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JUNCAL BLANCO IGLESIAS UO300841

DERECHO PENAL. PARTE GENERAL

La acusada Fernanda, mayor de edad y sin antecedentes penales, se hallaba a


principios de 2020 en trámites para obtener la separación de su esposo José, no obstante lo
cual permanecían ambos en la vivienda conyugal, sita en la calle Marqués de Teverga de
Cangas de Onís, al no haberse adoptado en la causa matrimonial medidas de otro signo. Así
las cosas, y dado que Fernanda venía siendo objeto por parte de su esposo de insultos,
amenazas y malos tratos de obra, fruto de los cuales resultara incluso con leves contusiones,
ante el temor de que tales episodios se repitieran, el día 6 de febrero de 2020, aprovechando
que su marido se hallaba en un cuarto situado en la azotea de la casa, sólo accesible desde la
cocina, a través del patio interior de la finca, cerró con llave la puerta de comunicación,
protegida por reja metálica, dejando a su esposo allí recluido, bajo vigilancia estrecha y
directa de la acusada, que, apostada ante la reja, le amenazaba con echarle aceite hirviendo si
se acercaba, permaneciendo José en dicha situación hasta el día 8 de febrero en que personas
de la vecindad alertaron a la Guardia Civil, siendo finalmente liberado.

Nota: el delito de detención ilegal se encuentra regulado en los arts. 163 y ss. CP.

Fernanda ha realizado acciones que podrían encajar dentro de la definición de detención ilegal según los
artículos mencionados, pero también existen circunstancias atenuantes y agravantes que deben
considerarse.
Art.163:
1. El particular que encerrare o detuviere a otro privándole de su libertad, será castigado con la
pena de prisión de cuatro a seis años.
2. Si el culpable diera libertad al encerrado o detenido dentro de los tres primeros días de su
detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto, se impondrá la pena inferior en
grado.
3. Se impondrá la pena de prisión de cinco a ocho años si el encierro o detención ha durado más de
quince días.
4. El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes, aprehendiere a una persona para
presentarla inmediatamente a la autoridad, será castigado con la pena de multa de tres a seis
meses.
Circunstancias relevantes:
 Sin antecedentes penales: es un atenuante a su favor.
 Situación de violencia: se sugiere que Fernanda ha sido víctima de violencia doméstica por
parte de su esposo, lo cual podría considerarse como un factor que influyó en su conducta.
 Autodefensa o desesperación: podría interpretarse como un acto desesperado de autodefensa
ante la falta de protección o medidas por parte de las autoridades. Se requiere que la
autodefensa sea proporcional e inmediata a la agresión.

II

En la tarde del día 4 de diciembre de 2020, Antonio se hallaba maniobrando el camión


con matrícula M- XXXX, propiedad de la empresa Transportes “El Rayo”, S.L., para la que
trabajaba aquél como conductor, en la calle Las Fallas de la ciudad de Valencia, y frente al
domicilio del matrimonio formado por José y María, ambos mayores de edad y sin
antecedentes penales, quienes residían en una casa situada en el número A de dicha calle.
Sobre las 18,30 h de ese día, al efectuar Antonio una maniobra marcha atrás con el
camión, atropelló al hijo del referido matrimonio, Joselito, de veintiún meses de edad, quien
se encontraba en dicha calle, y que resultó muerto.
María, alertada de lo sucedido, extrajo el cuerpo ensangrentado de su hijo de debajo
del camión, y lo tomó en sus brazos. Antonio, tras un acercamiento inicial a María, procedió
a dirigirse hacia la zona del final de la calle donde se hallaban los locales de la empresa “El
Rayo”. En ese momento llegó al lugar el José, quien, al enterarse del atropello de su hijo,
salió tras Antonio, dándole alcance por la espalda, tirándole al suelo, y agrediéndole con una
navaja que portaba, con la intención de causarle la muerte.
En el ataque sufrido le fueron causadas a Antonio dos heridas mortales, y en concreto,
una herida contusa con forma de T o de Y con repercusión craneal, que produjo fractura o
hundimiento de cráneo localizada en el parietal izquierdo, y otra herida contusa en región
occipital, con aplastamiento de cráneo. En el ataque sufrido también le fueron causadas otras
heridas incisas en la región craneal anterior, facial y en la base del cuello.
El acusado José, al enterarse del arrollamiento y muerte de su hijo por el camión, y
ver a éste ensangrentado en brazos de su madre, sufrió una alteración mental que le produjo
un estado que le impedía comprender en gran medida, aunque no totalmente, la gravedad y
trascendencia de sus actos, y de actuar conforme a dicha comprensión, al tiempo de agredir a
Antonio. José, antes de conocer que se dirigiera contra el mismo el procedimiento judicial, se
personó voluntariamente, en la mañana del día 6 de diciembre de 2020, en el Juzgado de
Instrucción de Guardia de Valencia, y confesó su intervención en los hechos.

Primero, se debe determinar si el acto cometido por José constituye homicidio o asesinato, según se
define en los artículos 138 y siguientes del Código Penal. La distinción clave entre ambos delitos radica
en la presencia de alevosía, ensañamiento o precio, recompensa o promesa. Si se considera que José
actuó con alevosía, es decir, aprovechando una situación que impidió a Antonio defenderse, podría ser
acusado de asesinato. Sin embargo, dada la naturaleza impulsiva del ataque, motivado por un estado
emocional extremadamente alterado, es probable que los hechos se califiquen como homicidio.
Circunstancias modificativas de la Responsabilidad Penal:
 Alteración Psíquica (art.20 CP): Dado que José actuó bajo una alteración mental provocada por
el trágico suceso, este estado podría considerarse como una eximente incompleta, según el
artículo 20 del Código Penal, que establece que estarán exentos de responsabilidad criminal los
que, al tiempo de cometer la infracción penal, debido a alteraciones psíquicas, no puedan
comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. La confesión de José y
su entrega a las autoridades podrían considerarse como atenuantes adicionales.
 Confesión (art.21 CP): La presentación voluntaria ante el juzgado y la confesión de José
antes de saberse perseguido por la justicia se considerarían como circunstancias
atenuantes según el artículo 21 del Código Penal, que puede mitigar la pena.
La pena para el homicidio se encuentra en el artículo 138 del Código Penal, que establece una pena de
prisión de 10 a 15 años. Sin embargo, la aplicación de circunstancias atenuantes podría reducir la
duración de la pena impuesta
III
Pedro, de 72 años al tiempo de los hechos y carente de antecedentes penales, se encontraba el
día 20 de agosto de 2021 realizando ciertos trabajos en la Urbanización Monte Alto de la
localidad de Santander donde reside, junto con otras personas, entre las que se encontraba
Antonio, de 27 años al tiempo de los hechos. Por circunstancias desconocidas se entabló entre
Pedro y Antonio una discusión en el curso de la cual Antonio quitándose las gafas se dirigió
hacia el acusado, siendo retenido por alguno de los presentes, momento en el que Pedro, en la
equivocada creencia de que el denunciante iba a agredirle, le propinó un puñetazo en la boca.
Como consecuencia del golpe recibido Antonio sufrió la fractura de la raíz del
incisivo lateral superior izquierdo (pieza 22), precisando para su curación de la extracción de
la pieza fracturada, quedándole como secuela la pérdida de ésta. Asimismo, como
consecuencia de la lesión descrita estuvo impedido para sus ocupaciones habituales por un
periodo de siete días.

Pedro podría enfrentarse a responsabilidades penales por lesiones a Antonio, conforme a lo establecido
en el Código Penal español.
Delito de lesiones (arts. 147 y 148 CP):
 Naturaleza de las lesiones: El artículo 147 del Código Penal establece que el que, por cualquier
medio o procedimiento, cause a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud
física o mental, será castigado como responsable de lesiones con la pena de prisión de seis
meses a tres años o multa de seis a doce meses, siempre que la lesión requiera además de una
primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La fractura de la raíz del
incisivo de Antonio y la necesidad de extracción de la pieza dental claramente entran dentro de
esta categoría.
 Grado de intencionalidad: Aunque Pedro actuó bajo la creencia equivocada de que sería
agredido, su acción de propinar un puñetazo en la boca a Antonio resultó en lesiones físicas. El
principio de legítima defensa podría ser considerado, pero dado que la acción de Pedro se basó
en una percepción errónea y que Antonio estaba siendo retenido por terceros en el momento del
golpe, este principio probablemente no se aplicaría plenamente como eximente.
 Secuelas y tiempo de incapacidad: La pérdida de una pieza dental constituye una secuela
permanente, lo que podría considerarse para agravar la pena. Además, el tiempo de incapacidad
de Antonio (siete días) se tomaría en cuenta para determinar la gravedad de las lesiones.
Circunstancias modificativas de la responsabilidad penal:
 Error de percepción: Pedro actuó bajo una creencia equivocada de riesgo inminente de
agresión. Aunque esto no exime de responsabilidad, podría considerarse como una
circunstancia atenuante al momento de determinar la pena.
 Falta de antecedentes penales: la ausencia de antecedente penales de Pedro sería una
circunstancia a su favor para atenuar la pena.
La pena podría situarse en el extremo inferior del rango establecido por el art.147, dadas las
circunstancias atenuantes. Además, sería probable la obligación de indemnizar a Antonio por los daños
causados, incluyendo los costos médicos y la compensación por el tiempo de incapacidad y las secuelas
permanentes. En conclusión, Pedro podría ser declarado culpable de un delito de lesiones leves, con la
pena mitigada por las circunstancias atenuantes mencionadas.

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