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ÍNDICE

Pág.
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………….. 3
1- INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA………………………………………. 4
1.1- Primeros Auxilios de la Enfermería.………………………………………….. 4
1.1.1- Definición………………………………….………………………………….. 4
1.1.2- Pasos básicos de los primeros auxilios.……………………………………….. 4
1.1.2.1 Evaluación inicial del paciente………………………………………………… 4
-
1.1.2.2 Llamada de emergencia……………………………………………………….. 4
-
1.2- La valoración ABC……………………………………………………………. 5
1.2.1- A: Vía Aérea………………………………….……………………………… 5
1.2.2- B: Buena Respiración………………………………….……………………… 6
1.2.3- C: Circulación………………………………….……………………………… 6
1.3- Soporte vital básico…………………………………………………………… 7
1.3.1- Pasos Básicos para Realizar la RCP…………………………………………… 8
1.3.2- Evaluación de la Seguridad y Respuesta de la Víctima……………………… 8
1.3.3- Llamar a los Servicios de Emergencia………………………………………… 8
1.3.4- Verificar la Respiración……………………………………………………….. 8
1.3.5- Compresiones Torácicas………………………………………………………. 8
1.3.6- Respiración de Rescate………………………………………………………... 8
1.3.7- Uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA)…………………………… 8
1.3.8- Reevaluación y Continuación de la RCP……………………………………… 9
1.4- Control de hemorragias………………………………………………………. 9
1.5- Inmovilización de fracturas…………………………………………………… 9
1.6- Manejo de quemaduras……………………………………………………….. 9
1.7- Posición lateral de seguridad…………………………………………………. 9
1.8- Situaciones de urgencia………………………………………………………... 9
1.9- Administración de medicamentos de emergencia…………………………….. 9
CONCLUSIÓN………………………………………………………………... 10
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA…………………………………………… 11
ANEXOS………………………………………………………………………. 12
INTRODUCCIÓN

Los primeros auxilios en la enfermería desempeñan un papel fundamental al

brindar atención inmediata y esencial a personas que han sufrido lesiones, enfermedades

repentinas o alguna urgencia médica. La capacidad de los/as profesionales de enfermería para

realizar evaluaciones rápidas, administrar cuidados básicos y tomar decisiones informadas en

situaciones de emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.


1-INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA

1.1- Primeros Auxilios de la Enfermería.

1.1.1- Definición: conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención

inmediata de un accidentado, hasta que llegue la asistencia médica profesional, con el fin de que

las lesiones que ha sufrido no empeoren.

Los primeros auxilios en la enfermería son las acciones inmediatas que se realizan para

proporcionar atención básica y urgente a una persona que ha sufrido una lesión o

enfermedad repentina antes de que llegue el personal médico especializado. Estas acciones

tienen como objetivo principal preservar la vida, prevenir complicaciones y aliviar el sufrimiento

del paciente. Los primeros auxilios son esenciales en situaciones de emergencia y pueden marcar

la diferencia en la recuperación del paciente.

1.1.2- Pasos básicos de los primeros auxilios.

1.1.2.1- Evaluación inicial del paciente: antes de proporcionar cualquier tipo de ayuda,

es crucial evaluar la seguridad del entorno. Asegúrate de que no haya riesgos adicionales para ti

y para el paciente. Evalúa la conciencia del paciente, su respiración y su pulso. Estos son pasos

esenciales para determinar la gravedad de la situación.

1.1.2.2- Llamada de emergencia: notificar a los servicios de emergencia es una de las

primeras acciones a tomar. Cuanto antes llegue la ayuda profesional, mejor será la atención que

pueda recibir el/la paciente. Proporciona la información necesaria de manera clara y concisa,

incluyendo la ubicación, la naturaleza de la emergencia y el estado del paciente.


1.2- La valoración ABC.:

En primeros auxilios, el ABC se conoce como la valoración inicial, organizada y

prioritaria, ante una persona accidentada. “ABC” viene de las siglas en inglés de Airway,

Breathing and Circulation, traducidas como Vía Aérea, Buena Respiración y Circulación.

Con este esquema de actuación, validado mundialmente, se pretende que cualquier

persona pueda actuar ante cualquier urgencia, priorizando sobre los aspectos más básicos e

importantes en los Primeros Auxilios.

A = Airway (Vía Aérea)


B = Breathing (Buena Respiración)
C = Circulation (Circulación)

1.2.1- A: Vía Aérea: si nos encontramos ante una persona inconsciente, cualquiera que

no esté entrenado iría rápidamente a tomarle el pulso para empezar con la maniobra de

reanimación cardiopulmonar (en adelante RCP); pero lo cierto es que un elevado porcentaje de

las muertes en personas inconscientes se producen por obstrucción de la vía aérea, debido

incluso a la caída de la propia lengua hacia atrás al perder la consciencia (la lengua tapona el

paso de aire con lo que se produce una parada respiratoria y, posteriormente, cardiaca).

Debido a esto, ante una persona inconsciente, lo primero que debemos comprobar es si

tiene una vía aérea permeable o si por el contrario está obstruida e impide que el individuo

respire con normalidad.

a) Procederemos a la apertura de la vía aérea con la maniobra frente-mentón:

b) Colocaremos a la persona tendida boca arriba sobre una superficie plana.

c) Con una mano en su frente tiraremos de ésta hacia atrás con suavidad.
d) Con los dedos de la otra mano bajo su barbilla o mentón, tiraremos de éste hacia

arriba, elevándolo para abrir la vía aérea y procurando dejarle la boca abierta.

e) Una vez hayamos abierto la vía aérea, observaremos si tiene algún cuerpo

extraño (trozo de comida u objeto pequeño) que obstruya la misma. En el caso

de encontrar un cuerpo extraño, intentaremos extraerlo sólo si está muy visible y

creemos que es posible; puesto que al intentarlo podríamos introducirlo aun más

en la vía aérea y agravar la situación.

1.2.2- B: Buena Respiración: una vez abierta la vía aérea, procederemos a comprobar

su respiración con la maniobra ver-oír-sentir:

a) Ver: Observar el pecho de la persona para valorar si se mueve con los

movimientos respiratorios, analizando la velocidad y la amplitud de los mismos.

b) Oír: Acercaremos una oreja a la cara de la persona, así, a la vez que estamos

observando si existen movimientos respiratorios, podremos intentar escuchar los

sonidos de la respiración.

c) Sentir: Junto a todo lo anterior, y si la persona está respirando, debido a la

cercanía de nuestra cara con la suya, podremos sentir su aliento.

1.2.3- C: Circulación: con todo lo anterior, nivel de alerta y respiración, junto con los

movimientos voluntarios podemos hacernos una idea del estado de la circulación del individuo.

Si está consciente y puede moverse o bien estando inconsciente pero respirando con normalidad

significará que el corazón está bombeando suficiente sangre como para mantenerlo estable de

momento; ante esta situación procederemos a colocarle en Posición Lateral de Seguridad y

esperar a su lado hasta que llegue la ayuda sanitaria, observando atentamente posibles cambios

que puedan ocurrir en su estado.


Si el individuo no respira o respira de manera anormal (ruidos, boqueadas) rápidamente

avisaremos al servicio de emergencias y procederemos a realizar la reanimación cardiopulmonar

(RCP).

1.3- Soporte vital básico:

La Reanimación Cardiopulmonar, conocida comúnmente como RCP, es un

procedimiento de emergencia que combina compresiones torácicas y respiración artificial. El

objetivo de la RCP es mantener el flujo de oxígeno hacia el cerebro y otros órganos vitales en

una persona que ha sufrido un paro cardíaco, hasta que se puedan aplicar medidas médicas más

avanzadas.

1.3.1- Pasos Básicos para Realizar la RCP:

Realizar correctamente la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) puede ser crucial en una

situación de emergencia. A continuación, se describen los pasos básicos para llevar a cabo este

procedimiento vital:

1.3.2- Evaluación de la Seguridad y Respuesta de la Víctima:

Antes de iniciar la RCP, asegúrate de que el entorno es seguro tanto para ti como para la

víctima. Chequea si la víctima está consciente, llamándola suavemente y tocándola en los

hombros. Si no responde, es hora de actuar.

1.3.3- Llamar a los Servicios de Emergencia:

Si estás solo, llama inmediatamente a los servicios de emergencia antes de iniciar la

RCP. Si hay más personas, pide a alguien que llame mientras tú comienzas con la RCP.
1.3.4- Verificar la Respiración:

Observa si hay movimiento en el pecho, escucha si hay sonidos de respiración y siente

con tu mejilla si hay flujo de aire. Si la víctima no está respirando o solo tiene respiraciones

agónicas (respiraciones anormales), es necesario comenzar con la RCP.

1.3.5- Compresiones Torácicas:

Coloca la base de una mano en el centro del pecho de la víctima, justo entre los

pezones. Coloca la otra mano encima y entrelaza los dedos.

Con los brazos rectos, presiona hacia abajo con firmeza y rapidez. Las compresiones

deben ser de al menos 5 centímetros de profundidad para un adulto, pero evita presionar con

demasiada fuerza. Mantén un ritmo constante de aproximadamente 100 a 120 compresiones por

minuto (como el ritmo de la canción “Stayin’ Alive” de los Bee Gees).

1.3.6- Respiración de Rescate (si estás capacitado y dispuesto a realizarla):

Después de 30 compresiones, abre la vía aérea de la víctima inclinando su cabeza hacia

atrás y levantando su mentón.

Cierra la nariz de la víctima con los dedos y realiza dos respiraciones de rescate,

asegurándote de que el pecho se eleve con cada respiración.

Continúa alternando 30 compresiones con dos respiraciones de rescate.

1.3.7- Uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA):

Si hay un Desfibrilador Externo Automático (DEA) disponible, úsalo lo antes posible.

El DEA puede aumentar significativamente las posibilidades de supervivencia en caso de paro

cardíaco.
Enciende el DEA y sigue las instrucciones de voz y/o visuales. Generalmente, el

dispositivo te guiará a través de los pasos, incluyendo dónde colocar los parches en el pecho de

la víctima.

Asegúrate de que nadie esté tocando a la víctima cuando el DEA analiza su ritmo

cardíaco y cuando administra la descarga eléctrica.

Continúa con las compresiones torácicas y las respiraciones de rescate hasta que el DEA

indique lo contrario, lleguen los servicios de emergencia, o la víctima muestre signos de

recuperación, como toser o moverse.

1.3.8- Reevaluación y Continuación de la RCP:

Reevalúa periódicamente la condición de la víctima. Si comienza a respirar

normalmente, colócala en posición de recuperación, controlando constantemente su respiración y

pulso. Si no hay signos de recuperación, continúa con la RCP hasta que llegue ayuda profesional

o hasta que estés físicamente incapaz de continuar.

1.4- Control de hemorragias:

Es crucial detener el sangrado lo antes posible. Se puede lograr aplicando presión

directa sobre la herida con un apósito limpio o una tela.

Elevar la extremidad afectada puede ayudar a reducir el flujo sanguíneo hacia la herida

y controlar la hemorragia.

1.5- Inmovilización de fracturas:

La inmovilización evita movimientos adicionales que puedan causar más daño. Se

pueden usar férulas o tablillas improvisadas para sostener la extremidad


afectada. Evita manipular la fractura innecesariamente y busca ayuda médica para una

evaluación y tratamiento más especializado.

1.6- Manejo de quemaduras:

Para ello hay que enjuagar la quemadura con agua corriente fría ayuda a reducir la

temperatura y aliviar el dolor. Después, se cubre la quemadura con un apósito limpio y no

adhesivo para prevenir infecciones.

1.7- Posición lateral de seguridad:

Colocar a una persona inconsciente pero que está respirando en posición de

recuperación ayuda a mantener las vías respiratorias despejadas y evita la aspiración de fluidos.

1.8- Situaciones de urgencia:

Las situaciones de urgencia son eventos imprevistos que requieren intervención

inmediata para preservar la vida, prevenir complicaciones y proporcionar atención adecuada. En

el ámbito de la enfermería, los/as profesionales se encuentran frecuentemente ante situaciones de

urgencia que demandan respuestas rápidas y efectivas. Algunos ejemplos de situaciones de

urgencia incluyen paro cardíaco, accidentes cerebrovasculares, traumatismos graves, reacciones

alérgicas graves, crisis respiratorias, hemorragias incontroladas, entre otros.

1.9- Administración de medicamentos de emergencia:

En algunos casos, como en reacciones alérgicas graves, puede ser necesario administrar

epinefrina u otros medicamentos de emergencia.

La administración de medicamentos debe hacerse siguiendo protocolos específicos y

teniendo en cuenta las alergias y condiciones médicas previas del paciente.


Es importante destacar que los primeros auxilios deben ser proporcionados por personal

capacitado, como enfermeros, que tienen conocimientos específicos en el manejo de situaciones

de emergencia. Además, es esencial actualizar regularmente las habilidades en primeros auxilios

y mantenerse al tanto de las últimas recomendaciones y protocolos.


CONCLUSIÓN

En momentos críticos, los primeros auxilios desempeñan un papel vital al permitir que

los enfermeros apliquen técnicas especializadas para estabilizar a los pacientes antes de que

llegue la ayuda médica más avanzada. La capacidad de evaluar la situación, tomar decisiones

rápidas y realizar intervenciones adecuadas es esencial para minimizar el riesgo de daño y

mejorar las posibilidades de recuperación del paciente.

La formación en primeros auxilios equipa a los/as profesionales de enfermería con las

habilidades necesarias para abordar estas situaciones de urgencia de manera eficiente,

contribuyendo así a la seguridad y bienestar de los pacientes.

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