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ALUMNOS:
• Cristofer Velásquez
• Daylery Quiroz B.
Sección “C”
Chimbote – Perú
2023
AGRADECIMIENTOS
La campaña marítima debía definir el dominio del Pacífico, necesario para conducir
fuerzas al teatro de la guerra, ya que ni Chile ni el Perú, disponía de caminos o
ferrocarriles. Esta era la razón por la cual, Chile, de tiempos atrás, había cuidado de
conformar convenientemente su escuadra. Esta campaña registró los siguientes
principales combates: El de Iquique, el 21 de mayo
de 1879, en le que nuestro monitor "Huáscar" hundió a la cañonera chilena "Esmeralda",
mientras nuestra Fragata "Independencia", al perseguir a la "Covadonga", encalló en
Punta Gruesa perdiendo así el Perú la mejor unidad de nuestra escuadra; el Combate de
Angamos, el 8 de octubre del mismo año, en que el monitor "Huáscar", después de
admirables hazañas, fue cercada por la naves enemigas y capturada cuando el abordaje
consiguió cerrar sus válvulas que habían sido abiertas por los defensores para que no
cayera en manos del enemigo. El comandante del monito, don Miguel Grau, llamado "El
Caballero de los Mares", murió heroicamente en la acción, acompañándole muchos en
el paso a la inmortalidad, la pérdida de nuestro Huáscar dio a Chile el dominio del mar.
La campaña sobre Lima de inició con el desembarco del ejército chileno en Pisco y Chilca
entre noviembre y diciembre de 1880, culminó esta campaña con las acciones de San
Juan (13 de enero de 1881) y de Miraflores (15 de enero), adversas al Perú y que
determinaron la ocupación de la capital por los chilenos. Cáceres organizó la resistencia
en el centro y tras heroicas marchas obtuvo sobre el enemigo las siguientes victorias de
Pucará (5 de julio de 1882), Marcavalle y Concepción (9 de julio); mientras Iglesias en el
norte había obtenido el triunfo de San Pablo (13 de Julio). Conducido preso a Chile el
presidente provisorio, Dr. Francisco García Calderón, designado por una asamblea de
notables, reunida en Lima, por no aceptar condiciones de paz,
concesión territorial considerando que una victoria sobre Chile era casi imposible; y ante
el fracaso de las negociaciones de paz con la intervención de Los Estado Unidos del
anterior, Iglesias dirigió una proclama a la nación, desde la hacienda Montan, instando
al país a negociar la paz con Chile, por nuestros propios medios, así convocó una
asamblea legislativa que le nombre presidente regenerador y la autorizó hacer la paz con
Chile.
Los chilenos, al constatar la sinceridad de Iglesias, decidieron negociar la paz con el. Pero
como estas podrían ser entorpecidas por Cáceres o su actitud de resistencia podría
determinar que los peruanos no aceptaran condiciones severas, decidieron eliminar al
héroe de la Breña, logrando derrotarlo en la batalla de Huamachuco, el 10 de julio de
1883, habiendo sido el mártir de esta acción, el coronel Leoncio Prado. El tratado que
puso fin a la guerra fue el de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883, por el cual el Perú
cedía a Chile definitivamente la provincia litoral de Tarapacá y este último quedaría en
posesión de Tacna y Arica, hasta por 10 años, al cabo de los cuales, se llevaría a cabo
plebiscito o consulta popular, para saber si esta provincia se incorporaba al Perú o
continuaban en poder de Chile. El país favorecido daría al otro, 10 millones de pesos.
Dispuesto a evitar la guerra, el gobierno peruano dispuso el envío del diplomático José
Antonio de Lavalle a fin de ofrecer la mediación del Perú en la contiendo boliviano-
chilena. La presencia de Lavalle en Chile, desde su desembarco en Valparaíso, se vio
teñida por actos hostiles por el conocimiento que tenía Chile, desde casi los mismos días
de su firma, del Tratado de alianza defensiva peruano-boliviano de 1873.
Aún conociendo la superioridad en el mar, los chilenos no dieron el primer paso: las
naves se mantuvieron inactivas las cinco primeras semanas. El alto mando chileno no
resolvía si limitarse a esperar la iniciativa peruana o, como su poderío lo permitía,
avanzar y bloquear el Callao. Sólo el 16 y el 17 de mayo el Cochrane y el Blanco Encalada,
en convoy con el Chacabuco, el O’Higgins, el Abtao, el Matías Cousiño y el Magallanes
salían desde Iquique rumbo al norte. Las precauciones fueron grandes para evitar que
se conociera el hecho y para ello optaron por navegar distantes de la línea de la costa.
De esa manera, el factor sorpresa, se pensaba, produciría el éxito completo en el primer
encuentro de las escuadras. Williams Rebolledo, comandante de la escuadra chilena, se
proponía, no bloquear el puerto donde imaginaba se hallaba la escuadra peruana, sino
hundirla en su totalidad en un primer encuentro. El Abtao, convertido en una suerte de
brulote, lanzado contra las otras naves chilenas, en especial los blindados, hundirían el
resto de la escuadra defensora del primer puerto peruano.
IQUIQUE: 21 DE MAYO La escuadra peruana abandonó la rada del Callao rumbo al sur
el 16 de mayo. El convoy debió desprenderse pronto de los monitores Atahualpa y
Manco Cápac, cuyo lentísimo andar hacía retardar la marcha. Las naves que iban al sur
eran el Oroya, que con andar rápido llevaba al presidente de la república y su Estado
Mayor, la Independencia, el Huáscar, el Chalaco y el Lima. Se llevaban soldados,
artillería, municiones y pertrechos en general para las tropas que acantonarían al sur.
La superioridad de las naves peruanas hizo tomar una posición defensiva a las chilenas.
A poco de iniciado el combate, la Covadonga emprendió una veloz huida hacia el sur,
muy pegada a la costa. Fue entonces que el comandante Grau ordenó a More perseguir
la goleta. Dejando a la Independencia en persecución de la Covadonga, el Huáscar se
hizo cargo de la Esmeralda, aunque sin acercarse demasiado, por creerla, según informes
recibidos, protegida por torpedos fijos o minas marítimas. El comandante Grau
maniobró para hacer salir a la nave de su ventajosa posición, prescindiendo de la
artillería, por el temor de causar daños en la ciudad. Luego decidió hacer uso del espolón
y ordenó embestir hasta en tres oportunidades a la corbeta, defendida con honor por su
comandante, Arturo Prat. Al fin consiguió hundirla, luego de tres horas y cincuenta
minutos de combate.
Los defensores, peruanos, se retiraron hacia San Francisco en desorden y sin haber
destruido la línea del ferrocarril y las locomotoras, que facilitaron el desplazamiento del
enemigo. Parte de las tropas bolivianas se internaron en la serranía rumbo a su patria.
Ya en San Francisco, las fuerzas, entonces fundamentalmente peruanas, recibieron la
sombría noticia de la retirada de Daza, tres días antes.
TARAPACÁ: El 22 de noviembre el "ejército del sur" llegó a Tarapacá. Su situación se vio
más comprometida cuando se conoció la noticia de que la guarnición de Iquique había
abandonado el puerto. Tarapacá conjuga el nombre de la significativa victoria peruana
en la compaña del sur y la derrota en la guerra en su totalidad. Provincia ambicionada
por el enemigo, el país debió entregarla años más tarde como condición impuesta por el
enemigo para firmar la paz. El 27 de noviembre los peruanos acantonados en Tarapacá
tomaron conocimiento, gracias a un humilde arriero, de que tropas chilenas se
acercaban. Belisario Suárez, jefe de Estado Mayor, tomó la iniciativa: atacó y derrotó,
cuando todo hacía prever lo contrario, al muy bien apertrechado, aunque inferior en
número, ejército enemigo. Sin embargo, a pesar de la victoria se tuvo que abandonar
aquel teritoria, pues se conocía la aproximación de las tropas enemigas desembarcadas
en Iquique y de otros refuerzos que se sumarían a las derrotadas tropas chilenas. Por
otro lado, la ausencia de caballería peruana hizo posible que los vencidos se
reconstruyan con facilidad.
EL VIAJE DE PRADO: Prado había abandonado el Perú y había dejado en el poder, una
vez más, al enfermizo y reblandecido general La Puerta. Para ausentarse del país, hizo
uso de la autorización legislativa de medio año antes, que apuntaba a que, en caso de
que la guerra fuera feliz, avanzaría boliviano y, eventualmente, hacia territorio enemigo.
La razón del viaje esgrimida por el presidente se fundamentó en la necesidad de su
presencia en Europa con el fin de adquirir las naves indispensables para una guerra que,
según juzgaba, se prolongaría por mucho tiempo.
Acertado o no, el juicio de la historia se ha inclinado por censurar acremente la actitud
del presidente Mariano Ignacio Prado.
FORMACIÓN DEL EJÉRCITO DEL PERÚ: Durante la campaña del sur (noviembre de 1879-
junio de 1880) estuvo presente el ejército de línea, al cual se agregaron contingentes
integrados por voluntarios. En ambos casos, los sectores subalternos procedían, en gran
parte, de quienes hacían el servicio
militar, todavía no bien reglamentado. Así, los componentes de tales cuadros eran
naturales de las provincias, comuneros o peones, en general campesinos. En cuanto a
los voluntarios, muchas veces fueron los hacendados o los mineros quienes armaron
batallones con sus trabajadores y se incorporaron a la lucha. Paralelamente, muchas
comunidades formaron además sus propios contingentes y también estuvieron
presentes a lo largo de la guerra. En forma específica se puede anotar que en la campaña
del sur tuvieron presencia corporativa dos batallones de procedencia andina: el Zepita,
integrado por cuzqueños, y el Dos de Mayo, por ayacuchanos. No hay referencias a la
participación grupal de hombres de la sierra central, aunque como integrantes del
ejército de línea debe haberlos habido. En general los hombres que aparecen en los
documentos son más de personas de cierta notoriedad en la localidad, como Jacinto
Salvatierra, quien intervino desde Arica hasta la campaña de la Breña.
LA CAMPAÑA DE LIMA: Todo por el Perú. La defensa de Lima constituyó la piedra angular
de la guerra para la dictadura pierolista y concentró todas sus expectativas en conseguir
el mejor ejército. Sin embargo, no confió la conducción de la campaña a mandos
militares con experiencia.
3. EL EXPANSIONISMO CHILENO:
Los diversos periódicos limeños como " El Comercio" entre otro en el año 1872 ya
anunciaba acerca del expansionismo chileno hacia el Perú. Los chilenos negociaban
territorios del Perú con Bolivia ofreciéndoles el sur de nuestro país. Pero los que dirigían
al país en ese entonces no los tomaban en cuenta.
7. LA GUERRA EN EL MAR:
La superioridad militar chileno fue mucho mayor desde el inicio de la guerra. Sus naves
eran más numerosas y más modernas sus blindajes tenían 10 años menos de antigüedad
comparado con los blindados peruanos. La cual el Huáscar y la Independencia que en su
tiempo fueron de primera quedaron superados, otras ventajas fueron la artillería chilena
eran numerosas y tenían adelantos tecnológicos. Pero en la calidad marina de la
oficialidad era para el Perú.
8. IQUIQUE: 21 DE MAYO
Al amanecer del 21 de mayo el Huáscar (Grau) y la Independencia (More) arribaron
Iquique resguardado por la Covadonga y la Esmeralda ambas eran de maderas la cual
hacían presagiar ante las peruanas que sesión presas fáciles. A poco en cuando el
combate la Covadonga huye hacia el sur perseguida por la Independencia. Y el Huáscar
se hizo cargo de la Esmeralda logrando eliminarla luego de 3 horas. Pero
lamentablemente pesar a las notables acciones de nuestra escuadra se perdió el barco
más importante del Perú. La Independencia.
9. DE IQUIQUE A ANGAMOS:
La pérdida de la independencia, la nave más poderosa del Perú terminó por consagrar la
ventaja chilena en el escenario marino a lo cual los chilenos imaginaron un triunfo fácil
pero no les fue tan fácil debido a que el "Huáscar" les daba la lucha y muchas veces
acompañado por la unión. El Huáscar estuvo un mes en operación, Chile paró el ataque
reparado inició sus tareas y fue rumbo a Arica.
10. ANGAMOS.
Capturado el Rímac las naves chilenas con sus mejores cuidados, armados con artillería
llegadas de Europa se concentró la tomo del Huáscar. Es así que el 8 de octubre de 1879
el Huáscar y la Unión divisaron naves chilenas lo cual Grau actuó como otras veces
yéndose al oeste lo cual fue un error porque allí ya lo esperaban 3 naves chilenas Grau
ordenó a la Unión a huir la cual esta nave se salvó. Grau cumplió con su deber, pero
lamentablemente no se logró lo esperado. Es así que sus sucesores al ver que no se podía
hacer nada deciden eludir la nave abriendo las válvulas, pero esta fue cerrados debido a
que los chileno abordaron el Huáscar.
11. LA CAMPAÑA TERRESTRE.
Entre el 11 y 15 de noviembre Danya (Chile) avanzó hacia Tarapacá. Mientras tanto en
Pisaque se iniciaba la masacre, Chile formado por unos 10 mil soldados frente a 1200
entre peruanos y bolivianos los soldados peruanos al ver que no se podía se retiraron
desordenadamente, pero los bolivianos se iban rumbo a su país es así que muchos
peruanos no contaban con una brújula para orientarse porque en vez de ir hacia Arica
que era el norte iban hacia el sur, Tarapacá donde era seguro la presencia enemiga.
12. TARAPACÁ:
El 22 de noviembre el Ejército del Sur llegó a Tarapacá donde se llegaría a vencer a los
chilenos. El 27 de noviembre tuvieron conocimiento de que tropas chilenas se
acercaban. Es así que los jefes, coroneles tomaron la iniciativa. La cual lograría la victoria,
pero a pesar de eso tuvieron que abandonar Tarapacá yendo a Arica por la venida de
más refuerzos chilenos.
20. ACTITUDES
Frente a la Campaña de la Resistencia: Nicolás de Piérola designó tres jefaturas la
idea estas eran continuar la guerra al no ofrecerse condiciones propicias para la paz.
Andrés Avelino Cáceres encabezó la resistencia, demoró en la formación del nuevo
ejército por la carencia de recursos.
ANEXO 01
ANEXO 02
BIBLIOGRAFÍA