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SUPLEMENTO

CONSTITUCIONAL N°1
DIRECTORA: María Angélica Gelli
| 2022

BRAVO GARAT
RODRÍGUEZ GALÁN LÓPEZ ALFONSÍN
SACRISTÁN SANTIAGO
UBERTI TORANZO
ISSN: 2250-432X
RNPI: 5075988

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CUESTIONES DEL
FEDERALISMO ARGENTINO

Problemas y perspectivas de armonización

Dirigido por Dra. María Angélica Gelli

Autores:

BRAVO GARAT
RODRÍGUEZ GALÁN LÓPEZ ALFONSÍN
SACRISTÁN SANTIAGO
UBERTI TORANZO
ÍNDICE

El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización constitu-


cional argentina. Enfoque crítico y propositivo
Pablo María Garat............................................................................................................................. 1

Organización federal y moneda en la Argentina


Estela B. Sacristán............................................................................................................................. 38

El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales,


nacionales y provinciales
Alfonso Santiago............................................................................................................................... 51

La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema federal


argentino
Alejandra Rodríguez Galán............................................................................................................... 71

Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario y juris-
dicción sobre los recursos vivos del mar
Alejo Toranzo...................................................................................................................................... 86

Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios


Mariela Uberti.................................................................................................................................... 116

El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos


Marcelo A. López Alfonsín................................................................................................................. 127

Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo


Paula A. Bravo................................................................................................................................... 143
El régimen fiscal federal y el
sistema de coparticipación
impositiva en la organización
constitucional argentina
Enfoque crítico y propositivo
Pablo María Garat (*)
Sumario: I. El programa constitucional para el desarrollo humano y fe-
deral.— II. El sistema fiscal federal argentino originario y su evolución
histórica.— III. La relación fiscal federal y el sistema de coparticipación
impositiva.— IV. La coparticipación impositiva y el presupuesto fede-
ral en la reforma constitucional de 1994.— V. El sistema de copartici-
pación federal en el diseño constitucional de 1994, ¿tiene coherencia
interna?— VI. Los problemas de interpretación a resolver en relación
con el nuevo artículo 75, incisos 2º y 3º, de la Constitución Nacional.—
VII. La relación fiscal federal y el sistema de coparticipación imposi-
tiva a partir de los fallos “Santa Fe”, “San Luis” y “Córdoba” de la Cor-
te Suprema de Justicia de la Nación del 24 de noviembre de 2015.—
VIII. Hacia un sistema de coordinación económica, financiera y fiscal
para el desarrollo federal.— IX. A modo de reflexión final.

I. El programa constitucional para el desa- la unidad en la diversidad, en el marco del reco-


rrollo humano y federal nocimiento de las autonomías locales por la vi-
gencia del principio de subsidiariedad (arts. 75,
Como marco del análisis a realizar acerca del inc. 19, 121, 123,125 y 129).
régimen fiscal federal y el sistema de coparti-
cipación impositiva en la organización cons- Así, el nuevo texto constitucional se integra de
titucional argentina —antes y después de la principio a fin en torno a un eje que explicita un
reforma de 1994— entiendo pertinente seña- verdadero programa para el desarrollo humano
lar que ello debería considerarse atendiendo al y federal:
programa para el desarrollo humano y federal
que la Constitución expresa. 1. Tenemos, en primer lugar, el Preámbulo,
que enuncia expresamente “promover el bien-
Conforme al texto constitucional en vigencia,
estar general (...) para nosotros, para nuestra
el régimen político o forma de Estado federal
posteridad, y para todos los hombres del mun-
(art. 1º) plantea el desafío adicional de propo-
do que quieran habitar en el suelo argentino...”.
nerse alcanzar el desarrollo humano con justi-
cia social, equidad regional y pleno respeto de 2. Luego, la decisión constitucional de orga-
(*) Profesor titular de Derecho Constitucional, Facul-
nizarnos bajo el régimen federal conforme a los
tad de Derecho, Pontificia Universidad Católica Argenti- arts. 1º y 121, con más lo dispuesto para la Ciu-
na. dad Autónoma de Buenos Aires (en adelante,

Suplemento Constitucional N.° 1 • 1


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

CABA) en los arts. 129 y ccds. y el régimen muni- más amplio— en materia económica han pro-
cipal de autonomía en los arts. 5º y 123. vocado en las relaciones tanto ad intra del go-
bierno federal como de este con las provincias
3. En tercer lugar, la distribución de la renta y aun de estas con sus municipios, sin dejar de
fiscal federal en los arts. 4º, 9º y ccds. y en los ac- lado la cuestión de la CABA como nuevo sujeto
tuales arts. 75, incs. 1º, 2º y 3º, y 124. formal de la relación federal.
4. El establecimiento de la regla de la garantía ¿Esto resulta de la inviabilidad del programa
federal del art. 5º, con los requisitos allí enun- constitucional para el desarrollo humano y fe-
ciados. deral, de su falta de adecuación a la realidad de
nuestra Argentina, o tendrá su origen en otras
5. La tutela y promoción de los derechos eco- causas?
nómicos y sociales en los arts. 14, 14 bis, 16, 17,
25 a 28, 33, 41, 42 y 75, incs. 22, 23 y 24. Ello es- Entiendo que la mora en aprobar un nuevo
pecialmente en relación con los arts. 75, inc. 19, régimen de coparticipación federal, a lo que se
y 125, particularmente. alude en la doctrina y la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, se expli-
6. La delegación de competencias o poderes al ca en importante medida por la falta de respues-
gobierno federal prevista en el art. 121, en mate- ta a este interrogante.
ria económica y social, al establecer las atribu-
ciones del Congreso, el Poder Ejecutivo y el jefe De allí que deberíamos indagar en torno a las
de Gabinete, en los arts. 75, incs. 1º a 14, 17 a 19, exigencias que el programa de Estado de la Cons-
22, 24, 30 y 32; 99, incs. 9º y 10; 100, inc. 1º, y 103. titución tiene en materia institucional —dentro
del régimen federal— para permitir el logro de
7. La reserva de las competencias o poderes los objetivos económicos y sociales que resultan
de las provincias bajo la regla de los arts. 121 y implícitos en los conceptos de desarrollo huma-
ccds., y 122 a 125, y las atribuidas a la CABA en el no y de progreso económico con justicia social y
art. 129 y en la disposición transitoria séptima. equidad territorial.
8. Las previsiones de los arts. 126, 127 y 128 Para ello enunciaré los institutos o elemen-
respecto de la limitación al ejercicio de las com- tos que, a mi parecer, el programa integral de la
petencias o poderes reservados por las pro- Constitución contiene prospectivamente como
vincias; la cuestión de la integración regional vía para alcanzar dichos logros dentro de la di-
supranacional y el art. 75, inc. 24, particular- námica constitucional:
mente en relación con su impacto en las provin-
cias y municipios. 1. La autonomía municipal, especialmente en
su aspecto económico y financiero en relación
Es en este marco que propongo abordar el ob- con el concepto de desarrollo local.
jeto del trabajo. Pero antes, para tratar de con-
tribuir a la comprensión del desacople entre la 2. La creación de regiones y microrregiones
Constitución formal y la material en cuanto al como consecuencia de la relación federal, en
régimen federal constitucional y su diseño en sentido tanto vertical como horizontal, para el
relación con la cuestión fiscal, entiendo que desarrollo regional. La cuestión regional supra-
cabe plantear un interrogante: ¿Este programa nacional y su impacto en provincias y munici-
constitucional se propone dentro del régimen pios.
federal bajo el diseño descripto, o se ha admiti-
do en el orden material e infraconstitucional un 3. La distribución de la renta fiscal federal de
marco de competencias aún más amplio del go- conformidad a los parámetros y objetivos esta-
bierno federal para alcanzarlo? blecidos en el art. 75, inc. 2º, y la readecuación
de aquella al modelo originario del art. 4º en re-
La respuesta resulta determinante para in- lación con la formación del Tesoro Nacional.
dagar acerca de la mutación —y sus conse-
cuencias— que la doctrina de la emergencia y 4. La apropiación por parte de las provincias
el ejercicio del poder de policía —en el sentido de la renta de los recursos naturales existentes

2 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

en su territorio —dentro de un marco solidario reforma de 1994. No alcanza para ello, como se
acordado con sus municipios y entre ellas, así suele afirmar, con proponer que dicho ajuste se
como con el gobierno federal— para la aplica- produzca en la legislación provincial infracons-
ción de su producido al desarrollo de las econo- titucional.
mías regionales.
Volviendo al interrogante planteado liminar-
5. Por su directa relación con el concepto de mente: frente a los desafíos que seguramente
desarrollo humano sustentable, la necesidad deberá afrontar el país en los próximos años en
de interpretar restrictivamente los poderes del materia económica y social, la cuestión sigue
gobierno federal derivados del art. 41 de la CN, siendo: ¿ha quedado de hecho en cabeza casi
promoviendo la adecuada relación de coordina- exclusiva del gobierno federal, y solo por de-
ción entre aquel y las provincias, sus municipios legación de este en las provincias, municipios
y la CABA. y la CABA, la realización del programa consti-
tucional para el desarrollo humano y federal, o
6. El respeto a nivel federal de los principios debería promoverse para ello —conforme a la
constitucionales que en materia de presupues- Constitución Nacional— el mayor protagonis-
to público y organización y funcionamiento del mo local y regional, coordinado con aquel, den-
Banco Federal establecen los incs. 6º y 8º, con- tro del marco del principio de subsidiariedad?
cordantemente con el 2º, todos del art. 75 de la
CN. Dicho de otro modo: ¿vamos hacia la con-
solidación de un régimen de desarrollo su-
7. La actuación del Senado como Cámara de puestamente “federal”, con las decisiones y los
origen para los casos previstos expresamente en recursos centralizados en el gobierno federal y
los incs. 2º y 19 del art. 75 de la CN e implícita- descentralización en la ejecución de aquellas,
mente en el inc. 8º del mismo artículo. con transferencia de recursos a las provincias,
la CABA y los municipios, todo sobre la base de
8. La resolución de la cuestión de la autono- legislación infraconstitucional y acuerdos inter-
mía de la CABA en el contexto de la Región Me- jurisdiccionales?
tropolitana, su condición de Capital Federal y la
incidencia de ello en el desarrollo federal con Para responder a estos interrogantes, que im-
equidad. plican sin duda el desafío de la recuperación de
nuestro régimen federal constitucional y su pro-
9. La delimitación sobre la base del principio grama de desarrollo ya descripto, debemos rei-
de subsidiariedad de las competencias del go- terar que la consideración del federalismo como
bierno federal en materia de leyes de promoción aplicación práctica del principio de subsidiarie-
económica que puedan afectar el equilibrio de dad podría incluir, al menos:
las provincias y regiones, de redistribución del
ingreso nacional y de decisor exclusivo en mate- 1. Una determinada interpretación del con-
ria de políticas de asistencia social. Aquí debe- cepto de descentralización, conforme a la cual
ría resolverse si en el marco federal las cláusulas esta no puede implicar entre nosotros el “de-
del progreso del art. 75, incs. 18 y 19, y la del art. legar” poderes reservados por las provincias y
125, párr. 2º, son susceptibles de entenderse pri- concentrados en el gobierno federal indebida-
mero desde la perspectiva de tal principio de mente, sino su reconocimiento y devolución a
subsidiariedad y el art. 121 o desde el de la su- aquellas en plenitud.
premacía del orden jurídico federal.
2. La aceptación del concepto de “autonomía
10. El ajuste de la relación provincia-munici- municipal” con toda la amplitud del art. 123
pios a estos mismos principios, que en general de la CN, como base de todo proceso de des-
han sido receptados por todo el derecho públi- centralización federal por la devolución de las
co provincial, con excepción de las provincias competencias reservadas por las provincias o el
de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, que no ejercicio de las concurrentes por el principio de
han actualizado sus Constituciones luego de la subsidiariedad.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 3


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

3. Una especial valorización de la coopera- falencia como representación de la diversidad


ción horizontal dentro del Estado federal entre provincial y regional en la unidad federal, así
los entes territoriales locales. como la desfiguración de su rol de moderador
del ejercicio del poder presidencial —como ex-
4. La cuarta consecuencia práctica, derivada presión del federalismo en la Constitución ori-
de la anterior, se refiere a la cuestión de la re- ginal—, independientemente de las ocasionales
gionalización hacia adentro del Estado fede- mayorías partidarias que pudieren existir.
ral, en sentido tanto vertical como horizontal,
recordando que es preferible la cooperación Para superar esto aparecen dos posibles al-
horizontal antes que recurrir a la integración ternativas a considerar, sin necesidad de refor-
(intervención) vertical, tanto como ello sea po- ma constitucional: a) sustituir el hipertrofiado
sible. Tesoro Nacional —que somete al país federal
mediante transferencias y delegaciones discre-
5. La quinta consecuencia de todo lo dicho se cionales— por un sistema fiscal federal con dis-
refiere a la distribución efectiva de las compe- tribución de competencias y recursos en un
tencias entre el gobierno federal y las provincias marco de auténtica descentralización, con
y sus municipios y la CABA, aplicando efectiva- responsabilidades desde la base municipal; y
mente como regla constitucional el principio de b) transformar al Senado en el órgano modera-
subsidiariedad. dor que garantice dicho sistema y la unidad en
6. En sexto lugar, y derivado del mismo prin- la diversidad, ejerciendo institucionalmente su
cipio, deviene imprescindible organizar la función de moderar al poder presidencial expre-
distribución del “poder de imposición” de con- sando el equilibrio federal vertical y horizontal.
formidad a aquella distribución de competen- Esto podría concretarse mediante una reforma
cias, asegurando su ejercicio efectivo. electoral adecuada, que habilite la elección de
los senadores fuera de toda otra elección, y la
7. Finalmente, todo ello requiere para su con- de su funcionamiento interno, que permita en
creción práctica y sustentabilidad en el tiempo el Reglamento la conformación de bloques re-
un reaseguro institucional, identificado en uno gionales por intereses concretos, más allá de las
o varios órganos de la Constitución política del afinidades partidarias.
Estado federal o Federación, especialmente el
Senado de la Nación, y aun la creación de un En definitiva, se trata de aceptar al federalis-
“Consejo de Estado Federal”, de naturaleza con- mo como el programa de Estado de la Constitu-
sultiva, integrado por los gobernadores de las ción para el desarrollo humano integral.
provincias y el jefe de Gobierno de la CABA.
II. El sistema fiscal federal argentino origi-
Frente a este claro programa constitucional nario y su evolución histórica
hemos tratado de identificar los principales
obstáculos —derivados de las mutaciones cons- En la primera época de la organización cons-
titucionales— directamente vinculados con la titucional, y hasta fines del siglo XIX, el gobierno
cuestión de la relación fiscal federal: federal respetó la cláusula del art. 4º de la CN,
sin recurrir a las “contribuciones” (impuestos)
a) La disfuncional adopción constitucional para atender a sus necesidades fiscales.
de la coparticipación federal y las asignaciones
específicas, junto con el mantenimiento formal Así, entre 1853 y 1891, hay un primer período
de la separación y concurrencia de fuentes en el de clara separación de fuentes, que se modificó
ejercicio del poder de imposición. cuando, por la crisis económica de 1890/1891, el
gobierno federal estableció impuestos internos
b) La hipertrofia del Tesoro Nacional y la con- en todo el territorio nacional.
centración de recursos, que lleva a la de los po-
deres, y el sistema de delegación discrecional. Se manifiesta a partir de allí un predominio
del sistema de concurrencia de fuentes “de he-
c) Los cambios constitucionales en el diseño cho” hasta la crisis mundial de 1929-1930, que
del Senado (art. 54, CN), que han acentuado su lleva al gobierno federal a apropiarse de fuen-

4 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

tes tributarias invocando el art. 67, inc. 2º, de la finalmente, que la reforma de 1994 amplió el ex
CN, asumiendo no solo la facultad de las provin- art. 67, inc. 2º (ahora art. 75, inc. 2º) para incor-
cias en materia de impuestos directos, sino tam- porar formalmente a las contribuciones indirec-
bién competencias, funciones y la prestación de tas como fuente concurrente entre el gobierno
servicios que correspondían a aquellas, conso- federal y las provincias (y también la CABA,
lidándose un proceso creciente de centraliza- agregamos nosotros, por interpretación integral
ción. de los arts. 75, inc. 2º, y 129).

En este punto corresponde detenernos en una Sin embargo, ello no modifica el carácter ex-
referencia a la interpretación de los arts. 4º y 67, cepcional de las contribuciones directas en ca-
inc. 2º, de la CN, hasta la reforma de 1994, en beza del gobierno federal, y solamente dadas las
cuanto a si las “contribuciones...” a que se refiere circunstancias que la misma Constitución pre-
el art. 4º son las “contribuciones directas” del ex vé, todo lo cual no ha sido respetado hasta la ac-
art. 67, inc. 2º, o las “contribuciones indirectas”, tualidad, atento a la desnaturalización que este
que dicha norma no contemplaba como fuente tipo de tributos ha sufrido respecto de su con-
del Tesoro Nacional pero que el gobierno fede- dición —en primer lugar— de fuente tributaria
ral hizo suyas. provincial.

Como bien explica Catalina García Vizcaíno Concretado y admitido en consonancia con la
en su obra clásica “Los tributos frente al fede- interpretación constitucional el ejercicio de fa-
ralismo”: “... sostenemos que desde un punto de cultades concurrentes sobre las contribuciones
vista estrictamente jurídico es correcta la posi- indirectas y directas (excepcionalmente), apare-
ción de Jarach. Advierte el mencionado autor cía el problema previsto en el mismo fallo citado
cierto paralelismo entre los arts. 4º y 67 de la CN, por el Alto Tribunal en cuanto al alcance y posi-
entendiendo que el primero se refiere a las fuen- ble agravio de la doble imposición respecto de
tes de ingresos del Tesoro Nacional, mientras los contribuyentes.
que el segundo se relaciona con iguales recur-
Es entonces que, a partir de 1935, se sancionó
sos para atribuirlos a la competencia del Con- unilateralmente por el Congreso de la Nación
greso. Fundamenta su postura en las palabras el primer régimen de coparticipación impositi-
pronunciadas por Gorostiaga en la Convención, va a través de la ley 12.139, con vigencia desde
y en la tesis que dice expuesta con posterioridad el 01/01/1935, que concretó la unificación de
por Alberdi; de ello se infiere que la Nación no los impuestos internos y se proponía como una
tiene facultades en materia de impuestos indi- “ley-convenio”, ya que preveía la adhesión de las
rectos” (1). provincias.
Más allá de las discusiones doctrinarias en Es decir que la coparticipación no se adop-
torno a la clasificación entre impuestos o “con- tó por primera vez como mecanismo de coor-
tribuciones” “directas” e “indirectas”, así como dinación impositiva, ni como instrumento
respecto a si debe interpretarse (como lo ha- para la distribución o redistribución de tribu-
cemos, siguiendo a los autores citados) que los tos propios de las provincias y del gobierno fe-
arts. 4º y 67, inc. 2º, de la CN solamente contem- deral, sino como un mecanismo de asignación
plaban las llamadas contribuciones “directas”, y compensación por la detracción de recursos
reservando las “indirectas” como exclusivas de tributarios que el gobierno federal efectuaba en
las provincias, lo cierto es que el gobierno fede- detrimento de las provincias, aun cuando ello
ral se apropió de ellas desde 1891, que la Corte hubiese sido convalidado por la doctrina de la
Suprema lo convalidó en su oportunidad (2) y, Corte Suprema.

(1) GARCÍA VIZCAÍNO, Catalina, “Los tributos frente Este tipo de normas mereció desde un primer
al federalismo”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1975. momento la tacha de inconstitucionalidad por
(2) CS, 28/09/1927, “Sociedad Anónima Mataldi,
Simón Limitada c. Provincia de Buenos Aires”, Fallos 149:260.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 5


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

parte de importantes tratadistas, así como la Antes de continuar, cabe hacer dos reflexio-
aceptación de otros no menos prestigiosos (3). nes sobre el título de esta ley:

La Corte, por su parte, solamente abordó la a) se trata formalmente de un régimen tran-


cuestión obiter dictum en el fallo “Madariaga sitorio que lleva 34 años de vigencia efectiva y
Anchorena, Carlos Juan s/ demanda de incons- que, además, toda vez que fue modificado por
titucionalidad” (Fallos 280:297), admitiendo la acuerdo —también transitorio— del gobierno
constitucionalidad de este tipo de acuerdos. federal y las provincias, lo fue en detrimento de
estas últimas, respecto tanto de los recursos per-
Entre 1935 y 1973, tanto los gobiernos cons- cibidos como del ejercicio de su poder de impo-
titucionales como los de facto mantuvieron el sición reservado y la distribución constitucional
sesgo centralista y agudizaron el proceso de de las fuentes tributarias;
desfederalización, más allá de la materia fiscal.
b) se consolida el término “Nación” para re-
En 1973, la ley 20.221 trató de transformar la
ferirse al “gobierno federal”, desnaturalizando el
coparticipación en un mecanismo de coordina-
lenguaje jurídico en general —y constitucional
ción impositiva con efectos redistributivos, para
en particular—, que expresamente reservaba
lo cual adoptó el sistema de distribución secun-
dicha denominación solamente para la “for-
daria sobre la base de parámetros que tenían
en cuenta la situación de las provincias menos mación y sanción de las leyes” (art. 35, CN). A
desarrolladas. Sin embargo, esta ley consolidó partir de 1994 dicha equivocidad se consagró en
el avance del gobierno federal sobre las contri- la redacción del art. 75, inc. 2º: “... acuerdos en-
buciones directas, con lo cual pareció agudizar- tre la Nación y las provincias...”, todo como si la
se la mutación desde el sistema de separación y “Nación” fuere algo distinto de la reunión de to-
concurrencia de fuentes hacia el de coparticipa- das las provincias por voluntad de ellas mismas
ción, con tendencia al de asignaciones incondi- para “constituir la unión nacional” (Preámbulo
cionadas y condicionadas (estas últimas bajo la de la Constitución Nacional).
forma de impuestos con afectación específica, o
transferencias de la misma naturaleza). A partir de 1989, ocurre un fenómeno singu-
lar: el gobierno federal inició un proceso de de-
En 1984, al vencer el régimen de la ley 20.221, volución de competencias a las provincias en
bajo la forma de convenios financieros transito- materias concurrentes, como la atención de la
rios, se admitió un sistema de transferencias du- salud y la educación, pero no renunció al ejerci-
rante 1985, 1986 y 1987. cio de facultades tributarias en materia de con-
tribuciones directas ni propició la vuelta a un
A partir del 01 de enero de 1988 rigió un “ré- sistema de separación y concurrencia de fuen-
gimen transitorio de distribución de recursos tes. Tampoco se modificó la ley-convenio para
fiscales entre la Nación y las provincias” (art. 1º ampliar las atribuciones de las provincias en
de la ley 23.548), que, bajo la forma de ley-con- materia de ejercicio del poder de imposición,
venio, organizó el sistema de coparticipación sino que —en sentido opuesto— los “pactos fis-
federal, pero admitiendo —ahora más clara- cales” de 1992 y 1993 (4) restringieron aún más
mente— el avance del gobierno federal sobre dicho poder, ahora en relación con los tributos
las facultades tributarias de las provincias y un que las reglas de armonización tributaria de la
criterio de “porcentajes fijos”, en lugar de los pa- ley-convenio 23.548 habían mantenido como
rámetros de la ley 20.221, tornando al régimen locales y compatibles con el régimen general de
menos racional. distribución (5).

(3) Dino Jarach, Segundo V. Linares Quintana, Germán (4) Acuerdo Fiscal Federal del 12/08/1992 (ley 24.130)
Bidart Campos. A favor de su constitucionalidad: Carlos y Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Cre-
M. Giuliani Fonrouge, Horacio A. García Belsunce. Ver cimiento del 12/08/1993.
CASÁS, José O., “El federalismo fiscal, evolución históri-
ca”, en El federalismo fiscal a partir de la reforma constitu- (5) Ver res. grales. interpretativas 35 y 36 de la Comi-
cional. Criterios tributarios, Buenos Aires, 1995. sión Federal de Impuestos, www.cfi.gov.ar.

6 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

Las provincias admitieron esto y solo recla- municipios pugnaban por el reconocimiento de
maron que la “transferencia” de servicios sea sus potestades tributarias como derecho origi-
acompañada de la “transferencia” de recur- nario y no derivado.
sos para atenderla. Esto era razonar como si el
nuestro fuera un régimen unitario con descen- La Convención de 1994 receptó estas cuestio-
tralización administrativa y sistema de asigna- nes y el consenso en torno a ellas y reconoció la
ciones (transferencias) condicionadas. autonomía municipal —aun en su aspecto “fi-
nanciero”— en el nuevo art. 123 y el sistema de
Las urgencias monetarias del déficit fiscal del coparticipación federal en el nuevo art. 75, inc.
gobierno federal, atribuido al déficit previsional 2º. Sin embargo, como veremos, dejó la puerta
y al crecimiento de la deuda externa, preten- abierta a la detracción de este a través de la fa-
dieron justificar la violación reiterada de la ley cultad reconocida al gobierno federal por el inc.
23.548 con un fuerte desequilibrio vertical. 3º del mismo artículo para “establecer y modifi-
car asignaciones específicas de recursos copar-
Esta crisis fiscal y política, en lo que a la co- ticipables”.
participación y el déficit previsional se refiere, se
resolvió provisoriamente con el Acuerdo Fiscal Con ello, la posibilidad de nuevos conflictos y
Federal del 12 de agosto de 1992 (ley 24.130) (6). desequilibrios quedó abierta.

Sin embargo, las provincias temían nuevas Pero, aún más, la falta de acuerdos políti-
violaciones al sistema, a partir del crecimiento cos para la reforma del régimen transitorio de
de las que se proyectaban como las dos funcio- la ley 23.548, el incremento de los dos factores
nes principales del presupuesto nacional: el sis- de riesgo de todo equilibrio a alcanzar —el gas-
tema previsional (con su déficit consecuente) y to previsional y el servicio de la deuda—, más la
el servicio de la deuda externa, por lo cual, en indefinición respecto de cómo atender los de-
lugar de reclamar la reasunción de las compe- rechos del nuevo sujeto de la relación federal,
tencias que les correspondían conforme a la la CABA, llevaron el debate al plano de las pró-
Constitución de 1853/1960, tanto en materia de rrogas reiteradas del status alcanzado, mediante
servicios como tributarias, admitieron definiti- los “acuerdos”, “pactos” y “consensos” fiscales.
vamente el sistema de coparticipación con ga-
rantía constitucional. Esto acreditó varios supuestos:

Complementariamente, la evolución del dere- a) A pesar de que la reforma constitucional de


cho público provincial fue receptando crecien- 1994 ratificó el carácter excepcional de la recu-
temente la doctrina de la autonomía municipal, rrencia a las contribuciones directas por parte
extendida al campo tributario. Ello incluso has- del gobierno federal, el sistema parece dirigirse
ta el exceso de multiplicar los impuestos loca- en dirección contraria.
les bajo el ropaje de tasas por retribución de
servicios, en lugar de mejorar la performance en b) Para las provincias parecía más seguro ga-
materia de, por ejemplo, la recaudación del im- rantizarse una asignación bajo forma de “piso
puesto inmobiliario o el establecido sobre la ra- coparticipable” que apostar a un nuevo esque-
dicación de automotores. ma de administración tributaria.

Así, mientras las provincias pretendían po- c) El déficit previsional y el crecimiento de la


ner un freno al avance de los requerimientos deuda impedían al gobierno federal todo acuer-
del Tesoro Nacional mediante la “constitucio- do con las provincias que no asegure la atención
nalización” de la coparticipación impositiva, los de estas funciones presupuestarias a su cargo.
Esto se mantiene ya que el sistema previsio-
nal se sostiene fundamentalmente —vía finan-
(6) Hoy bajo un marco de extrema fragilidad jurídica a
ciamiento no contributivo— en las asignaciones
partir de los fallos “Santa Fe” y “San Luis”, del 24/11/2015,
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación —que más específicas de recursos coparticipables.
abajo analizamos—, resuelta parcialmente con los acuer-
dos del 18/05/2016, ratificados por la ley nacional 27.260, Hoy, jurídicamente, el llamado régimen “ge-
que también más adelante mencionamos. neral” de coparticipación se apoya precariamen-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 7


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

te en el art. 15 de la ley-convenio 23.548 —que III. La relación fiscal federal y el sistema de


establece la prórroga automática de su vigencia coparticipación impositiva
“ante la inexistencia de un régimen sustitutivo
del presente”— y sus normas complementarias En esta perspectiva histórica hemos de abor-
y modificatorias (“acuerdos fiscales federales” dar la cuestión de la llamada “coparticipación
con diversa denominación), más las resolucio- impositiva” con un enfoque más integral: ¿qué
nes generales interpretativas de la Comisión Fe- es, pues, la coparticipación? O, al menos, ¿qué
deral de Impuestos conforme al art. 11, inc. e), ha sido entre nosotros, en el marco de la rela-
de aquella norma convencional. ción fiscal federal?Y para comenzar, entonces:
la llamada “coparticipación federal” o “coparti-
Además de este régimen general de la ley- cipación” a secas es, por lo menos y al mismo
convenio 23.548, sus complementarias y mo- tiempo:
dificatorias, el sistema se completa con los
denominados “regímenes especiales” de las le- a) Uno de los cinco sistemas clásicos para
yes-convenio 23.966 (Impuesto a la Transferen- coordinar el ejercicio del poder de imposición
en Estados unitarios o federales. Los otros son:
cia de Combustible y a los Bienes Personales) y
separación de fuentes, concurrencia de fuen-
24.977 (del llamado “Monotributo”).
tes, cuotas adicionales y transferencias condi-
Finalmente, la ley 24.464, sancionada el 08 de cionadas o incondicionadas. Para entender este
marzo de 1995 y publicada en el Boletín Oficial primer punto basta con señalar que, conforme
el 27 de marzo de 1995, que establece el Siste- al texto originario de la Constitución Nacional,
ma Federal de la Vivienda, es también una ley- nuestra organización federal adoptó los siste-
convenio, conforme a lo dispuesto por su art. mas de separación y concurrencia de fuentes,
en tanto sus arts. 4º y 67, inc. 2º, preveían que las
8º, como asimismo las leyes 15.336 y su com-
contribuciones o derechos del comercio exte-
plementaria 24.065 (7) en materia de Régimen
rior eran exclusivos del gobierno federal, mien-
Federal de Energía Eléctrica, estas últimas con
tras que las contribuciones internas, directas o
matices doctrinarios en relación con su inter-
indirectas correspondían a las provincias (se-
pretación, que no es del caso considerar aquí.
paración de fuentes). Excepcionalmente, cuan-
Debe tenerse en cuenta que, en todos los ca- do “la defensa, seguridad común y bien general
sos, además de la ley nacional ratificatoria de los del Estado lo exijan”, se admitía que el gobier-
no federal estableciera también contribuciones
respectivos “acuerdos”, “pactos”, “compromisos”
directas (según la más extendida interpretación
y “consensos” —tanto respecto del régimen ge-
de la Constitución Nacional) y también indi-
neral como de los regímenes especiales—, debe
rectas (sin la exigencia formal antedicha, según
contarse con las respectivas normas de adhe-
interpretación de la Corte Suprema —Fallos
sión (aprobación) provinciales —mediante el
149:260—) (concurrencia de fuentes).
procedimiento que cada ordenamiento jurídico
local contemple—, en tanto las leyes-convenio b) La coparticipación es —particularmente y
solo pueden ser modificadas por acuerdo de junto con el presupuesto general de la Nación—
partes, con todas las consecuencias jurídicas el más importante mecanismo de asignación de
que su ausencia puede acarrear. recursos públicos para la ejecución de las polí-
ticas de Estado (en el supuesto de que ellas se
Hoy, jurídicamente, el régimen se apoya pre- encuentren definidas) o la satisfacción de nece-
cariamente en este “laberinto legal”, denomina- sidades públicas explícitas o implícitas. Esto es
do “laberinto de la coparticipación” (8), cuyo consecuencia no solamente de cómo se redis-
solo diseño exime de toda adjetivación adicio- tribuye la renta tributaria federal, sino también
nal. de la recurrencia del gobierno federal al proce-
dimiento previsto en el art. 75, inc. 3º, de la CN
(7) Ver res. grales. interpretativas 22 y 24 de la Comis- (antes de la reforma de 1994, utilizado igual-
ión Federal de Impuestos, www.cfi.gov.ar. mente en el límite de la constitucionalidad)
(8) Véase http://www.cfi.gov.ar/Images/Svg/Laberin- para asignar específicamente todo o parte de los
toCoparticipacion-2021.svg. recursos coparticipables. Asimismo, y para de-

8 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

mostrar este aserto, cabe recordar el nuevo texto ca ha implicado la autolimitación en el ejercicio
del art. 75, inc. 8º, de la CN, que remite explícita- de potestades tributarias originarias propias de
mente al inc. 2º del mismo artículo a fin de exigir los sistemas de separación y concurrencia de
la correlación efectiva entre el sistema de co- fuentes. En otro sentido, constituye también la
participación federal y las leyes de presupues- oportunidad para coordinar la administración
to nacional, que deben expresar el “... programa tributaria federal de los recursos coparticipa-
general de gobierno y el plan de inversiones pú- bles, lo que aún no se ha logrado sino parcial-
blicas” “conforme a las pautas establecidas en el mente.
tercer párrafo del inc. 2º de este artículo”. Dichas
“pautas” hacen referencia a la equidad y solida- f ) Finalmente, la coparticipación ha sido con-
ridad regional y a dar “prioridad al logro de un siderada (particularmente por ciertos organis-
grado equivalente de desarrollo, calidad de vida mos multilaterales de crédito) como el sistema
e igualdad de oportunidades en todo el territo- por el cual se limitaría —mediante la adopción
rio nacional”. de diversas pautas de armonización tributaria y
otras restricciones a la autonomía local— el de-
c) Por lo anterior, la coparticipación es un in- nominado “gasto público improductivo” de las
dudable mecanismo de redistribución vertical provincias, a pesar de no disminuir correlativa-
y horizontal de la renta tributaria federal entre mente su responsabilidad en el ejercicio de las
el gobierno federal y las provincias y la CABA,
competencias relacionadas con las necesidades
y de estas entre sí. En efecto, a través de los pro-
públicas prioritarias como la salud, la educa-
cedimientos de las llamadas “distribución pri-
ción y la promoción del empleo, entre las más
maria” y “distribución secundaria”, la “masa
relevantes.
coparticipable” se ha redistribuido, antes que
en proporción a las “competencias, servicios y IV. La coparticipación impositiva y el presu-
funciones” a que hace referencia el nuevo art. puesto federal en la reforma constitucional de
75, inc. 2º, de la CN o a lo que cada jurisdicción
1994 (9)
aporta, conforme a criterios que varían según
los acuerdos alcanzados en las denominadas La reforma ha introducido una modificación
“leyes-convenio” o en los “acuerdos” o “pactos en el antiguo inc. 7º del art. 67, ahora inc. 8º del
fiscales” que las han modificado provisoriamen- art. 75, referido al presupuesto general de la
te. Tal redistribución ha operado verticalmen- Nación, que ahora establece: “Corresponde al
te a favor del gobierno federal para atender al Congreso: (...) 8. Fijar anualmente, conforme a
déficit previsional —a partir de su reforma en las pautas establecidas en el tercer párrafo del
los años 90— y el servicio de la deuda pública
inc. 2º de este artículo, el presupuesto general
consecuente, y horizontalmente entre las pro-
de gastos y cálculo de recursos de la Adminis-
vincias y la CABA a favor de las menos desarro-
tración Nacional, en base al programa general
lladas, a partir de los principios de solidaridad y
de gobierno y al plan de inversiones públicas y
equidad federal.
aprobar o desechar la cuenta de inversión”.
d) En esta perspectiva, además, la “copartici-
pación” ha sido también el marco jurídico para El texto anterior, modificado, decía: “Corres-
ajustar —con pretendido fundamento en la ponde al Congreso: (...) 7. Fijar anualmente el
“emergencia económica” que ha desplazado al presupuesto de gastos de administración de la
orden jurídico constitucional desde la crisis de Nación, y aprobar o desechar la cuenta de inver-
1890— la distribución de la renta tributaria fe- sión”.
deral a las necesidades del Tesoro Nacional.
(9) Para un mayor desarrollo de este punto ver GA-
e) La llamada “coparticipación” constituye, RAT, Pablo M., “La coparticipación impositiva y el pre-
por otra parte, el sistema por el cual el gobier- supuesto federal en la reforma constitucional de 1994”,
en GARCÍA LEMA, Alberto — HERNÁNDEZ, Antonio M.
no federal y las provincias acuerdan también (coords.), A veinte años de la reforma constitucional de
(especialmente estas últimas) normas de armo- 1994, JA 2014-III, fasc. 8, Numero Especial, Buenos Aires,
nización tributaria, eufemismo que en la prácti- 2014, ps. 167 y ss.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 9


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

Pero cabe destacar lo que vincula directamen- eliminar, eximir, asignar y administrar los re-
te al inc. 8º con el inc. 2º del mismo art. 75 de la cursos tributarios obtenidos por su ejercicio
CN, y que será motivo de análisis en el presente. respetando el principio de legalidad —univer-
salmente aceptado—, por el cual “no hay tribu-
El párr. 3º del inc. 2º del art. 75 establece en re- to sin ley”.
lación con la Ley-Convenio de Coparticipación
Federal: “La distribución entre la Nación, las Cuando para coordinar el ejercicio de este
provincias y la Ciudad de Buenos Aires y entre poder en un Estado federal se recurre a alguno
estas, se efectuará en relación directa a las com- de los sistemas que ya hemos enunciado (se-
petencias, servicios y funciones de cada una de paración de fuentes, concurrencia de fuentes,
ellas contemplando criterios objetivos de repar- cuotas adicionales, coparticipación y trans-
to; será equitativa, solidaria y dará prioridad al ferencias condicionadas o incondicionadas),
logro de un grado equivalente de desarrollo, ca- muchas veces solamente se tiene en cuenta el
lidad de vida e igualdad de oportunidades en resultado económico-financiero de tal coordi-
todo el territorio nacional”. nación o, dicho de otro modo, lo que se obtiene
efectivamente a cada nivel de gobierno a través
Asimismo, creemos necesario transcribir el de la distribución coordinada.
párr. 2º del inc. 19, también del art. 75, porque
en nuestra opinión constituye, con los incs. 2º Sin embargo, desde un enfoque estrictamen-
y 8º, un trípode determinante para la relación te jurídico, debe señalarse que todas y cada
federal en la materia: “Corresponde al Congre- una de aquellas atribuciones, cuando no son
so: (...) 19. (...) Proveer al crecimiento armónico debidamente coordinadas, pueden conducir
de la Nación y al poblamiento de su territorio; a un resultado económico-financiero muchas
promover políticas diferenciadas que tiendan a veces contradictorio con el que se habría “acor-
equilibrar el desigual desarrollo relativo de pro- dado” mirando solo el reparto de la renta tribu-
vincias y regiones. Para estas iniciativas el Sena- taria federal.
do será Cámara de origen...”.
Entre nosotros veremos que la falta de coor-
Para el objetivo de este trabajo, esta con-
dinación (en verdad “concertación”) adecua-
cordancia programática y operativa entre las
da al respecto contribuye, junto con la falta de
normas constitucionales citadas resulta de im-
acuerdo sobre el ejercicio de las competencias
portancia capital y —hay que decirlo— se en-
concurrentes no tributarias, a la rémora en el
cuentra ausente toda vez que se intenta un
dictado de una nueva ley-convenio de coparti-
debate de la cuestión.
cipación y al proceso de desfederalización evi-
V. El sistema de coparticipación federal en dente en que se encuentra la Argentina.
el diseño constitucional de 1994, ¿tiene cohe-
rencia interna? Basta con señalar por ahora que del nuevo
texto constitucional no se deduce, con la pre-
El poder de imposición es parte del poder de cisión necesaria en una materia tan delicada,
imperium del gobierno en todos los niveles y a quién le corresponderá la atribución para
conforme a la distribución de competencias crear, modificar, sustituir, eliminar o eximir de
que el respectivo ordenamiento constitucio- impuestos (“contribuciones”) directos o indi-
nal haya establecido. En un Estado federal, este rectos una vez que fuere sancionada y aproba-
poder de imposición se encuentra distribuido da la nueva ley-convenio.
entre los miembros de la federación reconoci-
dos como tales, con la finalidad —teórica— de Con el marco actual de las leyes-convenio
que su ejercicio se corresponda con el de las 23.548, 23.966, 24.065 y 24.464 resulta eviden-
demás competencias que deben atender con te que tales atribuciones han quedado en cabe-
los recursos que a su nivel obtengan. za del gobierno federal exclusivamente, salvo
para la provincia que “denuncie” el convenio
Este poder de imposición comprende las formalmente y reasuma tales atribuciones (en
atribuciones para crear, modificar, sustituir, el supuesto de que tal denuncia fuere admiti-

10 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

da, sobre lo cual tampoco hay coincidencia en VI. Los problemas de interpretación a resol-
la doctrina). ver en relación con el nuevo artículo 75, inci-
sos 2º y 3º, de la Constitución Nacional
Pero ¿puede hacer esto una provincia desde
el estricto enfoque jurídico constitucional? El art. 75, inc. 2º, de la CN establece: “Corres-
ponde al Congreso: (...)
Si la respuesta es negativa, entonces el siste-
ma de distribución de fuentes originario de la ”2. Imponer contribuciones indirectas como
propia Constitución —que la reforma de 1994 facultad concurrente con las provincias”.
no ha querido eliminar— habría fenecido y so- ”Imponer contribuciones directas, por tiem-
lamente se admitiría el de la coparticipación. Y po determinado, proporcionalmente iguales
entonces cabría preguntarse, además, qué ocu- en todo el territorio de la Nación, siempre que
rriría con la provincia que no apruebe la nueva la defensa, seguridad común y bien general del
ley-convenio: ¿carecería de poder de imposi- Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en
ción sobre las contribuciones distribuidas por este inciso, con excepción de la parte o el total
los nuevos regímenes? de las que tengan asignación específica, son co-
participables.
Y si la respuesta, por el contrario, es afirma-
tiva, ¿cómo quedaría la situación del contri- ”Una ley-convenio, sobre la base de acuer-
buyente frente al Fisco si desde dos niveles de dos entre la Nación y las provincias, instituirá
gobierno se le exige el mismo tributo? ¿Se tra- regímenes de coparticipación de estas contri-
taría solamente de un problema de superposi- buciones, garantizando la automaticidad en la
ción tributaria, que sería admisible en el límite remisión de los fondos.
del respeto al principio de no confiscatoriedad,
”La distribución entre la Nación, las provin-
receptado por la propia Constitución Nacional cias y la Ciudad de Buenos Aires y entre estas,
y la jurisprudencia de la Corte? se efectuará en relación directa a las competen-
cias, servicios y funciones de cada una de ellas
Pero, aún más, como también veremos más contemplando criterios objetivos de reparto;
abajo, si como consecuencia de la nueva ley- será equitativa, solidaria y dará prioridad al lo-
convenio la situación de las provincias y de la gro de un grado equivalente de desarrollo, ca-
CABA se mantiene como actualmente, cabe lidad de vida e igualdad de oportunidades en
preguntarse desde un enfoque político-jurídi- todo el territorio nacional.
co: ¿solo el gobierno federal dispone consti-
tucionalmente —y en plenitud— del poder de ”La ley-convenio tendrá como Cámara de ori-
imposición como herramienta de la política gen el Senado y deberá ser sancionada con la
económica? mayoría absoluta de la totalidad de los miem-
bros de cada Cámara, no podrá ser modificada
Y derivado de ello, podríamos concluir pre- unilateralmente ni reglamentada y será aproba-
guntándonos: ¿debería la nueva ley-convenio da por las provincias.
“coordinar” formalmente todas las atribucio-
”No habrá transferencia de competencias,
nes propias del poder de imposición estableci-
servicios o funciones sin la respectiva reasigna-
do en la Constitución Nacional, o solamente la
ción de recursos, aprobada por ley del Congreso
distribución de recursos tributarios a las pro- cuando correspondiere y por la provincia inte-
vincias, que, entonces y en 1994, habrían efec- resada o la Ciudad de Buenos Aires en su caso.
tuado una nueva delegación de poder en los
términos del art. 121 (ex 104) de la Constitu- ”Un organismo fiscal federal tendrá a su car-
ción Nacional? go el control y fiscalización de la ejecución de lo
establecido en este inciso, según lo determine la
Trataremos de responder propositivamente ley, la que deberá asegurar la representación de
a estos interrogantes en la parte final de este todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires
trabajo. en su composición”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 11


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

Al mismo tiempo, por el inc. 3º del art. 75 cita- Atendiendo a la práctica y costumbre legis-
do se dispone: “3. Establecer y modificar asigna- lativa hasta 1994, con la existencia de diversos
ciones específicas de recursos coparticipables, regímenes y más de una ley-convenio en mate-
por tiempo determinado, por ley especial apro- ria tributaria, pareciera que el constituyente ha
bada por la mayoría absoluta de la totalidad de querido admitir la posibilidad de la pluralidad
los miembros de cada Cámara”. de regímenes, pero en el marco de una sola ley-
convenio.
Se recepta así formalmente en el texto consti-
tucional la vigencia de la ley-convenio —admi- Veamos ahora los elementos sustantivos que
tida por la costumbre y la doctrina de la Corte deberá contener esta ley.
Suprema— que se estructura mediante una con-
vergencia de voluntades legislativas con origen En primer término, surge del texto que hay
en dos niveles (ley nacional e instrumento legis- tres sujetos beneficiarios y obligados del o los
lativo provincial). Se trata, pues, de un acto le- regímenes de coparticipación que se instituyan.
gislativo complejo de rango constitucional y que
se ubica por encima de las leyes federales en el En efecto, se distingue ahora entre el gobierno
orden de prelación federal y, al mismo tiempo, federal (“la Nación”, en términos de la Constitu-
se incorpora —una vez ratificado— como tra- ción), por una parte, y los gobiernos de provin-
tado interjurisdiccional al ordenamiento jurí- cia (“las provincias”) y la CABA, por la otra.
dico provincial inmediatamente por debajo de
la Constitución local. No hay, a nuestro enten- Se ratifica así la inclusión de la CABA como
der, ubicación solamente en el derecho federal nuevo sujeto de la relación federal, que parti-
o en el derecho local, sino en ambos órdenes cipa junto con las provincias en la distribución
jurídicos, por tratarse de derecho federal inter- de los recursos coparticipables (primaria y se-
jurisdiccional interno. Y todavía más: creemos cundaria); constituye un miembro obligado del
que no deben confundirse los respectivos ins- organismo fiscal federal al que luego nos referi-
trumentos de ratificación federal y local con la remos; es beneficiario de la regla por la que no
propia ley-convenio, aunque el art. 75, inc. 2º, se pueden transferir obligaciones de gastos sin
claramente los integra en un solo plexo norma- reasignación de recursos y la correspondiente
tivo (ley del Congreso más aprobación por las conformidad; y, por último, participa a través
provincias, cuyo resultado es la ley-convenio de sus legisladores nacionales en el tratamiento
vigente). Tales instrumentos son propios de los parlamentario de la ley-convenio.
respectivos ordenamientos desde un punto de
vista formal, pero la misma ley-convenio —su Sin embargo, a pesar de estas coincidencias
consecuencia— adquiere una jerarquía pro- con la situación de las provincias, la Constitu-
pia ahora reconocida constitucionalmente. La ción no incluye formalmente a la CABA como
evolución de la jurisprudencia de la Corte Su- partícipe obligado en dos momentos del trámi-
prema de Justicia de la Nación al respecto, des- te previsto para la sanción de la ley-convenio, a
de “Transportes Automotores Chevallier SA c. saber: la celebración de los acuerdos políticos
Provincia de Buenos Aires” (del 20/08/1991, Fa- previos entre “la Nación” y las provincias y la
llos 314:862) hasta “Santa Fe” y “San Luis” (del aprobación posterior que estas deben realizar
24/11/2015), debe ser analizada detenidamen- para completar el perfeccionamiento de dicha
te. A esto le dedicamos el punto siguiente. norma.

En mi opinión, de lo expuesto se sigue que Finalmente, con respecto a los sujetos benefi-
este tipo de ley solamente podría ser modifica- ciarios y obligados del o los regímenes institui-
da por otra de idéntica naturaleza, lo cual, como dos por la ley-convenio, debemos mencionar a
veremos más adelante, podría acarrear alguna los municipios, incluidos en el actual régimen
posibilidad de conflicto de normas a futuro. transitorio.

Por otra parte, observamos que el texto se re- Al respecto, debemos señalar que, atento a
fiere en singular a dicha ley y en plural a los regí- que todas las Constituciones provinciales (a ex-
menes de coparticipación que instituye. cepción de Buenos Aires y Mendoza) contem-

12 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

plan la obligación de participar a los municipios desde 1994 distintas posiciones que han tratado
en una porción de los recursos coparticipables de responder a los siguientes interrogantes:
de origen federal, es probable que se los man-
tenga formalmente dentro de la futura ley-con- a) Las contribuciones que la Constitución Na-
venio. cional establece como “coparticipables” ¿deben
ser coparticipadas? O dicho de otro modo: ¿la
VI.1. La masa coparticipable prescripción constitucional al respecto es im-
perativa, salvo la excepción de las “asignaciones
En segundo lugar, en cuanto a los recursos específicas”?
que se distribuyen, ello nos remite a lo que se ha
denominado hasta ahora la masa coparticipa- b) Las “contribuciones directas”, en caso de
ble, que constituye la primera de las grandes de- responderse a lo anterior afirmativamente, ¿son
finiciones que un acuerdo sobre la materia entre siempre coparticipables y deben por tanto ser
los niveles de gobierno debe abordar. también coparticipadas?

Sobre el punto, la directiva constitucional es c) Pero, además, dado su carácter excepcional


y supuestamente “específico” —derivado ello de
la siguiente (art. 75, inc. 2º, párrs. 1º y 2º): “Co-
las causales para su procedencia en cabeza del
rresponde al Congreso: (...) Imponer contribu-
gobierno federal—, ¿pueden ser objeto de una
ciones indirectas como facultad concurrente nueva “asignación específica” en los términos
con las provincias. Imponer contribuciones di- del párr. 1º del inc. 2º y del inc. 3º transcriptos?
rectas, por tiempo determinado, proporcional-
mente iguales en todo el territorio de la Nación, d) Finalmente —aunque sin agotar los posi-
siempre que la defensa, seguridad común y bien bles interrogantes—, ¿puede integrarse la masa
general del Estado lo exijan. Las contribuciones coparticipable con otros recursos tributarios o
previstas en este inciso, con excepción de la par- no tributarios distintos de los contemplados en
te o el total de las que tengan asignación especí- el párr. 1º del inc. 2º?
fica, son coparticipables.
Decía que no hay claro consenso entre los es-
”Una ley-convenio, sobre la base de acuer- pecialistas sobre estas cuestiones.
dos entre la Nación y las provincias, instituirá
regímenes de coparticipación de estas contri- Daré mi opinión:
buciones, garantizando la automaticidad en la
a) No tengo dudas en cuanto al carácter impe-
remisión de los fondos”.
rativo del precepto constitucional. Los párrs. 1º
Para entender claramente estas disposicio- y 2º se integran expresamente en el texto cons-
nes expresas de la Constitución hay que reiterar titucional, y este establece que la ley-convenio
“instituirá” (y no: “podrá instituir”) regímenes
además el inc. 3º del mismo artículo, ya que es a
de coparticipación de estas contribuciones. La
través de él que se establece (con deficiente téc-
hermenéutica primaria es la de la literalidad.
nica, a nuestro entender, ya que debió incluirse Por otra parte, los antecedentes de la Conven-
en el mismo inc. 2º) cómo se asigna específica- ción de 1994 en este punto son elocuentes.
mente “... la parte o el total” de las contribucio-
nes indirectas y directas coparticipables. Dice el b) Con relación a este punto, debo admitir
inc. 3º: “Corresponde al Congreso: (...) 3. Esta- que carece de lógica tornar permanente lo que
blecer y modificar asignaciones específicas de es transitorio, y más aún hacerlo desde el propio
recursos coparticipables, por tiempo determi- texto constitucional que afirma ambas cosas.
nado, por ley especial aprobada por la mayo- Por otra parte, si la excepcionalidad y transito-
ría absoluta de la totalidad de los miembros de riedad se respetan por fundarse en motivos real-
cada Cámara”. mente extraordinarios, no se entiende que estas
contribuciones establecidas por el gobierno fe-
Sobre este primer gran tema referido a la masa deral se calculen para atender a la emergencia
coparticipable, y desde un punto de vista estric- que las motiva, además del porcentaje que les
tamente jurídico y constitucional, ha habido corresponda a las provincias. Salvo que no exis-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 13


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

ta tal causal constitucionalmente requerida. En parte —transitoriamente— de una contribución


verdad, debió establecerse que no existe incom- directa que también es transitoria per se.
patibilidad entre el ejercicio de esta atribución
por ambos niveles de gobierno de manera con- d) Por último, pienso que nada obsta para que
currente y con tributos análogos, restringiendo en los acuerdos previos y luego en el propio tex-
claramente las causales que admiten el ejercicio to de la nueva ley-convenio se incorporen a la
de la atribución por el gobierno federal, que se masa coparticipable otros recursos tributarios
han dejado excesivamente abiertas. Que lo ex- y no tributarios. Se trata de un pacto o trata-
cepcional sea excepcional y acotado en el tiem- do interjurisdiccional que habilita a sus partes
po. a acordar ello en tanto no se violente al mismo
tiempo un precepto constitucional. En el lími-
c) También carece de razonabilidad que un te, podríamos preguntarnos si los derechos de
impuesto establecido con una finalidad espe- exportación e importación, fuente exclusiva del
cífica y extraordinaria sea, a su vez, sometido a gobierno federal, pueden integrar la masa co-
una detracción en su producido para atender participable. No veo objeción en tanto ello sea
otra excepcionalidad extraordinaria. Poco se producto de una decisión del Congreso de la
ha reparado en que no hay gruesas diferencias Nación en nombre del gobierno federal.
de naturaleza entre una contribución (impues-
to) directo establecido excepcionalmente por el Me permito insistir en cuanto a que todo esto
gobierno federal y una asignación específica de se debe a que se ha razonado desde la evolución
una contribución indirecta o directa. En efecto, de las leyes-convenio entre nosotros, las que
ambos son impuestos; ambos se establecen fun- contemplan siempre reglas de armonización
dados en razones excepcionales y ambos tienen tributaria que limitan casi totalmente el poder
un tiempo determinado por ley del Congreso de imposición de las provincias sobre las con-
en su vigencia. Las únicas diferencias consisten tribuciones indirectas y directas. Entonces solo
en que mientras el impuesto directo estableci- queda reforzar la distribución con esta solución
do por el Congreso es coparticipable y debe ser constitucional que, cuanto más pasa el tiempo,
coparticipado, la asignación específica no es co- más dudas genera.
participable y no debe ser coparticipada, según
el propio texto constitucional; y, en segundo lu- No se me escapa, sin embargo, que si con este
gar, que el primero tiene un régimen de crea- marco altamente favorable al gobierno federal
ción menos severo y restrictivo que la segunda, no ha existido acuerdo con las provincias para
según surge del cotejo del párr. 1º del inc. 2º y la sanción de un nuevo régimen, con interpreta-
el inc. 3º. ciones como esta sería aún más difícil.

Por todo ello, tenemos una nueva contradic- Sin embargo, el homenaje a las razones de Es-
ción justificada constitucionalmente: el im- tado y el consenso posible que exhibe la solu-
puesto directo siempre debe coparticiparse, ción constitucional no son óbice para que los
salvo el total o la parte de aquel que tenga asig- hombres de derecho efectuemos nuestro aporte
nación específica. crítico, si al mismo tiempo somos propositivos,
como trataré de concretar hacia el final.
Y cabe la repregunta: ¿pero no estaría todo
“asignado específicamente”, dada la identidad VI.2. La distribución primaria y secundaria
arriba descripta? Esto sería posible si la ley del
Congreso, en los términos del inc. 3º del art. 75, En tercer lugar, del texto constitucional surge
estableciera una contribución directa y la asig- claramente que los recursos coparticipables por
nara totalmente. Obviamente, ello exige cumplir la ley-convenio se distribuirán en las dos etapas
con todos los recaudos del mismo inc. 3º, clara- ya conocidas: primaria y secundaria.
mente más estrictos que los del inc. 2º, párr. 1º.
La secuencia de los párrs. 2º y 3º del inc. 2º
Por ello, seguramente se mantendrá el crite- del art. 75 citado señala claramente que la “dis-
rio de distinguir uno de otro por estas razones tribución” de los recursos coparticipables que
y —en determinados casos— de asignar todo o menciona el inciso se determinará en la única

14 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

“ley-convenio” que se prevé al efecto y que com- distributivos”, combinados en la forma deter-
prende tanto la “primaria” (“entre la Nación, las minada por los acuerdos entre “la Nación” y las
provincias y la Ciudad de Buenos Aires”) como provincias, previos al tratamiento legislativo de
la “secundaria” (“... y entre estas”). No es admisi- la ley-convenio.
ble, por ende, plantear la posibilidad de estable-
cer en diversas “leyes-convenio” la distribución Asimismo, al establecer que no habrá trans-
primaria y la secundaria en forma separada. ferencia de competencias, servicios y funcio-
nes sin la respectiva reasignación de recursos y
A los fines de la distribución primaria y secun- la correspondiente aprobación de los gobiernos
daria se establecen dos pautas generales: comprometidos en ella, fija una norma general
operativa antes y después de sancionada la ley-
i) Deberán adoptarse criterios objetivos de re- convenio.
parto que expresen una relación directa entre
las competencias, servicios y funciones a cargo Además, para el período anterior a la sanción
del gobierno federal, los gobiernos de provin- de la ley-convenio, la reforma establece en la
cias y la CABA y los recursos coparticipables a disposición transitoria sexta que no podrá mo-
recibir. dificarse la distribución de competencias, servi-
cios y funciones vigentes a la sanción de aquella
El texto no lo dice expresamente, pero enten-
sin la aprobación de la provincia interesada (y,
demos que, al mencionar las “competencias”, la
en caso afirmativo, con la consiguiente reasig-
Constitución se refiere a las que corresponden
formalmente a cada nivel de gobierno, confor- nación de recursos, acotamos).
me a sus mismas disposiciones, lo que exigirá, Complementariamente, y en materia de re-
en este caso, un acuerdo político federal que re-
cursos, la misma disposición transitoria estable-
conozca, formalmente y en materia de compe-
ce que no podrá modificarse —en desmedro de
tencias concurrentes, lo que corresponde a cada
las provincias— la distribución vigente al mo-
jurisdicción.
mento de la sanción de la reforma, hasta tanto
Al respecto, pareciera conveniente, en mate- se dicte el nuevo régimen de coparticipación.
ria de provisión de los servicios públicos, recu-
rrir a la regla de la divisibilidad o indivisibilidad De esto último resulta que antes de la san-
para reconocerlos como competencia propia de ción de la ley-convenio solo podría admitirse
los niveles provinciales o nacionales, respecti- una merma para el gobierno federal en la dis-
vamente. tribución de los recursos que se efectúe bajo
cualquier régimen vigente al momento de san-
ii) La distribución deberá además contemplar cionarse la reforma.
parámetros que aseguren un reparto equitativo,
solidario, que otorgue prioridad al logro de tres Finalmente, corresponde señalar que el con-
objetivos programáticos: grado equivalente de tenido de la ley-convenio deberá garantizar la
desarrollo, calidad de vida e igualdad de opor- automaticidad como mecanismo de remisión
tunidad en todo el territorio nacional. de los fondos a distribuir.

Al adoptar el sistema de parámetros, en lugar Aunque no se lo menciona, se supone admi-


de porcentajes fijos, pareciera que el texto incor- tido que dicha remisión deberá consignarse ex-
pora los mecanismos anteriores a la ley 23.548. presamente en el texto como “diaria y gratuita”,
conforme a la costumbre establecida entre no-
A partir de lo expuesto, podría concluirse que sotros.
la Constitución promueve un federalismo fiscal
cooperativo y solidario con garantía de equidad. VI.3. El procedimiento y trámite para la san-
ción y aprobación de la ley-convenio
Para lograr una distribución de los recursos
que establece como coparticipables, en orden Veamos ahora el procedimiento y trámite pre-
a aquella finalidad, manda adoptar tanto los visto por el texto constitucional para la sanción
llamados criterios “devolutivos” como los “re- y aprobación de la ley-convenio.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 15


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

De la lectura del art. 75, inc. 2º, se desprende Así se determina que la ley-convenio tendrá
que sería el siguiente: como Cámara de origen el Senado de la Nación.

1) Celebración de acuerdos entre “la Nación” Entiendo —y probablemente esto será visto
y las provincias que, al menos, convengan la ma- como un interpretación amplia— que tal princi-
teria referida a los regímenes de coparticipación pio también debería respetarse toda vez que al
de las contribuciones a que se refiere el párr. 1º crearse o modificarse un tributo de naturaleza
del inciso bajo examen (contribuciones indirec- coparticipable se modifique el contenido de la
tas y directas). (Esto en línea con mi interpreta- ley-convenio.
ción en cuanto a la imperatividad del inc. 2º del
art. 75 de la CN). VI.3.c. Mayoría especial

2) Ingreso en el Senado de la Nación de, cuan- Para la aprobación de la ley-convenio en el


do menos, un proyecto de ley-convenio que Congreso de la Nación, se establece claramen-
te que deberá contarse con el voto favorable de
contemple como “base” tales acuerdos.
la mayoría, computado sobre la totalidad de los
3) Aprobación legislativa por la mayoría abso- miembros que componen cada Cámara.
luta de la totalidad de los miembros integrantes
VI.3.d. Prohibición de modificación unilateral
de cada Cámara.
o de reglamentación
4) Aprobación por las provincias.
El art. 75, inc. 2º, expresa que la ley-convenio
Consideremos este proceso en particular. “no podrá ser modificada unilateralmente ni re-
glamentada”.
VI.3.a. Acuerdos previos
En primer lugar, esto ratifica la existencia de
Nos parece que no hay duda acerca de que, un rango nuevo de leyes, superior a la ley nacio-
si bien la Constitución no ha delegado la facul- nal, aunque sin definirlo expresamente, dentro
tad legislativa del Congreso Nacional en lo que del orden de prelación del art. 31.
le corresponde en este trámite, su intervención
La cuestión de la modificación unilateral
en él requiere de uno o varios acuerdos formales plantea una dificultad muy concreta en materia
previos entre el gobierno federal (“la Nación”) de asignaciones específicas.
y los gobiernos de provincia (“las provincias”),
concretado a través de sus Ejecutivos, conforme Al referirse a la facultad del gobierno federal
a la costumbre en la historia de los pactos inter- para establecerlas, el art. 75, inc. 3º, dice que de-
jurisdiccionales. Tales acuerdos constituirían la berá recurrirse a una ley especial aprobada por
base material del o los proyectos legislativos que una mayoría agravada.
formalmente se traten.
Se trata lisa y llanamente de una excepción a
Ya he anticipado que el texto constitucional la prohibición de modificación unilateral. Por
no incluye formalmente en estos acuerdos a la tal razón, solo podría reglamentarse el ejercicio
Ciudad de Buenos Aires, aunque estimamos de tal facultad por el gobierno federal en mate-
que, por razones políticas y de amplia partici- ria de asignaciones específicas en la misma ley-
pación y representatividad de los acuerdos, se convenio, que, por su naturaleza, resulta de una
la incluirá. jerarquía superior a la ley nacional. Y así lo he-
mos propuesto.
VI.3.b. Cámara de origen
En cuanto a la prohibición de reglamentación
El texto constitucional establece una excep- posterior, esto es definitivo. La única vía abier-
ción al principio del art. 52, por el cual el trámite ta de “reglamentación” federal es a través de la
parlamentario de las leyes sobre contribuciones interpretación que del texto realice, en un caso
debe iniciarse exclusivamente por la Cámara de concreto, el órgano constitucional habilitado
Diputados. para ello (organismo fiscal federal, en sede ad-

16 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

ministrativa interjurisdiccional, o la Corte Su- De ello se desprenderían dos consecuencias:


prema de Justicia). por un lado, luego de su aprobación por las pro-
vincias, la ley-convenio tendrá plena vigencia
VI.3.e. Aprobación por las provincias para la CABA, aunque su Legislatura no la haya
aprobado. En mi opinión, esto resulta claro del
El artículo bajo estudio establece que, para
debate en la Convención Constituyente de 1994
perfeccionarse como ley-convenio, esta requie-
re, luego de su aprobación en el Congreso de la y lo expresado por el miembro informante. Se
Nación, de la “aprobación por las provincias”. plantea el problema acerca de si la CABA pue-
de renunciar a ser parte del sistema y asumir
Al respecto debemos considerar, en primer plenamente su poder de imposición. Pensamos
lugar, que, si bien la Constitución no exige la que en ello no hay diferencia entre tal jurisdic-
aprobación unánime, esta resulta conveniente ción y las provincias.
en orden a la unidad y armonización federal en
la materia, pero también que exigirla —lo que También agrego que, en mi opinión, la sola
no surge de las actas de la Convención Consti- aprobación de la ley-convenio por la CABA —si
tuyente— implicaría la renuncia obligada de la existiera— no perfecciona a dicha norma como
provincia que fuere al ejercicio de sus poderes tal respecto de las provincias.
reservados en materia tributaria. Concordante-
mente, si el sistema requiere de la aprobación Finalmente, en cuanto al mecanismo de apro-
de todas, ninguna podría ejercer luego por de- bación por las provincias, entendemos que ello
nuncia de la ley-convenio el derecho de receso. debe producirse por resolución o ley de la Legis-
Esto ya significaría la renuncia definitiva a tales latura local, salvo que el ordenamiento constitu-
potestades, todo lo cual carece de fundamen- cional provincial prevea otra solución.
tación en cualquier razonable interpretación
constitucional. VI.3.f. Control y fiscalización del sistema

Pero las respuestas de la doctrina tampoco El art. 75, inc. 2º, in fine, establece que un or-
son unánimes en esto. ganismo fiscal federal tendrá a su cargo el con-
trol y fiscalización de la ejecución de todo lo
En mi opinión, pareciera que la Constitu- dispuesto en el mismo inciso.
ción —al mantener el art. 4º casi igual el texto
del antiguo art. 67, inc. 2º (hoy art. 75, inc. 2º), Tal función de control y fiscalización —que, a
según la interpretación de la doctrina judicial nuestro entender y a pesar de la discusión en Co-
más alta, y el ex art. 104 (hoy art. 121)— no ha misión de la Convención Constituyente de 1994,
eliminado la convivencia de los sistemas de se- comprende la de “interpretación” (y así lo expli-
paración y concurrencia de fuentes con el aho- có el miembro informante convencional Marín,
ra reconocido formalmente de coparticipación. a pesar de no aceptar la inclusión del término
De tal modo, no encontramos objeciones a la en el texto del dictamen de mayoría) (10)— es
no participación en el sistema o su denuncia por abarcativa de todas las materias contenidas en
parte de cualquier jurisdicción, dejando a salvo el inciso de referencia, sea respecto de la impo-
que dicha circunstancia planteará otro tipo de sición de las contribuciones allí citadas como de
problemas vinculados a la relación Fisco-con- todo lo referido al sistema de coparticipación fe-
tribuyente, a los principios constitucionales de deral en él previsto.
la tributación y a las consecuencias en el cam-
po económico y social, todos los cuales exceden (10) Sr. MARÍN, R. H.: “Señor presidente: debo con-
este trabajo, pero deben señalarse. fesar que este artículo, como usted está viendo, generó
algunos problemas entre los propios compañeros (...).
En otro sentido, el texto no incluye a la CABA, A nuestro entender, para fiscalizar debe interpretarse.
Sabemos que en caso de no haber unanimidad de cri-
como tampoco lo hacía al momento de requerir terios el problema terminará en el Poder Judicial, única
los acuerdos previos “entre la Nación y las pro- forma de resolver un litigio con interpretaciones diferen-
vincias”. tes de una y otra parte”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 17


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

Además, y por la necesaria conexidad ya ex- a los municipios, aún después de la reforma de
plicada entre el inc. 3º y el párr. 1º del inc. 2º, 1994, cuestión apasionante para el debate que
también entiendo que será competencia del no puedo responder aquí, por obvias razones
organismo fiscal federal todo cuanto hace al de distribución temática dentro de la obra. Solo
primero de ellos. Es que no puede decidirse diré que a los efectos del sistema de copartici-
cuestión alguna relativa a la masa coparticipa- pación no importa tanto si dicho poder es ori-
ble si no existe competencia para entender en la ginario o derivado, sino cómo se ha distribuido
norma que expresamente la afecta. su ejercicio entre la provincia de que se trate y
sus municipios, de conformidad a lo dispuesto
Parece no existir discrepancia, asimismo, en por el nuevo art. 123 de la misma Constitución
que dicho organismo fiscal federal será el su- Nacional. Desde tal perspectiva continuaremos
cesor natural de la actual Comisión Federal de el análisis.
Impuestos. Esto también fue expresado en el
ámbito de la Convención por el citado miembro Con respecto a la posición de los municipios
informante. en relación con el sistema de coparticipación fe-
deral, entre las cuestiones que en materia tribu-
Por otra parte, y a pesar del silencio del texto, taria planteaban dificultades al orden federal de
que solo se refiere a “asegurar la representación relaciones, encontramos la referida al fenóme-
de todas las provincias y la Ciudad de Buenos no de la doble imposición.
Aires” en la composición del organismo, enten-
demos que la inclusión de la representación del Hasta 1994, debemos observar al respecto:
gobierno federal (la “Nación”) es necesaria y
conveniente. i) Por carecer de un reconocimiento de su au-
tonomía en la Constitución Nacional, los muni-
VI.4. Los municipios en el sistema de copartici- cipios se beneficiaban y/u obligaban respecto
pación federal de tales regímenes a través de la decisión unila-
teral de las provincias de las que formaban par-
Hasta 1994 los municipios podían ejercer los te.
poderes tributarios que les deleguen o reco-
nozcan las Constituciones provinciales, sin que ii) En los casos en que las Constituciones pro-
existiera ninguna garantía constitucional fe- vinciales (por reformas anteriores a 1994) con-
deral respecto de la autonomía financiera y su templaban expresamente la participación de los
consecuente poder originario de imposición tri- municipios en la distribución de los recursos fe-
butaria (arts. 5º y 106). derales y provinciales, aquellos adquirieron un
derecho de rango constitucional que podían o
Antes de 1994 fue admitida por las reformas no ejercer. Para el caso de que lo declinaran, no
constitucionales provinciales la autonomía mu- disponían, sin embargo, de poder tributario ori-
nicipal, comprensiva de facultades tributarias ginario suficiente como para compensar la pér-
originarias, aunque limitadas al ejercicio de dida de recursos consecuentes. Y esto solo en el
aquellas en su jurisdicción y en tanto los tribu- caso de los municipios a los que sus Constitu-
tos que resulten de ello no se superpongan por ciones provinciales les reconocieron autonomía
analogía con otros de origen nacional o provin- financiera.
cial.
Con la sanción de la anterior ley 20.221 de
Además, se les reconoce también el derecho a Coparticipación Federal de Impuestos entre la
participar del producido de los tributos provin- Nación y las Provincias, de 1973 (vigente con
ciales y de los nacionales que sean coparticipa- prórrogas sucesivas hasta 1987), estas asumie-
dos a las provincias. Ello de acuerdo con lo que ron el compromiso de adoptar un régimen ex-
establezcan las llamadas leyes de coparticipa- plícito de coparticipación de recursos con los
ción provinciales. municipios.

Existe un importante sector de la doctrina Con la ley-convenio 23.548, sustitutiva de la


que no reconoce un poder tributario originario primera y base del actual régimen de coparti-

18 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

cipación de recursos entre el gobierno federal de coparticipación federal será la ley-convenio,


y las provincias, estas se comprometen a distri- luego de un análisis al respecto adelantábamos
buir a su vez a los municipios una porción de los que esta nueva fuente del derecho adquiere una
fondos transferidos por dicho régimen, asegu- jerarquía propia ahora reconocida constitucio-
rando, según el inc. g) del art. 9º de la ley, “la fi- nalmente.
jación objetiva de los índices de distribución y la
remisión automática y quincenal de los fondos”. Al respecto, escribía que la evolución de la
jurisprudencia de la Corte Suprema en la ma-
A partir de la reforma de 1994, con el recono- teria —desde “Transportes Automotores Che-
cimiento de la autonomía municipal y la adop- vallier SA c. Provincia de Buenos Aires”, del
ción formal del sistema de coparticipación 20/08/1991, Fallos 314:862, hasta “Santa Fe” y
federal, los municipios —incluidos como bene- “San Luis”, del 24/11/2015— debe ser analizada
ficiarios de la distribución en el actual régimen detenidamente. A esto me dedico extensamen-
transitorio de la ley 23.548— deberían conti- te en la obra, antecedente de esta, “Aportes para
nuar siéndolo en la futura ley-convenio, ya no el debate de la relación fiscal federal” (11). Por
solo porque lo dispongan sus respectivas Cons- ineludibles razones de espacio, aquí solo efec-
tituciones provinciales (cuando ello así ocurre), tuaremos una brevísima síntesis de la cuestión,
sino como consecuencia de la elevación de su de decisiva importancia por su proyección en
status constitucional. orden a futuros pronunciamientos de la Corte
Suprema en causas actualmente en trámite en-
Por otra parte, dado que ello implicará se- tre las provincias y/o la CABA contra el Estado
guramente obligaciones a cargo de los muni- Nacional.
cipios en materia tributaria —particularmente
respecto de la armonización con los niveles su- Sin duda constituyen un punto de inflexión en
periores— y a partir del actual reconocimiento la jurisprudencia de la Corte Suprema los pro-
de la autonomía municipal en el mismo tex- nunciamientos en los fallos “Santa Fe, Provin-
to constitucional, surge el interrogante: ¿pue- cia de c. Estado Nacional s/ acción declarativa
den las provincias obligarse por sus municipios de inconstitucionalidad” [expte. CSJ 538/2009
autónomos?Pensamos que la respuesta es afir- (45-S)/CS1]; “San Luis, Provincia de c. Estado
mativa, en tanto ello se produzca sin afectar la Nacional s/ acción declarativa de inconstitucio-
esfera de autonomía en materia tributaria que nalidad y cobro de pesos” [CSJ 191/2009 (45-S)/
cada Constitución provincial reconozca a sus CS1]; “Córdoba, Provincia de c. Estado Nacio-
municipios. nal y otro s/ medida cautelar” [CSJ 786/2013
(49-C)/CS1]; “Santa Fe c. Estado Nacional s/ ac-
Pero, además, aun cuando ese ámbito de ción declarativa de inconstitucionalidad” [CSJ
autonomía constitucional sea invadido por 539/2009 (45-S)/CS1]; y “San Luis, Provincia de
el contrato federal tributario, no se afectarán c. Estado Nacional y otra s/ cobro de pesos” [CSJ
efectivamente los derechos de los municipios 1039/2008 (44-S)/CS1].
mientras estos consientan tal estado de cosas
tácitamente, sea por recibir los fondos distribui- En mi opinión, a partir de ellos la relación
dos o por cumplir las obligaciones que les son fiscal federal entre el gobierno federal, las pro-
impuestas. vincias y la CABA no solamente carece del
adecuado sustento jurídico constitucional e
VII. La relación fiscal federal y el sistema de infraconstitucional, sino que los acuerdos y/o
coparticipación impositiva a partir de los fa- pactos fiscales federales aún vigentes, las le-
llos “Santa Fe”, “San Luis” y “Córdoba” de la yes-convenio 23.548 y 23.966 de Coparticipa-
Corte Suprema de Justicia de la Nación del 24 ción Federal y las que establecen y/o modifican
de noviembre de 2015 asignaciones específicas de recursos copartici-
Al referirnos supra a los problemas de inter-
(11) ASENSIO, Miguel Á. — DI GRESIA, Luciano —
pretación derivados del nuevo art. 75, incs. 2º y GARAT, Pablo M., “Aportes al debate sobre la relación fis-
3º, y señalar que la Constitución establece que cal federal”, Ed. Fundación Civilidad — Fundación Hanns
el instrumento por el cual se instituirá el sistema Seidel, Buenos Aires, 2016, ps. 78 a 134.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 19


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

pables —así como sus prórrogas— presentan Constitución Nacional en la materia, especial-
graves falencias en cuanto a su consistencia ju- mente sobre la interpretación de la distribución
rídica, alcances y efectos entre los miembros de del poder de imposición y de la renta tributaria
la Federación. federal como su consecuencia.

No se trata entonces de un tema de natura- Así:


leza estrictamente técnica, acerca de cómo se
distribuye la renta tributaria federal, sino de la 1. CS, 19/08/1999, “Asociación de Grandes
vigencia del orden jurídico constitucional, de Usuarios de Energía Eléctrica de la República
las bases del federalismo de la Constitución y de Argentina (AGUEERA) c. Buenos Aires, Provin-
la seguridad jurídica para afrontar los desafíos cia de y otro s/ acción declarativa”, A.95.XXX,
socioeconómicos que la Argentina tiene por de- originario.En dichos autos, y refiriéndose al
lante. Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el
Crecimiento de 1993, la Corte establece que “el
VII.1. Doctrina de la Corte Suprema sobre la Pacto comporta por sus alcances y contenido la
naturaleza y jerarquía constitucional de las le- manifestación positiva del llamado federalismo
yes-convenio y los pactos y acuerdos fiscales fe- de concertación tendiente a —según se expre-
derales sa— establecer mediante la participación con-
currente del Estado Nacional y las provincias un
En esta síntesis debo precisar en primer lu- programa, destinado como en el caso, a adoptar
gar que dos interrogantes se presentaron desde una política uniforme que armonice y posibilite
siempre y subsistían hasta el 24 de noviembre ‘la finalidad común de crecimiento de la econo-
de 2015. mía nacional y de reactivación de las economías
regionales’ (...).
El primero: ¿es definitiva la doctrina de la
Corte Suprema en cuanto a la naturaleza de la ”Ese pacto, como las demás creaciones lega-
ley-convenio como parte del derecho intrafede- les del federalismo de concertación, configura
ral, pero, al mismo tiempo, con jerarquía consti- el derecho intrafederal (Fallos 314:862) y se in-
tucional federal? corpora una vez ratificado por la Legislatura al
derecho público interno de cada Estado provin-
El segundo: ¿los pactos o acuerdos fiscales cial, aunque con la diversa jerarquía que le otor-
celebrados entre el gobierno federal y las pro- ga su condición de ser expresión de la voluntad
vincias y la CABA complementarios y/o modi- común de los órganos superiores de nuestra or-
ficatorios de la ley-convenio tienen la misma ganización constitucional: Nación y provincias.
naturaleza y jerarquía que esta, formando parte Esa gestación institucional ubica a los tratados o
del llamado derecho intrafederal? leyes-convenios celebrados entre las provincias
y el gobierno nacional con un rango normativo
No es del caso tratar aquí la cuestión acerca específico dentro del derecho federal. Prueba de
de la existencia misma del llamado “derecho in- su categoría singular es que no es posible su de-
trafederal” o del derecho federal comprensivo rogación unilateral por cualquiera de las partes
de estas nuevas fuentes de derecho que, a la par, (Zorraquín Becú, Horacio, ‘El federalismo ar-
podrían integrar también el orden jurídico pro- gentino’, Ed. Perrot, 1958, p. 194)”.
vincial, ni el alcance del juego de los arts. 116 y
117 de la CN para habilitar la competencia origi- 2. CS, 07/12/2001, “El Cóndor Empresa de
naria de la Corte, todos elementos que han sido Transportes SA c. Buenos Aires, Provincia de s/
objeto de los pronunciamientos que ahora rese- acción declarativa”, E.115.XXXIV, originario, Fa-
ñamos. llos 324:4226.

Ocurre que en los precedentes que citaremos El 07 de diciembre de 2001, la Corte Suprema,
el Tribunal, para resolver una cuestión de orden en una cuestión que involucraba legislación fe-
procesal —la competencia originaria—, esta- deral y local, así como los Pactos Fiscales, vuelve
bleció una doctrina de fondo que se proyecta- sobre la cuestión para considerar la proceden-
ba con enorme relevancia sobre la vigencia de la cia de su competencia originaria en el caso, la

20 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

que se admite en voto dividido de seis a tres. ”Si bien el instrumento en examen, y los de-
Y más allá de la cuestión que hace a la habili- más que se hayan suscripto entre la Nación y las
tación de la competencia originaria de la Cor- provincias, podrán ser objeto de consideración
te Suprema en el marco del conflicto entre una y valoración al momento de discutirse y sancio-
ley local cuestionada por agraviar el régimen de narse la ley prevista en el art. 75, inc. 2º, de la
coparticipación federal y la que, siendo también CN, ello no determina que la reforma constitu-
local, estableció la adhesión a aquel, el Alto Tri- cional los haya incorporado, y así extraído del
bunal ratifica su concepción acerca de la natu- ámbito normativo de derecho público local e in-
raleza y ubicación de los Pactos Fiscales a la par trafederal, en el que se enmarca el sistema de las
de la Ley-Convenio de Coparticipación Federal leyes-convenio”.
a partir de 1994 con rango constitucional.
Este cambio de la doctrina de la Corte apare-
3. CS, 27/05/2004, “Matadero y Frigorífico ció en ese momento muy relevante —más allá
Merlo SA c. Buenos Aires, Provincia de s/ acción de la opinión que merezca— en tanto efectúa
declarativa de certeza”, M.903.XXXIX, originario, sin duda una distinción de jerarquía constitu-
Fallos 327:1789. cional entre la ley que instituya regímenes de
coparticipación federal y los pactos o acuerdos
Ya con su nueva conformación, la Corte Su- que define “como actos complejos dentro del
prema de Justicia de la Nación, ratificando algún sistema normativo federal” y que hacen parte,
precedente anterior (“Centauro SA c. Buenos en primer lugar, del derecho local. Con ello se
Aires, provincia de s/ acción declarativa”, Fallos aparta de los precedentes anteriores.
318:2551) expresa: “Que tal como lo ha pues- 4. CS, 05/05/2009, “Cuyoplacas SA c. La Pam-
to de resalto este Tribunal en Fallos 318:2551 y pa, Provincia de s/ ordinario”, C.2418.XXXIX,
causa C.1781.XXXI, ‘Cámara Argentina de Su- originario. En este fallo se precisa: “2) (...) cabe
permercados y otros c. Buenos Aires, Provincia aclarar que en el pronunciamiento recaído en
de s/ acción declarativa’, del 08/08/1996, donde la causa M.903.XXXIX, ‘Matadero y Frigorífico
se trató específicamente el mencionado pacto Merlo SA c. Buenos Aires, Provincia de s/ ac-
[se refiere al Pacto Fiscal II] las leyes-convenio ción declarativa de certeza’, del 27/05/2004 (Fa-
entre la Nación y las provincias hacen parte del llos 327:1789), no se ha introducido un cambio
derecho local. Esa condición asume en el cam- jurisprudencial no explícitamente declarado
po del derecho público, de modo que su viola- ‘respecto del publicado en Fallos 324:4226 (El
ción colisiona, en primer término, con el plexo Cóndor)’, como se sostiene en el dictamen arri-
normativo provincial, y tal circunstancia exclu- ba mencionado; sino que frente a la invocación
ye la cuestión de la materia exclusivamente fe- efectuada por la actora del ‘Pacto Federal para el
deral”. Empleo, la Producción y el Crecimiento’ como
fundamento de su derecho, se distinguió, por un
Agrega luego: lado, la Ley-Convenio de Coparticipación Fede-
ral de Impuestos prevista en la Constitución Na-
“Que la Constitución determine que la Ley- cional (art. 75, inc. 2º) y, por otro los pactos de
Convenio de Coparticipación Federal instituirá naturaleza intrafederal a los que no correspon-
regímenes de coparticipación de las contribu- día atribuirles la jerarquía constitucional que se
ciones sobre la base de acuerdos entre la Na- le asignaba a la Ley de Coparticipación.
ción y las provincias, no implica que al pacto ya
tantas veces citado se le haya asignado el rango ”Por lo demás, es preciso indicar que en la
constitucional que se pretende. causa ‘El Cóndor’ de Fallos 324:4226 citada, no
se había invocado el Pacto Federal referido, ex-
”Esta Corte solo le ha reconocido esa jerar- tremo que determinó que en esa oportunidad
quía a la Ley de Coparticipación Federal misma la mayoría del Tribunal concluyese que la cues-
(Fallos 324:4226), y no cabe extender esa inter- tión federal era exclusiva en la causa. Se trataba
pretación a supuestos no contemplados expre- de circunstancias diversas, donde se considera-
samente por la Carta Magna. ban normas distintas”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 21


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

Resulta evidente que, a pesar de la aclarato- tingue a esta norma de los pactos o acuerdos fis-
ria, ya se insinuaba el cambio jurisprudencial cales.
que distingue la jerarquía de la Ley-Convenio de
Coparticipación Federal de los pactos o acuer- Ello retrotrae a la jurisprudencia del Tribunal
dos fiscales y que se confirma en otro pronun- en “Transportes Chevallier” y “Expreso Cañue-
ciamiento de la misma fecha que analizamos las”, anteriores no solamente a la reforma sino a
seguidamente. la misma ley-convenio 23.548.

5. CS, 05/05/2009, “Papel Misionero SAIFC 6. CS, 19/06/2012, “Pan American Energy LLC
c. Misiones, Provincia de s/ acción declarativa”, Sucursal Argentina c. Chubut, Provincia del y
P.582.XXXIX, originario.En la misma fecha que otro (Estado Nacional) s/ acción declarativa”,
el pronunciamiento anterior se dictó este pre- P.2738.XXXVIII, originario. Finalmente, en el úl-
cedente, donde el voto de la mayoría (ministros timo precedente inmediato a los fallos de 2015,
Carlos F. Fayt, Enrique S. Petracchi, Juan Carlos referido a la supuesta violación de la ley-conve-
Maqueda —según su voto—, Elena I. Highton de nio 23.548 de Coparticipación Federal y el Pac-
Nolasco y Carmen M. Argibay) expresa: to Fiscal II, la Corte no ingresa en la cuestión y,
previo a abocarse a resolver la cuestión sobre la
“2) Que de lo expuesto se deprende que el analogía del tributo provincial con otro nacio-
reclamo se sustenta en un doble orden de ra- nal coparticipable y a si se han incumplido las
zones: por un lado, la inconstitucionalidad del cláusulas del citado Pacto, decide solo el aspec-
gravamen, y por otro su ilegitimidad a la luz de to procesal acerca de su competencia originaria
las disposiciones del régimen de coparticipa- en estos términos:
ción federal de impuestos, en cuyo marco cabe
incluir también la supuesta violación del Con- “1) Que frente al prolongado trámite al que
venio Multilateral frente a lo establecido en el ha dado lugar la substanciación de este proce-
art. 9º, inc. d), del primero. De tal suerte la si- so y el tiempo transcurrido desde el llamamien-
tuación es análoga a la considerada por esta to de autos para sentencia de fs. 227, evidentes
Corte en Fallos 316:324 (‘Expreso Cañuelas’) y razones de economía procesal (...) así como la
327. Allí se afirmó que las leyes-convenio entre adecuada preservación de las garantías cons-
las que cabe incluir el régimen de coparticipa- titucionales de la defensa en juicio y del debi-
ción federal y el Convenio Multilateral en sus do proceso que asisten a las partes, en cuanto
respectivas ratificaciones locales por medio de comprenden la necesidad de obtener una rápi-
las Legislaturas provinciales hacen parte, aun- da y eficaz decisión judicial que ponga fin a la
que con diversa jerarquía, del derecho público controversia (Fallos 319:2151 y sus citas), llevan
provincial y que esa condición asume la Ley de a mantener la competencia originaria para dic-
Coparticipación Federal, por lo que su violación tar sentencia definitiva en este asunto (arg. cau-
no abre la instancia originaria ante esta Corte sa C.1563.XXXVI, ‘Cohen, Eliazar c. Río Negro,
[conf. Fallos 314:862 (‘Transportes Chevallier’), Provincia de y otros s/ daños y perjuicios’, sen-
entre otros]. 3) Que la decisión que se adopta tencia del 30/05/2006, Fallos 329:2088; arg. cau-
importa dejar de lado la solución establecida en sa S.1590.XL, ‘Sociedad Italiana de Beneficencia
Fallos 324:4226 (‘El Cóndor’), en la medida en en Buenos Aires (Hospital Italiano) c. Corrien-
que por el presente se restablece la tradicional tes, Provincia de s/ cobro de pesos’, sentencia
doctrina con la excepción indicada, con arreglo del 22/12/2009, entre otras)”.
a la cual el régimen de coparticipación federal
forma parte integrante del plexo normativo lo- Efectuada esta reseña y volviendo a los dos in-
cal (Fallos 314:862; 316:324 (‘Transportes Che- terrogantes planteados, resulta en mi opinión
vallier’ y ‘Expreso Cañuelas’ respectivamente y que el estado de la doctrina de los autores y de
sus citas)”. la Corte Suprema se encontraba, al momento de
concretarse estos nuevos pronunciamientos de
Con este fallo se abandona claramente la doc- 2015, en un punto de preocupante divergencia.
trina que había receptado el rango constitu-
cional de la Ley-Convenio de Coparticipación Resulta así, previo a estos fallos, muy dificul-
Federal, además de tener por vigente la que dis- toso contestar tales interrogantes con suficien-

22 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

te grado de seguridad jurídica para la relación En los consids. 3º a 9º, la Corte efectúa un aná-
fiscal federal y también para los contribuyentes. lisis del marco jurídico constitucional —y su
De allí la enorme trascendencia que —entende- evolución— para la distribución del ejercicio del
mos— debe atribuirse a aquellos en el escenario poder de imposición y, consecuentemente, de la
de dicha relación. renta fiscal federal entre el gobierno federal, las
provincias y la CABA.
Como veremos, después de estos preceden-
tes no caben ya dudas en cuanto a la naturaleza Invoca así, implícitamente, el criterio de in-
contractual e idéntica jerarquía constitucional terpretación dinámica de la Constitución para
de la Ley-Convenio de Coparticipación Federal afirmar en el consid. 3º: “Que la distribución de
y los pactos y acuerdos fiscales complementa- potestades tributarias entre la Nación y las pro-
rios y/o modificatorios de ella celebrados entre vincias diseñada por los constituyentes de 1853-
el gobierno federal, las provincias y la CABA. 1860, respondió a la realidad política y social
imperante al tiempo de su sanción. Los sucesos
VII.2. Aspectos relevantes de la doctrina de la históricos posteriores pusieron de manifiesto la
Corte Suprema derivada de los fallos “Santa Fe”, insuficiencia de los recursos asignados por la
“San Luis” y “Córdoba” del 24 de noviembre de Constitución a la Nación para hacer frente a las
2015, vinculados a la cuestión de la relación fis- funciones que le fueron delegadas por los Esta-
cal federal y los regímenes de coparticipación fe- dos provinciales”.
deral
En esa perspectiva, las etapas que, en su con-
Remitiendo para el análisis en profundidad a sideración, atravesó la “evolución histórica de
nuestra obra citada (12), efectuaremos aquí un la distribución de la renta tributaria federal (...)
breve resumen de la doctrina de la Corte Su- desde la sanción de la Ley Fundamental hasta
prema que en especial se vincula directamente la actualidad” permiten identificar tres períodos
con el estudio efectuado supra acerca de los in- que pueden diferenciarse: el de separación de
terrogantes en torno a la interpretación del art. fuentes (1853-1891); el de concurrencia “de he-
75, incs. 2º y 3º, particularmente este último. A cho” (1891-1935), y el de coparticipación impo-
tal fin, efectuaremos el análisis citando los con- sitiva (desde 1935 en adelante).
siderandos de “Santa Fe, Provincia de c. Estado
En cuanto a la “constitucionalización” de la
Nacional s/ acción declarativa de inconstitucio-
coparticipación impositiva y de la ley-convenio
nalidad” [CSJ 538/2009 (45-S)/CS1], y “San Luis,
como fuente de derecho en la materia recordó el
Provincia de c. Estado Nacional s/ acción decla- Tribunal: “Según lo afirmó el convencional Mas-
rativa de inconstitucionalidad y cobro de pesos” natta, existió consenso en la incorporación del
[CSJ 191/2009] (en este último caso, en lo referi- tema en la Constitución Nacional, hasta enton-
do al dec. 1399/2001, sobre el financiamiento de ces reservado al ámbito normativo federal y de
la AFIP). derecho público local mediante el sistema de las
leyes-convenio” (consid. 4º).
VII.2.a. Interpretación del marco jurídico
constitucional de nuestro sistema fiscal federal. Agregó el convencional Masnatta: “La inclu-
Sus características sión del instituto de las leyes-convenio tiende a
saldar también una dilatada discusión respecto
En el precedente señalado, la Corte Suprema de su constitucionalidad”, y “las mencionadas le-
define el alcance —de enorme relevancia— que yes son una genuina interpretación y expresión
asigna a los pronunciamientos que concretará y de un federalismo conservativo y solidario...”
dice: “Esas posiciones antagónicas e inconcilia- (consid. 5º).
bles que han asumido las partes en relación a la
cuestión sometida a decisión, exigen establecer Luego de precisar lo anterior, que zanja defi-
el marco jurídico en el que debe dirimirse la con- nitivamente —en mi opinión— la jurisprudencia
tienda” (consid. 2º). cuando menos ambigua del Tribunal en los pre-
cedentes sobre la materia analizados en el pun-
(12) Ídem. to VII.1 del presente, con relación a la naturaleza

Suplemento Constitucional N.° 1 • 23


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

jurídica de la Ley-Convenio de Coparticipación ello implicaría la renuncia de las provincias al


Federal, se extiende en lo que también integra en ejercicio del poder de imposición reservado en
su doctrina el cuerpo del denominado derecho los arts. 4º y 75, inc. 2º, o, por caso, la inadmisibi-
intrafederal con relación a los pactos y acuerdos lidad del derecho de receso luego de haber apro-
fiscales. Así, precisa que “... además de lo ya se- bado la ley-convenio en los términos del mismo
ñalado, el marco jurídico del sistema de distribu- art. 75, inc. 2º.
ción de la renta tributaria federal se integra —en
lo que aquí interesa— con el ‘Acuerdo entre el Dicho de otro modo, el ejercicio del poder de
Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales’ imposición quedaría concentrado en el gobier-
del 12 de agosto de 1992, el ‘Pacto Federal para el no federal con la obligación de someter el pro-
Empleo, la Producción y el Crecimiento’ del 12 ducido de aquel a regímenes de coparticipación
de agosto de 1993, el ‘Compromiso Federal’ del acordados con las provincias. Aquí remitimos
06 de diciembre de 1999, el ‘Compromiso Fede- al precedente “Entre Ríos, Provincia de c. Esta-
ral por el Crecimiento y la Disciplina Fiscal’ del do Nacional s/ acción declarativa de inconstitu-
17 de noviembre de 2000 —entre otros—, y las le- cionalidad, incidente de medida cautelar” (CSJ
yes nacionales y provinciales que los ratificaron 1829/2019/1, originario), luego comentado en
y los prorrogaron” (consid. 6º). el punto VII.5, apart. b).Pero, aún más, expresa
también la Corte que dichos pactos “han cons-
Luego, en el mismo consid. 6º, encontramos tituido la vía adecuada para estructurar un espa-
dos afirmaciones cuya proyección sobre la in- cio institucional de concertación federal desde
terpretación constitucional en la materia reviste, donde se flexibilizó, en un contexto de partici-
también en mi opinión, particular significación y pación igualitaria, la distribución de la recauda-
abre ciertos interrogantes. ción coparticipable, eliminando de esta manera
la situación de incertidumbre jurídica generada
Dice nuestra Corte: “Es dable señalar que los por la falta de sanción del nuevo régimen de co-
pactos fiscales suscriptos antes de la reforma participación conforme a las pautas fijadas en el
constitucional del año 1994 han sido el meca- art. 75, inc. 2º”.
nismo empleado para superar —en el marco del
régimen de la ley-convenio 23.548— los incon- Entonces habría que concluir también que,
venientes propios del sistema rígido de separa- además, ni siquiera se cuenta con el sistema for-
ción de fuentes tributarias”. mal previsto por la Constitución Nacional y, a
modo de sucedáneo jurídico, se admite la recu-
Relacionando esto con lo que observara en rrencia a este tipo de acuerdos fiscales que, ob-
cuanto a que las distintas etapas de la evolución viamente, escapan a las precisas reglas formales
histórica de la distribución de la renta tributa- que prevé el texto constitucional en relación con
ria federal no se han receptado en la reforma la ley-convenio.
de 1994 mediante una derogación de los siste-
mas de separación y concurrencia de fuentes ¿Es esto lo que ha querido interpretar nuestra
ni su sustitución por el de coparticipación, cabe Corte Suprema con estas consecuencias? No pa-
sin embargo preguntarse: ¿atento a la analogía rece razonable la respuesta afirmativa, a la luz de
de naturaleza contractual entre la ley-conve- la exhortación que la Corte efectúa en el consid.
nio y los pactos fiscales a que el Tribunal hace 39 para el cumplimiento de la disposición tran-
referencia, corresponde concluir (otra vez) que sitoria sexta de la Constitución Nacional, antes
la “constitucionalización” de la Ley-Convenio que la celebración de un nuevo “Pacto Fiscal” de
de Coparticipación Federal implica la deroga- circunstancia.
ción implícita del “sistema rígido de separación
de fuentes tributarias”? Y esto suponiendo que Finalmente, como veremos, en lo que repre-
se admite —vía interpretación sistémica— que senta un cambio sustantivo —tanto en este fa-
también cabe admitir las mutaciones constitu- llo como en el referido al dec. 1399/2001— en
cionales implícitas. relación con la relevancia jurídica de los prece-
dentes de la Comisión Federal de Impuestos,
Las consecuencias de admitir esto, adelanto, expresa: “Que a título de referencia es dable po-
no son menores, porque —a modo de ejemplo— ner de resalto que en el mismo sentido ha emi-

24 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

tido sus resoluciones la Comisión Federal de berían percibir las provincias en concepto de
Impuestos con anterioridad a la reforma consti- coparticipación (...). De manera que, a la hora de
tucional del año 1994, al señalar que las modi- examinar la validez constitucional de una asig-
ficaciones o excepciones a la ley 23.548, o a sus nación específica dispuesta por el Congreso, así
porcentajes de distribución, solo pueden llevar- como de los límites constitucionales fijados al
se a cabo mediante leyes-convenio (res. grales. ejercicio de esa potestad, se impone una inter-
interpretativas 5/1991, 6/1992, 7/1992, 8/1992, pretación restrictiva pues, en definitiva, lo que
9/1992, 12/1992 y 13/1992); e incluso, la propia se encuentra en juego es una facultad con una
Procuración del Tesoro de la Nación ha efectua- trascendente incidencia sobre el régimen de dis-
do la misma interpretación (Dictámenes 201:36; tribución de recursos y el sistema federal en su
238:569)” (consid. 8º). conjunto” (consid. 22).

VII.2.b. Doctrina de la Corte Suprema sobre la El establecimiento o la modificación de tales


interpretación del art. 75, inc. 3º, de la CN y su asignaciones deben tener tiempo determinado,
alcance deben realizarse mediante la sanción de una ley
especial, y esa ley debe ser aprobada por un quo-
Entre los consids. 19 y 26, la Corte, por primera rum integrado por la mayoría absoluta de la tota-
vez y con extrema precisión y claridad, efectúa lidad de los miembros de cada Cámara (consid.
la interpretación de dicha norma constitucional 21).
referida al instituto de las asignaciones especí-
ficas de impuestos (contribuciones) nacionales Resulta obvio que, además, debe expresarse el
coparticipables. destino específico en la ley especial que las esta-
blece o modifica. Esto es aclarado en el fallo en el
Así, precisa: “De allí que el ejercicio de la facul- párrafo arriba transcripto, al recordar que “solo
tad que se esgrime, y que seguidamente se anali- pueden ser fijadas por un tiempo determinado
zará, debe ser ejecutada con absoluta estrictez y de duración y con una finalidad determinada”.
con total apego a las exigencias allí establecidas, Esta precisión tiene una enorme trascendencia
so riesgo en caso contrario de afectar seriamente como advertencia al Congreso de la Nación.
el régimen previsto en el art. 1º citado, según la
redacción que le da la Constitución sobre la base Pero esto se ve enfatizado aún más a través del
del origen y antecedentes históricos de nuestra pronunciamiento que venimos analizando, en
Nación...” (consid. 20). tanto la Corte aclara que a los recaudos previs-
tos por el inc. 3º del art. 75 citado debe agregarse
“Por otra parte, es necesario destacar que las que “la atribución conferida al Congreso por el
asignaciones específicas de recursos copartici- constituyente en el citado art. 75, inc. 3º, se limita
pables constituyen transferencias de ingresos de a la posibilidad de establecer o modificar asigna-
las provincias a favor de algún sector especial. Es ciones específicas sobre una parte o el total del
por esta razón, y a los efectos de poner a resguar- producido de la recaudación de impuestos de-
do los intereses de las jurisdicciones locales, que terminados”.
los convencionales constituyentes destacaron
tanto la ‘integralidad’ de la masa coparticipable, Es menester, en consecuencia, dilucidar si esa
como el carácter excepcional de estas asignacio- facultad excepcional podría importar una suer-
nes, disponiendo que solo pueden ser fijadas por te de autorización para detraer unilateralmen-
un tiempo determinado de duración y con una te una proporción de la masa coparticipable en
finalidad determinada [conf. intervenciones del forma previa a la distribución primaria de los re-
miembro informante por la mayoría convencio- cursos que la integran, o si la atribución se debe
nal Marín, 240ª Reunión, 30ª Sesión Ordinaria ejercer y ejecutar sobre las contribuciones pro-
(continuación), 04 de agosto de 1994, ps. 3176 y piamente dichas; vale decir, sobre los impuestos
3173]. De lo contrario, el Congreso Nacional po- (consid. 23).
dría, por regla y de manera unilateral e inconsul-
ta, afectar la distribución de recursos tributarios A fin de contestar este interrogante, enseña
consensuada por la totalidad de las jurisdiccio- que “con ese propósito se debe recordar que
nes involucradas y disminuir las sumas que de- el art. 75, inc. 2º, dispone que ‘Corresponde al

Suplemento Constitucional N.° 1 • 25


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

Congreso: (...) Imponer contribuciones indi- Señala la Corte que “no empece a lo expuesto
rectas como facultad concurrente con las pro- el hecho de que la ley 26.078 haya sido aprobada
vincias. Imponer contribuciones directas, por por la referida mayoría agravada de ambas Cá-
tiempo determinado, proporcionalmente igua- maras, pues ello no determina sin más —como lo
les en todo el territorio de la Nación, siempre esgrime el Estado Nacional— el establecimiento
que la defensa, seguridad común y bien general o la modificación de una asignación específica,
del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en la medida en que no se cumplan con las res-
en este inciso, con excepción de la parte o el total tantes exigencias constitucionales establecidas
de las que tengan asignación específica, son co- como presupuesto de su validez.
participables’ (resaltado añadido). De tan clara
disposición constitucional se extrae que lo que ”En su caso, la existencia de esa mayoría cir-
el legislador puede detraer, en todo o en parte, cunstancial no puede tener la virtualidad de
cumpliendo con las exigencias de la ley, son los transformar en letra muerta la escrita por los
impuestos directos o indirectos que en cada caso constituyentes de 1994, con una previsión nove-
individualice, pero esa detracción no la debe dosa que, garantizando el federalismo, impone
ejercer —porque la cláusula constitucional no lo condiciones específicas para que esa legisla-
habilita para ello— sobre la totalidad o una por- ción sea válida para la Constitución Nacional”
ción de la masa de manera indefinida... (consid. 25).

”Sobre tales premisas no cabe sino concluir Dicho de otro modo: la mayoría agravada que
que las asignaciones específicas (que por lo arri- exige el art. 75, inc. 3º, no puede darse accidental
ba señalado deben tener siempre una ‘finalidad o circunstancialmente, sino como consecuen-
determinada’) solo pueden ser establecidas por cia de la voluntad expresa de los senadores y di-
el Congreso Nacional sobre una parte o el total putados de integrarla. Lo que ocurre es que esto
de la recaudación de impuestos indirectos o di- es natural cuando se respeta, además, el requi-
rectos en particular, por tiempo determinado y sito de ley especial, en el marco de cuyo debate
mediante la sanción de una ley especial con las no caben dudas acerca de lo que se discute y su
referidas mayorías agravadas de ambas Cáma- marco constitucional. En cambio, si, como se ha
ras, y que esta es la única y excepcional facul- hecho costumbre legislativa, el establecimien-
tad con la que cuenta la Nación para afectar los to y/o prórroga de asignaciones específicas se
impuestos que integran la masa coparticipable, ha sancionado en el marco de verdaderas “le-
sin necesidad de contar con un Pacto o la pre- yes ómnibus”, la advertencia cobra especial rele-
via conformidad de las provincias y de la CABA” vancia. Y esto se proyecta sobre todo el llamado
(consid. 24). “laberinto de la coparticipación”, poniendo en
cuestión la constitucionalidad de la mayoría de
Ha quedado así definida con extrema claridad las leyes que lo estructuran.
la interpretación constitucional efectuada por la
Corte Suprema de Justicia de la nación sobre el Sobre este requisito de la “ley espe-
instituto de las asignaciones específicas previsto cial” —respecto del cual podría pensarse que la
en el art. 75, incs. 2º y 3º, de la CN. Corte Suprema lo ha mencionado expresamente
sin entrar a desarrollar qué ha de entenderse por
Pero para ahondar aún más en la cuestión —y tal—, nos parece pertinente reiterar la transcrip-
agotarla, en mi opinión— aborda la interpreta- ción citada supra del miembro informante, con-
ción acerca de cómo deben expresarse las mayo- vencional Marín, al tratarse y votarse este inc. 3º
rías agravadas que la Constitución exige. del art. 67 (ahora art. 75) de la CN: “Del análisis
del conjunto de las reformas constitucionales
Esto, junto con la mayor o menor precisión de vinculadas con la materia en análisis surgen pal-
aquella “finalidad determinada”, resulta decisivo mariamente las siguientes garantías. El tema tri-
a la hora de considerar la constitucionalidad de butario no es materia para el dictado de decretos
la mayoría de las leyes vigentes que establecen de necesidad y urgencia; la creación de tributos
y/o modifican asignaciones específicas de im- puede alcanzarse por simple mayoría del Con-
puestos nacionales coparticipables y sus prórro- greso de la Nación pero la afectación y distribu-
gas. ción de lo recaudado requiere en todos los casos

26 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

de una mayoría calificada pues creemos que así de equidad y solidaridad que allí se postularon
se da transparencia a las asignaciones específi- (conf. ‘Diario de Sesiones’, ob. y ps. citadas en el
cas que se sacan de las masas coparticipables; consid. 5º).
no habrá afectaciones específicas sin una ley
especial del Congreso, norma con la que evita- "(...)
remos que a veces aparezcan en el presupuesto
nacional algunas disposiciones que, a lo mejor, ”Esta exhortación a los órganos superiores de
nuestros diputados y senadores no las vean en nuestra organización constitucional se impone,
su momento pero que sí tienen determinacio- a fin de consolidar el proyecto federal de nues-
nes que en nuestro concepto necesitan de una tra Constitución primigenia, reivindicado por los
ley especial”. convencionales constituyentes del año 1994, en
cumplimiento del fortalecimiento del régimen
Por todo lo anterior, pensamos que la Corte no federal que les fue encomendado [art. 3º, apart.
duda en entender que el requisito de ley especial A), ley 24.309].
se encuadra dentro de lo que el convencional in-
formante expresó al respecto, tanto en el texto ”Y, en este orden de ideas, y sin que ello im-
reformado como en su interpretación auténtica plique relevar de responsabilidades a las juris-
formal. dicciones locales, corresponde que los poderes
federales (Poder Ejecutivo Nacional y Congre-
VII.3. Contenido exhortativo de la sentencia en so Nacional) asuman el rol institucional que les
relación con la manda de la disposición transito- compete como coordinadores del sistema fede-
ria sexta de la Constitución Nacional ral de concertación implementado con rango
constitucional en 1994, y formulen las convo-
Finalmente, y después de resolver el caso con- catorias pertinentes a los efectos de elaborar las
creto puesto a su consideración, la Corte Supre- propuestas normativas necesarias para imple-
ma asume de un modo formalmente relevante mentar el tan demorado sistema de coparticipa-
su rol político institucional como garante de la ción” (consid. 39).
Constitución en esta materia y transforma la se-
gunda parte de la sentencia en una de naturaleza Y así en la sentencia dispone:
exhortativa.
“VI. Exhortar a los órganos superiores de
En particular, expresa: nuestra organización constitucional a dar cum-
plimiento con la disposición transitoria sexta de
“A través de la cláusula transitoria sexta el le- la Constitución Nacional, e instituir el nuevo ré-
gislador constituyente ha definido un mandato gimen de coparticipación federal, sobre la base
explícito e inderogable por la voluntad política de acuerdos entre la Nación y las provincias, y a
de sus partes, es decir, la sanción de un nuevo dictar la consecuente ley-convenio, en orden al
régimen de coparticipación y la reglamentación mandato contenido en el inc. 2º del art. 75... (Ri-
del organismo fiscal federal de fiscalización y cardo L. Lorenzetti - Carlos S. Fayt - Juan C. Ma-
control antes de la finalización de 1996. queda)”.

"(...) VII.4. Cuestión del financiamiento de la Admi-


nistración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
”Ese imperativo categórico —que no puede Decreto 1399/2001. Fallos “San Luis, Provincia
ser soslayado apelando a ningún subterfugio de c. Estado Nacional y otra s/ cobro de pesos”
legal— exige que las partes emprendan cuanto [CSJ 1039/2008 (45-S)/CS1] y “Santa Fe, Provin-
antes el diálogo institucional que desemboque cia de c. Estado Nacional s/ acción declarativa
en el nuevo Pacto Federal Fiscal, que sentará las de inconstitucionalidad” [CSJ 539/2009 (45-S)/
bases de la futura ley-convenio, y sería altamen- CS1]
te positivo que el clima de respeto y la vocación
de consenso que se ha gestado en el ámbito de Se trata en esta segunda cuestión de dos plan-
esa Convención se sostenga para dar lugar a un teos solicitando que se declare la inconstitu-
sistema superador que contemple las exigencias cionalidad de los arts. 1º, inc. a), y 4º del dec.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 27


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

1399/2001 del Poder Ejecutivo Nacional (referi- (descriptas en el consid. 17, anteúltimo párrafo)
do en este punto al financiamiento de la AFIP) y que impiden que pueda ser delegada”.
de toda otra norma o acto concordante, la plena
coparticipación de los fondos detraídos como En ese sentido, el Tribunal ha resuelto que el
consecuencia de la aplicación de dicho decre- “Congreso no puede delegar en el Poder Ejecu-
to, en los términos y porcentajes que le corres- tivo o en otro departamento de la Administra-
pondan según la ley 23.548, y la restitución y/o ción, ninguna de las atribuciones o poderes que
reintegro de todos y cada uno de los recursos le han sido expresa e implícitamente conferidos.
retenidos a la provincia por tal concepto. En el Ese es un principio uniformemente admitido
caso de la provincia de San Luis, reclama ade- como esencial para el mantenimiento e inte-
más que, para el reintegro solicitado, se tome gridad del sistema de gobierno adoptado por la
“como piso la garantía establecida en el art. 7º Constitución y proclamado enfáticamente por
de la ley 23.548, cuya aplicación también de- esta en el art. 29” (Fallos 148:430) (consid. 20).
manda”.
Reitera y amplía luego, con citas de sus pro-
Atento a que en el primero de los pronuncia- pios precedentes, la doctrina del Tribunal sobre
mientos la Corte Suprema remite al segundo, la delegación legislativa, a la que remito en ho-
dictando sentencia en idénticos términos, ana- menaje a la brevedad y por tratarse de una cues-
lizaremos solamente este en lo que nos parece tión de gran relevancia en sí misma, que excede
de especial relevancia —atento a los límites del el marco del presente. Sin embargo, me permito
trabajo y remitiendo otra vez a nuestra obra ya transcribir, atento a su especificidad, el consid.
25, en la parte en la cual la Corte dice: “Que en
citada (13)—.
el caso particular de esta causa la delegación no
Interesa particularmente la doctrina sentada solo no surge de la norma en virtud de la cual el
por la Corte que establece claramente la impro- Poder Ejecutivo pretendió actuar, sino que ade-
cedencia de la delegación legislativa en lo refe- más, de seguir el argumento del Estado Nacio-
rido al régimen de coparticipación impositiva. nal habría implicado una delegación sobre una
materia que —como se señaló— resulta indele-
Analiza la Corte la pretensión del Estado Na- gable (potestad excepcional de establecer y mo-
cional en cuanto a que el dec. 1399/2001 habría dificar asignaciones específicas)”.
sido dictado en el marco del art. 76 de la CN y la
delegación que, conforme a aquel, habría efec- Ya no se trata de que la delegación legislativa
tuado el Congreso de la Nación mediante la ley no puede referirse a la materia tributaria, sino,
de un modo más específico, de que tampoco
nacional 25.414.
puede recurrirse a esta vía —invocando espe-
Expresa con énfasis para la interpretación de cialmente la emergencia— para establecer y/o
la cuestión: “De cualquier manera la argumen- modificar asignaciones específicas de recursos
tación del Estado resulta inapropiada para fun- coparticipables. Ni por decisión del Congreso
dar la legitimidad de la norma, porque en base ni, como en este caso, por interpretación del Po-
a los caracteres esenciales y constitutivos del ré- der Ejecutivo en exceso de sus atribuciones.
gimen de la coparticipación federal que fueron
VII.5. Doctrina posterior de la Corte Suprema
examinados en los considerandos precedentes, de Justicia de la Nación
deviene irrelevante examinar el carácter de-
legado del decreto —en cuanto dispone la de- Finalmente, me parece —y también con los
tracción en cuestión—, porque en ningún caso límites de este trabajo— que resulta pertinen-
resultaría sustituible la potestad legislativa de te efectuar algunas breves referencias a dos fa-
asignar específicamente recursos coparticipa- llos, por su aplicación tanto en orden al marco
bles, porque se trata de una facultad excepcio- expuesto en el punto I del presente, en relación
nal cuyo ejercicio por parte del Congreso de con el régimen federal argentino, como de la
la Nación requiere de condiciones específicas doctrina consolidada de la Corte acerca de los
criterios para discernir y decidir en orden a la
(13) Ídem. distribución de las competencias concurren-

28 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

tes entre el gobierno federal, las provincias y la “Santa Fe” y “San Luis” del 24/11/2015, al refe-
CABA e, incluso, acerca del alcance de los pre- rirse la Corte al ejercicio de los poderes recono-
cedentes del Tribunal sobre la materia; ellos cidos a la “Nación” en el art. 75, incs. 2º y 3º.
son: a) “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
c. Estado Nacional (Poder Ejecutivo Nacional) Pero, aún más, en el consid. 5º de los votos de
s/ acción declarativa de inconstitucionalidad”, los jueces Maqueda y Rosatti se enfatiza: “... a la
del 04/05/2021, en relación con el dec. PEN luz del imperativo constitucional del federalis-
241/2021 (CSJ 567/2021, originario); y b) con mo, los tribunales, y particularmente esta Corte,
anterioridad, la medida cautelar dictada en son los encargados de velar por que las atribu-
“Entre Ríos, Provincia de c. Estado Nacional s/ ciones asignadas a cada autoridad no sean en-
acción declarativa de inconstitucionalidad, in- tendidas de manera tan extensa que se vacíe el
cidente de medida cautelar”, del 01/10/2019 carácter federativo de la Constitución”.
(CSJ 1829/2019/1, originario). Sobre esta hace-
mos también una remisión al punto VII.2, y cabe A partir de esta clara doctrina judicial, creo
aclarar que ha merecido la adhesión procesal de que la Corte Suprema, mucho más allá de un
la mayoría de las provincias. obiter dictum —o dicta, por su extensión— y
con ocasión del objeto de la causa, sienta de una
a) En la causa “Gobierno de la Ciudad de manera que excede el carácter “exhortativo” cri-
Buenos Aires c. Estado Nacional (Poder Ejecu- terios muy precisos acerca de nuestro régimen
tivo Nacional) s/ acción declarativa de incons- federal constitucional.
titucionalidad” (CSJ 567/2021, originario), de
diverso modo según sus votos, los miembros Abreviando, y por las razones señaladas, la
del Alto Tribunal sientan doctrina judicial de Corte: a) precisa que el “sistema federal argenti-
trascendencia en relación con el régimen fe- no se compone con sujetos jurídicos ‘necesarios’
deral, coincidiendo todos en que, atento a que o ‘inexorables’, mencionados explícitamente en
circunstancias como las que motivaron las ac- la Constitución, como lo son el Estado Nacional,
tuaciones podrían repetirse en el futuro, re- las provincias, los municipios y la Ciudad Autó-
sulta necesario expedirse más allá de que la noma de Buenos Aires, y un sujeto jurídico ‘po-
cuestión de autos hubiese devenido abstrac- sible’ o ‘eventual’ como es el caso de la región
ta. No solamente, entonces, sienta claramente (‘Bazán’, Fallos 342:509, consid. 3º, y ‘Gobierno
un precedente que no puede ser eludido en el de la Ciudad de Buenos Aires c. Córdoba’, Fallos
futuro —salvo cambios sustantivos formales o 342:533, consid. 12)” (consid. 6º, votos de los
materiales—, sino que, además, como resulta jueces Maqueda y Rosatti); b) reitera las notas
claramente de los votos de los jueces Maqueda, características de nuestro federalismo: “Que al
Rosatti y Rosenkrantz (por el propio), dos crite- ser el federalismo un sistema cultural de convi-
rios quedan también precisados: no se expide la vencia, cuyas partes integrantes no actúan aisla-
Corte a través de lo que podríamos tener como damente, sino que interactúan en orden a una
una sentencia “exhortativa” en lo que a las rela- finalidad que explica su existencia y funciona-
ciones entre el gobierno federal, las provincias miento, el ejercicio de las competencias cons-
y la CABA se refiere en materia del ejercicio de titucionalmente asignadas debe ser ponderado
competencias o poderes concurrentes. Así, en el como una interacción articulada (‘La Pampa,
voto de los jueces Maqueda y Rosatti: “Dicho de Provincia de’, Fallos 340:1695; ‘Corrientes, Pro-
otro modo: no se trata solo de ponderar una de- vincia de’, Fallos 344:251), evitando que con-
cisión temporaria y circunstancial, sino de dejar fronten unas con otras.
establecido un criterio rector de máxima rele-
vancia institucional en el marco del federalismo ”En tal sentido se ha pronunciado esta Corte
argentino” (consid. 28). al sostener que la asignación de competencias
en el sistema federal ‘no implica, por cierto, sub-
Además, fija claramente que el criterio de ordinación de los Estados particulares al gobier-
interpretación del ejercicio de los poderes no central, pero sí coordinación de esfuerzos y
delegados al gobierno federal a través de la funciones dirigidos al bien común general, tarea
Constitución debe ser de interpretación restric- en la que ambos han de colaborar, para la con-
tiva. Ello ratifica el criterio expuesto en los fallos secución eficaz de aquel fin; no debe verse aquí

Suplemento Constitucional N.° 1 • 29


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

enfrentamientos de poderes, sino unión de ellos ”En 2019 se resolvió que el Tribunal Superior
en vista a metas comunes’ (‘Buenos Aires, Pro- de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos
vincia de’, Fallos 330:4564, consid. 11, in fine; ‘La Aires debía ser el órgano encargado de resolver
Pampa, Provincia de’, Fallos 340:1695, consid. 6º; los conflictos de competencia que se susciten
‘Buenos Aires, Provincia de c. Santa Fe’, Fallos entre dos órganos jurisdiccionales con compe-
342:2136, consid. 10 y ‘Corrientes, Provincia de’, tencia no federal con asiento en esa ciudad en
Fallos 344:251, entre otros)” (consid. 3º, ídem). cumplimiento ‘del claro mandato constituyente
de conformar una Ciudad de Buenos Aires con
Y precisando aún más los criterios de inter- autonomía jurisdiccional plena’ (‘Bazán’, Fallos
pretación constitucional: “Que, en el contexto 342:509, consid. 17).
referido, el sistema federal constitucional argen-
tino se funda en el principio de ‘lealtad federal’ ”Ese mismo año este Tribunal estableció que
o ‘buena fe federal’, conforme al cual en el juego la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene un
armónico y dual de competencias debe evitarse puesto equiparable al de las provincias en el sis-
el abuso de las competencias de un Estado en tema normativo que rige la jurisdicción de los
detrimento de los otros (...). Así, este principio tribunales federales y, por lo tanto, el mismo de-
rector del federalismo argentino implica asumir recho a la competencia originaria de esta Cor-
una conducta federal leal que tome en consi- te establecida en el art. 117 de la CN (‘Gobierno
deración los intereses del conjunto federativo, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires’, Fallos
para alcanzar cooperativamente la funcionali- 342:533, consid. 17).
dad de la estructura federal in totum (‘La Pam- ”9) Que los términos de la jurisprudencia
pa, Provincia de’, Fallos 340:1695)”. señalada resultan ilustrativos de la paulatina,
aunque evidente consolidación de la Ciudad
En síntesis, el armónico desenvolvimiento
Autónoma de Buenos Aires como sujeto del fe-
del sistema federal de gobierno depende de la
deralismo argentino en tanto ‘ciudad constitu-
“buena fe”, de la “coordinación” y de la “concer-
cional federada’ (‘Bazán’, Fallos 342:509, consid.
tación” recíproca entre los distintos estamentos
3º y ‘Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bue-
de gobierno (Nación, provincias, CABA y mu- nos Aires’, Fallos 342:533, consid. 12, ambos re-
nicipios), pues esos principios constituyen el feridos con anterioridad).
modo razonable para conjugar los diferentes in-
tereses en juego y encauzarlos hacia la satisfac- ”10) Que la vigencia del art. 129 de la CN im-
ción del bien común (consid. 4º, ídem). posibilita que la Ciudad de Buenos Aires reciba
el mismo trato que antes de la reforma de 1994,
Finalmente, y con relación a la CABA, ratifica es decir como un ‘territorio federalizado’, propio
su doctrina, que seguramente se proyectará en de una época en la que esta carecía de autono-
las causas en trámite entre ella y el Estado Na- mía en tanto el Congreso de la Nación actuaba
cional, como también en el debate sobre aspec- como su legislador ‘exclusivo’ (ex art. 67, inc.
tos controvertidos, a los que hacemos referencia 27), el presidente de la Nación como su ‘jefe in-
en el punto VI. En el voto citado de los jueces mediato y local’ (ex art. 86, inc. 3º) y la justicia
Maqueda y Rosatti se precisa: nacional como justicia local.
“7) Que en el marco señalado —y ante el plan- "(...)
teo de conflictos concretos— este Tribunal dictó
a partir de 2016 una serie de pronunciamientos ”Por ello como se reconoció en los preceden-
en los que interpretó las reglas del federalis- tes citados la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
mo de modo de evitar fricciones susceptibles integra de modo directo la federación argentina,
de acrecentar los poderes del gobierno central surgiendo sus competencias no por la interme-
en detrimento de las facultades reconocidas a diación de los poderes nacionales —como an-
la CABA por la reforma constitucional del año tes de la reforma constitucional de 1994—, sino
1994. del propio texto de la Constitución Nacional (cfr.
art. 129, CN) y de las normas dictadas en su con-
"(...) secuencia”.

30 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

b) En la causa “Entre Ríos, Provincia de c. Es- de la política tributaria nacional. Esto, vinculado
tado Nacional s/ acción declarativa de incons- a la “autolimitación” admitida por las provincias
titucionalidad, incidente de medida cautelar”, al aprobar la Ley-Convenio de Coparticipación
del 01/10/2019 (CSJ 1829/2019/1, originario), Federal, abre los interrogantes que allí analiza-
a la que adhieren posteriormente casi todas las mos, respecto a la mutación constitucional que
provincias, se dicta en esa fecha una medida se habría producido.
cautelar que —entiendo— constituye el primer
precedente en el cual la Corte Suprema se apro- En este precedente, por primera vez, la Corte
xima de modo bastante explícito —aunque en aborda la materia al resolver una medida caute-
definitiva habrá que estarse a la sentencia defi- lar —con las limitaciones del caso— fijando cri-
nitiva— a fijar un criterio de interpretación en terios que, me parece, se proyectan de manera
relación con el ya mentado ejercicio del poder relevante sobre el futuro de esta cuestión.
de imposición por parte del gobierno federal en
relación con impuestos nacionales coparticipa- Básicamente, la Corte establece:
bles, cuando de ello se derive un agravio a la in-
tegración de la masa coparticipable del régimen “Entre los aspectos sustanciales del régimen
que regula constitucionalmente la materia. constitucional en la materia se destacan i) el
principio de integralidad de la masa copartici-
En estos autos, la provincia de Entre Ríos se pable, en virtud del cual se distribuyen con las
agravia “de los efectos producidos por la aplica- provincias y la Ciudad de Buenos Aires, las con-
ción de los decs. 561/2019 y 567/2019 que dis- tribuciones indirectas internas y las directas
ponen una alícuota del cero por ciento (0%) en creadas, por tiempo determinado, por el Con-
el impuesto al valor agregado para la venta de greso de la Nación, con excepción de la parte o
ciertos productos de la canasta alimentaria, has- el total de los que tengan asignación específica
ta el 31 de diciembre del 2019 inclusive. En con- (art. 75, incs. 2º, párr. 1º, y 3º)...
creto, fundamenta que mediante el dictado de
las normas reseñadas el Poder Ejecutivo Nacio- ”Sobre esta base, la actora impugna las men-
nal modificó inconstitucional y arbitrariamente cionadas normas en cuanto entiende que el im-
el régimen de impuestos de modo que, sin pa- puesto a las ganancias y el impuesto al valor
sar por el Congreso de la Nación, detrajo de la agregado son contribuciones coparticipables
masa de recaudación de impuestos coparticipa- y, por ende, las decisiones instrumentadas por
bles, afectando de esta manera el principio de el Poder Ejecutivo Nacional, a través de sendos
intangibilidad de la masa coparticipable, pro- decretos, importarían una modificación que
vocando un perjuicio actual y directo al Estado erosiona la masa a distribuir y genera una dis-
provincial. Ello así, por cuanto si bien a través de minución en los recursos provinciales, realizada
los decretos aquí impugnados no se ha produci- por quien carecería de competencia para ello...
do una reforma propiamente dicha al esquema
de funcionamiento del sistema de coparticipa- ”[E]s preciso recordar que los principios cons-
ción federal, se ha producido en cambio una titucionales de buena fe y lealtad federal —que
modificación o alteración en el alcance de im- repelen la idea de una Nación fragmentada y
puestos coparticipables —IVA y ganancias— cu- procuran el armónico desarrollo de las necesi-
yos efectos precipitan en forma negativa sobre dades locales junto con las nacionales— impi-
la conformación de la masa coparticipable que den que uno de los sujetos del sistema adopte
redundan en una merma o reducción de los re- de modo intempestivo medidas que puedan
cursos que ingresarán a ella y, por lo tanto, re- afectar al resto de los miembros de la federa-
vierten en desmedro de la participación que ción.
habrá de corresponder a la provincia”.
"(...)
Nos encontramos entonces ante la situación
ya analizada en el punto V, referida al ejercicio ”En mérito a lo expuesto, en esta evaluación
del poder de imposición del gobierno federal inaugural del caso, la pretensión de la actora
para establecer y/o modificar el régimen de im- tendría base prima facie verosímil en la medida
puestos nacionales coparticipables, en el marco en que la mengua de la masa coparticipable de-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 31


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

nunciada podría haberse adoptado sin respetar tantes asuntos de Estado que hacen al desa-
los principios y reglas constitucionales enuncia- rrollo de la Nación, sino que ni siquiera lo han
dos. intentado, con dos excepciones, lamentable-
mente frustradas: las de las leyes 24.621 y 25.570
”Por ello se resuelve: I. Declarar que la pre- y el dec. 872/2003.
sente causa corresponde a la competencia
originaria de esta Corte. II. Hacer lugar a la También cabe señalar que podría caerse en la
medida cautelar y, en consecuencia, ordenar tentación —especialmente para un análisis des-
que los efectos fiscales de la aplicación de los de lo jurídico constitucional— de adjudicar la
decs. 561/2019 y 567/2019 y de las res. grales. situación descripta al hecho verificable del des-
AFIP 4546/2019 y 4547/2019, en la medida de plazamiento del Estado constitucional de dere-
las inconstitucionalidades aquí alegadas, sean cho por el “Estado de emergencia”, que —para
asumidos con recursos propios del Estado Na- no ir más atrás— se ha mantenido desde 2002
cional, sin afectar la coparticipación que corres- con la ley 25.561 y sus prórrogas sucesivas hasta
ponde a la provincia de Entre Ríos”. el 31/12/2019 y luego con la ley 27.541.

En definitiva, sin negar al gobierno federal el Sin duda, esta patológica situación acons-
ejercicio del poder de imposición en materia de titucional es totalmente contradictoria con la
impuestos nacionales coparticipables cuando, posibilidad de realizar el programa de la Cons-
como consecuencia de ello, se pueda derivar titución para el desarrollo humano y federal
una disminución en la integración de la masa que hemos analizado, y mucho menos alcanzar
coparticipable, esto solo puede afectar a la por- acuerdos que —en cualquier caso y si de estar
ción que en la distribución primaria del régi- conformes con la propia Constitución se trata—
men de coparticipación federal corresponde a deberían producir una importante disminución
la Nación y —agrego— mientras se encuentre de la concentración de los recursos fiscales en el
vigente la ley-convenio 23.548, art. 8º; ello no Tesoro Nacional.
debería afectar tampoco a la provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur ni Dicho de otro modo: en la emergencia, el fe-
a la CABA. deralismo se diluye por el costado fiscal, con
impacto directo en lo económico y social, sin
Cuestión, como se ve, de enorme importancia considerar sus consecuencias políticas.
en el marco de la relación fiscal federal.
En este tramo final, trataré —con los límites
VIII. Hacia un sistema de coordinación eco- editoriales establecidos— de efectuar un aporte
nómica, financiera y fiscal para el desarrollo que no será entonces original, ni pretende supe-
federal rar todo lo bueno y sensato que hasta ahora se
ha producido. Simplemente está orientado a re-
Antes y después de 1994, la bibliografía en iterar tres consideraciones en la materia:
torno a las cuestiones que este trabajo aborda es
muy abundante y de calidad. En general, es ade- a) Insistir en que una Ley-Convenio de Copar-
más coincidente en cuanto al diagnóstico y las ticipación es solamente un elemento más —de
propuestas. Sin embargo, el sistema se ha orien- gran relevancia, pero no el primero ni el único—
tado una y otra vez —desde que se sancionó la para afrontar con solidez el camino del desarro-
ley-convenio 23.548 como “acuerdo transitorio llo humano y federal como programa de Estado
por un año” en 1987/88— en dirección opuesta. de la Constitución.

Por ello, en primer lugar, si de efectuar algún b) Que, por lo tanto, los acuerdos previos que
aporte propositivo adicional se trata, lo prime- prevé la Constitución para su sanción deberían
ro que debe afirmarse es que al menos desde comprender un debate más profundo que la
aquella oportunidad los sucesivos gobiernos fe- mera distribución de recursos coparticipables.
derales, provinciales y de la CABA —más allá de Se trata nada más y nada menos que de acordar
todo signo político partidario— no solamente las consecuencias prácticas de la distribución
no han podido resolver uno de los más impor- de competencias y poderes entre el gobierno fe-

32 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

deral y las provincias, y la especial situación de jetivo más vinculado a los fines de su constitu-
la CABA y aun la de los municipios dentro de las ción según la misma ley-convenio.
provincias, que ha establecido la reforma cons-
titucional de 1994. Finalmente, como tercera vía, lo que resul-
taría el camino que exige la Constitución Na-
c) Y que lo anterior se encuentra no exclusiva, cional, el que ha exhortado la Corte Suprema
pero sí especialmente condicionado por el más tomar y que pareciera posible intentar atento al
grave obstáculo que desde siempre ha impedido grado de cierto equilibrio de la distribución del
la sanción de una nueva Ley-Convenio de Co- poder político formal a nivel nacional: un siste-
participación para aspirar a un sólido desarrollo ma de coordinación financiera y fiscal para el
federal. Nos referimos a la cuestión del déficit desarrollo federal con justicia social y equidad
estructural del sistema previsional y el desapro- regional, que supone mucho más que acordar
vechamiento del llamado “bono demográfico” un régimen de distribución de los impuestos
(Fanelli) (14), cuyas consecuencias serán irre- nacionales coparticipables.
versibles en aproximadamente 20 años más.
Concordantemente, el modo en que ello ha ge- En el marco de esta última opción es que
nerado el incremento de la deuda pública de la aportamos lo que sigue.
Nación y aun de las provincias y la CABA.
VIII.1. Objetivos de coordinación económica
A partir de lo desarrollado a lo largo de este financiera y fiscal para el desarrollo humano y
trabajo, y teniendo en cuenta el nuevo escena- federal
rio derivado tanto de la distribución equilibrada
del poder político formal a nivel nacional y pro- Desde la perspectiva constitucional, la rela-
vincial como de lo que plantean los fallos de la ción fiscal para el desarrollo humano y federal
Corte Suprema arriba analizados, imaginamos supone la concertación y cooperación que se
tres escenarios posibles. exprese en la adecuada coordinación intergu-
bernamental. Por ello —entendemos— se justi-
El primero, un nuevo pacto o compromiso fica ir más allá de la coparticipación y promover
fiscal de coyuntura que asegure determinados la creación de un verdadero Sistema Federal
niveles de transferencias a las provincias y la de Coordinación Económica, Financiera y Fis-
CABA, que luego podría extenderse en sus efec- cal, así como la sanción y aprobación de la ley-
tos, como ha ocurrido con los Pactos Fiscales I y convenio a que hace referencia el art. 75, inc. 2º,
II, en una situación totalmente fuera de contex- párr. 2º, de la CN, teniendo al mismo tiempo es-
to y que terminaría engrosando el “laberinto de pecialmente en cuenta lo establecido por el inc.
la coparticipación”. 19, párr. 2º, del mismo artículo, todo con los si-
guientes fines enunciativos:
En segundo lugar, optar por tal solución con
el aditamento de algún instituto del federalis- 1. Coordinar todo cuanto hace al ejercicio de
mo fiscal, que podría dar mayor previsibilidad y las competencias, servicios y funciones que, de
sustentabilidad al sistema, como la posibilidad conformidad con la Constitución Nacional y los
de acordar la vigencia de la garantía de los arts. acuerdos interjurisdiccionales que se celebren
7º y 20 de la ley-convenio 23.548 y/o la consti- en su consecuencia, correspondan al gobier-
tución de uno o más fondos de convergencia, no federal, las provincias y la CABA, teniendo
cooperación o cohesión que compensen in- como referencia para ello al principio de subsi-
equidades regionales del marco jurídico ac- diariedad.
tual. Incluso podría adicionarse a esta segunda
opción la resolución de problemas pendientes, 2. Coordinar la política económica, financiera
como el financiamiento del déficit previsional o y fiscal de todos los niveles de gobierno en orden
la distribución del Fondo de Aportes del Tesoro al crecimiento armónico de la Nación, al pobla-
Nacional a las Provincias con algún criterio ob- miento equilibrado de su territorio, a revertir la
falta de equidad en el desigual desarrollo relati-
(14) FANELLI, José M., http://live.v1.udesa.edu.ar/Re- vo de provincias y regiones y a la promoción de
vista/Detalle/10_67. un grado equivalente de desarrollo, calidad de

Suplemento Constitucional N.° 1 • 33


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

vida e igualdad de oportunidades en todo el te- los consensos que la Nación requiere y que lue-
rritorio nacional. go podrán formalizarse o no, total o parcialmen-
te, por los órganos legislativos de la Federación
3. Coordinar las acciones necesarias para el en todos sus niveles.
fortalecimiento de los procesos de creación de
regiones decididas por las provincias en los tér- VIII.2. Una agenda anotada para el debate en
minos del art. 124 de la CN, así como cuando las torno a la relación fiscal federal y el sistema de
provincias lo requieran para fortalecer dentro coparticipación impositiva en el marco del pro-
de sus territorios los procesos de relaciones in- grama constitucional para el desarrollo humano
termunicipales para el desarrollo de microrre- y federal
giones.
En el final, concordantemente con lo expues-
4. Coordinar la correspondencia entre las to en el punto anterior y específicamente para lo
competencias, servicios y funciones, ya defini- que hace a cumplir con la manda constitucional
dos en el marco de la Constitución Nacional, en relación con la Ley-Convenio de Copartici-
con los recursos tributarios totales de las res- pación Impositiva Federal, transcribimos aquí
pectivas jurisdicciones, a partir de la situación una agenda anotada, elaborada para la Comi-
actual, pero teniendo en consideración la dis- sión Federal de Impuestos en 2016 en mi con-
tribución de las fuentes tributarias y el ejercicio dición de asesor jurídico externo y por concurso
del poder de imposición que la Norma Funda- de dicho organismo. Esto resulta complementa-
mental contempla. rio de la propuesta contenida en la obra ya cita-
da (15), a la que remito especialmente.
5. Coordinar la política y administración tri-
butaria de los tres niveles de gobierno, armo- Inventario temático preliminar para el deba-
nizando el ejercicio de las competencias en te sobre los acuerdos previos y la sanción y apro-
esta materia en el marco del respeto irrestric- bación de la Ley-Convenio de Coparticipación
to a la distribución de fuentes establecida en Federal, de acuerdo a las previsiones constitucio-
la Constitución Nacional, más la indispensa- nales establecidas en relación con el ejercicio del
ble adecuación a los principios de unicidad del poder de imposición, la distribución de la renta
contribuyente, simplicidad de los instrumen- tributaria entre el gobierno federal, las provin-
tos y coparticipación federal y provincial que se cias y la CABA y los propósitos de promover el
establezcan con criterio de equidad y solidari- desarrollo equitativo y equilibrado de provincias
dad regional y provincial. A tales efectos, coor- y regiones
dinar las acciones necesarias para organizar la
administración tributaria de los recursos que se Inventario general
incluyan en los regímenes de coparticipación
federal con participación de todos los niveles de A. Competencias, servicios y funciones.
gobierno.
B. El poder de imposición como competencia
6. Constituir un foro institucional permanente o poder consecuente con I.
para todo cuanto hace a la consolidación de un
federalismo de concertación en materia econó- C. La coparticipación como instrumento asig-
mica, financiera y fiscal, que podría concretar- nador (primario) y reasignador (secundario) de
se como un “Consejo de Estado Federal”, con la la renta tributaria federal. Aspectos sustantivos
participación del Poder Ejecutivo Nacional, los de la ley-convenio.
gobernadores de provincia y el jefe de Gobierno
de la CABA. Esto no puede sustituir al Senado D. Los criterios e instrumentos complementa-
de la Nación como órgano de representación de rios para la promoción del equilibrio en el de-
las provincias en el gobierno federal ni al orga- sarrollo de provincias y regiones que podrían
nismo fiscal federal del art. 75, inc. 2º, de la CN. preverse dentro del sistema de la Ley-Convenio
Se trata de un Consejo de Estado integrado por de Coparticipación Federal.
los titulares de los Ejecutivos de ambos niveles
como ámbito para el debate federal en orden a (15) “Aportes...”, ob. cit., ps. 187 y ss.

34 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

E. Las cuestiones funcionales: el proce- 2. La cuestión de la política tributaria a cargo


dimiento para la sanción y aprobación de la del gobierno federal en materia de impuestos
Ley-Convenio de Coparticipación Federal y el nacionales coparticipables. Límites. Los casos
funcionamiento posterior de la relación fiscal de los pagos a cuenta y el pago de obligaciones
federal en el marco constitucional. tributarias con títulos públicos como antece-
dentes. La cuestión del gasto tributario federal
F. La coordinación en materia de administra- en relación con ello (remisión a punto IV).
ción tributaria, responsabilidad fiscal y crédito
público como complemento del sistema de dis- 3. La cuestión de las asignaciones específicas
tribución de la renta fiscal entre el gobierno fe- como fuente de financiamiento excepcional del
deral, las provincias y sus municipios y la CABA. gobierno federal. Relación con el problema del
financiamiento del déficit previsional (remisión
Inventario en particular a punto I.5).
A. Competencias, servicios y funciones. 4. Las materias reservadas por las provincias y
las reconocidas a la CABA para el ejercicio de su
1. Identificación de las actividades actual- poder de imposición en el marco de la armoni-
mente a cargo de los tres niveles de gobierno y zación tributaria dentro de los acuerdos para la
sus fuentes de financiamiento. Identificación en ley-convenio.
particular de la superposición del gasto en ma-
teria de competencias concurrentes. 5. La cuestión de las potestades tributarias de
los municipios dentro del régimen constitucio-
2. La cuestión de la seguridad social y en par- nal de autonomía financiera que se les recono-
ticular el déficit estructural del sistema previsio- ce.
nal, su incidencia y prospectiva respecto de los
regímenes de coparticipación vigentes y el siste- 6. La reforma tributaria coordinada de los tres
ma de crédito público. niveles de gobierno.
3. El esquema de transferencias discreciona- 7. La hipótesis de una Administración Tribu-
les desde el presupuesto nacional a las provin- taria Federal coordinada.
cias, la CABA y los municipios. Su justificación
frente a la coparticipación como instrumento C. La coparticipación como instrumento asig-
constitucional. nador (primario) y reasignador (secundario) de
la renta tributaria federal. Aspectos sustantivos
4. Criterios para un nuevo modelo de ejerci- de la ley-convenio.
cio de competencias, servicios y funciones en el
marco de la Constitución Nacional. En particu- 1. ¿Uno o varios regímenes de coparticipa-
lar en materia de competencias concurrentes. ción?

5. El financiamiento no contributivo —actual 2. La integración de la masa coparticipable


y futuro— de dicho modelo y en especial del sis- (remisión a I y II.1).
tema previsional. Fuentes primarias y subsidia-
rias. 3. La cuestión de las asignaciones específicas.
¿Reglamentación del art. 75, inc. 3º, de la CN en
B. El poder de imposición como competencia materia de plazo de la asignación y porcentual
o poder consecuente con I. sobre el producido del impuesto?

1. Acuerdo sobre su ejercicio por el gobierno 4. La distribución primaria y la cuestión del fi-
federal en materia de impuestos directos e indi- nanciamiento del sistema previsional. Criterios
rectos —de manera consecuente con lo previsto constitucionales —art. 75, inc. 2º, CN—. Rela-
en I— para la determinación de la integración ción con la actividad presupuestaria del gobier-
de la masa coparticipable en una ley-convenio. no federal conforme al art. 75, inc. 8º, de la CN.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 35


El régimen fiscal federal y el sistema de coparticipación impositiva en la organización…

5. La distribución secundaria: los parámetros 4. Alternativas a la luz de lo anterior y de lo re-


y/o criterios de distribución constitucionales. suelto en I, II y III. Constitución de fondos espe-
La cuestión de la CABA y su participación cons- ciales con recursos coparticipables por acuerdos
titucional en los regímenes de la ley-convenio. previos. Finalidades de equilibrio financiero, de
emergencias, de igualación solidaria interpro-
6. La distribución “terciaria” a los municipios. vincial y de promoción del desarrollo regional.
Cuestiones en particular en el marco del régi- Identificación de las necesidades eventuales y
men constitucional de autonomía municipal. las estructurales.
7. Las reglas de armonización tributaria en la E. Las cuestiones funcionales: el proce-
ley-convenio. Problema de su extensión a los
dimiento para la sanción y aprobación de la
municipios. Relación con lo definido en II. Pre-
Ley-Convenio de Coparticipación Federal y el
visión para la situación de denuncia de la ley-
funcionamiento posterior de la relación fiscal
convenio por parte de las provincias o renuncia
de la CABA. federal en el marco constitucional.

8. Cuestión del organismo recaudador del sis- 1. Los acuerdos previos: naturaleza y caracte-
tema de coparticipación federal. Antecedentes rísticas. Relación con la aprobación por las pro-
de la actuación de la AFIP. Problemas a resolver. vincias. Sujetos participantes. Problema de las
ausencias en esta etapa. Situación de la CABA.
9. Cuestión del agente financiero del sistema Forma. ¿Anteproyecto o proyecto de ley? Obli-
de coparticipación federal. Antecedentes de la gación del Congreso sobre su contenido. La ac-
actuación del BNA. Problemas a resolver. tuación de cada Cámara. ¿Posibilidad de veto
total o parcial?
10. El organismo fiscal federal. Integración,
funciones, funcionamiento. Antecedentes de la 2. La aprobación por las provincias. Sujetos.
CFI. Problemas a resolver. Forma. ¿Deben ser todas? Situación de la CABA.
Situación de la provincia que no aprueba. Rela-
11. La situación de los contribuyentes dentro ción con el derecho a la denuncia posterior. Si-
de la relación fiscal federal y la Ley-Convenio de tuación de la CABA.
Coparticipación Federal. Pautas constituciona-
les. Antecedentes y problemas a resolver. 3. Prohibición de reglamentación y modifica-
ción unilateral. La cuestión de las asignaciones
D. Los criterios e instrumentos complementa- específicas como una modificación unilateral:
rios para la promoción del equilibrio en el de-
¿excepción constitucional? ¿Necesidad de re-
sarrollo de provincias y regiones que podrían
glamentación del inc. 3º del art. 75?
preverse dentro del sistema de la Ley-Convenio
de Coparticipación Federal. 4. Cuestión de la transferencia de servicios
1. Análisis de la situación actual en materia de con posterioridad a la sanción y aprobación de
transferencias discrecionales versus la coparti- la ley-convenio.
cipación.
F. La coordinación en materia de administra-
2. Las potestades constitucionales del gobier- ción tributaria, responsabilidad fiscal y crédito
no federal en la materia: art. 75, inc. 9º, de la CN público como complemento del sistema de dis-
(subsidios del Tesoro Nacional a las provincias) tribución de la renta fiscal entre el gobierno fe-
y su diferenciación de las fuentes de subsidios deral, las provincias y sus municipios y la CABA.
acordadas (v.gr., Aportes del Tesoro Nacio-
nal —ATN—). 1. Actuación de la AFIP en coordinación con
las administraciones tributarias locales. ¿Posibi-
3. Las potestades constitucionales del gobier- lidad de una Administración Tributaria Federal
no federal en la materia: el gasto tributario en el integrada en materia de impuestos nacionales
contexto de los incs. 18 y 19 del art. 75 de la CN coparticipables? Antecedente del Banco Fede-
para la promoción de provincias y regiones. ral del art. 75, inc. 6º, de la CN.

36 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pablo María Garat

2. Los sistemas de acuerdos en materia de res- mayoritarias cada vez que les ha tocado gober-
ponsabilidad fiscal y su relación con lo analiza- nar en el orden tanto federal como provincial?
do en I y II.
Pues bien, la Corte Suprema, asumiendo su
3. Coordinación en materia de crédito pú- responsabilidad institucional, ha dado respues-
blico. Límite del gobierno federal en el marco ta a ello: debe cumplirse la Constitución.
del art. 124 de la CN en relación con el endeu-
damiento provincial. Los acuerdos entre el go- Pensamos que, mirando hacia atrás, desde
bierno federal, las provincias y la CABA en la 1989 nunca se consideró que era el momento
materia. adecuado para dar y resolver este debate fede-
ral, a pesar de la bonanza de la convertibilidad
IX. A modo de reflexión final entre 1993 y 1997 y de la recuperación posterior
a la crisis de 2001, salvo por el intento frustrado
Al concluir, quisiera señalar que se cumplirán en 2004.
en agosto de 2022 veintiséis años de mora de-
liberada respecto de la vigencia de la Constitu- Dos condiciones —indica la experiencia— se
ción Nacional en relación con lo dispuesto por requieren para iniciar este proceso: la primera,
la disposición transitoria sexta. En estos 26 años que ninguna fuerza política tenga todo el poder
solo se ha consolidado el llamado “laberinto de para imponer un acuerdo, y la segunda, que no
la coparticipación”, despliegue manifiesto del nos encontremos en un tiempo electoral. Am-
ingenio dirigencial argentino para no resolver bas condiciones se dan en este momento.
un problema estructural de su vida institucio-
nal, en este caso nada menos que el referido al Entonces solo queda reiterar que solamen-
sistema de relaciones fiscales federales y su cau- te si se resuelve definitivamente el diseño de
sa originaria, predominante pero no exclusiva: un nuevo sistema de coordinación económica,
el déficit estructural del sistema previsional (16) financiera y fiscal para el desarrollo humano y
y su incidencia en el incremento de la deuda pú- federal en el marco de las disposiciones consti-
blica. tucionales, el régimen político argentino tendrá
su verdadera expresión como régimen federal.
¿Tiene sentido seguir preguntándose por qué Porque si el federalismo es un sistema de liber-
esta situación se ha prolongado en el tiempo tades que asegura la unidad en la diversidad y la
con el consentimiento de las fuerzas políticas aplicación plena de los principios de subsidia-
riedad y solidaridad, todo ello requiere los me-
dios para ponerlas en ejercicio. Pero para esto es
(16) Resulta anticipatorio al respecto el voto del mi-
nistro Fayt en el fallo CS, 10/12/1996, “Antedoro, Antonio necesario comprender y acordar colectivamen-
D. c. Inst. Nac. de Prev. Social s/ ejec. previsional”, A.671. te que la mayor de nuestras urgencias es atender
XXV, consids. 8º a 10. lo importante.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 37


Organización federal y moneda
en la Argentina
Estela B. Sacristán (*)
Sumario: I. Introducción. Interrogantes.— II. Constitución Nacional y
moneda. Prohibición dirigida a las provincias. Razones.— III. La Cons-
titución Nacional y el endeudamiento. Constituciones provinciales y
endeudamiento. Poder concurrente. Razones.— IV. La moneda en las
Constituciones provinciales.— V. El endeudamiento y las Constitucio-
nes provinciales.— VI. La experiencia histórica en las provincias.—
VII. Reflexiones finales.

I. Introducción. Interrogantes Pandemia mediante, y según publicaciones


de amplia difusión, se ha advertido acerca de
Desde un punto de vista político, federalismo la emisión de bonos para pagar salarios provin-
es —en grados diversos, según a qué país nos ciales (2); se autorizó la emisión de títulos de la
refiramos— descentralización del poder en el deuda pública local para el pago a proveedo-
plano territorial. Las provincias, en una organi- res y contratistas del sector público en una pro-
zación federal como la de la Argentina, cuentan vincia (3) y luego en otra (4); un exgobernador
con su propia Constitución, con su parte dog- propuso volver a emitir cuasimonedas (5); un
mática —a veces mucho más ambiciosa que la
de la Constitución Nacional— y su parte orgáni-
(2) “Perotti analiza la emisión de cuasimonedas como
ca; poseen su sector privado y su sector público;
una alternativa”, s/f, La Capital, 04/04/2020, disponible
de cara a sus finanzas públicas provinciales, ela- en https://www.lacapital.com.ar/pandemia/perotti-
boran su presupuesto provincial e incurren en analiza-la-emision-cuasimonedas-como-una-alternati-
gastos, los cuales, como contrapartida, deben va-n2575513.html (último acceso: 05/03/2022).
tener recursos. En punto al presente trabajo, las (3) “En medio de la caída de la recaudación por la
provincias, en la Argentina, se hallan bajo una pandemia, Córdoba emitió un bono para poder pagarle
clara prohibición: no pueden, bajo la Constitu- a proveedores”, s/f, Infobae, 07/04/2020, disponible en
ción Nacional, art. 126, emitir moneda. https://www.infobae.com/economia/2020/04/07/en-
medio-de-la-caida-de-la-recaudacion-por-la-pandemia-
Sería una prohibición que deriva de una atri- cordoba-emitio-un-bono-para-poder-pagarle-a-provee-
bución que las provincias delegaron al gobierno dores/ (último acceso: 05/03/2022). Ver ley (Córdoba)
10.691 de Títulos de Deuda para Pago de Proveedores y
federal y que, como agudamente se ha señala- Contratistas del Estado, disponible en https://legistest1.
do, habría generado discrepancias doctrinarias legiscba.gob.ar/wp-content/uploads/2020/06/15042020-
en punto a su mantenimiento en la Constitución LEY-10691-PROGRAMA-DE-EMISIÓN-DE-TÍTULOS-
Nacional (1). DE-DEUDA.pdf (último acceso: 05/03/2022).
(4) Ver ley (CABA) 6385, del 10/12/2020, disponible
(*) Doctora en Derecho, Universidad de Buenos Ai- en https://boletinoficialpdf.buenosaires.gob.ar/util/ima-
res; Miembro del Instituto de Derecho Administrativo y gen.php?idn=537850&idf=1 (último acceso: 05/03/2022).
miembro del Instituto de Derecho Constitucional, Aca- Ver res. 528/2021 del Ministerio de Hacienda y Finanzas,
demia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Bue- publicada el 08/02/2021, disponible en https://boleti-
nos Aires; Profesora, Universidad Católica Argentina y noficial.buenosaires.gob.ar/normativaba/norma/541599
Universidad Austral, Argentina. (último acceso: 05/03/2022).
(1) GELLI, María Angélica, “Constitución de la Nación (5) CAYÓN, David, “Carlos Ruckauf, el creador de los
Argentina”, 5ª ed. ampliada y actualizada, Ed. Thomson patacones, propone volver a emitir cuasimonedas”, In-
Reuters — La Ley, Buenos Aires, 2018, t. II, p. 740 y sus fobae, 14/04/2020, disponible en https://www.infobae.
citas. com/economia/2020/04/14/carlos-ruckauf-el-creador-

38 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

intendente habría entregado “estampillas so- emitir sin límites (9), como ser, para ayudar a
lidarias” para la compra de mercaderías en los las provincias, nada garantizaría que, a efectos
comercios integrantes del programa (6). En de las transferencias de fondos a las provincias,
otras palabras, estamos, otra vez, ante cuasimo- se acuda al criterio de diferenciar entre provin-
cias del mismo signo político que el gobierno
nedas.
central y las demás provincias; la emisión local
podría tener efectos inflacionarios locales in-
Desde una visión económica, la emisión de
mediatos y perdurar incluso ya superada la si-
papeles a modo de “cuasimonedas” o “mone- tuación que pretendidamente le hubiere dado
das complementarias de origen fiscal” (7) por origen; el rescate de cuasimonedas provincia-
parte de un gobierno provincial, o incluso mu- les, por parte del gobierno central, tiene efectos
nicipal, puede ser apreciada desde sus aparen- inflacionarios, pues el rescate requiere emi-
tes beneficios prácticos: compensaría la caída sión previa (10); en un país bimonetario como
de la recaudación de tributos; ayudaría a en- la Argentina, donde los pesos se utilizan para
frentar gastos no previstos pero ineludibles sin transacciones diarias, reservándose los dólares
estadounidenses como moneda a ser atesorada
recortar o ajustar otras partidas; evitaría que
para gastos de mayor envergadura o inversio-
se tenga que acudir al gobierno federal en pos nes, la presencia de cuasimonedas dotaría de
de ayudas directas (8). Empero, las desventa- mayor complejidad a la contabilidad, median-
jas de esa emisión provincial son evidentes: po- do incertidumbre sobre la conversión, y estimo
dría servir de vehículo para transgredir la regla que ello podría ejemplificarse con el contratis-
de igualdad entre las provincias, pues, si bien el ta estatal, que puede estar compelido a recibir
gobierno central desde hace un tiempo podría pagos estatales en cuasimoneda y tal vez tenga
que emplear divisa extranjera para enfrentar el
pago de insumos del exterior para llevar adelan-
de-los-patacones-propone-volver-a-emitir-cuasimone-
das/ (último acceso: 05/03/2022). te su giro, y pagar gastos corrientes en moneda
de curso legal en nuestro país.
(6) MUNICIPIO DE ZÁRATE, “Puesta en marcha del
Programa Huella Solidaria”, 04/09/2020, disponible en Desde una visión jurídica, centrada en el régi-
http://www.zarate.gob.ar/puesta-en-marcha-del-pro-
grama-huella-solidaria/ (último acceso: 05/03/2022).
men constitucional argentino, el principal con-
Ver decs. 259/2020 y 467/2020 del titular del Poder Eje- trargumento se halla en la propia Constitución
cutivo del Municipio de Zárate, referenciados en http:// Nacional: la clara prohibición expresa, dirigida
www.hcdzarate.com.ar/popup_concejo_expedientes. a las provincias, del art. 126 en materia mone-
php?id_expediente=16259 (último acceso: 05/03/2022) taria. En otras palabras, el constituyente habría
y en http://www.hcdzarate.com.ar/popup_concejo_ex- colocado la decisión en materia de moneda —y,
pedientes.php?id_expediente=16285 (último acceso:
05/03/2022). en lo principal, en lo que nos ocupa, v.gr., la emi-
sión de moneda— en manos del gobierno cen-
(7) La expresión aparece en THÉRET, Bruno, “Mone- tral.
tary Federalism as a Concept and its Empirical Underpin-
nings in Argentina’s Monetary History”, en GÓMEZ, Geor-
gina M. (ed.), Monetary Plurality in Local, Regional and
Pero debemos tener en cuenta que lo que se
Global Economies, Ed. Routledge, London — New York, suele llamar, genéricamente, “cuasimonedas
2019, ps. 84-113, esp. p. 84, disponible en http://cc.fm. provinciales”, de origen fiscal, pueden adoptar
senshu-u.ac.jp/system/files/9781138280281_1stproof%20 diversas formas, desde títulos de la deuda pú-
vgmg%20%281%29.pdf (último acceso: 05/03/2022): “fis- blica provincial hasta vales o estampillas. Y con
cal complementary currencies”. Es menester poner de re- horizontes menos o más lejanos, servirían —al
salto el origen fiscal de estas cuasimonedas, para diferen-
ciarlas de otros medios empleados para el cambio, como
ser el que se utiliza en el puro trueque. (9) Ver ley 23.928 (BO del 28/03/1991), art. 4º: “En todo
momento, las reservas de libre disponibilidad del Banco
(8) CAPELLO, Marcelo, “Provincias y municipios: urge Central de la República Argentina en oro y divisas ex-
tomar decisiones ante riesgo de emisión de cuasimone- tranjeras serán equivalentes a por lo menos el ciento por
das”, Infobae, 07/04/2020, disponible en https://www. ciento (100%) de la base monetaria...”, artículo derogado
cronista.com/columnistas/Provincias-y-Municipios-ur- por ley 26.739 (BO del 28/03/2012), art. 21.
ge-tomar-decisiones-ante-riesgo-de-emision-de-cuasimo-
nedas-20200407-0002.html (último acceso: 05/03/2022). (10) Ídem nota al pie 6.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 39


Organización federal y moneda en la Argentina

igual que la moneda de curso legal— para el ficación de moneda corriente (13); con más
concreto intercambio: la obra o el servicio del una enérgica prohibición dirigida a las provin-
contratista estatal provincial a cambio de tantas cias para que no acuñen moneda ni, por inter-
unidades de una cierta cuasimoneda; tal obra medio de un banco provincial, emitan billetes,
o servicio de un tercero a cambio de otras tan- salvo que medie autorización del Congreso fe-
tas unidades de otra cierta cuasimoneda; libe- deral (14). Asimismo, desde 1994, se ha agrega-
ración de una deuda tributaria entregando tal do una cláusula que debería —entiendo— ser
cantidad de unidades de la cuasimoneda. leída con tenor valorista o al menos como una
protección para quienes tenemos que emplear
Así las cosas, podemos preguntarnos: ¿pue- la moneda de curso legal en nuestras transac-
den las provincias emitir algo que circule como ciones cotidianas, y que hace a la defensa del
moneda?; ¿cuándo hay cuasimoneda provin- valor de la moneda (15). Por cierto, es una cláu-
cial? Y más importante aún: ¿qué límites cons- sula constitucional de defensa del valor de la
titucionales les serían aplicables a fin de que no moneda que no siempre el legislador pareciera
se equiparen a moneda de curso legal, aunque tener presente (16).
podrían hipotéticamente ser consideradas mo-
neda en un sentido muy amplio del término? La prohibición del art. 126, CN, dirigida a las
provincias, vigente desde 1853, crea, entonces,
A fin de responder estas preguntas, tenemos una competencia exclusiva del gobierno fede-
que repasar algunos conceptos a la luz de los cá- ral (17). Dicha prohibición hallaría una com-
nones constitucionales, y reparar en la concre- plementariedad con los poderes delegados por
ta experiencia histórica en torno al tema de este ellas a favor de la Nación en los incisos del art.
trabajo. Los primeros comprenden generalida- 75, CN: se les vendría a vedar el ejercicio de
des sobre la moneda en el plano textual consti- aquellos poderes que delegaron en forma ex-
tucional, la prohibición dirigida a las provincias presa.
y generalidades sobre el endeudamiento en el
orden nacional y provincial (secciones II y III). Las razones para tal decisión del constituyen-
Luego, se visualizan la materia monetaria y del te de 1853 comprenderían diversas líneas de
endeudamiento a la luz de los poderes provin- fundamentación, entre ellas:
ciales (secciones IV y V). Finalmente, se reseña
la concreta experiencia en la esfera provincial Primero, el derecho comparado. La Cons-
(sección VI), para arribar a las conclusiones ge- titución estadounidense, ya desde 1787, con-
nerales y reflexiones finales (sección VII). Vea-
mos. (13) Art. 75, inc. 12, CN: [Corresponde al Congreso:]
“Dictar (...) especialmente leyes (...) sobre falsificación
II. Constitución Nacional y moneda. Prohi- de la moneda corriente...”.
bición dirigida a las provincias. Razones
(14) Art. 126, CN: “Las provincias no ejercen el poder
delegado a la Nación. No pueden (...) acuñar moneda;
La Constitución Nacional argentina, desde ni establecer bancos con facultad de emitir billetes, sin
1853, ha reglado en materia de moneda; así, en autorización del Congreso Federal; (...) ni dictar especial-
lo que hace al establecimiento y reglamenta- mente leyes sobre (...) falsificación de moneda...”.Como
ción de un banco federal con facultad de emitir explica GELLI, María Angélica, “Constitución de la Na-
moneda (11); en punto al sellado de moneda y ción Argentina”, ob. cit., t. II, p. 740, esa posibilidad de
“autorización” constituiría una excepción a la regla de
fijación de su valor y el de las extranjeras (12);
“competencias prohibidas a las provincias [que] son,
en relación con el dictado de leyes sobre falsi- pues, exclusivas del gobierno federal...”.
(15) Art. 75, inc. 12, CN: [Corresponde al Congreso:]
(11) Art. 75, inc. 6º, CN: [Corresponde al Congreso:] “Proveer lo conducente [a] la defensa del valor de la mo-
“Establecer y reglamentar un banco federal con facultad neda...”.
de emitir moneda, así como otros bancos nacionales”.
(16) Ver ley 26.739 (BO del 28/03/2012), art. 21, ya
(12) Art. 75, inc. 11, CN: [Corresponde al Congreso:] mencionado en nota al pie 9, supra.
“Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranje-
ras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas (17) GELLI, María Angélica, “Constitución de la Na-
para toda la Nación”. ción Argentina”, ob. cit., t. II, p. 740.

40 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

tiene una prohibición de similar tenor a la del nen aparecen dotadas de autonomía (21). En tal
art. 126, CN. En efecto, en esa Constitución ex- contexto, quien tome decisiones, en materia de
tranjera, el art. 1º, décima sección, apart. 1º, moneda, será uno solo: el gobierno federal (22).
establece: “Ningún Estado (...) acuñará mone-
da, emitirá papel moneda, legalizará cualquier Tercero, la soberanía. Como afirmara la Cor-
cosa que no sea la moneda de oro y plata como te Suprema argentina, con relación a una anti-
medio de pago de las deudas...” (18). Esta pro- gua ley de abandono de la convertibilidad de
hibición, dirigida solo a los Estados e inaplica- la moneda, “la facultad del Congreso para dic-
ble al Estado federal (19), se complementa con tar la mencionada ley se desprende (...) de los
los poderes conferidos, por los Estados, a favor atributos generales de soberanía y su constan-
del Congreso federal en materia monetaria en el te aplicación en las naciones civilizadas...” (23).
art. 1º, octava sección, aparts. 5º y 6º (v.gr., acu-
ñar monedas y determinar su valor sí como el res, 1987, t. I, ps. 354-355, que el concepto de “soberanía
de las extranjeras; legislar sobre falsificación de del Estado” comprende tanto la soberanía interna como
moneda corriente en los Estados Unidos). Tan- la calidad de independencia o soberanía externa. En el
to de esa prohibición que brinda aquella Cons- contexto internacional, interesará esta última, entiendo.
titución extranjera como de la del art. 126, CN, (21) En tal sentido, CS, 12/12/1927, “Linares, Da-
surgiría que el constituyente quiso que hubiera vid c. Provincia de Córdoba”, Fallos 150:112, esp. p. 142,
una sola moneda —ora en los Estados Unidos, donde se alude a la “vida autónoma” de las provincias.
ora en la Argentina—, y se reservaría, al gobier- 26/07/1929, “Frigorífico Armour de La Plata c. Provincia
no federal, el poder en esa materia, incluyendo de Buenos Aires”, Fallos 155:104, donde se alude a la “au-
tonomía de los Estados”. 28/09/1953, “Rodríguez Larreta
su emisión. Anchorena de Zuberbuhler, Josefina María y otros”, Fallos
226:727, donde se consagra “la facultad constitucional de
Segundo, resulta natural que haya un solo las provincias para darse sus propias instituciones y re-
decisor en materia de moneda para toda una girse por ellas”. 03/05/1965, “García, Raúl Héctor, y otros
Nación organizada en forma federal, soberana c. Provincia de Santa Fe”, Fallos 261:361, invocando “el
ante el concierto internacional. Debe tenerse resguardo de la autonomía provincial que garantizan los
arts. 104 y ss. de la Constitución Nacional...”. 09/08/1968,
en cuenta, en ese renglón, que en 1853 se san- “Marconetti SA Ltda. Petrolera y Minera Servicios Técni-
ciona la Constitución Nacional o Norma Fun- cos Atlas SA c. Provincia de Santa Cruz”, Fallos 271:186,
damental argentina y, a partir de entonces, la caso en el cual se afirma que “[l]a autonomía de los Esta-
República Argentina aparece como Nación do- dos cede ante la soberanía única de la Nación, amparada
tada de soberanía tanto en lo externo como en por la Constitución como principio fundamental de la
lo interno (20); y las provincias que la compo- unidad de la República, dentro del régimen federativo”.
(22) Ver, con provecho, CS, 12/09/1927, “Viduales, Án-
(18) “No State shall (...) coin money; emit bills of credit; gel c. Provincia de Jujuy”, Fallos 149:187, esp. p. 201, don-
make anything but gold and silver coin a tender in pay- de la Corte Suprema se detiene en el sellado y emisión
ment of debts...”. de unos papeles provinciales que el gobierno provincial
daba y recibía como moneda, lo cual “... trastorna el or-
(19) “Juilliard v. Greenman”, 110 US 421, 446 (1884): den económico, afectando la unidad y uniformidad del
“By the Constitution of the United States, the several States régimen monetario del país” y “vulnera, como queda di-
are prohibited from coining money, emitting bills of credit, cho, terminantes preceptos de la Constitución que con-
or making anything but gold and silver coin a tender in fieren al gobierno general todo lo relativo a esta materia,
payment of debts. But no intention can be inferred from y la excluyen de los poderes locales en términos de ex-
this to deny to Congress either of these powers (...). The Sta- plícita prohibición...”. Sobre la relevancia de este fallo, ver
tes are forbidden, but Congress is expressly authorized, to DALLA VIA, Alberto R., “El régimen constitucional de la
coin money. The States are prohibited from emitting bills moneda”, Lecciones y Ensayos, Nº 75, Ed. Universidad de
of credit; but Congress, which is neither expressly autho- Buenos Aires, Facultad de Derecho, Buenos Aires, 2000,
rized nor expressly forbidden to do so, has, as we have al- ps. 15-26, esp. p. 15, disponible en http://www.derecho.
ready seen, been held to have the power of emitting bills of uba.ar/publicaciones/lye/revistas/75/el-regimen-consti-
credit, and of making every provision for their circulation tucional-de-la-moneda.pdf (último acceso: 02/03/2022).
as currency, short of giving them the quality of legal tender
for private debts, even by those who have denied its autho- (23) CS, 11/07/1893, “Soldati c. Banco Muñoz”, Fallos
rity to give them this quality”. 52:413, esp. p. 431. Sobre la relevancia de este fallo, ver
DALLA VIA, Alberto R., “El régimen constitucional de
(20) Enseña LÓPEZ, Mario J., “Introducción a los estu- la moneda”, ob. cit., ps. 15-26, esp. p. 15, donde, asimis-
dios políticos”, 2ª ed. ampliada, Ed. Depalma, Buenos Ai- mo, recuerda a Jean Bodin como principal teórico de la

Suplemento Constitucional N.° 1 • 41


Organización federal y moneda en la Argentina

Esta jurisprudencia nos hace centrarnos en una opinión que, en nuestro país, sostendría tam-
tesitura que colocaría a la Nación —soberana bién Llambías (25).
internamente y, sobre todo, externamente— a
cargo de las decisiones en materia de mone- Cuarto, la tesis de la moneda como atributo
da. Esta postura sería vinculable a la clásica te- de soberanía de una Nación, inteligencia que
sis de Knapp sobre la moneda como producto habría sido receptada por la jurisprudencia de
estatal o como “creatura” del Estado. Esta tesis la Corte Suprema argentina (26). La tesis en
es adoptada por aquellos juristas y economistas cuestión vedaría que una provincia invoque la
que sostienen que moneda es solo aquella que soberanía del Estado para tomar decisiones en
el órgano estatal competente sanciona como tal, materia de moneda y pagos con efectos libe-
y tal sería su característica esencial. En esta con- ratorios (27). Sin embargo, y a sus efectos, te-
cepción, la moneda deviene una creatura estatal nemos que considerar, siquiera en el renglón
o una creatura jurídica, al decir de Knapp (24), semántico, que los bordes semánticos entre so-
beranía, por un lado, y autonomía, por el otro,
no habrían sido, históricamente, tan exactos. La
soberanía. Puede verse BODIN, Jean, en FRANKLIN, Ju- Corte Suprema, en reiteradas ocasiones, se ha
lian H. (ed.), “On Sovereignty”, Ed. Cambridge University
Press, Cambridge, 1992, esp. p. 78, disponible en https://
referido a la soberanía de las provincias (28); y
archive.org/details/onsovereigntyfou0000bodi/page/78/
mode/2up?q=money (último acceso: 02/03/2022): “En Estado sería equivalente a negar la prerrogativa moneta-
cuanto al derecho de acuñar moneda, es de la misma ria estatal” (“To permit the circulation of money that is not
naturaleza que la ley, y solo aquel que tiene el poder de created or at least authorized by the State would be tanta-
hacer la ley puede regular la acuñación (...). Por cierto, mount to a denial of the State’s monetary prerogative”).
luego de la ley misma, no hay nada de mayores conse-
cuencias que el título, valor y medida de las monedas (25) LLAMBÍAS, Jorge J., “Tratado de derecho civil”, 4ª
(...) y en todo Estado bien ordenado, es solo el príncipe ed., Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1994, t. II-A: “Clasi-
soberano el que tiene este poder” (la traducción es pro- ficación de las obligaciones”, ps. 167: “El dinero es la mo-
pia). Este temperamento se reitera, años después, en CS, neda autorizada por el Estado”.
26/10/2004, “Bustos, Alberto Roque y otros c. EN y otros (26) CS, 01/07/1889, “Adolfo Posse y Hno. c. Frugoni,
s/ amparo”, Fallos 327:4495, voto de la Dra. Highton de Parpaglioni y Cía.”, Fallos 36:177, esp. p. 181, fallo con-
Nolasco, consid. 12: “[C]ada Estado dicta sus leyes eco- forme al cual sería un “atributo de soberanía jamás des-
nómicas y monetarias, ya que la soberanía monetaria conocido y de constante aplicación por los gobiernos
comprende la facultad de regular legalmente la circula- de todos los países, sin distinción de forma...”. En igual
ción del dinero en todo su territorio, y, especialmente, la sentido, 05/03/1953, “Pacheco Santamarina de Bustillo,
de dictar disposiciones relativas a la obligatoriedad de la Susana Carlota c. Café Paulista”, Fallos 225:135, opinión
aceptación, a la exclusión de ciertos signos monetarios mayoritaria y voto del Dr. Tomás Casares. 26/10/2004,
y, especialmente, a la emisión y recogida del dinero del “Bustos, Alberto Roque y otros c. EN y otros s/ amparo”,
Estado. Así, la atribución de curso legal a las monedas o Fallos 327:4495, voto de la Dra. Elena I. Highton de No-
a los billetes y su valor constituye sin duda acto de sobe- lasco. 05/04/2005, “Galli, Hugo Gabriel y otro c. PEN - ley
ranía, y consecuentemente pertenece al derecho público 25.561 - decs. 1570/2001 y 214/2002 s/ amparo sobre ley
y entra en la esfera del orden público. Todo sistema mo- 25.561”, Fallos 328:690, voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni
netario se halla edificado sobre una unidad ideal y sobre y Ricardo L. Lorenzetti.
tipos monetarios coordinados en base a esa unidad. El
sistema monetario en sí mismo es una creación artificial (27) Conf. CS, 21/12/1925, “SA Ángel Braceras c. Pro-
del Estado, destinada a tener fuerza exclusivamente en su vincia de Santiago del Estero”, Fallos 145:341, esp. p. 315:
territorio; y de conformidad con el art. 75, inc. 11, de la “[E]l demandado no puede invocar la soberanía del Es-
CN en nuestro país corresponde al Congreso ‘Hacer se- tado y su carácter de poder administrador, para obligar
llar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras’”. al actor a recibir en pago de sus créditos fondos públicos
emitidos por la provincia, que carecen de fuerza cancela-
(24) KNAPP, Georg F., “The State Theory of Money”, Ed. toria, porque al celebrar los contratos que dieron origen
Macmillan, London, 1924; y con trad. de H. M. Lucas y a aquellos, procedió como persona jurídica y en tal con-
J. Bonar, Ed. Martino Publishing, Mansfield Centre (CT), cepto los derechos y obligaciones emergentes de los mis-
2013, p. 1: “La moneda es una creatura jurídica. Por ende, mos, se rigen por las leyes comunes de la Nación (arts. 41
una teoría de la moneda debe referirse a la historia del y 42 del Cód. Civil)”.
derecho” (“[m]oney is a creature of the law. A theory of
money must therefore deal with legal history”). Entre los (28) “Las provincias (...) conservan su soberanía abso-
juristas, ver también: MANN, Frederick A., “The Legal luta en todo lo relativo a los poderes no delegados a la
Aspect of Money”, 5ª ed., Ed. Clarendon Press, Oxford, Nación, como lo reconoce el artículo ciento cuatro”, conf.
1992, ps. 14-28, esp. ps. 14-15: “[p]ermitir la circulación CS, 31/07/1860, “Resogli, Luis c. Provincia de Corrientes”,
de moneda que no es creada o al menos autorizada por el Fallos 7:373. Ver, asimismo, 11/04/1874, “Avegno, José

42 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

a una soberanía absoluta provincial en punto a III. La Constitución Nacional y el endeuda-


los poderes no delegados a la Nación (29); tam- miento. Constituciones provinciales y endeu-
damiento. Poder concurrente. Razones
bién ha considerado los poderes de la soberanía
en tanto divididos entre el gobierno nacional y Los empréstitos y demás operaciones de cré-
dito, como medios para obtener recursos fi-
los gobiernos provinciales (30); por último, ha
nancieros, aparecen reglados en el art. 4º, CN.
reparado en la autonomía y soberanía de los Es- Tienen que ser decretados por el Congreso y,
tados provinciales (31). en punto a su finalidad fáctica, deben hallarse
destinados a “urgencias de la Nación” o “em-
Volveremos sobre ello en la sección IV. presas de utilidad nacional”. La correspondien-
te atribución del Congreso Nacional, delegada
por las provincias a favor de este, se halla en el
Leonardo c. Provincia de Buenos Aires”, Fallos 14:425,
donde se resuelve que una provincia, compareciendo
art. 75, inc. 4º, que establece que corresponde a
ante la Corte Suprema, no sufre “la más leve ofensa a la aquel “[c]ontraer empréstitos sobre el crédito de
dignidad y soberanía de la provincia demandada”. La “so- la Nación”. Como recordaremos, el crédito de la
beranía de las provincias” también aparece consagrada Nación puede comprometerse en operaciones
en CS, 08/10/1928, “Banco de la Nación Argentina soli- de crédito público (como ser el contrato de em-
cita el deslinde de la finca denominada Tartagal ubicada préstito), que se materializan en el respectivo
en el Departamento de Orán, Provincia de Salta”, Fallos
153:9. título, representativo de una deuda, del emisor
hacia el tenedor del título (32).
(29) CS, 05/09/1924, “SA Cía. Azucarera Tucumana
c. Provincia de Tucumán”; “SA Azucarera Concepción En forma paralela, las provincias pueden to-
c. Provincia de Tucumán”, Fallos 141:271, esp. p. 288.
06/10/1994, “Partido Justicialista de la Provincia de Santa
mar decisiones sobre su propio crédito, inte-
Fe c. Santa Fe, Provincia de s/ acción declarativa”, Fallos grante de su propio sistema financiero provincial
317:1195, esp. p. 283. 19/12/2006, “Díaz, Ruth Inés c. Bue- (art. 123, CN). Las razones para ello surgen del
nos Aires, Provincia de s/ acción declarativa de incons- célebre “Galleti”, de 1926, en el cual brilla el con-
titucionalidad (imposibilidad de la actora de ser nom- cepto de “autonomía económica” como uno de
brada camarista por el Senado de Buenos Aires)”, Fallos
329:5814.
los fundamentos para que una provincia pueda
emitir títulos de la deuda pública provincial, a
(30) CS, 20/09/1926, “Banco de Córdoba apelando los fines de captar fondos y, al mismo tiempo,
una resolución de la Caja de Jubilaciones y Pensiones endeudarse:
de Empleados Bancarios”, Fallos 147:239, esp. p. 249:
“[D]e acuerdo con el sistema político adoptado por nues-
tra Constitución, los poderes de la soberanía se encuen- “[E]stá fuera de toda controversia el dere-
tran divididos entre el gobierno nacional y los gobier- cho de las provincias para procurar y mante-
nos provinciales: los del primero revisten la calidad de ner su desenvolvimiento autónomo en todos
supremos y absolutos, y se aplican en todo el territorio los órdenes de la actividad, comprendida entre
de la República, es decir, aun dentro del perteneciente a estos en primer término la autonomía económi-
las propias provincias; los de los segundos, presentan los
mismos caracteres, pero únicamente pueden ser ejerci-
ca, mediante el libre ejercicio de sus facultades
tados dentro de los límites territoriales de la provincia. institucionales, de sus múltiples resortes de ad-
Los poderes del gobierno general y los de los Estados, ministración y de sus medios de acción sobe-
aunque coexisten y son ejercidos dentro de los mismos rana e independiente, propendiendo con sus
límites territoriales, actúan separada e independiente- recursos propios al desarrollo de su progreso
mente los unos de los otros, dentro de sus respectivas
esferas (Cooley, ‘Constitutional Limitations’, 7ª ed., p. 4,
moral y material (...); y en este orden de ideas
texto y nota 2)”. no es objetable el derecho de las provincias de
levantar fondos para el uso del crédito, con fines
(31) CS, 12/05/1922, “Jensen, Carlos c. Provincia de de adelanto y bienestar común, por adecuados
Mendoza”, Fallos 136:200, esp. p. 204: “[L]a autonomía de
los Estados provinciales no se halla comprometida por el
hecho de que ellos mismos incorporen a su legislación (32) Remito a SACRISTÁN, Estela B., “Naturaleza con-
disposiciones de las leyes nacionales, es decir, las con- tractual del empréstito público”, ED 239-745/762, esp. p.
viertan en leyes locales a los efectos de su régimen inter- 747, disponible en https://www.estelasacristan.com.ar/
no, toda vez que ese mismo acto importa el ejercicio de la publicaciones/Naturaleza%20contractual%20del%20em-
soberanía provincial”. prestito%20publico.pdf (último acceso: 13/02/2022).

Suplemento Constitucional N.° 1 • 43


Organización federal y moneda en la Argentina

procedimientos, como es el de la emisión de tí- las provincias argentinas, guarda cierto parale-
tulos en determinadas condiciones de orden le- lo: la emisión local o el tolerar cierta moneda ex-
gal y económico...” (33). tranjera como circulante precedió al momento
en que se estableciera un orden a nivel nacio-
Volveremos sobre ello en la sección V. nal con adopción de una única moneda. Si bien
las particularidades difieren —y excedería los lí-
IV. La moneda en las Constituciones provin- mites del presente detallarlas—, tengamos sim-
ciales plemente en cuenta antiguos fallos de la Corte
Suprema argentina que versaron sobre casos en
No obstante la aparentemente amplia pro-
torno a las diversas monedas, generalmente ex-
hibición del art. 126, CN, algunas de las Cons-
tranjeras, que se empleaban en las provincias
tituciones provinciales argentinas incluyen
para poder llevar a cabo transacciones.
artículos que reglan en materia de moneda, en
ocasiones estableciendo limitaciones. Recuérdese el fallo de la Corte Suprema en
“Caffarena” (36). En este caso, José Caffarena
Así, por ejemplo, en la Constitución del Cha-
accionaba contra el Banco Argentino de la ciu-
co, en materia de moneda de curso legal:
dad de Rosario exigiendo el pago, en oro —mo-
“Responsabilidad del Estado (...). La ley no po- neda fuerte—, de las notas que presentaba ante
drá disponer quitas, esperas, remisión o pagos el banco. Cada nota, de cincuenta pesos cada
que no fueren con moneda de curso legal, de una, ostentaba la leyenda “El Banco Argentino
deudas por daños a la vida, la salud o la moral pagará a la vista cincuenta pesos plata bolivia-
de las personas, indemnizaciones por expropia- na o su equivalente en moneda de ley”. El ac-
ción y remuneraciones de sus agentes y funcio- tor pretendía el pago, en oro o moneda fuerte,
narios” (34). de sus mil pesos en veinte notas de cincuen-
ta pesos cada una, al tipo de cambio de 21 pe-
Más asertiva es la Constitución de Tierra del sos bolivianos por onza, fundando su derecho
Fuego, que establece la siguiente prohibición en la ley provincial promulgada el 30/08/1868,
respecto del empleo del crédito público provin- cuyo art. 1º fijaba esa equivalencia, ordenando,
cial a los fines de emitir títulos con aspiración de por su art. 2º, “que los bancos de emisión de la
ser empleados como moneda: provincia pagarán sus billetes en moneda fuer-
te [oro] después de 30 días de la promulgación
“Prohibición de emisión de bonos en reempla- de la ley”. El Banco Argentino desoyó la orden de
zo de la moneda: Queda prohibido en la provin- pagar en oro o moneda fuerte establecida en la
cia la creación de bonos y otros títulos públicos ley provincial —se había obligado en otra mo-
o privados que tengan como objeto el reempla- neda— y consignó en plata boliviana, alegando
zo de la moneda de curso legal” (35). la inconstitucionalidad de la ley provincial debi-
do a que solo la Nación podía legislar en materia
La historia de las monedas estaduales, tanto de moneda. El juez de sección (37) rechazó la
en los Estados de los Estados Unidos como en demanda del actor, con fundamentos en la inal-
terabilidad de los contratos frente a los actos le-
(33) CS, 20/12/1926, “Galleti, Aquiles c. Provincia de gislativos: la ley provincial, al ordenar pagar en
San Juan por devolución de dinero”, Fallos 148:65, esp. p. moneda fuerte, alteraba la ley anterior que ha-
79. bía aprobado los estatutos del banco y alteraba
(34) Art. 76, párr. 3º, Const. Chaco, disponible en http:// la opción, establecida previamente a favor del
www.saij.gob.ar/0-local-chaco-constitucion-provincia- banco, para optar entre pagar a boliviano o en
chaco-1957-1994-to-lph0000000-1994-10-27/123456789- moneda fuerte u oro.
0abc-defg-000-0000hvorpyel (último acceso: 14/02/2022).
(35) Art. 71, Const. Tierra del Fuego, disponible en (36) CS, 21/09/1871, “Caffarena, José c. Banco Argenti-
http://www.saij.gob.ar/0-local-tierra-fuego-constitu- no del Rosario de Santa Fe”, Fallos 10:427.
cion-provincia-tierra-fuego-antartida-islas-atlantico-
sur-lpv0000624-1991-05-17/123456789-0abc-defg- (37) Sentencia del juez de sección del 06/12/1870, pu-
426-0000vvorpyel (último acceso: 14/02/2022). blicada en Fallos 10:430-433.

44 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

La Corte Suprema revocó la sentencia anterior La Corte Suprema confirmó, por sus funda-
que había rechazado la demanda y declaró que mentos, la sentencia anterior, que había hecho
el banco estaba obligado a convertir los billetes lugar a la demanda del actor sobre la base de
presentados por el actor en la forma fijada en la que esas monedas bolivianas no eran acepta-
ley provincial. Para así decidir, el Alto Tribunal das generalmente ni tenían un valor uniforme
consideró, entre otros aspectos, que la mone- ni integraban el género “plata boliviana”. Es de
da de plata boliviana no era, según la ley pro- interés destacar que en dicha sentencia se di-
vincial del 21/10/1863, moneda de curso legal, ferencian, claramente, obligaciones dinera-
y la competencia federal en materia de fijación rias y obligaciones de dar cantidades de cosas:
del valor de las monedas extranjeras cede cuan- “[L]a obligación contenida en los billetes de Ca-
do se está ante una simple moneda tolerada; la sas, Raffo y Cía. es de entregar plata boliviana o
Constitución no prohíbe las leyes retroactivas, su equivalente en moneda de ley (...). La plata
y la emisión de los billetes del caso (para pagar boliviana (...) [si bien] no de curso legal en la Re-
en plata boliviana o moneda de ley) es contra- pública, es consentida por los usos del comercio
ria a los estatutos del banco aprobados por ley y tiene un valor estable, reuniendo así uno de los
del 16/08/1865, pues ellos autorizan al banco a principales requisitos de la moneda, porque de
emitir billetes pagaderos en moneda boliviana o otro modo, la obligación sería de entregar canti-
billetes pagaderos en moneda fuerte, y no bille- dades de cosas, contra la estipulación contenida
tes pagaderos en una u otra moneda, a elección en los referidos billetes...” (41).
del deudor; subsidiariamente, consideró que no
hay derechos irrevocablemente adquiridos con- De otra parte, y compensando las amplias fa-
tra una ley de orden público, y que las leyes que cultades provinciales, en “Díaz y Lojo” se com-
reglan la circulación monetaria son de orden pele —en el marco de un caso en el cual el
público; por último, afirmó que la regla que nie- recaudo de actualidad del gravamen o agravio
ga retroactividad a las leyes no es de rango cons- es casi imperceptible— al Telégrafo del Estado
titucional. En síntesis, entendió el Alto Tribunal de la Provincia de Buenos Aires a recibir chirolas
que las leyes sobre circulación monetaria son de chilenas (42).
orden público y la cláusula alternativa invocada
por el banco demandado era ilegítima por re- De esta muestra jurisprudencial se infiere, en-
sultar contraria al estatuto de la entidad, que no tre otros extremos, la ausencia de uniformidad
habilitaba al deudor para optar (38). en el circulante en las provincias en la época
y, sobre todo, la verdadera necesidad de con-
También puede tenerse presente “Banco de tar con un medio de cambio. La doctrina seña-
Mendoza c. Banco La Unión, de Casas, Raffo y la que, hacia 1852, había moneda corriente en
Cía.” (39), en el cual el banco actor pretendía Buenos Aires, pero gran cantidad de plata bo-
la conversión de una cantidad de bolivianos. El liviana en el interior y algo de plata cordobesa;
banco demandado emitía billetes de pesos pa-
gables al portador en plata boliviana o su equi- berto, “El dinero de curso legal. Antecedentes históricos.
valente en moneda de ley, y, al momento de la La experiencia de la suspensión de la convertibilidad en
conversión, quiso entregar, al gerente del Banco la Argentina del siglo XIX”, LA LEY 2005-C, 907-916, esp.
de Mendoza, una parte del importe en melgare- p. 908. Una ley del 12/10/1875, en nuestro país, declaró,
jos (40). El gerente los rechazó por no tener cur- como moneda boliviana de curso legal, los pesos de 400
so legal. y de 500 gramos, quedando expresamente desmoneti-
zados los cuatro y los melgarejos, conf. CS, 30/11/1876,
“Banco de Londres y Río de la Plata c. José García Gonzá-
(38) CS, 21/09/1871, “Caffarena, José c. Banco Argen- lez por cobro de pesos”, Fallos 18:294, esp. p. 296.
tino del Rosario de Santa Fe”, Fallos 10:427, esp. p. 437.
(41) CS, 11/03/1873, “Banco de Mendoza c. Banco La
(39) CS, 11/03/1873, “Banco de Mendoza c. Banco La Unión, de Casas, Raffo y Cía. s/ entrega de una cantidad
Unión, de Casas, Raffo y Cía. s/ entrega de una cantidad de dinero”, Fallos 13:132, esp. p. 135.
de dinero”, Fallos 13:132.
(42) CS, 02/08/1877, “Díaz y Lojo c. Raymundo Fer-
(40) Se trata de una moneda depreciada, de Bolivia, nández Cueva, Jefe del Telégrafo del Estado s/ recibos
que el coronel Melgarejo hacía circular so pena de fusila- de monedas de curso legal e indemnización de daños y
miento; ampliar, con provecho, en CORTÉS CONDE, Ro- perjuicios”, Fallos 19:198, esp. ps. 200 y 202.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 45


Organización federal y moneda en la Argentina

onzas de oro en Entre Ríos y Corrientes; etcéte- hibiéndose á las provincias que lo hagan (Cons-
ra (43). titución Nacional, arts. 67, inc. 10, y 108)” (46).

A todo evento, ya hacia fines del siglo XIX y co- V. El endeudamiento y las Constituciones
mienzos del siglo XX, la Corte Suprema argenti- provinciales
na dejó claramente sentadas dos cuestiones:
Las Constituciones provinciales contemplan,
Primero, que las provincias no pueden obligar entre las atribuciones de sus órganos compe-
al acreedor a aceptar en pago algo que no sea tentes, el poder hacer uso del crédito públi-
moneda nacional convenida: co, en ocasiones ante circunstancias similares
a las consagradas en la Constitución Nacional,
“[E]l acreedor tiene igualmente el derecho art. 4º. Por ende, las provincias tienen compe-
incontestable de exigir el pago el día del venci- tencia para endeudarse, en especial mediante
miento de la obligación (...) y de que ella le sea un contrato de empréstito (47). Tal pacífica in-
satisfecha en la moneda nacional convenida, o terpretación se ejemplifica con “Galleti” (48),
en otra también nacional...” (44). en cuanto —como vimos en la sección III y me
permito reiterar— “... no es objetable el derecho
Segundo, que, bajo la Constitución Nacional, de las provincias de levantar fondos para el uso
es solo el Congreso de la Nación quien tiene las del crédito, con fines de adelanto y bienestar co-
facultades sobre moneda y billetes de banco, fa- mún, por adecuados procedimientos, como es
cultades cuyo ejercicio se halla vedado a las pro- el de la emisión de títulos en determinadas con-
vincias. Ello, al afirmar: diciones de orden legal y económico...”.

“[E]l ejercicio, por el gobierno de San Juan, Suele incluirse una mayoría especial respecto
de las facultades que sobre moneda y billetes de la ley creadora del empréstito; así, por ejem-
de banco están expresamente atribuidas en la plo, en el caso de la Constitución de la Provincia
Constitución al honorable Congreso de la Na- de Buenos Aires:
ción (art. 61, incs. 5º y 10), y vedadas en forma
igualmente expresa a las provincias por el art. “No podrá autorizarse empréstito alguno so-
108 de la misma Carta Fundamental y por las le- bre el crédito general de la provincia, ni emisión
de fondos públicos, sino por ley sancionada por
yes nacionales dictadas en consonancia de los
dos tercios de votos de los miembros presentes
preceptos constitucionales recordados...” (45).
de cada Cámara” (49).
En suma, como enseña la Corte Suprema, si
la ley local impone al acreedor la aceptación de (46) CS, 03/12/1898, “Candioti, Iriondo c. Provincia de
fondos públicos creados por la provincia, se vio- Entre Ríos”, Fallos 76:351, esp. p. 364.
lan “las disposiciones expresas de la Constitu- (47) Pueden verse casos de títulos provinciales como
ción Nacional que dan al Congreso la facultad CS, 16/05/1923, “Asociación Bancaria Rotterdamsche
exclusiva de legislar en materia de moneda, pro- Bankvereeniging”, Fallos 138:37; 08/10/1923, “Baron, Wil-
fred c. Provincia de Tucumán”, Fallos 139:48; 28/08/1925,
“Benvenuto y Cía. c. Provincia de Mendoza”, Fallos
(43) “El Banco de la Nación Argentina en su cincuen- 144:234; 08/11/1925, “Palomeque, Rafael A. c. Provincia
tenario: MCCMXCI-MCMXLI”, s/f, Ed. Guillermo Kraft, de Santa Fe”, Fallos 145:78; 10/05/2005, “Silvestri, Juan
Buenos Aires, 1941, p. 109. Carlos c. Estado Nacional y otro (Provincia de Tucu-
mán) s/ acción de inconstitucionalidad”, Fallos 328:1464;
(44) CS, 09/10/1894, “Otero, Emilio c. Provincia de 11/10/2005, “AFJP Prorenta SA y otros s/ inhibitoria en
Córdoba por cobro ejecutivo de pesos s/ excepción de los autos: ‘Provincia de Misiones c. ABN Amro Bank y
nulidad e inhabilidad de título y de pago”, Fallos 57:337, otros s/ acción declarativa’”, Fallos 328:3671, entre otros.
esp. p. 339. En igual sentido, 15/02/1939, “Manufactura
de Tabacos Falcón Calvo SA y Cía. C. Provincia de Santia- (48) CS, 20/12/1926, “Galleti, Aquiles c. Provincia de
go del Estero”, Fallos 183:87 (publicación bajo forma de San Juan por devolución de dinero”, Fallos 148:65, esp. p.
sumario). 79.
(45) CS, 20/12/1926, “Galleti, Aquiles c. Provincia de (49) Art. 47, Const. Bs. As., disponible en http://
San Juan por devolución de dinero”, Fallos 148:65, esp. p. www.infoleg.gob.ar/?page_id=173 (último acceso:
78. 14/02/2021).

46 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

En ocasiones —como ya se avizorara en la y 1876; 1883 y 1885; 1899 y 1914; y entre 1927 y
sección precedente—, se detecta la clara prohi- 1929— o a dólar estadounidense —entre 1991 y
bición de creación de títulos públicos o priva- 2001—.
dos con la finalidad de que sean utilizados como
moneda (50). Se ha tratado, sin duda, de una larga historia,
iterativa, donde la aspiración a que la moneda
Por último, se advierte una elíptica atribu- argentina sea fuerte en sí misma (por estar todo
ción, al gobierno provincial, de competencia el circulante respaldado por oro o por una divi-
para la emisión de títulos provinciales para pa- sa extranjera alojados en arcas estatales) habría
gar deudas provinciales sujeta a una obligación, enfrentado a diversos factores en los que la ba-
de la provincia, de tener que recibirlos, inexcu- lanza de pagos jugaría un rol relevante (54).
sablemente, cuando los tenedores de esos títu-
los, luego de haberlos recibido por parte de la Las mentadas cuatro oleadas de emisión de
provincia en pago, se los entreguen para pagar cuasimonedas provinciales habrían compren-
deudas. Se trataría de una indirecta atribución dido (55):
de competencia para emitir, con circularidad
predeterminada, tal vez enderezada a mantener Primero, un período que corre aproximada-
la anomalía dentro de los confines subjetivos mente entre 1891 y 1933, que involucra, de tanto
provinciales. Tal el caso de la Constitución de la en tanto, la emisión de cuasimonedas por par-
Provincia de Tucumán, que establece: te de diversas provincias argentinas (Corrientes:
“La provincia no podrá negarse a recibir en 1891; Jujuy: 1903, 1905, 1928 y 1932; Mendoza:
pago de sus créditos, los títulos con los que ella 1892 y 1908; Salta: 1891, 1916, 1921, 1927, 1932
pague sus deudas” (51). y 1933; San Juan: 1894, 1896, 1899, 1909 y 1923;
Santa Fe: 1890; Santiago del Estero: 1891; Tucu-
Volveremos sobre ello a continuación, en la mán: 1900, 1915 y 1917).
sección VI.
(54) Se ha puntualizado que la avaluación de la mone-
VI. La experiencia histórica en las provin- da local desfavorece a los exportadores y, por ende, a los
cias productores locales; conf. RAPOPORT, Mario, “Historia
económica, política y social de la Argentina”, Ed. Ariel,
Especializada doctrina (52) se ha referido a Buenos Aires, 2006, p. 89; OLARRA JIMÉNEZ, Rafael
“Evolución monetaria argentina”, Ed. Eudeba, Buenos
cuatro “oleadas” de emisión de títulos de la deu- Aires, 1968, p. 57; FORD, Alec G., “The Gold Standard
da pública provincial a ser utilizados “como si 1880-1914. Britain and Argentina”, Ed. Clarendon Press,
fueran moneda” en la Argentina. Se trata, sin Oxford, 1962, ps. 94-95; WILLIAMS, John H., “Argenti-
duda, de una práctica de antigua data (53). ne International Trade under Inconvertible Paper”, Ed.
Humphrey Milford — Oxford University Press — Harvard
Esas cuatro oleadas pueden relacionarse, cro- University Press, London — Cambridge, 1920, p. 159.
También se ha aseverado que la mayor valorización del
nológicamente, con los períodos, posteriores a papel contra el metal (o, en su caso, contra la divisa ex-
la sanción de la Constitución Nacional argen- tranjera fijada a los fines de la conversión, diríamos hoy)
tina, en que la moneda argentina fue converti- hace que los deudores se perjudiquen con la mayor valo-
ble a oro —los períodos que corren entre 1867 rización del papel contra el metal (o la divisa extranjera,
diríamos hoy), conf. ALEMANN, Roberto, “Breve historia
de la política económica argentina”, Ed. Claridad, Buenos
(50) Ver nota al pie 30. Aires, 1989, p. 153; BERDOU, Ernesto P., “El peso argenti-
(51) Art. 16, Const. Tucumán, disponible en http:// no. Su valor interno desde la creación del Banco Central”,
www.saij.gob.ar/0-local-tucuman-constitucion-provin- Ed. Raigal, Buenos Aires, 1955, p. 27.
cia-tucuman-lpt0000000-2006-06-06/123456789-0abc- (55) En la reseña de estos períodos, se sigue de cerca la
defg-000-0000tvorpyel (último acceso: 14/02/2022). completa y documentada investigación de THÉRET, Bru-
(52) THÉRET, Bruno, “Monetary Federalism...”, ob. cit., no, “Monetary Federalism...”, ob. cit., ps. 84-113, esp. p.
ps. 84-113, esp. ps. 94-102. 94. Allí pueden verse también las imágenes de los títulos
respectivos, con sus diferentes denominaciones (“título
(53) GELLI, María Angélica, “Constitución de la Na- de crédito interno...”, en p. 95; “bono de cancelación de
ción Argentina”, ob. cit., t. II, p. 204. deuda...”, en p. 96; entre otros).

Suplemento Constitucional N.° 1 • 47


Organización federal y moneda en la Argentina

Segundo, un período que corre aproximada- de el punto de vista de la emisión de cuasimo-


mente entre 1984 y 1991, con cuatro provincias nedas, entre 2002 y 2003 (58). Excede los límites
emitiendo cuasimoneda (Salta: 1984; La Rioja y del presente mencionar aquellos municipios
Tucumán: 1985; Jujuy: 1986), aunque también que habrían emitido cuasimoneda “municipal”
se habría considerado a Catamarca (56). Esta en las diversas oleadas.
segunda “ola” coincide con el Plan Austral, de
1985. Solo la emisión salteña fue anterior a di- Esta experiencia parecería poner en eviden-
cho Plan, por lo que se la denominó en “pesos cia un estado de cosas de hecho o de facto que
argentinos” y las piezas luego tuvieron que ser habría hecho caso omiso de la clara prohibición
selladas para que circularan como “australes”. A establecida en la Constitución Nacional. Un es-
todo evento, estas emisiones se produjeron en tado de cosas que a veces fue enderezado por
épocas de marcada inflación, con lo que pode- el legislador provincial (59). Pero que, en otras
mos imaginar las dificultades en mantener su ocasiones, devino una situación de hecho que,
convertibilidad a la par con el “austral”. incluso, provocó una suerte de “federalización”
del sistema, si se me permite la expresión, pues
Tercero, y con posterioridad a la sanción de la habría conducido, eventualmente, a una suerte
ley 23.928 de Convertibilidad, de marzo de 1991, de aceptación de la imperiosa necesidad de po-
y antes de la crisis del verano 2001-2002, tam- ner en circulación títulos, por parte del gobier-
bién hubo emisiones en once provincias (Cór- no federal, como “moneda interprovincial”: las
doba: 1995; Tucumán: continuación de emisión “lecop”. Estas fueron transferidas a las provin-
anterior; Jujuy: con suspensión entre 1992 y cias y retransferidas a las municipalidades, y se
1995; La Rioja: con suspensión entre 1997 y las consideró de curso legal para el pago de im-
2001; Catamarca: 1993; Formosa, Mendoza, puestos federales.
Río Negro y San Juan: 1995; Misiones: 1996; Co-
Finalmente, la ley 25.561 de Emergencia (60),
rrientes: 1999). Podemos considerar, para 1995,
art. 12, preanunció qué pasaría con los “sustitu-
la crisis mexicana de diciembre de 1994 que
tos de la moneda nacional” (61). Dicho artículo
produjo, al año siguiente, el denominado “efec-
estableció:
to Tequila” (57).

Cuarto, las emisiones de la cuarta oleada, la (58) THÉRET, Bruno, “Monetary Federalism...”, ob. cit.,
cual incorpora al sistema entonces vigente a ps. 84-113, esp. p. 100.
cuatro provincias más (Buenos Aires, Chaco y (59) Ver CASSAGNE, Juan C., “La seguridad jurídica en
Entre Ríos, en 2001; San Luis, en 2002), totali- las provincias”, en Fragmentos de derecho administrativo.
zándose, considerando la tercera y cuarta olas, Entre la justicia, la economía y la política, Ed. Hammu-
rabi, Buenos Aires, 2003, ps. 213-216, esp. p. 216, don-
a quince provincias argentinas. Algunos autores de acusa el agravio a la seguridad jurídica que un bono
sugieren agregar también a dos provincias más provincial hubiera provocado en tanto equiparado a la
(Chubut y Tierra del Fuego: 2003), lo que habría moneda nacional. Allí nos ilustra sobre el veto del gober-
brindado un total de 17 provincias activas, des- nador de la provincia de Buenos Aires a fin de impedir la
vigencia de la ley provincial que apuntaba a que las em-
presas de servicios públicos y otras empresas de interés
(56) Ver THÉRET, Bruno, “Monetary Federalism...”, público o de prestación masiva se hallaran obligadas a
ob. cit., ps. 84-113, esp. p. 95, y su cita de WORLD BANK, recibir pagos en “patacones”.
“Argentina. Provincial Government Finance Study, Latin
America and the Caribbean Region. Country Department (60) Ley 25.561 (BO del 07/01/2002) de Emergencia
IV”, reporte 8176-AR, Ed. World Bank, Washington DC, Pública y Reforma del Régimen Cambiario. Ver, asimis-
1990, vol. I, p. 77, disponible en https://documents.worl- mo, ley 25.562 (BO del 08/02/2002), cuyo art. 6º nos re-
dbank.org/en/publication/documents-reports/documen- cordaba que era el Banco Central de la República Argen-
tdetail/656641468221414418/main-report (último acce- tina quien tenía competencia para “emitir billetes y mo-
so: 14/02/2022). neda conforme a la delegación de facultades realizadas
por el Honorable Congreso de la Nación”.
(57) Ver, sobre estas emisiones provinciales, CS,
23/12/2004, “López, Mario A. c. Corrientes, Provincia de (61) Ampliar, con provecho, en MURATORIO, Jorge I.,
y otros (Estado Nacional entre otros) s/ acción de ampa- “El rescate de los títulos públicos provinciales asimila-
ro”, Fallos 327:5997; 23/05/2006, “Embotelladora del At- bles a la moneda”, RDA 2003-467/471, Ed. LexisNexis —
lántico SA (EDASA) c. Mendoza, Provincia de s/ acción Depalma, Buenos Aires; y en MERTEHIKIAN, Eduardo,
declarativa”, Fallos 329:1853 (caso declarado abstracto). “La emergencia y la emisión de las cuasimonedas por las

48 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Estela B. Sacristán

“Dentro del plazo y en la forma que oportu- fue derogado por ley 26.739 (65). Ello, maguer
namente establezca la reglamentación, el Po- el art. 75, inc. 19, CN, sobre la atribución (y de-
der Ejecutivo Nacional dispondrá los recaudos ber) (66) del Congreso de la Nación de velar por
necesarios para proceder al canje de los títulos el valor de la moneda.
nacionales y provinciales que hubiesen sido
emitidos como sustitutos de la moneda nacio- VII. Reflexiones finales
nal de curso legal en todo el territorio del país,
previo acuerdo con todas las jurisdicciones pro- La jurisprudencia de la Corte Suprema dife-
vinciales”. rencia claramente entre moneda de curso legal
y títulos de la deuda pública provincial emitidos
De tal modo, las cuasimonedas provinciales para que sean utilizados como si fueran mone-
(así como la mencionada cuasimoneda federal, da. Estos últimos se caracterizan por resultar
“lecop”) quedaron comprendidas en un progra- inhábiles para ser impuestos forzosamente a
ma de unificación monetaria, tal que, nueva- efectos de cancelar obligaciones (67); carecer
mente, haya una sola moneda en circulación en de fuerza cancelatoria (68); carecer de las cua-
todo el país (62). Al mismo tiempo, entre fines lidades de la moneda de curso legal, v.gr., fuer-
de diciembre de 2001 y fines del 2003, en el mar- za liberatoria y aceptación irrestricta en todo el
co de la crisis general del país, la base monetaria ámbito del Estado (69); y resultar inconstitucio-
total (todo el circulante del país que se emite) nales (70). Además, no pueden emplearse para
aumentó de 11.982 millones de pesos a 46.391 el pago de la tasa de justicia en el orden nacio-
millones de pesos (63). Por último, en 2012, el nal (71). Específicamente, y como afirmara la
antiguo art. 4º de la Ley de Convertibilidad de
1991, que obligaba a contar con un respaldo en títulos públicos nacionales o extranjeros pagaderos en
del 100% de la base monetaria del país (64), oro, metales preciosos, dólares estadounidenses u otras
divisas de similar solvencia, su cómputo a los fines de
esta ley se efectuará a valores de mercado”.
provincias”, Revista Argentina del Régimen de la Admi-
nistración Pública, Nº 303, Ed. RAP, Buenos Aires, 2003, (65) Art. 21, ley 26.739 (BO del 28/03/2012), modifica-
ps. 83-87, disponible en http://eduardomertehikian.com/ toria de la Carta Orgánica del Banco Central de la Repú-
media_/49.pdf (último acceso: 05/03/2022), citado tam- blica Argentina.
bién en GELLI, María Angélica, “Constitución de la Na-
ción Argentina”, ob. cit., t. II, p. 204. (66) Conf. LOIANNO, Adelina, “La nueva cláusula del
progreso”, en SABSAY, Daniel A. (dir.), Constitución de la
(62) Conf. JEFATURA DE GABINETE DE MINISTROS, Nación Argentina, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2010, t.
“Memoria detallada del estado de la Nación. Año 2003”, 3, ps. 567-583, esp. p. 568.
01/03/2004, disponible en http://seguridadinformatica.
sgp.gob.ar/archivos/MemoriaDetallada/memoria_detal- (67) CS, 09/10/1894, “Otero, Emilio c. Provincia de
lada2003.pdf (último acceso: 14/02/2022), p. 68, donde se Córdoba por cobro ejecutivo de pesos s/ excepción de
lee: “2. Logros”, y p. 72, donde se lee: “2.3. Hacienda (...). nulidad e inhabilidad de título y de pago”, Fallos 57:337,
f ) Puesta en marcha y culminación del Programa de Uni- esp. p. 339.
ficación Monetaria y de otras acciones que complemen- (68) CS, 21/12/1925, “SA Ángel Braceras c. Provincia
taron dicho Programa, que permitió sacar de circulación de Santiago del Estero”, Fallos 145:341, esp. p. 315.
las lecop y todas las cuasimonedas provinciales, volvien-
do a recuperar el Banco Central su carácter monopólico, (69) CS, 08/09/2003, “Núñez, Carlos Alberto s/ su de-
de autoridad monetaria y la Argentina un signo monetar- nuncia - circulación de moneda falsa en su perjuicio”, Fa-
io único, el peso, en todo el territorio nacional”. llos 326:3415, conf. dictamen de la Procuración General
de la Nación al que remitió la Corte Suprema.
(63) Se consulta, con base en lapsos entre fechas, en
BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, (70) CS, 09/10/1894, “Otero, Emilio c. Provincia de
“Publicaciones. Estadísticas”, s/f, disponible en http:// Córdoba por cobro ejecutivo de pesos s/ excepción de
www.bcra.gov.ar/PublicacionesEstadisticas/Principales_ nulidad e inhabilidad de título y de pago”, Fallos 57:337,
variables_datos.asp (último acceso: 14/02/2022). esp. ps. 339-340. 20/12/1926, “Galleti, Aquiles c. Provin-
cia de San Juan por devolución de dinero”, Fallos 148:65,
(64) Art. 4º, ley 23.928 (BO del 28/03/1991): “En todo esp. p. 78. 12/09/1927, “Viñuales, Ángel c. Provincia de
momento, las reservas de libre disponibilidad del Banco Jujuy”, Fallos 149:187, esp. p. 201.
Central de la República Argentina en oro y divisas ex-
tranjeras serán equivalentes a por lo menos el ciento por (71) CS, 18/12/2002, “Durrieu Vidal y Cía. Soc. de Res-
ciento (100%) de la base monetaria. Cuando las reservas ponsabilidad Ltda. c. Buenos Aires, Pcia. de s/ indemn.
se inviertan en depósitos, otras operaciones a interés, o por daños y perjuicios”, Fallos 325:3532.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 49


Organización federal y moneda en la Argentina

Corte Suprema en torno a las “lecop”, estas no Empero, también tienen que considerarse,
son moneda de curso legal; revisten caracterís- respecto de esas emisiones de cuasimoneda
ticas que las diferencian del dinero, aun enten- provincial, más allá de la clara prohibición cons-
dido este en el más amplio sentido; y, además, titucional, y de cara a la función nuclear de la
las operaciones con ellas no constituyen opera- moneda (v.gr., ser medio de cambio), sus efectos
ciones monetarias representativas de entrega o en el renglón de: la seguridad jurídica (paridad
recepción de dinero, por lo que no se gravan con desconocida; devaluación ante el peso; poder
el impuesto de sellos (72). de compra disminuido); el mercado (fragmen-
tación; creación de circuitos intraprovinciales
Distintos argumentos se pueden tener en público-privado-públicos con cuasimoneda do-
mente al encarar la experiencia provincial ar- tada de fines especiales); la política monetaria
gentina de emisión de títulos de la deuda públi- (debilidad o ausencia de back-up; emisión des-
ca provincial destinados a ser utilizados como medida con posible efecto inflacionario local);
moneda: en el plano constitucional provincial, la esfera de control de riesgos (cuasimoneda
preexistencia de una ley formal provincial ha- enderezada a ser utilizada por una cierta co-
bilitante de esa emisión; necesidad de hacer munidad que no incidiría en la situación que la
frente al pago de proveedores o remunerar a originara); y, por encima de todo —entiendo—,
empleados públicos; ausencia de incentivos y sus efectos en el plano humano (imposición
penalidades ante indisciplinas presupuestarias sectorial con riesgo de institucionalización; cir-
locales; anuencia por parte del gobierno fede- culación con aceptabilidad social reducida; in-
ral; distancia cronológica respecto de la juris- merecido elevado descuento; multiplicación de
prudencia que en el primer tercio del siglo XX la desconfianza).
detectara la tacha constitucional; cierto pater-
nalismo cortoplacista local complacido ante Todo ello me conduce a concluir en que la
su “creación” de “dinero” para sus comprovin- prohibición constitucional del art. 126 goza de
cianos. Todo ello, en forma paralela al “estado excelente salud; sirvió de estrella polar en for-
de necesidad” que podría invocar la provincia midables tareas de canje y reunificación mone-
para justificar la emisión de cuasimoneda y que, taria, como la que se efectuara bajo la ley 25.561.
como señala Sagüés, llevaría la discusión del Pero, en el renglón fáctico, debemos tener pre-
tema a otro plano (73). sente el horizonte de distribución de los costos
de esos canjes y reunificación (v.gr., el costo de-
(72) CS, 04/06/2013, “Banco de la Nación Argentina c. rivado de la emisión con escaso, o carente de,
Córdoba, Provincia de s/ acción contencioso-adminis- respaldo) para concretarlos. En esa escena, se
trativa (sellos)”, Fallos 336:521.
impone bregar por la prevención: evitar que se
(73) SAGÜÉS, Néstor P., “En medio de la crisis, y por la generen las concretas situaciones que suscitan,
escasez de dinero genuino, comenzó el retorno de los bo- de tanto en tanto, en nuestra historia, la emisión
nos provinciales”, La Nación, 09/09/2001, disponible en de cuasimonedas provinciales.
https://www.lanacion.com.ar/economia/en-medio-de-
la-crisis-y-por-la-escasez-de-dinero-genuino-comenzo-
el-retorno-de-los-bonos-provinciales-nid333789/ (último tema va a otro plano. En tal caso, la provincia debería
acceso: 05/03/2022), señala: “Resta una última visua- reconocer con lealtad que está actuando inconstitucio-
lización del asunto: el posible argumento del estado de nalmente, y que lo hace en virtud de un estado de nece-
necesidad provincial. Si una provincia alega que ante la sidad no previsto por la Constitución. El debate, de ser
inexistencia de dinero constitucional para cancelar sus así, concluiría grave, descarnado, encendido y profundo,
obligaciones no tiene otra alternativa que emitir el suyo en torno de la imposibilidad material de cumplir con la
sin permiso del Congreso argentino, por ejemplo, para Constitución, pero al menos plantearía las cosas con la
impedir el caos económico y social, la discusión del virtud de la sinceridad”.

50 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


El principio de subsidiariedad
y la articulación entre los
ordenamientos jurídicos
regionales, nacionales
y provinciales
Alfonso Santiago (*)
Sumario: I. Presentación.— II. El principio de subsidiariedad.— III. El
principio del margen de apreciación nacional.— IV. Los fundamentos
de la doctrina del margen de apreciación nacional.— V. El margen de
apreciación provincial.— VI. El art. 28 de la CADH: génesis histórica e
interpretación de la cláusula federal.— VII. Conclusiones.

I. Presentación “Reconociendo que los derechos esenciales


del hombre no nacen del hecho de ser nacional
Podemos comenzar este artículo afirmando de determinado Estado, sino que tienen como
que la estructura jurídica y política del mun-
fundamento los atributos de la persona huma-
do actual se extiende desde la persona huma-
na, razón por la cual justifican una protección
na, centro de todo el ordenamiento jurídico
nacional, regional e internacional, hasta la co- internacional, de naturaleza convencional co-
munidad global, abarcando entre ellas diversos adyuvante o complementaria de la que ofrece el
niveles de gobierno: municipal, provincial, na- derecho interno de los Estados americanos”.
cional, regional, mundial.
Allí están contenidos los tres principios fun-
Ello hace necesario encontrar algún principio dantes del SIDH:
que articule esas diversas instancias. Ese princi-
pio es el principio de subsidiariedad, que, junto - el principio pro homine, pro personae o de
con el principio de dignidad de la persona hu- la igual e inviolable dignidad de la persona hu-
mana y el de pacta sunt servanda, constituyen mana;
los fundamentos del sistema interamericano de
derechos humanos (SIDH). - el principio pacta sunt servanda;

En efecto, la Convención Americana de Dere- - el principio de subsidiariedad.


chos Humanos (CADH) o Pacto de San José de
Costa Rica afirma en un muy significativo párra- La clave de bóveda todo el SIDH que se per-
fo de su Preámbulo: feccionaba a través de la CADH es el recono-
cimiento de la igual, inviolable e intrínseca
(*) Profesor titular de Derecho Constitucional de la dignidad de cada persona humana y la protec-
Universidad Austral; miembro titular de la Academia de
Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires y director de ción efectiva de los derechos humanos que de
su Instituto de Derecho Constitucional. ella se derivan, los que son reconocidos y consa-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 51


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

grados específicamente a través de las distintas en nuestro trabajo. De modo sucesivo y conca-
cláusulas de la CADH (1). tenado, nos referiremos al principio de subsi-
diariedad, a las doctrinas del margen nacional
El segundo principio es pacta sunt servanda, y provincial de apreciación y a la denominada
columna vertebral de todo el derecho interna- cláusula federal del art. 28 de la CADH (3).
cional. El Preámbulo señala con claridad que la
protección internacional que se pone en mar- II. El principio de subsidiariedad
cha es de “naturaleza convencional”. Las con-
secuencias de este principio fundamental del El principio de subsidiariedad, formulado en
derecho internacional público tienen un doble el ámbito de la doctrina social de la Iglesia cató-
direccionamiento. Para los Estados nacionales, lica a comienzos del siglo XX, significa que una
significa que ellos han de cumplir las obligacio- comunidad mayor no debe entrometerse en las
nes internacionales que han asumido con la ra- cuestiones que por sí misma puede gestionar
tificación de la CADH y en caso de no hacerlo y definir una comunidad menor. Por el contra-
podrán ser observados o condenados por los ór- rio, las comunidades mayores están llamadas
ganos establecidos en el SIDH. Pero para estos a asistir a las comunidades menores en aque-
llos asuntos que ellas no logran atender debi-
últimos, la Comisión Interamericana de Dere-
damente y a fomentar y desarrollar sus propias
chos Humanos (CIDH) y la Corte Interamerica-
capacidades institucionales.
na de Derechos Humanos (Corte IDH), implica
que ellos han de ceñir su actuación a la especí- La comunidad internacional no debe realizar
fica voluntad común de los Estados nacionales ni definir las cuestiones que corresponden a los
puesta de manifiesto con la firma de la CADH, Estados nacionales. Los Estados nacionales de-
teniendo siempre también en cuenta las nor- ben respetar el ámbito de competencia propio
mas y los principios de ius cogens que tienen de las provincias, al igual que estas respecto de
operatividad propia, más allá del consentimien- los gobiernos municipales. A la vez, ni los muni-
to de los Estados. cipios ni las autoridades públicas han de ejercer
aquellas funciones que corresponden a la socie-
Por último, el tercer principio fundante del dad civil, a las familias y a cada una de las per-
SIDH es el principio de subsidiariedad, ya que sonas humanas.
en el Preámbulo de la CADH se afirma que la
protección internacional de naturaleza conven- El principio de subsidiariedad tiene su funda-
cional que por medio de ella se pone en marcha mento y se deriva del principio de dignidad de
es “coadyuvante o complementaria de la que la persona humana y de su derecho a participar
ofrece el derecho interno de los Estados ameri- del modo más cercano y activo en la gestión de
canos” (2). los asuntos que puedan afectarla. A la vez, tie-
ne un fundamento funcional y operativo, ya que
De este principio y las consecuencias que la gestión de los asuntos suele ser más eficaz y
de él se derivan nos ocuparemos en adelante eficiente cuanto más cercana es respecto de sus
destinatarios.
(1) Para profundizar en el análisis de este principio
basal de todo nuestro ordenamiento político y jurídico, Se trata de una norma que define y asigna
tanto nacional como internacional, remitimos al cap. I de competencias; no decide qué se debe decidir,
nuestro libro “Estudios de derecho constitucional. Para sino a quién corresponde hacerlo.
una visión personalista del derecho constitucional”, 2017.
(2) Ha sostenido la Corte IDH: “[El] principio de com- La subsidiariedad protege a la persona huma-
plementariedad (también llamado ‘de subsidiariedad’) na, a las comunidades locales y a los “grupos in-
informa transversalmente el Sistema Interamericano de termedios”, y ahora a los Estados nacionales, del
Derechos Humanos, el cual es, tal como lo expresa el
Preámbulo de la misma Convención Americana, ‘coad-
yuvante o complementario de la [protección] que ofre- (3) Para un tratamiento aún más amplio de estos te-
ce el derecho interno de los Estados americanos’”. Corte mas, remitimos a nuestro trabajo: ALFONSO, Santiago,
IDH, 20/03/2013, “Gelman v. Uruguay”, Supervisión de “Principio de subsidiariedad y margen nacional de apre-
Cumplimiento de Sentencia, párr. 70. ciación”, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2020.

52 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

peligro de perder su legítima autonomía (4). La autonomía de la persona humana, la familia y


Iglesia vela atentamente por la aplicación justa los grupos sociales.
de este principio en virtud de la dignidad misma
de la persona humana, del respeto de lo que hay El “Compendio para la doctrina social de la
de más humano en la organización de la vida Iglesia” dedica un apartado a la subsidiariedad
social, y de la salvaguardia de los derechos de en el ámbito de la comunidad internacional y
los pueblos en las relaciones entre las socieda- reflexiona acerca del rol que cumple una autori-
des particulares y la sociedad universal (5). dad política. Esta debe estar regulada por el de-
recho, ordenada al bien común y ser respetuosa
Cabe recordar las palabras de Juan Pablo II en del principio de subsidiariedad: “No correspon-
la encíclica Centecimus Annus: “una estructura de a esta autoridad mundial limitar la esfera de
social de orden superior no debe interferir en la acción o invadir la competencia propia de la au-
vida interna de un grupo social de orden infe- toridad pública de cada Estado. Por el contrario,
rior, privándola de sus competencias, sino que la autoridad mundial debe procurar que en todo
más bien debe sostenerla en caso de necesidad el mundo se cree un ambiente dentro del cual
y ayudarla a coordinar su acción con la de los no solo los poderes públicos de cada Nación,
demás componentes sociales, con miras al bien sino también los individuos y los grupos inter-
común” (6). Conforme al principio de subsidia- medios, puedan con mayor seguridad realizar
riedad, todas las sociedades de orden superior sus funciones, cumplir sus deberes y defender
deben ponerse en una actitud de ayuda (subsi- sus derechos” (8).
dium) —por tanto, de apoyo, promoción y desa-
El principio de subsidiariedad en el marco
rrollo— respecto a las menores.
del derecho internacional de los derechos hu-
El principio de subsidiariedad constituye uno manos supone que, no obstante la existencia de
de los aportes más interesantes e indiscutibles normas y procedimientos internacionales para
del magisterio social de la Iglesia a la teoría so- la protección de los derechos humanos, o preci-
cial contemporánea, constituyendo uno de los samente en virtud de ellos, es a los Estados a los
principios fundamentales de la doctrina social que corresponde en primera instancia respetar
de la Iglesia (7). El 15 de mayo de 1931, Pío XI y hacer respetar tales derechos en el ámbito de
publica la encíclica Quadragesimo Anno —para su jurisdicción, y solo cuando estos no han brin-
conmemorar los cuarenta años de la Rerum No- dado una protección adecuada o efectiva es que
varum de León XIII— en medio de la crisis del la jurisdicción internacional puede y debe ejer-
cer su competencia (9). En principio, los ope-
capitalismo luego del crack bursátil de 1929, con
radores nacionales son los mejor situados para
todos los problemas sociales que generó, y en
conocer, valorar y resolver sobre las presuntas
pleno auge de los sistemas totalitarios (nazismo
violaciones a los derechos humanos. Los ope-
y fascismo). Pío XI dialoga con esta realidad a la
radores internacionales no intervienen sino ahí
luz de la fe y habla de la necesidad de un “nuevo
donde el Estado ha fallado en el cumplimiento
orden”, salvaguardando la identidad, libertad y
de sus obligaciones internacionales (10).
(4) “It is unjust for a higher authority to usurp the self-
governing authority that lower authorities, acting in the (8) “Compendio de la doctrina social de la Iglesia”, Nº
service of their own members (groups and persons), rightly 441.
have over those members”. FINNIS, John, “Subsidiarity’s (9) DEL TORO HUERTA, Mauricio I., “El principio de
Roots and History: Some Observations”, 61 Am. J. Juris. subsidiariedad en el derecho internacional de los dere-
133-141, 2016, p. 134. chos humanos con especial referencia al sistema intera-
(5) CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓ- mericano”, en BECERRA RAMÍREZ, Manuel (coord.), La
LICA, “Orientaciones para el estudio y la enseñanza de Corte Interamericana de Derechos Humanos a veinticinco
la doctrina social de la Iglesia en la formación de los sa- años de su funcionamiento, Ed. Instituto de Investigacio-
cerdotes”, III. nes Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de
México, México DF, 2007, ps. 23-61.
(6) JUAN PABLO II, “Centecimus Annus”, Nº 48.
(10) PASTOR RIDRUEJO, José A., “Le principe de
(7) HOFFNER, Joseph, “Manual de doctrina social cris- subsidiarité dans la Convention Européenne des Droits
tiana”, 1974, p. 54. de l’Homme”, en Internationale Gemeinschaft und Men-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 53


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

La idea de subsidiariedad responde a una ló- exigencias del bien común en una sociedad de-
gica de distribución de tareas complementarias mocrática, según la feliz fórmula contenida en
pero distintas, no equiparables ni intercam- el art. 32 de la CADH.
biables (11). En consecuencia, la existencia de
una finalidad común y la eficacia de los meca- De este principio del margen nacional de
nismos establecidos en los diferentes ordena- apreciación nos ocuparemos en el siguiente
mientos jurídicos para el cumplimiento de esta apartado.
es la razón de ser del principio de subsidiarie-
dad. Como considera Paolo Carozza, la idea de III. El principio del margen de apreciación
subsidiariedad es aplicable ahí donde no puede nacional
decirse que una comunidad sea capaz de alcan-
La universalidad propia de los derechos hu-
zar sus objetivos comunes de manera autosu-
manos requiere de su adaptación a múltiples y
ficiente y existe una comunidad mayor. Si una variados contextos culturales, históricos, políti-
comunidad política es capaz de ser una comu- cos, sociales, jurídicos, económicos, etc. Man-
nidad completa y perfecta, alcanzando la suma teniendo su carácter universal en lo que hace a
total de sus necesidades para el bien común de su contenido esencial, ellos pueden y deben ser
sus miembros, entonces no hay necesidad de adaptados a las circunstancias propias de cada
un subsidium de ninguna otra comunidad hu- país. Señala al respecto la Declaración y Progra-
mana mayor y, por tanto, no es aplicable la idea ma de Acción sobre Derechos Humanos, ela-
de subsidiariedad (12). Sin embargo, tal “comu- borada en Viena en 1993, que “debe tenerse en
nidad perfecta” es solo posible como un ideal cuenta la importancia de las particularidades
regulativo y no como una posibilidad histórica, nacionales y regionales, así como de los diver-
ya que, en el mundo contemporáneo, no hay co- sos patrimonios históricos, culturales y religio-
munidad que pueda lograr el bien común de sus sos, pero los Estados tienen el deber, sean cuales
miembros sin la interacción y cooperación de la fuesen sus sistemas políticos, económicos y cul-
comunidad internacional (13). turales, de promover y proteger todos los dere-
chos humanos y las libertades fundamentales”.
El principio de subsidiariedad en el ámbito
del derecho internacional de los derechos hu- Según la doctrina del margen nacional de
manos tiene dos dimensiones: una procesal y apreciación, elaborada inicialmente por la Cor-
otra sustantiva. Por la primera, los órganos de te EDH, debe reconocerse a los Estados parte
los sistemas regionales e internacionales de pro- un cierto grado de libertad y la posibilidad de
tección de los derechos humanos solo pueden diferenciación entre ellos en el modo en que
actuar legítimamente cuando se hayan agotado cumplen las obligaciones establecidas en los
las instancias nacionales. Desde el punto de vis- tratados internacionales de derechos humanos.
ta sustantivo, los Estados nacionales gozan de Por ello, solo corresponderá la intervención
cierto margen de maniobra para reglamentar subsidiaria de los tribunales regionales y conde-
los derechos humanos, armonizándolos entre nar a un Estado a dejar sin efecto una decisión
ellos, con los deberes públicos y con las justas de sus órganos nacionales cuando ella viole de
modo claro, manifiesto e incuestionable el con-
schenrechte. Festschrift für Georg Ress zum 70. Geburtstag tenido esencial de un determinado derecho hu-
am 21. Januar 2005, Ed. Carl Heymanns, 2005, ps. 1077- mano reconocido convencionalmente (14). Un
1083.
(11) CALLEWAERT, Johan, “La subsidiarité dans (14) Afirma Sagüés: “La doctrina del margen nacio-
l’Europe des droits de l’homme: la dimension substan- nal postula la adaptación de una normatividad general
tielle”, en VERDUSSEN, Marc (dir.), L’Europe de la subsid- sobre derechos humanos, al ambiente adonde ella debe
iarité, Ed. Bruylant, Bruselas, 2000, p. 16. aplicarse. Pero tal armonización tiene, desde luego, sus
(12) DEL TORO HUERTA, Mauricio I., “El principio de topes. Si en un Estado se padecen cegueras axiológicas
subsidiariedad...”, ob. cit., p. 25. colectivas decididamente intolerables a la luz del desa-
rrollo actual de la conciencia ética global (piénsese, v.gr.,
(13) CAROZZA, Paolo, “Subsidiarity as a Structural en casos de semiesclavitud todavía imperantes en ciertas
Principle of International Human Rights Law”, The Ameri- regiones de la Tierra, o en la infracondición femenina que
can Journal of International Law, vol. 97, 2003, p. 57. algunos países —especialmente musulmanes— practi-

54 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

indicio de que estamos ante ese supuesto es que do (los tribunales internacionales) interpretan
exista en la materia un consenso generalizado un derecho humano declarado en un tratado o
entre los ordenamientos jurídicos nacionales en convenio, no lo hagan con criterios puramente
la materia del caso sujeto a la decisión del tri- generales o abstractos, sino teniendo en cuenta
bunal regional. La falta de ese amplio consenso las particularidades (normativas y fácticas) del
inclinará en principio a la Corte EDH a ser de- país donde se presenta el problema, y respetan-
ferente con la solución dada al caso en la sede do asimismo la interpretación que de esos dere-
nacional. chos hagan los tribunales locales” (16).

Vale la pena que nos detengamos a analizar La doctrina del margen de apreciación nacio-
el significado de los tres términos que integran nal varía su alcance de acuerdo con la natura-
la expresión “margen de apreciación nacio- leza del derecho que se trate y con el contexto
nal” (15): histórico por el que atraviesan los diferentes paí-
ses signatarios del convenio. Naturalmente, hay
- “Margen”: hace referencia a algo que no está derechos humanos —tales como el no ser pri-
en el centro o núcleo esencial de una realidad, vado de la vida arbitrariamente ni desaparecido,
sino en sus contornos o periferias; a algo que, torturado o sometido a esclavitud— en donde el
siendo importante y real, es, sin embargo, ac- margen nacional de apreciación es inexistente,
cidental.- “Apreciación”: apreciar es dar valor a y otros, en cambio, en los que, dada la necesidad
algo, incrementarlo, mejorarlo. Así se habla, por de la armonización con otros derechos o bienes
ejemplo, de la apreciación de una determinada públicos, se puede admitir un margen nacional
moneda. Por otra parte, “apreciar” hace referen- de apreciación más amplio.
cia a “aprecio”, a una consideración afectiva po-
sitiva de una persona o de una realidad. Alude En este mismo sentido, afirma Néstor Sagüés:
a una mirada singular, atenta a las característi-
cas y los detalles propios de ellas y a una valora- “El ‘margen de apreciación nacional’ varía se-
ción positiva de esas singularidades. Se aprecia gún las circunstancias, las materias y el contex-
de modo especial a una persona o a una obra de to. Los factores de hecho, así como la naturaleza
arte, e incluso se habla de la apreciación artís- del derecho garantizado por una convención o
tica de quien sabe mirar y descubrir lo bello y tratado (hay, por ejemplo, derechos más prefe-
lo particular de un cuadro, de una escultura, de ridos, o ‘rígidos’), son elementos que amplían
una pieza musical, de una poesía. o reducen la abertura o estrechez del ‘margen
de apreciación nacional’. Otro ingrediente sig-
- “Nacional”: alude a lo propio y específico de nificativo para graduarlo es la existencia, o no,
cada nación, a aquello que no es universal sino de un ‘denominador común’, o de ‘estándares
propio y característico de ese país, de una deter- comunes’ en los sistemas jurídicos de los paí-
minada comunidad, de su cultura, idioma, idio- ses comprendidos por el tratado o convención
sincrasia, historia, organización institucional. que enuncia derechos humanos de fuente inter-
nacional. Si hay un entendimiento compartido
El margen nacional de apreciación es una doc- sobre la naturaleza, detalles y dimensiones de
trina jurídica, un criterio jurisprudencial y una un derecho por parte de tales sistemas jurídicos
técnica hermenéutica tendiente a que “cuan- nacionales, resulta obvio que un Estado especí-
fico dispone de menor ‘margen de apreciación’
can en materia de vestimenta, negación de educación y para interpretar, moldear o adaptar a dicho de-
de acceso a ciertos empleos, movilidad física o derechos recho. Como técnica de interpretación, la doc-
sobre los hijos), mal podría argumentarse la doctrina trina del margen de apreciación nacional opera
del ‘margen nacional’ para consentir tales violaciones”.
SAGÜÉS, Néstor P., “Las relaciones entre los tribunales
fundamentalmente para limitar derechos (v.gr.,
internacionales y los tribunales nacionales en materia de restricciones por razones de utilidad pública,
derechos humanos. Experiencias en Latinoamérica”, Ius moral pública, interés público), e incluso para
et Praxis, vol. 9, Nº 1, Talca, 2003. suspender derechos (así, los casos de conmoción
(15) Seguimos en este punto una idea desarrollada en
una exposición oral por el Dr. Horacio Rosatti, juez de la (16) SAGÜÉS, Néstor P., “Las relaciones entre los tribu-
Corte Suprema argentina. nales internacionales...”, ob. cit.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 55


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

interior, de peligro público, seguridad nacio- El modo en que los tribunales regionales acu-
nal, etc.). También puede funcionar como me- den a la doctrina del margen nacional de apre-
canismo de implementación de derechos, como ciación es expresión jurídica de su postura
por ejemplo para instrumentar los preceptos acerca del alcance de su misión institucional,
genéricos de un tratado relativos a crear, por los de la adopción de una postura del self-restraint
Estados nacionales, procedimientos judiciales o autolimitación o, por el contrario, de un acti-
expeditivos para la garantía de los derechos de vismo judicial internacional.
fondo. Pero también puede actuar como modo Al emplear la doctrina del margen de apre-
de entendimiento de derechos, vale decir, como ciación nacional los tribunales internacionales
dispositivo para entenderlos, aplicarlos, y corre- no adoptan una postura evasiva del control que
lacionar un derecho con otro” (17). ellos deben realizar, sino una actitud de deferen-
cia condicionada hacia los órganos de gobierno
La doctrina del margen nacional de aprecia- nacionales, que es propia de la naturaleza sub-
ción, cuyo origen más remoto se puede encon- sidiaria que tienen las normas y los órganos in-
trar en el Consejo de Estado francés, pero que ternacionales en materia de derechos humanos.
ha sido acogida y desarrollada especialmente
por la Corte EDH (18), es una clave para una El margen de apreciación nacional es una
adecuada articulación y cohabitación entre los doctrina deferente hacia los Estados naciona-
sistemas nacionales e internacionales de pro- les y hacia los diferentes modos en que ellos,
tección de derechos humanos. protegido el núcleo esencial de cada derecho,
pueden regular su ejercicio y su armonización
La doctrina del margen nacional de aprecia- con los otros derechos y con las justas exigen-
ción puede ser invocada legítima y propiamente cias del bien común en una sociedad democrá-
tica, según lo señala el art. 32 de la CADH. Busca
por parte de los Estados nacionales a la hora de
asegurar un “común denominador regional” en
reglamentar un derecho convencional o por los materia de derechos humanos, permitiendo a la
órganos u órganos regionales a la hora de resol- vez un numerador nacional que puede ser bien
ver un caso (19). En cambio, su utilización no es diverso.
válida al momento de cumplir con una condena
decidida por los tribunales regionales. La doctrina del margen nacional de aprecia-
ción combina elementos sustantivos y de com-
(17) Ídem. petencia. Resguardado el núcleo esencial de
un derecho reconocido convencionalmente
(18) BARBOSA DELGADO, Francisco R., “Los límites
a la doctrina del margen nacional de apreciación en el
(dimensión sustantiva), corresponde a las au-
Tribunal Europeo y la Corte Interamericana de Derechos toridades nacionales decidir sus aspectos y mo-
Humanos: intervención judicial en torno a ciertos dere- dalidades periféricos, siempre más debatidos y
chos de las minorías étnicas y culturales”, Revista Derecho controvertidos (dimensión competencial), más
del Estado, Nº 26, 2011, ps. 110-111. allá de lo que el juez internacional considere
(19) Afirma con lógica Sagüés: “Desde luego, la ampli- que sería la mejor forma de hacerlo. Intenta evi-
tud de dicho ‘margen de apreciación’ como el acierto de tar que desde los tribunales internacionales so-
su ejercicio por las autoridades o tribunales de un país, bre derechos humanos se impongan puntos de
puede y debe estar sometido al control de la autoridad vista propios de los jueces regionales o de gru-
supranacional (cuando ella exista). Esto es una suerte de
necesidad jurídica, ya que, de no haberla, un país podría
pos que puedan tener una especial influencia
eximirse del respeto u observancia del derecho, alegando sobe ellos.
impunemente su ‘margen de apreciación nacional’. La
aplicación irrestricta de la doctrina del margen de apre- Esta doctrina, ya presente en el primer caso
ciación nacional podría provocar que un mismo derecho decidido en cuanto al fondo por el tribunal eu-
humano no tenga la misma profundidad o extensión en ropeo (20), ha sido invocado por la Corte EDH
todos los lugares, sino distintas modalidades e intensi- también en varios otros casos trascendentes.
dades, circunstancia que afectaría la universalidad de ese
derecho y autorizaría interpretaciones desigualitarias del
mismo”. “Las relaciones entre los tribunales internacio- (20) Cfr. el caso “Lawless”, resuelto por la Corte EDH en
nales...”, ob. cit. 1961. Sobre el contenido y alcance de esta doctrina del

56 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

Los 47 Estados integrantes del Sistema Euro- rechazan con claridad que se la adopte (22).
peo de Derechos Humanos (SEDH) han decidi- Afirma al respecto Gisela Ferrari:
do, mediante la firma y posterior ratificación del
Protocolo XV, incorporar expresamente al texto “La Corte hizo alusión por primera vez al mar-
de la Convención Europea de Derechos Huma- gen nacional de apreciación en la OC 4/84 sobre
nos (CEDH) tanto el principio de subsidiarie- Propuesta de modificación. El tribunal recono-
dad como la doctrina del margen nacional de ció que un margen está reservado a los Estados
apreciación, añadiendo a su Preámbulo el si- en el establecimiento de los requisitos para la
guiente texto: adquisición de la nacionalidad; así, sostuvo que
la conclusión a la que había llegado tenía ‘espe-
“Afirmando que las altas partes contratantes, cialmente en cuenta el margen de apreciación
de conformidad con el principio de subsidiarie- reservado al Estado que otorga la nacionaliza-
dad, tienen la responsabilidad principal de ga- ción sobre los requisitos y conclusiones que de-
rantizar los derechos y libertades definidos en ben llenarse para obtenerla’ (23). Sin embargo,
el presente Convenio y sus Protocolos, y que al
hacerlo disfrutan de un margen de apreciación, (22) Ha sostenido el Dr. Antonio A. Cançado Trindade
bajo el control del Tribunal Europeo de Dere- que “la doctrina del llamado ‘margen de apreciación’ flo-
reció [...] en la aplicación de la Convención Europea de
chos Humanos establecido por el presente Con- Derechos Humanos, como una deferencia a la supuesta
venio”. ‘sabiduría’ de los órganos del Estado en cuanto a la me-
jor manera de dar efecto a las decisiones de los órganos
De este modo, una doctrina jurisprudencial convencionales de protección en el ámbito del derecho
de la Corte EDH está ya expresamente recono- interno. Esta doctrina presupone la existencia de Esta-
dos verdaderamente democráticos, con un Poder Judi-
cida en el texto convencional. cial indudablemente autónomo [...]. Esta doctrina solo
podría haberse desarrollado en un sistema europeo de
En el ámbito del SIDH, la jurisprudencia de la protección que se creía ejemplar, propio de una Europa
Corte de Costa Rica, si bien en sus inicios alu- occidental (antes de 1989) relativamente homogénea en
dió a esta doctrina (21), luego no la ha mencio- cuanto a sus percepciones de una experiencia histórica
nado expresamente. Incluso hay opiniones que común [...]. Ya no se puede presuponer, con la misma se-
guridad aparente del pasado, que todos los Estados que
integran su sistema regional de protección sean verdade-
margen nacional de apreciación, pueden consultarse, ros Estados de derecho. Siendo así, la doctrina del ‘mar-
entre muchos otros, los siguientes trabajos: GANSHOF gen de apreciación’ pasa a requerir una seria reconside-
VAN DER MEERSCH, W. J., “Le caractère ‘autonome’ des ración. Afortunadamente, tal doctrina no ha encontrado
termes et la ‘marge d’appréciation’ des gouvernements un desarrollo paralelo explícito en la jurisprudencia bajo
dans l’interprétation de la Convention Européenne des la Convención Americana sobre Derechos Humanos”
Droits de l’Homme”, en AA.VV., Protection des droits de (“El acceso directo del individuo a los tribunales inter-
l’homme: la dimension européenne, Ed. Franz Matscher nacionales de derechos humanos”, Ed. Universidad de
— Herbert Petzold, Berlín, 1988, p. 207; YOUROW, H. C., Deusto, Bilbao, 2001, p. 386).
“The Margin of Appreciation Doctrine in the Dynamics of
European Human Rights Jurisprudence”, Ed. Luwer Law (23) Corte IDH, “Propuesta de modificación...”, en
International, La Haya — Boston — Londres, 1996, p. 196; SANTIAGO, Alfonso - BELLOCCHIO, Lucía, Historia de la
KASTANAS, E., “Unité et diversité: Notions autonomes Corte Interamericana de Derechos Humanos, 1ª ed., Ciu-
et marge d’appréciation des États dans la jurisprudence dad Autónoma de Buenos Aires, La Ley, 2018, párr. 62. En
de la Cour Européenne des Droits de l’Homme”, Ed. la misma Opinión Consultiva sostuvo, en similar sentido,
Bruylant, Bruselas, 1996, p. 439. que, al analizar si se está en presencia de una situación
de discriminación, “es posible apreciar circunstancias en
(21) Cfr. la Opinión Consultiva (OC) 4/84, en la que se que los imperativos del bien común puedan justificar un
afirma que los fines y valores que promueve la CADH “ad- mayor o menor grado de distinciones que no se aparten
quieren dimensiones concretas a la luz de la realidad en de las consideraciones precedentes. Se trata de valores
que están llamados a materializarse y que dejan un cier- que adquieren dimensiones concretas a la luz de la rea-
to margen de apreciación para la expresión que deben lidad en que están llamados a materializarse y que dejan
asumir en cada caso”. Implícitamente, también la Corte un cierto margen de apreciación para la expresión que
IDH ha seguido esta doctrina en el caso del 06/08/2008, deben asumir en cada caso” (párr. 58). Asimismo, afirmó
“Castañeda Gutman v. México”, Excepciones Prelimina- que “no puede ponerse en duda la potestad soberana de
res, Fondo, Reparaciones y Costas, Serie C, Nº 184, sobre Costa Rica para resolver sobre los criterios que han de
la convencionalidad de la prohibición de candidaturas orientar el discernimiento o no de la nacionalidad a los
electorales independientes de los partidos políticos. extranjeros que aspiran a obtenerla, ni para establecer

Suplemento Constitucional N.° 1 • 57


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

la utilización de la doctrina en el sistema intera- Faundez ha sostenido que ‘la idea de que el Es-
mericano ha sido restringida (24). La Corte ha tado pueda ejercer un margen de apreciación en
sido cautelosa al invocarla: no la ha definido ex- la aplicación de la Convención no se encuentra
presamente, ni la ha mencionado puntualmen- expresamente reconocida por la Convención
te en casos contenciosos —excepto para ponerle Americana, y tiene que ser vista, si no con re-
límites (25)— (26). Del mismo modo, en la OC celo, por lo menos con mucha precaución; sin
4/84 sobre Propuesta de modificación, la Corte embargo, es evidente que esta doctrina también
aclaró en seguida que ‘de ningún modo’ podía tiene aplicación en el sistema interamericano, y
interpretarse que su conclusión sea ‘una apro- que es inherente a las expresiones utilizadas por
bación a la tendencia existente en algunas par- algunas de sus disposiciones’ (28). Así, algunos
tes a restringir exagerada e injustificadamente autores observan que la Corte, al aplicar el test
el ámbito de ejercicio de los derechos políticos de proporcionalidad, en la práctica ha reconoci-
de los naturalizados’ (27). En similar sentido, do un margen de apreciación del Estado en cier-
tos casos —a pesar de que lo ha hecho dentro de
estrictos límites, y de que su uso no ha sido ex-
ciertas diferencias razonables con base en circunstancias
de hecho que, por razones objetivas, aproximen a unos
plícito— (29)” (30).
aspirantes más que a otros al sistema de valores e intere-
ses de la sociedad costarricense” (párr. 59). Más allá de esta cierta reticencia de la Corte
IDH y de parte de la doctrina hacia la adopción
(24) Ibídem, p. 108. Con respecto al Estado argentino, de la doctrina del margen nacional de aprecia-
Elías y Rivera sostienen que “[n]o existen casos (...) don-
de la Corte IDH haya citado explícitamente la doctrina
ción en el ámbito interamericano, nos parece
del margen de apreciación nacional. Sin embargo, en el que el principio de subsidiariedad, la necesidad
caso ‘Cantos’ la Corte —en obiter dictum— insinuó la de evitar conflictos innecesarios con los Estados
existencia de cierto margen de apreciación nacional re- parte y el progresivo despliegue institucional y
specto del derecho al acceso a la justicia”. ELÍAS, José S. jurisprudencial de la Corte IDH requerirán la
— RIVERA, Julio C. (h.), “La doctrina del margen de apre- adopción y el desarrollo de la doctrina del mar-
ciación nacional en el caso argentino”, Ed. Universidad
Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas, 2012, p. 105. reiterado el 30/05/1999, “Castillo Petruzzi y otros v. Perú”,
Fondo, Reparaciones y Costas, Serie C, Nº 52, párr. 101;
(25) Por ejemplo, en “Herrera Ulloa” expresó que 06/02/2001, “Ivcher Bronstein v. Perú”, Reparaciones y
“[s]i bien los Estados tienen un margen de apreciación Costas, Serie C, Nº 74, párr. 88.
para regular el ejercicio [del recurso ordinario eficaz que
contempla el art. 8.2], no pueden establecer restricciones (28) FAUNDEZ LEDESMA, Héctor, “El sistema intera-
o requisitos que infrinjan la esencia misma del derecho mericano de protección de los derechos humanos: as-
de recurrir del fallo” (Corte IDH, 02/07/2004, “Herrera pectos institucionales y procesales”, Ed. Instituto Intera-
Ulloa v. Costa Rica”, Excepciones Preliminares, Fondo, mericano de Derechos Humanos, San José de Costa Rica,
Reparaciones y Costas, Serie C, Nº 107, párr. 161). 2004, p. 63.
(26) Cfr., SAGÜÉS, Néstor P., “El ‘control de convencio- (29) BARBOSA DELGADO, Francisco R., “El margen
nalidad’, en particular sobre las Constituciones naciona- nacional de apreciación en el derecho internacional de
les”, LA LEY 2008, donde este destacado constituciona- los derechos humanos: entre el Estado de derecho y la
lista argentino hace un llamado a la prudencia por parte sociedad democrática”, Ed. Universidad Nacional Autó-
de la Corte Interamericana en el ejercicio del control de noma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
convencionalidad. De lo contrario, el propio tribunal de- 2012, ps. 59-60 (analizando, entre otros, los casos “Perozo
bilitaría su natural autoridad y ascendiente. v. Venezuela”, “Chaparro Álvarez y Lapo Iñíguez v. Ec-
uador”, y “Castañeda Gutman v. México”). Ver, también,
(27) Corte IDH, “Propuesta de modificación...”, ob. LÓPEZ ALFONSÍN, Marcelo A., “La doctrina del margen
cit., párr. 62. Además, la Corte había detallado previa- de apreciación nacional. Su recepción en el sistema eu-
mente, en el mismo documento, que “no obstante que ropeo de derechos humanos, en el sistema interameri-
tradicionalmente se ha aceptado que la determinación cano de derechos humanos y en Argentina, en relación
y regulación de la nacionalidad son competencia de con los derechos económicos, sociales y culturales”, Lex,
cada Estado, la evolución cumplida en esta materia nos vol. 15, Nº 19, 2017, ps. 53-76.
demuestra que el derecho internacional impone ciertos
límites a la discrecionalidad de los Estados y que, en su (30) Cfr. FERRARI, Gisela, “El nacimiento de la Corte
estado actual, en la reglamentación de la nacionalidad Interamericana de Derechos Humanos”, en SANTIAGO,
no solo concurren competencias de los Estados sino Alfonso — BELLOCCHIO, Lucía (dirs.), Historia de la
también las exigencias de la protección integral de los Corte Interamericana de Derechos Humanos 1978-2018,
derechos humanos” (párr. 33). Este último criterio fue 2018, p. 56.

58 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

gen de apreciación nacional por parte del tribu- ordenamientos jurídicos de los Estados parte
nal regional interamericano. para reglamentar los derechos humanos.

En este sentido, cabe señalar que la necesidad No hay soluciones convencionales únicas,
de receptar la doctrina del margen nacional de claras y distintas para cada una de las problemá-
apreciación ha sido expresada recientemente ticas que plantea la protección y armonización
en el “Documento sobre el sistema interameri- de los derechos humanos. Es legítima, realis-
cano de derechos humanos” suscripto por cinco ta y muy positiva una diversidad de soluciones
países el 02/04/2019. Allí se señala que los Esta- acordes a las propias realidades nacionales de
dos firmantes: cada Estado. Afirma Néstor Sagüés que “la le-
gitimación de tal teoría parte de la afirmación
“Destacan la importancia de una estricta apli- de que no constituye un privilegio para los Es-
cación de las fuentes del derecho internacional tados, sino una consecuencia de la democracia
de los derechos humanos y del reconocimiento y del pluralismo, ya que es bueno comprender
del margen de apreciación de los Estados en el las realidades jurídicas, económicas y sociales
cumplimiento de las obligaciones que establece de cada país, y la apreciación que de ellas ha-
la Convención. Asimismo, recuerdan que las re- gan los tribunales nacionales, que son los más
soluciones y sentencias de los órganos del siste- próximos y autorizados (en principio) para eva-
ma interamericano solo tienen efectos para las luar, en cada terreno concreto, los problemas de
partes del litigio. aplicación de los derechos humanos provenien-
tes de una fuente jurídica internacional” (31).
”Enfatizan la importancia del debido cono-
cimiento y consideración de las realidades po- Reafirmando este principio, cinco Estados la-
líticas, económicas y sociales de los Estados por tinoamericanos han sostenido que “enfatizan la
parte de los órganos del sistema interamericano importancia del debido conocimiento y consi-
de derechos humanos. En este marco, resaltan deración de las realidades políticas, económicas
la necesidad de que las formas de reparación y sociales de los Estados por parte de los órga-
guarden una debida proporcionalidad y respe- nos del sistema interamericano de derechos hu-
ten tanto los ordenamientos constitucionales manos. En este marco, resaltan la necesidad de
y jurídicos de los Estados, como las exigencias que las formas de reparación guarden una de-
propias del Estado de derecho”. bida proporcionalidad y respeten tanto los or-
denamientos constitucionales y jurídicos de los
IV. Los fundamentos de la doctrina del mar- Estados, como las exigencias propias del Estado
gen de apreciación nacional de derecho” (32).
Los fundamentos jurídicos, políticos e insti- Las distintas decisiones relacionadas con
tucionales de la doctrina del margen de apre- la organización de los poderes de los Estados
ciación nacional son múltiples y variados. parte, tales como el federalismo, los sistemas
Expondremos los que entendemos son los prin- electorales, las relaciones con las comunida-
cipales. des religiosas o los procedimientos previstos en
la Constitución para remover a los jueces, re-
IV.1. El pluralismo jurídico y constitucional quieren especialmente del necesario respeto y
consideración por parte de los órganos conven-
Por diversas consideraciones políticas y jurí- cionales.
dicas y por las exigencias del principio de sub-
sidiariedad, el derecho internacional de los
(31) SAGÜÉS, Néstor P., “Las relaciones entre los tribu-
derechos humanos no puede ser considera- nales internacionales...”, ob. cit.
do como un monismo jurídico centralizador y
uniformador de los distintos sistemas jurídicos (32) “Declaración sobre el sistema interamericano de
derechos humanos”, suscripta por la República Argen-
y constitucionales nacionales. Su misión es se- tina, la República Federativa del Brasil, la República de
ñalar estándares mínimos crecientes, pero de- Chile, la República de Colombia y la República del Para-
jando también la necesaria autonomía a los guay, el 02/04/2019.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 59


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

IV.2. Fundamento convencional como por los órganos de gobierno nacionales de


base electoral directa y los propios jueces nacio-
En la regulación convencional de determi- nales. Son ellos los que están en mejores condi-
nados derechos es la propia Convención la que ciones de expresar los consensos democráticos,
señala que el derecho convencionalmente reco- base de la legitimidad directa de toda decisión
nocido se ejercerá conforme a las leyes que es- política y de toda norma jurídica. Salvo los su-
tablezcan los órganos nacionales. puestos en que esas decisiones violen de modo
manifiesto el contenido esencial de algún de-
Así, el art. 14.1 de la CADH establece en rela- recho reconocido convencionalmente, no co-
ción con el derecho de réplica: rresponderá la intervención de los órganos y
tribunales internacionales.
“Toda persona afectada por informaciones
inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio Sostiene con acierto Paul Mahoney:
a través de medios de difusión legalmente regla-
mentados y que se dirijan al público en general, “La Convención (Europea) está basada en una
tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de cierta filosofía política, cual es que la democra-
difusión su rectificación o respuesta en las con- cia política es el mejor sistema de gobierno para
diciones que establezca la ley”. asegurar el respeto de las libertades fundamen-
tales y los derechos humanos. Cualquier teo-
También, el art. 15 señala: ría de interpretación o de revisión por parte de
la Corte debe ser compatible con este supues-
“Se reconoce el derecho de reunión pacífica y to básico de la teoría política. En una sociedad
sin armas. El ejercicio de tal derecho solo pue- democrática pluralista habrá, respecto de varios
de estar sujeto a las restricciones previstas por la de los tópicos cubiertos por la Convención, un
ley, que sean necesarias en una sociedad demo- espectro de opiniones diferentes pero acepta-
crática, en interés de la seguridad nacional, de la bles. En cuanto a esos tópicos, corresponderá a
seguridad o del orden públicos, o para proteger cada sociedad decidir sobre su propia política y
la salud o la moral públicas o los derechos o li- luego, sobre los hechos, tratar de hacer justicia
bertades de los demás”. en casos individuales. La cuestión sobre la Con-
vención que se presente a la decisión de la Corte
Por su parte, el art. 17.2 afirma: frecuentemente será si la opción de las autori-
dades nacionales (Legislativo, Ejecutivo o Judi-
“Se reconoce el derecho del hombre y la mu- cial) (...) ha permanecido dentro del espectro
jer a contraer matrimonio y a fundar una fami- permisible” (33).
lia si tienen la edad y las condiciones requeridas
para ello por las leyes internas, en la medida en El art. 32 de la CADH señala que “los dere-
que estas no afecten al principio de no discrimi- chos de cada persona están limitados por los
nación establecido en esta Convención”. derechos de los demás, por la seguridad de to-
dos y por las justas exigencias del bien común,
Se podrían dar otros ejemplos en donde el en una sociedad democrática”. Esas justas exi-
propio texto de la CADH remite a las leyes in- gencias del bien común han de ser establecidas
ternas para la reglamentación de los derechos en primer término a través del procedimiento
humanos convencionales, reconociendo así un deliberativo democrático con el que han de ser
margen o ámbito a los órganos nacionales para especialmente deferentes los tribunales tanto
hacerlo de diverso modo, sin desconocer su nacionales como interamericanos, sin por ello
contenido esencial. claudicar del control constitucional o conven-
cional que les es propio. La doctrina del margen
IV.3. Deferencias hacia los órganos de origen nacional de apreciación posibilita esa deferen-
democrático
(33) MAHONEY, Paul, “The Doctrine of the Margin of
En una democracia constitucional, corres- Appreciation under the European Convention on Human
ponde una cierta deferencia hacia las decisio- Rights: Its Legitimacy in Theory and Application in Prac-
nes adoptadas tanto por el poder constituyente tice”, Human Rights Law Journal, vol. 19, Nº 1, 1998, p. 3.

60 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

cia no incondicional hacia los órganos de base ción para definir la armonización de los dere-
democrática directa (34). chos entre sí y con las justas exigencias del bien
común en una sociedad democrática. Como se-
En este sentido, han declarado recientemen- ñala Barbosa Delgado, “la noción de margen de
te algunos países latinoamericanos que “consi- apreciación del juez nacional se funda en la ca-
deran que se debe respetar el legítimo espacio pacidad que tiene la jurisdicción interna de in-
de autonomía del que disponen los Estados terpretar los derechos humanos” (36).
para asegurar a todas las personas sometidas a
su jurisdicción, a través de sus propios procesos Solamente cuando la violación del derecho
democráticos, los derechos y garantías consa- humano sea clara y manifiesta corresponderá la
grados en la Convención de conformidad a sus condena del Estado infractor. No cualquier dife-
ordenamientos constitucionales” (35). rencia de criterio denunciada por un particular
dará lugar a la intervención excepcional de los
IV.4. Deferencia hacia los órganos de gobierno órganos interamericanos.
nacionales
La doctrina del margen nacional de aprecia-
Los órganos del SIDH han de tener una natural ción actúa como un “contralímite” que limita la
y necesaria deferencia hacia los órganos nacio- injerencia de los tribunales internacionales en
nales, por su mayor cercanía y conocimiento de los ámbitos propios de los Estados nacionales.
las circunstancias concretas del caso y del país.
Ellos, en general, se encuentran en mejor posi- IV.5. Contenido esencial y zonas periféricas de
los derechos convencionales
(34) Señala Gisela Ferrari al comentar la OC 6/86 de Al igual que en los derechos constituciona-
la Corte IDH que “el tribunal comenzó a destacar desde
temprano la esencial relevancia de la democracia para les, en la mayoría de los derechos protegidos
el bien común de la sociedad y para la plena realización convencionalmente cabe distinguir entre un
de los derechos humanos. Este esfuerzo de la Corte de núcleo esencial, que será siempre inviolable, y
enfatizar la importancia de los regímenes democráticos ciertas zonas periféricas, en donde es posible
para la protección de los derechos humanos cobra ma- admitir en su reglamentación una cierta discre-
yor relevancia cuando se lo aprecia a la luz de la realidad
política latinoamericana de la época y de la extensión de
cionalidad de los órganos nacionales. Sostiene
dictaduras militares en la región. El tribunal reconoció con acierto Sagüés: “la doctrina del margen de
que la democracia representativa constituye un factor apreciación nacional aclara que en todo dere-
determinante en el sistema interamericano, y consideró cho de fuente internacional cabe distinguir en-
que ‘las justas exigencias democráticas’ eran una pau- tre un núcleo ‘duro’, esencial, básico mínimo,
ta hermenéutica que debía guiar la interpretación de la inalterable e innegociable, común para todos, y
Convención —‘en particular, de aquellas disposiciones
que están críticamente relacionadas con la preservación otro más flexible y maleable, que admitiría cier-
y el funcionamiento de las instituciones democráticas’—. tas modalidades secundarias de extensión y de
Este criterio de interpretación fue sustancial para la Corte aplicación, atendiendo las limitaciones, posibi-
al interpretar el significado de la expresión ‘leyes’ en el lidades y peculiaridades de cada país, su idio-
art. 30 de la Convención, sobre el alcance de las restric- sincrasia y experiencias” (37).
ciones permitidas al ejercicio de los derechos y de las lib-
ertades reconocidas. En efecto, el tribunal afirmó [que]
La intervención de los órganos interamerica-
la exégesis debía hacerse a la luz de la voluntad de los
Estados americanos de respetar los derechos humanos nos solo estará habilitada en los casos en que el
‘dentro del cuadro de las instituciones democráticas’. Así, contenido esencial de un derecho convencional
concluyó que ‘[l]as leyes a que se refiere el art. 30 son ac- reconocido en la CADH haya sido violado o des-
tos normativos enderezados al bien común, emanados conocido. Si la discrepancia solo tiene que ver
del Poder Legislativo democráticamente elegido y pro- con algún aspecto periférico y relativo del dere-
mulgados por el Poder Ejecutivo (...). Solo la ley formal,
entendida como lo ha hecho la Corte, tiene aptitud para
restringir el goce o ejercicio de los derechos reconocidos (36) BARBOSA DELGADO, Francisco R., “Los límites a
por la Convención’”. FERRARI, Gisela, “El nacimiento de la doctrina...”, ob. cit., p. 111.
la Corte...”, ob. cit., p. 54.
(37) SAGÜÉS, Néstor P., “La Constitución bajo tensión”,
(35) “Declaración sobre el sistema interamericano de Ed. Instituto de Estudios Constitucionales del Estado de
derechos humanos”, cit. Querétaro, 2016, p. 422.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 61


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

cho convencional, no corresponde la interven- Por lo tanto, han de guiarse con los principios
ción de los órganos del SIDH, sino la deferencia de self-restraint o de autolimitación, aun en ma-
hacia las soluciones decididas en la sede nacio- yor medida que los jueces nacionales. Si no lo
nal. hacen, pueden invadir ilegítimamente compe-
tencias y atribuciones de los otros órganos de
El control de convencionalidad que lleva a gobierno de una democracia constitucional.
cabo la Corte IDH puede tener diferentes gra-
dos de intensidad, según se trate de una viola- La CIDH y la Corte IDH habrán de evitar la
ción inequívoca del contenido esencial de un hybris o desmesura institucional de convertirse
derecho o se trate de una cuestión más debati- en un tribunal que, excediendo su competencia,
ble, que admite diversas posibilidades de armo- pretenda solucionar los problemas instituciona-
nización con otros derechos o bienes públicos. les, políticos y jurídicos de la región o intervenir
En ese segundo supuesto, podemos hablar de de modo anticipado e invasivo en las comple-
un soft control o deferencia hacia la solución jas cuestiones que se debaten en nuestros paí-
adoptada por el Estado parte. ses. Es bueno recordar en este punto el criterio
del minimalismo judicial, postura que Sunstein
IV.6. Diversidad de características y circuns- propone a los tribunales cuando tienen que re-
tancias históricas, políticas, sociales, culturales y solver cuestiones extremadamente debatidas en
económicas por la que atraviesan los países la sociedad (38).

Las diversas idiosincrasias y los distintos ava- La Corte IDH, al tener pocos casos, parece
tares históricos por los que atraviesan o han tener en ocasiones la tendencia a querer resol-
atravesado los distintos países de la región re- verlo todo en uno; por tanto, sus sentencias con-
claman que esas circunstancias sean tenidas tienen abundantes argumentos que no siempre
en cuenta por los órganos y tribunales intera- hacen referencia directa al tema central a deci-
mericanos. Así, en materia de libertad religio- dir. El minimalismo, por el contrario, procura
sa, son diversas las circunstancias de países que restringirse al caso concreto, antes que arries-
han adoptado en sus Constituciones un mode- garse a dar soluciones prematuras en temas difí-
lo más bien laicista, como México y Uruguay, ciles (39). La clave para evitar la hybris es lo que
respecto de otros con posturas de una laicidad Sunstein llama “modestia judicial” (40).
positiva, como Argentina, Perú o Colombia. No
Los órganos del SIDH están llamados a co-
son las mismas las circunstancias de un país
nocer y resolver casos concretos, todos ellos
que ha atravesado procesos de guerra civil o de
rodeados de singularidad, complejidad y carac-
una transición democrática, que las de aquellos terísticas propias y específicas (41). Por ello, no
que tienen sistemas democráticos más estables
y consolidados. Son diversos los grados de inte-
gración social, cultural y política de cada una de (38) SUNSTEIN, Cass R., “One Case at a Time. Judicial
Minimalism on the Supreme Court”, Ed. Harvard Univer-
las naciones del SIDH, y ello puede condicionar sity Press, 2001.
en alguna medida la legitimidad o no de una de-
terminada regulación de un derecho humano. (39) SUNSTEIN, Cass R., “Testing Minimalism: A Re-
ply”, 104 Mich. L. Rev. 123, 2005, disponible en https://
repository.law.umich.edu/mlr/vol104/iss1/4.
Lógicamente, estas circunstancias nunca jus-
tificarán la violación del contenido esencial de (40) SUNSTEIN, Cass R., “Incompletely Theorized
un derecho convencionalmente reconocido. Agreements”, 103 Harv. L. Rev. 1733, 1995.
(41) Acerca de los fundamentos prácticos de la doctri-
IV.7. Autolimitación, modestia y minimalismo na del margen nacional de apreciación en el ámbito eu-
judicial ropeo, afirma Luzius Wildhaber: “este campo de discre-
ción es un elemento necesario inherente a la naturaleza
Los jueces interamericanos, como los jueces de la competencia internacional cuando se aplica a los
nacionales, han de ceñir su función a la resolu- Estados democráticos que respetan la preeminencia del
derecho. Traduce el aspecto práctico en el sentido de que
ción de casos concretos, en el caso de la CIDH y las autoridades nacionales están próximas a los aconte-
de la Corte IDH, sobre violación a los derechos cimientos, y de que una jurisdicción internacional, cuya
humanos reconocidos en la CADH. competencia se extiende a cuarenta y tres Estados que

62 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

sería una buena técnica jurídica, al resolver un y manifiestas lesiones a los derechos constitu-
determinado caso, querer siempre fijar estánda- cionales a las que no sea posible encontrar re-
res y criterios generales que debieran ser segui- paración en el orden nacional justificarán la
dos necesariamente por otros Estados parte que intervención acotada de los órganos interna-
no han sido parte en el proceso judicial intera- cionales. Por otra parte, estas intervenciones
mericano. Solo en contadas ocasiones ello re- excepcionales deberán hacerlo respetando en
sulta prudente y adecuado. todos los casos el principio del margen nacional
de apreciación.
La experiencia ha demostrado que la viola-
ción a los derechos humanos procede ordina- No respetar estas pautas, no adoptar un cierto
riamente de las autoridades nacionales. Por eso,
self-restraint por parte de los tribunales interna-
una vez agotadas las instancias locales sin haber
cionales, podría llevar a que algunas decisio-
obtenido la adecuada tutela o reparación a esas
violaciones, procede la intervención de los or- nes conflictivas acerca de la armonización de
ganismos y tribunales internacionales (42). Esta los derechos entre sí o con bienes públicos sean
posibilidad es positiva y puede ser eficaz para el adoptadas en sede internacional, cuando por su
logro de la plena vigencia de los derechos hu- propio contenido están llamadas a ser resueltas
manos. Sin embargo, requiere de la necesaria en el ámbito nacional (44). El respeto del princi-
prudencia y autolimitación por parte de las ins-
tancias internacionales, pues de lo contrario se Tribunal destaca que el mecanismo de salvaguarda ins-
podría dar un traspaso indebido de poder po- taurado por el Convenio reviste un carácter subsidiario
lítico para la adopción de decisiones en temas en relación a los sistemas nacionales de garantía de los
derechos del hombre” (párr. 48).
conflictivos que pertenecen y son, inicialmente,
propios del ámbito de competencia local. (44) Pasando revista a los posibles desvíos que podrían
darse en el funcionamiento de estos órganos jurisdiccio-
IV.8. Carácter convencional, limitado y subsi- nales, señala Sagüés: “Los tribunales internacionales
pueden padecer de distintos defectos, como practicar un
diario del derecho internacional de los derechos
autismo jurídico que los lleve a interpretar los derechos
humanos humanos emergentes de un instrumento internacional
solamente ‘desde’ tal documento, desconociendo las
El derecho internacional de los derechos hu- realidades y el contexto normativo del Estado donde se
manos ha de respetar su carácter complemen- debate una posible infracción a aquellos derechos. Tam-
tario y subsidiario (43). Solamente las graves bién aquí pueden repetirse actitudes hedonistas y narci-
sistas de pésimos resultados, como creer que, por tratarse
de un ente jurisdiccional supremo, cuyos veredictos son
agrupan una población de 800 millones de habitantes, irrecurribles, es posible resolver ligera, mayestática y so-
se encuentra pura y simplemente en la imposibilidad beranamente los casos, sin medir con responsabilidad y
física de funcionar como un tribunal de hechos. Esta tino las consecuencias previsibles del pronunciamiento,
es la razón de que el Tribunal haya dicho que deberá la factibilidad de su ejecución, o el impacto probable en
mostrarse prudente cuando asuma el papel de tribunal situaciones futuras dentro y fuera del país involucrado
de primera instancia llamado a conocer los hechos. No por la sentencia. En otro sentido, un tribunal internacio-
entra en sus atribuciones sustituir en la materia su propia nal, animado con las mejores intenciones, puede emitir
visión por aquella de las jurisdicciones internas. Incluso sentencias por cierto bien intencionadas, pero cuyas se-
si no está ligado por las verificaciones de los hechos de cuelas quizá no se han medido con la cautela del caso.
estas, deberá poseer los datos convincentes para poder Tampoco cabe descartar que, sobre todo por razones
apartarse del tema”, WILDHABER, L., “El Tribunal Eu- ideológicas, un tribunal internacional actúe incorrecta-
ropeo de Derechos Humanos: perspectivas para el fu- mente con el texto que debe interpretar, minificando al
turo”, conferencia pronunciada en el Tribunal Constitu- derecho en juego, hipertrofiándolo o falseándolo. Na-
cional español, 07/06/2002. die tiene aquí el dogma de la infalibilidad, ni es posible
(42) En su sentencia del caso del Tribunal Constitu- asegurar tampoco la eterna fidelidad del operador del
cional (“Aguirre Roca, Rey Terry y Revoredo Marsano v. tratado al espíritu de este. Cabe tomar conciencia, eso
Perú”, 31/01/2001, Serie C, Nº 71), sostuvo la Corte IDH sí, que el éxito de un tribunal supranacional y su aptitud
que “la salvaguarda de la persona frente al ejercicio ar- de convicción y de seguimiento de sus sentencias por los
bitrario del poder público es el objetivo primordial de la órganos jurisdiccionales locales dependerá —ab initio—
protección internacional de los derechos humanos”. de la ejemplaridad de ellas. A mayor legitimidad de tales
fallos, mayor posibilidad de acompañamiento”. SAGÜÉS,
(43) Ha señalado la Corte Europea de Derechos Huma- Néstor, “Las relaciones entre los tribunales internaciona-
nos en su sentencia del caso “Handyside” de 1976 que “el les...”, ob. cit.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 63


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

pio de subsidiariedad, por el cual una comuni- pre tiene un carácter convencional, limitado
dad mayor no debe abocarse a la resolución de y subsidiario. El derecho internacional no está
problemas que por sí misma puede realizar una llamado a ocuparse y resolver todas las cuestio-
entidad menor, armoniza también mejor con el nes jurídicas, sino únicamente aquellas que no
principio de legitimidad democrática en la toma pueden resolver los Estados por sí mismos y que
de decisiones, ya que el origen, la legitimidad y le hayan sido especialmente asignadas por ellos
la responsabilidad democráticas de los organis- al momento de la firma de un Tratado. Existe
mos y tribunales internaciones suelen ser más una división también vertical de distribución de
bien reflejos y secundarios. El saber permane- materias y competencias que ha de ser lúcida y
cer dentro de sus límites naturales es uno de los escrupulosamente observada por los tribuna-
desafíos más importantes que se les presenta a les y organismos internacionales. Las directivas
los tribunales internacionales en materia de de- del principio de subsidiariedad refuerzan estas
rechos humanos. Existe el riesgo de una cierta pautas y criterios orientadores de la actividad de
“sobreconvencionalidad”, que se da cuando la los tribunales internacionales.
interpretación expansiva que los tribunales y
organismos internacionales realizan de las nor- Todas estas razones otorgan sólidos funda-
mas del derecho internacional de los derechos mentos a la doctrina del margen nacional de
humanos invade los ámbitos de competencias apreciación y alientan a los tribunales inter-
propios de la Constitución o de la ley ordinaria nacionales a su utilización en la resolución del
nacional (45). creciente número de casos que llegan a su juris-
dicción.
No todas las cuestiones jurídicas y políticas
han de ser resueltas por el derecho internacio- V. El margen de apreciación provincial
nal a nivel regional o internacional, que siem-
De modo análogo a cómo la doctrina del
margen nacional de apreciación regula las re-
(45) Un claro conflicto entre instancias nacionales e
internacionales en el ámbito del derecho comparado se laciones entre el sistema internacional y los or-
ha dado en Alemania, con motivo de la sentencia de la denamientos nacionales, el criterio del margen
Corte Constitucional alemana del 14/10/2004, que re- de apreciación provincial, derivación del princi-
lativizó el alcance de lo decidido en un fallo de la Corte pio de subsidiariedad, rige la articulación entre
Europea de Derechos Humanos. Se trataba de un caso los ordenamientos nacionales y los provinciales
en que un menor había sido dado en adopción por su
madre, sin el consentimiento de su padre y cuando este
en un Estado federal.
último aún no había reconocido su paternidad. El padre
impugnó sin éxito dicha adopción en el orden interno. El sistema federal diseñado por la Consti-
En cambio, su petición fue acogida por la Corte EDH. Sin tución Nacional establece que las provincias
embargo, cuando quiso hacer valer esa decisión en el or- conservan su autonomía absoluta en todo lo
den interno, los tribunales alemanes se opusieron a ella relativo a los poderes no delegados, se dan sus
alegando que el cumplimiento de la sentencia implicaría propias instituciones y se rigen por ellas sin in-
violar garantías reconocidas constitucionalmente. La
Corte Constitucional señaló que, si bien las normas in- tervención del gobierno nacional. Ello implica
ternacionales forman parte del derecho interno alemán, que ellas deciden por sí mismas el diseño de sus
ellas no gozan de una jerarquía constitucional. Las de- propias instituciones de gobierno provincial,
cisiones de los tribunales internacionales deben ser ll- respetando siempre los límites establecidos en
evadas a la práctica por los tribunales locales, siempre los arts. 5º y 121 de la CN.
y cuando su cumplimiento no signifique una violación
a las normas constitucionales alemanas y, cuando ello
sea necesario, con las debidas adaptaciones al sistema
Correlativamente, las autoridades nacionales
jurídico nacional. Ello ocurre particularmente cuando se no pueden intervenir en aquellos asuntos pro-
trata de resolver conflictos no entre un Estado y sus ciu- pios de la autonomía provincial. En los térmi-
dadanos, sino, como en este caso, entre los intereses par- nos del art. 5º del texto constitucional nacional,
ticulares de sus propios ciudadanos. Más allá de esta falta el gobierno federal es el garante del goce y ejer-
de seguimiento en el caso concreto de lo decidido por la cicio de las instituciones provinciales, y la Corte
Corte EDH, el tribunal constitucional alemán señaló que
en futuras sentencias análogas los tribunales nacionales Suprema, la responsable de asegurar finalmen-
deberían tener especialmente en cuenta la doctrina de la te el cumplimiento del orden institucional esta-
Corte Europea. blecido.

64 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

Inveterada jurisprudencia del Máximo Tribu- todo el derecho natural que la comunidad social
nal enseña que el equilibrio de los valores del posee para gobernarse, a toda la suma origina-
federalismo con aquellos que sustentan el siste- ria de soberanía inherente, no cedida para los
ma republicano explican que la Corte Suprema propósitos más amplios y extensos de fundar la
intente ejercer su atribución de revisión judicial Nación. Luego, dentro del molde jurídico del có-
de las leyes provinciales con máxima prudencia digo de derechos y poderes de esta, cabe la más
y reserve esa delicada función a los más excep- grande variedad, toda la que pueda nacer de la
cionales supuestos, es decir, aquellos en los que diversidad de caracteres físicos, sociales e histó-
se evidencia un ostensible apartamiento del in- ricos de cada región o provincia o de sus parti-
equívoco sentido de las normas de derecho culares anhelos o aptitudes colectivos” (48).
público local del que resulten lesionadas insti-
tuciones fundamentales de los ordenamientos Con acierto señalaba Frías que la unidad está
provinciales que hacen a la esencia del sistema asegurada con las instituciones fundamentales
representativo republicano que las provincias se y con una animación social, porque las veinti-
han obligado a asegurar (46). cuatro autonomías tienen destinación nacional.
Y continúa refiriendo que el derecho público
Deviene fundamental el respeto por las idio- provincial es también diverso, puesto que ma-
sincrasias locales que los distintos órdenes de tiza los poderes conservados por las provin-
gobierno manifiestan en el ejercicio de su poder cias (49).
constituyente y en el ámbito competencial que
es propio. Esas diversidades locales configuran V.1. Doctrina jurisprudencial de la Corte Su-
el denominado margen de apreciación provin- prema sobre el margen de apreciación provincial
cial, que recepta las peculiares manifestaciones
del ejercicio particular y propio de la potestad La interpretación jurisprudencial de la Cor-
constituyente de cada provincia y de la Ciudad te Suprema de Justicia de la Nación también es
de Buenos Aires luego de la recepción constitu- rica y valiosa en este sentido; desde sentencias
cional de su régimen de gobierno (47). de fines del siglo XIX hasta nuestros días encon-
tramos resoluciones en defensa de las particula-
En la doctrina nacional, ya Joaquín V. Gonzá- ridades locales (50).
lez entendía que las provincias debían concu-
rrir a fundar una armonía indestructible para (48) GONZÁLEZ, Joaquín V., “Manual de la Consti-
dar existencia homogénea e individual a un solo tución Nacional”, Ed. Ángel Estada y Cía., Buenos Aires,
Estado. En función de ello, las Constituciones 1897, p. 707.
provinciales debían ser, en lo esencial del go- (49) Frías ponía como ejemplos: “Hay tres tipologías
bierno, semejantes a la nacional, que confirmen sobre las relaciones con la Iglesia, hay o no hay condi-
y sancionen sus principios, declaraciones y ga- cionamientos a la intervención federal, hay varios siste-
rantías y que lo modelen según el tipo genéri- mas electorales y declaraciones diversas. Las provincias
tienen Ejecutivo con reelección o no, Legislaturas uni- o
co del que ella crea. Y agrega con acierto: “pero
bicamerales, Poder Judicial con o sin Consejo de la Ma-
no exige, ni puede exigir que sean idénticas, una gistratura. La autonomía municipal —ahora dispuesta en
copia literal o mecánica, ni una reproducción la Constitución Nacional— tiene matices. Hay inconsti-
más o menos exacta e igual de aquella. Porque tucionalidad por omisión en Río Negro e inconstitucio-
la Constitución de una provincia es un código nalidad de oficio en Catamarca. En pequeña medida, el
que condensa, ordena y da fuerza imperativa a derecho público provincial argentino es comparado, ad-
mite experiencias y a veces consagra tradiciones. La au-
tonomía municipal de Santa Fe en 1921 ha cumplido un
(46) CS, “Unión Cívica Radical de la Provincia de San- proceso coronado en 1994. El Consejo de la Magistratura,
ta Cruz”, Fallos 341:1869, consids. 7º y 9º del voto de los solitario en el Chaco, se va imponiendo. El período de 4
jueces Maqueda y Lorenzetti, y consid. 10 del voto del años de los gobernadores ha pasado ahora a la Presiden-
juez Rosatti. cia de la Nación. Y para decirlo todo, el ciclo constituyen-
te provincial se anticipó a la reforma nacional” (FRÍAS,
(47) ÁBALOS, María Gabriela, “El margen de apre- Pedro J. y otros, “Derecho público provincial”, Ed. Depal-
ciación local en el diagrama del Poder Legislativo en ma, Buenos Aires, 1985).
las provincias: aportes y propuestas”, Revista Argentina
de Derecho Público, Nº 5, 20/02/2020, Legister.com, IJ- (50) Seguiremos, en este punto, la sistematización rea-
CMX-218. lizada por ÁBALOS, María Gabriela, “El margen de apre-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 65


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

Así, por ejemplo, en 1869, en el caso “Luis Re- Justicialista de la Provincia de Santa Fe c. Santa
soagli c. Provincia de Corrientes”, la Corte Supre- Fe, Provincia de s/ acción declarativa” (53). Allí
ma sostuvo “... que la Constitución Federal de la se explayó en torno a que la forma republicana
República se adoptó para su gobierno como Na- de gobierno impuesta a todas las provincias es
ción y no para el gobierno particular de las pro- susceptible, de por sí, de una amplia gama de
vincias, las cuales según la declaración del art. alternativas justificadas por razones sociales,
105 (art. 122, reforma de 1994) tienen derecho culturales e institucionales. De esta manera, la
a regirse por sus propias instituciones, y elegir forma republicana no exige necesariamente el
por sí mismas sus gobernadores, legisladores y reconocimiento del derecho de los gobernan-
demás empleados; es decir, que conservan su tes a ser nuevamente electos, sino que, además,
soberanía absoluta en todo lo relativo a los po- tal restricción impugnada resulta compatible
deres no delegados a la Nación, como lo reco- con ese tipo de organización política. El voto del
noce el art. 104 (art. 121, reforma de 1994)” (51). juez Fayt merece especial atención. Precisa que
el art. 5º de la CN declara la unión de los argenti-
También en el célebre caso “Bressani, Car- nos en torno del ideal republicano, pero se trata
los H. y otros c. Provincia de Mendoza”, de 1937, de una unión particular, de una unión en la di-
el mismo Tribunal Supremo interpretó que la versidad, que proviene, precisamente, del ideal
Constitución Nacional, si bien “... ha querido federalista, abrazado con parejo fervor que el re-
hacer un solo país para un solo pueblo (...) no se publicano. El federalismo encierra un reconoci-
ha propuesto hacer una Nación centralizada. La miento y respeto hacia las identidades de cada
Constitución ha fundado una unión indestruc- provincia, lo cual configura una fuente de vitali-
tible pero de Estados indestructibles”, agregan- dad para la República, en la medida en que po-
do que “... los constituyentes actores y testigos sibilita una pluralidad de ensayos y la búsqueda
presenciales del proceso que tuvo su término en por parte de las provincias de caminos pro-
la Constitución de 1853, establecieron una uni- pios para diseñar, mantener y perfeccionar los
dad no por supresión de las provincias —cami- sistemas republicanos locales. Esa diversidad
no que había obligado a desahuciar una terrible no entraña ninguna fuerza disgregadora, sino
experiencia— sino por conciliación de la extre- una fuente de fructífera dialéctica, enmarcada
ma diversidad de situación, riqueza, población siempre por la ley cimera de la Nación (consid.
y destino de los catorce Estados y la creación de 10) (54).
un órgano para esa conciliación, para la pro-
tección y estímulo de los intereses locales, cuyo Años más tarde, en la causa “Federación Ar-
conjunto se confunde con la Nación misma”, gentina de la Magistratura c. Provincia de Salta s/
buscando encontrar la fórmula para armoni- acc. declarativa de inconstitucionalidad” (55),
zar intereses, tradiciones, pasiones contradicto- del 14/11/2017, se cuestionó la constituciona-
rias y belicosas. Agrega “que no ha pretendido lidad del art. 156, párr. 1º, de la Constitución
la Constitución rehacer la naturaleza y suprimir
la característica de cada provincia sino dar a sus (53) CS, 06/10/1994, “Partido Justicialista de la Provin-
instituciones un denominador común” (52). cia de Santa Fe c. Santa Fe, Provincia de s/ acción decla-
rativa”, Fallos 317:1195.
En la interpretación jurisprudencial contem- (54) Entendió el juez Fayt en este caso que, además,
poránea de esta temática, en 1994 la Corte Fede- esta interpretación se ve reforzada con la reforma de 1994,
ral resuelve la impugnación formulada contra la en tanto el fortalecimiento del régimen federal fue uno de
los objetivos expresamente indicados como sustento de
prohibición de reelección inmediata del gober-
parte de las modificaciones que definió la ley que declaró
nador prevista en la Constitución de Santa Fe de su necesidad [art. 3º, apart. a), de la ley 24.309] (consid.
1962 (art. 64), aún vigente, en la causa “Partido 12). En definitiva, la forma en que cada Estado federal
regule sus instituciones debe ser respetada, porque lo
ciación local...”, ob. cit. contrario significaría que, por arte de interpretaciones
artificiosas, el principio de la supremacía constitucional
(51) CS, 31/07/1869, “D. Luis Resoagli c. Provincia de destruiría el sistema federal (consid. 25).
Corrientes s/ cobro de pesos”, Fallos 7:373.
(55) CS, 14/11/2017, “Federación Argentina de la Ma-
(52) CS, 02/06/1937, “Bressani Carlos H. y otros c. Pro- gistratura c. Provincia de Salta s/ acción declarativa de
vincia de Mendoza”, LA LEY 6- 989. inconstitucionalidad”.

66 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

salteña (según lo establecido por la reforma de la educación religiosa que esté de acuerdo con
1998 al texto sancionado en 1986), en cuanto sus propias convicciones; y también de la re-
dispone: “Los jueces de la Corte de Justicia son glamentación a través de la ley provincial 7546,
nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo art. 27, inc. ñ), que, en relación con la instruc-
del Senado prestado en sesión pública. Duran ción religiosa, dice que “integra los planes de
seis años en sus funciones pudiendo ser nom- estudio y se imparte dentro de los horarios de
brados nuevamente”. Se impugnó alegándose clase, atendiendo a la creencia de los padres y
la violación de la garantía de inamovilidad, que tutores quienes deciden sobre la participación
es una regla del sistema republicano, y porque de sus hijos o pupilos. Los contenidos y la habi-
además se pondría en peligro la independencia litación docente requerirán el aval de la respec-
e imparcialidad de los jueces. tiva autoridad religiosa”. Dicha reglamentación
se complementa con la disp. 45/2009 de la Di-
La Corte Suprema resolvió entendiendo que rección General de Educación Primaria y Edu-
es competencia privativa y excluyente de las cación Inicial, que establece que los padres y/o
provincias establecer los procedimientos de tutores deben manifestar si desean que sus hi-
elección y nombramiento de sus funcionarios, jos y/o pupilos reciban educación religiosa y,
reserva que excluye categóricamente la inter- en caso afirmativo, respecto de qué credo, sien-
vención del gobierno federal en la integración do esa manifestación archivada en el legajo del
de los poderes locales, y concluyó que son te- alumno.
mas que pertenecen al derecho público local,
de modo que la causa no es de competencia ori- Del voto de la mayoría integrado por los ma-
ginaria (vid. consids. 4º y 5º). gistrados Lorenzetti, Highton y Maqueda se ex-
trae que, en nuestro sistema federal, el Estado
Del voto del juez Rosatti se extraen importan- Nacional es competente para delinear la “base
tes consideraciones. Por un lado, señala que las de la educación” (art. 75, inc. 19, de la CN), que
provincias guardan subordinación con el Esta- debe respetar las particularidades provinciales y
do federal en los estrictos términos jurídicos de locales, a la vez que las provincias conservan la
la Constitución Nacional, pero aclara que no se facultad de asegurar la “educación primaria” en
trata de una subordinación indeterminada, sino los términos del art. 5º de la Ley Fundamental
limitada por la Carta Magna y que bien puede (consid. 15). En consecuencia, se decide que el
ser considerada como una “autolimitación”, en Estado Nacional delinea “las bases de la educa-
la medida en que las provincias originarias son ción”, teniendo en cuenta la convivencia pacífica
quienes fundaron al Estado Nacional, tal como y el diálogo entre distintas religiones y filosofías
se remarca en el Preámbulo constitucional de vida, mientras que las provincias conservan
(consid. 1º). Y agrega que se trata de “... el ideario la facultad de introducir sus propias particula-
federal ínsito en la Constitución Nacional con- ridades en materia educativa, respetando sus
forme al cual no es posible concebir un bien ge- tradiciones, símbolos e identidades locales y re-
neral que se edifique sobre la anulación de una gionales (consid. 37). No obstante, ponen de re-
idiosincrasia local” (consid. 3º). salto que existe un piso mínimo constituido por
el diseño establecido en la Constitución Nacio-
Otro importante precedente es el caso “Cas- nal, y tanto sus fuentes históricas como los pre-
tillo” (56), un amparo colectivo incoado por un cedentes de la Corte Suprema permiten afirmar
grupo de madres de escuelas públicas y la Aso- con claridad el principio de neutralidad religio-
ciación de Derechos Civiles contra la provincia sa en el ámbito de la educación pública. Por ello,
de Salta, por el cual solicitaban la declaración se declaró la inconstitucionalidad del inc. ñ) del
de inconstitucionalidad del art. 49 de la Cons- art. 49 de la ley referida y la res. 45/2009.
titución provincial, en cuanto contempla, entre
las bases del sistema educacional, el derecho de En la disidencia parcial del juez Rosatti se ex-
los padres —y, en su caso, de los tutores— a que trae que “... las provincias tienen plena autono-
sus hijos o pupilos reciban en la escuela pública mía para sancionar sus Constituciones siempre
que ellas estén de acuerdo con los principios,
(56) CS, 12/12/2017, “Castillo y otros c. Provincia de declaraciones y garantías consagradas en aque-
Salta s/ amparo”. lla. Esta Corte Suprema ha reconocido la auto-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 67


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

nomía provincial, tanto para elegir autoridades “... el tratamiento del sistema electoral local no
como para diseñar sus instituciones y Consti- es unánime al interior de nuestro Estado fede-
tuciones en consonancia con sus identidades ral, siendo dable verificar una diversidad de re-
y particularidades y en tales oportunidades, ha gímenes que expresa el ‘margen de apreciación
destacado el valor de la diversidad que conlle- local’ que esta Corte ha reconocido en el pre-
va el régimen federal de gobierno adoptado por cedente ‘Castillo’, fallado el 12/12/2017 (Fallos
nuestro país” (conf. doctrina Fallos 311:460 y sus 340:1795)” (voto del juez Rosatti, consid. 18).
citas; 317:1195 y sus citas; 329:5814) (consid. 9º).
Agrega que del texto constitucional salteño sur- Por último, merece destacarse el reciente fa-
ge explícito el reconocimiento de un “derecho llo in re “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
constitucional” y no de una mera “expectati- c. Estado Nacional s/ acción declarativa de in-
va” en cabeza de los padres a que sus hijos reci- constitucionalidad”, del 04/05/2021. Allí la Corte
ban educación religiosa en los establecimientos Suprema, con tres votos concurrentes, conclu-
educativos públicos (consid. 16), pudiendo ad- yó que el art. 2º del DNU 241/2021 violó la au-
vertirse la función ampliatoria de derechos que tonomía de la Ciudad de Buenos Aires. En la
incumbe a las provincias. En este sentido, resal- sentencia, se dejó bien en claro que la Ciudad
ta la diversidad en el tratamiento de esta temá- de Buenos Aires cuenta con todas las facultades
tica por parte de otras provincias, citando los propias de legislación interna similares a aque-
ejemplos de Tucumán y Catamarca (en horario llas de las que gozan las provincias argentinas;
de clase), mientras que, en los casos de La Pam- incluso conserva su poder de policía sobre las
pa, San Luis y Córdoba es fuera del horario de cuestiones de salud y salubridad públicas y so-
clase, junto con las provincias de Mendoza, En- bre la organización y el funcionamiento de sus
tre Ríos, Neuquén y San Juan, que consagran la instituciones educativas.
educación laica (consid. 17). De esta forma, el
juez Rosatti interpreta que “... la elección salte- Son realmente elocuentes las consideracio-
ña en materia de enseñanza religiosa en escue- nes que hace el juez Rosenkrantz cuando señala
las primarias públicas expresa un ‘margen de que todas las autoridades de la República de-
apreciación provincial’ que no confronta con el ben respetar el orden institucional y el sistema
citado art. 5º sino, antes bien, expone una for- democrático. Textualmente, dice: “Este sistema
ma de implementar la competencia educativa institucional, tal como ha sido organizado en la
atendiendo a las particularidades provinciales Constitución, se realiza tanto en el nivel nacio-
de acuerdo con la ponderación de sus propios nal como así también en el provincial y muni-
constituyentes”. Así, ese “margen de apreciación cipal, y se asienta no solamente en el carácter
provincial” en materia educativa permite enten- electivo de las autoridades ejecutivas y legisla-
der (y convalidar) que ciertas jurisdicciones de tivas, sino, particularmente en su deber de res-
nuestro Estado federal pongan énfasis, así como ponder ante la ciudadanía. En cada uno de los
sucede en materia religiosa, en la enseñanza de niveles de gobierno, las autoridades son elec-
temas tales como el fomento del espíritu asocia- tas por el pueblo de la Nación, de la provincia
tivo y cooperativo (en los casos de Entre Ríos y o del municipio y en cada una de esas comu-
Río Negro), en el conocimiento especial de la nidades políticas las autoridades electas deben
historia, cultura y geografía locales, la produc- responder por sus actos. Más aún, el sistema
tividad basada en las características regionales, representativo que organizó desde sus albores
entre otros (consid. 18). De ahí que concluye nuestra Constitución ha sido reforzado por nue-
que el “margen de apreciación provincial” es vas cláusulas incorporadas por la reforma cons-
connatural al sistema federal establecido por el titucional en 1994 (cf. arts. 36 a 40). Por ello, si
art. 1º de la CN (consid. 18). se usurparan las funciones que corresponden a
los gobiernos locales sin duda se subvertiría el
Un año después del caso “Castillo”, la Corte carácter representativo del sistema pues se di-
tuvo oportunidad de resolver un caso referido sociaría a los gobiernos locales de las políticas
a la provincia de Santa Cruz en relación con la que rigen en sus respectivos territorios, libe-
Ley de Lemas, en la causa “Unión Cívica Radi- rándolos de la responsabilidad que les cabe por
cal c. Provincia de Santa Cruz s/ amparo”, del ellas. Nunca es sobreabundante recordar que la
18/12/2018. Allí, el Tribunal Cimero dijo que Constitución es nuestra carta de navegación y

68 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alfonso Santiago

debemos aferrarnos a ella en tiempos de calma cionadas con las materias sobre las que ejerce
y más aún en tiempos de tormenta, no dejándo- jurisdicción legislativa y judicial.
nos llevar por la pulsión de decidir al margen de
lo que ella exige. De esta manera, la democracia ”2. Con respecto a las disposiciones relativas
saldrá fortalecida por su eficacia para gobernar a las materias que corresponden a la jurisdic-
la emergencia y no debilitada por el uso de un ción de las entidades componentes de la fe-
régimen de excepción ajeno a nuestra Constitu- deración, el gobierno nacional debe tomar de
ción” (consid. 16). inmediato las medidas pertinentes, conforme
a su Constitución y sus leyes, a fin de que las
Como colofón de la reseña jurisprudencial, autoridades competentes de dichas entidades
esta nos permite advertir que, al momento de puedan adoptar las disposiciones del caso para
pensar en una normativa provincial, deben el cumplimiento de esta Convención.
priorizarse las características propias de la pro-
vincia para la cual se implementa, su historia, ”3. Cuando dos o más Estados parte acuer-
den integrar entre sí una federación u otra clase
su realidad sociopolítica y cultural, su distribu-
de asociación, cuidarán que el pacto comuni-
ción demográfica y de organización municipal,
tario correspondiente contenga las disposicio-
evitando caer en respuestas genéricas o copias
nes necesarias para que continúen haciéndose
de otros textos constitucionales, concretando el
efectivas en el nuevo Estado así organizado, las
margen de apreciación provincial.
normas de la presente Convención”.
VI. El art. 28 de la CADH: génesis histórica e
El texto de la CADH en este punto se dife-
interpretación de la cláusula federal
rencia del contenido en otros documentos in-
Para la articulación entre el SIDH, los orde- ternacionales sobre derechos humanos. Así,
namientos nacionales y los provinciales en un el art. 50 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y el art. 28 del Pacto Inter-
Estado federal, es también necesario tener en
nacional de Derechos Económicos, Sociales y
cuenta la cláusula federal presente en el art. 28
Culturales establecen:
de la CADH (57), cuyo texto afirma lo siguien-
te: “Las disposiciones del presente Pacto serán
aplicables a todas las partes componentes de
“1. Cuando se trate de un Estado parte cons-
los Estados federales, sin limitación ni excep-
tituido como Estado federal, el gobierno nacio-
ción alguna”.
nal de dicho Estado parte cumplirá todas las
disposiciones de la presente Convención rela- El texto adoptado por la CADH se debe a la
influencia de los representantes de los Estados
(57) Sobre esta cláusula se han escrito muy buenos Unidos, que participaron en su redacción. Des-
trabajos, a los que remitimos: DULITZKY, Ariel, “Imple- cribiendo la historia de la elaboración del art.
mentación del derecho internacional de los derechos
humanos en los sistemas federales: el caso de la Conven- 28, comenta Ariel Dulitzky:
ción Americana sobre Derechos Humanos y la República
Argentina”, disponible en https://www.studocu.com/es- “La historia legislativa del art. 28 denota las
ar/document/universidad-nacional-de-avellaneda/de- tensiones que mencionamos al inicio de este
rechos-humanos/dulitzky-implementacion-del-derecho- artículo entre la necesidad de los Estados fe-
internacional-de-los-derechos-humanos-en-los-sistemas-
derales de cumplir cabalmente con todas las
federales/17274284; ÁBALOS, María Gabriela, “La cláu-
sula federal de la Convención Americana de Derechos obligaciones de la Convención a la par de no
Humanos (art. 28) y los poderes provinciales argentinos”, alterar las distribuciones internas de compe-
en PALACIO DE CAEIRO, Silvia, Tratados de derechos tencias entre la federación y las unidades com-
humanos y su influencia en el derecho argentino, p. 265; ponentes.
HERNÁNDEZ, Antonio M., “La cláusula federal del Pacto
de San José de Costa Rica y nuestro ordenamiento con-
stitucional”, disponible en https://www.acaderc.org.ar/
”El proyecto original preparado por la Co-
wp-content/blogs.dir/55/files/sites/55/2020/02/clausu- misión Interamericana, en su art. 29 indicaba
laferderaly-PSCC.pdf. que:

Suplemento Constitucional N.° 1 • 69


El principio de subsidiariedad y la articulación entre los ordenamientos jurídicos regionales…

”‘Cada Estado parte, cuando constituya una decisión interna y no una obligación interna-
federación tomará las medidas necesarias, con cional.
arreglo a su Constitución y a sus leyes, para
que se hagan efectivas las disposiciones de ”Como puede observarse, la principal inquie-
la presente Convención en todos los Estados, tud radicó en no federalizar todas las materias
provincias, departamentos federados y otros cubiertas por la Convención Americana. Pero
territorios bajo su jurisdicción’. ni siquiera en las posiciones sostenidas por los
Estados Unidos existía la intención de sostener
”El gobierno de los Estados Unidos sostuvo que la Convención regiría solamente en los ám-
que el artículo era ambiguo y se prestaba a in- bitos sobre los cuales el gobierno central ejercía
terpretaciones variadas. Sin embargo, concor- jurisdicción” (58).
daba en la conveniencia de que se incluyera un
Sin embargo, en la práctica, los órganos del
artículo en que se enfatizara la necesidad de la SIDH han hecho una interpretación y aplica-
cooperación entre el gobierno central y los go- ción sumamente estricta de la cláusula federal
biernos legales, pero sin alterar la distribución del art. 28 de la CADH, ya que consideraron res-
de poderes al interior de las federaciones. Por ponsables a los Estados nacionales con viola-
ende, proponía una redacción que dejara en ciones a los derechos humanos cometidos por
claro que ‘todos los gobiernos nacionales están las autoridades provinciales, sin que la especifi-
sujetos a todas las disposiciones de la Conven- cidad de dicha cláusula tuviera mayores conse-
ción respecto a la cual ejercen jurisdicción’. cuencias prácticas y concretas. Así, por ejemplo,
en el caso de las cárceles mendocinas en el que
”Ya durante las discusiones puntuales sobre intervino la Corte IDH en el año 2006, se juzgó
este artículo, la delegación de los Estados Uni- directamente la responsabilidad internacional
dos volvió a insistir en la necesidad de que no del Estado argentino en cuanto tal, no obstante
se adopte una disposición que cambie ‘total- que el sistema carcelario dependía totalmente
mente la estructura de la actual forma de go- del gobierno provincial.
bierno’ haciendo legislar al gobierno federal
sobre materias que no caían dentro de su esfe- VII. Conclusiones
ra sino de los Estados de la Unión. A fin de sa-
tisfacer a estas preocupaciones, la Conferencia Como puede observarse, nuestro actual or-
Especializada decidió incluir el actual art. 28, denamiento jurídico es sumamente complejo,
redactado sobre la base de una propuesta del ya que existen distintos sistemas y subsistemas
gobierno de Estados Unidos. La redacción del normativos y jurisdiccionales diferenciados que
interactúan entre sí.
art. 28 era fundamentalmente diferente al art.
50 del Pacto Internacional de Derechos Civiles El principio de subsidiariedad, con sus di-
y Políticos ya citado. mensiones procesales y sustantivas, constituye
un criterio de operación que necesariamente ha
”La principal distinción radicaría en que el de ser tenido en cuenta.
Pacto a diferencia de la Convención obliga al
gobierno federal a ejercer poderes sobre ma- De dicho principio se desprenden las doc-
terias que pueden estar reservadas a las uni- trinas del margen nacional y provincial de
dades del Estado. En cambio, la Convención apreciación, llamadas a asegurar el necesario
obligaría solamente a tomar las medidas nece- pluralismo jurídico, rasgo característico de las
sarias para que las entidades de la federación democracias constitucionales y del federalismo
cumplan con la Convención. Estas medidas al que adhiere nuestra Constitución Nacional.
podrían consistir por ejemplo en recomenda-
ciones de acuerdo con la delegación nortea- (58) DULITZKY, Ariel, “Implementación del derecho
mericana. Pero en todo caso, siempre sería una internacional...”, ob. cit.

70 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


La competencia originaria de la
Corte Suprema de Justicia de
la Nación en el sistema federal
argentino
Alejandra Rodríguez Galán (*)
Sumario: I. Introducción.— II. Breves notas sobre el sistema federal
argentino.— III. La autonomía municipal.— IV. La competencia origi-
naria y las provincias argentinas.— V. La competencia originaria y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.— VI. Conclusiones finales.

“¿La Constitución? Los hombres del derecho público nos aplicamos a la enseñanza de la Consti-
tución entendida como el compromiso normativo fundamental sobre el orden social querido para
una comunidad. Pero sabemos que su supremacía y su vigencia no dependen tanto de la intención
del constituyente, como de su estrategia de futuro y de su capacidad para programar el cambio” (**).

I. Introducción ción de la protección y promoción de los dere-


chos humanos, y propendió al fortalecimiento
El federalismo como forma de Estado y la des- del federalismo.
centralización como modo de desconcentrar el
poder son temas centrales en las democracias A tal fin, recordaremos sucintamente, en pri-
modernas, pues plantean cuestiones de rele- mer término, los antecedentes históricos del
vancia tanto respecto a los alcances de las com- federalismo argentino; luego expondremos al-
petencias jurídicas de las unidades territoriales gunos conceptos como marco de referencia y
que conforman una Nación, como a lo que con- explicaremos el reparto de competencias en el
cierne al plexo de relaciones e interacciones sistema constitucional argentino, para conside-
complejas que genera la gestión del Estado en rar seguidamente la evolución de la competen-
los distintos niveles de gobierno. cia originaria del Máximo Tribunal. Finalmente,
esbozaremos algunas conclusiones.
El propósito de este trabajo es examinar el es-
tado actual de las relaciones de los sujetos fe- La reflexión sobre el federalismo argenti-
derados, con particular atinencia al status de la no será abordada no solo como una dialéctica
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, resultante entre avances y retrocesos, sino como la inda-
de la reforma de 1994, con relación a la compe- gación de un proceso que tiene, por su propia
tencia originaria de la Corte Suprema de Justicia esencia, un rasgo dinámico preponderante en
de la Nación. Dicha reforma generó importantes su aplicación y en su desarrollo. La cuestión fe-
cambios en el sistema institucional, la amplia- deral se perfila en el marco de la Constitución,
como un diálogo de dimensión: por una par-
(*) Abogada. Máster en Ciencia Política, City Univer- te, entre el poder central y los Estados locales,
sity of New York. Profesora adjunta regular de Derecho y, por otra parte, entre la autoridad y la liber-
Constitucional. tad (1). Las alternativas de este diálogo en el
(**) FRÍAS, Pedro J., “Conductas públicas, una mirada
superadora de la penuria institucional argentina”, Ed. De- (1) Los términos de la ecuación clásica: “libertad e
palma, Buenos Aires, 1997. igualdad”, formulada por Alexis de Tocqueville en “De-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 71


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

marco de la jurisdicción originaria constituyen intereses del Estado federal y los propios de los
el objeto del presente. Estados provinciales (3).

II. Breves notas sobre el sistema federal ar- La adopción de la forma federal de Estado (4)
gentino implica que el ejercicio del poder soberano re-
cae en el gobierno federal, y el poder autónomo
II.1. Antecedentes históricos y marco concep- que conservan las provincias, en sus respectivas
tual autoridades. De la declaración del Preámbulo
de la Constitución, según la cual los represen-
Al aproximarnos al federalismo argentino tantes del pueblo, en ejercicio del poder cons-
corresponde, en primer lugar, aludir al origen tituyente originario, se unen “... por voluntad y
histórico de la forma de Estado que adoptó la elección de las provincias que la componen...”,
Constitución Nacional. En la Argentina, esa for- surge con toda claridad que son las provincias
ma de Estado responde a dos tradiciones. Una las que dan contenido a la Nación, de manera
vertiente es la que expuso Juan Bautista Alber- que no se trata de sujetos de derecho público
di, finalmente adoptada por la Constitución de desasociados (5), sino de Estados unidos por un
1853, que consiste en la adopción de una fór- destino común y la finalidad de progreso com-
mula mixta (2), en la que se conjugan los ante- partido.
cedentes unitarios y federales de nuestra vida
política. La otra, de fuerte contenido federal, es En su condición de entidades preexistentes
la que se origina con motivo de la unificación a la Nación dotadas de autonomía política, las
del Estado de Buenos Aires con las demás pro- provincias argentinas (6) conservan todos los
vincias en 1860, después de su secesión. atributos originarios que no delegaron en el
Estado Nacional, correspondiendo, en caso de
En aquella etapa fundacional del país se inten-
tó conciliar dos políticas. La primera, la de Bue- (3) RODRÍGUEZ GALÁN, Alberto, “Poder político,
nos Aires, mediante el resguardo de los fuertes centralización y descentralización”, Ed. Instituto de De-
intereses económicos resultantes de su posición recho Público y Ciencia Política, Academia Nacional de
Ciencias de Buenos Aires, 1982, p. 25.
geográfica y su puerto como llave de la econo-
mía del país; y la segunda: la afirmación por las (4) La forma federal de Estado es considerada un con-
provincias de sus individualismos locales. Pero tenido “pétreo”. Para un estudio profundo del tema y su
debate ver VANOSSI, Jorge R., “Teoría constitucional”, Ed.
esa realidad se transformó rápidamente en los Depalma, 2000, ps. 200 y ss.
años siguientes por la gran movilidad de la so-
ciedad argentina en todos sus campos. Así, los (5) DALLA VIA, Alberto R., “Manual de derecho cons-
titucional”, Ed. LexisNexis, Buenos Aires, 2004, ps. 652 y
particularismos provincianos cedieron frente a ss. El autor recuerda que existió un debate acerca de la
los cambios introducidos por la inmigración eu- preeminencia histórica de las provincias argentinas. En
ropea primero y más tarde por las migraciones ese sentido, el Prof. Bidart Campos sostiene que las tre-
internas. A su vez, la creación de polos de desa- ce provincias “históricas” que se reunieron en Santa Fe
después de la Batalla de Caseros y del Acuerdo de San
rrollo en el interior del país, como contrapunto Nicolás de los Arroyos, que dieron origen al proceso de
a la fuerza centrípeta de Buenos Aires, precipitó organización nacional, son las que sancionaron la Cons-
un proceso que reinstaló la fórmula mixta que titución Nacional. Las restantes diez provincias surgen
entrevió Alberdi y que en su sentido profundo del mecanismo previsto en el art. 13 del texto constitu-
comporta una solución-compromiso entre los cional, el que permite la formación de nuevas provincias
con aprobación del Congreso.

mocracy in America” y “The Old Regime and the Revolu- (6) Las provincias “fundadoras” y las creadas con pos-
tion”, han dado paso a la dicotomía “libertad-autoridad”. terioridad conforme al mecanismo constitucional. Según
el art. 75, inc. 15, corresponde al Congreso de la Nación:
(2) Juan Bautista Alberdi es uno de los padres de la “Arreglar definitivamente los límites del territorio de la
Constitución Nacional. La expresión que acuñó la fór- Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y
mula mixta es “unidad federativa” o “federación en la determinar por una legislación especial la organización,
unidad”, según de la palabra XIII del Dogma. Nótese que administración y gobierno que deben tener los territorios
las Constituciones de 1819 y 1826 fueron ambas de ca- nacionales, que queden fuera de los límites que se asig-
rácter unitario. nen a las provincias”.

72 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

duda, ofrecer la solución más acorde con los in- vo disminuye la necesaria participación de los
tereses provinciales, atendiendo a los grandes representantes de las provincias en el proceso
objetivos que determinaron la unión nacional: político, extremo que permite sostener que la
el respeto a la libertad y a la dignidad del hom- división de poderes es también una garantía del
bre (7). federalismo (11).

Sabido es que a la división horizontal del po- En el Estado moderno, estas categorías de di-
der, que presuponía la diferenciación de las fun- visión horizontal y división vertical del poder
ciones en la rama ejecutiva, legislativa y judicial, no siempre coinciden del modo en que lo pos-
se añadió más tarde la innovación profunda que tula la tesis clásica. Nos encontramos frente a
significó, en el orden político, la sanción de la un Estado que procede de la tradición política
Constitución de los Estados Unidos de América liberal-democrática, pero que en definitiva será
en 1787 (8), que implementó la división verti- centralizado o descentralizado, unitario o fede-
cal del poder. Es decir, una forma de Estado que ral, de acuerdo con la forma en que se distribu-
distribuía las competencias entre un gobierno yan las competencias entre el gobierno central
central y gobiernos locales, con actuación ar- y los gobiernos locales. Es decir, frente a la rea-
mónica y coordinada sobre un mismo espacio lidad actual del mundo globalizado, no parece
territorial. que el grado de centralización o descentraliza-
ción esté necesariamente referido a la adopción
Si bien la teoría del proceso político acierta en de una determinada forma de Estado: unitario
la necesidad del control judicial de la división de o federal, sino a los mecanismos con que el Es-
poderes en el caso del gobierno federal (9), cabe tado asume la responsabilidad de dar respues-
interrogarse qué ocurre en cuanto a la división ta a las demandas que se le presenten y a los
del poder entre la Nación y las provincias. En servicios que se le requieran, con criterios de
este caso, la principal garantía de la soberanía o eficiencia (12). En la tarea de vincular ambos
autonomía de las provincias no se agota en ase- conceptos, se ha sostenido con agudeza que el
gurar la división de funciones en su nivel propio federalismo se identifica con la descentraliza-
de gobierno, sino que se extiende a la participa- ción en la medida en que esta suponga reco-
ción de sus representantes en la formación de la nocer derecho a la decisión antes que delegar
voluntad del gobierno federal y en la asignación poder de decisión (13).
de recursos (10).
La multiplicidad de servicios del Estado trae
La cuestión de fondo consiste en profundizar aparejada la creación de nuevos cuerpos y agen-
la representación de los intereses de las provin- cias con capacidad de tomar decisiones; de ahí
cias en el proceso político nacional; de allí la im- que los grados de centralización y descentrali-
portancia del Senado como “caja de resonancia” zación no solo estén determinados por las for-
y expresión de las soberanías estaduales, Cáma- mas de Estado federal o unitario, sino también
ra en la que, desde su origen, por aplicación del por los niveles de complejidad administrativa
principio de igualdad federal, el menor de los que el Estado asume en el cumplimiento de sus
Estados miembro tiene la misma representa- funciones (14). En general, las sociedades con
ción que la de los Estados más importantes. Por
ende, el aumento del ejercicio de funciones de (11) SOLA, Juan V., “Derecho constitucional”, Ed. Le-
carácter legislativo por parte del Poder Ejecuti- xisNexis, Buenos Aires, 2006, ps. 837 y ss.
(12) En otras palabras, no siempre se compadecen, en
(7) BADENI, Gregorio, “Derecho constitucional”, Ed. las sociedades políticas actuales, el grado de descentra-
LexisNexis, Buenos Aires, 2005, ps. 431 y ss. lización o centralización en que se encuentran divididas
las atribuciones entre sus autoridades centrales y locales,
(8) Fuente de la Constitución histórica de 1853/1960. con la forma de Estado, federal o unitario, que se hubiera
adoptado.
(9) Una de las funciones del Poder Judicial es mante-
ner “activa” la división de poderes. (13) GARAT, Pablo María, Cuaderno de Federalismo, Nº
XVII, Ed. Instituto de Federalismo, Córdoba, 2004, p. 73.
(10) RODRÍGUEZ GALÁN, Alejandra, en AA.VV., “Ho-
menaje al Dr. Pedro José Frías”, Ed. Asociación Argentina (14) RODRÍGUEZ GALÁN, Alberto, “Poder político...”,
de Derecho Constitucional, Buenos Aires, 2012. ob. cit., p. 21.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 73


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

mayor grado de descentralización permiten en- Con respecto al modo en que se realizan ambos
contrar los mecanismos de ajuste de sus tensio- órdenes de potestades, federales y provinciales,
nes en los niveles adecuados y evitar así que los se ha sostenido que los poderes reservados de
problemas locales se transformen en conflictos las provincias son originarios e indefinidos, y los
de mayor escala (15). delegados a la Nación son definidos y expresos.

Ahora bien, ¿cómo se trasladan estas catego- Importa interpretar el alcance de las facul-
rías al caso en estudio? ¿Cómo se articulan los tades de las provincias delegadas en el gobier-
mecanismos de participación de las provincias no federal y de los poderes que aquellas se
en los procesos de decisión y qué efectos tie- han reservado. El examen de esta cuestión fue
ne su aplicación en la vida de la comunidad? El abordado por la Corte Suprema en numerosos
asunto remite, en primer lugar, al sistema de re- precedentes en los que han sido resaltados los
parto de competencias que determina la Cons- caracteres propios de nuestro sistema federal
titución. establecido en la Constitución Nacional, en el
sentido de conciliar las prerrogativas de cada
II.2. El reparto de competencias: normas y provincia con las de la Nación.
principios rectores
En esa inteligencia, el Alto Tribunal ha seña-
El art. 1º declara: “La Nación Argentina adop- lado que todo aquello que involucre el peligro
ta para su gobierno la forma representativa de limitar las autonomías provinciales ha de
republicana federal, según la establece la pre- instrumentarse con la necesaria cautela para
sente Constitución” (16). Y el art. 5º, por su evitar el cercenamiento de los poderes no dele-
parte, ordena: “Cada provincia dictará para sí gados de las provincias. Pero también destacó
una Constitución bajo el sistema representati- que aquellos poderes provinciales no pueden
vo republicano, de acuerdo con los principios, enervar el ejercicio razonable de los poderes de-
declaraciones y garantías de la Constitución legados al gobierno federal, so pena de convertir
Nacional; y que asegure su administración de en ilusorios los propósitos y objetivos de las ci-
justicia, su régimen municipal, y la educación tadas facultades, que fincan en la necesidad de
primaria. Bajo de estas condiciones, el gobierno procurar eficazmente el bien común de la Na-
federal, garante a cada provincia el goce y ejer- ción toda, en el que necesariamente se encuen-
cicio de sus instituciones”. tran engarzadas y del cual participan todas las
provincias (17). Por tal razón, la Corte ha subra-
Ello implica que las provincias, al ceder parte yado la necesidad de que esta delicada relación
de su soberanía a la Nación, se avienen a ade- entre la Nación y los Estados locales —aquel
cuar sus instituciones a los principios rectores “diálogo” al que nos referíamos al comienzo—
de la Constitución Nacional, y bajo esos térmi- se desenvuelva armónicamente, cuidándose
nos esta les asegura la “garantía federal”, como una de no entorpecer la acción exclusiva de la
expresión de la unidad del Estado. De allí que otra y viceversa.
los gobernadores de provincia, elegidos libre-
mente por el voto popular y de acuerdo con lo Según el principio de reparto establecido en
previsto en las Constituciones de cada Estado, el art. 121, las provincias conservaron para sí
sean agentes naturales del gobierno federal para todo el poder no delegado por la Constitución
hacer cumplir la Constitución y las leyes, según al gobierno federal y el que se hubieran expresa-
lo dispone el art. 128 de la Ley Fundamental. mente reservado mediante pactos al tiempo de
su incorporación (18). Debido a su autonomía,
ostentan —entre otras atribuciones— el domi-
(15) FRÍAS, Pedro J., “El federalismo argentino. Intro-
ducción al derecho público provincial”, Ed. Depalma,
Buenos Aires, 1980, p. 42. (17) Fallos 304:1186; 305:1847 —dictamen del procura-
dor, Dr. Mario J. López— y 312:1437.
(16) La forma republicana, representativa y federal se
considera contenido “pétreo” según la doctrina clásica, (18) “Las provincias conservan por el pactum foederis
y constituyen principios de derecho público constitucio- competencias diversas que no han sido delegadas en el
nales. gobierno federal” (arts. 121 y ss. de la CN).

74 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

nio de los bienes públicos y la potestad ejercer el En otro plano se encuentran los poderes con-
poder de policía en su territorio (19). currentes, cuyo ejercicio es compartido entre
las provincias y la Nación, y que exteriorizan
De otro lado, las provincias delegaron en el la necesaria cooperación e interrelación entre
gobierno federal ciertas facultades que ejercen ambas (22). Son en general la competencia del
el Congreso de la Nación o el presidente, con- art. 75, incs. 18 y 19 —la cláusula del progreso y
forme lo determina la Ley Fundamental (20). del desarrollo humano— y el nuevo art. 125 —la
Así, por ejemplo, en su carácter de jefe de Es- posibilidad de conservar organismos de la se-
tado, compete al presidente de la República el guridad social y la de celebrar convenios inter-
manejo de las relaciones internacionales, y al nacionales con conocimiento del Congreso—.
Congreso, el dictado de la legislación federal y Así también, en orden a la protección del me-
de la legislación común, los denominados Códi- dio ambiente, el nuevo art. 41 de la Constitu-
gos de fondo, para ser aplicados en todo el terri- ción establece que las autoridades proveerán
a la protección del medio ambiente, a la utili-
torio del país (21).
zación racional de los recursos naturales, a la
preservación del patrimonio natural y cultural
(19) En un precedente de 1869, la Corte Suprema reco- y de la diversidad biológica, y a la información
noció que “es un hecho y también un principio constitu-
cional, que la policía de las provincias está a cargo de sus y educación ambientales, y que corresponde a
gobiernos locales, entendiéndose incluido en los poderes la Nación dictar las normas que contengan los
que se han reservado; el de proveer lo concerniente a la presupuestos mínimos de protección, y a las
seguridad, salubridad y moralidad de sus vecinos; y que provincias, las necesarias para complementar-
por consiguiente, pueden lícitamente dictar leyes y regla- las, sin que aquellas alteren las jurisdicciones
mentos con estos fines, no habiéndose garantido por el
art. 14 de la CN a los habitantes de la República el dere-
locales (23).
cho absoluto de ejercer su industria o profesión, sino con
sujeción a las leyes que reglamentan su ejercicio” (Fallos III. La autonomía municipal
7:150).
En el marco de nuestro sistema federal, la
(20) El art. 126 dispone: “Las provincias no ejercen el autonomía municipal se afianzó primero en la
poder delegado a la Nación. No pueden celebrar trata-
dos parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre
doctrina, más tarde en la jurisprudencia de la
comercio, o navegación interior o exterior; ni establecer Corte Suprema (24), en el ciclo constituyente
aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer provincial y se consolidó con rango constitu-
bancos con facultad de emitir billetes, sin autorización cional a partir de la reforma de 1994. El régimen
del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil, Co- municipal que los constituyentes reconocieron
mercial, Penal y de Minería, después que el Congreso como base esencial de la organización política
los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre
ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación argentina, al consagrarlo como requisito de la
de moneda o documentos del Estado; ni establecer de- autonomía provincial, consiste en la adminis-
rechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o levantar tración de aquellas materias que conciernen
ejércitos, salvo el caso de invasión exterior o de un peli- únicamente a los habitantes de un distrito o lu-
gro tan inminente que no admita dilación dando luego
cuenta al gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes
extranjeros”. económica en función del programa de desarrollo de la
Ley Fundamental. En tal sentido, se ha sostenido que, a
(21) OLIVERA, Julio H. G., “El modelo constitucio- diferencia de los Estados Unidos, “conforme a las dispo-
nal de integración económica”, Anticipo de Anales, año siciones constitucionales el régimen legal de las activi-
XXXIII, 2ª época, Nº 26, 1988. El marco jurídico uniforme dades económicas es idéntico en todo el territorio de la
resulta del art. 75, inc. 12, de la Constitución argentina, República”.
que encomienda al Congreso del Nación “Dictar los Có-
digos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y (22) GONZÁLEZ, Joaquín V., “Manual de derecho
Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin constitucional”, Ed. Ángel Estrada, Buenos Aires, 1983.
que tales Códigos alteren las jurisdicciones locales, co- (23) RODRÍGUEZ GALÁN, Alejandra, en AA.VV., “Ho-
rrespondiendo su aplicación a los tribunales federales o menaje al Dr. Pedro José Frías”, ob. cit.
provinciales, según que las cosas o las personas cayeren
bajo sus respectivas jurisdicciones...”. Desde la perspec- (24) En el caso “Rivademar c. Municipalidad de Ro-
tiva del análisis económico del derecho, las necesidades sario”, Fallos 312:326, se zanja el debate acerca de la au-
reales y fines legítimos motivan la integración normativa, tonomía o la autarquía de los municipios, en favor de la
que obedece en definitiva a un modelo de integración primera.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 75


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

gar particular sin que afecte directamente a la lítico, administrativo y financiero, se encuentra
Nación en su conjunto y, por lo tanto, debe es- en el principio de razonabilidad contenido en el
tar investido de la capacidad necesaria para fi- art. 28 de la Ley Fundamental, en virtud del cual
jar las normas y ejercer el poder de policía a ese las Constituciones provinciales no pueden, bajo
fin (25). la apariencia de reglamentar tal autonomía,
transponer los límites de lo racional y razonable
Los constituyentes de 1994 han reconocido la para la vigencia efectiva de los municipios”.
relevancia de la autonomía municipal en el art.
123, que expresa: “Cada provincia dicta su pro- Y señaló además: “Si bien lo atinente a im-
pia Constitución, conforme a lo dispuesto por el poner un alcance determinado a la autonomía
art. 5º asegurando la autonomía municipal y re- municipal es atribución del constituyente pro-
glando su alcance y contenido en el orden ins- vincial, una vez ejercido ese poder, las autori-
titucional, político, administrativo, económico y dades constituidas deben respetar el grado de
financiero”. autonomía asignado a los diferentes niveles de
gobierno” (27).
En efecto, a partir de la reforma, la autono-
mía municipal pasa a ser un principio de rango Con esta comprensión, y en virtud de que la
constitucional en el derecho público argentino, competencia originaria de la Corte se realiza en
bien que condicionado a los términos de cada el marco del sistema federal, corresponde aho-
Constitución provincial. En tal sentido, criterios ra referirnos a la posición de las provincias y de
de eficiencia aconsejan que a nivel de las Cons- la Ciudad Autónoma de Buenos Aires frente a
tituciones provinciales la asignación o recono- la instancia más eminente y el lugar que en ese
cimiento de grados de autonomía a las distintas ámbito jurisdiccional se le ha sido reconocido a
categorías municipales se haga atendiendo a su esta última.
realidad específica y de acuerdo con su gravita-
IV. La competencia originaria y las provin-
ción provincial o incidencia nacional. Tal reco- cias argentinas
nocimiento por parte de la provincia implicará
reconocer al municipio una autonomía plena, Una expresión de la jerarquía constitucio-
que albergue la capacidad de dictar las Cartas nal de los Estados provinciales está dada por la
Orgánicas que definan los objetivos y determi- prerrogativa que se le reconoce a la competen-
nen la estructura organizativa del municipio cia originaria de la Corte Suprema de Justicia de
(“autonormatividad”), o semiplena, si carece de la Nación, que es el juez natural de las provin-
tal atribución. Por su parte, los grados de autar- cias argentinas e interviene en esa instancia de
quía se vinculan con el nivel de participación en excepción en los casos o controversias que se
los sistemas de distribución primaria y secun- susciten entre dos o más provincias, según lo
daria de los recursos coparticipables (26). establece la Constitución Nacional (28) y lo ha
interpretado el Alto Tribunal desde sus pronun-
En un caso que comprometía la legitimidad ciamientos más tempranos (29).
en el cargo de un intendente de una provincia
argentina, la Corte Suprema destacó: “El límite (27) Art. 124 de la CN.
fundamental para determinar el ámbito de le-
gitimidad y de legalidad de las autonomías de (28) Art. 117 de la CN.
los municipios en los órdenes institucional, po- (29) In re “Sojo”, Fallos 32:120, que inaugura el control
de constitucionalidad en nuestro medio, bien que referi-
(25) Doctrina de Fallos 320:61. do a un caso de habeas corpus. Para un estudio orgánico
del tema ver la obra de BIANCHI, Alberto, “Competencia
(26) ROSATTI, Horacio, "Tratado de derecho munici- originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”,
pal", 5° ed., Rubinzal-Culzoni, ps. 222 y ss. Ver también Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1989. Corresponden a
ÁBALOS, María Gabriela, “Autonomía municipal y ar- la competencia originaria de la Corte ratione personae los
monización tributaria: respuesta jurisprudencial que casos en que son demandados una provincia y el Esta-
clama por una solución general”, LA LEY del 18/11/2021; do Nacional —y ambos sean parte en el litigio, no solo
LL AR/DOC/3242/2021. Para un estudio acabado del en sentido nominal, sino también sustancial, o sea que
tema municipal, ver la obra de HERNÁNDEZ, Antonio tengan un interés directo en el pleito—, dado que esa es
M., “Derecho municipal”, ps. 300 y ss. la única forma de conciliar lo preceptuado por el art. 117

76 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

IV.1. Algunas consideraciones preliminares petencia originaria de la Corte es entonces una


“porción eminente” de la competencia federal.
Sabido es que la competencia se define como
la función de emitir un pronunciamiento que Los antecedentes de nuestra competencia
determine el derecho aplicable entre dos partes, originaria descansan en la Constitución Federal
con el objeto de dirimir un conflicto entre ellas. de los Estados Unidos de 1787, más específica-
El maestro Couture sostenía que la competen- mente en el art. III, sección 2ª. En efecto, el art.
cia es la medida de la jurisdicción o la suma de III, sección 2ª, constituye el antecedente norma-
materias respecto de las cuales un juez puede tivo de los entonces arts. 100 y 101, actuales arts.
poner en práctica sus poderes jurisdicciona- 116 y 117 de la Constitución argentina (33).
les (30).
La Constitución Nacional expresa en el Capí-
La competencia de los tribunales de la Re- tulo Segundo de la parte orgánica —“Atribucio-
pública está determinada en nuestra Consti- nes del Poder Judicial”—:
tución y en las normas inferiores. Al respecto,
cabe efectuar algunas distinciones: un primer Art. 116: “Corresponde a la Corte Suprema y
distingo se vincula con la competencia origina- a los tribunales inferiores de la Nación, el cono-
ria y con la competencia apelada, según sea por cimiento y decisión de todas las causas que ver-
apelación ordinaria o bien por recurso extraor- sen sobre puntos regidos por la Constitución, y
dinario federal (31); un segundo punto consiste por las leyes de la Nación, con la reserva hecha
en recordar que la competencia originaria es fe- en el inc. 12 del art. 75; y por los tratados con las
deral. La misión de la justicia federal consiste en naciones extranjeras; de las causas concernien-
conocer todo aquello que es privativo de la Na- tes a embajadores, ministros públicos y cónsu-
ción, constituyendo un fuero de excepción que les extranjeros; de las causas de almirantazgo y
no puede extenderse a casos que no estén ex- jurisdicción marítima; de los asuntos en que la
presamente señalados (32). La justicia federal
corresponde a los tribunales de la Nación esta- (33) Art. III, Section 1: “The judicial Power of the United
blecidos directamente por la Constitución; es de States, shall be vested in one Supreme Court, and in such
excepción, porque procede de los poderes que inferior Courts as the Congress may from time to time or-
delegaron las provincias en la Nación al mo- dain and establish. The Judges, both of the Supreme and
inferior Courts, shall hold their offices during good beha-
mento de sancionarse la Constitución. La com- viour, and shall, at stated times, receive for their services, a
compensation, which shall not be diminished during their
de la CN respecto de las provincias con la prerrogativa continuance in office”. Section 2: “1. The judicial Power
jurisdiccional que le asiste a la Nación —o a una entidad shall extend to all cases, in law and equity, arising under
nacional— al fuero federal, sobre la base de lo dispuesto this Constitution, the laws of the United States, and trea-
en el art. 116 de la Ley Fundamental (Fallos 328:1019 y ties made, or which shall be made, under their Authority;
sus citas). to all cases affecting ambassadors, other public ministers
and consuls; to all cases of admiralty and maritime juris-
(30) COUTURE, Eduardo J., “Fundamentos del dere- diction; to controversies to which the United States shall
cho procesal civil” (1958), 4ª ed. póstuma, Ed. BdeF, 2014. be a party; to controversies between two or more States;
A los fines de esta exposición, jurisdicción y competencia between a State and citizens of another State; between
guardan una “amable afinidad”. citizens of different States, between citizens of the same
(31) Competencia originaria y exclusiva (arts. 116 y State claiming lands under grants of different States, and
117, 2ª parte, CN, y art. 24, inc. 1º, dec.-ley 1285/1958). between a State, or the citizens thereof, and foreign States,
Competencia apelada (arts. 116 y 117, 1ª parte, CN): i) por citizens or subjects. 2. In all cases affecting ambassadors,
apelación ordinaria (art. 24, inc. 6º, dec.-ley 1285/1958, y other public ministers and consuls, and those in which a
art. 19, ley 24.463); ii) por apelación extraordinaria (art. State shall be party, the Supreme Court shall have origi-
14, ley 48; art. 2º, ley 27; art. 6º, ley 4055; art. 24, inc. 2º, nal jurisdiction. In all the other cases before mentioned,
dec.-ley 1285/1958). También conoce en los recursos di- the Supreme Court shall have appellate jurisdiction, both
rectos por recurso ordinario y extraordinario denegados as to law and fact, with such exceptions, and under such
y en los recursos de queja por retardo de justicia en con- regulations as the Congress shall make. 3. The trial of all
tra de las Cámaras de Apelaciones (arts. 4º y 5º, dec.-ley crimes, except in cases of impeachment, shall be by jury;
1285/1958). and such trial shall be held in the State where the said cri-
mes shall have been committed; but when not committed
(32) GONDRA, Jorge M., “Jurisdicción federal”, Buenos within any State, the trial shall be at such place or places
Aires, 1944, p. 29. as the Congress may by law have directed”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 77


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

Nación sea parte; de las causas que se susciten mente los arbitrales. Así se expresó claramente
entre dos o más provincias; entre una provincia el Tribunal en Fallos 90:97: ‘la prescripción de
y los vecinos de otra; entre los vecinos de dife- la parte final del art. 101 de la Constitución en
rentes provincias; y entre una provincia o sus ve- que se establece que la Corte Suprema ejercerá
cinos, contra un Estado o ciudadano extranjero”. jurisdicción originaria y exclusiva en los asuntos
en que alguna provincia sea parte (...) debe en-
Art. 117: “En estos casos la Corte Suprema tenderse y aplicarse a todos los asuntos en que
ejercerá su jurisdicción por apelación según las se requiera a instancia de parte la jurisdicción
reglas y excepciones que prescriba el Congreso; federal, debiendo entonces, según el texto de la
pero en todos los asuntos concernientes a em- Constitución, la Suprema Corte conocer de ellos
bajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en originariamente y no por apelación (...) lo que
los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá implica que esa jurisdicción no sea prorrogable
originaria y exclusivamente”. a los tribunales inferiores de la Nación en el or-
den federal, pero que no se excluya en su méri-
Los textos constitucionales argentino y esta- to la jurisdicción provincial o arbitral si por ella
dounidense difieren en que nuestra Ley Fun- optasen las partes...’”.
damental emplea los términos “originaria y
exclusiva” para calificar la competencia origi- A su vez, se le asigna el atributo de “origina-
naria, en tanto la Constitución norteamericana ria” porque está en el origen, en la génesis de
utiliza solo la expresión “originaria”, al referirse a la Constitución, y porque se accede a ella sin
la instancia única. Esta distinción motivó el exa- transitar ni recorrer otras instancias judiciales
men del origen y del significado de la expresión previas. Finalmente, la competencia originaria
“exclusiva”. es de excepción y, al igual que la competencia
federal que integra, es exclusiva y excluyente.
La expresión “exclusiva” en la Constitución Sostener que es originaria y exclusiva importa
Nacional proviene de la Constitución de 1819 suponer lo siguiente: i) que dentro de la juris-
(“exclusivamente”). Más tarde, en la Constitu- dicción federal, “únicamente” la Corte conoce
ción de 1826 se utilizaron los términos “origi- esas causas; ii) que, por ser norma inmediata-
naria y exclusivamente”. Gondra sostiene una mente operativa de la Constitución, el Congreso
interpretación que asigna al término “exclusiva” no puede ampliar ni restringir esa competencia,
la propiedad de distinguir la intervención priva- es decir, que la Corte solo puede conocer exclu-
tiva del Poder Judicial en estas cuestiones, ve- sivamente de esas causas, que no puede dejar
dada a los otros poderes del gobierno, “es decir, de conocerlas y que tampoco puede conocer
para prevenir que el Poder Ejecutivo o el Legis- originaria y exclusivamente de otras distintas;
lativo pudieran intervenir en las diferencias que iii) que la Corte controla de oficio (sin petición
se susciten entre las provincias” (34). de parte) la integridad de su competencia origi-
Ahora bien, con respecto a la acepción se- naria y exclusiva para impedir que se aumente
mántica del término “exclusiva”, en el prece- o restrinja. Por ello, la incompetencia originaria
dente “Telecor”, la Corte estableció límites al de la Corte se puede declarar en cualquier esta-
concepto; así, señaló: “Sobre la base de tales do de la causa (35).
premisas es posible fijar el alcance que el Tribu- Por ende, la determinación de la competencia
nal asignó a la expresión ‘exclusiva’ con el que el es el primer control de constitucionalidad que la
art. 101 de la Constitución califica a la compe- Corte Suprema está llamada a ejercer en su ins-
tencia originaria cuando surge porque participa tancia originaria.
en la contienda una provincia. Exclusiva signi-
fica que tal jurisdicción no es prorrogable a los En efecto, el control de constitucionalidad fue
restantes tribunales federales, mas no que en al- consagrado en el leading case “Marbury v. Madi-
gunas hipótesis —en las que juega el art. 12, inc. son” de 1803 (“US Supreme Court Reports”, Ed.
4º, de la ley 48— tampoco puedan conocer del
litigio los tribunales provinciales o, eventual-
(35) BIDART CAMPOS, Germán J., “Manual de dere-
cho constitucional”, Ed. Ediar, Buenos Aires, 1997, t. III,
(34) GONDRA, Jorge M., “Jurisdicción federal”, ob. cit. cap. XLVIII, ps. 456 y ss.

78 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

William Cranch, Washington, 1804), en el cual la IV.2. Las provincias, principales protagonistas
Suprema Corte de los Estados Unidos de Norte- de la competencia originaria y exclusiva
américa examinó con estrictez la legitimidad de
una ley que ampliaba —justamente— la com- A los fines del presente trabajo, nos interesa en
petencia originaria del Alto Tribunal federal. En particular el carácter de aforadas de las provin-
nuestro medio, se replica en el caso “Sojo”, don- cias. Ello implica dotarlas de un privilegio, para
de la Corte argentina también define una causa que las causas en que intervienen sean dirimi-
de competencia originaria (Fallos 32:120). das por el Tribunal Supremo de la Nación, que
es el juez natural de las provincias argentinas. A
El art. 117 de la CN importa conferir al más su vez, en los casos en que intervienen una pro-
Alto Tribunal de la República la trascenden- vincia y el Estado Nacional, que tiene vocación
te misión de ejercer su jurisdicción originaria al fuero federal, la Corte ha considerado que el
ratione personae en todos los asuntos concer- único modo de conciliar un pleito en que am-
nientes a embajadores, ministros y cónsules ex- bos sean parte es admitiendo su radicación en
tranjeros, y en los que alguna provincia fuese la instancia originaria, siempre que las provin-
parte. En efecto, la Constitución encomendó a cias sean parte no solo en sentido nominal sino
la Corte Suprema para su exclusivo juzgamien- también sustancial, o sea, que tengan un interés
to cuestiones en las que sean parte las provin- directo en el pleito. Es una regla bien estableci-
cias y los diplomáticos extranjeros; tan especial da que esta solamente surte cuando la provin-
tratamiento ha sido instituido dada la importan- cia aforada es “parte sustancial” en el pleito, es
cia de las partes en el pleito. A ese último res- decir, que no ha sido traída a juicio con el solo
pecto, Alberto Bianchi sostiene que responde al propósito de suscitar la intervención originaria
propósito de revestir con las mayores garantías del Tribunal.
la resolución de los juicios en que se discutan
cuestiones susceptibles de afectar las relaciones En consecuencia, en los casos de acciones
internacionales o la paz interna, proporcionan- vinculadas con la percepción de impuestos
do a las partes un tribunal que se halle libre de provinciales se argumenta, usualmente, que si
el órgano recaudador es una entidad autárqui-
toda sospecha de parcialidad (36).
ca, la provincia demandada no es parte sustan-
cial en el pleito, pues quien percibe el tributo es
(36) BIANCHI, Alberto, “Competencia originaria...”, ob. una persona distinta de ella. La Corte sostiene,
cit. Esta distinción constitucional obedece a principios
de derecho internacional, a cuestiones de reciprocidad sin embargo, que, si el objeto de la pretensión
y a reconocer a los Estados extranjeros como actores en se vincula con la potestad y la obligación tribu-
tanto sujetos internacionales. Los agentes diplomáticos taria, aspectos estos que exceden los inherentes
están investidos del privilegio de inmunidad frente a la a la función de recaudación material del tributo
jurisdicción del Estado en que actúan como representan- asignada al órgano de la administración fiscal,
tes de su propio Estado. Esa inmunidad los exime de la
jurisdicción de los tribunales de justicia del Estado anfi-
la provincia demandada tiene interés directo en
trión. Por ello, la intervención de la Corte Suprema pre- el pleito, es decir, es parte sustancial (37).
supone el consentimiento del Estado extranjero a la juris-
dicción argentina. Al referirnos a embajadores, ministros A ello se suma, en atención a la competencia
y cónsules extranjeros, el estándar lo establece el derecho federal, el requisito para su procedencia de que
internacional, y han de tenerse en cuenta cuestiones re- la materia federal sea la preponderante en la
lativas a la fecha de presentación de las cartas creden- causa sometida a juicio. Ahora bien, cabe soste-
ciales y acreditación. Por lo tanto, serán embajadores,
ministros y cónsules extranjeros aquellos que el derecho ner que la clásica distinción en razón de las per-
internacional así considere. El estándar de qué se en- sonas y de la materia cede frente a un criterio
tiende por agente diplomático o cónsul viene dado por
la Convención de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplo- resuelven en instancia originaria. Es cierto también que
máticas y la Convención de Viena sobre Relaciones Con- en la mayoría de los casos se trata de denuncias penales
sulares de 1963, ratificadas por ley de la Nación, y por el carentes de trascendencia institucional.
grado de inmunidades que los asiste. El art. 117 se refiere
a “causas concernientes”; “concernientes” se equipara a (37) Así, por ejemplo, en el caso “Asociación de Ban-
afectar, interesar o comprometer, y se aparta de la famosa cos de la Argentina y otros c. Provincia de Misiones”, la
expresión “sea parte”. En general, estas causas son muy Corte sostuvo que Misiones debía ser considerada parte
escasas en número en el total de las que anualmente se sustancial.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 79


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

jurisprudencial que se viene afirmando y se per- (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) s/ acción
fila como un nuevo estándar, que es el “nítido de amparo’ del 27/11/2007, que aquella entidad
interés federal”. La Corte se aparta del distingo no es una provincia argentina y que, por ende,
clásico y se concentra en la posible afectación no le corresponden las prerrogativas que la Ley
de garantías constitucionales graves, y, frente Suprema reconoce únicamente a dichos Esta-
a tales denuncias, actúa. Por ejemplo: causas dos locales de litigar —en los supuestos con-
“Cárceles de Mendoza”; “Dino Salas” (desmon- templados por las disposiciones citadas— en la
tes en Salta); “Tobas” (“Def. del Pueblo c. Prov. instancia originaria de esta sede, que por ser de
del Chaco y Estado Nacional”) (38). En estos ca- exclusiva raigambre constitucional no es sus-
sos incluso el Tribunal ha convocado a audien- ceptible de ampliarse, restringirse o modificarse
cias públicas y ha adoptado medidas urgentes por persona o poder alguno (arts. 44, 45, 54, 75,
para intentar paliar la situación que se denun- inc. 2º, 30 y 31, 124, 125, 129 y cláusula transito-
cia. ria séptima)” (39).

V. La competencia originaria y la Ciudad La Corte en aquella oportunidad compartió


Autónoma de Buenos Aires la interpretación de los textos constitucionales
llevada a cabo en reiterados precedentes (40)
Si las provincias argentinas han ocupado este que habían negado a la Ciudad Autónoma de
lugar preponderante en la competencia origi- Buenos Aires la condición de aforada a la com-
naria que surte en razón de las personas, dis- petencia originaria establecida en los arts. 116 y
tinta —en cambio— ha sido la situación de la 117 de la CN, sobre la base del examen estricto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que has- de las cláusulas constitucionales, al considerar
ta fecha reciente no era considerada aforada y, que, más allá de su singular status, no era una
en consecuencia, sin acceso a la instancia origi- provincia argentina, por lo que debía quedar so-
nara. Así lo entendió la Corte, al decidir acerca metida a los tribunales inferiores del Poder Judi-
de su procedencia en la sentencia recaída en la cial de la Nación (41). En disidencia, votaron en
causa “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c. dicha oportunidad los jueces Carmen M. Argi-
Tierra del Fuego, Provincia del s/ cumplimiento bay y Eugenio R. Zaffaroni, quien adhirió al voto
de contrato y cobro de pesos”, del 18/12/2007 de la Dra. Argibay, “con la precisión de que con-
(G.2462.XLI), pues, más allá de su singular sta- sidera que la representación senatorial estable-
tus, no se trataba en rigor de una provincia ar- cida por la Constitución Nacional confiere a la
gentina y, por ende, era ajena a tal prerrogativa: Ciudad Autónoma de Buenos Aires el carácter
de ente federado”.
“Que en todas las oportunidades en que, con
posterioridad a la reforma constitucional de Así, de conformidad con el criterio de la en-
1994, fue necesario calificar el status institu- tonces mayoría del Tribunal y los precedentes
cional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dictados en su consecuencia, las causas que
con el objeto de esclarecer si es aforada, o no, tenían como parte a la Ciudad de Buenos Ai-
a la competencia originaria de esta Corte Su- res y a una provincia debían tramitar ante los
prema que reglan los arts. 116 y 117 de la CN, jueces del Estado provincial. Los fundamen-
este Tribunal ha decidido desde el primer pre- tos de tal conclusión eran, principalmente, de
cedente en que tuvo ocasión de pronunciarse dos órdenes: i) por un lado, que la competen-
(Fallos 322:2856) hasta en las decisiones más re- cia originaria y exclusiva de la Corte no puede
cientes dictadas en las causas ‘Mendoza’ (Fallos
329:2316) y A.827.XLIII, ‘Asociación Civil para
(39) Ver consid. 2º. Ver también CS, 06/07/2004, “Go-
la Defensa Ciudadana c. Estado Nacional y otro bierno de la Ciudad de Buenos Aires c. Obra Social del
Ministerio de Educación”, Fallos 327:2865 y 323:3991.
(38) “Defensor del Pueblo de la Nación c. Estado Na- (40) Fallos 323:1199 y 3991; 327:2357, 2536, 2857, 5254
cional y otro s/ proceso de conocimiento”, CSJ 587/2007 y 6063, y 329:1385.
(43-D)/CS1, originario, Fallos 344:698; y “Comunidad
Indígena Eben Ezer c. Provincia de Salta - Ministerio de (41) La solitaria excepción a ese criterio la constituyó
Empleo y la Producción s/ amparo”, C.2124.XLI, recurso el caso “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c. Casa
de hecho, Fallos 331:2119. de la Provincia del Chubut”, Fallos 326:2479.

80 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

ser ampliada, restringida o modificada sino por mente con las provincias, los municipios y el Es-
un precepto constitucional expreso; y ii) por el tado Nacional. Concluyó que al reconocer este
otro, que el régimen autonómico especial de la privilegio se fortalece el proceso hacia la auto-
Ciudad no era un impedimento para que dicho nomía porteña. Con una comprensión genuina-
Estado pudiera ser sometido a la jurisdicción de mente federal de la forma de Estado, que reforzó
los tribunales locales de alguna provincia. el constituyente de 1994, se debe integrar a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires como sujeto
El cambio jurisprudencial ocurrió el pleno del federalismo argentino (45).
04/04/2019, cuando la Corte Suprema de Justi-
cia de la Nación, en su actual composición, con El caso “Córdoba” es sin duda un punto de
la firma de los jueces Juan C. Maqueda, Ricardo inflexión. La Corte expresamente se aparta del
Lorenzetti y Horacio Rosatti y con el voto con- precedente “Tierra del Fuego” y reconoce el sta-
currente del juez Carlos Rosenkrantz, en la cau- tus especial que la Ciudad de Buenos Aires ocu-
sa “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c. pa dentro del sistema federal argentino. Nótese,
Córdoba, Provincia de s/ ejecución fiscal” (CSJ además, que el Tribunal enfatizó que el prece-
2084/2017) (42), resolvió abrir su instancia de dente debía ser seguido por los tribunales infe-
excepción, al sostener que le corresponde a la riores en casos sustancialmente análogos (46).
Ciudad Autónoma de Buenos Aires el derecho Pero “Córdoba” es también la resultante de un
de litigar ante su competencia originaria. Cabe proceso, en aras de impulsar el traspaso de dis-
observar que en el caso no existía un tribunal in- tintas competencias nacionales a la órbita judi-
dependiente para dirimir la controversia plan- cial de la Ciudad de Buenos Aires. Las causas
teada. La Corte afirmó que la Ciudad “... tiene “Corrales”, “Nisman” (47) y “José Mármol”, en
el mismo puesto de las provincias en el sistema
normativo que rige la jurisdicción de los tribu- (45) En voto concurrente, el juez Rosenkrantz conside-
ró que no es constitucionalmente admisible equiparar a
nales federales y, por lo tanto, el mismo derecho la Ciudad de Buenos Aires con un vecino de provincia. De
a la competencia originaria de la Corte Supre- esta manera, concluyó que cuando la Ciudad Autónoma
ma...” (43). de Buenos Aires litiga contra una provincia, aun cuando
la cuestión verse sobre las leyes locales de la Ciudad, la
El voto de la mayoría destacó que, a partir de causa debe tramitar por ante la competencia originaria
la reforma del año 1994, la Ciudad de Buenos Ai- de la Corte y no ante los tribunales de la provincia de que
se trate. En disidencia, la jueza Elena Highton de Nolasco
res adquirió un nuevo status constitucional que afirmó que considerar que la Ciudad era un sujeto que
se expresó en el art. 129 de la Constitución (44). tiene derecho a la competencia originaria implicaba no
Añadió que la reforma transformó la naturale- solo desconocer la letra de la Constitución, sino también
za política y jurídica de la Ciudad y la reconoció ir en contra del principio de interpretación restrictiva en
como participante del diálogo federal junta- punto a su jurisdicción originaria.
(46) Ver LEGARRE, Catalina — ROCA, Justa, “Compe-
(42) Se trataba en la especie de una ejecución fiscal tencia originaria de la Corte Suprema: novedades acer-
con el objeto de perseguir el cobro de un certificado de ca de la aplicación de la doctrina del caso ‘Córdoba’”, LA
deuda por la prestación de servicios médicos en hospita- LEY del 02/03/2021; LL AR/DOC/2962/2020. Muy buen
les porteños a beneficiarios derivados por la mencionada artículo, en el que las autoras desarrollan el tema de ma-
provincia. nera integral.

(43) Fallos 342:533. (47) LEGARRE, Catalina — ROCA, Justa, “Competen-


cia originaria...”, ob. cit. “En ambos casos se presentaba
(44) Art. 129: “La Ciudad de Buenos Aires tendrá un un conflicto de competencia en materia penal entre jue-
régimen de gobierno autónomo con facultades propias ces federales y nacionales. El Máximo Tribunal entendió
de legislación y jurisdicción, y su jefe de Gobierno será que, a los efectos de dirimir cuestiones de tal naturaleza,
elegido directamente por el pueblo de la Ciudad. Una los jueces nacionales con asiento en la Ciudad de Bue-
ley garantizará los intereses del Estado Nacional mien- nos Aires no deben considerarse equiparables a los jue-
tras la Ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación. ces federales. Se resaltó que el carácter nacional de los
En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso tribunales ordinarios de la Capital Federal es meramente
de la Nación convocará a los habitantes de la Ciudad de transitorio en atención a la autonomía que la Constitu-
Buenos Aires para que, mediante los representantes que ción Nacional le reconoce a la Ciudad. Elena Highton de
elijan a ese efecto, dicten el estatuto organizativo de sus Nolasco votó de modo individual, sin tener en cuenta la
instituciones”. mentada equiparación”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 81


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

punto a cuestiones de competencia, se enmar- clarativa de inconstitucionalidad”, ordenó correr


can en esta evolución (48). traslado de la demanda y le imprimió el trámite
del proceso sumarísimo, abriendo así la puer-
A su vez, cabe poner de resalto que el mis- ta al conocimiento y decisión de las cuestiones
mo día en que la Corte Suprema decidió la cau- constitucionales allí propuestas. En el caso, se
sa “Córdoba”, también se pronunció en la causa trataba de la imposición, por parte del Poder
“Bazán”, sentencia que avanza en esta dirección. Ejecutivo Nacional, de restricciones intensas
La Corte Suprema dispuso que el Tribunal Su- por el COVID-19 al derecho constitucional a en-
perior de Justicia de la Ciudad sería el órgano señar y aprender. Hay dos derechos preferentes
encargado de dirimir los conflictos de compe- en juego: por un lado, el de enseñar y aprender,
tencia entre dos órganos jurisdiccionales con reconocido en el art. 14 de la CN, en las Consti-
competencia no federal, con asiento en la Ciu- tuciones provinciales y de la Ciudad Autónoma
dad de Buenos Aires (49). Por lo demás, se ob- de Buenos Aires, en los tratados internacionales
servó “... un supuesto de ‘inmovilismo’ en llevar y en los precedentes constitucionales; por otro
a cabo la transferencia de la justicia nacional or- lado, el derecho a la salud, con idéntica protec-
dinaria al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma ción constitucional.
de Buenos Aires, sin que tal demora aparezca
razonablemente justificada”. En virtud de esta Juan V. Sola señala: “El fallo de la Corte Supre-
nueva jurisprudencia, un número importante ma en ‘Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
de conflictos de competencia dejan de ser diri- c. Poder Ejecutivo Nacional’ nos impone múlti-
midos por la Corte Suprema (50). ples reflexiones porque resuelve controversias
antiguas dentro de la Constitución: los conflic-
Sobre la base de los precedentes “Bazán” y tos regulatorios entre la Nación y las provincias
“Córdoba”, con fundamento en este último y en educación y salud, la extensión de la legis-
conforme con el dictamen de la procuradora fis- lación de emergencia, y la educación y la salud
cal, el 19/04/2021, el Tribunal se declaró com- como derechos constitucionales positivos para
petente para entender en la causa “Gobierno de los habitantes. Las opiniones de los ministros
la Ciudad de Buenos Aires c. PEN s/ acción de- se entrelazan y a pesar estar separados no quie-
bran la unidad del precedente, y de esta manera
(48) Ídem. “En esta oportunidad la Corte Suprema se podemos ver cómo distintos argumentos con-
declaró competente para resolver un conflicto planteado fluyen en una decisión unívoca. Además de lo
entre un Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal y un Juzgado Nacional en lo Criminal de Instruc-
dicho, las líneas argumentales son: la no restric-
ción. Al respecto, entendió que no correspondía aplicar ción de la plena competencia de las provincias
a la solución de la controversia lo dispuesto en el art. 24, para legislar sobre educación y salud, aun en
inc. 7º, del dec.-ley 1285/1958 —que prevé que los con- circunstancias de emergencia. La confirmación
flictos de competencia entre jueces nacionales de prim- de que la Constitución permanece vigente en
era instancia deben ser resueltos por la Cámara de la que
dependa el juez que hubiese intervenido primero— ‘...
tiempos de paz o de guerra, y que la solución a
por cuanto no corresponde equiparar a los tribunales las emergencias se encuentra dentro de la Cons-
nacionales ordinarios con los tribunales federales que titución y no fuera de ella”.
tuviesen asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Ai-
res...’. La Dra. Highton votó en disidencia, en línea con su La educación, así como la salud, son compe-
posición sobre estas cuestiones. También lo hizo el Dr. tencias locales reconocidas desde los orígenes
Rosenkrantz, quien, si bien acompañó a la mayoría en
‘Nisman’, sostuvo que la no equiparación entre los tribu-
de nuestra Constitución. En el caso de la edu-
nales ordinarios de la Capital y los federales importa que cación primaria, baste con recordar el deba-
los primeros no pueden conocer en materias reservadas te sobre la extensión de la garantía federal del
a la justicia federal, pero no les quita ‘... el carácter que art. 5º en las Asambleas Constituyentes de 1853
tienen por integrar el Poder Judicial de la Nación ni que y de 1860. La Nación solo podía actuar a través
la Corte se haya arrogado facultades derogatorias del art.
24, inc. 7º, del dec.-ley 1285/1958’”.
de una Ley General de Educación, comprensi-
ble en la necesidad de unificar títulos y plazos
(49) LEGARRE, Catalina — ROCA, Justa, “Competen- de enseñanza. Puede asimismo utilizar el gasto
cia originaria...”, ob. cit. público nacional en educación, por aplicación
(50) Ídem. de la llamada “cláusula del progreso” (art. 75,

82 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

inc. 19), referida exclusivamente al gasto públi- fueros, redujo el concepto de causa civil, ahora,
co, pero no a las competencias. también por sus fueros con nueva integración,
extiende los alcances de su jurisdicción más
Observa, a su vez: “Esta controversia no es so- eminente, al reconocer a la Ciudad el carácter
lamente un conflicto entre competencias entre de aforada.
la Nación y la Ciudad, reconociéndose a esta su
plena autonomía, ni tampoco la definición del Ello así en virtud de que los convencionales
poder de policía local, es además y fundamen- constituyentes introdujeron a la Ciudad como
talmente un reclamo por derechos individua- un actor pleno del sistema federal, modificando
les”. por esa vía la premisa histórica según la cual la
unión nacional requería suspender la participa-
El fallo nos recuerda también que “un sistema ción porteña en el diálogo federal, en razón de
estable de reglas y no su apartamiento por nece- ser sede de la Capital Federal de la República.
sidades urgentes es lo que permite construir un
Estado de derecho”. El juez Ricardo Lorenzetti A partir de estas trascendentes sentencias,
ponderó en su voto que la situación de excep- Buenos Aires es reconocida como “Ciudad
ción, que habilita la restricción, no puede gene- constitucionalmente federada” y tiene el acceso
rar, sin embargo, una afectación sustancial del a la jurisdicción originaria y exclusiva prevista
derecho. Ello ocurre cuando la medida es reite- en los arts. 117 y 127 de la CN y participa, a esos
rada en el tiempo o implica una profundización efectos, de similar jerarquía a la de las provin-
irrazonable de las restricciones que impidan el cias argentinas. Y ello obedece a proporcionar
acceso a la educación de calidad (51). a las partes un tribunal imparcial y, en definiti-
va, en los términos señeros del fallo “Avegno”, de
Por lo demás, el fallo se refiere a temas rele- 1874, a garantizar la paz, en tanto fundamento
vantes, como el traspaso de la justicia llamada último de la competencia originaria. Al explicar
“nacional” a la Ciudad y la competencia de su el punto, la Corte señaló:
Tribunal Superior de Justicia.
“El objeto de la jurisdicción nacional en los
Si bien es cierto que bajo el canon de “Mar- casos indicados, como en todos aquellos en que
bury v. Madison”, que nuestra Corte tomó en tiene lugar por razón de la persona, es asegu-
“Sojo”, se albergan dudas para tal reconocimien-
to, esa lectura originalista cede espacio a una no resulta competente para conocer en las contiendas
visión interpretativa dinámica y armónica que por vía de su jurisdicción originaria, cuando las indem-
permite afianzar la autonomía de la Ciudad y nizaciones que se reclaman, como consecuencia de los
beneficia, en consecuencia, el sistema federal daños que se dicen ocasionados, derivan del ejercicio del
todo. poder público provincial, y no obsta a ello la circunstan-
cia de que para resolver el caso se invoquen o deban apli-
carse finalmente disposiciones contenidas en el Código
Así como en el 2005, en el caso “Barreto c. Pro- Civil, pues todos los principios jurídicos —entre los que
vincia de Buenos Aires” (52), la Corte, por sus se encuentra el de la responsabilidad y el resarcimiento
por daños ocasionados— aunque puedan estar conteni-
(51) SOLA, Juan V., “Una cuestión capital. La Corte Su- dos en aquel cuerpo legal, no son patrimonio exclusivo
prema y la Ciudad de Buenos Aires”, Clarín, 17/05/2021. de ninguna disciplina jurídica. ‘El hecho de que los da-
ños invocados encuentren su causa en el ejercicio de fun-
(52) Fallos 329:759. Con el caso “Barreto”, la Corte vuel- ciones específicas de los Estados provinciales, excluye la
ve ahora por sus fueros al reducir el concepto de causa ci- intervención de la Corte por la vía pretendida, ya sea que
vil a los límites establecidos antes de 1987. En síntesis, la la responsabilidad que se les atribuye se sostenga en el
Corte no es competente en instancia originaria en juicios actuar regular o irregular de alguno de sus órganos, a tra-
de responsabilidad de las provincias, por “falta de servi- vés de sus agentes o de las cosas de las que el Estado se
cio”, si en el caso deben interpretarse y aplicarse normas sirve, siendo los jueces locales los que deben juzgar esas
de derecho público local. El concepto se termina de ajus- conductas, u omisiones en su caso, y son ellos quienes
tar o aclarar, más tarde, en la causa del 23/06/2009, “Cas- deben subsumirlas en las disposiciones legales, o en los
telucci, Oscar Jorge y otra c. Buenos Aires, Provincia de y principios de derecho que resulten aplicables’”. Ver tam-
otros s/ daños y perjuicios”, C.1010.XLIV, Fallos 332:1528. bién BIANCHI, Alberto B., “La Corte Suprema reduce su
Allí se sostuvo: “A partir del concepto asignado a la ‘causa competencia originaria”, SJA del 26/04/2006; JA 2006-II-
civil’ en el precedente ‘Barreto’ (Fallos 329:759) la Corte 97.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 83


La competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sistema…

rar a los que se hallen en el caso de pedirla, una dición inaugurada por Juan Bautista Alberdi, en
justicia libre de toda sospecha de parcialidad; y su obra clásica “El derecho público provincial”.
evitar complicaciones con Estados extranjeros,
y querellas entre provincia y provincia, que pon- En tal sentido, por vía de la formulación y de la
drían en peligro la paz y el orden público” (53). acción de los tratados y acuerdos interprovincia-
les, expresión del federalismo de concertación,
En palabras del juez Carlos S. Fayt, es “la juris- se ha ido conformando un derecho intrafederal,
dicción de la realidad” (54). abarcativo del derecho interprovincial (tratados
entre provincias) y del derecho intrafederal pro-
VI. Conclusiones finales piamente dicho (tratados de las provincias con
la Nación entre sí) (58), extremo que constituye
Si bien es cierto que el problema de la forma una importante fuente interpretativa (59).
de Estado es eminentemente político, no lo es
menos que su sustancia es jurídica (55); de allí Ello se vincula además con las ideas de “diá-
la importancia de la Constitución escrita y del logo” y de “proceso” ya aludidas, con las nocio-
respeto al ordenamiento que procede de ella en nes de bien común y bienestar general, así como
orden a los distintos ámbitos de validez de las con la dimensión “agonal” del interés público,
normas federales o locales y a la determinación espacio aprehendido como resultante del con-
de la jurisdicción competente para la resolución flicto de intereses, federales, provinciales o mu-
de conflictos, según lo hemos señalado. nicipales, sectoriales o individuales, que, por un
lado, convoca a una mayor participación de los
Se ha sostenido que “el federalismo es una interesados en los procesos estatales y, por otro,
técnica para el ejercicio eficiente, racional y jus- motiva los controles a nivel administrativo o, en
to del poder, y no una técnica para su automa- su caso, judicial en orden a su solución, en res-
tización” (56). Desde la perspectiva del estudio guardo de la seguridad jurídica (60).
del derecho y la economía, se ha indicado que
el federalismo permite un aumento de la efi- Por cierto, cuando se alude al “interés públi-
ciencia al establecer instituciones que compiten co” en este ámbito, se quieren significar los in-
entre sí, y que la competencia conduce a resul- tereses permanentes de la integración federal,
tados más eficientes (57). y no sus aspectos coyunturales, intereses que
deben ser preservados y conciliados como ex-
Frente al análisis constitucional efectuado, presión genuina de la igualdad y el equilibrio fe-
resulta también relevante la fórmula del fede- derales. También se ha sostenido que la reforma
ralismo de concertación que ha enriquecido ha reconocido y fortalecido la autonomía del ré-
el corpus del derecho federal argentino y vigo- gimen municipal, bien que en el ámbito deci-
rizado el vinculum foederis. Estos desarrollos a sorio de las provincias, con respeto a las reglas
nivel doctrinario no hacen sino continuar la tra- que sobre su alcance y contenido establezcan
las Constituciones provinciales, asegurando así
los distintos grados de responsabilidad guber-
(53) Fallos 14:425.
namental sin injerencia del gobierno central.
(54) FAYT, Carlos S., “La supremacía constitucional y
la independencia de los jueces”, Ed. Depalma, Buenos
Aires, 1994. (58) Según la definición del Prof. Ubertone. Ver DALLA
VIA, Alberto, “Manual de derecho constitucional”, ob. cit.,
(55) Ver el estudio del federalismo de KELSEN, “Teo- p. 680.
ría general del derecho”, que desarrolla magistralmente
el punto. (59) Ver al respecto la interesante obra de PALAZZO,
Eugenio, “Las fuentes del derecho en el desconcierto de
(56) OYHANARTE, Julio, “Obras completas”, Ed. La juristas y ciudadanos”, Ed. FECIC, Buenos Aires, 2004, en
Ley, p. 105. especial el cap. X: “El derecho federal interjurisdiccional”,
ps. 403 y ss.
(57) Juan V. Sola argumenta a favor de los beneficios
de la estructura federal de gobierno en “Una teoría eco- (60) GUASTAVINO, Elías P., “Tratado de la jurisdicción
nómica del federalismo”, Ed. Instituto de Política Consti- administrativa y su revisión judicial”, 2ª ed., Ed. Biblioteca
tucional, Academia Nacional de Ciencias Morales y Polí- de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales
ticas, Buenos Aires, 2005. de Buenos Aires, Buenos Aires, 1989, t. I, ps. 30/34.

84 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejandra Rodríguez Galán

En lo que concierne al régimen federal, los bución del poder y en la buena administración
constituyentes de 1994 no alteraron los princi- donde radica en última instancia la obtención o
pios rectores de la Constitución argentina, sino no del bien común, como fin último del Estado
que introdujeron precisiones al texto constitu- de derecho (62).
cional por las que han procurado revitalizar el
federalismo (61), sin que tal finalidad se vea re- Para terminar, cabe recordar que “La vigen-
flejada en un mayor equilibrio en las relaciones cia plena de la Constitución dependerá enton-
entre el gobierno federal y los gobiernos provin- ces de su ‘realización’, es decir, de su efectividad
ciales, especialmente en los aspectos económi- normativa”, que como señalaba Hesse, requiere
cos del federalismo fiscal. necesariamente “que la cooperación, la respon-
sabilidad y el control queden asegurados” (63).
La concreción de esos altos propósitos re-
quiere el ejercicio de una política arquitectóni- “El derecho —enseña Carlos Cossio— al igual
ca, de construcción de instituciones, orientada que cualquiera otra manifestación de la vida hu-
a un plan de desarrollo sustentable concerta-
mana, no se hace sin la conciencia de él mismo,
do con las provincias y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, a fin de lograr el fortalecimiento y en la medida en que esta conciencia lo antici-
del federalismo, tanto en los distintos niveles de pa como proyección de nuestra situación hacia
gobierno como en su dimensión más profunda: su futuro. La vida jurídica también consiste en
la igualdad de oportunidades. irnos instalando en sucesivas situaciones que,
claro está, no se trata de situaciones individua-
En suma, federalismo y unitarismo, centrali- les sino colectivas” (64).
zación y descentralización, no son sino técnicas
a las que el hombre acude para lograr su realiza- (62) RODRÍGUEZ GALÁN, Alberto, “Poder político...”,
ción en la sociedad política. Que por medio de ob. cit., ps. 27/28.
tales técnicas se alcance la paz social, se asegu- (63) ARAGÓN REYES, Manuel, “Constitución y control
re la libertad o se promueva el bienestar es en del poder. Introducción a una teoría constitucional del
definitiva una cuestión de aplicación y no de control”, Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogo-
elección de esas herramientas; y es en la distri- tá, 1999, ps. 36 y ss.
(64) COSSIO, Carlos, “Teoría y práctica del derecho”, en
(61) BADENI, Gregorio, “Derecho constitucional”, ob. Antología Jurídica del Bicentenario, https://www1.justu-
cit., p. 432. cuman.gov.ar/archivos/posts/951/1606760919.pdf.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 85


Perfiles constitucionales del
régimen jurídico pesquero:
federalismo, dominio originario
y jurisdicción sobre los recursos
vivos del mar
Alejo Toranzo (*)
Sumario: I. Introducción.— II. Dominio, soberanía o jurisdicción so-
bre el mar, o libertad en el mar.— III. Algunas características del Régi-
men Federal de Pesca.— IV. El Estado, el territorio y los espacios marí-
timos.— V. El territorio en la Constitución Nacional.— VI. El territorio
y el dominio de los recursos naturales.— VII. Pronunciamientos de la
Corte Suprema.— VIII. Referencias a la Convención Constituyente de
1994.— IX. Sobre la equiparación entre dominio eminente y dominio
originario.— X. Reflexiones finales.

I. Introducción desprenden efectos jurídicos más amplios o res-


tringidos para las provincias titulares, y el corre-
Los recursos naturales en general han sido lato que ellos suponen para la Nación.
históricamente objeto de un abordaje económi-
co, ideológico, jurídico y ambiental. Todos estos La tendencia a la concentración del estudio
enfoques se interrelacionan y han dado lugar doctrinario en el concepto de dicho “dominio
a múltiples predicados jurídicos respecto de originario” —del art. 124— ha sido resistida por
aquellos recursos. la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que
eludió pronunciarse centralmente sobre su sig-
La introducción en el texto constitucional del nificado y efectos jurídicos. El Tribunal optó por
“dominio originario” de las provincias sobre los esperar a la maduración que supone el desarro-
recursos naturales que se encuentran en su te- llo infraconstitucional tanto de aquel dominio
rritorio (art. 124 de la CN) ha dado lugar a inter- originario como de las reglas constitucionales
pretaciones diversas —incluso durante la labor para la explotación de dichos recursos —art.
de la Convención Constituyente—, de las que se 41—, dentro del marco de la concertación o coo-
peración federal entre la Nación y las provincias,
(*) Abogado (UBA), diploma de posgrado en Derecho
Constitucional. Exbecario de la Comisión Fulbright, en
y la postergación consecuente sobre las restric-
cuyo marco completó el curso “The U.S. Constitution: ciones a derechos subjetivos. A las cuestiones
Origins, Evolution, and Contemporary Issues”. Docente sobre la extensión de derechos y atribuciones la
de grado y posgrado en la Universidad de Buenos Aires. Corte ha respondido con previos procedimien-
Además fue docente de grado en la Universidad de San tos, consensuales, a cumplir.
Andrés, y de posgrado en las Universidades del Coma-
hue, del Salvador, Nacional de Río Negro, de Ciencias Esta situación me condujo a realizar este tra-
Empresariales y Sociales, Nacional de San Martín. Inte-
gra del Instituto de Derecho Constitucional de la Acade- bajo que intenta situar esas cuestiones, pen-
mia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos dientes de definición, a partir de sus raíces
Aires. históricas, tanto doctrinarias como normativas

86 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

(internacional e interna), y el desarrollo que tu- tor aclara que su origen, la jurisdictio, significa
vieron aquellas cuestiones desde 1994. “decir o declarar el derecho”, lo que puede ocu-
rrir cuando una cuestión se suscita entre indi-
Estas definiciones son importantes para en- viduos y se presenta para su conocimiento por
frentar las tensiones que presenta la explota- los tribunales, como cuando el Poder Legislati-
ción de los recursos naturales en esos espacios vo dicta leyes o el Poder Ejecutivo las promul-
marítimos, dentro del federalismo argentino, y ga (2), y —agrego— cuando las reglamenta y
su proyección hacia los derechos individuales y aplica. En el precedente “Yacimientos Petrolí-
colectivos. feros Fiscales”, “jurisdicción nacional” es la “su-
prema potestad de regulación jurídica, que es la
II. Dominio, soberanía o jurisdicción sobre forma que asume la tutela del gobierno federal
el mar, o libertad en el mar sobre los intereses nacionales” (3).
Para el lego en la materia —y seguramente En cuanto al término “soberanía”, según Me-
también para el iniciado—, algunas preguntas o rriam, le corresponden las siguientes acepcio-
cuestiones suscitan interés con respecto a las re- nes: “la posición eminente y privilegiada del
laciones jurídicas con el mar. ¿Quién es el titular monarca”; la supremacía del Estado-colectivi-
del dominio del mar? O, si no se admitiese un dad, con relación “al órgano más alto, al poder
dominio, ¿quién tiene soberanía o jurisdicción constituyente, o al poder de facto”; y la indepen-
sobre el mar? O, si tampoco se admitiesen la so- dencia “en las relaciones interestaduales” (4).
beranía o el dominio, ¿puede entenderse que el
Para Carré de Malberg se trata del carácter su-
mar es un espacio libre, liberado de todo domi-
premo de un poder plenamente independiente
nio, soberanía o jurisdicción?
(en particular, estadual); o “facultades compren-
Estas preguntas contienen palabras que tie- didas en el poder del Estado”; o “la posición que
nen —o pueden recibir por parte del intérpre- ocupa dentro del Estado el titular supremo del
te— más de un significado. Entre ellas se destaca poder (...), la soberanía se identifica con el po-
“mar”, que remite a un espacio sobre el que re- der del órgano”; abrevia llamándolas: soberanía
sulta difícil establecer límites, que tanto puede del Estado, poderes del Estado y soberanía en el
admitir la calificación de cosa o de res (que da Estado (aquí se advierte que poderes del Estado
lugar a la configuración de una relación domini- y jurisdicción del Estado comparten un espectro
cal) como resistirla. Usaré “espacios marítimos” semántico extenso, si no total). Para Joaquín V.
en lugar de “mar” o “mares”, y más adelante haré González es “la potestad suprema para regir a la
algunas distinciones entre ellos para precisarlos. comunidad” (5). Para Jellinek, el poder sobera-
El término “dominio” tampoco es unívoco, pese no es el que “no reconoce ningún otro superior”,
a su uso en el lenguaje jurídico; se distingue el es el “poder supremo e independiente” (6). Bi-
dominio de los particulares en el Código Civil, dart Campos aceptaba la definición de sobera-
primero, y hoy en el Código Civil y Comercial, nía como “la cualidad de aquel poder que para
del dominio del Estado, que puede ser público o
privado, y de la propiedad y del “dominio origi- (2) Ídem.
nario” en la Constitución Nacional —y también (3) CS, 1979, “Yacimientos Petrolíferos Fiscales”, Fallos
en el Código de Minería—. El término “jurisdic- 301:341, p. 351, del dictamen del procurador general.
ción” también involucra significados diversos,
(4) MERRIAM, C. E. Jr., “History of the Theory of Sove-
al igual que “soberanía”. reignty since Rousseau”, Ed. Columbia University Studies,
New York, 1900, p. 224, cit. por LEGÓN, F. J., “Cuestiones
Gondra expuso en su clásica obra que “[e]n de política y derecho”, Ed. Perrot, Buenos Aires, 1951, ps.
su sentido más amplio respondiendo a su acep- 40-41, a quien corresponde la traducción de los fragmen-
ción etimológica, la palabra jurisdicción com- tos citados en el texto principal.
prende a los tres poderes del Estado...”, aunque (5) GONZÁLEZ, J. V., “Manual de la Constitución Ar-
reconoce el uso frecuente para referirse a la ad- gentina”, 10ª ed., Ed. Estrada, Buenos Aires, p. 81.
ministración de justicia (1). Igualmente, el au-
(6) JELLINEK, G. J., “Teoría general del Estado”, trad.
de la 2ª ed. alemana, Ed. Albatros, Buenos Aires, 1954, p.
(1) GONDRA, J. M., “Jurisdicción federal”, JA 1944-17. 356.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 87


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

organizarse jurídicamente no reconoce, dentro En 1493, el papa Alejandro VI había expe-


del ámbito de relaciones que rige, otro orden su- dido, el 03 de mayo, una primera bula pontifi-
perior de cuya normación positiva derive lógi- cia que reconocía, a favor de España, las tierras
camente su propia validez normativa” (7). “descubiertas” y, al día siguiente, una línea de
demarcación, con derechos sobre el mar (pro-
Los derechos o potestades de los Estados so- hibiendo la libertad de navegación y el dere-
bre los espacios marítimos y su confrontación cho de paso) (9). En 1532, Francisco de Vitoria
con la libertad en esos espacios han evolucio- sostuvo en el derecho natural el carácter co-
nado históricamente de manera asociada a los mún de los mares y el derecho a extraer recur-
intereses de aquellos Estados —incluidos los in- sos del mar (10). En 1564, Fernando Vázquez
teresados en la libertad— en esos espacios. En de Menchaca expuso que el mar forma parte de
mi comprensión de esa evolución, en la Argen- los lugares públicos y comunes que, por dere-
tina, el orden jurídico interno también se ha de- cho de gentes, no pueden ser normados o regla-
sarrollado de similar manera. dos (11). Las dos visiones, antagónicas, sobre la
libertad o el dominio en los mares reflejaban los
El presente trabajo aborda la discusión y su intereses enfrentados de los Estados europeos.
evolución histórica enfocando, en primer tér-
mino, la extensión de los espacios marítimos La obra de Grocio (Mare Liberum), publicada
sujetos a aquellos derechos o potestades, para en 1609, defendió, montada en la libertad de na-
pasar, más adelante, al régimen de estos espa- vegación de los mares, la posición de los intere-
cios en el que se enmarca la regulación de la ac- ses comerciales neerlandeses, enfrentando así a
tividad pesquera por parte del Estado ribereño los intereses españoles, portugueses y británi-
en general, y del Estado argentino en particular, cos (12). Bonaert replicó a Grocio con su tesis
en aquellos espacios marítimos sobre los que
ejerce jurisdicción y soberanía. Democracia, Ed. Departamento de Derecho Internacio-
nal de la OEA, Río de Janeiro, 2012, ps. 263-283, 265.
II.1. Las tesis de la libertad de los mares y del
dominio (9) SAN EMETERIO MARTÍN, N., “El debate sobre el
dominio de los mares...”, ob. cit., p. 134. Fahl sostuvo que
Sin pretender llegar al origen, un punto de las bulas alejandrinas servían para manifestar el derecho
a excluir a otros soberanos cristianos del descubrimiento,
partida no tan remoto y frecuente en la literatu- la navegación y el comercio (FAHL, G., “El principio de la
ra gira en torno a la tesis de Grocio (también co- libertad de los mares”, Ed. Instituto de Estudios Políticos,
nocido por Grotius o De Grot) sobre la libertad Madrid, 1974, ps. 363-364).
de navegación de los mares (8) y la tesis, contra-
(10) VITORIA, F. de, “Relecciones sobre los indios y
ria, del dominio sobre el mar. el derecho de guerra”, 3ª ed., Ed. Espasa-Calpe, Madrid,
1975, p. 92. Allí expresaba: “Si es lícito a los demás extran-
jeros extraer el oro de las tierras comunes o de los ríos, o
(7) BIDART CAMPOS, G. J., “Derecho político”, Ed. pescar perlas en el mar o en el río, no pueden los bárba-
Aguilar, Buenos Aires, 1962, p. 378. ros vedárselo a los españoles, que del mismo modo que
(8) GROCIO, H., “Mare Liberum, sive de jure quod Ba- los demás, podrán hacer lícitamente estas cosas y otras
tavis competit ad Indicana commercia dissertatio”, Ed. semejantes, mientras no sean gravosas a los ciudadanos
Ludovici Elzevirij, Leiden, 1609; está traducido al espa- y a los naturales”. En la Argentina, ZORRAQUÍN BECÚ,
ñol por GARCÍA ARIAS, L., “De la libertad de los mares”, “Historia del derecho argentino”, Ed. Perrot, Buenos Ai-
Ed. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1979. res, 1996, p. 66, da cuenta de la escuela española del de-
El nombre del autor apareció recién en la 2ª edición, en recho natural, entre quienes cuenta a Vitoria y Vázquez
1618 (ver SAN EMETERIO MARTÍN, N., “El debate sobre de Menchaca.
el dominio de los mares en el Imperio Español durante (11) Cfr. SAN EMETERIO MARTÍN, N., “El debate so-
los siglos XVI y XVII”, Iberian Journal of History of Econo- bre el dominio de los mares...”, ob. cit., ps. 135-136, donde
mic Thought, vol. 7, nro. 2, 2020, p. 137). En la doctrina sintetiza la obra de VÁZQUEZ DE MENCHACA, “Contro-
argentina puede verse la referencia a Grocio (también co- versiarum illustrium aliarumque usu frequentium”, Ve-
nocido como Grotius o De Grot) en GUTIÉRREZ POSSE, necia, 1564, y Valladolid, 1931.
H. D. T., “La evolución del derecho del mar y el derecho
interno”, LA LEY 2015-A, 595; CAMINOS, H., “La Conven- (12) DÍAZ GONZÁLEZ, F. J., “Las bases jurídicas de la
ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y expansión holandesa en América y Asia: Hugo Grocio y
el desarrollo del derecho del mar”, en XXXVIII Curso de su Mare Liberum”, Estudios de Historia Social y Económi-
Derecho Internacional (2011). Derecho Internacional y ca de América, nro. 13, 1996, ps. 243-251.

88 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

del “mar seguro” e introdujo el concepto del do- apropiación, al igual que la tierra, y que pue-
minio público (que distinguía del civil) sobre los de ser objeto de dominio o propiedad, incluso
mares y su fundamento en la ley, para apoyar su privada. El desarrollo argumental de Selden se
carácter instrumental en aras de la seguridad de encuentra fuertemente arraigado en el dere-
la navegación marítima (13). La tesis se encuen- cho natural, que, para el autor británico, es per-
tra inequívocamente orientada a la defensa de misivo en cuanto a la regulación del mar (16).
los intereses españoles frente a los neerlande- También está presente en su obra la defensa ex-
ses. Serafín de Freitas publicó en 1625 su tesis, plícita de los intereses británicos.
también contraria a la de Grocio y a los intere-
ses neerlandeses, en la que apoya la ocupación Se pueden observar, así, las dos posiciones
y apropiación de los mares, y su dominio públi- antagónicas. Por un lado, la tesis dominical, que
pregonaba derechos exclusivos sobre el mar o
co por un único soberano (que incluso podía
los mares; y, por otro, la tesis de la libertad de
desafectar el uso público del mar, para el mismo
los mares, negativa de tales derechos, que con-
soberano o para su concesionario), en abierta
sideraba a todos los espacios marítimos como
defensa de los intereses comerciales portugue-
bienes comunes, no exclusivos.
ses (14). La réplica más difundida a la obra de
Grocio es Mare Clausum, de John Selden (15). La discusión se enriqueció con ciertos mati-
Allí se sostiene que el mar es susceptible de ces. El más trascendente para este estudio fue el
“mar territorial”, un espacio marítimo conside-
(13) BONAERT, N., “Minos o mar seguro”, fragmentos rado, por algunos, accesorio al territorio, en la
del manuscrito reproducidos en MARIÑO, P., “Minos seu medida en que puede ser controlado por el Es-
mare tutum (Minos o el mar seguro)”, http://www.cide- tado ribereño. Esta medida fue variable, ya que
husdigital.uevora.pt/s/ophir-restaurada/mare-liberum/
volume-1/minos-seu-mare-tutum-minos-o-el-mar-se- dependía del alcance del armamento emplaza-
guro/; también se encuentran reproducidos en SALOM do en tierra. La unidad de medida fue la distan-
FRANCO, N., “Vitoria y Grocio frente al mar”, Revista cia que podía recorrer la bala de un cañón (17).
Estudios Socio-Jurídicos, vol. 3, nro. 1, 2001, ps. 116-141.
Mariño explica que para 1610, cuando se escribe el ma-
nuscrito, ya estaba en vigor la Tregua de los Doce Años (16) El arraigo argumental en el derecho natural es
firmada en Amberes en 1609, lo que dio lugar a que no compartido por las obras previamente citadas, tanto para
se publicara. sostener la libertad en los mares como su clausura o ex-
clusividad en virtud del dominio o, incluso, la propiedad.
(14) Cfr. SAN EMETERIO MARTÍN, N., “El debate so-
bre el dominio de los mares...”, ob. cit., ps. 139-141. La cita (17) VAN BYNKERSHOEK, C., “De Dominio Maris”
es FREITAS, S., “De Iusto Imperio Lusitanorum Asiatico” (“On the Sovereignty of Sea”), 1702, cit. por WRIGHT,
(1625), Ed. Universidad de Valladolid, Valladolid, 1925. H., “De Dominio Maris Dissertatio. By Cornelius van
Ver también SCHURZ, W. L., “The Spanish Lake”, The His- Bynkershoek. A Photographic Reproduction of the Se-
panic American Historical Review, vol. 5, nro. 2, mayo de cond Edition (1744)”, American Journal of International
1922, ps. 181-194, en especial, sobre los intereses españo- Law, 18 (4) —1924—, Ed. Oxford University Press, New
les en el mar durante los siglos XVI y XVII y las referencias York, 1923, ps. 850-851; INCLAN, Sergio A., “Delimita-
a la legislación sobre el comercio con las Indias, exclu- ción del ámbito espacial del mar interno mexicano y el
yente de los extranjeros (Leyes de Indias, Lib. 9, tít. 30, aprovechamiento de sus recursos pesqueros”, en Memo-
ley 22; y las citas de ANTÚNEZ — ACEVEDO, “Memorias ria Reunión Nacional sobre Legislación Pesquera. Abril
históricas sobre la legislación y gobierno del comercio de 1983, Ed. Secretaría de Pesca — Instituto de Investiga-
los españoles con sus colonias en las Indias Occidenta- ciones Jurídicas de la UNAM, México DF, 1984, ps. 17-23.
les”, Madrid, 1797, p. 268; VEITIA LINAGE, “Norte de la Wright cita, de la introducción de James Brown Scott, el
contratación”, p. 236, y los compendios de normas que siguiente pasaje: “[T]he ocean, or high sea, beyond can-
obran en el Archivo Histórico Nacional, Madrid, legajo non-shot from the shore, is subject to occupation and the-
2848, y en la Newberry Library, Chicago, por GARCÍA DE refore ownership, although, in fact, it has not been occu-
LEÓN Y PIZARRO, J. — MANGINO, F.). pied and has not therefore been brought under ownership
(...); a State can take possession of the waters washing its
(15) SELDEN, J., “Of the Dominion or Ownership of the shores and hold such adversely against the world, as far
Sea. Two Books”, trad. por M. Nedham, Ed. William Du- as it can control and make that possession effective by a
Gard, Londres, 1652, ps. 42 y ss., disponible en https:// cannon from its shores -that therefore, to the extent of the
quod.lib.umich.edu/cgi/t/text/text-idx?c=eebo;idno cannon-shot from shore, marginal waters are subject to
=A59088.0001.001. “Mare Clausum seu Dominio Maris” possession, occupation and, therefore, ownership” (“[E]l
es su versión original, en latín, traducido al inglés bajo el océano, o alta mar, más allá de la distancia de un dispa-
título citado precedentemente. ro de cañón desde la costa, está sujeto a ocupación y, en

Suplemento Constitucional N.° 1 • 89


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

La distancia se cristalizó, luego, en la regla de las que produjo un proyecto sobre “La condición
tres millas (18). jurídica del mar territorial”. Este fue un docu-
mento pionero en el proceso de codificación
II.2. El proceso internacional de parcelar los del derecho del mar y que significó —en la opi-
mares nión del autor citado— el abandono de la regla
de las tres millas (que, pese a haber sido apo-
Las posiciones sobre los derechos o potesta- yada por las potencias navales, fue la gran per-
des de los Estados ribereños sobre el mar es- dedora, a juicio del destacado jurista, que fuera
tuvieron restringidas, según la breve reseña juez del Tribunal Internacional de Derecho del
precedente, a la franja cercana a la costa en la Mar) (21). La lectura sobre los resultados de la
cual el Estado tenía el alcance del ejercicio de Conferencia de La Haya de 1930 fue dispar (22).
la fuerza desde su costa. Fuera de este espacio
marítimo regía, con matices, el principio de li- entre otros dos temas, el de las aguas territoriales (ver
bertad de navegación. UNITED NATIONS, “Documents on the Development
and Codification of International Law”, American Journal
Varios Estados ribereños desplegaron, duran- of International Law, vol. 41, nro. 4, 1947, Supplement,
te el siglo XX, su interés en extender la protec- ps. 75-76; NIEHAUS Q., B. H., “La Comisión de Derecho
ción que les ofrecía el derecho internacional, Internacional, su obra y su importancia”, Revista Costarri-
cense de Política Exterior, vol. 7, nro. 1, 2009, ps. 23-24).
tanto en la extensión del mar territorial o adya-
cente, como con la incorporación de una zona (21) CAMINOS, H., “La Convención de las Naciones
contigua al mar territorial (19). Caminos re- Unidas...”, ob. cit., p. 265, con cita de GIDEL, Gilbert, “Le
droit international public de la mer”, Ed. Sirey, París,
cordó que la comunidad internacional inició 1934, vol. III.
sus esfuerzos para codificar el derecho del mar,
bajo los auspicios de la Sociedad de las Nacio- (22) José María Ruda sostuvo que la Conferencia de La
Haya de 1930 fue un fracaso (cfr. RUDA, J. M., “El desa-
nes (20), en la Conferencia de La Haya de 1930, rrollo progresivo del derecho internacional y su codifica-
ción en la Carta de las Naciones Unidas”, Academia, año
consecuencia, propiedad, aunque, de hecho, no ha sido 8, nro. 16, 2010, p. 215); se puede observar una similar
ocupado y, en consecuencia, no estuvo sujeto a propie- consideración en SEPÚLVEDA, C., “Transformación y
dad alguna (...); un Estado puede tomar posesión de las desarrollo del derecho internacional en México y en la
aguas que bañan sus costas y oponerla al mundo, hasta América Latina (1900-1975)”, en Derecho internacional
donde puede controlar y hacer efectiva esa posesión por en México y América Latina, p. 119. Ruda coincide con
medio de cañón desde sus costas y, por ello, las aguas ad- Caminos en que la Conferencia se pronunció a favor de
yacentes al territorio sujetas a la posesión, ocupación y la madurez del tema (mar territorial) para su codificación
propiedad, hasta la distancia del disparo del cañón desde internacional (ob. cit., loc. cit.). La Secretaría de la ONU,
la costa”), WRIGHT, H., “De Dominio Maris Dissertatio...”, en 1947, y en consonancia con Díaz Cisneros (DÍAZ CIS-
ob. cit., p. 850. La medida del disparo de la bala de ca- NEROS, C., “Mar territorial de la República Argentina”,
ñón era para Van Bynkershoek una medida variable, que Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de
tomaba la tecnología bélica existente como base de ella, la Universidad de La Plata, t. XL, 1940, p. 37), desdobló la
pero reconoció su pragmatismo y la posibilidad de modi- evaluación, considerando relativamente exitoso el traba-
ficarla según el avance en dicha tecnología; en definitiva, jo realizado sobre el mar territorial (sobre el que se anotó
para el autor neerlandés, lo que sostiene la medida es el la mayoritaria vigencia de la regla de las 3 millas) y, como
control (a través del uso de la fuerza o el poder bélico) fracaso, por no llegar a una Convención: “The Conference
que efectivamente se realiza en el espacio marítimo. was somewhat more successful in its work on territorial
waters. The Conference adopted a resolution including as
(18) Ver PODESTÁ COSTA, L. A., “Manual de derecho an annex thirteen articles on the legal status of the terri-
internacional público”, Ed. El Ateneo, Buenos Aires, 1943, torial sea ‘which have been drawn up and provisionally
p. 100, donde se atribuye a Galieni (en 1782) la definición approved with a view to their possible incorporation in a
del alcance máximo del cañón en 3 millas, y se expresa general Convention on the territorial sea’ (Final Act of the
que “entró en seguida en la práctica internacional”. Conference, Part B). These articles do not cover the whole
(19) Ver y ampliar en la Conferencia de La Haya de field. The reason for this and the absence of a Convention,
1930, donde se discuten ambos temas y se reconoce la as stated by the rapporteur of the Committee, was that it
existencia de la zona contigua, de hasta 12 millas. was impossible to reach agreement ‘on the main point,
namely, the breadth of the territorial sea’ (Acts of the Con-
(20) La Sociedad de las Naciones había creado, en 1924, ference, loc. cit., p. 50). In addition to the above mentio-
un Comité de Expertos encargado de la codificación pro- ned resolution the Conference adopted a recommendation
gresiva del derecho internacional, que recomendó una concerning inland waters and a recommendation concer-
conferencia diplomática, convocada en 1927, para tratar, ning the protection of fisheries (cf. Final Act of the Confe-

90 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

En la doctrina nacional, Díaz Cisneros ad- En el ámbito de la Organización de las Nacio-


vertía, en 1940, la inconveniencia de establecer nes Unidas, en 1949, la Comisión de Derecho In-
ternacional incluyó los regímenes de las aguas
en la legislación nacional —el Código Civil— el
territoriales y de la alta mar entre los temas que
mar territorial en la extensión de las tres millas se debían codificar. La Comisión presentó a la
clásicas (23), y subrayaba la adopción, en la Asamblea General en su quinto período de se-
Conferencia de La Haya de 1930, del sistema de siones, celebrado en 1953, proyectos finales re-
la soberanía, condicionada o limitada por el de- lativos a la plataforma continental, la pesca y la
zona contigua, pero la Asamblea General deci-
recho internacional (24).
dió postergar la decisión hasta que la Comisión
hubiera estudiado los problemas relativos a la
rence, Part C.II and III). In spite of its failure to produce
a Convention on the territorial sea the Conference recom- alta mar y a las aguas territoriales (25). En 1954,
mended to the Council of the League of Nations to conti- diez Estados miembros plantearon la cuestión
nue the preparatory work in this matter and to convene, de la plataforma continental ante la Asamblea
as soon as it deems opportune, a new conference. It may be General, que volvió a aplazar la adopción de
noted here that the Bases of Discussion had recorded lack
of unanimity on the breadth of the territorial sea but poin- cualquier medida y pidió a la Comisión que le
ted out that in the view of the majority, the breadth was presentara su informe final sobre el régimen de
three nautical miles. It was stated that the claim of some la alta mar, el régimen de las aguas territoriales
States to more than three miles of territorial waters was
categorically disputed by other States (cf. ‘Bases of Discus-
y todos los problemas conexos en su undécimo
sion’, II. ‘Territorial Waters’, document C.74.M.39.1929.V, período de sesiones, en 1956 (26). En 1956 la
p. 33)” (UNITED NATIONS, “Documents on the Develo- Comisión produjo el informe final sobre el mar
pment...”, ob. cit., p. 83). territorial; todos los proyectos relativos al dere-
(23) DÍAZ CISNEROS, C., “Mar territorial de la Repú- cho del mar se incluyeron en un cuerpo único
blica Argentina”, ob. cit., ps. 5-147. Se trata de un volumen sobre el derecho del mar, que se presentó a la
dedicado al Proyecto de Reforma del Código Civil. El au-
tor señalaba la carencia de significado actual de la regla
Asamblea (27). Luego de su aprobación (28),
del disparo de cañón (que diera lugar a las 3 millas) de en 1958 tuvo lugar la Conferencia de las Nacio-
Bynkershoek (p. 8), y los intereses de ciertos Estados en nes Unidas sobre el Derecho del Mar (29). De
mantenerla. Su propuesta es una solución compartida conformidad con la resolución, la Conferencia
por todos los Estados “en la determinación del límite de
la soberanía marítima” (p. 9). Sigue a S. R. Storni (cita la podía examinar el derecho del mar, tanto en los
obra del marino “Mer territoriale”, Buenos Aires, 1922, p. aspectos jurídicos como en los técnicos, bio-
5; en ella se distingue la jurisdicción sobre el mar de la lógicos, económicos y políticos, e incorporar
que se ejerce sobre el territorio: “La jurisdicción sobre el resultado de sus trabajos en una o más con-
el mar territorial no resulta seguramente de un dominio
absoluto, como en la tierra firme, sino de un consenti- venciones internacionales u otros instrumen-
miento entre los Estados”). Exteriorizó la idea de distin- tos. Una de las cuatro convenciones resultantes
tas áreas o zonas en el mar adyacente (p. 10). Siguiendo fue la Convención de Ginebra sobre el Mar Te-
a Fauchille, sostiene que el sistema del Código Civil —el
texto original— corresponde a la concepción dominial
rritorial y la Zona Contigua (29/04/1958), en la
o del derecho de propiedad, “accesorio del continente”
(o del territorio propiamente dicho) y que “debe seguir (25) ONU, Asamblea General, res. 798 (VII), de
a lo principal” (la cita es FAUCHILLE, P., “Traité du droit 07/12/1953, https://undocs.org/es/A/RES/798(VIII).
international public”, Ed. Rousseau, París, 1925, p. 135;
ver DÍAZ CISNEROS, C., “Mar territorial de la República (26) ONU, Asamblea General, res. 899 (IX), de
Argentina”, ob. cit., p. 19). La otra concepción es la basada 14/12/1954, https://undocs.org/es/A/RES/899(IX).
en la soberanía, que se ejerce porque el Estado ribereño (27) El informe de la Comisión de Derecho Interna-
domina con su fuerza la zona de mar adyacente. cional sobre la labor de su octavo período de sesiones se
(24) DÍAZ CISNEROS, C., “Mar territorial de la Repú- puede consultar en inglés, en https://legal.un.org/ilc/do-
blica Argentina”, ob. cit., ps. 38-39, con cita de RAESTAD, cumentation/english/reports/a_cn4_104.pdf.
A., “Le problème des eaux territoriales à la Conférence (28) ONU, Asamblea General, res. 1105 (XI), de
pour la Codification du Droit International”, Revue de 21/02/1957.
Droit International, t. VIII, p. 110, y de GUERRERO, J. G.,
“La codification du droit international. Première Confé- (29) Se reunió en Ginebra, del 24/02 al 27/04/1958;
rence”, Ed. Pédone, París, 1930, ps. 67 y ss. participaron 86 Estados.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 91


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

que se reglan el mar territorial (30), los distintos territorial u otras áreas marinas, más extensos,
métodos para establecer las líneas de base (31) hasta las 200 millas, y se instaló la necesidad de
e incluso la zona contigua de 12 millas; aunque un nuevo ordenamiento jurídico del mar, que
no se fijó la extensión del mar territorial (32). dio lugar a la Tercera Conferencia de Naciones
La Convención cuenta con 52 Estados parte; la Unidas sobre el Derecho del Mar (35).
República Argentina la suscribió pero no ratifi-
có (33), por lo que no ha sido parte. La Segun- En 1970, la Asamblea General convocó a la
da Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tercera Conferencia, que tuvo lugar entre di-
Derecho del Mar, de 1960, no produjo ningún ciembre de 1973 y abril de 1982. El largo pro-
acuerdo internacional, debido a la falta de con- ceso (36) culminó con la aprobación de la
senso sobre el ancho del mar territorial (34). Convención de Naciones Unidas sobre el De-
recho del Mar (CONVEMAR), actualmente ra-
Caminos señala que el interés suscitado en la tificada por 168 Estados (37). Esta Convención
protección de los recursos vivos y no vivos mari- siguió los pasos de la Convención de Ginebra de
nos motivó a varios Estados, mayoritariamente 1958 en cuanto al mar territorial (38), que fue la
africanos y latinoamericanos, a reclamar un mar primera materia abordada en su texto. La gran
diferencia fue la definición, en la última Con-
(30) El texto de la Convención expresa que la “sobe- vención, de la extensión del mar territorial, su-
ranía de un Estado se extiende, fuera de su territorio y jeta a la decisión del Estado ribereño, hasta un
de sus aguas interiores, a una zona de mar adyacente a máximo de 12 millas marinas (39). Con respec-
sus costas, designada con el nombre de mar territorial...” to a la zona contigua, cada Estado ribereño pue-
(art. 1º); y que la “soberanía del Estado ribereño se ex-
tiende al espacio aéreo situado sobre el mar territorial, de fijar su extensión hasta el máximo de las 24
así como al lecho y al subsuelo de ese mar” (art. 2º). Se millas marinas (40). Las líneas de base pueden
puede consultar la versión oficial en https://treaties.
un.org/doc/Treaties/1964/11/19641122%2002-14%20 (35) CAMINOS, H., “La Convención de las Naciones
AM/Ch_XXI_01_2_3_4_5p.pdf y la versión en español Unidas...”, ob. cit., p. 266. Ver infra la reseña de las decla-
en https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo. raciones argentinas.
php?tratados_id=lJ6imw==&tipo=lA==&id=lKWl&caso=
pdf. (36) Una síntesis del proceso se encuentra, en inglés,
en https://legal.un.org/diplomaticconferences/1973_los/.
(31) Ver arts. 3º a 13 de la Convención de Ginebra so-
bre el Mar Territorial y la Zona Contigua. (37) Cfr. listado elaborado por la Organización de las
Naciones Unidas, División de Asuntos Oceánicos y Dere-
(32) Si bien la Sección II (comprensiva de los arts. 3º cho del Mar, https://www.un.org/Depts/los/reference_fi-
a 13 citados en la nota al pie anterior) de la Convención les/chronological_lists_of_ratifications.htm.
está dedicada a la “Extensión del mar territorial”, dicha
extensión o anchura se encuentra elidida. Se omitió es- (38) Cfr. el texto de la Convención de Ginebra (ver nota
tablecer la distancia que debía tomar el Estado ribereño, al pie 30) y el siguiente de la CONVEMAR: Art. 2º: “Régi-
desde la línea de base, para fijar el límite externo del mar men jurídico del mar territorial, del espacio aéreo situa-
territorial (que además era el límite interno de la zona do sobre el mar territorial y de su lecho y subsuelo. 1. La
contigua). De las reseñas sobre la codificación del dere- soberanía del Estado ribereño se extiende más allá de su
cho internacional surge como posible explicación que la territorio y de sus aguas interiores y, en el caso del Estado
Convención había recopilado el derecho internacional archipelágico, de sus aguas archipelágicas, a la franja de
vigente y había legislado (o innovado) en la materia; y mar adyacente designada con el nombre de mar territo-
que no se logró un consenso suficiente para definir la rial. 2. Esta soberanía se extiende al espacio aéreo sobre
extensión concreta del espacio marino (esto es lo que el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo de ese
surgía de los documentos preparatorios de la Conferen- mar. 3. La soberanía sobre el mar territorial se ejerce con
cia de La Haya de 1930 y de los posteriores; ver también arreglo a esta Convención y otras normas de derecho in-
CAMINOS, H., “La Convención de las Naciones Unidas...”, ternacional”.
ob. cit., ps. 265-266).
(39) El texto del art. 3º de la CONVEMAR dice: “An-
(33) Ver Cancillería Argentina, Biblioteca Digital de chura del mar territorial. Todo Estado tiene derecho a
Tratados, https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_ establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite
multi_ficha.php?id=lKWl. que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de
líneas de base determinadas de conformidad con esta
(34) Ver el Acta Final de la Segunda Conferencia de Na- Convención”.
ciones Unidas sobre el Derecho del Mar en https://legal.
un.org/diplomaticconferences/1960_los/docs/english/ (40) El art. 33, inc. 2º, de la CONVEMAR establece: “2.
vol_1/a_conf19_l15.pdf. La zona contigua no podrá extenderse más allá de 24 mi-

92 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

encerrar un espacio de aguas marítimas entre económica exclusiva y por fuera de la platafor-
ellas y el territorio del Estado ribereño; en es- ma continental (que incluye a los recursos ben-
tos casos, la Convención clasifica a este espa- tónicos, tal como se definen en la Convención),
cio como aguas interiores (41). Y para la zona se encuentra la alta mar.
económica exclusiva cada Estado cuenta con la
potestad de establecerla hasta 200 millas mari- La CONVEMAR contiene, en síntesis, reglas
nas (42). Finalmente, en la CONVEMAR se con- internacionales relativas a los siguientes espa-
templa un régimen especial para la plataforma cios marítimos: las aguas interiores, el mar te-
continental, que se extiende —en el caso argen-
rritorial, la zona contigua, la zona económica
tino y en lo que resulta útil para el presente tra-
bajo— más allá del límite de la zona económica
exclusiva y hasta el borde exterior del margen y el pie del talud continental; o ii) Una línea trazada, de
conformidad con el párr. 7º, en relación con puntos fijos
continental (43). Luego del límite de la zona situados a no más de 60 millas marinas del pie del talud
continental. b) Salvo prueba en contrario, el pie del talud
llas marinas contadas desde las líneas de base a partir de continental se determinará como el punto de máximo
las cuales se mide la anchura del mar territorial”. cambio de gradiente en su base. 5. Los puntos fijos que
constituyen la línea del límite exterior de la plataforma
(41) Es lo que surge del art. 8º de la CONVEMAR, que continental en el lecho del mar, trazada de conformidad
expresa: “Aguas interiores. 1. Salvo lo dispuesto en la Par- con los incs. i) y ii) del apart. a) del párr. 4º, deberán es-
te IV, las aguas situadas en el interior de la línea de base tar situados a una distancia que no exceda de 350 millas
del mar territorial forman parte de las aguas interiores marinas contadas desde las líneas de base a partir de las
del Estado...”. Algunos ejemplos que ofrece la geografía cuales se mide la anchura del mar territorial o de 100 mi-
argentina son: el lateral argentino del Río de la Plata, los llas marinas contadas desde la isobata de 2.500 metros,
golfos, como San Matías y San Jorge. que es una línea que une profundidades de 2.500 metros.
(42) El texto del art. 57 de la CONVEMAR es el siguien- 6. No obstante lo dispuesto en el párr. 5º, en las crestas
te: “Anchura de la zona económica exclusiva. La zona submarinas el límite exterior de la plataforma continen-
económica exclusiva no se extenderá más allá de 200 mi- tal no excederá de 350 millas marinas contadas desde las
llas marinas contadas desde las líneas de base a partir de líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura
las cuales se mide la anchura del mar territorial”. del mar territorial. Este párrafo no se aplica a elevaciones
submarinas que sean componentes naturales del margen
(43) El art. 76 de la CONVEMAR contiene la definición continental, tales como las mesetas, emersiones, cimas,
de la plataforma continental y los modos para establecer bancos y espolones de dicho margen. 7. El Estado ribere-
su extensión por parte del Estado ribereño. El texto dice: ño trazará el límite exterior de su plataforma continental,
“Definición de la plataforma continental. 1. La plataforma cuando esa plataforma se extienda más allá de 200 millas
continental de un Estado ribereño comprende el lecho marinas contadas desde las líneas de base a partir de las
y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden cuales se mide la anchura del mar territorial, mediante
más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la pro- líneas rectas, cuya longitud no exceda de 60 millas ma-
longación natural de su territorio hasta el borde exterior rinas, que unan puntos fijos definidos por medio de
del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 coordenadas de latitud y longitud. 8. El Estado ribereño
millas marinas contadas desde las líneas de base a partir presentará información sobre los límites de la plataforma
de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los continental más allá de las 200 millas marinas contadas
casos en que el borde exterior del margen continental no desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
llegue a esa distancia. 2. La plataforma continental de un anchura del mar territorial a la Comisión de Límites de la
Estado ribereño no se extenderá más allá de los límites Plataforma Continental, establecida de conformidad con
previstos en los párrs. 4º a 6º. 3. El margen continental el anexo II sobre la base de una representación geográfica
comprende la prolongación sumergida de la masa con- equitativa. La Comisión hará recomendaciones a los Es-
tinental del Estado ribereño y está constituido por el le- tados ribereños sobre las cuestiones relacionadas con la
cho y el subsuelo de la plataforma, el talud y la emersión determinación de los límites exteriores de su plataforma
continental. No comprende el fondo oceánico profundo continental. Los límites de la plataforma que determine
con sus crestas oceánicas ni su subsuelo. 4.a) Para los un Estado ribereño tomando como base tales recomen-
efectos de esta Convención, el Estado ribereño estable- daciones serán definitivos y obligatorios. 9. El Estado
cerá el borde exterior del margen continental, donde- ribereño depositará en poder del secretario general de
quiera que el margen se extienda más allá de 200 millas las Naciones Unidas cartas e información pertinente,
marinas contadas desde las líneas de base a partir de las incluidos datos geodésicos, que describan de modo per-
cuales se mide la anchura del mar territorial, mediante: manente el límite exterior de su plataforma continental.
i) Una línea trazada, de conformidad con el párr. 7º, en El secretario general les dará la debida publicidad. 10.
relación con los puntos fijos más alejados en cada uno de Las disposiciones de este artículo no prejuzgan la cues-
los cuales el espesor de las rocas sedimentarias sea por tión de la delimitación de la plataforma continental entre
lo menos el 1% de la distancia más corta entre ese punto Estados con costas adyacentes o situadas frente a frente”.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 93


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

exclusiva, la plataforma continental y la alta El dec. 1386, del 24/01/1944, efectuó una ma-
mar. Con excepción de la alta mar, los demás es- nifestación de soberanía tanto sobre el zócalo
pacios están vinculados al Estado ribereño y su continental como sobre el mar epicontinen-
extensión es consecuencia de las decisiones de tal argentino, al declararlos “zonas transitorias
cada uno de los Estados ribereños, que también de reservas minerales”. Siguiendo esa línea de-
clarativa, el dec. 14.708, de fecha 11/08/1946,
definen, en el conjunto, la extensión de la deno-
declaró la jurisdicción argentina sobre el mar
minada —en la CONVEMAR— alta mar (44). epicontinental y el zócalo continental argenti-
no.
II.3. La evolución normativa en Argentina (45)
La ley 17.094 (ADLA XXVI-C, 1674) declaró la
El Código Civil, en la redacción original del extensión de la soberanía de la Nación al mar
art. 2340, incluyó entre los bienes de dominio adyacente hasta una distancia de 200 millas
público a los mares adyacentes al territorio de marinas, al lecho del mar y al subsuelo de las
la República hasta la distancia de una legua zonas submarinas adyacentes hasta una pro-
marina (3 millas marinas) medida desde la lí- fundidad de 200 metros o más allá de este lí-
nea de la más baja marea, pero el “derecho de mite, hasta donde la profundidad de las aguas
policía para los objetos concernientes a la se- suprayacentes permita la explotación de los re-
guridad del país y a la observancia de las leyes cursos naturales de dichas zonas.
fiscales” fue extendido a cuatro leguas marinas La ley 17.319 (en rigor, se trata de un decre-
(12 millas marinas) (46). to-ley) estableció que los yacimientos de hidro-
carburos del territorio nacional y su plataforma
El Tratado de Derecho Penal Internacional continental eran del patrimonio del Estado
(Montevideo, 1889) declaró aguas territoriales, Nacional (48). También caracterizaba a estos
a los efectos de la jurisdicción penal, a las com- bienes patrimoniales como inalienables e im-
prendidas en las primeras 5 millas (47). prescriptibles, es decir, como bienes del domi-
nio público. Se establece allí una relación entre
(44) La CONVEMAR emplea algunos términos con el dominio público de los hidrocarburos y de la
mayor precisión que el lenguaje corriente. Esto ocurre porción que los permisionarios y concesiona-
con “alta mar”, que queda definida fuera de los espacios rios extraen, sujeta a las reglamentaciones (49).
sujetos a la jurisdicción o soberanía de los Estados ribe-
reños (espacios que se encuentran definidos con límites En materia de pesca marítima, el dec.-ley
máximos, aunque su establecimiento concreto depende
de cada uno de estos Estados), mientras que en el Diccio-
17.500 (ADLA XXVII-C, 2798) establece —en
nario de la RAE es la “[p]arte del mar que está a bastante línea con el dec.-ley 17.319— la propiedad del
distancia de la costa”. Estado Nacional sobre los recursos del mar te-
rritorial (50). La ley no define con claridad la
(45) Me baso aquí en la reseña sintética de un trabajo
anterior (TORANZO, A., “Total Austral: límites y potesta-
des tributarias provinciales sobre los recursos naturales (48) Art. 1º del dec.-ley 17.319 (BO del 30/06/1967):
marítimos”, LA LEY 2005-C, 15 y ss.) “Los yacimientos de hidrocarburos líquidos y gaseosos
situados en el territorio de la República Argentina y en su
(46) Ver en GONDRA, J. M., “Jurisdicción federal”, ob. plataforma continental, pertenecen al patrimonio inalie-
cit., ps. 156/157, la opinión de KENT, James, extraída de nable e imprescriptible del Estado Nacional”.
“Commentaries”, 10ª ed., 1860, t. I, ps. 29 y 31, revelado
como fuente del codificador en la nota al artículo citado, (49) Art. 6º del dec.-ley 17.319: “Los permisionarios y
según la cual el dominio del Estado ribereño llega hasta concesionarios tendrán el dominio sobre los hidrocarbu-
las 3 primeras millas, y en las siguientes 9 millas el Es- ros que extraigan y, consecuentemente, podrán transpor-
tado ejerce su jurisdicción en forma limitada. También tarlos, comercializarlos, industrializarlos y comercializar
la opinión de DÍAZ CISNEROS, C., “Mar territorial de la sus derivados, cumpliendo las reglamentaciones que
República Argentina”, ob. cit., p. 62, según la cual la com- dicte el Poder Ejecutivo sobre bases técnico-económicas
petencia del Estado para reglamentar la pesca se limita a razonables que contemplen la conveniencia del mercado
las primeras 3 millas, sobre la base del criterio interpre- interno y procuren estimular la exploración y explotación
tativo de Kent. de hidrocarburos”.
(47) Conf. art. 12 del Tratado. Los signatarios fueron (50) El texto del dec.-ley 17.500 (BO del 31/10/1967),
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú. en su art. 1º, dice: “Los recursos del mar territorial argen-

94 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

extensión marina a la que se refiere con el mar alcance de la ley 18.502, son propiedad del Es-
territorial, que parece referirse a una extensión tado Nacional los recursos vivos existentes en
mayor a las 12 millas (51). las zonas marítimas bajo soberanía argentina.

La ley 17.711 (ADLA XXVIII-B, 1810) modifi- La ley 23.968 fijó las líneas de base de la Re-
có el art. 2340 del Cód. Civil, incluyendo entre pública Argentina y estableció la extensión del
los bienes públicos a los mares territoriales has- mar territorial hasta las 12 millas marinas con-
ta la distancia que determinase la legislación tadas desde esas líneas de base.
especial (52), independientemente del poder
jurisdiccional sobre la zona contigua. La ley 24.145, bajo el sugestivo “Título I: Fe-
deralización de hidrocarburos” (55), dispuso la
La ley 18.502 reconoció a las provincias con transferencia del “dominio público” de los yaci-
litoral marítimo jurisdicción hasta las 3 millas mientos de hidrocarburos del Estado Nacional
marinas desde la línea de más bajas mareas y a las provincias “en cuyos territorios se encuen-
declaró la soberanía de la Nación hasta las 200 tren”, y sumó a los situados en el mar adyacente
millas (53). a sus costas hasta las doce millas (56). Es de in-
terés señalar que la ley estableció un reconoci-
La ley 20.136 (ADLA XXXIII-A, 277) sustitu- miento para las provincias, que, para el caso de
yó la definición del art. 1º de ley 17.500 esta- los yacimientos compartidos por los territorios
bleciendo, con más precisión, que los recursos de más de una de ellas, fijaba la regla de cálculo
vivos de las “zonas marítimas bajo soberanía de la proporcionalidad de las reservas existen-
argentina” son propiedad del Estado Nacio- tes (57).
nal y determinó la exclusividad de la actividad
pesquera para los buques de pabellón nacio- tados por embarcaciones con pabellón argentino y con
nal (54), prescribiendo que, sin perjuicio del previo permiso otorgado por la autoridad competente”.
(55) El término “federalización” también invoca un
tino son propiedad del Estado Nacional, que concederá significado ambiguo, ya que el federalismo involucra un
su explotación conforme a las disposiciones de la presen- proceso de centralización en el Estado Nacional o federal
te ley y su reglamentación”. y, a la par, la preservación de las autonomías provincia-
(51) El art. 2º da lugar a esta duda, ya que reserva para les, y supone un equilibrio basado en las reglas consti-
los buques de pabellón nacional las 12 millas, que dis- tucionales. Más preciso resulta el de “provincialización”
tingue del mar territorial argentino. El texto dice: “Los (que emplea la ley 24.145 en su articulado; ver, p. ej., el
recursos hasta una distancia de 12 millas marítimas de art. 5º), ya que la transferencia implica (en distintas fases
las costas solo podrán ser explotados con embarcaciones del federalismo argentino) una decisión sobre el dominio
de pabellón nacional. Anualmente, el Poder Ejecutivo es- de los hidrocarburos, desde la Nación a las provincias.
tablecerá, además, una zona del mar territorial argentino (56) Ley 24.145 (BO del 06/11/1992). El art. 1º contie-
cuya explotación quedará reservada para embarcaciones ne el siguiente texto: “Transfiérese el dominio público de
de pabellón nacional”. los yacimientos de hidrocarburos del Estado Nacional a
(52) Se siguió de este modo la sugerencia de DÍAZ CIS- las provincias en cuyos territorios se encuentren, inclu-
NEROS, C., “Mar territorial de la República Argentina”, yendo los situados en el mar adyacente a sus costas hasta
ob. cit. una distancia de doce (12) millas marinas medidas desde
las líneas de base reconocidas por la legislación vigente
(53) Sobre la vigencia de esta ley ver CS, 2003, “Total (...). Continuarán perteneciendo al Estado Nacional los
Austral SA c. Tierra del Fuego, Antártida e Islas del At- yacimientos de hidrocarburos que se encontraren en el
lántico Sur”, Fallos 326:3368. En contra de su vigencia, territorio de la Capital Federal o en su jurisdicción sobre
ver la opinión de CASSAGNE, J. C., “El artículo 124 de el lecho argentino del Río de la Plata, como así también
la Constitución y el dominio originario”, LA LEY, Supl. aquellos que se hallaren a partir del límite exterior del
Academia Nacional de Derecho, 2007 (julio); LL AR/ mar territorial, en la plataforma continental o bien hasta
DOC/2361/2007. una distancia de doscientas (200) millas marinas medi-
das a partir de las líneas de base”.
(54) El dec.-ley 20.136 (BO del 15/2/1973) sustituyó
los arts. 1º y 2º del dec.-ley 17.500, por los siguientes: Art. (57) Art. 20, ley 24.145: “El Estado Nacional reconocerá
1º: “Los recursos vivos existentes en las zonas marítimas a las provincias en cuyo territorio se encuentren, a título
bajo soberanía argentina, son propiedad del Estado Na- de participación, el diez por ciento (10%) sobre el dere-
cional, el que podrá conceder su explotación conforme a cho de asociación percibido y, en su caso, a percibir, por
la presente ley y su reglamentación”. Art. 2º: “Los recursos las denominadas Áreas Centrales de YPF Sociedad Anó-
a que se refiere el artículo anterior solo podrán ser explo- nima y por las áreas de las Cuencas Austral y Noroeste.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 95


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

Luego de la reforma de la Constitución Nacio- cias y la Ciudad de Buenos Aires. Se preserva la


nal en 1994, la ley 26.197 modificó nuevamente terminología del dec.-ley 17.319 (yacimientos
la distribución del dominio de los hidrocarbu- que integran el patrimonio inalienable e im-
ros, incorporando a la Ciudad de Buenos Aires y prescriptible) (59).
algunas disposiciones específicas sobre la pro-
vincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del La ley 24.922 introdujo un cambio sustan-
cial, acompasado con las leyes 24.415 y 26.197,
Atlántico Sur (58). Esta última reforma legislati-
al establecer la jurisdicción nacional o provin-
va tiene, en mi opinión, la finalidad de desarro-
cial para los recursos vivos marinos, cuyo do-
llar —infraconstitucionalmente— el “dominio
minio se atribuye a la Nación o a las provincias
originario”, estableciendo, como consecuencia con litoral marítimo (60). La jurisdicción de
de ese “dominio originario”, el dominio público cada provincia está limitada espacialmente a
de los yacimientos de hidrocarburos y distribu- sus aguas interiores y al mar territorial (que la
yendo su titularidad entre la Nación, las provin- ley califica de “argentino”) hasta las 12 millas
desde las líneas de base. La jurisdicción de la
Este reconocimiento se efectuará en efectivo, dentro de Nación se encuentra espacialmente restringida
los treinta (30) días de haberse percibido el o los pagos de a los espacios marinos comprendidos entre las
los que se tratare o, si ya se hubieren percibido, dentro de
los treinta (30) días de la promulgación de la presente ley. doce millas y el límite de la zona económica ex-
En caso que se tratare de yacimientos que se encontraren clusiva (200 millas) y hasta el límite exterior de
situados en el territorio de dos o más provincias, la par- la plataforma continental (para los recursos vi-
ticipación precedentemente referida se llevará a cabo en vos asociados al fondo, o bentos). La jurisdic-
proporción a las reservas existentes en el área”.
ción provincial está limitada materialmente a
(58) Art. 1º del dec.-ley 17.319, según la ley 26.197 (BO la exploración, explotación, conservación y ad-
del 05/01/2007): “Los yacimientos de hidrocarburos lí- ministración de los recursos vivos que se en-
quidos y gaseosos situados en el territorio de la Repúbli-
ca Argentina y en su plataforma continental pertenecen cuentran en las aguas sobre las que se proyecta
al patrimonio inalienable e imprescriptible del Estado espacialmente la jurisdicción. Y el ejercicio de
Nacional o de los Estados provinciales, según el ámbito la jurisdicción provincial está subordinado al
territorial en que se encuentren. Pertenecen al Estado marco federal que establece la ley 24.922. La
Nacional los yacimientos de hidrocarburos que se ha-
llaren a partir de las doce (12) millas marinas medidas
jurisdicción nacional en los restantes espacios
desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968, marítimos argentinos, en cambio, es exclusiva.
hasta el límite exterior de la plataforma continental. Per-
tenecen a los Estados provinciales los yacimientos de hi- (59) Ver texto en nota al pie 48.
drocarburos que se encuentren en sus territorios, inclu-
yendo los situados en el mar adyacente a sus costas hasta (60) Ley 24.922 (BO del 12/01/1998), titula el cap. II:
una distancia de doce (12) millas marinas medidas desde “Dominio y jurisdicción”, que contiene las siguientes
las líneas de base establecidas por la ley 23.968. Pertene- normas: Art. 3º: “Son del dominio de las provincias con
cen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los yacimien- litoral marítimo y ejercerán esta jurisdicción para los fi-
tos de hidrocarburos que se encuentren en su territorio. nes de su exploración, explotación, conservación y admi-
Pertenecen a la provincia de Buenos Aires o a la Ciudad nistración, a través del marco federal que se establece en
Autónoma de Buenos Aires, según corresponda a sus res- la presente ley, los recursos vivos que poblaren las aguas
pectivas jurisdicciones, los yacimientos de hidrocarburos interiores y mar territorial argentino adyacente a sus cos-
que se encuentren en el lecho y el subsuelo del Río de la tas, hasta las doce (12) millas marinas medidas desde las
Plata, desde la costa hasta una distancia máxima de doce líneas de base que sean reconocidas por la legislación
(12) millas marinas que no supere la línea establecida en nacional pertinente”. Art. 4º: “Son de dominio y jurisdic-
el art. 41 del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marí- ción exclusivos de la Nación, los recursos vivos marinos
timo y de conformidad con las normas establecidas en el existentes en las aguas de la Zona Económica Exclusiva
cap. VII de ese instrumento. Pertenecen a la provincia de argentina y en la plataforma continental argentina a par-
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, aque- tir de las doce (12) millas indicadas en el artículo anterior.
llos yacimientos de hidrocarburos que se encuentren en La República Argentina, en su condición de Estado ribe-
su territorio, incluyendo los situados en el mar adyacente reño, podrá adoptar medidas de conservación en la Zona
a sus costas hasta una distancia de doce (12) millas mari- Económica Exclusiva y en el área adyacente a ella sobre
nas medidas desde las líneas de base establecidas por la los recursos transzonales y altamente migratorios, o que
ley 23.968, respetando lo establecido en el Acta Acuerdo pertenezcan a una misma población o a poblaciones de
suscrita, con fecha 08 de noviembre de 1994, entre la re- especies asociadas a las de la Zona Económica Exclusiva
ferida provincia y la provincia de Santa Cruz”. argentina”.

96 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

III. Algunas características del Régimen Fe- La ley define en su ámbito de aplicación —ma-
deral de Pesca terial— no solo “la regulación de la pesca en los
espacios marítimos sujetos a la jurisdicción na-
Ya he anotado en otra oportunidad que la ley cional”, sino que incluye la “coordinación de la
24.922 introdujo reglas propias del llamado fe- protección y la administración de los recursos
deralismo de concertación o cooperación (61), pesqueros que se encuentran tanto en jurisdic-
como parte de un nuevo esquema en las rela- ción nacional como provincial” (64). Es decir
que la protección y administración de los re-
ciones federales. Intentaré desplegar esta apre-
cursos debe ser coordinada entre la Nación y las
ciación. provincias, y el régimen legal sienta las bases de
esa coordinación.
Una característica de muchos de los recursos
vivos marinos es su aptitud de desplazamiento La distribución de jurisdicciones y dominio
espacial (62). Otra característica de los princi- entre la Nación y las provincias de los arts. 3º y
pales recursos vivos marinos de los espacios 4º no altera los límites territoriales ni establece
marítimos argentinos es su distribución espa- que ese espacio marítimo, que coincide con el
cial amplia (63). Ambas características hacen mar territorial, sea de las provincias. Por otra
de difícil aplicación, por ejemplo, las reglas so- parte, la jurisdicción de la Nación es exclusiva
en los espacios marítimos del art. 4º, mientras
bre el dominio (ya sea de una provincia, de otra
que este adjetivo no caracteriza a la jurisdicción
u otras, o de la Nación) basado en una división provincial (ya que se encuentra limitada por las
política de aquellos espacios marítimos. Estas facultades delegadas en la Nación).
características de los recursos naturales pueden
explicar la complejidad del Régimen Federal de Siguiendo el principio de supremacía del de-
Pesca que estableció la ley 24.922. recho federal (65), la ley faculta a su autoridad
de aplicación (que depende del Poder Ejecutivo
Una selección de notas del régimen jurídico Nacional) a “limitar el acceso a la pesca en los
explica su contenido. espacios marítimos referidos en el art. 3º cuan-
do se declare la existencia de interés nacional
(61) TORANZO, A., “Total Austral: límites y potestades
comprometido en la conservación de una es-
tributarias...”, ob. cit., ps. 15 y ss. pecie o recurso determinado, con fundamento
en razones científicas que avalen la imposición
(62) Para una introducción a las características de las de tal medida” (66). Se trata, en esta hipótesis,
especies de peces marinos, ver COUSSEAU, M. B. — PE-
RROTA, R. G., “Peces marinos de Argentina. Biología, de una situación excepcional (calificada por la
distribución, pesca”, Ed. INIDEP, Mar del Plata, 2004; en existencia de un interés nacional comprometido
especial, merluza común (p. 74), anchoíta (p. 64), polaca en la conservación y un fundamento científico).
(p. 68), merluza de cola (p. 72), abadejo (p. 80), merluza Pero la ley no se limita a establecer una hipóte-
negra (p. 122). Sobre la especie langostino, ver MORION- sis de subordinación de la autoridad provincial,
DO DANOVARO, P. — FERNÁNDEZ, M. — FISCHBACH,
C. — DE LA GARZA, J. — BERTUCHE, D., “Síntesis de los
sino que establece una salvaguarda, en favor de
aspectos biológico-pesqueros del langostino (Pleoticus la regla de cooperación o concertación federal,
muelleri, Decapoda, Solenoceridae)”, en BOSCHI, E. E. mediante un mecanismo procedimental: fija un
(ed.), El Mar Argentino y sus recursos pesqueros, Ed. INI- plazo —30 días— para que la medida restrictiva
DEP, Mar del Plata, 2016, t. 6: “Los crustáceos de interés nacional sea considerada por el Consejo Federal
pesquero y otras especies relevantes en los ecosistemas Pesquero para obtener su ratificación.
marinos”, ps. 94-110. Sobre la especie centolla, ver WYN-
GAARD, J. — IORIO, M. I. — FIRPO, C., “La pesquería de
centolla (Lithodes santolla) en la Argentina”, en BOSCHI, Para comprender la complejidad del dise-
E. E. (ed.), El Mar Argentino..., ob. cit., ps. 229-250. So- ño institucional es necesario recordar que
bre el calamar, ver BRUNETTI, N. E. — IVANOVIC, M. L.
— ELENA, B., “Calamares omastréfidos (Cephalopoda, (64) Art. 5º, incs. a) y b), ley 24.922.
Ommastrephidae)”, en BOSCHI, E. E. (ed.), El Mar Argen-
tino..., ob. cit., t. 2: “Los moluscos de interés pesquero”, (65) Art. 31 de la CN. Ver en el sentido del texto princi-
1998, ps. 37-68. pal, como ejemplo, el art. 14 de la ley 48.
(63) Ver la bibliografía citada en nota al pie 62. (66) Art. 5º, inc. c), ley 24.922.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 97


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

este Consejo es un organismo interjurisdiccio- lógica...”, para luego establecer la división de


nal —creado por la ley 24.922—, que está in- competencias de aquellas autoridades: “Co-
tegrado por un representante de cada una de rresponde a la Nación dictar las normas que
las cinco provincias con litoral marítimo, y por contengan los presupuestos mínimos de pro-
otros cinco representantes del Poder Ejecuti- tección, y a las provincias, las necesarias para
vo Nacional (dos lo representan directamente, complementarlas, sin que aquellas alteren las
uno representa al Ministerio de Relaciones Ex- jurisdicciones locales”.
teriores, Comercio Internacional y Culto, uno
al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Soste- IV. El Estado, el territorio y los espacios ma-
nible, y el quinto es su presidente, el secretario rítimos
de Agricultura, Ganadería y Pesca, que ha dele-
gado su ejercicio en el subsecretario de Pesca y Existe una relación entre el territorio y los es-
Acuicultura). Existe una paridad entre las repre- pacios marítimos sobre los cuales los Estados ri-
sentaciones del conjunto de las provincias y las bereños tienen soberanía o jurisdicción. Aquel
de la Nación. Las reglas adjetivas, que reglan el es condición necesaria tanto para la definición
procedimiento de toma de decisiones, deman- espacial como para el ejercicio de la soberanía o
dan de un consenso mayoritario para llegar a jurisdicción en los espacios marítimos que con-
una decisión (67). De ello se colige que el dise- templa, a este efecto, la CONVEMAR, de mane-
ño institucional favorece la concertación federal ra similar a lo que ocurre con la Convención de
en materia de pesca marítima. Sus decisiones Ginebra de 1958 (para los Estados parte de esta
“son obligatorias para la Nación y las provincias que no han ratificado la CONVEMAR).
con litoral marítimo” (68), y pueden requerir la La doctrina expuso el vínculo entre el territo-
adopción de medidas de competencia de la au- rio y los espacios marítimos de forma diversa.
toridad de aplicación (69). Dabin sostuvo que “la noción de territorio com-
prende no solo la superficie del suelo, sino tam-
También es cierto que el dominio provincial y
bién lo que está debajo (subsuelo) y el espacio
la consecuente jurisdicción que establece el art.
atmosférico que cubre el suelo; eventualmente,
3º de la ley 24.922 están subordinados a ciertas
además, las extensiones marítimas (puertos, ba-
reglas —mínimas— de esta ley. Esta subordina-
hías, radas, mar territorial)” (70). La perspecti-
ción es una nota centralizadora en las relaciones
va de Gelli sobre el territorio es similar, ya que
federales. La diferencia de trato, en la materia,
“comprende tierra, aire, mar y subsuelo” (71).
está dada por el carácter exclusivo, antes seña-
lado, que contiene el art. 4º (para la jurisdicción Dabin expresaba que la relación del Estado
nacional), mientras que el art. 3º (para las juris- con el territorio es la de un derecho (de aquel
dicciones provinciales) sujeta el ejercicio de la sobre este), y agrega que “conviene reconocer-
jurisdicción y del dominio al marco de la ley. les, a título de derecho constitucional, las facul-
tades indispensables para la realización de su
Puede encontrarse una raíz constitucional
obra” (72). Este derecho no es un derecho de so-
para este tipo de subordinación, como la que beranía, que según el autor es la autoridad que
contiene el art. 5º, inc. c), del Régimen Federal se ejerce sobre las personas (no sobre las cosas),
de Pesca. El art. 41 de la CN dispone: “Las auto- sino un derecho de dominio (un “derecho real
ridades proveerán a la protección [del derecho eminente”), distinto de los dominios privado y
a un ambiente sano], a la utilización racional
de los recursos naturales y a la preservación del
patrimonio natural (...) y de la diversidad bio- (70) DABIN, J., “Doctrina general del Estado”, 2ª ed.,
Ed. Jus, México, 1955, p. 32, con cita de DE LAPRADELLE,
A., “Le territoire”, Encyclopédie Française, t. X, ps. 10.10-
(67) Cfr. art. 11 de la res. CFP 4/2020 (BO del 13 a 15.
26/05/2020), que contiene el Reglamento de Funciona-
miento vigente. (71) GELLI, M. A., “Constitución de la Nación Argenti-
na. Comentada y concordada”, 5ª ed., Ed. La Ley, Buenos
(68) Art. 4º, dec. 748/1999, reglamentario de la ley Aires, 2018, t. II, p. 732.
24.922.
(72) DABIN, J., “Doctrina general del Estado”, ob. cit.,
(69) Art. 5º, dec. 748/1999. p. 34.

98 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

público del Estado, que llama un “derecho real define la extensión de los espacios marítimos
institucional” (73). Dabin participa de la con- sujetos a la jurisdicción y soberanía del Estado.
cepción del territorio como un elemento varia-
ble (74). La relación entre Estado, territorio y espacio
marítimo permite comprender la evolución de
Distinta es la noción de territorio en Jellinek, la extensión de los espacios marítimos com-
para quien la “tierra sobre que se levanta la co- prendidos en aquella: el mar territorial como un
munidad Estado, considerada desde su aspecto espacio marino accesorio del territorio, el avan-
jurídico, significa el espacio en que el poder del ce hacia la zona contigua y el acuerdo sobre la
Estado puede desenvolver su actividad específi- zona económica exclusiva y la plataforma con-
ca, o sea la del poder público”. La identificación tinental.
se plasma en la afirmación del autor: “la tierra
se denomina territorio” en sentido jurídico. El Estado argentino (nacional) tiene: a) un
territorio —nuevamente en sentido estricto—,
También se advierte, en el plano internacio- que comprende tanto su extensión continental
nal, la evolución de las soluciones de compro- como los archipiélagos e islas, tal y como se en-
miso entre los distintos intereses de los Estados cuentra demarcado; b) aguas interiores (como
sobre los espacios marítimos, desde las bulas las comprendidas en los Golfos San Jorge y San
alejandrinas hasta la CONVEMAR. Así, se ob- Matías); c) un mar territorial de 12 millas de an-
serva un avance de la protección que ofrece el cho desde las líneas de base; d) una zona con-
derecho internacional a los Estados ribereños, y tigua adyacente al mar territorial hasta las 24
también deja una visión nítida sobre las liber- millas del linde entre ambos; e) una zona eco-
tades de todos los Estados —y de sus ciudada- nómica exclusiva que se proyecta hasta las 200
nos— sobre la alta mar, libertades que decrecen millas marinas; y f ) una plataforma continen-
a medida que se adentran en los espacios ma- tal que llega hasta el borde exterior del margen
rítimos de jurisdicción o soberanía del Estado continental.
ribereño —cuyas potestades se incrementan de
manera inversamente proporcional a la distan- Me aparto así de la concepción integral de
cia desde la costa—. Aquellas libertades se con- Dabin y Gelli, entre otros. Para hacerlo, entien-
sagran como una restricción de la comunidad do que el territorio y los espacios marítimos tie-
internacional al ejercicio de la jurisdicción o la nen regímenes jurídicos diferentes (75), con la
soberanía del Estado, o de ambas. excepción de las aguas interiores.

Los Estados contemporáneos tienen un es- Los Estados provinciales y la Ciudad de Bue-
pacio territorial —en sentido propio— que se nos Aires también tienen, cada uno de ellos, un
puede conectar, por su adyacencia, con aguas territorio —en sentido estricto— que, en la ac-
interiores y mar territorial, y que, a su vez, puede tualidad, al haberse extinguido los “territorios
dar lugar a una zona contigua a este; el territorio nacionales” luego de la “provincialización” de
del Estado —en sentido propio o estricto— tam- Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlánti-
bién puede dar lugar a una zona económica ex- co Sur, coincide en su conjunto con el territo-
clusiva y a un espacio de plataforma continental. rio nacional. Algo similar a lo que ocurre con el
Todos los espacios marítimos se vinculan al Es- “pueblo” de la Nación, que coincide con el de
tado —que tiene jurisdicción y soberanía sobre los Estados locales considerados en conjunto.
ellos— partiendo de la condición necesaria de Esta forma de ver al territorio —y al pueblo— se
su territorio. El territorio —con los límites que compadece con la estructura federal argentina.
surgen de otros territorios estatales— es el que
(75) Ver CS, 1998, “Frigorífico Mellino”, Fallos 321:751,
(73) DABIN, J., “Doctrina general del Estado”, ob. cit., en especial el consid. 8º. El caso versaba sobre la inter-
ps. 34-35, cita en su apoyo a Laband, que se refería a un pretación de la ley 23.018, que empleaba el término
“derecho real de derecho público”. “territorio”, y la sentencia interpretó que excluía a los es-
pacios marítimos. En este sentido, RIVERA, F. M., “La ju-
(74) DABIN, J., “Doctrina general del Estado”, ob. cit., p. risdicción provincial en la Ley Federal de Pesca”, LA LEY
36. Cita, concordantemente, a De la Bigne de Villeneuve. 2007-B, 979.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 99


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

V. El territorio en la Constitución Nacional el provincial y el nacional. El art. 14, en la enu-


meración de derechos, contempla el “de entrar,
La Constitución Nacional emplea “territorio” permanecer, transitar y salir del territorio ar-
para referirse tanto a los locales como al federal gentino”, y retoma, así, la concepción dual de
o nacional. “territorio”. El art. 15 determina que los escla-
vos “quedan libres por el solo hecho de pisar el
El art. 3º establece que la Capital de la Re- territorio de la República”. El art. 20 predica los
pública Argentina se establece en un territorio derechos de los extranjeros en “el territorio de
“federal” (cedido por la/s provincia/s). Es una la Nación”. El art. 23 admite la declaración del
cláusula que, en el marco del federalismo que estado de sitio tanto en la provincia como en el
establece la Constitución Nacional, nos aproxi- territorio, pero en este caso se refiere a los “terri-
ma a la noción de la titularidad de los territorios, torios nacionales”. En cambio, en la parte final,
en cabeza de las provincias. Esta noción se re- al contemplar el derecho de salida, la norma
fuerza en el texto del art. 6º, que estipula la in- contiene la expresión “territorio argentino”. El
tervención federal en el territorio provincial; y art. 25 reitera la fórmula “territorio argentino”
en el art. 11, que prohíbe a las provincias esta- para prohibir la imposición sobre la entrada de
blecer derechos sobre el tránsito por el territorio extranjeros. Según el art. 35, “Provincias Unidas
provincial. El art. 124 establece una correlación del Río de la Plata”, “República Argentina”, “Con-
entre las provincias, su territorio y los recursos federación Argentina”, son nombres oficiales del
naturales que se encuentran en él al establecer gobierno y territorio de las provincias (conside-
el dominio originario de dichos recursos. radas en su conjunto). El art. 41 prohíbe el in-
Sobre la posibilidad de mutación en el te- greso al territorio nacional de residuos actual o
rritorio provincial (76), se destaca que el art. potencialmente peligrosos, y de los radiactivos.
13 admite nuevas provincias, pero para erigir- El art. 75, inc. 2º, contiene la atribución de esta-
se en territorio de una o varias provincias exis- blecer contribuciones directas en todo el territo-
tentes es necesario el consentimiento de ellas rio de la Nación (párr. 1º), y para los regímenes
y del Congreso. La intervención necesaria del de coparticipación tiene en miras el logro de un
Congreso (77) también da cuenta de la falta de grado equivalente de desarrollo, calidad de vida
autonomía —completa— para decidir sobre el e igualdad de oportunidades también en todo el
propio territorio —sea de una o de varias pro- territorio nacional. Resulta relevante en este tra-
vincias—. bajo el art. 75, inc. 15, que pone en cabeza del
Congreso la facultad de arreglar los límites del
El art. 9º señala la concepción dual del terri- territorio de la Nación, fijar los de las provincias,
torio, antes referida. Prohíbe en el “territorio crear otras nuevas y determinar la organización,
nacional” las aduanas que no sean nacionales administración y gobierno que deben tener los
(v.gr., las provinciales) y el establecimiento de territorios nacionales que queden fuera de los
tributos aduaneros que no sean los que determi- límites que se asignen a las provincias. La nue-
na el Congreso Nacional. La extensión territorial va cláusula del progreso, art. 75, inc. 19, contem-
permite decantar dos conceptos de “territorio”: pla el poblamiento del territorio de la Nación. El
inc. 28 faculta a permitir la introducción de tro-
(76) Cfr. GELLI, M. A., “Constitución de la Nación pas extranjeras y la salida de las fuerzas nacio-
Argentina...”, ob. cit., t. I, p. 113, que expresa en su co- nales, en o fuera, respectivamente, del territorio
mentario al art. 13 de la CN que “la norma admite las de la Nación. Según el inc. 30, es el legislador
transformaciones territoriales en el Estado federal, ha- exclusivo en el territorio de la Capital y legisla
cia adentro de la Federación con el corrimiento de los sobre los establecimientos de utilidad nacional
límites —extensión, reducción y hasta desaparición de
alguna provincia— y hacia afuera, ampliando los límites
en el territorio de la República. El art. 89 requie-
nacionales”. re haber nacido en territorio argentino para ser
presidente o vicepresidente o ser hijo de ciuda-
(77) Cfr. GELLI, M. A., “Constitución de la Nación Ar-
dano nativo, y el art. 94 establece, para su elec-
gentina...”, ob. cit., t. I, p. 114, donde acota que el consen-
timiento de los entes locales “es condición necesaria pero ción, a todo el territorio nacional como distrito
no suficiente, dado que también se exige el acuerdo del único. El Poder Ejecutivo requiere del permiso
Congreso federal”. del Congreso para ausentarse del territorio na-

100 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

cional (art. 99, inc. 18). El art. 108 contempla a los de las provincias y la Ciudad de Buenos Ai-
los tribunales inferiores a la Corte Suprema que res, ya que los denominados “territorios nacio-
el Congreso estableciere en el territorio de la nales” quedan fuera de este conjunto (81).
Nación.
VI. El territorio y el dominio de los recursos
Finalmente, la disposición transitoria prime- naturales
ra “ratifica” la “soberanía sobre las islas Malvi-
nas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los La concepción dual del territorio en la Cons-
espacios marítimos e insulares correspondien- titución Nacional obedece a la forma federal del
tes, por ser parte integrante del territorio na- Estado argentino. También ofrece tensiones a la
cional”. La expresión elegida no despeja la duda relación entre el Estado central y los Estados lo-
sobre la inclusión de los espacios marítimos en cales. Uno de los puntos de tensión históricos ha
el territorio; sin embargo, puede dar sostén a sido la explotación de los recursos naturales. Y
la tesis integral que sostienen, por ejemplo, los la novedad que trajo la reforma de 1994, sobre
citados autores Dabin (78) y Gelli (79). La lec- el “dominio originario” de los recursos naturales
tura parece indicar la intención del poder cons- existentes en el territorio de las provincias, lejos
tituyente de formular una declaración amplia de resolver o de aliviar esas tensiones, ha suma-
y comprensiva de los distintos espacios, como do un concepto más, indefinido, sin consecuen-
surge también de la repetición de la soberanía cias jurídicas determinadas.
sobre las islas y los espacios insulares. Todos
La expresión “dominio originario” requiere
estos espacios terrestres forman parte de la ar-
mayores precisiones jurídicas, por las dificulta-
chipelágica provincia de Tierra del Fuego, An-
des que presenta al operador jurídico. El poder
tártida e Islas del Atlántico Sur. La disposición
constituyente, a mi entender, distinguió estos
fue emitida antes de la ratificación argentina de
términos del dominio —liso y llano—, de gran
la CONVEMAR (80), lo que explica la falta de
desarrollo en el derecho privado (82). También
una referencia más precisa en los términos de
los distinguió, en mi opinión, del dominio emi-
la citada Convención. La mentada disposición
nente (83).
transitoria expresa el objetivo de “recuperación
de dichos territorios y el ejercicio pleno de la so- Ya se encontraba, antes de 1994, en la modi-
beranía”. ficación del art. 10 del Código de Minería (84)
por la ley (estrictamente es un decreto-ley)
De los pasajes precedentemente recordados
del texto constitucional se desprende que en él
(81) Ver art. 75, inc. 15, de la CN.
se emplea el término “territorio” tanto para de-
signar al nacional —el de toda la Nación o de la (82) En contra, ver GELLI, M. A., “Constitución de la
República— como a los territorios de las provin- Nación Argentina...”, ob. cit., p. 732: “...el dominio sobre
cias y de la Ciudad de Buenos Aires. Es induda- los recursos allí comprendidos son propios de las provin-
cias...”. La prestigiosa constitucionalista matiza la afirma-
ble la superposición que suponen esos textos ción explicando que ese dominio o propiedad “habilita
del territorio nacional con los territorios de las [a las provincias] para percibir tributos sobre ellos y dis-
provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, aun- poner la enajenación y el aprovechamiento de aquellos
que en la lógica del texto constitucional el terri- por sí mismas o en políticas concertadas con el Estado
torio nacional no es necesariamente idéntico a federal”.
(83) Ver, en contrario, SACRISTÁN, E. B., “Dominio
(78) DABIN, J., “Doctrina general del Estado”, ob. cit., originario de los recursos naturales. La cuestión del do-
p. 36. minio eminente”, LA LEY 2014-6, 149-157; MARTÍNEZ,
V. H., “El dominio eminente”, Anales de la Academia Na-
(79) GELLI, M. A., “Constitución de la Nación Argenti- cional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, 1998,
na...”, ob. cit., t. I, p. 113. t. XXXVII, p. 233, donde hace referencia a la identidad
entre el dominio eminente y el virtual, radical u origina-
(80) La República Argentina ratificó la CONVEMAR rio. A favor de la utilidad de la distinción, a los fines de la
el 01/12/995 (según la información de la ONU, ver nota hermenéutica del art. 124 de la CN, CASSAGNE, J. C., “El
al pie 37). El Congreso había aprobado la Convención el artículo 124 de la Constitución...”, ob. cit.
13/09/1995 y se publicó en el Boletín Oficial el 25 de octu-
bre del mismo año (luego de su promulgación de hecho). (84) Cód. de Minería, de 1886, ley 1919.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 101


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

22.259 (85). El mensaje de elevación exponía el


concepto de dominio originario —de la Nación
o de las provincias—, de carácter permanente, y gún el territorio en que se encuentren, conforme lo han
lo distinguía del “derecho de propiedad” consti- admitido el Código Civil en el inc. 2º de su art. 2342, la
tuido “a favor de los particulares”, que denomina ley 726 del 1865 en su art. 2º y el Código de Minería en
“propiedad minera” derivada de la concesión, su art. 7º. Ese carácter de bienes privados del Estado es
que por definición es temporal (86). La Expo- el que le permite a este establecer sobre las minas una
propiedad particular mediante un acto de concesión,
sición de Motivos explicó que la modificación efecto que no tienen las concesiones administrativas que
del art. 10 consistía en una “aclaración”: que la pueden otorgarse sobre los bienes públicos. Cuando el
propiedad particular no interfiere con el domi- Estado concede una mina, estableciendo sobre ella una
nio originario del Estado; se basa en la calidad propiedad particular, no se desprende de su dominio ori-
de bienes del dominio privado de la Nación o ginario; por el contrario, mantiene el mismo con tal al-
las provincias que admite la concesión, sujeta cance que, de no cumplir el propietario particular con las
condiciones del amparo o conservación de la concesión
a su régimen especial, que en ciertos casos de que el Código le impone —pago del canon, inversión de
incumplimiento por el concesionario puede capital, mensura de pertenencias y, en su caso, explota-
dar lugar a la extinción de la concesión y, con- ción efectiva—, los derechos de este caducan, pudiendo
secuentemente, de la propiedad particular (87). consecuentemente el Estado volver a conceder la mina
en propiedad particular al primer solicitante, cuantas
veces se opere la caducidad. Es decir, que el dominio
(85) El art. 10, modificado, dice: “Sin perjuicio del do- originario del Estado sobre ese su bien privado que es
minio originario del Estado reconocido por el art. 7º, la la mina, existe antes, durante y después de la concesión
propiedad particular de las minas se establece por la con- mediante la cual el propio Estado establece sobre aquella
cesión legal”. una propiedad particular a favor de un tercero. Es la doc-
(86) Ver Mensaje de Elevación del Proyecto de Ley trina heredada de las ordenanzas de minería de Nueva
22.259, que dice al respecto lo siguiente: “El otro aspecto España, México, de 1783, que rigieron en nuestro país
considerado fundamental de la iniciativa, es que el Có- hasta la entrada en vigencia del Código en 1887, y que se
digo de Minería, sin sustraer a las minas de ese dominio expresaba en los primeros artículos de su Título V: ‘Las
originario de la Nación o de las provincias, según el terri- minas son propiedad de mi real corona...’ (art. 1º), ‘sin se-
torio en que se encuentra, constituye a favor de los parti- pararlas de mi real patrimonio, las concedo a mis vasallos
culares un derecho de propiedad distinto de aquel y que en propiedad y posesión, de tal manera que pueden ven-
coexiste con el mismo. O sea que, en nuestro derecho, el derlas, permutarlas, arrendarlas, donarlas, dejarlas en
dominio originario del Estado sobre las minas es perma- testamento por herencia o manda, o de cualquiera otra
nente, existiendo antes, durante y después de la conce- manera enajenar el derecho que en ellas les pertenezca
sión, lo que no obsta a que, durante esta, se establezca en los mismos términos que lo poseen, y en personas
una propiedad particular, que difiere de la propiedad co- que puedan adquirirlo’ (art. 2º). Claro está que ni el do-
mún por las condiciones a que está sujeta y que por ello minio originario del Estado sobre la mina ni la propiedad
recibe la designación de propiedad minera. Pues bien, la particular constituida sobre ella por el acto de concesión,
propiedad minera, o sea la caracterización legal del dere- son la misma cosa que la propiedad común legislada por
cho de los particulares sobre las minas que forma parte el Código Civil. No lo es el dominio originario del Estado,
de la tradición jurídica secular a que nos hemos referido porque este lo tiene para ejercer las facultades reglamen-
y a la cual alcanza, como a toda propiedad, la garantía de tarias que se impuso a sí mismo al dictar el Código; y no
la inviolabilidad consagrada por el art. 17 de la CN, tam- lo es la propiedad particular del tercero, porque esta, si
poco es alterada por la reforma, por lo que los derechos bien está amparada, como toda propiedad, por la garan-
que se acuerden con posterioridad a su sanción no diferi- tía de la inviolabilidad consagrada por el art. 17 de la CN,
rán de los ya adquiridos, salvo los que resulten de los dos es caducable ante cualquier incumplimiento de las con-
nuevos títulos que el Proyecto, como dijimos, propone diciones del amparo o conservación de la concesión, que
incorporar al Código de Minería y cuyas bases jurídicas impone el mismo Código y que la reforma actualiza. En
diferentes se adecuan al tratamiento especial que la ley las notas que precedentemente se han hecho a las refor-
debe acordar a la minería a gran escala”. mas que se introducen a los arts. 3º y 4º del Código, ha
quedado bien claramente expresado que en el caso de las
(87) La Exposición de Motivos del dec.-ley 22.259 ex- sustancias minerales no clasificadas expresamente, sea
presa lo siguiente: Art. 10: “La reforma consiste en ante- por omisión o por haber sido posteriormente descubier-
poner una aclaración a la norma hasta ahora vigente. La tas, una ley de la Nación deberá determinar la categoría
aclaración de que la propiedad particular de las minas, que le corresponde según su naturaleza e importancia.
que se establece mediante la concesión legal, no suspen- Esta sabia previsión del art. 6º del Código hace que nin-
de ni interrumpe ni en modo alguno lesiona al dominio gún mineral pueda escapar a su régimen. Por eso se ha
originario del Estado reconocido por el art. 7º, podría pa- dicho, al principio de esta nota, que la aclaración que in-
recer innecesaria, pero nunca inconveniente. Las minas troduce la reforma al art. 10, podría parecer innecesaria,
son bienes privados de la Nación o de las provincias, se- pero nunca inconveniente. Su conveniencia está en que

102 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

Sacristán recordaba el uso del “dominio emi- lar (90), expresa que el dominio eminente “se
nente” en la legislación argentina desde la ley aparta del concepto dado por el art. 2506, Cód.
3267 (88). La autora citada, siguiendo a Vélez Civil”; importa “una facultad jurisdiccional que
permite al Estado (...) otorgar el dominio útil o
Sarsfield (89), delimita los conceptos de do- derivado —en las condiciones que determina la
minio eminente —como “derecho superior de ley—”; otorga al Estado la facultad de “ejercer el
legislación, jurisdicción y contribución” del Es- poder de policía o el control legal del dominio
tado—, el derecho “de propiedad o dominio”, y útil reservado o acordado”; es imprescriptible e
el dominio público. Martínez, en sentido simi- inalienable. La distinción conceptual con el do-
minio público está basada en la imposibilidad
de su desafectación y en la liberación de la cosa
queda bien en claro, que el dominio originario del Estado
sobre las minas no se enajena ni prescribe jamás, porque
al goce y uso comunitario, en tanto el dominio
es un dominio propio del soberano, subsiste durante la eminente “está referido a una facultad jurisdic-
vigencia de la propiedad particular que el propio Estado cional por parte de quien lo detenta” (91). Esto
constituye a favor de terceros mediante la concesión, y último, a mi juicio, indica una concepción de di-
subsistirá siempre, a través de todas las concesiones y de ferente raigambre para cada término: el dominio
todas las caducidades de que la mina sea objeto con al eminente se encuentra arraigado directamen-
correr del tiempo. La aclaración ofrece, por tanto, con-
veniencia tanto para el Estado propietario originario de te en la Constitución Nacional y las potestades
las minas, cuanto para los terceros a favor de los cuales de los órganos del Estado; el dominio público,
el Estado constituye propiedades particulares mediante en cambio, se arraiga en la legislación, tiene al-
acto de concesión. En ambos casos se refuerza la seguri- gunos rasgos que lo asemejan al dominio de los
dad y la certeza jurídicas de los derechos del uno y de los particulares, y otros que, si bien lo distinguen,
otros, respecto de una propiedad de naturaleza propia y son mutables (por ejemplo, a través de la des-
de caracteres del todo especiales”. En contra, MARTÍNEZ,
V. H., “El dominio eminente”, ob. cit., p. 236, donde equi- afectación a la que hacía referencia Martínez)
para la concesión con el derecho real de dominio: “Esta hasta el punto de asimilarlo al derecho real de
concesión no es un derecho facultativo del Estado, o sea, dominio de un particular (por ejemplo, un in-
que no le es dable a este otorgarla o negarla, sino que le mueble que estuvo sometido al régimen del do-
impone reconocerla como constitutiva de un derecho minio público, una vez desafectado de dicho
real de dominio a favor de los particulares, siempre que
se cumplan los requisitos de la ley de fondo”.
régimen, puede ser objeto de prescripción ad-
quisitiva o de una compraventa).
(88) Ver SACRISTÁN, E. B., “Dominio originario...”,
ob. cit., p. 153. La ley 3267 de 1895 aprobó un protocolo Cassagne ha expuesto una distinción de fá-
entre la República Oriental del Uruguay y la República cil comprensión: “el dominio originario es el
Argentina, por el cual se eximía a los inmuebles de las
legaciones recíprocamente del pago “de todo impuesto
derecho que pertenece desde el origen o des-
o contribución inmobiliaria, continuando, no obstante, cubrimiento de la cosa a una persona física
dichos inmuebles, sometidos como hasta aquí, al domi- o jurídica, a diferencia del dominio derivado
nio eminente” (publicada en el Registro Nacional, 1895, que reconoce la existencia de un dueño ante-
t. II, p. 557). Sacristán también cita el dec.-ley 18.310 (BO rior” (92). Y agregó que el “dominio eminente,
del 25/08/1969), por el que se reglamentaba la jurisdic- que traduce el derecho de tutela o jurisdicción,
ción federal en los establecimientos de utilidad nacional
(art. 67, inc. 27, de la CN, según el texto y la numeración es aquel que el Estado posee sobre todas las co-
entonces vigente), contemplando solo en ciertos casos la sas ubicadas en su territorio, vinculado a la so-
desmembración del dominio eminente de las provincias,
ya que en los demás las provincias mantienen el impe- (90) MARTÍNEZ, V. H., “El dominio eminente”, ob. cit.,
rium y la jurisdictio (según los fundamentos del Proyecto p. 237, donde expresa: “El término originario que equi-
elevado por Francisco Imaz a Onganía). Este decreto-ley vale a eminente se contrapone al derivado o sea el que
se publicó bajo el título “Constitución Nacional. Se regla- supone el dominio útil o derecho de explotación si se
menta e interpreta el inc. 27 del art. 67”; los fundamentos trata de bienes mineros librados a los particulares en las
del Proyecto invocaban las soluciones jurisdiccionales condiciones de una concesión reglada por el Código de
contradictorias y la necesidad de resolverlas, a la par que Minería...”.
recordaba tres proyectos de ley que, desde 1934, habían
intentado —sin éxito— legislar en la materia. (91) MARTÍNEZ, V. H., “El dominio eminente”, ob. cit.,
p. 235.
(89) SACRISTÁN, E. B., “Dominio originario...”, ob. cit.,
cita y transcribe a tal fin la nota del codificador al art. (92) CASSAGNE, J. C., “El artículo 124 de la Constitu-
2507 del Cód. Civil. ción...”, ob. cit.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 103


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

beranía que ejerce y no a la propiedad, en virtud Cabral, en un salomónico corte conceptual,


del cual, como representante del interés públi- arriesgó la hipótesis de un dominio originario
co, puede reglar jurídicamente el destino de las de las provincias y un dominio eminente de la
cosas aunque no pertenezcan a su patrimonio”. Nación (96).
De este modo se asimila el régimen jurídico del
dominio originario del Código de Minería al En cuanto al dominio originario de las minas,
aplicable a los recursos naturales (según el art. Cassagne sostuvo, desde una perspectiva histó-
124 de la CN). Hay varios indicios que apoyan rica —limitada a la sujeción a la corona espa-
esta tesis (como, por ejemplo, lo expresado en ñola—, que no corresponde a las provincias, ya
los debates de la Convención Constituyente en que su dominio es “derivado” de la propiedad
la misma línea conceptual que el Código de Mi- del rey (en el sistema regalista español) (97). En
nería: la elección de la expresión “dominio ori- el mismo trabajo, en un enfoque ceñido al sig-
ginario”). nificado jurídico, expresa “las minas pertene-
cen al patrimonio originario del Estado o de las
En mi perspectiva, resulta útil también distin- provincias”, en consonancia con el Código de
guir al derecho de propiedad —por lo menos en la materia. El autor considera errónea la doc-
su significado constitucional— del derecho de trina de que el dominio originario de las pro-
dominio (sea de los particulares o del Estado, vincias sobre los recursos naturales “conduce a
privado o público). Una referencia clásica para adoptar la concepción positiva de la dominiali-
aproximarse a las distinciones conceptuales dad minera como un derecho real de dominio,
entre dominio y propiedad es la del precedente con alcances jurídicos semejantes al derecho
“Bourdieu c. Municipalidad de la Capital” (93). de propiedad” (98). En la lectura del autor ci-
Allí puede observarse con nitidez la diferencia tado, el “derecho de propiedad minera recono-
entre el dominio y el derecho de propiedad: ce un dominio originario en manos del Estado”;
el concesionario del uso de un sepulcro tie- aquel “sería un dominio útil o derecho de ex-
ne un derecho propietario o de propiedad, en plotación, mediante un acto de imperio, que no
el sentido constitucional (94), distinguible del implica la extinción de su dominio originario, el
derecho de dominio de la municipalidad con- cual es anterior a la propiedad minera, coexis-
cedente (a la que podemos llamar propietaria). te con ella y subsiste a su caducidad”. En defini-
No se trataba de una desmembración del dere- tiva, corriendo el riesgo de una simplificación
cho real de dominio, pero sí de una segmenta- excesiva, entiendo que —al menos en los recur-
ción contractual de ciertos derechos que para el sos naturales mineros— el dominio originario
concesionario estaban tutelados por el derecho sería el antecedente y el título que da lugar a la
de propiedad. En el caso, hay dos titulares del concesión —estatal—, que por su lado pone en
derecho de propiedad, una única titular del de- cabeza del concesionario un derecho distinto
recho civil de dominio (la municipalidad) y un del dominio (propiedad minera) sujeto a reglas
mismo objeto (con el que cada uno de los suje-
tos tiene una relación jurídica distinta). (96) CABRAL, H., “¿Quién ejerce la soberanía hidro-
carburífera en la República Argentina para lograr el au-
Así, también se entiende que la expresión toabastecimiento?”, RADEHM, nro. 2, 2014, ps. 1-19, 4,
citado por Sacristán.
“propiedad minera” tiene sus características
jurídicas propias en el régimen específico, es (97) CASSAGNE, J. C., “El artículo 124 de la Constitu-
distinta del dominio del Código Civil y cierta- ción...”, ob. cit.
mente goza de la tutela del derecho de propie- (98) CASSAGNE, J. C., “El artículo 124 de la Constitu-
dad constitucional (95). ción...”. Este autor cita a PRIETO, H. N., “El dominio de
los recursos naturales. La titularidad de las provincias y
sus consecuencias en materia de hidrocarburos”, LA LEY
(93) CS, 1923, “Bourdieu c. Municipalidad de la Capi- 2005-E, 1181; HERNÁNDEZ, A. M., “Federalismo, auto-
tal”, Fallos 145:307. nomía municipal y Ciudad de Buenos Aires en la reforma
(94) Cfr. arts. 14 y 17 de la CN. constitucional de 1994”, Ed. Depalma, 1997, p. 114, nota
158, y QUIROGA LAVIÉ, H., “Constitución de la Nación
(95) En contra, MARTÍNEZ, V. H., “El dominio eminen- Argentina comentada”, Ed. Zavalía, Buenos Aires, 1996,
te”, ob. cit.; ver nota al pie 88. p. 711.

104 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

jurídicas infraconstitucionales que pueden dar so aquel cuerpo normativo contenía una serie
lugar a su extinción. de términos, más o menos desarrollados con-
ceptualmente en su articulado (y en las notas
Al momento de interpretar el significado del que lo acompañaban), como dominio, dominio
texto del art. 124 de la CN, Cassagne expresa: “el público y dominio privado del Estado general o
art. 124 de la CN exhibe una suerte de mutis- de los Estados particulares, entre los que más se
mo constitucional ya que, a pesar de reconocer destacan a los fines de este trabajo.
a las provincias el dominio originario de los re-
cursos naturales existentes en sus territorios, no Lo que Cassagne señala como una laguna, en
especifica el contenido del concepto, lo cual se el caso del dominio originario, puede ser objeto
tornaba imprescindible frente al abanico de va- de legislación que desarrolle los conceptos acu-
riantes interpretativas que habían surgido tanto ñados en el texto constitucional. Es lo que se
en el campo de la doctrina como en el ámbito sostenía, antes de 1994, con respecto al derecho
de la jurisprudencia” (99). Y, según este autor, minero, ya que la Constitución admitía diversas
no es posible desarrollar un contenido sobre la soluciones sobre el desarrollo de los conceptos
base de los debates en la Convención Consti- básicos (entre ellos el de la titularidad provin-
tuyente de 1994. Esta situación lleva al doctri- cial o nacional, o un régimen más próximo, o
nario a considerar que se trata de una laguna más alejado, al del dominio civil). El desarrollo
jurídica que debe ser cubierta por la doctrina y jurídico de varias instituciones constitucional-
mente previstas está librado al arbitrio del le-
la jurisprudencia.
gislador: los Códigos del art. 75, inc. 12, de la CN
Coincido con Cassagne en la falta de defini- (para empezar por las atribuciones más gruesas
ción conceptual —o al menos una aproxima- en términos cualitativos y cuantitativos), el es-
ción— del dominio originario en el texto del tablecimiento del sistema de seguridad social
art. 124; agrego la ausencia de otros elementos del art. 14 bis [que ha mutado sustancialmente
que permitan al operador jurídico lograr desen- sin tachas constitucionales (101)], o si la pro-
tección contra el despido arbitrario, también
trañar ese concepto a partir del texto constitu-
del art. 14 bis, es una indemnización a cargo del
cional. Sin embargo, en mi visión del texto y del
empleador o un régimen de carácter público,
proceso de reforma que le dio lugar, no se trata
entre muchas otras. Y en el caso de los recursos
necesariamente de una laguna (100). Siempre
naturales del art. 124, siguiendo la exégesis res-
en mi opinión, existen otros términos en el tex- trictiva de la Corte Suprema (102), el Congreso
to constitucional que resultan de un tenor si- ha ejercido sus atribuciones al dictar las reglas
milar. El término “propiedad” tampoco tuvo un de explotación en materia de minería, hidro-
desarrollo conceptual en el texto de la Consti- carburos y recursos vivos marinos, a la par que
tución Nacional de 1853-1860. El Código Civil ha dictado la Ley General del Ambiente y otras
no tuvo cuestionamientos al momento de plas- complementarias. Las provincias cuentan con
mar en la legislación el desarrollo de una serie las facultades que ejercen, sobre la base de su
de derechos contenidos en el derecho de pro- dominio originario de los recursos de su territo-
piedad y una cantidad de restricciones. Inclu- rio, con todas las restricciones que válidamen-
te surgen de las normas nacionales. Las normas
(99) CASSAGNE, J. C., “El artículo 124 de la Constitu- infraconstitucionales desarrollan —o deben
ción...”, ob. cit. El autor hace referencia a la intervención desarrollar— las reglas genéricas contenidas en
del convencional NATALE, A., “Obra de la Convención el texto de la Constitución Nacional.
Nacional Constituyente 1994”, Buenos Aires, 1997, t. VI,
p. 5486.
(101) Me refiero a la introducción de las administrado-
(100) Si se sigue la propuesta de Cassagne, es posible ras privadas de los fondos (sociedades administradoras
permanecer en la falta de definiciones contemporáneas, de fondos de jubilaciones y pensiones —AFJP—) por la
donde la doctrina es divergente, y la “jurisprudencia” ley 24.241 y a su pronta desaparición por la supresión de
no da —y tal vez no deba dar— esas definiciones. Estos su régimen jurídico, ver ley ... (sobre la validez constitu-
rasgos negativos conducen a continuar y actualizar los cional del cambio en el régimen, ver Fallos ...).
estudios doctrinarios y ofrecer a las autoridades estata-
les —nacionales y locales— respuestas a estas cuestiones (102) Ver infra la referencia a “Campo del Cielo”, citado
que puedan ser consensuadas. en nota al pie 115 y el texto que acompaña.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 105


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

Lo expuesto precedentemente me ha conven- les (104). Los distintos regímenes normativos


cido acerca de la apertura del texto constitucio- reglaron la materia con concepciones diver-
nal a diferentes contenidos que el legislador sas, como ocurrió, por ejemplo, con la minería
puede dar al dominio originario de los recur- y los hidrocarburos [en los Códigos Civil, Co-
sos naturales. La evolución de la regulación ju- mercial (105), de Minería, sus modificaciones
rídica de la explotación de minerales —desde y las leyes sobre hidrocarburos]. Estas reglas no
el Código de Minería, las leyes nacionales rela- se dictaron sobre el silencio de la Constitución
tivas a los hidrocarburos y el Régimen Federal Nacional —o para cubrir una “laguna”—, sino
sobre la atribución expresa —si bien genérica—
de Pesca— ha reflejado los cambios en los in-
al Congreso de la facultad de legislar en materia
tereses privados y públicos, incluidos los inter-
de recursos naturales (106). Algo similar ocu-
nacionales, que dan cuenta del dinamismo de rre en la actualidad con los recursos naturales y
la actividad extractiva. En las últimas décadas, su legislación, que, con o sin lagunas, tiene am-
la explotación de los recursos naturales se ha plios márgenes sin definición.
visto atravesada por la manifestación creciente
del interés suscitado en la protección del am- El art. 124 contiene, en cambio, la definición
biente. Ello ha dado lugar a una mayor comple- sobre el titular del dominio originario de los re-
jidad en los conflictos de intereses, que deriva cursos naturales, las provincias, para los que se
en una mayor dificultad en la composición de encuentran en su territorio. Fuera del territorio
esos conflictos. de las provincias la solución que ofrece Cassag-
ne sobre la titularidad de la Nación parece ser
La falta de una definición, o de una caracteri- la más adecuada al estado actual de las normas
zación precisa, del contenido conceptual y las vigentes, aunque también sea posible una solu-
consecuencias jurídicas del dominio originario ción jurídica diversa.
de los recursos naturales en la Constitución Na-
cional es inconveniente y puede albergar más (104) Cfr. GELLI, M. A., “Constitución de la Nación Ar-
gentina...”, ob. cit., p. 731: “La cuestión [relativa al domi-
tensiones entre los interesados (103). Pero no nio originario de las provincias] no fue considerada por la
es novedosa. Antes de la reforma, que introdu- Constitución histórica de 1853/60 y, más tarde, el proble-
jo el actual art. 124 en el texto constitucional, ma quedó oscurecido por el debate ideológico acerca de
no existía una definición constitucional sobre si esos recursos debían ser de propiedad estatal o priva-
da”. Añado que el texto de la Constitución Nacional ante-
el dominio o propiedad de los recursos natura- rior a la reforma de 1994 no emplea el vocablo “dominio”.
El término “propiedad” aparecía en el art. 4º y en el art.
(103) LEGÓN, F. J., “Cuestiones de política y derecho”, 67, incs. 4º y 16 (tierras de propiedad nacional), en el art.
Ed. Perrot, Buenos Aires, 1951, p. 39, apuntaba algo simi- 107 (tierras de propiedad provincial), y en los arts. 14 y 17
lar respecto del término “soberanía”, sobre el que predi- (derecho de usar y disponer de la propiedad, su inviola-
caba la dificultad de “una definición precisa del sentido bilidad y el carácter de propietario del autor o inventor).
político-jurídico”; y anotaba con las siguientes palabras En cambio, sí lo hacía la Constitución reformada en 1949,
de L. Raggi (tomadas de “La teoria della sovranitá”, Gé- que definió la propiedad de la Nación de los recursos na-
nova, 1908, p. 3): “A priori debe desconfiarse de un con- turales especificados en el art. 40, y la “participación en
cepto central que cada autor comprende diversamente. su producto, que se convendrá con las provincias”.
En la ciencia los términos técnicos abrevian, pero deben (105) Ver, en este sentido, CS, 1994, “Harengus”, Fallos
significar, lo mismo para todos, como las cifras”. En este 317:397. En este fallo, anterior a la reforma constitucio-
sentido, ver DUGUIT, L., “Traité de droit constitution- nal llevada a cabo en el mismo año, se expresó: “resulta
nel”, 2ª ed., Ed. Fontemoing, Paris, t. I, p. 402, expresaba, claro que aunque no esté expresamente previsto en la
también sobre “soberanía”, lo siguiente: “Je crois pouvoir Constitución, el poder de regulación de la pesca integra
dire qu’après trente années d’études de droit public, je el comercio en su concepción abierta y creciente y que
reste convaincu que toutes ces discussions sur le sens et la su legislación en situaciones semejantes excede el marco
portée du mot souveraineté sont purement oiseuses, que local y justifica la competencia nacional”.
les expressions souveraineté, pouvoir politique, pouvoir
de domination sont synonymes et que l’on peut dire aussi (106) En “Barrick”, citado y reseñado infra (ver nota al
dans le même sens puissance publique”. Concluye en que pie 120), la Corte Suprema consideró prematura la cues-
“le pouvoir politique ou le pouvoir de domination ou la tión sobre la validez constitucional de la Ley de Glaciares
souveraineté, ces trois expressions étant employées exacte- debido a la apertura que esta ofrecía a varias soluciones
ment dans le même sens”. que el Tribunal estimó plausibles.

106 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

VII. Pronunciamientos de la Corte Suprema de la invocación de las modificaciones que su-


frió el ordenamiento jurídico argentino (la re-
En “Nación c. Urdániz” la Corte empleó la ex- forma de 1994 en el texto del art. 124 de la CN;
presión “dominio originario” para caracterizar la ley 23.968 relativa a las líneas de base y mar
a “las tierras existentes en su jurisdicción que territorial argentino; la ley 24.145 relativa a los
él, o sus antecesores, no hubieran enajenado, o hidrocarburos; la aprobación por ley 24.543 y
los particulares no hubiesen adquirido por usu- ratificación de la CONVEMAR, que contiene la
capión en contra de aquel” (107). Se identificó definición sobre la extensión del mar territorial,
con el dominio —privado del Estado— del Có- la atribución de jurisdicción y el dominio sobre
digo Civil. los recursos vivos marinos hasta las 12 millas de
la ley 24.922).
En el precedente “Yacimientos Petrolíferos
Fiscales”, el Tribunal se refiere al “llamado do- Debe agregarse, a lo hasta aquí expuesto, una
minio originario” de la legislación minera (108). distinción que se infiere del precedente “Total
Austral” y que cabe efectuar entre el territorio
La perspectiva que ofrece Cassagne sobre la de las provincias y la jurisdicción de estas sobre
titularidad del dominio originario distribuida los espacios marítimos. El primero, en un senti-
entre las provincias (únicas mencionadas en la
do estricto, está acotado a los espacios terrestres
norma constitucional) y la Nación (para los re-
y se extiende a los espacios acuáticos, incluidos
cursos naturales que se encuentran fuera del te-
los espacios marítimos designados como aguas
rritorio provincial) es conteste con la solución
interiores (es decir, los que se ubican entre las
que ofreció la Corte Suprema en el preceden-
líneas de base de la ley 23.968 y la costa pro-
te “Total Austral” (109). El Tribunal sostuvo la
vincial). El fallo descarta de este modo las tesis
vigencia inalterada de los límites territoriales
sobre la integración del territorio con el mar te-
provinciales (en ese caso se trataba de la pro-
rritorial (111). La jurisdicción de las provincias
vincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
en los espacios marítimos se extiende con pleni-
Atlántico Sur), que distingue del ejercicio de la
tud (con una extensión similar a la que se ejer-
jurisdicción provincial en una parte del mar te-
rritorial, fuera de la cual —y aun dentro del mar ce en el territorio, dejando a salvo las materias
territorial— la sentencia desconoce la potes- delegadas en la Nación, como las normas que
tad tributaria local, y la jurisdicción provincial rigen la navegación) hasta las primeras tres mi-
en general, salvo que sea atribuida por el Con- llas del mar territorial, fuera del territorio —en
greso. El fallo tachó de inconstitucional al art. el sentido estricto antes referido—. La jurisdic-
81 de la Constitución provincial (110), a pesar ción provincial se extiende, de manera más res-
tringida, desde la tercera milla hasta el límite del
mar territorial (el linde con la zona contigua), en
(107) CS, 1956, Fallos 234:457, 471. En sentido similar,
ver CS, 1973, “Barceló, Arturo L. c. Nación”, Fallos 285:78.
la medida en que la jurisdicción se encuentra
atribuida a las provincias (por ejemplo, las leyes
(108) CS, 1979, “Yacimientos Petrolíferos Fiscales”, Fa-
llos 301:341.
provincial contravendría normas nacionales dictadas
(109) CS, “Total Austral SA c. Tierra del Fuego, Antárti- en el uso de facultades vinculadas con el ejercicio de la
da e Islas del Atlántico Sur”, Fallos 326:3368. soberanía, lo que resulta inaceptable por imperio de la
cláusula de supremacía contenida en el art. 31 de la CN y
(110) Ver “Total Austral”, citado en nota al pie 110, crearía una dualidad jurisdiccional que esta Corte ha re-
consid. 9º. Allí se trató el planteo de inconstitucionalidad chazado’ (consids. 7º del voto de la mayoría y 10 del voto
del art. 81 de la Constitución provincial, “que extiende la de los jueces Moliné O’Connor y Boggiano)”.
jurisdicción provincial en materia de explotación econó-
mica hasta donde la República Argentina ejerce su juris- (111) Me referí supra a las de DABIN, J., “Doctrina ge-
dicción”. Y se sostuvo que “es evidente el exceso en que neral del Estado”, ob. cit., p. 36; y GELLI, M. A., “Consti-
incurre al pretender avanzar de manera indebida sobre tución de la Nación Argentina...”, ob. cit., t. I, p. 113. Tam-
atribuciones que le son adjudicadas exclusivamente al bién debe agregarse a otros autores que adhieren —con
gobierno federal y, a la vez, prohibidas a las provincias mayor o menor extensión espacial— a la tesis integrado-
(art. 75, inc. 15, ya citado, y art. 126 de la Ley Fundamen- ra del territorio y el mar territorial, como CASSAGNE, J.
tal)”. Apoya el aserto afirmando que “en el precedente de C., “El artículo 124 de la Constitución...”, ob. cit.; y GAR-
Fallos 317:397 esta Corte ha establecido, para un caso CÍA PULLÉS, F. R., “Potestades federales y provinciales en
substancialmente análogo, que ‘admitir la pretensión materia de recursos naturales”, LA LEY 2015-F, 884 y ss.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 107


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

24.145 y posteriores en materia de hidrocarbu- Debo aclarar que la valoración precedente-


ros, la ley 24.922 y modificatorias en materia de mente expuesta depende del anclaje conceptual
pesca marítima). de varios términos (v.gr., soberanía, jurisdic-
ción, territorio, espacio marítimo y dominio o,
Una consecuencia de la limitación espacial más precisamente, dominios —originario, emi-
de las jurisdicciones provinciales sobre los es- nente, público, privado—). Ahí puede encon-
pacios marítimos es la jurisdicción exclusiva de trarse el origen de la disparidad de criterios, ya
la Nación en el resto de los espacios marítimos que no se trata de una única variable sujeta a
sujetos a la jurisdicción y soberanía argentinas diferentes interpretaciones, sino de una combi-
(la zona contigua, la zona económica exclusi- nación de variables. Por eso considero de gran
va y la plataforma continental), la jurisdicción importancia, para la discusión sobre el dominio
delegada en el Congreso en el mar territorial originario de los recursos naturales, explicitar el
dentro del espacio definido por la ley 18.502 y marco conceptual, tal como se hace en la mayo-
toda la jurisdicción no atribuida legislativamen- ría de los trabajos sobre la materia.
te a las provincias en el mar territorial fuera del
espacio marítimo de la ley 18.502. En estos úl- En “Mendoza c. Petroquímica Rivadavia SA”,
timos espacios se vuelve relevante el desarro- el Tribunal —en el marco del examen de la le-
gitimación activa para exigir el pago de rega-
llo de las reglas constitucionales, a partir de las
lías— concluyó que “a partir de la sanción de
normas sobre pesca marítima e hidrocarburos,
la ley 26.197 resulta indudable que las provin-
para resolver las tensiones que puede provocar
cias, como titulares del dominio originario de
el ejercicio —pasado o futuro— de las facultades los yacimientos ubicados en sus respectivos te-
delegadas en el Congreso Nacional. rritorios y en su carácter de contraparte de las
concesiones otorgadas por el Estado Nacional,
En el caso de los recursos vivos marinos y las
están facultadas para ejercer plenamente to-
reglas antes citadas sobre distribución de domi-
dos los derechos que surgen de dichas conce-
nio y jurisdicción (arts. 3º y 4º, ley 24.922), con-
siones, entre los que expresamente se incluye
jugado con la jurisdicción atribuida por la ley
el de exigir el pago de las regalías hidrocarbu-
18.502, describe una distribución de compe- ríferas” (112). La ley expresa —y el Tribunal re-
tencias entre la Nación y las provincias con lito-
ral marítimo. No es la única posible dentro del
(112) CS, 2010, “Mendoza, Provincia de c. Petroquími-
marco que ofrece la Constitución Nacional. No ca Comodoro Rivadavia SA s/ ordinario”, Fallos 333:39.
resuelve todas las tensiones entre los distintos Para arribar a la conclusión del texto principal, el Tri-
intereses. Pero es una solución jurídica para en- bunal destacó “que la ley 26.197 resulta decisiva para
cauzar los conflictos que esos intereses pueden dirimir la cuestión referente a la legitimación activa de
la provincia, en tanto establece que los yacimientos de
suscitar. La distribución tiene la particularidad
hidrocarburos ubicados en el territorio de las provincias
de atribuir a cinco provincias cierta jurisdicción pertenecen a sus respectivos patrimonios (art. 11, que
en espacios marítimos que no reciben las de- sustituye el art. 11 de la ley 17.319, modificado por el art.
más provincias ni la Ciudad de Buenos Aires; en 11 de la ley 24.145); que las provincias asumirán en forma
algunas oportunidades, representantes de esas plena —a partir de la promulgación de la ley— el ejerci-
cio del dominio originario y la administración sobre sus
otras provincias han objetado la equidad de la yacimientos, quedando transferidas de pleno derecho las
distribución, argumentando que el reconoci- concesiones de explotación de los hidrocarburos otor-
miento internacional de la extensión de los es- gadas por el Estado Nacional (art. 21, párr. 1º); que las
pacios marítimos bajo jurisdicción y soberanía regalías correspondientes a las concesiones de explota-
ción de hidrocarburos en vigor al momento de la entrada
nacionales fue el fruto de la labor diplomática (y
en vigencia de la ley se abonarán a las jurisdicciones a
política) de la Nación. Claro está que una de las las que pertenezcan los yacimientos (art. 21, párr. 2º); y
razones que llevan a los Estados locales —como que las provincias, a partir de la promulgación de la ley
las provincias en el caso argentino y los Estados y como autoridad de aplicación, ejercerán las funciones
en el caso estadounidense— a su agregación de contraparte de las concesiones de explotación de hi-
drocarburos, quedando facultadas para ejercer en forma
política en un Estado federal es precisamente plena e independiente las actividades de control y fisca-
fortalecer la posición en las relaciones interna- lización de las concesiones y para exigir el cumplimiento
cionales, para lograr algún beneficio. de las obligaciones legales y/o contractuales que fueran

108 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

cuerda a partir de esa ley— que las provincias presente trabajo, el Tribunal revisó la decisión
asumen “el ejercicio pleno del dominio origi- del Superior Tribunal provincial que había de-
nario” sobre esos recursos naturales (113). De terminado que el “Meteorito Chaco” (que se en-
lo que se desprende que la plenitud del ejerci- contraba en un inmueble que fuera del dominio
cio del dominio originario deriva —en el enfo- de la sociedad actora, ubicado en el territorio de
que de la Corte— de la decisión legislativa del la provincia homónima que expropió el inmue-
Congreso; y que, a contrario sensu, el dominio ble) era de propiedad de la provincia del Chaco
originario puede ser ejercido por las provincias debido a la titularidad de los recursos natura-
de modo restringido —o sin plenitud—, como les que se encuentran en su territorio, de con-
ocurría con los derechos sobre los hidrocarbu- formidad con el citado art. 124 (115). La Corte
ros antes de la ley 26.197. Suprema desechó la interpretación del tribunal
provincial por considerar que los meteoritos
En “Campo del Cielo”, la Corte Suprema iden- no son recursos naturales, sino bienes natura-
tificó el perfil conceptual del objeto al que se les de valor científico. Para ceñir la exégesis del
refieren los términos “recursos naturales” en el art. 124 —y del objeto del dominio originario—,
art. 124 de la CN. Allí tomó en cuenta central- el Tribunal recurrió a los debates de la Conven-
mente los debates de la Convención Constitu- ción Constituyente de 1994, de donde surge que
yente de 1994 para dejar sentado que se hizo los recursos naturales de los que habla la norma
referencia a elementos ejemplificados con los son elementos como los recursos ictícolas y los
recursos ictícolas e hidrocarburíferos, y deslin- hidrocarburos (116).
dar así a los bienes de valor científico —como
los meteoritos— (114). En lo que interesa al En “Salas, Dino” (117), el Tribunal empleó
tangencialmente el dominio originario, con re-
de aplicación en materia de inversiones, explotación ra-
cional de los recursos, información y pago de cánones y que esta los diferencia de los ‘recursos naturales’ cuya
regalías (art. 6º)”. utilización racional encomienda proteger a las autorida-
(113) Ver fallo citado en nota al pie 113, consid. 3º, in des. En el sentido expuesto, la mencionada convencional
fine, que dice: “... a partir de la sanción de la ley 26.197 expresó: ‘se consagra la obligación del Estado de proveer
resulta indudable que las provincias, como titulares del a la preservación del patrimonio natural, entendiendo
dominio originario de los yacimientos ubicados en sus por tal el conjunto de los paisajes, restos fósiles, aerolitos,
respectivos territorios y en su carácter de contraparte de meteoritos y demás cuerpos celestes que constituyen no
las concesiones otorgadas por el Estado Nacional, están solo bienes naturales sino un patrimonio de valor cien-
facultadas para ejercer plenamente todos los derechos tífico muy importante para nuestro país’ (13ª Reunión,
que surgen de dichas concesiones, entre los que expre- 3ª Sesión Ordinaria, 20/07/1994, ‘Diario de Sesiones de
samente se incluye el de exigir el pago de las regalías hi- la Convención Nacional Constituyente’, Secretaría Parla-
drocarburíferas”. mentaria, Dirección de Publicaciones, Paraná, Santa Fe,
1994, t. II, p. 1608)”.
(114) CS, 2011, “Campo del Cielo SRL c. Provincia del
Chaco”, Fallos 334:565, consid. 3º del voto de la mayoría, (115) En un obiter dictum significativo, el voto mayo-
y también consid. 3º del voto concurrente de Argibay. Allí ritario (Highton de Nolasco, Fayt, Petracchi, Maqueda y
se expresó: “... [L]a interpretación amplia realizada por el Zaffaroni) añade la posible definición jurídica sobre el
a quo respecto del concepto de ‘recursos naturales’ uti- dominio público de los meteoritos, que deja librada a los
lizado por el art. 124 de la CN —según la cual esa expre- jueces de la causa, ya que depende de la interpretación
sión incluye a los cuerpos celestes que impactan sobre del entonces vigente Código Civil y no involucraría una
el planeta tierra—, no encuentra sustento ni en la letra cuestión federal (como la interpretación constitucional
de la norma ni en los debates de la Convención Nacional revisada en la sentencia).
Constituyente de 1994. Ello es así, no solo porque en los (116) Ver fallo citado nota al pie 114, consid. 3º.
debates relativos al art. 124 se hace referencia a otro tipo
de elementos, tales como los recursos ictícolas o de los (117) CS, 2011, “Salas, Dino y otros c. Salta, Provincia
hidrocarburos, sino porque es en otro artículo diferente de y Estado Nacional s/ amparo”, Fallos 334:1754. Al res-
en el que los constituyentes discuten la protección de pecto, el Tribunal expresó: “el Estado provincial en ejer-
bienes de valor científico como los meteoritos. En efec- cicio de la jurisdicción local en la materia y del dominio
to, en oportunidad de informar ante el plenario el dicta- originario de sus recursos naturales (arts. 41 y 124 de la
men de la mayoría sobre el actual art. 41, la convencional CN), ha desarrollado políticas públicas ambientales ten-
Roulet incluyó los meteoritos entre los ‘bienes naturales’ dientes a instaurar un régimen tuitivo en lo que concier-
de valor científico que componen el patrimonio natural ne a la protección de los bosques nativos existentes en su
cuya preservación exige dicha cláusula constitucional y territorio” (consid. 3º).

Suplemento Constitucional N.° 1 • 109


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

ferencia a los bosques nativos, sin ofrecer una gación de facultades en la Nación es un límite
mayor precisión. En cambio, aparece en el fallo que opera como prohibición de su ejercicio por
una distinción entre el “ejercicio de la jurisdic- las provincias, sino que además esa delegación
ción local” por parte de la provincia, en el marco restringe el ejercicio de otras potestades o de-
constitucional del art. 41, y el dominio origina- rechos (como los que provendrían del domi-
rio de los recursos naturales del art. 124. Puede nio originario de los recursos naturales, en ese
colegirse que los recursos naturales situados en caso). Tiene interés anotar aquí que la Corte no
una provincia pueden tener dos relaciones jurí- acudió a la regla de la subordinación, sino a la
dicas (basadas en la Constitución) distintas: la concertación federal, y sobre su base conside-
jurisdicción de la provincia (en la medida en que ró prematura la decisión judicial (121). Pese a
la tiene atribuida) y el dominio originario (que la inmadurez del caso, el Tribunal anticipó —en
claramente se distingue del dominio civil de los un extenso obiter dictum (122)— el enfoque ju-
inmuebles en que se encuentran dichos recur-
rídico complejo que supondría un “caso actual”:
sos). En lo que toca a la competencia originaria
del Tribunal, se expresó que “no se presenta en
el caso un supuesto de problemas ambientales (art. 124) con el objeto de desvirtuar otra regla de igual
jerarquía que establece el mandato al Estado Nacional de
compartidos por más de una jurisdicción”, lo dictar los presupuestos mínimos ambientales para toda
que condujo, en la óptica del Tribunal, a la com- la Nación (art. 41) genera una superflua e innecesaria
petencia de los tribunales provinciales (sin per- tensión entre dos cláusulas constitucionales”. A lo que
juicio de la revisión de materia federal por la vía agrega: “Antes que buscar la confrontación de sus man-
del recurso extraordinario federal) (118). datos, los arts. 41 y 124 de la CN deben ser interpretados
buscando adaptar la gestión de los recursos naturales a
las directivas de la cláusula ambiental, para cumplir de
Finalmente, en “Barrick” (119), la Corte —sin la forma más fidedigna posible un mecanismo propio del
desarrollar conceptualmente el dominio origi- federalismo concertado que estableció el constituyente
nario— expresó la conexión de la norma del art. reformador de 1994. En ese marco, la tarea de concerta-
124 de la CN con las que contemplan las nor- ción federal es primariamente de las autoridades políti-
mas nacionales de protección ambiental y con cas nacionales y provinciales, que deben conjugar intere-
ses para potenciar el cumplimiento del texto constitucio-
las reglas del federalismo argentino. La coexis- nal, sin vaciar de contenido el modelo federal del Estado
tencia del dominio originario de los recursos ni el proyecto ambiental de la Constitución”.
naturales en cabeza de las provincias, con las
(121) Ver fallo citado en nota al pie 120, consid. 14 del
atribuciones ambientales en cabeza de la Na-
voto mayoritario, que comienza así: “Que al calibrar la
ción, conduce al Tribunal a considerar que el densa y compleja tarea política que deben cumplir los
dominio originario no puede ser invocado ge- actores del federalismo para coordinar eficazmente los
néricamente para confrontarlo o tensionarlo intereses nacionales y provinciales en pos del mandato
con las facultades nacionales en materia am- ambiental de la Constitución Nacional se advierte la in-
biental, sino que debe buscarse una solución conveniencia de generar una prematura intervención ju-
dicial”. Concluye que, en caso contrario, “se corre el ries-
armónica, en el marco del federalismo de con- go de que con el ejercicio del control de constituciona-
certación (120). En definitiva, no solo la dele- lidad se intervenga en cuestiones de política ambiental
que pueden ser resueltas por el diálogo federal antes que
(118) Ver fallo citado en nota al pie 118, consids. 11 y por la intervención de los jueces”. El consid. 15 explica la
12. inmadurez de la cuestión constitucional planteada, sobre
la base de las previsiones de la Ley de Glaciares, y conclu-
(119) CS, 2019, “Barrick Exploraciones Argentinas SA y ye: “Resulta claro que en virtud del sistema previsto en
otro c. Estado Nacional”, Fallos 342:917. Suscriben el voto la Ley de Glaciares, el desarrollo de su implementación
mayoritario los jueces Maqueda, Lorenzetti y Rosatti; en exigirá de definiciones técnicas y de un esfuerzo herme-
votos separados concurren Rosenkrantz y Highton de No- néutico por parte de otras autoridades. En esta instancia,
lasco. En el caso se había cuestionado la ley 26.639, que un pronunciamiento del Tribunal sería prematuro y el
estableció el Régimen de Presupuestos Mínimos para la resultado de una mera especulación teórica”.
Preservación de los Glaciares y el Ambiente Periglacial
(el Tribunal se refiere a ella como Ley de Glaciares). (122) En los considerandos que siguen (17 y ss. del
voto mayoritario), a mi entender, la Corte desarrolla un
(120) Ver fallo citado en nota al pie 120, en especial el extenso obiter dictum, si bien es factible seccionar el ra-
consid. 13 del voto mayoritario, que dice: “la invocación zonamiento en varios obiter dicta. He optado por el tra-
en abstracto por parte de la provincia de la regla que es- tamiento como un solo razonamiento, ya que la lectura
tablece el dominio originario de sus recursos naturales de este segmento de la sentencia indica que está orien-

110 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

no se trataría solamente de dilucidar la protec- gulación antropocéntrica dominial, conectada


ción de los derechos subjetivos de la empresa, con la “utilidad privada” individual y con la “uti-
ni los derechos y potestades de la provincia, lidad pública” que identifica con el Estado, de
y su eventual colisión con la ley y su imple- la regulación del “sistema” que trata la Ley Ge-
mentación, sino que el enfoque debe ser poli- neral del Ambiente (125). Frente a los objetivos
céntrico —debido a la pluralidad de derechos de preservación y conservación de los glaciares
afectados— (123). En cuanto al destino de la como “reservas estratégicas”, se afirma “que los
tutela, la Corte señala la traslación del enfoque derechos colectivos ambientales han de ser to-
antropocéntrico hacia otro enfoque ecocéntri- mados en serio” (126) y que “su operatividad
co o sistémico (124). Distingue, para ello, la re- abre novedosos ámbitos de deliberación políti-
ca y responsabilidad jurídica insospechada po-
tado a justificar el enfoque policéntrico, en la materia ge- cas décadas atrás” (127). Para lo cual considera
neral y en lo que toca a la Ley de Glaciares en particular. útil el diálogo entre la Nación y las provincias,
que implica el “federalismo concertado acuña-
(123) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
do en la cláusula ambiental de la Constitución
consid. 17 del voto mayoritario, y recientemente (2021)
en “Fundación Ciudadanos Independientes”, Fallos Nacional” (128). El Tribunal alinea en un mis-
344:2922, consid. 16 del voto mayoritario. En el primer mo plano a las normas tuitivas de derechos de
párrafo del primer precedente citado se expresa: “cuan- incidencia colectiva de la Ley de Glaciares, el
do existen derechos de incidencia colectiva atinentes a la “concepto constitucional de propiedad” (en su
protección del ambiente —que involucran en los térmi- extensión tradicional), el deber —que extrae del
nos de la Ley de Glaciares, la posibilidad de estar afectan-
do el acceso de grandes grupos de población al recurso
Código Civil y Comercial— de armonizar aque-
estratégico del agua (art. 1º)— la hipotética controversia llos derechos de incidencia colectiva con este
no puede ser atendida como la mera colisión de derechos derecho individual (129), y finalmente añade la
subjetivos”. La relación entre el ambiente y el enfoque po-
licéntrico aparece en el segundo párrafo: “En efecto, la
intereses privados o estaduales, sino los del mismo siste-
caracterización del ambiente como ‘un bien colectivo,
ma, como bien lo establece la Ley General del Ambiente’
de pertenencia comunitaria, de uso común e indivisi-
(Fallos 337:1361 y 340:1695)”.
ble’ (Fallos 340:1695, ‘La Pampa, Provincia de c. Men-
doza, Provincia de’ y 329:2316) cambia sustancialmente (125) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
el enfoque del problema, que no solo debe atender a las consid. 17 del voto mayoritario, tercer párrafo, transcrip-
pretensiones de las partes. La calificación del caso exige to en nota al pie 125.
‘una consideración de intereses que exceden el conflic-
to bilateral para tener una visión policéntrica, ya que (126) Llama la atención el giro semántico que se le da a
son numerosos los derechos afectados. Por esa razón, la la expresión usada por DWORKIN, R., “Taking Rights Se-
solución tampoco puede limitarse a resolver el pasado, riously”, Ed. Harvard University Press, Cambridge, 1977,
sino, y fundamentalmente, a promover una solución en- que su autor empleó para sostener una fuerte protección
focada en la sustentabilidad futura, para lo cual se exige de los derechos individuales, incluso frente a los intere-
una decisión que prevea las consecuencias que de ella ses generales o colectivos. La Corte la emplea para la pro-
se derivan’. El ambiente —ha dicho este Tribunal— ‘no tección del ambiente como un interés colectivo que no se
es para la Constitución Nacional un objeto destinado al identifica solamente con el Estado. Parece una referencia
exclusivo servicio del hombre, apropiable en función de al abandono del eje clásico del art. 17 de la CN: inviolabi-
sus necesidades y de la tecnología disponible, tal como lidad de la propiedad-expropiación por utilidad pública.
aquello que responde a la voluntad de un sujeto que es su (127) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
propietario’ (Fallos 340:1695, consid. 5º)”. La cita de Fa- consid. 19 del voto mayoritario.
llos 329:2316 corresponde a la causa “Mendoza, Beatriz y
otros”, conocida como la causa del Riachuelo. (128) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
consid. 19 del voto mayoritario, in fine.
(124) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
consid. 17 del voto mayoritario, tercer párrafo: “Especí- (129) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
ficamente respecto del acceso al agua potable, ha dicho consid. 21 del voto mayoritario, tercer párrafo: “Es por
que es un derecho cuya tutela implica modificar una vi- ello que frente a las previsiones de la Ley de Glaciares
sión según la cual ‘la regulación jurídica del agua se ha que apuntan a proteger derechos de incidencia colectiva
basado en un modelo antropocéntrico, que ha sido pu- —y de un carácter especialmente novedoso—, los jueces
ramente dominial al tener en cuenta la utilidad privada deben ponderar que las personas físicas y jurídicas pue-
que una persona puede obtener de ella o bien en función den ciertamente ser titulares de derechos subjetivos que
de la utilidad pública identificada con el Estado. El para- integran el concepto constitucional de propiedad, ampa-
digma jurídico que ordena la regulación del agua es eco- rados en los términos y con la extensión que les reconoce
céntrico, o sistémico, y no tiene en cuenta solamente los el ordenamiento jurídico y la jurisprudencia de este Tri-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 111


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

Ley General del Ambiente para predicar que el las provincias exige la interpretación de los arts.
ejercicio de la industria lícita debe ser sustenta- 41 y 124 de la CN con el norte puesto en adaptar
ble. El argumento se puede formular, en el plano la gestión de los recursos naturales al “proyec-
del texto constitucional, de similar modo conec- to ambiental de federalismo concertado” (132).
tando el derecho de propiedad (arts. 14 y 17) y la La Corte no apela a una interpretación judicial,
libertad de ejercer industria lícita (art. 14) con sino que extiende la interpretación constitucio-
los derechos de incidencia colectiva y los debe- nal a las autoridades federales y provinciales, en
res consiguientes (art. 41) (130); sin embargo, el el debate político.
Tribunal optó por un enunciado menos general
En “Minera San Jorge” (133), de fecha recien-
y abstracto, que parece anticipar la dirección y
te, se cuestionó la validez constitucional de la
el sentido de las próximas sentencias. El colofón
ley 7722 de la provincia de Mendoza, que prohi-
provisional del obiter dictum consiste en que un
bió el uso de ciertos elementos químicos (134)
futuro acto lesivo derivado de la Ley de Glacia- en ejercicio del poder de policía ambiental, de
res no será analizado con un enfoque restrin- salubridad y seguridad ejercido por la provin-
gido a la constitucionalidad del acto lesivo y la cia de manera concurrente con las atribuciones
citada ley, sino en la “ponderación de los diver- nacionales en materia ambiental y la relati-
sos derechos y bienes involucrados” (131); la va al dictado del Código de Minería. En el caso
distribución de competencias entre la Nación y no se presentaba una cuestión de validez de la
actuación nacional tachada por una provincia,
bunal. Mas también deben considerar que ese derecho sino que se perseguía la invalidez de la ley pro-
individual debe ser armonizado con los derechos de vincial por considerarse contraria a las normas
incidencia colectiva (arts. 14 y 240 del Cód. Civ. y Com.)
para asegurar que el ejercicio de la industria lícita sea
nacionales (Código de Minería y Constitución
sustentable (arts. 1º, 2º y 4º de la ley 25.675 General del Nacional). Consideró que las restricciones adi-
Ambiente). Todo ello en consideración de los objetivos cionales establecidas en la provincia eran váli-
generales de bien común, como aquel que la comunidad das en relación con el ejercicio de la industria
internacional ha trazado para garantizar ‘modalidades lícita, el derecho de propiedad y las reglas del
de consumo y producción sostenibles’ en la Agenda 2030 Código de Minería, en tanto suponen una res-
sobre Desarrollo Sostenible aprobado por la Organiza-
ción de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015 (A/ tricción razonable contemplada en las normas
RES/70/1 de la Asamblea General de las Naciones Uni- que contienen dichas reglas (como el art. 41 de
das, objetivo 12)”.
(130) En el precedente —citado en “Barrick”— de desarrolla el test que propone y añade una etapa de aná-
2017, “La Pampa c. Mendoza”, Fallos 340:1695, consid. 5º, lisis de medios alternativos menos gravosos).
se dividen los planos constitucional e infraconstitucio- (132) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120,
nal. Allí se expresó: “Ello surge de la Constitución Nacio- consid. 23 del voto mayoritario, tercer párrafo: El art. 41
nal (art. 41), que al proteger al ambiente permite afirmar —que establece las facultades federales de dictar los pre-
la existencia de deberes positivos, es decir, hacer obras en supuestos mínimos ambientales— y el 124 —que afirma
defensa del ambiente. En el derecho infraconstitucional el dominio originario de las provincias sobre sus recursos
se desarrollan estos deberes en la Ley General del Am- naturales— deben ser interpretados buscando la adapta-
biente y en el Código Civil y Comercial de modo coheren- ción de la gestión de los recursos naturales para cumplir
te, tanto en el ámbito público como privado”. de la forma más fidedigna posible el proyecto ambiental
(131) Ver fallo “Barrick”, citado en nota al pie 120, de federalismo concertado que establece la Constitución
consid. 21 del voto mayoritario, último párrafo. Se dis- Nacional. Esa tarea de interpretación constitucional es
tingue así el control de razonabilidad que examina la primariamente de las autoridades federales y provincia-
restricción a un derecho constitucional del juicio de pon- les, que deben conjugar intereses en el plano del debate
deración —al modo de un balance— que el Tribunal in- político para potenciar el cumplimiento del texto cons-
trodujo en sus precedentes de este siglo. Un ejemplo re- titucional, sin vaciar de contenido el modelo federal del
ciente (2021) se puede observar en el voto de Lorenzetti Estado ni el proyecto ambiental de la Constitución (con-
en “Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, sids. 12 a 16).
Fallos 344:809, en especial en el consid. 6º —concordante (133) CS, 2021, “Minera San Jorge SA c. Mendoza”, Fa-
con el consid. 17, punto 4—, que dice: “debe realizarse un llos 344:3209, con remisión al dictamen de la procurado-
juicio de ponderación entre la máxima satisfacción posi- ra fiscal.
ble del derecho a la educación y la protección de la salud
en un contexto de emergencia sanitaria y dentro de un (134) Se trata de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y
sistema reglado por el Estado de derecho” (más adelante otras sustancias peligrosas.

112 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

la CN o el art. 233 del Código citado), y no un tor, solamente aquellos que se encuentran fuera
conflicto normativo. del mar territorial, que atribuye a las provin-
cias (137)]. Por otra parte, en cuanto al signifi-
VIII. Referencias a la Convención Constitu- cado del dominio originario —fuera del sujeto
yente de 1994 titular y del territorio—, las expresiones de Díaz
Araujo indican que el dominio originario per-
Sacristán despliega un minucioso análisis de mite “recuperar” el dominio si el concesiona-
las intervenciones de los convencionales cons- rio incumple. Este “dominio” eventualmente
tituyentes Díaz Araujo y Quiroga Lavié (135). A recuperado no puede ser, lógicamente, idénti-
mi modo de ver, la caracterización del “domi- co al originario. Se asemeja al derecho de pro-
nio originario” de Díaz Araujo está identificada piedad minera concedido al concesionario, en
con el término del derecho minero. Tomo par- el marco del Código de Minería. Las expresio-
cialmente el recorte que la publicista hizo de la nes del convencional constituyente no arrojan
intervención de este convencional, que predica precisiones que permitan delimitar conceptual-
que el dominio originario es “aquel que se tiene mente los términos empleados —dominio emi-
sobre los recursos que la provincia o la Nación nente, dominio originario y dominio— fuera de
concede para su explotación (...) pero el Esta- los significados atribuidos por el Código de Mi-
do mantiene una tutela que permite recuperar nería (138). Debe rescatarse la técnica de tras-
su dominio si el concesionario no cumple con lación, en la reforma constitucional de 1994,
sus obligaciones...”. Se advierte que, a diferencia de términos que hasta entonces eran ajenos al
del tratamiento que recibe el término en el art. texto constitucional, como la pena de nulidad
124, el dominio “originario” remite al dominio absoluta e insanable para las disposiciones de
del sujeto concedente: la Nación o la provincia, carácter legislativo que prohíbe al Poder Ejecu-
lo que conduciría a una posible contradicción tivo el art. 99, inc. 3º. Es plausible considerar, en
semántica (en el significado) en los casos en los esa perspectiva, que el “dominio originario” del
que la Nación concede el uso o la explotación art. 124 tiene una semejanza con su antecedente
de recursos naturales. Queda a salvo la postura infraconstitucional.
que considera que el dominio originario de los
recursos naturales no está limitado, en su titula- La ambigüedad o vaguedad de la expresión
ridad, a las provincias, sino que puede ser tanto “dominio eminente” mantiene la necesidad del
nacional como provincial. Si el calificativo “ori- desarrollo conceptual del “dominio originario”.
ginario” remite al origen, al antecedente o título Una de las acepciones del dominio eminente es
que da lugar a los derechos del concesionario, la que justifica o da fundamento al ejercicio de
o, en definitiva, si el concedente es el titular del la jurisdicción estatal, como la legislación o el
dominio originario, este puede ser tanto la Na- ejercicio de la potestad tributaria. Una vez más
ción como una provincia. La posición de Díaz aparece en la interpretación constitucional de
Araujo supone que el art. 124 abarca al univer- nuestro sistema federal la posibilidad de predi-
so de los recursos naturales argentinos. Aquí es car un dominio eminente de las provincias (que
donde aparece un elemento que discrimina es- conservan facultades de legislación no delega-
das en la Nación o concurrentes con ella, y que
pacialmente: la norma constitucional restringe
también conservan sus potestades tributarias) y
el dominio originario de las provincias a aque-
un dominio eminente de la Nación.
llos que se encuentran en su territorio. Y vuelve
a cobrar relevancia la definición de “territorio”. En cuanto a Quiroga Lavié, según el registro
Cada provincia tiene sus límites (136). Cassag- de su inserción, el dominio originario responde
ne también ha señalado, como otro titular de a la precedencia histórica (“desde los tiempos
dominio originario de recursos naturales, a la
Nación en los espacios marítimos [para el au-
(137) La apreciación de Cassagne se aparta de la so-
lución de la Corte Suprema en “Total Austral”, reseñada
(135) SACRISTÁN, E., “Los recursos naturales en la supra en el texto principal.
Constitución Nacional argentina: La cuestión del domi-
nio originario”, RDAE, nro. 30, 2019, ps. 129-130. (138) En sentido similar, SACRISTÁN, E., “Los recursos
naturales...”, ob. cit., analiza detenida y minuciosamente
(136) Art. 75, inc. 15, CN. las expresiones del convencional.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 113


Perfiles constitucionales del régimen jurídico pesquero: federalismo, dominio originario…

anteriores a la institucionalización del país”) y, co ha desarrollado primero la definición de los


como subraya Sacristán, al dominio eminen- espacios marítimos sujetos a la jurisdicción o
te (139). El dominio originario o eminente de soberanía de esos Estados. Luego, el derecho in-
las provincias sobre los recursos naturales de su terno, en la Argentina, ha continuado la disputa,
territorio se extiende sobre “los recursos exis- entre la Nación y las provincias, por los dere-
tentes en el mar territorial, su espacio, el lecho chos y potestades sobre los espacios marítimos
y el subsuelo”. y sus recursos naturales, con la mira puesta es-
pecialmente en la explotación de estos últimos.
IX. Sobre la equiparación entre dominio Las páginas que anteceden dan cuenta de la
eminente y dominio originario evolución o desarrollo de las materias regladas
jurídicamente, que siguen evidenciando los in-
El trabajo prolijo y minucioso de Sacristán ex- tereses en pugna, como ocurría en los tiempos
pone con claridad los puntos de contacto entre de Grocio y Selden.
el dominio originario y el dominio eminente.
Sin embargo, en mi evaluación de los resultados La Constitución Nacional ofrece, a partir de
que arroja la tesis de la equiparación semánti- la reforma de 1994, normas innovadoras —en la
ca de ambos términos, la conclusión de identifi- jerarquía constitucional—, como el art. 124 (do-
car al dominio originario provincial del art. 124 minio originario de las provincias de los recur-
con el dominio eminente nos aleja del propósi- sos naturales de su territorio) o el art. 41 (con la
to de delinear sus límites y contenido concep- protección del ambiente, la biodiversidad y la
tual para definir los efectos que produce en el regulación de la explotación de los recursos na-
ordenamiento jurídico. Lo que no tiene una ex- turales), que se conjugan con la distribución de
plicación es la elección de “dominio originario” atribuciones, en el marco del federalismo, entre
para designar al “dominio eminente”, cuando la Nación y las provincias. Cualquiera de estos
ambos términos eran conocidos en 1994. Sacris- temas presenta una gran dificultad para el in-
tán advierte, con cita de Cassagne, la confusión, térprete y ha dado lugar a debates en las Con-
el desorden y la contradicción en el tratamiento venciones Constituyentes, el Congreso y los
del tema durante la Convención Constituyen- tribunales.
te (140).
La solución a buena parte de los conflictos ha
X. Reflexiones finales sido diferida por la Corte Suprema, que requi-
rió el desarrollo de soluciones jurídicas basadas
Desde las antiguas disquisiciones sobre si el en el consenso, enmarcadas en el federalismo
mar es libre o si tiene un dueño, las respuestas de concertación. Puede decirse que la Corte ha
a la cuestión sobre los derechos y potestades identificado un tipo específico de “litigio com-
de los Estados en los espacios marítimos se ha plejo”, que exige una visión panorámica (lo que
vuelto cada vez más compleja. Primero, parce- el Tribunal ha llamado enfoque policéntrico),
lando los espacios marítimos sujetos a los dere- comprensiva de la complejidad de los interesa-
chos y potestades de los Estados. Para algunos dos (la Nación, una o más provincias, uno o más
es una consecuencia de la soberanía; para otros, afectados en derechos económicos, y los inte-
de la jurisdicción; para todos, se vincula con el reses de incidencia colectiva que pueden llegar
territorio de cada Estado ribereño, pero con dis- hasta las generaciones futuras) y de la compleji-
tintas miradas. El derecho internacional públi- dad de la materia (sale del eje de razonabilidad
de la restricción a un derecho subjetivo, para
balancearlo con otros derechos y con la distri-
(139) Sacristán también abona su tesis con las posicio-
nes de Cassagne, Valls, González Moras, Martelli y Mani-
bución de competencias dentro del esquema
li, y no deja de mencionar la opinión contraria de De la federal). Y ha dejado una advertencia sobre la
Riva (que identifica el dominio eminente con el ejercicio necesidad de correr el eje del análisis antropo-
del imperium, por lo que el dominio originario lo excede- céntrico hacia el ecocéntrico.
ría conceptualmente).
(140) SACRISTÁN, E., “Los recursos naturales...”, ob. De la descripción precedente concluyo que la
cit., p. 127. La cita de Cassagne remite al trabajo citado letra chica (y la mediana posiblemente también)
supra, “El artículo 124 de la Constitución...”, ob. cit. está todavía por verse. Este resultado depende

114 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Alejo Toranzo

de la efectiva concertación de las políticas pú- compás de espera. Ciertamente hay muchas po-
blicas que permitan el desarrollo jurídico de sibles críticas a estas decisiones instrumentales.
estas cuestiones, que resultan de gran impor-
tancia económica y social y que, de una u otra Nos queda ver cómo se desenvuelven los ca-
manera, repercutirán en el ambiente que habi- minos del federalismo de concertación, y es-
tamos. No todas las experiencias han sido efica- perar que ellos desemboquen en reglas que
ces cuando la Corte Suprema decidió hacer un permitan una mejor convivencia social.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 115


Un horizonte de futuro en la
autonomía de los municipios
Mariela Uberti (*)
Sumario: I. Introducción.— II. Breves apuntes sobre el federalismo.—
III. Autonomía municipal.— IV. Nociones acerca del poder de poli-
cía.— V. La trascendencia del caso “Shi, Jinchui c. Municipalidad de
Arroyito”.— VI. La ciudad por venir.

I. Introducción policía y los derechos en pugna en el caso, de


modo de confrontar el plexo normativo con
El presente trabajo se propone amalgamar las demandas y necesidades de la comunidad
la estructura compleja del sistema jurídico ar- de Arroyito, para concluir con algunas aspira-
gentino en la relación que vincula el intrinca- ciones que brinden mayores herramientas a
do entramado de relaciones de subordinación, quienes deben transitar día a día el constante
participación, coordinación e igualdad, coope- cambio de la vida local en un mundo globali-
ración y armonía de los sujetos que integran el zado.
Estado federal argentino con las necesidades
de los gobiernos locales de poder llevar ade- El eje que vertebra esta postulación es enten-
lante una serie de políticas públicas que son so- der que el derecho es una herramienta que no
metidas a la mirada escrutadora y directa de los puede conspirar contra el inminente avance
ciudadanos que habitan en cada una de aque- de la vida en sociedad, y para ello resulta váli-
llas comunidades organizadas como munici- do recurrir a sus operadores a la interpretación
pios o comunas. armónica, holística, basada en la teoría de los
sistemas y en la descentralización política, ad-
Para ello se desarrollará una breve introduc- ministrativa e institucional del Estado, fundada
ción del marco conceptual del federalismo ar- en las sólidas bases del federalismo de concer-
gentino para dar lugar, con mayor profundidad, tación, cooperativo y colaborativo, que propug-
a la concepción sistémica de la autonomía mu- nara el maestro Frías.
nicipal, la gobernanza y la gestión de calidad,
como herramienta que permite a los gobiernos II. Breves apuntes sobre el federalismo
locales la capacidad de organizar su adminis-
tración y realiza cuantos actos sean menester En punto a postular una definición de federa-
para el cumplimiento de sus funciones. En este lismo, es conteste la doctrina constitucional en
aspecto, se analizará el fallo “Shi, Jinchui c. Mu- definir el modelo federal, la forma de Estado fe-
nicipalidad de la Ciudad de Arroyito s/ acción deral o el federalismo como aquel sistema que
declarativa de inconstitucionalidad” (1). “... concilia el principio de la unidad del Esta-
do con el de la autonomía de los entes políticos
Seguidamente se abordarán las facultades territoriales...” (2); “... es el enfrentamiento en-
de los municipios en relación con el poder de tre dos soberanías estatales separadas territo-
rialmente y que se equilibran mutuamente. La
(*) Abogada especializada en Defensa (Facultad de existencia de fronteras federales limita el poder
Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad Nacional del
Litoral). Diplomada en Derecho Municipal (Universidad
Tecnológica Nacional, Regional Buenos Aires). Docente. (2) DE VERGOTTINI, Giuseppe, “Derecho constitucio-
nal comparado”, Ed. Universidad, México, 2005, ps. 324 y
(1) Sentencia de la CS, 20/05/2021, SAIJ FA21000110. ss.

116 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Mariela Uberti

del Estado central sobre el Estado miembro, y a rizado por la descentralización territorial del
la inversa” (3); es la descentralización y la coo- poder en el Estado, que da surgimiento a un
peración multilateral. doble nivel de decisión: el nacional y el esta-
dual” (5). En tanto, Hernández (6) propugna
Otras tendencias teóricas discurren entre el que el federalismo es “... una forma de Estado
federalismo dual, como resultado de la concep- compleja que comporta la coexistencia de di-
ción de la Constitución como un convenio o un versos órdenes gubernamentales en un mismo
acuerdo entre Estados —un verdadero pacto territorio y que además tienen entre sus ob-
de adhesión—, en virtud del cual estos mantie- jetivos asegurar la unión de lo diverso, lo que
nen una soberanía inviolable en muchos ámbi- importa el doble propósito de respetar ambos
tos de actuación (“El federalista”, 1994, p. 158), elementos”.
versus el federalismo cooperativo o de concer-
tación, en el que los poderes y las funciones de Puede sostenerse que el federalismo es una
las entidades de gobierno central, regional y lo- combinación equilibrada de unidad y autono-
cal son compartidos. mía, de participación y autogobierno; un con-
junto de relaciones entre los sujetos (Estado y
Una formulación contemporánea aborda el sus divisiones territoriales), partes de un siste-
federalismo asimétrico, entendida la asimetría ma político cuyas notas esenciales son: a) una
como una “... modalidad de estructuración esta- Constitución escrita, rígida (7), codificada;
tal que presentan determinados Estados en los b) una segunda Cámara federal con peso po-
que los entes territoriales dotados de autono- lítico y jurídico, que legisla con exclusividad
mía política que lo componen disfrutan de un o predominio sobre la Cámara baja aquellas
trato constitucional diferenciado, legitimado cuestiones que afecten al estatuto de los Es-
por el reconocimiento positivo de disponer de tados miembros o a las relaciones recíprocas
singularidades de diversa índole (lingüísticas, entre Estado Nacional y Estados parte, que en
culturales, jurídicas o financieras) en relación algunos países es presidida por el vicepresiden-
a los restantes componentes del Estado” (4). te (Estados Unidos y Argentina); c) la conforma-
La principal consecuencia de la asimetría es la ción de un Tribunal Constitucional o Supremo
intensificación competencial, en términos cua- que resuelva los conflictos de competencia o el
litativos, de esos sujetos con reconocimiento reparto de competencias entre los miembros
constitucional, tal como sucede con las comu- que componen el Estado federal; d) la igualdad
nidades autonómicas de España, ciertos canto- y paridad de los Estados miembros de una fe-
nes suizos, India, etcétera. deración, como consecuencia uniforme de la
cualidad de miembro, a los que se les aplican
Entre los autores nacionales, se pueden citar las mismas reglas de derecho, con capacidad de
las aportaciones de quienes describen al fede- autonormarse y autogobernarse; y e) otras no-
ralismo como “... un sistema político caracte- tas características esenciales a las repúblicas,
como la división de funciones, la periodicidad
(3) LOEWENSTEIN, Karl, “Teoría de la Constitución”, en el cargo o alternancia, la publicidad de los
2ª ed., Ed. Ariel, Colección Demos, Barcelona, 1976, p. actos de gobierno, etcétera.
354. Este autor describe al federalismo como uno de los
campos de las acciones recíprocas que se dan entre los (5) ROSATTI, Horacio D., “Tratado de derecho munici-
controles verticales, entendidos estos como los “... tipos pal”, t. I, cap. III: “Municipio y federalismo”.
o modos de acción e interacción que se producen dentro
del cuadro de la dinámica política entre los detentado- (6) HERNÁNDEZ, Antonio M. (h), “Federalismo y
res del poder instituidos —Parlamento, gobierno, tribu- constitucionalismo provincial”, Ed. AbeledoPerrot, ps. 8
nales y electorado y la sociedad en su totalidad— [que] y ss.
funcionan en una línea ascendente y descendente entre
la totalidad de los detentadores del poder instituidos y la (7) LIVINGSTON, Williams, “Federalism and Consti-
comunidad como tal o algunos de sus componentes”. tutional Change”, Ed. Clarendon Press, Oxford, 1956, cit.
por WATTS, Ronald, “Sistemas federales comparados”,
(4) WATTS, Ronald, “Sistemas federales comparados”, ob. cit., p. 44, sostiene que la mayoría de los Estados fe-
Ed. Marcial Pons, 2006, p. 40. El autor analiza 24 federa- derales tienen Constituciones rígidas o semirrígidas a los
ciones en el mundo que superan el 40% de la población efectos de dotar de seguridad y estabilidad al reparto pre-
mundial. viamente estipulado y consignado por escrito.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 117


Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios

III. Autonomía municipal nómico financiero: la generación de recursos,


su inversión, la determinación presupuestaria
III.1. Marco conceptual sin control de otro poder (9).
Numerosos autores han descripto con pre- Sostiene con acierto Ábalos (10): “El mu-
cisión los conceptos atinentes a la capacidad, nicipio aparece como un verdadero gobierno
como sujetos de derechos públicos del Esta- que integra el trípode con el orden nacional y
do. Interesa indicar, entonces, que se parte las provincias, cada uno en su esfera de com-
de la concepción de los municipios autóno- petencia y con sus autoridades propias, de ahí
mos, cuya consagración constitucional es el que, al fijar el ‘alcance y contenido’ de la au-
producto de un hacer cultural, social, que se tonomía municipal ninguna provincia podrá
ha plasmado desde la Constitución origina- extremar las limitaciones que puedan llegar
ria de 1853, en el art. 5º: “Cada provincia dic- a privar al municipio de un contenido míni-
tará para sí una Constitución bajo el sistema mo en cada grado de autonomía ni extralimi-
representativo republicano, de acuerdo con tarse de forma tal que se dificulte el ejercicio
los principios, declaraciones y garantías de la de potestades nacionales o provinciales”. Ello
Constitución Nacional y que asegure su admi- es reafirmado por numerosas sentencias de la
nistración de justicia, su régimen municipal y Corte Suprema de Justicia de la Nación; entre
la educación primaria...”, hasta la reforma de otras: “Ponce” (2005, autonomía municipal),
1994, cuyo art. 123 dispone: “Cada provin- “Intendente Municipal Capital” (importancia
cia dicta su propia Constitución, conforme a del cumplimiento constitucional del mandato
lo dispuesto por el art. 5º asegurando la au- de autonomía local) y los casos de Santa Fe,
tonomía municipal y reglando su alcance y San Luis, Formosa y Córdoba sobre el régimen
contenido en el orden institucional, político, de coparticipación federal en 2015.
administrativo, económico y financiero”.
Con criterio que se comparte, la autora des-
Las provincias están facultadas para dise- cribe minuciosamente aquellas particulari-
ñar su alcance y contenido teniendo en miras dades en el derecho público provincial que
las particularidades ínsitas en cada territo- deben llamar la atención no solo al jurista,
rio, las realidades de sus municipios, las for- sino al hombre político, como el descono-
mas de producción, las culturas que en ellas cimiento de la autonomía municipal en las
conviven, su historia e idiosincrasia (8). Sin Constituciones de las provincias de Buenos
embargo, hay concordancia entre los diversos Aires, Mendoza y Santa Fe; la subordinación
autores en definir el orden institucional o au- de la autonomía municipal a la voluntad del
tonormatividad como la potestad de dictarse Poder Legislativo en las provincias de Chu-
su propia Carta Orgánica por medio de una but, Neuquén, Salta y Tucumán; la revisión de
convención; el político: mediante un sistema las normas del derecho intrafederal (art. 75,
que permita la elección de sus autoridades y inc. 2º, CN) en tanto propugna algunas alter-
regirse por ellas; el administrativo: la gestión
y organización de los intereses locales; el eco- (9) En la ciudad de Santa Fe, la ord. 11.558 establece un
modelo de control integral e integrado que abarca los as-
pectos presupuestarios, económicos, financieros, patri-
(8) Véanse, a modo de ejemplo en la provincia de Santa moniales, de legalidad y de gestión, la evaluación de pro-
Fe, las ciudades de Reconquista y Avellaneda, hoy prác- gramas, proyectos y operaciones, y está fundado en los
ticamente unidas en su casco urbano; una es más cos- principios de economía, eficiencia y eficacia. Comprende
mopolita e intercultural, en la que se asentaron diversas el control interno a cargo de la Sindicatura Municipal por
colectividades con influencia de la masonería y el laicis- ord. 10.610, y el externo del sector público, en cabeza del
mo (una de las calles se llama Ley 1420), en tanto en la Tribunal de Cuentas, que opera de manera coordinada
otra solo la colectividad italiana, con notables diferencias en la elaboración y aplicación de sus normas, además de
desde la traza urbana, en la que conviven las sociedades la creación de órganos específicos, como el de control del
de fomento de diferentes nacionalidades y las iglesias de transporte público de pasajeros.
diferentes credos (similar situación se da en la ciudad de
Esperanza, primera colonia agrícola del país poblada por (10) ÁBALOS, María Gabriela, “Cuentas pendientes
suizos, franceses, alemanes, luxemburgueses e italianos, de la autonomía municipal en Argentina”, LA LEY del
con las iglesias católica y protestante). 30/01/2017.

118 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Mariela Uberti

nativas como la organización de los munici- Las ciudades —esas unidades sociales de
pios-ciudades y el asociacionismo municipal menor rango, que el ejercicio de las capaci-
integrativo y cooperativo como polos de inte- dades de derecho público ha convertido en
gración y desarrollo. protagonistas de fuste— deben ser atendidas
y observadas con atención. Estos pequeños
III.2. Autonomía municipal, regiones interur- engranajes diseminados en el vasto territo-
banas, microrregiones, gobernanza multinivel: rio sostienen el tejido social y productivo, y es
la problemática municipal es trascendente ahí donde resulta trascendente hacer efecti-
vos los principios y valores del federalismo de
Es —debería ser— el ámbito primario de concertación. Después de todo, el federalismo
desarrollo de la vida cívica de construcción existe porque se sostiene como un entramado
de ciudadanía, de una verdadera democracia meduloso de instituciones, recursos, bienes,
de proximidad. El municipio actual no es un servicios, acciones, industrias, pymes, comer-
mero prestador de servicios. Su rol ha variado cios, actividades agropecuarias, mineras, tu-
y su accionar abarca aspectos no considera- rismo y un largo etcétera.
dos en circunstancias pretéritas. Las transfor-
maciones producidas a nivel planetario abren Es en este momento en el que los gobiernos
un importante espacio para la participación locales muestran su potencial, reclaman la re-
de las ciudades en la vida política, cultural y activación económica, el retorno a las aulas,
económica (11). embanderando las necesidades y las fortale-
zas de sus provincias. Los criterios de calidad
Requiere contar con recursos y obtenerlos relacionados con la gestión de gobierno están
por propio derecho. Sin recursos suficientes referidos a la calidad en los procesos y la cali-
no hay posibilidad de efectiva autonomía. La dad en los resultados. Arriagada (12) plantea
Carta de la Autonomía Municipal Iberoame- que el aspecto clave orientador de la calidad
ricana, en su art. 2º, precisa: “El concepto interna debe ser la existencia de un proyecto
de autonomía local debe superar los planos de gobierno fundamentado en una visión de
teóricos y el universo de las grandes decla- desarrollo, cuyo cumplimiento marcará el im-
raciones para materializarse en una realidad pacto positivo o calidad resultante de la ges-
permanente y auténtica que, además de cons- tión. La comunidad es indefectiblemente el
tar en los textos fundamentales de cada país, evaluador más importante de una gestión de
sea reconocido como un principio inalterable, gobierno, ya que en la satisfacción de sus ne-
como deber de los gobiernos y derecho de los cesidades, expectativas y aprovechamiento de
ciudadanos”. las potencialidades productivas de su territo-
rio recae la legitimidad política del gobierno,
(11) La ciudad de Santa Fe, durante el período representada por el sistema de gestión de la
2007/2019, ha demostrado haber afrontado infinidad de calidad para el gobierno, la imagen de la ges-
objetivos en la planificación estratégica de sus políticas tión ante la comunidad y el apoyo participati-
públicas, que van desde la promoción y prevención en vo y político de la comunidad.
la salud, la creación de 18 jardines municipales para la
primera infancia, 3 escuelas de trabajo en edificios NIDO
—en conjunto con la Nación— para la formación en el
Para que ello sea posible, hay que conside-
primer empleo de los jóvenes, la articulación con orga- rar al menos estos ejes transversales: 1) la in-
nismos provinciales en materia de seguridad (con entre- formatización ha modificado las relaciones
ga de botones de pánico a víctimas de violencia de géne- espacio-temporales y permite desarrollar ac-
ro), una política de acceso a la vivienda que tenga a las tividades diversas; 2) hay nuevas formas de
mujeres y familias en situación de vulnerabilidad como organización en los territorios urbanos y di-
prioridad, la creación de la Agencia de Cooperación, In-
versión y Comercio Exterior (que desarrolló la 7ª edición
de la Semana COMEX: dado que el Municipio advirtió (12) ARRIAGADA, Ricardo, “Diseño de un Sistema de
que el 80% de las exportaciones de las empresas locales Medición de Desempeño para evaluar la gestión muni-
están dirigidas a Sudamérica, principalmente a países li- cipal: una propuesta metodológica”, Ed. Instituto Lati-
mítrofes, se dedicó gran parte del trabajo a ese ámbito y noamericano y del Caribe de Planificación Económica
desde el gobierno local se realizó inteligencia comercial, y Social (ILPES), Organización de las Naciones Unidas,
desarrollando el programa Primeras Exportaciones). Santiago de Chile, 2002.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 119


Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios

námicas privadas de ocupación del suelo, y la europea continental, con el derecho ad-
áreas metropolitanas, centralidades diversas ministrativo. Ambas expresiones pueden sin-
y áreas marginales; 3) las demandas socia- tetizarse en una tesis restringida —narrow—,
les se diversifican, ampliando la competencia como facultad de imponer limitaciones y res-
material del municipio, sin que ello signifique tricciones a los derechos individuales, con la
modificación legislativa (13); 4) la sociedad finalidad de salvaguardar la seguridad, salu-
urbana se ha hecho más compleja, más indi- bridad y moralidad públicas contra los ata-
vidualizada y más heterogénea. ques y peligros que pudieran atacarla; y una
tesis amplia —broad and plenary—, por la
IV. Nociones acerca del poder de policía que se amplían sus fines hasta la primordial
protección y promoción del bienestar general
El largo debate autonomía-autarquía ha o bien común, para la tutela, incluso, de los
quedado en el pasado, afortunadamente, po- intereses económicos de la colectividad (15).
niendo en jaque la concepción tradicional del
municipio como garante de los servicios pú- Jiménez lo define como “la potestad de
blicos básicos (alumbrado, barrido, limpieza) restringir la libertad de los individuos con el
para incursionar en otras materias que —no fin de conservar la armonía de todos, esta-
cabe duda alguna— son de su incumbencia. blecer reglas de buena conducta, calculadas
También se ha avanzado en relación con las para evitar conflictos entre ellos” (16). Es el
clásicas teorizaciones del poder de policía procedimiento que utiliza el Estado para ho-
como una potestad de los gobiernos loca- mogeneizar en el sistema constitucional la
les que en numerosas ocasiones debe ser li- limitación de los derechos para garantizar la
mitada —por el marco legal inspirado en la convivencia democrática. Está regulado en la
jerarquía constitucional y sus normas infra- Constitución Nacional (arts. 14, 28 y 75, inc.
constitucionales—por el Poder Judicial, en las 30) (17), cuyo beneficio es el interés común,
decisiones que llegan a su conocimiento. No ejercido por la Administración Pública para
obstante, un breve repaso de los autores que tutelar aspectos de la convivencia como la
la fundamentan puede verse en los fallos de moralidad, la seguridad, la salubridad, etcé-
la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe que tera (18).
se detallan como antecedentes del caso “Shi”
en análisis, a los que se remite en honor a la (15) Esta es la tesis seguida a partir del caso “Ercolano
brevedad (14). c. Lantieri de Renshaw”, Fallos 136:170 y JA 8-263; conf.
LEGARRE, Santiago, “Poder de policía (historia, jurispru-
Las fuentes en el derecho público se bifur- dencia, doctrina)”, LA LEY 2000-A, 999. Otras clasificacio-
nes pueden verse en ZUCCHERINO, Ricardo M. — MO-
can entre la vertiente norteamericana, que se RENO RITHNER, María J., “Tratado de derecho federal,
correlaciona con el derecho constitucional, estadual, estatuyente y municipal”, 2ª ed., Ed. LexisNexis,
t. II, ps. 212 y ss.
(13) En Santa Fe se produce la paradoja de la inversión (16) JIMÉNEZ, Eduardo P., “Derecho constitucional”,
de la jerarquía normativa respecto de la temporalidad de Ed. Ediar, ps. 75 y ss.
la legislación; así, la ley 275 de Municipios es de 1939; la
Constitución provincial fue reformada en 1962, en tanto (17) Art. 30, Pacto de San José de Costa Rica: “Las res-
la nacional, de mayor rango, lo fue en 1994. tricciones permitidas, de acuerdo con esta Convención,
al goce y ejercicio de los derechos y libertades reconoci-
(14) CUIJ-21-00511164-9; 21-00809017-0 y 21- das en la misma, no pueden ser aplicadas sino conforme
02860177-5, con citas de RODRÍGUEZ, M. — GAB, C., a leyes que se dictaren por razones de interés general y
“El poder de policía en las Constituciones de Argentina con el propósito para el cual han sido establecidas”. Art.
y de los Estados Unidos de Norteamérica”, JA 1988-III, 14, CN: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los
705; MARIENHOFF, Miguel, “Tratado de derecho admi- siguientes derechos conforme a las leyes que reglamen-
nistrativo”, 4ª ed., Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1987, ten su ejercicio...”.
t. IV, nro. 1529; ALTAMIRA, Pedro G., “Policía y poder de
policía”, Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1963, ps. 23/34; (18) Sirvan como ejemplo las disposiciones sobre
FIORINI, Bartolomé, “Poder de policía”, Ed. Alfa, Buenos el tránsito: el Congreso ha dictado la Ley Nacional de
Aires, 1958, p. 146; ELGUERA, Alberto, “Policía munici- Tránsito —24.449 y 26.363—, invitando a las provincias
pal”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1963, ps. 29 y ss., etcé- a adherirse; la provincia de Santa Fe dictó la ley 13.133,
tera. de 2010, cuyo art. 1º dispone: “Adhesión. La provincia ad-

120 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Mariela Uberti

Otras acepciones del término implican una dad. La interpretación de la amplitud del ejer-
función administrativa que despliega el go- cicio del poder de policía depende, entonces,
bierno en el sector público con hechos y actos del marco ideológico donde se sitúe el opera-
administrativos en sentido material, que se dor de la Constitución y, en particular, del tipo
trasuntan en las normas reglamentarias de los de Estado que se conciba como liberal o neoli-
derechos personales, en el ámbito municipal beral-social o socialista (20).
a través de las ordenanzas.
Se puede sostener que, en nuestro sistema
Las normas de policía tienen diferentes federal, es un ejercicio que se da en las uni-
esferas de actuación; pueden imponer con- dades políticas de menor envergadura, como
ductas o impedir ciertos actos. Su aspecto los municipios y las comunas, en mayor me-
esencial es, en pocas palabras, una forma de dida y con mayor amplitud que en las provin-
mantener el orden y el respeto de los derechos cias (que también lo tienen) y en el Estado
individuales. En este sentido, la limitación —o Nacional en aquellos espacios en los que ejer-
reglamentación— tiene como fin armonizar la ce jurisdicción y competencia. Este ejercicio
utilización de diferentes derechos por un in- reconoce como límites la Constitución Nacio-
dividuo que impida a otro ejercer la misma nal, las leyes federales y los tratados con po-
facultad. El fundamento de este concepto re- tencias extranjeras, la Constitución estadual
side en que el goce de los derechos y garan- o provincial, las leyes que en su consecuencia
tías constitucionales no es absoluto, sino que se dicten y las Cartas Orgánicas (si las hubie-
debe ser reglamentado (19). Resulta así nece- re).
sario compatibilizar el goce de los derechos
de toda la sociedad, dentro de los límites de A los fines casuísticos y prácticos, se pro-
la reglamentación. En principio, el poder de pone la siguiente clasificación, según se tra-
policía es inalienable: es un atributo propio de te del poder de policía: 1) de seguridad: hoy
la soberanía; por tanto, no resultaría transferi- bien podríamos incluir en este tópico no solo
ble ni delegable. No obstante ello, la Corte ha la seguridad de personas y bienes en sentido
modificado su criterio con el paso del tiempo,
acompañando las modificaciones sociales, (20) En este sentido, en el caso “Mouviel” (Fallos
económicas, políticas y culturales de la socie- 237:636), de fines de los años 50, la Corte sostuvo que “las
modernas formas de autoritarismo (...) utilizan los edic-
hiere, en cuanto no se oponga a las disposiciones de la tos policiales como uno de los instrumentos más eficaces
presente, a la ley nacional 24.449 de Tránsito, títulos I a para la opresión a los ciudadanos”, sopesando “... ambas
VIII con las modificaciones introducidas por las leyes na- doctrinas, es decir, la de la validez de las delegaciones,
cionales 24.788, 25.456, 25.857, 25.965 y en el cap. 11 de la por un lado, y la de la necesidad de la ley previa para
ley nacional 26.363”; y lo mismo pasa con los municipios aplicar una pena, por otro” (ver MANILI, Pablo, “Manual
y comunas: hay algunos —como la ciudad capital— que de derecho constitucional”, Ed. Astrea, 2017, p. 136); asi-
poseen su propia norma —ord. 10.017, denominada mismo, declaró la inconstitucionalidad de los edictos
Reglamento General de Tránsito—. Todas las normas policiales con fundamento en el art. 18, CN. También
imponen condiciones, restricciones y límites al derecho se muestra la confrontación ideológica cuando la Corte
a circular libremente consagrado en el art. 14, CN. prioriza el techo individualista y liberal de la Constitu-
ción Nacional en un caso en el que se fijó un impuesto
(19) No hay derechos absolutos; todo derecho debe sobre la producción de azúcar en 1903 “Hileret c. Pcia. de
ser compatibilizado con los demás derechos estableci- Tucumán” (Fallos 98:51), una clara medida intervencio-
dos en la Constitución Nacional (“Schoklender”, Fallos nista. Luego, en el año 1922, al analizar los pecios de los
311:1438), con los derechos de la comunidad (“Partido alquileres, su congelamiento y los desalojos en “Ercolano
Obrero”, Fallos 253:133) y con los deberes que impone la c. Lanteri de Renshaw” (Fallos 134:164), los derechos en
Constitución Nacional (Fallos 304:1524). Todos los de- pugna eran el individual o de muy pocos de la propiedad
rechos son pasibles de reglamentación por ley; aun los vs. los derechos de un gran conjunto de personas some-
derechos fundamentales, como la vida, el honor, la inti- tidos al régimen de las locaciones. Se resolvió en favor de
midad y la dignidad humana, son susceptibles de regu- la relatividad del derecho de la propiedad, el interés ma-
lación y están naturalizados (por ejemplo, las revisiones yoritario de la sociedad y la medida de transición o emer-
por las que deben pasar las personas en Migraciones al gencia. Esta posición en sentido amplio del poder de po-
ingresar a un Estado, o las medidas que se toman en las licía se ratifica en 1934, en “Avico c. De la Pesa” (Fallos
ciudades, aeropuertos o el transporte para prevenir aten- 172:21), en el que se convalidó la ley 11.741, que recorta-
tados). ba los intereses pactados en los préstamos hipotecarios.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 121


Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios

estricto, sino aquellas medidas tomadas en V. La trascendencia del caso “Shi, Jinchui c.
relación con la seguridad ambiental, segu- Municipalidad de Arroyito”
ridad en la obra pública, gestión de riesgos,
etc.; 2) de sanidad e higiene: comprende se- V.1. La experiencia en la provincia de Santa
guridad alimentaria, salud pública, higiene Fe (23)
laboral, tratamiento de residuos patológicos,
El dec. regl. 689/2015 de la ley provincial 13.441
control de establecimientos asistenciales para
de 2014 estipuló en pocos artículos la decisión de
adultos mayores, del transporte público, etc.; consagrar el descanso hebdomadario contem-
3) de moralidad y buenas costumbres: regula- plado en el primer párrafo del art. 14 bis de la CN
ción de las actividades masivas, nocturnidad, para las actividades comerciales, conforme a los
espectáculos públicos, restricciones al consu- parámetros establecidos en su art. 1º: “Los esta-
mo de alcohol, protección de menores, rui- blecimientos comerciales y/o de servicios de la
dos molestos, protección de la fauna silvestre, provincia de Santa Fe deberán permanecer ce-
etc.; 4) de industrias: seguridad industrial, zo- rrados los días domingos y los declarados como
nificación del Reglamento de Ordenamiento feriados nacionales...”; art. 5º: “Quedan exclui-
Urbano, tratamiento de los residuos, contami- dos de la limitación establecida en los artículos
nación ambiental, higiene ambiental, genera- precedentes: a) los establecimientos comerciales
ción de ruidos, etc.; 5) planificación urbana que sean atendidos por sus dueños y que no su-
estratégica: edilicia o de habitabilidad, zoni- peren los ciento veinte [120] metros cuadrados
ficación o Reglamento de Ordenamiento Ur- de superficie...”. Estableció las sanciones en el art.
bano, preservación del patrimonio cultural 8º: “En caso de incumplimiento de la presente
y arquitectónico; 6) de la movilidad: trans- ley se aplicarán las siguientes sanciones: a) multa
porte y subsistemas que lo integran —colec- de hasta diez [10] salarios mínimo vital y móvil;
tivos, taxis, remises, transporte escolar—, b) en caso de reincidencia a partir de la tercera
conectividad y las modernas modalidades (3ª) infracción se impondrá la clausura de oficio
de desplazamiento, como la micromovilidad; del establecimiento por diez [10] días corridos,
7) tributario: actividades habilitadas en el eji- sin perjuicio de los haberes que se tenga que abo-
do municipal, derecho de registro e inspec- nar a los empleados”. Finalmente, en el art. 9º se
ción, tasas contributivas de servicios, parque invitó a los municipios y comunas de la provincia
automotor, etc.; 8) sociales: establecimiento a adherir: “La entrada en vigencia de la presente
de centros asistenciales, escuelas de trabajo, ley en cada municipio y comuna deberá decidir-
viviendas para personas en situación de vul- se por una ordenanza de adhesión la que podrá
regular los alcances de su aplicación en función
nerabilidad, servicios fúnebres, bibliotecas,
de las particularidades de cada localidad” (24).
mediatecas, museos, solares, etc. (21) [otras
clasificaciones pueden verse en Ábalos y en
Zuccherino - Moreno Rithner (22)]. (23) La Constitución de la Provincia de Santa Fe —
reformada en 1962— no consagra la autonomía de los
municipios (hoy cuenta con 57). En los arts. 106 y 107,
(21) El Consejo Deliberante de la Ciudad de Santa la Constitución provincial establece que todo núcleo po-
Fe ha regulado estas materias con las ordenanzas que a blacional que constituya una comunidad con vida pro-
modo de ejemplo se citan: ord. 9139 de la nocturnidad; pia, se gobierna a sí mismo de acuerdo con sus intere-
10.280 de seguridad ciudadana; 11.213 de ruidos; 11.512, ses locales y en arreglo a la Carta Magna jurisdiccional,
que crea la Dirección de Gestión de Riesgos y sus incum- asignándole el carácter de municipio a aquellos que ten-
bencias; 11.748, Reglamento de Ordenamiento Urbano; gan más de 10.000 habitantes. Por su parte, la ley 2756
11.917 de residuos sólidos urbanos y residuos patologiza- Orgánica de Municipios consigna que serán de primera
dos urbanos; 11.969 de seguridad alimentaria; 12.614 de categoría aquellos que cuenten con más de 200.000 ha-
geriátricos; 12.783, Código de Habitabilidad, que modifi- bitantes, y de segunda categoría, los que tengan menos
có la ord. 7279 de edificaciones privadas, etcétera. de ese número y hasta un mínimo de 10.000. Los centros
de población que no alcancen esta última cifra y posean
(22) ÁBALOS, María Gabriela, “El régimen municipal un mínimo de 500 pobladores devendrán en comunas.
argentino, después de la reforma constitucional de 1994”, Cuenta, además, con más de 300 comunas regidas por la
Revista Cuestiones Constitucionales, nro. 8, enero-junio de ley 2439 (http://www.saij.gob.ar/LPS0000162Ley).
2003. ZUCCHERINO, Ricardo M. — MORENO RITHNER,
María J., “Tratado de derecho federal...”, ob. cit., ps. 215 (24) Otras experiencias en el derecho público provin-
y ss. cial y municipal: el descanso dominical ha sido imple-

122 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Mariela Uberti

Impulsados por las asociaciones gremiales de La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de


los trabajadores de comercio, durante los años Santa Fe está integrada por seis miembros, esti-
2015 y 2017, varias ciudades de la provincia ad- pulando que, en caso de empate, quien la presi-
da tendrá doble voto. Dicha circunstancia se dio
hirieron a la ley 13.441, dictando sus respectivas en este fallo, pero se recurrió a la integración con
ordenanzas (25). Sin embargo, en algunas ciu- un vocal de Cámara. Por admitir la constitucio-
dades, como Reconquista, Avellaneda, Venado nalidad de la ley se pronunciaron los jueces Er-
Tuerto y Rosario, se planteó la inconstitucionali- betta, Falistocco y Gastaldi, en tanto rechazaron
dad de la ley provincial y, en consecuencia, de las su constitucionalidad los ministros Spuler, Ne-
tri y Gutiérrez. A los fines de fundar el voto que
ordenanzas de adhesión, motivando sentencias
definiera la suerte del caso se convocó al cama-
de Cámara (26) y de la Corte Suprema de Justicia rista Vargas. El voto de la mayoría sostuvo que la
de la provincia, que en fallos del 2017 resolvió la regulación del régimen laboral durante feriados
inconstitucionalidad de la normativa que regula- nacionales, la regulación de la jornada de trabajo
ba el descanso dominical. y el descanso semanal constituyen materias ex-
presamente delegadas al Congreso de la Nación,
mentado en la provincia de La Pampa, en la de Buenos
y que la ley provincial excedía aquellas faculta-
Aires —en las localidades de Tres Arroyos, Azul y Tap- des del poder de policía laboral local, porque la
alqué—, en la de Entre Ríos —en Concepción del Uru- prohibición de apertura de determinados loca-
guay—, en la de San Juan —en Caucete— y también en les comerciales durante los feriados y domingos
la provincia de Córdoba. En 2006, el Superior Tribunal tuvo como principal objetivo el descanso sema-
de Córdoba se pronunció en el caso “Super Imperio SA c. nal (27).
Municipalidad de Río Cuarto s/ acción de inconstitucio-
nalidad”, donde se cuestionó la potestad local de limitar
la apertura de grandes centros comerciales (sentencia Nº V.2. “Shi, Jinchui c. Municipalidad de la Ciudad
8). de Arroyito s/ acción declarativa de inconstitucio-
nalidad” (CSJ 1751/2018/RH1)
(25) Las ciudades que adhirieron a la Ley de Descanso
Dominical son: Arroyo Seco (ord. 2901/2020), Avellaneda
(ord. 1731/2015), Cañada de Gómez, Ceres, Gálvez (ord.
¿Cuáles son las particularidades de este caso
4706/14), El Trébol (ord. 1099/2016), Esperanza (ord. y por qué resulta de interés efectuar su análi-
3882), Pérez, Rafaela (acordaron una solución), Recon- sis desde el punto de vista de las competencias
quista (ord. 7638/2015), Recreo, Rosario (ord. 9516/2016), de los municipios, en ejercicio de su autonomía,
Rufino, San Carlos Centro, San Cristóbal (por unanimi- pero también en relación con la facultad de im-
dad del Consejo Deliberante mediante ord. 3650/2015), poner restricciones a los derechos que se deduce
San Jerónimo Norte, San Jorge, San Justo, Santo Tomé,
Sunchales (ord. 2741/2016 —tiene suspendida su vigen- del poder de policía?
cia—), Venado Tuerto (ord. 4584/2014), Villa Constitu-
ción y Villa Gobernador Gálvez (ord. 2273/2014). Los hechos: los habitantes de la ciudad de
Arroyito arribaron a un consenso —mediante
(26) Por ejemplo, los supermercados locales del área
metropolitana, que involucra a las vecinas ciudades de
un proceso de participación (como una forma
Avellaneda y Reconquista, en los casos “Castets y Tanino de democracia deliberativa) con representación
SRL c. Munic. de Reconquista s/ acc. de amparo”, expte. del centro comercial, el Sindicato de Empleados
389/2015; “Foschiatti, Marcelo R. c. Munic. de Avellane- de Comercio, el agregado parroquial y el Munici-
da s/ amparo”, expte. 418/2015; “SO Reconquista SRL c. pio— que se plasmó en el Acta Acuerdo que con-
Munic. de Reconquista y/o q.r.j.r. s/ amparo, medida cau- sagra el descanso dominical para los comercios
telar”, expte. 406/2015, res. 182/2016, 20/05/2016, t. 18, fs.
494; acumulados en CSJ Santa Fe, 05/12/2017, “Castets
y Tanino SRL; Foschiatti, Marcelo R. y Supermercado (27) Luego del fallo, la Asociación Empleados de Co-
Reconquista SRL c. Municipalidad de Reconquista y Mu- mercio de Rosario (ACR) manifestó que presentaría
nicipalidad de Avellaneda s/ amparo (expte. 174/16) s/ un recurso extraordinario federal para habilitar que la
rec. de inconst. (queja admitida)”, expte. 21-00511164-9. Corte Suprema de Justicia de la Nación se expida sobre
En tanto las otras empresas demandantes fueron COTO la cuestión de fondo, indicando que los supermercados
CICSA [“COTO CICSA c. Prov. de Santa Fe s/ amparo, no habrían demostrado perjuicio desde la aplicación de
CUIJ 21-00809017-0) s/ r. de inconst. (quejas admitidas)”] esta ley, como así también consideró que la Corte habría
e INC SA [“INC SA c. Munic. de Rosario s/ amparo (expte. efectuado una interpretación errónea del derecho fed-
21-02860177-5) s/ r. de inconst. (quejas admitidas), CUIJ eral, la autonomía provincial y el poder de policía de las
21-02860177-5”]. provincias.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 123


Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios

a partir del 03 de octubre del 2004. El actor inició mayoría integrada por los jueces Rosatti, Maque-
su actividad comercial en 2013; si bien participó da y Lorenzetti —por su voto—, en tanto los Dres.
de las reuniones, rechazó adherirse a la decisión Rosenkrantz y Highton de Nolasco entendieron
consensuada. Por ello, diez años después se ce- que la norma local invadía facultades exclusivas
lebró una nueva Acta Acuerdo, ratificando la an- delegadas al gobierno federal art. 75, inc. 12), al
terior, el 06 de junio del 2014. En ese contexto, el legislar sobre derecho laboral.
Consejo Deliberante dictó la ord. 1660/2014.
Los argumentos de la mayoría:
Los derechos invocados por las partes y el pro-
ceso: el Sr. Shi adujo que la ordenanza discri- a) El tipo asociativo comunitario o los acuer-
minaba su actividad comercial de artículos de dos sociales horizontales: el eje medular para
consumo masivo, lesionando el derecho a ejer- determinar la autonomía del Municipio de Arro-
cer el libre comercio y la propiedad consagrado yito se sustenta en su reconocimiento, consa-
en los arts. 14 y 17 de la CN, al ejercer el Munici- grado en el art. 180 de la Const. Córdoba: “...la
pio de Arroyito facultades que excedían su com- existencia del municipio como una comunidad
petencia, por ser materia de derecho común. natural fundada en la convivencia y asegura el
régimen municipal basado en su autonomía po-
La Municipalidad de Arroyito relató la im- lítica, administrativa, económica, financiera e ins-
posibilidad de consensuar posiciones entre el titucional. Los municipios son independientes de
actor —y otra comerciante— y los restantes re- todo otro poder en el ejercicio de sus atribucio-
presentantes sociales, que ejercen potestades nes, conforme a esta Constitución y las leyes que
normativas de rango constitucional en ejercicio en su consecuencia se dicten” (consid. 9º). Las re-
de la autonomía y que dirimen un conflicto social laciones de vecindad en los municipios de menor
entre empleados y propietarios de supermerca- población son estrechas, “... constituyendo ejem-
dos locales que solo pueden conocer las autori- plos de una convivencia social en la que prevale-
dades municipales, pues lo que está en juego “es ce el tipo asociativo ‘comunitario’ (...) basado en
el derecho de la comunicad local a preservar su el amplio consenso democrático expresado en los
modo de vida, su idiosincrasia, una modalidad procedimientos representativos típicamente po-
social articular y local” (consid. 4º). líticos (Consejo Deliberante) cuanto sectoriales y
sociales (asambleas) con inclusión de los manda-
El Superior Tribunal de Justicia hizo lugar a la tarios electos por el pueblo” (consid. 10). Por ello,
demanda, declarando la inconstitucionalidad de se resalta el ejercicio de la deliberación pública,
la ord. 1660 con fundamento en los arts. 14 bis y que consolida la participación y decisión demo-
75, inc. 12, de la CN; el art. 7º, inc. d), del Pacto In- crática en sendas actas con diez años de diferen-
ternacional de Derechos Económicos, Sociales y cia pero idénticos resultados, “... afianzándose de
Culturales; el art. 1º de la ley 18.204; el art. 204 de este modo el valor epistemológico de la democra-
la Ley de Contrato de Trabajo; la ley 25.212 (régi- cia deliberativa” (consid. 11).
men general de sanciones a las infracciones labo-
rables aplicables a todas las jurisdicciones); la ley b) ¿Tenía competencia el Municipio de Arroyi-
25.877 (Sistema Integral de Inspección del Traba- to para dictar la ord. 1660? En prieta síntesis, el
jo y de la Seguridad Social); los arts. 54 y 144, inc. voto mayoritario analiza la red competencial en
17, de la Constitución de la provincia, y la ley pro- el Estado federal y sus miembros a través de los
vincial 8350. arts. 5º y 123 de la CN y el art. 186 de la Const.
Córdoba, para concluir que la norma cuestiona-
Contra dicha resolución, el Municipio interpu- da es el reflejo de una decisión consensuada de
so un recurso extraordinario, que, al ser denega- la comunidad —la que además reviste el carác-
do, habilitó la queja motivo de análisis. La Corte ter de consumidor— que no implica afectar el co-
convocó a una audiencia pública —consagrada mercio y, por ende, no resulta irrazonable.
en la Ac. 30/2007, otra modalidad de participa-
ción ciudadana en la toma de decisiones—, en Para ello hace un análisis de la legislación labo-
la que informaron diversos amigos del tribunal y ral dictada al amparo del art. 75, inc. 12 (consid.
las partes, dictando sentencia el 20/05/2021 a fa- 14), desde la ley 4661 de 1905; la ley 11.640 de
vor de la constitucionalidad de la ordenanza, por 1932; la ley 18.204 de 1969; la ley 20.774 de 1974

124 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Mariela Uberti

y sus modificatorias; el dec. nacional 2284/1991; espacio de diálogo. Finalmente, se hace alusión a
como también las disposiciones provincia- una interpretación armónica de la norma cues-
les —ley 8350/1993—, y establece que la regla ge- tionada en el contexto de todo el plexo jurídico
neral de prohibición de la prestación de servicios sobre la misma materia: “... debe indagarse el ver-
los días domingo “... también puede provenir de dadero alcance de la norma mediante un examen
las disposiciones locales dictadas en ejercicio del de sus términos que consulte su racionalidad, no
poder de policía que regulan los días y horarios de una manera aislada y literal, sino computan-
de apertura y cierre de los comercios” (consid. do la totalidad de sus preceptos de manera que
15). Se advierte una coincidencia entre el dere- guarden debida coherencia y atendiendo a la fi-
cho de fondo y la norma local de protección del nalidad que se tuvo en miras para su sanción”
bien jurídico contemplado en el art. 14 bis; ergo, (consid. 17).
no hay agravio al art. 75, inc. 12.
e) El voto del juez Lorenzetti: la tarea judicial es
c) Razonabilidad vs. discriminación: la argu- establecer un diálogo constructivo como pivote
mentación de la irrazonabilidad de la medida del federalismo concertado y cooperativo; con-
restrictiva ha sido rebatida considerando que es sidera que la multiplicidad de normas jurídicas
menester que los “... supuestos de hecho iguales emanadas de los diferentes actores del Estado
sean tratados idénticamente en sus consecuen- federal “... obliga a la reconstrucción de la cohe-
cias jurídicas, de modo que para introducir di- rencia del sistema jurídico (...) lo que confiere a
ferencias entre ellos debe existir una suficiente la sentencia el carácter de una norma jurídica de
justificación que aparezca objetiva, fundada y ra- concretización de una argumentación razonable
zonable...”, que no se excluya a quien deba reci- (art. 3º del Cód. Civ. y Com.) (...) de modo que
bir igual tratamiento jurídico y que no configure la interpretación sea coherente y armónica...”
una desproporción con la finalidad perseguida, (consid. 7º).
para evitar “... resultados excesivamente gravo-
sos” (consid. 15). Hace un repaso de la jurisprudencia en la que
esta Corte ha plasmado el criterio de la descen-
Se analizan medulosamente los supuestos tralización institucional, más próxima a la vida
contemplados en la ord. 1660, las tres categorías cotidiana de las personas humanas, “... inspirado
de establecimientos comerciales y la distinción en el objetivo de lograr una sociedad más abierta
de aquellos que son atendidos por sus propieta- y participativa...” (consids. 8º y 9º), con particular
rios, “... fundado en los principios de protección énfasis en las competencias concurrentes entre
de la vida familiar, tradición cultural y consen- Nación, provincias y municipios, y estos en uso
so comunitario...”, con particular énfasis en el del poder de policía. En suma, con reglas claras
siguiente fundamento: “... la protección de pe- para fortalecer al federalismo (arts. 5º, 121, 123 y
queños y medianos comerciantes sin afectar ne- 126, CN) como un sistema cultural de conviven-
gativamente los márgenes de ganancias de los cia en interacción articulada entre sus partes. “La
supermercados (...), la tutela y fomento de los descentralización institucional es un poderoso
establecimientos de menor porte...” (consid. 16). instrumento para el desarrollo de las regiones,
Así, también se descarta que hubiera existido dis- ciudades y diferentes tipos de actividades (...); no
criminación respecto del actor por revestir la ca- puede perderse de vista que la autonomía mu-
lidad de extranjero. nicipal debe ser interpretada como parte de un
sistema institucional orientado hacia la descen-
d) ¿Se ha producido una afectación al libre co- tralización y fundado en un federalismo coope-
mercio (art. 14, CN)? La decisión en estudio fi- rativo” (consid. 11).
naliza su exordio descartando esta posibilidad y
ratificando que, en el marco de la competencia Holding: la ord. 1660 resulta una reglamenta-
material del Municipio, las motivaciones del le- ción razonable, orientada a la consecución de
gislador local están sustentadas en el fortaleci- fines constitucionalmente válidos para el gobier-
miento del vínculo familiar —art. 34 de su Carta no local, “... sujetos necesarios del federalismo ar-
Orgánica y art. 14 bis, CN—, la protección de pe- gentino (...) con el status de derecho público de la
queños y medianos comerciantes, los intereses ‘autonomía’...”. Es una muestra del ejercicio del po-
de los consumidores y la decisión tomada en un der de policía ejercido por el Municipio de Arro-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 125


Un horizonte de futuro en la autonomía de los municipios

yito en el uso de sus competencias materiales, “... Es en estos contextos donde cobra especial
en tanto orden de gobierno de mayor proximidad relevancia releer los conceptos sobre el sistema
con la ciudadanía...”, cuyos alcances y contenidos competencial argentino y hacer ciertas las pala-
deben ser los necesarios para el cumplimiento bras del maestro Pedro J. Frías: “el federalismo
de sus funciones, reflejando la heterogeneidad es un sistema (...); es una técnica de vida social”;
ínsita en todo régimen federal y considerando los “el modo federal es una esfera de reserva en fa-
modos de vida y sus particularidades en el vasto vor del Estado particular: una división territorial
territorio nacional (consid. 7º). del poder, que nace de la Constitución, que es va-
liosa por el efecto multiplicador de sus faculta-
Se sustenta en los arts. 5º, 14, 19, 28, 75, inc.
des (...) o por la identificación de la colectividad
30, 121 y 123, CN; y en los arts. 185 (competen-
local en ellas y que mantiene al gobierno federal
cia territorial del municipio), 186 (sistema mixto
de determinación de competencias materiales) y en un rol subsidiario (...); es esencial al sistema
187 (poder de policía sancionador) de la Consti- tanto la asignación de competencias como la in-
tución de Córdoba. terrelación de ellas (...); se expresa mejor por la
convergencia de todos al bien común de la Cons-
Obiter dictum: la libertad decisoria de la Corte titución que por la subordinación de la provincia
puede advertirse en al menos dos de los conside- a la Nación (...); hay una relación isomórfica (...),
randos del fallo; al comenzar el voto mayoritario, fuerzas igualmente poderosas generan una situa-
recuerda que “... a los fines de resolver la contro- ción de equilibrio que mantiene a cada una en su
versia esta Corte no se encuentra limitada por lugar” (28).
los argumentos de las partes o del a quo, sino
que le incumbe realizar una declaración sobre A pesar de admirar la belleza descriptiva de
el punto disputado” (consid. 6º). Por otra parte, ciudades imposibles en un mundo que marcha
se sostiene que el conflicto se planteó como una hacia la ruina que Marco Polo relató al empera-
contradicción de normas emanadas de diferen- dor mongol Kublai Kan como crónica de sus via-
tes sujetos del Estado federal, para ambas par- jes (Calvino) (29), las modernas ciudades en las
tes con sólidas bases en la violación de derechos que vivimos forman parte de un entramado cos-
constitucionales. Sin embargo, la Corte hace uso mopolita plural y diverso, en constante transfor-
de las diferentes reglas de interpretación para mación, que requiere de los operadores jurídicos
sostener que “... no se trata de una antinomia de un permanente compromiso de adecuación del
reglas, sino de una colisión de principios. La di- marco legal para promover la seguridad jurídi-
ferencia es relevante a la hora de argumentar y ca necesaria para los ciudadanos. La gobernabi-
resolver un conflicto, porque el primer supuesto lidad de estos territorios exige una capacidad de
conduce a aplicar una de ellas y excluir a la otra innovación política que el marco institucional no
ya que sus efectos son incompatibles, mientras puede obstaculizar. Todo ello sin dejar de lado el
que la aplicación de un principio no desplaza a
complejo bagaje histórico, cultural y social que
otro, sino que lo precede conforme al juicio de
las viera nacer, con la necesaria convicción de
ponderación en el caso concreto encontrando un
que es allí donde se gestan los cambios, por la
punto de equilibrio” (consid. 7º del voto del juez
Lorenzetti). proximidad con la persona humana, que hace de
las ciudades un insumo necesario para la convi-
VI. La ciudad por venir vencia urbana y social.

Intentando dar un paso hacia el futuro, es ne- “Para elegir el camino primero hay que saber a
cesario incursionar en otras aristas que —sin dónde se quiere ir, le dijo el Gato a Alicia”.
desconocer los principios del federalismo— ana-
lizan el rol de los gobiernos locales en un mundo Lewis CARROL.
globalizado. El avance dependerá del marco jurí-
dico que rija al municipio, pero sobre todo de la (28) FRÍAS, Pedro José, “Derecho Público Provincial”,
mirada puesta hacia adelante, en la planificación Ed. Depalma, 1985, p. 385 y ss.
estratégica de los gobiernos de la vida deparada a (29) CALVINO, Ítalo, “Las Ciudades invisibles”, Ed. Si-
las generaciones futuras. ruela, Madrid, 36ª ed., 2022.

126 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


El federalismo ambiental:
asignaturas pendientes y desafíos
Marcelo A. López Alfonsín (*)
Sumario: I. Introducción.— II. La reforma constitucional y la crea-
ción de normas de presupuestos mínimos de protección ambiental.—
III. Una observación sobre el nuevo Código Civil y Comercial de la Na-
ción.— IV. El federalismo ambiental y los conflictos de competencia.—
V. La protección ambiental en la jurisprudencia argentina.— VI. Sobre
la gestión ambiental de los espacios naturales protegidos en la Argen-
tina.— VII. Aportes de la jurisprudencia argentina sobre el reparto de
competencias en la gestión ambiental de los espacios naturales pro-
tegidos.— VIII. A modo de colofón: asignaturas pendientes y desafíos.

I. Introducción sobre una porción delimitada del territorio y de


la población. En síntesis, el federalismo no es
El federalismo es una forma de organización otra cosa que un deslinde de competencias, una
territorial del Estado que se presenta como una distribución de poderes sobre el supuesto de
técnica del poder que responde a los objetivos la existencia de un poder soberano total, como
políticos del liberalismo, en la que la división es el pueblo de la Nación, que mediante actos
del poder permite garantizar las libertades indi- constituyentes consiguió fijar la mencionada
viduales, constituyendo la denominada división atribución de facultades.
vertical o territorial del poder. De conformidad
con la regla de oro en derecho público, ya invo- Kelsen, con excelente criterio, puntualizaba
cada por Montesquieu —“solo el poder detie- que el ordenamiento jurídico en estos modelos
ne al poder”—, el régimen federal cobra vital está compuesto por normas centrales válidas en
importancia en el proceso de distribución del todo el territorio y por la legislación local, cu-
poder en órganos que suponen el control recí- yos efectos se proyectan respecto de las partes
proco, lo que se manifiesta con la doble exis- de ese territorio. La normativa central general,
tencia de una esfera de poder central, ejercido también denominada leyes federales, es dicta-
en todo el territorio y sobre todos sus habitan- da por un órgano legislativo —el Congreso de la
tes, junto con varios poderes locales, subordi- Nación, en nuestro caso—, mientras que la re-
nados a aquel, que ejercen sus competencias glamentación local será sancionada por los or-
ganismos legislativos locales —Legislaturas—.
(*) Abogado. Doctor en Derecho con orientación en Entonces, en el Estado federal la competencia
Derecho Constitucional. Juez de la Cámara de Apelacio- para legislar está dividida entre una autoridad
nes en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Re- central y varias locales.
laciones de Consumo de la Ciudad. Profesor adjunto re-
gular de las asignaturas Régimen Jurídico de los Recursos
Naturales y Derechos Humanos y Garantías en la UBA. Es
En el sistema argentino, el deslinde de com-
docente de Posgrado de las carreras de Especialización petencias entre la Nación y las provincias surge
en Derecho Constitucional, en Derecho de los Recursos de la Constitución Nacional. El art. 1º declara:
Naturales y del Ambiente y en Derecho Ambiental en la “La Nación Argentina adopta para su gobierno
UBA. Es docente del Doctorado de la Facultad de De- la forma representativa republicana federal...”,
recho de la UBA y de la Facultad de Derecho y Ciencias y el art. 121: “Las provincias conservan todo el
Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Es profesor titular del claustro docente de la Escuela del poder no delegado por esta Constitución al go-
Cuerpo de Abogados del Estado de la Procuración del Te- bierno federal, y el que expresamente se hayan
soro de la Nación. reservado por pactos especiales al tiempo de su

Suplemento Constitucional N.° 1 • 127


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

incorporación”. Este mecanismo constituye un cionado la crisis en la que se encuentra nues-


límite concreto, en virtud del cual no se admiten tro régimen federal desde larga data. Ya Linares
interpretaciones extensivas de las potestades Quintana advertía: “En todo Estado federal ac-
delegadas al Estado Nacional, puesto que al le- túan constantemente dos fuerzas opuestas que
gitimar tal extremo se desvirtuaría la autonomía procuran superarse y vencerse recíprocamente
provincial en materia no delegada, y con esta, el al menor desfallecimiento de la contraria y so-
sistema federal (1). bre cuyo equilibrio se fundamenta el esquema
ideal del federalismo: una fuerza centrípeta y
Resulta interesante recordar que nuestro pro- concentradora, que atrae, dirige o impele ha-
ceso de formación del Estado federal tiene la cia el centro, procurando la centralización de
particularidad de haberse iniciado con la exis- la mayor suma posible de poder en el gobierno
tencia de una entidad nacional única, heredera general y por ende el robustecimiento de este; y
del Virreinato del Río de la Plata, que posterior- una fuerza centrífuga o desconcentradora, que
mente devino en la forma confederal de 1853, atrae, dirige e impele lejos del centro, tendiendo
es decir que su eslabón de consentimiento ge- a la descentralización y a la fragmentación del
neral fue la descentralización o la misma dis- poder entre los gobiernos locales, cuyo fortale-
gregación. No obstante ello, la redacción de la cimiento busca. La dinámica federal se mani-
Constitución histórica concedía un margen me- fiesta en la práctica de las instituciones políticas
nor de autonomía a las provincias y un mayor por la contante lucha entre ambas fuerzas” (3).
ámbito de discrecionalidad a la autoridad cen-
tral, a pesar de que esta era el fruto del acuerdo En este marco, el proceso de constitucionali-
político de los caudillos “federales” de las pro- zación del derecho ambiental se inició en nues-
vincias históricas. Paradójicamente, por obra de tro país a partir de la preocupación colectiva por
los porteños “unitarios” que impulsaron la Con- el ambiente como rasgo definitorio de nuestra
vención Constituyente de 1860, se incorpora a la época. A grandes rasgos, basta mencionar los
Ley Fundamental con la reforma de ese año un informes elaborados bajo los auspicios del de-
alto nivel de descentralización política, a partir nominado “Club de Roma”, la Conferencia In-
del cual los Estados locales deben ser conside- ternacional sobre Ambiente Humano de 1972,
rados como poderes constituidos, sin que ten- la creación del Programa de las Naciones Uni-
gan más atribuciones que las que surgen de la das para el Medio Ambiente (PNUMA), la Carta
interpretación constitucional (2). de la Tierra de 1982, la creación de la Comisión
Mundial del Medio Ambiente, el documento ti-
Por otra parte, es necesario considerar que la tulado “Nuestro futuro común”, realizado por
reforma constitucional de 1994 trajo consigo un la llamada Comisión Bruntland, de 1987, entre
cambio radical en el federalismo argentino, toda otros; pero no puede soslayarse otro anteceden-
vez que a partir de la incorporación del tercer te de vital importancia en la historia del debate
párrafo del nuevo art. 41 se produjo una modi- internacional sobre el ambiente y el desarrollo,
ficación trascendental en el esquema de repar- que es, sin duda, la Conferencia de las Naciones
to de competencias en materia ambiental entre Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, Río de Ja-
la Nación y las provincias, lo que comprende la neiro —1992—, en donde se consolida un nuevo
distribución de roles y de responsabilidades en- concepto para armonizar esta relación: el desa-
tre las autoridades de un régimen federal con rrollo sustentable.
distintos órdenes gubernamentales. Sin em-
bargo, la convivencia entre normas de fondo y El juego de estos dos elementos —el federalis-
procesales y leyes especiales de presupuestos mo y el ambiente— será el eje temático del pre-
mínimos de protección ambiental, conforme sente trabajo, adelantando que de su armonía
al mandato constituyente de 1994, no ha solu- dependerán las conclusiones a las que arribe-
mos en esta cuestión que hemos denominado el
(1) EGEA, F., “Alcances del concepto de dominio ori- “federalismo ambiental”.
ginario de las provincias en el sistema federal argentino”,
LA LEY 2009-A, 1170.
(3) LINARES QUINTANA, S., “Tratado de la ciencia
(2) SÁNCHEZ VIAMONTE, C., “Derecho político”, Ed. del derecho constitucional”, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica, México, p. 258. 1978, t. VI, p. 229.

128 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

II. La reforma constitucional y la creación constituyen la pléyade de derechos humanos de


de normas de presupuestos mínimos de pro- tercera generación, que atraviesa y afecta todo
tección ambiental el espectro jurídico, llegando a crear una nueva
concepción político-filosófica: el Estado social,
El derecho tiende a representar las inquie- económico y ambiental de derecho.
tudes de la comunidad; por ello, gracias al
movimiento a nivel internacional, en materia Entonces, se observa que en la Constitución
ambiental se ha alcanzado un acelerado gra- reformada la concepción del derecho a un am-
do de avance. De este modo, la constituciona- biente sano como un derecho-deber fue recep-
lización del ambiente es, sin duda, producto de tada en la primera parte del art. 41, a partir de
un proceso de culturización, es decir, la consa- los calificativos “sano y equilibrado”, como tam-
gración de valores relevantes de la sociedad de bién en el compromiso intergeneracional de su
forma tal que puedan ser proyectados por los preservación (7).
órganos del Estado como políticas y planes de
la Administración, además de garantizar su re- En este sentido, hay que recordar que el de-
conocimiento como derecho y, como corolario, recho al ambiente sano es un derecho humano
su protección. Se trató de un nuevo paso, la con- fundamental. Destaca Ferrajoli (8) que, des-
quista de los denominados “derechos de terce- de una definición formal o estructural, los de-
ra generación”, en una operación que no difiere rechos fundamentales son aquellos derechos
sustancialmente de la que acaeció tiempo atrás subjetivos que corresponden universalmente a
con la recepción de los derechos sociales (4). “todos” los seres humanos en cuanto dotados
del status de personas, de ciudadanos o indivi-
En esta línea, la reforma constitucional de duos con capacidad de obrar; entendiendo por
1994 ha introducido en el derecho argentino, “derecho subjetivo” cualquier expectativa po-
con la mayor jerarquía legislativa, esto es, a tra- sitiva —de prestaciones— o negativa —de no
vés de su consagración expresa en la Ley Su- sufrir lesiones— adscrita a un sujeto por una
prema, los llamados “derechos de incidencia norma jurídica, y por status, la condición de su-
colectiva”, dentro del Capítulo Segundo de su jeto, prevista asimismo por una norma jurídi-
parte dogmática, denominado “Nuevos dere- ca positiva, como presupuesto de su idoneidad
chos y garantías”. para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor
de los actos que son ejercicio de estas.
El derecho a gozar de un ambiente (5) sano,
juntamente con el derecho al desarrollo, a la En este orden de ideas, otra novedad im-
paz, a la libre determinación de los pueblos, al portante de la cláusula constitucional es la ex-
patrimonio común de la humanidad y, final- presión “apto para el desarrollo humano”. La
mente, el considerado por algún autor “mega- Constitución argentina es la primera en el mun-
derecho humano al desarrollo sustentable” (6), do que recoge este novísimo concepto, en con-
sonancia con la moderna y progresista visión
(4) GUEVARA PALACIOS, A., “Algunos aspectos del de los informes del Programa de las Naciones
medio ambiente en el derecho constitucional compara- Unidas para el Desarrollo (PNUD) elaborados
do”, LA LEY, Supl. Actualidad, agosto de 2004. a partir de 1990. Así, el desarrollo humano es el
(5) El ambiente puede ser definido como “aquel siste-
ma global constituido por elementos naturales, artificia- sión y Análisis, Nº 96, vol. VII, México, junio de 2003, edi-
les de naturaleza física, química o biológica, sociocultu- ción especial de octavo aniversario; y en Revista Digital
rales y sus interacciones, en permanente modificación de Derecho Ambiental, 2ª ed., Ed. Instituto de Derecho y
por la acción humana o natural, que rige y condiciona la Economía Ambiental, Paraguay, abril de 2004.
existencia y el desarrollo de la vida en sus múltiples ma-
nifestaciones” (LORENZETTI, R., “La protección jurídica (7) Recuérdese que el tema habilitado por el art. 3º,
del ambiente”, Ed. La Ley, Buenos Aires, 1997, p. 1463). inc. k), de la ley 24.309 era la “preservación del medio
ambiente”; de ahí la utilización de este vocablo.
(6) PEÑA CHACÓN, M., “La transversalidad del dere-
cho ambiental y su influencia en el instituto de la propie- (8) FERRAJOLI, L., “Derechos y garantías. La ley del
dad y otros derechos reales”, Revista Jurídica Lex. Difu- más débil”, Ed. Trotta, Madrid, 2004, ps. 37-38.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 129


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

verdadero paradigma constitucional ambien- Con anterioridad a la reforma constitucio-


tal (9). nal, las normas dictadas por la Nación en ma-
teria ambiental, en principio, no resultaban
Además, otra particularidad relevante es la aplicables en las jurisdicciones provinciales,
inclusión del daño ambiental dentro del texto salvo que estas adhirieran en forma expresa a
constitucional. Expresamente, la última parte dicha reglamentación nacional a través de las
del primer párrafo establece que el daño am- denominadas “leyes-convenio”. Este sistema fue
biental (10) conllevará prioritariamente la obli- severamente criticado, en atención a las limita-
gación de “recomponer”, adoptando, así, una ciones que presentaba con relación a las situa-
nueva concepción del daño, por lo que la nor- ciones particulares de las distintas regiones del
mativa aplicable a la reparación de los perjui- país, como también por no ser considerado un
cios ocasionados sobre los derechos subjetivos mecanismo coherente de coordinación entre las
no resulta eficaz. jurisdicciones nacional y provinciales (12).

Por otro lado, el punto neurálgico de la cues- En cambio, a partir de 1994, el Congreso de
tión que nos ocupa en esta oportunidad se en- la Nación está facultado (13) para sancionar le-
cuentra en el tercer párrafo del artículo citado, yes de “presupuestos mínimos” de aplicación
que expresa: “Corresponde a la Nación dictar en todo el territorio del país, sin necesidad de
normas que contengan los presupuestos míni- adhesión alguna por parte de las provincias. Se
mos de protección, y a las provincias, las nece- trata de una categoría especial de competencias
sarias para complementarlas, sin que aquellas concurrentes entre la Nación y las provincias.
alteren las jurisdicciones locales”. Esta nor- Dicha distribución está encaminada a incluir
ma deberá ser interpretada de acuerdo con los en una legislación común los principios jurídi-
principios generales aplicables a la división de cos de la materia ambiental, de manera unifor-
competencias entre la Nación y las provincias, me en los denominados presupuestos mínimos
que surgen de los citados arts. 1º y 121 del texto de protección. Sin embargo, la mencionada
constitucional. distribución legislativa no conlleva potestades
jurisdiccionales, dado que las disposiciones se-
En este contexto, el marco competencial que rán aplicadas por los jueces locales (14), con la
se establece en nuestro sistema federal se trata competencia federal como excepción.
de un sistema peculiar que engendra una nueva
forma de distribución de las facultades legisla- GENTILE, J. (comp.), El Poder Legislativo. Aportes para
tivas, permitiendo la incorporación de normas el conocimiento del Congreso de la Nación Argentina, Ed.
provinciales “complementarias” a los están- Asociación Argentina de Derecho Constitucional — Kon-
dares mínimos que el Congreso de la Nación rad Adenauer Stiftung, Montevideo, 2008, ps. 937-944.
establece para todo el territorio nacional, in- (12) DI PAOLA, M. E. — SABSAY, D., “Coordinación y
troduciendo una nueva categoría legislativa: las armonización de las normas ambientales en la Repúbli-
llamadas “normas de presupuestos mínimos de ca Argentina”, Revista de Derecho de Daños, 2008-3, Ed.
protección ambiental” (11). Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, ps. 137-162.
(13) Se entiende que esta facultad es propia del Poder
(9) Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M., “El desarrollo Legislativo, por considerarse esta reglamentación nor-
humano como mandato constitucional”, Revista RAP, Nº mativa exclusiva de dicho poder, al tratarse el derecho
432, año XXXVI. al ambiente sano de un derecho fundamental, como se
explicó previamente. La necesidad de una ley en sentido
(10) En forma genérica, daño al ambiente es toda dis- formal surge del estándar impuesto por la Opinión Con-
función ambiental que se traduce en una lesión o menos- sultiva Nº 6 de la Corte Interamericana de Derechos Hu-
cabo al derecho de incidencia colectiva a que no se altere manos (Corte IDH, “La expresión ‘leyes’ en el artículo 30
en modo perjudicial la calidad de vida o el equilibrio am- de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”,
biental. Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M. — MARTÍ- Opinión Consultiva OC-6/86, del 09/05/1986, Serie A, Nº
NEZ, A., “Una mirada constitucional a la responsabilidad 6). Una opinión en sentido más amplio de “normas” a ser
por daño ambiental en el nuevo Código Civil argentino”, dictadas también por el Poder Ejecutivo es sostenida por
Lex, Nº 16, año XIII, 2015-II, ps. 55-89. Daniel Sabsay.
(11) Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M., “Los presu- (14) MIDÓN, M., “Manual de derecho constitucional
puestos mínimos de protección son leyes especiales”, en argentino”, 2ª ed. aumentada y actualizada, Ed. La Ley,

130 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

Así, la Ley Fundamental adhiere a un “fede- biente (19) —COFEMA—, integrado por las
ralismo de concertación” (15) entre la Nación y autoridades ambientales provinciales y la auto-
las provincias, el cual implica no un pacto fede- ridad nacional en la materia, se pronunció so-
ral ambiental, sino una coadyuvancia legislati- bre el alcance y el contenido que deben tener
va entre la Nación y las jurisdicciones locales. La las normas de presupuestos mínimos de pro-
Nación fija las bases —contenidos mínimos— y tección ambiental. Estos deben ser entendidos
luego las provincias las complementan con le- como: “... el umbral básico de protección am-
yes locales reglamentarias, que atienden las biental que corresponde dictar a la Nación y
peculiaridades provinciales de la protección que rige en forma uniforme en todo el territo-
rio nacional como piso inderogable que garan-
ambiental (16).
tiza a todo habitante una protección ambiental
Resulta, entonces, de vital importancia la de- mínima más allá del sitio en que se encuentre.
limitación precisa del contenido del concep- Incluye aquellos conceptos y principios rectores
de protección ambiental y las normas técnicas
to de “presupuestos mínimos”, toda vez que
que fijen valores que aseguren niveles mínimos
constituye la llave que habilitará —o no— la
de calidad. La regulación del aprovechamiento
competencia normativa federal, y esta deter- y uso de los recursos naturales, constituyen po-
minación deberá responder necesariamente a testades reservadas por las provincias y por ello
una interpretación sistemática de nuestro orde- no delegadas a la Nación. En consecuencia, el
namiento jurídico desde la perspectiva consti- objeto de las leyes de presupuestos mínimos
tucional (17). debe ser el de protección mínima ambiental del
recurso y no el de su gestión, potestad privativa
La definición ha sido proporcionada por el le- de las provincias” (20).
gislador ordinario, al señalar: “Se entiende por
presupuesto mínimo, establecido en el art. 41 María Angélica Gelli ha entendido, en sentido
de la Constitución Nacional, a toda norma que similar, que “el deslinde de competencias clá-
concede una tutela ambiental uniforme o co- sico del sistema federal que establece una deli-
mún para todo el territorio nacional, y tiene por mitación de atribuciones otorgadas al gobierno
objeto imponer condiciones necesarias para central —a partir del principio de que lo no de-
asegurar la protección ambiental. En su con- legado queda reservado a las provincias— se
tenido, debe prever las condiciones necesarias ha modificado a favor del principio de comple-
para garantizar la dinámica de los sistemas eco- mentación, de armonización de políticas con-
lógicos, mantener su capacidad de carga y, en servacionistas entre las autoridades federales y
las locales, pero atribuyendo la legislación de
general, asegurar la preservación ambiental y el
base a la autoridad federal” (21).
desarrollo sustentable” (18).
III. Una observación sobre el nuevo Código
A mayor abundamiento, es relevante se- Civil y Comercial de la Nación
ñalar que el Consejo Federal del Medio Am-
Cabe señalar en este estadio del desarrollo
Buenos Aires, 2004, p. 323. del trabajo una observación que, aunque pue-
(15) Este concepto fue introducido por primera vez da aparecer elemental, ha dado lugar a mucha
por el juez Pedro J. Frías en su recordada disidencia en el confusión en la doctrina del derecho ambiental.
caso CS, 03/05/1979, “Yacimientos Petrolíferos Fiscales c. La entrada en vigencia del nuevo Código Civil y
Mendoza, Provincia de y otros s/ nulidad de concesión
minera”, Fallos 301:341.
(19) Su acta constitutiva fue incorporada como anexo
(16) QUIROGA LAVIÉ, H., “El Estado ecológico de de- a la ley 25.675.
recho en la Constitución Nacional”, LA LEY 1996-B, 950.
(20) Art. 1º, res. 92/2004 COFEMA —Consejo Federal
(17) VERA, R., “Ley de Bosques Nativos: ¿supera el test del Medio Ambiente—.
de constitucionalidad que le presenta el federalismo ar-
gentino?”, LA LEY 2008, p. 2. (21) GELLI, M. A., “La competencia de las provincias
en materia ambiental”, nota a fallo “Schroeder c. Estado
(18) Art. 6º, ley 25.675. Nacional”, LA LEY 1997-E, 808.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 131


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

Comercial de la Nación el 01 de agosto de 2015 miento de nuestro modelo federal, y con esa
no supone la alteración de la cláusula ambien- consigna, además de la institución de las nor-
tal que venimos analizando. El fundamento de mas de presupuestos mínimos, reconoció a las
esta legislación estructural del derecho privado provincias el dominio originario de los recur-
argentino no tiene su fundamento constitucio- sos naturales de sus respectivos territorios —art.
nal en el art. 41, sino en el art. 75, inc. 12, CN, 124 último párrafo, CN—. En efecto, con ante-
esto es, la norma referida a la legislación de fon- rioridad a la reforma, nuestra Carta Magna no
do. Con esa aclaración preliminar, es importan- contenía norma expresa alguna que indicara si
te señalar que el texto del art. 240 dispone que el los recursos naturales —renovables y no renova-
ejercicio de los derechos individuales sobre los bles— eran de propiedad del gobierno nacional
bienes disponibles “debe ser compatible con los o de los Estados locales (23).
derechos de incidencia colectiva” y “... no debe
afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad Al respecto, Antonio M. Hernández ha sos-
de los ecosistemas, de la flora, la fauna, la biodi- tenido que “esta asignación a las provincias
versidad, el agua, los valores culturales, el paisa- del dominio originario de los recursos natura-
je, entre otros, según los criterios previstos en la les, efectuada por la Convención de Santa Fe
ley especial”. Así, la norma dispone que el ejerci- y Paraná de 1994, debe observarse como una
cio de los derechos individuales sobre los bienes contundente expresión de fortalecimiento del
propios debe ser armónico con los derechos de federalismo argentino, que fue una de las gran-
incidencia colectiva. des ideas fuerza de la reforma” (24).

De esta forma, la cláusula ambiental cons- Partiendo de estas premisas, es clave, enton-
titucional y el nuevo Código Civil y Comercial ces, adentrarse en la problemática ambiental y
suponen un idéntico planteamiento positivo la relación Nación-provincias, tomando espe-
al establecer directrices básicas de acción ten- cialmente en cuenta los asuntos de dominio y
dientes no solo a proteger y defender, sino tam- jurisdicción federal y local, siendo necesario de-
bién a mejorar y, cuando corresponda, restaurar terminar el límite concreto entre las facultades
el ambiente. Constituye una concepción con- nacionales y las provinciales.
creta de la interacción del hombre y la natura-
En este aspecto, en la temática ambiental,
leza, a través de la cual se consideran los sujetos
para determinar el alcance y contenido del cita-
históricos que operan en un determinado me-
do reparto de competencias, deberán analizar-
dio en el que estos desarrollan su personali-
se los principios que gobiernan la relación entre
dad (22). Este es el marco constitucional en el
ambos órdenes llamados a concurrir de mane-
que deben encuadrarse las normas de desarro-
ra complementaria (25). Siguiendo a José Esain,
llo infraconstitucional, sean estas las de pre-
pueden ser sintetizados de la siguiente manera:
supuestos mínimos de protección ambiental
o la legislación de forma o de fondo, siempre
en concordancia con el paradigma ambien- (23) En este sentido, se diferenciaba rotundamente
de lo establecido en esta materia por la Constitución de
tal constitucional como mandato a los poderes 1949, texto cuyo art. 40 explícitamente mencionaba la
constituidos. propiedad nacional de las caídas de agua, hidrocarburos
y otros recursos naturales.
IV. El federalismo ambiental y los conflictos
(24) HERNÁNDEZ, A. M., “La descentralización del
de competencia poder en el Estado argentino”, en SERNA DE LA GARZA,
J. M. (coord.), Federalismo y regionalismo. Memoria del
Como fuera desarrollado previamente, el VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional,
constituyente de 1994 trabajó en el fortaleci- Ed. Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2002,
p. 241.
(22) PÉREZ LUÑO, A., “Art. 45. Medio ambiente”, en (25) ESAIN, J., “El federalismo ambiental. Reparto
AA.VV., Comentarios a la Constitución Española de 1978, de competencia legislativa en materia ambiental en la
Ed. Cortes Generales, Madrid, 1996, t. IV. En esta perspec- Constitución Nacional y en la Ley General del Ambien-
tiva de los derechos fundamentales es donde abordamos te 25.675”, JA, Supl. del 07/01/2004; JA del 04/08/2004; JA
la cuestión ambiental. 2004-I, 779-788.

132 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

a. Principio de exclusividad funcional parcial: c. Principio de competencia: se encuentra ín-


la metodología de la concurrencia complemen- timamente relacionado con el anterior, toda vez
taria importa exclusividad solo respecto a la que presupone el acotamiento y la consiguiente
función parcial con la que cada orden concu- separación de ámbitos competenciales disími-
rre con la función total de legislar sobre protec- les, cuyo ejercicio se encomienda a determina-
ción ambiental. De conformidad con esta regla, dos órganos con carácter exclusivo.
la normativa provincial no se encuentra estric-
tamente subordinada a la reglamentación fede- La competencia en materia ambiental está
ral, dado que no se aplica solamente el principio regida por los principios de concurrencia y de
de supremacía —art. 31 (26)—, sino que se adi- complementariedad. Los órdenes convocados
ciona el de competencia. Por ende, las normas a concurrir de esa manera particular tienen un
provinciales excluyen a las nacionales y a las de margen de funcionalidad concurrente y otro ex-
cualquier otro ordenamiento del determinado clusivo. Sobre este último cada orden tendrá fa-
ámbito de actuación que fue otorgado por el cultades para desplazar al otro, es decir que en
constituyente con carácter exclusivo. caso de superposición la resolución de la con-
tienda no se da por la regla de jerarquía federal,
No obstante, la conflictividad aparece cuando sino por la de competencia. Por el contrario, en
dos competencias exclusivas recaen sobre una el ámbito de la concurrencia, el conflicto se di-
misma materia: en este supuesto se torna apli- rimirá siempre a través del principio de supre-
cable el principio de complementariedad, que macía.
es utilizado justamente en aquellos casos en
que las esferas a concurrir lo hacen desde com- Ello por cuanto el estándar de la supremacía
petencias exclusivas. es de utilidad para los supuestos de superposi-
ción en el sector de intersección. Básicamente,
El calificativo “parcial” obedece a que se trata cuando la norma provincial menoscabe los pre-
de una competencia desdoblada en dos funcio- supuestos mínimos federales será tachada de
nes, caracterizadas por el elemento normativo inconstitucional, por ser inferior —conforme a
con el que son convocadas a concurrir: la Na- lo dispuesto en el art. 31 constitucional— y no
ción con normas de presupuestos mínimos, y respetar el piso mínimo de protección ambien-
las provincias con normas complementarias.
tal.
Por ende, la exclusividad solo se extiende sobre
esa porción funcional con la que cada uno con- d. Principio de supremacía federal: esta regla
curre y a través de la cual se alcanza la totalidad es aplicable de manera indubitable a la temáti-
de la protección ambiental. ca ambiental, que no podría sustraerse de este
estándar esencial de la teoría constitucional, y
b. Principio de distribución: implica que, si la
se refleja a través de tres elementos: 1) la regla-
Constitución encomienda una atribución a un
mentación que contiene los presupuestos míni-
órgano del Estado, es este quien debe desem-
mos de protección ambiental federal obliga a las
peñarla. Esto aplicado al tercer párrafo del art.
41 significa ni más ni menos que el régimen de provincias, por ser el “piso” dictado por el Con-
competencias estipulado por el constituyente greso de la Nación, que invalida la legislación
no podrá ser alterado por la normativa infra- provincial que lo contraríe; 2) la supremacía
constitucional. de los presupuestos mínimos federales alcan-
za para dejar sin efecto la normativa local que
contenga una protección menor que aquellos;
(26) Art. 31, CN: “Esta Constitución, las leyes de la Na-
ción que en su consecuencia se dicten por el Congreso y y 3) el Congreso de la Nación solo puede dictar
los tratados con las potencias extranjeras son la ley su- normas de presupuestos mínimos y no leyes or-
prema de la Nación; y las autoridades de cada provincia dinarias que regulen la totalidad de la materia.
están obligadas a conformarse a ella, no obstante cual- Se trata de un límite que el constituyente impu-
quiera disposición en contrario que contengan las leyes
o Constituciones provinciales, salvo para la provincia de
so al legislador federal, reconociendo que existe
Buenos Aires, los tratados ratificados después del pacto un ámbito indisponible y exclusivo que perte-
del 11 de noviembre de 1859”. nece a las provincias.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 133


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

e. Principio de complementariedad: este es- La aplicación de este genera consecuencias


tándar deriva de lo que se denominó “federa- de suma relevancia, a saber: 1) las provincias no
lismo cooperativo” (27), por contraposición al deben aguardar que el Estado sancione la nor-
esquema clásico, que propugnaba la separación mativa de mínima para poder complementarla;
de dos esferas políticas absolutamente insepa- 2) la competencia complementaria es autóno-
rables. En efecto, el derecho ambiental dejó de ma y no supletoria o excepcional; y 3) la legisla-
lado la antigua competencia legislativa concu- ción federal de presupuestos mínimos no puede
rrente en la que el Estado federal y las jurisdic- supeditar el complemento provincial a una re-
ciones locales confluían en una misma materia, visión posterior por el Congreso de la Nación,
solucionando los evidentes conflictos a través ello porque ambas esferas son independientes
del principio de supremacía del ordenamien- entre sí.
to federal. Este esquema fue integrado con el
g. Principio de congruencia: está contemplado
principio de complementariedad. Aquí nace la
explícitamente por la Ley General del Ambien-
particularidad del tercer párrafo del art. 41, CN,
te, teniendo en cuenta el juego de los principios
ya que no hay concurrencia en el sentido tradi-
de complementariedad, competencia y supre-
cional, sino una nueva concurrencia entre fun-
macía federal. Esta regla implica que el com-
ciones competenciales legislativas asignadas
plemento legislativo provincial debe adecuarse
diferencialmente de manera exclusiva a uno u
a los principios y normas que establece dicha
otro órgano de producción normativa, por el su- ley en su articulado. En otros términos, la legis-
premo repartidor de facultades —la Constitu- lación provincial y municipal debe ser acorde a
ción Nacional—, con carácter de orden público los presupuestos mínimos nacionales, pero de-
y solo alterable por el ejercicio del poder consti- sarrollándolos o maximizándolos en la protec-
tuyente reformador. ción ambiental.
El esquema funcional de esta tipología de re- h. Principio de optimización de la protección
lación competencial es el siguiente: 1) la com- ambiental: es un principio jurídico específico
petencia de dictar las normas que contienen los del derecho ambiental, en virtud del cual cada
presupuestos mínimos de protección ambiental nivel administrativo inferior está simultánea-
es asignada en forma exclusiva y excluyente a mente obligado a cumplir con el piso dispuesto
la autoridad federal, y 2) como con el ejercicio por el superior y facultado para establecer nor-
de esta no se regula la totalidad de la materia, mas tuitivas de mayor nivel, lo que se desprende
se le otorga a la autoridad provincial la función con claridad meridiana del precepto constitu-
competencial legislativa para complementarla, cional.
también de manera exclusiva y excluyente. En
suma, lo que las hace complementarias es que i. Principio de proporcionalidad —el “techo”
ambos órdenes deben concurrir a la formación de las normas de complemento—: la finalidad
de un sistema unificado que implique la regla- es determinar el límite superior de la reglamen-
mentación global del derecho ambiental. tación de complemento local, dado que las ex-
cesivas restricciones ambientales en ocasiones
f. Principio de autonomía funcional competen- pueden esconder intenciones proteccionistas
cial: surge de la exclusividad que ostenta cada de las industrias locales en detrimento del libre
uno de los sectores competenciales llamados a mercado.
concurrir en forma complementaria a fin de ela-
borar el sistema normativo ambiental. Efectivamente, la Constitución Nacional no
establece derechos absolutos; muy por el con-
(27) DALLA VIA, A., “Manual de derecho constitucio- trario, todas las prerrogativas son susceptibles
nal”, Ed. LexisNexis, Buenos Aires, 2004, ps. 671-707. de reglamentación legal, conforme surge de los

134 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

arts. 14 (28) y 28 (29) de la Ley Suprema. Es de- la diversidad local y se unifica el sistema nacio-
cir, el pleno ejercicio de los derechos encuentra nal global.
su límite en la reglamentación, siempre —claro
está— que sea razonable o responda al criterio Del análisis de estas premisas surge con total
de proporcionalidad. claridad que la interpretación del alcance de las
competencias nacionales derivadas del equívo-
La regla de la razonabilidad se articula en tres co concepto de “presupuestos mínimos” debe
subprincipios: 1) idoneidad: implica que toda efectuarse con carácter restrictivo; solo así se
reglamentación deberá ser adecuada para con- resguardarán adecuadamente las jurisdiccio-
tribuir a la consecución de un fin constitucio- nes locales, que por expreso mandato consti-
nalmente legítimo; 2) necesidad: significa que tucional no podrán alterarse. Así, las provincias
entre todas las medidas que ofrecen la misma continúan manteniendo el dominio sobre los
aptitud para alcanzar el objetivo propuesto se recursos naturales y ejercen sobre ellos el poder
optará por la más benigna; y 3) proporcionali- de policía, pero existe un capital mínimo am-
dad en sentido estricto: que exige una adecuada biental que deberá regularse a través de una ley
relación entre la finalidad perseguida y el signi- nacional que establezca los estándares básicos
ficado del derecho intervenido. En caso de no de protección (31).
cumplirse estos principios básicos, se vulnera el
derecho fundamental involucrado (30). Siguiendo esta línea de pensamiento, la Na-
ción posee una competencia de excepción, ya
j. Principio “pensar global y actuar local”: la que resulta de una delegación expresa, hecha a
atribución de competencias legislativas sobre su favor por parte de las provincias. Los Estados
protección ambiental está estrechamente rela- locales tienen una competencia general, con-
cionada con la idea de que el bloque de lega- formada por todas las atribuciones remanentes,
lidad debe basarse en un criterio único, lo que o sea, todas aquellas que no le han sido expresa-
constituye la más recta aplicación de la primera mente reconocidas a la Nación. A mayor abun-
parte del adagio “pensar global”. Ese criterio se damiento, la Ley Suprema también prescribe
da, en mi opinión, en el nuevo paradigma cons- que la competencia nacional tiene jerarquía su-
titucional del desarrollo humano, ya analizado. perior a la provincial, por lo que se considera su-
Esto se complementa con la segunda parte, el prema (32).
“actuar local”. En lo atinente al ambiente, se ne-
cesita legislación sustantiva que no se agote con De este modo, sin apartarse del principio ge-
la uniformidad. Por el contrario, se requiere que neral de los arts. 1º y 121, CN, entiendo que el
en ella se vean reflejadas las características par- reconocimiento del dominio provincial con-
ticulares locales. De esta manera, se reasegura sagrado en el art. 124, in fine, cumple con el
propósito de fortalecer el federalismo. Por apli-
cación de un principio jurídico elemental, esta
(28) Art. 14, CN: “Todos los habitantes de la Nación go-
titularidad del dominio implica prima facie la
zan de los siguientes derechos conforme a las leyes que
reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer gestión, lo cual se subraya por aplicación de
toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticio- los principios jurídicos en materia ambiental.
nar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y En igual sentido, la facultad del Congreso de la
salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la Nación de dictar los “presupuestos mínimos de
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su pro- protección ambiental” y las correspondientes a
piedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libre-
mente su culto; de enseñar y aprender”.
las provincias de sancionar las normas “nece-
sarias para complementarlas” no implican, en
(29) Art. 28, CN: “Los principios, garantías y derechos modo alguno, una contradicción con la decla-
reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser al- ración del “dominio originario” por parte de es-
terados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.
(30) Ver ALEXY, R., “Epílogo a la teoría de los derechos (31) DALLA VIA, A., “Manual de derecho constitucio-
fundamentales”, Ed. Centros de Estudios Fundación Be- nal”, ob. cit., p. 690.
neficencia et Peritia Iuris, Madrid, 2004, ps. 36-48. Tam-
bién BERNAL PULIDO, C., “El principio de proporciona- (32) DI PAOLA, M. E. — SABSAY, D., “El federalismo
lidad y los derechos fundamentales”, Ed. Centro de Estu- y la nueva Ley General del Ambiente”, LA LEY 2003-A,
dios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2003, ps. 35-36. 1385.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 135


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

tas últimas en relación con sus propios recursos vincia de Buenos Aires, y fue el reflejo de la inca-
naturales. pacidad de los distintos gobiernos de turno para
dar respuesta a uno de los más importantes con-
En suma, queda claro que el ambiente es in- flictos ambientales de nuestro país.
fragmentable desde el punto de vista geográfico;
por lo tanto, es necesaria una reglamentación En aquella oportunidad, la Corte se instituyó
que establezca una protección indivisible que como intérprete final y definitivo de la Consti-
se plantee a nivel nacional y provincial conjun- tución Nacional y declaró su competencia origi-
tamente, reconociendo el ámbito de aplicación naria respecto de la prevención, recomposición
municipal. Así deben entenderse los conceptos y resarcimiento del daño colectivo individuali-
de “normas de presupuestos mínimos de pro- zado (34), legitimando el paradigma constitu-
tección ambiental” y de la legislación comple- cional ambiental que toma especialmente en
mentaria introducidos en el tercer párrafo del cuenta el interés colectivo, para garantizar el in-
art. 41 de la CN en la reforma de 1994, en un dividual. Así, en aras de salvaguardar relevantes
juego armónico con el reconocimiento del “do- valores comunitarios —entendiendo como bien
minio originario de los recursos naturales” en tuitivo la propia naturaleza—, habilitó la limita-
cabeza de las provincias, conforme lo establece ción de derechos individuales.
el último párrafo del art. 124, CN, también intro-
ducido por el constituyente del 94. El Máximo Tribunal sostuvo: “El reconoci-
miento de status constitucional del derecho al
V. La protección ambiental en la jurispru- goce de un ambiente sano, así como la expresa
dencia argentina y típica previsión atinente a la obligación de re-
componer el daño ambiental no configuran una
La protección eficaz del ambiente no depen- mera expresión de buenos y deseables propósi-
de exclusivamente de los aspectos normativos, tos para las generaciones del porvenir, supedi-
ni de la actuación de los poderes públicos; por el tados en su eficacia a una potestad discrecional
contrario, es indispensable que esta tutela legal de los poderes públicos, federales o provincia-
se complemente con el activismo judicial ejerci- les, sino la precisa y positiva decisión del cons-
do en pos de la salvaguarda de ese derecho, por tituyente de 1994 de enumerar y jerarquizar con
el diseño de las políticas públicas y, finalmente, rango supremo a un derecho preexistente, que
por el accionar de cada habitante en su carácter frente a la supremacía establecida en el art. 31
de parte integrante del ambiente. Por ello, breve- de la Constitución Nacional y las competencias
mente, haré referencia a algunas sentencias de la regladas en el art. 116 de esta Ley Fundamental
Corte Suprema de Justicia de la Nación que ilus- para la jurisdicción federal, sostienen la inter-
tran su línea jurisprudencial. vención de este fuero de naturaleza excepcional
para los asuntos en que la afectación se extien-
V.1. La Corte Suprema como garante del interés da más allá de uno de los Estados federados y se
colectivo persiga la tutela que prevé la Carta Magna” (35).

En el leading case “Mendoza, Beatriz S. y otros En la misma línea, la Corte Suprema apeló al
c. Estado Nacional y otros”, la Corte Suprema se mecanismo de las audiencias públicas —refor-
erigió como un verdadero tribunal de garantías zando la participación ciudadana y el acceso a
del derecho de todos los habitantes a gozar de la información— y solicitó a las empresas que
un ambiente sano (33). Dicho caso versaba res- produzcan la información necesaria y la ela-
pecto al serio problema de degradación ambien- boración a los poderes públicos involucrados y
tal en la zona del área metropolitana de Buenos al COFEMA de un plan integral para sanear la
Aires, en jurisdicción de la Ciudad Autónoma de cuenca.
Buenos Aires y de catorce municipios de la pro-
(34) Por el contrario, se declaró incompetente para co-
nocer acerca del resarcimiento de los daños y perjuicios
(33) Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M., “La Corte individuales.
marca la política ambiental nacional: los peligros de la
bala de oro”, LA LEY, cit. en “Derecho ambiental”, Ed. As- (35) CS, 20/06/2006, “Mendoza, Beatriz S. y otros c. Es-
trea, Buenos Aires, 2012. tado Nacional y otros”, Fallos 329:2316, consid. 7º.

136 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

Igual tesitura sostuvo el Tribunal respecto a los ria en casos referidos al deber de preservar la in-
presupuestos mínimos para la preservación de tegridad de los humedales del Delta del Paraná
los glaciares y el ambiente periglacial y el acce- a raíz de la quema indiscriminada de pastizales
so al agua potable, al considerar que el paradig- e incendios irregulares que afectan la salud pú-
ma jurídico que ordena la regulación del agua es blica y resultan una grave amenaza al ambien-
eco-céntrico, o sistémico, y no tiene en cuenta te (39).
solamente los intereses privados o estaduales,
sino los del mismo sistema, como bien lo esta- Otro caso trascendente fue el de la “Minera
blece la Ley General del Ambiente (36). San Jorge”, en el cual la empresa titular de dere-
chos mineros promovió una acción impugnando
V.2. La competencia para legislar en materia la ley 7722 de la provincia de Mendoza, en cuan-
ambiental to dispone prohibir el uso de cianuro, mercurio,
ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas simila-
En la causa “Villivar, Silvana N. v. Provincia del res en los procesos mineros metalíferos. Ante el
Chubut y otros” (37) —conocida como el con- rechazo por parte del Superior Tribunal provin-
flicto del llamado “Oro Esquel”—, la Corte deci- cial, la empresa interpuso un recurso extraordi-
dió adoptar una posición respecto a la cuestión nario fundado en que esta prohibición implicaba
de las competencias legislativas tanto horizon- lisa y llanamente la restricción absoluta de sus
tales (en el caso, entre el Código de Minería y derechos de propiedad y a ejercer una indus-
Ley General del Ambiente) como verticales (en- tria lícita, violando el principio de igualdad ante
tre leyes nacionales y provinciales). En este en- la ley y de igualdad de trato. La Corte, en primer
tendimiento, concluyó que las reglas de la Ley lugar, señaló que la provincia, mediante la ley
General de Ambiente se deben integrar con las cuestionada, había ejercido sus competencias
normas sectoriales, y siempre el piso serán las constitucionales sin avanzar sobre las facultades
normas de dicha ley, otorgando obligatoriedad exclusivas del Congreso de la Nación para dic-
a la audiencia pública en los procedimientos de tar el Código de Minería, sino complementando
estudio de impacto ambiental. Además, estable- y estableciendo mayores exigencias o requisitos
ció que las reglas provinciales no pueden des- en materia ambiental y, por otro lado, que de la
conocer los mínimos nacionales, en el caso la confrontación de la ley provincial atacada con
audiencia pública, definiendo lo que se entiende las finalidades perseguidas por el ordenamien-
por “complementar”. Por último, dispuso que las to jurídico no surgía que hubiera sancionado, en
normas de protección del ambiente incluidas en términos generales, una ley irrazonable. Afirmó
el Código de Minería son normas ambientales y, que la actora no se había hecho cargo de rebatir
por lo tanto, se les aplica el sistema de compe- los sólidos fundamentos de la sentencia plena-
tencias del tercer párrafo del art. 41, CN (38). ria, que daban cuenta de la peligrosidad de las
sustancias prohibidas por la ley, y consideró im-
Desde esta perspectiva, la jurisprudencia de la procedente también el agravio referido a haber-
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sido se omitido evaluar prueba esencial y relevante
muy prolifera en los últimos años. A modo de para resolver la causa. El Tribunal descartó que
ejemplo, vale mencionar que recientemente el resultara violatoria del principio de igualdad la
Tribunal ha declarado su competencia origina- prohibición de emplear el uso de tales sustan-
cias para la actividad minera metalífera y no
(36) CS, 04/06/2019, “Barrick Exploraciones Argenti- para el resto de las actividades mineras e indus-
nas SA y otro c. Estado Nacional s/ acción declarativa de triales, en la medida en que aquella actividad no
inconstitucionalidad”, Fallos 342:917.
es equiparable, en su desarrollo y consecuencias
(37) CS, 17/04/2007, “Villivar, Silvana N. c. Provincia ambientales, a cualquier otra. Por otro lado, en
del Chubut y otros s/ amparo”, Fallos 330:1791.
(38) Para ampliar: ESAIN, J., “Las sentencias más im- (39) CS, 28/12/2021, “Asociación Civil por la Justicia
portantes en materia ambiental en doscientos años de Ambiental y otros c. Entre Ríos, Provincia de y otros s/
Argentina”, disponible en https://www.jose-esain.com. amparo ambiental”, Fallos 344:3725; y CS, 11/08/2020,
ar/sitio-esain/wp-content/uploads/2021/04/FARN-SEN- “Equística Defensa del Medio Ambiente Asoc. Civ. c. San-
TENCIAS-MAS-IMPORTANTES-EN-MATERIA-AMBIEN- ta Fe, Provincia de y otros s/ amparo ambiental”, Fallos
TAL.pdf. 343:726.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 137


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

sentido contrario, el Tribunal advirtió que la ley oportuna, regular, accesible y comprensible; así
cuestionada, al prohibir en los procesos mineros como tampoco habría justificado la omisión en
metalíferos el empleo de “otras sustancias tóxi- la realización de una Evaluación Ambiental Es-
cas similares”, se apartaba del principio de legali- tratégica (40). Sin embargo, ante la apelación
dad y adolecía de una gran indeterminación. Por planteada por el gobierno nacional y las petro-
ello, la Corte, por unanimidad, declaró admisi- leras, el Juzgado Federal Nº 4 de Mar del Plata,
ble el recurso extraordinario y confirmó parcial- el 18 de febrero, concedió el recurso con efecto
mente la sentencia apelada. suspensivo, por lo cual la medida cautelar decre-
tada ha quedado sin efecto hasta tanto se expida
V.3. La participación ciudadana como elemen- sobre el fondo del asunto la Cámara de Apelacio-
to esencial nes de Mar del Plata (41).
Para finalizar, merece una mención especial el Sin perjuicio de ello, el caso conlleva gran va-
lugar que ha ocupado la participación ciudada- lor, toda vez que es la primera vez que la justicia
na en los últimos años en relación con los pro- argentina aplica el Acuerdo de Escazú —apro-
yectos industriales que pueden atentar contra el bado por ley 27.566— para determinar si un
medio ambiente. proyecto ha satisfecho los estándares sobre in-
formación y participación ciudadana, conside-
Tiempo atrás, los vecinos de Entre Ríos se ma- rados ambos como elementos esenciales en la
nifestaron durante años en contra de la instala- materia.
ción de las pasteras frente al río Uruguay, con
la consigna “No a las papeleras”. De igual modo, VI. Sobre la gestión ambiental de los espa-
en 2019 y 2021, las manifestaciones bajo el lema cios naturales protegidos en la Argentina (42)
“No a la minería” obligaron a los gobiernos pro-
vinciales a dar marcha atrás con los permisos en Para que el desarrollo del tema del presen-
Mendoza y Chubut. te trabajo no resulte incompleto, corresponde
abordar sucintamente esta cuestión, que ameri-
De la misma manera, cuando el 30 de diciem- ta un encuadre constitucional específico. El régi-
bre de 2021 el gobierno nacional firmó la res. men competencial que rige la gestión ambiental
436, que habilitó la búsqueda de petróleo y gas de los espacios naturales protegidos es comple-
en tres áreas de la Cuenca Argentina Norte —a jo, en tanto deben compatibilizarse el derecho a
300 km de las costas de Mar del Plata—, junto un ambiente sano y el deber de preservarlo, las
con las protestas y manifestaciones en diferentes leyes de presupuestos mínimos de protección
balnearios, diversas organizaciones ambienta- ambiental —consagradas en el art. 41—, la ti-
listas y el propio intendente del partido de Gene- tularidad originaria de los recursos naturales
ral Pueyrredón realizaron una presentación ante existentes en los territorios provinciales —con-
la justicia atento a la alta probabilidad de que sagrada en art. 124, in fine— y la atribución del
ocurran derrames en el agua durante los próxi- Congreso de la Nación de dictar la reglamenta-
mos años. ción necesaria para el cumplimiento de los fines
de los establecimientos de utilidad nacional ubi-
Ante ello, el Juzgado Federal Nº 2 de Mar del cados en todo el territorio de la República —con-
Plata, el 11 de febrero del corriente, dictó una me- sagrada en el art. 75, inc. 30—, teniendo presente
dida cautelar, disponiendo la inmediata suspen-
sión del proyecto hasta que se analice la cuestión (40) JFed. Mar del Plata Nº 2, 11/02/2022, “Godoy,
de fondo sobre el proyecto del gobierno nacional Rubén Oscar c. Estado Nacional s/ amparo ambiental”,
para habilitar la campaña de evaluación sísmi- expte. 58/2022.
ca offshore. Para resolver de esta forma, enten- (41) JFed. Mar del Plata Nº 4, 18/02/2022, “Godoy,
dió que las autoridades competentes no habrían Rubén Oscar c. Estado Nacional - Ministerio de Ambien-
cumplido con el estándar de máxima publicidad te y Desarrollo Sostenible s/ amparo ambiental”, expte.
que las obliga, en la medida de los recursos dis- 58/022.
ponibles, a poner a disposición del público y di- (42) Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M., “El sistema
fundir la información ambiental relevante para nacional de áreas protegidas en Argentina”, Ed. Jusbaires,
sus funciones de manera sistemática, proactiva, Buenos Aires, 2016.

138 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

que los parques nacionales se encuentran com- tivo que permita poner fin al conflicto de com-
prendidos dentro de esta categoría (43). petencias, no obstante que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación a través de sus pronuncia-
El problema, entonces, se manifiesta básica- mientos fue delimitando un camino a seguir,
mente en dos campos claramente diferenciados: que aún se encuentra incompleto, pero que
la atribución para someter un territorio al régi- marca una advertencia a tener en cuenta por los
men de parques nacionales y las facultades de operadores del sistema nacional de áreas prote-
administración sobre él. gidas.
En la Argentina, la ley 22.351 Orgánica de VII.1. El dominio y la jurisdicción sobre los es-
Áreas Protegidas contempla expresamente tres tablecimientos de utilidad nacional
categorías de manejo: 1) parques nacionales,
2) reservas nacionales, y 3) monumentos natu- La Corte Suprema se ha expedido en reitera-
rales. A estas deben adicionarse las creadas por das ocasiones respecto a los parques nacionales
los decs. 2149/1990 y 453/1994, a saber: 4) re- ubicados en Neuquén —Nahuel Huapi, Lanín y
servas naturales estrictas, 5) reservas naturales Laguna Blanca—. A través de una interpretación
silvestres, y 6) reservas naturales educativas. To- amplia del art. 75, inc. 30, de la CN, entendió
das ellas encuadran en la tipología vigente de la que el gobierno federal tiene el dominio y ejerce
Unión Internacional para la Conservación de la la jurisdicción en los establecimientos de utili-
Naturaleza (UICN). dad nacional, de conformidad con lo dispuesto
por la legislación orgánica de parques naciona-
En pocas palabras, aunque excede el objeto les. Además, a partir de la Ley de Creación del
de este artículo, hay que tener presente que el Parque Nacional Islas de Santa Fe, ha enviado
organismo encargado de la gestión de las áreas señales de advertencia, junto con el Congreso
protegidas federales es la Administración de Par- de la Nación, en cuanto a la necesidad de repen-
ques Nacionales, dependiente del Ministerio de sar un sistema nacional de áreas protegidas que
Ambiente y Desarrollo Sostenible. Como puede involucre la gestión compartida entre el Estado
observarse, en el sistema vigente las provincias Nacional y las provincias, en un esquema simi-
no poseen ningún tipo de participación en la di- lar a la Red de Parques Nacionales española, sin
rección del sistema. Esta situación en principio desconocer la naturaleza constitucional de los
obedeció a que originariamente los espacios na- parques nacionales en la Argentina como esta-
turales protegidos eran creados sobre territorios blecimientos públicos de utilidad nacional cuya
de jurisdicción nacional, por lo que no se torna- finalidad es la conservación de la naturaleza y la
ba necesario otorgar intervención en la gestión protección de la diversidad biológica, en el mar-
de estos a los Estados locales. Sin embargo, ac- co del federalismo ambiental establecido por el
tualmente la jurisdicción federal exclusiva en constituyente de 1994.
estas unidades está siendo severamente cuestio-
nada, en el entendimiento de que las provincias VII.2. Las jurisdicciones compartidas entre la
también tienen competencias en la gestión so- Nación y las provincias
bre aquellas.
Más recientemente, la Corte fue llamada a
VII. Aportes de la jurisprudencia argentina resolver en un caso donde el Estado Nacio-
sobre el reparto de competencias en la ges- nal —Estado Mayor General del Ejército— inició
tión ambiental de los espacios naturales pro- una demanda contra la provincia de Mendoza
tegidos solicitando la declaración de inconstitucionali-
dad de las leyes locales que habían establecido
En relación con la jurisprudencia argentina, el carácter de “área natural protegida”, y sujeta a
todavía no existe un criterio uniforme y defini- expropiación, de la Laguna del Diamante, en los
límites fijados en dichas disposiciones legales,
(43) Para ampliar: LÓPEZ ALFONSÍN, M., “Derecho
dentro de los cuales se encontraba un inmueble
ambiental”, 2ª ed. actualizada y ampliada, Ed. Astrea, a nombre del Ejército Argentino para su uso y
Buenos Aires, 2019. administración.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 139


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

El Tribunal, por mayoría, se declaró compe- sas petroleras, a fin de se declare la inconstitu-
tente para proteger el medio ambiente en el área cionalidad y nulidad absoluta de la continuidad
donde se encontraba el inmueble de propiedad de la explotación petrolera en el yacimiento si-
del Ejército Argentino. De ese modo, señaló tuado dentro del Parque Nacional Calilegua y
que, conforme a lo dispuesto por la Constitu- de la omisión en el ejercicio del poder de poli-
ción Nacional, la regla consiste en la existencia cía ambiental en el pozo ubicado en las inme-
de jurisdicciones compartidas entre la Nación diaciones del mencionado Parque Nacional, así
y las provincias, y que el ejercicio de dichas fa- como de los actos administrativos que autoriza-
cultades importa la interrelación, cooperación ron aquella actividad.
y funcionalidad en una materia común de in-
cumbencia compartida, como es el caso de la La justicia federal de primera instancia de la
protección del ambiente en un área en donde provincia de Jujuy se declaró incompetente para
se encuentra un establecimiento de utilidad na- entender en la causa, por considerar que el pro-
cional. ceso debía tramitar ante la instancia originaria
de la Corte, quien, efectivamente, declaró su
En cuanto a las áreas especialmente protegi- competencia e hizo lugar a la medida cautelar
das, expresó que ellas debían conservarse o pre- solicitada. Para así decidir, la Corte Suprema
servarse en estado inalterable para beneficio y entendió, por un lado, que la alegada contami-
goce de las presentes y futuras generaciones, así nación importaba el compromiso de un recur-
como también resultaban ser bienes del patri- so interjurisdiccional y que, por definición, las
monio natural y cultural. Por lo tanto, la preten- cuencas hídricas son indivisibles, configurando
sión de la actora de aplicar en el inmueble de su un supuesto de competencia originaria ratio-
propiedad únicamente la Ley de Presupuestos ne materiae. Por otro lado, resultaba suficiente
Mínimos Ambientales se encontraba en pugna constatar que una repartición autárquica del Es-
con una sólida jurisprudencia de la Corte que tado Nacional —la Administración de Parques
había sostenido que corresponde reconocer a Nacionales— y un Estado provincial —Jujuy—
las autoridades locales la facultad de aplicar los eran partes en el pleito.
criterios de protección ambiental que conside-
ren conducentes para el bienestar de la comuni- Luego, en relación con la medida precauto-
dad para la que gobiernan. En función de ello, y ria solicitada, consideró que se configuraban los
considerando que no existía en las normas pro- presupuestos necesarios para su procedencia,
vinciales impugnadas violación o incompatibi- en tanto la prueba aportada acreditaba en grado
lidad alguna con la Constitución Nacional, así de suficiente verosimilitud que se estaba conta-
como tampoco interferencia en el cumplimien- minando el arroyo Yuto de la provincia de Jujuy,
to de los fines de utilidad pública, resolvió re- por causa del derrame en el pozo petrolero ubi-
chazar la demanda (44). cado en las proximidades del mencionado Par-
que Nacional, y que la actividad, si bien había
VII.3. Los recursos interjurisdiccionales ido disminuyendo, importaría una continua de-
gradación que solo desaparecería con el cierre
Por último, me gustaría mencionar un caso definitivo de la explotación.
reciente de gran trascendencia: el caso cono-
cido como “Caimancito”. En dicha ocasión, los Además, destacó que el caso requería una
actores promovieron una demanda de amparo consideración de intereses que excedían el con-
por daño ambiental colectivo —junto con la so- flicto bilateral para tener una visión policéntrica,
licitud de una medida cautelar— contra la Ad- ya que eran numerosos los derechos afectados,
ministración de Parques Nacionales, el Estado por lo cual debían aplicarse, de manera priori-
Nacional, la provincia de Jujuy y ciertas empre- taria, los principios de prevención y precautorio
y era preciso promover una medida enfocada en
la sustentabilidad futura (45).
(44) CS, 17/12/2019, “Estado Nacional (Estado Mayor
General del Ejército) c. Mendoza, Provincia de s/ acción
declarativa de inconstitucionalidad”, Fallos 342:2256. Los (45) CS, 25/02/2021, “Saavedra, Silvia Graciela y otro c.
jueces Rosenkrantz y Highton de Nolasco votaron en di- Administración Nacional de Parques Nacionales - Estado
sidencia. Nacional y otros s/ amparo ambiental”, Fallos 344:174.

140 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Marcelo A. López Alfonsín

VIII. A modo de colofón: asignaturas pen- desde lo internacional, con posiciones sobera-
dientes y desafíos nistas en todo el abanico del pensamiento polí-
tico, y la existencia aún de territorios nacionales,
A la hora de las conclusiones del presente tra- sin los procesos de provincialización que se van
bajo, cabe recordar que el proceso constituyente a dar en la década del 50. Si vemos las Constitu-
de 1994 tuvo, según sus impulsores, tres grandes ciones de las “nuevas” provincias, todas tienen
objetivos: la atenuación del presidencialismo, la en su articulado una reivindicación del dominio
profundización del garantismo constitucional y de sus recursos naturales.
el fortalecimiento del federalismo (46). A casi 30
años de la reforma, podemos sostener con casi Es llamativo el silencio de la Corte Suprema
la unanimidad de la doctrina que el segundo en relación con este tema, aun con sus distintas
objetivo es el más logrado, y el primero, el que composiciones. El solitario voto del juez Frías ya
más lejos está en sus resultados del ideal plan- mencionado, que dio nacimiento a su tesis so-
teado en el consenso constitucional que facili- bre el federalismo de concertación, es una rara
tó el proceso de reforma desde la sanción de la avis. Ni siquiera en las sucesivas composiciones
ley 24.309. Las opiniones están más divididas en de nuestro Tribunal Cimero encontramos pro-
cuanto al último objetivo. nunciamientos tan contundentes que reafirmen
la elocuencia per se de la norma: esta es, a mi
Sostengo que el federalismo argentino ha sido modo de ver, la principal asignatura pendiente.
empoderado en su diseño de reparto competen-
cial entre la Nación y las provincias, pero resulta Pero esto no es solo un ausente jurispruden-
evidente que esto no se ve reflejado en la prácti- cial. Los gobiernos provinciales de todo sig-
ca institucional. No me refiero con esta afirma- no político han escapado a su responsabilidad
ción al tan analizado federalismo fiscal, sino a competencial. Pareciera que solo queda para el
dos aspectos clave: la autonomía de la Ciudad federalismo el reclamo desde las tribunas, o al-
de Buenos Aires, según el mandato del art. 129, gún posicionamiento político al momento del
CN, y el aquí analizado federalismo ambiental. reparto de regalías hidrocarburíferas, no una
Es más: creo que la autonomía porteña y el re- verdadera defensa de sus autonomías.
conocimiento del derecho fundamental al am-
biente sano, junto al del dominio originario de Y también el tema está poco analizado por la
los recursos de las provincias, hubiesen justifi- doctrina. Recogimos las excepciones en el tra-
cado por sí solos la reforma de 1994. bajo. Hay más añoranza por el modelo unitario
de 1949 que por el compromiso con el manda-
Desde esta defensa del proceso constituyen- to constitucional de 1994, aun cuando no se lo
te, corresponden señalar las asignaturas pen- haga a conciencia plena.
dientes, tanto por parte de las políticas públicas
como desde la jurisprudencia y de la misma Debo reconocer, aun en mi posición defenso-
doctrina constitucional. ra de la tesis de la reforma, que el tercer párrafo
del art. 41 exige una difícil interpretación consti-
En primer lugar, entiendo que la contunden- tucional. Ya hemos señalado que las normas de
cia del último párrafo del art. 124, CN, es más presupuestos mínimos son leyes especiales, y
que elocuente. Son válidos los debates teóricos como nueva categoría exigen un mayor desarro-
en cuanto a la calificación del dominio —si de- llo hermenéutico. Y esto está en el origen mismo
bía ser reconocido como “originario” o “emi- del instituto, muy similar a la legislación de base
nente”, por ejemplo—, pero aquí se ve un giro del constitucionalismo español. Pues he aquí
copernicano en la comparación con el art. 40 de el problema: se “importó” una categoría nor-
la Constitución de 1949 ya señalado. Es bueno mativa propia de un sistema unitario como el
enmarcar esta última norma en su contexto his- que surge de la Constitución de España de 1978
tórico: el período post Segunda Guerra Mundial (más allá de que algunos lo llamen “federalismo
de autonomías”), con el objetivo perseguido de
(46) Para ampliar: ALFONSÍN, R., “Democracia y con- fortalecer el régimen federal. La clave de bóve-
senso. A propósito de la reforma constitucional”, Ed. FUA- da de la diferencia entre el modelo español y el
LI — Tiempo de Ideas — Corregidor, Buenos Aires, 1996. argentino está en el criterio de reparto compe-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 141


El federalismo ambiental: asignaturas pendientes y desafíos

tencial, esto es, quién reparte. Allá es el Estado bles de la contaminación ambiental, como sería
español el que reparte; acá, las provincias con- con la necesaria incorporación de un capítulo
servan todo lo que expresamente no delegan, tal expreso en el Código Penal que tenga como bien
como vimos en la Introducción. ¿Es posible una jurídicamente protegido al ambiente y no solo a
armonización con este “pecado original”? Estoy la salud pública. Y esto se hace con fundamento
seguro de que sí, si hacemos jugar ambas nor- en el art. 75, inc. 12, CN.
mas aquí analizadas —la cláusula ambiental y
el art. 124, CN— con el objetivo declarado de la Y, para terminar, resta mencionar el gran de-
reforma de 1994. De ese juego armónico deberá safío de la reconstrucción de consenso consti-
tucional. Para concluir la obra intelectual de
salir un federalismo ambiental fortalecido, pero
1994 se necesitan actores políticos que estén
esto es sin duda alguna un desafío.
a la altura de las circunstancias. El ámbito del
Por último, es necesario subrayar la responsa- Consejo Federal de Medio Ambiente puede ser
bilidad del Congreso de la Nación al momento el adecuado para ello, nunca para pretender la
reglamentación de normas declamativas san-
de sancionar las normas reglamentarias de es-
cionadas con títulos rimbombantes, pero poco
tas cláusulas, en lo que los españoles suelen lla-
eficaces al momento de la tutela judicial efec-
mar “leyes de desarrollo constitucional”. Estoy
tiva. El COFEMA es un espacio para articular y
persuadido de que hay un mapa, una hoja de diseñar políticas públicas, no para la reglamen-
ruta, que el constituyente marcó, pero la protec- tación de normas: de esta confusión surge que
ción del ambiente no se agota con normas que casi la totalidad de las leyes de presupuestos mí-
el legislador ordinario decida titular como “de nimos de protección ambiental estén con su re-
presupuestos mínimos”, pero que no guardan en glamentación aún pendiente.
nada los límites que señalamos para este institu-
to. Ya vimos que la legislación de fondo también Son asignaturas pendientes y desafíos que no
puede hacer efectiva la tutela ambiental, como nos permiten renunciar al objetivo de la profun-
el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, dización del federalismo ambiental, y que nos
o incluso perseguir penalmente a los responsa- hacen signatarios de un balance optimista.

142 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Pueblos indígenas, facultades
concurrentes y autodeterminación:
un desafío del federalismo
Paula A. Bravo (*)
Sumario: I. La necesidad de la prórroga de la ley 26.160 y el dictado
del decreto 805/2021.— II. El caso “Provincia del Neuquén c. Estado
Nacional”: la inscripción de las comunidades indígenas y las compe-
tencias concurrentes.— III. El reconocimiento y la registración de las
comunidades indígenas: criterios normativos y concurrencia de facul-
tades.— IV. Últimos criterios de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos: el caso “Lhaka Honhat”.— V. El derecho a la autodetermina-
ción: ¿es un principio del derecho internacional público que se puede
aplicar a las comunidades indígenas?— VI. Conclusión.

I. La necesidad de la prórroga de la ley indígenas originarias del país, por el término de


26.160 y el dictado del decreto 805/2021 cuatro años, suspende por ese plazo la ejecución
de sentencias, actos procesales o administrati-
El dictado del decreto de necesidad y urgencia vos cuyo objeto sea el desalojo o desocupación
(DNU) 805/2021 por el Poder Ejecutivo Nacio- de las referidas tierras, y ordena la elaboración
nal sobre comunidades indígenas nos conduce de un catastro, con la consiguiente mensura de
a analizar y reflexionar sobre el tema de los pue- la tierra que ocupan las comunidades indíge-
blos indígenas en su relación con el federalismo nas, dotándolo de un fondo para llevar adelante
y el territorio. estas delimitaciones.
El 17 de noviembre de 2021, el Poder Ejecu- La ley fue sancionada en el marco de los tér-
tivo Nacional emitió el DNU 805/2021 sobre minos del art. 75, inc. 17, de la CN, que reconoce
comunidades indígenas, que fue publicado en
la preexistencia étnica y cultural de los pueblos
el Boletín Oficial el 18 de noviembre de 2021,
indígenas argentinos, la personería jurídica de
mediante el cual se prorrogó el plazo de la ley
las comunidades y la posesión y propiedad co-
26.160, que vencía el 23 de noviembre de ese
munitaria de las tierras que tradicionalmente
año, y se extendió la prohibición de los desalo-
jos de las comunidades indígenas por cuatro ocupan, en cumplimiento de los compromisos
años más: hasta el 23 de noviembre de 2025. asumidos mediante la ratificación del Convenio
169 de la OIT, aprobado por la ley 24.071, cuyo
La ley 26.160 (2006) declara la emergencia en art. 14.2 prevé: “Los gobiernos deberán tomar
materia de posesión y propiedad de las tierras las medidas que sean necesarias para determi-
que tradicionalmente ocupan las comunidades nar las tierras que los pueblos interesados ocu-
pan tradicionalmente...”.
(*) Abogada (UBA). Especialista en Derecho Admi-
nistrativo y Administración Pública del Posgrado de la Fue el dec. 1122/2007 que designó al Instituto
Facultad de Derecho de la UBA. Es docente de Derecho Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) como au-
Constitucional; ha dado clases en la UBA, en grado y pos- toridad de aplicación de la citada ley 26.160 y le
grado, el Ministerio Público Fiscal y la ECAE. Es prose-
cretaria letrada de la Procuración General de la Nación. encomendó la realización del relevamiento téc-
Ha participado en varios congresos y escrito diferentes nico-jurídico-catastral de la situación dominial
artículos sobre la materia. de las tierras ocupadas por las comunidades

Suplemento Constitucional N.° 1 • 143


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

registradas en el Registro Nacional de Comu- cidos en los arts. 1º y 2º y modificatorio del art.
nidades Indígenas (Re.Na.Ci.) y/u organismos 3º de la mencionada Ley de Emergencia Terri-
provinciales competentes. torial, que fue girado a la Cámara de Diputados
de la Nación para su tratamiento; pero mientras
La ley prevé la participación indígena en to- se desarrolle el correspondiente procedimiento
dos los niveles del relevamiento, mediante el parlamentario, el Poder Ejecutivo Nacional con-
Consejo de Participación Indígena (1), confor- sideró imprescindible y urgente dar continui-
mado por representantes de cada pueblo ele- dad a la declaración de emergencia y disponer
gidos por las propias comunidades en cada la vigencia de los plazos establecidos en los arts.
provincia. Este organismo, junto al INAI, diseñó 1º y 2º de la ley 26.160 y modificar su art. 3º, has-
el Programa Nacional de Relevamiento Territo- ta el 23 de noviembre de 2025, de conformidad
rial (2), donde se prevé la conformación de Uni- con las pautas previstas en el Proyecto de Ley
dades Ejecutoras Provinciales integradas por aprobado por el Senado de la Nación.
representantes del Poder Ejecutivo provincial,
los representantes indígenas y un equipo técni- Se advierte que en estos años la ley 26.160 se
co operativo. transformó en una herramienta necesaria para
impedir que se consumaran múltiples intentos
Según surge del Censo Nacional de Población ilegales de desalojar a familias y comunidades
y Vivienda del año 2001 y de los considerandos indígenas, y que el gobierno nacional, a través
del dec. 805/2021, la Encuesta Complementa- del INAI, ha apoyado programas de regulariza-
ria de Pueblos Originarios 2004-2005 arrojó la ción dominial impulsados por distintas provin-
cantidad de 600.329 habitantes que se adscri- cias (4).
ben como descendientes de pueblos indígenas,
mientras que, en el censo de 2010, los descen- Pero desde el dictado de la ley, allá por el
dientes de pueblos indígenas ascendieron a 2006, este trabajo del relevamiento territorial
955.032, registrando una tasa de crecimiento ocurre en un contexto diferente, en donde los
del 37,14%. Ante un universo de 1760 comuni- instrumentos legales existentes no terminan
dades indígenas identificadas a la fecha, el INAI de ser aptos para agotar la tarea de inscripción
ha finalizado el proceso de relevamiento de 746 de las comunidades, pues, si bien hubo políti-
comunidades indígenas y ha iniciado el proceso cas públicas que acompañaron un proceso de
de relevamiento en otras 246, que se encuentra revalorización de la identidad indígena, que se
en distintos grados de avance de ejecución, res- manifiesta en un importante incremento en la
tando relevar 768. cantidad de nuevas comunidades que se au-
toidentifican como descendientes de un pue-
La ley 26.160 ya había sido prorrogada por el blo originario y solicitan la inscripción de su
Congreso Nacional, con anterioridad al DNU, personería jurídica, es necesario que todos los
mediante las leyes 26.554, 26.894 y 27.400, pero, poderes del Estado, tanto nacionales como pro-
ante el vencimiento de esta última, que opera- vinciales, continúen avanzando con este trabajo
ba el 23 de noviembre de 2021, el Senado de la a efectos de reivindicar a la totalidad de las co-
Nación aprobó un nuevo Proyecto de Ley (3) munidades indígenas preexistentes que habitan
disponiendo la prórroga de los plazos estable- el territorio argentino.

No obstante lo expuesto, el dec. 805/2021 ha


(1) El Consejo de Participación Indígena fue creado sido cuestionado en cuanto a su constituciona-
por res. INAI 152/2004; la res. INAI 624/08 determina sus
funciones, y la res. INAI 737/2014 establece el reglamento
lidad. Así lo ha hecho un grupo de diputados en
de su funcionamiento. el marco de una acción de amparo presentada
(2) Por res. INAI 587/2007 se creó el Programa Nacio-
nal de Relevamiento Territorial de Comunidades Indí- (4) “Un paso más en el reconocimiento de los dere-
genas — ejecución ley nacional 26.160—, con el fin de chos de las comunidades originarias”, Télam Digital,
demarcar y relevar el territorio que ocupan las comuni- “Opinión”, 03/09/2021, https://www.telam.com.ar/
dades indígenas en forma tradicional, actual y pública. notas/202109/567372-un-paso-mas-en-el-reconocimien-
to-de-los-derechos-de-las-comunidades-originarias.html;
(3) Proyecto de Ley S-1813/21, que prorroga la ley opinaron la senadora nacional por Salta (FdT) Nora Gi-
26.160 de Emergencia Territorial Indígena. ménez y Magdalena Odarda, presidenta del INAI.

144 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

ante el Juzgado en lo Contencioso Administra- jurídicas, así como también de las facultades
tivo Federal Nº 5, por considerar que el DNU no concurrentes de las provincias en la materia,
fue dictado de acuerdo con los requisitos exigi- previstas en el art. 75, inc. 17, de la CN.
dos por el art. 99, inc. 3º, de la CN, por lo que
solicitaron su inconstitucionalidad, en tanto La provincia del Neuquén expuso los siguien-
entendieron que aquel fue dictado pese a que tes argumentos: a) el art. 75, inc. 17, de la CN
la Cámara de Diputados de la Nación se encon- es una norma programática; b) cuando el INAI
traba tratando en Comisión las modificaciones inscribe comunidades, debe hacerlo con la in-
de la ley. Veremos cuáles son los resultados del tervención previa de los organismos provincia-
control judicial a su respecto. les, promoviendo una actuación coordinada
con ellos; c) la inscripción en el correspondien-
II. El caso “Provincia del Neuquén c. Estado te registro es el acto público constitutivo de la
Nacional” (5): la inscripción de las comunida- personería jurídica; d) la inscripción de las co-
des indígenas y las competencias concurren- munidades debe hacerse una vez que se efectúe
tes un estudio previo, serio y adecuado de antece-
dentes, que acredite su preexistencia, la ocu-
Hemos seleccionado este caso porque lo con- pación tradicional de las tierras donde están
sideramos el leading case en el tema, por su re- asentadas y su identidad étnica, histórica y cul-
levancia, por los importantes estándares que fija tural; e) en razón de las facultades concurren-
y por la claridad de los criterios elaborados por tes que tienen las provincias y la Nación, existen
la Corte para delimitar el ámbito de los pode- dos registraciones, la que puede efectuar el or-
res que les corresponden a la provincia y al Es- ganismo local y la que efectúa el INAI, quien
tado Nacional respecto de la inscripción de las no puede desconocer las facultades locales en
comunidades indígenas, los cuales caen bajo la la materia; f ) son inconstitucionales tanto la
categoría de las denominadas facultades concu- ley 23.302 como su dec. regl. 155/1989, en tanto
rrentes. Pero, además, la relevancia del caso está fueron dictados con anterioridad al art. 75, inc.
dada por las superposiciones y los conflictos de 17, de la CN y desconocen las facultades con-
poder que se producen entre la provincia y el currentes de las provincias en la materia, al no
Estado Nacional en el asunto. contener previsiones expresas sobre el reparto
de competencias y la intervención necesaria de
Hechos: el caso se originó en la demanda que los gobiernos locales, como condición para el
promovió la provincia del Neuquén contra el Es- registro y la “adquisición” de la personería jurí-
tado Nacional (Ministerio de Desarrollo Social dica de cada comunidad indígena.
- INAI), a fin de obtener la impugnación de las
resoluciones por las que el INAI reconoció e ins- El Estado Nacional sostuvo: a) la provincia
cribió la personería jurídica de varias comuni- del Neuquén no tiene legitimación para impug-
dades indígenas, pretendiendo que se ordene el nar los actos administrativos que dispusieron la
cumplimiento de los recaudos formales y mate- inscripción de la personería jurídica de las co-
riales del régimen jurídico provincial, en espe- munidades indígenas en el Re.Na.Ci.; b) el INAI
cial de la ley 1800 y del dec. 1184/2002. Solicitó efectuó las inscripciones de las mencionadas
también el cese del estado de incertidumbre en comunidades de manera válida y legal; c) el art.
relación con el alcance de las atribuciones del 75, inc. 17, de la CN es operativo, puesto que re-
Estado Nacional, respecto del reconocimiento conoce la preexistencia étnica y cultural de los
de la preexistencia étnica y cultural de las co- pueblos indígenas y de manera directa e inme-
munidades indígenas y del reconocimiento, re- diata la personería jurídica de sus comunidades,
glamentación y tramitación de sus personerías con independencia de todo acto de poder públi-
co; d) también califica de operativo al Convenio
(5) CS, 11/09/2018, “Neuquén, Provincia del c. Esta- 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Triba-
do Nacional (Ministerio de Desarrollo Social - Instituto les en Países Independientes (1989); e) cuan-
Nacional de Asuntos Indígenas) s/ impugnación de actos
do el INAI inscribe solo se limita a constatar
administrativos y acción declarativa de certeza”, N.229.
XLII, originario, Fallos 341:1148; ver dictamen de la Pro- los recaudos establecidos en la ley, sin ningún
curación General de la Nación del 02/07/2013 y senten- estudio técnico o trámite administrativo pre-
cia de la Corte Suprema. vios, puesto que tomó en consideración como

Suplemento Constitucional N.° 1 • 145


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

criterio fundamental para la inscripción de di- comunidades indígenas, para determinar cuál
chas comunidades “la conciencia de la iden- es el deslinde del ejercicio de las potestades de
tidad indígena o tribal de sus miembros”, esto legislación nacional y provincial en la materia y
es, el derecho de autoadscripción, que supone cuáles son las incompatibilidades.
el derecho individual y colectivo de reconocer-
se como perteneciente a un pueblo indígena o Principales argumentos de la Corte:
tribal y participar de las características de este;
f ) el INAI no cumple las funciones de las Direc- - Las potestades de las provincias son origi-
ciones de Personería Jurídica o de la Inspección narias e indefinidas, y los actos de las Legislatu-
General de Justicia, por ello no se le pueden ras provinciales no pueden ser invalidados sino
aplicar los principios que rigen el proceso de en los casos en que la Constitución concede al
constitución de cualquier sociedad o asociación Congreso Nacional, en términos expresos, un
ni las normas del Código Civil; g) la inscripción poder exclusivo, o en que el ejercicio de idénti-
que efectúa el INAI solo tiene efectos meramen- cos poderes ha sido expresamente prohibido a
te declarativos, y su finalidad es instrumentar el las provincias, o cuando hay una absoluta y di-
reconocimiento constitucional del art. 75, inc. recta incompatibilidad en el ejercicio de ellos
17, de la CN, facilitando el acceso a los derechos por estas últimas.
allí enunciados.
- El art. 75, inc. 17, de la CN expresamente
La Confederación Indígena Neuquina solicitó confiere a las provincias el poder de ejercer con-
su intervención como tercero voluntario y alegó currentemente con el Congreso diversas atri-
que la provincia no puede limitar las potestades buciones vinculadas con los derechos de los
del Estado Nacional en la materia, puesto que se pueblos indígenas, entre las cuales se encuentra
trata de facultades concurrentes, ejercidas se- la de reconocer personería jurídica a sus comu-
gún lo dispuesto en el derecho nacional vigente, nidades.
y no de facultades reservadas de aquella. Asi- - Corresponde al Congreso, según el texto de
mismo, solicitó que se declare inconstitucional la cláusula referida, reconocer la preexistencia
el decreto provincial 1184/2002. étnica y cultural de los pueblos indígenas argen-
Resolución: la Corte aceptó su competencia tinos, etc., y las provincias pueden ejercer con-
originaria y rechazó la excepción de falta de legi- currentemente estas atribuciones.
timación activa opuesta por el Estado Nacional, - Las “facultades concurrentes” versan sobre
hizo lugar a la demanda y declaró la nulidad de materias que competen tanto al Congreso, en
las resoluciones dictadas por el INAI, en razón virtud de la delegación conferida por las provin-
de que, al inscribir la personería jurídica de las cias a la Nación, como a estas últimas, porque lo
comunidades sin participación ni conocimiento han reservado.
previo de la provincia del Neuquén, actuó sin el
debido respeto a los poderes concurrentes de la - El concepto de facultades o atribuciones
provincia en la materia. Sostuvo que las compe- concurrentes al que apela el art. 75, inc. 17, de la
tencias de las autoridades nacionales para otor- Constitución alude a una regla de distribución
gar personerías jurídicas solo podrán ejercerse que otorga al Congreso competencia para tomar
de manera directa en relación con las comuni- decisiones concernientes a los intereses del país
dades que pidan ser inscriptas si ello sucede con como un todo y a las provincias para dictar leyes
oportuno y pleno conocimiento y conformidad con imperio exclusivamente dentro de su terri-
de la provincia en cuyo territorio se encuentra torio.
asentada la agrupación requirente, lo que, en el
caso, según el criterio de la Corte, no ocurrió. - De esta manera, el ejercicio de las facultades
concurrentes, manteniéndose en sus propias
Nos interesa destacar los principales argu- esferas jurisdiccionales, permite la coexistencia
mentos de la Corte, pues nos ayudarán a cla- legislativa.
rificar los criterios para definir fricciones y
conflictos entre el gobierno provincial y el Es- - El gobierno de la Nación no puede impedir
tado Nacional en materia de registración de las o estorbar a las provincias el ejercicio de aque-

146 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

llos poderes de gobierno que no han delegado o tomada, momento a partir del cual le impuso la
reservado, porque por esa vía podría llegarse a carga de demostrar que las personerías otorga-
anularlos por completo. das causaban un perjuicio concreto a sus inte-
reses y que había motivos para denegarlas, pero
- Las facultades concurrentes son poderes una exigencia semejante es inconducente cuan-
que pueden ser ejercidos en los dos niveles de do se trata de un Estado que se halla investido
gobierno, el local y el nacional, sin que de ello de jurisdicción para dictarlo y que en su condi-
derive violación de principio o precepto jurídi- ción de tal reclama participar en el proceso de-
co alguno. cisorio.
- Debe haber sujeción a dos restricciones es- - El organismo nacional, en el marco del ré-
pecíficas: por un lado, el ejercicio que de estas gimen constitucional vigente, no tiene, por lo
atribuciones haga el Estado Nacional no ha de dicho, el poder de otorgar la personería a las co-
impedir por completo el campo de acción de munidades en tanto subsistan objeciones de la
los gobiernos locales; por otra parte, la activi- provincia del Neuquén.
dad desplegada por estos últimos en uso de ta-
les potestades concurrentes no debe constituir - El caso extremo de oposición arbitraria,
un obstáculo al imperio y propósitos de las leyes contraria a las reglas constitucionales y con-
nacionales; no han de tener con ellos una “re- vencionales que garantizan el derecho de las
pugnancia efectiva”. comunidades, encuentra respuesta en el pro-
ceso judicial y en el correspondiente remedio
- La concurrencia de atribuciones no otorga dispuesto por una sentencia del tribunal com-
poder al gobierno federal para sustituir al pro- petente.
vincial en los actos de legislación y administra-
ción relacionados con las personas y las cosas - El gobierno nacional ha reconocido explí-
que caen bajo su jurisdicción territorial, siem- citamente a las provincias jurisdicción para
pre que este último se mantenga dentro de su entender en la inscripción de la personería jurí-
órbita propia y atento a las prioridades estable- dica de las comunidades indígenas que habitan
cidas en el art. 31 de la Constitución. en sus territorios [art. 6º, inc. c), de la ley 23.302;
art. 16 del dec. regl. 155/1989; dec. 410/2006,
- Por lo que no se ajusta a ello sostener que anexo II: “Acciones”, punto 10).
el INAI operaría como jurisdicción alternativa y
equivalente a la provincial, a elección de los in- - En cuanto a la ley 23.302, si bien prevé el fun-
teresados, como opina el Estado Nacional. cionamiento del Registro de Comunidades en el
ámbito del INAI [art. 6º, inc. c)], lo hace bajo la
- La provincia del Neuquén no fue informa- condición de que el organismo para todo ello
da ni consultada respecto de lo solicitado por coordine su acción con los gobiernos provincia-
las comunidades y, por consiguiente, no parti- les.
cipó en la conformación del conjunto de datos
que resultan relevantes para reconocer a una - De modo concordante, el dec. 155/1989,
comunidad aborigen con personería jurídica, reglamentario de la ley, establece en su art. 16
y debió tener la posibilidad previa de incorpo- que el Re.Na.Ci., si bien formará parte de la es-
rar prueba y monitorear su producción respecto tructura del INAI, coordinará su acción con los
de aquellos elementos exigibles para tener por existentes en las jurisdicciones provinciales y
conformada una comunidad, velar por el cum- municipales y podrá también establecer regis-
plimiento de requerimientos que a su entender tros locales en el interior o convenir con las pro-
habían quedado pendientes ante la Administra- vincias su funcionamiento.
ción local o plantear las observaciones que, en
su consideración, eran procedentes a los estatu- - En cuanto al alcance de este deber de coor-
tos que rigen la vida de la agrupación. dinación y sus modalidades de cumplimiento,
corresponde tomar en consideración el hecho
- El INAI solo otorgó participación a la provin- de que el sistema de la ley 23.302 fue concebido
cia del Neuquén una vez que la decisión estaba cuando aún no se encontraba vigente la dispo-

Suplemento Constitucional N.° 1 • 147


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

sición constitucional que reconoce a las provin- las competencias constitucionalmente asigna-
cias atribuciones propias y concurrentes con las das debe ser ponderado como una interacción
del Congreso. articulada.

- Las atribuciones del INAI en relación con la - Lo anterior no implica subordinación de los
personería jurídica de las comunidades deben Estados particulares al gobierno central, pero sí
ser ejercitadas con la debida consideración del coordinación de esfuerzos y funciones dirigidos
cambio constitucional, es decir, con la precau- al bien común general, tarea en la que ambos
ción de preservar el espacio necesario para el han de colaborar, para la consecución eficaz de
ejercicio de las atribuciones de las provincias en aquel fin.
la órbita de su propia jurisdicción.
- La funcionalidad del sistema se imbrica en
- A tal fin, el mandato legal de coordinación el principio de lealtad federal o buena fe federal,
con los gobiernos provinciales debe actual- conforme al cual en el juego armónico y dual
mente cumplirse bajo la restricción de que las de competencias federales y provinciales debe
competencias que la ley 23.302 confiere a las au- evitarse que tanto el gobierno federal como las
toridades nacionales para otorgar la personería provincias abusen en el ejercicio de esas com-
jurídica solo podrán ejercerse de manera direc- petencias, tanto si son propias como si son com-
ta en relación con las comunidades que pidan partidas o concurrentes.
ser inscriptas, si ello sucede con oportuno y ple-
no conocimiento y conformidad de la provin- - Se deben evitar tanto los enfrentamientos
cia en cuyo territorio se encuentra asentada la como las interferencias o roces susceptibles de
agrupación requirente. acrecentar los poderes del gobierno central en
desmedro de las facultades provinciales y vice-
- Son tanto la autoridad local como la nacional versa, y procurar que actúen para ayudarse y no
quienes cuentan con la jurisdicción concurren- para destruirse.
te para decidir sobre el registro y reconocimien-
to de la personería jurídica de las comunidades - Se debe procurar que la resolución de las
que se encuentran asentadas en el territorio cuestiones conflictivas en materia de compe-
provincial, función esta que debe ser cumplida tencia lo sea desde una percepción conjuntiva
con la debida adecuación a las normas superio- o cooperativa, propia de un federalismo de con-
res del ordenamiento federal. certación, superadora de una visión disyuntiva
o separatista.
Conclusión: al dictar las resoluciones en las
que se admite la inscripción de la personería - Entonces tipifica, según la Constitución Na-
jurídica de las comunidades Lof Gelay Ko, Lof cional, las siguientes modalidades de colabora-
Lonko Purran, Lof Lefiman, Lof Wiñoy Tayin Ra- ción:
quizuam, Lof Maripil y Lof Wiñoy Folil, sin parti-
cipación ni conocimiento previo de la provincia a) la “pluralidad no jerárquica de carácter sus-
del Neuquén, el INAI ha actuado sin el debido tantivo”, conforme a la cual cada escala de deci-
respeto a los poderes concurrentes de la provin- sión (Estado central y Estados miembros) tiene
cia en la materia, por lo que la Corte entiende competencia para regular y controlar el tema o
que corresponde declarar su nulidad, en benefi- actividad concernido en paridad jerárquica, es-
cio de la autonomía provincial. tableciendo mecanismos de homogeneización
y/o compatibilización para evitar duplicaciones
El voto individual del Dr. Rosatti nos recuerda y/o contradicciones. Este tipo de colaboración
lo siguiente: es el previsto en el art. 75, inc. 18, de la CN (lla-
mada “cláusula del progreso”);
- El federalismo argentino es un sistema cul-
tural de convivencia, cuyas partes integrantes b) la “pluralidad jerárquica con complemen-
no actúan aisladamente, sino que interactúan tación sustantivo-adjetiva”, conforme a la cual
en orden a una finalidad que explica su existen- cada escala de decisión (Estado central y Esta-
cia y funcionamiento, por lo que el ejercicio de dos miembros) tiene competencias exclusivas

148 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

para regular y controlar íntegramente un as- CIN planteó, en sustancia, que la sentencia ape-
pecto del tema o actividad concernido, estable- lada (que había declarado solo parcialmente la
ciéndose una complementación forzosa entre inconstitucionalidad del dec. 1184/2002) oca-
ambas. Este tipo de colaboración es el previsto sionaba a las comunidades indígenas mapu-
en el art. 75 inc. 12, de la CN con la previsión del ches de la provincia demandada un gravamen
dictado de Códigos de fondo y procesales, res- concreto y actual, en tanto les imponía, para ob-
pectivamente; tener la inscripción como persona jurídica en el
ámbito provincial, requisitos más gravosos e in-
c) la “pluralidad jerárquica con complemen- compatibles con los previstos por el régimen de
tación sustantiva”, en la que cada escala de deci- la ley nacional 23.302 de Política Indígena y su
sión (Estado central y Estados miembros) tiene dec. regl. 155/1989; omitiendo, además, la “au-
competencia para regular y controlar un sector toidentificación” como criterio fundamental de
o tramo específico del tema o actividad concer- inscripción.
nido, estableciéndose una jerarquía de intensi-
dad entre los sectores o tramos aludidos (“nivel La Corte tuvo que decidir dos cuestiones fun-
básico”, “nivel complementario”). Este tipo de damentales: 1. determinar si el art. 75, inc. 17, de
complementación es el previsto en el art. 41 de la CN habilita a las provincias a ejercer atribu-
la CN para la materia ambiental. ciones concurrentes para regular las cuestiones
vinculadas al reconocimiento de la personería
En el caso “Provincia del Neuquén”, el Tri- jurídica de las comunidades indígenas y su co-
bunal se inclina por defender la autonomía rrespondiente inscripción registral, en virtud
provincial y sostener el respeto de los poderes de lo cual podrían coexistir un registro nacional
concurrentes de la provincia en la materia, pero con los respectivos registros provinciales; 2. si
considero que su análisis debe ser completado ese planteo era resuelto afirmativamente, deter-
con lo resuelto en la causa “Confederación In- minar el alcance y los límites de dicha compe-
dígena del Neuquén” (6), en el que también es- tencia provincial.
taba en juego la aplicación del dec. 1184/2002
pero de una manera diferente. La Corte en esta La Corte revocó la sentencia del Superior Tri-
oportunidad adoptó una postura opuesta, sos- bunal local que se apartó de lo resuelto por el
teniendo la vigencia del ordenamiento normati- Tribunal en su anterior intervención en el caso,
vo nacional. Veamos de manera sintética cuáles cuando dejó sin efecto por arbitraria la senten-
son las particularidades de la causa: cia que rechazó la demanda de inconstitucio-
nalidad del dec. 1184/2002 de la provincia del
El caso se originó en la acción deducida por la Neuquén —reglamentario de la ley nacional
Confederación Indígena (CIN) contra dicho Es- 23.302 de Política Indígena—, pues tal decreto
tado provincial, peticionando la inconstitucio- es inconstitucional:
nalidad del dec. 1184/2002 del Poder Ejecutivo
local —reglamentario, según la actora, de la ley 1. En cuanto no se adecua al “umbral míni-
nacional 23.302 de Política Indígena—, alegan- mo” establecido en el orden normativo federal,
do, para ello, la lesión de diversas normas de la por lo que la provincia debe adaptar su legisla-
Constitución Nacional y de la Constitución neu- ción en materia de derechos y política indígena
quina. En su primera intervención, el Tribunal cuestionada a los estándares mínimos del blo-
Superior de Justicia local desestimó la acción que normativo federal, en particular en cuanto
deducida por la CIN. a la identificación por vía de autoconciencia, en
cuanto al asentamiento mínimo de tres familias
La causa llegó por recurso extraordinario dos y en cuanto a la consulta obligatoria al pueblo
veces a la Corte Suprema de Justicia de la Na- originario.
ción. En el segundo recurso extraordinario, la
2. Asimismo, entendió que no solo no prevé
el concepto de “autoidentificación” estableci-
(6) CS, 10/12/2013, “Confederación Indígena del Neu-
quén c. Provincia del Neuquén s/ acción de inconstitu- do por el art. 20 de la ley nacional 23.302 y por
cionalidad”, C.1324.XLVII, Fallos 336:2271; ver dictamen el art. 1º, inc. 2º, del Convenio 169 de la OIT
de la PGN del 08/08/2012 y sentencia del Tribunal. como un criterio fundamental de inscripción,

Suplemento Constitucional N.° 1 • 149


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

sino que lo sustituye por el principio opuesto Así, surge de los arts. 5º de la ley 23.302 so-
de identificación del Estado, existiendo al efec- bre Asuntos Indígenas y 2º y 16 del dec. regl.
to dos criterios o elementos de identificación de 155/1989 que tanto el INAI como el Re.Na.Ci.
los pueblos originarios: el criterio objetivo, que deben coordinar sus acciones junto con las de
alude a un hecho histórico y a un hecho actual, las provincias en materia de inscripción de per-
y el criterio subjetivo, que contemplan expresa- sonerías jurídicas, y de la res. SDS 4811/1996,
mente la Ley Nacional de Política Indígena y el que dispone en su art. 4º que el INAI deberá ce-
Convenio internacional precitado, que se refiere lebrar “... acuerdos con los gobiernos provincia-
a la autoconciencia que tienen los pueblos de su les en orden a homogeneizar criterios para la
propia identidad indígena. inscripción, el reconocimiento y la adecuación
de las personerías oportunamente otorgadas a
De este modo, concluyó que si bien la Nación las comunidades indígenas en jurisdicción na-
y las provincias tienen la competencia suficien- cional y/o provincial, cuando las formas aso-
te de reglamentación en la materia de derechos ciativas adoptadas por ellas resulten ajenas a su
de los pueblos originarios en sus respectivas ju-
organización y así lo soliciten” (8).
risdicciones, ello no debe implicar por parte de
los Estados provinciales una contradicción o Además, el art. 75, inc. 17, de la CN es una nor-
disminución de los estándares establecidos en ma operativa, en cuanto estaba en la voluntad
el orden normativo federal, pues el adecuado del constituyente de 1994 otorgarle eficacia di-
respeto al régimen federal de gobierno impone recta, al proclamar que la norma tiene efecto
a los Estados locales, a la hora de ejercer su po- declarativo y reconoce derechos preexistentes,
testad legisferante y reglamentaria, reconocer y constituyendo un mandato al legislador para
aceptar los respectivos estándares de referencia
que instrumente su aplicación, a fin de afectar
fijados a nivel de la normativa federal, cuyas dis-
la actividad de los demás órganos del Estado,
posiciones constituyen una guía de contenidos
que son los responsables de convertir en eficaz
mínimos a tener en cuenta por todas las provin-
el ejercicio de esos derechos.
cias que integran el Estado argentino.
Creemos que es fundamental que se elabore
Entendemos que las disfuncionalidades del
sistema, como las que se observan en ambos ca- esta estructura legislativa, a fin de seguir avan-
sos, muestran que es necesaria una estructura zando en la coordinación y colaboración de
legislativa federal que sea apta para hacer efec- facultades (9) y para procurar minimizar las in-
tivos estos derechos y coordinar las potestades terferencias en la regulación de la materia entre
provinciales en la materia, pues si bien la Na-
ción ha dictado varias leyes con posterioridad a Parque Nacional Aconquija”, LLNOA 2018 (diciembre), 1,
la reforma constitucional de 1994, han sido de en donde el autor expone un valioso ejemplo, fruto de la
cooperación política entre la provincia de Tucumán y el
insuficiente eficacia o poca aplicación, y cada Estado Nacional: la sanción de la ley nacional 27.451, que
provincia ha legislado insuficientemente, sin un creó el Parque Nacional Aconquija.
criterio uniforme.
(8) Ver dictamen del 02/07/2013 de la Procura-
ción General de la Nación en el caso en análisis cita-
No obstante, la estructura del Estado fede-
do en nota 6, que se puede consultar en https://www.
ral no podría ser concebida como un obstáculo mpf.gob.ar/buscador-dictamenes/?texto=229%20
para la aplicación de los instrumentos interna- neuqu%C3%A9n&pag=0.
cionales de derechos humanos y para ejercer las
(9) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo — FERNÁNDEZ,
responsabilidades que de ellos se derivan, por lo Tomás R., “Curso de derecho administrativo”, 10ª ed.,
que creemos que es en el federalismo de colabo- Ed. Civitas, Madrid, 2000, t. I, cap. VI: “El ordenamiento
ración entre las distintas jurisdicciones estatales estatal y los ordenamientos autonómicos: sistema de re-
en donde se podrán encontrar las herramientas laciones”, ps. 279-355. DÍAZ RICCI, Raúl M., “Relaciones
necesarias para hacer efectivos los objetivos del gubernamentales de cooperación”, Ed. Ediar, Buenos
art. 75, inc. 17, de la CN (7). Aires, 2009, cap. IV: “Los principios articuladores de las
relaciones intergubernamentales”, ps. 237 y ss. BRAVO,
Paula A., “Pueblos originarios. Aportes para la construc-
(7) Ver al respecto MONTILLA ZAVALÍA, Félix A., ción de una sociedad multicultural”, Ed. Ediar, Buenos
“Propiedad comunitaria indígena. La ley nacional 27.451. Aires, 2013, ps. 103 y ss.

150 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

las jurisdicciones nacional y locales, como ha El inc. 17 del art. 75 de la CN enuncia en la ter-
sucedido con la creación del INAI y el reconoci- cera frase que el Congreso debe “reconocer la
miento de derechos de las comunidades indíge- personería jurídica de sus comunidades, y la po-
nas localizadas en la provincia del Neuquén (10) sesión y propiedad comunitarias de las tierras
así como en otras provincias, que en algunos ca- que tradicionalmente ocupan”. Entendemos
sos les otorgan el carácter de asociaciones civi- que el constituyente siguió la lógica de la ley na-
les, lo cual no aborda la forma de organización cional 23.302 sobre Asuntos Indígenas, según la
indígena contemplada en la Constitución Na- cual el derecho de propiedad sobre la tierra les
cional ni en los instrumentos internacionales. es otorgado a las comunidades indígenas regis-
Así pues, la duplicidad en la modalidad de ins- tradas, pues solo estas tienen personería jurídi-
cripción de las personerías jurídicas y la existen- ca mediante el proceso de registración que tiene
cia de modos de inscripción ajenos a los usos y a su cargo el Re.Na.Ci. ante el INAI, que actúa en
costumbres indígenas requieren de una política la órbita de la Secretaría de Políticas Sociales y
uniforme que se adecúe, en todo el país y para Desarrollo Humano dependiente del Ministerio
toda la comunidad indígena por igual, a los cri- de Desarrollo Social.
terios y estándares reconocidos en la materia,
que es distinta a las figuras existentes en el Có- La ley 23.302 creó el INAI (13) como entidad
digo Civil y Comercial (11). descentralizada con participación indígena, y es
la autoridad de aplicación de la ley, que tiene a
III. El reconocimiento y la registración de su cargo llevar el Re.Na.Ci., disponer la inscrip-
las comunidades indígenas: criterios norma- ción de las comunidades que así lo soliciten y
tivos y concurrencia de facultades elaborar e implementar los planes de adjudica-
ción y explotación de las tierras, etcétera.
El art. 75, inc. 17, de la CN resulta una deriva-
ción, especificación y ampliación de la cláusula Es a las comunidades indígenas existentes
de “desarrollo humano” de ese mismo artículo, en el país, debidamente inscriptas en el Re.Na.
inc. 19, que en su última parte obliga al Con- Ci. (14), a quienes se les adjudicarán en propie-
greso a proteger la identidad y pluralidad cul- dad las tierras aptas y suficientes para la explo-
tural. El inc. 19 constituye la cláusula genérica tación agropecuaria, forestal, minera, industrial
y el inc. 17, la específica. El núcleo central de o artesanal, según las modalidades propias de
esos derechos especiales en función de la etnia cada comunidad, las que deberán estar situa-
está determinado por el reconocimiento de su das en el lugar donde habita la comunidad o, en
identidad, el que conlleva necesariamente el re- caso necesario, en las zonas próximas más aptas
conocimiento del derecho a la propiedad comu- para su desarrollo.
nitaria (12).
La personería jurídica de estas comunidades
(10) Fallos 341:1148 y 336:2271, ya comentados.
indígenas será reconocida a aquellos conjuntos
de familias que se reconozcan como tales por el
(11) AZZALI, Javier — BARBERI, Paula, “Estudios hecho de descender de poblaciones que habita-
sobre jurisprudencia. El derecho a la personalidad ju- ban el territorio nacional en la época de la con-
rídica de las comunidades indígenas”, disponible en
https://jurisprudencia.mpd.gov.ar/Estudios/2019.02.%20 quista o colonización, que estén radicadas en el
E l % 2 0 d e re c h o % 2 0 a % 2 0 l a % 2 0 p e r s o n a l i d a d % 2 0 país, la cual se adquirirá mediante la inscripción
jur%C3%ADdica%20de%20las%20comunidades%20
ind%C3%ADgenas.pdf. fundamental y de naturaleza colectiva de las comunida-
(12) Ver al respecto los casos de la Corte IDH, des indígenas, que debe ser respetado en una sociedad
17/06/2005, “Comunidad Indígena Yakye Axa v. Para- multicultural, pluralista y democrática. Ampliar en BRA-
guay”; 29/03/2006, “Comunidad Indígena Sawhoyamaxa VO, Paula A., “Pueblos originarios...”, ob. cit., ps. 86-98,
v. Paraguay”; 28/11/2007, “Pueblo Saramaka v. Surina- donde ya se ha desarrollado este tema.
me”; 27/06/2012, “Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku (13) El dec. 410/2006 aprueba su estructura organiza-
v. Ecuador”, en los que la Corte IDH considera que las tiva.
comunidades tienen un vínculo especial y fundamental
con la tierra, no solo material sino también espiritual y (14) Los requisitos de inscripción surgen del art. 2º de
cultural, que hace a su supervivencia y a su identidad, la ley 23.302 y del art. 20 del dec. 155/1989. La inscripción
y que ese derecho a la identidad cultural es un derecho se autoriza a partir de la res. SDS 4811/1996.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 151


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

en el Re.Na.Ci. y se extinguirá mediante su can- terioridad, mediante el dec. 1122/2007; luego, el


celación, cuando desaparezcan las condiciones INAI dictó la res. 587/2007, a través de la cual se
que la determinaron. creó el RETECI, que tal —como dice su título—
ejecuta la ley 26.160 y tiene por objeto demarcar
Para solicitar su inscripción en el Re.Na.Ci., y mensurar el territorio que actualmente ocu-
la comunidad deberá hacer constar el nombre pan las comunidades indígenas en forma tra-
y domicilio de la comunidad, los miembros que dicional, actual y pública, en forma previa a su
la integran y su actividad principal, las pautas de adjudicación.
su organización y los datos y antecedentes que
puedan servir para acreditar su preexistencia o Asimismo, mediante la res. 152/2004, el INAI
reagrupamiento y los demás elementos que re- creó el Consejo de Participación Indígena (15)
quiera la autoridad de aplicación, quien podrá (CPI), quien tiene entre sus funciones las de for-
otorgar o rechazar la inscripción. A su vez, para talecer a las comunidades indígenas en la orga-
efectivizar la inscripción de las comunidades se nización e inscripción de su personería jurídica
tendrán en cuenta las siguientes circunstancias: y promover la participación de las comunidades
a) que tengan identidad étnica; b) que tengan indígenas en el RETECI y en el proceso de regu-
una lengua actual o pretérita autóctona; c) que larización dominial del territorio que tradicio-
tengan una cultura y organización social pro- nalmente ocupan.
pias; d) que hayan conservado sus tradiciones
esenciales; e) que convivan o hayan convivido Se desprende de los considerandos del dec.
en un hábitat común; f ) que constituyan un nú- 1122/2007 que el dictado de la ley 26.160 impli-
cleo de por lo menos tres familias asentadas o có el cumplimiento de compromisos asumidos
reasentadas, salvo circunstancias de excepción mediante la ratificación del Convenio 169 de la
autorizadas por el presidente del INAI mediante OIT, así como de otros compromisos internacio-
resolución fundada, previo dictamen del Con- nales. Específicamente, se señala que el releva-
sejo de Coordinación. miento técnico-jurídico-catastral dispuesto por
el art. 2º de la citada norma implicará dar cum-
En nuestro país no existe un sistema único de plimiento a lo prescripto en el art. 14.2 del refe-
registro de las personerías de las comunidades rido Convenio 169 de la OIT.
indígenas, por lo que es habitual la superposi-
ción de personerías otorgadas por la Nación y El CPI, junto al INAI, diseñó el Programa Na-
las provincias. El Re.Na.Ci., que actúa dentro de cional de Relevamiento Territorial (16), que
la órbita del INAI, es el registro público encarga- plantea metodológicamente dos niveles de eje-
do de la inscripción a nivel nacional, mientras cución de la ley 26.160; estos son: 1. ejecución
que en cada provincia subsiste un registro pú- descentralizada: en el que se incluyen todas
blico local con similar obligación. aquellas provincias en las que se conforme una
Unidad Ejecutora Provincial (compuesta por
El Re.Na.Ci. ejerce su función también dentro los delegados del CPI, representantes del Po-
del Programa Nacional de Relevamiento Territo- der Ejecutivo provincial y miembros del Equipo
rial de Comunidades Indígenas (RETECI) —eje- Técnico Operativo —ETO—); 2. ejecución cen-
cución de la ley 26.160—; es el encargado de tralizada: que prevé la implementación del re-
otorgar la adjudicación e inscripción de la pro- levamiento por parte del INAI en forma directa,
piedad comunitaria que mantendrá actualizada mediante la constitución de Equipos de Ejecu-
la nómina de comunidades indígenas inscriptas ción Centralizada, a efectivizarse sobre aque-
y no inscriptas y que coordinará su acción con
los existentes en las jurisdicciones provinciales (15) El CPI fue creado por res. INAI 152/2004; la res.
y municipales, pudiendo establecer registros lo- INAI 624/2008 determina sus funciones, y la res. INAI
cales en el interior o convenir con las provincias 737/2014 establece el reglamento de su funcionamiento.
su funcionamiento.
(16) Por res. INAI 587/2007 se creó el Programa Nacio-
nal Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas
Recordamos que, a fin de continuar con ese —ejecución ley nacional 26.160—, con el fin de demarcar
proceso, el Estado Nacional también reglamen- y relevar el territorio que ocupan las comunidades indí-
tó la ley 26.160, a la que ya nos referimos con an- genas en forma tradicional, actual y pública.

152 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

llas provincias donde no se constituya la Unidad to por el art. 75, inc. 17, de la Constitución Na-
Ejecutora Provincial prevista por el Programa cional” (17).
Nacional. Así, el diseño del Programa contem-
pla la participación de las provincias, a través de En tales condiciones, uno de los grandes de-
la incorporación de los representantes del Po- safíos que enfrenta la Argentina en el tema in-
der Ejecutivo provincial en dichas unidades, de- dígena es poder seguir avanzando en el proceso
bido a las facultades concurrentes que establece de relevamiento y registración de las comunida-
la Constitución Nacional en su art. 75, inc. 17. des, coordinando y armonizando las políticas
públicas nacionales con las de las distintas juris-
También el INAI continúa avanzando con la dicciones provinciales, las que tienen facultades
implementación y ejecución del RETECI a tra- concurrentes en la cuestión, enfrentando las di-
vés de la rúbrica de convenios con las provincias ficultades que abarca la materia indígena y fle-
del Chubut, Neuquén, San Juan, Santiago del xibilizando sus estructuras ante la diversidad de
Estero, Misiones, Chaco, Santa Fe, Jujuy y Salta, instancias gubernamentales que se ocupan de
en el marco de la ley 26.160 y sus prórrogas. las diversas cuestiones (18). Ello dado que no
existe una sola autoridad, sino varias que tienen
A su vez, el dec. 700/2010 creó la Comisión de como destinatarios a los pueblos indígenas, tan-
Análisis e Instrumentación de la Propiedad Co- to nacionales como provinciales, pues la forma
munitaria Indígena, que deberá elaborar, con federal de Estado y las facultades concurrentes
participación de las jurisdicciones nacionales que tienen las provincias en la materia es lo que
y provinciales y de las comunidades indígenas, ha llevado muchas veces a la fragmentación o
un proyecto de ley tendiente a efectivizar la ti- contradicción en la aplicación de las decisiones,
tulación de la propiedad comunitaria indígena, en la formulación de objetivos o en la dispersión
y que tendrá como objetivos: a) elevar al Poder de funciones, lo cual ha dificultado también la
Ejecutivo Nacional una propuesta normativa imputación de responsabilidades (19).
para instrumentar un procedimiento que efec- IV. Últimos criterios de la Corte Interame-
tivice la garantía constitucional del reconoci- ricana de Derechos Humanos: el caso “Lhaka
miento de la posesión y propiedad comunitaria Honhat” (20)
indígena, precisando su naturaleza jurídica y ca-
racterísticas; b) evaluar la implementación del El 06 de febrero de 2020 la Corte Interamerica-
Relevamiento Territorial de Comunidades Indí- na declaró la responsabilidad internacional de
genas en el marco de la ley 26.160; y c) elaborar la República Argentina por la violación de dis-
iniciativas tendientes a unificar u homogeneizar tintos derechos de 132 comunidades indígenas
el régimen legal y de criterios de inscripción de
las comunidades indígenas en todas las juris- (17) Ampliar el tema con SALGADO, Juan M., “La ex-
dicciones. clusión de las normas sobre pueblos indígenas del Pro-
yecto de Código Civil y Comercial de la Nación, apro-
El 01 de enero de 2016 entró en vigor la ley bado por el Senado”, SJA del 30/07/2014, p. 9; LL AR/
26.994, promulgada el 07 de octubre de 2014, DOC/5397/2014.
que derogó los Códigos Civil y de Comercio y (18) Un ejemplo claro de estas dificultades lo expone el
aprobó el Código Civil y Comercial de la Na- caso que analizamos, “Neuquén, Provincia del c. Estado
ción, de aplicación en el ámbito tanto nacional Nacional”, Fallos 341:1148.
como provincial. El art. 9º de dicha ley indica (19) Ver al respecto RAMÍREZ, Silvina, “Matriz consti-
que “[l]os derechos de los pueblos indígenas, en tucional, Estado intercultural y derechos de los pueblos
particular la propiedad comunitaria (...) serán indígenas”, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2015, cap. XII: “In-
objeto de una ley especial”, y el art. 18 del nuevo stancias estatales de formulación de políticas públicas”,
ps. 309-324.
Código establece que “las comunidades indíge-
nas reconocidas tienen derecho a la posesión y (20) Corte IDH, 06/02/2020, “Comunidades Indígenas
propiedad comunitaria de las tierras que tradi- Miembros de la Asociación Lhaka Honhat (Nuestra Tie-
rra) v. Argentina”, Fondo, Reparaciones y Costas. El texto
cionalmente ocupan y de aquellas otras aptas y íntegro de la sentencia puede consultarse en el siguiente
suficientes para el desarrollo humano según lo enlace: http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
establezca la ley de conformidad con lo dispues- seriec_400_esp.pdf.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 153


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

que habitan el departamento de Rivadavia de la tierras, la Argentina violó el derecho a la propie-


provincia de Salta, disponiendo que el Estado dad ante la omisión estatal de “emprender ac-
otorgue un título único a la propiedad comuni- ciones efectivas de control de la deforestación
taria de 400 mil hectáreas de tierras ancestrales, del territorio indígena”, así como el Estado llevó
estableciendo plazos para su cumplimiento. a cabo “obras públicas” y otorgó “concesiones
para la exploración de hidrocarburos” sin cum-
Las tierras en cuestión fueron originaria- plir los requisitos de realizar estudios previos de
mente fiscales, de propiedad estatal, denomi- “impacto social y ambiental” y “consultas pre-
nándose “lotes fiscales 14 y 55”, actualmente vias, libres e informadas”.
identificadas con las matrículas catastrales 175
y 5557 del departamento Rivadavia de la provin- En el caso, por primera vez la Corte recono-
cia de Salta, en la región del Chaco Salteño. Es- ció la violación por parte de un Estado de los
tos lotes son colindantes y en conjunto abarcan derechos a la identidad cultural, a la propiedad
un área aproximada de 643.000 hectáreas, que comunitaria, a un medio ambiente sano, a la ali-
limita con la República del Paraguay y el Estado mentación y al agua.
Plurinacional de Bolivia.
El Máximo Tribunal dispuso que el Estado ar-
La mayoría de la población indígena, que ha gentino no generó los mecanismos para garanti-
continuado en el lugar hasta la actualidad, per- zar el derecho de propiedad comunitaria, no les
tenece a la etnia wichí. No hay controversia en dio un título real y efectivo, sin subdivisiones in-
cuanto a que se trata de comunidades pertene- ternas, y no consultó a las comunidades cuando
cientes a pueblos indígenas, ni sobre su vínculo hizo modificaciones en sus territorios.
ancestral con la tierra que habitan.
La Corte IDH destacó que los cambios en la
También hay familias criollas que habitan forma de vida de las comunidades y su identi-
la zona; se trata de “pequeños productores de dad cultural están relacionados con la interfe-
subsistencia, dedicados fundamentalmente a rencia en su territorio producida por actividades
la cría de ganado mayor” a “campo abierto” y, ajenas a sus costumbres tradicionales. Esta in-
“en su mayoría”, sin contratar mano de obra, que terferencia incidió en el modo tradicional de ali-
han instalado también cercas de alambre. mentación de las comunidades indígenas y en
el acceso al agua.
Lhaka Honhat y la Organización de Familias
Criollas (OFC) acordaron, mediante actas, la En cuanto al territorio, el Máximo Tribunal
superficie del territorio que les correspondería dispuso que el Estado deberá, en un plazo máxi-
a los pueblos indígenas (400.000 ha), la que se mo de seis años:
destinaría para reubicar a las familias criollas
que fuera necesario relocalizar, y cuáles serían - Delimitar, demarcar y otorgar un título único
los criterios que se aplicarían en la distribución. colectivo sin subdivisiones ni fragmentaciones
Luego se suscribió un Acta-Acuerdo, con repre- para las comunidades indígenas que forman
sentación de la provincia de Salta y el Estado parte de la “Asociación de Comunidades Aborí-
Nacional, plasmando lo anterior. Más tarde, Sal- genes Lhaka Honhat”.
ta dictó el dec. 2786/0773, que aprobó formal-
mente el Acta-Acuerdo y asignó la propiedad de - Ordenó hacer efectivo el traslado de la po-
los lotes 14 y 55 a sus ocupantes: 400.000 ha a las blación criolla fuera del territorio, a través de
comunidades indígenas y 243.000 ha a la pobla- mecanismos específicos que promuevan, sobre
ción criolla. todo, el traslado voluntario de esa población, re-
mover de las tierras indígenas los alambrados y
El reclamo lleva cerca de 35 años. Durante ese el ganado perteneciente a pobladores criollos y
período, el Estado adoptó diversas acciones y abstenerse de realizar actos, obras o emprendi-
normas. Algunas de ellas, en particular en 1991, mientos en el territorio indígena.
2012 y 2014, avanzaron en el reconocimiento de
la propiedad indígena, pero la Comisión sostu- - Además, la Corte le exigió al Estado que
vo que, además de la falta de titulación de estas adopte medidas legislativas y/o de otro carácter

154 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

para dotar de seguridad jurídica al derecho hu- - Le exigió al Estado que en seis meses pre-
mano de propiedad comunitaria indígena, dan- sente un estudio que identifique las situaciones
do un título jurídico que lo haga oponible ante críticas de falta de acceso a agua potable o ali-
las propias autoridades o frente a terceros y ase- mentación y que formule un plan de acción en
gurando el goce pacífico de la propiedad, sin in- el que determine las acciones que realizará y el
terferencia externa alguna. tiempo en el que serán ejecutadas. El plan debe-
rá ser elaborado en diálogo con las comunida-
- Asimismo, señaló que el derecho de propie- des y su implementación será inmediata a partir
dad comunitaria implica que las comunidades de su presentación.
tengan participación efectiva, sobre la base de
procesos adecuados de consulta que sigan pau- - Entendió que la tala ilegal, así como las ac-
tas determinadas, en la realización, por par- tividades desarrolladas en el territorio por po-
te del Estado o de terceros, de actividades que blación criolla, puntualmente la ganadería y
puedan afectar la integridad de sus tierras y re- la instalación de alambrados, afectaron bienes
cursos naturales. ambientales, incidiendo en el modo tradicional
de alimentación de las comunidades indígenas
- Sobre el particular, resaltó que el Estado y en su acceso al agua.
debe cumplir sus obligaciones respecto a las
comunidades indígenas, pero al hacerlo debe - Lo anterior alteró la forma de vida indígena,
observar también los derechos de la población lesionando su identidad cultural, pues si bien
criolla. esta tiene carácter evolutivo y dinámico, las al-
teraciones a la forma de vida indígena en el caso
- La Corte evaluó también que la Argentina no
no se basaron en una interferencia consentida.
cuenta con normativa adecuada para garantizar
en forma suficiente el derecho de propiedad co- - Concluyó que la Argentina no ha garantiza-
munitaria y tampoco existe una tutela efectiva do a las comunidades indígenas la posibilidad
del derecho de propiedad indígena. de determinar las actividades sobre su territo-
rio; por ello, el Estado violó el art. 26 de la Con-
- El Tribunal concluyó, entonces, que el Esta-
vención Americana en relación con su art. 1.1.
do violó los derechos de propiedad comunitaria
y de participación, en relación con el derecho V. El derecho a la autodeterminación: ¿es
a contar con procedimientos adecuados y con un principio del derecho internacional públi-
las obligaciones de garantizar los derechos y co que se puede aplicar a las comunidades in-
adoptar disposiciones de derecho interno, in-
dígenas?
cumpliendo los arts. 21 y 23 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, en relación Las reivindicaciones de las comunidades in-
con sus arts. 8º, 25, 1.1 y 2. dígenas ponen de manifiesto la tensión y los
conflictos que existen entre el derecho de libre
En relación con los derechos de alimentación,
determinación de los pueblos y la integridad
acceso al agua, ambiente sano e identidad cul-
territorial del Estado. Pero nos preguntamos:
tural:
¿es posible que el derecho de autodetermina-
- Por primera vez en un caso contencioso la ción no solo pueda garantizarse con la fórmula
Corte analizó los derechos a un medio ambiente de la independencia, sino que pueda articular-
sano, a la alimentación adecuada, al agua y a la se con otras estructuras, como autogobierno,
identidad cultural en forma autónoma a partir acuerdo territorial, autonomía, gobierno local,
del art. 26 de la Convención Americana. departamento, región, federalismo, unitarismo
o cualquier otra forma de relación conforme a
- El Tribunal consideró procedente examinar las aspiraciones que tenga la comunidad, pero
estos cuatro derechos en su interdependencia y reconociendo los otros principios establecidos
de conformidad a sus especificidades respecto a por el Estado, como la soberanía y la integridad
los pueblos indígenas. territorial?

Suplemento Constitucional N.° 1 • 155


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

El derecho a la autodeterminación o a la libre cultural”. Así, a partir de esta resolución, los


determinación de los pueblos es un principio pueblos que estuvieran bajo dominio colonial o
del derecho internacional que surge a finales fueran invadidos militarmente por una potencia
de la II Guerra Mundial y fue evolucionando y extranjera podían elegir: 1) ser un Estado inde-
desarrollándose con un claro objetivo: permitir pendiente y soberano; 2) unirse libremente a un
el proceso de descolonización a aquellos pue- Estado ya establecido; 3) ser parte de un Estado
blos que se encontraban bajo el control de una establecido. Así, el derecho a la autodetermina-
potencia extranjera. A partir de entonces, se ha ción se interpretó como el derecho a la secesión,
aplicado a distintas situaciones hasta la actua- independencia y autogobierno de los pueblos
lidad. coloniales. No obstante, la expresión “todos los
pueblos” dio lugar a pensar en otros sujetos que
Es en el ámbito de la ONU que nace el reco- podrían ejercer el derecho a la autodetermina-
nocimiento de este derecho de los pueblos, ción, ya no en un contexto de descolonización,
como principio fundamental para el derecho como lo eran los pueblos indígenas o las comu-
internacional público, con la firma de la Carta nidades étnicas en el marco de un Estado (21).
de las Naciones Unidas de 1945, que dio lugar
a la creación de la ONU. El principio se plas- Estas discusiones quedaron parcialmente li-
mó, de forma enunciativa y general, en sus arts. mitadas por la res. AG 2625 de la ONU de 1970
1º y 55: art. 1: “2. Fomentar entre las naciones sobre “Los principios de derecho internacional
relaciones de amistad basadas en el respeto al referentes a las relaciones de amistad y a la coo-
principio de la igualdad de derechos y al de la li- peración entre Estados”, pues a pesar de que la
bre determinación de los pueblos, y tomar otras resolución reitera los principios de igualdad de
medidas adecuadas para fortalecer la paz uni- derechos y de autodeterminación de los pue-
versal”; art. 55: “Con el propósito de crear las blos, a continuación el documento enuncia la
condiciones de estabilidad y bienestar nece- siguiente cláusula: “Ninguna de las disposicio-
sarias para las relaciones pacíficas y amistosas nes de los párrafos precedentes se entenderá en
entre las naciones, basadas en el respeto al prin- el sentido de que autoriza o fomenta cualquier
cipio de la igualdad de derechos y al de la libre acción encaminada a quebrantar o menospre-
determinación de los pueblos, la Organización ciar, total o parcialmente, la integridad territo-
promoverá: niveles de vida más elevados, tra- rial de Estados soberanos e independientes que
bajo permanente para todos, y condiciones de se conduzcan de conformidad con el principio
progreso y desarrollo económico y social; la so- de la igualdad de derechos y de la libre deter-
lución de problemas internacionales de carácter minación de los pueblos antes descritos y estén,
económico, social y sanitario, y de otros proble- por tanto, dotados de un gobierno que repre-
mas conexos; y la cooperación internacional en sente a la totalidad del pueblo perteneciente al
el orden cultural y educativo; y el respeto uni- territorio, sin distinción por motivo de raza, cre-
versal a los derechos humanos y a las libertades do o color”.
fundamentales de todos, sin hacer distinción
por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la El debate continuó en 1976, con la entrada en
efectividad de tales derechos y libertades”. vigor de los pactos de derechos humanos, pues
tanto el Pacto Internacional de Derechos Eco-
Posteriormente, con el proceso de descoloni-
nómicos, Sociales y Culturales como el Pacto
zación, el derecho a la autodeterminación asu-
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en
me un contenido particular con la figura de los
su art. 1º, retoman la expresión de la res. 1514,
pueblos coloniales, a través de la res. 1514 de
el derecho a la autodeterminación de todos
1960 de la Asamblea General (AG) de las Nacio-
los pueblos, precisando lo siguiente: “1. Todos
nes Unidas, la Declaración sobre la Concesión
de la Independencia a los Países y Pueblos Colo-
niales de 1960, que dispuso en su art. 2º: “Todos (21) Ver al respecto PÉREZ, Diana X. M., “El derecho
a la autodeterminación de los pueblos indígenas: límites
los pueblos tienen el derecho de libre determi-
y alcances de la Declaración de Naciones Unidas 2007”,
nación; en virtud de este derecho, determinan Reflexión Política, vol. 18, Nº 35, Ed. Universidad Autóno-
libremente su condición política y persiguen ma de Bucaramanga, 2016, disponible en https://www.
libremente su desarrollo económico, social y redalyc.org/journal/110/11046399014/html/.

156 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

los pueblos tienen el derecho de libre deter- dicho instrumento fue una herramienta limita-
minación. En virtud de este derecho estable- da para definir o dotar a las comunidades indí-
cen libremente su condición política y proveen genas de un derecho a la autodeterminación,
asimismo a su desarrollo económico, social y pues el mismo tratado prevé que la expresión
cultural. 2. Para el logro de sus fines, todos los “pueblos” no tiene ningún tipo de connotación
pueblos pueden disponer libremente de sus ri- en el derecho internacional; sin embargo, en él
quezas y recursos naturales, sin perjuicio de prevalece una fuerte inclinación por el mayor
las obligaciones que derivan de la cooperación control (libre determinación) de los pueblos in-
económica internacional basada en el principio dígenas sobre diversos asuntos mediante me-
de beneficio recíproco, así como del derecho in- canismos de “consulta” (arts. 6º, 15, 17, 22, 27 y
ternacional. En ningún caso podrá privarse a un 28), “participación” (arts. 1º, 2º, 7º, 15, 22, 23 y
pueblo de sus propios medios de subsistencia. 27), “control” indígena (arts. 7º y 25), “responsa-
3. Los Estados parte en el presente Pacto, inclu- bilidad” indígena (arts. 22, 25 y 27) y “coopera-
so los que tienen la responsabilidad de admi- ción” (arts. 5º, 7º, 20, 22, 25, 27 y 33); este tiene
nistrar territorios no autónomos y territorios como objetivo asegurar que los pueblos inte-
en fideicomiso, promoverán el ejercicio del de- resados incidan en las leyes, las políticas y los
recho de libre determinación, y respetarán este programas que les afecten y que incidan en su
derecho de conformidad con las disposiciones futuro.
de la Carta de las Naciones Unidas”.
Luego tenemos, como un producto de la pre-
Junto a esta mención general sobre el derecho sión de diversas comunidades indígenas, desde
de todos los pueblos a su determinación, el Pac- los años ochenta, a la Declaración de las Nacio-
to de Derechos Civiles y Políticos hace una re- nes Unidas para los Derechos de los Pueblos In-
ferencia a la diferencia étnica y cultural dentro dígenas (2007) (23), en la que se afirma en el art.
de un país, indicando la igualdad de derechos
para dichas comunidades: “En los Estados en
los pueblos indígenas. Además, al analizar el contenido
que existan minorías étnicas, religiosas o lin- y alcance del art. 21 de la Convención en relación con la
güísticas, no se negará a las personas que per- propiedad comunitaria de los miembros de comunida-
tenezcan a dichas minorías el derecho que les des indígenas, ha tomado en cuenta el Convenio 169 de
corresponde, en común con los demás miem- la OIT a la luz de las reglas generales de interpretación
bros de su grupo, a tener su propia vida cultural, establecidas en el art. 29 de la Convención. Ver al respec-
to los casos de la Corte IDH, 17/06/2005, “Comunidad In-
a profesar y practicar su propia religión y a em- dígena Yakye Axa v. Paraguay”; 29/03/2006, “Comunidad
plear su propio idioma” (art. 27, PIDCP). Indígena Sawhoyamaxa v. Paraguay”; 29/03/2006, “Co-
munidad Indígena Sawhoyamaxa v. Paraguay”. Ampliar el
Aun cuando estos enunciados fueron una tema en BRAVO, Paula A., “Los derechos de los pueblos
motivación para que diversas comunidades in- indígenas: territorio y recursos naturales”, LA LEY, GELLI,
dígenas comenzaran a reclamar su derecho a la María Angélica (dir.), Supl. Especial: A 25 años de la Refor-
ma Constitucional de 1994, noviembre de 2019, p. 77. Allí
autodeterminación, los Pactos mantienen gene- destacamos la importancia del Convenio 169 a los fines
ralidades sobre la autodeterminación, sin espe- de interpretar el derecho a la propiedad indígena en el
cificar su implementación, y siguieron dejando marco de la Convención Americana.
el interrogante abierto sobre los sujetos que po-
(23) La Comisión y la Corte IDH, en su elaboración del
drían reivindicar este principio. derecho de propiedad indígena, consideran relevante e
importante la Declaración de Naciones Unidas sobre los
Fue también la Organización Internacional Derechos de los Pueblos Indígenas. A partir de su adop-
del Trabajo quien incluyó el tema de los pueblos ción por la Asamblea General de Naciones Unidas en
indígenas en su agenda a través del Convenio 2007, la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos
169 de 1989 (22). No obstante, cabe señalar que Indígenas ha comenzado a jugar un papel similar al del
Convenio 169 como guía para la adopción e implemen-
tación de normas y políticas públicas en los países del
(22) La Corte IDH ha dicho que considera útil y apro- sistema interamericano, en relación con los derechos
piado utilizar otros tratados internacionales distintos a de los pueblos indígenas, y específicamente en relación
la Convención Americana, tales como el Convenio 169 con el reconocimiento y protección del derecho de pro-
de la OIT, cuando se trata de interpretar las garantías piedad comunal. La CIDH ha valorado positivamente,
jurisdiccionales, el derecho de propiedad y a la vida de como avance legislativo, la incorporación legal en el

Suplemento Constitucional N.° 1 • 157


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

3º: “Los pueblos indígenas tienen derecho a la en el documento, siempre y cuando se respeta-
libre determinación. En virtud de ese derecho ra la integridad territorial de los Estados. Entre
determinan libremente su condición política y dichos Estados se encontraba la mayoría de los
persiguen libremente su desarrollo económi- países latinoamericanos, incluida Colombia,
co, social y cultural”. En el art. 4º establece: “Los y países europeos como Francia, España, Di-
pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho de namarca, Nueva Zelanda y Suiza. Por su parte,
libre determinación, tienen derecho a la auto- Estados como Canadá y Estados Unidos mante-
nomía o al autogobierno en las cuestiones rela- nían ciertas reservas frente al Proyecto, alegan-
cionadas con sus asuntos internos y locales, así do la necesidad de concretizar el derecho a la
como a disponer de los medios para financiar autodeterminación de los pueblos indígenas. El
sus funciones autónomas”. asunto se resolvió finalmente en 2005, cuando
se precisó que el derecho a la autodetermina-
La Declaración no enfatiza en el contenido ción de los pueblos indígenas debe reconocerse
de dicho derecho, sino que propone otros dere- sin violar ningún otro principio o norma del de-
chos de los pueblos indígenas que podrían for- recho internacional, incluida la cuestión sobre
mar parte de la autodeterminación, tales como la integridad territorial (25).
el derecho de los pueblos indígenas a estable-
cer y controlar su propio sistema educativo; el En síntesis, el derecho a la autodeterminación
derecho a establecer sus propios medios de in- de los pueblos indígenas, derivado de los ante-
formación; el derecho a participar en las deci- riores preceptos y de la interpretación de tales
siones políticas que los afectan y desarrollar sus documentos en general, puede concretizarse en
propias instituciones; el derecho de controlar lo siguiente: el derecho a la autodeterminación
sus tierras, territorios y recursos que poseen; la de los pueblos indígenas es el derecho a cam-
obligación del Estado de reconocer las leyes in- biar sus formas de gobierno por ellos mismos, a
dígenas, tradiciones, costumbres y sistemas de determinar sus propias instituciones; el derecho
tenencia de la tierra (arts. 14, 16, 18, 26 y 27). La a determinar la relación con el gobierno del Es-
Declaración sigue manteniendo la tradición de tado dentro de ciertos límites; el derecho a ha-
las resoluciones de Naciones Unidas donde es- cer y garantizar las leyes que los gobiernan; el
tablece una cláusula territorial, sosteniendo que derecho a decidir sus propias prioridades para
los principios de integridad territorial y política el desarrollo de sus territorios y recursos natu-
unitaria del Estado son inviolables (art. 46) (24). rales; y, de acuerdo con los demás derechos que
corresponden a los pueblos indígenas, los Es-
Desde sus orígenes, el Proyecto de Declara- tados deben respetar los tratados suscritos, tal
ción generó bastantes controversias, en parte como se señala en los arts. 5º y 37 de la Declara-
porque algunos Estados vieron vulnerada su in- ción de las Naciones Unidas sobre los Derechos
tegridad territorial al reconocer a los pueblos in- de los Pueblos Indígenas.
dígenas el derecho a la autodeterminación.
Aun con la aprobación de la Declaración en
El año 2002 fue clave para el futuro del Pro- el marco de la Asamblea General de Naciones
yecto de Declaración, pues un gran número de Unidas, el derecho a la autodeterminación de
países afirmó estar de acuerdo con lo contenido los pueblos indígenas sigue suscitando críticas
y debates sobre su alcance, no solo en cuanto a
ordenamiento jurídico interno de la Declaración de las la garantía y protección de los derechos de los
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos In- pueblos indígenas, sino con respecto al impac-
dígenas, y ha llamado a los Estados a remitir información to que el principio de la autodeterminación ha
sobre su implementación. La Corte Interamericana ha tenido sobre la soberanía de los Estados y su re-
recurrido a sus disposiciones para discernir el alcance lación con el derecho internacional, pues mien-
de derechos específicos. Ver “Derechos de los pueblos
indígenas y tribales sobre sus tierras ancestrales y recur-
tras la soberanía pretende mantener un tipo de
sos naturales”, informe de la Comisión Interamericana ordenamiento por medio del poder o autoridad
de Derechos Humanos, Washington DC, 2010, disponi- del Estado, la autodeterminación (en el caso de
ble en https://www.oas.org/es/cidh/indigenas/docs/pdf/ los pueblos indígenas) implica adaptar, remover
tierras-ancestrales.esp.pdf.
(24) Ídem, nota 22. (25) Ídem, nota 22.

158 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización


Paula A. Bravo

y reorganizar cierto tipo de institucionalidad y tanto los ciudadanos como los poderes estata-
mecanismos de poder del Estado a fin de incor- les, nacional y provinciales, tendrán que hacer
porar estas comunidades como sujetos colecti- el máximo esfuerzo e implementar los meca-
vos de derecho, lo que implica reconocer de uno nismos necesarios para seguir avanzando en la
u otro modo cierta desconcentración del poder. protección de las comunidades indígenas.

VI. Conclusión No obstante, como el derecho a la libre de-


terminación está reconocido a los pueblos in-
El tema de los pueblos indígenas y el fede- dígenas como a todos los demás pueblos en el
ralismo es un asunto complejo, que sigue oca- derecho internacional y se funda en el principio
sionando más dudas, retos y reflexiones. Nos de igualdad de trato, el Estado argentino tiene la
preguntamos: ¿qué estructuras deberá conti- obligación internacional de garantizar este de-
nuar removiendo el Estado para seguir avan- recho, y su vulneración es constitutiva de dis-
zando en este camino de reivindicación de los criminación racial y étnica. Por lo que creemos
territorios ancestrales de las comunidades in- que las distintas jurisdicciones estatales, nacio-
dígenas? ¿Sería factible en la Argentina adoptar nal y provinciales, tienen que seguir avanzan-
alguna forma de jurisdicción o descentraliza- do a través del federalismo de colaboración y la
ción dentro del marco jurídico federal, similar implementación de políticas públicas que pro-
al municipio, para crear entidades territoriales picien el cumplimiento de los estándares cons-
que den cabida a los reclamos indígenas? titucionales e internacionales, con miras hacia
un Estado federal que pueda garantizar el plu-
Recordamos que, en la Constitución Nacional ralismo cultural en términos de autodetermina-
argentina, el concepto de “pueblo” no tiene una ción (26). El Estado tiene una deuda pendiente
connotación política, sino jurídica, como suje- con las comunidades indígenas, y el fallo de la
to de derechos, y que el constituyente de 1994 Corte IDH “Lhaka Honhat” así lo establece.
no tuvo la intención de incorporar la idea de un
Estado plurinacional, sino que tan solo quiso el El tratamiento prioritario en la agenda legisla-
reconocimiento y protección de la diversidad tiva constituye otro objetivo a seguir. Hace falta
étnica y cultural de los pueblos indígenas, a fin que el reconocimiento del derecho a la auto-
de incorporarlos a la República Argentina en el determinación de las comunidades indígenas
marco de una concepción multicultural dentro se ubique en el primer plano de la agenda po-
de un Estado de derecho, modificando la con- lítica nacional, apoyando desde el gobierno la
cepción asimilacionista del constituyente de diversidad cultural como una característica ne-
1853. cesaria de la Argentina, y que una ley nacional
establezca previsiones expresas sobre el repar-
Es por ello que el inc. 17 se refiere a “pueblos to de competencias y la intervención necesaria
indígenas argentinos”, en cuanto el constitu- de los gobiernos locales, como condición para el
yente no los reconoció como pueblos sobera- registro y la adquisición de la personería jurídi-
nos, sino que el reconocimiento solo residió en ca de cada comunidad indígena.
el derecho a la diferencia étnica y cultural, pero
como comunidades que conforman la Repúbli- El derecho a la autonomía y a la libre deter-
ca Argentina. Es decir que el término conlleva minación es un pilar fundamental para la su-
el sostenimiento de la soberanía estatal y de la pervivencia de los pueblos indígenas y es una
jurisdicción del Congreso Nacional, así como el condición para el ejercicio de todos los demás
sometimiento a la organización política nacio- derechos. Los pueblos indígenas tienen derecho
nal y el mantenimiento de un único Estado de a ser diferentes y ser respetados como tales. Esta
derecho.
(26) KYMLICKA, W., “Federalismo, nacionalismo y
Nuestra Constitución se enrola así en el plu- multiculturalismo”, Ed. Universidad de Ottawa, Canadá,
disponible en http://e-spacio.uned.es:8080/fedora/get/
ralismo cultural o multiculturalismo, que tiene
bibliuned:filopoli-1996-7-D34AD066-D753-0D4F-C473-
por objeto la protección de la diversidad y pre- 9B829D5EACB4/federalismo_nacionalismo.pdf. El autor
servación de la cultura, como positivas y enri- cuestiona si el federalismo es la mejor respuesta disponi-
quecedoras del Estado. De este modo, todos, ble para dar cabida al pluralismo cultural.

Suplemento Constitucional N.° 1 • 159


Pueblos indígenas, facultades concurrentes y autodeterminación: un desafío del federalismo

es una norma imperativa en el derecho interna- Frente a ese contexto, creo que el gran desa-
cional, y no debería existir ninguna excepción fío que tiene la Argentina es que las distintas re-
a ella, aunque en muchos casos la presencia de particiones del Estado, nacional y provinciales,
factores externos complejiza el contexto social, adopten un rol más activo tanto en el ejercicio
político y jurídico para el ejercicio de la libre de hacer cumplir la implementación de los ins-
determinación de los pueblos indígenas. Estos trumentos internacionales como en la búsque-
factores son de las más diversas índoles, como da de soluciones creativas, flexibilizando las
la presencia de empresas nacionales o trans- instituciones del sistema federal y coordinando,
nacionales, las actividades agropecuarias, la unificando y conciliando las funciones concu-
afectación de los recursos naturales, la conta- rrentes estatales en la materia, siempre dentro
minación, la pobreza, los intereses económicos del marco del Estado constitucional de derecho,
y políticos de diversos sectores, el crimen orga- pues el derecho a la autodeterminación de los
nizado, las usurpaciones ilegales, los medios de pueblos indígenas debería reconocerse sin vio-
comunicación, etc., derivando en un impacto lar ningún otro principio o norma del derecho
negativo sobre el reconocimiento de las autono- internacional, como lo es la soberanía de los Es-
mías indígenas. tados y la integridad territorial.

160 • Cuestiones del federalismo argentino - Problemas y perspectivas de armonización

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