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CENTRO

UNIVERSITARIO
TRILINGUE
22 DE MARZO DEL 2024

NOMBRE DEL ALUMNO:


SARA REYES CARMONA

DOCENTE:
Lic. SARAI GONZALEZ

MATERIA:
PSICOFISIOLOGIA II

TRABAJO:
CLASE 1. CUESTIONARIO
CUESTIONARIO 1

1. ¿Qué es un músculo esquelético?


Un músculo esquelético es un tipo de tejido muscular que se encuentra unido a los
huesos y que desencadena el movimiento del cuerpo humano. Son llamados
"esqueléticos" porque están asociados con el esqueleto y son los principales
responsables de los movimientos corporales voluntarios que realizamos a diario,
como caminar, correr, levantar objetos, entre otros.

2. ¿A través de que se unen los músculos a los huesos?


Los músculos esqueléticos se unen a los huesos a través de estructuras
conocidas como tendones. Los tendones son bandas fibrosas de tejido
conectivo que conectan el tejido muscular con los huesos, permitiendo así la
transmisión de la fuerza generada por la contracción muscular al esqueleto
óseo. Esta conexión es fundamental para que los músculos puedan ejercer su
función de movimiento y mantener la estabilidad de las articulaciones durante la
actividad física.
Los tendones están compuestos principalmente por fibras de colágeno, que son
muy resistentes y proporcionan la fuerza necesaria para soportar las tensiones
generadas por la contracción muscular y la actividad física. En la unión entre el
músculo y el tendón, las fibras musculares se entrelazan con las fibras de
colágeno del tendón, formando una estructura sólida y resistente que permite la
transmisión eficiente de la fuerza muscular al hueso.
Esta conexión entre músculos y huesos a través de los tendones es esencial
para el funcionamiento adecuado del sistema musculoesquelético y para la
realización de actividades cotidianas y deportivas. Además, los tendones
también actúan como amortiguadores y ayudan a distribuir las fuerzas
generadas durante el movimiento, protegiendo así tanto a los músculos como a
los huesos de lesiones y daños.

3. Menciona los 2 tipos de movimiento músculo esqueléticos:


Los movimientos musculoesqueléticos se clasifican principalmente en dos
tipos:

Movimientos voluntarios o activos: Estos movimientos son aquellos que son


iniciados conscientemente por el individuo y que requieren la activación de los
músculos esqueléticos de forma voluntaria. Por ejemplo, caminar, correr,
levantar objetos, escribir, entre otros. Estos movimientos implican la contracción
y relajación coordinada de los músculos esqueléticos para generar movimiento.
Movimientos involuntarios o reflejos: Estos movimientos son aquellos que
ocurren de forma automática y no requieren la participación consciente del
individuo. Son controlados principalmente por el sistema nervioso autónomo y
los reflejos medulares. Ejemplos de estos movimientos incluyen el reflejo de
estiramiento muscular, el parpadeo involuntario, la contracción del músculo liso
en los órganos internos, entre otros.

4. Recordemos. ¿A qué hace referencia un proceso aferente y eferente?


Los procesos aferentes y eferentes están relacionados con el sistema nervioso y
se refieren a la dirección del flujo de información dentro del sistema nervioso.
Proceso aferente: Se refiere al flujo de información que va desde los receptores
sensoriales hacia el sistema nervioso central (SNC). Estos receptores
sensoriales pueden ser células especializadas en la piel, músculos, órganos
internos u otros tejidos, que detectan estímulos como el tacto, el dolor, la
temperatura, la presión, entre otros. La información recopilada por estos
receptores se transmite a través de neuronas sensoriales hacia el SNC, donde
se procesa y se generan respuestas apropiadas.
Proceso eferente: Se refiere al flujo de información que va desde el sistema
nervioso central hacia los órganos efectores, como los músculos o las
glándulas. Estos mensajes contienen instrucciones para llevar a cabo acciones
específicas, como la contracción muscular, la secreción de hormonas, la
regulación de la temperatura corporal, entre otras funciones. Estos mensajes
son transmitidos a través de neuronas motoras desde el SNC hacia los órganos
efectores, donde se ejecutan las respuestas adecuadas.

5. ¿Qué es un reflejo?
Un reflejo es una respuesta automática e involuntaria del sistema nervioso a un
estímulo específico. Estas respuestas se producen de manera rápida y predecible,
sin necesidad de intervención consciente por parte del individuo. Los reflejos son
esenciales para la supervivencia y el funcionamiento normal del cuerpo, ya que
permiten respuestas rápidas a situaciones potencialmente peligrosas o para
mantener la homeostasis del organismo.

6. ¿Cuáles son los reflejos primarios y secundarios?


Los reflejos primarios y secundarios son respuestas automáticas del sistema
nervioso a estímulos específicos.

Reflejos primarios: Son respuestas automáticas innatas que se producen como


resultado de un estímulo específico. Estos reflejos suelen estar presentes desde
el nacimiento y no requieren aprendizaje para manifestarse. Algunos ejemplos
comunes de reflejos primarios incluyen:
Reflejo de succión: Cuando se toca el labio o la boca del bebé, el bebé
instintivamente comienza a succionar.
Reflejo de búsqueda: Si se acaricia la mejilla del bebé, el bebé girará la cabeza
y abrirá la boca en busca del pezón.
Reflejo de agarre: Cuando se coloca un objeto en la palma de la mano del bebé,
este cerrará los dedos automáticamente para agarrarlo.
Reflejos secundarios: Estos reflejos son respuestas aprendidas que se
desarrollan con el tiempo a través de la experiencia y el aprendizaje. A
diferencia de los reflejos primarios, los reflejos secundarios no están presentes
desde el nacimiento y se adquieren a medida que el individuo interactúa con su
entorno. Algunos ejemplos de reflejos secundarios incluyen:
Reflejo de estornudo condicionado: Algunas personas desarrollan un reflejo de
estornudo condicionado en respuesta a la luz brillante.
Reflejo de tos condicionado: Algunas personas pueden desarrollar un reflejo de
tos condicionado en respuesta a ciertos olores o irritantes en el ambiente.
Reflejo de retirada de la mano: Después de experimentar quemaduras en el
pasado al tocar algo caliente, una persona puede desarrollar un reflejo
condicionado de retirar la mano rápidamente al acercarse a algo que percibe
como caliente.

7. Mencionan los 12 pares craneales su punto de inervación y función.


Nervio olfatorio (I):
Punto de inervación: Epitelio olfatorio en la mucosa nasal.
Función: Sensación del olfato.

Nervio óptico (II):


Punto de inervación: Retina del ojo.
Función: Transmite señales visuales al cerebro.

Nervio oculomotor (III):


Punto de inervación: Músculos extrínsecos del ojo (excepto el oblicuo superior y
el recto lateral), músculo elevador del párpado y músculo del iris.
Función: Controla la mayoría de los movimientos oculares, la dilatación de la
pupila y la elevación del párpado superior.

Nervio troclear (IV):


Punto de inervación: Músculo oblicuo superior del ojo.
Función: Controla el movimiento hacia abajo y hacia adentro del ojo.

Nervio trigémino (V):


Punto de inervación: Sensación en la cara, cuero cabelludo, membranas
mucosas de la boca y la nariz, músculos masticatorios y de la mandíbula.
Función: Sensación táctil, dolorosa y térmica en la cara, así como control de los
músculos de la masticación.

Nervio motor ocular externo (VI):


Punto de inervación: Músculo recto lateral del ojo.
Función: Controla el movimiento hacia afuera del ojo.

Nervio facial (VII):


Punto de inervación: Músculos de la expresión facial, glándulas salivales y
lacrimales, músculos estapedios y del estribo del oído.
Función: Controla los músculos de la expresión facial, la secreción de lágrimas y
saliva, y proporciona sensibilidad en una pequeña área de la oreja.

Nervio vestibulococlear (VIII):


Punto de inervación: Cóclea (para la audición) y conducto semicircular (para el
equilibrio).
Función: Transmite señales auditivas y de equilibrio al cerebro.

Nervio glosofaríngeo (IX):


Punto de inervación: Faringe, parte posterior de la lengua, glándulas salivales y
algunas regiones de la mucosa oral.
Función: Controla la deglución, el gusto en la parte posterior de la lengua, la
sensibilidad en la faringe y la secreción de saliva.

Nervio vago (X):


Punto de inervación: Órganos torácicos y abdominales, laringe, faringe y
mucosa.
Función: Controla funciones autónomas como la frecuencia cardíaca, la
respiración, la digestión y la función del tracto gastrointestinal.

Nervio accesorio (XI):


Punto de inervación: Músculos esternocleidomastoideo y trapecio.
Función: Controla la rotación y la inclinación de la cabeza, así como la elevación
de los hombros.
Nervio hipogloso (XII):
Punto de inervación: Músculos de la lengua.
Función: Controla los movimientos de la lengua, como la deglución y el habla.

8. ¿Que son los hemisferios cerebrales?


Los hemisferios cerebrales son las dos mitades del cerebro humano, divididas
por una profunda hendidura longitudinal llamada cisura interhemisférica. Cada
hemisferio cerebral controla y procesa funciones específicas y está conectado al
lado opuesto del cuerpo a través del cuerpo calloso, una gruesa banda de fibras
nerviosas que permite la comunicación entre ambos hemisferios.
Cada hemisferio cerebral está asociado con funciones cognitivas y emocionales
particulares, aunque ambos hemisferios trabajan en conjunto para realizar
tareas complejas y coordinar diversas funciones. A menudo, se habla de la
lateralización de la función cerebral, lo que significa que ciertas funciones
tienden a estar más dominadas por uno de los hemisferios que por el otro.

Las funciones asociadas con cada hemisferio cerebral incluyen:

Hemisferio cerebral izquierdo:


Controla la parte derecha del cuerpo.
Está especializado en el procesamiento del lenguaje, incluida la comprensión y
producción del habla, así como la lectura y escritura.
También se asocia con el razonamiento lógico, el análisis, las matemáticas y las
habilidades secuenciales.
Hemisferio cerebral derecho:
Controla la parte izquierda del cuerpo.
Se especializa en funciones no verbales y visuales, como el reconocimiento de
patrones, la percepción espacial, la creatividad, la intuición y la interpretación de
emociones.
Es responsable de la percepción de la música y el arte, así como de la
comprensión de las metáforas y el humor.

9. Describe el neuromito asociado a la dominancia de los hemisferios


cerebrales.
El neuromito de la dominancia de los hemisferios cerebrales es una creencia
popular que sugiere que cada persona tiene un hemisferio cerebral dominante,
ya sea el izquierdo o el derecho, y que esto determina su forma de pensar,
procesar la información y su personalidad en general. Según este mito, las
personas con un hemisferio izquierdo dominante son más lógicas, analíticas y
verbales, mientras que aquellas con un hemisferio derecho dominante son más
creativas, emocionales y visuales.
Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Si bien existen ciertas
diferencias en las funciones especializadas de cada hemisferio, como el
lenguaje en el hemisferio izquierdo y el procesamiento visual-espacial en el
derecho, la mayoría de las tareas cognitivas y de comportamiento involucran la
cooperación de ambos hemisferios. Los avances en la neurociencia han
demostrado que la mayoría de las funciones cerebrales requieren la integración
y colaboración de ambos hemisferios, y que la idea de una dominancia unilateral
es excesivamente simplista.
Este neuromito ha sido popularizado por libros de divulgación, test
psicométricos y la cultura popular en general, pero carece de base científica
sólida. Aunque es cierto que ciertas personas pueden tener tendencias o
habilidades más destacadas en ciertos tipos de procesamiento cognitivo, estas
diferencias no pueden ser reducidas a una dicotomía de dominancia
hemisférica. La plasticidad cerebral y la complejidad de las redes neuronales
hacen que el funcionamiento del cerebro sea mucho más dinámico y
multifacético de lo que sugiere este mito.

10. ¿Qué es el sistema límbico y que estructuras lo conforman?


El sistema límbico es una red de estructuras cerebrales interconectadas que
desempeñan un papel fundamental en el procesamiento y la regulación de las
emociones, la motivación, la memoria y ciertas funciones autonómicas. Este
sistema es crucial para la supervivencia y el comportamiento adaptativo de los
organismos.
Las principales estructuras que conforman el sistema límbico son:
Amígdala: Situada en el lóbulo temporal, la amígdala desempeña un papel central
en la regulación de las respuestas emocionales, especialmente en la percepción y
el procesamiento del miedo y la ansiedad. También está involucrada en la
memoria emocional y en la evaluación de estímulos emocionales.
Hipocampo: Ubicado en el lóbulo temporal medial, el hipocampo desempeña un
papel crucial en la formación y consolidación de la memoria a largo plazo,
especialmente en la memoria espacial y episódica. También está implicado en la
navegación espacial y en la representación cognitiva del entorno.
Corteza cingulada: Esta estructura, situada en la parte superior del cuerpo
calloso, está involucrada en la regulación de las respuestas emocionales y de
dolor, la atención, la toma de decisiones y el procesamiento de conflictos.

Hipotálamo: Situado debajo del tálamo, el hipotálamo desempeña un papel


crucial en la regulación del sistema nervioso autónomo, el control hormonal a
través de la glándula pituitaria y la regulación de funciones corporales como la
temperatura, el hambre, la sed y el sueño. También está involucrado en la
regulación de las respuestas emocionales y del comportamiento motivado.
Fornix: Es una estructura en forma de arco que conecta el hipocampo con otras
regiones del cerebro, facilitando la comunicación entre ellas y contribuyendo a la
función cognitiva y emocional.
Estas estructuras trabajan en conjunto para integrar y procesar la información
emocional y motivacional, así como para regular las respuestas del organismo en
función del contexto interno y externo. El sistema límbico es fundamental para el
funcionamiento emocional y motivacional del cerebro humano.

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