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LA COINCIDENCIA DE PATRONES O SIMPLEMENTE LO INEVITABLE

El mundo está lleno de misterios de cosas mágicas sacadas de una caja de pandora, y que ocurren en
diversos eventos de la vida cotidiana a personas comunes y corrientes. Estos patrones que suelen decirse son
casualidades e inexplicables que te las encuentras en ocasiones, como si el universo mandase una señal de
alerta por el azar del destino.

En el siglo pasado el psicoanalista austriaco de origen judío, Sigmund Freud aseveraba “que las coincidencias
no existen; que cuando nos topamos con alguien de casualidad es porque ya lo habíamos visto antes con el
rabillo del ojo y lo dejamos pasar, pero se quedó ahí, en nuestro subconsciente y no paramos hasta
conseguirlo”, trataba de darle una explicación a estos sucesos inexplicables se dan por azahares de la vida.
Por otro lado el filósofo alemán Friedrich Schiller dijera, "no existe la causalidad, lo que se nos presenta como
azar surge de fuentes profundas". Este concepto fue acuñado por Carl Jung como "sincronicidad" para definir
"la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido, pero de manera causal".

Algunos casos que ayudarían ilustrar acontecimientos que les han sucedido a algunas figuras públicas de
trayectoria y a otras no públicas que salieron del anonimato con hechos sorprendentes; tenemos el caso
particular del escritor estadounidense Mark Twain, quien dijera con sus apocalípticas expresiones en 1909,
“Vine al mundo con el cometa Hallen y al próximo año, espero irme con él, y así sucedió sucesivamente”.
Otro caso, muy relevante, el náufrago Hugh Williams con el que cuestionan algunos críticos con su
denominación del caso, “El personaje del tiempo” o “La maldición que pueda causar al que lo rodea”; a este
misterioso personaje se le vincula con tres épocas diferentes (1664, 1785 y 1860). En aquellos años las
embarcaciones que le tocó naufragar, se hundieron en altamar en la que solo sobrevivió él, muriendo el
resto de la tripulación.

En otro caso se presenta la fatalidad de los hermanos Ebbin, ambos corrieron con la misma mala suerte,
murieron atropellados por un auto, el 21 de julio de 1974 y 1975 con una diferencia de 50 minutos en una de
las carreteras de Hamilton, capital de Bermudas (Inglaterra), ambos conducían una motocicleta, y lo peor de
todo fue el mismo conductor que llevaba el mismo pasajero en ese fatídico día, desafiando así, las leyes de la
probabilidad.

Saliendo de la rutina diaria hasta en las tramas de ficción en el séptimo arte suele darse estas coincidencias
de patrones, el conocido actor de cine estadounidense, James Marsden, cuyos papeles de sus personajes en
la películas X-Men, Superman retorno, Hairspray, Enchanted y 27 Dresses, siempre fue la segunda opción
para las chicas a las que cortejaba, y por ende siempre quedaba mal parado; acaso ya estaba destinado a que
sea así, a lo que solo podía aspirar, como para ser más recordado, esperemos que no le suceda en la vida
real.

Bueno, en mi opinión personal sea como sea todas las personas estamos propensos a ser parte de estas
coincidencias o corresponden a las conspiraciones del universo, en tal sentido nos obliga aceptarlas, y que las
y que decimos que las cosas pasan por algo, porque simplemente son situaciones inevitables, es como que la
misma estructuración se volviera a repetir como parte del subconsciente, o no exista otra elección para el
destino y que solo podemos decir que son producto de las circunstancias metafísicas.

En suma, estas circunstancias vienen dotadas de una razón poderosa que son inevitables, al cual no hay
escapatoria y que viene sincronizado como algo casual, y que nos va pasar en repetidas veces, y también
guardan relación con otros sucesos parecidos.

Artículo de opinión de Orlis García


(Título)

EFECTOS REALES DE LOS TRATAMIENTOS DE SUSTITUCIÓN, EN CASOS DE ADICCIONES.

(Nombre del autor del artículo)

Por: Diabul

 (Introducción)

Actualmente uno de los problemas más graves en la sociedad contemporánea, es la adicción a


las drogas tanto de uso legal (alcohol, tabaco, café, medicamentos, etc.), así como las ilegales,
(cocaína, crack, anfetaminas, marihuana, opio, varias drogas sintéticas, medicamentos
restringidos y demás), por lo que se han ideado a través del tiempo varios métodos para tratar
de reducir las adicciones, teniendo variados resultados (lamentablemente la mayoría de los
métodos con recaídas en el torbellino de la drogadicción), por lo que mundialmente se han ido
implantando en varios países, métodos con los cuales se pretende paliar dicho flagelo que azota
a la sociedad moderna.

(Desarrollo o cuerpo del artículo de opinión).

Para empezar, desde su origen, los tratamientos de “sustitución” en casos de drogadicción a


una sustancia, han sido inútiles, e inclusive han producido adicciones peores tanto a nivel
personal como a nivel social. Es el caso del uso de la heroína, para el tratamiento de adicciones
a la cocaína y otras drogas.

Esto desde sus comienzos como “tratamientos terapéuticos” hace más o menos 136 años, en
que las compañías farmacéuticas promocionaban como un “curalotodo” a drogas como la
heroína, droga promovida y promocionada por el psicoanalista (ya adicto), Dr. Sigmund Freud
(quien por otra parte recibía subvenciones por parte de compañías farmacéuticas, para que
promoviera el uso de dicha droga para tratar dolores, y “casi todos los males” psicológicos y
físicos de sus pacientes).

Pero si bien, estos “tratamientos” en los que el adicto no es curado, sino que es encausado
hacia una adicción a otra droga (que en muchas ocasiones es peor que la adicción anterior), se
propagaron en la década de los años 60s, por iniciativa de médicos y psiquiatras, en centros
penitenciarios de Kentucky EUA como terapia de “mantenimiento”, haciendo que estas
“terapias sustitutivas”, tuvieran un auge incrementándose los centros de “tratamientos contra
las adicciones”, siendo exportadas a la gran mayoría de los países, en donde a pesar de que se
hace propaganda en la que se aduce que hay efectos positivos en los adictos, la realidad es que
las personas que tienen adicción a alguna sustancia han ido en aumento de manera
exponencial, y los únicos sectores que se han ido beneficiando del uso de estos “tratamientos
de sustitución” son empresas farmacéuticas y psiquiatras.

Los actuales “tratamientos” con drogas como la metadona, el substitol, la buprenirfina, y otras
drogas como la marihuana (que varios países como España o los Estados Unidos, usan para
“tratar” a los pacientes adictos a otras drogas “fuertes”, como la cocaína, la heroína, el crack, las
anfetaminas, la morfina, opiáceos y demás), Bajo la excusa de que estos ”tratamientos”,
disminuyen los dolorosos síntomas del síndrome de abstinencia (síndrome que es la reacción
del propio organismo ante la falta de la sustancia dañina [droga], y que producen diversos
síntomas ante la falta de suministro del veneno al cual ya se ha acostumbrado el organismo del
adicto), pero estas sustancias usadas en las terapias de “sustitución”, no curan al adicto, sino
que simplemente tienen efectos paliativos en cuanto a la adicción (en realidad lo que pasa es
que la persona se hace adicta a otra sustancia), y únicamente aminoran sensaciones
psicofísicas, como el dolor y otros padecimientos consecuencia de la abstinencia a la sustancia
dañina.

Esto incluso en “terapias de sustitución leves”, como las utilizadas para tratar adicciones como
la del tabaco, mediante el uso de parches, gomas de mascar u otros medios que incluyen en su
composición la misma sustancia a la que se es adicto, es decir, la nicotina que se halla en gomas
de mascar y parches, cambiando únicamente la forma de administración al organismo de estas
sustancias. Sí, se deja de fumar, pero continuando con la falsa necesidad que el cuerpo adquiere
respecto a la sustancia adictiva, en otras palabras se continúa siendo adicto.

(Opinión personal)

En mi opinión personal, todas estas terapias de sustitución” o de mantenimiento” (como fuere


que las denominen), que se han ido implantando e implementando en programas oficiales en
varios países, son únicamente una forma más de hacer que los recursos económicos que dan
los gobiernos a las instituciones médicas, instituciones psiquiátricas y a las industrias
farmacéuticas, para tratar el mal de la adicción a las drogas, lleguen a los bolsillos de estas
personas que no buscan en realidad la cura de las adicciones, sino el aumento y continuación
de estas, para de esta manera seguir percibiendo subvenciones y recursos económicos, tanto
por parte de la sociedad y los gobiernos (donaciones para instituciones de este tipo, que
supuestamente servirían para reducir el número de pacientes adictos), teniendo como
resultado la eternización de miles y miles de personas que se hallan atrapadas dentro de la
esfera de una u otra droga, engañando tanto a los pacientes dándoles esperanzas de curarse,
como a los gobiernos y a la población al percibir recursos económicos que en realidad no se
destinan a eliminar las adicciones, sino únicamente a sustituirlas adicciones por una droga a
otra que ellos suministran al enfermo.

 (Conclusión)

En conclusión, el uso de drogas en tratamientos para disminuir las adicciones, únicamente es


una técnica paliativa, encaminada a administrar las adicciones en el beneficio económico de
grupos de psiquiatras, corporaciones farmacéuticas y asociaciones afines, y no a la búsqueda de
una solución real para provecho del enfermo adicto a una sustancia.

(Firma o nombre del autor)

Diabul Grotescum

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