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La libertad

Arrullaba la paloma, Quiero desgranar espigas, A veces en vano, intento,

Presa en su jaula de plata, Beber agua en las fuentes Abrir sus alas blancas
claras,
Junto a un puñado de trigo, Y trataba de volar,
Volar cuando me parezca,
Y una jicarilla de agua. Chocando contra las barras.
Y vivir donde me plazca,

Desde el hueco del balcón, Y fijas en el horizonte


Quiero volar libremente
Por entre las verjas blancas, De sus sueños la miraba,
Por tormentas y bonanzas,
Miraba los campos vardes, Se quedaba adormecida,
Y planear por los arroyos,
Y las montañas nevadas, Entre las rejas de plata.
Y ascender a las montañas…

Veía las arboledas, Así el alma muchas veces,


Y al llegar la primavera
En las planicies lejanas, Vive encerrada en su jaula
Cruzar valles y cañadas
Y en el pálido azul del cielo, Cuando no puede extender
Hasta encontrar el arrullo
Y la lúcida mañana, Libres al viento sus alas.
Del palomo que me aguarda.

Añoraba aquellos días


Volar con él en pareja,
Que el valle sobrevolaba,
Por sobre el trigo y la grama
Y estaba triste, muy triste,
Y construir con amor
Aprisionada en la jaula,
Nuestro nido entre las ramas

Y en medio de los recuerdos


No quiero por mensajera
De la escenas más gratas,
Pasar la vida encerrada
Entre suspiros y arrullos,
Llevando cartas de amor
Infeliz se lamentaba,
Sin estar enamorada

No quiero seguir viviendo


No quiero ser un adorno,
Prisionera y encerrada,
Ser servida ni cuidada…
Sin poder alzar el vuelo,
Prefiero mi libertad
Ni poder mover las alas,
A esta vida regalada,

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