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“La ESI en la escuela.

Puertas de entrada”- Alumna: BAELLA ELISABET

Esta experiencia le sucedió a una docente del nivel secundario. En 1° II, los alumnos recibieron un
aviso en sus hogares: durante el año trabajarían sobre “educación sexual integral”. Se trataba de una
propuesta que había elaborado la institución. Analía la docente protagonista de este episodio, ya
había hecho un curso virtual sobre ESI, y allí pudo reflexionar sobre su dificultad de comenzar a
trabajar los contenidos con otros colegas, ahí se dio cuenta de que el principal obstáculo que le
impedía trabajar con estos temas era su propio temor a no saber cómo y de qué hablar con alumnos.
Durante uno de los recreos se armó todo un lío: Javier, uno de los alumnos de Analía, mientras
hablaba y se reía con su amiga Elisa en el patio, vio venir a Facundo, otro compañero, que lo
empuja diciendo: “¿no sabes que es mi novia? Nunca te va a dar a bola, sos horrible pibe, salí de
acá”. La escala de insultos aumentó, hasta que intervino un maestro que estaba controlando el patio
en el recreo, y se llevó a Javier y Facundo a la dirección. Este episodio ayudó a Analía a terminar de
organizar y orientar el desarrollo curricular de las siguientes dos semanas. Por el modo en que la
docente me relata toda su experiencia, representó un gran el desafío personal hablar de estos temas,
lo relaciono con la puerta de entrada “Lo que nos pasa como docentes, cómo nos interpela la ESI a
cada uno de nosotros”. Aunque ya tenía pensada algunas secuencias didácticas de la planificación
que hicieron con otras docentes, ésta situación decidió tomarla como punto de partida para poder
hablar de ESI, esos temas que con ella nadie habló, ni ella tampoco dialogó con sus hijos: “todo lo
aprendieron de las charlas con sus amigos y de internet.”

Como trabajar esta situación: En la hora de Ciencia Sociales, comenzar una actividad sobre los
medios de comunicación. Plantear la siguiente consigna: “Elegir cinco publicidades de la tele o que
vean en la calle. De cada una, describir cómo son las mujeres por un lado y los varones por el otro.
Señalar, por ejemplo, ¿qué edades tienen? ¿Cómo están vestidos/as? ¿Con quiénes están
(amigos/as, hijos/as)? ¿Cómo es el lugar donde están? ¿Qué hacen? ¿De qué trabajan? ¿Qué
dicen? ¿Qué parece que sienten?”. Hacer una puesta en común de la información que recabaron
plasmándola en un afiche. Trabajar sobre los “estereotipos, lindos-feos”: ¿Qué significa?. Trabajar
en próximos encuentros sobre “la importancia de respetar la apariencia corporal de cada uno/a,
además de clarificar que el deseo y la atracción sexual varía de acuerdo a los ojos de quién lo
mire”. Cerrar trabajando sobre la diversidad: nuestros cuerpos se desarrollan en tiempos distintos;
nuestros gustos y preferencias también son diferentes. Preguntar ¿cómo se siente una persona a la
que todo el tiempo le hacen comentarios “feos” sobre su cuerpo? Hacer un listado de esos
sentimientos, y luego charlar sobre lo que nos sucede cuando los/as demás nos dicen comentarios
“feos” sobre nuestro cuerpo, nuestro modo de ser, o incluso sobre lo que nos gusta.

En ESI, la reflexión sobre nuestros propios supuestos es fundamental, porque somos seres sexuados,
y estos temas nos atraviesan como personas y docentes. Porque también somos parejas de nuestras
parejas, padres, madres, hijos e hijas, hermanas y hermanos, abuelas y abuelos, amigos y amigas.
Todas las personas tenemos certezas, pero también temores, inquietudes, resquemores y dudas
sobre estos temas.

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