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04 diversidad
Les damos la bienvenida a nuestra última clase. Esperamos que el recorrido realizado les haya y les
esté permitiendo reflexionar acerca de la implementación de la ESI en torno a la diversidad sexual.
Como futuros/as docentes, sabemos la importancia de saber qué enseñar y cómo hacerlo. Por eso,
la capacitación en estos temas implica aprender los contenidos, saber cómo transmitirlos y
trabajarlos en clase. Para tal fin, el Programa ESI ha producido una serie de materiales que serán un
gran apoyo en la tarea cotidiana.
Les proponemos comenzar con el análisis de una situación escolar. Observen las palabras
destacadas en negrita, ya que nos indican el modo en que ingresa la ESI a la escuela. También
compartimos en la bibliografía cómo se podría trabajar cada uno de los ejes, y les dejamos el
ejemplo completo en el material ampliatorio. ¡Los/as invitamos a leerlo!
Ariel fue a la escuela, como todos los días. Durante el primer recreo se armó una
pelea: mientras Ariel hablaba con Agustina en el patio, vino Facundo, otro
compañero, y lo empujó diciendo “¿no sabés que es mi novia? Salí de acá”. Julieta,
que estaba al lado, empezó a gritarle a Facundo por su agresión. Facundo le
respondió entre risas que Ariel no era lo suficientemente “macho”, que se
comportaba como una “nenita”, y que necesitaba siempre de alguien que lo
defendiera. Además le gritó que ella misma se comportaba como una “varonera”, y
que no se metiera donde nadie la llamaba. El tono de la discusión fue aumentando,
hasta que intervino un maestro que estaba presente en el patio durante el recreo, y
se llevó a Facundo y a Julieta para hablar con ambos.
Volvamos a las situaciones marcadas en negrita, que escenifican el modo en que ingresa la
educación sexual integral en la escuela, en distintos momentos, de diversas maneras. Más arriba
vimos muchas situaciones juntas en una misma institución, y en distintos momentos, pero a veces
Todas estas preocupaciones o planteos pueden ser más o menos legítimos. Por un lado, en varias
de estas afirmaciones aparece la pregunta sobre la responsabilidad (“soy profe de matemática…”
por ejemplo, o “en mi escuela no hay voluntad”). Es cierto que puede haber resistencias en quienes
estamos haciendo este curso, y/o en nuestras/os colegas, con modos de pensar el rol docente, con
la situación de la institución (tal vez haya docentes a las/os que no les interesa, o que piensan que
no tienen nada que ver, o directivos que consideran a la ESI como algo secundario). En la reflexión
que hacemos debemos considerar, como futuros/as docentes, nuestra responsabilidad de
garantizar los derechos de las/os chicas/os y adolescentes. Y también, la posibilidad que tenemos
de promover la responsabilidad, la autonomía, la evaluación crítica, el disfrute y el cuidado de sus
cuerpos sexuados y el de las/los demás. Todo ello requiere que asumamos un rol político y ético,
porque la realidad y la experiencia diversa, singular y única de las/os niñas/os y adolescentes lo
necesita, y porque la legislación nos exige hacernos responsables como actores de la política
educativa frente al desafío de la inclusión. Así como no se nos ocurriría dejar de enseñar
determinados temas y contenidos de algunas disciplinas, porque no nos gustan o nos parecen
complicados, tampoco se nos ocurriría dejar de enseñar ESI porque no nos “toca”, o porque no nos
gusta hablar de ciertas cosas. No debemos perder de vista que, más allá de nuestras creencias,
las/os chicas/os tienen derecho a recibir una ESI de acuerdo a lo que establece la ley1 y los
lineamientos curriculares.
1
Recordemos que en su artículo 3, inc. b, la Ley Nº 26.150 de ESI establece como objetivo del Programa Nacional de
ESI: b) Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos
aspectos involucrados en la educación sexual integral”.
¿De qué manera podemos trabajar sobre las dudas, planteos y preguntas? Podemos
hacerlo compartiéndolas con nuestras/os colegas, creando espacios institucionales
donde reflexionemos juntas/os y pongamos en cuestión nuestros supuestos y
también podamos desarmar estereotipos que a veces circulan no sólo sobre las/os
alumnas/os, sino también sobre nuestras/os colegas, entre y sobre nosotras/os
mismas/os.
a. El desarrollo circular
¿Cómo incorporamos los contenidos de ESI? ¿De forma transversal y/o de modo
específico?¿Cómo trabajamos? ¿Con proyectos interdisciplinares, en la materia propia, o con
un espacio específico en el nivel secundario? ¿Cómo hacemos para aprovechar temas y
momentos de las planificaciones curriculares de las materias/disciplinas para trabajar junto a
otros/as docentes? ¿Esperamos a que surjan episodios, como en la historia de Ariel, y/o al
mismo tiempo planificamos la enseñanza?
Los temas transversales suelen traer la preocupación sobre el riesgo de que al ser contenidos que
deben estar en todos lados, terminan no estando en ninguno. Frente a este problema pedagógico,
es central elaborar estrategias, fundamentalmente institucionales, para acordar de qué modo, en
qué disciplinas, vinculado a qué otros contenidos, y cuándo, se trabajará sobre los contenidos de la
ESI. Desde nuestro lugar de futuros/as docentes podemos ir analizando estrategias para la
transversalización de la ESI. ¿En nuestro recorrido por el instituto, la ESI aparece de forma
transversal en los distintos contenidos o solo lo vemos en una materia/taller específico? ¿En las
distintas planificaciones de nuestras prácticas docentes, está incluida la ESI?
Desde el Programa Nacional de ESI también hemos elaborado la “Guía para el desarrollo
institucional de la Educación Sexual Integral”. La propuesta de la Guía, es facilitar el
desarrollo de la ESI en las escuelas, con actividades y sugerencias para trabajar entre
docentes. En su página 15 van a encontrar algunas sugerencias que responden a la
pregunta: “¿Cómo incluir los lineamientos curriculares para la ESI en los planes, programas
o unidades didácticas?”.
Son las producciones realizadas por el Programa Nacional de ESI, para todas/os los/as docentes del
país, publicadas en formato papel, enviadas a las escuelas y también disponibles en línea. El
propósito que tienen es facilitar y ayudar a encuadrar nuestro trabajo pedagógico, que se vea
enriquecido por los equipos docentes y los acuerdos institucionales en cada escuela.
Los cuadernos para el aula contienen conceptualizaciones, marco teórico, información valiosa para
las y los docentes, así como propuestas de secuencias didácticas para que la/el docente las
desarrollen en sus clases. En muchas de sus actividades se presentan fragmentos con textos
literarios e informativos, dibujos y fotografías que pueden ser fotocopiados para el trabajo con
estudiantes.
Las láminas son materiales para usar directamente en las aulas. No están pensadas para que
queden expuestas en clase todo el tiempo, sino para ser utilizadas en el desarrollo de la clase y
luego devueltas a su lugar, como lo haríamos con cualquier lámina o mapa del centro de recursos,
biblioteca o mapoteca.
Estos materiales contienen consignas para su utilización y, además, en cada Cuaderno de ESI hay un
anexo con guías didácticas que amplían las propuestas de trabajo de las láminas en el aula,
presentando posibles formas de trabajo, preguntas y actividades para realizar con ellas. Deben
buscarlas haciendo corresponder cada lámina con el cuaderno del mismo nivel.
También se han producido diversos trípticos, que son materiales impresos que presentan de modo
sencillo algunos aspectos claves de la ESI, su sentido y contenido, pensando específicamente en
adolescentes, docentes y familias:
En este punto, hablamos de las acciones, costumbres, prácticas que realizamos cotidianamente en
el instituto o en la escuela, los modos de relacionarnos y comunicarnos, que siempre transmiten
determinadas ideas y visiones sobre la sexualidad. Por ejemplo, la costumbre de que quienes se
“encargan” del material de educación sexual sean las/os profesoras/es de biología, la de
comunicarse con las familias en las notas y comunicados usando solo el género masculino (“Sres.
padres”), o cuando a los actos escolares los decoran solo las docentes, porque supuestamente hay
un “sentido estético natural” en las mujeres. En estas situaciones se transmite información sobre lo
permitido, lo prohibido y lo esperable en los espacios educativos, en relación con la sexualidad y el
género.
Es importante que podamos reconocer estos guiones invisibles que van dejando marcas en cada
una/o de las/os que están en las escuelas e institutos y fuera de ellas, como las familias -que son
múltiples y diversas-. Necesitamos pensar cómo las normas y formas de organización escolar
favorecen o no vínculos de confianza y de respeto, la inclusión de todas las opiniones y necesidades
de las alumnas y los alumnos, y las relaciones igualitarias entre todos/as. Cuando al final de la
escena escolar, Ariel pregunta por qué el listado de alumnas/os no es mixto en su escuela, está
cuestionando una dimensión relevante de la organización y clasificación escolar; está
problematizando la separación de espacios y su jerarquización desigual. Esa mirada, esos anteojos,
son los que habilitan la pregunta sobre “la lista”. Como hemos visto, las relaciones de género están
tan naturalizadas como modo de clasificar y valorar de manera desigual, que desarrollamos muchos
argumentos para sostenerlos.
Un objetivo que están desarrollando las escuelas a lo largo y ancho de nuestro país, construyendo y
sosteniendo espacios colectivos de reflexión y acciones pedagógicas, consiste en lograr acuerdos
institucionales para rever y transformar las acciones, los discursos, las costumbres escolares que
puedan ser injustas o desiguales. Una parte central de la ESI tiene que ver con la necesidad de
problematizarnos como estudiantes y futuros/as docentes, y hacerlo también con nuestra
institución y sus prácticas cotidianas. Para ello es fundamental generar acuerdos orientados a
modificar los aspectos de la cultura institucional que dificultan que los/as estudiantes, se sientan
Algunas preguntas que nos pueden ayudar a entender y reflexionar sobre nuestra
institución desde la ESI: ¿quiénes pueden hacer qué cosas en los distintos espacios de
la escuela? ¿Qué tipo de relaciones entre niñas y niños estamos convalidando cuándo
organizamos los actos escolares o cualquier otro tipo de muestra organizada por la
escuela? ¿Qué cosas estamos más dispuestas/os a dejar pasar porque las
consideramos “cosas de nenes” o “cosas de nenas”? Las relaciones entre adultas/os
de la escuela ¿están basadas en el respeto? ¿Se utiliza un lenguaje no discriminatorio
para referirse a las o los colegas? ¿Qué tipo de chistes se suelen escuchar entre las y
los adultas/os de la escuela?2
2
Podemos encontrar más de estas preguntas orientadoras en la página 20 de la “Guía para el desarrollo institucional
de la Educación Sexual Integral”.
¿Qué hacemos cuando un/a joven cambia su identidad de género? ¿Y cuando una chica
embarazada pide un apoyo particular para seguir estudiando? ¿Qué hacemos cuando
se generan conflictos por los recursos y el espacio en la institución?
Estas situaciones requieren de un enfoque ligado a la ESI, donde ante todo, haya respeto por los
derechos, mucho diálogo y construcción de nuevos consensos. Nadie tiene todas las respuestas
correctas, es por medio del trabajo de reflexión y de construcción de acuerdos con nuestras/os
colegas que vamos contando con más y mejores herramientas para hacer frente a los episodios en
el marco de derechos, de la ESI y de su propuesta pedagógica.
La ESI es también una invitación para articular e institucionalizar el trabajo que la escuela realiza
con las familias, las organizaciones de la comunidad, con instituciones del Estado…Pero, ¿cómo
hablamos con las familias?
La escuela es una instancia donde las/os primeras/os “educadores sexuales” (Santos, 2006) -las
familias-, se encuentran, a través de las/os niñas y niños, con las/os educadores
profesionalizadas/os -los y las docentes-, que también son educadoras/es sexuales. La función
específica de las/os docentes, en la escuela, no quita ese rol a las familias. El art. Nº 1 de la Ley N°
La diversidad de familias debe ser tenida en cuenta como una instancia de aprendizaje, de
convivencia democrática y de respeto por la diversidad, pero no solo para el o la docente, o el
grupo de chicos y chicas que tenemos, sino para toda la comunidad educativa. Es decir que,
reconocer esa diversidad, valorarla, y también cuidarla. Por eso a las familias las convocamos y las
invitamos como “Familias” y no solo como “Señores padres” o “Papis”. Si hay una familia integrada
por la abuela y la nieta, y nosotros seguimos convocándola como “Sres. papis” hay algo del diálogo
que queremos establecer que no parece adecuado.
¿Para qué convocamos a las familias? Para trabajar con ellas y ellos. No hace falta que seamos
expertos en psicología, tampoco en trabajo social. Somos educadoras y educadores que podemos
convocar para realizar talleres que podrían constituirse en espacios a través de los cuales los
miembros de la comunidad educativa reflexionen en forma conjunta sobre los roles de las familias y
de la escuela en lo que hace a la transmisión cultural en los temas relativos a la educación sexual.
Las tensiones y/o conflictos que pueden aparecer, son una oportunidad para construir consensos,
En la tercera clase, vimos que la Ley Nº 26.150 les asigna a todas las instituciones educativas la
responsabilidad de impartir ESI en todas las modalidades y niveles educativos. También sabemos de
distintas experiencias e iniciativas de parte de profesionales del Centro de Salud que van a la
escuela el día de prevención del VIH; o de una organización LGBTTIQ que propone una jornada el 17
de mayo por el día de la lucha contra la discriminación por orientación sexual o identidad de
género; o bien, una ONG feminista realiza charlas sobre prevención de violencia de género; así
como profesoras y estudiantes de un Instituto de Formación Docente realizan una actividad de
extensión junto al Centro de Estudiantes de la escuela secundaria dando un curso de
promotores/as de la salud a jóvenes del barrio; un club deportivo, cuyos directivos están
preocupados por el embarazo de las adolescentes, recurre a la escuela para programar actividades
de prevención, etc. Todas son distintas formas en que las instituciones de la sociedad civil, y/o el
mismo Estado (nacional, provincial, municipal) intervienen en la educación (sexual) de las y los
estudiantes.
Educación Inicial:
La valorización y respeto de las propias opiniones Ver “Actividad 2: ¿Jugamos a que somos?”
y las de todas las personas por igual, sin pág. 59, Cuaderno ESI Nivel Inicial. (Se trata de
distinciones de género, cultura, creencias y una actividad que puede servirnos para
origen social. trabajar el respeto a la diversidad en función
de las elecciones que en el juego puedan hacer
niños y niñas y las intervenciones que haga
el/la docente sobre ello).
El conocimiento de las distintas formas de Ver “Actividad: Postales de familias”, págs. 47-49.
organización familiar y sus dinámicas en Cuaderno ESI Nivel Primario. Es una actividad
diversas épocas y culturas y la valoración y donde, al elaborar la diversidad de las familias de
el respeto de los modos de vida diferentes a chicos y chicas, pueden visibilizarse también las
los propios (Ciencias Sociales). familias compuestas por dos papás o dos mamás, o
una mamá travesti, por ejemplo.
Educación Secundaria:
La valoración del derecho de las personas a Ver “Actividad 1, Texto 2: “El marica”, un cuento de
vivir su sexualidad de acuerdo con sus Abelardo Castillo…”, págs. 27-29, Cuaderno ESI
convicciones y preferencias en el marco del Nivel Secundario II.
respeto por los derechos de los otros.
(Formación ética y ciudadana- Derecho)
Estimadas/os estamos llegando al final de este curso, pero antes quisiéramos destacar, a modo de
síntesis que, trabajar el respeto por la diversidad implica descentrarnos, es decir, asumir que cada
uno/a de nosotros/as constituye un/a otro/a más o menos conocido para otras personas.
A lo largo del curso vimos que las diferencias sexo-genéricas están atravesadas por relaciones de
poder y se sostienen desde distintas instituciones, de diferentes maneras, una de ellas es a través
de estereotipos sobre lo masculino y lo femenino. Haber reflexionado al respecto nos permitió
afirmar que existen muchas maneras de vivenciar la identidad y que cada persona tiene un modo
particular y único de expresar su género. Entonces, la tarea que nos llevamos, es la de estar atentos
y atentas en todos los espacios de las escuelas e institutos -no solo en las aulas-, para trabajar
contra la discriminación por orientación sexual, expresión sexual o identidad de género, hacia gays,
lesbianas o personas trans. Es importante que podamos acompañar todas las trayectorias desde un
marco de derechos y respeto, y sabemos que tanto la escuela, como el instituto puede constituirse
en un lugares privilegiado para que esto ocurra.
Queremos decirles, también, que ha sido una experiencia de trabajo muy enriquecedora, pudimos
compartir anécdotas, deseos, sentimientos y también reflexiones y lecturas. Esperamos que se
hayan sentido cómodos/as, aunque a veces hayan estado en desacuerdo con algunos planteos,
que hayan podido reflexionar sobre algunos supuestos que damos por sentado, y que también
hayan encontrado orientaciones para el futuro trabajo en la escuela.
Con este curso nos propusimos contribuir a generar en los/as estudiantes de formación docente
una mirada profesionalizada sobre la ESI, la escuela y la diversidad sexual y de género. Ojalá nos
hayamos acercado a ese objetivo. Como ustedes saben, hacer realidad los derechos de niños, niñas
y adolescentes es una tarea que nos convoca a todos y a todas y esta cursada es un aporte en ese
sentido.
Compartimos en el FORO:
Las instituciones educativas son espacios de convivencia que habitamos durante años significativos
de nuestras vidas. En los recuerdos sobre nuestras trayectorias educativas se plasman situaciones
que en la actualidad pueden ser abordadas desde la propuesta pedagógica de la ESI.
Por eso, les pedimos que miren el video desde el minuto 10,42 hasta el 13,04. Luego, desarrollen
los siguientes puntos:
a) Teniendo en cuenta los contenidos de esta clase, ¿con qué puerta de entrada de la ESI
relacionarían la situación vivida por Lana Wachowski niña en la escuela? ¿Por qué? (Aclaración: si
eligen la puerta de entrada “La ESI en la escuela” deberán especificar cuál/es de las tres
dimensiones que la componen).
b) Lean los Cuadernos de ESI para el aula y seleccionen una actividad que consideren que podría
serles útil para incluir la temática del respeto por la diversidad y la no discriminación por identidad
de género en el aula (Referenciar solamente título de la actividad y número de página). Explicar por
qué seleccionaron la actividad.
c) Les invitamos a compartir en el foro, una síntesis de todos los incisos anteriores.
https://www.youtube.com/watch?v=K2SN31i1EE8&t=642s
¡Los/as esperamos!
● Cuaderno de ESI de Nivel Inicial. Educación sexual integral para la educación inicial:
contenidos y propuestas para las salas . - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Educación de
la Nación, 2010.
● Cuaderno de ESI de Nivel Primario. Educación sexual integral para la educación primaria:
contenidos y propuestas para el aula / coordinado por Marina Mirta. - 1a ed. - Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación, 2009.
● Cuadernos de ESI, para la educación secundaria I y II. Educación sexual integral para la
educación secundaria: 2a ed.ampliada - Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación,
2018. Educación sexual integral para la educación secundaria I y II: 2a ed.ampliada - Buenos
Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2018.
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