pone un limite al otro materno, ya que al yogular la posibilidad de tomar al hijo como objeto de una
demanda de Goce, posibilita el despliegue de la función materna.
Esta función tiene un papel importante en la erotización del sujeto en lo que es el reconocimiento de la
alteridad es aquello que sostiene la posibilidad erótica, marcando el estilo de sexualidad que desarrolle.
Brinda al mismo tiempo el alojamiento amoroso en el Otro, elemento importante ya que es la falta de este
alojamiento lo que abandona al sujeto en el lugar de un objeto de la demanda del Otro.
El falo es el significante que permite sostener la impostura para articular los juegos del amor, según la
identificación masculina o femenina que tengamos. Además remite a la cuestión de la falta como
constitutiva del sujeto.
El sujeto es el producto de la falta que instaura la castración como condición para acceder al campo
simbólico y como apertura del campo del deseo.
La matriz simbolica que se formula en el Edipo se articula con otros dos ordenes: el imaginario (cuya
manifestación es lo que conocemos como relaciones de objeto o lo que constituye el substrato de nuestra
relación efectiva con nuestros semejantes, osea la vida cotidiana) el real como lo imposible de alcanzar en
tanto se aloja como falta en el corazón del ser.
La formación estructural se debe articular con la concepción económica del aparato psíquico, lo que implica
incorporar los conceptos de pulsión, libido, puntos de fijación, extasis libidinal.
Principalmente la organización del aparato es autoerotica, logra la satisfacción en un encierro sobre si
misma prescindiendo de todo objeto exterior. Será como efecto del empuje libidinal que se promoverá un
nuevo acto psíquico que da lugar a la estructura narcisista.
Acceder a la cultura implica dominar y coartar el imperio del campo pulsional con el grado de insatisfacción,
derivado de que las satisfacciones sustitutivas son un reflejo de lo original.
El advenimiento subjetivo implica perder el Goce del Objeto y asumir la castración. A partir de aquí se
obtiene el acceso al Deseo, que producido por el objeto “a” solo se sostiene como insatisfecho.
Se establece una diferencia entre lo anhelado y lo obtenido. Aquello que haga el semblante de obturarla se
convierte en una especie de ideal que sostiene la ilusión de una felicidad que lo contenga de las
contingencias de la vida. Son las que marcan que ser sujeto de la palabra implica soportar un orden de
malestar insoslayable.
El amor y la muerte y su conjunto de afecto y abandono tocan una y otra vez las puertas de la “fortaleza del
yo”, renovando la premisa de la existencia del sujeto: estar cimentada sobre la Falta.
El malestar forma parte de lo que el sujeto busca evitar ya que se busca evitar el dolor y displacer, siendo
los “quitapenas” un recurso con el que se escapa al peso de la realidad, refugiándose en su propio mundo.
La dirección de la estructura es sostener el “no querer saber… lo sabido” por lo cual es permanente el
intento de obturar la posibilidad de que se produzca la pregunta en el individuo pq lleva a la interrogación
por la causa.
Estamos en la cultura de la objetologia feliz, ya que la sociedad de consumo desecha al sujeto y da lugar al
objeto, siendo moneda de intercambio.
La palabra retoma esto “consumo,” “estar consumido”. La droga es otro de los objetos con los que trata de
imponer el silencio al sujeto. Se los llama adictos pq muestran un modo desencadenado la imposibilidad de
decir que promueve un empuje de lo no dicho a la droga como medio de cierre ilusorio a la Falta.
Bosquejo de un perfil toxicómano
La resignación de los familiares, “no tienen palabra”. El compromiso de salir de su adicción y tiener un
proyecto de vida es algo monótono y repetitivo ya que estas personas defraudan el labor terapéutico y sus
expectativas y ajenas puestas en sus dichos. Se los trata de mentirosos pero no son mentiras en el sentido
de la neurosis. Hay algo que marca una dificultad en lo que respecta a la ética del sujeto. Poder sostener la
palabra.
No pueden hacerse cargo de sus dichos por la falta de valor significante. Pierde su valor metaforico y vinculo
social. Son solo apariencias de un discurso vuelto obre si mismo y funciona como defensa ante los afectos.
Poder sostener la palabra es hacerse cargo de los dichos y proceder, soportando los efectos. El toxicómano
sostiene la posición de no querer saber lo sabido. En posición de objeto de la demanda del Otro Materno
elude el reconocimiento insoportable de la castración en la madre.
El nombre del padre se encuentra en una posición de desfallecimiento que provoca efectos sobre dos
vertientes:
 Lo imaginario no presta soporte a la figura del padre imaginario como polo de identificación y ordenador de
la cotidianeidad a través de la inscripción de pautas y normas de convivencia necesarias para sostener al
sujeto en la cultura.
 Lo simbolico el acceso al goce fálico es insuficiente, la castración queda impregnada de su valor imaginario
de amenaza y el Otro materno aparece con una demanda sin limites que amarra al sujeto a la ilusión que
un Goce es posible.
Todo lo que remita a la falta desencadena una situación de angustia de características avasallamiento del Yo
ante la única respuesta es el pasaje al acto.
Otro rasgo es el no poder parar modo de expresar aspectos compulsivos que son el motor de la monotonía
de su repetición. El no poder parar tiene que ver con su situación de sometimiento al súper yo, que en
plena reivindicación de su figura obscena ejerce sin trabas el imperativo de Goce.
Parecen negarse a ceder aquello que impone el acceso a la subjetividad. Negativa imaginaria, ya que a pesar
de su intento de arribar el Goce a través de la adicción tratando de lograr experimentar intensas
sensaciones placenteras, la palabra no deja de hacer melladura en este imaginario del toxico y la angustia a
lo revelado como Falta retorna con esa referencia a la sensación de un vacio que atraviesa la carne por
carecer de soporte en su inscripción.
Para evitar su dolor, el enfermo juega con la ilusión de un reino pulsional soberano. Sosteniendo la posición
de un individuo asocial, siendo la marginalidad la puesta en acto de su evitación, marginalidad que se
estructura sobre la urgencia de satisfacción pulsional inmediata.
El acto impulsivo intenta obturar la abertura que provoca la falta de sentido, vacio que reitera la dimensión
de la castración como límite de Goce.

La “madre” en la toxicomanía
Lic. Vicente Di Francesco
Para comenzar hay que tener en cuenta que se va a hablar de la madre del sujeto toxicómano y también de
la madre en general. Esta ultima esta en cada sujeto en tanto la constitución subjetiva en la neurosis supone
un deseo de la madre, el cual es limitado por el significante nombre del padre, en tanto operador que
permite regular algo de este deseo para que no acarree al sujeto consecuencias mortíferas.
La madre en la toxicomanía posee ambivalencia en la función de madre, su abnegación a la hora de asistir al
niño para la resolución problemática e intenta impedir que esto se logre para no perder el lugar de madre
amnegada.
Uno de los puntos comunes en los toxicómanos es el vinculo que establece el sujeto con la sustancia. Se
manifiesta en tres lugares:
1) Derivado de un síntoma neurótico que no supone una ruptura con el Otro ni un intento de eludir la
castración, sino aliviar el sufrimiento que acarrea el síntoma.
2) La toxicomanía propiamente dicha donde el sujeto establece una relación subjetiva con la sustancia,
nombrándose con el significante droga.
3) Estructuras psicóticas en donde el consumo tiene estatuto de suplencia o compensación imaginaria.
La segunda es la mas frecuente en la experiencia clínica y se aborda sobre la relación que existe entre la madre
y el paciente toxicómano.
Freud dice en su articulo de la Feminidad que solo la relación con el hijo varon da a la madre satisfacción
irrestricta, es la mas excenta de ambivalencia de las relaciones humanas. En relación a esto se ve en las madres
de pacientes vinculados a la toxicomanía que hay una manera especial de relación entre ellos. Apareciendo la
posición materna que se ejerce en la infancia y es continuada en la adultez.
Es algo evidente en la intervención clínica, en etapas avanzadas del tratamiento la madre no se abstiene de
hacer intervenciones que socaban las modificaciones que provoca el tratamiento en los pacientes.
Las madres también demandan que el hijo persista en la posición de adicto ya que remite a una satisfacción en
relación a su posición en tanto madre. Esto se ve desde el momento que existe la idea de que el toxicómano
necesita ser asistido y cuidado.
Se puede observar que luego que pasa un tiempo de vinculación sostenida del paciente con la sustancia, las
relaciones con los otros sujetos van desapareciendo. Rompiendo su lazo social y familiar. Se alejan al verse
involucrados en escenarios de violencia, robos etc por parte del mismo. Aquí la madre persiste en no dejarlo
solo. Esta relación se presenta como gozosa ya que la madre también centra su vida en ir al “rescate” de su
hijo.
Freud dice en la carta 79 que la masturbación es el primer y único habito, la protomania y todas las otras
adicciones solo aparecen en la vida como sustitutos y reemplazables de aquella.
En Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad marca dos momentos del acto masturbatorio. Uno en
donde hubo puro autoerotismo, donde se preside de la fantasía y el segundo la aparición de la misma queda
designado en un onanismo como soldadura. Se entiende desde Lacan como una soldadura entre lo real del
órgano y lo simbolico del falo que posibilita la instrumentación del pene. Aquí ubica el goce toxicómano, en el
lugar del puro autoerotismo.
También se escucha a las madres decir que es vergonzosa la problemática del hijo en relación a la sociedad.
Aparecen las preguntas sobre las fallas en la crianza en relación a la función materna. Esta pregunta vela algo
mas importante. La otra pregunta que surge es será que lo relacionado con lo oculto de la relación con lo
sexual que la misma propone? Lo que hay para ocultar es una relación con la sexualidad, que por estar ligada
al goce quedo detenida en el tiempo (autoerotismo).
Muchas de estas madres están dispuestas a una ruptura matrimonial o distanciamiento familiar con tal de no
alejarse de ese hijo. Y se consideran engañadas pq el hijo eligio la droga.
Es verificable en a clínica la influencia del discurso capitalista, en tanto discurso amo de la época, en la madre-
mujer. Al quedarse fijada la relación con el hijo en tanto hijo de la infancia hay un goce que permite a la madre
desvinculare de la necesidad de responder al discurso de la época. Al quedarse estancadas en “todo madre”
renuncian a ejercer su ser de mujer.
Aparece la perspectiva de la relación con la sustancia como solución ante la injerencia de la figura paterna deja
indefenso al sujeto teniendo que recurrir a una sustancia que provea la posibilidad de no dejarse tentar por el
incesto.

En la sociedad actual hay dos tipos de discursos: discurso de la droga que proviene de los propios
consumidores, opiniones, creencias y el discurso sobre las drogas que surgen de los mecanismos médicos,
jurídicos, políticos, estos aparecen dentro del imaginario colectivo debido a las fuerzas institucionales que lo
respaldan y dan soluciones al problema de la drogodependencia.
Se evidencian diferentes tramas discursivas que marcan representaciones sobre la problemática.
Camarotti identifica 4 etapas a partir de la incorporación de sustancias y formas de consumo en Argentina.
1) A fines de los 60’ hasta mediados de los 70’ el consumo de drogas ilegales se asociaba a una contracultura
que traía ideas o conductas innovadoras, actitudes rebeldes y ruptura de tabues. Se ligaba a la marihuana.
2) Mediados de los 70’ a principio de los 80’ las sustancias aparecen en el mercado y se diversifican, consumo
de fármacos, derivados del opio, marihuana y anfetaminas.
3) 80’ a 90’ aumento de consumo de sustancia de cantidad y variedad. El consumo de alcohol se eleva y se
identifica con el tiempo libre y la fiesta creando la cultura litrona, sirviendo como elemento socializador. Se
extiende el consumo endovenoso y consumo de cocaína inhalada. Se lo empieza a tomar como un
potenciador de tendencias autodestructivas.
4) 90’ a la actualidad es uno de los acontecimientos mas importantes del incremento y naturalización de uso
del cannabis y el alcohol dando lugar las famosas previas. Con la crisis del 2001 se observa una
polarización entre los consumidores de las drogas performance o de síntesis asociadas a la recreación
(éctasis, poper, ketamina, anfetaminas) y las drogas de marginalidad, sustancias baratas y de la mala,
(pasta base o pegamiento).
En este ultimo periodo se observa el incremento del uso de psicofármacos, hay un consumo madico de
medicamentos a partir de lo llamado “revolución farmcologica”, la cual llevo a la modificación de métodos de
aplicación y fines terapéuticos de los medicamentos psicotrópicos.
La historia nos dice que no se puede reducir esta problemática a los efectos biológicos de la sustancia sobre el
cuerpo del consumidor, requiere tener en cuenta la diversidad de factores que intervienen. Es necesario un
abordaje que introduzca la variable del contexto como diferencia individual, grupal, cultural, generacional. Ya
que estas dan características particulares del consumo en determinados sectores , de acuerdo a la sustancia
que consume, acceso, percepción de riesgo y expectativas del consumo.
La sociedad actual se caracteriza por un retardo en los jóvenes en el ingreso en el mercado laboral,
determinando factores económicos y sociales las alternativas de vida y posibilidades de consumo.
Se observa como las variables de un contexto demarcan diferencias entre los sectores, delimitando
percepciones y modalidades de consumo (por ej la gente de clase social medio-alto asisten a fiestas
electrónicas y las expectativas de consumo tienden a ser recreativas y funcionales relacionadas con la música).
Las modificaciones de las drogas en las diferentes épocas tiene que ver con la adjudicación de significaciones
sociales y determinantes contextuales (políticas, económicas y sociales) que son las propiedades en si de la
sustancia.
Clifort Geerts define cultura como la urdimbre de significaciones que toda sociedad crea para reconocerse
como tal. La dominante cultural del capitalismo tardío es definida como postmodernismo, la cual es descripta
como una sociedad tecnológica caracterizada por el consumo masificado de objetos y de imágenes, apunta al
confort general.
Predomina la adicción perpetua, caracterizada por el consumo compulsivo, son adicciones comportamentales,
como adicción al internet, celular, video juegos.
Se tienen sintomas propios de la dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia y es el consumo el motor
principal de nuestra vida. Como un regulador social
Identificaciones y grupos juveniles: tiempo libre y drogas
El consumo se convirtió en un referente para la construcción de las identidades. En una sociedad capitalista
donde se prioriza el consumo, las drogas, junto con otros objetos juegan un rol importante como
formadoras de identidades en los adolescentes, dándoles identidad como consumidor.
El contexto actual se caracteriza por ser una sociedad de bienesyat, aparecen los valores hegemonicos de
ocio y diversión. La cultura y la producción aparece como un espacio libre de obligaciones, fuera de su
rutina definiéndose a partir de los criterios del consumo.
Si se considera que los jóvenes fueron socializados en el consumo como estrategia para satisfacer las
necesidades, es común que quieran alcanzar la diversión mediante el consumo de diversos objetos y la
droga aparece como un elemento que permite manipular el estado de animo, mantener un estado frenetico
y de diversión por mas tiempo.
El consumo tiene un alto componente simbolico asegurado, la diversión, capacidad de socialización,
relacionarse, facilitador y garante para la obtención de estados placenteros, donde el “pasarlo bien”
constituye el único fin.
A partir de centrar el ocio el abuso de sustancias licitas se asocia con la diversión, adquiriendo su uso en un
mayor papel recreativo, aceptado como algo propio y pasajero de la juventud. Alejándose de los significados
problematicos y negativos del consumo.
Las drogas aparecen enclavadas como una pauta mas consumista produciéndose una interrelacion entre
estilo musical, espacios, modas y consumo de sustancias. En torno a las opciones que ofrece el mercado
para la vida recreativa los adolescentes se organizan cuando “salen de marcha” apareciendo los estilos
(heavys, rave, rockeros etc). esto tiene que ver con atributos estéticos como estilo de música e
indumentaria y al uso de a droga que tiene una simbología diferente por ej la hoja de marihuana como
emblema.
Las dinámicas de las tribus son diferentes. La aparición de estilos juveniles busca una doble diferenciación,
entre generaciones y otra dentro de la generación joven. Se identifican 3 estilos principales:
Los flogger: se constituye a partir de un proceso de sobre-adaptacion definiéndose a partir de los gustos y
estética de la clase media-alta. Imitando estilos de hablas, gustos musicales como electrónica. Son “fashion
victims” consumidores de moda. Exceso en moda, colores, marcas, maquillajes, peinados.
Su nombre hace referencia a la tenencia de computadoras, son nativos digitales expertos. Estilo de vida
dirigido al festejo y admiración de la propia imagen, goce de lo estético.
Cumbieros: el bricolaje de simbolos manifiesta una lógica de sobreadaptacion y de oposición a ciertos
consumos percibidos de la clase media alta, que delimitan un vinculo del estilo cumbiero respecto a la
cultura convencional.
Uso de ropa deportiva, siempre talles mas grandes que da aspecto de arrugada y desprolija, gorros,
zapatillas de gran tamaño. Expresiones callejeras o tumberas en alusión a la cultura de la carsel, violencia y
robo. Estos signos son identificaciones para los cumbieros.
Consumo musical de la cumbia, cumbia local, villera, en contra de la colombiana y también se acepta el
reggaetón. En este grupo las marcas dan cuenta de una sobreadaptacion ya que las marcas elegidas son de
gran trayectoria y costosas, posicionadas en clase media y alta.
Estilo cheto: son lo mas difícil de caracterizar ya que aparece como un estilo ya veces como estrategias de
legitimación de practicas que no son parte de un estilo. Se refiere a una posición de reconocimiento. Status
y prestigio. Se visten con moda legitima, vestimenta, espacios y objetos costosos. Disponibilidad y acceso al
mundo del consumo.
Los simbolos son volátiles y cambiantes. No necesitan buscar legitimación sino que la dan por sentada.
La cultura moderna aparece como una pluralidad de subculturas definiéndose como tribus urbanas.
Tribu urbana: a diferencia de las pandillas de los 70’, esto las supera, posee mayor riqueza tienen que ver
con una dimensión simbolica otorgada al consumo, perdiendo importancia, la territorialidad,
encontrándose en diferentes espacios y lugares.
El surgimiento de las tecnologías de información y comunicación aplicada a los procesos de producción y
consumo delimitan espacios culturales acuerdo a diferentes mediaticos que asumen los jóvenes y no en
torno a simbolos históricos-territoriales. Las trasformaciones marcan nuevas de relaciones con los sujetos
como con los objetos: se le da importancia como a las políticas, a las masas, del sentido del individuo se
pasa al rol y de las tribus contractuaes a las adectivas.
Estas permiten construir comunidades emocionales y nuevas formas de sociabilidaes.
El mercado vende y pone en escena diferentes identidades, a través de objetos, practicas y espacios que se
reconocen como propios, convirtiéndose la juventud en objeto de consumo
Mansilla dice que el consumo de sustancia aparece como un elemento mas distintivo del grupo social al que
refiere, como marcador de contexto, ritual o espacio social. Todos los grupos sociales constituyen
representaciones en torno al consumo de sustancia variando según la posición en la red social y el habitus.
Culturas juveniles
Las culturas juveniles se entienden como estilos de vidas que expresan colectivamente las experiencias
sociales en los tiempos no regulados formalmente: los tiempos libres y los espacios intersticiale en las
instituciones (Freixa).
A abordar esta tematica se resalta la relación de estas con los consumos culturales y estilos delimitidados de
acuerdo a perfiles socioculturales dando lugar a diferentes culturas. (ej alcohol y la previa, droga barata con
marginalidad).
Drogas de bajo coste y cultura de la marginalidad
La cultura de la marginalidad esta dada por un conjunto de imágenes sociales, políticas, económicas y
culturales. La idea de pobreza extrema y la escasez de recursos que dan como resultado la exclusión. El
marginal es caracterizado como consumidor defectuoso.
Al forzar el quiebre entre la accesibilidad simbólica del consumo que el pobre adquiere a través de la
circulación de las imágenes del consumo social y lo inaccesible que se vuelve en términos materiales.
Esta cultura se representa en la figura del joven de la calle que se relaciona con la violencia como marca de
clase. La droga aparece como función de causa o efecto de la violencia dentro de las categorías de drogas
aparecen las duras, pesadas . se habla del pibe.poxi y del paquero.
Consumo de alcohol: el fenómeno de la previa, botellón, cultura “bingue” y policonsumo.
El consumo de nuestros tiempos se caracteriza por un uso abusivo generalmente de los fines de semana. Se
alejan del estereotipo de alcohólico crónico centrándose en tiempos de ocio y se establecen dando lugar a
nuevas problemáticas como los cuadros de intoxicación agudos.
Es necesario hacer la diferencia entre uso, abuso, dependencia en el periodo adolescente ya que es difícil
que aparezca la abstinencia y tolerancia. Siendo adecuado el consumo problemático de alcohol.
Surge una nueva forma de consumo, ingestas grandes en periodos cortos de tiempo, la enbriaguez
frecuente es clave en la forma de consumir. Pasa a ser un medio para conseguir determinadas sensaciones.
Aparece en los jóvenes una valorización positiva del estado de ebriedad (estado de euforia que se intenta
alcanzar para vivir la inmediatez).
Lo que trae la aparición de fenómenos como la previa que son lugares de encuentros, calles, plazas
concretas donde se organizan una fiesta espontanea, acuden con autos, música, bebida haciendo que se
consuma a menor costo.
La previa es la practica que tiene como fin la preparación y producción del yo para ir al boliche. El
adolescente tiene que estar preparado para que actúen los ítems impuestos por la sociedad, diversión,
desinhibición, descontrol. El alcohol es el insumo de producción del yo. La cantidad que se tiene que ingerir
para lograr los efectos esperados, donde los juegos con alcohol parece ser una ceremonia pragmática a la
hora de juntarse a tomar con el objetivo de “entonarse”.
La previa surge como una respuesta adolescente a la prohibición de la venta de alcohol después de las 0 hrs.
El alcohol es la droga elegida por la mayoría porque permite combinaciones, mezclándose bebidas
alcohólicas y drogas simultáneamente apareciendo el fenómeno del policonsumo. Se usan como medio para
apaciguar el efecto de otras sustancias.
El alcohol se combina con otras sustancias como el cannabis, nicotina, cocaína, drogas de diseño. Se
comienza generalmente con alcohol y se implementa progresivamente otras sustancias. Terminando con
pastillas para dormir y tranquilizantes cumpliendo una función a posteriori, cuando necesitan parar y
amortiguar las sustancias estimulantes.
Becoña iglesias caracteriza a la generación actual de adolescentes como la generación X en los cuales
aparece una visión negativa hacia el futuro, baja autoeficacia escolar, la poca expectativa laboral
dificultando la autonomía y autoidentificación personal.
En lo referido al consumo de drogas, se practican conductas de riesgos que ellos ignoran. Los episodios de
consumo excesivo se asocian repetidamente con actividades como accidentes: cuadro de intoxicación,
peleas, problemas psicosociales y lagunas de memorias.
Arizaga y col asocian el consumo de alcohol con la cultura bolichera, esta imprime una lógica particular al
consumo se combina con alcohol o energizantes o pastillas (aspirinas, analgésicos). Este ultimo en sectores
mas bajos se asocia a medicamentos mas intensos. Pasa en boliches y bailantas.
Drogas de diseño y cultura tecnho
Desde los años 80’ se generaliza el consumo de sustancias como el extasis, las que se denominan drogas de
bailes, por estar asociados en un contexto musical. Las drogas de diseño son psicofármacos sinteticos,
estimulantes, que se consumen con fines terapéuticos o lúdicos, se genera asi una cultura de pastilla donde
todas tienen el mismo significado aunque se diferencien en formas, colores, desconociendo su composición
y dándole nuevas funciones a las sustancias que ya existían
Las drogas de síntesis especialmente la metanfetamina se encuentra ligada al tiempo de ocio donde se
resaltan los mecanismos de identificación junto con afectividad colectiva.
La cultura tecnho aparece como un paradigma del consumo de nuestra sociedad actual dando cuenta de la
relación entre el consumo de sustancia, la identidad juvenil y el consumo de música, espacios, imagen. Se
produce despliegue de tecnologías, musca, químicos para lograr alteraciones de conciencia.
Estas drogas tienen propiedades fundamentales, la entactogena que es la sensación de aumento de la
propia sensibilidad, autopercepcion y la empatogena, es la sensación, de aumento de comunicación social.
Son los efectos que se producen con la combinación de la sustancia con la música, el volumen de la música y
otros factores como la liberación del cuerpo, capacidad de relacionarse energía sin fin también son factores
encontrados.
Marihuana y la cultura del rock
Se asocia a la calle y al recital prefiriendo la marihuana como droga, no hay mucha diferencia ente fumarse
un porro y un cigarro ya que ambas poseen conductas de alta tolerancia social.
Este tipo de consumo aparece en la clase media y puede realizarse en lugares públicos y privados. Trae la
idea de placer y disfrute, relajarse y ver la realidad de otra manera.
Droga dura y la cultura del reviente
Para Arizaga la cultura del reviente es un consumo solitario, aislado tomado como invasivo y peligroso. Se
caracteriza como el consumo de drogas duras (inyectables o aspirables) en adultos de clase alta. Usados por
gente de la farandula, empresarios. Se desprende de un universo que se ve por la mirilla de los medios:
prostitución, sobredosis. Se asocia como la perdición.
La medicalización de la vida cotidiana y drogas de performance
Jauregui plantea dos categorías de definición de drogas; por un lado los productos que la neurobiología y la
psicofarmacología dan al mercado productos que procuran el equilibrio psicológico con efectos secundarios
reducidos permitiendo amortiguar la angustia, agresión, estabilizar el humor. Convierten dolencias anímicas
en enfermedades. Ej el prozac.
Por otro lado tenemos sustancias igualmente psicotrópicas llamadas droga y son culpadas de la destrucción
de la sociedad, su consumo lleva a la adicción y toxicomanía, relacionándola con la pobreza, delincuencia,
violencia.
Aparecen dos tipos de abusos, de drogas licitas y el abuso de medicamentos de fácil acceso.
Aparece el concepto de “medicalización para el estilo de vida” tiene una nueva manera de consumir
medicamentos desviandose de la curación hacia ideales de calidad de vida y performance social dando lugar
al uso indebido de ellos.
Generándose una toxicomanía que abandona las características de la decadencia y se define por la
búsqueda de efectos positivos y socialización de una adecuada performance, en un proceso contextual
donde predomina la individualización y debilitamiento de instituciones tradicionales junto con una
vulnerabilidad del sujeto.
Aparece la demanda de medicamentos que prometen una actitud proactiva o serena según la demanda.
Para Solal son productos ansiolíticos sedativos y estimulantes que conforman los polos donde juega la
participación del confort proporcionando la adaptación e integración social.
A través de la medicalización se persigue farmacológicamente un bienestar perdiendose de vista la
cursacion, adoptándose con fines asociados al bienestar personal y performance social.
Se medicalizan una serie de trastornos con síntomas tan amplios que cualquier malestar encajaría, se ligan a
la condición humana de la sociedad posmodernas. Galende sostiene que los sujetos recurren a los
medicamentos para aliviar males subjetivos, es un intento de desprenderse de los conflictos inherentes a la
vida humana, siendo esta mas confortable.
Con el consumo de psicofármacos se busca la liberación de conflictos subjetivos generando la ilusión que
hay un psicofármaco para cada dolor y malestar. Se piensa en esta forma de consumo como una estrategia
de confrontamiento.
Alrededor de esta modalidad aparecen los intereses políticos, económicos y sociales. Reflejado en los
“vendedores de enfermedades”. La venta de enfermedades traen como consecuencia un desdibujamiento
de la noción de enfermedad y una ampliación de sus límites. Otra variante es la venta de síntomas poco
frecuencias como epidemias de alto impacto. (por ejemplo la nueva epidemia de la disfunción eréctil que
lleva al consumo del viagra)
La medicina actual produce nuevos ideales de cuerpos y del comportamiento ligados a la belleza y la
juventud, éxito, valores de pro actividad etc. La medicina ya no actúa en la enfermedad, sino también en la
salud misma.
En el contexto de la ideología dominante se inserta en el intento de las técnicas publicitarias de hacer valer
el carácter simbólico de los productos de su valor de uso con el propósito de implementar el valor de
cambio. La promoción y comercialización de los medicamentos, en el contexto de la lógica del mercado
dominante está implementado en detrimento de la función que se le otorga a estos productos: atender a
las necesidades de alivio de síntomas o cura de enfermedades.

Tratamiento cognitivo conductual aplicado en la deshabituación de la cocaína


Introducción: abordaje psicoterapéutico de la deshabituación a la cocaína
Hay diferentes perspectivas que abordan las adicciones:
La perspectiva biopsicosocial de las adicciones ha derivado en una visión holística respecto a las
interpretaciones terapéuticas, donde los tratamientos psicoterapéuticos suponen un recurso ineludible si se
pretende obtener resultados eficaces.
Secades Fernandez plantean que es necesario prestar atención que mientras los tratamientos
farmacológicos son beneficiosos y necesarios en algunos pacientes, las terapias psicosociales son esenciales
en cualquier programa de tratamiento integral.
El siguiente grafico se esquematiza un modelo que hace corresponder la/s intervención/es mas adecuada/s
según el grado de consumo que presente.

ABSITNENCIA Psicoterapia de MODALIDAD DE


MANTENIDA amplio especto INTERVENCION
PSICOLOGICA

REDUCCION DEL Terapia cognitivo-


CONSUMO/ABSTINENCIA conductual. Prevención de
recaídas. counseling

CONSUMO SEVERO E Terapia


INSIDIOSO conductual.
GRADO DE Reducción de
CONSUMO daño

la experiencia de las intervenciones psicoterapéuticas en este ámbito propone que para cada momento de
la historia natural de la adicción existen intervenciones especificas eficaces y se ofrece recursos
psicoterapéuticos que se usan según el momento y el proceso en el que se afronte el tratamiento del caso.
Para el caso de adicción por cocaína se destacan 3 tipos de intervenciones: a) el programa de reforzamiento
comunitario mas terapia de incentivo. B) el manejo de contingencias, c) la terapia cognitivo-conductual de
habilidades de afrontamiento, todos ellos enmarcados dentro del modelo cognitivo conductual.
Bases teorías del comportamiento adictivo
Toda comprensión de un fenómeno y su abordaje se inicia desde el conocimiento de las bases teóricas, en
este caso es la teoría cognitivo conductual.
Teoría conductual
Supone que el uso de drogas se desarrolla y se mantiene por principios del aprendizaje. Para este enfoque
la conducta es el resultado de la adopción de patrones aprendidos a lo largo de la interacción con el
ambiente.
Por lo que es posible cambiar comportamientos y reaprender otros empleando los mismos principios que
explican su adquisición.
Una estrategia conductual del estudio de las adicciones se enfoca en la identificación de conductas
observables y cuantificables en relación con el entorno, lo que denomina un análisis funcional de la
conducta. Se pueden conocer la frecuencia e intensidad del consumo y las condiciones donde ocurre.
Condicionamiento clásico
El condicionamiento Pavloviano, es un principio de aprendizaje que se explica a partir de la existencia de
dos tipos de reflejos:
Incondicionados (innatos), que están formados por un estimulo incondicionado (EI) y una repta
incondicionada (RI) y los reflejos condicionados (adquiridos)formados por un estimulo condicionado (EC) y
una respuesta condicionada (RC).
El condicionamiento clásico sirve para explicar la adquisición, el mantenimiento, tratamiento y recaída en
las adicciones. La RC a la droga aumenta, lo que hace que el deseo por la sustancia permanezca después de
a abstinencia.
El RI se asocia de manera duradera y efectiva con otros estímulos presentes en el momento del consumo.
Como resultado de esta asociación, los estímulos del contexto adquieren propiedades condicionadas EC,
dando lugar a RC.
Las RC son parecidas a las RI del consumo y suscitan la inquietud o deseo por consumir.
Un EC se ve en los usuarios de drogas es el ambiente donde se consume, como las señales condicionadas
asociadas o bien a la presencia de un amigo o grupo de amigos con los que consume.
Se diseñaron tratamientos derivados del condicionamiento clásico para reducir el consumo de sustancias
adictivas, los cuales se apoyan en técnicas conductuales como el condicionamiento aversivo a la extinción
de la conducta, como el caso de la terapia de exposición a señales.
La primera técnica consiste en hacer menos atractiva la relación estimulo-respuesta como resultado de
aparear un reflejo aversivo al consumo. Una variante del contracondicionamiento, que puede utilizarse para
aumentar la efectividad del tratamiento, es la sensibilización encubierta.
Consiste en guiar una secuencia de eventos donde el usuario acostumbra a consumir y aparear estos
pensamientos a sensaciones desagradables, con la finalidad de inducir aversión por la sustancia. La
extinción se logra después de expones en ocasiones repetidas el EC sin aparearlo al EI hasta que pierda su
valor condicionado.
Los tratamientos para usuarios que emplean esta técnica los exponen a la sustancia de su preferencia (ej
cocaína), protegiéndolos del consumo para evitar que se establezca el reforzamiento y repetición de esta
practica, de forma que se extinga la conducta de consumir.
Se enseña al usuario a relacionar las consecuencias negativas del consumo con el deseo, de manera
alternativa se enseña a superar los episodios de deseo, mediante relajación o imaginación guiada.
Rompiendo con la asociación condicionada al consumo.
Condicionamiento operante
Es otro principio de aprendizaje que establece la adquisición de asociaciones entre conductas particulares y
sus consecuencias. Las conductas que se aprenden cambian en su función de sus consecuencias, como
puede ser: obtener una consecuencia agradable (rpta positiva), evitar una consecuencia aversiva (rpta
negativa) o sufrir un castigo. En este último caso la cta se debilita.
Hay varias técnicas a aplicar:
Una de ellas es el manejo de contingencias, donde se refuerza la conducta de no consumir y mantener la
abstinencia, a través de fichas canjeables por privilegios. El contrato terapéutico es una herramienta basada
en el condicionamiento operante, que puede ser útil para aumentar la adherencia terapéutica en la
reducción del consumo.
La acción de firmar el acuerdo hecho es un ritual significativo para mantener un mayor compromiso del
adicto. El incumplimiento del contrato supone una consecuencia negativa (castigo-sancion) y el
cumplimiento, un refuerzo.
Otra tentativa es diseñar y reforzar planes de acción alternativos al consumo. Se propone reforzar
actividades recreativas incompatibles con el consumo reorganizando el ambiente de la persona.
Teoria cognitiva
Este paradigma centra su atención en los pensamientos, actitudes y creencias que influyen en la conducta y
regulan la relación el estimulo evocador del consumo y sus consecuencias.
El termino cognición se refiere al conocimiento e interacciones que las personas poseen o realizan sobre el
ambiente y como sus expectativas y creencias controlan su comprontamiento.
Se entiende por expectativa aquella representación mental de las contingencias entre acontecimientos
ambientales.
Los antecedentes comienzan en los 30 con los Tolman, quien suponía que muestra manera de actuar está
orientada hacia una meta y que nuestras expectativas, determinan que conducta especifica realizamos para
obtener una recompensa o evitar un castigo.
Desde el punto de vista cognitivo, la conducta es flexible, interactiva, dinámica, se enfoca en los
antecedentes, pensamientos y atribuciones. De esta forma, al modificar la cognición, es posible cambiar la
conducta.
Beck retomo el concepto de creencias y expectativas para entender la depresión. Se usa en la terapia de
abuso de sustancias.
La terapia cognitiva parte de la premisa de que los trastornos adictivos se producen y mantienen debido
principalmente a una serie de cogniciones subyacentes distorsionadas y a distintos errores en el
procesamiento de la información.
El tratamiento se orienta a modificar los pensamientos y creencias erróneas de la persona y a enseñarle
técnicas de autocontrol. En la terapia cognitiva, el terapeuta ayuda al paciente a examinar la secuencia de
acontecimiento que le llevan al consumo de cocaína y explora creencias básicas acerca del valor que tienen
para el.
Hay tres tipos de creencias adictivas pertinentes en las personas con abuso de sustancias:
a) Creencias anticipadoras: comprenden expectativas de recompensas.
b) Creencias orientadas hacia el alivio: suponen que el consumo acabara con un estado de malestar.
c) Creencias facilitadoras o permisivas: consideran que tomar drogas es aceptable.
El terapeuta entrena al paciente para que evalué y considere las formas en que su pensamiento erróneo
produce estrés y angustia. Ayuda a modificar estos pensamientos de forma que pueda conseguir comprensión
de sus problemas reales y desarrollar creencias de control.
El objetivo de la terapia cognitiva es facilitar el proceso mediante el cual las creencias de control del paciente
terminan siendo mas influyentes que sus creencias en la adicción.
Teoría cognitiva-social
Tiene en cuenta los acontecimientos externos en los cuales se centra el condicionamiento clásico, como las
contingencias de reforzamiento, relevantes para condicionamiento operante. Considera que las relaciones, no
son autónomas al organismo y están fuertemente reguladas por procesos interpretativos de naturaleza
cognitiva.
Se basa en el principio de determinismo, donde el ambiente, la conducta y la cognición se afectan de manera
reciproca. Estudia las relaciones particulares donde intervienen la observación, la memoria, la reproducción de
lo que se observa y las expectativas derivadas de la experiencias.
El hecho de observar a un modelo nos da para imitar su comportamiento. Este proceso se denomina modelado
y es la base del aprendizaje social. En el caso de las adicciones, su éxito se atribuye a la modificación de las
expectativas que tiene el usuario sobre el consumo de drogas al observar el modelo.
El estatus del modelo, la interaccion con el mismo o el afecto del observador por el son factores que disponen
al organismo a aprender y que mejoran el aprendizaje vicario.
Los factores que pueden que pueden afectar al modelado son las conductas de otras personas que siguen a la
respuesta del modelo, los propios procesos de atención la capacidad de retención del observador y la practica
encubierta de las respuestas de los modelos.
Dos vertientes del proceso del modelado de las conductas adictivas son la expectativa de resultado y la auto
eficacia. Mediante la expectativa de resultado los usuarios de drogas tienden a considerar que el consumo es
lo único que puede ayudarles a mejorar su estado de animo o a enfrentar situaciones sociales desafiantes.
La autoeficacia del consumidor esta relacionada con la capacidad o confianza percibida de realizar una
determinada tarea, como rechazar de manera asertiva una invitación para consumir.
Respecto a las adicciones, la expectativa de resultado y autoeficacia son el resultado de experiencias concretas
del consumo.
Estadios de cambio de la conducta adictiva
Los trastornos adictivos son procesos recidivantes, donde la abstinencia y el consumo se ciclan en el tiempo
durante periodos de tiempo variantes mas o menos prolongados.
Conseguir abstinencia tras un periodo de consumo supone haber logrado objetivos parciales dentro de un
proceso que requiere una consolidación de los recursos aprendidos para mantener los objetivos terapéuticos.
Los terapeutas aceptan todo sujeto que presenta problemas adictivos por estadios de cambios.
Estadios de cambio:
Objetivo terapéutico- mantenimiento- acción- recaída- acción- contemplación- recaída- mantenimiento-
acción- contemplación- pre contemplación.
Diversos plantamientos, algunos de ellos con apoyo experimental, han aportado datos de interés en el estudio
del cambio de las conductas adictivas.
Estos autores definen un modelo de fases de cambio en la descripción, explicación y predicción del proceso de
abandono de una conducta adictiva.
Los autores plantean un modelo global que sirva como síntesis de los modelos de tratamiento que se utilizan
actualmente en la deshabitacion de las adicciones, de igual forma debe cubrir todo el proceso de cambio,
desde el momento en que alguien advierte la existencia del problema hasta el instante en que el problema
deja de existir.
Prochaska argumenta que la mayoría de los modelos de cambio fueron modelos de actuación pero existen
otros cambios que preceden y siguen a la acción en el caso de conductas adictivas.
La decisión de cómo ayudar a alguien incluye considerar el momento en que se encuentra cada individuo
dentro del ciclo del cambio.
Un modelo global de cambio debe estar también abierto al progreso, incorporando y aglutinando nuevas
variables que se encontrado integradas en la forma en que los individuos modifican las conductas adictivas.
El enfoque transteorico que desarrollan los autores es un modelo tridimensional que integra estadios,
procesos y niveles de cambio.
Precontemplacion: es un estadio durante en cual los individuos no piensan en cambiar. Estos pueden
permanecer en estado de precontemplacion pq no están informados o sobre las consecuencias de sus
conductas. Otros individuos se sienten desmoralizados respecto a su capacidad de cambiar y no quieren
pensar en ello.
Lo mas frecuente es que los adictos que se encuentran en este estadio estén a la defensiva en relación con sus
conductas adictivas y se resistan a las presiones externas que les exigen en el camino. Estos no se evalúan
como portadores de una conducta problema que deben cambiar.
Si acuden a tratamiento lo hacen de forma involuntaria, por evitar presiones externas, su objetivo es que
disminuya la presión o desaparezca. Pueden presentar algún cambio o permanecer en abstinencia de forma
puntual pero una vez que la presión externa cambia, reinician el patrón de consumo.
Contemplación: es el periodo en que los individuos están pensando seriamente en el cambio, abiertos al
feedback y a la información sobre sus problemas y sobre la manera de cambiarlos, pero no desarrollaron un
compromiso de solución.
El individuo toma conciencia de la existencia de la problemática creada por su conducta adictiva y empieza a
plantearse la posibilidad de abandonarla ya que hay ambivalencia entre costo y beneficio de dejar la droga.
Muchos tienen a sustituir la actuación por la acción de pensar o quedarse siendo contempladores crónicos.
Preparación: es un estado donde se aprecian los criterios intencionales como los conductuales. Los individuos
se encuentran preparados para la actuación efectuaron algunos pasos a la actuación (reducir la frecuencia de
la cta adictiva).
Acción: es el que propone la modificación de la conducta problemática. Aquí el individuo cambia, con o sin
ayuda profesional, su conducta se manifiesta con el objetivo de superar la adicción. Se lleva a cabo objetivos
de abstinencia o suspensión.
Mantenimiento: el individuo intenta conservar y consolidar los logros manifiestos y significativos alcanzados en
el estadio anterior y prevenir una posible recaída en la cta adictiva. Pueden tener miedo a recaer o al cambio
en si mismo porque puede convertirse en amenazante por el miedo a la recaída.
Componentes clínicos de la terapia cognitivo-conductual
Esta terapia a dado lugar a un conjunto variado y flexible de procedimientos útiles y efectivos de evaluación y
tratamiento. Estos dos tipos dieron lugar a la combinación cognitivo-conductual, que busca hacer potente y
comprensiva la intervención y beneficios del usuario. Se desarrollan componentes clínicos esenciales que
constituyen la base clínica de la terapia cognitivo conductual (entrevistas motivacional, programas de PR y
habilidades de afrontamiento, atribuciones causales, autoeficacia y expectativas del resultado) estos reúnen
elementos centrales de la motivación humana y de la perspectiva social.
Entrevista motivacional: diferentes escuelas situaban sus esfuerzos en entrevistas con el objetivo de valoración
de demanda de tratamiento. La mayor parte de los pacientes que solicitaban ayuda se mostraban silenciosos
en busca de respuestas para tranquilizar al terapeuta con dificultades para verbalizar las rptas idóneas que
aseguraban su motivación para abandonar la droga.
Motivacion para el abandono de la droga: muchos adictos se encuentran en los estados de precontemplacion
y contemplacionantes de que les valga la pena iniciar un programa terapéutico en stricto sensu.
Se necesita una base de motivación que propicie de un número de cambios dirigidos por procesos
terapéuticos. Tiene que estar motivado para hacer un tratamiento ya que sino los déficit de motivación
también minan las categorías de afrontamiento.
Las entrevistas de valoración motivacional son un recurso terapéutico potencial porque permiten estimular el
modo mediante el cual el paciente contempla y toma decisiones sobre su conducta problema. Para Miller y
Rollnick la entrevista motivacional es un método no directivo centrado en la personalidad para incentivar la
motivación intrínseca hacia el proceso de cambio terapéutico.
La motivación es un estado de disposición al cambio, el cual puede variar de un momento al otro en el
tratamiento.
El terapeuta debe estimular y orientar hacia una reevaluación interna de su situación. Intenta crear una
atmosfera en la cual el paciente se motive a sí mismo, consciente de su comportamiento, así como de
naturaleza y seriedad de las consecuencias del tratamiento.
Debe ser consciente de los motivos que lo llevaron al inicio y mantenimiento de dichos comportamientos, de
contradicciones y posibilidades para el cambio.
Se recomienda, encaminarse en los momentos que el paciente descubra su disponibilidad hacia el tratamiento,
las razones por las que acude, expectativas de éxito o fracaso. Se basan en estos principios:
1. Expresar empatía, escucha reflexiva, comprender sentimientos, no juzgar, aceptar
2. Discrepancia. Llevar a una discrepancia entre consumo y una situación mas saludable. Debe provocar
reflexión de los costos de su conducta para que presente sus razones para cambiar.
3. Evitar discusión. Debe ser persuasivo, no debe discutir con el usuario ni etiquetarlo para no provocar
actitud de defensa.
4. Manejar la resistencia. Se refiere al giro que da el terapeuta a las rptas de la persona, si no son cooperativas
intenta cambiar las percepciones del adicto de manera sugerida, no impuesta.
5. Fomentar la autoeficiencia.

Técnicas motivacionales
Técnicas Errores
-Reflejar lo que el paciente esta diciendo a diferentes -Terapeuta pierde tiempo discutiendo con el paciente
niveles, empezando por repetición de palabras y reflejando
sus sentimientos (proceso motivacional- elicitacion)
-Estructuración del material que el paciente aporta, ayuda -Los pacientes no están ilusionados por el cambio de su estilo
a una comprensión profunda de sí mismo (nivel psico de vida que los terapeutas
mental, emocional, medico
-Reestructuración. El paciente tiene un punto de vista -Pacientes generalmente están insatisfechos con los
negativo de sus experiencias, conductas y sentimientos. programas de tratamiento
-Resumen. De lo que el paciente ha dicho en la sesión para -Los cocaicomanos elicitan a los terapeutas una cantidad de
contrastar que el terapeuta entendió correctamente y preocupación de modo que no queda nada para el adicto y su
proporcionar feed-back al paciente cambio.
-preguntas especificas. Por un cuestionamiento se -Los terapeutas imponen el objetivo del tratamiento a los
consigue que especifique lo que ha dicho. pacientes
-Provocación. O uso de paradojas es una manera de elicitar -Se inician intervenciones directas hacia el cambio sin haber
por parte del paciente. Psicólogo adopta el papel del alcanzado un acuerdo con los pacientes
abogado del diablo, seduce al paciente y lo lleva demostrar
que tiene problemas y es necesario el cambio
-A los terapeutas se les supone una gran dificultad realizar su
trabajo esperando el refuerzo que implica observar progresos
en los pacientes.
-Creer que los pacientes no pueden hacer nada para cambiar
Echar la culpa a los pacientes de sus problemas
Realizar intervenciones radicales rápidas
Fases de las entrevistas motivacionales
Tiene tres fases:
1) F. de elicitacion: la tarea del terapeuta es la de hacer suscitar afirmaciones automotivacionales. Se basa en
el principio de atribución: crees realmente lo que dices. Las afirmaciones son palabras que indican el grado
de conciencia que el paciente maneja respecto a su problema con las drogas. Grado de preocupación a sus
problemas y reconocimiento de la necesidad de cambio de estilo de vida.
2) F. de información: se inicia una búsqueda activa de información (por ambas partes). Incluye aspectos de su
adicción, duración, salud, situación social. El paciente puede decidir si tiene suficientes razones para estar
preocupado de su situación. El paciente tiene la conclusión.
3) F. negociación: se llega a una decisión, continuar o cambiar. El terapeuta asegura que el paciente adquiera
toda la información necesaria.
Prevención de recaídas y habilidades de afrontamiento
La PR para Alan Marlatt un programa de autocontrol diseñado para ayudar a los individuos a anticipar y
afrontar los problemas de la recaída en el cambio de las conductas adictivas. Se fundamenta en la teoría del
aprendizaje social y combina los procedimientos conductuales de entrenamiento en habilidades, la terapia
cognitiva y el reequilibrio del estilo de vida.
Inicialmente el modelo de PR se desarrolló como un programa conductual de mantenimiento para utilizar
adictivas. Los objetivos del tratamiento de la adicción tratan de la abstinencia total como de la imposición de
límites o controles regulares con relación a la modificación de conducta.
Se puede aplicar como método estrategia de mantenimiento para prevenir recaídas o para cambiar el estilo de
vida.
El objetivo de las estrategias de mantenimiento es prevenir en el proceso de recaída tras el inicio de cambio
conductual. Sus procesos están diseñados para aumentar el mantenimiento del cambio conductual y se aplican
independientes de la orientación teórica o el método de intervención utilizado durante la fase de tratamiento.
La pérdida de control sobre el consumo de cocaína es el cuadro mas complejo de trastorno psiquiátrico o
desajuste social. La adaptación de la PR se enfoca en las primeras fases del tratamiento y en el mantenimiento
de la abstinencia de cocaína.
El modelo de PR se basa en tres cambios conductuales:
1)considerar que las cansas de un habito adictivo y los factores que intervienen en el proceso de cambio
conductual de esta habito están gobernados por principios diferentes.
2)el cambio de habito implica 3 etapas:
a)establecimiento de un compromiso y motivación para el cambio. Se requiere una participación activa del
paciente en todo el proceso a seguir, asi como su compromiso personal para cambiar.
b) instauración del cambio. Enfatiza las diferencias entre la fase de tratamiento y la de mantenimiento de la
abstinencia. Es en la primera fase en la que habitualmente el paciente después de decidir cambiar, aprende
estrategias de autocontrol y las lleva a cabo a fin de conseguir la abstinencia.
c) mantenimiento del cambio a largo plazo. Se requiere estrategias de autocontrol, habitualmente se requiere
la adquisición y mantenimiento de un nuevo estilo de vida para conseguir un adecuado y prolongado
mantenimiento de la abstinencia.
Es importante el desarrollo de una actitud constante de vigilancia cognitiva, de una actitud exploradora de las
posibles situaciones de riesgo que aparecen a diario.
3)considera que es durante la etapa de mantenimiento de la abstinencia cuando se puede observar
clínicamente una variabilidad de los resultados terapéuticos a largo plazo. Es mas sencillo llegar la abstinencia
que mantenerse abstinentes.
El individuo experimenta una sensación de control mientras se abstiene o mientras se ajusta a otras reglas que
gobiernan la conducta objetivo. Mientras mas larga la abstinencia, mayor es la percepción de autocontrol.
Disminuyendo la probabilidad de recaída.
Este control continuara hasta que la persona se encuentre en situación de riesgo, esta se define como
cualquier situación que representa una amenaza para la sensación de control del individuo y aumenta el
numero de recaída.
Si el sujeto no afronta con éxito esta situación de alto riesgo es porque el sujeto no haya adquirido nunca las
capacidades de afrontamiento o que las respuestas de miedo o ansiedad hayan inhibido las respuestas
adecuadas para ello.
La probabilidad de recaída aumenta si el individuo tiene expectativas de consecuencias positivas en relación
con los efectos de cocaína en cuestión. El individuo anticipa los efectos positivos inmediatos de la sustancia,
mientras ignora las consecuencias negativas involucradas.
El aliciente de la gratificación inmediata se convierte en la figura dominante del campo perceptivo y la realidad
de las consecuencias del acto pasa a ocupar un segundo término. Las expectativas de las consecuencias
positivas son un determinante del uso de cocaína y de otras formas del abuso de sustancias. Las expectativas
desempeñan un papel principal como determinantes del modelo de recaída en el modelo de PR.
El requisito de abstinencia es un imperativo absoluto. Una vez que se ha cruzado la línea no hay camino de
vuelta. Desde la perspectiva de todo o nada, la ingesta de una única dosis en suficiente para violar la regla de la
abstinencia, una vez cometido, el fallo no se deshace. Después de la experiencia del fallo el individuo
experimentará una baja de autoeficacia con una sensación de desamparo y rendirse pasivamente a la
situación.
Ante esto se postuló el mecanismo de efecto de violación de abstinencia (EVA) se presenta bajo estas
condiciones: antes del primer fallo, el individuo se ha comprometido personalmente a un periodo de
abstinencia, indefinido o limitado.
La intensidad del EVA vía en función de factores como el grado de compromiso anterior o esfuerzo realizado
para mantener la abstinencia, la duración del periodo de abstinencia y el valor subjetivo o importancia de la
conducta problema para el individuo.
La EVA se caracteriza por elementos cognitivos-afectivos clave: la disonancia cognitiva (conflicto-culpa) y
atribución personal (culpar al yo como causa de la recaida).
Antecedentes encubiertos y preparación de las recaídas
Las situaciones de alto riesgo se entienden como las situaciones precipitantes o estimulantes, asociadas con el
lapso inicial tras un periodo de abstinencia o de uso controlado.
Con frecuencia los individuos se encuentran con situaciones que se van intensificando rápidamente y que no
pueden controlar de forma efectiva. En otros casos la situación de alto riesgo aparece como el último eslabón
de una cadena de acontecimientos previos al primer fallo.
Desde una perspectiva de costo-beneficio una recaida puede entenderse como una elección o decisión
relacional. El beneficio aparece rápidamente, la gratificación instantánea compensa el costo de los potenciales
efectos negativos que pueden producirse en algún momento futuro.
Las distorciones cognitivas facilitan la preparación del propio episodio de recaída: se puede negar el intento de
recaer como la importancia de las consecuencias negativas a largo plazo.
También se tiende a racionalizar el acto con inteligencia. En el entrenamiento PR se enseña al sujeto a
distinguir las situaciones y decisiones que le ponen en camino y en peligro de planificar actos que le pueden
llevar a la recaída. El sujeto aprende a descubrir los pródromos, los signos tempranos de alma para esas
situaciones potenciales de recaida.
Estrategias de evaluación e intervención
El trabajo en la prevención de recaidas exige la implicación del paciente como co-terapeuta, a quien se le
otorgan la mayor parte de las responsabilidades que se precisan para poder llevar responsabilidades que
precisan para poder llevar a cabo los cambios necesarios.
En la programación de PR se presentan las líneas maestras de las estrategias de evaluación e intervención. Se
incluyen las estrategias diseñadas para enfrentar al cliente como anticipar y afrontar la posibilidad de una
recaída como enfrentar las situaciones de alto riesgo que pueden precipitar un fallo y como modificar sus
cogniciones y otras reacciones y prevenir.
En segundo lugar se tratan las estrategias diseñadas para reequilibrar el estilo de vida del individuo y para
identificar y afrontar los determinantes encubiertos de la recaida, a esto se denomina estrategias globales de
autocontrol.
Las estrategias específicas y las estrategias globales de control en la PR pueden clasificarse en 3 categorías:
entrenamiento de habilidades, reestructuración cognitiva y reequilibrio en el estilo de vida. Las estrategias de
entrenamiento en habilidades incluyen las respuestas conductuales como cognitivas para afrontar las
situaciones de alto riesgo.
Los procesos de reestructuración están diseñados para proporcionar al individuo cogniciones alternativas
relacionadas con la naturaleza del proceso de cambio, introducir estrategias de imaginación para desarrollar
capacidad de afrontamiento con el fin de controlar los deseos y reconocer las primeras señales de aviso y
reestructurar las relaciones del lapso inicial.
Finalmente las estrategias se reequilibrio de vida están diseñadas para fortalecer la capacidad global de
afrontamiento del individuo y reducir la frecuencia e intensidad de urgencias.
Los procedimientos de automatización o autoregistro ofrecen un método eficaz para evaluar las situaciones de
alto riesgo.
En la evaluación de la autoeficacia, el individuo se presenta con una lista de situaciones de recauda
potenciales. Para cada situación el individuo usa una escala de puntos para estimar si expectativa de
afrontarla satisfactoriamente. Los resultados de estos tipos de evaluación pueden distar el foco de los
procedimientos de entrenamiento en habilidades o capacidades.
Los procedimientos de evaluación llevados a cabo cuidadosamente capacitaran al sujeto para identificar
situaciones de riesgos. Un primer paso en este enfoque es reconocer que las situaciones de alto riesgo se
perciben mejor como estímulos discriminativos que señalan la necesidad de un cambio conductual.
Señalan la necesidad de realizar una acción alternativa. Dichas situaciones pueden verse como coyunturas en
las que es necesario realizar una elección mas que como peligros inevitables a los que hay que resistir.
La elección previa de evitar o acercarse a situaciones arriesgadas se hace mas fácil para el individuo pero la
evitación rutinaria de situaciones concretas de situaciones de riesgo es poco realista.
Los individuos deben adquirir habilidades de afrontamiento que los capaciten para controlar situaciones.
En entrenamiento de habilidades para la identificación de los déficit es la pierda del programa de PR. Las
posibles áreas de contenido incluyen: asertividad, control de estrés, entrenamiento en relajación, control de la
ira, habilidades de comunicación etc.
Los procedimientos de enseñanza se fundamentan en la teoría en el trabajo de McFll. El rango de métodos
incluye el ensayo conductual, instrucciones, feedback evaluativo, modelamiento y role playing.
Es necesario que el sujeto tenga momentos de ocio durante el dia para realice actividades gratificantes. Se
consideran adicciones negativas las que hacen bien al principio, pero que producen daño a largo plazo.
Adicciones positivas son las que producen incomodidad a corto plazo y conllevan beneficios a largo termino,
estas incluyen la medicación, el deporte y procedimiento de relajación.
A pesar de las tecnicas, las urgencias y los deseos. Pueden aparecer recaidas y es importante marcar que la
incomodidad es natural.
Hay que destacar que los deseos irresistibles pueden no operar siempre a nivel consciente, sino que a veces
están enmascarados por distorsiones cognitivas y mecanismos de defensa. Entonces pueden ejercer
influencias permitiendo que las decisiones irrelevantes conduzcan al individuo mas cerca de la recaida. Se
entrena al individuo para que pueda ver a través de los autoengaños reconociendo su verdadero significado.
Un objetivo importante de estas tecnicas de control de los deseos es capacitar al individuo para que pueda
exteriorizar los deseos irresistibles y los perciba con objetividad. Otro modo de alcanzar esta objetividad
consiste en alentar al individuo a etiquetar el deseo tan pronto como aparezca en la conciencia. Los deseos de
consumo deben entenderse como eventos naturales que ocurren en respuesta a los estimulos ambientales y
del estilo de vida.
Atribuciones causales
Es una variable cognitiva de creciente interés. Las atribuciones causales se definen como las explicaciones
causales que dan las personas a los hechos o sucesos que les ocurren. Cuando un determinado acontecimiento
ocurre la persona se pregunta por que, a que se debe. Las preguntas a estas, la percepción de lo que ha
causado tal evento es lo que se conoce como atribución.
Son percepciones, quiere decir que las causas que se deducen no son reales, sino subjetivas. Pero se
constituyen en creencias firmes que condicionan las relaciones emocionales de la persona.
Dependiendo de qué causa atribuya un hecho, la persona sentirá, anticipara y se comportará de un modo u
otro. De ahí la importancia que se adjudica en el enfoque cognitivo a las atribuciones.
Las causas a las que se pueden atribuir los sucesos, sean positivos o negativos pueden ser muchas y diferentes
según las personas. Ante esta necesidad Weiner propone una clasificación de las mismas a partir de tres
claves: el grado de implicación personal, estabilidad y control. Las causas pueden ser:
1) Atendiendo a la implicación personal: internas o externas. Hablamos de este tipo de causas cuando la
persona se atribuye el suceso a si misma o por el contrario, cuando lo atribuye al ambiente, a un factor
externo.
2) En función de su estabilidad pueden ser: estables o inestables: si la causa que ha producido el suceso es
permanente, crónica decimos que es una causa estable. Por el contrario, la causa es temporal, variable,
hablamos de causas inestables.
3) Atendiendo al grado de control pueden ser controlables o incontrolables. Una causa es controlable cuando
esta abajo el control de la persona cuando esta tiene algún tipo de poder o dominio sobre la causa.
Decimos que la causa es incontrolable cuando la persona no puede cambiarla o modificarla pq está mas
allá de su control.
Las atribuciones causales, en tanto que creencias firmes, influyen en el estado emocional en las expectativas
respecto al futuro y uno mismo y en la conducta. Es de esperar que también influyan en los resultados y en la
adaptación personal y social de la persona.
Algunos de los estudios se plantearon si las creencias que tiene el adicto sobre su problema, evolución,
recaida. No estarían condicionando los resultados que obtiene en el tratamiento. Este condicionamiento se
debería a la influencia que, según el enfoque cognitivo cognitivo conductual, ejercen las creencias en la forma
en que las personas afrontan los problemas, en el esfuerzo que despliegan y en la perseverancia que
mantienen.
Entre estas se destacan, además de las expectativas de autoeficacia, las atribuciones causales. Tomando como
marco el modelo de Weiner, la relación entre estos dos tipos de cogniciones es estrecha: dependiendo de la
causa a la que se atribuya un hecho, la expectativa futura o de autoeficacia será mayor o menor.
En función de si las atribuciones desaniman o alienan, se puede hablar de atribuciones desadaptativas o de
adaptativas. La relación que se espera conseguir en el tratamiento clínico entre la autoeficacia y las
atribuciones es: los cocainómanos que tengan poca autoconfianza en su capacidad para resistir los deseos de
consumo atribuirán sus recaidas a causas internas, estables e incontrolables y sus periodos de abstinencia a
causas externas, inestables e incontrolables.
Los cocainómanos que confíen en ser capaces de superar los deseos de consumo le atribiuiran a sus causas
internas inestables y controlables, mientras que sus periodos de abstinencia se atribuyen a causas internas y
controlables.
Estados de atribución causal adaptativos y desadaptaticos para la valoración de la abstinencia recaída.
Atribución adaptativa Atribución desadaptativa

Abstinencia Recaída Abstinencia Recaída


Internas internas Externas Internas
Estables inestables Inestables estables
Controlables controlables Incontrolables incontrolables
La autoeficiencia
Concretamente en la fase de deshabilitacion en la que el paciente una vez cometida la desintoxicación y
suspendido el consumo de drogas, trata de mantener abstinencia no interrumpida. La razón de esto es una
expectativa refleja la creencia , la seguridad que tiene el adicto de poder resistir de los deseos de consumir
drogas que con frequencia experimenta y que constituyen uno de los obstáculos para su recuperación.
La experimentación de deseos o tentaciones de consumo es una constante en la mayoría de los adictos en
general y de los cocainómanos en general.
En un tratamiento esto se presenta como uno de los antecedentes claros de la recaida. Pero no basta con la
sola experimentación de deseos de deseos, sino que es la creencia de ser o no capaz de resistir dichos
deseos lo que influye sinérgicamente en el hecho de que el adicto reinicie o no el consumo.
El concepto de expectativas de autoeficacia se debe a la observación realizada por Bandura de que las
teorías psicológicas suelen tener como principal objetivo que los sujeto adquieran durante el tratamiento
conocimientos y habilidades para solucionar sus problemas y conseguir una buena adaptación psicosocial.
En el caso de los cocainómanos, se pretende que estos conozcan que es la cocaína, la dependencia de esta
droga, sus consecuencias, que hacer para evitar daños colaterales al consumo, adquirir estrategias para
superar sus deseos de consumo y no consumir.
Hay una diferencia entre disponer de capacidades y ser capaz de utilizarlas, objetivamente se puede ser
capaz de realizar una actividad y realizarla de hecho, por otro, se puede ser incapaz por limitaciones
objetivas y ser un incapaz. Pero también se puede ser suficiente capaz y actuar como si uno no lo fuera.
La creencia de autoeficacia comparte con el resto de creencia y otras actividades cognitivas la característica
de influir en la conducta a niveles no conscientes. Los individuos no suelen ser muy conscientes de lo
mucho que les condicionan sus ideas, forma de pensar y anticipar los hechos.
La autoeficacia se presenta como un elemento que media entre el conocimiento, las habilidades objetivas y
la acción. Es una variable mediadora que condiciona la conducta y el esfuerzo.
Autoeficacia en la deshabilitacion de cocaína: programa para la prevención de recaidas.
El interés de autoeficacia en el tratamiento de la cocaína se debe al condicionamiento que ejerce en el
adicto en su actitud y comportamiento durante el proceso de recuperación. La autoeficacia condiciona la
conducta del adicto ante su tratamiento, el esfuerzo que hace, el estado de animo que experiencia y el tipo
de creencias que tiene también condicionan la intervención terapéutica.
Las expectativas de la autoef constituyen una variable clave en el PR, estos explican el porqué del
mantenimiento de la abstinencia y de la recaída en pacientes adictos ya desintoxicados y en fase de
deshabilitacion y proporcionan intervenciones terapéuticas para anticipar y prevenir la posibilidad de
recaída.
Hay 5 elementos del programa cognitivo conductual: situaciones de riesgo, afrontamiento, expectativas de
autoefcacia, expectativas de efectos positivos y atribuciones.
Un adicto que termina un tratamiento experimenta una percepción de control sobre su problema mientras
mantiene la abstinencia. Esto seguirá hasta una situación de alto riesgo. Si es capaz de afrontar de manera
eficaz esta situación de riesgo, desarrolla una creencia de autoeficacia, de confianza en las propias
capacidades para abordar la situación.
De acuerdo a ciertos factores como aprobación del grupo la probabilidad de hacer un primer consumo
aumenta. Afrontamiento incorrecto, autoef. reducida y anticipación de efectos positivos favorecen el
consumo de drogas.
Que este primer consumo desemboque en una recaida depende de las expectativas que el adicto tenga de
los efectos positivos de la droga y la interpretacion que se haga de ese consumo.
Según Bandura podemos proponer que la autoeficacia condiciona el comportamiento y los resultados que
un cocainómano obtiene en su tratamiento del siguiente modo:
1) Nivel cognitivo: pensamientos facilitadores o inhibitores. Los adictos a la cocaína que confían en sus
habilidades tienden a pensar y anticipar de forma positiva las situaciones de riesgo asi como los resultados
presentados. Los adictos a la cocaína que tienen una baja autoeficacia piensan demasiado en sus
deficiencias y exageran la magnitud de sus limitaciones.
2) Nivel afectivo: las creencias sobre las propias capacidades afectan el nivel de estrés, ansiedad o depresión
que los adictos experimentan en situaciones amenazantes. La amenaza es una propiedad que adjudicamos
a las situaciones y que relaciona las capacidades personales percibidas y lo aversivo de la situación.
3) Nivel conductual: la percepción de autoeficiencia influye en tres aspectos: la elección de conductas, el
grado de esfuerzo y la constancia. Los adictos a la cocaína que se sienten capaces de resistir los deseos de
consumo toman medidas concretas y activas para tratar de hacerlos frente, esfuerzos mas intensos y no
desisten con facilidad d su empeño en mantener la abstinencia se sienten inseguros, estos, renuncian en el
intento de superar sus deseos de consumo, esfuerzos y toman conductas pasivas.
Estadios de cambio y autoeficacia
Prochaska y Prochaska se interesan por la relación existente entre estadios de cambio y autoeficacia,
argumentando que la aplicación de la teoría de la autoeficacia a las conductas adictivas. Consideran que
frecuentemente se evalúan las respuestas de los sujetos a la valoración que realizan el grado de confianza
respecto a su capacidad para abstenerse, reducir la conducta en el contexto de distintos estímulos.
Las evaluaciones de eficacia se relacionan con los problemas para lograr el mantenimiento o con los problemas
de las recaidas. Se concluye diciendo que las evaluaciones de autoeficacia reflejan la posición dentro de cada
estadio y pueden ayudarnos a entender algunos aspectos del potencial de cambio que posee un individuo
tenerminado.
Las evaluaciones de eficacia pueden ser predictorias de la conducta hacia el cambio únicamente cuando el
individuo ha aprendido alguna acción. Tener en cuenta el estadio donde se encuentra es importante para
entender la forma en que la percepción influye en el cambio de la conducta adictiva.
Tipos de autoeficacia
DiClemente, Fairhust y Piotrowski:
1) Autoeficacia de afrontamiento, que se refiere a la capacidad para afrontamiento eficaz de situaciones.
2) Au. Centrada en el tratamiento: evalua la capacidad para llevar a cabo las conductas o estrategias
relevantes para el tratamiento como son auto-observacion y control de estimulos.
3) Au. De recuperación: referida a la capacidad para recuperarse de un desilz o recaida.
4) Au. De control: que se centra en la capacidad para controlar o moderar el consumo de sustancias en una
variedad de situaciones de riesgo.
5) Au. Para la abstinencia: evalua la capacidad o confianza para abstenerse de tomar drogas en las situaciones
que incitan a ello.
Marlat, Baer y Quigley:
1) Au. De resistencia, definida como los juicios sobre la propia capacidad para evitar el primer consumo de
drogas.
2) Au. Para la reducción de daño, referida a la capacidad para reducir los riesgos una vez iniciado el consumo
3) Au. Para la acción: se define como la creencia sobre las propias capacidades para conseguir tras el
tratamiento el obj deseado.
4) Au. De afrontamiento: capacidad para hacer frente a situaciones de riesgo sin recurrir al consumo de
drogas.
5) Au. De recuperación: que hace referencia a la capacidad de sobreponerse una vez producido el desliz o la
recaida.
Expectativas de resultado
Expectativas de resultado de Bandura se refiere a la anticipación de las consecuencias que trae consigo la
realización de una conducta. Es una variable cognitiva. Hacen referencia a un proceso mental en que la
persona anticipa los resultados que se derivan de hacer una conducta.
Se asume desde el enfoque cognitivo conductual que condiciona la forma en que la persona el rendimiento
que muestre.
El tipo de consecuencias que la gente anticipa depende de los juicios que hace sobre sus capacidades para
afrontar exitosamente una determinada situación.
Para Bandura los resultados son inherentes o están vinculados a la conducta de la persona, a conductas
eficaces, le corresponden resultados positivos y a conductas ineficaces, resultados negativos.
La anticipación de consecuencias no es algo inherente a la percepción de eficacia, sino que pueden darse
situaciones en las que ambas expectativas sean independientes.

Los consumos problemáticos desde una mirada humanista existencial


Lic. Marcelo Sarapura
El hombre está atravesado por diferentes discursos y por los cambios que tiene la sociedad globalizada y
capitalista que se caracteriza por el egoísmo y el narcisismo que vienen d un consumo ilimitado, falta de
valores que marcan que el otro no importa o no existe.
Ante esta falta de sentido el hombre busca anestesiar la carencia con lo ofrecido: consumismo ilimitado a
través de objetos materiales y luego ver que estos objetos no llenan nada, es aquí cuando se recurre a la
agresión o violencia, depresión o suicidio y/o adicción a las drogas, un lento suicidio.
Estos tres forman la triada trágica (síndrome del taxi) expuesto por Frankl, citado como “el mal de nuestra
época”.
Cuando una sociedad que trasmite sus valores, es fácil para el hombre encontrar una forma de resolver sus
situaciones de dolor, culpa y muerte. Estas conforman la triada trágica positiva porque permiten a la
persona poner sus capacidades para transformar las situaciones en logros que lo lleven a concretar el
sentido de su vida.
Tomando las palabras de Längle se confirma que los consumos problemáticos son el mayor peligro que
entraña la desesperación espiritual de una vida que se cree carente de sentido. Gobernada por un vacío
existencial que no permite poner interés e iniciativa por lo que sucede.
Martinez Ortiz dice que la adicción a las drogas esta ligada a una situación de falta de sentido de vida. Los
consumos problemáticos son consecuencia del vacio existencial y apunta a mantener ese vacio siendo las
drogas un refugio de vacío existencial. Plantea:
Factores de riesgo que son aquellas circunstancias individuales, familiar, sociales que suman la posibilidad
de introyeccion personal y social de condiciones que facilitan la vulnerabilidad ante su adicción u otras
dificultades.
Factores de protección cumplen la función de inhibir, retrasar o disminuir la vulnerabilidad. Al decir
vulnerabilidad se refiere al angostamiento del ser como posibilidad ya que al introyectarse factores de
protección la persona se encontraría en un estado de susceptibilidad hacia la adicción o abuso de drogas,
con menos posibilidad de recurrir a las potencialidades de su ser.
Plantea a los consumos problematicos tanto el abuso como dependencia de sustancias, como restricción
de una dimensión noética, provocada por la vida vivida previa al consumo de sustancia o por el consumo
mismo. Esta restricción hace referencia a la imposibilidad de la manifestación del espíritu humano y
supeditación del mismo al órgano psicofísico.
La no expresión de la dimensión espiritual se halla limitada por el cuerpo y la mente coartando su
expresión por esto ven afectadas las facultades del espíritu, impidiendo la expresión de libertad, voluntad,
vol. De sentido y sentido de vida.
En el consumo problemático la persona queda atrapada a la voluntad de placer y poder, impide poner en
juego la libertad, responsabilidad. Cayendo en un pandeterminismo de los condicionamientos psicofísicos.
Al buscar satisfacción inmediata no puede autotrascender y es imposible poner en juego la voluntad de
sentido, presenta asi un vacio existencial, donde la droga ocupa un lugar importante pq es el único que usa
para llenarlo.
De esta forma la droga se vuelve un pseudosentido para la persona que evita la búsqueda del verdadero
sentido de vida y produce ceguera axiológica, no permite entrar al mundo de los valores y no puede
actualizarlos.
Gerónimo Acevedo dice que la droga es la punta de un iceberg que tiene como base una estructura
conformada por la persona, familia y sociedad.
El fenómeno de la drogodependencia se define como un síntoma:
 Social: que expresa situaciones de cambio y conflicto. Entendido como el problema principal sin tener
en cuenta su significado como epifenómeno secundario junto con el alcoholismo o la violencia
 Personal: remite a las necesidades intimad de valor y sentido
 Familiar: que interroga sobre la calidad de los vínculos familiares y perdida de calidad de relaciones
humanas inducidas por el individualismo que hace desaparecer el centro gravitacional familiar.
 Educacional: nos lleva a pensar cual es su papel en la sociedad, adiestra o edica en el reconocimiento de
valores.

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